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PLAGAS
SUMARIO
VOLUMEN 38
Adenda al núm. 2
2012 ENTOMOLOGÍA
PATOLOGÍA
ENTOMOLOGÍA
(Chapelle, J. 1912), o la Cátedra Ambulante finición de las distintas líneas de trabajo, es-
de Agricultura del Distrito de Roma en Italia tablecidas en función de los trabajos previos
(Lotrionte, G. 1912). de los colegas del Ministerio de Agricultura
En junio de 1923 se celebra en Madrid la Italiano (Ballatori et al. 1979; Cirio, U.;
“Conferencia Internacional De La Lucha Con- Vita, G. 1978).
tra La Mosca De La Aceituna” (MAGRAMA En los ochenta, estas líneas de trabajo
1923), amparada por el Instituto Internacional (Montiel, A.; Moreno, R. 1982), consistían en:
de Agricultura de Roma, con participación de — Estimación cuantitativa de las pobla-
las delegaciones de España, Francia, Grecia, ciones naturales de B. oleae (Gmel.),
Italia, Perú, Portugal, del propio Instituto y el tanto a nivel de los estados evolutivos
“Reino de los Servios, Croatas y Slovenos”. adultos como de los preimaginales
La pertenencia desde 1951, año de su fun- — Estudio de la dinámica de sus pobla-
dación, a la Organización Europea y Medite- ciones adultas y preimaginales, anali-
rránea de Protección de las Plantas (EPPO), zando prioritariamente las relaciones
en el marco de la Convención Internacional existentes entre las capturas y las in-
para la Protección de los Vegetales (IPPC) de fecciones posteriores observadas en
la Organización de las Naciones Unidas para fruto
la Agricultura y la Alimentación (FAO), ha — Estudio de la capacidad de atracción de
mantenido y potenciado los contactos entre diferentes sistemas de observación de
los expertos en el cultivo, designados por las poblaciones adultas
la respectiva organización nacional de pro- Al completarse la transferencia de compe-
tección de los cultivos de los países EPPO, tencias a las Comunidades Autónomas impli-
continuando la participación en grupos inter- cadas, y considerando que se debe mantener
nacionales de trabajo para la elaboración de el carácter de campaña fitosanitaria de interés
estrategias internacionales contra la introduc- nacional, en 1984 se declara obligatorio el
ción y la propagación de plagas peligrosas tratamiento contra la mosca del olivo. Las zo-
para el cultivo, así como la promoción de mé- nas de olivar a tratar serán las que determinen
todos eficaces para combatirlas que no sean la Junta de Andalucía, Diputación General de
nocivos. Aragón, Junta de Comunidades de Castilla-La
Mediante resolución publicada en el Bole- Mancha, Generalidad de Cataluña, Junta Re-
tín Oficial del Estado (BOE), anualmente des- gional de Extremadura, Comunidad Autóno-
de 1962, la Dirección General de Agricultura ma de Madrid y Comunidad Valenciana.
fija las zonas de tratamiento obligatorio con- A finales de los 80 el Plan Nacional de
tra la mosca del olivo. Cada Jefatura Agronó- Mosca del Olivo, permite:
mica determina la fecha en que las respecti- — Fijar los momentos óptimos de trata-
vas Hermandades Sindicales de Labradores y mientos (DelRío, G. 1985; Montiel,
Ganaderos procederán a la colocación de los A. 1986), cuando el fruto es receptivo
mosqueros (trampa de atracción olfativa) para para la oviposición, al conocer los pe-
conocer el momento de aparición del insecto. riodos exactos en que se presenta acti-
De este modo, en 1979, el Servicio de vidad sexual en B. oleae
Defensa contra Plagas e Inspección Fitopato- — Comprobar la eficacia de los tratamien-
lógica inició un plan de investigación coordi- tos realizados contra la plaga, midien-
nado a nivel nacional: el Plan Nacional Mos- do los niveles de captura de adultos,
ca del Olivo. En 1980 dicho Plan Nacional, antes y después de aquellos
conocido como “Plan Dacus” adquiere una — Utilizar las correlaciones entre las cap-
concreción técnica precisa en lo referente a turas en las trampas y las infestaciones
la metodología de trabajo seguida y a la de- en fruto (Ballatori et al. 1980; Mon-
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 171
La mosca del olivo (Bactrocera oleae los tefrítidos, bajo la cutícula del fruto del
Gmelin, 1790 = Dacus oleae) es conside- olivo, una drupa compuesta fundamental-
rada la principal plaga del cultivo del olivo mente por tres tejidos, endocarpo, mesocarpo
(Alvarado et al. 2001) en todos los países y exocarpo correspondientes con el hueso, la
de la cuenca mediterránea, debido a que los
pulpa y la piel respectivamente. Incluso en el
daños causados al fruto tienen repercusiones
caso de aquellas puestas que no prosperan, la
económicas importantes en toda la región y
se precisa realizar un control anual sobre la marca dejada en el exocarpo deprecia e inclu-
plaga para atenuar los efectos de la misma so descarta la producción como aceituna de
(Haniotakis, G. E. 2005). mesa. Si la puesta se desarrolla con norma-
El daño es consecuencia de la oviposición lidad, completará sus estados larvarios en el
de este díptero, perteneciente a la familia de mesocarpo, a expensas del cual se alimentará.
Según progresa la galería de alimentación al. 2006) que alteran gravemente las cualida-
se incrementa el daño al fruto: de forma di- des organolépticas de los aceites obtenidos a
recta por la pérdida de pulpa y la caída precoz partir de los frutos dañados, ya descartados
de frutos causada por la ruptura de vasos que como aceituna de mesa. Incluso las picadas
también acelera la maduración (Montiel, A. en las que finalmente no se deposita el huevo,
y Madueño, C. 1995; Neuenschwander et al. pueden constituir la vía de infección de hon-
1958); y de forma indirecta al constituir la vía gos al fruto (Biurrun et al. 2009) favorecien-
de entrada de microorganismos (González et do también su caída.
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 173
Una vez abandonado el fruto como adulto, produce la hidrólisis de los triglicéridos, catali-
pupa o larva, se incrementa la aerobiosis en el zada por las lipasas de la microflora establecida,
interior del fruto por los agujeros de emergencia lo que se traduce en un incremento, a veces gra-
de la mosca. La microflora saprofita encuentra ve, de la acidez del aceite (Müller, G. 1981).
condiciones de nutrientes y humedad óptimas La cuantía del daño puede multiplicarse ex-
para su desarrollo (Torres-Vila et al., 2003). ponencialmente al tratarse de un insecto multi-
Como efecto de la proliferación microbiana se voltino, cuyo número de generaciones anuales
Huesca
5 Lleida
4
Zaragoza
5
Tarragona
4,5 ( )
Salamanca *
4 Ávila Teruel
4 Madrid 5
4
Castellón
Toledo 4,5
Cáceres 4 ( )
4,5 ( ) * Baleares
* 4
Valencia
4
Ciudad Real
4,5 Albacete
Badajoz 4
4,5 ( )
* Alicante
5
Jaén
PERIODOS DE CAMPAÑA
Córdoba Murcia
4,5 ( )
5 ( )
* * 4 1 junio - 31 octubre (5 meses)
Huelva 15 junio - 15 noviembre (5 meses)
4 Sevilla
5 ( ) 15 junio - 31 octubre (4,5 meses)
* Granada
Almería 1 julio - 15 noviembre (4,5 meses)
4
Málaga 1 julio - 31 octubre (4 meses)
5
Cádiz 15 julio - 15 noviembre (4 meses)
5
Nota: Las provincias que presentan un asterisco tuvieron jefe de equipo. Éste permaneció en campaña medio mes más que el resto de
los técnicos (1 semana por delante y otra por detrás del periodo de campaña)
2005- 2009-
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2008 2011
2007 2010
Observadores de
49 49 55 57 60 63 63 64 70 78 83 86 89 94 94 94 96 95 53
campo
Estaciones de
325 430 561 588 664 828 828 828 858 1.142 1.134 1.336 1.577 1.627 1.647 1.690 1.710 950 490
control
Estaciones
30 34 44 46 52 64 64 69 71 82 85 90 91 95 95 95 95 95 95
agrometeorológicas
Ordenadores 22 22 22 23 23 23 23 23 25 25 24 24 24 24 24 24 24 24 24
Provincias
22 21 21 21 21 21 21 21 23 24 26 26 26 26 26 26 26 26 26
implicadas
Comunidades
Autónomas 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10 10
implicadas
des de estaciones de control estratégicas y de Cada técnico de campo realiza sus ob-
estaciones agrometeorológicas automáticas servaciones en 10 estaciones de control o
(EMAS), constituyendo la RED DACUS. parcelas de 5 hectáreas de olivar que son re-
Esta Red, establecida en todas las zonas presentativas de una superficie aproximada
olivareras con existencia declarada de la plaga, de 1.000 ha. La estación de control consta de
comprende 26 provincias de 10 Comunidades 5 parcelas muestrales, con una superficie de
Autónomas (Andalucía, Aragón, Castilla y olivar mínima de 1 ha cada una de ellas, en las
León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extrema- cuales se instalan las trampas de captura para
dura, Islas Baleares, Comunidad de Madrid, monitoreo. Cada zona de control dispone de
Comunidad Valenciana y Región de Murcia), una EMA que proporciona los datos climáti-
cubriendo en 2010 un total de 1.416.191 ha cos a considerar en los modelos matemáticos
de olivar. La evolución de la RED DACUS se de previsión de evolución de la plaga.
detalla a continuación en el Cuadro nº 1: “Di- El tipo de trampas empleadas en la RED
mensionamiento de la RED DACUS y Evolu- DACUS es el heredado del Plan Nacional de
ción a lo Largo de sus 22 Campañas” la Mosca del Olivo, el cual ya había realizado
La duración media de la campaña es de trabajos preliminares para establecer las con-
4,2 meses a nivel nacional, adaptándose en centraciones óptimas para monitorización y
cada provincia al estado fenológico del olivar aplicación en campo (Montiel et al. 1982),
y de la plaga. instalándose por parcela muestral:
176 S. G. de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal, d. g. de sanidad de la producción agraria
ZONIFICACIÓN DE LA RED DACUS
7 TÉCNICO
OBSERVADOR
(Laboratorio de campo)
3
PARCELA MUESTRAL (1 ha)
(La quinta parte de la
6 Estación de Control)
5 4
ESTACIÓN AGROMETEOROLÓGICA
(Una por zona olivarera)
— Estudio de la aceituna en el árbol (vue- tencia el estado más perjudicial para el fruto,
lo): Se estudian visualmente 50 acei- tal y como se ha mencionado anteriormente.
tunas de cada árbol sin necesidad de Con estos datos por estación de control,
arrancar esos frutos, recorriendo todo junto con el recuento de capturas obtenido en
el perímetro de la copa del árbol, a fin campo, se obtienen finalmente los índices de
de que las aceitunas que se observen control de la población, los cuales definen las
pertenezcan a todas las orientaciones condiciones que aconsejan el tratamiento.
del mismo. Durante este estudio visual
se anota el número de aceitunas sanas, 2.1. Determinación de índices de control de
de aceitunas picadas sin orificio de sa- la población
lida y de aceitunas picadas con orificio Por Estación de Control se determinan los
de salida. En el caso de encontrarse siguientes índices:
diferentes infestaciones en una misma - Índice de aceituna picada con formas vivas
aceituna, se calificará el fruto dentro de IPFV (%): es el número de frutos infestados
la infestación que sea más perjudicial con formas vivas dividido por el número de
para el mantenimiento de la aceituna frutos de la muestra, expresado como por-
en el árbol, teniendo en cuenta que centaje.
la ruptura de vasos y la exposición a Nº de frutos infestados con formas
infecciones evoluciona en paralelo al vivas
IPFV = x 100
desarrollo evolutivo.
Nº de frutos de la muestra
— Estudio de la aceituna caída en el suelo:
Se recogen todas las aceitunas caídas - Índice de picada total IPT (%): es el núme-
en el área de proyección de la copa del ro de frutos infestados con formas vivas o
árbol, introduciéndolas en una bolsa muertas, dividido por el número de frutos de
perfectamente identificada (anotando la muestra, expresado como porcentaje.
tanto el código de la Estación como el Nº total de frutos infestados
del árbol) para su posterior estudio en IPT = x 100
laboratorio. Nº de frutos de la muestra
Toda las muestras recogidas en campo - Índice de riesgo IR (huevos/trampa x día): se
(frutos muestreados, aceitunas caídas y hem- obtiene de la fórmula
bras capturadas en las trampas Mac-Phail) se
Tb Td
someten a posterior análisis en laboratorio y x x Th
la información obtenida será finalmente gra- IIR = Ta Tc
bada, procesada y trasmitida. Nxt
Siendo,
2. Trabajo en laboratorio
Ta= Nº total de ♀ observadas en trampas
En laboratorio, mediante disección, se Mac-Phail por Estación de Control
determina la fertilidad de las hembras de B.
Tb= Nº total de ♀ con huevos
oleae sobre un máximo de 30 hembras por
Tc= Nº total de ♀ con huevos observadas
cada mosquero Mac-Phail, contando los hue-
vos de 10 de ellas. Se analiza también la pre- Td= Nº total de huevos contados
sencia de los diferentes estados evolutivos de Th= Nº total de ♀ en Mc-Phail
la plaga en las aceitunas que presentan picada N = Nº Mosqueros (=5 si no hay roturas
(huevos, larva de 1º, 2º o 3er estado, pupa, o pérdidas)
pupario o galería abandonada), así como su t = Nº días observados
viabilidad, contabilizando en caso de coexis- Tm= Nº total de ♂ en Mac-Phail
180 S. G. de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal, d. g. de sanidad de la producción agraria
- Índice de capturas por trampa y día ICTD: la en cada una de las zonas olivareras de su
trampa puede ser el mosquero Mac-Phail o provincia.
la placa cromotrópica cebada con feromona - Módulo Nacional: Recoge, a nivel muni-
cipal, comarcal, provincial y nacional, los
[Nº total de ♀ + nº total de ♂] porcentajes y evolución de picada, superfi-
ICTD =
Nxt cie con seguimiento, superficie finalmente
tratada, así como los registros climáticos
- Índice de fecundidad IF : obtenido para las recogidos por las EMAS.
hembras procedentes del mosquero Mac-
Los datos climáticos se incorporan a la
Phail
aplicación Dacus 2000 con la periodicidad
Nº total de ♀ con huevos establecida por los responsables provinciales,
IF = Nº total de ♀ observadas por estación de x 100 generalmente 7 días, mediante correo elec-
control trónico enviado desde el Servidor Central de
Tragsatec, tras haber sido recogidos los re-
2.2. Condiciones que aconsejan el tratamiento gistros capturados por los sensores de las 95
- Primera aplicación: EMAS de la RED mediante el programa Lo-
Si se ha detectado picada, cuando ICTD>1 ggernet de Campbell Scientific®, a través de
(en Mac-Phail) y IF>60% telefonía móvil GSM en tiempo real de forma
automática y directa.
Si no se detecta picada, cuando ICTD>5 (en
Mac-Phail o cromotrópica) y IF>60% Previo al envío, el Servidor Central, incor-
pora los registros a una base de datos donde
- Siguientes aplicaciones:
se realiza un filtrado automático que hace una
Con capturas en Mac-Phail, cuando ICTD>1 primera detección de los valores anormales o
en Mac-Phail, IF>60% y IPFV>1% las desviaciones registradas en las lecturas de
Sin capturas en Mac-Phail, cuando ICTD>3 los sensores, eliminando todos aquellos datos
en cromotrópicas y IPFV > 1% climáticos que se encuentran fuera de rango,
establecidos en función de los valores norma-
3. Apoyo informático les, extremos y de superación de umbrales de
Para el cálculo de los anteriores índices la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET,
por estación de control, agrupados por muni- 2013). Esta depuración se basa en 2 niveles de
cipio, comarca, o provincia se dispone de: filtrado establecidos por AEMET: el primero
- Aplicación Datbio: herramienta informática basado en los mismos filtros lógicos que este
instalable en el ordenador personal de cada organismo del Ministerio de Agricultura utili-
técnico en la que se graban semanalmente za para su red de estaciones automáticas, y un
los datos biológicos obtenidos en la zona segundo basado en la comparación de los regis-
asignada. Contiene numerosos filtros para tros capturados con los existentes en la base de
evitar la introducción de datos erróneos. datos de las efemérides registradas por las Esta-
- Dacus 2000: en esta aplicación se vuelcan, ciones Meteorológicas AEMET más cercanas a
a través de correo electrónico, memoria ex- la EMA correspondiente de la RED DACUS.
traíble, etc., los datos zonales grabados por Mediante esta depuración de datos, se
los técnicos en el Datbio. Dacus 2000 ges- descubren aquellos componentes averiados o
tiona tanto información sobre índices pobla- en mal estado en cada una de las Estaciones
cionales de la mosca como sobre los datos para ser posteriormente sustituidos en la ma-
climáticos. Mediante los listados y gráficos yor brevedad de tiempo, y se garantiza una
generados, los responsables provinciales de mayor fiabilidad de los valores incorporados.
campaña en la administración autonómica Entre los receptores de la información cli-
reciben información del estado de la plaga mática de la RED DACUS se encuentran ac-
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 181
tualmente la Red de Alerta e Información Fito- 2000. Toda la información es analizada con
sanitaria de Andalucía (RAIF), ATRIAS, APIS, el responsable provincial de la administración
ADV, ASV, cooperativas agrícolas y otros inte- autonómica y demás técnicos de la provincia,
resados e implicados en el seguimiento. en una reunión también semanal, para decidir
Las actividades desarrolladas semanal- la conveniencia de realizar los tratamientos
mente por los técnicos de campo, trabajo de recomendados y, en su caso, la prioridad o
campo, trabajo de laboratorio, y grabación de efectividad de los mismos.
datos; se traducen en los distintos informes El funcionamiento de la RED DACUS se
por municipio, comarca y provincia, extraí- recoge en la figura 9: “Esquema de funciona-
dos por los técnicos de la Aplicación Dacus miento de la RED DACUS”
VÍAS DE
COMUNICACIÓN INFORME VÍA MEMORIA
PROVINCIAL EXTERNA
DATOS BIOLÓGICOS
ÓN ADULTA
TÉCNICO DE CAMPO
Y LABORATORIO
MOSQUERO MAC PHAIL ACOPLAMIENTO
DIRECTO DEL
POBLACIÓ
TERMINAL
POBLACI
EXTERNA
BALANZA DE APLICACIÓN
PRECISIÓN DATBIO
POBLACIÓ
VÍA E-MAIL
POBLACI
INFORMÁTICA AMBIENTE
SUBDIRECCIÓN GENERAL DE SANIDAD
E HIGIENE VEGETAL Y FORESTAL
DATOS
MÓDULO INFORME
NACIONAL NACIONAL
TELEFONÍA
MÓVIL SERVIDOR DE
ESTACIÓN AGROMETEOROLÓGICA
“GSM” DATOS CLIMÁTICOS
ción de la relación existente entre los datos 2011)”, obtenido a partir de la descarga de las
comparados. Los datos (índices calculados, bases de datos, se adjunta el dato de picada
estados poblacionales, registros meteoroló- total registrado por provincias, comunidades
gicos) se pueden obtener a nivel municipal, autónomas y a nivel nacional, extraídos de
comarcal, provincial o nacional. desde 1993 hasta la última campaña 2011.
- “Datos Históricos” proporciona en formato Al procesar dichos datos se obtiene, en el
PDF el listado de datos biológicos o climá- periodo de referencia, el porcentaje medio de
ticos generados en la campaña seleccionada picada. El porcentaje medio de picada nacio-
en un determinado municipio, comarca o nal resultante se sitúa en el 12,7%.
provincia. Se observa gran variación anual en los ni-
Los datos descargados en .pdf, .mdb o veles de picada tanto provincial como de co-
fácilmente transformados a .xls, una vez re- munidad autónoma y nacional. En la superficie
lacionados entre sí o con datos obtenidos de nacional controlada, los niveles de picada varia-
otras fuentes, permitirán al usuario elaborar ron desde el 4,1% obtenido en la campaña 2003
cuadros y gráficos para una más fácil aproxi- hasta el 30,0% obtenido en la campaña 2008.
mación a la experiencia en campo relativa a la En la Figura 10: “Comparación del Porcen-
biología de la mosca del olivo y de la climato- taje Medio de Picada de las Campañas 2008,
logía registrada en las zonas olivareras. 2009, 2010, 2011 y Curva de Tendencia (1993-
A continuación se incluyen algunos ejemplos. 2011)”, se compara la evolución anual del por-
centaje de picada entre las 4 últimas campa-
2. Porcentaje de picada ñas, incluida la 2008 que registró el máximo
En el Cuadro nº 2: “Distribución Provin- histórico de la RED DACUS. Como referencia
cial de la Media Ponderada por Superficie de también se inserta la curva de tendencia o me-
Picada Total al Finalizar la Campaña (1993- dia de las campañas descargables en la web.
Comparación del Porcentaje Medio de Picada de las Campañas 2008, 2009, 2010,
2011 y Curva de Tendencia (1993-2011)
30
25 % Picada
Final:
Tendencia 12,7
2011 21,8
20 2010 9,6
2009 9,7
2008 30,0
% Picada
15
10
0
4-jul 18-jul 1-ago 15-ago 29-ago 12-sep 26-sep 10-oct 24-oct 7-nov
Fecha
Figura 10. Comparación del Porcentaje Medio de Picada de las Campañas 2008, 2009, 2010, 2011
y Curva de Tendencia (1993-2011)
Cuadro
Cuadro 2. 2: DISTRIBUCIÓN
nº Distribución PROVINCIAL
Provincial DE LA MEDIA
de la Media PONDERADA
Ponderada POR SUPERFICIE
por Superficie PICADA
de PicadaDETotal al Finalizar FINALIZAR
TOTAL ALla CampañaLA CAMPAÑA
(1993-2011)
(1993 - 2011)
CC.AA. % Frutos picados totales
Provincia 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 MEDIA RED
ANDALUCÍA 5,9% 3,3% 3,5% 3,8% 7,9% 6,0% 4,0% 1,7% 7,8% 14,8% 2,7% 4,3% 3,1% 6,5% 10,7% 21,4% 7,4% 6,9% 14,9% 7,2%
ALMERÍA S/D S/D S/D S/D S/D S/D S/D S/D S/D S/D S/D 11,9% 17,0% 10,4% 8,3% S/D S/D S/D S/D 11,9%
CÁDIZ 29,2% 9,7% 9,9% 28,0% 21,2% 3,9% 8,3% 3,4% 6,0% 2,4% 6,6% 13,9% 5,8% 13,8% 50,0% 20,6% 7,8% 22,4% 32,2% 15,5%
CÓRDOBA 4,2% 2,7% 2,2% 1,5% 3,0% 1,9% 1,2% 0,5% 5,8% 11,9% 1,4% 2,5% 2,5% 3,9% 8,1% 15,4% 5,9% 7,6% 14,1% 5,1%
GRANADA 2,9% 4,5% 5,0% 1,7% 3,9% 4,8% 1,2% 0,9% 3,5% 9,7% 5,5% 6,2% 3,0% 6,5% 10,9% 26,2% 12,8% 7,9% 10,2% 6,7%
HUELVA 85,2% 27,6% 66,5% 42,0% 28,8% 6,6% 24,4% 28,9% 34,7% 30,0% 6,2% 16,0% 7,0% 9,9% 35,2% 31,3% 5,7% 3,5% 20,3% 26,8%
JAÉN 1,7% 2,4% 2,8% 1,3% 6,7% 10,3% 3,4% 1,4% 9,1% 17,9% 3,0% 3,9% 2,9% 6,2% 4,6% 22,4% 8,5% 5,9% 11,2% 6,6%
MÁLAGA 5,6% 1,1% 6,3% 5,0% 18,0% 6,7% 6,1% 3,3% 3,4% 7,3% 3,5% 3,2% 3,8% 7,7% 10,0% 11,0% 3,4% 5,0% 13,8% 6,5%
SEVILLA 9,3% 4,3% 3,5% 15,5% 14,4% 4,3% 10,1% 2,6% 8,5% 17,7% 2,9% 8,4% 4,5% 11,9% 34,3% 36,7% 6,8% 6,6% 56,6% 13,6%
ARAGÓN 17,0% 6,9% 19,5% 14,0% 50,8% 8,9% 5,3% 8,1% 5,5% 13,5% 3,1% 14,0% 5,0% 9,1% 6,4% 14,2% 4,2% 1,1% 11,7% 11,5%
HUESCA S/D S/D S/D S/D S/D S/D 9,0% 3,4% 6,5% 13,2% 3,6% 8,0% 4,7% 13,5% 3,1% 5,5% 4,9% 0,4% 51,5% 9,8%
TERUEL 14,4% 7,0% 19,6% 14,0% 49,3% 9,7% 3,7% 10,6% 4,3% 11,9% 4,1% 16,4% 5,8% 8,9% 6,6% 18,0% 4,8% 1,8% 4,2% 11,3%
ZARAGOZA 25,2% 6,6% 18,6% 13,0% 55,8% 5,5% 7,6% 6,3% 7,3% 21,2% 0,8% 12,7% 3,2% 8,1% 8,9% 12,2% 3,0% 0,3% 10,4% 11,9%
CASTILLA-LA MANCHA 2,0% 19,2% 9,3% 14,2% 21,8% 25,0% 7,4% 8,8% 22,6% 32,0% 6,9% 27,7% 7,9% 11,6% 39,2% 52,9% 15,1% 15,6% 36,8% 19,8%
ALBACETE 5,5% 1,9% 4,1% 3,3% 9,3% 20,4% 9,5% 2,6% 19,9% 52,3% 10,4% 37,8% 36,2% 24,7% 11,7% 21,5% 12,1% 5,6% 9,9% 15,7%
CIUDAD REAL 3,0% 28,3% 5,6% 16,0% 21,7% 34,6% 11,0% 4,0% 20,3% 30,3% 6,2% 10,7% 2,8% 7,1% 25,7% 56,4% 21,8% 17,3% 16,5% 17,9%
TOLEDO 0,7% 13,7% 13,6% 14,4% 24,0% 17,0% 3,1% 15,4% 24,6% 29,6% 6,8% 37,4% 7,1% 12,2% 53,2% 54,8% 9,9% 15,5% 47,8% 21,1%
CASTILLA-LEÓN 4,7% 72,5% 28,2% 44,8% 32,7% 81,1% 9,6% 56,2% 24,4% 37,0% 1,5% 28,2% 8,1% 3,6% 66,0% 35,7% 9,8% 7,0% 28,8% 30,5%
ÁVILA 4,7% 72,5% 28,2% 44,8% 32,7% 81,1% 9,6% 57,7% 26,4% 39,5% 1,5% 30,1% 8,4% 3,9% 66,0% 37,7% 11,3% 7,3% 30,3% 31,2%
SALAMANCA S/D S/D S/D S/D S/D S/D S/D 24,2% 3,5% 19,5% 1,4% 8,5% 5,7% 1,4% 8,4% 14,0% 3,9% 2,9% 9,6% 8,6%
CATALUÑA 13,5% 19,1% 18,1% 26,1% 59,1% 13,4% 12,6% 9,3% 22,8% 78,0% 3,6% 20,2% 17,0% 29,0% 47,0% 16,8% 12,6% 15,2% 33,7% 24,6%
LÉRIDA S/D S/D S/D S/D S/D S/D S/D 2,4% 13,2% S/D 2,2% 12,4% 8,7% 9,3% 21,7% 3,6% 6,6% 4,7% 19,3% 9,5%
TARRAGONA 13,5% 19,1% 18,1% 26,1% 59,1% 13,4% 12,6% 10,5% 24,4% 78,0% 3,8% 21,4% 18,5% 32,5% 52,1% 18,9% 13,6% 16,7% 35,5% 25,7%
C. DE MADRID 4,7% 10,4% 33,5% 25,0% 97,8% 7,7% 5,5% 5,6% 7,8% 16,1% 5,5% 40,0% 1,4% 11,3% 29,1% 47,5% 6,3% 19,9% 15,1% 20,5%
MADRID 4,7% 10,4% 33,5% 25,0% 97,8% 7,7% 5,5% 5,6% 7,8% 16,1% 5,5% 40,0% 1,4% 11,3% 29,1% 47,5% 6,3% 19,9% 15,1% 20,5%
C. VALENCIANA 24,1% 68,7% 52,9% 26,0% 59,7% 14,3% 27,2% 18,6% 33,4% 73,1% 11,2% 32,0% 19,8% 46,7% 47,5% 43,8% 18,1% 14,5% 39,0% 35,3%
ALICANTE S/D S/D S/D S/D S/D 12,5% 13,3% 6,9% 39,8% 71,6% 10,4% 29,4% 12,3% 42,2% 35,9% 46,6% 24,3% 19,4% 31,3% 28,3%
CASTELLÓN 24,1% 68,7% 52,9% 26,0% 59,7% 13,0% 49,1% 30,0% 25,3% 63,5% 11,1% 36,0% 22,8% 56,1% 45,5% 38,9% 10,7% 8,2% 52,0% 36,5%
VALENCIA S/D S/D S/D S/D S/D 19,3% 15,2% 16,9% 36,4% 83,6% 12,0% 30,1% 23,2% 41,9% 58,5% 46,5% 19,3% 16,5% 32,3% 32,3%
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012
EXTREMADURA 20,2% 38,9% 29,1% 58,4% 18,7% 23,1% 32,1% 24,8% 51,5% 51,7% 6,8% 28,5% 12,9% 14,0% 49,7% 55,2% 12,2% 9,1% 40,2% 30,4%
BADAJOZ 34,0% 60,6% 36,9% 73,4% 24,6% 14,8% 37,0% 25,3% 49,0% 47,6% 6,9% 28,4% 11,9% 14,1% 49,0% 54,5% 10,9% 7,2% 30,6% 32,5%
CÁCERES 8,6% 24,5% 16,8% 25,7% 10,8% 33,1% 16,2% 22,4% 59,2% 63,4% 6,5% 28,9% 18,7% 13,5% 53,6% 59,0% 18,2% 20,5% 69,1% 29,9%
ISLAS BALEARES 9,2% 4,5% 19,3% 44,0% 32,5% 18,5% 21,2% 19,8% 35,3% 27,2% 5,5% 14,6% 0,3% 17,0% 21,8% 11,4% 13,7% 13,4% 25,9% 18,7%
ISLAS BALEARES 9,2% 4,5% 19,3% 44,0% 32,5% 18,5% 21,2% 19,8% 35,3% 27,2% 5,5% 14,6% 0,3% 17,0% 21,8% 11,4% 13,7% 13,4% 25,9% 18,7%
REG. DE MURCIA 7,7% 24,0% 17,9% 6,5% 39,0% 5,5% 3,2% 1,9% S/D 34,2% 6,5% 22,2% 10,9% 41,5% 17,0% 30,7% 0,8% 4,8% 0,7% 15,3%
MURCIA 7,7% 24,0% 17,9% 6,5% 39,0% 5,5% 3,2% 1,9% S/D 34,2% 6,5% 22,2% 10,9% 41,5% 17,0% 30,7% 0,8% 4,8% 0,7% 15,3%
ESPAÑA 7,1% 9,4% 8,0% 9,4% 17,9% 9,0% 8,3% 6,0% 14,5% 25,0% 4,1% 11,6% 6,2% 12,0% 20,8% 30,0% 9,7% 9,6% 21,8% 12,7%
Picada total máxima del periodo 1993-2011 Picada total mínima del periodo 1993-2011
183
184 S. G. de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal, d. g. de sanidad de la producción agraria
100% 35
90%
30
80%
Categorías de aceite (%)
70% 25
% Picada Total
60%
20
50%
15
40%
30% 10
20%
5
10%
0% 0
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
Años
Figura 11. Relación entre el Porcentaje de Picada Total Nacional y Porcentaje de cada Categoría de los Aceites
Obtenidos (1996-2010)
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 185
Climática 3,5 6,4 4,8 3,3 3,7 5,0 5,9 6,4 2,2 1,0 4,2
Prays oleae 2,6 4,1 2,4 2,6 2,1 2,3 3,2 3,1 1,8 7,0 3,1
Fisiológica 3,2 2,5 2,5 1,5 2,9 3,8 4,1 2,3 2,5 3,1 2,8
Bactrocera oleae 1,5 5,0 0,3 0,3 0,4 1,0 1,8 2,8 0,4 0,2 1,4
Maduración 1,1 1,8 0,7 0,3 1,3 1,9 0,7 1,0 0,1 0,1 0,9
(*)Otros 0,8 0,8 0,7 0,7 0,5 0,7 0,4 1,0 0,5 1,1 0,7
Repilo 0,1 0,2 0,1 0,1 0,3 0,3 0,4 0,3 0,2 0,0 0,2
(**)Gloeosporium 0,2 0,4 0,1 0,1 0,0 0,1 0,1 0,1 0,0 0,0 0,1
CAÍDA TOTAL 13,0 21,2 11,6 8,9 11,2 15,1 16,6 17,0 7,7 12,5 13,5
(*) Desde la campaña 2007 en adelante se diferenció la caída causada por Barrenillo, hasta entonces se recogía en el apar-
tado “Otros”. Los valores obtenidos fueron 2007: 0,3; 2008: 0,7; 2009: 0,3; y 2010: 1,1
(**) Gloeosporium = Colletotrichum
Se puede observar que existen otros fac- diagrama de la Figura 12: “Distribución Na-
tores que influyen en la caída de la aceituna, cional de la Media Ponderada de Picada Total
como son las causas climáticas, la polilla del en Vuelo y Suelo (2001-2010)”. Ahora, el
olivo (Prays oleae, Bern.), fisiológica, etc. porcentaje medio de frutos picados durante el
La aceituna caída por el conjunto de periodo asciende al 15,8% (14,4% de picada
causas analizadas respecto al total de la co- en vuelo más el 1,4% de picada en el suelo).
secha se sitúa, como media del periodo, en Como recoge la Figura 13: “Relación del
el 13,5%. La mosca del olivo supone sólo la % de Aceituna Picada por Bactrocera Caí-
cuarta causa de caída de aceituna entre las es- da (Suelo) Respecto al % Total de Aceituna
tudiadas, aproximadamente el 10% del total Picada (Vuelo+Suelo)”, la ordenación de los
de aceituna caída. datos en función del porcentaje resultante de
Puesto que la picada total nacional media picada (vuelo+suelo) indica que no hay una
del periodo 2001-2010 es el 14,4% (Cuadro clara relación entre el porcentaje de picada y
nº 2), la aceituna caída debido a la mosca del el porcentaje final de caída de esas aceitunas
olivo representa el 10% del fruto total picado. picadas pues, siendo el mejor un ajuste lineal
Al añadir el porcentaje de aceituna picada (y = 0,289x + 2,6231), la fiabilidad de esta
existente en el suelo al porcentaje de aceitu- línea de tendencia no alcanza el 45% de los
na picada en la copa del árbol se obtiene el casos (R2 = 0,4473).
