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Las ciencias sociales

EL SÍNDROME
HABERMAS
Blanca Solares

México MCMXCV/1
Primera edición, mayo de 1997

© 1997, por
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS
Y SociALES, UNAM
Proyecto DGAPA
Prefacio: después de Adorno
IN 301195

© 1997, por características tipográficas


MIGUEL ÁNGEL PORRÚA,
LIBRERO-EDITOR

ISBN 968-842-667-9
Derechos reservados conforme a la ley

IMPRESO EN MÉXICO • PRINTED IN MEXICO D ESPUÉS de la muerte de T. W. Adorno y de la dimisión de


Max Horkheimer del Instituto para la Investigación Social
de Frankfurt, la teoría social en Alemania parecía haber entrado
en un callejón sin salida. Convertido el pensamiento en mercancía
y 'la lengua en embellecimiento de la lengua, cómo seguir teori-
zando al margen de la razón y del lenguaje que son las herr-a-
mientas del mismo quehacer filosófico. Pero, a la vez, cómo dejar
de hacerlo, en un mundo en que la filosofía debe cumplir su
responsabilidad hasta el fin.
Luego de la crítica demoledora, que a veces tocando lo absur-
do, planteara la Escuela de Frankfurt en contra de la modernidad,
la cultura de masas y los mismos medios de análisis crítico -el
discurso científico y su lenguaje-las propias posibilidades de se-
guir teorizando parecían agotadas. Después de Auschwitz, la per-
sistencia en la intolerancia, la discriminación, la desigualdad, el
totalitarismo y la enajenación psíquica dominantes, cómo justifi-
car un quehacer teórico que en nada puede frenar la marcha hacia
el colapso.
La crítica avasalladora en contra del inacionalismo de la ra-
zón planteada en Dialéctica del Iluminismo 1 así como las posibili-
dades mismas de seguir teorizando en un mundo que avanza por
medio de masacres y destrucción persistieron en los escritos de
los teóricos frankfurteanos hasta sus últimos días.
FACULTAD DE CIENCIAS PoL!TICAS Y SOCIALES, UNAM GRUPO EDITORIAL
Circuito Mario de la Cueva MIOUUL ÁNGEL PORRÚA
Amargurn 4, San Ángel 'T. W. Adorno y Max Horkheimer, "Dialektik der Aufkliirung", en Gesammelte
Centro Cultural Universitario, Ciudad Universitaria
04510 México, D.F. 01000 México, D.F. Schriften, vol. V, 1987, Fischer Verlag, Frankfurt, obra originalmente tenninada en 1944.

[7]
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El movimiento contracultural de los sesenta en nada modificó Y tratando de alzar un apuntalamiento empírico de la ética de un
su visión pesimista de la histmia como "eterno retomo" de lo mis- discurso universal. 2
mo. Al igual que Elías Canetti en Masa y poder, para la teoría Tras el descongelarniento de la Guena Fría, las pugnas bélicas,
crítica, torturar y matar, matar y torturar, siempre lo mismo de mil el. desmembramiento de la URSS, la Guerra del Golfo y los con-
maneras, constituye la clave de una visión de la historia que con- flictos e~ el cei:~·~ de Europa, hechos paralelos a la desesperante
estrategia mediatica de los Estados nacionales montados en la
siste sobre todo en crueldades diabólicas. '
Es en el ámbito de este contexto intelectual que la argumen- pugna de la. expasión global capitalista, Habermas retrata perfec-
tación de Jürgen Habermas en sentido opuesto, a favor del pensa- t tamente el zmpasse económico-político y cultural de la situación
mundial de las últimas décadas, abliendo una vía de análisis teó-
miento teórico y el proyecto de la razón ilustrada y la ciencia como
guías y luz de la modernidad, fue considerada, en un principio, rico frent~ a. los nudos críti~os o cuellos de botella que represent~n
masas asimtladas y somehdas a la brutal presión de los aparatos
como una apertura de horizontes. Frente 'a la resistencia estética y
de poder, político, psicológico y policiaco-militar altamente tec-
la fe mesiánica, propias de la tradiciónreligiosa de la teoría críti-
nificados, que desde una perspectiva de investigación tradicional
ca, Habermas se lanza a la acción teórico-política, desarrollando
resultaban inexplicables.
una "teoría de la acción comunicativa", con la cual pretende rea-
El can1bio del paradigma de trabajo por el de comunicación
lizar una revisión de las más posibles interpretaciones de la histo-
ap.ar~ci? en los años ochenta como la promesa, semejante a la del
ria de Occidente con el fin de superarlas por medio de un nuevo
~nstiams~o y todos los proyectos mesiánicos, de una comunidad
paradigma de análisis social. Ideal posible frente a la crítica de la modernidad y las visiones
De manera contrastante a las tesis de Dialéctica del Iluminis-
a~ocalípticas d.e la histolia, sus signos de destrucción y aniquila-
mo de Adorno y Horkheimer, obra elaborada por los teólicos ju-
nuento progresivos. Las ciencias sociales se apresuran también a la
dío-alemanes en el exilio norteamericano durante la contienda revisión de sus categmias explicativas tratando de aplicar la temia
mundial y en la que observan el proyecto de la Ilustración como
d~- la acció~ comunicativa al análisis de sus campos de investiga-
dominio de la irracionalidad, Habermas sostiene que estos autores cron especificos, los movimientos sociales, la educación, la de-
malentendieron el proyecto de la Ilustración al tratar de analizar- mo~racia,.los. derechos humanos, etcétera. Pero tal cambio de pa-
lo fundamentalmente como desanollo de la "razón instrumental". radigm.a sr~~fica, a ~t~e~u·o entender, una noción de lenguaje y de
Según Habem1as, afectados por la brutal expeliencia fascista, el comumcacwn que diftctlmente puede deiivarse de la teoría de la
estalinismo y la expansión de la cultura de masas norteamericana, acción comunicativa. La pretendida cualidad de la temia de la co-
Adorno y Horkheimer dejaron de lado que la racionalización no municación -plantear el lenguaje como una forma de entendimien-
se agota en el predominio de la "racionalidad subjetiva". Despejar to social-, paradójicamente, constituye su propio límite. Pues
ese malentendido es, en gran medida, la tarea medular del especí- desde una perspectiva pragmática y universal-evolucionista el
fico y diferencial holizonte de los esfuerzos teóiicos de Habermas. lenguaje se reduce a instrumento de coordinación social cons~n­
A la luz de uri nuevo auge y restablecimiento del capitalismo sual, razón funcional -de forma cercana en última instancia a la
en Alemania, Habermas desplazó el foco de su análisis teóiico de noción de De Saussure, pero sin la originalia tensión de éste- sis-
la economía o "racionalidad instrumental de acuerdo a fines" al tema de signos convencionales.
ámbito de la cultura o interacción en términos de lenguaje. Inten-
2 Moralbewusstsein und kommunikativens Handelns, Frankfutt, 1983.
tando acabar así con la idea de razón como "razón instrumental"
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La concepción de Habermas del lenguaje como acción comu- su obra ha adquirido una cierta "popularidad" al convertirse en un
nicativa, lenguaje hablado, al margen del cuerpo y la imaginación, referente obligado en la discusión del estado actual de las ciencias
vinculado directamente con la racionalidad, implica un empobre- sociales y sus perspectivas que, incluso, ha desbordado los ám-
cimiento del lenguaje a medio de expresión subjetiva, encaminada bitos especializados. Mientras los viejos frankfurteanos, con ex-
al consenso, al mismo tiempo que la ratificación del entrona- cepción quizás de Herbert Marcuse, sólo fueron realmente reco-
miento de una razón abstracta, otra vez instrumental, como única nocidos después de su muerte, Habermas se ha convertido en
forma de pensamiento válido universalmente. vida, prácticamente, en un "clásico".
La intención de las siguientes pági:o,as se orientan h~ia este Más allá del contexto alemán y del orden del devenir social y
núcleo fuerte del desarrollo teórico de la obra de Haberm~s, el de- político de la Europa de la posguerra, los planteamientos haber-
masianos también han encontrado eco en Norteamérica y en el
sarrollo de una teoría de la cowúnicación, articulado por un tema
"tercer mundo" haciendo de su figura teórico-ideológica uno de
central que podría caracterizarse como "programa en tomo a la
los paradigmas vivos para la proyectiva modernización de los ám-
modernidad" con el cual se íntenta dar respuesta a la cuestión de
bitos políticos, incluso como herramienta conceptual y axiológica
si es posible y cómo garantizar, en los marcos de la sociedad in-
en la asesoría terminológica y pragmática de las instituciones po-
dustrial actual, las posibilidades de sobrevivencia cultural, la indi-
líticas tanto estatales como partidarias del mundo actual.
vidualidad y los valores de la libertad y la democracia. El horizonte sombrío de la globalización mundial del valor, la
Desentrañar las vías a través de las cuales se hace del para-
creciente destrucción de la naturaleza a través del progreso técni-
digma de la comunicación la clave ideológica para la compren- co-científico acelerado en el último siglo y el encarnizamiento de
sión del futuro de Occidente es la intencionalidad del presente la violencia y las guerras que acompañan nuestro siglo, no son
trabajo. para Habermas la base de una interpretación pesimista de la histo-
Desde la década de los setenta, Jürgen Habermas se ha veni- ria, sino el lugar de prueba de sus fundamentos teóricos y prácti-
do convirtiendo en uno de los intelectuales más influyentes de la co-sociales. .
RFA y de los teóricos sociales más destacados de Europa. La compleja incidencia de la obra de Habermas como una
Su obra se caracteriza por polemizar con la más amplia diver- versión global de la modernidad, en este horizonte, acredita en
sidad de corrientes de pensamiento, desde las tradiciones del idea- más de un sentido la tarea de realizar un balance crítico de su sig-
lismo alemán y la filosofía analítica anglosajona hasta con los nificación y de reflexionar en tomo a los límites de su horizonte
planteamientos activistas radicales de la izquierda alemana de interpretativo.
procedencia marxista y las vertientes polémicas más recientes en La desconfianza radical en el lenguaje ha caracterizado a bue-
tomo al horizonte de la modernidad. En los años sesenta, partici- na parte del trabajo poético e intelectual, literalmente, desde el
paba en la disputa del positivismo alemán, la hermenéutica de pasado fin de siecle. No en menor medida, signan nuestra época
Gadamer y la Teoría de Sistemas de Nik.las Luhmann. Más tarde, la pérdida de la facultad de expresarse, el caos mental, la disgrega-
interviene en las discusiones referentes al significado del pasado ción de la identidad y "el íntimo desencanto que cierra las puertas
alemán (Historikerstreit) y en contra de las corrientes del posmoder- a la acción significante" de un universo que agoniza, suponiendo
nismo. incluso su desaparición. No hay comunidad de comunicación en
La bibliografía sobre su obra cubre numerosos volúmenes y se abstracto y mucho menos puede hablarse de comunidad ahí donde
extiende a diversidad de lenguas. Lejos de ser un autor no leído, ésta ha sido convocada por la muerte.
Bl..ANCA SOLARES
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Sin embargo, nada es más opuesto a la teoría de la acción co- CAPíTULO I


municativa que la angustia del lenguaje y la intenogación desbor-
dante que el trabajo con las palabras suscita en pensadores como lürguen Habermas:
Benjamin, Adorno, Horkheimer, Blanchot, Valéry, Joyce, Hof-
mannsthal, Foucault, Levinas, P. Virilio, G. Deleuze, la demoli-
aspectos biográfico-intelectuales
ción del lenguaje para fabricar, a partir de los escombros, "una
expresión nueva y más auténtica de la realidad".
Escribir sobre Habermas ha implicado así más que.._exponer
la novedad de sus planteamientos, derivar de sus propios !ímites la
necesidad de defender una u otra sensibilidad y su posibilidad de
al~una relación entre la vida y la obra de un autor, se
intelección, a fin de compren<fer los fenómenos sociales lejos de la
parcialidad y empobrecimiento de un cientificismo que al dete-
S I EXISTE
puede decir que, en el caso de Habermas, su obra sería inex-
plicable sin comprender la profunda influencia del restableci-
nerse en el límite de la Íógica estrecha su visión del hombre y sus
miento del capitalismo y la democracia en la Alemania de la Pos-
expresiones.
guena.
Antes de entrar en sus planteamientos, mencionaré algunos as-
pectos biográficos necesarios para contar con un perfil del autor que
nos ponga en la línea de sus desanollos teóricos fundamentales.
Habermas nació en Düsseldorf en 1929. Entre 1949 y 1954 es-
tudió filosofía, historia, psicología y literatura alemana. Obtuvo su
grado con un trabajo sobre la filosofía de la historia de Schelling
Y las implicaciones histórico materialistas de su sistema especu-
lativo.
En 1953, el nombre de Habermas se hizo conocido pública-
mente, por vez primera, a raíz de su recensión de las cátedras de
Heidegger de 1935 en el Frankfurter Allgemeine Zeitung.3 Ha-
bermas criticaba al nacional-socialismo de la historia alemana
reciente y el contenido reaccionario del pensamiento conservador.
Años más tarde, aclaró que, en realidad, el sentido de estas discu-
siones no era otro que impulsar las ideas que dieron origen a la
formación de la República Federal Alemana: modernidad ilustra-
ción y democracia radical.4 '
3 Jürgen Habermas, "Mit Heidegger gegen Heidegger denken. Zür Veréiffentlichung

von ':o~!esungen aus de~.J~re !935": en Frank(urte: ¿.uegemeine Zeitung, 25. 7. 1953 .
. Jurgen Habermas, Die Dmlektik der Ratwnalis1erung. Vom Pauperismus in Pro-
duktion und Konsum", en Merkur, pp. 701-724.
[13]
BLANCA SOLARES JÜRGEN HABERMAS: ASPECTOS BIOGRÁFICO-INTELECTUALES 15
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Después de su promoción, Habermas trabajó alrededor de dos son producto de las reflexiones de esos años. Es en ese peiiodo
años como periodista. De 1956 a 1959 fue asistente de investiga- que reflexiona sobre las posibilidades de una filosofía práctica en
ción en el Institut für Sozialforschung, dirigido por Horkheimer y relación con una ciencia so_cial crítica. 8
Adorno, sin embargo, le fue difícil conocer el pensamiento de sus En 1964, Habermas pudo reincorporarse, como profesor de fi-
maestros. El acceso directo a los escritos político-filosóficos de losofía y sociología, en la Universidad de Frankfurt. Participó en
estos autores, en el periodo de Posgue:t;ra, era prácticamente im- el inicio de las discusiones sobre "Reforma a la enseñanza y de-
mocratización de la educación superior" y se convirtió en anima-
posible en Alemania. 5
Durante ese tiempo, se ocupó también de la realizacJ>n de un dor del movimiento estudiantil. Sin embargo, a raíz de su partici-
estudio sobre las ideas y los comportamientos políticos Üe los es- ?ac~ón en el Congreso de Educación Superior y Democracia, en
tudiantes universitarios en la RFA. Este trabajo, publicado bajo el JUliO de 1967 -una semana después del asesinato del estudiante

título de Studenten und Poli1fk, 6 será el punto de partida de sus Benno Ohnesorgs- entró en abierto conflicto con la protesta estu-
relaciones con el movimiento universitario de los sesenta. diantil. Habermas, que parecía estar convencido del carácter de-
De 1959 a 1961 escribió su trabajo de habilitación, Struktur- mocrático del movimiento y de su importancia en la confonnación
wandel der Offentlichkeit, publicado un año más tarde. En él
7 de una instancia de opinión política pública autónoma, calificó las
reflexiona sobre el contenido del concepto clásico de "opinión propuestas de acción de Rudi Dutschke, líder del movimiento
pública" y su lugar cada vez más formal en los ordenamientos y de protesta, de "fascismo de izquierda". Pese a que más tarde rec-
las reglamentaciones del sistema social del capitalismo avanzado. tificaría esta posición, se produjo una ruptura entre el teórico de
Dadas las circunstancias del contexto universitario de la época, la opinión democrática y los estudiantes.9
Horkheimer y Adorno no pudieron aprobar este trabajo y Haber- En Conocimiento e interés, 10 obra publicada en 1968, Ha-
mas tuvo que trasladarse a Marburg, para obtener su habilitación ber_mas d~sarrolla la tesis de que el concepto marxista de "trabajo"
como profesor universitario, bajo la dirección de Wolfgang Aben- es msufic1ente para la fundamentación de una teoría crítica de la
droth, destacado y agudo historiador del movimiento obrero eu- sociedad. Plantea la necesidad de diferenciar entre "trabajo" e
"interacción" y entre "acción instrumental" y "acción comunica-
ropeo.
Un poco antes de dar término a su trabajo, le fue ofrecido un tiva".
puesto de profesor en la Universidad de Heidelberg. Lugar en el Luego, durante varios años trabajó sobre problemas de la filo-
que permaneció hasta 1964 y en donde entró en contacto con la sofía analítica del lenguaje y de la teoría de sistemas funcionalista,
hermenéutica de H.G. Gadamer. Los años de Heidelberg, según el así como en una teoría universal de la "competencia comunicativa",
mismo Habermas, fueron un tiempo de particular productividad. basada en el hecho de que en cada acto de habla está contenida
Gran parte de sus trabajos político-filosóficos y teórico-sociales una pretensión de emancipación social. 11 Desarrolló esta tesis al

8 La síntesis de estas reflexiones se agrupan en el libro Theorie und Praxis, Surkamp


5Por ejemplo, era de hecho imposible conseguir en Alemania ejemplares de la
Verlag, 1963.
Zeitschrift für Sozialforschung, revista que el Instituto editara en el exilio. 9 V éase nota biográfica de Micha Brumlik sobre Jürgen Habermas en Lexikon Link-
6J. Habermas., L. v. Friedeburg, C. Oehler, F. Weltz, Studenten und Politik. Eine
er Leitfiguren. Bürchergilde Gutenberg Verlag, Frankfurt, 1988.
Soziologische Untersuchung zmn politischen Bewustsein Fran/ifurter Studenten, Herman 10 E1*enntnis und lnteresse, Frankfurt, 1968.
Luchterhand Verlag, Neuwied, Berlin,l961. 11 1: Habermas y N. Luhmann, Theorie der Gesellschaft oder Sozialtechnologie. Was

7 Strukturwandel der Ojfentlichkeit. Untersuchungen zur eine Kategorie der biirger-
lezstet dze Systemforschung?, Frankfurt, 1971.
lichen Gesellschaft, Darmstadt, Neuwied, 1982.
BLANCA SOLARES
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mismo tiempo que dirigía junto con C.F. von Weiz.a~kers, el In~ti­ CAPíTULO II
tuto Max Plank para la Investigación de las Cond1c10nes de VIda
del Mundo Científico. Más allá del marxismo:
En 1977, volvió a reincorporarse a la discusión política a partir Ciencia y técnica como "ideología",
del resurgimiento del irracionalismo político y de la amen~za a
las libertades burguesas justificadas por el combate al tenonsmo el planteamiento de un programa de trabajo
alemán. Esta circunstancia política lo impulsó a dar forma acabada
a su obra más importante, la Teoría de la acción co~nun(ativa.
12

En esta obra que apareció en 1981, Habermas mtenta hacer


una presentación sistemátiCa~¿ su tra~~jo d~,investigació~ d~ los HABERMAS Y MARCUSE
últimos diez años: Problemas de legaunacwn en el capztahsmo
tardío, 1973; sus trabajos sobre lingüística "¿Qué es la pragmá~­
ca universal?", 1976; y La reconstrucción del materialismo hzs-
tórico, 1976.
e IENCIA y técnica como "ideología" 13 texto escrito por Ha-
bermas en 1968, con motivo del 70 aniversario de Herbert
Marcuse, es un homenaje crítico que marca también los puntos
En lo que sigue analizaremos con detalle cómo se prefigura centrales del programa de trabajo que Habermas desanollará a lo
esta teoría, qué intenogantes teórico-políticas intenta resolver Y largo de toda la década siguiente. Al mismo tiempo, resulta una
cuáles son los ejes de su estructura e intencionalidad analítica. proposición significativa para entender la pertenencia y distancia
simultáneas que Habermas sostendrá siempre con la Teoría Críti-
ca de la llamada Escuela de Frankfurt.
A partir de la publicación de El hombre unidimensional, 14 tra-
ducido a la lengua alemana, apenas un año antes, en 1967, Herbert
Marcuse ocupaba un lugar destacado en el plano del debate teóri-
co europeo. En esta obra, Marcuse confirma de alguna manera las
tesis de la filosofía de la historia de Horkheimer y Adomo sobre
la modernidad, como un nuevo tipo de barbade, pero no extrae las
mismas consecuencias.
Según Marcuse, la estructura social dominante basada eil la
racionalidad técnico-científica, tiene como fin no sólo la produc-
tividad sino la identificación de los individuos con los valores so-
ciales preestablecidos, lo cual impide a los hombres construir su

l3J. Habermas, Technik und Wissenschaft als "Ideologie", Frankfurt, 1968, en


español, Ciencia y técnica como ideología, Madrid, Tecnós, 1984.
14 Herbert Marcuse, One Dimensional Man: Studies in the Ideology of Advanced

I2Theorie des Kommunikativen Handelns, Suhrkamp Verlag, 2 t., Frankfurt,l981, en Industrial Society, Boston, 1964, en español El hombre unidimensional, México, J. Mor-
español Teoría de la acci6n comunicativa, Taurus, Madrid, 1987. tiz, 1968.

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BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 19
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individualidad y sus relaciones colectivas, desde su voluntad y nes,. s~ inteiToga por un curso distinto de la historia. A partir. de la
tradi~Ión de 1~ crí~ca de la civilización de Max Weber y de la fi-
conciencia propias. losofla de la histona de Adorno y Horkheimer intenta fundamen-
El concepto teórico-central de este diagnóstico es la noción
tar ~a posibilidad de un giro de la racionalidad científico-técnica
de "racionalidad" o "racionalización", que Marcuse toma de Max
hacia un "nuevo" tipo de "dominio". En El hombre unidimensio-
Weber y que, en cierto sentido se puede equiparar con el concepto
nal argumenta, en este sentido, a favor del desaiTollo de una "nue-
de Adorno y Horkheimer de "razón instrumental".
va" ciencia y de una "nueva" técnica:
Marcuse está convencido de que la tendencia del desaiTollo
científico-técnico o modelo de la racionalidad burocráticf:...técnica Lo q~e q~iero demostrar es que la ciencia, en virtud de su
impregna todos los ámbitos de, la experiencia social y lleva a la propi~ metodo y sus conceptos, ha proyectado y fomentado
econonúa, la cultura y la política hacia su fusión en un nuevo tipo u~ umverso en el que la dominación de los hombres queda
histórico y unilateral de dorriÍnio totalitario. vmculada con la dominación sobre los hombres, lazo que
El desaiTollo de las fuerzas productivas y el dominio de la clase amenaza con extenderse como un destino fatal sobre ese uni-
política, en su análisis de la época, no son variables independientes. verso en su totalidad. La naturaleza, comprendida y domeña-
Para Marcuse, la especificidad del tipo de dominio del capitalismo da por la ciencia, vuelve a aparecer de nuevo en el aparato de
tardío surge del hecho de que se presenta a sí mismo como la cor- producción y de destrucción, que mantiene la vida de los in-
poreización instrumental de la racionalidad técnica que tenden- dividuos y la mejora, y los somete a la vez a los amos del
cialmente se hace invulnerable frente a la crítica, a partir de argu- aparato. Así, la jerarquía racional se fusiona con la social. y
mentos cientificistas. en est~ situación un cambio en la dirección del progreso, con
Pero, dice Habermas, si la racionalidad científico-técnica se capa~~dad para torcer ese fatal destino, tendría que influir
transforma en fundamento de legitimación ideológica, la tesis de tambie~ en .la e~tructura de la ciencia misma, en el proyecto
Marx del potencial de emancipación encelTado en el desaiTollo de las de la ciencia. Sm perder su carácter racional, sus hipótesís
fuerzas productivas se pone en cuestión. En otras palabras, desa- s~ ~esanollarían en un contexto experimental esencialmente
parece la contradicción entre fuerzas productivas (técnicas) y distinto (en el de un mundo planificado); a consecuencia de lo
relaciones de producción (políticas) como base de las contradic- cual, la ciencia llegaría a unos conceptos sobre la naturaleza
ciones sociales. esencialmente distintos y constataría hechos esencialmente
Marcuse, sin embargo, no observa tal contradicción y argu- distintos.15
menta, más bien, que el dominio político no es posible sino con la
participación misma de la conciencia de los oprimidos. Técnica y . ~a fusión de ciencia y técnica como "razón instrumental", no
ciencia son el motor del sistema capitalista tardío, pero ellas mis- sigmfica, para Marcuse, que no haya otra forma de relacionarse
mas actúan, a la vez, como reflejo de lo que ambas ocultan: el co~ la naturaleza a través de los mismos medios. Es decir que la
dominio político, abriendo así la posibilidad de subvertido. Esta "d1sposición técnica" sobre la naturaleza pueda un día ~ervir a
posibilidad diferencia a Marcuse de los autores de Dialéctica del una ~e~ación d~ "c?idado amoroso" que la libere y la desate del
Iluminismo. doiDimo de la tecruca misma. Curiosamente, pero también de ma-
Marcuse no se limita a la descripción de una teoría negativa
del dominio totalitario sino que, sobre la base de esas condicio- 15 Idem, p. 185.
BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 21
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nera bastante confusa, en Eros y civilización, Marcuse habla de Pero basta leer el capítulo V del p1imer tomo de El capital de
la existencia de dos formas de dominio, uno represivo y otro libe- Marx para observar la reducción de la noción de trabajo haberma-
siana. El trabajo o proceso de trabajo, de acuerdo a Marx, alude a
rador.
un proceso de relación entre hombre y naturaleza a través del
Habermas se distancia del análisis de Marcuse de que las
cual, al transformarla, el hombre proyecta su figura. El proceso de
fuerzas científico-técnicas generen un "dominio excedente" que
trabajo no es dominio de la naturaleza, sino un proceso de auto-
lleve a los hombres a la concientia:·de_una "otra" o "nueva" ciencia
determinación y dotación de sentido. La noción de trabajo de Marx
y técnica que se desarrollará como "don;rinio liberador".
no es una categolia económica sino filosófica y el trabajo como
De lo que Marcuse habh, dice B'a'bermas, no es fino de un
producción material no es sino el soporte de otro proceso de repro-
nuevo tipo de relación "comunicativa" entre hombre y naturaleza
ducción más fundamental o más allá de la sobrevivencia. El tra-
que en realidad es producto_ de una confusión teó1ica entre traba-
bajo es, a la vez, una actitud y una disposición del hombre frente
jo e interacción. Esta confd:Sión es el punto de partida de su dife- a la naturaleza; su propio autodescubrimiento. Un proceso de co-
renciación entre "acción racional de acuerdo a fines" y "acción municación y de creación de su propia figura. (Cfr. Bolívar Eche-
comunicativa", a fin de plantear un análisis de la sociedad del ca- verría, Apuntes sobre El capital).
pitalismo tardío que pueda ofrecer también perspectivas viables a Marcuse, como lector profundo de los Manuscritos económi-
la modernidad. co-filosóficos de Marx, parte de la noción de trabajo en sentido
amplio, sin verse en la necesidad de separar el trabajo (acción) de
:\ 1
TRABAJO E INTERACCIÓN la actitud del hombre frente a la naturaleza. En términos estruc-
1

turales, concibe el trabajo como un proceso de interacción o de
1 TRABAJO e interacción, según Habermas, son dos formas distintas comunicación que en el fondo no es sino una disposición abierta
de acción humana, que comúnmente el marxismo, basándose en la del hombre a su destino.
noción de racionalidad de Max Weber, trata indiferenciadan1ente. En el siguiente apartado del mismo capítulo V, Marx habla del
Trabajo e interacción son acciones inmanentes al hombre, pero trabajo como "proceso de valorización". Es decir, que histórica-
que no son semejantes. mente, la estructura del trabajo se configura en el capitalismo como
A. Para Habennas, la noción de "acción racional de acuerdo a dominio instrumental o tratamiento de una naturaleza desacraliza-
fines" no es como para Weber una categolia de análisis específico da y objeto a dominar por la voluntad de los individuos. El pro-
de la modernidad sino un rasgo propio de la acción social. Haber- ceso de trabajo, dice Marx, se configura en el capitalismo como
mas equipara "la acción racional de acuerdo a fines" controlada por proceso de valorización. Pero Marx nunca hace extensiva esta
el 'éxito, a la "estructura del trabajo", en el sentido de Marx. Dice actitud técnico-instrumental a la histmia humana en su conjunto.
que no podemos concebir al hombre al margen de esta condición La naturaleza, en Marx, aparece como un horizonte de sig-
histódca de acción con fines de control técnico sobre la naturale- nificación infinita que sólo la racionalidad instrumental, propia de
za. Y que, por lo tanto, tampoco podemos renunciar a la técnica, es Occidente, reduce a la visión de naturaleza como naturaleza esca-
decir, a "nuestra técnica sustituyéndola por una cualitativamente sa. Partiendo de la noción de Marx, Marcuse puede hablar de la
distinta, mientras no cambie la organización de la naturaleza naturaleza como interlocutor de la comunicación humana o lo que
humana y mientras tengamos que mantener nuestra vida por me- es lo mismo del trabajo como transformación de la naturaleza
dio del trabajo social." libre de dominio.

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22 BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 23

Habermas reduce la noción de trabajo a acción racional, "ac- "lnteracci6n" "Trabajo" Reglas iécnicas
ción instrumental de acuerdo a fines", comportamiento orientado Nonnas de la de Acci6n Racional de
Acci6n Comunicativa acuerdo afines
de acuerdo a estrategias, control eficiente de la realidad, etcétera.
Un punto de partida que reduce no sólo la noción de trabajo sino del Nivel de definición Lenguaje común inter- Lenguaje libre de con-
hombre mismo a sujeto racional, hamo faber, hacedor de instru- subjetivamente compar- texto.
mentos con el único fin de satisfacer sus necesidades naturales, sin tido.
Mecanismos de Adqui- Intemalización de roles. Aprendizaje de cualifi-
alma y sin espíritu. Ahistmiza la noción de Weber de "racionali- sición caciones técnicas.
dad de acuerdo a fines" y la proyecta al inicio de la historia. Función Mantenimiento de las Solución de problemas
B. La otra idea, con la que Habermas intenta salir del embrollo instituciones sociales. técnicos.
Sanciones Llamada de atención, Fracaso ante la realidad.
en el que está a punto de caer con esta simplificación, es su noción castigo.
de "interacción simbólica" o "acción comunicativa orientada por Racionalización Obje- Emancipación, indivi- Aumento del poder de
valores intersubjetivamente vigentes". Basta este enunciado para tivos duación; ampliación de disposición técnica.
las posibilidades de una
observar que la comunicación se esboza aquí como noción redu- comunicación libre de
cida a un lenguaje referencial que intercambia mensajes en un dominio.
contexto regido por las relaciones estables de un código, y al sím-
bolo lingüístico estrechado en su definición a un símbolo muerto. Las normas sociales se definen desde el nivel del lenguaje or-
Desarrollaré esta idea en un apartado especial. dinario que, por supuesto, lleva consigo el riesgo del malentendido,
Lo que por ahora quisiera subrayar es que, a mi entender, los por ejemplo, cuando la definición de una situación es poco clara
dos tipos de acción a los que Habermas se refiere, trabajo e interac- o cuando quienes participan en la comunicación presentan tras-
ción, tal y como él los presenta aluden tanto uno como otro, al mis- fondos socioculturales diversos.
mo proceso de racionalidad instrumental: medios, a fin de alcan- Las reglas técnicas, por el contrario -utilización de maquinaria
zar un fin. Uno técnico y el otro lingüístico, los dos apuntan al o de aplicación de una fórmula química-, representan un tipo de
mantenimiento de un sistema social basado en el control técnico lenguaje artificial o independiente de los contextos culturales co-
y consensual de la naturaleza. tidianos en los que éstas funcionan y tienen una pretensión de valor.
Hecha esta doble reducción del trabajo a "acción racional de Las normas sociales son adquiridas por los niños a través d~
acuerdo a fines" y de la "acción comunicativa" a "interacción" un aprendizaje y de la interiorización de roles sociales; la aplica-
mediada a través del lenguaje e "integrada al menos por dos indi- ción de reglas técnicas a través del proceso de escolarización. La
viduos", es obvio que la primera alude a criterios técnicos, mien- función de las normas lingüísticas consiste en dar sostén al enten-
tras que la interacción, a normas establecidas socialmente. O tam- dimiento humano, y eventualmente fortalecerlo institucionalmente.
bién que, mientras las reglas técnicas se establecen al margen del La función de las reglas técnicas es encontrar la solución óptima
habla, las normas se establecen a través del entendimiento habla- a un problema. Quien viola las normas sociales es castigado por
do, etcétera. El esquema siguiente muestra algunos aspectos de su grupo social de acuerdo a planteamientos morales; quien no
las diferencias fundamentales, según Habermas, entre trabajo e atiende a las reglas técnicas simplemente fracasa al intentar dar
interacción: solución a un problema específico. En conclusión, ambos tipos de
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1¡¡ 24 BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 25

acción tienen características radicalmente distintas. Las normas Aquí se hace necesalio reconocer cierta agudeza de Habermas.
sociales lingüísticas aumentan, en último término, el ámbito del El desarrollo de las fuerzas productivas es condición de la trans-
entendimiento social; la técnica, el orden de apropiación de los formación social en el pensamiento de Marx tanto como en el de
hombres de la naturaleza. Marcuse. No es por lo tanto la racionalidad de la ciencia y de la téc-
Salta a la vista que los clitelios de racionalidad de ambas ac- nica lo que Marcuse cuestiona sino sus valores rectores y la di-
ciones se presentan como absolutamente distintos, que trabajar rección del progreso, dejando de lado, la crítica de la noción de
y comunicarse a través del lenguaje no es lo mismo. Pero, que racionalidad. Habermas tiene razón. Marcuse como Marx tiene la
cuando el hombre transfom1a a la naturaleza no comunica o ex- tendencia, propia de Occidente, a restablecer la inocencia o neu-
presa en ella su propia intención intetior, mental, psíquica y aní- tralidad progresiva-instrumental de las fuerzas productivas. Pero
mica; o que, cuando la consume no descifra su propio sentido, esto todavía más occidental que ellos, Habermas desenvaina la espada
sólo es claro una vez que el trabajo se ha reducido a "racionalidad a favor de la ciencia y su lógica. Para ello, se ve precisado a una
de acuerdo a fines" y el lenguaje a instrumento de consenso. Es- reelaboración de esta noción más allá de la racionalidad científi-
tas dos reducciones son la base de toda la teorización haberma- co-técnica en sentido weberiano, y como fuerza productiva ideo-
siana. lógica en el sentido de Marcuse.

