EL MOISES DE MIGUEL ÁNGEL

Sigmund Freud (1914), “El Moises de Miguel Ángel”, ed.James Strechey.

En estas páginas Freud estudia el Moisés de Miguel Ángel y llama la atención preguntas como

¿qué está haciendo Moisés en la escultura? o recalcar él mismo que no es un conocedor del tema,

sin duda realizar la primera pregunta y afirmar no conocer de manera experta el tema, es ya algo

osado pero también lo hace más interesante, de alguna manera sientes que el lenguaje que usara

el escritor será un lenguaje que podamos comprender y una postura con la que podamos

concordar.

Creaciones como pinturas y esculturas suelen ser intimidantes, más aún las creaciones artísticas

más grandiosas e impresionantes son precisamente las que tienden a escapar a nuestra

comprensión. Las admiramos, al mismo tiempo somos intimidados por ellas, porque no sabemos

explicar lo que significan para nosotros. La estatua marmórea de Moisés, es una de esas magnas y

enigmáticas obras de arte. Freud, enumera una lista de posibilidades sobre hechos, partiendo de

la posición de Moisés sentado, o como sujeta las tablas de la ley, del porqué del giro de su cabeza,

y que lleva a Moisés sostener con dedos su barba, asumiendo que todas estas reacciones son el

resultado de ver al pueblo de Israel en actos de idolatría

En particular no se me hubiese ocurrido pensar que estuviese haciendo algo, claro si afirmamos

ser no conocedores del tema como Freud dice no serlo. Sin embargo creo que el resultado del

análisis se basa en estudiar el contexto en que se creo la cultura, poder dar un tiempo significativo

a ella y fijarnos en los detalles, no es cuestión de dar un vistazo, es realmente poder estar de pie

ante ella el tiempo necesario para poder entender los posibles motivos de cada detalle, creo que si

estuviese de pie ante ella mi postura seria que Moisés está sentado pero por el contrario de lo que

dice Freud, yo lo vería en una postura más pacifica mucha antes del estallido enfurecedor por ver

al pueblo en idolatría.