186 S. G. de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal, d. g. de sanidad de la producción agraria
Distribución Nacional de la Media Ponderada de Picada Total en Vuelo y Suelo (2001-2010)
35
32,8
30,0 2,8
30
5,0 30,0
25
22,6
25,0
1,8
% Picada Total
20
20,8 15,8
16,0
15 1,5 1,4
11,9 13,0
1,0
14,5 0,3 10,0 9,9
10 0,4 0,2
11,6 6,6 12,0
9,6 14,4
4,4 0,4 9,7
5 0,3
6,2
4,1
0
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 MEDIA
Campaña
Picada caída con respecto al total de la cosecha del árbol, según estudio de causas de la caída de la aceituna
Figura 12: Distribución Nacional de la Media Ponderada de Picada Total en Vuelo y Suelo (2001-2010)
Relación del % de Aceituna Picada por Bactrocera Caída (Suelo) Respecto al % Total de Aceituna
Picada (Vuelo+Suelo)
18,0
2002
16,0
Distribución lineal
y = 0,289x + 2,6231
14,0 R2 = 0,4473
% de Aceituna Picada Caída (suelo)
12,0
% picada % picadas
Campaña
vuelo+suelo caídas
10,0 16,0 9,4 2001
2001 30,0 16,7 2002
2008 4,4 6,8 2003
8,0 2007 11,9 2,5 2004
2006
6,6 6,1 2005
2003
13,0 7,7 2006
6,0 2005 22,6 8,0 2007
32,8 8,5 2008
10,0 4,0 2009
4,0 2009 9,9 2,0 2010
2004
2,0 2010
0,0
0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0 35,0
Figura 13. Relación del % de Aceituna Picada por Bactrocera Caída (Suelo) Respecto al % Total de Aceituna Picada
(Vuelo+Suelo)
2.3. Relación del rendimiento en kilos de que en dicho periodo oscila entre los 15 kilos/
aceituna por árbol con el porcentaje de árbol de la campaña 1995 y los 43,6 kilos/ár-
picada bol de 2003. El aforo medio se sitúa en 31,7
Con los datos anuales de aforo, se pue- kilos/árbol.
den elaborar sencillas tablas o gráficas, como Con el fin de profundizar en la relación
la mostrada en la Figura 14: “Aforo medio existente entre la picada total, alcanzada a
(1993-2011)”, la cual muestra la producción final de campaña, y la producción obtenida,
nacional, expresada en kilogramos por olivo, medida en kilogramos por árbol, se ha rea-
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012
AFORO MEDIO (1993-2011) 187
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Kg/árbol en el año 28,0 27,4 15,0 33,4 38,8 32,6 23,5 35,7 37,3 26,9 43,6 32,3 25,5 35,9 34,9 30,3 34,3 32,5 34,2
lizado una estratificación del olivar nacional, seguimiento de la RED DACUS hasta la fi-
para las campañas 2005 a 2011, en 5 tramos nalización de dichas campañas. Únicamente
productivos tal como recoge la Figura 15 se ha tenido en cuenta el olivar con destino a
“Media Ponderada de Picada Total por Inter- almazara, por lo que en las 1.322.951 hectá-
valos de Producción en Kilos/Árbol (2005- reas, no se contabiliza la superficie destinada
2011)”. a verdeo.
Se observa que: En la Figura 15 se observa que:
- En general el % de picada final disminuye -E l 65% de la superficie olivarera en España
según se incrementa la producción tiene producción superior a los 20 kg/árbol
- El % de picada final registrado en la super- -E l 13% de la superficie total nacional ob-
ficie cuya producción supera los 20 kg/árbol tiene rendimientos inferiores a 10 kg/árbol.
es inferior a la media nacional registrada
3. Índices de capturas (ICTD)
- En el tramo productivo de 20 a 40 kg/árbol
En la Figura 17: “Comparación del Índice
se encuentra el valor medio de picada total Medio de Capturas en Trampa Mac-Phail de
nacional para el conjunto de tramos produc- las Campañas 2008, 2009, 2010, 2011 y Cur-
tivos va de Tendencia (1993-2011)”, se compara la
- En el tramo cuya producción es inferior a evolución anual de dicho índice entre las 4
20 kg/árbol la picada total supera la media últimas campañas, la gráfica puede generarse
nacional a través de la aplicación “Curvas de Vuelo”.
- En años con bajos porcentajes de picada, Como referencia se inserta también la curva
como 2005, no hay diferencias significati- de tendencia o media de las campañas 1993-
vas entre la picada registrada en los distintos 2011. La figura incluye el valor medio del
estratos productivos índice por campaña, el dato de porcentaje de
En la Figura 16: “Porcentaje de Superficie picada final anual y la picada final media del
Media por Tramo Productivo (2007-2011)” periodo 1993-2011. Se observa que:
se indica la superficie que cada estrato pro- - Contrariamente a la idea de que el mosquero
ductivo ocupa del total de hectáreas con deja de capturar ante la llegada de las prime-
188 S.Media Ponderada
G. de Sanidad de Picada
e Higiene Total
Vegetal por Intervalos
y Forestal, desanidad
d. g. de Producción
de laen Kilos/Árbol
producción (2005-
agraria
2011)
45,00
40,00
% PICADA EN EL INTERVALO
35,00
30,00 30,00
25,00
21,80
20,80
20,00
15,00
12,00
10,00 9,60 9,70
6,20
5,00
0,00
% Picada Total
<5 k/árbol 5-10 k/árbol 10-20 k/árbol 20-40 k/árbol >40 k/árbol
Campaña
2005 7,36 7,28 6,77 5,71 5,94 6,20
2006 17,02 16,29 16,95 12,02 7,23 12,00
2007 31,57 36,76 31,57 19,77 7,04 20,80
2008 41,10 42,82 34,84 26,36 15,48 30,00
2009 18,59 13,27 11,96 10,74 6,45 9,70
2010 13,50 16,57 12,79 9,30 5,83 9,60
2011 28,50 26,00 25,20 19,70 11,00 21,80
INTERVALOS DE PRODUCCIÓN (Kg/árbol)
Figura 15. Media Ponderada de Picada Total por Intervalos de Producción en Kilos/Árbol (2005-2011)
ras lluvias tras el verano, es desde mediados - No hay relación directa entre la media de
de septiembre cuando las capturas superan capturas y porcentaje final de picada regis-
una mosca por mosquero y día, como media trado, como muestran los valores obtenidos
de todas las campañas, manteniéndose el para las diferentes campañas y la curva de
incremento de capturas hasta la finalización tendencia; así el doble de capturas no impli-
de la campaña. ca necesariamente el doble de picada.
- El intervalo de variación para este tipo de La evolución de capturas en la placa
curva es reducido, oscila entre 0 y 3,5 mos- cromotrópica se observa en la Figura 18:
Porcentaje de Superficie Media por Tramo Productivo (2007-2011)
cas por mosquero y día. “Comparación del Índice Medio de Capturas
47.343
4% 109.409
9%
347.569
28%
ha<5 k/árbol
ha 5-10 k/árbol
269.565 ha 10-20 k/árbol
22%
ha 20-40 k/árbol
ha >40 k/árbol
470.694
37%
Figura 16. Porcentaje de Superficie Media por Tramo Productivo (2007-2011)
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 189
Comparación del Índice Medio de Capturas en Trampa Mac Phail de las Campañas
2008, 2009, 2010, 2011 y Curva de Tendencia (1993-2011)
11
10
9
Moscas por Mosquero y Día
7 Índice % Picada
Medio: Final:
6 Tendencia 1,3 12,7
2011 3,4 21,8
5 2010 0,6 9,6
2009 0,9 9,7
4
2008 1,6 30,0
3
0
20/6 4/7 18/7 1/8 15/8 29/8 12/9 26/9 10/10 24/10 7/11
Fecha
Figura 17. Comparación del Índice Medio de Capturas en Trampa Mac-Phail de las Campañas 2008, 2009, 2010, 2011 y
Curva de Tendencia (1993-2011)
Figura 18. Comparación del Índice Medio de Capturas en Trampa Cromotrópica de las Campañas 2008, 2009, 2010, 2011
y Curva de Tendencia (1993-2011)
bastante más amplio; pudiendo alcanzar di- análisis detallado a través de la aplicación
ferencias de capturas de varias decenas de “Curvas de Vuelo” muestra las excepciones
moscas por placa y día a lo largo de la cam- registradas: campañas 1995, 2002 y 2005,
paña o comparando las capturas del mismo cuyos máximos se alcanzaron en la primera
periodo entre diferentes campañas. quincena de noviembre, y campañas 1993 y
- No hay relación directa entre la media de 1998 con máximos en agosto.
capturas (presión de plaga) y porcentaje fi- - El valor máximo alcanzado por el Índice de
nal de picada registrado, como muestran los Riesgo para la media de las 19 últimas cam-
valores obtenidos para las diferentes campa- pañas es inferior a 9 y se registra a mediados
ñas y la curva de tendencia; así el doble de del mes de octubre.
presión de plaga no implica necesariamente
- El Índice de Riesgo presenta un periodo de
el doble de picada.
estabilidad (IR » 3), coincidente con el pe-
4. Índice de riesgo (IR) riodo estival, para la media de las 19 últimas
En la Figura 19: “Comparación de los campañas.
Índices Medios de Riesgo de las Campañas - Para el conjunto de campañas, tras dicho
2008, 2009, 2010, 2011 y Curva de Tendencia periodo estival, el incremento del índice se
(1993-2011)” se observa la evolución de este acelera desde primeros de septiembre hasta
índice que representa los huevos potenciales mediados de octubre.
por estación de control, y por tanto el por- La Figura 20: “Evolución del Número
centaje potencial de picada. Se ha incluido el Medio Nacional de Hembras Fértiles Obser-
valor medio del índice por campaña, el dato vadas por Estación de Control en las Campa-
de porcentaje de picada final anual y la picada ñas 2008, 2009, 2010, 2011 y Curva de Ten-
final media del periodo 1993-2011. dencia (2003-2011)” y Figura 21: “Evolución
Se aprecia que: del Número Medio Nacional de Huevos Con-
- El valor máximo de riesgo por campaña tabilizados en las Hembras Fértiles por Esta-
se suele registrar en el mes de octubre. Un ción de Control en las Campañas 2008, 2009,
Comparación del Índice Medio de Riesgo de las Campañas 2008, 2009, 2010, 2011 y
Curva de Tendencia (1993-2011)
30
25
20
Índice % Picada
Índice Medio de Riesgo
Medio: Final:
Tendencia 4,8 12,7
15 2011 10,4 21,8
2010 2,5 9,6
2009 3,2 9,7
2008 5,1 30,0
10
0
20/6 4/7 18/7 1/8 15/8 29/8 12/9 26/9 10/10 24/10 7/11
Fecha
Figura 19. Comparación de los Índices Medios de Riesgo de las Campañas 2008, 2009, 2010, 2011 y Curva de
Tendencia (1993-2011)
Evolución del Nº Medio Nacional BOL. SAN. VEG.
de Hembras PLAGAS,
Fértiles 38, 2012por Estación de
Observadas 191
Control en las Campañas 2008, 2009, 2010, 2011 y Curva de Tendencia (2003-2011)
50
45
40
Nº Medio % Picada
35
Hembras Final
Tendencia 9,8 14,0
Nº Hembras Fértiles
15
10
0
p
n
jul
v
l
p
go
go
go
go
ct
ct
ct
t
-ju
-ju
-ju
oc
no
ag
se
-se
-se
-se
-ju
-ju
-o
-o
-o
8-
-a
-a
-a
-a
5-
13
20
27
7-
2-
3-
12
19
26
22
29
14
21
28
10
17
24
31
Fecha
Figura 20. Evolución del Número Medio Nacional de Hembras Fértiles Observadas por Estación de Control en las
Campañas 2008, 2009, 2010, 2011 y Curva de Tendencia (2003-2011)
2010, 2011 y Curva de Tendencia (2004- 2011)”, se puede establecer una relación li-
2011)”, elaboradas procesando los “Datos neal entre ambos parámetros, con fiabilidad
Históricos” para dichos años, muestran ma- del 69% (y = 1,0415x + 3,7297; R2 = 0,686).
yor variación entre el número de hembras A su vez, la Figura 23: “Relación del Nº
fértiles presentes por estación de control que Medio de Huevos por Estación de Control y
entre el número de huevos que, como media, el % de Picada Final (2004-2011)” muestra
presentan dichas hembras. similar correlación entre ambos parámetros,
En la evolución del número medio de también con fiabilidad para el 69% de los ca-
huevos se advierte bastante uniformidad a lo sos (y = 10,744x - 43,539; R2 = 0,6906).
largo de la campaña, así como entre las di- Que la pendiente de la recta obtenida en
ferentes campañas, consistiendo la máxima la Figura 23 (10,744) y Figura 22 (1,0415),
diferencia en 8 huevos a lo largo de la campa- indica que la razón de cambio en y (% Picada
ña y de 5 huevos entre las campañas 2008 y Final) con respecto al cambio en x (Nº Medio
2010 para el mes de julio. Por el contrario, el de Huevos) es diez veces mayor que la razón
nº medio de hembras fértiles observadas por de cambio respecto al Nº Medio de Hembras.
estación de control varía ampliamente a lo Las Figura 22 y 23 pueden ayudar a deter-
largo de cada campaña y entre las diferentes minar el valor de alarma, respecto a hembras
campañas; pudiendo consistir la diferencia en fértiles capturadas y número de huevos por
varias decenas de hembras (ej: en octubre de hembra respectivamente, para mantener el
2008 se capturan 39 hembras fértiles por esta- porcentaje de picada por debajo de determi-
ción de control como media nacional). nados umbrales:
Como recoge la Figura 22: “Relación del - Que el porcentaje de picada sea inferior al
Nº Medio de Hembras Fértiles por Estación porcentaje medio de picada (13,97%) en el
de Control y el % de Picada Final (2003- periodo de estudio (2003-2011), en principio
Evolución del Nº Medio de Huevos Contabilizados en las Hembras Fértiles por Estación de
192 S. G. Control
de Sanidad e Higiene
en las CampañasVegetal
2008,y2009,
Forestal,
2010,d.2011
g. deysanidad
Curva dede la producción
Tendencia agraria
2004-2011
10
8
Nº Huevos por Hembra
7
Nº Medio % Picada
6 Huevos Final
Tendencia 5,4 15,1
5
2011 6,3 21,8
4 2010 5,0 9,6
2009 5,5 9,7
3
2008 6,1 30,0
2
0 p
n
jul
v
l
p
go
go
go
go
ct
ct
ct
t
-ju
-ju
-ju
oc
no
ag
se
-se
-se
-se
-ju
-ju
-o
-o
-o
8-
-a
-a
-a
-a
5-
13
20
27
7-
2-
3-
12
19
26
22
29
14
21
28
10
17
24
31
Fecha
Figura 21. Evolución del Número Medio Nacional de Huevos Contabilizados en las Hembras Fértiles por Estación de
Control en las Campañas 2008, 2009, 2010, 2011 y Curva de Tendencia (2004-2011)
Relación del Nº Medio Hembras Respecto al Porcentaje de Picada Final
35,0
Regresión Lineal
30,0 2008 y = 1,0415x + 3,7297
R2 = 0,686
Nº Hembras % Picada Campaña
25,0
3,2 4,1 2003
8,0 11,6 2004
% Picada Final
2005
5,0
2003
0,0
0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0
Nº Medio de Hembras
Figura 22. Relación del Nº Medio de Hembras Fértiles por Estación de Control y el % de Picada Final (2003-2011)
35,0
30,0 2008
Regresión Lineal
y = 10,744x - 43,539
25,0 2
R = 0,6906
2011 Nº Huevos % Picada Campaña
2007
% Picada
0,0
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0
Nº Medio de Huevos
Figura 23. Relación del Nº Medio de Huevos por Estación de Control y el % de Picada Final (2004-2011)
tecta picada (y ³ 0) ya hay un mínimo de 4,1 El acumulado de horas críticas por frío y
Huevos por Estación de Control: por calor es similar en 2008 y 2010, mientras
que el valor de picada de 2008 triplicó el de
x ³ 43,539/10,744; x ³ 4,1
2010. Esto ratifica que las decisivas para la
En el momento de las primeras capturas plaga son las temperaturas críticas por calor.
de Hembras Fértiles por Estación de Control Por el contrario, la mayor o menor amplitud
(picada 3,7%), el Nº Medio de Huevos por de los intervalos favorables apenas repercute
Estación de Control sería similar: 4,4 Huevos en los porcentajes finales de picada alcanza-
por Estación de Control. dos, como demuestra el hecho de que 2008
(30% de picada final) dispusiera del menor
5. Temperaturas limitantes porcentaje de horas favorables para el desa-
Agrupar los datos climáticos extraídos de rrollo del insecto que el resto de campañas
la base de “Datos Históricos” según los in- estudiadas.
tervalos establecidos para la mosca del olivo Del análisis de la Figura 25: “Evolución
como críticas por frío o por calor (<17º C ó > del Porcentaje de Picada Total según Tempe-
35º C), limitantes por frío (17-23º C) o por ca- raturas Críticas por Calor (2005-2011)”, se
lor (29-35º C) y favorables para su desarrollo podría esperar que, para los años estudiados,
(23-29º C) (Avidov, 1954); permite elaborar cuando la suma de porcentajes mensuales de
diagramas como el representado en la Figu- temperaturas limitantes por calor supera el
ra 24: “Porcentaje de Horas Diurnas en los valor 16,4, la picada total media al finalizar
la campaña se mantiene por debajo del 12%.
Intervalos de Temperaturas establecidos por
Análogamente, si la suma de porcentajes de
Z. Avidov. (2008-2011)”. Se aprecia cómo
temperaturas limitantes por calor no supera el
los intervalos que realmente tienen mayor valor 10,5 se pueden alcanzar porcentajes de
repercusión sobre la evolución de la plaga y picada finales superiores al 20% si no se reali-
sobre el porcentaje de picada obtenido, son zan las adecuadas campañas de tratamientos.
aquellos con temperaturas críticas por calor,
que se registran fundamentalmente en los 6. Otras aportaciones
meses de junio a agosto. En ellos se produce Resultados de la RED DACUS, difíciles de
además mayor continuidad en estas elevadas cuantificar pero que constituyen mejoras ma-
temperaturas. nifiestas para el sector olivarero español son:
194 S. G. de%Sanidad
de Horas e Higiene
Diurnas en Vegetal y Forestal,
los Intervalos d. g. deestablecidos
de Temperaturas sanidad de laZ.producción
por agraria
Avidov (2008-2011)
100%
80%
60%
Porcentaje
40%
20%
0%
2011 2010 2009 2008
Años
<17ºC Temperaturas Críticas por Frío >35ºC Temperaturas Críticas por Calor 17 y 23ºC Temperaturas limitantes por Frío
29 y 35 ºC Temperaturas Limitantes por Calor 23 Y 29ºC Temperaturas Favorables
Figura 24. Porcentaje de Horas Diurnas en los Intervalos de Temperaturas establecidos por Z. Avidov. (2008-2011)
Evolución del Porcentaje de Picada Total según Temperaturas Críticas por Calor
(2005-2011)
22 35
20 008
DA 2
PICA
30
18
16 25
11
% Horas con Tª>35ºC
D A 20
PICA
14
% Picada Total
07 20
12 D A 20
PICA
10
9,1
9,0
8,7
15
8,6
06
8,3
D A 20
PICA
7,3
8
7,1
6,9
A 2009
PICAD
5,6
6 10
4,6
4,6
4,5
10
PICADA 20
3,5
3,4
4
3,1
2,7
2,6
PICADA 2005 5
2,2
2
1,0
0,7
0,5
0,4
0,4
0,3
0,2
0,1
0,0
0 0
JUNIO JULIO AGOSTO SEPTIEMBRE OCTUBRE NOVIEMBRE
T>35º 2005 T>35ºC 2006 T>35ºC 2007 T>35ºC 2008 T>35ºC 2009 T>35ºC 2010 T>35ºC 2011
Figura 25. Evolución del Porcentaje de Picada Total según Temperaturas Críticas por Calor (2005-2011)
1.2. Relación porcentaje de picada y caída de - Estos olivares ocupan una superficie de
la aceituna condiciones climáticas más extremas para el
En el estudio se consideró como aceitu- cultivo y por tanto para el díptero.
na caída como consecuencia de la mosca a
toda aquella aceituna que presentaba picada, 2. Índices de capturas (ICTD)
aunque existiera otra causa incluso más pro- La Figura 17: “Comparación del Índice
bable, por lo cual el dato se podría considerar Medio de Capturas en Trampa Mac-Phail de
mayorado. Al mismo tiempo se debe tener las Campañas 2008, 2009, 2010, 2011 y Curva
en cuenta que el estudio finaliza cuando los de Tendencia (1993-2011)” parece recomen-
observadores cesan sus actividades (en torno dar que, al inicio de la campaña incluso antes
al 30 de noviembre), por lo que en aquellas de la receptividad del fruto, los índices en mos-
zonas donde se retrasa la recolección de la quero Mac-Phail se mantengan por debajo de
aceituna, la cantidad de aceituna caída podría la media (1 mosca por mosquero y día) para
incrementarse (por picada de la mosca, madu- evitar explosiones demográficas difíciles de
ración o causas climáticas). controlar a posteriori pese a una correcta apli-
cación de los tratamientos. Véase el ejemplo
1.3. Relación del rendimiento en kilos de de 2008 y 2011 donde el valor de picada final
aceituna por árbol con el porcentaje de supera el 20,0%. Este control sobre el índice de
picada capturas en Mac-Phail repercute directamente
aminorando el Índice de Riesgo.
La tendencia a descender del porcentaje
de picada registrado según se incrementa la Análogamente (Figura 18: “Comparación
producción en kilos por árbol, presenta algu- del Índice Medio de Capturas en Trampa
nas alteraciones, principalmente en el olivar Cromotrópica/Sexual de las Campañas 2008,
menos productivo (<5 kg árbol, 4% de la su- 2009, 2010, 2011 y Curva de Tendencia
perficie con seguimiento de la RED DACUS). (1993-2011)”), parece conveniente evitar pi-
cos de capturas en trampa cromotrópica supe-
Esto puede deberse a varios factores:
riores a 3 mosca por placa y día para eludir las
- La dificultad inherente al muestreo semanal susodichas explosiones demográficas.
con poca cosecha, que limita a un número
Sería interesante llevar la vigilancia de
reducido los frutos accesibles. En algunos la población más allá del periodo de cam-
casos es necesario reducir la cantidad de fru- paña; considerando también la población
tos a muestrear contemplada en el “Protoco- de B. oleae existente como adulto o pupa
lo de Trabajo”, lo que produce desviaciones invernante cuando el olivo no tiene fruto,
importantes en el dato proporcionado. en el denominado “periodo blanco” (To-
- La menor producción en estos olivares suele rres-Vila et al. 2003), lo que daría una idea
deberse a que están situados en zonas mar- de la población de partida y de los recursos
ginales, con poca profundidad de suelo y mínimos de los que hay que aprovisionarse
por consiguiente menores reservas hídricas para su lucha en campaña. Del conocimien-
y nutrientes. Estos factores se traducen en to de esta población latente, heredada de la
una producción con menor calibre del fruto campaña previa, y los registros meteoroló-
y por lo tanto menos apetecibles para la ovi- gicos invernales en cada zona, se podrían
posición de la mosca del olivo. extrapolar nuevos datos sobre la evolución
- La habitual presencia de cabras, ovejas, cer- de la plaga en campo y sus estrategias de
dos o vacas en estos olivares marginales pue- supervivencia.
de destruir pupas invernantes en los frutos También sería conveniente iniciar un
caídos, normalmente no recolectados, al ser estudio en profundidad de cómo afectan los
consumida la aceituna por el ganado. fenómenos meteorológicos y su intensidad
198 S. G. de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal, d. g. de sanidad de la producción agraria
campo, de las que nos han hecho partícipes a A los antecesores en el Ministerio, por sus
través de sus informes. primeros pasos y apoyo a los nuestros.
A los propietarios de las fincas en las que A Tragsatec, por la gestión y coordinación
se realiza el muestreo y en las que se localizan de los múltiples aspectos del seguimiento,
las estaciones agrometeorológicas, por las fa- que en algunos casos ha debido ceñirse a pla-
cilidades prestadas. zos muy breves.
ABSTRACT
REFERENCIAS
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Figura 2. Daños ocasionados por A. lycopersici en tomate. A) Síntomas en la planta. B) Tallo sano (izq.) y tallo afectado
por la plaga (der.)
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 205
cada planta de tomate. En plantas cuyos cabo por Rice y Strong (1962), indican que
síntomas no alcanzaban el ápice, la sec- los valores mas favorables para su desarrollo
ción de tallo se cortó 10 cm por encima oscilan entre el 30% - 60%. Los parámetros
del límite superior del síntoma, ya que climáticos registrados durante el ensayo,
la mayor concentración de ácaros está muestran condiciones favorables para el de-
generalmente en esta zona En aquellas sarrollo de la población de la plaga.
plantas que mostraban síntomas de bron- En la figura 4 se muestra la incidencia de
ceado en todo el tallo, la sección se tomó la plaga y el enemigo natural tanto en tallo
de los últimos 10 cm del tallo. como en hoja a lo largo de las semanas del
• Nivel poblacional del depredador: se ensayo, para los tratamientos control, preven-
contó el número de A. andersoni en 20 tivo y curativo.
cm de tallo y tres hojas de tres niveles La evolución de la población de vasates fue
(bajo, medio y alto) de cada planta. Para similar en el tratamiento control y en el curati-
la extracción de los ácaros, se utilizó un vo. En ambos, a las tres semanas de la primera
embudo de Berlese. infestación, se observó una incidencia de vasa-
tes en hoja entre el 70 y el 80% y una inciden-
Análisis Estadístico cia en tallo entre el 80 y 95%. Sin embargo, en
Debido a que los datos del porcentaje de el tratamiento preventivo, se observó un retra-
tallo con síntomas de vasates no cumplían las so en el desarrollo de la plaga, alcanzándose
condiciones de normalidad, se analizaron me- valores de incidencia en hoja y tallo, similares
diante estadística no paramétrica aplicando el a los tratamientos anteriores, dos semanas mas
Test de Kruskal – Wallis. Para los datos del tarde. Al final del ensayo, se observó un 100%
nivel poblacional de la plaga y el depredador, se de incidencia de vasates tanto en tallo como en
llevó a cabo un análisis de la varianza (ANOVA hoja, en los tres tratamientos. Como se mues-
) para un diseño de bloques al azar. Cuando se tra en la figura 4, la población del depredador
encontraron diferencias significativas (p≤ 0.05), en el tratamiento preventivo fue muy alta una
se aplicó el Test de comparación de medias LSD semana después de la primera infestación de la
(Mínima Diferencia Significativa). Previamente plaga (incidencia entorno al 80% tanto en hoja
al análisis, para el cumplimiento de la normali- como en tallo), mientras que en el tratamiento
dad y la homocedasticidad, los datos de la po- curativo, la máxima incidencia del depredador
blación de la plaga se transformaron mediante se alcanzó tres semanas después de la primera
el cambio de variable ([Ln(x)] y los datos de la infestación (40% en hoja y 25% en tallo). Estos
población del depredador mediante [√(x+0.5)]. valores indican que la introducción del depre-
Los análisis se realizaron con el programa esta- dador de forma preventiva frenó el desarrollo
dístico Statistix v. 8.0. de la plaga al inicio, pero no fue suficiente para
ejercer un adecuado control de la misma.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN En la figura 5, se representa el porcentaje
de tallo afectado por síntomas del bronceado.