LA CRÍTICA DE LA CIENCIA SISTEMA SOCIAL


Y DE LA TÉCNICA COMO "IDEOLOGÍA" Y SUBSISTEMA DE ACCIÓN RACIONAL

EL ERROR teórico fundamental de Marcuse, según Habermas, es EL ANÁLISIS de Marx de la realidad reconstruye la historia de la
incunir en la confusión de trabajo (proceso técnico de dominio especie a partir de la categoría lucha de clases y de la contradic-
de la naturaleza) con interacción simbólica en términos de lengua- ción entre fuerzas productivas y relaciones de producción. Haber-
je. Ambos son proyectos de la especie humana y no de una época mas se propone reformular este marco categolial de los supuestos
que en un momento pudiera plantear su superación. No es posible
fundamentales del matelialismo histótico: "La conexión de fuer-
ninguna "nueva técnica", lJi ninguna "nueva ciencia", pues su de-
zas productivas y relaciones de producción tendría que ser susti-
sarrollo para Habermas acompaña el mismo proceso histólico de la
tuida por la relación más abstracta de trabajo e interacción", o dicho
vida. La ciencia, en nuestro moderno contexto, "se ha de conside-
de otra manera: entre "marco institucional de las relaciones o in-
rar como una ciencia obligada a mantener la actitud de una posi-
teracción y subsistema de acción racional de acuerdo a fines".
ble disposición técnica; lo mismo que en el caso del progreso
A partir de la diferencia entre trabajo e interacción, Habermas,
científico-técnico tampoco para la función de la ciencia es posible
afirma que hay sistemas sociales en los que predomina la raciona-
encontrar un sustituto que fuera más humano" . 16 Habermas no
lidad de acuerdo a fines y otros en los que predomina la comuni-
dejará de insistir. La validez de la estructura del progreso científi-
cación. Según él, se puede distinguir en una misma sociedad:
co-técnico se corresponde con el mismo proceso del hombre de
humanización de la "naturaleza salvaje y escasa''. a) un marco institucional o mundo socio-cultural de la vida; y
b) un subsistema de acción racional de acuerdo a fines.
I6Habermas, "Ciencia y ... ", op. cit., p. 63.
BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 27
26

Tanto en este trabajo como en la Teoría de la acción comuni- dan lugar a un saber técnicamente utilizable que pudo· ser al-
cativa, Habermas subraya que la diferencia entre estas ~os reali- macenado y empleado con relativa independencia de las in-
dades es sólo de carácter "analítico". No existe en la soc1edad una terpretaciones sociales del mundo; ... El umbral de la moder-
forma pura de comportamiento: las relaciones familiares hacen nidad vendría entonces caracterizado por este proceso de
uso de la racionalidad social y técnica, como la fábrica de la "in- racionalización que se pone en marcha con la pérdida de la
teracción". Lo que a Habermas le interesa no es hacer la descrip- "inatacabilidad" del marco institucional por los subsistemas
ción de estas tipologías en abstracto sino, a partir de su diferencia de acción racional de acuerdo a fines. 17
general, derivar los elementos de un análisis sobre la crisis Y l?s
fenómenos de enajenación derivados de la expansión del "subsls- En las sociedades primitivas, según Habermas, el marco insti-
tema de acción racional de acuerdo a fines" sobre el "mundo de tucional coincide y subordina a los subsistemas de "acción racio-
vida". nal de acuerdo a fines". Noción, por lo demás, que proyecta hasta
Habermas observa el desarrollo social no sólo como avance de el mesolítico al concebir ya a los rituales como acción instrumen-
la racionalidad técnico-científica, sino del proceso de interacción. tal. La organización de la sociedad esclavista o de la sociedad
La sociedad, para Habermas, no se constituye sóio a p~r de feudal, se realiza también con base en cosmogonías o visiones del
los efectos del mercado y de los imperativos científico-técmcos, mundo metafísicas que establecen derechos y obligaciones acor-
sino que intervienen también normas y tradiciones socio-culturales des con el mantenimiento de la organización económica. Sólo
de la acción "comunicativamente" orientada al entendimiento. Esto el desarrollo de las sociedades modernas no acaece de la misma
es así, prácticamente, según él, desde el inicio de la historia. manera:
En el parágrafo IV del texto de Habermas que comentamos,
el autor nos ofrece su concepción de las sociedades tradicionales El umbral que existe entre una sociedad tradicional y una so-
o míticas en este doble nivel. Uno no puede sino quedar descon- ciedad que ha entrado en un proceso de modernización no
certado ante su pobre conocimiento de las sociedades arcaicas. viene caracterizado por el hecho de que bajo la presión de
fuerzas productivas relativamente desarrolladas venga im-
Pero veamos cómo las presenta:
puesto un cambio estructural del marco institucional .... La
Algunos indicios abonan la sospecha de que durante el largo novedad estriba más bien en un estado evolutivo de las fuer-
periodo inicial hasta principios del mesolítico, las acciones ra- zas productivas que convierte en permanente a la expansión
cionales con respecto a fines sólo pudieron ser motivadas por de los subsistemas de acción racional con respecto a fines y
medio de una vinculación ritual con las interacciones. Un ám- que, de este modo, pone en cuestión la forma que las culturas
bito profano de subsistemas de acción raéional con resp~cto a superiores tienen de legitimar el dominio por medio de las in-
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fines sólo parece haberse diferenciado de las interpretacwnes terpretaciones cosmológicas del mundo" .18
"'1' y formas de acción de tráfico comunicativo entre suj~tos en
11 las culturas sedentarias que se dedicaban a la cría de ammales Las sociedades "tradicionales" se diferencian de las sociedades
11 y al cultivo de plantas. Y sólo en las condiciones que presentan capitalistas, según Habermas, más allá del grado de desarrollo de
11 las culturas superiores de una sociedad de clases estamental-
1,1 mente organizada debió poder producirse. una diferenciación 17 J. Habermas, Ciencia y Técnica... , op. cit., p. 101.
18 Idem, p. 75.
tan amplia del trabajo y la interacción, que los subsistemas
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BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 29
28

las fuerzas productivas, por el hecho de que sólo en la moderni- TECNIPICACIÓN DE LA PÓLÍTICA
dad el marco institucional de los subsistemas de acción racional de Y POLITIZACIÓN DE LA CIENCIA
acuerdo a fines puede ser cuestionado de manera aguda.
La legitimación de la organización social no se resuelve ya en EL DESARROLLO del capitalismo tardío, desde la perspectiva de
el ámbito de un orden de dominio trascendental, vinculado a la Habermas, se caracteriza por dos tendencias evolutivas:
tradición, sino a través de los argumentos de la ciencia.
l. Por el crecimiento drástico de la intervención del Estado en
La modernidad capitalista, por lo tanto, consiste en un proceso
la circulación económica, lo que desenmascara el liberalismo
en el cual los "subsistemas de acción racional de acuerdo a fines"
de las fuerzas autoneguladas de la economía de mercado;
se hacen independientes de los fines de la producción cultural-
2. por el hecho de que el desanollo científico-técnico se ha
mente definidos, para ser sustituidos por argumentos de racionali-
convertido en la primera fuerza productiva.
dad científica, posibilitando con ello el ámbito comunicativo del
entendimiento democrático ético-político.
Sin tomarse la molestia por lo menos de suponer que el pen.., Punto Uno. La revalorización del capital se garantiza, en el
samiento mítico, que ha orientado la vida del hombre desde la capitalismo tardío, gracias a los conectivos estatales que suponen
apadción del hommo sapiens, hace por lo menos cien mil años, una política social y económica estabilizadora del ciclo económico.
pudiera tener una estructura y un significado aún difícil de desci- El Estado y la sociedad ya no se encuentran en una relación
frar para la mente Occidental, Habermas pasa a clasificarlo en un antagónica, tal y como la teoría de Marx había propuesto.
nivel de pensamiento infedor. La dominación económica, en términos de democracia formal,
Las legitimaciones resquebrajadas -mítico-religiosas, se en- se ve ante la necesidad de una legitimación a través de la propia
tiende- son sustituidas por otras nuevas que nacen de la crítica a actividad estatal que compense las disfunciones del libre inter-
los dogmas tradicionales del mundo antiguo pretendiendo tener cambio. Tal programa vincula ahora el rendimiento individual con
un carácter científico (1); y que, a la vez, juegan también fun- la garantía de un mínimo de bienestar y estabilidad en el trabajo
ciones legitimadoras, pues resguardan a las relaciones existentes y en los ingresos. Ahora bien, en la medida en que la actividad
tanto del análisis como de la conciencia pública (2). La ciencia estatal tiene como objetivo la estabilidad y el crecimiento del sis-
moderna en este contexto genera un saber que por su forma más tema económico, la política no se odenta más a la realización de
,11
',!1¡ no por su intención subjetiva es un saber técnicamente utilizable. fines práctico-morales, en el sentido de Kant, sino a la resolución
'''1 Hasta el siglo XIX, no había contdbuido a la aceleración del de cuestiones técnicas.
', il Esto, para Habermas, nos proporciona una de las claves de la
desanollo técnico. Por el contrario, su desanollo posterior, no
sólo ha sido efectivo en términos de productividad (económica), situación contemporánea: el hecho de que la actividad estatal se
sino que es posible que sustituya la racionalidad en otro nivel (po- restrinja a tareas técnicas resolubles administrativamente, dejando
lítica), la del marco institucional estatal. Para Habermas, esto no de lado la dirección de todo contenido práctico-moral. Si la "vie-
puede ser leído de manera negativa. Sin embargo, esta sustitución ja política" de cuño ilustrado, aunque sólo fuera por la forma que
sólo puede realizarse si la racionalidad técnico-científica se so- tenía la regulación del dominio, se veía obligada a definirse en
mete a la interacción lingüísticamente mediada o, en otros térmi- relación con fines prácticos (los de una "vida feliz", por ejemplo),
nos, a la discusión pública sin restdcciones ni coacciones. el funcionamiento del Estado moderno excluye esas funciones.

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30 BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO


31
Por lo tanto, la orientación de la vida social hoy sólo puede ser
análisis del dominio autoritario del Estado a partir de las ~oaccio­
materia de una fom1ación democrática de la voluntad política, de
nes ~anipulativas de una administración técnico-operativa, que
la discusión pública y de su impulso. 19
erosiOna la acción comunicativa orientada de conformidad con el
Aunque el marco institucional de la sociedad, tienda a cienti-
sentido articulado lingüísticamente bajo la presión de la acción
fizarse -insiste Habem1as- su organización no es sólo un proble-
racional de acuerdo a fines. No que las fuerzas productivas -la
ma técnico de cuño científico sino una cuestión práctica (moral)
ciencia y la técnica- cumplan funciones de legitimación estatal
ligada a la comunicación.
11
-arg~mento que trataré a continuación- sino algo que la tradición
,¡'! Punto Dos. La tendencia a la cientifización de la política se
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marxista subrayaba como destrucción de toda dimensión ética
1

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complementa con la politización de la ciencia. La investigación en aras de la valorización del capital. '
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industrial se asocia con la investigación nacida de los encargos
,, del Estado que sobre todo fomenta el progreso técnico-científi-
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1,, co de la producción de armamentos. De manera que también en LUCHA DE CLASES E IDEOLOGÍA
1,,: COMO ANACRONISMOS
1 1
este punto, Habermas cree poder esbozar una crítica a Marx: la
1, ciencia y la técnica -y no la fuerza de trabajo- se convierten en EN LA medida en que el capitalismo regulado por el Estado acalla
la "primera" fuerza productiva. Para Marx, la única fuente de el conflicto de clases a través de una política de compensaciones
plusvalor es la fuerza de trabajo. Según Habermas, el progreso que asegura la lealtad de las masas asalariadas, el Estado trascien-
técnico-científico es también una fuente de plusvalor, incluso, con de los límites latentes del conflicto de clases. En las sociedades de
mayores perspectivas que la cada vez menos importante fuerza de c~pi,~~ismo t~rdío, en la medida en que los límites del subprivile-
trabajo. 20 Nos parece excesivo dedicar un solo pánafo a tratar este gw siguen siendo específicos de grupos y no conen transversal-
problema que las mismas películas de ficción siempre nos repi- mente separando categorías enteras de la población, no se enfren-
ten: que pese al avance de la tecnología futurista, la única fuente tan con los privilegiados como clases socio-económicas".2I
de creación de plusvalor es la mercancía fuerza de trabajo -la que ~or otro lado, el hecho de que el antagonismo entre capital y
genera además todo invento. Lo importante, más bien, es destacar trabaJo se encuentre en una relación institucionalizada de domi-
el énfasis que Habermas hace en el hecho de que la ciencia no es nio, de explotación económica y de opresión política, en la que la
mera "ideología", como asegura Marcuse, sino una fuerza pro- com~nicación está distorsionada y restringida, hace que la legiti-
ductiva que lejos de hacer promesas, las cumple. mación de este dominio no pueda ponerse en cuestión. El funda-
Aclarado lo anterior, la cientifización de la política -la ere-, mento de esta legitimación, el progreso científico-técnico sometido
ciente intervención de la tecnocracia en la estabilización econó- a control, ya no representa un potencial excedente con consecuen-
mica- y la politización de la ciencia, para Habermas, el énfasis de cias emancipatorias sino una nueva forma de legitimación del
la dimensión económica de la reproducción social pasa en su aná- don;inio. Esta nueva forma de legitimación del Estado no puede,
lisis, definitivamente, a un segundo plano. segun Habermas, ser calificada de ideolog(a.
Dado que la propia economía tiende a cientifizarse, es decir, "~a. "c_oncienc}~, t~cnocrática", dice Habermas, lo mismo que
1 ¡ a hacerse más racional, el problema central sería, más bien, el la VIeJa Ideologw Impide la tematización de los fundamentos
1

sobre los que está organizada la vida social. Sin embargo, es me-
1
19Cfr. idem, p. 85.
20 Cfi:idem, p. 87. 21
Cfr. idem, p. 75.
32 BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 33

nos ideológica que las ideologías precedentes. No es una simple La conciencia tecnocrática confunde, tras el interés por la
ilusión o fantasía racionalizada; una ofuscación aparente o una ampliación del poder de disposición técnica, el interés práctico-
proyección desiderativa que no satisface nada. La conciencia tec- moral de la intersubjetividad. La crítica de Marcuse, al no explorar
nocrática -asegura- no es ya solamente ideología, no expresa una la forma en que la ciencia y la técnica funcionan como ideología,
"proyección de la vida feliz", sino que se pone en una conexión o en otras palabras, su reducción de la acción racional a ideología,
satisfactoria con ella. 22 sin observar cómo modifica la propia comunicación social, no sólo
Dos aspectos que distinguen a la nueva ideología de la vieja emite un juicio falso de la sociedad contemporánea, sino que,
son: deduce de manera ingenua la posibilidad de transformar cualitati-
vamente sus fundamentos.
a) Que el capitalismo, por tener que legitimarse, "no es ya Habermas observa así la necesidad de un cambio de paradigma
fundamento de una explotación y opresión irrectificables"; para avanzar en el análisis científico de la sociedad, el abandono
b) que las compensaciones que genera, están destinadas a la del paradigma del trabajo por el de la comunicación. Antes de
satisfacción de necesidades neutrales en lo que atañe a la uti- ello deberá, no obstante, enfrentar también una revisión de la
lización de ellas mismas. Por lo tanto, a diferencia de la vieja filosofía de la historia de Adorno y Horkheimer.
ideología, la nueva disocia los critetios de justificación de la
regulación normativa de las interacciones ligándolas al sis-
tema de acción racional de acuerdo a fines.

Es así, continúa Habermas, que la "conciencia tecnocrática"


preocupada sólo por cuestiones técnicas, "no refleja el mundo en
una totalidad ética" (Hegel), sino la represión de la eticidad como
categoría de la vida. Esta conciencia positivista que organiza de
acuerdo con los modelos cosificados de la ciencia, el mundo socio-
cultural de la vida, viola el interés inmanente de una de las dos
condiciones fundamentales de nuestra existencia cultural: la co-
municación lingüística. Abole el "lenguaje ordinario" como refe-
rente de la interacción lingüística y lo sustituye por un sistema
(científico) en el que el dominio y la ideología surgen bajo las
condiciones de una distorsión de la comunicación.
Esta "nueva ideología" es la que para Habermas representa un
reto: el de reflexionar no sólo en el interés técnico-científico (tra-
bajo), sino en el mantenimiento de una "intersubjetividad de la
comprensión" y el establecimiento de una comunicación libre de
dominio.
22 Cfr. idem, p. 97.

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CAPÍTULo m
Ilustración progresiva o Dialéctica
de la Ilustración: la ruptura de Habermas
con la teoría crítica

LA COMPRENSIÓN DE LA MODERNIDAD

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L A NOCIÓN de modernidad alude a una visión específica del
tiempo como proceso en desarrollo expansivo encaminado
hacia un fin. No es casual que la palabra modernidad de origen la-
;!
tino smgiera en el siglo m y fuera usada por el cristianismo con el
propósito de instamar el predominio de la Iglesia romana y su
escatología de la salvación. Frente a la destrucción del orden pa-
gano greco-romano, surgía la modernidad cristiana y la idea de la
condena irreversible del hombre. Lo contrario a la noción moder-
na de tiempo, es el tiempo cíclico del "eterno retorno" de las
sociedades míticas, luego paganas, que paralelamente a la instau-
ración del discmso agustiniano eran objeto de persecusión y ex-
terminio. La comprensión de Habermas de la modernidad alude a
la noción de tiempo en el sentido inicialmente señalado, progre-
sivo y en expansión -ahora no hacia el Paraíso bíblico sino hacia
la "comunidad de comunicación ideal" casi como promesa de un
acto de fe secularizado.
La comprensión teórica de la modernidad como ámbito de la
vida social orientada por el predominio de la "razón instrumental",
desarrollada por Horkheimer y Adorno en Dialéctica del Iluminis-
mo -culminación en gran medida trágica de los esfuerzos de la
teoría crítica de la sociedad frente a las consecuencias del holo-
causto-, suscita en Habermas rasgos problemáticos que, al igual
que en el caso de Marcuse, lo orillan a distanciarse polémica-
mente. Según Habermas, Dialéctica del Iluminismo, empeñada en
[35]
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36 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 37

la crítica radical de la razón de los comienzos de la historia hasta la crisis de la modernidad propuesta por ambos pensadores con-
época contemporánea, vuelve imposible la tarea que los propios duce, en la línea de su exasperado pensamiento pesimista, hacia
autores se habían propuesto: una reflexión crítica sobre el devenir un misticismo ilustrado o bien hacia una resistencia estética. Am-
de lo social. bos caminos, para Habermas y su mente lógica, contradictorios
Si la ciencia y la reflexión filosófica, como se expone en esa en sí, incomprensibles y, no en último término, aberrantes.
obra, son inevitablemente una forma inconsciente de apropiación Según Habermas, Dialéctica del Iluminismo es una descripción
instrumental, ¿por qué la teoría crítica tendría que haber escapa- unilateral del proceso destructivo de la civilización en cuanto sólo
do a su perversión ?23 registra sus aspectos demoledores planteando luego salidas invia-
El planteamiento paradójico de la crítica de la Ilustración con- bles. Habermas deriva de ahí la necesidad de diferenciar teórica-
siste, según Habermas, en impulsar una praxis filosófica cuyas mente entre los elementos negativos del proyecto de la Ilustración
posibilidades al mismo tiempo impugna y que de alguna manera (tarea que comparte con la Teoría Crítica) subrayando a la vez (a
encuentra resonancias deudoras con la problemática planteada y diferencia y en contra de ella) los que la impulsan positivamente,
no resuelta por la teoría marxista respecto a la también paradoja! ya sin dialéctica, en una línea ascendente y de desarrollo progre-
cuestión de cómo es posible la conformación de un sujeto revo- sivo. Su teoría de la acción comunicativa quiere identificar los
lucionario en una sociedad enajenada. efectos "innegables" de la Ilustración por la vía de la racionalidad
Para Habermas, esta crítica de la razón de Adorno y Horkhei- comunicativa del lenguaje.
mer, que bajo la realidad americana y el fascismo, no ve nada más
allá del horizonte del "inconsolable vacío" de la época moderna,
resulta exasperante. Dice admirar el acto de equilibrio precario de LA NOCIÓN DE RAZÓN
esta fundamental crítica de la razón, pero advierte en ello un giro
LAs PARADOJAS de la modernidad, sin embargo, según este autor, no
regresivo: colocar al propio pensamiento crítico al servicio de la
pueden ser analizadas con los medios conceptuales de la "filosofía
contra-ilustración.
de la conciencia" de la Teoría Crítica de Adorno y Horkheimer.
A la caracterización de la modernidad como barbarie del in-
misericorde progreso, como tendencia a la "desocialización de la En ese sentido, propone la necesidad de un cambio de paradigma
naturaleza y a la desnaturalización del mundo humano", como a través del cual sea posible el análisis de la racionalización social
exterminio de sectas paganas y gnósticas contrarias al proyecto de manera distinta a su reducción en términos instrumentales. Ha-
filosófico-científico universal, Habermas opondrá una visión bermas elabora el concepto de "racionalidad comunicativa", con
optimista de la modernidad, que para él simplemente sería más el cual promete, sobre la base de una estructura antropológica, el
imparcial. 24 estudio del entendimiento humano más allá de la violencia del do-
La teoría de la acción comunicativa puede interpretarse así minio teleológico. Esta base antropológica de investigación será,
como el desarrollo de una discusión contra los argumentos de sin embargo, rápidamente sustituida, por una pragmática.
i '11 Horkheimer y Adorno, en el sentido de que la única salida a la El cambio de perspectiva teórica de Habermas respecto al
1' pensamiento de la teoría crítica clásica o radical supone también
23Véase Habermas, "Horkheimer y Adorno: el entrelazamiento de mito e ilus- una comprensión distinta del trabajo científico.
tración", en El discurso filosófico de la modemidad, Tauros, España, 1989.
1 24Habermas, "El contenido normativo de la Modernidad", en Discurso filosófico de Horkheimer y Adorno consideran agotada la crítica marxista
1' la Modemidad, Tauros, Madrid, 1989, pp. 397-433. de las ideologías, a la vez que dejan de pensar que el desarrollo de
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'1 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESNA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN
38 39

una teoría crítica de la sociedad pueda cumplirse con los recursos de co. 26 Acepta que la presión ideológica anastra a las ciencias, pero
las ciencias sociales establecidas. De ahí la extrema necesidad no que esto sea un obstáculo para la comprensión de la sociedad
de una crítica de las ideologías (incluida la ciencia) que tenga por y el mundo. Desde su punto de vista, es imposible dejar de reco-
objeto "ilustrar a la Dustración sobre sí misma'.'. Habermas ve la nocer hoy los avances científicos, no necesariamente positivistas,
ciencia de manera distinta. de las ciencias del espíritu y de la naturaleza. Habermas pretende
vincular sus esfuerzos teóricos con este tipo de ciencia auto-re-
LA CRÍTICA DE LA CIENCIA
flexiva.
Mientras que para Adomo y Horkheimer, en su esfuerzo por
LAS CIENCIAS especializadas y sus vertientes teórico-científicas, el no hacer una sola concesión al positivismo, el trabajo teórico no
positivismo, el funcionalismo, el pragmatismo, etcétera, son para la está al margen de una tensión des ganadora, el teórico de la acción
teoría crítica aplicadones parciales, técnico-productivistas que comunicativa parece no creer necesaria una crítica de la ciencia
tienen como fin el dominio, en algunos casos se orientan al con- establecida, una vez que el propio principio del "falibilismo" de
trol de aspectos segmentados de la naturaleza y, en otros, hacer Karl Popper ha implantado institucionalmente la revisión perma-
posible que la opresión social prosiga su curso inintenumpido. nente de las teorías y de sus resultados. Habermas no advierte que
En el prólogo a la primera edición alemana de Dialéctica del en el fondo, esta discusión se sigue dando sobre la misma base de
Iluminismo se lee: una noción de ciencia que cree avanzar hacia la posesión acumu-
lativa del conocimiento absoluto de la vida social y natural, al que
A pesar de haber observado desde hace muchos años que en la incluso Kant criticara en su Crítica de la razón pura. Incapaz de
actividad científica modema las grandes invenciones se pagan pensar en un tipo de conocimiento distinto del que parte de lo ob-
con una creciente decadencia de la cultura teórica, creíamos jetivo, Habermas cree equivocada la crítica de Adomo y Horkhei-
poder guiamos por el modelo de organización científica, en el mer a la noción de ciencia institucionalizada y ordinariamente
sentido de que nuestra contribución se limitase esencialmente aceptada, poseedora de dispositivos de auto-regulación cuasi-
a la crítica o a la continuación de doctrinas particulares ... Los automáticos, en aras de una hipotética perfectibilidad a la que
fragmentos recogidos en este volumen demuestran que hemos tiene sin cuidado la envejecida idea de la quiebra de la razón
debido renunciar a aquella fe. Si el examen y el estudio aten- obsesiva.
to de la tradición científica constituye un momento indispen-
sable para el conocimiento ... por otro lado, en la fase actual
EL DEVENIR DE LO POLÍTICO
de la civilización burguesa, ha entrado en crisis no sólo la or-
ganización sino el sentido mismo de la ciencia". 25 EN RELACIÓN con el devenir de la modemidad, habría que destacar
otra diferencia entre las tesis de Dialéctica del Iluminismo y la
'11
A esta denuncia de la pérdida de orientación científica, Ha- Teoría de la acción comunicativa.
! '·.1:,1 bermas opone la idea de que la ciencia es la única instancia La teoría crítica clásica se encuentra atravesada, en los años
l¡l social, a partir de la cual podría producirse un conocimiento críti- cuarenta, por un profundo escepticismo respecto a las posibilida-

lli 25 Adorno y Horkheimer, Dialéctica del Iluminismo, Sudamericana, Argentina, 1970, 26


Véase, Habermas, Prefacio a la Teor(a de la acci6n comunicativa, Tauros, España,
11 p. 7. 1987.

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40 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 41

des de una vida verdaderamente humana, tal y como el mismo Kant dense en la reestructuración de la economía alemana, su posi-
lo advertía ya en su propia filosofía de la historia, en un sentido ble democratización y el establecimiento del Estado de bienestar
metafísico ligado a la idea del "hombre como fin de la naturale- social.
za", es decir, como obra de El Bien. 27 Para Kant, este problema de Habermas sugiere que los nexos de acción política en las so-
carácter práctico sólo tiene como guía de solución, digamos, el ciedades modernas sólo pueden establecerse a través de "actos de
cumplimiento del imperativo categórico, "compórtate de tal mane- entendimiento colectivo". El núcleo moral de las oraciones lin-
ra que tu comportamiento pueda ser elevado a norma universal". güísticas es la fuerza sobre la que alza su idea de que, en la ac-
Pero la moral, advierten Adorno y Horkheimer, en el caso de las tualidad, sólo las instituciones políticas que garanticen el proceso
instituciones políticas modernas se ha convertido en una cuestión de coordinación comunicativa pueden exigir el respeto de los ciu-
subjetiva de segundo orden. De ahí que consideren incluso super- dadanos. Es en ese sentido que su teoría de la comunicación
ficial teorizar sobre la formación de una voluntad política a través puede perfilarse ya desde ahora, en realidad, como una teoría de
de instituciones. Para Horkheimer y Adorno tanto el aparato coer- la democracia, en abierto contraste con la crítica de la Ilustración
citivo del fascismo, como el totalitarismo socialista o la cultura de del pensamiento radical.
masas del capitalismo tardío hacen inviables toda formación de una
voluntad colectiva autónoma. El férreo individualismo privatiza- LA NOCIÓN DE NATURALEZA
do y su conciencia cosificada obstruyen la esperanza que todavía
.i LA DISTINCIÓN entre naturaleza y sociedad abre a Habermas la po-
Kant depositara en los sujetos ilustrados inspirados por el impera-
sibilidad de trabajar consistentemente -a diferencia del concepto
tivo racional como hacedores de sus destinos propios. En Dialéc-
de "proceso de reproducción social", centrado exclusivamente en
tica del Iluminismo, por lo tanto, no hay espacio ni para la esfera
lo económico- el concepto de acción comunicativa como lengua-
de la política institucional, ni mucho menos, para fenómenos de
je hablado. Pero constituye, al mismo tiempo su límite.
formación de la voluntad democrática. Más bien, se tratará en ella
La salida a la crisis de la modernidad, para Habermas, no alu-
del territorio reflexivo que desentrañan los funcionamientos his-
de a un nuevo tipo de relación entre hombre y naturaleza (armo-
,, 1
tórico objetivos que han bloqueado su posibilidad y prácticamente
nía), sino al ámbito de la comunicación lingüístico-social. Todo
han degradado la democracia liberal al ilusionismo de jerga de-
lo restante, es decir, lo no comunicable en términos de lenguaje
magógica.
formal del entendimiento, deja de formar parte del horizonte de
Por ló demás, en efecto, hay hechos históricos que ni la filo-
teorización habermasiana. En consecuencia, la relación entre so-
sofía de la historia de Adorno y Horkheimer, ni la teoría de la
ciedad y naturaleza -en tanto vínculo no mediado por las funcio-
acción comunicativa de Habermas pueden evadir en sus teoriza- nes del lenguaje- sólo puede ser una relación que deja intacta la
dones.
estrategia instrumental ("sistema").
Mientras la vieja teoría crítica se encuentra determinada por
las características de un capitalismo tardío totalitario y fascista,
ARTE Y RELIGIÓN
Habennas se caracteriza a sí mismo como beneficiario de una fase
de reeducation -con lo que alude a la intervención estadouni- EN EL análisis de la modernidad de la teoría crítica clásica o ra-
1 1
27 Cfr., Kant, "Comienzo presunto de la historia humana", en Filosofía de la Histo-
dical, el rute surge como una forma de entendimiento comunica-
¡1
ria, FCE, 1985. tivo que trasciende la comunicación lingüística y que ilumina una

1,l '-----------
42 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN l'IH>URES!YA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 43

forma distinta de relaciones humanas con la naturaleza y de los Arte y teoría no son lo mismo, dice Marcuse. La teoría trasla-
hombres entre sí. Al entender las relaciones con la naturaleza como da la realidad a su concepto. El arte representa el concepto, lo que
relación organizada de acuerdo a fines que sólo puede ser contro- significa des-realiza la realidad dada trasformándola.
lada y conducida de manera mediada a través de la racionalidad Cuando el propio concepto se ha vuelto una forma de dmninio
comunicativa, Habermas teoriza las posibilidades de la obra de (Adorno), la razón no puede justificar más sus propios conceptos
arte nuevamente sólo en términos de lenguaje hablado y sistemá- normativos tales como la justicia, la belleza o la humanidad. El
tico-discursivo. arte, en contraste, tiene una raíz independiente de la teoría, la raíz
La teoría de la acción comunicativa vuelve así, a plantear y a de lo erótico o de la naturaleza instintiva.
eludir en el mismo acto un aspecto central -insistentemente in- El trasfondo de este debate estaba ya en que, para Marcuse,
dicado por la Escuela de Frankfurt en su conjunto- y no resuelto bajo ninguna circunstancia el arte podía tomar el lugar de una ra-
en la cultura contemporánea: la cuestión relativa a si es posible y zón dimisionaria y aparecer como guardián de las normas.
cómo una relación entre sociedad y naturaleza más allá del do~ Por el contrario, para Habermas, el problema era si el anclaje
minio y su racionalidad instrumental. de la razón en la naturaleza instintiva del hombre no exigía a la
La teoría crítica tradicional, a través del concepto de "mime- estética como disciplina, que enseña, que sólo a partir de las obras
sis", fundamenta la posibilidad de una reconciliación momentánea de arte auténticas (Adorno) se puede hacer plausible, en general,
y siempre frágil de las relaciones del hombre con la naturaleza, lo normativo.
con su mundo y consigo mismo. A Habermas no le convencerán La teoría estética de Marcuse como, no en último término, la
estas argumentaciones. Trata la cuestión del arte a partir del ám- de Adorno era por completo distinta de esta postura. Habermas
1
,¡1 '

'1
bito de diferencia entre naturaleza y sociedad y vuelve a reducir quiere ver el arte como educación estética racional. Marcuse no
la experiencia estética a racionalidad lingüística. puede reducir el arte a racionalidad abstracta sino a un fenómeno
1
' Ya en un debate con Marcuse en relación con el arte, en 1968, anclado en una experiencia objetiva y fundamentalmente corpo-
1 1
quedaba clara la limitaqa comprensión de Habermas de esta expe- ral. Si el arte tiene un "contenido normativo", como Habermas
¡, 1

1 1
riencia cuando confesaba no sólo no entender a Arnold Schoenberg insistentemente planteaba ya en este debate, éste no alude a una
sino menos aún la idea de Marcuse del arte como lenguaje de rup- "normatividad en general", insiste Marcuse, sino a los datos del
tura con la realidad cotidiana y, en tanto tal, subversión de la instinto y su dinámica, más allá de la normatividad de la razón
"normalidad" de la conciencia y del inconsciente. 28 Marcuse ex- dominante.
ponía su concepción del arte como lenguaje transformador de la
realidad y a la obra de arte como una fuerza imaginativa produc- ESCASEZ Y AUTOCONSERVACIÓN
tiva capaz de transformar la sensodedad "normal" en nuevas for-
mas de percepción, en un nuevo ver, oír, gustar, etcétera ... Por lo LAs OBSERVACIONES de Habermas al discurso crítico, si bien agudas,
cual, en relación con la realidad, la obra de arte, nos dice Marcu- vuelven a quedar presas del mismo paradigma de la racionalidad
se, es poetización, imaginación, hallazgo, que conduce, también a y de su fundamento empírico: la escasez.
un nuevo conocer. La noción de razón de Habermas se alza una vez más sobre la
reducción de la racionalidad occidental de la noción de naturaleza
28
J. Habermas, Conversaciones con Mttrt'll.\'t', <lcdiNn, España, 1980, pp. 56 y ss. como "naturaleza escasa", amenaza, objeto de control y dominio.
44 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 45

El hombre apenas aparece en la tierra se guía siempre por un ob- El proceso de autoconservación, al tener ahora que satisfacer
jetivo: la sobrevivencia. las condiciones de la racionalidad de la acción comunicati-
Habermas registra la reproducción de la vida social ligada a va, pasa a depender de las operaciones interpretativas de los
las condiciones de enfrentamiento cognitivo-instrumental con la sujetos que coordinan su acción a través de pretensiones de
naturaleza externa al margen de las necesidades del espíritu; liga- validez susceptibles de crítica. 30
da a las condiciones de enfrentamiento cognoscitivo-estratégico de
los individuos entre sí buscando exclusivamente sobrevivir, vege- La característica de la conciencia desmistificada moderna es
tativamente o instintualmente. Pero dice, "la socialización depen-
i
de igualmente de las condiciones de la intersubjetividad del en-
1

que el plexo de la vida social se reproduce a través de las ac-


tendimiento entre los participantes en la interacción". Y si se ciones "racionales con arreglo a fines", controladas por me-
acepta esto, dice, entonces: "tenemos que reformular también el dios generalizados de comunicación, y simultáneamente a
concepto naturalista de auto-conservación."29 través de una voluntad común anclada en la práctica comuni-
La teoría de la acción comunicativa, por lo tanto, no abandona cativa de todos los individuos. 31
tanto el paradigma de la escasez sino que, más bien, lo proyecta a
la acción lingüística. LA EVOLUCIÓN SOCIAL
Si partimos de que la especie humana se matiene a través de
LA BARBARIE ilustrada, el fascismo, los totalitarismos del siglo xx,
las actividades socialmente coordinadas de sus miembros y
1' el stalinismo, la guerra, la devastación ecológica, etcétera, son
1 de que esta coordinación tiene que establecerse por medio de
condiciones de vida del sistema de producción moderno y amena-
la comunicación, y en los ámbitos centrales por medio de una
zas de destrucción permanentes. Para la teoría crítica, todo esto
comunicación tendiente a un acuerdo, entonces la reproducción
no puede significar sino el fracaso de la Ilustración en la etapa
de la especie exige también el cumplimiento de las condicio-
más desarrollada de su evolución histórica.
nes de la racionalidad inmanente a la acción comunicativa.
Para Habermas, la Ilustración o etapa adulta de la sociedad
parece convertirse en el nivel supremo del desarrollo social, ya sin
Para Habermas, la reproducción de la especie exige el de- dialéctica, siguiendo la realización hegeliana de la razón, sin triun-
san·ollo de la racionalidad inmanente de la acción comunicativa. falismos y a un 1itmo más pausado. Es en la esfera de una socie-
Si bien "estas condiciones (sólo) se toman accesibles a la moder- dad educada y evolucionada, dentro del proyecto de la Ilustración,
nidad ... con la descentración de la comprensión del mundo y la que es posible la conformación de una política racional a través
diferenciación de distintos aspectos universales de validez". de la democracia. Categorías teóricas del tipo lucha de clases o
Luego de que las imágenes religioso-metafísicas del mundo enajenación del trabajo social, como componentes de análisis de
pierden su credibilidad para orientarse hacia el conocimiento y la la modernidad, pasan a un segundo plano, cual trastes envejecidos
acción orientada al éxito, la integración normativa de la acción que en su estridencia arbitraria hacen ruido al pausado entendi-
cotidiana misma "se afloja", ella misma cobra una orientación uni- miento racional de los individuos libres ilustrados.
versalista a la vez que individualista.
JO Habermas, Teoría de la ... , op. cit., t. 1, p. 506.
29Habermas, Teoría de la ... , op. cit., t. 1, p. 500. 31Jdem, p. 507.
46 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 47

Habermas observa lo social como un proceso evolutivo de ra- Habermas no pretende explícitamente una ruptura con la Teo-
cionalización. También el fascismo, que ha marcado particularmen- ría Crítica. Al respecto, .tratará de sostener que la sustitución del
te la historia alemana y que continúa siendo una amenaza latente paradigma del trabajo por el de la comunicación se deriva de las
-Rotschtok y el Partido Republicano- puede considerarse hoy propias "aporías" de la Teoría Crítica, a saber:
momento superable dentro del proceso evolutivo de una sociedad
ilustrada. -Sostener que la idea de reconciliación entre hombre y natu-
Habermas insiste en continuar el proyecto de la Ilustración, raleza sólo puede desarrollarse teóricamente a partir de la
confiado y resuelto en ver el "mundo de vida" como racionaliza- "dialéctica negativa", pero que este camino no resulta discur-
sivamente practicable. .
ción, y en eliminar toda fatalidad de fuerzas no racionalizables en
-Realizar una "crítica de la razón instrumental" que no se basa
términos de argumentación lingüística.
en la crítica material de la ciencia, sino en la crítica de la "ra-
Llevar hasta sus últimas consecuencias el proyecto de la Ilus-
zón subjetiva" (centrada en el hombre) desde la perspectiva
tración cultural, significa dar impulso a los límites de la autorre-
de una "razón objetiva" (especie de a priori) que Habermas
flexión de la sociedad, de modo que el progreso científico-técnico
considera, en la actualidad, irrevocablemente destruida.
y el sistema del Estado técnico-burocrátic~ pued~ desarrollar-
se de acuerdo a los presupuestos de una sociedad Ilustrada. ¡Sor-
prendente formulación, cual candorosa y ~~usson~ana ree~ici.ón Sobre estos dos señalamientos, giran las críticas a Dialéctica
de los derechos humanos en la virgen, rec1en nacida, Repubhca del Iluminismo, que a continuación apunto, y que van marcando
Alemana! el paso habermasiano hacia un nuevo tipo de teorización.
Las conjeturas de este modelo teórico respecto a la Ilustra- l. La teoría crítica generaliza de manera excesiva la noción
ción la razón en términos de lenguaje y la evolución de una de cosificación. Si se generaliza la categoría de cosificación (de
Lukács), anclándola en los propios fundamentos antropológicos
soci;dad adulta son cuestiones que, entre otras, abren también el
de la historia de la especie, en la forma de una existencia de la es-
debate de la Teoría de la Acción Comunicativa con las teorizacio-
pecie que tiene que reproducirse, en un medio natural escaso a
nes del llamado discurso posmodemo.
través del trabajo o "racionalidad de acuerdo a fines" y al margen
de la acción comunicativa, entonces, dice Habermas, sucede que:
DEL PARADIGMA DEL TRABAJO "La relación interpersonal entre sujeto y sujeto que es determi-
AL DE LA COMUNICACIÓN nante para el modelo de intercambio, no tiene ninguna significa-
1
·1 ción constitutiva para la razón instrumental."32
Las aporías de la teoría crítica 2. La teoría crítica confunde entre racionalidad y dominio. Ha-
11
1' cer extensivo el concepto de dominio a categoría ontológica de la
El tránsito del primer esbozo de la teoría habermasiana de la so-
especie, incluyendo en esa lógica "el conocimiento al servicio de
ciedad, en Ciencia y técnica como "ideología", al desarrollo de la
la autoconservación y la represión de la naturaleza pulsional", da
Teoría de la Acción Comunicativa, de principios de los años ochen-
por resultado una visión catastrófica de la relación entre espíritu y
ta, supone un ajuste de cuentas de Habermas respecto a los pro-
naturaleza deformada hasta lo irreconocible. Observa Habermas:
blemas que deja en suspenso la postura original de la Teoría Crí-
tica clásica. 3
2
Habermas, Teoría ... , op. cit., cursivas mías, t. 1, pp. 483 y ss.

