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Sabana de mi cariño

de mi cariño sabana

sabana de la uberita

de la uberita de las vaca e santa clara.

de la costa del rosario

sabana de mata e palma

en cada camino tuyo

llano querido, hay una huella sagrada.

y en cada mata de espina,

de tu raudal, hay una herida que sangra,

en cada mata de paja, de tus esteros

hay un pedazo de mi alma

en cada punta de monte

hay una copla grabada

en cada estero hay un verso

y un pasaje en tus cañadas. (BIS)

que juega con sus senderos

llano querido, el viento es una tonada

su despertar un corrio

llano querido, en la voz de sus mañanas.

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Sobre el espejo del viento
voy mirando la sabana
y no soporto las ganas
de decirle lo que siento
a la llanura apureña
patrona de mis cantares
no hay llano como el de apure
el guarico con sus palmares
donde la copla llanera
sigue su trocha incansable.

Tu sabes que soy tu hijo


llanura venezolana
y en mi mente se retrata
tu belleza soberana
caundo voy por tus caminos
la soledad me acompaña
le presto mucha atencion
al susurrar de las palmas
que juguetean con el viento
como novios que se aman

El rojo sol de la tarde


sobre mi llano coplero
borda paisajes de encanto
pinta de gris el estero
nubes de color azul
cruzan el cielo llanero
una bandadas de garzas
van con rumbo hacia el garcero
llega la noche serena
y tiende su manto negro.
Conozco el llano apureño,
soy hermano del bonguero
y me siento buen coplero
desde que estaba pequeño.
El horizonte risueño
mis sentimientos abarca
y la copla es una barca
que cruza ríos y palmares
para ofrendarte cantares,
palmaritales de Arauca.

Palmaritales de Arauca,
cuna de un cielo llanero. (Bis)

Donde se peinan las garzas,


almitas blancas que vienen de los esteros,
donde la luna se esconde,
oye , se esconde , hablando con los luceros.

Y el viento con su sonrisa


va pintando en su rumor
a las gaviotas señeras,
oye, señeras , besándose con el sol,
y por eso en Arauca se quedó mi corazón.

Y el viento con su sonrisa


va pintando en su rumor
a las gaviotas señeras,
oye, señeras , besándose con el sol,
y por eso en Arauca se quedó mi corazón.

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