En la figura 3 se muestran la condiciones Sólo las dos primeras semanas de aparición de
de temperatura y humedad relativa a lo largo los síntomas, se observaron diferencias signi-
del ensayo. La Tª media osciló entre 22 y 28 ficativas entre el tratamiento preventivo y el
ºC, y la HR entre 35 y 55 %. Los estudios resto de tratamientos (Sem1: Test K-W= 12.3,
realizados por Haque y Kawai (2003), indican p= 0.002; Sem2: Test K-W =10.6, p= 0.002),
que la tasa neta de reproducción más alta y mientras que no se observaron diferencias
el tiempo de generación más corto para va- significativas entre el tratamiento curativo y
sates, se obtiene a una temperatura de 25ºC. el control a lo largo de todo el ensayo. En
En cuanto a la HR, los trabajos llevados a la gráfica se muestra también, que los sínto-
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 207
TEMPERATURA
50
40
30
ºC
20
10
0
18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28
Semana
HUMEDAD RELATIVA
100
80
60
(%)
40
20
0
18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28
Semana
CONTROL
1,0
0,8
Incidencia
0,6
0,4
0,2
0,0
21 22 23 24 25 26 27 28
Semana
PREVENTIVO
1,0
0,8
Incidencia
0,6
0,4
0,2
0,0
21 22 23 24 25 26 27 28
Semana
CURATIVO
1,0
0,8
Incidencia
0,6
0,4
0,2
0,0
21 22 23 24 25 26 27 28
Semana
A. lycopersici tallo A. lycopersici hoja
A. andersoni tallo A. andersoni hoja
Figura 4. Evolución de la incidencia de la plaga y el depredador en tallo y hoja a lo largo de las semanas de muestreo en
los diferentes tratamientos. Las flechas rojas indican la inoculación de la plaga y las flechas verdes la suelta del depredador
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 209
% Tallo con%síntomas
Tallo con síntomas
a a a
100
a a a
Control a a a
80
Preventivo
a ba
60
Curativo
40
a ba
20
0
21 22 23 24 25 26 27 28
Semana
Figura 5. Evolución del porcentaje de tallo con síntomas de vasates en los tratamientos control, preventivo y curativo.
Letras diferentes indican diferencias significativas entre tratamientos (p ≤ 0.05)
mas en la planta en todos los tratamientos, se ferencias significativas entre el control y los
manifiestan a las tres semanas de la primera tratamientos preventivo y curativo (F= 10.5,
infestación de la plaga. gl= 2, p= 0.0006). En cuanto al número de
La evaluación final de los niveles pobla- formas vivas del ácaro depredador, no se en-
cionales tanto de la plaga como del depre- contraron diferencias significativas ente la es-
dador, medido como el número medio de trategia preventiva y la curativa (F= 1.35, gl=
formas vivas, se representa en el cuadro 1, 1 p= 0.26). Estos resultados indican que A.
para los tres tratamientos. En relación al nivel andersoni mostró cierta actividad depredado-
poblacional de la plaga, se encontraron di- ra sobre la plaga, reduciendo sus poblaciones.
Nº med. Nº med.
Tratamiento
A. lycopersici .cm-2 (± ES) (1) A. andersoni /muestra (± ES) (2)
(1)
Conteo realizado en una sección de tallo de 2cm
(2)
Contero realizado en una muestra de 3 hojas y 20 cm de tallo
210 L. LARA, M. CANO, E. SALVADOR, M.ª M. TÉLLEZ
Los ensayos llevados a cabo por Fischer seius swirskii Athias-Henriot, depredadores
et al. (2005) con este depredador mostraron que muestran una alta eficacia en otros cul-
unos resultados muy similares, es decir, cuan- tivos, pero que a nivel comercial no son uti-
do se utiliza de forma preventiva hay una re- lizados por su incapacidad para instalarse en
ducción de la incidencia de la plaga al inicio cultivo de tomate (Robledo et al., 2009).
del cultivo, pero sin llegar a controlarla. Un problema añadido al control de esta
Varias especies de fitoseidos se alimentan plaga, es la dificultad para su detección precoz
y reducen la infestación de A. lycopersici (Pe- en campo. Al tratarse de un ácaro de pequeñas
rring y Farrar, 1986), pero sólo algunos han dimensiones, su presencia sólo se manifiesta
sido ensayados en condiciones controladas. por la aparición de síntomas en el tallo.
Brodeur et al. (1997) ensayaron cuatro espe- Este trabajo muestra que sólo las inoculacio-
cie de ácaros depredadores como agentes de nes preventivas del depredador dan lugar a cierto
control biológico de A. lycopersici. De todas retraso en el desarrollo de la plaga. A nivel prác-
las especies estudiadas, Neoseiulus falla- tico, debido a la difícil detección de la plaga y a
cis Garman fue la más prometedora, por su que las poblaciones del depredador no se mantie-
adecuado desarrollo y tasa de supervivencia nen en el cultivo de tomate, sería necesario rea-
cuando se alimenta de todos los estados de lizar introducciones preventivas periódicamente.
la plaga, mientras que la especie Neoseiulus Para poder determinar las dosis, frecuencia y ren-
cucumeris (Oudemans) fue la menos ade- tabilidad de estas introducciones, sería necesario
cuada. Los ensayos llevados a cabo por Tro- realizar ensayos mas detallados, con infestacio-
ttin-Caudal et al. (2003), indican que con nes naturales de la plaga, en invernaderos con
introducciones de las especies Neoseiulus antecedentes de incidencia de vasates.
californicus (Mc Gregor) y N. cucumeris en No obstante, actualmente A. andersoni,
cultivo de tomate bajo invernadero, sólo se está siendo utilizado con éxito, para el control
consigue un cierto nivel de control de la plaga biológico de diferentes especies de araña roja
cuando se sueltan altas tasas de individuos en cultivos hortícolas y ornamentales (comu-
por metro cuadrado. nicación personal Syngenta Bioline).
Aunque las condiciones climáticas fueron
favorables para la plaga y por tanto había AGRADECIMIENTOS
mucha presa disponible, el depredador no fue
capaz de instalarse en el cultivo. Todo pare- Este trabajo se ha realizado en el marco de
ce indicar que esta especie completa su ciclo un Proyecto de Demanda Institucional de la
biológico, pero tiene reducida su capacidad Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta
para instalarse sobre planta de tomate. Esta de Andalucía (IDF-2009-04): Mejora de los
incapacidad sobre tomate se da también en Programas de Lucha Biológica contra insec-
otras especies de ácaros depredadores, como tos vectores en hortícolas, financiado con fon-
ocurre con Neoseiulus cucumeris y Ambly- dos FEDER.
ABSTRACT
to control other pests. In this study we have evaluated the effectiveness of the depredator
mite, Amblyseius andersoni (Chant) as biological control agent of the tomato russet mite.
The experiment was performed in local semi-field conditions with artificial inoculation
of pest in tomato. Of the strategies evaluated, preventive introductions only delay the
development of the pest but can not effectively control.
Key word: Predatory mite, tomato russet mite, integrated pest management, horti-
cultural crops.
REFERENCIAS
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Bol. San. Veg. Plagas, 38: 213-221, 2012
Oevering et al., 2002, 2005), faltan estudios 24 muestras por parcela con cada una de las
globales sobre la composición y función de la técnicas descritas a continuación:
artropodofauna autóctona en estos cultivos en a) Muestreo de las copas arbóreas mediante
el sur de Europa. trampas de interceptación de vuelo.
Los neurópteros han sido considerados Consisten en dos paneles transparentes
como eficaces depredadores de las plagas cruzados perpendicularmente, de 23 cm
agrícolas. Entre ellos, las principales fami- de altura y 26 cm de anchura, asentados
lias de interés como agentes de control sobre un embudo de este diámetro. Dicho
biológico en agrosistemas son Chrysopidae, embudo desemboca en un frasco colector
Hemerobiidae y Coniopterigidae (Canard conteniendo etilenglicol (40%), el cual se
et al., 1984; Van Driesche y Bellow, 2001; recambió en cada muestreo. Se emplearon
McEwen et al., 2001). 6 trampas por parcela, colocadas a 2 m de
En este artículo se presentan los resultados altura, durante el período comprendido
referidos a los neurópteros encontrados en entre mayo 2008 y abril 2009.
plantaciones de aguacate de la provincia de b) Muestreo de copas arbóreas mediante la
Málaga (sur de España), y forma parte de un técnica del “paraguas japonés”, con vareo
estudio más amplio dirigido al conocimiento y recogida del material caído sobre una tela
de la diversidad entomológica presente en blanca de 1 m2. El volumen muestreado
estos cultivos. por batida fue de 1,2 m3. La operación se
repitió 16 veces en la parcela, entre abril
2007 y marzo 2008.
MATERIAL Y MÉTODOS
c) Muestreo de vegetación arvense mediante
Lugar de estudio manga entomológica. En cada parcela
Las muestras fueron tomadas en dos se recorrieron cuatro transectos de 24 m
parcelas de aguacates adultos de la variedad lineales x 1,5 m de anchura (aprox. 36
Hass sobre patrón Topa-topa, con un manejo m2), entre abril 2007 y marzo 2008.
libre de aplicaciones fitosanitarias, enclavadas Los artrópodos recogidos fueron conser-
en la mayor zona de aguacates de Europa vados en viales con alcohol (70 %).
(costa subtropical de Málaga y Granada). La
situación y características de dichas parcelas
fueron: RESULTADOS
a) Parcela “La Alegría”, Vélez-Málaga, Se han recogido 6 especies de neurop-
Málaga. Coordenadas: 36º47’05.34’’ teroides en las muestras de copas arbóreas
N, 4º09’13.91’’O. Superficie: 0,48 ha. (tabla 1): Chrysoperla carnea s.l. (Stephens,
Altitud: 140m. Distancia a la costa: 1846) (figuras 1 y 2) (adultos asignables a Ch.
7050m. pallida Henry et al., 2002 y a Ch. lucasina
b) Parcela “Estación Experimental la (Lacroix, 1912)), Conwentzia psociformis
Mayora” (CSIC), Algarrobo-Costa, (Curtis, 1834) (figuras 3 y 4), Semidalis
Málaga. Coordenadas: 36º45’35,05N, aleyrodiformis (Stephens, 1846), Micromus
4º02’22.11’’O. Superficie: 0,60 ha. Altitud: angulatus (Stephens, 1846), Dichochrysa
92m. Distancia a la costa: 1700m. flavifrons (Brauer, 1850) y Harraphidia
(Flavoraphidia) laufferi (Navás, 1915). Sin
Muestreos embargo, las muestras de cubierta vegetal
En ambas parcelas se aplicaron tres fueron menos diversas, con sólo 3 especies
técnicas diferentes, a lo largo de un año, con (Tabla 1): Ch. carnea s.l., M. angulatus y D.
periodicidad quincenal, resultando un total de flavifrons.
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 215
La ausencia de C. psociformis en la
cubierta vegetal y su abundancia relativa
en las copas parece señalar una preferencia
arborícola de esta especie, al igual que parece
ocurrir con S. aleyrodiformis y H. laufferi.
Por el contrario, los adultos de Ch. carnea s.l.
únicamente se encontraron en las muestras de
cubierta vegetal estivales y otoñales.
En la figura 5 se muestra la fenología y
Figura 1. Adulto de Chrysoperla carnea s.l. densidad de las dos especies más abundantes:
Ch. carnea y C. psociformis. En invierno
y primavera las poblaciones de ambas
especies presentaron una menor densidad.
Sin embargo, en verano abundaron las larvas
y adultos de Ch. carnea. Por otro lado,
los adultos de C. psociformis estuvieron
presentes todo el año, aunque sus larvas sólo
se encontraron en verano y otoño.
En cuanto a las densidad poblacional de las
dos especies dominantes, varía con la parcela
Figura 2. Larva de Chrysoperla carnea s.l. considerada, y se obtuvo a partir de los datos
de los muestreos con vareo en caso de copa
arbórea, y con mangueo de vegetación en caso
de la cubierta vegetal. El método de trampas de
interceptación no permite establecer densidades
de insectos, sólo abundancias relativas. Así, en
verano, el número medio de individuos por
muestra de Ch. carnea tanto en copa como
en cubierta en “La Mayora” fue superior a la
encontrada en la parcela “La Alegría”, aunque
estas diferencias no fueron significativas (1,83
± 0,79 y 0,83 ± 0,48; t = 1,08; p = 0,30). Por
otro lado, C. psociformis fue menos abundante
en la “Estación Experimental La Mayora” que
Figura 3. Adulto de Conwentzia psociformis
en “La Alegría”, tanto en verano (0,33 ± 0,21 y
1,00 ± 1,00; t = 0,65; p = 0,53) como en otoño
(1,33 ± 1,33 y 3,00 ± 1,24; t = 0,92; n = 6;
p = 0,38), aunque estas diferencias tampoco
fueron significativas.
DISCUSIÓN
Cuatro de los neuropteroides presentes en
las parcelas de aguacate fueron escasamente
abundantes: Dichochrysa flavifrons, Semidalis
aleyrodiformis, Micromus angulatus y
Figura 4. Larva de Conwentzia psociformis Harraphidia laufferi. Al contrario que en el
216 J. M. VELA, J. R. BOYERO, M. E. WONG, V. J. MONSERRAT
Hembra adulta - - 2 2
Larva - - - -
Hembra adulta - - - -
Total 38 68 28 134
caso presente, Dichochrysa flavifrons es la grupo muy escaso en las parcelas de aguacate
segunda especie más frecuente en olivar de estudiadas. Se conoce poco sobre la biología
Andalucía (Campos y Ramos, 1983) y está de Micromus angulatus, aunque parece que
generalmente asociada a medios mediterráneos su amplitud de hábitat es más restringida
(Monserrat, 2008). Asimismo, contrasta la que en C. psociformis y en S. aleyrodiformis
situación de S. aleyrodiformis, que a pesar (Monserrat y Marín, 2001). El hecho de ser
de ser el coniopterígido más abundante en una especie afidífaga (Miermont y Canard,
árboles de la Península Ibérica (Monserrat 1975) podría explicar su escasa presencia en
y Marín, 2001), y especialmente en cultivos las parcelas de aguacate, donde los áfidos son
de cítricos (Alvis et al., 2003), fue muy poco abundantes. Otra especie escasamente
escaso en nuestras muestras, posiblemente representada fue Harraphidia laufferi,
por ser un depredador más especializado en endemismo ibérico de biotopos xerotermos
Hemiptera Diaspididae (Borrás et al., 2006), cuyas larvas tienen hábitos edáficos, en
Bol. San. VeG. plaGaS, 38, 2012 217
Figura 5. Fenología de Chrysoperla carnea y Conwentzia psociformis, como número de ejemplares por muestra. la barra
representa el error estándar
tanto que los imagos se han encontrado en niEMCzyk, 1978; garCía-Marí et al., 1991).
vegetación arbórea y arbustiva (MonSErraT en laboratorio se ha observado su actividad
y PaPEnBErg, 2006). no se conocen datos depredadora sobre huevos y ninfas del ácaro
acerca de sus preferencias tróficas. del aguacate, Oligonychus perseae (vELa
Se encontraron dos especies dominantes y BoyEro, no publ.). es una especie muy
en las parcelas: Chrysoperla carnea s.l. común tanto en olivar (CaMPoS y raMoS,
y Conwentzia psociformis. la primera de 1983) como en cítricos (CarvaLho, 1997;
ellas se considera actualmente como un aLviS et al., 2003; Franco et al., 2006). en
complejo de especies emparentadas (hEnry relación a C. psociformis, en la península
et al., 2002), pero dado que la mayoría de ibérica es muy frecuente en las zonas de
los ejemplares fueron recogidos en estado
influencia eurosiberiana, pero en zonas
larvario, se ha preferido mencionarlos como
de clima mediterráneo posee preferencia
Ch. carnea en sentido amplio. es una especie
por ambientes mesófilos. Se alimenta
muy voraz y generalista aunque sólo es
depredadora en estado larvario (PaPPaS et al., principalmente de hemípteros aleyródidos
2011), cuya acción como agente de control (riPoLLéS y MELiá, 1980; LLorénS y garrido,
biológico ha sido señalada sobre hemípteros 1992) y de ácaros (garCía-Marí et al.,
coccoideos (LLorénS, 1990a; MiLLEr et al., 1991; LEón y garCía-Marí, 2005). entre los
2004), áfidos (LLorénS, 1990b), trips (SaBELiS coniopterígidos europeos, es probablemente
y van riJn, 1997; LaCaSa y LLorénS, 1998), el depredador de ácaros más importante en
larvas de lepidópteros (rEynoLdS et al., 1982; huertos de manzano y peral (SoLoMon et al.,
urBanEJa et al., 2001) y ácaros (MiSzCzak y 2000). es frecuente en cítricos (riPoLLéS y
218 J. M. VELA, J. R. BOYERO, M. E. WONG, V. J. MONSERRAT
Meliá, 1980; Carvalho, 1997), pero escaso (2005) estiman un consumo de 50 ácaros/día
en olivar (Campos y Ramos, 1983). para la larva de C. psociformis; extrapolando
La densidad de los neuropteroides mostró este dato podría estimarse que la población
una distribución muy desigual a lo largo del de C. psociformis en los árboles de aguacate,
año. Así, las poblaciones de las dos especies en función de la densidad obtenida, depredan
dominantes, Ch. carnea y C. psociformis, entre 113 presas/día/árbol en verano hasta
tuvieron bajas densidades en invierno y unas 450 presas/día/árbol en otoño. Por
primavera, pero ésta se duplicó en otoño e tanto, dado que la máxima abundancia del
invierno, por lo que durante determinados ácaro del aguacate se presenta a finales de
momentos dichas poblaciones pueden tener verano y otoño (Boyero et al., 2007), se
un influencia importante sobre las presas puede presumir que C. psociformis, cuyo
disponibles. Entre ellas sobresale el ácaro del máximo poblacional larvario es asimismo
aguacate (Oligonychus perseae), que es el otoñal, está jugando un papel importante en
único fitófago plaga en este cultivo (Vela et la regulación natural de las poblaciones de la
al., 2007). plaga, aún mayor que Ch. carnea. En el caso
Se ha detectado una preferencia en los de los cítricos, también se ha relacionado los
adultos de Ch. carnea s.l. por la cubierta máximos poblacionales de C. psociformis con
vegetal, pues estuvieron ausentes en las muestra los máximos del ácaro fitófago Panonychus
de copa arbórea. Ello podría relacionarse con citri (Soler et al., 2002).
la apetencia de estos ejemplares por polen, Los depredadores del ácaro del aguacate
néctar y melazas de hemípteros (Pappas et forman un gremio multiespecífico compuesto,
al., 2011), más abundantes en verano y otoño además, por ácaros fitoseidos y anístidos,
en las plantas arvenses, ya que por un lado la coleópteros coccinélidos y estafilínidos, trips,
época de floración del aguacate ocurre entre hemípteros (míridos, antocóridos, redúvidos),
marzo y mayo, y por otra parte los hemípteros dípteros (bombílidos, taquínidos, sírfidos) y
productores de melazas fueron muy escasos araneidos, principalmente (Vela y Boyero, no
en los árboles de aguacate muestreados. En publ.). Esta compleja red de depredadores, si
cambio, las larvas aparecieron tanto en la bien no es capaz de controlar completamente
cubierta como en los árboles, lo que indicaría las explosiones del ácaro O. perseae, que
que, siendo una especie altamente polífaga, suelen ser unimodales, sí posee una acción
puede alimentarse en ambos estratos. La moduladora sobre este fitófago. Además, la
eficacia de Ch. carnea como agente de control existencia de esta red podría desempeñar un
biológico ha sido bien estudiada, sobre todo papel preventivo frente al establecimiento de
como depredadora de áfidos, moscas blancas, otras plagas que ya están causando graves
lepidópteros, cochinillas algodonosas y daños al sector en EE.UU., como es el caso
ácaros tetraníquidos (New, 1975; Pappas et del trips del aguacate (Scirtothrips perseae)
al., 2011). (Hoddle y Robinson, 2004), o la chinche de
Por el contrario, el importante papel encaje del aguacate (Pseudocysta perseae)
de C. psociformis en el control de ácaros (Humeres et al., 2009), entre otras.
fitófagos y de moscas blancas, ya destacado
por García-Marí et al. (1991) y León y AGRADECIMIENTOS
García-Marí (2005) ha sido escasamente
investigado. En el agrosistema de aguacate, A los propietarios y/o responsables de
nuestros datos indican que C. psociformis las fincas colaboradoras: Dr. José María
es una especie netamente arborícola, que Farré (La Alegría) y Dres. Jorge González-
ataca presumiblemente a la especie herbívora Fernández e Ignacio Hormaza (Departamento
dominante O. perseae. León y García-Marí de Fruticultura Subtropical del IHSM,
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 219
La Mayora, CSIC), por su colaboración control del ácaro del aguacate (Oligonychus
inestimable. Este trabajo ha sido financiado perseae) en Andalucía”, de la Consejería de
por el proyecto Nº AID06-02 “Biología y Agricultura y Pesca (Junta de Andalucía).
ABSTRACT
The study of neuropterans associated with two avocado orchards in the province of
Málaga yielded a total of 6 species: Chrysoperla carnea s.l., Conwentzia psociformis,
Semidalis aleyrodiformis, Micromus angulatus, Dichochrysa flavifrons and Harraphidia
(Flavoraphidia) laufferi. The first two were the dominant species. Ch. carnea was more
abundant in summer. However, while adults of C. psociformis were found throughout the
year, the larvae appeared mainly in the autumn. We discuss the role of these two species
as natural enemies of avocado mite, Oligonychus perseae.
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Bol. San. Veg. Plagas, 38: 223-232, 2012
4 repeticiones por tratamiento, en el que se zona, el cultivo estuvo cubierto durante todo el
distribuyeron por sorteo 4 tratamientos a periodo que duró la campaña.
evaluar: Mix-Forte®, TM-49®, Aphiplan® y Se realizaron aplicaciones foliares, utili-
TripStop® (en adelante EV 1, EV 2, EV 3, EV zando para las mismas una mochila dotada
4 respectivamente) y 1 tratamiento Control, en de lanza con 4 boquillas asegurando un buen
el que se siguieron las recomendaciones para el
mojado de toda la planta, se emplearon las
manejo de plagas contenida en el Reglamento
dosis máximas y recomendaciones para cada
de Producción Integrada (en adelante RPI)
para el cultivo de la fresa (ANÓNIMO, 2008). producto. Las aplicaciones se realizaron
La plantación se realizó la tercera semana quincenalmente desde la segunda quincena de
del mes de octubre, en macrotúneles, con noviembre, una vez definitivamente estabili-
plantas de fresa procedentes de viveros de zado el cultivo; hasta la segunda mitad de marzo,
altura de la variedad “Camarosa”, la de mayor a partir de entonces se realizaron aplicaciones
implantación en la zona fresera onubense semanales hasta el final del ciclo de producción
(ANÓNIMO, 2010). Como es habitual en la en la tercera semana de mayo (Tabla 1).
Evaluación de los tratamientos desde marzo 1 mostró medias superiores al control (Tabla
hasta final de campaña 2; Figura 2).
Las diferencias entre tratamientos en la El número medio de formas móviles de
etapa final del cultivo fueron mayores que en araña roja aumentó respecto al periodo anterior
el periodo anterior. Los daños por orugas de en todas las parcelas, correspondiendo el
lepidópteros, aumentaron ligeramente y se mayor incremento a las parcelas tratadas con
registraron diferencias entre medias, sólo EV EV 2 (F4,199=4.33, p<0.01). No se detectaron
diferencias en el porcentaje de hojas
EV 4
EV 3
EV 2
EV 1
Control
Figura 2. Evolución de los daños y/o presencia de orugas de lepidópteros en cada uno de los tratamientos durante la
campaña 2009/10 en el ensayo de El Cebollar (Moguer, Huelva)
228 C. GARCÍA, G. ALBENDÍN, J. M.ª MOLINA
Kruskall-Wallis; Χ²g.l.=4= 4.5 N.S. 3.3 N.S. 4.8 N.S. 3.7 N.S.
Umbral de intervención ≥15% de hojas ocupadas hasta fin de febrero; resto de la campaña ≥25%, si además el % de hojas
con fitoseidos es inferior al 50% del valor.
1
Datos expresados como la media ± e.e. Las distintas letras situadas junto a las medias indican diferencias estadísticamente
significativas entre los tratamientos y el control en su respectiva columna (Test Dunnett, * p<0.05; ** p<0,01; *** p<0.001;
N.S.=estadístico no significativo).
ocupadas (Tabla 3; Figura 3). Los valores de población parejas a la del control mientras
intervención se sobrepasaron en el periodo que las parcelas tratadas con EV 4 y EV 2
que fue de mediado marzo hasta finales éstas fueron significativamente más elevadas
de abril; a partir de entonces se observó un (F4,199=16.78, p<0.001). Este aumento general
aumento en las poblaciones de fitoseidos en las poblaciones se reflejó en una incidencia
(Figura 6), y sólo en el caso de EV 2 la media por encima del umbral establecido en las
superó el criterio de intervención establecido. parcelas tratadas con EV 2 y EV 4 respecto
Las poblaciones de pulgones aumentaron al control y resto de tratamientos (Tabla 4;
en el ensayo respecto a partir de marzo; las Figura 4).
parcelas sometidas a tratamientos con EV No se encontraron diferencias significa-
1 y EV 3 arrojaron medias de densidad de tivas entre tratamientos en cuanto a densidad
EV 4
EV 3
EV 2
EV 1
Control
Figura 3. Evolución de la incidencia media de araña roja (T. urticae) en cada uno de los tratamientos durante la campaña
2009/10 en el ensayo de El Cebollar (Moguer, Huelva)
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 229
EV 4
EV 3
EV 2
EV 1
Control
Figura 4. Evolución de la incidencia media de pulgón en cada uno de los tratamientos durante la campaña 2009/10 en el
ensayo de El Cebollar (Moguer, Huelva)
230 C. GARCÍA, G. ALBENDÍN, J. M.ª MOLINA
EV 4
EV 3
EV 2
EV 1
Control
Figura 5. Evolución de la incidencia media de trips (F. occidentalis) en cada uno de los tratamientos durante la campaña
2009/10 en el ensayo de El Cebollar (Moguer, Huelva)
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 231
EV 4
EV 3
EV 2
EV 1
Control
Figura 6. Ocupación por fauna auxiliar en cada uno de los tratamientos durante la campaña 2009/10 en el
ensayo de El Cebollar (Moguer, Huelva)
ABSTRACT
Four commercial compounds based on natural extracts and sell as plant strengtheners
were evaluated as alternative substances for the prevention and treatment of strawberry
232 C. GARCÍA, G. ALBENDÍN, J. M.ª MOLINA
pests in Huelva (Andalusia, Spain). A randomised block assay with four replications
per treatment and control plots on IPM production were used. Incidence of the main
strawberry insect pests as well as their monitoring methods, IPM thresholds and control
periods in Andalusian Regulation were used for comparison. Commercial compounds
substituted authorised insecticides and no chemical application in treatment plots was
done. Minor significant differences in pest incidence were obtained between control and
treatments until end of February. A decrease in control efficiency with differences and
variability in pest response to treatments appeared later in the crop cycle. A progressive
and natural occupation by natural enemies in treated plots was observed. Occupation
percentages of leaves and flowers by Phytoseiids and other natural enemies were over
the mean of the assay, mean population densities were also slightly higher than in IPM
control plots. Evaluated compounds reduced the type and number of chemicals for pest
control, simplifying use and improving application safety in the farm, suggesting a great
potential of use in strawberry fields on biological or organic explotation.
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Bol. San. Veg. Plagas, 38: 233-238, 2012
Caliroa cerasi L., the cherry sawfly or pear slug, is a serious pest that affects cherry
crops (Prunus avium L.) in the Andean Region of Parallel 42, Argentina. This slug caus-
es an extended damage to the foliage of different Rosaceae species (such as cherry) be-
coming a serious pest in this region, where orchards under organic management are very
common. These orchards require an adequate monitoring to control the pest without the
use of synthetic pesticides. Chromotropic yellow sticky traps (12 x 20 cm) were installed
at 1.8 m height in the east and west side of P. avium CV Stella trees. C. cerasi adults were
sampled during two consecutive growing seasons (2007/2008 and 2008/2009). A non
linear Quasi-Newton multivariate optimization method was used to analyze the results.
Data distribution highlighted a typical bicyclical pattern characteristic of a bivoltine
species, in the location under study. Adults coming from the winter (whose prepupae
and pupae spent winter in the soil) began to emerge in the spring producing the first or
spring generation (first peak) in November- December. After that, the second or summer
generation belonging to the second peak was observed in February-March. These data
are useful to concentrate the efforts to control adults in these months.
