antecedentes, asiste a consulta con médico traumatólogo luego de haber sufrido una caída la cual, ella refiere, le causó un fuerte dolor a nivel de la cadera hace un mes. Luego de realizar estudios paraclínicos (rayos X) el médico tratante diagnosticó una fractura intertrocantérea en el fémur derecho y remite a fisioterapeuta para evaluación y rehabilitación física. Ésta arrojó que la paciente presenta un dolor agudo urente y palpitante en el cuarto proximal y distal del muslo, más no en los cuartos intermedios. Es un dolor 8/10 en la escala E.V.A., sin irradiación y una debilidad en los músculos rotadores internos de la cadera, además de un ascenso de la patela. El dolor de la cadera es de característica profundo y exacerba al movimiento activo, mientras que el dolor que refiere en la patela, es superficial, y se ve exacerbado al movimiento activo y palpación. Ningún dolor cuenta con factores mitigantes, por ende, son de característica constante. PLAN DE TRATAMIENTO Se abordará al paciente, en sus primeras sesiones, con el uso de los siguientes agentes físicos, enfocándonos, primero en la patología a nivel de la cadera. Usaremos:
Crioterapia aplicada en compresas durante 20
minutos, éstos se dividirán en dos aplicaciones de 10 minutos separadas por un intervalo de 10 minutos de descanso para el control del dolor en estado agudo de ambas deficiencias. Ultrasonido en modalidad pulsátil para evitar, al máximo, generar algún efecto térmico sobre la zona a tratar. Además, que es optimo para la consolidación de fracturas. De 5 a 10 minutos, puede ser de aplicación diaria a una frecuencia de 1MHz. Para el dolor a nivel de la rodilla utilizaremos una frecuencia de 3 MHz para hacer énfasis en el tejido superficial. TENS en modalidad convencional, al no poseer electroestimulación de los nervios motores, va a ser la modalidad más apropiada para no provocar dolor a causa de las contracciones musculares ya que existe un proceso inflamatorio agudo o subagudo. Se aplicará de 10 a 15 minutos, un abordaje más destinado a la zona de la cadera y otra enfocada más al recorrido del m. cuádriceps femoral (específicamente el recto femoral) para tratar el dolor a nivel de la rodilla (puede ser aplicado hasta 24 horas de ser necesario mantener el efecto analgésico). Según el proceso inflamatorio vaya avanzando a la fase de proliferación iremos variando las intervenciones. Comenzaremos por usar: Ultrasonido en su modalidad continua, a una frecuencia de 1MHz para aumentar la temperatura de las partes blandas profundas y así aumentar su extensibilidad para una posterior movilización, además de su efecto analgésico. Lo aplicamos de 5 a 10 minutos en la zona de la cadera, rodilla y adyacencias. Comenzaremos con la cinesiterapia, tras evaluar y conocer el estado de fuerza de los grupos musculares del paciente y la ADM, se procederá a realizar las movilizaciones según el nivel que requiera y se irá progresando hasta que el paciente posea fuerza normal en la escala de Lovett (9 en la de Lowman). Debemos tener un abordaje completo, tratando las zonas relacionadas con las lesiones. Así que no sólo movilizaremos las articulaciones coxofemoral y fémoropatelotibial, también hay que tratar columna dorsolumbar, cintura pélvica, costillas y TPA. TENS modalidad acupuntura (baja frecuencia) si el dolor persiste durante la etapa de fortalecimiento muscular para una analgesia más prolongada en las zonas afectas. Esta modalidad será aplicada de 20 a 30 minutos. También se puede utilizar crioterapia no tan prolongada al finalizar el tratamiento para minimizar el impacto de un posible DOMS.