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LOS MOMENTOS ESTELARES DE LA CIENCIA

INTRODUCCION.

Este libro es una joya ya que todos los científicos que menciona el autor nos dejaron sus
descubrimientos y aportaciones personales para el desarrollo, beneficio de la humanidad y
actualmente sus bases nos han llevado a nuevos descubrimientos para hacer que nuestras vidas
sean más cómodas y armoniosas.

Capítulo 1 ARQUÍMEDES

Arquímedes de Siracusa, el científico más grande del mundo antiguo. Monto espejos curvos en las
murallas de Siracusa (una ciudad griega en Sicilia) y pudo contener al ejército.

Nació en Siracusa la fecha de su nacimiento es dudosa, hizo lo que nunca nadie había hecho aplico
la ciencia a los problemas prácticos de la vida cotidiana.

Él se negó a registrar sus artilugios mecánicos (sus descubrimientos), uno de sus hallazgos
importantes fue el de la teoría abstracta que explica la mecánica básica de la palanca en donde
menciono dame un punto de apoyo y moveré al mundo.

Cierto orfebre le había fabricado una corona de oro. El rey no estaba muy seguro de que el
artesano hubiese obrado rectamente; Aplico su principio de Arquímedes sobre la flotación y
desplazamiento para checar si la corona era de oro o de otro metal y con esto checo la masa del
oro y de otro metal para determinar el material.

Arquímedes era diferente de los científicos y matemáticos griegos que le habían precedido les
ganaba a todos ellos en imaginación.

Capítulo 2 JOHANN GUTENBERG

Johann Gutenberg invento la imprenta con trozos de metal y elegantes letras. Era triunfo de la
tecnología y no de la ciencia, no deja de ser un descubrimiento importante.

Hoy día se conservan fragmentos de páginas que Gutenberg imprimió entre 1440 y 1450: parte de
un calendario y un fragmento religioso. Pero fue en 1454 cuando construyó seis prensas y
comenzó a componer el libro más grande de todos: la Biblia.

Hoy día sólo se conservan 45 ejemplares de la Biblia de Gutenberg. El valor de cada uno es
incalculable, pero a Gutenberg no le reportaron ni un céntimo.

Nació alrededor de 1398 en la ciudad de Maguncia, Alemania, en el seno de una familia bien
acomodada.
Pidió prestados 800 florines a un hombre llamado Johann Fust para comprar herramientas.
Gutenberg comenzó, finalmente, en 1454 imprimir su Biblia, en latín, a doble columna, con 42
líneas por página con estupendos dibujos a mano. Nada se omitió en este gran envite final: la
cúspide de la vida de Gutenberg. Pero Fust le denunció por el dinero prestado.

Gutenberg perdió el pleito y tuvo que entregar a Fust herramientas y prensas en concepto de
indemnización. Incluso es probable que no consiguiera terminar la Biblia y que esa empresa la
completara la sociedad compuesta por Fust y un tal Peter Schoeffer. Ambos adquirieron
renombre en el campo de la impresión; Gutenberg se hundió en la oscuridad.

Posteriormente consiguió dinero y quiso terminar su obra pero murió y no pudo salir de sus
deudas.

Lo que no fue un fracaso fue el negocio de las imprentas, que se propagó con fuerza imparable por
todo el mundo.

Europa era escenario de una revolución religiosa. Martín Lutero inició en 1517 su disputa con la
Iglesia Católica, que terminó con el establecimiento del protestantismo. Antes de Lutero había
habido muchos otros reformadores, pero de influencia siempre escasa; sólo podían llegar a la
gente a través de prédicas y sermones y la Iglesia tenía medios para silenciarlos.

La imprenta creó la opinión pública. Un libro como el Common Sense, de Thomas Paine, podía
llegar a cualquier granja de las colonias americanas y propagar la guerra de Revolución mejor que
ningún otro medio. La imprenta contribuyó al nacimiento de la democracia moderna.

Gutenberg murió en la ruina, pero su obra fue uno de los grandes logros de la humanidad.

Capítulo 3 NICOLÁS COPÉRNICO

En 1543, el anciano Nicolás Copérnico, septuagenario, yacía en el lecho de la muerte; mientras


tanto, su gran libro libraba en la imprenta otra batalla contra el tiempo. El 24 de mayo, su mano
enervada recibía, por fin, el primer ejemplar impreso del libro. Puede que sus ojos opacos lo
vieran, pero la memoria y la mente estaban ya ausentes. Murió ese mismo día, sin saber que por
fin había movido la tierra.

Nicolaus Koppernigk nació en Thorn (Polonia), el 19 de febrero de 1473.

Estudió en la universidad de Cracovia, donde se enfrascó en las matemáticas y en la pintura. En


1496 marchó a Italia, por espacio de diez años, estudió Medicina en Padua y Derecho en Bolonia.
En todos los campos se desenvolvía con soltura. Cuando, finalmente, regresó a Polonia en 1506,
ejerció la Medicina profesionalmente, y a él acudían pobres y ricos.

Aunque sobresalía en esos campos su afición por la astronomía fue más fuerte, explico los
movimientos de los planetas en el universo al rededor del sol y descubrió que las estrellas estaban
fijas.

Observo su desplazamiento hacia atrás y lo denomino movimiento retrógrado.

Los antiguos griegos trataron de explicar este extraño movimiento.


En primer lugar creían que el universo estaba gobernado por la ley natural, de modo que no
podían descansar hasta haber hallado la ley en que se basaba el movimiento planetario.

En segundo lugar creían que el movimiento de los planetas influía en el destino humano, y
pensaban que entendiendo a fondo los cielos podrían comprender el pasado y el futuro.