Australia, New Zealand, South Africa and A very good knowledge of C. cerasi and
also in some South American countries, such its dynamics is the best way to achieve an
as Argentina, Colombia, Chile and Uruguay optimum control (Shaw et al, 2003). Howe-
(Naumann et al., 2002). Caliroa cerasi slug ver, more investigations about adult flight
produces an extended damage to the foliage and the number of adult peaks in ARP42 is
of different Rosaceae species such as P. avium needed to improve organic management,
L. (cherry), Prunus cerasus L. (sour cherry), a condition to participate in international
Prunus amigdalus L. (almond), Prunus do- markets. To partially achieve this objective,
mestica L. (plum) and Pyrus communis L. C. cerasi adult sawflies were sampled in one
(pear) (Rocca et al., 2005). There are also commercial cherry orchard of ARP42 during
other reports on crops of lesser importance two consecutive growing seasons (2007/2008
being attacked by this sawfly, such as the and 2008/2009). This is the first report of
ornamental crops Cotoneaster spp. and Cra- sawfly adult flight in this Andean region.
taegus spp.) (Naumann et al., 2002, Edwards, Published data from Argentina (Bado, 2010)
2006). This slug is not a problem in orchards belong to the Lower Valley of the Chubut
under conventional management, but it beco- River (VIRCH), approximately 800 km far
mes a serious pest in organic ARP42. from ARP42. VIRCH belongs to the Atlantic
The sawfly, which emerges in the spring, region (43°16’ S, 65°18’ W, 30 meters above
is a little black wasp with a wingspan of sea level) while ARP42 belongs to the Andean
approximately 10 mm. It has thelytokous par- region (42°11’ S, 71°42’ W, 200 meters above
thenogenesis and the presence of males is very sea level). VIRCH annual medium tempe-
uncommon in South America and elsewhere. rature is 12.7°C and annual precipitation is
Raddatz and Carrillo (2008) have found a 196,1mm while ARP 42 annual medium tem-
sex ratio of 1.27 males: 98.73 females in Chile, perature is 16.6°C and annual precipitation is
with no reports in Argentina. The spring fema- 898 mm. These great geographic and clima-
les slit the leaves, laying the eggs inside the tic differences between VIRCH and ARP42
leaf tissues with its serrated ovipositor (hence show the relevance of research on C. cerasi
the name sawfly). After 10 to 15 days the larvae growing cycle pattern in ARP42 region.
emerge. At first, they feed on the upper surfa-
ces of leaves producing a scorched or curled
appearance (Naumann et al, 2002). The latest MATERIALS AND METHODS
instars continue feeding, but large leaf veins
and lower surface areas are rarely damaged, Study Site and Sampling
producing a skeletonized aspect (Shaw et al., The work was carried out in ARP 42 (42º
2003). When the larvae reach 10 mm length at 11’ S, 71º 42’ W), Argentina, in an organic P.
the sixth moult, they form a cocoon (prepupae) avium L. CV Stella orchard plot formed by
in an earthen cell dug in the soil. All these sta- 28 trees, eight years old. Eight trees were
ges, adult, eggs, larvae, prepupae and pupae, selected for sampling, following a “zig-zag”
constitute the first or spring generation. In trajectory, avoiding the edges of the plot.
general, the adults emerge after 18 to 28 days Caliroa cerasi (Hymenoptera: Tenthredi-
(Naumann et al, 2002), giving place to the se- nidae) adults were sampled during two con-
cond or summer generation. Larvae from this secutive periods (2007/2008 and 2008/2009),
second generation continue their damage and from October to April of each period. The data
generally overwinter in the soil as prepupae, of hanging the traps was selected taking into
depending on the country (Bado, 2010; Carl, account previous observations (Mareggiani y
1972; Raddatz and Carrillo, 2008; Raffa and Collavino, 2008; Mareggiani y Collavino,
Lintereur, 1988). Later, they emerge as adults 2009; Laffaye et al, 2010). Two chromato-
in the spring. graphic yellow sticky traps (12 x 20 cm) were
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 235
installed at 1.8 m height, in the the east and nerations or growing cycles in both periods,
the west side of each of the eight selected with a typical bicyclical pattern, characteris-
trees. Traps were changed every 15 days and tic of a bivoltine species. (Figure 1 and 2).
the individuals caught were transported to Then, data for each sampling period were
the laboratory for later identification with a divided in two sub-set ranges belonging to
binocular microscope. The number of adults each period (Model I and Model II). A sym-
for each date was recorded for the east and metric power function with an offset parame-
the west traps. The number of selected trees ter was adjusted to each of the four cases.
and the sampling methodology employed was
Model I (period 2007/2008). The growing
based upon observations of Bado (2007) and
cycle was divided in t < 90 and t > 90, where
Raddatz and Carrillo (2008).
t denotes time elapsed (in days) from the be-
Statistical Analyses ginning of the sampling, with a difference of
90 days between both peaks.
Observed data were used to analyze the
growing cycle pattern. Any deviation of an For t < 90 the adjusted function was: Y =
observed score from a predicted score signi- 15.997 – 6.303 * Іt – 45І 0.243
fies some loss in the accuracy of predictions. For t > 90 the adjusted function was: Y =
Several function minimization methods can 42.020 – 10. 999 * Іt – 135І 0.331
be used to minimize any kind of loss function. Model II (period 2008/2009). The
A non linear estimation procedure was used, growing period was divided in t <110 and t
the Quasi-Newton multivariate optimization >110, where t denotes time elapsed (in days)
method, which reasonably minimizes incon- from the first observations, with a difference
sistency and errors (Prasad et al., 2005). of 90 days between both peaks.
Data distribution showed the existence of For t < 110 the adjusted function was: Y =
two C. cerasi generations or growing cycles 20.989 – 6. 221 * Іt – 75І 0.314
in both periods (2007/2008 and 2008/2009). For t > 110 the adjusted function was: Y =
Then, data for each sampling period were di- 43.574 – 11. 414 * Іt – 165І 0.336
vided in two sub-set ranges belonging to each The data obtained with both models were
period. A symmetric power function with an plotted to analyze the growing cycle patterns.
offset parameter was adjusted to each of the
In the period 2007/2008 (Model I), two
four cases. These function have a general
peaks of C. cerasi adult flights were observed
form with four parameters:
(Figure 1). The first one (t < 90) was produ-
Y = Y0 + B * Іt – X c І p ced in November 15 (Spring) while the 2nd
(t > 90) in February 15 (Summer), with an
Where Y is the number of C. cerasi adults, interval of 90 days between each one. The
Y0 is the vertical displacement, B is the am- variance explained was 97.47% (R2 = 0.9872)
plitude, t is the observation day, Xc is the cen- for the first peak, while for the second, the
ter and p is the power. variance explained was 95.34% (R2 = 0.976).
The period 2008/2009 (Model II) also
RESULTS AND DISCUSSION showed two peaks (Figure 2) along the popula-
tion growing cycle, with a similar pattern found
The number of C. cerasi adults in each ca- in 2007/2008 (Figure 1). The first peak was recor-
lendar date for both periods (2007/2008 and ded in December 15 (Spring) while the second in
2008/2009) was calculated separately for the March 15 (Summer), with and interval of 90 days
east and the west side traps. Adults number between each one. The variance explained for the
showed a similar distribution for both trap first peak (t < 110) was 86.87 % (R2 = 0.93), whi-
groups, and the existence of two C. cerasi ge- le for the second was 81.12 % (R2 = 0.90).
236 G. MAREGGIANI, N. BARTOLONI, N. B. GOROSITO, C. LAFFAYE
50
45
40 15/02
Number of C. cerasi adults
35
30
25
15/11
20
15
10
5
t < 90 t > 90
0
1/10 20/10 10/11 30/11 20/12 10/01 30/01 20/02 10/03 30/03 20/04
Calendar date
Figure 1. Representation of the number of Caliroa cerasi adults during the period 2007/2008 with Quasi-Newton
analysis. Each dot, in each calendar date, represents the data corresponding to 8 east and 8 west side traps respectively
Data exposed in figures 1 and 2 show that, (1972) found the first peak in May-July and
in both periods under study, C. cerasi adults the 2nd (or the 2nd and 3rd in other cases) in Au-
coming from the summer generation (whose gust-September. Bado (2010) found the spring
prepupae and pupae spent winter in the soil) peak in October-November and the second (or
begin to emerge in the spring producing the the 2nd and 3rd in some populations) in January-
first or spring generation. After that, a second March. All these data are fairly similar to ours
peak belonging to the second or summer ge- (Spring peak in November-December and
neration was observed. Similar results have Summer- peak in February-March).
been obtained by other authors in both hemis- Data presented in this paper could be use-
pheres. In the northern hemisphere Raffa and ful for a successful organic management of
Lintereur registered two adult flight peaks in
C. cerasi in ARP42, because they will help
May-June and in September-October (1988).
to concentrate the efforts to control the pest,
In the south hemisphere Van Epenhuijsen
during the adult flight peaks.
and De Silva recorded two peaks in Decem-
ber and in February-March (1991) and Ra-
ddatz (2004) observed also two peaks, the ACKNOWLEDGMENTS
first in October-November and the second in
January-February. Other authors from the nor- This work received financial support from
thern hemisphere (Carl, 1972) and the sou- Universidad de Buenos Aires, Project UBA-
thern hemisphere (Bado, 2010) have found not CYT 20020100100515. We are very grateful
only bivoltine populations but also populations to Lic. Laura Vugman (Centro de Idiomas,
with and additional third generation. Carl FAUBA) for english revision.
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 237
50
15/03
40
Number of C. cerasi adults
30
15/12
20
10
RESUMEN
Caliroa cerasi L., la mosca sierra del cerezo o babosita del peral, es una plaga im-
portante en los cultivos de cerezo (Prunus avium L.) en la Región Andina del Paralelo
42, Argentina. Esta babosita causa intensos daños en el follaje de diversas especies de
Rosaceae, como cerezo, convirtiéndose en una grave plaga en esta región donde las
producciones orgánicas son muy comunes. Estas producciones requieren un adecuado
monitoreo para controlar la plaga sin utilizar insecticidas sintéticos. Se instalaron tram-
pas cromotróficas amarillas adhesivas (12 x 20 cm) a 1.8 m de altura en el lado este y
oeste de árboles de P. avium CV Stella. Los adultos de C cerasi se muestrearon durante
dos temporadas consecutivas (2007/2008 y 2008/2009). Se utilizó el método de optimi-
zación multivariado no linear Quasi-Newton para analizar los resultados. La distribución
de datos destacó un patrón típicamente bicíclico característico de una especie bivoltina,
en la localidad bajo estudio. Los adultos provenientes del invierno (cuyas prepupas y pu-
pas pasaron el invierno en el suelo) comenzaron a emerger en la primavera produciendo
la primera generación, primaveral (primer pico), en Noviembre-Diciembre. Posterior-
mente, se observó un segundo pico, perteneciente a la segunda generación (estival) en
Febrero-Marzo. Estos datos son útiles para concentrar los esfuerzos destinados a contro-
lar los adultos durante esos meses.
Palabras clave: mosca sierra del cerezo, babosita del peral, patrón de crecimiento cíclico.
238 G. MAREGGIANI, N. BARTOLONI, N. B. GOROSITO, C. LAFFAYE
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Bol. San. Veg. Plagas, 38: 239-248, 2012
Palabras clave: área de refugio, efecto de borde, predadores, material vegetal re-
manente, caña de azúcar.
el cultivo, como es el caso de la Mahanarva fimbriolata tiene su inicio con las primeras
fimbriolata (Stal) (Hemiptera: Cercopidae) lluvias de primavera y se extiende hasta el
(Dinardo-Miranda et al., 2001). final del verano.
En el Estado de Sao Paulo, Brasil, el ci- Además de los factores climáticos, la
clo anual de M. fimbriolata se inicia con las diversidad y la densidad poblacional de las
primeras lluvias de primavera, en Septiem- especies de insectos presentes en los cultivos
bre. La primera generación está compuesta puede estar influenciada por la proximidad de
por huevos que se encuentran en diapausa. áreas adyacentes no cultivadas, que actúan
La segunda generación es la responsable de como áreas de refugio para las plagas y sus
la mayor proporción de daños y se inicia ge- enemigos naturales (Altieri et al., 2003).
neralmente en el transcurso de períodos de La mayoría de las veces, cultivos como la
mayor humedad y temperatura, condiciones caña de azúcar están emplazados en campos
encontradas en verano. cuyos márgenes y proximidades se compo-
En la actualidad, M. fimbriolata es res- nen de porciones de terreno no cultivado,
ponsable de la reducción de la productividad tales como áreas de preservación permanente,
de ese cultivo debido a que altera la calidad áreas destinadas a reserva legal y áreas aban-
de la caña de azúcar y reduce los contenidos donadas. Esas áreas no están sometidas a la
de azúcar en los tallos. Los perjuicios son alteración constante de su flora y fauna y pue-
resultado de la continua succión de savia de den actuar como áreas de abrigo para diversas
raíces y hojas que realizan ninfas y adultos, especies de animales (Asteraki et al., 1995).
respectivamente, cuyas consecuencias son Según Nass (2002) y Altieri et al. (2003),
la disminución de la capacidad de molienda la presencia de bosquetes forestales proximos
y la introducción de contaminantes que difi- a los terrenos cultivados es beneficiosa para
cultan la recuperación del azúcar e inhiben la ciertas características biológicas y etológicas
fermentación (Gonçalves et al., 2003; Dinar- de los invertebrados, principalmente porque
do-Miranda y Gil, 2007). les proveen de abrigo y alimento en épocas
En el sistema de cosecha “de caña cruda”, de escasez.
que se realiza con cosechadoras mecánicas El presente trabajo tuvo como objetivo eva-
en cultivos que no son sometidos a la quema luar la incidencia estacional de la chicharrita
controlada de hojas, la chicharrita se desarro- de las raíces debido a la influencia de factores
lla y multiplica en un microclima ideal, be- climáticos (temperatura, humedad y precipita-
neficiada por el aumento de la humedad del ción) y de la proximidad de bosquetes forestales
suelo y la disminución de la exposición de sus proximos al cultivo de la caña de azúcar.
huevos y ninfas a los rayos solares que se pro-
duce como resultado del cúmulo de material MATERIAL Y MÉTODOS
vegetal remanente en el suelo tras la cosecha.
Además, la ausencia del fuego implica la no El trabajo fue realizado en el estable-
destrucción de los huevos en condiciones de cimiento rural Dona Lina, propiedad de la
diapausa, que permanecen en el cultivo du- Usina Nova América, situada en el municipio
rante la estación seca del año (Dinardo-Mi- de Paraguaçu Paulista (Estado de São Paulo,
randa et al., 2004; Guimarães et al., 2008). Brasil); latitud 22º 29’ 13.21’’ S y longitud 50º
De acuerdo con Dinardo-Miranda et al. 31’ 3.03’’ O, en una parcela de 3 ha, próxima
(2004), la chicharrita de las raíces tiene ma- a un rodal forestal, plantada con caña soca
yor presencia en regiones y estaciones del con 3 meses de rebrote. Para el experimento
año con alta temperatura y humedad. Según se utilizó la variedad SP 80-1816 susceptible
Macedo y Macedo, (2004) y Madaleno et a la plaga, que fue sometida a cosecha meca-
al. (2008), la infestación del cultivo por M. nizada de la caña cruda.
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 241
Figura 1. Vista aérea de la localización del experimento en el establecimiento Dona Lina, mostrando la disposición de los
puntos de muestreo (imagen satelital provista por Google Earth). Paraguaçu Paulista, São Paulo, 2008
Para evaluar la incidencia y la densidad América, situada a 500 m del lugar en que se
poblacional de M. fimbriolata en la parce- desarrolló el experimento .
la, se eligieron puntos de muestreo en forma Con el auxilio del programa de compu-
perpendicular a la ubicación del rodal fores- tación ESTAT® - UNESP/ FCAV, se realizó
tal, distanciados 3; 6; 9; 12; 15 y 18 m de su el análisis de varianza (prueba de F) y en
borde (tratamientos), con ocho repeticiones aquellos casos en que hubo diferencias sig-
para cada distancia, en un diseño experimental nificativas al 5% de probabilidad, se realizó
de bloques al azar (Figura 1). Cada punto de el análisis de correlación de la incidencia de
muestreo estuvo compuesto por tres metros de M. fimbriolata con los factores climáticos. Se
surco del cultivo, se observó la presencia de realizaron, además, tests de regresión poli-
la chicharrita en la base de los macollos de las nomial entre los valores de incidencia de la
plantas de caña y en la entrelínea del cultivo; plaga y la distancia desde el borde del rodal
de esta manera se evaluó la región comprendi- forestal, optándose por la ecuación significa-
da entre una línea del cultivo y otra, calculán- tiva con mayor coeficiente de ajuste (R2).
dose posteriormente el número medio de chi-
charritas por metro lineal de surco. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los datos fueron recolectados quincenal-
mente, entre los meses de diciembre de 2007 Durante el período de evaluación, se ob-
y junio de 2008 (hasta la cosecha del cultivo) servó que el número medio de chicharritas fue
en cada uno de los puntos de muestreo. Se variable según fecha y punto de muestreo. Se
observó la dinámica poblacional en el perío- observaron picos de población de M. fimbrio-
do considerado y la incidencia poblacional lata, siendo los principales los registrados en
se correlacionó con los factores climáticos la quinta y sexta evaluación, realizadas los días
(temperatura, humedad y precipitación me- 09/02/08 y 23/02/08, con valores medios de
dias), cuyo registro fue proporcionado por 2,47 ± 0,55 y 2,93 ± 0,25 chicharritas por metro
la estación meteorológica de la Usina Nova lineal, respectivamente (Figura 2). En la misma
242 J. C. GUERREIRO, F. B. SERRANO, A. C. BUSOLI, M. G. RUIZ
figura puede observarse que hubo un aumento febrero la plaga alcanzó el Umbral de Daño
poblacional sostenido a partir de 22/12/07 y Económico, que de acuerdo con el trabajo de
hasta 22/03/08, con una disminución temporal Garcia et al. (2006) es de 2 a 3 chicharritas
probablemente ligada al descenso de los valo- por metro lineal.
res de Humedad Relativa Ambiente (HRA) en En relación con la influencia de los facto-
la fecha de muestra 08/03/08. A partir de fin de res climáticos en la incidencia estacional de
marzo se produjo un sostenido descenso de los M. fimbriolata, se observó una correlación
valores poblacionales, hasta alcanzar un míni- positiva y significativa (t=3,694**; r=0,74 y
mo de 0,34 ± 0,06 chicharritas por metro lineal p=0,00354) con el valor medio de Humedad
en el último muestreo realizado. Relativa Ambiente (HRA) en el período con-
Estos datos, obtenidos en las condiciones siderado (Figura 3).
de Paraguaçu Paulista, corroboran los obteni- Con el aumento de la HRA, básicamente
dos por Dinardo-Miranda et al. (2007), quie- influenciada por las precipitaciones registra-
nes también notaron una mayor incidencia de das en la mayoría de los muestreos, se obser-
M. fimbriolata en los meses de enero y febre- va una mayor humedad en la base de los ma-
ro, y clasificaron el ataque de la chicharrita collos; de acuerdo con Garcia et al. (2006) se
como más intenso durante los períodos del producen condiciones microclimáticas favo-
año con mayor temperatura y humedad. rables al desarrollo de la chicharrita.
Merece resaltarse que en ninguno de los Además, el estado fenológico del cultivo,
muestreos realizados durante el trabajo se al- que fue cosechado en junio de 2008, contri-
canzó el Nivel de Daño Económico determi- buyó al mayor sombreado del suelo alrededor
nado por Dinardo-Miranda y Gil (2007), que de las plantas y al mantenimiento de la HR en
varia de 3 a 5 chicharritas por metro lineal, la base de los macollos. Resultados similares
aunque la variedad utilizada (SP 80-1816) fueron encontrados por Dinardo-Miranda et
es considerada susceptible a M. fimbriolata. al. (2001), al evaluar la influencia de la épo-
Sin embargo, se observó que en el mes de ca de cosecha y del genotipo de la caña de
2,5
80
2
75
1,5
70
1
0,5 65
0 60
15/12/07
28/12/07
12/1/08
26/1/08
9/2/08
23/2/08
8/3/08
22/3/08
5/4/08
19/4/08
3/5/08
17/5/08
1/6/08
Fecha de muestreo
Figura 2. Media de chicharritas M. fimbriolata por metro lineal de cultivo en cada fecha de muestreo y el respectivo valor
de Humedad Relativa Ambiente (%). Paraguaçu Paulista, Estado de São Paulo, 2008
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 243
azúcar sobre la infestación de M. fimbriolata. dos por Dinardo-Miranda (2003), quien re-
De acuerdo con estos autores, el mayor de- portó la existencia de una correlación positiva
sarrollo de las plantas tiene influencia sobre entre la precipitación del período considerado
las condiciones microclimáticas del suelo, y el número medio de chicharritas de la raíz,
favoreciendo el aumento de la población de y los de Romano y Agostino (2003), quienes
la plaga. observaron una relación similar para la inci-
Por otro lado no hubo correlación di- dencia de insectos adultos. Contrariamente,
recta entre el número medio de chicharritas Carvalho (2007) observó una correlación
observadas tanto con los valores de tempe- negativa entre la precipitación pluviométrica
ratura, como con los de precipitación media y la cantidad de adultos de la plaga.
registrados durante el período de evaluación De manera general, se observa que el de-
(t=1,193NS; r=-0,34 y p=0,25797; t=-0,038NS; sarrollo de M. fimbriolata se beneficia de con-
r= -0,0114 y p=0,97037) (Figura 4 y 5). diciones microclimáticas que son influencia-
De acuerdo con García (2006), la tem- das por el sombreado y la humedad del suelo,
peratura del suelo (principalmente en la base debido a las precipitaciones y al aumento de
del macollo de la planta) puede influenciar el la temperatura, además de las condiciones fe-
comportamiento bioecológico de la plaga, sin nológicas del cultivo.
embargo la variación producida en las con- En cuanto a la relación entre la inciden-
diciones de este trabajo probablemente haya cia de la plaga y la distancia del rodal fores-
tenido poca influencia en la incidencia y de- tal, se ajustó una ecuación cuadrática (R2=
sarrollo de M. fimbriolata. 0,5013**), indicando que este factor explica
En relación con la precipitación, los resul- sólo el 50% de la variación encontrada, lo que
tados de este trabajo contradicen los obteni- sugiere la existencia de otros factores en rela-
3
y = -5,6628 + 0,0898**x
R = 0,74
2,5
Media de chicharritas_____
1,5
0,5
0
64 69 74 79 84 89
Humedad Relativa Ambiente (%)
Figura 3. Correlación lineal simple entre el número medio de chicharritas M. fimbriolata/ metro lineal de cultivo y la
humedad relativa ambiente (%). Paraguaçu Paulista, Estado de São Paulo, 2008
244 J. C. GUERREIRO, F. B. SERRANO, A. C. BUSOLI, M. G. RUIZ
3,5
y = 0,125x - 1,5268
R = 0,3386
3
Media de chicharritas_____
2,5
1,5
0,5
0
19 21 23 25
Temperatura media
Figura 4. Correlación lineal simple entre el número medio de chicharritas M. fimbriolata/ metro lineal de cultivo y la
temperatura media (oC). Paraguaçu Paulista, Estado de São Paulo, 2008
3,5
3
y = -0,0031x + 1,291
Media de chicharritas_____
2,5 R = -0,0114
1,5
0,5
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Precipitación media (mm)
Figura 5. Correlación lineal simple entre el número total medio de chicharritas M. fimbriolata/ metro lineal de cultivo y la
precipitación media (mm). Paraguaçu Paulista, Estado de São Paulo, 2008
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 245
1,6
1,4
1,2
1
0,8
0,6
0,4
0,2
0
0 3 6 9 12 15 18
Distancia del rodal forestal
Figura 6. Regresión entre el número total medio de chicharritas M. fimbriolata y la distancia desde el borde del rodal
forestal, sin considerar fechas específicas de muestreo. Paraguaçu Paulista, Estado de São Paulo, 2008
ción con la densidad poblacional registrada. su manutención en los cultivos con recursos
El punto de mayor densidad de chicharritas estacionales (Landis et al., 2000).
se ubicó cercano a los 15 m desde el borde Resultados semejantes a los encontrados
del rodal forestal. A su vez, los puntos más en el presente estudio, si bien con otra espe-
cercanos al rodal forestal presentaron menor cie, fueron observados por Sujii et al. (2000),
densidad de la plaga (Figura 6). quienes notaron un aumento significativo en
En el mismo sentido, cuando se tomó en la cantidad de “chicharrita salivadora” con
consideración el número medio de chicha- el aumento de la distancia desde el borde del
rritas por punto de muestreo en relación con rodal forestal en pasturas sembradas con Bra-
las fechas de muestreo, también se observó chiaria ruziziensis.
el efecto de la distancia respecto del borde Otro factor a ser considerado es que los
del rodal forestal. En este caso, una respuesta puntos más distanciados del borde presentan
lineal creciente del número medio de chicha- mayor cantidad y uniformidad de material ve-
rritas, con el ajuste de ecuaciones lineales getal remanente en el suelo, debido a la acu-
significativas en la tercera, cuarta y última mulación producida por los sucesivos cortes,
fecha de muestreo; 12/01/2008, 26/01/2008 y así como un mayor sombreado, lo que favo-
01/06/2008 respectivamente (Figura 7). rece el aumento significativo de la cantidad
Estas observaciones pueden haber ocurrido de raíces superficiales, la mayor protección
debido al efecto de la proximidad del borde del de las formas inmaduras de la plaga contra
rodal forestal donde, por un lado, existe una el resecamiento, mayor uniformidad de la
mayor actividad de ciertos insectos (Antoni- temperatura y mayor humedad del suelo, tal
ni et al., 2003) y, por otro, se ha demostrado como fue observado por Stingel (2005) y
mayor abundancia de enemigos naturales y Garcia (2006).
control biológico (Altieri, 1999). Estas áreas Puede afirmarse entonces que hay mayor
proveen hábitat y alimento para los enemigos incidencia de la chicharrita en condiciones
naturales durante los períodos desfavorables a con alto Humedad Relativa Ambiente, y en
246 J. C. GUERREIRO, F. B. SERRANO, A. C. BUSOLI, M. G. RUIZ
A B
0 0
0 3 6 9 12 15 18 0 3 6 9 12 15 18
Distancia del rodal forestal Distancia del rodal forestal
C
y = 0,0239x + 0,0965
Media de chicharritas____
0,6
R2 = 0,7654
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
0 3 6 9 12 15 18
Distancia del rodal forestal
Figura 7. Regresión entre el número medio de chicharritas M. fimbriolata / metro lineal y la distancia desde el borde
del rodal forestal, en las respectivas fechas de muestreo, A (12/01/2008), B (26/01/2008) y C (01/06/2008). Paraguaçu
Paulista, Estado de São Paulo, 2008
ABSTRACT
The aim of this work was to assess the influence of weather factors and forest pat-
ches acting as shelter areas, on the occurrence of Mahanarva fimbriolata (Hemiptera:
Cercopidae). The experiment was performed in a farm belonging to the firm Usina Nova
América, at Paraguaçu Paulista County. M. fimbriolata population density was assessed
through sampling points perpendicularly placed as regards the edge of the forest patch,
within a distance of 3; 6; 9; 12; 15 and 18 m from the edge. There were eight replications
for each of the distances. Sampling was performed fortnightly from December 2007
up to July 2008. Data were correlated with weather records (temperature, relative air
humidity and rainfall) and the distance from the patch edge. Results showed that the
occurrence of the sugarcane root spittlebug was positively correlated (t=3.694**; r=0.74
and p=0.168) with the relative air humidity, but not with both temperature and rainfall
(t=1,193NS; r=-0,3386 and p=0,25797; t=-0,038NS; r=-0,0114 and p=0,97037). Distance
from the edge of the forest patch showed to have only partial influence (R2= 0.5013) on
the number of recorded sugarcane root spittlebugs throughout the experiment, being ad-
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 247
justed a second grade exponential regression equation. Also, this effect become apparent
in some of the sampling dates by means of linear positive regression equations, which
were found in the third, fourth and last sampling dates, performed on Jan. 12/08, Jan
26/08, Jun 01/08 respectively. Greater pest occurrence was observed in sampling points
placed circa 15 m apart from the forest path edge, probably due to the presence of a
greater amount of plant debris in that area.
Key words: Shelter area, edge effect, predators, plant debris, sugar cane.
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Bol. San. Veg. Plagas, 38: 249-255, 2012
Este trabalho foi desenvolvido com o objetivo de avaliar o ataque de Saissetia oleae
(Olivier) em mudas de duas cultivares de oliveira (Arbequina e Koroneiki), com 57,60
e 52,56 cm de altura média, respectivamente. O experimento foi conduzido em casa de
vegetação, com infestação natural e delineamento inteiramente casualizado (DIC). Os
tratamentos tiveram 32 repetições, sendo cada repetição uma planta. A população da
praga foi avaliada por contagem direta nos terços superior, médio e inferior do dossel
das plantas. A cultivar Arbequina apresentou menor nível de ataque da praga, sendo mais
recomendada para o plantio na região do estudo.
3.5
3.0 a
Número de indivíduos / planta
2.5
2.0
b
1.5
1.0
0.5
0.0
T1 T2
Figura 1. Média ± erro padrão de indivíduos de Saissetia oleae (Olivier) (Hemiptera: Coccidae) em mudas das cultivares
Arbequina (T1) e Koroneiki (T2) de oliveira (Olea europaea L. Oleaceae), no período de setembro a dezembro de 2011.
Médias seguidas pela mesma letra não diferem entre si pelo teste de Tukey a 5% de probabilidade
A cultivar Arbequina foi menos atacada pode ser atribuído a presença de compostos
por S. oleae durante o período de condução fenólicos produzidos em maior quantidade
do experimento (Figuras 1, 2 e 3). nas suas folhas (Vichi et al., 2009). Tais com-
Imaturos da espécie S. oleae foram pre- postos poderiam conferir resistência do tipo
dominantes em relação aos adultos, durante antixenose e/ou antibiose à planta (Tavares et
todo o período avaliado, no entanto, foi ob- al., 2009). Além disso, segundo Petridis et al.
servada uma tendência de redução nas pro- (2012), as cultivares Arbequina e Koroneiki
porções entre adultos e imaturos aos 40 e 60 possuem compostos fenólicos presentes em
dias do experimento (Tabela 1). maior concentração nas folhas e em menor
A densidade populacional de S. oleae concentração nas raízes. Esses compostos se
variou ao longo do tempo, com tendencia de diferenciam nas cultivares, Koroneiki pro-
redução aos 40 e 60 dias do inicio do expe- duz maior quantidade do composto fenólico
rimento, para ambas as cultivares. Durante oleuropeína e Arbequina produz em maior
todo o período avaliado, observou-se maior concentração hidoxitirosol. O composto oleu-
incidencia populacional da cochonilha negra ropeína pode ser indiretamente responsável
nas mudas da cultivar Koroneiki (Figura 3). pelo maior número de indivíduos de S. oleae
na cultivar Koroneiki, pois sua maior concen-
tração está ligada a maior concentração de
DISCUSSÃO
glicose na planta.
O menor ataque da cochonilha S. oleae nas A cultivar Koroneiki apresentou maior
mudas da cultivar Arbequina, possívelmente, ataque no terço médio das mudas e as cocho-
252 L. M. MARTINS, R. P. CARVALHO, M. A. SOARES, M. C. M. CRUZ, E. M. PIRES
2.0
Número de indivíduos / terço do dossel da planta
Terço Superior
1.8 Terço Médio a
Terço Inferior
1.6
1.4
1.2
1.0
a
0.8 a
b
a
0.6
0.4 a
0.2
0.0
T1 T2
Figura 2. Média ± erro padrão da distribuição de indivíduos de Saissetia oleae (Olivier) (Hemiptera: Coccidae) no dossel
de mudas das cultivares Arbequina (T1) e Koroneiki (T2) de oliveira (Olea europaea L. Oleaceae). Médias seguidas pela
mesma letra não diferem entre si pelo teste de Tukey a 5% de probabilidade
Período de Avaliação Adultos (%) Imaturos (%) Adultos (%) Imaturos (%)
8
T1
T2
7
Número de indivíduos / planta
1
20 40 60
Dias
Figura 3. Média ± erro padrão da flutuação populacional de indivíduos de Saissetia oleae (Olivier) (Hemiptera: Coccidae)
em mudas das cultivares Arbequina (T1) e Koroneiki (T2) de oliveira (Olea europaea L. Oleaceae), nos períodos de 20,
40 e 60 dias após o plantio
RESUMEN
ABSTRACT
This study was carried out to evaluate the Saissetia oleae (Olivier) attack in seed-
lings of two olive cultivars (Arbequina and Koroneiki), with 57.60 and 52.56 cm of
height, respectively. The experiment was conducted in a greenhouse with natural infes-
tation and completely randomized design (CRD). The pest population was assessed by
direct counting in the upper, middle and lower parts of the plants. The Arbequina cultivar
showed the lowest level of pest attack and it is most recommended for planting in the
study region.
