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República Bolivariana de Venezuela

Universidad de Falcón “UDEFA”


Facultad de Ciencias Jurídicas Y Políticas
Carrera: Derecho
U.C: Derecho Marítimo

ENSAYO

Autora:

Omelis Carrasquero

V-26.730.846

Punto Fijo; abril del 2019


El concepto de riesgo ocupa un lugar central en cualquier discusión sobre el tema
de la seguridad, con referencia a un determinado sistema o de cualquiera actividad.
El término “seguridad” se utiliza normalmente para describir el grado de libertad
frente al peligro, y el concepto de riesgo es una forma de evaluarla. Todo esto a
saber ya que los riesgos marítimos, son importante de conocer dentro del ámbito de
los seguros marítimos, lo que se establece en el contrato de seguro, cuando el
asegurado transfiere al asegurador los riesgos que puedan ocasionarle pérdidas
ocurridas en su expedición marítima. De ahí parte, que es común al seguro
marítimo, la noción general de riesgo, como posibilidad de producirse un evento
dañoso para el asegurado.

No obstante la posibilidad de un evento dañoso para el patrimonio del asegurado,


es la que hace que éste contrate un seguro para proteger sus intereses, como forma
de ponerse cubierto a estos riesgos, trasladándolo al asegurador. En este sentido,
el riesgo es el motivo principal en materia de seguros y principal protagonista en el
ámbito del seguro marítimo. A este respecto, Belisario Capella sostiene, que el
riesgo marítimo:

“Es todo caso fortuito, fuerza mayor, o hecho inculpable para quien lo sufre
que acaece, con mayor o menor rareza, y gravedad muy variable, en la
navegación, con repercusiones en tripulantes, pasajeros, cargadores,
destinatarios, en el buque y en la carga”.

Es importante para el entendimiento de esta materia de riesgos, que el seguro


marítimo descansa en el principio de universalidad de riesgo, ya que el asegurador
cubre dentro de los límites convenidos, los daños y perjuicios que sobrevengan del
interés asegurado , cualquiera sea la causa que los haya producido. Siendo así
definido en concordancia con el artículo 375 de la Ley de Comercio Marítimo,
establece: “se entiende por contrato de seguro marítimo, aquel mediante el cual el
asegurador se compromete a indemnizar al asegurado mediante el pago de una
prima, en forma y medida convenida en la póliza, contra pérdidas marítimas,
entendiéndose por éstas las pérdidas ocurridas a la expedición marítima,
extendiéndose por sus términos o por uso de comercio a cubrir pérdidas sufridas en
aguas interiores, o durante las operaciones terrestres que fueran accesorias”.
Garantizando a los riesgos de navegación que puedan afectar, tanto al buque
transportador como a la carga transportada, y puede ser seguro de buque, carga o
flete, caracterizado por ser un contrato bilateral y oneroso, sinalagmático y de tracto
sucesivo, aleatorio y de buena fe superlativa (ubérrima bona fide). Por otra parte la
cobertura de los seguros marítimos, ante los riesgos de la navegación marítima,
registra una pluralidad de intereses de buques, casco y maquinarias fletes,
mercancías carga o facultades y responsabilidad tomando en cuanta que estos
riesgos pueden ser causados, por la carga, estiba, desestiba, incendios, abordajes,
colisiones.

Ahora es importante conocer sobre los tipos de riesgo marítimo que se presentan
más comunes entre estos se tiene a: Abordaje Fortuito el cual no origina
responsabilidad civil ni penal. Cada propietario y cada víctima soporta sus daños:
res perit domino. Consiste en toda colisión de buques que no ha podido creerse ni
evitarse por ninguno de los accidentados. Siguiendo con los riegos se tiene también
Abordaje por Culpa Concurrente. Cuando la culpa de los buques es mutua, esto es,
cuando han incurrido en falta los capitanes o gente de las dos partes, cada buque
soportará su daño. Abordaje Dudoso. La doctrina califica al abordaje como dudoso
cuando no puede esclarecerse si ocurre por culpa o por accidente casual. También
se califica de dudoso cuando se desconoce cual es el culpable de los dos buques.
Esta subespecie se denomina "bordaje dudoso por culpa inescrutable.

Siguiendo con los riesgos marítimo también se tiene al Arribada forzosa se llama
cuando esta ocurre por necesidad. Es arribada forzosa legítima, la arribada
necesaria cuando se justifica que el buque estaba a la partida debidamente
pertrechado y dispuesto para el viaje. Tiene lugar cuando el buque por necesidad
gana puerto o lugar seguro alterando su derrotero y escalas previstas, a fin de salvar
la aventura.

Todo esto a saber ya que la existencia del riesgo, sin duda, es la premisa básica
para la validez del contrato de seguro marítimo, y se entiende como la posibilidad
de un hecho futuro e incierto que puede ocasionar un daño o perjuicio al asegurado.
En efecto, el contrato de seguro marítimo, abarca la cobertura de una serie de
intereses patrimoniales vinculados a la navegación. Claro está, contra una gama o
conjunto de riesgos que amenazan la actividad propia de la navegación marítima,
que son el enlace que determina el campo de acción y su atribuible condición de
riesgo en lo marítimo.

Para todos los casos que opera y aplica la cobertura en este campo, es que a
través del contrato de seguro marítimo, el asegurado transfiere al asegurador estos
riesgos de la navegación, cuya materialización puede causarle un daño. De allí, la
importancia que se deriva para el asegurador de la obligación de indemnizar al
asegurado. Por ello, la cobertura del riesgo dentro del marco del seguro marítimo
recae principalmente sobre la nave, la carga, sobre el flete y también sobre la
responsabilidad del armador, obviamente, que la causa de tales daños dependa
directamente de la navegación marítima. De esto, conviene resaltar, que el riesgo
de que todo esto pueda ocurrir es aceptado y ampliamente conocido, por cuanto,
se entiende que dicho riesgo dentro de la actividad de la navegación es previsto
tanto por aseguradores y asegurados.

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