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1 'L_____________________________
48 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 49

La tesis desarrollada en Dialéctica del Iluminismo no pone al Observa Habermas:


pensamiento en la pista que hubiera resultado más obvia, a
saber: la que discurre a través del sentido propio de los diver- La crítica de la razón instrumental quiere ser una crítica en el
sos complejos de racionalidad a través de los procesos de ra- sentido de que la reconstrucción de su marcha incontenible sea
cionalización social escindidos según los distintos aspectos una rememoración del sacrificio de los impulsos miméticos
universales de validez y que nos permite presumir una unidad de una naturaleza reprimida: así de la naturaleza externa, como
de racionalidad bajo la envoltura de una práctica cotidiana ra- sobre todo, de la naturaleza subjetiva.
cionalizada y a la vez cosificada. 33
Y en efecto, Horkheimer ha fijado su tarea en la crítica de una
"Horkheimer y Adorno -dice Habermas- optan por seguir forma de opresión brutal del hombre sobre la naturaleza que se
ejerce cotidianamente e incluso sin conciencia. Para ello, requie-
hacia atrás el ya desdibujado rastro que reconduce a los orígenes
re de una noción de "rememoración del sacrificio" que involucra
de la razón instrumental con el fin de sobrepasar incluso el con-
las preguntas, ¿quien soy?, ¿de dónde vengo?, ¿cuál es mi destino?
cepto de razón objetiva".
Cita a Horkheimer: "Desde que la razón se convierte en ins- Por m~dio de tal rememoración (Eingedenken) de la naturale-
trumento de dominación de la naturaleza humana y no humana za en el sujeto, en cuya consumación se cifra la malentendida
por el hombre ... quedó frustrada su propia intención de descubrir verdad de toda cultura, la ilustración se opone al dominio, ...
la verdad". contra un pensamiento desbocado, pensamiento que sólo po-
Como bien advierte Habermas " ... esta consideración sugiere drá escapar al hechizo de la naturaleza reconociéndose como
un concepto de Verdad que habría de explicarse utilizando como el temblor que ésta experimenta ante sí misma.
hilo conductor la idea de una reconciliación universal, la idea de
una emancipación del hombre a través de la resurrección de la na- Esta cita de Adorno y Horkheimer está relacionada, en gran
turaleza". 34 medida, con la filosofía de la ilustración de Kant y su pensamiento
Pero, en realidad, Horkheimer, alude a la experiencia del hom- metafísico. Comprender y radicalizar incluso sus planteamientos,
bre como hamo religiosus. Su teoricismo no le permite profun- sólo sería posible si nos asomáramos al estudio del "a priori me-
dizar en esta dimensión sino apenas enunciarla. Sugiere el con- tafísico de Kant", en otras palabras, al estudio de la experiencia
cepto de verdad como anamnesis, apenas como una vaga facultad sagrada en todas sus modalidades, hierofánicas, kratofánicas, a la
1
mimética que nos permita escuchar "el mudo lamento de la natu- noción de tabú, de maná, de magia, que sobre todo aparece de ma-
l, raleza" violentamente instrumentalizada; la anamnesis como nera fundamental en la dimensión mitogenética de las culturas.
fuerza creativa, recuerdo de la felicidad pasada y de la pena no sólo En ese sentido, la oposición teórica a la opresión iluminista de la
orientada retrospectivamente, sino también como estímulo para la naturaleza, significaría el conocimiento de lo sagrado en toda su
realización de la utopía concreta (Ernst Bloch), una problemática complejidad, es decir, en su aspecto sagrado, maculado y maldito
a la que se abocara ya Walter Benjamin. a la vez, presente sobre todo en las sociedades arcaicas. 35

33 Jdem,p. 486. 35 Cfr., Mircea Eliade, Tratado de historia de las religiones, Era, México, 1992, 8a.
34Jdem, p. 487. reimp.
50 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 51

La teoria critica no se plantea esta tarea, sino la de insistir en el se ha sobrevivido a sí misma el pensamiento filosófico pasa a
carácter de la histmia como dominio instrumental de una natura- convertirse en gesto ."37
leza no reconocida. El examen de la dimensión sagrada queda, sin La teoria crítica se convierte en gesto. En efecto, una actitud
embargo, señalado en ella como un vacío inquietante, digno, como más allá de las palabras trabadas linealmente; no se puede ha-
pensaba Benjamín, de todo un "programa de filosofía futura". blar más en términos científicos formal-consensuales y teorizar es
Habermas, por su parte, más que reflexionar en el carácter de el paso a una experiencia individual y colectiva impostergable.
la ontología arcaica, y en una forma de expresión del pensamiento
basado no sólo en conceptos, plantea la siguiente pregunta super- DE LA FILOSOFíA DE LA CONCIENCIA
ficial, si se considera, además, la profunda dimensión abierta por A LA RACIONALIDAD COMUNICATNA
el precavido planteamiento de Adorno y Horkheimer:
PARA Habermas, sólo si se abandona el "paradigma de la concien-
... aun cuando el pensamiento pudiera extraer de sí mismo la cia" y con ello, ontofóbicamente, alude a toda reflexión que in-
idea de reconciliación, y ésta no tuviera que advenirle desde tente ir a los fundamentos transhistóricos -ya se trate del ser en
fuera, ¿cómo podria trasformar discursivamente (esto es, aten- términos heideggerianos o de la "razón objetiva" en la Escuela de
diendo a su propio elemento y no en forma puramente intui- Frankfurt, homologando así a metafísica todo intento de una filo-
tiva, en "muda rememoración") los impulsos miméticos en sofía crítica contemporánea- y se le sustituye por una teoría de la
intelectivos, si el pensamiento es siempre pensamiento iden- comunicación, es posible retomar la empresa que en un mo-
tificante y, por ende, ... etcétera, etcétera ?36 mento quedó intelTumpida por la critica de la razón instrumental:

... el núcleo racional de estas operaciones miméticas sólo po-


Ignorante de lo que el mito, las epopeyas, las leyendas, etcé- dria quedar al descubierto si se abandona el paradigma de la
tera, son en el pensamiento arcaico y del porqué continúan hoy filosofía de la conciencia, es decir, el paradigma de un sujeto
hechizándonos en tanto que tramas simbólicas de nuestra vida que se representa los objetos y que se forma en el enfrenta-
inconsciente, imaginante y espiritualizada, Habermas las coloca miento con ellos por medio de la acción y se lo sustituye por
apresuradamente en la categoria de preracionales y continúa su el paradigma del lenguaje, del entendimiento intersubjetiva o
argumentación en contra de la Escuela de Frankfurt. Se encuentra comunicación, y el aspecto cognitivo instrumental queda in-
con ello más cercano a Lukács de lo que supone, calificando de serto en el concepto más amplio, de racionalidad comunica-
huestes irracionales toda diferencia que asalte la razón. tiva.38
Si para Adorno, la crítica filosófica, por tener que ver con
conceptos, tiene que limitarse a mostrar por qué la verdad que
Según Habermas este cambio de paradigma queda "casi al
,i escapa a la teoria puede, sin embargo, encontrarse en las obras
alcance de la mano" en los escasos pasajes en que Adorno se de-
de arte más avanzadas, que a su vez tampoco sería posible com- cide a dar alguna razón de las ideas de reconciliación y libertad,
.1 prender y proteger sin el esfuerzo estético de una teoria crítica,
pero que no lleva a cabo, como si para Adorno no hubiera sido el
Habermas observa por su parte: "A la sombra de una filosofía que
37 Idem, p. 491.
36 Idem, p. 489. 38 !de m, p. 497.
52 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 53

lenguaje objeto de la crítica violenta, incluso en su expresión más se interpretan como Cifras de una forma de intersubjetividad, por
sofisticada en tanto jerga filosófica. 39 utópica que pueda ser, que posibilita tanto un entendimiento no
coactivo entre los individuos en su trato mutuo como la identidad
INTERSUBJETIVIDAD VERSUS RECONCll.IACIÓN de un individuo capaz de entenderse consigo mismo sin coacción;
una socialización sin represión. Y tal interpretación implica, por un
A FIN de continuar su argumentación a favor del cambio de para- lado, un cambio de paradigma en teoría de la acción: mudar de la
digma del h·abajo al de la comunicación, Habermas señala que si la acción teleológica a la acción comunicativa; y por otro, un cam-
"reconciliación" en Adorno se hace equivalente a "intersubjetivi- bio de estrategia en la tentativ.a de reconstruir el concepto moder-
dad no menoscabada" derivada de la reciprocidad, el entendimien- no de racionalidad que la descentración de la comprensión del
to y el reconocimiento libre, entonces Adorno puede vincularse mundo hace posible.
teóricamente con las preocupaciones de Herbert Mead, reconocido El fenómeno que hay que explicar no es ya el conocimiento y
autor del pragmatismo y conductismo norteamericano frente a sojuzgamiento de una naturaleza objetivada, sino la intersubjeti-
quien, con toda seguridad, Adorno no hubiera dejado de reaccio- vidad del entendimiento posible ... "tanto en el plano interpersonal
nar con una crítica devastadora. como en el plano intrapsíquico".41 Una formulación que, aunque
Mead establece como paradigma de la razón la "interacción parece nuevamente invitarnos a ir a las raíces antropológicas del
simbólicamente mediada". La razón es una relación comunicativa hombre, se reduce a entender la psique como objeto de la ciencia
enh·e sujetos que descansa "en el acto mimético de asunción del pura más que de la interpretación hermenéutica.
rol, es decir, en que ego hace suyas las expectativas de compor- Habermas sostiene de esta manera el desplazamiento de su
tamiento que alter pone en él" .40 Ello supone, que la individua- foco de investigación de la racionalidad cognitivo-insh-umental a
ción sólo es posible por la vía de la socialización. la racionalidad comunicativa.
La "intersubjetividad" se convierte en una relación entre suje-
Las formas de entendimiento interpersonal establecidas en tos capaces de lenguaje y de acción y de entenderse entre sí sobre
una sociedad determinan la fonnación del super-ego, el cual algo (S-S), lejos de la concepción parcial de la relación de un su-
resulta de las interacciones del niño con sus personas de refe- jeto solitario enfrentándose con el mundo objetivo (S-0).
rencia; y de esa formación depende, a su vez, la traza de las El proceso de entendimiento comunicativo por medio del
formas de entendimiento inh·apsíquico y la traza de las for- "lenguaje natural" se realiza a través de interpretaciones trasmiti-
mas en que el yo puede enfrentarse con la realidad de la natura- das culturalmente y que hacen referencia, simultáneamente, a algo
leza externa y de su propia naturaleza, la naturaleza interna. en el mundo objetivo, en el mundo social y en el propio mundo
subjetivo.
Las estructuras de la razón a las que Adorno no hace más que Es en la mecánica de esta integración Yoica de los principios
aludir, completado con Mead, observa Habermas, sólo resultan de realidad en la socialización instituida, en la que Habermas cifra,
acc.esibles al análisis cuando las ideas de reconciliación y libertad purificada de todo rastro instintivo espontáneo, la capacidad del
entendimiento intersubjetiva.
39T.W. Adorno, largan der Eigentlic!zkeit, Suhrkamp Verlag, Frankfurt, 1967.
40Habermas, Teorfa ... , op. cit., t. 1, p. 498. 41Habermas, Teorfa ... , op. cit., p. 499.
54 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 55

Intersubjetividad sin catástrofe intrapsíquica y sin otredad integrada al menos por dos individuos. Habermas se encamina así
(naturaleza, cuerpo, afuera); la conciencia identificante sin des- hacia una teoría nominalista del lenguaje, en la cual, las palabras
centrarse un ápice de la razón es puro lenguaje susceptible de como elementos de un juego con reglas fijas, no están afecta-
autocorregirse aflojando las presiones con el super Yo en el das tanto por la historia, el poder, y los intereses sociales como
desempef,ío eficiente de su interrelación arbitrada explícita, co- por la evolución. Palabras sin contenido sacral, emanaciones con-
municativamente, por las acciones de los otros actores, cumplien- geladas, signos convenidos, fundan en su teoría la relación yo-tú
do sus roles, dotados de la misma economía lingüística de auto- moderna transparente, suprapsíquica, la base de la pretendida ob-
censura, opinión y certeza pragmáticamente universalizante de la jetividad de la expresión.
racionalizada modernidad.
Aunque comúnmente visto como sucesor de la Escuela de
Frankfurt, Habermas mantiene un vínculo con ella que se funda en
una ruptura. Habermas se relaciona con su pensamiento social, no
porque comparta sus supuestos, sino en la medida en que estable-
ce frente a ella una lectura positiva de la modernidad que cuestiona
la visión trágica de la historia del pensamiento frankfurteano,
para oponerle la del progreso y la evolución.
Frente a la concepción de la modernidad como proceso de
autoaniquilación y muerte, Habermas en su intento de buscar sa-
lidas teóricas a la contemporaneidad, pretende que las ideas de la
Escuela de Frankfurt están dominadas por un "trauma histórico-
epocal" que no puede ser el fundamento de una visión fatal de la
historia. A partir de esto, la teoría de la acción comunicativa se
alza como intento de rebasar la concepción de la modernidad como
proceso de decadencia y lógica del desarrollo del progreso cientí-
fico, en tanto "racionalidad instrumental" que oculta y legitima el
dominio. ·
En ese sentido la teoría de la acción comunicativa es una con-
frontación con las filosofías del sujeto de la historia, las vertientes
derivadas de la tradición marxista y la crítica radical de la razón,
Heidegger, Nietzsche y, más recientemente, Derrida, Lyotard y
Foucault, que surge a partir de una lectura, pretendidamente hete-
rodoxa, del "proceso de reproducción social" de Marx.
El trabajo es acción instrumental; la comunicación supone
"interacción" o "acción comunicativa", orientada de acuerdo al
entendimiento de los partícipes, mediada a través del lenguaje e
CAPITULO IV

Aspectos básicos de la teoría


de la sociedad de Habermas

e OMPRENDER el intento global de la teoría de la acción comu-


nicativa hace necesmio tomar en cuenta sus premisas teóri-
cas. Habermas trabaja en su teoría de la sociedad ampliando y
corrigiendo sus tesis, como he venido exponiendo, en el curso de
los años setenta, tomando como objeto polémico a la teoría críti-
ca y tratando de dejar de lado progresivamente su propio punto de
partida hermenéutico.
Lejos del pesimismo de la teoría crítica, para decirlo de ma-
nera simplificada, alza una visión optimista de la modernidad a
través de una reflexión sobre la sociedad complejamente concep-
tualizada a partir de tres construcciones teóricas distintas que, sin
embargo, confluyen en su pensamiento en una unidad:

l. una perspectiva pragmático-universal;


2. una teoría de la evolución socio-cultural; y
3. una perspectiva teórico-sistémica.

Sobre este suelo perfectamente llano, alza la utopía de una


"comunidad de comunicación ideal", en lo posible, tratando de
hacer abstracción de la violencia constitutiva del proyecto racio-
nal y expansivo inmanente a la historia de Occidente.
Señalaré sucintamente las líneas de reflexión básicas que nos
entregan el campo teórico global del pensamiento habermasiano,
al margen del proceso de exterminio histórico que se realiza tam-
bién a través del lenguaje.
[57]
58 BLANCA SOLARES ASPECTOS BÁSICOS DE LA TEORÍA DE LA SOCIEDAD DE HABERMAS 59

EL DESARROLLO DE UNA "PRAGMÁTICA UNIVERSAL" Habermas intentará mostrar con su noción de "acción comu-
. nicativa" la conformación de estándares de racionalidad universal
HABERMAS revisa el enfoque hermenéutico desde su discusión con
en la conciencia de los hablantes. A partir de esto, el análisis prag-
Georg Gadamer desarrollando, por vez primera, la idea de una
mático-universal de las reglas del entendimiento hablado, entrega-
teoría contextualmente neutral e independiente de la situación.42
rían no sólo las bases para una ética comunicativa, sino un nuevo
De este modo, la noción de "acción comunicativa", en la cual
concepto de racionalidad social.
funda su teoría, plantea también pretensiones de verdad universales.
En lugar de una explicación hermenéutica de la comunicación, Ha- En consecuencia, toda exigencia de valor racional, inherente
bermas intenta reconstruir las condiciones universales de posibili- a la acción comunicativa tendría, al mismo tiempo, que poder re-
dad del proceso de entendimiento práctico. De esta nianera: construir, por ella misma, los aspectos bajo los cuales esta acción
social se pretende racional.
a) Su teoría logra sustraerse del ámbito antropológico en el
cual había sido fundada originalmente, como antropología
DESARROLLO DE UNA
del conocimiento;
"TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN SÓCIAL"
b) la dimensión corporal de la acción social, el cuerpo como
dimensión humana, pierde la importancia que presenta den- DESDE principios de los años setenta, paralelamente a la investi-
tro de una teoría crítica de la sociedad en autores como Ador- gación de la acción comunicativa desde una pragmática universal,
no o Foucault. Habermas perfila una Teoría de la Evolución Social que consiste
en descubrir la lógica de desarrollo de los procesos sociales.
No le interesa más profundizar en la hermenéutica, sino en La idea de una lógica interna del desarrollo social se pone en
las condiciones universales de la comunicación. Esta versión de la discusión, por primera vez, frente a la Teoría de Sistemas de Ni-
teoría de la acción se desarrolla bajo la forma de una "pragmática klas Luhmann. Habermas observa una lógica en el desarrollo social
universal", 43 una concepción cierta.nlente ambigua y problemática. distinta a la Teoría de Sistemas.
Mientras el pragmatismo -fundamentalmente norteamericano- La Teoría de Sistemas de Niklas Luhmann, dice, supone en su
es impensable al margen de la situación concreta, específica, de análisis la lógica del concepto. Este análisis de la sociedad se guía
los actores sociales actuando en diferentes realidades, Habermas por la reconstrucción de un orden abstracto de reglas como lógica
pretende abstraer constantes pragmáticas universales.
necesaria del desarrollo social a partir del cual pretende sistema-
Según Habermas, el proceso del habla está orientado hacia el
tizar acciones reales. 44 Habermas contrapone a esta lógica de
"entendimiento", el cual supone a la manera del a priori kantiano.
desarrollo, otra alternativa inspirada en los planteamientos de Jean
En los procesos de habla, dice, todos los sujetos tienen "preten-
Piaget, en relación con la ontogénesis del aprendizaje y formación
siones de valor" cambiantes, que obligan necesariamente a una
de las estructuras formales del pensamiento real en el desarrollo del
solución discursiva.
niño, y referido por él, al proceso de la historia de la especie, que
42Cfr., Mija Brumlik, op. cit.
43 Cfr., J. Habermas,"Vorbereitende Bemerkungen zu einer Theorie der kommunika-
tiven Kompetenz", en J. Habermas/N. Luhmann, Theorie der Gesellschaft oder Sozial- 44Habermas, "Bine Auseinandersetzung mit Nik1as Luhmann (1971): Systemtheorie
technologie. Was leistet die Systemforschung?, Frankfurt, 1971. der Gesellschaft oder Kritische Gesellschaftstheorie", en Zur Logik ...

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1
60 BLANCA SOLARES ASPECTOS BÁSICOS DE LA TEORÍA DE LA SOCIEDAD DE HABERMAS 61

le permite describir el desatrollo de la sociedad como resultado de Con este paso hacia el abandono del sujeto concreto por una
niveles necesarios de la racionalidad de la acción humana. 45 estructura transubjetiva que culmina de nuevo en una discusión
En el conjunto de trabajos reunidos en La reconstrucción del con Luhmann, Habermas retoma el concepto de "sistema".47 Ter-
materialismo histórico, publicado en 1976, Habermas describe la minando por atribuir a los sistemas de acción sociales, procesos
historia de la especie -de acuerdo a la diferencia entre acción de apr~ndizaje evolucionistas y de desarrollo de la "subjetividad".
instrumental y acción comunicativa- como proceso progresivo de Es por esto que, más tarde, Axel Honneth puede reclamarle
racionalidad técnico-instrumental y moral-práctico. que en lugar de haber saltado sin mediaciones al concepto de "sis-
Así también, junto al aumento de la racionalidad de acuerdo tema social", tendría que haber hecho uso de la idea de actor co-
a fines (a) y el cambio de estructura del sistema moral (b), intro- lectivo.48 En otras palabras que en lugar de un "macro-sujeto" y
duce ahora el ámbito de juego de la autonomía individual (e) como de un sistema de acción anónimo, su teoría tendría más bien que
una tercera dimensión con la que intentará afirmar la historia de haber aludido a grupos sociales en una perspectiva de colabora-
la especie como proceso de desarrollo por niveles de racionalidad ción específica, en torno a experiencias particulares y en relación
humana. con una nueva unidad y consenso histórico.
Según Honneth, esto habría abierto la posibilidad de interpretar
el proceso de racionalización social como desarrollo y conforma-
ELABORACIÓN DEL CONCEPTO DE "SISTEMA"
ción de instituciones sociales y habría permitido atribuir tanto a la
EL TERCER aspecto decisivo pm·a el desarrollo de la teoría haber- acción social como a sus pretensiones e ideas valorativas, una fun-
masiana de la sociedad es la precisión de un concepto de sistema ción decisiva en el proceso de reproducción de la sociedad.49
sólo vagamente utilizado hasta fines de los años setenta. Esta no- Pero Habermas no acepta grupos activos en su reconstrucción
ción desempeña un papel central en Ciencia y técnica como "ideo- teórico-categorial. En su lugar hace que el plano del sistema de
logía", pero todavía ahí como un concepto contrario al mundo de acción individual empalme directamente con el plano del sistema
la interacción y que describe la organización "libre de normas" de acción social. En los escritos que siguen a la discusión con Luh-
de la acción racional de acuerdo a fines. mann, con la ayuda de los conceptos de la teoría de la acción de
Este concepto inicial de sistema se desatrolla en la medida en Parsons, reafirma metódicamente, al igual que su supuesto con-
que Habermas reacciona contra sus propias implicaciones idealis- trincante, el concepto de sistema, sólo que al mismo tiempo
tas y abandona la idea del "sujeto de la historia". 46 poniéndolo en acción frente al "mundo de vida", un nuevo ele-
En adelante, interpretará el proceso de racionalización -a tra- mento clave de su concepto de "sociedad en dos niveles" y que
vés del cual intenta conceptualizar el desarrollo de lo social- más analizaremos más adelante.
que como proceso de formación de la especie humana, como sis- Por ahora, cabe recordar que la perspectiva pragmático-uni-
tema social trans-subjetivo (über-subjectiv) de procesos de apren- versal, la teoría de la evolución socio-cultural y, finalmente, la
dizaje en desarrollo. Teoría de Sistemas marcan los rasgos teóricos decisivos a través
de los cuales se establece el camino que Habermas recorre de su
45 Cfr., Axel Honneth, Kritik der Macht, Suhrkamp Verlag, Frankfurt, 1989, p. 321.
Véase también J. Habermas, "Desarrollo moral e identidad del Yo", en La reconstrucción 47 Ibídem.
del materialismo histórico, Tecnos, Madrid, 1981, pp. 57-83. 48 /bidem.

4f>Cjr., Axel Honneth., op. cit., pp. 312 y 313 49 ldem, p. 314.
\

62 BLANCA SOLARES

crítica inicial a la noción de ciencia y técnica como "ideología" a CAPíTULO V


la teoría de la acción comunicativa y que, como veremos, lejos de
inclinarse -como el pensamiento crítico de la Escuela de Frank- La teoría de la acción comunicativa
furt- hacia un orden armónico fundado en una relación mimética
con las cosas, postula una comunidad de sujetos virtuales y abs-
a través de tres complejos temáticos
tractos ' modemos individuos vaciados.
de emociones, diría Ador-
no, hablando racionalmente el lenguaje de la catástrofe como si
fuera la salvación. En lo que sigue trataremos, propiamente, de
encontrar el armazón que estructura el enorme empeño argumen-
tativo de su obra, una de cuyas claves es la racionalización del
mundo de vida. A PRINCIPIOS de la década de los ochenta aparece la publica-
ción en alemán de los dos tomos de la Teoría de la acción
comunicativa. El conjunto de este trabajo se desarrolla a través de
la filosofía analítica del lenguaje, la hermenéutica, la antropología
de la cultura, la teoría de sistemas, el marxismo, la teoría críti-
ca, etcétera. De manera que no resulta siempre fácil mantener
presente el objetivo que orienta. el recorrido de este trabajo que, a
través de una crítica a Max Weber, Mead, Durkheim, Parsons, Marx
y los autores de la teoría crítica, entre otros, en cierto sentido da
la idea de que se trata de una historia revisada y superada de la
teoría social. Al respecto son de cierta utilidad las subdivisiones
del texto señaladas como Zwischenbetrachtungen (Interludios), a
través de los cuales puede retomarse, en cierto modo, el objetivo
central de la obra, la fundación de una teoría de la comunicación
universal.
El conjunto del trabajo, según se establece en el prólogo, alu-
de a tres intenciones básicas: el esbozo de una teoría de la racio-
nalidad lingüística (versus racionalidad instrumental o de acuerdo a
fines); la construcción de un concepto de sociedad en dos niveles,
"sistema y mundo de la vida" (versus la noción de Marx del capi-
talismo como lucha entre capital y trabajo); y la fundación de una
teoría de la modernidad como proyecto inacabado (versus la noción
de la teoría crítica europea como el ocaso de Occidente, Nietzsche,
Spengler, Kierkegaard, ... ). Brevemente, resumamos sus aspectos
más significativos, a fin de que todo lector de la teoría de la ac-
[63]
'1 64 BLANCA SOLARES LA TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA 65

ción comunicativa pueda moverse rápidamente y con seguridad a racionalidad de acuerdo a fines sino que participa de un proceso
través de la enredosa construcción de este texto. de entendimiento sobre planes de acción común o compartidos.
La "racionalidad comunicativa", sin embargo, no puede pre-
A. EL ESBOZO DE UNA TEORÍA suponerse allí donde un grupo de hombres, a través de la partici-
DE LA RACIONALIDAD pqción en experiencias cotidianas comunes, llega a opiniones y
comparte significados situacionales generales; ni tampoco ahí
EL PROGRAMA que Habermas nos presenta parte del desarrollo de donde el acuerdo ha sido un producto azaroso y provisional. Se-
una noción de racionalidad "comunicativa" que, teóricamente, gún Habermas, una situación de .entendimiento se abre sólo en la
tiene sus orígenes en los vínculos de la constitución de la intersub- medida en que un actor, en una secuencia de interacciones, hace
jetividad. Esta argumentación se desarrolla sobre la crítica del una "oferta de acto de lenguaje" (Sprechaktangebot) a partir del
concepto de racionalidad de la tradición weberiana entendida como cual, la cuestión en conflicto se decide ya no a partir de la simple
"racionalidad de acuerdo a fines". · autoridad de un actor, sino a través del mejor argumento y funda-
Habermas diferencia dos formas de acción social básicas, la f
r
mentación.
"acción comunicativa orientada al entendimiento" y la "acción '1 El entendimiento racional es, por ello, sistemáticamente, algo
racional de acuerdo a fines" o acción orientada al éxito. 50 más que la simple negociación o regulación de intereses indivi-
Realiza una acción orientada al éxito quien trata de manipular duales. Cada situación de interacción "comunicativamente racio-
o influenciar a las personas o a las cosas de manera "estratégica". nalizable" a partir de su situación específica está constituida sobre
El concepto de "racionalidad de acuerdo a fines", sin embargo, no la perspectiva de validez de estructuras comunicativas que "obli-
es sinónimo de coerción. La "racionalidad de acuerdo a fines" gan" a los sujetos renovadamente a colocar sus enfoques particu-
alude en forma directa a personas de las cuales puede llegar a es- lares en vinculación con el juicio racional libre de coerciones. Esta
perarse la capacidad para el cumplimiento de reglas de acción "coacción no coactiva" (zwanglose Zwang), la fundamentación
racional. Por lo tanto, una elección racional se encuentra en refe- implícita de una argumentación no dada por hecho de la opinión o
rencia a una lógica económica o bien burocrática y/o jurídica que del juicio y su aceptación por los otros partícipes de la discusión, re-
establece los medios más adecuados de acción una vez que se ha presenta para Habermas la forma cultural y social más elevada.
decidido un objetivo específico. Quien abre una secuencia de interacción orientada al enten-
Habermas intenta sustraerse de esta explicación lineal de la dimiento apela prácticamente a esa perspectiva de validez tran-
acción social, su objetivo corre más bien en sentido opuesto, No subjetiva. Levanta una pretensión de validez respecto a la cual, el
obstante, ya desde aquí, comienza a entregarnos una noción de otro participante en la interacción puede raccionar con un "sí" o
lenguaje como instrumento constructor de un orden racional y con un "no" .51 El "entendimiento" significa por ello no el éxito de
universal. un consenso global, sino el acuerdo sobre el que se prueba la jus-
. Según la argumentación habermasiana, se habla de un nexo de teza de una a:finnación. 52 En relación con este punto, y sobre un
acción social no dominado por una lógica estratégica sino por una grado de abstracción completo, Habermas diferencia fundamen-
lógica comunicativa cuando el actor de la interacción no se orien- talmente tres dimensiones:
ta de acuerdo a las eventualidades de la esfera de la influencia de la
si Idem, t. r, p. 146.
soHabermas, Teorfa de la acción comunicativa, t. I, pp. 136-146. 52Jdem, t. I, véase pp.l91 y 206.
66 BLANCA SOLARES LA TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATNA 67

l. La dimensión cognitiva en la que la rectitud de una pro- Para Habermas, la distorsión consciente de niveles de acción
puesta puede ser sometida a prueba objetiva. en tanto manipulación surge de la incapacidad de la lógica racio-
2. La dimensión moral, cuya pretensión de validez se realiza nal de acuerdo a fines legítima, de actuar de manera clara en una
de acuerdo a normas establecidas. situación social dada; porque, en realidad, cuando por ejemplo un
3. La dimensión psicológica en la que la adecuación de una juez debe tomar decisiones se interesa sólo por los hechos rele-
expresión es juzgada en relación con la circunstancia interna de vantes al respecto y no más, así como una empleada de banco debe
la persona. preocuparse sólo de las funciones financieras que le correspon-
den. Habermas retoma con este tipo de ejemplos más la perspec-
En lo esencial, Habermas está convencido de fundamentar tiva de la sociología empírica que la de la filosofía analítica. Se
teóricamente la posibilidad de una "racionalidad comunicativa". trata de una especie de amable Leviatán aceitado y expedito que
Las cuestiones relativas a la manipulación, el dominio o el enga- puede atacar el engorroso problema del poder y los idola malva-
ño en los procesos de entendimiento reales se presentan en su dos, disueltos continuamente, en pos del bien general y ya sin las
teoría como "estructuras de comunicación distorsionadas". taras en las que tanto insistiera el cínico Hobbes cuando enseñó a
Ahora bien, todas las cuestiones distorsionantes en los discur- votar a los lobos.
sos políticos de escenificación estratégica que impregnan la reali- Como sea, una parte del énfasis moral de la teoría de la ac-
dad cotidiana de la opinión pública política, para Habermas, no ción comunicativa se apoya en la confianza de los partícipes, y su
constituyen elemento alguno contra la posibilidad fundamental de intuición, para distinguir entre una comunicación orientada al en-
un entendimiento racional. Pues dado que contamos intuitivamen- tendimiento y otra que no lo es. De ahí su indignación frente a la
te con un concepto de acuerdo motivado por la razón, no podemos moda intelectual de la crítica postrnodernista de la cultura, en el
identificar como tales a la manipulación y a las coacciones en sentido de que no es posible diferenciar, en las condiciones actua-
los procesos de entendimiento. les, entre entendimiento y manipulación estratégica. En realidad,
Esta diferenciación elemental, entre acción "orientada al éxito" Habermas se encuentra más cercano a la posmodernidad de lo
y "acción comunicativa", más que una simple caracterización teó- que cree al criticarla.
rico-práctica, para Habermas signa el rasgo básico de un actor La contemporánea utopía posmoderna celebra en reformula-
ilustrado. Cada actor social, supone Habermas, sabe perfectamente dos términos, por ejemplo, las viejas doctrinas del mestizaje en
bien o al menos intuye si su interlocutor se comporta en la "inter- América Latina como espectáculo maravilloso de la fragmenta-
acción" de modo "estratégico" o "comunicativo". Corresponde a ción y de los discursos polisémicos. Pero basta un poco de sensi-
los bienes de competencia de una sociedad adulta saber qué orien- bilidad frente al lenguaje de la desesperación radical de Guaman
tación de acción es adecuada a qué orden social específico. Cuan- Poma, durante el proceso de Conquista ameticano, por ejemplo,
do nos comportamos simulando un interés "comunicativo", tan para observar que no existe una mezcla y entrecruzamiento dis-
sólo como medio para la obtención de un objetivo distinto, se pro- cursivo para celebrar en la historia, sino la destrucción de una co-
duce una distorsión comunicativa. De la misma manera, cuando munidad lingüística donde cada cosa a través del vínculo sagrado
alguien finge propuestas de entendimiento queriendo en realidad del lenguaje aludía a una comunidad real. "Hay llanto, Se hace
otra cosa -vender ciertas mercancías u obligarnos a algo- se con- largo llanto. Se llora por los otros. Van con la cabeza caída. An-
vierte en fuente de malos entendidos. dan cabizbajos. Entre llantos se saludan. Se lloran unos a otros",

