En el norte de Italia, en el valle Vajont el 9 de octubre de 1963 ocurrió una desgracia
provocada por los seres humanos. Un deslizamiento en la presa Vajont que genero un tsunami con una ola que superó los 200 m de altura costó la vida a 2000 personas. Un muro de agua de 70 m de alto inunda Longarone y sigue por el valle tumbando edificios matando a cientos en su camino. El 9 de octubre de 1963, valle de Vajont. Unos obreros de la agencia nacional de energía de Italia vieron desprenderse unos fragmentos del Monte Toc hacia el embalse. A 6 km de la presa se estaba siguiendo el corrimiento de la montaña y los datos de ése día eran tan alarmantes que tuvo que pedir comprobación a la torre de control, desde la cual se veían bloques de tierra cayendo hacia la presa, indicando que el corrimiento de tierras era inminente. En previsión, los operarios bajaron el nivel de las aguas 25 m por debajo del máximo, para evitar que la presa se desbordase al producirse el corrimiento. A las 22:39 horas se produce el corrimiento, generando una ola de 235 m de altura que supera la presa. En Casso, a más de 250 m por encima de la presa llueven agua y piedras, mientras que en Longarone un muro de agua de 70 m arrasa el pueblo y los siguientes, provocando casi 2000 muertos. Vaiont es un valle escarpado situada bajo el Monte Toc, en la provincia de Ponderone, a unos 100 km al N de Venecia. Fue elegido para la construcción de la presa ya que la estrechez y la gran altura de la garganta la hacían ideal para la construcción de una presa Estas condiciones, eran excepcionales para almacenar una gran cantidad de agua. En cuanto a la geología, la estratigrafía está formada por calcarenitas oolíticas masivas de la formación Calcare del Vajont (Dogger), biocalcarenitas y calizas micríticas. En 1956 comienzan las excavaciones de los cimientos, bloqueando una enorme garganta para construir uno de los embalses más profundos del mundo y generar electricidad. El equipo de Semenza estudió a fondo la zona de los cimientos, pero prestaron muy poca atención río arriba. Debido a la falta de interés en las laderas del valle resulta alarmante Un tsunami. Incluso el nombre del Monte Toc, significa “material disgregado” o “trozo”. Un corrimiento en el cercano embalse de Pontesei creó una ola de 20 m de altura que desbordó la presa e inundó el valle de abajo, ahogando a un obrero. Temiendo que se repitiera lo de Pontesei, la empresa del embalse de Vaiont encargó un estudio exhaustivo de las laderas del valle a Leopold Müller, el cual encargó al propio hijo del ingeniero jefe, Edoardo Semenza, que dirigiese el estudio. Los resultados del estudio fueron Zona no cementada de cataclasitas presentes al pie del Monte Toc, que se extiende 1,5 km a lo largo de la pared izquierda del valle. Sin embargo, los ingenieros hicieron 3 sondeos en la ladera de la montaña, y a pesar de llegar a 170 m de profundidad, no alcanzaron la base del deslizamiento, por lo que concluyeron que toda la ladera era roca sólida. Los errores que cometieron durante la construcción fueron los siguientes: Primero describen un paleodeslizamiento que cubican en 50 hm3 suponiendo que la inestabilidad terminaba cerca del Pian della Pozza a cota 850 m, aunque luego descubrirán que alcanza la cota 1200 m. Después del deslizamiento del primer llenado recalculan el deslizamiento en 200 hm3 y lo interpretan como un paleodeslizamiento reactivado. Leopold Müller confirma la cubicación, pero considera que se trata de un creep, lento y controlable. El principal error fue ignorar uno de los 4 piezómetros instalados en la parte superior del deslizamiento. El equipo desconocía totalmente la existencia de una capa de arcilla bajo la roca caliza, la cual es la superficie de rotura superada sólo por un piezómetro. Al no concordar los datos de éste con los de los otros piezómetros que tenían, fue considerado defectuoso e ignorado. Sin embargo, la información que aportaba era esencial para entender lo que estaba ocurriendo. Esta capa de arcilla estaba a 250 m de profundidad y sólo tenía 1 cm de grosor. Las lluvias en la cima del Monte Toc se drenaban bajo la arcilla, quedando atrapada y aumentando la presión. La arcilla, habitualmente blanda, debido a la presión de las calizas estaba en un estado frágil y duro. Cuando el embalse se llenó por primera vez, la capa que llevaba millones de años sin alterarse empezó a fracturarse por la fuerza del agua. A medida que el corrimiento avanzaba las microgrietas fueron creciendo extendiéndose hacia afuera y uniéndose a otras microgrietas hasta crear una sola superficie a lo largo de toda la arcilla y generando la superficie de rotura en forma de M. Tras el primer llenado de la presa se produjo el primer corrimiento. Las siguientes subidas y bajadas del nivel del agua aceleraban y frenaban el corrimiento haciendo creer a los ingenieros que podrían controlarlo y depositarlo suavemente en el embalse sin causar peligro. En conclusión, esta desgracia se debió a los siguientes motivos. Una diminuta capa de arcilla de pocos centímetros, que previamente ya había fallado, no fue detectada por los geólogos durante la construcción del proyecto, también está el llenado del embalse, ya que hizo posible la reactivación de un movimiento que miles de años atrás había comenzado, además debemos anexar la falta de conocimiento sobre varios campos de la ingeniería como estabilidad de laderas, geometría y mecanismos de movimientos de grandes masas y la carencia de investigaciones previas. Esta desgracia pudo haberse evitado, siempre y cuando se hubiera realizado estudios previos y hubieran detectado la capa de arcilla que fue la causa principal del deslizamiento, se hubieran podido tomar otro tipo de alternativas para un proyecto de esta magnitud. Hoy es indispensable el estudio previo para obras de gran envergadura como geología, hidrología, geotecnia además de otros como estabilidad de laderas, superficie de falla, mecanismos de falla, etc.