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Primer enfoque
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un largo lapso de tiempo histórico un mismo himno o banderases un
aspecto positivode o para la preservaciónde una identidadnacional.
Este tipo de análisisno seríamásqueel «negativo» de la presentaciónde los
aspectos positivosde la identidadnacionaly, por tanto,parece que este
enf oquepodríaseren granmedida’ reiterativo,
aunquefueseporcontradicción,
efectuado en el subcapítuloprecedente,el análisisde los factorespositivos
de una determinadaconcepciónde la identidadnacional,no hay másque
hacer una breve conclusión:todo lo que signifique ausencia, merma,
debilitamientode los mismos(razón,lengua,cultura,etc.,comunes)serían
factores «negativos» de la identidadnacionalen cuestión.
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consecuenciaspolíticase incluso,a efectosde suvida en relacióny cultura
(trabajo, ocio, religión,etc.),busca ámbitosmás pequeñoso másgrandes,
de convivenciaa los queempiezaa dar másimportancia,de la misma.forma
que la familia,siendotodavíala célulabásicade socialización,no cumplelas
mismas funcionesde antañoen la organizaciónsocial.
Así pues hay •que obrar con cautela a la hora de confeccionar ese
«negativo».Hayquehacer,porasídecirlo,una laborde filtracióna travésdel
alambique de las coordenadaspolíticas,económicasy culturales de la
realidad actual.
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de Francia,la exaltacióndel pasadoha dejadode jugarun pápelmovilizador
y. motivadorparticularmenteimportante.Las sociedadesestán dispuestasa
unirse más por un proyectohacia el futuroque pór un culto ciego y ritual
—muchas veces deformadósegúnlas banderíasen el poder—al pasado.
Segundoentoque
5) Organización política,etc.
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Podríamosdecir, exponiendoideas bastanteconocidas,que en realidad
existen casi todaslas combinacionesposibles,estoes, estadosnacionales
multilingües, con diversas poblaciones étnico-culturales,con estados
unitarios-centralizadoso federales.Con lo cual parece que en realidadel
éxito de un proyectonacionalno se ha cimentadosiempreen un mismo
factor y que unascarenciasse hanvistocontrapesadascon otrosfactores.
Con lo cual de esteanálisisconcluiríamosque no puedeatribuirseun factor
determinantey muchomenoshoy,a ningúnelementogeralmentetenidopor
ingredientede las identidadesnacionales.
Por lo que respectaa las patologíastambiénpuededecirseque,en potencia,
cualquier hipertrofiao carencia puedenser altamentenegativa.
En resumidascuentas,si algunaconclusiónpuedeextraerse,es que hoyno
cabe un enfoquemecanicistao determinantede la identidadnacional.La
potenciación de un solo factor por sí solo no garantiza el resultado
apetecido,sinoquepuedesercontraproducente. Másbien,parecede nuevo
que lo que hay que hacer es repensarel sentidode la identidadnacional
como elementocohesivoy orientadorde la vidahumana,individualy social.
Algunasideaspreliminares
sobrela cuestiónde la identidad
nacionalen España
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El ejemplo es conocido y son varios los autores que lo han puesto de
manifiesto,unos en tono crítico,otros para hacerpatrioterismo.La España
de los Austriases tambiénla Españade la miseria,la limosnay la picaresca.
Utilizando las categoríasorteguianasno pareceque la altura históricade
España puedamedirseen funciónde lossupuestosrasgoscaracterológicos
del español.Másbien pareceque haya que seguirel caminodel moderno
análisis histórico-institucional
y sociológicocon análisisprofundosde las
coordenadasvitalesde España.Desdeeste punto de vista puededecirse
que la identidadnacionalespañolarespondea la configuracióncultural,
económica y social de la misma.Y que los problemasde la identidad
española son los de su sociedad:desigualdad,escasaeducación,pobreza,
subdesarrollodurantemuchosaños, tardíaincorporacióna las corrientes
más extendidasdel pensamientoy la ciencia, aislamientoy reacciones
relacionadascon ello:escasointeréspor la historia,sentimientosde vaivén,
como si de modase tratara,escasoconsenso,poco interésy apatíapor el
futuro como colectividad.En resumidascuentas,individualismopropiode
una sociedadpre-industrial,analfabetay agraria.
¿Persistenestosrasgosen la actualidad?
Es evidenteque en la superficieno. Pero¿hastaqué punto los comporta
mientos políticoso cívicos y la conciencia históricay de futuro de los
españoles no está todavíacomo sometidaa movimientosreflejosfruto del
miedo? La respuestaes difícil,pero no cabe duda de que hay un cambio
perceptibley se observauna no correspondencia entre el niveleconómico-
social y político-formalalcanzadoy la madurez en los modos ? los
sentimientos.
A ello hay que unir el desprecioa la historiacomo movimientoreflejode
repulsa a un régimen que exaltó en demasíael pasado,también por
reacción. Hoy existe un perturbádorexcesode afán de «novedad»que se
dice quees muyespañol—peroqueno lo estanto—hoy exacerbadopor la
necesidad de dotar de contenidosa unasideologíasy mitos políticoscada
vez más incapacesde despertaradhesionesa los proyectoscolectivos.
Una cuestiónes que el pasadosea un elenento importantea la hora de
«calentar»el sentimientonacionaly otra muy distintaque el conocimiento
del pasadohoy tenga quetener un enfoque«partisano». Hay que conocer
nuestra historia no porque sí, sino conscientementecomo necesidad
humana de «orientaciónvital»,pero sin esas connotacionespolíticasque
pueda tener la enseñanzade la historiaen una joven nación.
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Cüando se está en los alboresde un nuevosiglo, en el que viajarde una
•partea otradel planetaestarácada vezmásal alcancede la gentey donde
el mundovivirápermanentemente intercomunicado,
lasidentidades
nacionales
es evidenteque si han de jugar un papel,éste no será muy parecidoal
tradicional.Queel hombrenecesitaráde unacierta conscienciahistóricay
de grupoes evidente.Peroqué consecuenciastengaello en la vida social
está por ver. ¿Asistiremosa una «privatización» de las naciones,en el
sentido de que desempeñaráun papel importante,pero más domésticoy
recóndito, como la familiaen la actualidad?
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