1
68 BLANCA SOLARES LA TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA 69

reza un testimonio de la Conquista, en la Visión de los vencidos.s3 ral observar la acción del actor en los procesos de socialización y
¿Sobre qué bases reaccionar contra la imposición? aprendizaje a los que está sometido. "El mundo de la vida son los
El discmso posmoderno como el de la racionalidad comuni- mundos de la vida de la antropología cultural". La interacción de
cativa quieren, sin embargo, ver mezcla y negociación allí donde, los agentes es el medio de reproducción del mundo sociocultural.
lo que se alza no es sino la destrucción inmanente al progreso ci- e) Es la "comprensión" de lo propio y de lo extraño que corres-
vilizatorio y su lógica abstracto-universal. Esto nos conecta con la ponde a la antropología cultural y que la lleva a cuestionarse di-
segunda intención básica de la teoría habermasiana. rectamente por sú método de conocimiento.
d) Es el lugar de interacción de los implicados.
e) Mundo de vida es lo que Hegel llama "eticidad". Habermas
B. EL CONCEPTO DE intenta reformular el concepto de eticidad de Hegel desligándolo
"SOCIEDAD EN DOS NIVELES"
de la metafísica hegeliana del Espíritu. Tratando de recuperar el
LA SEGUNDA intención metodológica de la teoría de la acción concepto de sociedad articulado en dos niveles, eticidad y siste-
comunicativa radica en el desarrollo de un concepto de sociedad ma, con que siempre había operado el análisis hegeliano marxista
en dos niveles, sistema y mundo de vida, más allá de la lucha entre de las sociedades modernas y que en su desarrollo interno se re-
bmguesía y proletariado como viejas categorías del materialismo dujo a una sola dimensión. El concepto mundo de vida sirve a
histórico. En lo fundamental es éste el tema central del "segundo in- Habermas para condenar el moralismo abstracto de Hegel a la vez
terludio". que es un aviso insistente de que toda tentativa de hacer un uso
directamente normativo de la ética del discurso habrá de resultar
vacía e ideológica.
a) MUNDO DE VIDA De todos estos rasgos, detengámonos en la noción de mundo
ESTA NOCIÓN presenta distintos significados: de vida como medio donde se desarrolla la acción comunicativa.
a) Se refiere al saber implícito o atemático, al "saber de fondo"
Para Habermas el concepto de "mundo de vida" está implicado
sobre el que se sostiene la "normalidad" de una "situación de ha- en la "acción comunicativa" y ésta en el mundo de vida. Ambos
se suponen a la vez que son distintos. Su diferencia se agudiza en
bla". Se trata del trasfondo de lo sabido y familiar sobre el que se
la medida en que se desarrolla la reproducción del mundo de
dan las sorpresas y los problemas que nos advienen como algo 0~ .
''
objetivo. Es el suelo o fundamento del saber explícito. No alude
Habermas indica que el contenido del mundo de la vida se
11 en absoluto a la noción fundamental del sistema de saber o códi-
integra por actos de habla:
go en el sentido de Roman Jakobson, sino a la noción del contexto
en sentido pragmático. l. Del componente proposicional;
b) Alude al trasfondo en el que y desde el que el agente no 2. del componente ilocucionario;
puede verse a sí mismo sino como iniciador de secuencias de ac- 3. del componente intencional.
ción. Condiciones a las que el sujeto permanece ligado a la vez que
se realiza como ajeno a ellas. Corresponde al antropólogo cultu-
Con base en estos componentes, el mundo de la vida se ar-
53 Cit. Miguel León Portilla, La visi6n de los vencidos, México, 1989, p. 36. ticula en tres esferas: cultma, sociedad y personalidad.
70 BLANCA SOLARES LA TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA 71

Habermas reconstruye estas tres dimensiones que orientan el trata de una abstracción, pues según el mismo Habermas, el mun-
mundo de la vida a partir del marco de las categorías teórico-so- do de la vida no es algo estable.
ciales derivadas del pensamiento de Parsons y las define en los Según Habermas, es necesario romper con la "idea tradicio-
siguientes términos: nal" de que las sociedades se componen de colectivos y éstos a su
vez de "sujetos" sociales. En su teoría, las sociedades no se com-
Llamo cultura al acervo de saber, en el que los partícipes en ponen de "sujetos" sino de "personalidades", "agentes" capaces
la comunicación se abastecen de interpretaciones para enten-
de lenguaje y de acción a través de un proceso de competencias
derse sobre algo en el mundo. Llamo sociedad a las orienta-
adquiridas. _
ciones legítimas a través de las cuales los participantes en la
Son estas capacidades las que condicionan al sujeto a parti-
interacción regulan su pertenencia a grupos sociales, asegu-
cipar en procesos de entendimiento en contextos específicos, así
rando con ello la solidaridad. Y por personalidad entiendo las
como a afirmar su identidad en "plexos de interacción cambian-
competencias que convierten a un sujeto en capaz de lenguaje
te".55 Más allá de los conflictos entre clases sociales, cuya intran-
y de acción, esto es, que lo capacitan para tomar parte en pro-
cesos de entendimiento y para poder afirmar en ellos su propia sigencia es, más bien, una provocación a la violencia estatal, el
identidad. 54 entendimiento (que más parece negociación) sobre cuestiones
específicas y su acuerdo resolutivo se conforman como el camino
hacia un mundo de vida cada vez más libre y racional.
El mundo de la vida socio cultural (actos de habla) se dilata
en la misma medida en que los canales tradicionales de enten-
dimiento se vuelven divergentes, inestables o simplemente dejan LA RACIONALIZACIÓN DEL "MUNDO DE VIDA"
de ser vigentes; pese a ello, el acuerdo debe ser producido nueva- Quiero que sepas cuan enojado está dios por esas maldades
mente por los actores mismos. De manera que, la mayoría .de las que has hecho de adorar a los guacas, o al sol, ... etcétera.
Porque le has quitado su honra y la has dado a las piedras
veces, la crítica de la cultura a las tradiciones que afirman la iden- y a los cerros y otras cosas que son muy viles.
tidad social es, para Habermas, una oportunidad histórica para la Tu no ves que esas cosas no hablan, ni ven, ni sienten,
ni hacen caso de lo que tu les dices ...
"racionalización del mundo de la vida".
JosÉ DE ACOSTA, Confesionario para los cvras indios
La reproducción cultural, la integración social, y la socializa-
ción establecen continuidades respecto a la identidad de grupos,
aseguran a las generaciones siguientes las capacidades globales CoN LA formulación "racionalización del mundo de vida", Haber-
de acción y posibilitan la armonización de vidas individuales en mas alude a una lógica de niveles de desarrollo de los sistemas
formas de vida colectiva. En otras palabras, renuevan los esque- socio-culturales de la orientación del mundo de vida en la que se
mas de interpretación susceptibles de consenso (o "saber válido"), permite diferenciar "fases de evolución". Esta teoría del mundo
las relaciones interpersonales legítimamente ordenadas (o "moral") de vida, basada en Piaget, quiere diferenciarse de una dinámica
1
y las capacidades de interacción (o "identidades personales"). 1 simple de desarrollo.
Lo anterior, alude a la descripción de una reproducción "sim- En términos generales, la lógica de desarrollo del mundo de la
bólica" equilibrada y no perturbada del mundo de vida. Pero se vida en la modernidad consiste en el cualitativo anibo histó1ico de

54 J. Habermas, op. cit., t. II, p. 196. 55 Ibidem.


72 BLANCA SOLARES LA TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA 73
'
la sociedad a una fase de autorreflexión. Algunas de las tendencias b) LA SOCIEDAD COMO "SISTEMA"
que teóricamente posibilitan diferenciar grados de racionalización
del mundo de la vida socio-cultural serían, por ejemplo: LA NOCIÓN de sociedad en Habermas, la modernidad capitalista,
se desarrolla en la perspectiva de un doble movimiento histórico-
-El desacoplamiento del sistema político e institucional de cultural, mundo de vida y sistema.
las visiones del mundo premodernas. La lógica del mercado y la administración estatal, sistema,
--el hecho de que la legitimidad de las instituciones políticas no tratan de acabar con el mundo de vida tradicional y obstruir la ne-
esté más asegurada a través de una visión religiosa del mun- gociación de los intereses sociales; la producción y la repartición
do sino que dependa de la aprobación y consentimiento de los de los bienes intentan resolverse por la vía de la negociación mer-
ciudadanos que han alcanzado la mayoría de edad ("mundi- cantil, del "poder" y el "dinero".
ger B ürger").
.. .el dinero y el poder pueden ahorrar en buena parte los cos-
-la igualdad de los miembros de la sociedad; pues, en oposi-
tos que entraña el disentimiento, porque desligan la coordi-
ción a las sociedades premodernas no existe ningún impedi-
nación de la acción de la formación lingüística de un consen-
mento "racional" para excluir a ningún individuo de su calidad
so, neutralizándola frente a la alternativa acuerdo/falta de
de miembro social.
entendimiento. 56
-el fenómeno de que, a diferencia de las sociedades premo-
dernas, la vitalidad de las tradiciones intelectuales y culturales
hoy no se mantienen a través de una subyugación autoritmia Habermas pretende no ser ingenuo en relación con la violencia
constitutiva del poder que obstruye su utopía comunicativa.
sino a través de su apropiación reflexiva. Según esto, sólo se
"Poder" y "dinero" son en la sociedad burguesa medios que
mantienen vivas las tradiciones que han pasado "por el ojo
se complementan uno con el otro. El Estado organiza los rendi-
de la aguja" de la subjetividad crítica.
mientos y las actividades públicas que escapan al sistema de mer-
cado. Pero a la vez, lo que da al Estado un fundamento de acción
En relación con la concepción de un mundo de vida racionali- institucional es la adquisición de impuestos y la recaudación fis-
zado, no puede negarse que la lógica de la Conquista en América cal. De esta manera presenta el mercado y la administración
era ya, al menos en su intención, muy semejante a la de la teoría de pública como imperativos sistémicos del desarrollo. 57
la acción comunicativa. La suplantación de una experiencia mi- Habermas describe también los fenómenos de enajenación
mética entre hombres y cosas por una racionalidad subjetiva, que pero, no en general, sino los que se presentan en el Estado de
significa una radical ruptura entre hombre y naturaleza, se esboza bienestm· social altamente burocratizado y jurídicamente contro-
ya en este discurso que, como los modernos colonizadores, ase- lado. En este sentido alude al hecho histórico de una sociedad
gura que "las cosas no hablan". La relación mágica y espiritual de sistémicamente integrada, es decir, al desarrollo global del mer-
la naturaleza se liga con lo supersticioso; lo que era semejante y lo cado capitalista, del trabajo y de los bienes de producción a pmi:ir
que poseía una intrínseca fuerza espiritual adquiere la dimensión de los cuales cobran existencia el Estado social y la burocracia
negativa de lo pecaminoso y diabólico. Se apela a una separación o político-económica intervencionista.
' i
principio de abstracción entre sujeto y objeto para instaurar in-
56 Habermas, op. cit., t. u, p. 376.
mediatamente la vigencia de un mundo de vida racional. 57 Véase idem, t. n, pp. 473-474.
74 BLANCA SOLARES LA TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATNA 75

Los conceptos de "sistema" y "mundo de vida" no se enfren- mundo de vida por el sistema económico burocrático, que tiende
tan simplemente uno frente al otro, sino que responden ambos a a obstruir el acuerdo racional, telas de un entendimiento no coer-
niveles de desarrollo en constelaciones sociales específicas. De citivo inherente a la razól) por la vía de un lenguaje abstracto, al
acuerdo a Max Weber, el desarrollo de las condiciones de la eco- margen del cuerpo, las ilusiones, etcétera.
nonúa capitalista supone que el mundo capitalista desarrollado se
emancipe a largo plazo de los segmentos culturales elementales
C. LA FUNDACIÓN DE UNA TEORÍA
asentados en la tradición.
DE LA MODERNIDAD:
En Habermas, el medio dinero devenido autónomo, la lógica
LA "COLONIZACIÓN DEL MUNDO
de la acumulación y la racionalidad burocrática no pueden sepa-
DE VIDA POR EL SISTEMA"
rarse del mundo de la vida y constituyen ámbitos desde los cuales
los actores van integrándose también a un mundo racional en ten- LA TERCERA intención hacia la que se mienta el texto de Habermas
sión. Habermas identifica el inicio de las sociedades modernas es una teoría de la modernidad bajo la cual intenta explicar las pa-
con el desacoplamiento entre "sistema" y "mundo de vida". tologías de la sociedad actual -burocratización, ineficacia, malos
Las edades por las que atraviesa el desarrollo de las relaciones manejos de recursos, etcétera. Esta tercera problemática, sin em-
"sistema" y "mundo de vida", a grandes rasgos, podría quedar bargo, no se desarrolla como tema central en un tercer interludio.
simplificado de la siguiente manera: Para entender adecuadamente el contenido de la modernidad
a) En las sociedades tradicionales la reproducción, o sea, el o mejor dicho su crisis, es importante retomar la metáfora "colo-
conjunto de capacidades para asegurar la existencia -se en- nización del mundo de vida por el sistema", siempre que obser-
cuentran aún completamente vinculadas al ámbito del mundo vemos que no se trata de un mundo de vida precapitalista sino del
de la vida cultural. mismo mundo de vida occidental que impuso la colonización de to-
b) Sólo en el tránsito a las sociedades modernas -cuyo proceso dos los territorios ajenos a la racionalidad eurocéntrica y que aho-
de surgimiento histórico abarca de la Reforma a la industriali- ra, como en el Frankenstein de Mary Shelly, resulta ser él mismo
zación- las estructuras sistémicas se desprenden del mundo objeto de colonización del sistema al que dio vida.
de la vida. En la construcción de su teoría de la modernidad, Habermas
e) Sólo en la modernidad tardía puede propiamente hablarse intenta una caractedzación de las crisis en el capitalismo tardío,
de una "racionalidad sistémica" que entra en relación de con- dejándose guiar por las tesis de Claus Offe, expuestas vi ente años
flicto con la "racionalidad del mundo de la vida". antes en su libro Problemas estructurales del capitalismo de Estado. 58
Dicho de manera breve, Offe plantea ahí que en las econonúas
El conjunto de las tesis hasta aquí planteadas, nos dan cuenta altamente desarrolladas, el Estado liberal se transforma en un Es-
ahora de un análisis de la sociedad que tal parece retroceder en re- tado intervencionista que cumple funciones compensatorias res-
lación con el punto al que había llegado la Teoría Crítica. Si para pecto a las imperfecciones de la econonúa de mercado.
esta última vertiente son los instintos y su estructura momentos de En la medida en que el capitalismo es incapaz de resolver los
un análisis de la sociedad que no pueden más pasar inadvertidos, problemas que él mismo suscita -en una primera instancia- el
Habermas vuelve a circunscribir su investigación, básicamente, a
un problema político-económico, el peligro de la colonización del ssc. Offe, Stn1ktwprobleme des Kapitalistischen Staates, Frankfurt, 1972.
76 BLANCA SOLARES LA TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA 77

Estado social en econonúas altamente desan·olladas se expande y Es en este sentido que Habermas pretende esbozar una crítica
abre una lógica compensatoria de los efectos negativos que acom- de los sistemas políticos imperantes irrespetuosos de la voluntad
pañan el funcionamiento progresivo del capital. general. Si nos atenemos a los principios de las constituciones de-
Habermas, por su parte, subraya que este desarrollo responde mocráticas de los EstadOs, dice Habermas, las sociedades moder-
a una lógica de valor de uso y a una opinión pública colectiva nas sostienen el p1imado del mundo de la vida.
dentro de un sistema de producción que se asienta en el mercado, Pero, desde la dinámica capitalista, propia del sistema econó-
la propiedad privada y el valor de cambio. Así pues, en la medida mico, ésta sólo puede preservarse "en la medida en que el proce-
de lo posible, las crisis pueden aplazarse. Sus causas pueden reo- so de producción quede desacoplado de orientaciones hacia «valores
rientarse en la política y ser absorbidas en la administración. En de US0»". 5°
el sistema político-administrativo las crisis toman la forma, por Offe expresa la tensión entre capitalismo y democracia, desde
ejemplo, del conflicto entre una ampliación del crédito estatal y la la perspectiva de dos principios contrados de integración social,
1
"desregularización" de las empresas estatales. en los siguientes términos:
De acuerdo con estos hechos, Habermas constata que la crisis
,'i Lo que distingue a las sociedades capitalistas de todas las de-
1

estructural del capitalismo desarrollado consiste en la tensión en-


tre dos formas irreconciliables de integración social, esto es entre más no es el problema de su reproducción, es decir, el proble-
los principios del "mundo de la vida" y los del "sistema". En tanto ma de compatibilizar integración social e integración sistémi-
Estado social de democracia de masas, el capitalismo tardío se ve ca, sino el hecho de abordar este problema fundamentalmente
obligado al reordenamiento de su reproducción material de acuerdo de todas las sociedades de un modo que las compromete si-
con la conformación de la voluntad pública que se articula me- multáneamente con dos vías de solución que lógicamente se
diante los imperativos del mundo de la vida. Pero en tanto sistema excluyen entre sí: con la diferenciación y pdvatización de la
capitalista como tal, no puede renunciar a las necesidades funcio- producción y con su socialización y politización. Estas dos
nales que la reproducción sistémica impone. estrategias se entrecruzan y se paralizan mutuamente. Como
consecuencia de ello, el sistema se ve permanentemente con-
Y en las condiciones de un mtmdo de la vida racionalizado, con frontado con el dilema de tener que abstraer y, sin embargo, no
actores altamente individuados, con normas positivas de ca- poder prescindir de las regulaciones normativas de la acción
rácter abstracto y necesidades de justificación, y con tradicio- y de las referencias de sentido de los sujetos. 61
nes cuya autoridad se ve sometida a reflexión crítica y rota
por ella, y que quedan por tanto, comunicativamente fluidifi-
cadas, en principio sólo pueden generar ya legitimidad los Habermas subraya, como antes lo hicieran Marcuse y Offe,
procesos democráticos de formación de voluntad política." que los potenciales de protesta en el Estado de bienestar social
Pero, "entre capitalismo y democracia se entabla ... una indi- del capitalismo se encuentran fuera del ámbito de la producción.
soluble relación de tensión, pues con el capitalismo y la de- Los conflictos sociales siguen estando en referencia a la lógica del
mocracia compiten por la primacía dos principios opuestos capitalismo de Estado establecido y el desarrollo económico si-
de integración social". 59 gue caractedzándose a partir de la valodzación pdvada de capital

60Jbidem.
59 Habermas, op. cit., t. rr, p. 487.
61Cit. Offe, en Habermas op. cit., t. JI, p. 488.
• ·~ '"l

BLANCA SOLARES LA TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA 79


78

y la socialización de la producción, pero el antagonismo de clases ha No obstante, esta pacificación del conflicto de clases, a con-
sido desplazado. dición de que no decaiga el proceso de acumulación protegido por
A la ortodoxia marxista -dice Habermas-le resulta difícil dar las intervenciones del Estado benefactor y bajo los riesgos de la
una explicación plausible de los beneficios del intervencionismo democracia, no debe interpretarse como resultado de un compro-
estatal, de la democracia de masas y del Estado benefactor frente miso con las clases sociales. Habermas alude con esto a un proce-
a la "pacificación" del conflicto de clases y de los éxitos del refor- so radicalmente distinto que de alguna manera configura más
mismo en los países europeos. No obstante -constata con suma específicamente su concepción de la modernidad como proyecto
confianza- es este modelo el que opera desde la Segunda Guerra político-social inconcluso.
Mundial bajo el signo de desarrollo de un programa socialdemó- El desplazamiento del antagonismo de clases acontece a tra-
crata en sentido lato. vés de una actuación peculiar del Estado. Cuanto más logre este
amortiguar el conflicto de clases, tanta más primacía toman los
En los países occidentales, el reformismo basado en el instru- problemas que no se ubican específicamente en ese nivel. En el
mental de la política económica keynesiana, lo mismo bajo marco de un mundo social "postradicional", dice Habermas, las
los gobiernos socialdemócratas que bajo los gobiernos con- diferencias sociales se hacen soportables a través de un aumento
servadores, ha elevado a programa ese desarrollo, cosechando continuo del nivel de vida del trabajador. Esto acontece, insiste,
con él, desde 1945 ... ineludibles éxitos en lo económico y en hasta el punto en el que el papel del trabajador pierde sus rasgos
lo político-social. 62 más initantes:

En ánimo optimista, Habermas observa que la instituciona- Con la protección de la esfera privada contra las consecuencias
lización jurídica del conflicto en tomo a la fijación de salarios y más llamativas de los imperativos sistémicos que operan en el
condiciones de empleo se conviette, por lo tanto, en los países avan- mundo del trabajo, los conflictos en torno a la distribución
zados, en la base de una política reformista que lleva hacia una han perdido su fuerza explosiva; sólo en casos dramáticos y
pacificación del conflicto de clases en términos del Estado social. excepcionales desbordan el marco institucional de las discu-
El Estado adopta a través de una legislación laboral y social el siones en tomo a las subidas de salario para convertirse en un
compromiso de cubrir los riesgos básicos de la existencia de los tema explosivo. 63
asalariados y de los sectores estructuralmente más débiles del
mercado (inquilinos, consumidores, etcétera). Esta política se ve Al final, y al margen del empobrecimiento y la miseria que
siempre confrontada con el dilema de tener que absorber los efec- invade la realidad física y natural del Tercer Mundo como resul-
tos disfuncionales de un crecimiento económico regido por la tado de la ordenación del Estado social bajo las condiciones de
acumulación de capital y la no alteración de la organización, de legitimación que impone la democracia de masas en los países
la estructura y de los mecanismos que dan impulso a la produc- de un Primer Mundo desarrollado, la modernidad abre la raciona-
ción económica. Pero, en general, el Estado social pÚede incluso lidad comunicativa para la discusión y solución de cualquier con-
corregir aspectos negativos del desarrollo social tales como la flicto, incluido el de la lucha entre trabajo y capital. El análisis de
planificación de las ciudades o los daños al medio ambiente.
63 Habermas, op. cit., p. 494, t. rr, cursivas de la autora.
62J. Habermas, op. cit., t. rr, p. 492.

'-------~~--~--- -----
80 BLANCA SOLARES

esta nueva situación forma parte de las "tareas de una teoría crítica CAPíTULO VI
de la sociedad", dice Habermas, lo que, sin embargo, sólo podría
hacerse con recursos teóricos distintos a los de la tradición webe- La comunidad ideal:
riana.
Así, mientras para la teoría crítica, la política no es sino la
lenguaje, modernidad, democracia
perversión de un interés general falso y el juego democrático un y espacio público-político
engaño basado en la manipulación cada vez más eficaz y directa
de la estructura instintiva potenciada por los mass media, Haber-
mas observa este proceso como una lucha aún inconclusa entre
mundo de vida y sistema.
En las circunstancias actuales, para Marcuse, la tarea de la fi-
losofía es un esfuerzo teórico a fin de que, realmente, cualquiera
D ESDE un perspectiva política, la visión de Habermas de la
modernidad puede asociarse con una teoría de la demo-
cracia. Pero para comprender este punto es necesario advertir dos
tenga en claro qué sucede con el interés general. No hay salidas momentos que en su pensamiento se refuerzan mutuamente:
políticas -era el recuento de la experiencia del discurso crítico de
la razón luego de los desastres democráticos del nacionalsocia- a) La renuncia decisiva a los conceptos de la filosofía del su-
lismo- sin una subversión de la realidad que no implique la trans- jeto, y
formación de la estructura vital de la personalidad individual, una b) el alejamiento de una crítica radical de la teoría de sis-
revolución profunda de las relaciones con la naturaleza, de los temas, a la vez que la integración parcial de sus supuestos
sexos entre sí y de nuestro sistema de neGesidades y una modifi- básicos.
cación de la estructura instintiva cada vez más al servicio de la
energía erótica, hasta que las relaciones humanas entre los hom- Según el concepto de "sociedad en dos niveles", en el "mun-
bres y con la naturaleza se abran a la satisfacción y al goce. do de vida" surgen y se renuevan los nexos de acción social a tra-
Para Habermas, en contraste, los problemas de la moderni- vés de la capacidad del entendimiento. En el "sistema", de manera
dad, limitados a lo político-económico, más allá de lo individual, opuesta, los nexos de acción social se constituyen a expensas de
no tienen como premisa sino una solución democrática discursi- los actores.
va-racional, pues sólo la formación de una voluntad política en la El problema central de la modernidad no es, por lo tanto, la
que lo necesario se haga dependiente de las decisiones derivadas de relación entre hombre y naturaleza, sino cómo proteger la integri-
una voluntad común y constituida sin coerción -es decir inexis- dad del "mundo de la vida" de las tendencias expansionistas del
tente- haría posible reencauzar la Ilustración potenciadamente. "sistema". Es en este contexto que los conceptos de "democracia"
y "opinión pública política" cobran significación.
1
La democracia no es para Habermas un proyecto utópico de
acabar con el yugo impuesto por la racionalidad del sistema so-
bre los imperativos culturales del mundo de la vida, sino un cerco
de seguridad entre "sistema" y "mundo de la vida" asociado al fe-
1'
nómeno de la "opinión pública".
[81]

~: '

~~--------------------,
82 BLANCA SOLARES LA COMUNIDAD IDEAL 83

El concepto de "opinión pública" se deriva de la crítica a las Pero para Habermas la constitución de la socialidad está me-
teorías del "macro-sujeto social", la "clase", el "pueblo", o la "es- . diada lingüísticamente, y los participantes en la interacción no
pecie humana" en general. Habermas sustituye estos conceptos se mueven o ejecutan actos de habla coordinadores sin suponer
de la filosofía de la conciencia de la tradición del idealismo ale- un mundo de vida intersubjetivamente compartido. Por el contra-
mán y del marxismo, por la "opinión pública intersubjetiva" y el rio: "Todo el mundo de la vida constituye para aquellos que en
"proceso de formación de la voluntad política". Rechaza así, por primera persona del singular o del plural actúan orientándose a
un lado, la idea de un sujeto en el que puedan depositarse las aspi- entenderse, una totalidad de plexos de sentido y de plexos de remi-
raciones globales de la sociedad (feminismo, ecologismo, pacifis- siones, que representa el punto cero en el sistema de coordenadas
mo, etcétera.) y, por otro, intenta diferenciarse formalmente de la del tiempo histórico, del espacio social y del campo semántico". 66
teoría de sistemas de Luhmann. Cuando los diversos mundos de la vida chocan ente sí no se
Los procesos de opinión pública y de formación de una vo- yuxtaponen ajenos y sin entenderse uno con otro, se aplican a la-
luntad colectiva son para Habermas "intersubjetividades de orden brar sus propias diferencias hasta que los horizontes del enten-
superior" a partir de las cuales, vuelve a tener sentido hablar de dimiento "se funden" entre sí. La noción de mundo de vida de
una "actuación de la sociedad sobre sí misma". Habermas se basa en la conciencia cotidiana de que existen for-
Por el contario Luhmann reprueba la idea, en cualquiera de mas de discusión, temas, y puntos centrales que permiten llegar a
sus variantes, de una "opinión pública, moral, uniforme o política- un acuerdo social. No es por lo tanto necesaria la existencia de un
mente integrada". Para la teoría de sistemas una "actuación de la centro estable de autorreflexión de la sociedad en su conjunto.
sociedad sobre sí misma" exigiría, por un lado, un centro reflexivo Por el contrario, las identidades colectivas están sometidas a una
"en donde la sociedad en un proceso de autoentendimiento, de- oscilación y flujo de interpretaciones, que más que a un centro in-
sarrolle un saber acerca de sí mis111a, y, por el otro, un sistema eje- móvil de autorreflexión se asemejan a una "red frágil" de autoen-
cutivo que como subsistema, pueda obrar representando al todo y tendimiento.
actuar sobre él". 64 Luhmann afirma que las sociedades no tienen Esta red son los espacios públicos, locales y suprarregionales,
centro y sostiene la existencia de subsistemas funcionales: el eco- literarios, científicos, políticos, los partidos y las asociaciones:
nómico, el político, el educativo. Para la teoría de sistemas: "Es-
En estos espacios públicos se institucionalizan procesos de
tas mónadas sistémicas que sustituyen por plexos funcionales a
formación de la opinión o de formación de una voluntad co-
las relaciones intersubjetivas ... se hallan entre sí simétricamente,
mún, que por especializados que sean, tienden a difundirse e
y sin que su precario equilibrio pueda ser ya regulado en términos
interpretarse. Los límites son permeables; cada espacio público
de sociedad global". 65 Las sociedades modernas, subraya Luh-
está también abierto hacia los demás. Deben sus estructuras
mann, no disponen de una instancia central de regulación. Lo que
discursivas a una tendencia universalista apenas disimulada.
hay son subsistemas parciales y es en relación con la función
Todos los espacios públicos parciales remiten a un espacio
específica que cada uno cumple que puede desaiTollarse algo así
público global en el que la sociedad en su conjunto desarrolla
como una autorreflexión.
un saber acerca de sí misma. La ilustración europea elaboró
64 J. Habermas, El discurso filos6fico de la Modemidad, p. 422.
65 Idem, pp. 422-423. 66 Idem, p. 424.
84 BLANCA SOLARES LA COMUNIDAD IDEAL 85

esta experiencia y la incluyó entre sus fórmulas programá- En vez de eso, de lo que se trata es de construir umbrales pro-
ticas.67 tectores en el intercambio entre sistema y mundo de la vida y
de introducir sensores en el intercambio entre el mundo de la
vida y el sistema. En todo caso problemas de deslinde de este
La "conciencia pública" como "opinión pública" no tiene nada tipo se plantean en cuanto un mundo de la vida profundamen-
en común con la autoconciencia de un sujeto colectivo monopo- te racionalizado ha de ser protegido contra los insoportables
lizador de la representación de las aspiraciones sociales, como el imperativos del sistema de ocupaciones o contra las penetran-
proletariado. Lo que existe es un saber autorreflexivo de la so- tes secuelas de una planificación administrativa de la existen-
ciedad en su conjunto que se constituye en un espacio público cia ... sería menester que impulsos provenientes del mundo
político inestable. El ámbito de la opinión pública, para Haber- de la vida penetrasen en la autorregulación de los sistemas
mas, depende y es producto de la capacidad de los ciudadanos de funcionales. 69
discutir y argumentar.
El papel que Habermas otorga ahora al fenómeno de la "opi-
Para Habermas de lo que se trata es pues, no de coartar cada
nión pública" en el Estado de bienestar social altamente desarrolla-
función del sistema bajo los imperativos del mundo de la vida, sino
do subraya también su contraparte, una instancia de regulación y de que la instancia de entendimiento del mundo de la vida penetre
control, burocratización, normalización represiva y jmidificación. en el sistema de funciones del Estado y del mercado. Esta instancia
Para la conciencia del ciudadano deviene clara la tensión en- de la conducción social, orientada de acuerdo con el entendimien-
tre "problemas de regulación sistémica" y "problemas de entendi- to, no es otra sino la "opinión pública política".
miento". De ahí que para Habermas, el conflicto de clases pueda Habermas está convencido de que los procesos de formación
ser colocado teóricamente en un segundo plano, porque lo que de la voluntad y de la opinión colectiva nunca están completamen-
importa es diferenciar entre desequilibtios sistémicos y sus efec- te sometidos a la manipulación de las élites. El resultado de una
tos patológicos en el mundo de la vida, entre perturbaciones de la campaña electoral, según su particular experiencia, es el resultado
reproducción material y sus efectos en las deficiencias de la re- mixto de actos de conducción "sistémica" de la opinión pública y
producción comunicativa. de conformación de la voluntad del "mundo de la vida" de perso-
La especificidad de esta problemática se deriva de la coloniza- nas privadas adultas (mündiger Privatleute).
ción del Estado social por los imperativos del sistema. La opinión pública no es un ámbito regido sólo por la comu-
El resultado de este proceso de desencanto del Estado social nicación de masas y la propaganda comercial sino un espacio de
es una nueva conciencia a través de la cual, su proyecto "se dirige confrontación y de formación de la voluntad autónoma.
a domesticar no solamente la economía capitalista sino también al Si la teoría de la acción comunicativa tuviera un horizonte
propio Estado". 68 utópico éste sería: la constitución de espacios públicos autónomos
El problema ahora, para Habermas, no es encontrar un ele- generados no por el sistema político ni con el fin de garantizar su
mento que resuelva la dinámica de enajenación que el capitalismo legitimación sino, más bien, centros de comunicación que surgen
social en su aplicación ha revertido sobre sí mismo. espontáneamente en microámbitos de la práctica cotidiana y que
se consolidan como "intersubjetividades de orden superior", en la
67 Idem, p. 425.
68 Idem, p. 428. 69 Jdem, p. 429.
86 BLANCA SOLARES LA COMUNIDAD IDEAL 87

medida en que utilizan el potencial que el mundo de la vida posee El proyecto colectivo de la modernidad, dice, no depende, sin
para el uso autoorganizado de los medios de comunicación. Lo · embargo, del entendimiento tradicional sino del desarrollo de una
que sólo puede ocurrir si los espacios públicos autoorganizados identidad colectiva, sólo posible en tanto desarrollo del contenido
son capaces de "una inteligente combinación de poder y perspi- normativo de la modernidad -universalismo, subjetivismo, fali-
caz autolimitación". 70 Si tratan de no asemejarse a un sistema for- bilismo: "En la conciencia de las oportunidades igualitarias y
mal ni de convertirse en una organización de masas en la que no generales de los partícipes de un proceso de comunicación dentro
pudieran ser discutidos las expectativas de los ciudadanos. del cual la conformación de su identidad se realiza como proceso de
Estos microámbitos de comunicación intersubjetiva o falans- aprendizaje continuo."71 Aprendizaje de la ciencia, de la libertad
terios parlantes de nuevo tipo operarían a manera de catalizadores y la independencia, podemos decir, proclamadas como principios
o lubricantes de las trabazones sistémicas de la mecánica social, de una tradición pretendidamente universal y ajena a la propia
siempre perfectible sin necesidad de modificar un ápice las rela- realidad social de mundos de vida específicos a fin de que puedan
ciones fundamentales de su punto de partida. ser reformulados en el proyecto globalizador de la conciencia
Para Habermas los espacios públicos autónomos sólo pueden ilustrada.
extraer su fuerza de los recursos del mundo de la vida "profunda-
mente racionalizados". Esta racionalización del mundo de la vida
se refiere:

a) A la cultura, como potencial de interpretación del mundo e


interpretaciones proporcionadas por la ciencia y la filosofía;
b) al potencial de la ilustración de las ideas jurídicas y morales
universales;
e) a los contenidos radicales de la experiencia de la moderni-
dad estética.

En relación con este contenido utópico valdría la pena subrayar


que Habermas reconoce en los movimientos sociales "rasgos de
evolución cultural", pero advierte también en los mismos una
debilidad estructural: en la medida en que su identidad permanece
siempre ligada al particularismo de una forma de vida concreta,
paradójicamente, ellos mismos socavan su fuerza subversiva. De
ahí que -vuelve a insistir- sólo una "red adensada" de opinión
pública autónoma, esté en posibilidad de sostener y asegurar una
"nueva identidad colectiva postradicional".
70 Idem, p. 430. 71 Cit. Habermas, en H. Dubiel, Kritische Theorie der Gesellschaft, p. 121.
CAPíTULO VII

Mass media:
¿conformadores de opinión pública
o dispositivos de un cambio radical
de civilización?