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As formigas cortadeiras são um sério problema para a viticultura, pois seu hábito
alimentar de cortar as folhas e levar para o ninho causa diminuição da fotossíntese e em
ataques severos pode causar a morte das plantas. O objetivo do trabalho foi de mapear
a ocorrência de formigas cortadeiras (Hymenoptera: Formicidae) em um vinhedo no
Rio Grande do Sul, Brasil. Foram escolhidos pomares das cultivares de uva: Cabernet
Sauvignon, Merlot, Sauvignon Blanc, Tempranillo, estabelecidos em três tipos de solo:
Argissolo, Chernossolo e Vertissolo e em áreas de campo nativo sem cultivo de videiras
como testemunha. As coletas foram realizadas em parcelas de um hectare através do
método de caminhamento entre as fileiras do vinhedo, no período de setembro de 2008 a
março de 2009. Os formigueiros encontrados foram georreferenciados e as formigas fo-
ram identificadas. Foram encontradas oito espécies de formigas pertencentes ao gênero
Acromyrmex: A. ambiguus, A. lundii, A. heyeri, A. laticeps, A. lobicornis, A. crassispi-
nus, A. balzani e A. striatus. Foi verificada a influência do tipo de solo e das variedades
na distribuição das espécies.
(W) quando o valor foi superior ao IC (5%); 1899, A. lundii Guérin-Méneville, 1838, A.
Acessórias (Y) quando o valor foi dentro ambiguus Emery, 1888, A. striatus ROGER,
do IC (5%) e Acidentais (Z) quando o valor 1863, A. crassispinus FOREL, 1909, A. lati-
for inferior ao IC (5%). Foram consideradas ceps Emery, 1905, A. balzani Emery, 1890 e A.
como espécies predominantes àquelas que lobicornis EMERY, 1888 (Figura 2). Loeck e
foram muito frequentes, dominantes, muito Grützmacher (2001), em levantamento sobre
abundantes, ou constantes. a ocorrência de formigas cortadeiras nas prin-
cipais regiões agropecuárias do Estado do RS,
relatam a ocorrência de nove espécies na re-
RESULTADOS E DISCUSSÃO
gião Sul do estado. Esses autores observaram
Nas áreas estudadas (Figura 1) foram ainda a ocorrência de Acromyrmex coronatus
encontradas oito espécies de formigas corta- Fabricius, 1804, A. laticeps e Atta sexdens
deiras, (Loeck e Grützmacher, 2001; Loeck piriventris Santschi, 1919, contudo neste
et al., 2003) em levantamento de formigas estudo em vinhedos foram encontrados apenas
cortadeiras para região encontraram o mes- dois exemplares da espécie A. laticeps.
mo número de espécies, enquanto Krüger Do total das cinco áreas estudadas foram
(2008), em recente estudo encontrou sete encontrados 92 ninhos de formigas cortadei-
espécies do gênero Acromyrmex para região. ras da espécie A. ambiguus, sendo 26 ninhos
Todas as espécies encontradas pertencem na variedade de uva Tempranillo, 21 ninhos
ao gênero Acromyrmex: A. heyeri FOREL, na variedade Cabernet Sauvignon, 20 ninhos
Figura 1: Mapeamento dos formigueiros encontrados em plantios de videira e campo nativo, na fazenda Fortaleza do
Seival, município de Candiota, na Região da Campanha do Rio Grande do Sul
Bol. San. VeG. plaGaS, 38, 2012 261
Figura 2: número de ninhos totais das espécies de Acromyrmex encontradas em plantios de videira na região da
campanha do rio Grande do Sul
hábito de cortar folhas estreitas de monoco- a espécie A. ambiguus foi considerada a espé-
tiledôneas. Segundo levantamento feito por cie dominante, apareceu em mais da metade
Loeck e Grützmacher (2001), essa espécie das amostras compreendendo 66% do total
foi descrita em apenas seis municípios da Re- das espécies amostradas. Ainda a espécie A.
gião da Campanha sendo considerada rara e ambiguus foi considerada muito frequente en-
pouco frequente. quanto as outras sete espécies descritas nessa
Foram encontrados apenas três formi- área foram consideradas apenas frequentes.
gueiros da espécie A. laticeps, dois na varie- A análise faunística da espécie A. ambi-
dade Cabernet Sauvignon e um na Sauvig- guus (Tabela 1) considerou esta espécie como
non Blanc. Segundo Mayhé-Nunes (1991) e dominante, apareceu em mais da metade das
Loeck e Grützmacher (2001), tem o hábito amostras na área com a variedade Cabernet
de cortar folhas largas de dicotiledôneas. É Sauvigon. Conforme Loeck e Grützmacher
considerada uma espécie pouco frequente (2001), essa é uma espécie considerada fre-
para Região da Campanha. quente na Região da Campanha, sendo en-
Foram encontrados três ninhos da espé- contrada em maior percentagem em pomares.
cie A. crassispinus, na variedade Sauvignon Além de predominante A. ambiguus foi
Blanc e um no Campo Nativo. Segundo uma espécie muito frequente, enquanto A.
Juruena e Cachapuz (1980), Mayhé-Nunes lundiii, A. heyeri, A. laticeps, A. striatus e A.
(1991) e Loeck e Grützmacher (2001), tem lobicornis foram apenas frequentes.
o hábito de cortar folhas largas e estreitas (di- Acromyrmex ambiguus foi a espécie cons-
cotiledôneas e monocotiledôneas). De acordo tante nas cinco áreas estudadas, incluindo
com Loeck e Grützmacher (2001), essa es- Campo Nativo enquanto que A. lundii foi
pécie é uma espécie frequente para a região considerada como acessória e as quatro de-
da Campanha. Em estudo sobre densidade mais espécie foram consideradas de ocorrên-
e tamanho de formigueiros de Acromyrmex cia apenas acidental conforme os índices des-
crassispinus, Nickele et al. (2009) concluí- critos por Silveira Neto et al. (1976).Outro
ram que para Pinus taeda a densidade varia fator a ser considerado foi à abundância das
sazonalmente e de acordo com a idade das espécies estudadas e A. ambiguus foi muito
plantas,e o tamanho dos formigueiros dessa abundante, sendo as demais espécies encon-
espécie aumenta de acordo com a idade do tradas apenas de ocorrência comum.
plantio de P. taeda. Para Loeck et al. (2003), em levantamen-
Em um estudo sobre a distribuição geo- to que abrangeu a Região da Campanha, as
gráfica de formigas cortadeiras do gênero espécies mais frequentes foram A. heyeri e A.
Acromyrmex na zona sul do RS, Gusmão e lundii, sendo A. ambiguus apenas frequente
Loeck (1999) verificaram que A. heyeri, A. com 9,3% de ocorrência, enquanto em videira
lundii, A. ambiguus são predominantes nesta sua ocorrência foi de 51%. Esses dados suge-
região, dados estes que foram comprovados rem que essa espécie adaptou-se muito bem
por Loeck e Grützmacher (2001), incluin- no novo ecossistema e às práticas agrícolas
do-se A. striatus. ali adotadas.
Na área correspondente a variedade Ca- Para a variedade Merlot foram registradas
bernet Sauvignon foram encontrados 31 apenas quatro espécies de Acromyrmex das
ninhos de formigas cortadeiras sendo todos oito encontradas nas cinco áreas de estudo.
pertencentes ao gênero Acromyrmex e com- Conforme a análise faunística a espécie A.
preendendo as sete espécies (Tabela 1). heyeri foi considerada a espécie dominante,
Conforme a análise faunística descrita apareceu em mais da metade das amostras
por Silveira Neto et al. (1976) para a área compreendendo a 61% das amostras identifi-
com a variedade Sauvignon Blanc (Tabela 1), cadas (Tabela 1). Segundo Loeck e Grützma-
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 263
cher (2001), essa é uma espécie considerada Região da Campanha, descrevem a espécie
muito frequente na Região da Campanha e A. ambiguus como uma das espécies mais
um das três espécies dominantes para a re- presentes e sistemas cultivados e em área de
gião, sendo considerada a formiga das pas- campo nativo.
tagens. Além de predominante, A. heyeri foi A espécie A. lundii foi considerada fre-
uma espécie muito frequente, enquanto A. quente, acessória e comum, enquanto A. he-
lundii, A. ambiguus, e A. lobicornis foram yeri e A. lobicornis foram descritas conforme
apenas frequentes. os índices faunísticos, sendo classificadas
Acromyrmex heyeri e A. ambiguus foram como frequentes, acidentais e comuns.
consideradas espécies constantes nessa área Em áreas onde a vegetação foi classifica-
de estudo enquanto A. lundii e A. lobicornis da como campo nativo a espécie dominante
foram consideradas de ocorrência apenas aci- foi novamente A. ambiguus que também foi
dental conforme os índices faunísticos. classificada como muito frequente, constante
Segundo Diehl-Fleig e Droste (1992), e muito abundante. Nessa área foi identifica-
A. heyeri constrói suas colônias preferencial- do um total de 36 ninhos de cinco espécies: A.
mente junto a alguma estrutura, como postes, ambiguus, A. heyeri, A. striatus, A. crassispi-
mourões ou junto a árvores, podendo ter mor- nus e A. lundii (Tabela 1).
fologia externa do tipo “de monte” ou do tipo A espécie A. heyeri caracterizada como
“mineira”, não sendo recomendável caracte- espécie predominante em campos pelo seu
rizar esta espécie como “formiga de monte”. hábito de nidificação e pelo corte de mono-
Foi comprovado no estudo, pois a maioria dos cotiledôneas (Mayhé-Nunes, 1991; Loeck e
ninhos de A. heyeri estava localizada perto de Grützmacher, 2001), foi classificada apenas
rabichos, plantas de videira e em mourões de como frequente, acessória e comum. Enquan-
sustentação do parreiral. to A. lundii também muito comum na Região
Outro fator considerado foi a abundância da Campanha foi classificada como frequente,
das espécies estudadas e A. heyeri foi muito acessória e comum. Outra espécie encontrada
abundante, sendo as demais espécies encon- no campo nativo foi A. lobicornis foi classi-
tradas apenas de ocorrência comum. Segun- ficada como frequente, acidental e comum.
do Loeck et al. (2003), no levantamento que Já a espécie A. crassispinus que em estudos
abrangeu toda a Região da Campanha, as sobre a distribuição de formigas cortadeiras
espécies mais frequentes foram A. heyeri, A. no estado foi classificada muito frequente
lundii, e A. ambiguus com isso nessa área de e muito abundante por (Loeck et al., 2003;
estudo a espécie dominante no vinhedo não Krüger, 2008), nesse estudo foi classificada
difere das já descritas pelos autores em tra- apenas como pouco frequente, acidental e co-
balhos anteriores. mum. Para dados de distribuição dessa espé-
Na variedade Tempranillo foram identifi- cie, Nickele et al. (2010) verificaram que em
cados 47 ninhos de formigas cortadeiras sen- plantio de Pinus taeda essa espécie apresenta
do de apenas quatro espécies: A. ambiguus, distribuição aleatória em diferentes idades de
A. heyeri, A. lundii e A. lobicornis (Tabela 1). P. taeda.
Para essa variedade foram no total coletadas Através do mapeamento do vinhedo po-
47 amostras de ninhos de formigas cortadei- de-se verificar a distribuição dos formiguei-
ras, sendo que a espécie dominante foi à es- ros dentro das áreas de cultivo e verificar
pécie A. ambiguus, totalizando 55% do total onde é necessário realizar o controle e em
amostrado que também foi considerada muito quais áreas a situação é mais preocupante,
frequente, constante e muito abundante. pois é uma área de produção que gera retorno
Loeck e Grützmacher (2001), em recente econômico e o mínimo dano pode acarretar
trabalho sobre as espécies dominantes para perdas econômicas ao produtor (Figura 2).
264 M. G. DONATTI RICALDE, A. ENIMAR LOECK, M. PERRONE RICALDE
Nas áreas cultivadas com quatro varieda- pécie A. ambiguus é a espécie mais frequente
des de uva no município de Candiota, Região e dominante nos plantios de videira e campo
da Campanha do RS ocorrem oito espécies de nativo. No plantio de videira com a variedade
formigas pertencentes ao gênero Acromyrmex Merlot a espécie mais frequente foi A. heyeri.
(A. heyeri, A. ambiguus, A. lundii, A. crassis- O plantio de videira no local do estudo, com
pinus, A. balzani, A. laticeps, A. lobicornis Vitis vinifera na Região da Campanha do RS
e A. striatus). Nas áreas de campo nativo do favoreceu o estabelecimento de novas espécies
estudo ocorrem cinco espécies pertencentes ao de formigas. O Georreferenciamento permite
gênero Acromyrmex: A. ambiguus, A. heyeri, uma melhor visualização da ocorrência de for-
A. lundii, A. striatus e A. crassispinus. A es- migas cortadeiras nas áreas de vinhedos.
RESUMEN
Las hormigas cortadoras son un gran problema para la viticultura, debido a que su com-
portamiento alimentario de cortar las hojas y llevarlas al nido provoca disminución en la foto-
síntesis y, cuando los ataques severos puede causar la muerte de las plantas. El objetivo de este
trabajo fue mapear la presencia de hormigas cortadoras de hojas (Hymenoptera: Formicidae)
en un viñedo de Rio Grande do Sul, Brasil. Se seleccionaron viñedos de los cultivares Cabernet
Sauvignon, Merlot, Sauvignon Blanc, Tempranillo, establecidos en tres tipos de suelo Alfisol,
Vertisol y Chernosol y en áreas de pasto nativo, sin cultivo de viñedo, como testigo. Las colectas
se realizaron en parcelas de una hectárea utilizando el método del transecto entre las filas del
viñedo, en el periodo de septiembre de 2008 a marzo del 2009. Los hormigueros encontrados
se georeferenciaron y se identificaron las hormigas. Se encontraron ocho especies de hormigas
pertenecientes al género Acromyrmex: A. ambiguus, A. lundii, A. heyeri, A. laticeps, A. lobicor-
nis, A. crassispinus, A. balzani e A. striatus. Se puso de manifiesto la influencia del tipo de suelo
y de las variedades de uva en la distribución de las especies.
ABSTRACT
The ants are a serious problem for viticulture because their eating habits to cut leaves
and bring to the nest causes a decrease in photosynthesis and in severe attacks can kill
plants. The objective was to map the occurrence of ants (Hymenoptera: Formicidae) in
vineyards in the RS. Orchards were chosen grape cultivars: Cabernet Sauvignon, Merlot,
Sauvignon Blanc, Tempranillo, set in three soil types, Argisoil, Vertisoil and Chernosoil
and areas of native pasture without cultivation of vines as a witness. Samples were co-
llected in fractions of an acre by the method of walking between the rows of the vineyard,
from September 2008 to March 2009. The nests found were georreferenced and ants have
been identified. We have found eight species of ants belonging to the genus Acromyrmex
Acromyrmex: A. ambiguus, A. lundii, A. heyeri, A. laticeps, A. lobicornis, A. crassispinus,
A. balzani e A. striatus. The influence of soil type and variety in species distribution.
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Tetranychus urticae Koch es una plaga clave de las variedades de Clementina (Ci-
trus reticulata Blanco) en España. Este ácaro se alimenta de las hojas, que caen prema-
turamente, y de los frutos, cuya calidad y valor comercial disminuyen. En un huerto
comercial de Clementina de Nules ubicado en Vinaroz (Castellón) se comparó la eficacia
sobre T. urticae de la aplicación de aceite mineral con un tratamiento acaricida y un tes-
tigo. Tres pulverizaciones de aceite mineral redujeron de forma significativa la población
de T. urticae, y el porcentaje de frutos no aceptables comercialmente fue muy bajo en
todas las tesis, entre 1% y el 3,7%. Así mismo, la producción del año siguiente no se vio
afectada por la intensa defoliación producida. Estos resultados podrían permitir mejorar
las estrategias de control de T. urticae en clementinos, aplicando aceites minerales en
verano y estableciendo nuevos umbrales de intervención, de manera que se pueda realizar
un manejo más sostenible de este ácaro en cítricos.
al., 1991, Martínez-Ferrer et al., 2001, Ripollés Storm® de 1000 litros de capacidad). Las tesis
et al., 1995, Soto et al., 1994), y cuya eficacia ensayadas fueron: a) Comanche Plus (Tebufen-
sobre hembras adultas de T. urticae se recoge pirad 20% (WP) P/P, Basf) 0,03% + Apolo
en programas de manejo integrado de plagas de 20-N (Clofentezin 20% (SC) P/V, Aragonesas
varios cultivos (Francés et al., 1976, Nicetic et Agro S. A.) 0,02%, el 27 de junio, (2.100 l/
al., 2001, 2002, Beattie et al., 2002). Presentan ha ), b) Aceite mineral: Sunspray Ultrafine
ventajas respecto a los plaguicidas convencio- (aceite de parafina 85% (EC) P/V, Agrichem)
nales: baja toxicidad para animales vertebrados, 2,5% aplicado dos veces, el 27 de junio y el 10
raramente se crean resistencias y un bajo impac- de julio, (2.100 l/ha), y c) Testigo: agua, el 27
to sobre fauna útil (Beattie, 1990, Davidson et de junio (2.100 l / ha). A finales de agosto la
al., 1991, Ebbon, 2002). Sin embargo también población de T. urticae se incrementó hasta el
tienen ciertos inconvenientes, como la posible punto que se tuvo que tratar todo el huerto con
fitotoxicidad (defoliaciones y manchas, o retraso aceite mineral (Sunspray 2,5%, 2.100 l/ha) el 3
del cambio de color de los frutos) (Davidson et de septiembre. No se llevó a cabo ningún otro
al., 1991), que en muchos casos son atribuibles a tratamiento fitosanitario en el huerto durante
unas inadecuadas condiciones de aplicación. En el ensayo.
el actual marco legislativo europeo, el número
de materias activas disponibles es cada vez más Parámetros de evaluación del ensayo.
restringido especialmente en el control de ácaros Basándose en el método de muestreo des-
tetraníquidos, por lo que se hace necesario el arrollado por Martínez-Ferrer et al. (2006),
estudio de estrategias alternativas para su cont- en estos 6 árboles se muestrearon a) el número
rol. Si bien se ha demostrado la eficacia de los de hojas sintomáticas en dos aros de 0,25 m2
aceites minerales sobre T. urticae en condiciones por árbol y b) el número de hembras adultas
de laboratorio (Chueca et al., 2010), es necesa- de T. urticae y ácaros fitoseidos en 12 hojas
rio estudiar la eficacia de sus aplicaciones con sintomáticas de la periferia por árbol. Desde el
pulverizador hidroneumático en plantaciones 6 de junio hasta el 19 de noviembre se realiza-
comerciales de cítricos. ron 16 muestreos, la cadencia de los cuales fue
semanal o quincenal dependiendo de la época.
Los días 6 y 26 de junio se extrajeron mediante
Material y métodos embudos de Berlese fitoseidos de muestras de
150 hojas sintomáticas de las parcelas testigo.
Planteamiento del ensayo Los individuos extraídos se aclararon y mon-
El estudio se llevó a cabo en 2008 y 2009 taron, y se identificaron bajo el microscopio
en una plantación comercial adulta de 15 años estereoscópico.
de Clementina de Nules ubicada en Vinaròs Cuando los frutos alcanzaron la madurez
(Castellón). El diseño estadístico consistió en se evaluó la sintomatología causada por T. ur-
tres tesis con tres repeticiones por tesis. Cada ticae en 20 frutos por árbol de los 6 árboles de
repetición estaba formada por 28 (4 x 7) árbo- cada parcela en seis categorías: S0 (fruto sin
les. En el año 2008 se pulverizaron todos los daños), S1 (pequeñas cicatrices), S2 (cicatriz
árboles de cada parcela, pero sólo se muestrea- que cubre menos de 12% del fruto), S3 (ci-
ron 6 interiores para evitar posibles interferen- catriz que cubre entre el 13 y 25% del fruto),
cias en las aplicaciones. S4 (cicatriz que cubre entre el 26 y 50% del
fruto), y S5 (cicatrices que cubren más de 50%
Tesis ensayadas y aplicación de los productos del fruto). La cosecha fue anormalmente baja
Tal como es habitual en la zona de estu- en el año 2008 en todo el huerto debido a un
dio (sur de Tarragona y norte de Castellón), severo ataque de Prays citri en floración. En
las aplicaciones se realizaron con un pulveri- 2009, para estudiar la influencia del ataque del
zador hidroneumático (en nuestro caso, Tifone ácaro en la cosecha del año siguiente al ataque,
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 271
en los 6 árboles por parcela se contaron y pesa- de daño (4 hojas con síntomas por 0,25 m2
ron el total de frutos por árbol. (Martínez-Ferrer et al., 2005)). Se observa-
ron dos caídas severas de hojas sintomáticas:
Análisis estadístico a finales de junio y entre el 2 y el 21 de oc-
El análisis estadístico se realizó medi- tubre. Durante el mes de julio el número de
ante análisis de varianza (SAS Institute Inc, hojas sintomáticas se duplicó, y durante la pri-
1998). Los datos que no cumplieron con los mera quincena de agosto se volvió a duplicar.
supuestos de normalidad y homocedasticidad Durante la siguiente quincena este parámetro
se transformaron antes del análisis (Sokal se mantuvo estable, mientras que durante sep-
y Rohlf, 1981) (las variables “porcentaje tiembre, a pesar de que se había realizado una
de frutos atacados” y “porcentaje de hojas aplicación general de aceite mineral el 3 de
con colonias de T. urticae” se transformaron septiembre, el número de hojas sintomáticas
mediante el arcoseno del valor, y las variab- se duplicó de nuevo.
les “número de ácaros por hoja” , “número Del 2 al 21 de octubre se produjo un im-
de hojas sintomáticas por aro”, “número de portante descenso del número de hojas con
frutos por árbol” y “kg de fruta por árbol” se síntomas por aro, coincidiendo con una severa
transformaron mediante la raíz cuadrada del defoliación e intensas precipitaciones. A partir
valor). Las medias se compararon mediante el de este momento, esta variable permaneció es-
test de rango múltiple de Duncan con un nivel table hasta finales de noviembre.
de significación del 95%.
En el caso de la tesis de aceite mineral, has-
ta mediados de julio la evolución fue similar
Resultados a la descrita (Tabla 1). A partir de esta fecha
y hasta mediados de septiembre, fue significa-
Hojas sintomáticas (Fig. 1) tivamente menor que en el testigo. Una sola
El número de hojas sintomáticas por aro aplicación de acaricidas al inicio del verano
en las parcelas testigo estuvo, durante todo el consiguió mantener la variable por debajo del
período, por encima del umbral económico umbral económico de daño hasta mediados de
35
Testigo
Número de hojas sintomáticas por
30 Aceite mineral
Acaricidas
25
20
0.25m2
15
10
0
6 Jun 3 Jul 9 Jul 16 Jul 24 Jul 31 Jul 7 Ago 14 Ago 19 Ago 28 Ago 10 Sep 17 Sep 2 Oct 21 Oct 5 Nov 19 Nov
Fecha
Figura 1. Media y error estándar del número de hojas sintomáticas en un círculo de 0.25 m2 en las tesis testigo, aceite mineral
y acaricidas en las diferentes fechas. Las flechas indican tratamientos (acaricida: roja; aceite mineral: amarilla; agua: gris)
272 M. T. MARTINEZ-FERRER, J. M. CAMPOS, J. M. FIBLA
Tabla 1. Estadísticos, media y error estandar del número de hojas sintomáticas por
círculo de 0.25 m2 y del número de hembras de T. urticae por hoja sintomática. Las medias se
compararon mediante el test de rango múltiple de Duncan con un nivel de significación del 95%.
Letras iguales en filas indican medias iguales
Estadísticos TESIS
Estadísticos TESIS
gl= 2, 105 gl= 2, 645
1,2
Testigo
Aceite mineral
Número de hembras de T. urticae por hoja
1
Acaricidas
0,8
sintomática
0,6
0,4
0,2
0
6 Jun 3 Jul 9 Jul 16 Jul 24 Jul 31 Jul 7 Ago 14 Ago 19 Ago 28 Ago 10 Sep 17 Sep 2 Oct 21 Oct 5 Nov 19 Nov
Fecha
Figura 2. Media y error estándar del número de hembras de T. urticae por hoja sintomática en las tesis testigo, aceite mineral
y acaricidas en las diferentes fechas. Las flechas indican tratamientos (acaricida: roja; aceite mineral: amarilla; agua: gris)
agosto (Tabla 1). El tratamiento acaricida fue septiembre redujo la presencia de colonias de
muy eficaz, reduciendo significativamente la manera rápida y eficaz hasta finales de no-
población de hembras adultas de T. urticae, viembre. En las parcelas de aceite mineral, las
con una persistencia de dos meses, y mantuvo dos aplicaciones redujeron significativamente
la población por debajo del umbral económico la presencia de colonias respecto al testigo, y
hasta finales de agosto. En este momento se el primer pico allí observado no se produjo.
observó un incremento espectacular. Hasta finales de agosto la tendencia fue simi-
Después de la aplicación general de acei- lar a la de las parcelas testigo, pero siempre
te mineral del 3 de septiembre, la población con un nivel inferior, con una persistencia de
disminuyó en todo el huerto. Esta disminución dos meses (Tabla 2). El tratamiento acarici-
fue más rápida en las parcelas testigo que en da fue muy eficaz, ya que redujo significati-
las que se aplicaron acaricidas y aceites mine- vamente las colonias de T. urticae con una
rales. Durante los meses de octubre y noviem- persistencia de dos meses, hasta finales de
bre la población se mantuvo por debajo del agosto. La tendencia fue similar a la de testi-
umbral económico en todo el huerto. go. Después del tratamiento general a todo el
huerto con aceite mineral el 3 de septiembre,
Proporción de hojas sintomáticas con las colonias disminuyeron en todas las tesis,
colonias de T. urticae (Fig. 3) de manera más pronunciada en las parcelas
En las parcelas testigo, hasta la aplicación del testigo. Durante los meses de octubre y
general de aceite mineral a todo el huerto, la noviembre la proporción de hojas sintomáti-
proporción de hojas sintomáticas con colo- cas con colonias se mantuvo baja.
nias activas de T.urticae fue superior a 0,3. A
principios de julio se alcanzó un pico cercano Densidad de fitoseidos en hojas
a 0,5, y a primeros de agosto se produjo un sintomáticas (Fig. 4)
nuevo incremento de la población, alcanzan- La población de fitoseidos fue escasa
do niveles superiores a los que se produjeron durante el periodo estudiado en todo el huerto.
en julio, cerca de 0,6, y éste nivel duró un Desde el principio, las poblaciones de fitosei-
mes. La aplicación de aceite mineral el 3 de dos en las parcelas testigo disminuyeron debi-
274 M. T. MARTINEZ-FERRER, J. M. CAMPOS, J. M. FIBLA
0,7
Testigo
Proporción de hojas sintomáticas con
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
6 Jun 3 Jul 9 Jul 16 Jul 24 Jul 31 Jul 7 Ago 14 Ago 19 Ago 28 Ago 10 Sep 17 Sep 2 Oct 21 Oct 5 Nov 19 Nov
Fecha
Figura 3. Media y error estándar de la proporción de hojas sintomáticas con colonias activas de T.urticae en las tesis testigo,
aceite mineral y acaricidas en las diferentes fechas. Las flechas indican tratamientos (acaricida: roja; aceite mineral: amarilla;
agua: gris)
do a las altas temperaturas del verano, dando poblaciones de fitoseidos en la tesis con dos
lugar a poblaciones muy escasas en julio y aplicaciones de aceite mineral fue similar a
agosto. Aún cuando la población de hembras las del testigo sin tratar (Tabla 2), aunque la
de T. urticae alcanzó un máximo en julio, las recuperación de las poblaciones en septiembre
poblaciones de fitoseidos continuaron dis- fue más lenta. Por el contrario, el tratamien-
minuyendo. Solamente durante la primera to acaricida sí que redujo significativamente
quincena de septiembre se observó un aumen- la población de fitoseidos respecto al testigo
to de su población en hojas sintomáticas. Las inmediatamente después de la aplicación (Ta-
0,2
0,18 Testigo
Aceite mineral
Número de fitoseidos por hoja
0,16
Acaricidas
0,14
0,12
sintomática
0,1
0,08
0,06
0,04
0,02
0
6 Jun 3 Jul 9 Jul 16 Jul 24 Jul 31 Jul 7 Ago 14 Ago 19 Ago 28 Ago 10 Sep 17 Sep 2 Oct 21 Oct 5 Nov 19 Nov
Fecha
Figura 4. Media y error estándar del número de ácaros fitoseidos por hoja sintomática en las tesis testigo, aceite mineral y
acaricidas en las diferentes fechas. Las flechas indican tratamientos (acaricida: roja; aceite mineral: amarilla; agua: gris)
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 275
Tabla 2. Estadísticos, media y error estandar del porcentaje de hojas con colonias activas de
T. urticae y del número de ácaros fitoseidos por hoja sintomática. Las medias se compararon
mediante el test de rango múltiple de Duncan con un nivel de significación del 95%.
Letras iguales en filas indican medias iguales
Proporción de hojas sintomáticas con colonias activas de T. urticae Nº de ácaros fitoseidos por hoja sintomática
Estadísticos TESIS
Estadísticos TESIS
gl= 2, 645 gl= 2, 645
bla 2), y aunque entre mediados de julio y de seidos, de los cuales, E. stipulatus fue la más
agosto la población fue similar en ambas tesis, abundante de nuevo, el 88%, y P. persimilis y
posteriormente la recuperación fue más lenta N. californicus representaron el 6% cada uno.
que en el testigo.
Daños en el fruto en 2008 (Fig. 5)
Especies de fitoseidos en hojas sintomáticas En el momento de la cosecha, aunque el ín-
El 6 de junio se encontraron 88 fitoseidos dice de síntomas en fruto fue muy bajo, inferior
en las hojas de las parcelas testigo. Euseius sti- a 1 en todas las tesis, hubo diferencias signifi-
pulatus fue la especie más abundante (77%). cativas entre tratamientos. Las parcelas tratadas
Phytoseiulus persimilis y N. californicus re- con acaricidas presentaron un índice de 0,064
presentaron el 12 y el 9%, respectivamente. ± 0,010, significativamente menor (F = 37,15;
El 26 de junio se encontraron 40 ácaros fito- gl = 2, 2432; p <0,0001) que en las otras dos
276 M. T. MARTINEZ-FERRER, J. M. CAMPOS, J. M. FIBLA
20%
Testigo
Aceite mineral
15% Acaricidas
Porcentaje de frutos
10%
5%
0%
S1 S2 S3
Síntoma
Figura 5. Media y error estándar del porcentaje de frutos dañados con pequeñas cicatrices (S1), cicatrices cubriendo menos
del 12% del fruto (S2) y cicatrices cubriendo entre el 13 y el 25% del fruto (S3)
tesis, las aplicaciones de aceite mineral (0,194 los frutos, fue similar en las tres tesis (S2: F =
± 0,017) y las parcelas testigo (0,231 ± 0,018). 3,43; gl = 2, 6; p = 0,1016; S3: F = 0,50; gl = 2,
Hubo diferencias significativas entre las 6; p = 0,6297), y en general en todo el huerto
tesis en el porcentaje de frutos sin manchas (F fue inferior al 4%.
