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Es una tradición afro-venezolana de los pueblos de la Costa del Sur del Lago de Maracaibo, que

consta de un estribillo fijo que da nombre a la pieza, en cuartetas o sextetas con distintas
combinaciones silábicas. Se entona por un coro y se alterna con los versos del solista.

Se acompaña con dos tambores que se llaman tambora y tamborito, el primero de mayor
tamaño y más grave, y el segundo de menores dimensiones y más agudo. A ello se suma una
maraca de gran tamaño que marca los compases. Por lo tanto la gaita no tiene soporte
armónico para el canto y muchas veces se incorpora un clarinete que realiza interludios
llamados revoleos. Se suelen tocar en diciembre y enero, en las casas de familia o en las

De las diversas gaitas zulianas, unas de ellas es la Gaita de Tambora, la cual se interpreta en el
Sur del Lago de Maracaibo, estado Zulia de la República Bolivariana de Venezuela en
poblaciones como Santa Isabel, El Batey, San Pedro, San José, Santa María, Bobures, Gibraltar,
Palmarito (en el estado Mérida). Se dice que la gaita se desarrollo en Santa Isabel y se extendió
a otros pueblos. El investigador Juan de Dios Martínez afirma que los cantos de gaita surgen de
la labor de las mujeres en el pilón o lavando y estregando en el rio mientras baten la ropa para
blanquearla. Por tradición la gaita de tambora es un canto eminentemente femenino. La gaita
de tambora no tiene motivación religiosa, son cantos paganos, algunas personas la relacionan
con el culto a San Benito pero esta permanece al margen de la festividad religiosa, la gaita no
entra a la iglesia, solo llega hasta la puerta. La motivación para cantar gaitas es variada, se
realiza por cualquier celebración o para parrandear. Generalmente en la víspera de
festividades importantes se cantan gaitas hasta el amanecer y por la noche cundo la fiesta ha
terminado. Los instrumentos que intervienen en la gaita de tambora son: tambora, tamborito,
maracas y clarinete, este último de reciente incorporación. Cada una de las cantadoras toca
una maraca. Las gaitas de tambora se identifica por el momento de su ejecución en: gaitas de
tambora tempranas, de medianoche y amanecer. En las gaitas tempranas los versos son
humorísticos, anecdóticos, de registro de la historia y literatura oral local, surgen de las
vivencias cotidianas; las de medianoche son gaitas con versos muy antiguos cuyo significado se
ha perdido como son: Ampoa y la Mona y las gaitas de amanecer conocida es el “Pio Pio” la
cual se realiza en decimas a la cual se le intercala “Pio Pio llora el gavilán, se come los pollos y a
mí no me dan” Se canta frente a la iglesia o frente a una cruz. La gaita de tambora se empezó a
bailar formando ruedas o círculos, hombres y mujeres tomados de la mano bailan alrededor de
los músicos. Cuando rompen el círculo continúan agarrados de la mano y forman variados
formas o caprichosas figuras. Esta formación danzaría se ha perdido y hoy día van bailando en
parejas o individualmente.

Es la evolución del canto de faena femenino (en el pilón, en la piedra de moler, en la tabla
lavando en el río, o frente al fogón). Las esclavas eran utilizadas para el trabajo en el hogar, y
este canto del trabajo, es canalizado por los valores culturales africanos y logra florecer hasta
enfrentarse al urbanismo, quien la reduce a una simple actividad que se realiza una o dos
veces al año. Se caracteriza porque presenta una tambora con parche en ambos extremos,
sujetos con cáñamo o mecates; y un tamborito igual al medio golpe del chimbanguele. Su
compás es de 2x4.

Gaita Tamborera
Llamada por el cronista e investigador Juan de Dios Martínez como L«a 5.ª gaita», es
ciertamente el quinto subgénero de la Gaita Zuliana. Surge a principios de la década de 1970
como resultado de la fusión de la gaita de tambora y los chimbángueles de San Benito. Su
creador fue el célebre cantautor gaitero Nelson Martínez de la mano con el Gran Coquivacoa,
agrupación gaitera en la cual formaba filas. Su ritmo es de 2x4 y se ejecutó inicialmente con
cuatro, furro, tambora, charrasca y maracas. prontamente se le adicionaron el bajo, el piano, la
guitarra eléctrica, las congas, el bongó, el cencerro y hasta metales (trompeta, trombón y
saxofón) y timbales, por cuanto a finales de los 70 y principios de los 80 la gaita tamborera fue
arropada por la influencia musical caribeña, en especial de la salsa, todo ello liderado por los
conjuntos gaiteros vanguardistas como Estrellas del Zulia, Guaco, Santa Anita y, por supuesto,
Gran Coquivacoa. La temática es variada y no tiene una temporada especial para su ejecución.