U N ASPECTO decisivo que no puede dejar de observarse en la


pragmática evolutiva de la teoría de Habermas, se puede
decir que es su "iconoclasicismo", especialmente claro en su de-
fensa de los medios de comunicación de masas como posibilidad
de conformar una opinión pública defensora de la democracia.
Habermas distingue entre formas generalizadas de comunica-
ción y "medios de control sistémico", las primeras no sustituyen el
entendimiento lingüístico, sino que simplemente lo condensan
permaneciendo ligadas al mundo de la vida:

Los medios de comunicación de masas pertenecen a estas


formas generalizadas de comunicación. Liberan a los proce-
sos de comunicación de la provincialidad que suponen los
contextos limitados en el espacio y en el tiempo y ?acen sur-
gir espacios de opinión pública ... 72

La visión de Habermas de los mass media se muestra así, por


completo opuesta a la teoría de la cultura de masas de Adomo. La
fotografía, el cine y los divesos medios de reproducción iconográ-
fica no son vistos como promotores potenciales de la amenazante
industria cultural de masas, sino como posibilidad de conformar
una voluntad político-social. Ahora bien, para aclarar el iconocla-
sicismo de Habermas, vale la pena recordar que en la historia
occidental se pueden reconocer varias formas de iconoclastia:

n Habermas, op. cit., p. 552, t. n.


[89]
90 BLANCA SOLARES MASSMEDIA 91

a) La de Bizancio, que es una exigencia reformadora de "pure- La iconoclastia por exceso descuida el significado del símbo-
za" del símbolo contra el realismo demasiado antropomórfico lo para adherirse solamente a la epidermis del significante.
del humanismo cristológico de San German de Constantinopla Cuando los íconos son secularizados y reemplazados por la
y después de Teodoro Studita; alegoría, se esfuma una espiritualidad concreta. En el apogeo del
b) y la iconoclastia por exceso, con intenciones opuestas a los poder papal, después del Concilio de Trento, el arte occidental es
concilios bizantinos. esencialmente alegórico.

La primera forma de iconoclastia fue un "simple accidente" El arte católico romano es dictado por la formulación concep-
en la ortodoxia; la segunda, por exceso o evaporización del senti- tual de un dogma. No conduce a una iluminaión; se limita a
do, "fue el rasgo constitutivo y sin cesar agravado de la cultura ilustrar las verdades de la fe, dogmáticamente definidas. El
occidental", a la que la teoría de Habermas se enlaza. arte cristiano se identifica con el bizantino y el románico (que
Paralelamente al triunfo de Descartes en la filosofía, en la son artes del ícono y del símbolo); al gran arte católico que sos-
sociedad europea de esos años, el papel cultural de la imagen pin- tiene la sensibilidad estética de Occidente se le identifica con
tada es minimizada "en un universo donde se impone todos los el realismo y la ornamentalística gótica y barroca. El pintor
días la potencia pragmática del signo". Pascal proclama su des- del "triunfo de la Iglesia" es Rubens y no Andrei Roublev, ni
precio por la pintura, iniciando el menosprecio social en el que siquiera Rembrandt. 74
Occidente mantendrá al artista. El artista, como el ícono, ya no
tiene lugar en una sociedad que poco a poco ha eliminado la fun- He citado aG. Durand porque sus investigaciones nos sirven
ción esencial de la imagen simbólica. En los siglos xvrr y xvrn, el de puente para la comprensión de una modernidad, fundamental-
ícono se reduce a la función de decorado. mente caracterizada por la anarquía turbulenta de imágenes. El
exceso iconográfico y su desvalorización no revelan hoy nada ni
Y ni siquiera en sus rebeliones románticas e impresionistas conducen a una meditación trascendente en conexión con un mis-
contra esta situación desvalorizada, han recuperado la imagen terio; todo lo contrario, es el triunfo del dogma sublimado en men-
y el artista, en los tiempos modernos, la potencia de significa-
saje racional. En los mass media modernos, las imágenes apare-
ción plena que tuvieron en las sociedades iconolófilas, en el Bi-
cen turbulentas y vengativas.
zancio macedónico así como en la China de la dinastía Song. 73
Arquímedes, el célebre geómetra griego, decía que movería
el mundo con una palanca, en ese sentido Paul Vililio, crítico de
A partir del siglo XIII, las artes y la conciencia ya no ambicio- la industria mediática, trata de elucidar el sentido de la mutación
nan conducir a un sentido, sino "copiar la naturaleza". El concep- del "espacio público" en "imagen pública" de manera muy distin-
tualismo gótico quiere ser una calca realista de las cosas tal y ta a Habermas. Dice~
como son. La imagen pintada, esculpida o pensada, "se desfigura"
y reemplaza el sentido de la belleza y la invocación al Ser por el Póngase usted solo delante de la televisión. Reflexione un
manierismo de lo bonito y el expresionismo de lo espantosamente instante. Y lo entenderá todo. Toda la irrealidad de un pre-
feo. sente mediatizado y moviéndose a tal velocidad que nada más
14 Idem, p. 45.
73Qi!bert Durand, La imaginación simbólica, p. 30.
92 BLANCA SOLARES MASSMEDIA 93

surge deja de existir, reduciendo lo real a un fenómeno vacío sea computado, trasformado en mensaje, inscrito en números
e irrepresentable. 1s y traducido en canales . .. A partir de Auschwitz e Hiroshima
hemos entrado en un periodo de regresión histórica. Lo que
Para este filósofo radical y de formación múltiple, físico y ocurre en Yugoslavia es digno del siglo XV, guerras privadas
urbanista a la vez, vivimos la época de la "industrialización de la entre señores feudales de la guerra ...
mentira". La tecnocracia, los artefactos militares o domésticos emi- La televisión simula un deseo que ella se encarga de colmar.
sores de imágenes y la publicidad son las tres cabezas del mons- Y de esta forma crea muertos vivos. Un devenir zombi. La
truo de la cultura moderna. Al contrario de Habermas, su crítica cuestión de la televisión está en el corazón de la democracia.
señala obstinadamente el peligro para la libertad individual y de- Vemos redefinirse la política a partir de su relación con las
mocrática del individuo si éste no deja de someterse pasivamente imágenes, y no ya en función del escrito, la constitución de
al poder ciego de la pantalla. un discurso o un programa político." 76
Vililio acepta que su teoría respecto a una sociedad tenebrosa
y que miente parte de un traumatismo. Tiene 62 años y descubrió . La imagen televisiva lleva consigo la posibilidad de seducir sin
la vida durante la Segunda Guerra Mundial, entre bombardeos, ningún razonamiento coherente, es indepediente de todo progra-
detenciones y máquinas de destrucción. La ciudad, la guerra y la ma político, se obtiene por un fenómeno de sideración emocional
técnica son para él aspectos indisolubles en su reflexión. La ex- que se apoya en la periferia de sensaciones capaces de remplazar
plosión teledhigida, el hecho de no ver quién te mata, la velocidad la opinión por un impacto publicitario convertido en espacio pú-
de la aniquilación son expresiones de un siglo en regresión. Desde blico.
la Segunda Guerra Mundial, observa, vivimos un periodo descen-
dente y regresivo que se acompaña de un desarrollo de las técni- Estamos ante la amenaza de desapru.ición de discurso, del fin
cas ascendentes. Los mass media antes que conformadores de una de la crítica, es decir, de una opinión o un razonamiento fun-
opinión pública autónoma son dispositivos mecánicos ordenado- dado en el lenguaje, en la escritura y compartido. El proble-
res de la vida automatizada, guiada por la aceleración, el confort, ma estriba en que a una imagen no se le puede combatir con
lo accidental e imprevisto, el descarrilamiento, el estrellamiento, la otra imagen. Éstas tienen su autonomía. Un imagen es una
electrocución. imagen y a veces mucho más de la cosa de la cual ella es ima-
gen (Valéry). Un poder que se basa en una memoria colectiva
... la imagen o mejor dicho la pantalla, es hoy día omnipre- de la imagen puede llegar a ser algo monstruoso. 77
sente, junto a las telecomunicaciones, las transmisiones, los
sistemas informáticos, prefiguran y ordenan una percepción El poder de la imagen es inmemorial. No podemos olvidar algo
espacial del tiempo falsa. Cualquier acontecimiento se con- que no ha ocurrido pero que nos muestra la imagen televisiva. La
vierte en el doble transfigurado de el mismo. En realidad, poco evidencia se vuelve entonces lo más peligroso. De la estética de
importa que algo haya ocurrido efectivamente con tal de que la aparición hemos pasado a la estética de la desaparición.
75Paul Virilio, "La industrialización de la mentira". Entrevista de O. Muñoz con P. 16 /bidem.
Virilio en Babelia Revista de cultura de El Pafs, España, 12 de noviembre de 1994. 77 lbidem.
1

1
BLANCA SOLARES
94

Las obras antiguas aparecían en la tela o en la escultura. El CAPÍTULO VID


bloque se decantaba y luego se fijaba en un soporte. A partir
de la secuencia imagen, las cosas van a inscribirse únicamen- Metafísica del consenso: racionalidad
te en el soporte de la conciencia. Los objetos por su excesiva y lenguaje en la teoría
presencia, al estar en constante y vertiginoso movimiento, d~­
de la sociedad de Habermas
saparecen. Antes existían por su perennidad. La va~~~ard1a
del olvido va a la par con una estética de la desapancwn. La
naturaleza de la verdad es relativa a la cultura de su interpre-
tación. El lenguaje ha servido y sirve como intermediario de la
memoria. A partir del momento en que nuestra sociedad pri-
vilegia la imagen asistimos a un cambio radical de civilización. L A TEORÍA de la acción comunicativa corre paralela al curso
del lagos civilizatmio. Sin prestar mayor atención a los focos
de conflictividad lingüística a lo largo de la historia, ya en el ori-
Una emisión puede anticipar actos criminales, desatar guerras gen de la propia constitución del mundo moderno, la teoría del
civiles, proclamaciones, llamamientos a la venganza. La perversión lenguaje como acción racional argumenta a favor del consenso, a
de los mensajes puede devenir frecuente. veces, casi hasta señalar como un acto temerario o retr·ógrada el
reconsiderar el camino seguido por la civilización actual.
La serialidad informática y el impacto de la televisión son a la La coordinación de las acciones sociales, los juicios normati-
conciencia individual aquello que la serialidad industrial ha vos de nuestras acciones, la justificación verdadera o falsa de toda
sido a la producción, pero esta vez no ya concerniente a un expresión subjetiva, etcétera ... se guían -sostiene Habern1as- por
objeto, sino a la percepción sensible codificada y reproducida la acción comunicativa, piedra anular de su teoría convertida ya
por millones. La Guerra del Golfo no fue una batalla de gene- en maleable núcleo de energía directamente socializada y racio-
rales, sino de material y de propaganda. nalmente incrementable.
A diferencia del marxismo clásico, Habermas considera que la
"comunicación" específicamente social no se realiza a través de
De manera monstruosa podemos observar cómo los progre-
la producción consciente de bienes que satisfacen las necesidades
sos de la industria comienzan a dirigir la política o el arte. ·vitales, sino específicamente a través de la utilización del lengua-
La fascinación de los efectos mediáticos antes que su postu- je hablado, acción comunicativa, que no tiene nada que ver ni con
lación ingenua como medios de constitución de una conciencia objetos producidos, ni con mensajes inscritos en la naturaleza,
política autónoma -dice Virilio- está vincu~ada al ~enó.meno de cuerpo, señales, actitudes, gestos, etcétera, sino con una especie
un "nuevo imperialismo técnico de la memona colectrva 1mpuesto de razón pura del lenguaje.
por las redes de televisión y los ordenadores d~ 1~ ~elocidad, ata- Este lenguaje o "acción comunicativa", según Habermas, tiene
ñe incluso a una posible desaparición de la subjet1v1dad del hom- como fin el "entendimiento" como instrumento o medio de coor-
bre y su lenguaje poético", no al supuesto uso de su pa:encial dinación formal de la acción social en abstracto. En ese sentido,
emancipatorio, inserto en la propia estructura de los med1os c-o- contradictoriamente, su pragmática universal de la comunicación
municativos, que Habermas pretende mostrarnos con su teona. tiene que ver más con una metafísica que con un estudio de indivi-
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METAFÍSICA DEL CONSENSO 97
96 BLANCA SOLARES

dualidades históricas, culturalmente diferentes y lingüísticamente En la Crítica de la razón pura, Kant subraya frente al racio-
ajenas. Más allá de enores, olvidos, intereses, etcétera, su noción nalismo francés de Descartes y el empirismo y sensualismo inglés
de acción comunicativa -acción lingüística racional- se expresa de Locke y Hume, que podemos acercarnos a la verdad pero nunca
como el reflejo fiel y parcial de un principio ético de organización poseerla realmente. Pues en tanto "amor al saber", la filosofía no
del desarrollo individual y colectivo al margen de la violencia es su posesión. Kant muestra que sólo podemos conocer lo que
real. Esta pragmática universal o metafísica del consenso supone nosotros mismos colocamos en el mundo; que el conocimiento
parte de la experiencia, pero que nunca podemos experimentar si
una noción de razón vinculada con el lenguaje que va construyén-
el orden que con ello damos al mundo es su realidad en sí. En la
dose a través de la apropiación y crítica de pensamientos diversos
medida en que Kant muestra estos límites críticos, su filosofía
algunos de los cuales nos ha parecido importante señalar aquí
coloca como centro de atención las "condiciones de posibilidad
antes de analizar con mayor precisión su noción de lenguaje.
del conocimiento", de los objetos de la experiencia y las formas a
través de las cuales pensamos.
KANT O LAS CRÍTICAS DE LA RAZÓN En el siglo XVIII, la ruptura entre ciencia y religión termina
por agudizarse. La razón deja de ser manifestación de Dios y el
EN LA Grecia clásica dominaba el punto de vista que asociaba la hombre se perfila cada vez más como "la medida de todas las
razón con el ser; el ser con lo verdadero y la verdad con la totalidad. cosas". Kant analiza ahora el ámbito objetivo de la realidad dife-
La razón no se encontraba a la manera de Kant escindida en tres renciadamente: con las reglas de la razón teórica, con las reglas de
momentos (razón pura, razón práctica y juicio), sino que la propia la razón práctica, y con las reglas de la razón que se encuentran
teoría de la Ideas de Platón aludía con la razón, al ser, la moral y planteadas en la crítica del juicio.
la religión. A pesar de que Kant intenta presentar los tres momentos de la
La diferenciación social de la razón comienza a notarse con razón en una unidad, en la cual la razón práctica tendría un pre-
Aristóteles. Durante la Edad Media, en el pensamiento cristiano dominio sobre las otras, los tres momentos de la razón, desde en-
de San Agustín, Dios es el fundamento del saber y al mismo tiem- tonces, tienden prácticamente a>ser vistos independiente uno del
po del orden conecto. A pesar de Aristóteles, la razón se concibe otro. La política es ajena a la moral, como el arte no tiene que ver
como una unidad: Dios es la palabra y la razón. 1 ' nada con la ciencia, ni ésta con la moral.
Esta unidad que dio a la Iglesia un fuerte poder comienza, sin Habermas, por su parte, pretende irrumpir este marco polémi-
embargo, a desmoronarse alrededor de los siglos XII y XIII, cuan- co de la tripartita razón kantiana, sin embargo, el problema relati-
do en el mundo árabe se hicieron conocidos los escritos de Aristó- vo a una línea que pueda entrelazar los tres ámbitos de la razón
teles prohibidos en 1210, en los que se decía que estaban formu- depende ahora del replanteamiento de la noción de racionalidad.
ladas verdades que contradecían la verdad revelada de la Biblia.
A principios de la época moderna, se hace presente, por vez WEBER O LA MODERNIDAD COMO RACIONALIZACIÓN
primera, la crisis de la ontología propia de la filosofía. René Y SEPARACIÓN DE ESFERAS DE VALOR
Descartes establece los principios de un conocimiento que avanza
a través de la duda radical y metódica de la razón. Pese a estos es- LA REFLEXIÓN habermasiana en tomo a la razón y el desarrollo
fuerzos polemiza Emmanuel Kant, ciento cincuenta años después, sociocultural de Occidente guarda también un vínculo problemá-
el hombre no alcanza en verdad el conocimiento absoluto. tico con la noción weberiana de "racionalidad de acuerdo a fines".
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98 BLANCA SOLARES METAFÍSICA DEL CONSENSO 99

El núcleo de la discusión de Habermas con Weber se centra La diferenciación de las esferas de la economía, del derecho
en la cuestión de si la modernidad capitalista puede conceptua- · y la política, genera organizaciones e instituciones autónomas que
lizarse como el predominio de un proceso de "racionalidad de en la medida en que funciona cada una con reglas propias está en
acuerdo a fines" o si la propia racionalidad requiere de un análi- una mejor posición para dar solución a problemas específicos sin
sis más preciso que el de Weber. necesidad de entrar en conflicto con otras esferas. No obstante
Weber sostiene que, en los inicios civilizatorios, los hombres se esta ventaja, Weber observa también la inconveniencia de tal de-
explicaban las relaciones entre ellos mismos y con su entorno a sanollo.
través de interpretaciones religiosas. Estas explicaciones no mar- El desacoplamiento entre crite1ios de efectividad y moral da
can una diferencia entre realidad y fantasía; entre palabra (signo paso a que los problemas morales mezclados con el derecho, se
o símbolo) y cosa; entre necesidades, pulsiones y miedos (indivi- conviertan en una cuestión de conformidad legal-formal. La pre-
duales) y el acaecer social y natmal. El pensamiento religioso des- gunta acerca de si un contenido moral es conecto o no, se traduce
conoce propiamente, según Weber, la noción de una conciencia al1ora en la pregunta práctica de si se puede llegar o no a una solu-
personal individual. Sin embargo, más tarde, en su propio análisis ción del conflicto a través de formas legales conectas. En la me-
teórico, Weber introduce la noción de Entzauberung, desencanto dida en que el capitalimso avanza, la "racionalidad de acuerdo a
que se constituye en la misma medida en que las interpretaciones fines" tiende a desplazar los otros aspectos de la razón -los de la
religiosas del acaecer social y natural pierden su fuerza de expli- moral y los de la estética- incluso hasta sustituirlas y hacerlas
cación de la realidad. A partir de este momento, la pregunta sobre luego desaparecer.
la Verdad se separa de la rectitud moral de las acciones; la morali- Si bien Weber en sus análisis de la reducción de la "razón
dad de la organización; los criterios de eficiencia de los criterios práctica" a "racionalidad instrumental" nunca esboza una crítica
de valor moral, religioso, estético, etcétera. Esta diferenciación de política del capitalismo, Habermas por su parte critica a Weber el
"esferas de valor" cultmal -ciencia, moral y arte- es descrito por identificar la racionalidad en general dominante con la "racionali-
Weber como un proceso de racionalización. dad de acuerdo a fines". En un principio, las tres dimensiones de
La escisión aguda de estas esferas de valor posibilita un enorme la acción y las pretensiones de valor a ella inmanentes -verdad,
progreso en el dominio de la naturaleza y la producción de mer- justicia y autenticidad- se guían por la unidad de la razón. Luego
cancías. con el predominio de la racionalidad de acuerdo a fines y los cri-
Si comparamos la cultura occidental con otras culturas para- terios de verdad científica, se estrechan y homogeneízan. No obs-
lelas, descubrimos en el capitalismo moderno y en su aparato tante, el proceso de desanollo histórico significa más que racio-
burocrático, el más alto nivel de control y dominio sobre la natu- nalidad instrumental.
raleza que las sociedades hayan alcanzado. El capitalismo aparece Si observamos el comportamiento histórico-social de los
como la forma de organización más adecuada para un sistema hombres guiados por la razón, dice Habermas, el diagnóstico de
social que valora, sobre todo, la eficacia y el eficientismo. la modernidad tampoco puede significar el cumplimiento de un
Weber resalta el vínculo entre el proceso de sistematización destino histórico al que estemos condenados inevitablemente
de la vida individual de la sociedad orientada por la ponderación de como proceso de racionalidad instrumental sino, por el contrario,
medios y fines y las expectativas de la forma de vida asceta del pro- un proyecto que, de acuerdo con la razón, es susceptible siempre
testantismo. de reorientarse.
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METAFíSICA DEL CONSENSO 101

En relación con el pensamiento de Max Weber, el objeto de la occidental, una especie de profanación de la cultura tradicional a
sociología habermasiana es abrir el análisis del sentido global de través del desencantamiento de las imágenes mítico religiosas del
la "acción social" más allá de la racionalidad de acuerdo a fines mundo y que marca la organización de las empresas capitalistas
o la "racionalidad instrumental" en términos de la Escuela de (la industria) y el aparato estatal (burocratización).
Frankfurt. La noción de racionalidad occidental de Weber, no alude más a
La teoría de la acción de Weber, dice, prejuicia el análisis re- la Idea, el Espíritu Absoluto, o el Bien Supremo, como en el caso
lativo a una coordinación equilibrada de los tres complejos de la de toda la filosofía idealista de Platón a Kant, sino a la categoría
razón. Weber, según Habermas, sólo observa la dimensión de la in- sociológica de "acción" en tanto "racionalidad de acuerdo a fines".
terrelación de las acciones y valora, sobre todo, los ámbitos donde Max Horkheimer en su Crítica de la razón instrumental di-
esa relacionalidad puede tener lugar sin el uso del lenguaje, es de- ferencia en su noción de razón entre: Razón Subjetiva y Razón
cir, en la economía y en la política. Tanto el dinero como el poder Objetiva. La primera alude a la instrumentalización; la segunda, a
son los medios de coordinación de la acción y su legitimación se un plan "inscrito en la naturaleza".
asienta sobre su eficacia. Pero, el hecho de que funcionen al mar- Weber acuña sólo una noción de razón, la que atañe a la ra-
gen del lenguaje, abre la cuestión de si en verdad funcionan. cionalidad de acuerdo a fines, otro tipo de razón sustantiva, no
Habermas distingue entre la noción de razón moderna como aparece como susceptible de análisis científico social.
racionalidad de acuerdo a fines o razón instrumental y la raciona- Habermas no entra en debate en relación con qué sería lo
lidad comunicativa de un saber proposicional de actos de habla. opuesto tanto a la "racionalidad de acuerdo a fines" como a la "ra-
Para ello recurre, ahora, entre otras corrientes a Herbert Mead y a cionalidad instrumental". Su crítica es que tanto Weber como
Emile Durkheim. Antes de aproximarnos a la lectura de Haber- Horkheimer eleven una u otra racionalidad a la clave de su análi-
mas de estos autores, retomemos nuevamente su intento de con- sis de la modernidad.
ciliar los momentos de la razón que Kant señalara y que para Qué es propiamente la "racionalidad objetiva" de Horkhei-
Weber marcan la concepción de la modernidad como separación mer, qué relación guarda esta noción con la trascendencia, cómo
de "esferas de valor" -moral, ciencia y religión. se transforma en "racionalidad subjetiva", no son cuestiones por
las que se interese Habermas.
HABERMAS, LA INTEGRACIÓN Le resulta, sin embargo, demasiado estrecha una noción que
DE LOS MOMENTOS DE LA RAZÓN O retomando la teoría de la racionalidad weberiana privilegia, uni-
HACIA UNA ESCATOLOGÍA COMUNICATNA lateralmente, sólo un aspecto de la realidad social.
La teoría de la acción comunicativa parte de un concepto de
LA RUPTURA entre razón teórica y razón práctica, en la actualidad, razón que trata de integrar las tres pretensiones de valor que no
se ha establecido como producto del desarrollo histórico. Es el serían sino los tres momentos de la razón kantiana.
resultado de su desenvolvimiento el que Habermas intenta aprehen- Según esto, toda acción comunicativa expone, al mismo tiem-
der a través de su análisis. po, algo sobre el mundo objetivo: una pretensión de verdad; tiende
El faro que orienta su visión de la racionalidad es la teoría de un vínculo con el mundo social, es decir, plantea una pretensión
Max Weber, de la cual, sin embargo, trata de diferenciarse. El signo de justicia moral; y se vincula con un mundo subjetivo a partir de
distintivo de la modernidad, para Max Weber, es la racionalidad una pretensión de autenticidad. De manera contraria al plantea-
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102 BLANCA SOLARES METAFÍSICA DEL CONSENSO 103

miento de Weber, la "razón comunicativa" -en una unidad- se lidades de una ciencia capaz de orientar la vida cotidiana del in-
alza sobre tres niveles de racionalidad distintos. dividuo.
Puede suponerse que la idea de verdad no es universal sino Como sus contemporáneos, Mead apoyaba las ideas democrá-
particular y relativa. Habermas, sin embargo, argumenta que ticas, la igualdad de los hombres y las reformas educativas y
todo uso pragmático del lenguaje contiene la suposición de un cooperativistas. En su época, la defensa de estas ideas era ya la de
mundo común objetivo y, por lo tanto, una expresión verdadera una visión política radical. Subrayaba el antideterrninismo y la
que, en ese mismo sentido, plantea un acuerdo universal. Como si reflexión creativa de los seres humanos, vinculados siempre a una
el lenguaje de suyo en tanto que acto de habla conllevara un sen- situación determinada en tiempo y espacio.
tido moralizador, igualmente, eficacia, certeza y armonía, miradas Según la visión pragmática, en la vida diada, los actores so-
como pragmática, lógica y ética tenderían en una unidad progresi- ciales afrontan, quiéranlo o no, problemas de muy diversa índole.
va hacia el fin del entendimiento universal. Este deslizamiento Es por ello que no puede haber, para ningún problema, soluciones
subrepticio hacia una filosofía de la historia, sin embargo, no se prescritas de antemano, pues, cada situación presenta un cierto
atreverá a decir su nombre. grado de novedad. El mundo está en un continuo proceso evoluti-
A través del cambio de paradigma de la acción racional de vo y cada situación concreta presenta al actor tantas posibilidades
acuerdo a fines a la acción comunicativa, como resultado de la como limitaciones objetivas.
crítica a Max Weber, Habermas con la ayuda del interaccionismo Pese a ello, existe siempre" un factor "subjetivo" que entra en
social de G. H. Mead supone una "interacción mediada simbóli- juego y que puede generar posibilidades imprevistas. Este factor,
camente" a partir de la cual, van constituyéndose los significados sin embargo, no es determinante, debido a que el actor define la si-
formales-convencionales del lenguaje. A través del "proceso de tuación no sólo de acuerdo con su expedencia o subjetividad par-
desarrollo" de la historia social, todo significado simbólico de una ticular, sino por el grado de conocimiento que manifiesta tener de
:1 emisión va subordinándose hacia contenidos significativos cada la situación, tanto en relación con sus posibilidades como a sus lí-
vez más precisos. mites y a las reacciones que intuye respecto a los otros actores con
Al final de este proceso, teó1icamente, tendríamos que encon- los que se encuentra interactuando.
tramos con un nivel de interacción social que funciona dominan- La afirmación central de esta teoría hiperempírica sostiene
do la significación semántica. que, a diferencia de los animales, los hombres más allá de un mo-
delo de reacciones establecido, tienen la posibilidad de prestar a
EL '~INTERACCIONISMO SIMBÓLICO"
cualquier estímulo un "significado".
DE IfERBERT MEAD: UN PUNTO DE PARTIDA
Los hombres no están abandonados a los estímulos del medio
PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL CONSENSO LINGÜÍSTICO
ambiente y de sus necesidades naturales sino que cuentan además
con la posibilidad de reaccionar confirmando o desviando com-
GEORG Herbert Mead (1863-1932), teóricamente, se ubica dentro portamientos establecidos y de dar sentido a sus acciones a través
de la corriente filosófica norteamericana llamada pragmatismo. de su capacidad de lenguaje.
Como los representantes de esta corriente, Charles Sanders Peirce El lenguaje, o palabra entendida como símbolo, según Mead,
(1839-1914), William James (1842-1911) y John Dewey (1863- presta a la interacción entre personas la posibilidad de transmitir
1932), su propósito es también reflexionar en tomo a las posibi- sus intenciones, de discutir sus expectativas y de plantear alterna-

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104 BLANCA SOLARES METAFÍSICA DEL CONSENSO 105

tivas a sus propias acciones. Sin entrar en detalles, digamos que el tos deben transformarse en "símbolos". Es decir, según Mead, su
significado de las palabras, para Mead, se elabora en el clirso de · significado debe valer para todos los organismos que constituyen
la vida cotidiana a través de la "interacción:' o "subjetivización", el todo social y no sólo situacionalmente para los actores en cues-
en primera instancia, de las estructuras de sentido natural, lo que tión. Dice Mead: "Los gestos se convierten en símbolos signifi-
implica una especie de plano ultraempírico en su análisis. cantes cuando implícitamente provocan en el individuo que los
Partiendo de lo anterior y a diferencia de Roman J akobson hace las mismas respuestas que explícitamente provocan o se
que distingue en todo proceso de comunicación al menos seis supone que provocan en los otros individuos."78
funciones lingüísticas básicas -emotiva, conativa, referencial, Pero, por medio de esta cita, podemos notar que lo que Mead
fática, metalingüística y poética-, para Habermas, las funciones nos presenta como interacción simbólica, en la tradición estmctu-
del lenguaje en la comunicación son básicamente tres: ralista del lenguaje, no es sino fundamentalmente una interacción
a través de signos lingüísticos.
a) Coordinación de la acción,
Mientras el rasgo fundamental del símbolo es dejar siempre la
b) socialización, y significación abierta (a la revelación del sentido), el signo se fun-
e) entendimiento. da en la homogenización de un significado compartido entre el
emisor y el receptor, homogéneo y convencional, susceptible de
A través del interaccionismo simbólico de Mead, Habermas desciframiento consciente y racional.
trata de explorar la génesis de los procesos de coordinación de la El problema de la noción de símbolo de Mead es cerrar el sig-
acción. nificado del súnbolo reduciéndolo a signo. Y posterionnente hacer
El "significado", para Mead, se constituye a través de un pro- de esta reducción el punto de partida de sus reflexiones sobre lo
ceso en el que el lenguaje de señales transforma el significado que llama "interaccionismo simbólico".
objetivo que tienen las pautas típicas de comportamiento, en "sig- Mead trata de descubrir los mecanismos "objetivos" que hacen
nificados simbólicos". El significado para Mead no es un "con- posible la interacción "simbólica" a través de una vía empúica.
cepto" o "componente psíquico" del signo -como lo entendería Es en ese sentido que, para él, los gestos integran estructuras sig-
el estmcturalismo francés- sino un resultado objetivo derivado nificativo-pragmáticas alojadas ya en los complejos de funciones
del desarrollo de las relaciones de la acción social. del sistema animal.
Dicho de otra manera, podemos decir que para Mead, el sig- La reflexión de Mead sobre el lenguaje -aunque esto sea así
nificado se constituye dentro de una relación triádica compuesta sólo al inicio de su estudio del proceso de semantización, ya que no
por tres elementos: considera a los gestos como símbolos- integra la dimensión na-
tural corporal del organismo y la intetiorización del sentido de las
-Por el gesto de un organismo;
emisiones por la vía de una relación reflexiva consigo mismo como
-la resultante del acto social, que puede ser otro gesto;
constitución del Self o del sí-mismo. En contraste, Habermas deja
-la respuesta del otro organismo a este último gesto.
de lado lo mejor de Mead, el estudio de ese sustrato físico-corpo-
ral en los procesos de comunicación humana.
Ahora bien, para que una interacción mediada por gestos se
transforme en una interacción mediada simbólicamente, los ges- 78 Cit. Mead, en Habermas, op. cit., t. II, p. 21.
106 BLANCA SOLARES METAFÍSICA DEL CONSENSO 107