= 6,93; gl = 2, 6; p = 0,0276). En las parcelas
testigo y de aceite mineral, el porcentaje de fru- Cosecha en el año 2009
tos sin manchas fue 81,3 ± 4,06 y 84,0 ± 2,08 Con el fin de determinar si la severa defo-
respectivamente, siendo diferente al testigo liación que provoco T. urticae el año anterior
sólo el tratamiento acaricida, cuyo porcentaje afectó al rendimiento por árbol en 2009, se
fue 94,7 ± 0,9. evaluó la cosecha de los árboles de cada tesis
En ningún caso se observaron frutos con (Tabla 3). No se observaron diferencias signi-
síntomas superiores a la categoría S3 (con más ficativas entre tesis en el número de frutos por
del 25% de la superficie del fruto afectada). árbol (F = 2,30; gl = 2, 49; p = 1,105) ni en el
La categoría S1 se definió como presencia de total de peso de frutos por árbol (F = 1,75; gl
pequeñas cicatrices en la corteza, que en cual- = 2, 49; p = 0,1845).
quier caso es apta para su comercialización al
cumplir los estándares de calidad exigidos. Las Discusión
parcelas en las que se aplicaron los acaricidas
presentaron un menor porcentaje de frutos de Como era de esperar en los árboles de cle-
esta categoría que el resto (F = 6,96; gl = 2, mentinas de huertos no tratados, la población
6; p = 0,0273). El porcentaje de frutos dentro de T. urticae se incrementó progresivamente,
de las categorías S2 y S3, cuyos síntomas sí siempre por encima del umbral económico,
que implican una depreciación comercial de tanto en el número de hojas sintomáticas
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 277
Tabla 3. Media y error estándar del número de frutos por árbol y el peso total de frutos por árbol
en 2009, un año después de las aplicaciones (n=18). Las medias se compararon mediante el test de
rango múltiple de Duncan con un nivel de significación del 95%. Letras iguales en columnas
indican medias iguales
como en número de hembras adultas por hoja de entre un mes y medio y dos meses, corro-
sintomática. A pesar de que existen enemigos borando en campo los resultados obtenidos
naturales, y sin tratamientos químicos, pare- tanto en laboratorio como en invernadero por
ce que no hay un control natural adecuado, al Urbaneja et al. (2008) y Chueca et al. (2010).
menos durante un año. La población de fitoseidos en todo el
En la zona de estudio, T. urticae está huerto fue escasa durante el periodo estudia-
presente en el cultivo durante todo el año, si do, especialmente durante el verano. El aceite
bien sus poblaciones se reducen en gran me- mineral aplicado a todo el huerto el 3 de sep-
dida durante el invierno (Martínez-Ferrer et tiembre no produjo una disminución de sus
al., 2006). El cuajado de las clementinas en poblaciones, ya que estas continuaron en au-
España se produce durante el mes de junio. mento. En ensayos de laboratorio se constató
Sin embargo, no es hasta agosto cuando se que la aplicación de aceite mineral tiene un
observan los primeros individuos de T. urti- bajo impacto sobre N. californicus, alcanzan-
cae sobre ellos, y es en septiembre y octubre do la categoría IOBC 2 e IOBC 1 para resi-
cuando se produce una migración importan- duos de 3 y 6 días respectivamente (Urbaneja
te de las poblaciones de las hojas hacia los et al. 2008). Xue y colaboradores (2009) ob-
frutos (Martínez-Ferrer et al., 2005). Por servaron que no se producía una disminución
lo tanto, con respecto a los daños en el fruto, significativa de los estados móviles de P. per-
agosto y septiembre son meses cruciales. Este similis tras aplicaciones de aceite mineral, y
es el motivo de la importancia del segundo que sus huevos eran menos susceptibles que
máximo de población observado, el que se los de T. urticae.
produce a final de agosto, respecto al primero, En la cosecha no se encontró ningún fruto
que tiene lugar a primeros de julio. con síntoma S3 o superior en todo el huer-
Cuando T. urticae se alimenta, las hojas to. Las elevadas poblaciones de T. urticae en
sintomáticas caen prematuramente del árbol. hoja alcanzadas hasta finales de julio en el
En las parcelas testigo el número de hojas testigo no se tradujeron en daños en cosecha
sintomáticas fue incrementándose de forma tal como cabría esperar; de hecho, más del
constante, especialmente a partir de agosto, 80% de frutos no mostraron ningún tipo de
y en otoño se produjo una fuerte defoliación. síntoma causado por el ácaro y el 96% fueron
La aplicación de aceites minerales a inicios comercialmente aceptables.
del verano implicó un menor número de ho- Debido a las elevadas poblaciones de T.
jas sintomáticas, así como una reducción de urticae se produjo una intensa defoliación
la densidad de hembras y de colonias en hojas en las tesis testigo y en la tratada con tres
con respecto al testigo, con una persistencia aplicaciones de aceite mineral. Sin embargo,
278 M. T. MARTINEZ-FERRER, J. M. CAMPOS, J. M. FIBLA
esta defoliación no tuvo ningún efecto en la mineral aplicados al inicio del verano reduje-
producción del año siguiente: ni en el número ron de forma significativa las poblaciones de
medio de frutos por árbol ni en el peso total T. urticae en las hojas. Tanto en estas parce-
por árbol, siendo similares en todas las tesis. las como en las parcelas testigo, tratadas una
En plantaciones modernas de cítricos de sola vez con aceite mineral a primeros de sep-
España las aplicaciones se realizan con pulver- tiembre, los frutos fueron comercializables en
izadores hidroneumáticos, y por lo general se grandes proporciones y el rendimiento del año
aplican de 2.000 a 3.000 l/ha en árboles adultos. siguiente no se vio afectado por la defoliación.
En nuestro caso se aplicaron 2.100 l/ha a una De los resultados obtenidos en este trabajo se
concentración de 2,5%, tres veces, lo que impli- infiere que se deberían revisar los umbrales
ca utilizar 157,5 l/ha. Esta cantidad es inferior a de intervención utilizados hasta el momento,
280 l/ha, umbral de fitotoxicidad señalado por al menos para las poblaciones de primavera e
Riehl y Wedding (1959) y Herron y colabo- inicios del verano.
radores (1995) para aceites de amplio rango.
No se observaron síntomas de fitotoxicidad en Agradecimientos
nuestro caso cuando se aplicó un 7,5% de aceite
mineral acumulado en un año. Los autores agradecen a Rafel Monfort,
Las aplicaciones de aceite mineral son Marc Martí y Gemma Barrobés su ayuda en el
una buena estrategia de control de T. urticae campo, y a Jose Miguel Fibla permitirnos lle-
en clementinos. Dos pulverizaciones de aceite var a cabo el ensayo en su huerto.
ABSTRACT
Referencias
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Bol. San. Veg. Plagas, 38: 281-289, 2012
zona del pívot se recogían diez plantas (una resultó casi testimonial (3 individuos en la
por punto de muestreo). parcela de cobertura). Estos datos concuerdan
El total de plantas recolectadas en cada con otros estudios previos realizados en Cas-
muestreo era de 50, excepto en el último tilla-La Mancha (Torres-Vila et al., 1994).
muestreo, donde se recogieron 40 plantas de En cuanto a enemigos naturales, se re-
la parcela de cobertura, puesto que la parcela cogieron a lo largo de todo el muestreo 409
bajo pívot había sido cosechada. artrópodos depredadores, 342 en la parcela de
Cada planta se introducía individualmente cobertura y 67 en la parcela pívot (Cuadro 1).
en una bolsa de plástico cerrada y etiqueta- En la parcela de cobertura se detectaron más
da convenientemente. El transporte hasta el especies de enemigos naturales, probable-
laboratorio se llevaba a cabo en una nevera mente debido a una mayor presencia de ve-
portátil. getación espontánea. En general, los valores
medios de los enemigos naturales detectados
Extracción de artrópodos
en ambas parcelas fueron similares.
Una vez en el laboratorio, las muestras se
Si exceptuamos el orden Araneae, el resto
mantenían en cámara frigorífica.
de depredadores detectados pertenecieron a la
La extracción se efectuaba tanto mediante
golpeo como directamente bajo la lupa bino-
cular, tras abrir la planta a la altura del cuello
para separar las hojas.
Los artrópodos se recogían con un pincel
húmedo. Los trips y estados inmaduros de
otras especies se introdujeron en un líquido
de conservación compuesto por una disolu-
ción acuosa de etanol al 10 % y mojante al
1‰ (Lacasa Y Llorens, 1998). El resto de
insectos se almacenó en frascos de plástico.
La identificación se llevó a cabo con ayu-
da de la lupa binocular, utilizándose en algu-
nos casos el microscopio óptico.
Figura 1. Adulto de Thrips tabaci
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Cuadro 1. Thrips tabaci y sus enemigos naturales recogidos en las parcelas muestreadas
(en Aeolothrips spp. no se incluye Aeolothrips intermedius)
Total Total Valores medios Valores medios
Valores medios
parcela parcela Total por planta por planta
por planta
cobertura pívot parcelas parcela parcela
ambas parcelas
(n=320) (n=70) (n=390) cobertura pívot
Thrips tabaci 5.701 1.345 7.046 17,82 19,21 18,07
Aeolothrips
153 32 185 0,48 0,46 0,47
intermedius
Aeolothrips spp. 33 12 45 0,10 0,17 0,12
Chrysoperla
80 16 96 0,25 0,23 0,25
carnea
Deraeocoris sp. 3 - 3 0,01 - 0,01
Geocoris sp. 2 - 2 0,01 - 0,01
Nabis sp. 3 - 3 0,01 - 0,01
Orius sp. 6 3 9 0,02 0,04 0,02
Carabidae 6 - 6 0,02 - 0,02
Coccinellidae 18 - 18 0,06 - 0,05
Staphylinidae 16 2 18 0,05 0,03 0,05
Araneae 22 2 24 0,07 0,03 0,06
clase Insecta, apareciendo representantes de carnívoros. Las larvas (Figura 3), que son de
cuatro órdenes, Thysanoptera, Neuroptera, mayor tamaño que las de T. tabaci, pueden co-
Hemiptera y Coleoptera (Cuadro 1). menzar muy pronto a alimentarse de las presas
De los enemigos naturales, la especie más que encuentran, dada su rapidez de desplaza-
abundante fue Aeolothrips intermedius (Fi-
gura 2), con 185 insectos recolectados (0,47
por planta), 153 individuos en la parcela de
riego de cobertura (0,48 por planta) y 32 en
la parcela bajo pívot (0,46 por planta). Estos
resultados concuerdan con otros estudios rea-
lizados en el cultivo de la cebolla de Casti-
lla-La Mancha (Torres-Vila et al., 1994) y
de la Comunidad Valenciana (García Mora-
tó, 2003).
Aeolothrips intermedius, así como otros
trips depredadores, muestran una cierta predi-
lección hacia T. tabaci, mientras que el resto de
enemigos naturales son generalistas (Lacasa
y Llorens, 1998). Esta especie está presente Figura 3. Larvas de Aeolothrips intermedius con las
en los países cálidos, con hábitos alimentarios características manchas en el pronoto
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 285
El otro grupo de artrópodos beneficiosos momentos en los que no aparecen otro tipo de
de cierto interés es Araneae; su importancia enemigos naturales (Jacas et al., 2008).
se debe a que son conocidos sus hábitos ali-
Dinámica poblacional de T. tabaci y sus
mentarios, nutriéndose fundamentalmente de enemigos naturales
insectos, y que mantienen su actividad duran- La dinámica poblacional de Thrips tabaci
te la mayor parte del año, incluso en algunos y sus enemigos naturales, se presenta en las
Parcela cobertura
70 1,4
valores medios Aeolothrips
60 1,2
intermedius/planta
50 1,0
40 0,8
30 0,6
20 0,4
10 0,2
0 0,0
19/06/2009
03/07/2009
17/07/2009
31/07/2009
14/08/2009
28/08/2009
11/09/2009
25/09/2009
Figura 9. Evolución de las densidades (valores medios por planta) de Thrips tabaci y Aeolothrips intermedius
durante el periodo de muestreo en la parcela de cobertura
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 287
Parcela pivot
70 1,4
intermedius/ planta
50 1,0
40 0,8
30 0,6
20 0,4
10 0,2
0 0,0
19/06/2009
03/07/2009
17/07/2009
31/07/2009
14/08/2009
28/08/2009
11/09/2009
Figura 10. Evolución de las densidades (valores medios por planta) de Thrips tabaci y Aeolothrips intermedius durante el
periodo de muestreo en la parcela bajo pívot
Parcela cobertura
70 0,7
valores medios Thrips tabaci /planta
40 0,4
30 0,3
20 0,2
10 0,1
0 0
19/06/2009
03/07/2009
17/07/2009
31/07/2009
14/08/2009
28/08/2009
11/09/2009
25/09/2009
Figura 11. Evolución de las densidades (valores medios por planta) de Thrips tabaci y diferentes enemigos naturales
durante el periodo de muestreo en la parcela de cobertura (en Aeolothrips spp. no se incluye Aeolothrips intermedius)
Parcela pivot
70 0,8
Thrips tabaci Aeolothrips spp
60 Chrysoperla Hemiptera 0,7
Coleoptera Araneae
0,6
50
0,5
40
0,4
30
0,3
20
0,2
10 0,1
0 0
19/06/2009
03/07/2009
17/07/2009
31/07/2009
14/08/2009
28/08/2009
11/09/2009
Figura 12. Evolución de las densidades (valores medios por planta) de Thrips tabaci y diferentes enemigos naturales
durante el periodo de muestreo en la parcela bajo pívot (en Aeolothrips spp. no se incluye Aeolothrips intermedius)
Torres-Vila et al. (1994). Las poblaciones de nes más tardíamente, en los meses de agosto
A. intermedius alcanzaron el nivel máximo el o septiembre. Este comportamiento puede
17 de julio, en el tercer muestreo, detectán- ayudar a la disminución de las poblaciones de
dose un descenso del nivel poblacional en los T. tabaci hacia el final del ciclo de cultivo.
momentos de máxima presencia de T. tabaci Según Cranshaw (2008), los depredadores
a finales de agosto. Estos resultados apuntan ejercen poco control al principio del ciclo del
a un limitado control biológico de esta plaga cultivo, cuando los trips se encuentran prote-
por A. intermedius. gidos en la base de las hojas; posteriormente,
Sin embargo, es importante destacar que cuando el crecimiento se detiene y la zona del
en los primeros días del verano, las hojas es- cuello queda más abierta, los depredadores
tán creciendo y son muy sensibles al ataque son mucho más eficientes y pueden promover
de T. tabaci, por lo que A. intermedius pudo un control más eficaz.
colaborar en la disminución de las poblacio- Los resultados obtenidos muestran la ri-
nes de esta plaga, y por tanto contribuir al queza de fauna útil presente en el cultivo de
buen desarrollo del bulbo (Torres-Vila et al., la cebolla en la principal zona productora de
1994). El número de individuos de T. tabaci España. Sin embargo, los niveles poblacio-
consumidos por esta especie a lo largo del ci- nales detectados señalan que, a corto plazo,
clo de cultivo puede llegar a ser importante no parece que el control natural sea capaz de
(Lacasa Y Llorens, 1998). disminuir las poblaciones de T. tabaci hasta
En las Figuras 11 y 12 se presenta la di- niveles que no causen daños o pérdidas en la
námica poblacional del resto de los enemigos producción en el cultivo de la cebolla, coin-
naturales recogidos durante los muestreos y se cidiendo con Lacasa y Llorens (1996) y To-
observa que, salvo en el caso de Aeolothrips rres-Vila et al. (1994).
spp. que se comporta como A. intermedius, el Es importante tener en cuenta que el con-
resto de los enemigos naturales de T. tabaci trol químico con productos de amplio espec-
tienen en general una dinámica poblacional tro impide el establecimiento de depredado-
distinta, observándose los máximos poblacio- res (Cranshaw, 2008). Por tanto, es necesario
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 289
ser cuidadoso con los productos fitosanitarios dicha fauna útil y favorecer el establecimien-
que se apliquen, para evitar la mortalidad de to de la misma.
ABSTRACT
Monreal Montoya, J.A., Muñoz Gómez, R.M., Lerma Tobarra, M.L., Castillo
Ortiz, P., Granda Wong, C.A. 2012. Study on the population levels of Tthrips tabaci
Lind. (Thysanoptera: Thripidae) and its natural enemies in onion crops in Albacete. Bol.
San. Veg. Plagas, 38: 281-289
A study on the population levels of Thrips tabaci and its natural enemies in onion
crops has been carried out. From June to September 2009, samples were taken every
15 days from two fields in the Province of Albacete. A member of the thysanoptera,
Aeolothrips intermedius, was found to be the most abundant natural enemy of Thrips
tabaci. In addition, individuals belonging to the orders Araneae, Thysanoptera (Aeolo-
thrips spp), Neuroptera (Chrysoperla sp.), Hemiptera (Orius sp., Nabis sp., Deraeocoris
sp., Geocoris sp.) and Coleoptera (Carabidae, Staphylinidae, Coccinellidae) were also
encountered.
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Figura 4. Caída de frutos en cosecha como consecuencia del daño por Bactrocera oleae
poner más de 200 huevos en total y unos 12 potenciales según Armendáriz et al. (2009).
huevos al día según Ruíz Castro (1948). El periodo de receptividad del fruto es muy
Gómez Clemente y Bellod (1951) ob- amplio, lo que facilita la oviposición de los
servaron que las variedades de olivo tempra- adultos originados de las pupas invernantes,
nas son atacadas por la mosca antes que las y el estado larvario puede desarrollarse desde
tardías y señalaron algunas indicaciones de principios de julio hasta pasado el periodo de
carácter cualitativo sobre resistencia varietal. recolección, en abril del año siguiente (Jimé-
En verano la hembra tiene preferencia por nez et al., 1994). Los adultos en sus primeras
los frutos más desarrollados, con un tamaño generaciones pican los frutos receptivos que
mínimo de unos 8 mm, que suele coincidir se encuentran en las variedades tempranas,
con el endurecimiento del hueso en la mayo- por lo que éstas son más afectadas al princi-
ría de variedades (Aldebis y Vargas, 2003). pio; en cambio en las generaciones últimas
En condiciones de campo B. oleae tiene pre- la mosca pica en mayor medida los frutos
ferencia por picar frutos de variedades con de variedades tardías porque se conservan
mayor calibre, siendo menos infestados los más tiempo verdes (Rodríguez y Ballester,
frutos de menor tamaño (Burrack y Zalom, 1990). La recolección tardía tiene un efecto
2008). Las aceitunas picadas se reconocen multiplicador sobre la población de mosca ya
fácilmente por la pequeña herida hecha por el que conlleva un incremento de las picadas y
oviscapto, aunque en algunos casos la hembra por lo tanto más generaciones de mosca (Dua-
realiza picaduras de prueba sin depositar hue- tis y Pedret, 1997). Cirio y Calvitti (2005),
vo (Figura 2). en un estudio plurianual en Italia, registran
Crovetti et al. (1987) determinan que el de media 2,5 generaciones en las variedades
número de grados días necesario para com- precoces y 1,5 en la tardía, iniciándose la in-
pletar el ciclo de huevo a adulto es de 379. El festación en esta última 35 días después que
tiempo de cada generación oscila desde 32 a en las primeras.
143 días dependiendo de la temperatura (Al- La mosca del olivo se puede mantener en
debis y Vargas, 2003). El número de genera- niveles poblacionales apreciables en situa-
ciones anuales puede variar entre dos y cinco ciones de escasez de hospedante debido a la
294 A. ALONSO MUÑOZ, F. GARCÍA-MARÍ
gran longevidad y supervivencia del adulto, trampas con atrayentes en las parcelas, que
de hasta un año de vida según Arambourg reducen de forma acusada la población de
(1978) y de ocho a nueve meses según Torres adultos de B. oleae y por tanto los daños. En
Vila et al. (2006). En California los adultos muchos casos los adultos son capturados en
pueden vivir más de seis meses, dependiendo trampas con un recipiente y mueren al poco
de la disponibilidad de alimento y tempera- tiempo. Las trampas de atracción y muerte
tura, refugiados en otras especies de árboles (Attract and Kill, A&K) son un caso parti-
(Rice, 2000; Yokoyama et al., 2006). cular de trampas con atrayentes impregnadas
El control de esta plaga se realiza habi- a su vez de un insecticida, de forma que los
tualmente con plaguicidas. Estos tratamientos adultos que acuden hacia ellas entran en con-
tienen el problema de los residuos del insec- tacto con el insecticida y mueren en las 24 ho-
ticida en el fruto o aceite, la toxicidad para ras posteriores sin ser capturados (Tomazou
los aplicadores y la contaminación ambiental et al., 1995). La mayoría de estudios de TM
que producen. Dentro del plan nacional de la en el área mediterránea se han realizado con
mosca del olivo por medio de la red Dacus se trampas A&K (Broumas et al., 2002; Ma-
estudian las poblaciones naturales de B. oleae, zomenos et al., 2002; Petacchi et al., 2003;
información útil para determinar el riesgo de Tedeschini y Stamo, 2004; Rizzi et al., 2005;
ataque de la plaga. En trampas McPhail con Caleca et al., 2007; Bjelis, 2009; Tsolakis
fosfato biamónico y amarillas pegajosas con et al., 2011), aunque también se han ensa-
feromona se recogen datos de capturas de yado otros tipos de mosqueros y atrayentes,
adultos y se observan también frutos para cal- diferentes a las trampas A&K, que capturan
cular el número de frutos picados, que junto a a las moscas en dispositivos de diversos ti-
factores climáticos y fenológicos son funda- pos (Zervas, 1982; Altolaguirre et al., 2003;
mentales para precisar el momento óptimo de Ruiz Torres et al., 2010).
tratamiento y umbrales (Montiel y Moreno, Para que el TM resulte eficaz las trampas
1982; Montiel y Madueño, 1995a). En Ca- deben colocarse a una elevada densidad, en
lifornia la actividad de los adultos se estudia extensas superficies de olivo y desde antes del
con trampas amarillas más feromona y con inicio de picadas en fruto (junio) hasta la reco-
trampas McPhail cebadas con la levadura lección (diciembre). La emisión de atrayentes
alimenticia torula (Burrack et al., 2011), y en el difusor debe tener una persistencia de al
en Grecia se utilizan las trampas de cristal menos seis meses en las condiciones de campo
Elkophon® con atrayente Entomela® (Que- para ser eficaz (Broumas et al., 2002).
sada et al., 2008). Según Civantos y Jiménez Broumas et al. (2002) destacan las ven-
(1994) para aplicar un tratamiento insecticida tajas de las trampas A&K en comparación
contra la mosca del olivo se debe alcanzar un con los tratamientos convencionales para el
índice poblacional de una mosca por trampa ecosistema del olivar ecológico, ya que se re-
y día (mtd) en mosqueros cebados con fosfato duce mucho la cantidad de insecticida usada.
biamónico, junto a otras condiciones. Gene- Tedeschini et al. (2003) indican que la técnica
ralmente se tolera un nivel de daño del 10% del TM con A&K en olivo con una trampa por
de frutos afectados por B. oleae. árbol equivale a cinco tratamientos cebo te-
El desarrollo del trampeo masivo (en ade- rrestres con insecticidas; sin embargo en años
lante TM) como método alternativo al uso con niveles de plaga alto hay que combinar los
de insecticidas contra B. oleae ha sido posi- dos métodos para conseguir una protección
ble gracias a la disponibilidad de trampas y adecuada, obteniendo mejores resultados en
atrayentes potentes (Broumas et al., 2002). El parcelas aisladas. Según Broumas et al. (2002)
TM es un método de control preventivo que el coste del sistema A&K era algo mayor que
consiste en la instalación de gran cantidad de el sistema tradicional con pulverizaciones
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 295
se hasta 4 cm por debajo de los agujeros con mm y se contaban las capturas (Figura 6). Las
una disolución de fosfato biamónico cristali- trampas amarillas se reemplazaban en cada
zado (producto técnico 21-53-0, (NH4)2HPO4, muestreo por otras nuevas. Se diferenció en-
Prayon S.A., Bélgica) en agua al 4%, que actúa tre machos y hembras en toda la muestra o
de cebo alimenticio (en adelante DAP). Su dis- en una parte proporcional cuando las capturas
posición ha sido de la misma forma que el caso eran abundantes, y se anotó también la pre-
anterior, una en cada árbol y orientadas al sur, a sencia de otros artrópodos no objetivo en los
1,5 m de altura, y separada al menos un metro dos tipos de trampas.
de la otra trampa (Figura 5).
Además de las dos trampas anteriores,
se colocó en diez árboles un tercer tipo de
trampa cromática engomada ColorTrap®
(Kollant) de dimensiones 40x20 cm, sin atra-
yentes químicos, con efecto atractivo del co-
lor amarillo únicamente y un matiz específico
para capturar mosca del olivo. Su disposición
en la parcela fue de cinco en árboles exterio-
res de la periferia (separadas 30-40 m) y otras
cinco en árboles del centro de la parcela (se-
paradas 6-7 m).
La renovación o relleno del atrayente ali-
menticio (DAP) en las trampas Olipe y el re- Figura 6. Capturas de adultos de Bactrocera oleae en
paso con el pegamento en spray Tangle-trap® una trampa Olipe
(Tanglefoot Co, USA) en las trampas amari-
llas se realizó cada dos semanas. En el caso
de las trampas A&K no fue necesario ningún La valoración de los frutos infestados
mantenimiento durante todo el periodo de en la parcela de ensayo se ha hecho de dos
ensayo. formas, con una observación mensual, desde
El análisis de la variación espacial de las julio a noviembre, y con otra final en el mo-
capturas se ha realizado considerando las cap- mento de la recolección, en diciembre. En el
turas de las trampas Olipe situadas en cada primer caso, cada mes de julio a noviembre se
árbol de la parcela. Se han comparado las eligieron al azar 10 árboles de la parcela y se
capturas medias de todas las trampas situadas recogieron también al azar 20 frutos por árbol
en el perímetro de trampas exterior de la par- de la copa y otros 20 del suelo en el caso de
cela (a la que denominamos la capa externa, que los hubiera, dando así una muestra total
considerando como capa una fila perimetral de 200 frutos de la copa y, en su caso, 200
de árboles), con las capturas medias de las frutos del suelo. Además, para determinar el
dos capas de trampas situadas hacia el inte- porcentaje total de frutos picados por árbol
rior de la parcela (la capa intermedia y la capa cada mes (teniendo en cuenta que el porcen-
interna). taje de frutos picados era distinto en los frutos
de la copa y en los del suelo) se realizó una
Toma de datos evaluación mensual del numero de frutos por
El recuento de las moscas capturadas en árbol en el suelo en un árbol representativo de
todas las trampas que formaban el sistema de la parcela, obteniéndose el porcentaje men-
trampeo masivo se realizó con periodicidad sual de frutos caídos cuando se contó en ese
mensual. En las trampas Olipe se filtraba el árbol el número total de frutos en la cosecha
líquido atrayente en un colador de malla 2x2 en diciembre.