De las diversas gaitas zulianas, unas de ellas es la Gaita de Tambora, la cual se interpreta en el
Sur del Lago de Maracaibo, estado Zulia de la República Bolivariana de Venezuela en
poblaciones como Santa Isabel, El Batey, San Pedro, San José, Santa María, Bobures, Gibraltar,
Palmarito (en el estado Mérida). Se dice que la gaita se desarrollo en Santa Isabel y se extendió
a otros pueblos. El investigador Juan de Dios Martínez afirma que los cantos de gaita surgen de
la labor de las mujeres en el pilón o lavando y estregando en el rio mientras baten la ropa para
blanquearla. Por tradición la gaita de tambora es un canto eminentemente femenino. La gaita
de tambora no tiene motivación religiosa, son cantos paganos, algunas personas la relacionan
con el culto a San Benito pero esta permanece al margen de la festividad religiosa, la gaita no
entra a la iglesia, solo llega hasta la puerta. La motivación para cantar gaitas es variada, se
realiza por cualquier celebración o para parrandear. Generalmente en la víspera de
festividades importantes se cantan gaitas hasta el amanecer y por la noche cundo la fiesta ha
terminado. Los instrumentos que intervienen en la gaita de tambora son: tambora, tamborito,
maracas y clarinete, este último de reciente incorporación. Cada una de las cantadoras toca
una maraca. Las gaitas de tambora se identifica por el momento de su ejecución en: gaitas de
tambora tempranas, de medianoche y amanecer. En las gaitas tempranas los versos son
humorísticos, anecdóticos, de registro de la historia y literatura oral local, surgen de las
vivencias cotidianas; las de medianoche son gaitas con versos muy antiguos cuyo significado se
ha perdido como son: Ampoa y la Mona y las gaitas de amanecer conocida es el “Pio Pio” la
cual se realiza en decimas a la cual se le intercala “Pio Pio llora el gavilán, se come los pollos y a
mí no me dan” Se canta frente a la iglesia o frente a una cruz. La gaita de tambora se empezó a
bailar formando ruedas o círculos, hombres y mujeres tomados de la mano bailan alrededor de
los músicos. Cuando rompen el círculo continúan agarrados de la mano y forman variados
formas o caprichosas figuras. Esta formación danzaría se ha perdido y hoy día van bailando en
parejas o individualmente.

Los enanos y la muñeca calenda

Narran los conocedores que los indios de muy escasa estatura que habitaban lo que hoy se
conoce con el nombre de San Lázaro y Santiago, representaban entre sus ritos una danza con
la cual se trataba de alejar de sus tierras y a la gente de la tribu, el terror y la desolación
dejados por los estragos producidos por los fenómenos naturales. Estos indios danzaban todo
el día destinado para tal fin, y pasaban la noche entregados a una frenética danza
acompañados de tambores, maracas, pitos y guaruras, la cual hacía mas ardiente, bebiendo
zumo de frutas fermentadas que ellos mismos elaboraban; al amanecer del día siguiente se
unían a la danza, una gigantesca figura que presentaba una cara de tétrica expresión, esta
significaba para ellos las tragedias y los males sufridos por la culpa de espíritus malignos, y a la
vez creían que con su presencia contribuían ahuyentarlos

la cara de esta gigantesca figura era confeccionada con una “totuma” seca a la cual se le hacían
huecos en tal forma que simulaban los ojos, la nariz y la boca que le deba una cadavérica
expresión. Para completar la obra macabra, sus cabellos eran confeccionados con bejucos y
raíces al igual que el cuerpo de la figura, que el piachi dentro de esta le daba continuidad y
expresión.

La pintura que utilizaban era extraída de frutas, raíces y cortezas de árboles. Los instrumentos
empleados para acompañar la danza, eran rústicos pitos y cortezas de árboles. Los
instrumentos empleados para acompañar la danza, eran rústicos pitos, tambores y guaruras
fabricados por ellos mismos, creían que con este rito desaparecerian todos los males y
devolverían la paz a la tribu.

El baile de los Enanos y la Muñeca de la Calenda, se remonta a la época de la colonia y


su origen se desprende de este ritual que los frailes cristianos consideraban cabalístico y
pagano, a lo contrario de hoy que se considera parte del folklore tradicional.

Con la conquista y la colonización de nuestros aborígenes se produce un cambio


evolutivo de nuestra creencia y cultura indígena y como resultado, la mezcla de reza y religión.

En el recuerdo de esos poblados están presentes las creencias y vivencias de nuestra raza, que
de alguna forma tal vez oral, se mantuvo latente para dar origen a la “ Danza de los Enanos y la
Muñeca de la Calenda “.

El mestizaje hace que nuestros antepasados tenga un mayor tamaño y para representar
a nuestros indios de pequeña estatura, se pintaban en el abdomen una cara y se tapaban la
cabeza y los brazos con un manto o manare que hacia de una cabeza muy grande, al lado de
las piernas colgaban los brazos y manos dando la apariencia de un enano, a estos le
acompañaban una muñeca gigante que emulaba la figura del antiguo ritual ancestral.

Este relato de la pieza folklórica de la “Danza original y el baile de los Enanos y la Muñeca de
la Calenda” es tal vez lo más cercano a su origen y procedencia de esta manifestación popular.
Solo el recuerdo aún claro, de los mas antiguos moradores de este valle, han sacado de el
archivo de sus memorias, el retazo de esta manifestación hermosa por demás.

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