A la teoría de la sociedad de Habermas no le interesa compren- correspondientes figuras". El que observa sabe si los jugado-
der la relación de lo que podría ser en el psicoanálisis el vínculo res comprenden la acción simbólica en la medida en que siguen la
entre alter y ego, sino cómo la internalización de un significado se regla o bien no la conocen. "La comprensión de una acción sim-
realiza a través de la actitud de dirigirse a otro aprendiendo asi bólica está ligada a la capacidad de seguir una regla", dice Wittgen-
los papeles de oyente y hablante. Mead no distingue entre estas stein. Y continúa Habermas: "La significación es un proceso que
dos categorías ni actitudes, dice Habermas. Para Mead, "tomar la a través del seguimiento de una regla cristaliza en el significado
actitud del otro" significa: común de una emisión." 80
Mientras para De Saussure el signo es un vínculo arbitrario y a
-Anticipar la reacción del otro al gesto de uno,
fin de cuentas convencional entre significado y significante, a tra-
-adoptar la actitud del otro de dirigir un gesto a un intérprete.
vés de la noción de "seguir una regla" de Wittgenstein, Habermas
quiere mostrar de manera bastante simple que el significado es un
Al respecto, advierte Habermas, junto con una observación de proceso que se constituye empíricamente.
Tugenhadt: "Del hecho de que el uno haga disposicionalmente lo En la interacción simbólicamente mediada, el empleo de los
mismo a que se ve estimulado el otro no se sigue que haya algo símbolos -dice Habermas- está fijado por convenciones semán-
idéntico ante lo que toman postura ambos." ticas. Los participantes en la interacción hacen emisiones simbóli-
Según Habermas, Mead no toma en cuenta que, el significado cas ateniéndose a "reglas", esto es, ab~·igando implícitamente la
de algo no tiene que ver con los estímulos y reacciones sino con "expectativa" de que tales emisiones puedan ser reconocidas por
la actitud de un oyente y un hablante en una relación dialógica, es otros. 81
decir, con "el lenguaje como entendimiento". La respuesta del La "identidad del significado", para Habermas, sólo puede
oyente al hablante es una interpretación a la que el otro responde venir asegurada mediante la validez intersubjetiva de una regla
con un sí o con un no. No se trata de comportamientos adaptativos que fija de modo convencional (y no arbitraliamente) el significa-
sino comunicativos o sociales. De manera que, más que investigar . do de un signo. La "regla", sin embargo, no es un a priori, sino
sobre el hecho individual de "tomar la actitud del otro" de Mead, algo que surge en el mismo proceso empírico. Su conversión en
Habermas se interesa por la cuestión social de la interpretación regla depende del reconocimiento de los participantes en la inter-
social de los significados regida por normas. " ... Lo esencial para acción. Por eso, para Wittgenstein, el concepto de regla aclara la
la comunicación es que el símbolo provoque en uno mismo lo que conexión entre identidad de significado (cosas en sí) y validez
provoca en el otro individuo", dice Mead.79 Y Habermas coinci-
intersubjetiva, que no son lo mismo.
de plenamente con esta afirmación. Pero no está de acuerdo en
La observación de una regla y la postura crítica frente a la
que esto suceda "tomando la actitud del otro".
violación de la misma, permite también, según Habermas, preci-
Para continuar con su construcción teórica, Habermas recurre
sar la "génesis lógica" de las convenciones semánticas. De esta
ahora a una lectura muy particular del concepto de regla de Wittgen-
manera el significado, lejos de ser un proceso creativo o psíquico,
stein. "Se entiende el significado de una determinada acción
ligado a las pulsiones del sujeto individual, es un proceso empíri-
simbólica -dice Habermas- por ejemplo de una jugada de ajedrez,
cuando se domina una regla conforme a la que hay que mover las BDJdem, t. u, p. 29.
SI Cfr.Habermas, t. u, p. 36. Para un estudio profundo del pensamiento de Wittgen-
79 Idem, t. u, p. 27. stein remito al lector a las brilllantes investigaciones de Alejandro Tomasini.
METAFÍSICA DEL CONSENSO 109
108 BLANCA SOLARES

co, que sólo es claro a través de "la comprensión del comporta- mo" y de la sociedad mediada lingüísticamente. Sin embargo, y
miento regido por reglas". aquí comienza la crítica habermasiana a Mead, deja de lado que
La "capacidad de seguir una regla" se relaciona con "la capa- en la adopción del lugar del otro, lo que Ego adopta no son las
cidad de tomar postura con un sí o con un no" ante la cuestión de reacciones comportamentales de alter sino sus expectativas de
si un símbolo está siendo usado o no correctamente. comportamiento ya normadas. 83
El lenguaje así, para Habermas, no es un "sistema de signos" La idea de Mead de que el lenguaje es un medio, tanto para la
coercitivo, convecional y arbitrario (De Saussure), sino un proceso coordinación de la acción como para la socialización, parte de
de interacción pragmática en el que de lo que se trata es de que una la idea siguiente: un sujeto hace una emisión expresiva, que se
"regla" rija intersubjetivamente para A y para B. Es decir, que la refiere al mundo subjetivo del sujeto. Pero este mundo subjetivo
regla tenga para ambos el mismo significado. El lenguaje es con- lejos de ser una abstracción está vinculado con relaciones ínter-
cebido así a la manera de un sistema adaptativo de segundo orden personales; de manera que este mundo subjetivo, no es una mera
referido a la lógica abstracta de un sistema lógico autorregulado. arbitrariedad sino que tiene que ver directamente con lo social.
A y B están en la posición de seguir una regla tanto como de Selfy Society son las rúbricas bajo las cuales, Mead estudia la
enjuiciarla, pues en el lenguaje -insiste Habermas apoyándose en construcción del mundo social y del mundo objetivo complemen-
Mead- no hay una "convención" que fije el significado. tarios uno del otro. Sin embargo, según J. Habermas, no toma en
Sobre esta base, Habermas sostiene que el lenguaje se caracte- cuenta que en la medida en que el lenguaje de señales evolucionado
riza por una gramática que permite relaciones complejas de "sím- da lugar al habla gramaticalmente estructurada, el entendimiento
bolos". No se trata de la "gramática generativa" de Chomsky, una lingüístico se separa tanto del sí mismo (self), "simbólicamente"
especie de infraestructura creacional del lenguaje ajena al estruc- estructurado de los participantes de la interacción, como de la so-
turalismo formal, y ligada a estructuras profundas, que son como ciety (condensada ahora en realidad normativa). E incluso tendría
en las investigaciones de Bachelard y Jung, arquetipos dinámi- que agregar se convierten en estructuras apagadas o enfriadas, en
cos; "sujetos" creadores de formas simbólicas. Sino, según él, una las formas muertas y vacías de las categorías sintácticas o lexi-
gramática que permite que contenidos semánticos aparezcan tan cológicas.
desligados del significado que representan naturalmente, que las Por esta vía, Habermas precisa una idea del lenguaje, que en
formas "simbólicas" puedan variar, incluso presentar combinato- realidad abre toda una discusión.
rias, con independencia de su significación original. P1imero, al concebirlo como un sistema de "símbolos" de sig-
De manera que es necesario distinguir entre "interacción nificación social-convencional, lo cual es contradictorio con la
mediada simbólicamente" y "comunicación" basada en un len- propia noción de símbolo tal y como se entiende en los estudios
guaje diferenciado.s2 antropológicos, etnográficos, psicoanalíticos, de historia de las re-
Mead observa el lenguaje como fenómeno de coordinación ligiones y lingüísticos más recientes y abiertos en una dirección
de la acción, en ese sentido, se interesa por la génesis del "Sí-mis- hermenéutica.
Segundo, observando que el lenguaje cumple otra función
82 Quiero agradecer a Susana Ralsky el haberme hecho comprensible el pensamiento además de coordinación de la acción y socialización, que Mead
de Herbert Mead. Susana ha expuesto rigurosa y detalladamente la obra de este autor en
su trabajo Proceso fonnativo de los participantes sociales: interaccionismo simbólico 83 Cfr.,
tesis de maestría, FCPys, 1992. _ ' Habermas., op. cit., t. TI, p. 40.
110 BLANCA SOLARES METAFÍSICA DEL CONSENSO 111

no toma en cuenta el "entendimiento", reduciéndolo, sin embar- de poder-, sino que ellas de1ivan su fuerza vinculante de un pro-
go, a una cierta funcionalidad -a través de la cual se crean las ceso de racionalización basado en un orden moral-natural que
condiciones del consenso lingüístico- y, en última instancia, es- puede ser consensualmente controlado, ingenuidad que asom-
trechándolo también a operaciones lógico-pragmáticas, es decir, braría al mismo "buen salvaje" del dubitativo Rousseau.
forn1al-legales. Este proceso es el que se realiza a través de la acción comunica-
Habermas clitica a Mead. No porque un lenguaje convencional tiva. El paso de la interacción simbólica a la acción comunicativa
pueda acabar de una vez por todas con la dimensión simbólica de pennite observar este proceso a través del cual la misma noción
la comunicación, sino porque en su opinión, el paso de la acción de naturaleza sagrada se desacraliza o racionaliza en un sentido
mediada simbólicamente a la acción normativamente reglamentada, ahora objetivo; es decir, purificado por la naturalizada teleología
descuida una línea de desanollo del lenguaje que conduce la co- de la razón lingüística, de todo vestigio oscuro e incontrolable. La
municación a "actos de habla preposicionalmente diferenciados". naturaleza, como arquetipo de la madre nutriente, ahora -en una
A través de una vía de desanollo empírico, Habermas pretende fase más "evolucionada" de la sociedad- pierde el carácter coerciti-
exponer con más exactitud este paso siguiendo las investigacio- vo e indiscutible que tenía en el pensamiento arcaico y se convier-
1
nes antropológicas de Emile Durkheim. te en principio discutible y c1iticable. Esta diferencia, para Haber-
Tratando de seguir a Durkheim, Habermas pretende que el mas, no es sólo algo nuevo de las sociedades modernas, sino una
aura de lo sacral se transforma, en el mundo moderno, en validez prueba de su progreso indiscutible. Los propios enciclopedistas
de las reglas morales, o lo que es lo mismo, que las reglas del de- quedarían deslumbrados ante la completitud actual de sus luces.
recho racional sustituyen las leyes de lo sagrado. El núcleo nor-
mativo vigente en las sociedades arcaicas, en la actualidad, se DURKHEIM: Y "LO SACRO" COMO BASE
transforma en la racionalidad vigente propia de la universalización DE UN CONSENSO NORMATIVO
del derecho y la moral. Lo importante de esto es que así, lo sacral
(inacional) se convierte en una "pretensión de valor criticable". EN su Sociología de la religión (1912) Durkheim pone al descu-
Para Durkheim, al igual que para Weber, el paso de la fe a la bierto que las normas sociales se basan en una autolidad moral de
legalidad no significa sino un proceso de desencantamiento. Pero raíces sacras. A diferencia de las reglas técnicas que subyacen a
la palabra "desencanto", en primera instancia, más que un sentido las acciones instrumentales, advierte Habermas, las normas mora-
de nostalgia, guarda un carácter positivo. Si los hombres han sido les que determinan la acción consensual, poseerían una fuerza
presos de un poder supraterrenal maléfico que los ha manteni- obligatoria, cuyos preceptos morales ejercen sobre el individuo
do presos de falsos temores, ahora, por medio del ejercicio de la una "coerción", basada más que en el castigo, en su propia fuerza
razón humana -dice Habermas- se abren las posibilidades de una de atracción vinculante.
comunidad de comunicación de ciudadanos desencadenados de El carácter de esta fuerza hace que el agente moral se pliegue
las ataduras de la fe, pero guiados por la luz del "entendimiento" a un poder impuesto no de forma externa sino deseada por él mis-
que tendencialmente los conduce hacia el consenso racional. mo. Para Durkheim, las fuerzas morales se alimentan, en última
Para Habermas, el poder de las reglas morales no se basa en instancia, de la esfera de lo santo.
órdenes coercitivas al margen de los actores sociales -peculiar Aunque Durkheim abre este campo de investigación antropo-
manera de reducir la experiencia sagrada a estructuras codificadas lógica fundamental, es Mircea Eliade, quien propiamente investiga
112 BLANCA SOLARES METAFÍSICA DEL CONSENSO 113

el fenómeno de lo sagrado en las culturas arcaicas. Lo sagrado -nos De acuerdo con Durkheim, dice Habermas, hay una semejanza
dice- es lo puesto aparte, lo separado de lo profano, una actitud entre las acciones rituales y las interacciones mediadas simbóli-
que se caracteriza por la entrega y el autoextrañamiento. camente y regidas por señales. Los paleosímbolos disponen como
Extrañarse -agrega- significa salir de las orientaciones de ac- las señales de la capacidad de gobernar el comportamiento. Sin
ción profanas, egocéntricas y utilitaristas, para entrar en comu- embargo, Durkheim observa tan1bién que las acciones rituales no
nicación con todos los demás y con el horizonte cósmico de lo sólo tienen una función adaptativa sino que sirven a la creación y
desconocido. Lo santo tiene un carácter impersonal que a la vez mantenimiento de una identidad colectiva. Merced a esto -agrega
que impone respeto, anonada y eleva, provoca un entusiasmo que Habermas- el control de la interacción puede pasar de un progra-
conduce al desprendimiento, a la superación de uno mismo y a ma genético anclado en el organismo individual a un "programa
ignorar incluso la autopreservación, la experiencia sagrada es de cultural intersubjetivamente compartido".
suyo el incesante esfuerzo espiritualizante. Todas las grandes instituciones, según Durkheim, se originan
La "obligación moral" fundada en lo sacro, vuelve a insistir en el espíritu de la religión. Pero cuanto más se diferencian las
Habermas -aun sin conocer los avances en el estudio antropoló- instituciones de la sociedad en su conjunto, más débil se hace su
gico comparativo y he1menéutico del fenómeno religioso- com- conexión con la práctica ritual-sagrada de los colectivos. El uni-
plementa el sentido de la identidad colectiva de Mead, que para verso social se divide entre lo sagrado y lo profano.
Durkheim, tiene la forma de un consenso normativo que se cons-
De un lado, se tiene un componente sujeto a intereses egoís-
tituye a través de símbolos religiosos, los cuales se interpretan a
tas y a los imperativos de su autoconservación. De otro, un com-
sí mismos en la semántica de lo sacro.
ponente que tiene que ver con la identidad grupal como "la más
Mientras Mead deriva la validez normativa de la autoridad
alta realidad".
exenta de sanción, de la autoridad moral del "otro generalizado",
Durkheim -según Habermas- permanece así ligado a las ca-
Durkheim la deriva de la autoridad de lo santo. No de la interiori-
tegorías de la filosofía de la conciencia. Pues distingue entre esta-
zación de las sanciones del grupo, sino del carácter impersonal de
dos de conciencia individual y colectiva considerando a ambas
su aura, que rebasa de suyo en todo momento incluso su concreta
representación totémica. como categorías del individuo. Según esto, el individuo debe su
Según Durkheim, lo que hace posible la "intersubjetividad" identidad como persona exclusivamente a la "identificación con"
es un símbolo religioso que tiene el mismo significado para todos o a la "interiorización de". Durkheim, dice Habermas, subsume
los miembros de un grupo. Las prácticas rituales prelingüísti- apresuradamente bajo el concepto de "conciencia colectiva" a la
cas permiten inferir que lo sacro es expresión de un "consenso comunidad del consenso normativo ritualmente consumado y la in-
normativo" como la entidad de un plexo de vida social. No hay tersubjetividad del saber creado a través de los actos de habla.
ninguna sociedad -dice Durkheim- que no sienta la necesidad de Para solucionar este problema -continúa- hay que tomar en
reavivar y reafirmar los sentimientos e ideas colectivas que for- cuenta que "la práctica profana diaria discune a través de proce-
man su unidad. sos de entendimiento lingüísticamente diferenciados y obliga a
Haberinas, sin embargo, tampoco se deja convencer por Durk- una especificación de pretensiones de validez en relación con la
heim. Critica a este autor el no tomar suficientemente en cuenta la adecuación de las acciones a las situaciones, dentro del contexto
formación de la identidad como un proceso de "generalización" normativo de roles e instituciones". Habermas, por supuesto, deja
(Mead) a través del medio de la comunicación lingüística. completamente de lado todas las zonas de silencio, balbuceo, ex-
114 BLANCA SOLARES

trañamiento y desajuste. En su insistencia formal y reglamentada- CAPíTULO IX


mente aislante, bloquea incluso la violencia cifrada de la propia
normatividad coercitiva, a la vez que invita a charlar sobre lo inar- La noción de lenguaje
ticulable para eliminarlo.
La teoría de la "conciencia colectiva" de Durkheim permite desde una pragm,ática universal
identificar la raiz prelingüística de la acción comunicativa, que en
tanto posee un carácter "simbólico", puede ser aprehendida en la
reconstrucción de la acción regida por normas. Sin embargo, Durk-
heim -insiste Habermas- no distingue entre la comunidad de la
práctica ritual del "simbolismo religioso" -que por su parte él
mismo tampoco se encarga de investigar- y la intersubjetividad
creada lingüísticamente. Habermas da por hecho lo que el sim-
E N DIVERSAS tradiciones místicas y religiosas el lenguaje guar-
da un vínculo con la creación. El Génesis narra que "en el
principo era el Verbo" y de la misma manera en ciertas tradicio-
bolismo religioso significa, una especie de Estado premoderno,
ya superado en la época actual, y reclama a Durkheim no atribuir nes cabalísticas: "Dios y el lenguaje son una y la misma cosa." El
la suficiente importancia a la función mediadora que el lenguaje planteamiento del lenguaje como medio de comprensión del de-
ejerce entre conciencia colectiva y normas. sarrollo social surge así como una cuestión digna de tomarse en
A partir de esta revisión del pensamiento de Kant, Weber, cuenta frente al empobrecimiento del análisis social del materia-
Mead y Durheim, entre otros pensadores, Habermas plantea una lismo dogmático predominante en los años setenta. La teoría de
noción de lenguaje en cuyo examen nos detendremos en las si- Habermas, en la medida en que introduce la noción de lengua-
guientes páginas. je como acción social problemática, parecía permitirnos pensar la
sociedad y la cultura de forma distinta a la del paradigma del tra-
bajo del marxismo ortodoxo, con el cual a lo largo de más de un
siglo, se había pretendido decir todo sobre el hombre.
Pero la riqueza de la propuesta de Habennas apenas profun-
dizamos en su contenido resulta de un pragmatismo tan llano que
uno duda de si en verdad está entendiendo conectamente. Al fi-
nal, sin embargo, por más sofisticadas que parezcan sus fuentes,
se descubre un profundo vacío en lo que a su noción de lenguaje se
refiere.
Luego de la guena, muchas de las fuentes teóricas de Haber-
mas, de origen norteamericano, permanecieron desconocidas y
silenciadas en Alemania. La lectura de estos autores tenía todavía
que asimilarse para comprender la noción de acción comunicati-
va mezclada ahora con el pensamiento filosófico alemán. Sin
embargo, lo cierto es que Habermas descubría un problema en el
[115]
114 BLANCA SOLARES

trañamiento y desajuste. En su insistencia formal y reglamentada- CAPíTULO IX


mente aislante, bloquea incluso la violencia cifrada de la propia
normatividad coercitiva, a la vez que invita a charlar sobre lo inar- La noción de lenguaje
ticulable para eliminarlo.
La teoría de la "conciencia colectiva" de Durkheim permite desde una pragm,ática universal
identificar la raiz prelingüística de la acción comunicativa, que en
tanto posee un carácter "simbólico", puede ser aprehendida en la
reconstrucción de la acción regida por normas. Sin embargo, Durk-
heim -insiste Habermas- no distingue entre la comunidad de la
práctica ritual del "simbolismo religioso" -que por su parte él
mismo tampoco se encarga de investigar- y la intersubjetividad
creada lingüísticamente. Habermas da por hecho lo que el sim-
E N DIVERSAS tradiciones místicas y religiosas el lenguaje guar-
da un vínculo con la creación. El Génesis narra que "en el
principo era el Verbo" y de la misma manera en ciertas tradicio-
bolismo religioso significa, una especie de Estado premoderno,
ya superado en la época actual, y reclama a Durkheim no atribuir nes cabalísticas: "Dios y el lenguaje son una y la misma cosa." El
la suficiente importancia a la función mediadora que el lenguaje planteamiento del lenguaje como medio de comprensión del de-
ejerce entre conciencia colectiva y normas. sarrollo social surge así como una cuestión digna de tomarse en
A partir de esta revisión del pensamiento de Kant, Weber, cuenta frente al empobrecimiento del análisis social del materia-
Mead y Durheim, entre otros pensadores, Habermas plantea una lismo dogmático predominante en los años setenta. La teoría de
noción de lenguaje en cuyo examen nos detendremos en las si- Habermas, en la medida en que introduce la noción de lengua-
guientes páginas. je como acción social problemática, parecía permitirnos pensar la
sociedad y la cultura de forma distinta a la del paradigma del tra-
bajo del marxismo ortodoxo, con el cual a lo largo de más de un
siglo, se había pretendido decir todo sobre el hombre.
Pero la riqueza de la propuesta de Habennas apenas profun-
dizamos en su contenido resulta de un pragmatismo tan llano que
uno duda de si en verdad está entendiendo conectamente. Al fi-
nal, sin embargo, por más sofisticadas que parezcan sus fuentes,
se descubre un profundo vacío en lo que a su noción de lenguaje se
refiere.
Luego de la guena, muchas de las fuentes teóricas de Haber-
mas, de origen norteamericano, permanecieron desconocidas y
silenciadas en Alemania. La lectura de estos autores tenía todavía
que asimilarse para comprender la noción de acción comunicati-
va mezclada ahora con el pensamiento filosófico alemán. Sin
embargo, lo cierto es que Habermas descubría un problema en el
[115]
116 BLANCA SOLARES LA NOCIÓN DE LENGUAJE DESDE UNA PRAGMÁTICA UNIVERSAL 117

que los estudios del lenguaje en Europa llevaban reflexionando SOBRE LA NOCIÓN DE "ACCIÓN COMUNICATIVA"
desde principios de siglo. Habermas nos presenta sus descubri-
mientos como novedad, al mismo tiempo, dejando al margen la LA NOCIÓN de lenguaje de Habermas se refiere exclusivamente al
reflexión de todas las escuelas semióticas y estructuralistas de lenguaje hablado. En su estudio de la sociedad, parte como Max
origen europeo, lo que habría ahorrado muchas de las simplifi- Weber del análisis de las "acciones". Pero sin limitarse a la "acción
caciones de su visión y nos habría dotado en verdad de una teoría racional de acuerdo a fines", señala a la "acción comunicativa"
de la comunicación fundada en el lenguaje al margen de la re- como modelo de acción humana fundamental.
ducción instrumental que en su teoría presenta como medio de Habermas plantea que en la "acción comunicativa", el lengua-
consenso. je y la conciencia -lo que parece significar en su visión más bien
También el Mefistófeles goethiano sabía ya que la conversa- instinto de autoconservación- están vinculadas de forma inelu-
ción y la socialidad humana son la condición en la que cada cual dible. Con esto, pretende plantear que es la comunicación y no el
se encuentra a sí mismo pero, de forma contraria a la teoría de la trabajo, la acción comunicativa y no la racionalidad instrumental,
acción comunicativa, no cenaba la comunicación, en un lenguaje la clave de los procesos sociales. Para recordar la formulación de
unitario, al margen de la potencia extraordinaria de su poder de Habermas: los hombres pueden reaccionar siempre "con un sí o
significación. con un no", en cualquier condición de necesidad.
Sintetizaré de la manera más breve posible la idea de lenguaje El núcleo de la acción comunicativa, pochiamos decir, es para
de Habermas y plantearé a continuación su noción de argumenta- Habermas el acto de habla, una manifestación "simbólica" y que
ción, entendimiento, discurso e intersubjetividad a fin de mostrar considera "racional" sólo si expresa un saber falible, es decir, si al
el uso instrumental y funcionalista que cobran en su teoría estas plantear una pretensión de validez se es capaz de fundamentarla.
dimensiones. En el contexto de la comunicación, Habermas llama racional a los
A partir de un pragmatismo formal, Habermas "presupone el actos de habla constatativos:
lenguaje como medio de entendimiento sin más abreviaturas". Es -De quien hace una afirmación y es capaz de defenderla fren-
decir, como un medio en que hablantes y oyentes se refieren desde te a un crítico;
el horizonte preinterpretado qúe su mundo de vida representa si- -del que sigue una norma y la justifica de acuerdo con expec-
multáneamente a algo en el mundo objetivo, en el mundo social y tativas legítimas de comportamiento;
en el mundo subjetivo "para negociar" definiciones de la situación -del que expresa verazmente un deseo, un sentimiento, es-
que puedan ser compartidas por todos. 84 Como se ve, el lenguaje tado de ánimo, secreto o confesión y que convence a un ctiti-
aparece ya como una especie de mercado lingüístico planificado co de su autenticidad.
susceptible de internacionalizarse.
La concepción de Habermas de lenguaje lejos de observar a
éste como expresión inagotable del ser, lo reduce de la manera más Cada una de estas manifestaciones enciena un "juicio de va-
simple; a medio de comunicación o acuerdo entre los hombres al lor" normativo o de veracidad subjetiva. En la medida en que estas
margen de la imaginación, los impulsos, el cuerpo, etcétera. guardan una relación con razones y argumentos, puede decirse
que son racionales. Asimismo se puede llamar inacional "a quien
84 Habermas, op cit., t. r, pp. 137-138. en sus actitudes y valoraciones se compmta en términos privatis-
LA NOCIÓN DE LENGUAJE DESDE UNA PRAGMÁTICA UNIVERSAL 119
118 BLANCA SOLARES

tas que no explican sus reacciones ni las hacen plausibles ape- quiere tener éxito, por ejemplo, no deberá dar a conocer sus inten-
lando a estándares de valor". ciones abiertamente.
Habermas aclara el concepto de "racionalidad comunicativa" En el modelo de acción comunicativa de Habermas, el lengua-
contrastándola con la racionalidad de otro tipo de acciones, por je sólo es relevante desde el punto de vista pragmático de que los
ejemplo la teleológica, la regulada por normas y la acción drama- hablantes al hacer uso de oraciones orientadas al entendimien-
túrgica. to, contraen relaciones con el mundo y ello no sólo directamente,
Y vuelve a aclarar: "Distingo de las acciones a los movimien- como en la acción teleológica, normativa o dramatúrgica, sino de
tos corporales o a las operaciones que se co-realizan en las acciones. modo reflexivo. 86
Un movimiento corporal es elemento de una acción, pero no una La "pragmática universal" actúa como medio teórico que per-
acción." 85 mite abstraer a Habermas el sistema de reglas que caracte1iza la
Pues no explica racionalmente la aparición de la acción ni el capacidad de un actor social de expresarse lingüísticamente, en
porqué fue producida. · un contexto cualquiera, a fin de abstraer las capacidades de un "ha-
Según Habermas, una clasificación de los diversos actos de blante adulto" de plantear oraciones que puedan ser tomadas
habla, sería la siguiente: como modelos de funciones pragmáticas del lenguaje (Sprechakt)
Actos de habla locucionarios: oraciones enunciativas que ex- en condiciones "estándard": "con ello se asegura que el hablante
presan un estado de cosas. no quiera decir nada distinto del significado literal de aquello que
Actos de habla ilocucionarios: oraciones en las que el agente se dice".
realiza una acción diciendo algo. Se plantean en primera persona. Luego, a través de Peirce, Morris, Carnap, Frege y Davidson,
En tiempo presente. En modo indicativo: -Te prometo ... Te orde- así como de Wittgenstein, Searle y Austin, Habennas llega a un aná-
no ... Te confieso ... lisis sociolingüístico, similar a los sistemas computarizados con
Presentan un componente proposicional y tienen siempre una dispositivos de autoconección regulados, capaces de funcionalizar
intención comunicativa, es decir, el propósito de que un oyente las variables de los flujos comunicativos posibles.
entienda o acepte una emisión. Su significado es manifiesto. La Su noción de lenguaje va asumiendo aspectos tanto del positi-
intención comunicativa se agota en que el oyente llegue a enten- vismo lógico como del behaviorismo. Del behaviorismo de Mead
der el contenido manifiesto del acto de habla. Son actos orientados retoma el que las interacciones sociales se configuren a partir de
al entendimiento. oraciones y acciones, a las que el análisis puede referirse como
Actos de habla prelocucionarios: oraciones en las que el ha- algo "objetivo". Nada de metáforas, metonimias, sinécdoques o
blante busca causar un "efecto" sobre el oyente. El sentido de hipérbolas, dado que perderíamos el significado textual de las
estas oraciones sólo lo obtenemos, si observamos, más que el sig- oraciones.
nificado de la emisión, las "intenciones" que el autor persigue. Pero, en opinión de Habermas, es J.L. Austin, quien finalmente
Para conocer su objetivo es necesario averiguar la intención del en conexión con el Wittgenstein tardío, da un paso definitivo en el
agente. Los efectos de este acto hacen referencia a un contexto análisis de los actos de habla, logrando traspasar su abstracción
de acción teleológica, más allá del acto de habla. Si el hablante semántica. El estudio semántico del lenguaje se sustituye por

B5Habermas, op cit., t. 1, p. 139. 86 Idem, ti, p. 143.


120 BLANCA SOLARES LA NOCIÓN DE LENGUAJE DESDE UNA PRAGMÁTICA UNIVERSAL 121

una "teoría del uso del significado", y el análisis de oraciones por Por el contrario, un ejemplo de habla no proposicionalmente
la "aplicación de oraciones en enunciados". Lo que no ha logra- diferenciada es la forma de saludo: ¡Hola! Aquí el contenido
do expresarse lingüísticamente, el silencio o el olvido, quedarán proposicional se deriva de una convención que, sin embm·go, no se
fuera de esta teoría social. expresa abiertamente. Una acción comunicativa proposicional-
mente diferenciada y no hablada es, por ejemplo, el lenguaje de
LA ACCIÓN COMUNICATIVA COMO "LENGUAJE los signos de tránsito. Existen también actos de lenguaje vincu-
PROPOSICIONALMENTE DIFERENCIADO" lados institucionalmente. Por ejemplo: -Te bautizo con el nombre
de Wolfgang. Los actos de habla desvinculados de instituciones
LA IDEA de que la ciencia social debe pmtir del análisis de las ac- son un siguiente nivel de abstracción. Pero todos los actos de ha-
ciones, se concretiza más al limitar Habermas el objeto de su bla que Habermas contempla se basan, al mismo tiempo, en un
interés a la acción comunicativa como "lenguaje proposicional- componente proposicional y en un componente ilocucionmio.
mente diferenciado".
Una expresión lingüística es proposicional-diferenciada si la
UNA CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS DE HABLA
expresión proposicional puede desprenderse del componente ilo-
cutivo, sin con ello perder su significado, es decir, si la expresión A PARTIR de esta identidad lingüística vaciada de cualesquiera sig-
proposicional permanece invariable frente a un potencial ilocucio- nificados vitales, reminiscencias, arquetipos, intuiciones, tomando
nario cambiante, así como frente a todo otro tipo de lógica con la en cuenta unicamente su expresión como reflejo de la razón par-
cual ordenarnos las circunstancias de la experiencia. "Lenguaje lante, Habermas vuelve a hacer otra clasificación de los actos de
proposicionalmente diferenciado" es, por lo tanto, aquel que está habla: comunicativos, constatativos, representativos y regulativos.
estructurado de tal modo que todo "lo que en general puede de- El significado de cada uno de ellos vuelve a expresarse de
cirse, puede también decirse de forma asertórica". Por ejemplo: manera más complicada de lo que es. Los actos de habla comuni-
La expresión proposicional "vendré mañana", puede desdoblarse cativos expresan diversos aspectos del habla y hacen explícito el
en actos ilocucionarios distintos: "te aviso que vendré mañana" o sentido de los enunciados: preguntar, contestar, apoyar, contrade-
"te advierto que vendré mañana". Como aviso o como advertencia, cir... Los actos de habla constatativos aluden a la aplicación cogni-
sin embargo, el contenido proposicional permanece invariable. tiva de las oraciones: aclarar, afirmar, subraym·. Los actos de habla
Por lo que se refiere a las raíces de la acción comunicativa representativos o expresivos, expresan el sentido pragmático de la
podrían ser componentes estructurales de tres tipos: autonepresentación de un hablante frente a un publico. Expresan
-Componente proposicional: las intenciones, ideas y experiencias del que habla: pensar, sentir,
Te estoy diciendo que .... opinar ... Los actos de habla regulativos expresan un sentido nor-
La pelota es roja. mativo de las relaciones interpersonales: recomendar, impulsar,
-Componente ilocucionario: rogar, pedir ... Cada uno de estos actos de habla alude también a
Te felicito. una pretensión de validez. Los constatativos aluden a la verdad;
-Componente expresivo. los regulativos a la rectitud; y los representativos a la autenticidad.
Amo a ... Sólo los actos de habla comunicativos aluden a la pretensión de
Temo que q ... valor que Habermas considera fundamental, el entendimiento.
122 BLANCA SOLARES LA NOCIÓN DE LENGUAJE DESDE UNA PRAGMÁTICA UNIVERSAL 123

En consecuencia, tenemos cuatro pretensiones de validez que En cada acto de habla las pretensiones de valor pueden con-
Habermas reduce, sin embargo, sólo a tres, dado que la pretensión vertirse en un problema.
de valor del entendimientono aparece, posteriormente, no como Si una pretensión de verdad es puesta en duda por el escucha,
una pretensión de valor en sí, sino como una regla de comprensión su duda puede superarse en .la comunicación del habla ordinada
que parece subyacer a todas las "pretensiones de validez". siempre que el hablante proteja su enunciado argumentado a tra-
Cabe aclarar que las "pretensiones de validez" -según Haber- vés de una siguiente expresión.
mas- no son expresión de una voluntad contingente, sino resultado El caso "estándard" del significado literal de las oraciones, de
de restricciones convencionales. Es por ello que, en su opinión, acuerdo con el análisis de Habermas, coincide exactamente con lo
sólo pueden ser rechazadas aludiendo a razones. que el hablante quiere decir en su acto de habla. Pero, cuanto más
depende la emisión de un "saber de fondo" que permanece im-
LA FUERZA ILOCUTNA plícito en condiciones dadas, la significación del hablante puede
DE LOS ACTOS DE HABLA dar lugar a malos entendidos. Tal sería también el caso del juego,
el chiste, la ironía, etcétera.
HABERMAS establece que "la fuerza ilocutiva de un acto de habla Pese a ello, Habermas considera que la modernidad europea
aceptable ... se deriva de que pueda mover al escucha a aceptar implica una diferenciación de bloques (stocks) de saber que aflu-
el compromiso que el acto de habla entraña". Es por ello que en yen a los distintos ámbitos de la acción cotidiana institucionaliza-
la comunicación, el momento decisivo lo constituye el acto de ha- da y que, en cierto modo, someten las mientaciones de la acción
bla ilocucionado que, por un lado, causa la relación hablante/es- a una presión racionalizadora. Bajo esta presión, la "acción orien-
cucha y fija el sentido de aplicación del contenido de la oración; tada al entendimiento", elimina el problema del "trasfondo"
y, por otro, presenta una oferta de habla unida a una pretensión de implícito en los procesos cooperativos de interpretación.
validez. Sin embargo -es preciso aclarar- este "saber de fondo" no
En los actos de habla, el componente proposicional, el ilocu- tiene que ver nada con la noción de "código" de Jakobson, toda
cionado y el expresivo, se encuentran integrados en una suerte de aquella herencia biológica y psíquico-genética que nos caracteri-
unidad gramatical. Esta autonomía contextual de los actos de ha- za como humanidad, sino lo que completa tácitamente el conoci-
bla al mismo tiempo que la integración de sus funciones en una miento de las condiciones de aceptabilidad de las emisiones
unidad gramatical es la base de la teoría habermasiana. lingüísticas estandmizadas, para que el oyente pueda entender el
Ahora bien si los planes de acción de los participantes indivi- significado literal. Constituye en última instancia, dice Habermas,
duales están coordinados merced al efecto "ilocucionado" de los las certezas del sentido común.
actos de habla, pm·a Habermas, resulta clm·o que la problemática
de la racionalidad no se sitúa en las orientaciones de la acción
LA ARGUMENTACIÓN
sino en las estructuras del mundo de vida a que pertenece el suje-
to. Alude siempre a una esfera externa al actor. LA RACIONALIDAD comunicativa, para Habermas, "alude al habla
El componente ilocucionado del acto de lenguaje produce, por argumentativa" o
una parte, una relación hablante/escucha y establece el sentido de
aplicación del componente proposicional; y, por otra, plantea jun- capacidad de aunar sin coacciones y de generar consenso
to con él determinadas exigencias de valor, por supuesto, sociales. entre diversos pmiicipantes que superan la subjetividad ini-
124 BLANCA SOLARES LA NOCIÓN DE LENGUAJE DESDE UNA PRAGMÁTICA UNIVERSAL 125

cial de sus respectivos puntos de vista y merced a una comuni- concreta intersubjetividad sino, más bien, con aspectos funciona-
dad de comunicación racionalmente motivada se aseguran, a les del entendimiento como telas inmanente de la comunicación
la vez, de la unidad del mundo objetivo y de la intersubjetivi- social. Dice: "El entendimiento funciona como mecanismo coor-
dad del contexto en que se desanollan sus vidas. s? dinador de la acción."
Al igual que la argumentación, el entendimiento para Haber-
Con base en una noción de lenguaje objetivo, de expresión mas, por más que insista en que no se trata de un proceso empírico
intencional siempre transparente, Habermas alude a la "argumen- hacia un consenso fáctico, sino de un proceso de recíproco con-
tación" como capacidad reflexiva del sujeto sobre pretensiones de vencimiento, que coordina las acciones de los distintos partici-
validez que se han vuelto dudosas y que tratan de ser ratificadas o pantes con base en una motivación por razones, al final significa
recusadas por medio de razones. lo mismo: "Entendimiento significa enunciación enderezada a un
Para decirlo de otra manera, las contradicciones por ejemplo acuerdo válido." 88
entre etnias diversas guiadas por concepciones religiosas refuncio- La noción de "entendimiento", en Habermas, remite directa-
nalizadas como ideologías políticas -que dirimen el espacio con- mente a un acuerdo racionalmente motivado y que se "mide" por
centracionario de las identidades sociales y sus estigmatizaciones, pretensiones de validez susceptibles de crítica. Es decir, sirve para
detenninando el campo significativo de las áreas de conflicto- para que los participantes en la interacción se pongan de acuerdo acer-
no hablar de la racionalidad mediática y su interferencia comuni- ca de la validez que pretenden para sus emisiones. 89
cativa global sobre el espacio público político en las últimas déca- Este entendimiento presupone que los participantes en la in-
das y que a lo largo del siglo XIX y gran parte del siglo xx han lle- teracción no actúan en una esfera de valor social-parcial, según el
vado a enfrentamientos bmtales (Guena del Golfo, etcétera), no modelo de la racionalidad kantiana, sino que a fin de entender-
forman más parte, en la teoría habermasiana, de la racionalidad se, en sus actos de habla, movilizan el potencial de racionalidad
del mundo de la vida o de un mundo de vida racionalizado. Pues, que encienan los tres tipos de relaciones del actor con el mundo:
en su teoría, la racionalidad imnanente a la práctica comunicativa verdad, normatividad y autenticidad. "El lenguaje es un medio de
cotidiana remite a la práctica de la argumentación. comunicación que sirve al entendimiento ... y todo proceso de en-
Utópicamente, Habermas parece querer extender el modelo tendimiento tiene lugar sobre el trasfondo o marco de una pre-
reglamentado y autodisciplinario del ámbito académico universi- comprensión cultural."
tario, idealizándolo como paradigma comunicativo, al conjunto Pero volvamos a insistir, para Habermas el "saber de fondo"
de la sociedad. Ni el más romántico e ingenuo proyecto del joven no es, como por ejempo para Jung, Foucault, Jakobson, Bachelard
idealismo alemán se hubiera propuesto tal panacea. o Blanchot, entre otros, una especie de infraestructura creacional
del lenguaje, o un sistema material de fuerzas en tensión, sino el
EL ENTENDJMIENTO contexto sobre el que se monta la acción comunicativa.
Podemos decir que no es el mundo de la experiencia vital pre-
EN EL mismo sentido, Habermas no tr·abaja con la noción de enten-
sente y pasada, lo puesto en juego en el entendimiento, sino
dimiento a la manera de un análisis intr·ospectivo del hombre con-
-según Habermas- sólo la parte del acervo de saber que los par-
sigo mismo y abierto al juego incalculable y conflictivo de una
87 88 Idem, p. 500.
Habermas, op. cit., t. r, p. 27. 89 Idem, p. 143.
126 BLANCA SOLARES LA NOCIÓN DE LENGUAJE DESDE UNA PRAGMÁTICA UNIVERSAL

ticipantes tematizan en una interacción específica, por ejemplo, 2. Todos los pmtícipes del discurso deben tener las mismas
en un momento de negociación dado. oportunidades de plantear explicaciones, afirmaciones, aclara-
ciones y justificaciones y de problematizar, fundamentar o
TEORÍA DEL DISCURSO Y SITUACIÓN DE HABLA IDEAL reafirmar sus pretensiones de valor, de tal manera que ningún
supuesto debe pennanecer al margen de su teorización y crítica.
A FIN de completar la visión global de esta teoría comunicativa es 3. En el discurso se aceptan sólo como hablantes aquellos que
necesmio mencionar su teoría del discurso correspondiente y su como actores tengan las mismas oportunidades de plantear
idea de una situación de habla ideal. Como hemos establecido, actos de habla representativos, es decir, de expresar sus ideas,
desde la perspectiva antropocéntrica y empírica dominante en la sentimientos y deseos ... Ésta es la garantía de que los actores
teoría de Habermas, la comunicación social sólo es posible si entre como partícipes de un discurso sean verdaderos frente a sí
los actores puede compartirse una "pretensión de validez". Un mismos y hagan transparente su propia naturaleza interna.
encuentro azaroso, donde dos se encuentran y hablan sin compar- 4. En el discurso se aceptan sólo como hablantes aquellos que
tir nada, no se contempla como comunicación dentro de su hori- como actores tengan las mismas oportunidades de plantear
zonte objetivo. La conversación, por ejemplo, no es comunicación. actos de habla regulativos, es decir, de dudar y de contradecir-
Tampoco es comunicación hablar con uno mismo, dado que el se, de negar, de prometer, de abjurar, de rendir cuentas o de
proceso comunicativo supone, siempre, al menos dos actores. prolongarlas.
Habermas observa que dado el caso de que la pretensión de
validez se vuelva problemática y no se resuelva por la vía de una
El conjunto de estas condiciones alude a una lógica del dis-
comunicación ordinm·ia, la sociedad ilustrada abre para su solución
curso que coadyuva a la obtención del consenso, podemos supo-
la posibilidad del discurso, es decir, una vía a través de la cual el ner como sus propias condiciones, ideal.
desacuerdo puede ser superado por la fuerza racionalmente moti-
Tal idealidad pareciera conectarse, sin embargo, con una es-
vante del mejor argumento y -dicho con las propias palabras de
pecie de crítica a la metafísica kantiana que paradójicamente re-
Habermas- "con tal que la argumentación fuera suficientemente
sulta ser más abstracta, pues se apoya en el "entendimiento" como
abierta y durara el tiempo suficiente".
a priori de una comunicación de características deseables pero
Habermas distingue entre "discursos teó1icos", "prácticos'.' y
inexistentes. De alguna manera, su análisis de la acción comuni-
"explicativos". En cualquiera de ellos, los participantes tienen
cativa se relaciona con los tres aspectos de la noción miginal de
que pattir del hecho de que la m·gumentación cumple con las con-
razón de Kant, pero sin que operen de manera separada sino unidos
diciones de una "situación ideal de habla".
en la racionalidad del lenguaje. En ese sentido afirma, siempre
La situación de habla ideal, necesaria para la realización del
que los hombres actúan comunicativamente puede advertirse:
discurso apela a cuatro condiciones, igualmente ideales;
Primero, que los hombres coordinan las acciones humanas, la
l. Todos los participlantes de un discurso deben tener las mis- producción de valores, tanto como toda organización deter-
mas oportunidades de plantem· actos de lenguaje comunica- minada por la división del trabajo, a fin de lograr la obtención
tivos, de tal manera que los discursos abiertos puedan conti- de un resultado.
nuarse a través de argumentos, contrargumentos, preguntas y Segundo, que los hombres actúan con base en normas, según
respuestas. una moral.
128 BLANCA SOLARES LA NOCIÓN DE LENGUAJE DESDE UNA PRAGMÁTICA UNIVERSAL 129