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 297
Las muestras de 200 frutos conveniente- azar, que se trasladaron inmediatamente al la-
mente identificadas se llevaron al laboratorio, boratorio. Allí, cada grupo se separó en dos,
donde se contaron los aparentemente sanos frutos con síntomas y frutos sin síntomas de
(sin síntomas) y los picados (con síntomas). plaga. Se pesó y contó el número de frutos
Todos los frutos aparentemente sanos se co- de cada grupo. De nuevo los frutos aparen-
locaron en evolucionarios durante siete días, temente sanos se dejaron siete días en evo-
por si aparecía alguno más con síntomas. Los lucionario por si alguno de ellos manifestaba
frutos con síntomas se observaron uno a uno síntomas, en cuyo caso se incorporaba a los
bajo la lupa binocular, apuntando el estadio frutos con síntomas.
del insecto o tipo de infestación (picadura, Para la determinación de la calidad del
huevo, larva, pupa y exuvio pupal). Cuando aceite se tomaron muestras representativas de
un fruto presentaba más de un estadio se con- frutos, 1 a 2 kg de cada uno de los cuatro tipos
sideraba el más avanzado. de frutos en el momento de la cosecha (sanos
Al final de la experiencia se hizo un últi- de la copa, con síntomas de la copa, sanos
mo muestreo de frutos que coincidió con la del suelo y con síntomas del suelo), con tres
recolección, durante la primera semana de di- repeticiones en cada caso correspondientes
ciembre. La recolección se efectuó de forma a tres zonas iguales en que se dividió la par-
manual, recogiendo y pesando por separado cela de ensayo (Figura 7). La determinación
en cada uno de los 79 árboles de la parcela la organoléptica del aceite obtenido se realizó
totalidad de los frutos de la copa y del suelo. para las doce muestras de frutos en dos labo-
De cada grupo de frutos de la copa o el ratorios simultáneamente, el Departamento
suelo de cada árbol se tomaron 100 frutos al de Tecnología Alimentos de la Universitat
A B
C
D
Figura 7. Aspecto de los cuatro tipos de frutos que se contaron y analizaron en la cosecha. (A) frutos sanos de la parte
aérea del árbol. (B) frutos picados de la parte aérea del árbol. (C) frutos sanos del suelo. (D) frutos picados del suelo
298 A. ALONSO MUÑOZ, F. GARCÍA-MARÍ
A
5
moscas / trampa y dia
Trampa Olipe+DAP
4
0
julio octubre enero abril B
80
% frutos picados
60
20
Suelo
0
julio octubre enero abril C
100
% estadios B. oleae
80 exuvio pupa
60 pupa
40 larva
huevo
20
picadura
0
jul ago sep oct nov dic ene feb mar abr may
Figura 8. Evolución estacional de la población y los daños de mosca del olivo Bactrocera oleae en la parcela de ensayo
en Valencia entre julio de 2011 y mayo de 2012. (A) Capturas de adultos en trampas Olipe con DAP. Valores medios de
79 trampas. La línea vertical indica el error estándar. (B) Porcentaje de frutos picados hasta la recolección. Para frutos de
la copa se muestrearon 10 árboles al azar, para frutos del suelo se muestreó un árbol representativo. (C) Distribución de
estadios de B. oleae en los frutos infestados de la copa del árbol
300 A. ALONSO MUÑOZ, F. GARCÍA-MARÍ
media anual del 37%. Proporciones parecidas similar en olivos de Italia. Por otra parte, más
de hembras encontraron otros autores que uti- del 80% de los frutos picados caídos al suelo,
lizaron diferentes tipos de trampas, obtenien- que empiezan a ser abundantes desde octubre,
do mayor porcentaje de hembras en invierno contienen exuvios de pupas.
y principios de primavera (Jiménez et al., Estudios anteriores varían en la obser-
1994; Katsoyannos y Kouloussis, 2001; Al- vación del momento en que se producen los
tolaguirre et al., 2003; Olivero et al., 2004; daños. Algunos consideran que es septiembre
Haniotakis, 2003; Yokoyama et al., 2006). y octubre, coincidiendo con el máximo del
El porcentaje de frutos picados aumenta vuelo de adultos (Neuenschwander y Miche-
progresivamente a lo largo de todo el perio- lakis, 1979; Speranza et al., 2004; Yokoyama
do de muestreo, de julio a diciembre. En el et al., 2006; Tsolakis et al., 2011), pero en
momento de la recolección, en diciembre, se otros casos se observa un incremento gradual
llega al 67,3% de frutos picados como media a lo largo de todo el periodo de crecimiento
de todos los árboles de la parcela. Los frutos y maduración del fruto (Jiménez et al., 1994;
son picados de forma continua entre julio y Bjelis, 2009). Las altas temperaturas esti-
diciembre y cada mes el porcentaje de frutos vales pueden interrumpir temporalmente la
picados se incrementa entre el 5% y el 17%, puesta induciendo una diapausa reproductiva
sin tendencias estacionales definidas en este en las hembras (Aldebis y Vargas, 2003;
incremento (Figura 8B). Los frutos picados Tzanakakis, 2003; Bjelis, 2009). Desde el
se encuentran casi todos en la copa del árbol verano hasta la recolección las aceitunas que
hasta octubre, produciéndose una caída masi- contienen larvas en su interior caen en doble
va de estos frutos picados al suelo en noviem- cantidad que las aceitunas no infestadas y es-
bre y diciembre. Los daños producidos por B. tas últimas van cayendo de forma natural al
oleae en cada árbol fueron relativamente uni- acercarse a la maduración (Neuenschwander
formes al comparar los 79 árboles de la par- y Michelakis, 1978). Los frutos atacados por
cela, con ocho árboles de alrededor del 50% la generación estival de mosca del olivo se
de frutos con daños, 21 con el 60%, 26 con el pierden totalmente, pero los frutos atacados
70% y 24 con el 80%. Según otros autores la por las generaciones otoñales sufren en su
puesta en frutos comienza de forma temprana mayoría daños indirectos, tales como la pér-
cuando éstos aún son pequeños, iniciándose dida de calidad de los aceites obtenidos y el
en general a final de junio o principios de encarecimiento de la recolección de los frutos
julio (Yokoyama et al., 2006; Bjelis, 2009; caídos precozmente (Montiel y Madueño,
Zalom et al., 2009). 1995a). Sin embargo, no siempre la mayoría
Los síntomas o estadios de desarrollo de de frutos atacados por B. oleae caen al suelo;
B. oleae presentes en los frutos picados que en una experiencia realizada por Montiel y
se encuentran en la copa del árbol también Madueño (1995b) estos autores observan que
evolucionan con el tiempo de forma muy la fracción media de aceituna atacada caída
acusada entre julio y diciembre. En julio casi fue del 58,3% y la fracción media de aceituna
todos los frutos picados de la copa tienen hue- sana caída (de forma natural por madurez del
vos o simplemente la incisión de la picada. fruto) fue del 32,1%, por lo que el porcentaje
En diciembre los frutos picados de la copa de aceituna caída debido exclusivamente a
contienen casi exclusivamente exuvios de la mosca era del 39,6% de los frutos atacados.
pupa (Figura 8C). Entre estos dos extremos Tsolakis et al. (2011) se refieren a infesta-
existe una evolución gradual en los meses ción activa (frutos con huevos y larvas vivas)
intermedios desde fases iniciales hasta las y pasiva (frutos con pupas vivas y muertas
últimas fases del desarrollo del insecto. Spe- más agujeros de salida). Esta última es la res-
ranza et al. (2004) encuentran una evolución ponsable de la pérdida de calidad del aceite
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 301
ya que los agujeros de salida en los frutos En general los diez muestreos mensuales
son la vía de entrada de microorganismos que realizados ofrecen reducciones de capturas
aumentan la acidez. Calculan un umbral del de moscas entre capas contiguas de trampas
25% de infestación pasiva para que la cali- parecidas, sin diferencias significativas entre
dad del aceite se vea afectada. Sin embargo meses. Globalmente, la reducción media de
se pueden obtener aceites de calidad con altos capturas de adultos de B. oleae entre capas es
porcentajes de infestación activa siempre que próxima al 40% (Figura 10). Tsolakis et al.
se recolecte anticipadamente, extrayendo el (2011) encuentran también este efecto borde
aceite antes de la pudrición. en la distribución de capturas cuando se apli-
ca el TM en olivos de Sicilia, de forma que
Acción del trampeo masivo las trampas actúan frenando el avance de la
En general, los resultados obtenidos en población de adultos del exterior al interior de
nuestra experiencia demuestran que, aunque la zona protegida por trampas. Cohen y Juval
existe gran variabilidad en la población de (2000) en Israel utilizando el TM perimetral
adultos capturados por trampa dentro de la contra Ceratitis capitata demostraron que
parcela, se observa claramente un gradiente esta estrategia es válida dado que previene de
descendiente de población de moscas captu- la invasión de moscas desde el exterior hacia
radas desde el exterior al interior de la parce- el interior de la parcela, aunque depende de la
la. De ello podemos deducir que el TM frena eficacia de los mosqueros utilizados.
el avance de de infestación de B. oleae crean- Las capturas de otros artrópodos no obje-
do un efecto borde. En las trampas amarillas, tivo en las trampas han sido poco importan-
las capturas medias de los diez muestreos tes. Las mayores capturas se han observado
mensuales realizados (de agosto a mayo) en en crisópidos (1,5 ejemplares de Chrysopa
las cinco trampas situadas en los árboles del spp. por trampa y mes). Para el resto de fauna
exterior de la parcela fue de 8,0 moscas por útil (coniopterígidos, dípteros sírfidos, hime-
trampa y día (mtd), mientras que en las cinco nópteros parasitoides, coccinélidos, arañas,
trampas situadas en los árboles del interior abejas, avispas), la media de capturas ha sido
fue de 3,4 mtd (Figura 9.1). Respecto a las inferior a un individuo por trampa y mes. La
trampas Olipe, las capturas medias de los suma de todos los artrópodos anteriores jun-
mismos diez muestreos del perímetro exterior tos respecto al total de capturas de B. oleae,
fue de 2,1 moscas por trampa y día (mtd), supone sólo un 2,5%. Otros autores indican
mientras que en la capa intermedia fue de 1,5 también la inocuidad de las trampas de B.
mtd y en la capa interior de 0,8 mtd (Figura oleae frente a la mayoría de insectos benefi-
9.2). Ello implica que la población se reduce ciosos y su bajo impacto ambiental respecto
un 30% entre la primera y la segunda capa de al control químico (Ragoussis, 2005; Porcel
trampas, y un 45% entre la segunda y la terce- et al., 2009). Según Sánchez Escudero et al.
ra, sin diferencias significativas entre ambos (2002), Luque y Pereda (2003) y Beitia et
valores de reducción (ANOVA factorial; F= al. (2010) la incidencia de las trampas Olipe
4,23; P = 0,0788; g.l.= 1 y 7). El porcentaje de sobre la fauna auxiliar depende mucho de la
frutos picados por B. oleae también descien- zona olivarera y la presencia o no de cubierta
de al comparar las tres capas perimetrales de vegetal espontánea.
árboles, aunque en mucha menor medida que
en el caso de las capturas. Dicho porcentaje Daños en cosecha
de daños es del 73% en los árboles externos En los 79 árboles muestreados se han ob-
de la parcela, y se reduce significativamente tenido en el momento de la recolección 4.279
al 62% en los árboles más interiores (Figura frutos en promedio por árbol, que equivalen a
9.3). Ello representa una reducción media de 14,3 kg por árbol (Cuadro 1). De ellos, solo el
daños entre capas contiguas próxima al 8%. 32,7% de los frutos estaban sanos, sin sínto-
302 A. ALONSO MUÑOZ, F. GARCÍA-MARÍ
25 1
20
moscas/trampa y dia
15
10
5
a A b A
0
6
capa 1 capa 2 capa 3 2
5
moscas/trampa y dia
1
a A b B c C
0
capa 1 capa 2 capa 3 3
75
70
% frutos picados
65
60
55
a ab b
50
capa 1 capa 2 capa 3
Figura 9. Comparación espacial de capturas y daños de la mosca del olivo Bactrocera oleae en la parcela de ensayo,
considerando la capa perimetral exterior de árboles de la parcela (capa 1), la intermedia (capa 2) y la interior (capa 3).
Capturas medias y máximas diarias por trampa en trampas amarillas (1) y en trampas Olipe con DAP (2), y porcentaje
de frutos picados por árbol (3). En la misma figura, la letra común mayúscula (para máximas) o minúscula (para medias)
indica que no existen diferencias significativas (ANOVA y test MDS; P < 0,05; Figura 9.1, para capturas máximas:
F = 3,4; P = 0,1025; g.l. = 1, 8; para capturas medias: F = 20,88; P = 0,0018; g.l. = 1, 8; Figura 9.2, para capturas
máximas: F = 7,39; P = 0,0012; g.l. = 2, 69; para capturas medias: F = 11,52; P = 0,0001; g.l. = 2, 69; Figura 9.3:
F = 11,26; P = 0,0001; g.l. = 2, 69). Las líneas verticales indican error estándar
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 303
80
% reducción capturas (media entre 2 capas)
70
60
50
40
30
20
10
0
ago sep oct nov dic ene f eb mar abr may
Figura 10. Reducción mensual de capturas de adultos de mosca del olivo Bactrocera oleae entre capas contiguas
de trampas Olipe con DAP, del exterior al interior de la parcela, en la experiencia de trampeo masivo. Las líneas
verticales indican el error estándar. No hay diferencias significativas entre meses
(ANOVA factorial; F= 0,40; P = 0,8778; g.l.= 7 y 7)
Cuadro 1. Daños de la mosca del olivo Bactrocera oleae en la producción media por árbol y en la
calidad del aceite. Se han considerado cuatro tipos de frutos, según se recogieran de la copa del árbol
o del suelo, y que estuvieran sanos o picados por B. oleae. Valores en
columna con la misma letra no difieren (ANOVA y test MDS; P < 0,05)
Nº Litros
Kg/ Grs/ % % %
Origen del fruto frutos/ % % aceite/
árbol fruto aceite humedad acidez
árbol árbol
Copa del árbol
1.256 ± 119 29,4 5,04 ± 0,48 35,3 4,03 ± 0,06 18,4 ± 1,4 b 53,6 ± 1,3 a 0,55 ± 0,10 c 0,93
sano
Suelo sano 140 ± 12 3,3 0,52 ± 0,04 3,6 3,72 ± 0,07 19,2 ± 1,4 b 51,3 ± 0,5 a 1,00 ± 0,10 b 0,10
Suelo picado 1.823 ± 93 42,6 4,96 ± 0,25 34,7 2,75 ± 0,05 22,9 ± 2,1 a 38,9 ± 2,0 b 6,15 ± 0,24 a 1,14
mas ni daños por B. oleae. La gran mayoría de obtenidos en esta parcela de TM muestran
estos frutos sanos estaban en la copa del árbol. que, a pesar de los muy elevados niveles de
A su vez, el 67,3% restante de frutos estaban frutos picados, las pérdidas reales en canti-
picados por B. oleae, de los cuales el 42,6% dad de aceite a causa de B. oleae fueron sólo
estaban en el suelo y el 24,8% se mantenían del 9,4%. También Duatis y Pedret (1997)
en la copa del árbol. El peso fresco del fruto es realizaron cálculos prácticos de las pérdidas
significativamente diferente según se encuen- de aceite por efecto de B. oleae, llegando al
tre en la copa o en el suelo y según sea sano o 10,1% comparando aceitunas sanas y pica-
picado, de forma que los frutos de mayor peso das. La calidad del aceite obtenido se ha visto
corresponden a los sanos de la copa (4,03 gr) muy perjudicada, con un aumento del índice
y los de menor peso a los picados en el suelo de acidez del 0,6% al 2,9%, y ello representa
(2,75 gr) (ANOVA y test MDS; F = 142; P < una pérdida económica (diferencia de precio
0,01; g.l. = 3 y 231). El contenido en aceite entre aceite virgen extra y aceite lampante) de
es de alrededor del 19%, excepto en los frutos alrededor del 25% (Poolred, 2012).
picados del suelo en que es significativamen- Para evaluar la eficacia del TM se ha rea-
te mayor, aproximándose al 23% (ANOVA y lizado una comparación del porcentaje de fru-
test MDS; F = 16,3; P < 0,01; g.l. = 3 y 17). tos picados entre nuestra parcela de ensayo y
Ello es debido a que estos frutos se encuentran
un grupo de 16 parcelas situadas en la misma
más deshidratados (ANOVA y test MDS; F =
zona y de la misma variedad. Estas parcelas
33,3; P < 0,01; g.l. = 4 y 17). La acidez, uno
se agruparon según el número de tratamien-
de los parámetros fundamentales de la calidad
tos insecticidas realizados para el control de
del aceite, es mucho mayor en los frutos pi-
B. oleae, considerando tres grupos, parcelas
cados del suelo, en que alcanza el 6,15%. El
sin tratamientos, parcelas con uno ó dos tra-
resto de frutos tienen valores mucho menores,
tamientos, y parcelas con tres o cuatro trata-
correspondiendo el óptimo al fruto sano de la
copa del árbol con el 0,55% de acidez (ANO- mientos. El porcentaje de frutos atacados en
VA y test MDS; F = 127,9; P < 0,01; g.l. = 5 y la parcela de TM fue del 67,3%, mientras que
17). Esto confirma que el factor fundamental en el conjunto de las parcelas vecinas fue del
para elevar la acidez no es sólo la proporción 91%, con escasas diferencias entre los tres re-
de frutos picados sino además el hecho de que gímenes de tratamientos considerados, osci-
éstos caen al suelo y allí transcurra un tiempo lando en cada parcela vecina entre un mínimo
suficiente para que la lesión producida por B. del 72% y un máximo del 100% de fruto pica-
oleae sea vía de entrada de microorganismos do (Figura 11). Por tanto, a pesar del alto por-
saprófagos (Torres Vila et al., 2003). centaje de frutos picados, la parcela de TM ha
Globalmente obtenemos con estos datos tenido menos daños que cualquiera de las 16
una producción total por árbol de 2,9 litros de vecinas con tratamientos convencionales, en
aceite del 2,9% de acidez. Si se considera por promedio casi un 25% menos de daños.
separado el fruto de la copa del árbol y el del El porcentaje de frutos picados que hemos
suelo, que es lo que se realiza normalmente en encontrado en nuestra parcela de TM y en las
la práctica, entonces obtenemos en promedio parcelas vecinas ha sido elevado, pero se en-
por árbol 1,7 litros de aceite del 0,8% de aci- cuentra dentro del rango de los valores más
dez de la copa del árbol y 1,2 litros de aceite altos que son generalmente reportados por
del 5,7% de acidez del suelo. En ausencia de otros autores dependiendo del año. Así, en
plaga, es decir, si suponemos que los árboles Grecia el porcentaje de frutos picados oscila
hubieran producido el mismo número de fru- del 5% al 50% (Katsoyannos y Kouloussis,
tos y todos los frutos hubieran sido sanos, en- 2001; Mazomenos et al., 2002; Hanotakis,
tonces habríamos obtenido 3,2 litros de aceite 2005), en Italia del 20 al 100% (Speranza et
por árbol del 0,6% de acidez. Los resultados al., 2004; Tsolakis et al., 2011), en Portugal
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 305
100
90
% frutos picados
80
70
60
0 trat (4) 1-2 trat (7) 3-4 trat (5) trampeo masivo (1)
Figura 11. Comparación del porcentaje de frutos picados en la cosecha entre parcelas de olivo de la misma zona y
variedad donde se encontraba la parcela de trampeo masivo, en función del número de tratamientos aplicados para
el control de Bactrocera oleae. Se han considerado parcelas sin tratamientos, con 1 ó 2 tratamientos y con 3 ó 4
tratamientos. Entre paréntesis figura el número de parcelas de cada grupo. Las líneas verticales indican el error estándar
puede alcanzar el 99% (Lopes et al, 2010) y 30-100% comparado con el testigo sin trata-
en nuestro país del 17,5% al 70% (Ruíz To- mientos.
rres, 2009; JUNTA ANDALUCÍA, 2010). Broumas et al. (2002) citan numerosos
Broumas et al. (2002) en Grecia y Dua- factores que pueden influir en la eficacia del
tis et al. (2006) en España comprueban que TM contra la mosca del olivo, entre los que se
los ataques de mosca son más intensos en los incluyen el tipo de trampa, la densidad y mo-
años de baja producción, como ha ocurrido mento de instalación, el atrayente e insectici-
durante este año 2011 en nuestra parcela en- da, el aislamiento de la parcela y su tamaño,
sayo de TM, donde se ha obtenido una tercera la temperatura y humedad, el tipo de árbol y
parte de la cosecha respecto al año anterior su tamaño, la variedad, la cantidad y tama-
(en 2010 la incidencia de mosca en esta mis- ño de frutos, el riego, poda y fertilización, y
ma parcela fue muy inferior). Tedeschini et el número de años en que el método ha sido
al. (2003) indican que el TM funciona bien aplicado en la misma parcela de olivo. Alon-
en años con nivel de plaga bajo o medio. Se- so Muñoz y García Marí (2009) indican que
gún Duatis et al. (2006) la captura masiva de entre los factores que más afectan a la eficacia
adultos (TM) siempre produce un descenso del trampeo masivo de C. capitata en cítricos,
de picadas en frutos sea cual sea el mosquero el tamaño y forma de la parcela son de los
utilizado. Zalom et al. (2009) calculan que el más importantes, recomendando superficies
TM puede reducir los daños de B. oleae en un grandes y perímetros mínimos.
306 A. ALONSO MUÑOZ, F. GARCÍA-MARÍ
En conclusión, en los frutos picados existe polando estos resultados podemos concluir
una evolución gradual entre julio y diciembre que habríamos conseguido bajar del citado
en la proporción de estadios en las poblacio- umbral de población a partir de la quinta capa
nes de B. oleae, desde las fases iniciales hasta de trampas y que por tanto el TM requiere de
las últimas fases del desarrollo y los frutos su instalación en grandes superficies de olivar
son picados de forma continua a lo largo de de forma homogénea para funcionar con efi-
todo el periodo. En el momento de la recolec- cacia. En promedio se obtuvieron por árbol
ción, en diciembre, se llega al 67% de frutos 1,7 litros de aceite del 0,8% de acidez de la
picados como media de todos los árboles de copa y 1,2 litros de aceite del 5,7% de acidez
la parcela. En el conjunto de las 16 parcelas del suelo. Las pérdidas reales en valor econó-
vecinas el porcentaje de frutos picados osciló mico de la cosecha debidas a B. oleae fueron
entre un mínimo del 72% y un máximo del próximas al 10% en cantidad de aceite y del
100%, con una media del 91%. Las trampas 25% en calidad del aceite.
en el TM actúan frenando el avance de la po-
blación de adultos del exterior al interior de AGRADECIMIENTOS
la zona protegida por trampas. Globalmente,
la reducción media de capturas de adultos de Expresamos nuestra gratitud a Rosario
B. oleae entre capas contiguas de trampas es Muñoz Mateo por permitirnos establecer el
próxima al 40%. Todo esto implica que si con experimento en el olivar denominado “La
el TM pretendemos conseguir que la pobla- Canela” y a Ángel Alonso Abad por su asis-
ción no supere el umbral considerado con- tencia en las faenas de campo. A los olivicul-
vencionalmente de una mosca por trampa y tores del paraje “La Tavaida”, por su ayuda
día en ningún mes del año, entonces este ob- en la recogida de muestras. Al personal de la
jetivo ha estado lejos de conseguirse en este Cooperativa Agrícola de Casinos. A Gabrie-
ensayo ya que se alcanzan más de dos moscas la Clemente y Nieves Pérez por analizar las
por trampa y día en la zona más protegida, muestras de aceitunas en laboratorio. A Jordi
los árboles del interior de la parcela. Extra- Roig por facilitarnos las trampas Ecotrap®.
ABSTRACT
Alonso Muñoz, A., F. Garcia Marí. 2012. Efficacy of mass trapping in the control
of the olive fruit fly Bactrocera oleae (Diptera: Tephritidae): assessment of fruit damage
and economic losses in quantity and quality of oil. Bol. San. Veg. Plagas, 38: 291-309
In an olive orchard located in Llíria (Valencia) we analyzed in 2011 the way of ac-
tion and assessed the efficacy of the mass trapping as a control method for the Olive Fruit
Fly Bactrocera oleae (Gmelin), determining the moment of the year when damage is
produced and the level reached, as well as the economic losses in production and quality
at harvest. A combination of Olipe and Ecotrap® traps was used, applying 200 traps/ha
(one of each type per tree). The damage observed in the mass trapping orchard was com-
pared with olive orchards in the vicinity where B. oleae was conventionally controlled
with pesticides. The percentage of infested fruits increased gradually between July and
December and at harvest time, in December, it reached 67.3%. On average we obtained
per tree 1.7 litres of olive oil with 0.8% of acidity from fruits on the canopy, and 1.2 litres
of olive oil with 5.7% of acidity from fruits fallen to the ground. Economic losses due
to B. oleae approached 10% in quantity and 25% in quality of the oil. The traps acted
slowing down the advance of B. oleae adults from outside to inside the plot, reducing
in approx 40% the number of flies captured in contiguous traps. This reduction was not
sufficient due to the low surface area protected. In 16 nearby olive fields the percentage
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 307
of infested fruits ranged from 72 to 100%, with an average of 91%. Thus, in the mass
trapping plot there was a 25% reduction of infested fruits. We conclude that mass trap-
ping requires its layout in large areas with a homogeneous shape to work successfully.
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Bol. San. Veg. Plagas, 38: 311-319, 2012
Figura 2. Mapa de presencia/ausencia y abundancia de O. laevigatus con utilización de mastranzo. el símbolo ()
representa la planta refugio y ( ) las sueltas comerciales
a lo largo del periodo de ensayo, posibilitando pimiento con uso de mastranzo como planta
además la comparación cuantitativa entre tra- refugio (ensayo 1). la cuarta semana, tras el
tamientos (TorrES-viLa et al.,1994). trasplante, coincide con la aparición de las
primeras flores y es el momento en el cual se
RESULTADOS Y DISCUSION realiza la suelta comercial de O. laevigatus.
en ésta semana, ya se observa en el trata-
En la figura 2 se representa la instalación miento con mastranzo cómo el depredador se
y la abundancia de O. laevigatus en cultivo de ha dispersado desde la planta refugio al culti-
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 315
ENSAYO 1
3
2
Trips . día
0
S1 S2 S3 S4 S5 S6 S7 S8 S9 S10
SemanasSuelta Observado
Mastranzo Observado
Mastranzo Estimado Suelta Estimado
Figura 3. Tendencia de la población de F. occidentalis en flor a lo largo de las semana de cultivo en el ensayo con
mastranzo. Las flechas indican la semana de introducción de la planta refugio y las de las sueltas comerciales
Figura 4. Mapa de presencia/ausencia y abundancia de O. laevigatus con utilización de albahaca. el símbolo ()
representa la planta refugio y ( ) las sueltas comerciales.
más rápido de la población de la plaga como a la semana siguiente se observa una presen-
se observa en la figura 3. cia del 50% (de las cuales el 50% presenta
En la figura 4 se representa la instalación una categoría de abundancia media) frente a
y la abundancia de O. laevigatus en cultivo de la zona de sueltas comerciales que presentó
pimiento con uso de albahaca como planta re- un 8% (de las cuales el 100 presenta una cate-
fugio (ensayo 2). en la cuarta semana, desde goría de abundancia baja).
la introducción de la planta refugio, el trata- En la figura 5 se representa la tendencia
miento con albahaca presenta un 25% de pre- poblacional de la plaga a lo largo de las se-
sencia del depredador (de las cuales el 50% manas del cultivo. en el tratamiento con alba-
presenta una categoría de abundancia media). haca, la evolución de la población de la plaga
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 317
ENSAYO 2
5
3
Trips. día
0
S1 S2 S3 S4 S5 S6 S7 S8 S9 S10
Albahaca ObservadoSemanas
Suelta Observado
Albahaca Estimado Albahaca Estimado
Figura 5. Tendencia de la población de F. occidentalis en flor a lo largo de las semana de cultivo en el ensayo con
albahaca. Las flechas indican la semana de introducción de la planta refugio y las de las sueltas comerciales
sigue una tendencia de tipo logístico (y=1.52/ eficacia del depredador para controlar la pla-
(1+5.52*e-(0.69*x)); R2:0.99; F=3446.16; ga como se observa en la figura 5.
gl=2 p˂0.005), tardando 9 semanas en em- En ambos ensayos, la utilización de mas-
pezar a estabilizarse. En el tratamiento con tranzo y albahaca ha permitido la instalación
suelta, la tendencia de la población es de más temprana de O. laevigatus lo cual ha dado
tipo logarítmico (lny=2.93-9.64/x); R2:0.99; lugar a control más rápido de la población
F=2293.9; gl=1 p˂0.005), no estabilizándose de la plaga. No obstante, en la preparación
en ningún momento a lo largo del periodo de previa de ambas plantas refugio, el número
estudio. de individuos móviles del depredador en las
En ambos tratamientos del ensayo con plantas de mastranzo fue un 52% más elevado
albahaca (ensayo 2), la progresiva coloniza- que en las plantas de albahaca, a igual dosis
ción del cultivo por el depredador, ha sido en de inoculación. Por lo que se puede conside-
general más lenta en comparación con el en- rar que el mastranzo es una especie más ade-
sayo con mastranzo (ensayo 1). No obstante, cuada para el desarrollo del depredador y su
el uso de albahaca ha facilitado la instalación utilización como planta refugio muestra una
de O. laevigatus (figura 4) llegando a ejercer mayor eficacia.
un control de la plaga (figura 5). Sin embargo Existen algunos trabajos de utilización de
en el caso de las sueltas comerciales, hasta plantas refugio dentro de los invernaderos,
la sexta semana no se alcanzó un porcentaje para establecer los enemigos naturales en el
superior al 25% de presencia del depredador cultivo. Así, los ensayos llevados a cabo por
(figura 4), por lo que éste retraso en la insta- Arnó et al. (2000) muestran que la utilización
lación inicial ha podido influir en la falta de de tabaco como planta refugio, facilita un esta-
318 M. CANO, E. VILA, E. SALVADOR, D. JANSSEN, L. LARA, M. M. TÉLLEZ
blecimiento temprano de los míridos en toma- conservar las poblaciones del anthocórido en
te de invernadero. También ha sido utilizada invierno y para incrementarlas en primavera
como planta refugio la especie Dittrichia vis- (Alomar et al., 2006).
cosa Greuter para establecer el mírido Macro- Los resultados de este trabajo muestran
lophus caliginosus Wagner en cultivo de toma- que la utilización de Mentha suaveolens
te, sin embargo la planta refugio fue preferente como planta refugio para la instalación tem-
para el depredador frente al tomate (Arnó et prana de O. laevigatus es una técnica que per-
al, 2005). Otros estudios realizados en plan- mite un control más rápido de las poblaciones
taciones comerciales de fresón, con la especie de trips, si bien exige un mayor conocimiento
Vicia faba Linneaus (haba) como planta refu- del manejo y control de esta especie vegetal.
gio de poblaciones de antocóridos, mostraron Por un lado es necesario, obtener una planta
que las plantas de fresón más próximas a las sana sin incidencia de otros fitoparasitos y en
plantas de habas, presentaban poblaciones más fase de floración y por otra parte, se requiere
altas de depredadores que el resto de la parcela además de un periodo previo para la inocula-
(González-Zamora et al, 1994). ción y desarrollo del depredador hasta obte-
En cultivos hortícolas del noreste Español ner una planta con una población instalada.
se han realizado numerosos estudios, para eva-
luar el papel de las plantas del entorno, tanto AGRADECIMIENTOS
silvestres como cultivadas, en la conservación
de míridos y anthocóridos depredadores. Los Este trabajo se ha realizado en el marco
trabajos realizados por Alomar et al. (2002), del Proyecto CENIT MEDIODIA: Subpro-
muestran que la abundancia y diversidad ve- yecto “Selección de plantas refugio para con-
getal presentes en los entornos, tanto de cul- servación y aumento de enemigos naturales
tivos de aire libre como de invernaderos está en cultivos hortícolas bajo plástico del sureste
relacionada con la colonización de los cultivos Español”, financiado por el Ministerio de In-
por parte de M. caliginosus. Por otro lado, el dustria, Turismo y Comercio y el CDTI.
estudio de la abundancia estacional de Orius Queremos expresar nuestro agradeci-
spp. sobre las plantas huésped Vicia sativa miento a David Beltrán, Alejo Soler y Ana
Linneaus y Lupinus hispanicus Boiss & Reu- Parra (Departamento de Investigación de
ter sugiere que son dos buenas candidatas para Agrobío S. L.).
ABSTRACT
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The tomato leaf miner, Tuta absoluta (Meyrick) (Lepidoptera: Gelechiidae) was
treated as 1st and 3rd instars larvae with the biopesticides; Bacillus thuringiensis var. kur-
staki, Beauveria bassiana (Balsamo) or both to evaluate their toxicity against the pest.
The biological and eradication parameters of the tomato leafminer were affected when
treated as newly hatched larvae by LC50,s of the biopesticides. The study results obtained
determined that the biopesticide B. thuringiensis var. kurstaki shows greater efficiency
than B. bassiana. While, B. thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana gave antagonistic
effect against the tested pest than B. thuringiensis var. kurstaki or B. bassiana. The bio-
pesticide compound, B. thuringiensis var. kurstaki proved the most potent against newly
hatched and 3rd instar larvae of T. absoluta followed by B. bassiana and B. thuringiensis
var. kurstaki + B. bassiana. Newly hatched larvae were more susceptible than 3rd instars.
Larval and pupal phase duration was increased and so were the adult phase durations,
post oviposition period and life cycle of T. absoluta except for with B. thuringiensis var.
kurstaki + B. bassiana treatment, the values lower than control. In all treatments both
larval mortality and sterility percentages were increased. Moreover, the same biopesti-
cides caused decreases in the oviposition period, egg laying rate, percentages of adult
eclosion, pupation, egg hatchability and fecundity compared with the control values.