Claudio Ptolomeo, matemático y astrónomo griego, escribió hacia el año 150 d. C. un libro en el
que daba fórmulas para calcular los movimientos de los planetas. Las fórmulas se basaban en la
hipótesis de que todos los planetas giraban en trayectorias circulares alrededor de la tierra.

Copérnico carecía de instrumentos apropiados para ese propósito, porque el telescopio no se


inventaría hasta pasados setenta y cinco años. Pero contaba con la fuerza de la lógica.

Con ayuda de diagramas Copérnico demostró que los planetas interiores tenían que seguir
siempre al Sol.

En año 1530 expuso su teoría en forma manuscrita. Encontró seguidores entusiastas, pero
también enemigos acérrimos. Uno de ellos fue Martín Lutero, quien dijo de Copérnico que era un
necio que negaba la Biblia. Copérnico comprobó que su cautela no era injustificada.

En 1540, George Joachim Rheticus, fiel discípulo de Copérnico, publicó un resumen de la teoría
copernicana. El Papa Clemente VII aprobó el popular resumen y pidió que se publicara íntegro el
gran manuscrito. El libro, De Revolutionibus Orbium Caelestium, cayó sobre Europa como un rayo.
Copérnico, sufrió un ataque en 1542 y murió el mismo día en que se publicó, ahorrándose la
humillación de saber que habían debilitado su obra con un cobarde prefacio que negaba la verdad
de la teoría copernicana y la presentaba como una especie de truco o juego de manos matemático
para simplificar el cálculo de los movimientos planetarios.

Parece ser que Rheticus tuvo luego problemasquizá por sus ideas copernicanas y hubo de
abandonar la ciudad, dejando la publicación del libro de Copérnico en manos de su amigo Andreas
Osiander, que era pastor luterano.

La persona que abrió el camino hacia el infinito fue Nicolás Copérnico, que murió el mismo día de
su gran triunfo.

Capítulo 4 WILLIAM HARVEY

WILLIAM HARVEY Nació el 1 de abril de 1578 en Folkestone, Inglaterra. Estudió en Cambridge,


luegp en Padua, Italia. Obtuvo su título de doctor en 1602, y fue médico de la Cámara de Jacobo I y
de Carlos I.

Harvey mostro interés por la investigación médica aunque en ese tiempo el pueblo tenía más
interés por la política.

Desplazo la teoría del gran médico griego Galeno quien pensaba que la sangre iba y venía
suavemente por las arterias y pasaba por orificio invisibles en la pared que dividía al corazón en
dos partes, esta teoría subsistió durante 400 años. Harvey estudio al corazón en animales vivos y
descubrió que el corazón no se contrae al mismo tiempo, que las válvulas y las venas solo eran en
una sola dirección, las arterias hinchaban un lado del corazón y las venas hacían lo mismo con el
otro. En 1616 estaba seguro que la sangre circulaba.

También descubrió que el sistema arterial era como las ramas de un árbol y en la parte más
pequeña de la arteria surgía una conexión con las venas donde estas aumentaban su tamaño al
igual que las arterias. En 1628 lanzo su teoría, no tuvo la importancia que merecía hasta 1661
cuatro años después de morir donde un médico italiano Marcello Malpighi descubrió su veracidad.

Capítulo 5 GALILEO GALILEI

Galileo Galilei fue un anciano se postró de rodillas ante los jueces de la Inquisición. Con la cabeza
inclinada hacia adelante: negó que el Sol fuese el centro del universo y admitió que había sido un
error; negó que la Tierra girara en torno a su eje y alrededor del Sol, y admitió que había sido un
error enseñarlo así. El tribunal de la Inquisición en Roma sintieron que habían conseguido una
victoria.

Le habían obligado a confesar que estaba equivocado.

Galileo nació en Pisa, el 15 de febrero de 1564. Mostró ya una habilidad inusitada en el diseño de
juguetes. De mayor tocaba el órgano y el laúd, escribió canciones, poemas y crítica literaria, e
incluso destacó como pintor.

En Pisa durante la misa en la catedral observó cómo las grandes lámparas oscilaban movidas por
las corrientes de aire; unas veces lo hacían en grandes arcos, otras en arcos menores. La cosa no
tenía nada de particular, pero Galileo, que por entonces contaba diecisiete años, observó algo que
los demás no habían visto. Se tomó el pulso y empezó a contar: tantas pulsaciones para una
oscilación amplia y rápida, tantas otras para una pequeña y lenta. Lo curioso era que el número de
pulsaciones era igual en ambos casos. Galileo había descubierto la ley del péndulo.

También estudio la caída de los cuerpos, pensaba que la resistencia del aire podía influir en el
sentido de retardar la caída de los cuerpos ligeros que tienen gran superficie.

En el plazo de seis meses diseñó y construyó un telescopio y después construyó muchos otros que
se difundieron por toda Europa.

El 7 de enero de 1610 hizo el descubrimiento crucial. Miró hacia Júpiter y al punto encontró cuatro
pequeñas estrellas cerca de él. Noche tras noche las siguió; no podía haber error: eran cuatro
lunas que giraban alrededor de Júpiter, cada una de ellas en su propia órbita. Lo cual refutaba
definitivamente la vieja idea de que todos los cuerpos celestes giran en torno a la Tierra, porque
allí había cuatro objetos que lo hacían alrededor de Júpiter.

Galileo fue el primero en llegar a sus conclusiones a través del método científico moderno de
combinar la observación con la lógica; y esa lógica la expresó en las matemáticas, el claro e
inconfundible lenguaje simbólico de la ciencia.

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