Tercero, que los hombres muestran en todas sus acciones un fantasía de cambiar el mundo, como tampoco retorno a una mítica
aspecto de sus intenciones mentales, miedos y necesidades, edad de oro, sino simple modalidad de residir (resistir) en la tierra.
un rasgo de su autenticidad. Intersubjetividad es encuentro, un siempre-ya-ahí." Intuición, in-
mediación, reconocimiento, suspensión, durée, podríamos decir
Habermas resalta el juicio normativo de la acción o preten- en el sentido de Proust, no duración en el sentido de tiempo ca-
sión de valor moral-en cierta medida- como el modelo de acción lendárico, de meses y años: "Sino la realización de dos soledades
humana fundamental. Pues, para él, es aquí donde los hombres en una temporalidad fuera del tiempo profano, más ligado con la
plantean como norma, el "entendimiento", tal y como lo defini- intensidad y el juego" y que al perdernos nos conecta con algo más
mos en líneas anteriores. pleno, la remisión a la profundidad de la experiencia en un esfuer-
A diferencia del análisis de Max Weber de la racionalización zo abigarrado por no dejar que ese instante fugaz de la memoria
social bajo el aspecto de racionalidad con arreglo a fines, Haber- vuelva a perderse sin revelarme quién soy.
mas pretende, de alguna manera, el desarrollo de un concepto de En El discurso filosófico de la modemidad, Habermas critica
racionalidad con arreglo a los valores práctico-morales de la co- el predominio que la filosofía otorga a la subjetividad en lugar de
municación. Todas las acciones concretas, dice, se pueden clari- la intersubjetividad. Pero, nuevamente, lejos de concebir la inter-
ficar según los participantes acepten o bien rechacen una actitud subjetividad como relación anclada en el cuerpo y transfiguración
orientada o bien al entendimiento, o bien al éxito. En el sentido incesante del sí-mismo entregado a las potencia de la tierra, como
un tanto utopista, que se ha vuelto ya habitual en este cuadro fun- nos diría Femanda, vuelve a referirse a la relación de dos actores
cional lingüístico formal, nos dice: adultos dominando los rasgos del lenguaje convencional-pragmá-
tico que él nos ha venido presentando. A partir de un esfuerzo
La acción societaria no sólo se distingue de la acción comu- inusitado de revisión y crítica del pensamiento filosófico, de Hegel
nicativa por orientaciones de acción racional con arreglo a al posmodernismo, insiste en el descuido que todas estas filosofías
fines, sino por una etapa más alta, la etapa posconvencional han dado al paradigma del "entendimiento lingüístico".
de la racionalidad práctico-moral. 90 Habermas sostiene que el paso de la categoría de la subjetivi-
dad al de la intersubjetividad sólo puede realizarse si se abandona
Esta última afirmación nos da paso al último señalamiento de la "filosofía del sujeto" y se pone el acento en el "paradigma del
este apartado. lenguaje". Habermas quiere acentuar el lenguaje y no el sujeto en
su análisis social, pero en realidad su idea de comunicación ideal
INTERSUBJETIVIDAD Y ÉTICA depende completamente del uso que haga el sujeto del lenguaje,
DE UN DISCURSO UNIVERSAL aunque él prefiera llamarlo actor. No hay pues ninguna superación
de las filosofías del sujeto en su teoría, sino un antropomorfismo
EN UNA de las más brillantes páginas del libro Existencia, encuen- todavía más acentuado.
tro y azar de Femanda Navarro, parafraseando a la autora se lee en El paso del paradigma de la conciencia al del entendimiento
relación con la intersubjetividad: "La experiencia interpersonal no
formal, porque en realidad íntimamente existe siempre la duda de
es evolutiva, ni progreso ni advenimiento de una época mejor, ni
si nos hemos dado a entender, significaría para Habermas abando-
9° Idem, p. 365. Cursivas de la autora. nar el subjetivismo, para colocar en su lugar la "interacción", lo
130 BLANCA SOLARES LA NOCI6N DE LENGUAJE DESDE UNA PRAGMÁTICA UNIVERSAL 131

realmente importante socialmente, la coordinación de los actores el punto de referencia de la toda la tradición hegeliano marxista
de sus planes de acción tratando de entenderse entre sí mismos so- (Adorno, Marcuse, Lukács, etcétera).
bre algo. En el marco metafísico del retomo a sí de un saber que a sí mis-
El debilitamiento de las estructuras del "mundo de la vida", mo se sabe (el Espúitu) o del retomo a sí de un sujeto -especie ex-
constituido por actos de habla, frente al proceso de institucionali- trañado de sí en un devenir que es a la vez catástrofe y "proceso
zación social, cada vez más al margen del lenguaje, hace necesario de formación", marco que constituye la garantía del buen suce-
no descuidar el vínculo entre individuación e intersubjetividad so de todo proceso- tanto Hegel como Marx entienden la carac-
como el "modelo de relación moral" que debe prescindir nuestras terística básica de la modernidad social como una ruptura de la
acciones. "eticidad". Pero esta perspectiva de la temia crítica, especialmente
Dedva de ahí un principio ético que, por supuesto, no alude al de Adorno, no obliga necesariamente, en términos de Habermas,
equilibrio físico (del cosmos) y humano (de las costumbres), al or- a un pensamiento aporético.
den armonioso y perfecto del universo intrínseco al ser, sino a la Lo "otro" de la "razón instrumental", la alteridad que el "pen-
idea kantiana, según la cual, toda ética cognoscitiva concibe la "rec- samiento objetivante" no puede menos de destruir al pretender
titud normativa ... como pretensión análoga a la verdad", si bien subsumirla, está presente ya, según él, también como "razón" y
dejando de lado que para Kant la Verdad es lo inalcanzable, y promesa de ella, en el proceso de interacción, es decir, en la co-
postulando el pdncipio de universalidad del imperativo categóri- municación lingüística, sin la que no es posible la misma forma-
co, según el cual una norma moral es generalizable. La ética del ción de conceptos.
discurso habermasiano no pretendería otra cosa que la formulación Luego de Hegel, Adorno desapareció el concepto de eticidad
de este imperativo a través del paradigma del entendimiento lin- en una vida distorsionada y absorbida por la lógica de la dimensión
güístico. sistémica. De manera que, dice el apólogo de Habennas, Manuel
El imperativo categórico -formulado ahora desde la perspec- Jiménez Redondo:
tiva de una filosofía del lenguaje- prolonga el principio moral
Habermas respira cuando logra liberar el legado de la tradición
como fundamento universal del proceso mismo de la argumen-
hegeliano-marxista del emarecido medio de una conceptua-
tación.
ción casi exclusivamente filosófica que ya no es capaz de dar
El fundamento de la comunicación puede ser entonces: "sólo
razón de sí misma y, reformulando sus categorías básicas, resti-
deben pretender valor aquellas normas que pueden encontrar el
tuirlo al contexto de la discusión contemporánea en filosofía
reconocimiento de todos los partícipes en el discurso práctico".
y ciencias sociales. 9 1
Dicho de otra manera, sólo ciertas normas pueden alcanzar
validez social, aquellas que tienen el reconocimiento general y
cuyas consecuencias, por lo tanto, asumen todos los afectados. Esta afirmación coincide, por lo tanto, con la noción de len-
La pretensión de Habermas de realizar así una revisión de las guaje exclusivamente como medio de entendimiento pragmático
categorías básicas de la Filosofía del derecho de Hegel -etici- universal y, por supuesto, al margen de la experiencia social y
dad y sistema- a partir de las cuales éste había articulado su aná- humana vital.
lisis de la modernidad social, significa un esfuerzo ciertamente de
91 Cit. Manuel Jiménez Redondo, en Jurgen Habermas. Escritos sobre moralidad y
grandes dimensiones. Más allá de Hegel, este análisis fue siempre eticidad, Paidós, Barcelona, 1991, p. 30.
132 BLANCA SOLARES LA NOCIÓN DE LENGUAJE DESDE UNA PRAGMÁTICA UNIVERSAL 133

MÁS ALLÁ DEL PRAGMATISMO UNIVERSAL religiosa, de lo real, que de alguna manera nos conecta también
con el arriesgado proceso de concentración en el "sí-mismo", como
Toda expresión de la vida espiritual del hombre
puede concebirse como una especie de lenguaje ... fundamento de una identidad compartida.
En una palabra, cada comwzicación de contenidos espirituales
es lenguaje, y la comunicación por medio de la palabra
Para Benjamín la comunicación universal de los seres espiri-
es sólo wz caso particular de/lenguaje humano ... tuales que se da en el lenguaje concebido como medium de toda
No existe evento o cosa, tanto en la naturaleza v~va como en la inanimada,
que no tenga de algunafonna, participación en el lenguaje, experiencia o participación mimética, es la participación en una
ya que está en la naturaleza de todas ellas comunica( su contenido espiritual. verdad oculta a la que se llega, pero que estaba ya desde el prin-
As[ usada, la palabra "lenguaje" no es de modo alguno una metáfora.
Resulta un entendimiento 1/elio de contenido el no poder imaginarse cipio:
que la entidad espiritual de/lenguaje no se comunique en la expresión ... ;

W. BENJAMlN En la palabra se hizo la creación, y, por tanto, la palabra es la


entidad lingüística de Dios. Todo lenguaje humano es mero
EN su bello y controvertido ensayo "Sobre el lenguaje en general reflejo de la palabra en el nombre. Y el nombre se acerca tan
y sobre el lenguaje de los humanos", 92 Walter Benjamin había
abie1io ya para la sociología, mucho antes que Habermas, una no-
:1
1
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poco a la palabra como el conocimiento a la Creación. La in-
finitud de todo lenguaje humano es incapaz de desbordar su
ción de lenguaje tan compleja y sugerente que sigue inquietán- "
;~ entidad limitada y analítica, en comparación con la absoluta
donos en nuestros días. Benjamín concibe el lenguaje, por un libertad e infinitud creadora de la palabra de Dios. 93
lado, como un acto de creación original que está en la génesis
misma del universo; y, por otro -como lo pondrán en evidencia La noción de Benjamín del lenguaje nos da pie al siguiente
desarrollos psicoanalíticos y antropológicos posteriores- vincu- apartado relativo a la confusión básica entre signo y símbolo en la
lado, en términos de C.G. Jung, con un desarrollo psíquico cir- sociología de Habermas.
cunvalatorio del "sí mismo".
La noción de Benjamín del lenguaje implicaba ya una concep-
ción del habla como inmediata o idéntica con el ser espiritual de
las cosas, el rechazo de la concepción instrumental del lenguaje
como simple medio de dominación, así sea algo tan subjetivo como
la significación misma. Lejos de aludir al lenguaje como capaci-
dad de expresar significados precisos, observa más bien la revela-
ción de la significación infinita aliada en el lenguaje, por ejemplo,
a la enantiodromía, término empleado por Heráclito para designar
la tendencia intrínseca de todo ser a transformarse en su contrario.
En la concepción de Benjamín, el lenguaje no es un instrumen-
to, sino el medium de una experiencia mimética, esencialmente

92W. Benjamin, "Sobre el lenguaje en general y sobre el lenguaje de los humanos",


en Para una crítica de la violencia. Iluminaciones IV, Taurus, España, 1991. Introducción
y selección de Eduardo Subirats. Trad. R. Blatt. 93 Idem, p. 67.
CAPíTULO X

La reducción de símbolo a signo


como clave de la comunicación racional

L A CONVERSIÓN de una palabra en signo, según la vertiente es-


tructuralista del lenguaje, atañe directamente a la historia
de Occidente, a la expansión del mercado mundial y la fijación de
reglas y normas de comercialización como uno de los momentos
más importantes en el establecimiento universal del modo de
producción moderno. Esta pretensión de mundializar el intercam-
bio y la implantación de un modo de vida uniforme, que se agu-
diza desde finales del siglo pasado y que termina con la diversidad
de lenguas y culturas y su sustitución por una expresión lingüísti-
ca formal, extraña y vacía de la experiencia irreductible, no puede
significar sino la crisis del lenguaje. Habermas, sin embargo, to-
mando como referencia a la vertiente anglosajona ve las cosas
desde otra óptica.
De acuerdo con De Saussure, el lenguaje es un sistema de sig-
nos que funciona, como todo sistema, coercitivamente y obligándo-
nos a obedecer determinadas reglas y aceptar convencionalmente
determinados significados. El signo es un vínculo convencional
entre "concepto" e "imagen acústica", arbitrario y diferencial; que
funciona en el marco de un sistema de valores y está constituido
por una relación entre un componente psíquico, mental, abstracto
-"significado"- y un componente concreto y material -"signifi-
Rubén Cimet. La conversación, 1992.
cante".
Madera (132 x 98 x 57 cm)
No obstante, cuando la relación entre concepto e imagen no es
arbitraria sino natural nos encontramos frente a la noción de sím-
bolo. El paso del simbolismo natural al signo arbitrario puede efec-
[1351
136 BLANCA SOLARES LA REDUCCIÓN DE SÍMBOLO A SIGNO 137

tuarse por gradaciones tan insensibles que prej~fiere dejar el pro~ Escuela intentará resolver, cuestiones como en qué consiste la
blema abierto para investigaciones posteriores, ¡ asegura él mismo. arbitrariedad del signo, a qué alude su componente conceptual
Luego, De Saussure no se atreve a decir m~1ás, guarda reserva (abstracto) o cuál es la importancia de la imagen en el sistema de
incluso para escribir su propio Cours de linguis-,stique général, pu- signos lingüísticos culturales, fueran para Habermas, a la luz del
blicado en 1916, y definir su propia noción de Ilenguaje. El silen- pragmatismo de Mead, puntos de partida falsos.
cio y una especie de complejo de insatisfacciórín, de casi fracaso, Siguiendo a Charles Mords (Language, Signs and Behavior,
marcan los veintidós años de vida ginebrina det-dicados al estudio Nueva York, 1940), Habermas cdtica los intentos semiológicos de
de la lengua. Publica cada vez menos, se commmica también cada usar conceptos tales como "signo" o "intérprete de signos" para
vez menos y se excusa con sus amigos de sus Jlarguísimos silen- explicar la relación estructural entre intención y significado. Pues
cios hablando de su epistolofobia. en su opinión esta vertiente pasa por alto "la comprensión del
Preocupado por el trabajo interdisciplinado) o pluddisciplina- comportamiento regido por reglas".
rio, el gran lingüista ginebrino se proponía fundjar científicamente A partir de esta idea, Habermas nos presenta su intención de
la semiología, una teoría de los signos, sin podeer escapar a la ten- recurrir a Wittgenstein para aclarar cómo se llegan a establecer
sión, el fastidio y la dificultad que existe en gentteral-decía- "para significados convencionales sociales que lejos de ser producto de
escribir sólo diez líneas con sentido común en 1mateda de hechos la violencia de un lenguaje en expansión se dedvan de las propias
del lenguaje". 94 reglas lingüísticas en abstracto. No profundizaremos en este uso
Si comparamos a la teoría de la acción corrnunicativa con es- simple del pensamiento de Wittgenstein. Pero sí diremos que en
tas ideas de De Saussure, observamos que Halbermas utiliza las contraste con la tradición francesa, a la que lo que preocupa es
nociones de signo y símbolo lingüístico como sintónimos. Lo que no problematizar el lenguaje como sistema, el registro de las irregu-
significa que haya resuelto sus diferencias, ni egue haya aclarado laridades y las funciones del lenguaje más allá del sistema de sig-
la naturaleza del símbolo, sino que, más bien, ,es en torno a esta nos, Habermas opera en sentido opuesto. Su propósito es registrar
noción que la teoría de la acción comunicativa ESe expresa en toda cómo se establecen los significados constantes y generales en la co-
su ambigüedad. municación. Ello, no obstante, a partir de una reducción y empo-
En toda la teoría de la acción comunicativat, signo y símbolo brecimiento de las nociones del símbolo y de lenguaje.
parecen operar prácticamente como sinónimos, a la manera de un
acuerdo convencional entre "significado" y "significante" que da SOBRE LA NOCIÓN DE SÍMBOLO
por resultado una "significación" formalmentB compartida. Ha-
bermas deja al margen las investigaciones de Dte Saussure y no le EL ESTUDIO del símbolo, objeto significativo partido en dos, que
interesará tampoco conocer el debate relativo a:llenguaje abierto une a la vez que separa, ha cobrado cada vez más impmtancia en
por la Escuela Estructuralista. Los nombres de De Saussure o de el campo del pensamiento occidental y de la reflexión científica.
Jakobson aparecen citados apenas una vez, en ta11to que el deBen- Desde pdncipios de siglo, el interés por el estudio del simbolismo
veniste, Barthes, Kristeva, Todorov, Lévy-StratiSS, etcétera, sim- se vio incrementado en gran medida por los estudios etnográficos
plemente nunca se mencionan. Pues tal pareciera que lo que esta de las sociedades pdmitivas. Las hipótesis de Luden Levy-Bruhl en
el sentido de que la estructura y el funcionamiento de la mentali-
94 Véase, Georges Mounin, Saussure presentaci6n y textos, Anagrama, España, 1971, dad pdmitiva era "prelógica" en tanto que parecía gobernarse por
p. 15. una "participación mística", abdó la discusión sobre el símbolo a
138 BLANCA SOLARES LA REDUCCIÓN DE SÍMBOLO A SIGNO 139

filósofos, psicólogos y sociólogos. Antes de su muerte Levy-Bruhl nición conceptual. Como este tipo de signos no son sino un medio
abandonó su idea de una mentalidad prelógica y radicalmente de economizar operaciones mentales, nada impide, por lo menos
opuesta a la moderna. No obstante, había iniciado ya un debate y en teoría, elegirlos arbitrariamente. 95
llamado la atención de científicos e intelectuales sobre el estudio Pero hay casos, insiste Gilbert Durand, en que el signo debe
del hombre primitivo, su psique y su cultura. perder su arbitrariedad. Por ejemplo, cuando nos refedmos a cuali-
Algunos filósofos, epistemólogos y lingüistas han venido dades espuituales o morales difíciles de presentar, como es el caso
luego a demostrar no sólo que el lenguaje tiene un carácter sim- de la verdad o de la justicia. Entonces, se hace necesario recurrir
bólico, sino incluso todas las actividades del espíritu humano, a signos de tipo complejo.
desde el1ito y el sacrificio hasta el arte y la ciencia. Si se acepta Durand distingue así entre signos arbitrarios o puramente
que el hombre tiene una capacidad creadora de símbolos, dice N. indicativos que remiten a una realidad significada que aunque no
Whitehead, en El simbolismo, sus significados y efectos, todas sus está presente es posible siempre presentar y los signos alegóricos,
realizaciones son simbólicas. que remiten a una realidad significada difícil de presentar. La ale-
En el mismo sentido, según Gilbert Durand, la conciencia goría es la traducción concreta de una idea difícil de captar o ex-
dispone de dos maneras de representarse al mundo. presar de forma simple.
a) Una directa en la cual la cosa misma parece presentarse Por último, tenemos la imaginación simbólica que alude a un
ante el espúitu, como en la percepción o en la sensación. significado imposible de presentar.
b) Y otra indirecta que responde a algo que no puede presen- Los dos pdmeros representan toda o una pmie de la realidad
tarse de primeras a la sensibilidad, por ejemplo, imaginar el que significan. En el último caso, esto es imposible. El signo sólo
paisaje del planeta Marte o recordar nuestra infancia. En es- puede referirse a un sentido y no a una cosa sensible.
tos casos de conciencia indirecta, el objeto ausente se repre- Se puede definir el símbolo "como todo signo concreto que
senta ante ella mediante una imagen. evoca, por medio de una relación natural, algo ausente o imposi-
ble de percibir".
La noción de símbolo no se agota en símbolo lingüístico. Pero
La diferencia entre pensamiento directo e indirecto no es sin
aun siendo palabra, expresa algo más que un significado convencio-
embargo tan tajante. Sería mejor decir que la conciencia dispone
nal. Guarda siempre un sentido que va más allá de la significación
de distintas gradaciones o niveles de intensidad de la imagen. A
inmediata. Esta noción de símbolo coincide también con las in-
veces es una copia fiel de la sensación, es una presencia percep-
vestigaciones junguianas.
tiva, pero otras de manera opuesta, es la inadecuación más extre-
ma, un signo eternamente separado del significado. Este signo Según C.G. Jung: el símbolo es " .. .la mejor representación
posible de una cosa relativamente desconocida, que por consi-
lejano no es otra cosa que el símbolo. Así:
El símbolo se define, en primera instancia, como pertene- guiente no sería posible designar en pdmera instancia de manera
ciente a la categoría de signo. La mayor parte de los signos están más clara o más característica".
destinados a economizar el poder de remitirse a un significado que 95El proceso de internalización de un significado universal, al que Habermas se
puede estar presente o ser verificado. Una señal proviene de la refiere, alude a un proceso formal que significa que acepta la arbitrariedad del signo. Pero
éste no es el caso, porque Habermas ni siquiera se plantea si el signo es arbitrario o no.
presencia del objeto que representa, de la misma manera que una Usa signos incluso arbitrariamente. Si el origen de la convención es acaso arbitrario no es
palabra o un algoritmo reemplazan con economía una larga defi- motivo de investigación.
140 BLANCA SOLARES LA REDUCCIÓN DE SÍMBOLO A SIGNO 141

El símbolo como la alegoría conduce la percepción de lo re- La otra parte del símbolo, el significado, concepto, momento
presentado a lo significado (concepto/abstracción). Pero además, abstracto, en cualquier caso inaprensible, tiene igualmente una
por la naturaleza misma del significado inaccesible, es epifanía, es lógica.
decir, aparición de lo inefable por el significante (imagen) y en él. En un signo simple el significado (concepto) es limitado (silla);
El dominio del símbolo es lo no sensible en todas sus formas: el significante (imagen por su mismo vínculo arbitrario con el
inconsciente, trascendente, sobrenatmal. .. Estas "cosas ausentes significado) puede ser infinito (chair, Stulle, etcétera ... ).
o imposibles de percibir" son de manera privilegiada los temas de Una "alegoría" simple, por ejemplo, traduce un significado
la ontología, el arte y la religión: causa primera, fin último, finali- finito (justicia) por medio de un significante no menos delimita-
dad sin fin, alma, espíritu, dioses ... do (balanza).
Una característica más. El símbolo además de inadecuado en En el caso del símbolo: (Sinnbild: Sinn concepto; Bild: imagen)
relación con lo que se pretende representar, es parabólico ("para", el significado está infinitamente abierto.
del prefijo griego que significa "que no alcanza"). Por lo tanto, El significante, lo único conocido o que se nos muestra in-
está menos limitado a lo arbitrario o a la convención que el em- mediatamente, remite sin embargo por extensión a todo tipo de
blema o la alegoría. Como la representación simbólica no puede cualidades no representables hasta llegar a lo opuesto de tal cuali-
nunca confirmarse, mediante la presentación pura y simple de lo dad. Así la imagen del fuego aglutina sentidos divergentes y anta-
que significa, el símbolo, en última instancia, sólo vale por sí mis- gónicos: fuego purificador; fuego sexual; fuego demoniaco; fuego
mo. En ese sentido, es exacto. "Al no poder representar la irrepre- infernal. El significado, en el mejor de los casos es concebible
sentable trascendencia, la imagen simbólica es transfiguración de pero no representable, a la vez que se difunde por todo el universo
una representación concreta con un sentido totalmente abstracto." 96 concreto: mineral, vegetal, astral y humano.
El símbolo es pues una representación que hace aparecer un Este doble poder hipercentralizado del significante que al re-
sentido secreto: es la epifanía de un misterio (epiphanéia: del grie- petirse (fuego pmificador, fuego sexual, fuego demoniaco) integra
go, aparición). en una sola figura las cualidades más contradictorias, y la fuerza
La parte visible del símbolo, el significante (imagen, en el del significado que inunda todo el universo sensible para mani-
caso del lenguaje hablado, acústica) está cargado al máximo de festarse sin dejar de repetir el acto epifánico, poseen ambos el
concretez. Todo símbolo auténtico, según Paul Ricoeur, posee tres carácter común de la redundancia, un poder de repetir que no es
tautología sino que crece y agrega una potencia simbólica suple-
dimensiones concretas:
mentaria. La redundancia significante de los gestos (orar, bende-
-Es cósmico: extrae su representación del mundo bien visible cir, bailar) de las relaciones lingüísticas, de los símbolos icono-
que nos rodea; gráficos son copias de un mismo modelo en muchos ejemplares
-es onírico, es decir, se arraiga en los recuerdos, gestos, sue- que a la vez son únicos. Es un poder de repetición instauradora
ños, la materia concreta de nuestra vida más íntima; semejante a la interpretación musical. El símbolo nunca queda
-es poético, o sea, que recurre también al lenguaje, al más ín- explicado de una vez para siempre, sino que siempre hay que vol-
timo y por lo tanto más concreto. ver a descifrarlo, igual que una partitura musical que nunca está
descifrada de una vez por todas, sino que siempre exige una eje-
96 Cit. G. Durand, La imaginaci6n simb6lica, op. cit., p. 15. cución nueva. (Cfr. H. Corbin.)
142 BLANCA SOLARES LA REDUCCIÓN DE SÍMBOLO A SIGNO 143

El símbolo es un signo que remite a un significado inefable e bleciendo una conexión analógica entre hombre, naturaleza y
invisible, por eso debe encarnar concretamente esta adecuación sociedad.
que se le evade y hacerlo mediante el juego de la redundancia La imagen religiosa del mundo funciona como correa de
mística, rituales, iconografías, que corrigen y completan inagota- transmisión que transforma el "consenso religioso básico" en so-
blemente la inadecuación. lidaridad social. Pero de lo que Durkheim habla no es del "consen-
Este modo de conocimiento simbólico, nunca adecuado, nun- so" sino de la experiencia religiosa y ritual con base en la cual se
ca "objetivo" porque jamás alcanza un objeto, que siempre se pre- articula el modo de vida de las sociedades arcaicas. Habermas
tende esencial ya que se basa en sí mismo y lleva en su interior el abstrae de este planteamiento el hecho de que la solidaridad se
mensaje de la trascendencia; nunca explícito, siempre ambiguo y encauza en instituciones a las que la religión les presta autoridad
a menudo redundante, tendrá en su contra muchas opciones reli- moral y que, de esta manera, la sociedad puede ser vista en su
giosas y filosóficas y, por supuesto, directamente al cientificismo desanollo siguiente: imagen-solidaridad-institución-moral.
racionalista y su reducción del símbolo a signo. · Sin embargo, para el análisis de la conexión entre consenso
normativo, imagen del mundo y sistema de instituciones, el análi-
CULTURA COMO REPRESIÓN O LIBERACIÓN sis de Durkheim ya no es suficiente. Pues es importante tener pre-
DE LA RACIONALIDAD COMUNICATIVA sentes los "canales de comunicación lingüística" que Durkheim
no toma en cuenta y que sobre todo interesan para explicar a las
SEGÚN Habermas ha tratado de mostrar apoyándose en el interac- instituciones política modernas.
cionismo simbólico de Herbe1i Mead, la identidad (subjetiva) está Habermas quiere verse así un poco más allá del conductismo,
determinada por la conciencia (colectiva). Es esta última la que al aceptar que la acción comunicativa está conectada con las imá-
crea a la primera. El individuo adquiere carácter de tal en con- genes rituales que se mueven en un nivel pre-lingüístico, pero co-
diciones de vida dadas y nada más. Supone que el individuo nace nectadas ya con la acción comunicativa. Las interpretaciones que
sin ideas innatas o código físico-psíquico que lo determine y de- penetran la comunicación cotidiana se nutren de tales imágenes
más cuestiones que, por ejemplo, supone el psicoanálisis (Freud, del mundo. A esta conexión se debe la forma del saber cultural.
Adler, Jung). Durkheim subsume apresuradamente bajo el concepto de "con-
Luego, Habermas quiere explicar cómo se relaciona lo que él ciencia colectiva", dice Habermas, la comunidad del consenso
llama la "estructura simbólica", creadora de unidad -pero que no normativo ritualmente consumado y la intersubjetividad del saber
son sino controles sociales convencionales- con la diversidad de creado a través de los actos de habla.
las instituciones y de los individuos socializados. Para ello vuelve Para solucionar este problema hay que tomar en cuenta que
a recunir a Durkheim, según el cual, todas las grandes institucio- "la práctica profana diaria discune a través de procesos de enten-
nes, se originan en el espíritu de la religión. dimiento lingüísticamente diferenciados y obliga a una especifi-
Las "imágenes del mundo míticas" que proyectan una tota- cación de pretensiones de validez en relación con la adecuación
lidad en la que todo guarda conespondencia con todo, fijan sub- de las acciones a las situaciones, dentro del contexto normativo de
jetivamente la identidad colectiva del grupo o de la tribu al orden roles e instituciones" .97
cósmico y enlazan este orden con el sistema de instituciones so-
ciales. Los vínculos sociales, en consecuencia, se explican esta- 97 Cit. Habermas, op. cit., t. II, p. 85.
LA REDUCCIÓN DE SÍMBOLO A SIGNO 145
144 BLANCA SOLARES

Vistas así las cosas, la intersubjetividad lingüística o acción Durkheim, apenas había abierto. Pues "lo santo" para Habermas,
comunicativa no alude a sujetos sino a "actores sociales" jugando lo mismo que para el más pedestre positivismo y materialismo no
su rol en instituciones dadas. es otra cosa que un vínculo coercitivo reificado que bloquea la
La unidad de un programa cultural intersubjetivamente com- enunciación simplemente funcional en el educado marco de la co-
partido, según Habermas, sólo se asegura si se basa en la "unidad municación racional lingüística de ciudadanos desencantados y
intersubjetiva de una comunidad de comunicación". El grupo sanamente escépticos.
puede constituirse como colectivo luego que se ha organizado y
estructurado a través de unos mismos contenidos semánticos. Los RASGOS DE UNA "INTERSUBJETNIDAD COMPARTIDA"
ritos, en esta perspectiva, no serían sino "residuos instintivos" ab-
sorbidos y sublimados, más tarde, en institución social. EN CONTRASTE con esta postura, relativa al problema de la inter-
Habermas contempla el carácter natural del hombre o de la subjetividad, es esclarecedor el siguiente pasaje de Mircea Eliade
cultura como rasgos genéticos que pueden traducirse en lenguaje en el que el autor nos habla de la "comtmicación con el otro" a
hablado. Así, la visión de Habermas de la cultura -podemos ob- través incluso de una ética más allá del "deber ser" kantiano:
servar- se conecta con la de Freud pero de manera inversa. Lo que podríamos llamar el pensamiento simbólico da al hom-
Mientras Freud concibe la cultura como represión, Habermas bre la posibilidad de una libre circulación a través de todos
la observa como liberación de la racionalidad comunicativa enca- los niveles de lo real ... el símbolo ... identifica, asimila, uni-
minada al consenso. fica planos heterogéneos y realidades aparentemente irr-educ-
Asimismo, el símbolo reducido a signo lingüístico o símbolo tibles. Y hay aún más: la experiencia mdgico-religiosa per-
convencional, muerto, o "símbolo enfriado" (cfr. Chevalier y mite la transformación del hombre mismo en un símbolo.
Geherbrant, Diccionario de símbolos) aparece como portador de
una significación unitaria y homogénea que posibilita y media,
según Habermas, la intersubjetividad y, por lo tanto, el entendi- Sin esta transformación la comunicación es inútil, no estaría
miento. abierta al mensaje del otro sino centrada. en la propia voluntad
Toda la experiencia individual sería así comunicable tanto homogeneizante de la propia expresión. P~a Eliade, esta transfor-
' mación del hombre en símbolo hace posible todos los sistemas y
como agotable en términos lingüísticos. Más aún, toda la expe-
riencia religiosa de la que ha hablado siguiendo a Durkheim pero, experiencia antropocósmicas, a través de las cuales, la vida se
como él, sin observar realmente en qué consiste el fenómeno enriquece, se amplifica y logra que los "extraños" se integren en
religioso, puede considerarse como una especie de prelenguaje, una comunidad cósmica.
infantilizado y relleno de idolas irr-acionales, balbuceante y naif. El hombre no se siente un fragmento impermeable -cuya
Las investigaciones sobre los fenómenos religioSO$ vinculados coincidencia con el otro es un acto de voluntad racional lingüístico
a la problemática del símbolo son un trabajo sumamente complejo de precisión- sino un cosmos vivo abierto a todos los otros cos-
que, precisamente, se abre gracias a Durkheim y que será retoma- mos vivos que lo rodean.
do por corrientes de la antropología, la psicología y la historia de La intersubjetividad es posible ahora pero por la mediación
las religiones. No por Habermas, quien al no ver ningún proble- con este tercero, más allá del sujeto racional-ilustrado, tendiente a
ma en lo relativo al símbolo, toma por punto de llegada algo que suavizar la ratio, como a quitarle algo de la aridez intelectualista
146 BLANCA SOLARES LA REDUCCIÓN DE SÍMBOLO A SIGNO 147

o prepotencia progresista y conferirle una comprensión dúctil y nacimiento colTecto y universal". El pensamiento social termina
amorosa. en signo o "término adecuado de una relación" que para devolver
La experiencia macrocósmica además, como nos explica Elia- el ser interior a la conciencia llega a fenomenologías en las que el
de, no es una enajenación -un proceso de "extrañamiento" o alie- corúunto de los fenómenos ya no se orientan hacia un polo trascen-
nación-, más bien, conduce al hombre hacia él mismo, le revela dente. Dice Paul Ricoeur que la filosofía y con ella todo el pensa-
su propia existencia y su propio destino. El hombre arcaico se miento científico social ya no evoca ni invoca lo ontológico sino
"pierde" cuando interviene en un 1itual. Pero, se recobra y se com- que apenas logra una "verdad a la distancia, una verdad reducida".
prende dado que estos rituales proclaman acontecimientos macro- La impugnación cartesiana a las causas finales y la resultante
cósmicos, es decir, antropológicos y en última instancia, existen- reducción del ser a un conjunto de relaciones objetivas, eliminan
ciales. en el significante todo lo que era sentido figurado. El proceso me-
Eliadt: puede decir así, en contra de todo el racionalismo pro- tódico de investigación de la ciencia y la exposición de sus resul-
vinciano de Occidente, que "gracias sobre todo al símbolo, la exis- tados, acaba luego con la misma posibilidad de imaginar. El po-
tencia auténtica del hombre arcaico no está reducida a la existen- sitivismo elimina en el conocimiento toda reconducción hacia la
cia fragmentada y enajenada del hombre civilizado de nuestro profundidad vital del llamado ontológico, la ausencia que página
tiempo". 98 a página, renglón por renglón, se echa de menos en la teoría de
El racionalismo coloca límites infranqueables para aproxi- Habermas. El ser se ha convertido aquí en lenguaje, signos ade-
marse a la fenomenología y estructuras específicas de las formas cuados para la coordinación de la acción del hombre racional, el
simbólicas y su dimensión ontológica ÍlTeductible. Quiere instau- ideal de la ilustración. Un proyecto cuya confianza en la ciencia
rar la dinámica del progreso en todo cuanto analiza. Es necesario y en el pensamiento racional, de origen cartesiano, terminó en el
insistir, encelTado en el propio "provincianismo del pensamiento optimismo positivista de la marcha continua del progreso.
occidental" de tradición eurocéntrica y logocentrista, la visión
restrictiva de la razón hace total abstracción de otros tipos de pen- El platonismo tanto grecolatino como alejandrino es más o me-
samiento. En relación con lo simbólico, a la experiencia sagrada nos una filosofía de la "clave" de la trascendencia, es decir,
y su expresión, el Occidente ilustrado es un ejemplo excepcional que implica una simbólica ... La utilización sistemática del
de "iconoclastismo por exceso", tal como lo definimos antes, im- simbolismo mítico, ... en el autor de El Banquete y del Timeo,
postor cotidiano de la potencia pragmática del signo. bastan para convencernos de que ~1 gran problema platónico
era el de conducir los objetos sensibles al mundo de las Ideas;
el de la reminiscencia que, lejos de ser una memoria vulgar,
EL SÍMBOLO Y LA ClENCIA
es por el contrario una imaginación epifánica. 99
LA VERSIÓN habermasiana del símbolo como significado conven-
cional no es una excepción. Bajo el influjo cartesiano, la filosofía Diez siglos de racionalismo corrigieron los Diálogos de Platón,
contemporánea ha venido vaciándose, desde su inicio, de todo sim- impulsaron las premisas de la dialéctica, de la lógica aristotélica
bolismo y encaminándose en el mundo de la ciencia o del "co- y del matematismo de Descartes.

98E!iade, op. cit., p. 408. 99 Cit. Durand, op. cit., p. 31.


148 BLANCA SOLARES LA REDUCCIÓN DE SÍMBOLO A SIGNO 149

Juan Duns Escoto (1266-1308) y sobre todo la gnosis valenti- en el que el símbolo -tal y como sucede en la teoría de la acción
niana propuesta en los primeros siglos de la era cristina, responden comunicativa- se reduce a noción sociológica.
desde la perspectiva platónica a la pregunta: "¿Cómo ha llegado a Toda "convención", subraya Durand, aunque esté animada
las cosas el Ser sin raíz y sin vínculo?", con una doctrina del sen- por las mejores intenciones de "defensa simbólica" es fatalmente
tido trascendente comunicado mediante el símbolo, que será re- dogmática, en el plano de la reconducción ontológica, produce una
chazada en nombre del "pensamiento directo" y el conceptualismo degeneración. Al convertirse en sistema, el símbolo se funciona-
aristotélico cargado al empirismo y al que en conjunto permane- liza, se burocratiza y traiciona "el movimiento del alma". Por lo
cerá fiel Occidente. tanto, la desacralización moderna del símbolo no sucede sólo con
El mundo de la percepción y de lo sensible, dejará de ser el la apertura del mercado mundial, tal y como se podría inferir de la
mundo de la intercesión ontológica (reflejo de la Idea) en el que se Escuela Estructuralista del lenguaje. Ni siquiera se corresponde
epifaniza un misterio, como era el caso de Escoto o incluso de San con lo que Max Weber llama el proceso de "desencantamiento"
Buenaventura, para devenir un mundo material: el lugar de la per- del mundo, luego de la caída del régimen feudal.
cepción separado de un motor inmóvil, tan abstracto, que no me- Más bien, el propio hecho de que la imagen simbólica encar-
rece el nombre de Dios. ne en una cultura y en un lenguaje cultural implica ya el riesgo de
La "física" de Aristóteles, que la cristianidad adoptará hasta su conversión en dogma. La forma amenaza el espíritu y el sím-
Galileo, es la de un mundo secularizado, una combinación de cua- bolo si bien se expresa mediante una "letra" específica, paradóji-
lidades sensibles que sólo conducen a la ilusión ontológica que camente, preserva la imaginación simbólica más allá de la letra,
denominan ser. Para el conceptualismo, la idea posee una realidad lo contrario es su réquiem.
-la cosa sensible- que sin embargo no conduce como la idea Un ejemplo de ello es el uso del símbolo por la Iglesia, un uso
platónica "de un impulso meditativo a otro, al sentido trascendente de la letra funcionalmente dogmático e institucional. La división
supremo situado más allá del ser en dignidad y potencia", sino al eclesiástica del mundo en fieles y sacn1egos acaba con la imagi-
concepto, a una definición literal "que quiere ser sentido propio". nación simbólica. Si la virtud esencial del símbolo es asegurar la
Este conceptualismo se disolverá, más tarde, en el nominalismo trascendencia misma, lo es también que esto no se realiza de cual-
de Ockham. Mientras, a contracorriente, los mirabilia (aconteci- quier forma, sino en el seno de un misterio personal.
mientos raros y maravillosos) o bien los idiotes (acontecimientos Misterio: en sentido griego significa: apertura al cielo, respe-
singulares) de todas las tradiciones herméticas actuaban y se expli- to por lo inefable, realismo espiritual, fuerza en la exultación.
caban mediante relaciones "simpáticas" y homologías simbólicas. En el proceso simbólico, la mediación con lo otro es personal,
Cada vez más, el mundo del realismo perceptivo (el expre- emana en cierto modo del libre examen; por lo cual, escapa a
sionismo e incluso el sensualismo) reemplazaban a la evocación todajormulación dogmática impuesta desde fuera.
simbólica. Todo simbolismo es una especie de gnosis, o sea, un procedi-
Una imagen simbólica necesita ser revivida sin cesar; como miento de mediación a través de un conocimiento concreto y ex-
una pa.J1itura musical o una obra de teatro requiere de intérprete. periencial..
El regionalismo de la significación corre siempre el peligro de Se denomina o se puede llamar gnosticismo -y también gno-
transformarse en un sistema, de encallarse en lilla función de reco-
sis- a toda actitud o doctrina religiosa basada en la teoría o la
nocimiento social, o en otras palabras, en un lenguaje de signos,
experiencia interior, destinada a volverse estado inadmisible
150 BLANCA SOLARES LA REDUCCIÓN DE SÍMBOLO A SIGNO 151

[ ... ] mediante la cual, en el curso de una iluminación, el hom- pas de la obnibulación del espíritu y sobre todo de la alienación.
bre se recobra en su verdad, se recuerda, [ ... ]y con ello seco- El dogmatismo "teológico", el conceptualismo "metafísico" con
noce o se reconoce en Dios ... 100 sus prolongaciones ochkamistas, y finalmente las semiologías
"positivistas" -agrega- no son sino una extinción gradual del po-
El gnosticismo (del griego gnostikós, el que conoce) secta de der humano de relacionarse con la trascendencia; la pérdida del
los primeros tiempos del cristianismo, sostenía que era preciso poder de mediación natural con el símbolo.
distinguir entre gnoso (conocimiento), sajía (sabiduría) y episte-
mé (conocimiento general), pues la gnosis a diferencia de las EL SÍMBOLO Y SUS FUNCIONES
demás clases de conocimiento no proviene de fuentes ordinarias,
sino directamente de Dios, mediante una revelación especial. Sr HEMOS de hablar 1igurosamente -dice Eliade- el término "sím-
Entre las tribus siberianas, esquimales y de indios americanos esta bolo" debería reservarse a los símbolos que prolongan una hiero-
revelación sólo era posible a través de una iniciación interior. A fanía o constituyen ellos mismos una "revelación" inexpresable
diferencia de los sacerdotes, los chamanes no recibían instrucción por otra forma mágico-religiosa (rito, mito, forma divina, etcétera).
en ningún cuerpo formal de conocimientos sino individualmente, Sin embargo, en el sentido amplio de la palabra, todo puede ser
a través de pruebas impuestas directamente a su persona. Una vez un símbolo o puede desempeñar el papel de un símbolo, desde la
completada su iniciación se les atribuía formidables poderes de kratofanía más rudimentaria hasta Jesucristo, que desde cierto
curación, invocación y revelación divina. El término chamán punto de vista, puede ser considerado como un "símbolo del mila-
procede de la palabra tunguso-manchuria saman, que significa li- gro de la encarnación de la divinidad en el hombre". En el lengua-
teralmente "el que sabe". je corriente de la etnología, de la historia de las religiones y de la
Todo el proceso de desvalorización de este saber mítico y su filosofía, se admiten los dos sentidos de la palabra símbolo. 101
expresión simbólica confluye, en el alba del pensamiento contem- "Un símbolo revela siempre, cualquiera que sea su contexto,
poráneo, en la ilustración -un proyecto abierto a la liberación del la unidad fundamental de varias zonas de lo real."
significado a la vez que, a partir de esa misma razón ilustrada, a la Las aguas se relacionan con la vida, la vida con la luna, la luna
instauración de un proyecto racional de modernidad que entraña con las tinieblas, las tinieblas con zonas bio-antropo-cósmicas,
el principio ciego del autoritarismo histórico. etcétera. Por un lado, el símbolo prolonga la dialéctica de la hiero-
En el siglo XVIII, la Revolución francesa terminó por desar- fanía, pues transforma los objetos en otra cosa que lo que parecen
ticular los soportes culturales de la civilización occidental a través ser para la experiencia profana. Por otra pmte, al hacerse símbolos,
de lo que se llama el "progreso de la conciencia". El dogmatismo es decir, signos de una realidad trascendente, estos objetos anulan
(eclesiástico), el conceptualismo metafísico y el cientificismo, si sus límites concretos, o dejan de ser fragmentos aislados para in-
bien divergentes, confluyen en sus efectos reforzados en el curso tegrarse en una red que intenta bordear el universo.
de la historia. August Comte ordena estos "tres estadios de nues-
tras concepciones principales" y fundamenta el positivismo del En última instancia, un objeto que se convie1te en un símbolo
siglo xrx. Con justa razón se puede preguntar -dice Durand- si tiende a coincidir con todo, del mismo modo que la hiero-
estos "tres estadios" del progreso de la conciencia no son tres eta- fanía tiende a incorporar lo sagrado en su totalidad ... todo
IOOCit. Durand, op. cit., p. 41. 101 Cfr. M. Eliade, Tratado de historia de las religiones, p. 400.
152 BLANCA SOLARES LA REDUCCIÓN DE SÍMBOLO A SIGNO 153

simbolismo aspira a integrar y a unificar el mayor número po- sus "relaciones con la sociedad y con el cosmos". El simbolismo
sible de zonas y de sectores de la experiencia antropocéntrica ... vestimentario, por ejemplo, la manera de vestir de una comunidad,
(y) a identificar consigo mismo el mayor número posible de solidariza a la persona humana, por una parte, con el cosmos; por
objetos, de situaciones y de modalidades. 102 otra, con la comunidad de la que forma parte, "proclamando así,
directamente, a los ojos de cada miembro de la comunidad su
El simbolismo acuático o lunar tiende a integrar todo lo que es identidad profunda". Un conjunto de aspectos que delatan este
vida y muerte, es decir, el "devenir" y las "formas". Un símbolo mismo impulso y orientación de la lógica del símbolo son sus fun-
como la perla tiende a la vez a representar esos dos sistemas sim- ciones siguientes:
bólicos (el de la luna y el de las aguas) encarnando él solo, prác- -Expresa, simultáneamente, una multiplicidad de significa-
ticamente, todas las epifanías de la vida, de la feminidad, de la ciones;
fertilidad, etcétera. La "unificación" de estas epifanías en un solo -solidariza con el cosmos;
símbolo no equivale, sin embargo, a una confusión. El simbolismo -hace transparente la relación del hombre con la sociedad;
permite la circulación de un nivel a otro, o de un modo a otro, in- -hace posible que todo convetja hacia un fin común;
tegrando todos esos niveles y todos esos planos, curiosamente, sin -ordena todo hacia la abolición de los límites del "fragmento"
fusionarlos. La tendencia a coincidir con el todo se debe entender que es el hombre en el seno de la sociedad y en medio del
como una tendencia a integrar el "todo" en una unidad, a produ- cosmos; y por medio de la transparencia de su identidad pro-
cir la multiplicidad en una "situación" única que, al mismo tiempo, funda y de su estado social, permite su integración social y
la haga lo más transparente posible. cósmica.
Una vida consagrada al estudio del simbolismo religioso, per-
mite a Mircea Eliade afirmar que los símbolos, cualquiera que sea
su naturaleza y cualquiera que sea el plano en que se manifiestan, Gracias al símbolo se hace posible una solidarización con los
son siempre coherentes y sistemáticos. Es decir, que existe una ritmos cósmicos en una unidad más vasta, la sociedad, el univer-
"lógica del símbolo", distinta a la lógica por la que predominan- so, la comunidad, etcétera. 103 Pues, pese a Adorno y mucho más
temente nos dejamos guiar, antropocéntrica, eurocentrista y cien- allá de la teoría de la acción comunicativa, dice C. Magris, "inclu-
tífico-racional. so en una noche cualquiera puede suceder que exista vida autén-
Esta lógica del simbolismo mágico-religioso es la misma que tica en la falsa".
el psicoanálisis reconoce como el simbolismo manifestado por la
actividad subconsciente y transconsciente del hombre. Tanto para
antropólogos como para psicoanalistas o historiadores de la reli-
gión, se presenta como "lenguaje" que, sobre todo, no se reduce a
lenguaje hablado.
El simbolismo es un lenguaje que expresa, en el mismo grado,
la condición social, "histórica" y "psíquica" de la persona, como
102 /dem, p. 404. 103 ldem, pp. 403 y SS.
CAPíTULO XI

Los límites de la racionalidad sociológica

E L PATRÓN civilizatorio que tiende a la uniformación de volun-


tades, opiniones, formas de vivir y de pensar, así como a la
integración en su dinámica de los remanentes culturales y sus sig-
nos diferenciales étnicos, míticos, simbólicos, etcétera, pareciera
impedir la creatividad en la interpretación teórica. Más allá de la
ciencia, la sociología se muestra temerosa de arrojarse a los abis-
mos del pensamiento.
En la teoría de la sociedad de Habermas, por ejemplo, todos
los aspectos residuales del lenguaje humano, donde se resguarda
a la vez que lo más inquietante, lo más esperanzador del mundo
en que vivimos, se perciben como resquicios triviales o meros ido-
las falsos y supersticiosos. Sobre ellos prevalece una noción de
"iluminismo", transparencia y razón que, miradas atentamente,
proceden también de esquemas y arquetipos de la trascendencia
ancestral que el pensamiento griego, en su fase más acabada,
transformará en Idea.
El racionalismo predominante en Occidente, para decirlo de
otra manera, procede él mismo del privilegiamiento de hierofanías
solares arcaicas hoy olvidadas. Ya para Heráclito "el sol es nuevo
cada día". Para Platón, la luz es la "imagen del bien" tal como se
manifiesta en las cosas visibles. Para los órficos es la inteligencia
del mundo. Macrobio en sus Saturnales reduce toda teología al
culto solar. El emperador Juliano en su Tratado sobre el sol y Pro-
clo en su Himno al sol hacen su valoración sincretista y raciona-
lista del astro solar. De manera semejante, los textos upanishá-
[1551
156 BLANCA SOLARES LOS LÍMITES DE LA RACIONALIDAD SOCIOLÓGICA 157

dicos asocian constantemente la luz y en ocasiones el fuego, con sentidos, formas de vida específicas, el silencio, las experiencias
la Palabra. En los cinco primeros versículos del Evangelio plató- olvidadas de la relación humana con la naturaleza, el deseo de es-
nico de San Juan, la Palabra está explícitamente asociada a la luz piritualización, la afirmación transfigurante, el ritual iniciático de
"que luce en las .tinieblas" y en las leyendas egipcias como entre destrucción del yo hacia nuevas figuras del sí-mismo recorriéndo-
los antiguos judíos la Palabra preside la creación del universo. Las se a través de múltiples muertes y renacimientos. El desarrollo de
primeras palabras de Atoum como las de Yaveh son un fiat lux. la individuación no es un avance lineal y progresivo, sino una es-
Con base en sus estudios de antropología y de religión com- piral con ascensos progresivos y descensos regresivos a lo largo
parada, C.G. Jung nos muestra que la etimología indoeuropea "lo de la vida del hombre en la que el "yo", conciencia parlante, si
que luce" es la misma que la del término que significa "hablar" queremos decirlo así, en un esfuerzo de elevación espiritual, se
y que esta similitud se encontrará también en egipcio. Jung re- hace más modesto y cede teneno al "sí mismo", el arquetipo de la
laciona la raíz sven con el sánscrito svanque que significa zumbar orientación y el significado, a través de un proceso objetivo co.,
y concluye que el canto del cisne (schwam), pájaro solar, no es municativo que implica la auténtica vocación de prestar atención
más que la manifestación mítica del isomorfismo etimológico de a la voz interior que nos conecta con el centro de la vida.
la luz y la palabra. La Palabra, como la luz, es la hipóstasis sim- Marcel Proust en su monumental obra En busca del tiempo
bólica de la Omnipotencia, homóloga del poder e isomorfa en nu- perdido se rebelaba contra la amenaza de la imaginación y el co-
merosas culturas de la luz y la soberanía de lo de arriba, es decir, nocimiento del sí-mismo a través del esfuerzo epopéyico de aprehen-
que se traduce materialmente por las dos manifestaciones posibles der el recuerdo como experiencia de "memoria involuntaria" que
del verbo: la escritura (visual) y el fonetismo (audiofónico). lejos de ser convocada responde a otro tiempo, a la durée, a la
Pero, el simbolismo solar no sólo se encuentra asociado con eternidad de lo desconocido pero ya vivido propio de la filosofía
la vida. Cuenta Mircea Eliade que, entre los indios, la supremacía idealista de Platón, y más directamente vinculado con el pensa-
absoluta, concedida de manera unilateral y simplista a las hiero- miento del eterno retomo de Nietzsche y la ontología arcaica.
famas solares, desembocó también en los excesos de cie1ia sectas La convocación de la memoria pura de la filosofía para saltar
ascéticas que, en sus cultos solares, de no cesm· de mirar fijamen- a la reminiscencia, la experiencia del amor y de la comunidad, en
te al sol quedaban totalmente ciegas. un mundo en que las relaciones con los otros y consigo mismo
Por lo que respecta al culto de la ilustración en nuestros días, conen paralelas al destino del poder de la bomba atómica, de las
es de esperar que tal parcialidad de los excesos fanáticos hindúes armas químicas y de la destrucción de la naturaleza, no menos que
no ocuna al régimen diurno de Occidente, exclusivamente solar y a la estrategia de la velocidad y el olvido propio de la industria
de un racionalismo en sentido profano tmnbién limitado y excesivo. mediática. El imperativo de pensar y de relacionarse de otra ma-
Los límites de la racionalidad sociológica se localizan ahí, en nera, diferente a la impuesta por la carrera entre conciencia y
un racionalismo que se postula a sí mismo como forma universal catástrofe ilTacional y ciega, hace necesmio un cambio de las fi-
de pensamiento válido, obstinado en el desanollo de la ciencia losofías del absoluto, fundadas en las categorías de totalidad, uni-
como única forma de racionalidad viable, ajeno a la pulsión goza- versalidad, necesidad y verdad, para no volver a postular otras
da y padecida como experiencia intr·asmitible. Más allá del antro- semejantes.
pomorfismo, del eurocentrismo y del logocentrismo, propios de El problema, a mi entender, no es hipostaciar el entendimien-
la interpretación racional del mundo del actor ilustrado, están los to y las condiciones de una situación de habla perfecta, sino cómo
158 BLANCA SOLARES LOS LÍMITES DE LA RACIONALIDAD SOCIOLÓGICA 159

incorporar a nuestra visión nuevos elementos teóricos que confi- La coordinación de las élites de poder se mueve libre con base
guren la posibilidad de una otra manera de concebir el mundo, la en una acción violenta selectiva a fin de regular el genocidio de
relatividad, la indeterminación, la incertidumbre, lo aleatorio, su los grupos humanos sobrantes y contrabalancear el tenor cotidia-
expresión lingüística, artística, simbólica, alegórica, inconsciente, no sobre la privatización competitiva de las macroorganizaciones
fracasada, histórica; descubrirnos nosotros mismos a través del sociales institucionales, piramidales y parcializadas, alienadamen-
lenguaje, lo que el discurso lingüístico se ha empeñado en silen- te, por la propia lógica espontánea de la racionalidad-capitalista-
ciar; cómo restaurar los lenguajes perdidos. estatal. Sin embargo, a cada paso de su maniacamente meticulosa
El propósito de Habermas de hacer operativa la sociología, lo revisión teorética, Habermas parece olvidar la cualificación so-
lleva a una noción de lenguaje instrumental al que le molestan los ciohistórica.
fundamentos ontológicos haciéndose así partícipe de la difusión del Como si el centro de gravedad de la Weltanschaung moderna
discurso formal que pretenden los medios y los estatutos jurídicos pudiera conegirse éticamente con medidas funcionales y acuerdo
como su lógica, toda la legalidad jurídica prometida que los me- de bienestar de la comunidad desde una mesa de negociaciones
dios presentan como contexto social de lo real. con representantes autorizados, estadística y "democráticamente"
A partir de ahí, la teoría de la acción comunicativa funciona reconocidos emitiendo mensajes racionalmente estructurados por
-como se mostró, particularmente, en la segunda parte de este un sistema de asesores en libre comunidad científica argumentando
trabajo- como un organigrama con base en el cual se ordena ideal- de acuerdo con las normas del entendimiento, la refinada utopía de
mente lo que fonnalmente se dice que sostiene el sistema, la justi- la ingeniería societaria propuesta por Habermas y sus epígonos
cia y la igualdad, al margen de la historia y de ejemplos específicos no aparece sino en última instancia como el imponente e ingenuo
a los que basta acercarse para descubrir que son los intereses de registro pasivo que el discurso propagandístico de los organismos
poder reales, y no la negociación lingüística, lo que detennina un internacionales -ONU, FMI, MCE, etcétera- difunden a través de los
sistema de organización política y social fundado sobre la violen- monopolios y que una y otra vez bajo los mismos términos im-
cia y la destrucción. Habermas retrata, en ese sentido, una lógica pecables e intachables de la acción comunicativa han venido ne-'
inexistente, que lo hace el epígono del sistema positivo de la cien- gociando con la miseria, la masacre, la destrucción, la recusión y
cia, que para la teoría crítica fuera el punto de partida de su crítica la muerte humanamente moderna.
filosófica. Al reificar y positivizar el lenguaje, Habermas cree que Habermas cree que hay que continuar difundiendo e instalando
se puede arreglar el mundo; al eludir los problemas de signifi- como en una cruzada jesuítica de ilustrado secular el completa-
cación conflictiva, la institucionalización creciente se hace acree- miento de la modernidad para el advenimiento de la democracia,
dora de salidas legítimas viables; al sustituir a los sujetos sociales evento cuasimesiánico por vía de la acción comunicativa y la edu-
por "actores" jugando un rol racional en un sistema de signos, la cación de ciudadanos libres prácticamente inexistentes.
individualidad se empobrece sin límites. Si se ha tratado a la teoría de Habermas con penoso deteni-
En lugar de la experiencia mimética del lenguaje propuesta miento es por su calidad de síndrome en este contexto de persis-
por Benjamin, Habermas convierte la intersubjetividad en acción tencia en la estrategia modernizadora dominante, satelizado como
traducible lingüísticamente, tendiente a aniquilar los procesos un epigonal fenómeno de encadenamiento apologético de una
simbólicos y la ineductibilidad del individuo que era en el pro- función de sistemas, que no ha perdido su orientación totalitaria.
yecto romántico, lo mejor de la modernidad. La lucha del pensamiento autónomo se bona. La imaginación sim-
160 BLANCA SOLARES

bólica aparece como remanente prerracional. El lenguaje se redu-


ce a razón o instrumento de acuerdo consensual de hombres con-
trolando los significados de sus palabras no menos que sus cuerpos
Datos biográficos
y emociones.
El síndrome Habermas abre la discusión de los límites de la
racionalidad sociológica a una angustia irreductible, que inicial-
mente sólo parecía contestable desde una erudición similar. Reac-
tualiza los núcleos del funcionamiento moderno tanto como sus
valores intelectuales de racionalidad, emancipación e ilustración,
cuando los límites del conjunto de la modernidad se observan de 1929 Nace el18 de junio en Düsseldorfy pasa su niñez en Gummersbach.
manera palpable desde el siglo pasado. Es la racionalización y sis- 1949 Cursa estudios preuniversitarios y universitarios de filosofía, histo-
tematización de toda la experiencia en un nuevo principio deducti- da, psicología y literatura alemana en Gottingen, Züdch y Bonn.
vo y causal de acuerdo lingüístico, político, natural y moral un paso 1954 Doctorado en Bonn, Das Absolute und die Geschichte. Von der
más en la instauración del reino humanista de la razón universal Zwiespaltigkeit in Schellings Denken. (Lo absoluto y la histoda.
sobre la destrucción del vínculo sagrado con lo real que sostiene en Sobre las disonancias en el pensamiento de Schelling.) Reconoce
otras culturas, ontológicamente, la unidad poética del ser humano como sus maestros a Edch Rothacker, Oskar Becker, Nicolai Hart-
con las cosas. mann, Wilhelm Keller, Theodor Litt, Johannes Thyssen y Her-
Mirar, sin embargo, desde el lado oscuro de la luna, más allá mann Wein.
del racionalismo funcional del lenguaje instrumental de la pers- 1961 Publica junto con Ludwig von Friedeburg, Christoph Oehler y
Fdeddch Weltz el libro Studenten und Politik.
pectiva iconoclasta técnico-moderna de Habermas, significa in-
1962 Habilitación con Wolfgang Abendroth en Marburg con el trabajo
ternarse en otro h01izonte perceptual y conceptual, antropológico
Strukturwandel der offentlichkeit. Antes de concluir este proceso
y hermenéutico, que rebasa los límites de la razón sociológica es nombrado profesor de filosofía en Heidelberg.
moderna que la teoría de la acción comunicativa si bien trata de 1963 Publicación de Teoría y praxis.
abrir en una promesa, en realidad, no hace sino concluir en la luz 1964 Profesor de filosofía y sociología en la Universidad de Frankfurt
vacía de un concepto sin sombras que opera tautológico en la for- amMain.
malización devastadora de la razón técnica contemporánea, in- 1968 Publicación de Conocimiento e interés y de Ciencia y técnica como
sistiendo en la voluntad de su dominio hacia una arrogante "com- "ideología".
pletitud" del proyecto ilustrado marchando prometeico hacia su En este mismo año en el punto más álgido del movimiento de protesta
propia hoguera. Diría Beckett: il est plus facile d' elever un temple estudiantil aparece un libro anti-Habermas: Die Linke antwortet
que d'y faire descendre l'objet du culte. lürgen Habermas (La izquierda contesta a Jürgen Habermas).
1969 Protestsbewegung und Hochschulreform (Movimiento de protesta
y reforma de la educación supedor).
1970 Sobre la lógica de las ciencias sociales.
1971 Junto con Carl Fdeddch von Weizsacker dirige el "Instituto Max
Plank para la investigación de las condiciones de vida del mundo
técnico científico", en Starnberg.
[161]
162 BLANCA SOLARES

Escribe junto con Niklas Luhmann Theorie der Gesellschaft oder


Sozialtechnologie (Teoría de la Sociedad o Tecnología social). En
el mismo año Perfiles políticos-filosóficos.
1973 Premio Hegel en Stuttgart. Kultur und Kritik y Problemas de legiti-
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mación en el capitalismo tardío.
1976 Premio Sigmund Freud de la Academia de Darmstadt de Poesía y
lenguaje. Sobre la reconstrucción del materialismo histórico.
1980 Premio Adorno en Frankfurt. La Universidad de München le niega
un nombramiento como profesor honorario.
1981 Habermas renuncia a su puesto como director del Instituto Max
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Trabajos de la autora sobre Habermas

"Carta de Leo Lowenthal a Jürgen Habermas", en Estudios, ITAM, 113-


115 pp., México, mayo de 1990. Traducción.
Índice
"Habermas por Habermas. Aspectos biográficos e interrogantes políti-
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7-26 pp., 1992.
"Habermas o la crítica de la modernidad como «Kathastrophe in Konti-
nuum» en Revista Bibliográfica el Librero, 16-17 pp., julio-agosto.
Artículo reproducido también en La Teoría Social del Siglo xx,
Antología para la materia Teoría Social III, Olivia Gall (comp.), Pág.
SUA, FCPyS, 313-317 pp., México, 1993. Prefacio: después de Adorno 7
"El desarrollo de la teoría de la sociedad de Habermas", en Acta Socio-
lógica, núm. 12, México, 93-108 pp., septiembre-diciembre de 1994. Capítulo I
"La teoría de la acción comunicativa de J. Habermas: tres complejos
lürguen Habermas: aspectos biográfico-intelectuales ... 13
temáticos", en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales,
núm. 163, México, 9-33 pp., 1996.
Capítulo II
"Luhmann y Habermas: un debate sobre la modernidad", en Intersticios,
Más allá del marxismo: ciencia y técnica
núm. 4, Escuela de Filosofía de la Universidad Intercontinental,
México, 93-97 pp., 1996. ' como "ideología", el planteamiento
de un programa de trabajo ....................... . 17
Habermas y Marcuse . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Trabajo e interacción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
La crítica de la ciencia y de la técnica como "ideología" 24
Sistema social y subsistema de acción racional . . . . . . 25
Tecnificación de la política y politización de la cienda 29
Lucha de clases e ideología como anacronismos 31

Capítulo ID
Ilustración progresiva o Dialéctica de la Ilustración:
la ruptura de Habermas con la teoría crítica . . . . . . . . . . 35
La comprensión de la modernidad . . . . . . . . . . . . . . . . 35
La noción de razón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
La crítica de la ciencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
El devenir de lo político . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
La noción de naturaleza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
[171]
172 ÍNDICE ÍNDICE 173

Pág. Pág.

Arte y religión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 Capítulo VID ,. . . ~olf" ·


Escasez y autoconservación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 Metafísica del consenso: racionalidad:&J•il~f}l.uaf~·
La evolución social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45 en la teoría de la sociedad de Habemt.a~tn 1 ,, ·" • • • • • • • • 95
Del paradigma del trabajo al de la comunicación . . . . . 46 Kant o las críticas de la razón ..... , . , . . . . . . . . . . . . 96
Las aporías de la teoría crítica . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 Weber o la modernidad como racionallzMión
De la filosofía de la conciencia a la racionalidad y separación de esferas de valor . ;• :' .·','; :~: ;·:. . . . . . . . 97
comunicativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51 Habermas, la integración de los momentos
Intersubjetividad versus reconciliación . . . . . . . . . . . . 52 de la razón o hacia una escatología comt1mcativa .... 100
El "interaccionismo simbólico" de Herbert Mead:
Capítulo N un punto de partida para la construcción
Aspectos básicos de la teoría de la sociedad de Habennas 57 del consenso lingüístico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
El desarrollo de una "pragmática universal". . . . . . . . . 58 Durkheim y "lo sacro" como base
Desarrollo de una "teoría de la evolución social" . . . . 59 de un consenso normativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
Elaboración del concepto de "sistema" . . . . . . . . . . . . 60
Capítulo IX
Capítulo V La noción de lenguaje desde una pragmática universal . . . 115
La teoría de la acción comunicativa
Sobre la noción de "acción comunicativa" . . . . . . . . . . 117
a través de tres complejos temáticos . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
La acción comunicativa como "lenguaje
A. El esbozo de una teoría de la racionalidad . . . . . . . 64 proposicionalmente diferenciado" ................. 120
B. El concepto de "sociedad en dos niveles" . . . . . . . . 68 Una clasificación de los actos de habla . . . . . . . . . . . . 121
a) Mundo de vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68 La fuerza ilocutiva de los actos de habla ........... 122
La racionalización del "mundo de vida" . . . . . . . . . . . 71 La argumentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
b) La sociedad como sistema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73 El entendimiento .............................. 124
C. La fundación de una teoría de la modernidad: Teoría del discurso y situación del habla ideal ....... 126
la "colonización del mundo Intersubjetividad y ética de un discurso universal . . . . 128
de vida por el sistema" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 5 Más allá del pragmatismo universal ............... 132

Capítulo VI Capítulo X
La comunidad ideal: lenguaje, modernidad, democracia La reducción del símbolo a signo como clave ele la
y espacio público-político . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81 comunicación racional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135

Capítulo VII Sobre la noción de símbolo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137


Mass media: ¿conjonnadores de opinión pública o Cultura como represión o liberación
dispositivos de un cambio radical de civilización? . . . . . 89 de la racionalidad comunicativa .................. 142
174 ÍNDICE

Pág.

Rasgos de una "intersubjetividad compartida" ...... . 145


El símbolo y la ciencia ........................ . 146 El síndrome Habennas, se terminó de imprimir en la ciudad
El símbolo y sus funciones ..................... . 151 de México durante el mes de mayo de 1997. La edición,
en papel de 75 gramos, consta de 1,000 ejemplares más
sobrantes para reposición y estuvo al cuidado de la
Capítulo XI oficina litotipográfica de la casa editora.
Los límites de la racionalidad sociológica 155

Datos biográficos .................................. 161


Bibliografía ...................................... 163

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