On the other hand, the prediction (life table) parameters of the tomato leafminer
were affected by biopesticide treatments. The female progeny/female (Mx) as well as
survival rate (Lx) of T. absoluta was decreased in biopesticide treatments, especially in
B. thuringiensis var. kurstaki treatment. The biopesticide treatments decreased the net
reproductive rate (Ro), increase rate (intrinsic rate of natural increase (rm) and finit rate of
increase (erm) compared with the control. On the other hand, B. thuringiensis var. kursta-
ki, followed by B. bassiana had increased the times of generation (T) and doubling (DT).
is considered to be a serious threat to tomato comes activated and binds to the insect gut
production in Mediterranean region (Desneux creating a pore through which gut contents
et al., 2010). This pest is crossing borders and can enter to the body cavity and bloodstream
devastating tomato production both protected of the insect. The insect ceases to feed and
and in open fields. The infestation by T. ab- dies within a few days (Tabashnik, et al.,
soluta has also been reported on potato, au- 2003, Salvo and Valladares, 2007). Btk
bergine and Phaseolus vulgaris. T. absoluta is may not be effective once T. absoluta larvae
a very challenging pest to control. Effective- enter plant parts (Sixsmith, 2009).
ness of chemical control is limited due to in- Beauveria bassiana (Balsamo), is a pa-
sect’s natural resistance to damage as well as thogenic fungus with a large host range and
its rapid capability for developing the insecti- it is used for biological insect control. B.
cide resistant strains (Lietti et al., 2005; Irac, bassiana infects and kills the pest when it
2009c; Straten et al., 2011). The efficacy of comes in to contact with the fungal spores.
insecticides based on different subspecies of Once the fungal spores attach to the insect´s
Bacillus thuringiensis Berliner, sprayed four cuticle, they germinate sending out structures
times at weekly intervals, varied widely from (hyphae) that penetrate and proliferate in the
around 35 to 70% (Nannini et al., 2011). insect´s body. It may take 3-5 days for insects
Biopesticides are very effective in agri- to die, but infected cadavers may serve as a
cultural pest control without causing serious source of spores for secondary spreading of
damage to ecological chain or aggravating the fungus. Insects can also spread the fungus
environmental pollution. Development of through mating (Long et al., 2000).
practical applications in the field of biopes- B. bassiana (strain GHA 1991) was tested
ticides greatly mitigates environmental po- alone or in combination with B. thurengien-
llution caused by chemical pesticide residues sis for control of T. absoluta in open tomato
and promotes sustainable development of fields in Ibiza, Spain (Torres Gregorio et al.,
agriculture (Leng et al., 2011). The develo- 2009). Both treatments reduced the number
pment of biopesticides stimulates moderni- and severity of fruit damage when compared
zation of agriculture and will, undoubtedly, to the control.
gradually replace chemical pesticides. Many This study aims to evaluate the toxicity
biopesticides are ideal substitutes for their of the two biopesticides Protecto (B. thuring-
traditional chemical counterparts in pollu- iensis var. kurstaki) and Biover (B. bassiana)
tion-free agricultural production, but some of (Balsamo) alone and mixture against the to-
them display certain toxicity; this should be mato leafminer, T. absoluta (Meyrick). Also,
taken into consideration by the researchers in the biological and eradication parameters of
the field (Leng et al., 2011). the tested pest as a result of treatments with
B. thuringiensis var. kurstaki (Btk) is LC50,s of the biopesticide used were studied.
a member of the genus Bacillus, a diverse
group of spore forming bacteria that consists MATERIALS AND METHODS
of more than 20 species. The species of B.
thuringiensis is common in terrestrial habi- Biopesticides
tats, including soil, dead insects granaries and 1. Protecto is a commercial formulation of
on plants (American Academy of Microbiolo- Bacillus thuringiensis var. kurstaki and it
gy, 2002). B. thuringiensis must be eaten by a is a product of Special Unit for Producing
susceptible insect in order to be effective. The Bioinsecticides, Plant Protection Research
microorganism produces both spores (resting Institute (PPRI), Agriculture Research
stage) and crystalline protein (an endotoxin). Center (ARC), Egypt, with 32000 inter-
When eaten by the insect, this endotoxin be- national toxicity units (spores and protein
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 323
crystals) per mg. The active ingredient is and kept at 27±2 ºC. Mortality was noted after
6.4% W.P. and the application rate is 300 72 hours of treatments.
g/Feddan. Mortality percentages were corrected
2. Biover a commercial formulation of Beau- with the Abbott formula (1925).
veria bassiana and it is a product of Special LC50 and LC90 values were obtained by a
Unit of Producing Bioinsecticides, PPRI, software computer probane according to Fin-
ARC, Egypt. The international unit was ney (1971). The efficiency of both insectici-
32,000 viable spores per mg. The active des could be measured using Sun´s equation
ingredient was 10% W.P. and the recom- (1950) as follows:
mended application rate was 200 g /100 liter Toxicity index = [LC50 (LC90) of the
water/Faddan. compound A / LC50 (LC90) of the compound
B]*100
The Pest Where: A: is the most effective com-
The tomato leaf miner, Tuta absoluta sam- pound. B: is the other tested compound.
ples from tomato growers at Wadi El-Natron,
Al-Alamein road, Cairo-Alexandria desert Biological parameters
road, Egypt in 2012. The pest was reared in The tomato leaf miner, T. absoluta trea-
the laboratory on tomato seedlings. The lar- ted as newly hatched larvae with LC50 of B.
vae were added with tomato seedlings in glass thuringiensis var. kurstaki, B. bassiana and
jars which were tightly closed with muslin. B. thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana
If needed more tomato seedlings were added used.
until pupation. When at least 5 pair of adults The following biological parameters were
had emerged, they were put in glass cages (17 investigated as follows:
cm height and 7-12 cm in diameter) prepared • Larval development, pupal duration and
with tomato seedlings as deposit of eggs and adult longevity (in days).
a piece of cotton saturated in a sugar solution
10% to feed the moths and tightly closed with • Pupation and moths emergency percentages.
muslin. The eggs on the tomato seedling were % Pupation = (Nº produced pupae / Total
collected and put in jars until hatching. tested larvae)* 100
% Moths emergency = (Nº emerged moth /
Insecticidal activity of B. thuringiensis var. Total tested larvae)* 100
kurstaki and B. bassiana against T. absoluta • Larval and adult moth mortality percenta-
Four concentrations (1, 2, 3 and 4 g) of ges: Were corrected according to Abbott´s
B. thuringiensis var. kurstaki or B. bassiana formula (1925).
were used. In case combination of B. thurin- Mortality % = (Nº of dead larvae / Total Nº
giensis var. kurstaki + B. bassiana mixed at of larvae)* 100
ratio of 1:1. Three replicates/each concentra-
Corrected mortality% = (P - P0 / 100 -
tion were used. Tomato seedlings were embe- P0)*100
dded in each concentration. It was transferred
P = Percent mortality of treated larvae or
on a clean white paper until water evaporated.
moths.
Tomato seedlings treated with biopesticides
compounds were put in clean glass jars with P0 = Percent mortality of untreated larvae
20 newly hatched or 3rd instar larvae field or moths.
strain of T. absoluta / replicate (60 larvae/ • Pre-oviposition, oviposition and post-ovipo-
concentration). Tomato seedlings embedded sition periods:
in water only were used as control. The jars 2-5 pairs of emerged moths were placed in
were closed tightly with muslin and rubber clean glass jars (17 cm height and 7-12 cm in
324 A. M. A. REDA, A. E. HATEM
diameter) to determine the periods from adult output data includes information for each in-
female emergence until death. terval of adult female age: total progeny per
• Egg laying and egg hatchability percentage: interval (egg laying rate) (M), number of fe-
males alive at age x (L), mean female age at
The total number of eggs per female was
each interval mid-point (X), female progeny
calculated from daily counts of deposited
per female produced during the day x (Mx),
eggs on the tomato seedlings. Each treat-
rate of survival (Lx), the product of [(Mx)
ment yielded data on the daily egg produc-
tion and on the differential survival of fe- (Lx)] as (MxLx), and the final values of RML
males. The egg hatchability percentage was (the product of (Mx)(Lx) is then divided by
counted as follows: the value e (the base of natural logarithm to
the power of (rm))
% egg hatchability = (Nº hatched eggs / Nº
deposited eggs)* 100 Finally, the program prints out the pre-
cise life table sheet parameters of that study
• Control of hatchability percentage: as the sum of RML, the generation time (T)
Was calculated according to Zidan and Ab- was calculated by [Σ ((X)(Lx)(Mx))/Ro], the
del-Megeed (1987) as follows: net reproductive rate (Ro) was calculated by
Hatchability percentage = (Nº egg hatchabi- [Σ((Lx)(Mx))], the doubling time (DT) was
lity in check - Nº egg hatchability in treat- resulted from dividing the normal logarithm
ment / Nº egg hatchability in check) * 100 on rm , the intrinsic rate of natural increase
•F ecundity percentage: (rm) that was calculated by [ln (Ro)/T] and
Was calculated according to Crystal and the finite rate of increase (erm) is the natural
Lachance (1963) as follows: antilogarithm of the intrinsic rate of increa-
se and gives the number of times which the
Fecundity percentage = (Nº eggs/ treated fe-
population multiplies in a unit time (doubling
male / Nº eggs/ untreated female)*100
time, DT). Also, the sex ratio was calculated.
• Sterility observed and corrected percentages:
Were calculated according to Zidan and Ab- Statistical analysis
del-Megeed (1987) as follows: All biological parameters of T. absoluta
% Sterility observed = 100 - Egg hatchabi- were analyzed using Costat 1990 statistical
lity percentage program software, and Duncan’s multiple ran-
% Corrected sterility = (% Sterility obser- ge test (Duncan, 1955) at 5% probability level
ved - Check / 100 - Check) * 100 to compare the differences among time means.
• Life cycle:
This period extended from egg deposited un- RESULTS AND DISCUSSION
til adult emergence (in days).
Efficacy of B. thuringiensis var. kurstaki
Eradication parameters and B. bassiana against T. absoluta
The data of eradication (life table) study Table (1) showed that the biopesticide
were analyzed by a computer program deve- compound, B. thuringiensis var. kurstaki was
loped by (Abou-Setta et al., 1986). The input the most potent compound against newly hat-
data for the program includes: insect name, ched larvae of T. absoluta (LC50: 0.479 g/l),
temperature used, number of observation, followed by B. bassiana (LC50: 1.047 g/l) and
time interval between observations, develo- B. thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana
pment time from egg to adult female, initial (LC50: 1.624 g/l). The same trend of the bio-
number of females, fraction of eggs laid rea- pesticide efficacy against the newly hatched
ching maturity, sex ratio as females per total, was found in 3rd instars larvae as illustra-
egg laying rate of T. absoluta. The program´s ted in table 1. B. thuringiensis var. kurstaki
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 325
Toxicity index
LC50 (gm/L) LC90 (gm/L)
Biopesticides
95% Confidence limits 95% Confidence limits
LC50 LC90
1.047 14.21
B. bassiana 45.75 22.1
0.649 ±2.615 4.314±18.69
1.310 6.432
B. bassiana 88.39 49.58
0.230 ±1.945 3.691±19.85
showed the highest toxicity (LC50: 1.580 g/l), were the most susceptible, while susceptibility
followed by B. bassiana (LC50: 1.310 g/l) and was lower in 2nd and 3rd instar larvae. On the
B. thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana contrary, Amer and El-Nemaky (2008) showed
(LC50: 2.331 g/l). that B. thuringiensis var. kurstaki + B. bassia-
The biopesticide compound, B. thuringien- na gave synergistic effect against the newly
sis var. kurstaki was the most efficient against hatched larvae of Pectinophora gossypiella
newly hatched and 3rd instar larvae (Toxicity (Saunders 1844) than B. thuringiensis var.
index=100) both at levels LC50 and LC90. B. kurstaki and B. bassiana when used singly.
bassiana on the other hand, had lower efficacy
than B. thuringiensis var. kurstaki (Toxicity in-
Biological parameters of T. absoluta when
dex=45.750 according to LC50) for newly hat-
treated with the biopesticides
ched and 88.390 according to LC50 for 3rd instar
larvae. Moreover B. thuringiensis var. kurstaki Larval development, pupal duration and
+ B. bassiana had antagonistic effect against adult longevity
the pest at two treatment stages. While, at LC90 The larval period duration of the tomato
levels, B. thuringiensis var. kurstaki + B. bas- leaf miner, T. absoluta increased compared
siana gave lower efficacy than treatments of B. to control when treated tomato leaf miner as
bassiana only as showed in table (1). The same newly hatching larvae by LC50,s of B. thurin-
result has been observed by González-Cabre- giensis var. kurstaki, followed by B. bassia-
ra et al., 2011 they found that 1st instar larvae na. While, B. thuringiensis var. kurstaki + B.
Table 2: Effect of tested biopesticides on some biological parameters of T. absoluta treated as newly hatched larvae
Female adult longevity (days) 326
Larval Pupal Adult % %
% Larval % Pre-
Biopesticides duration duration duration Adult Ovipo., Post-Ovipo., Adult
Mortality Pupation oviposition
(days) (days) (days) emergency period period mortality
period
LSD 0.05 1.708 31.500 5.944 27.240 1.000 28.770 0.000 1.000 2.000 2.500
df
8 8 8 8 8 8 0 8 8 8
bassiana decreased about one day than con- thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana had
trol, the values were 17, 15, 13 and 14 days the same adult mortality percentage than the
for B. thuringiensis var. kurstaki, B. bassiana, control (2%) as described in the aforementio-
B. thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana ned Table.
and control as in Table (2).
The same clear tendency in pupal duration Pre-oviposition, oviposition and
of T. absoluta that increased especially in B. post-oviposition periods
thuringiensis var. kurstaki treatment which had Table (2) shows that there are not differen-
the highest increase (19 days), followed by B. ces among the biopesticides used in the effect
bassiana (12 days). Opposite, B. thuringien- on pre-oviposition period of T. absoluta, noted
sis var. kurstaki + B. bassiana decreased to 8 every two days after treatment. Also the same
days compared to the control value that was 10 time in control value (2 days). The previous ta-
days, as illustrated in Table (2). All the treat- ble demonstrates that normal oviposition period
ments used gave the same duration (23 days) of T. absoluta was 12 day; this value decreased
for T. absoluta adult moth compared to control to about 10 days in the females obtained from
value (21 days) as shown in the same table. newly hatched larvae treated with B. thuringien-
sis var. kurstaki, B. bassiana and B. thuringien-
Pupation and adult emergence percentages sis var. kurstaki + B. bassiana. The biopesticide,
B. thuringiensis var. kurstaki when used alone
Table 2 shows that the pupation percen-
or mixed with B. bassiana gave the same result
tages of T. absoluta were affected when trea-
of post-oviposition period when the T. absoluta
ted with biopesticides. Pupation percentages
treated as newly hatched larvae with the LC50´s
were decreased to (27% and 42%) with B.
of the previous biopesticides. The values were
thuringiensis var. kurstaki and B. bassiana
11 days which increased in over 4 days the con-
(42%) respectively and to (44%) with the
trol (7 days) as described in table (2).
combination of B. thuringiensis var. kurs-
taki + B. bassiana compared with control Egg laying rate and hatchability
pupation (90%). The same trend was found percentage
in adult eclosion percentage parameter of T. The egg laying rate of T. absoluta normal
absoluta. All the compounds decreased the females in control was of 260 eggs/female
eclosion percentages to 20, 40 and 42% for as shown in table (3), this value decreased to
B. thuringiensis var. kurstaki, B. bassiana and 175 eggs/female in females treated as newly
B. thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana, hatched larvae with B. thuringiensis var.
respectively compared to normal adult emer- kurstaki, followed by B. bassiana (185 eggs/
gence percentage (88%). female) and B. thuringiensis var. kurstaki + B.
bassiana (189 eggs/female).
Larval and adult mortality percentages
On the other hand, eggs laid by the females
The results in the table 2 show that the lar- initiated from newly hatched larvae of T. abso-
val mortality percentage of T. absoluta treated luta treated with B. thuringiensis var. kurstaki
as newly hatched larvae with B. thuringiensis compound had the lowest hatchability percen-
var. kurstaki reached 83%, followed by B. tage (74%), followed by B. bassiana treatment
bassiana 68% and then 56% in B. thurin- that had 80% and then B. thuringiensis var.
giensis var. kurstaki + B. bassiana treatment, kurstaki + B. bassiana treatment (85%) com-
while the value was 10% in the control. pared to control (90%) as in the same table.
On the other hand, percentage of adult
mortality of T. absoluta increased to 7% in B. Control of hatchability percentage
thuringiensis var. kurstaki only. Meanwhile, Table (3) describes that eggs laid by the fe-
the other treatments of B. bassiana and B. males of T. absoluta treated as newly hatched
328 A. M. A. REDA, A. E. HATEM
Table 3: Effect of tested biopesticides on the egg, fecundity, sterility and life cycle of T. absoluta treated
as newly hatched larvae
17.78a 17.78a
B. thuringiensis 175c 74c 41.67c 26a 40a
(12.7- (15.7-
var. kurstaki (170-180) (70-78) (38.6-44.7) (23-29) (36-44)
22.8) 19.8)
11.11b
185b 80b 11.11b 47.22bc 20b 31b
B. bassiana (10.1-
(178-192) (75-85) (8.1-14.1) (42.2-52.2) (18-22) (28-34)
12.1)
B. thuringiensis
189b 85b 5.58c 49.44b 15c 5.56c 25c
var. kurstaki + B.
(182-196) (83-88) (3.5-7.8) (44.4-54.4) (11-19) (3.5-7.6) (22-28)
bassiana
260a 90a 100a 10d 28c
Control - -
(250-270) (84-96) (100-100) (8-12) (26-30)
df 8 8 8 8 8 8 8
larvae with the B. thuringiensis var. kurstaki Sterility observed and corrected
and B. bassiana mixture were 5.58% control of percentages
hatchability, this value increased to 11.11% and The sterility observed of T. absoluta con-
17.78% when the B. thuringiensis var. kurstaki trol was 10% as mentioned in table (3), this
and B. bassiana were used alone, respectively. value increased to 15% in adult females ini-
tiated from newly hatched larvae treated with
Fecundity percentage T. absoluta by B. thuringiensis var. kurstaki +
The biopesticides of B. thuringiensis var. B. bassiana compound, followed by B. bas-
kurstaki and B. bassiana mixture gave the hi- siana treatment (20%) and reached to 26% in
ghest fecundity percentage (49.44%) on adult B. thuringiensis var. kurstaki treatment. The
moths initiated from T. absoluta newly hat- corrected sterility percentage was lower with
ched larvae treated with it as shown in table B. thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana
(3), followed by B. bassiana (47.22%) and B. treatment (5.56%) than both B. bassiana
thuringiensis var. kurstaki (41.67%) as analy- (11.11%) and B. thuringiensis var. kurstaki
sis data show in table (3). (17.78%) as illustrated in table (3).
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 329
Life cycle this work agree too with the results of Amer
Results in table 2 showed that T. absoluta and El-Nemaky (2008) who reported that B.
treated with B. thuringiensis var. kurstaki + thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana is
B. bassiana, had a life cycle of 23 days which considered the best compound over B. thurin-
was 25 days in the control, but in the other two giensis var. kurstaki or B. bassiana alone in
treatments with B. thuringiensis var. kurstaki toxicity, biological and prediction parameters
and B. bassiana alone they were increased of P. gossypiella.
to 31 and 40 days, respectively. The results
obtained agreed with Amer (2007) who men- The eradication (Life table) parameters of
tioned that Dipel-2x increased pupal dura- T. absoluta treated by the biopesticides
tion, adult longevity, life cycle, percentages emale progeny/female (Mx) and rate of sur-
F
of larval & pupal mortality and sterility. On vival (Lx)
the other hand, it decreased egg laying and Figure 1, illustrates that female progeny/
egg hatching. Times additionally, the result of female (Mx) of normal T. absoluta ranged be-
14 0.8 16 0.9
Protecto 14
Biover 0.8
12 0.7
0.7
0.6 12
10
0.6
0.5 10
8 0.5
0.4 8
6 0.4
0.3 6
0.3
4
0.2 4
Female progeny / female (Mx)
0.2
2 0.1 2 0.1
18 0.9 25 1
tween 0.55 to 20.350, the last values decreased der B. thuringiensis var. kurstaki treatment as
in females initiated from newly hatched larvae in Table (4), followed by B. bassiana (33.83
treated with B. thuringiensis var. kurstaki, it days) which had greater values than the con-
ranged between 0.500 to 12.500 females pro- trol. Also, the mixture of B. thuringiensis var.
geny/female. Moreover, it ranged between kurstaki + B. bassiana caused reduction to
0.560 to 14.730 females progeny/female in 27.78 days) compared with B. thuringiensis
B. bassiana treatment. The same trend was var. kurstaki and B. bassiana when used alone
found in B. thuringiensis var. kurstaki + B. and compared with the control (29.85 days).
bassiana treatment, the Mx values, it ranged
between 0.380 to 15.280 females progeny/fe- Net reproductive rate (Ro)
male that initiated from T. absoluta newly hat- The tested biopesticides caused high re-
ched larvae treated with biopesticide mixture duction of net reproductive rate (Ro) when T.
(B. thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana). absoluta was treated as newly hatched larvae
The (Lx) parameter (rate of survival) ranged as shown in table (4). The B. bassiana treat-
between 0.180 to 0.900 times in T. absoluta ment result was 38.08 females/female in one
normal females. The females treated as newly generation, the last value decreased to 27.75
hatched larvae with B. thuringiensis var. kurs- females/female under B. thuringiensis var.
taki had a survival rate ranged between 0.150 kurstaki treatment. The biopesticide mixture
to 0.740 times, while in B. bassiana treatment (B. thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana)
ranged between 0.160 to 0.800 times. Also, the had the least destructive reduction effect from
females initiated from T. absoluta newly hat- net reproductive rate (43.12 females/fema-
ched larvae treated with B. thuringiensis var. le) compared with the untreated T. absoluta
kurstaki + B. bassiana had a survival rate ran- (89.09 females/female).
ged between 0.260 to 0.850 times which was
the greatest increase when compared with the Increase rate
biopesticides used alone. - Intrinsic rate of natural increase (rm)
Table (4) shows that intrinsic rate of natural
Generation time (T) increase (rm) which means the ability to inherit
The tomato leaf miner, T. absoluta treated increase for the T. absoluta normal female was
as newly hatched larvae spent 42.71 days un- 0.161 times/female/day. Also females of T. ab-
T Increase rate
Biopesticides (Ro) DT (days) Sex ratio
(days) rm erm
B. thuringiensis var.
42.710 27.750 0.078 1.081 8.890 0.500
kurstaki
B. thuringiensis var.
27.780 43.120 0.146 1.157 4.750 0.570
kurstaki + B. bassiana
(T)= The generation time. (Ro)= The net reproductive rate. (rm)= The intrinsic rate of natural increase (erm)= The finite
rate of increase. (DT)= The doubling time
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 331
soluta treated as newly hatched larvae with B. While, the treatment with B. thuringiensis var.
thuringiensis var. kurstaki and B. bassiana had kurstaki + B. bassiana gave values near from
a reduced intrinsic rate compared to the con- control time (4.75 days) for doubling.
trol, down to 0.078 and 0.108 times/female/
day, respectively. On the other hand, B. thurin- Sex ratio
giensis var. kurstaki + B. bassiana treatment Sex ratio was calculated as females/total. In
showed the least reduction from intrinsic rate, control of T. absoluta, the sex ratio was 0.55.
reaching 0.146 times/female/day. Also, the sex ratio values were 0.5, 0.56 and
- Finite rate of increase (erm) 0.57 for B. thuringiensis var. kurstaki, B. bas-
siana and then B. thuringiensis var. kurstaki +
The daily population of the normal T. abso-
B. bassiana, respectively.
luta increased to 1.175 times/female/day as re-
presented in table (4). Also, the females initiated The aforementioned results agree with Amer
from T. absoluta newly hatched larvae treated (2006) who reported that Dipel2x (B. thurin-
with B. thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana giensis var. kurstaki) decreased rate of survival
had a capacity (1.157 times/female/day) close to (Lx) and rm. On the other hand, it increased from
the control´s, followed by B. bassiana treatment generation time of the pink bollworm. Opposite,
(1.114 times/female/day) and then B. thuringien- Amer and El-Nemaky (2008) reported that B.
sis var. kurstaki treatment which had the lowest thuringiensis var. kurstaki + B. bassiana had
population capacity (1.081 times/female/day). potentiated effect against pink bollworm than
usage of each biopesticide alone.
Doubling time (DT) Generally, the biopesticide, B. thuringien-
The time for population become twice its sis var. kurstaki was the best compound used
number, (doubling time (DT)) depends on the in this study, followed by B. bassiana that had
intrinsic rate of natural increase (rm) which is lower effectivity than B. thuringiensis var.
affected by many factors as the rate of survi- kurstaki in toxicity, biological and eradication
val, generation time, female in progeny and parameters of T. absoluta. Meanwhile, the
fecundity. The tomato leaf miner, T. absoluta mixture biopesticide compounds of B. thurin-
in control doubled its population every 4.31 giensis var. kurstaki + B. bassiana had antago-
days as in table (4). These days increased to nistic effects and yielded the lowest destructive
6.42 and 8.89 days when T. absoluta was trea- effect on most of the biological and eradication
ted as newly hatched larvae with B. bassiana parameters of the tomato leaf miner than when
and B. thuringiensis var. kurstaki, respectively. the same two biopesticides were used alone.
RESUMEN
Reda, A. M. A., A. E. Hatem. 2012. Efecto de dos productos biológicos sobre dis-
tintos parámetros biológicos de Tuta absoluta (Meyrick) (Lepidoptera: Gelechiidae).Bol
San. Veg. Plagas, 38: 321-333
larvario, de pupa, post oviposición y ciclo completo en individuos tratados con B. thu-
ringiensis var. kurstaki y B. bassiana. Sin embargo, la combinación de los dos productos
causó el efecto contrario, con parámetros por debajo de los obtenidos en el control. El
biocida B. thuringiensis var. kurstaki fue el más activo contra larvas neonatas y de tercer
estadio seguido de B. bassiana y la combinación de los dos productos. En todos los
casos, los tratamientos aumentaron los porcentajes de mortalidad y esterilidad observa-
da. Además, la fecundidad/hembra y el porcentaje de supervivencia fueron menores en
los individuos tratados, sobre todo con B. thuringiensis var. kurstaki. Otros parámetros
como la tasa de reproducción, tasa de crecimiento natural y finita fueron menores para
los tratamientos que para el control.
Palabras clave: duración larval, duración pupal, tabla de vida, longevidad de los
adultos.
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Bol. San. Veg. Plagas, 38: 335-348, 2012
en el laboratorio. Este mismo procedimiento Patch, 1914 y Aphis gossypii Glover, 1877),
se utilizó para las momias recolectadas. Los para el período de muestreo a lo largo de todo
parasitoides e hiperparasitoides emergidos el ciclo y por estaciones (primavera y otoño).
inicialmente fueron clasificados hasta nivel La tasa de parasitismo fue también anali-
de familia mediante las claves de Gibson et zada de forma análoga mediante un análisis
al. (1997) y luego se individualizaron un to- de la varianza (ANOVA) para los dos tipos de
tal de 45 morfotipos que se clasificaron hasta tratamientos, previa transformación arco-se-
género o especie. La determinación del mate- no de la proporción de parasitismo. Ambos
rial se ha realizado consultando las obras de ANOVAS fueron realizados usando SPSS
Graham (1969) y Kamijo y Takada (1973) Statistics versión 19 (SPSS, 2010).
para los Pteromalidae, y las de Stary (1977) Por otra parte, para saber si la comunidad
y Fergusson (1980) para Dendrocerus (Me- de parasitoides difería entre árboles control
gaspilidae). y árboles sin hormigas se realizó el análisis
multivariante de la varianza no paramétrico,
Análisis de datos PERMANOVA (Anderson et al., 2008). Este
Se estimó la abundancia de pulgones análisis se repitió para comparar las comuni-
acumulada como el área bajo la curva de dades de parasitoides sobre las dos especies
abundancia de cada árbol respecto al tiempo, de pulgones dominantes. También se anali-
usando el programa SigmaPlot versión-10.0. zaron por separado los distintos periodos de
La tasa de parasitismo se calculó como el co- muestreo (primavera y otoño).
ciente entre el número de pulgones momifica-
dos y el total del número de pulgones. RESULTADOS
Se realizó un análisis de la varianza
(ANOVA) para medir las diferencias entre Comunidad de Pulgones
la abundancia de pulgones entre los árboles Se contaron alrededor de 11000 pulgones,
control y los árboles con exclusión de hormi- 5600 en los árboles control y 5500 en los ár-
gas, previa transformación (raíz cuadrada) de boles sin hormigas. Aphis spiraecola (82%
la abundancia acumulada de pulgones, usan- del total de individuos) y A. gossypii (14%)
do como factor fijo el tratamiento (control y fueron las dos especies más abundantes (Fig.
exclusión) y el bloque (la posición del árbol) 1 A, B). También se encontraron algunas co-
como factor aleatorio. Este análisis se repi- lonias de Toxoptera aurantii (Boyer de Fons-
tió para el conjunto de pulgones, para las dos colombe, 1841) y Macrosiphum euphorbiae
especies más abundantes (Aphis spiraecola (Thomas, 1878).
A B
Figura 1. A Colonias de Aphis spiraecola (adultos ápteros, alados y ninfas) y B A. gossypii (adultos y ninfas)
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 339
300
de septiembre hubo otro pequeño pico de
A abundancia en ambos tratamientos, desapare-
Total pulgones por muestra
250 CONTROL
EXCLUSIÓN ciendo totalmente a finales de octubre (Fig. 2
200 A). En ningún periodo ni para ninguna espe-
cie se detectaron diferencias significativas en
150
la abundancia de pulgones entre los árboles
100 control y los árboles sin hormigas (Figs. 2 B,
C; Tabla 1).
50
0
Comunidad de Parasitoides
350
Se recogieron un total de 1435 momias
B sin emerger (Control: 736 y Exclusión: 699)
Aphis spiraecola
300 durante todo el periodo de muestreo (abril -
noviembre), de las que emergieron 352 para-
Individuos por muestra
250
sitoides, 218 de árboles control y 134 de árbo-
200
les sin hormigas. No emergieron parasitoides
150 de muestras recogidas en los meses de julio y
agosto (Figs. 3 A, B).
100
50
0 600
50
Número de parasitoides totales
emergidos
CONTROL
C Aphis gossypii
500 capturados
40
A
Individuos por muestra
400
300
30
200
20
100
10
0
0
abr jun ago oct dic
600
500 EXCLUSIÓN
(control y exclusión de hormigas) a lo largo del periodo
de seguimiento 2011. A representa la media del total de 400
B
pulgones por tratamiento; B y C es la media de la pobla-
ción de Aphis spiraecola y A. gossypii respectivamente 300
en ambos tratamientos.
200
100
Variable F 1, 8 P 0
120
Árboles Exclusión
C
Total de parasitoides por especie
100
Especies de pulgones
Aphis spiraecola Aphis A. spiraecola/gossypii (ninfas) TOTAL
gossypii
Especies de Parasitoides
Lysiphlebus testaceipes 12 20 42 74
Especies de Hiperparasitoides
Asaphes suspensus 22 11 27 60
Phaenoglyphis villosa 12 10 33 55
Alloxysta sp. 9 6 30 45
Coruna clavata 12 7 20 39
Pachyneuron aphidis 9 4 7 20
Asaphes vulgaris 3 3 14 20
Dendrocerus carpenteri 0 4 0 4
Aphidencyrtus aphidivorus 0 0 1 1
0,8
Aphis spiraecola
L. testaceipes CONTROL
EXCLUSIÓN
A. suspensus
Tasa de Parasitismo (%)
0,6
P. villosa
CONTROL
Alloxysta sp. EXCLUSIÓN
0,4
C. clavata
P. aphidis
0,2
A. vulgaris
A
0,0
MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV
L. testaceipes
Aphis gossypii Figura 6. Tasa de Parasitismo a lo largo de todo el ciclo
A. suspensus
del pulgón en los árboles control y en los árboles con
P. villosa
exclusión de hormigas. Se muestra el error estándar
Alloxysta sp.
C. clavata
P. aphidis
de parasitismo fue muy baja (1,5 ± 0,03 %), y
A. vulgaris
sin diferencias significativas entre tratamien-
B
tos (F = 0.80; P = 0.42) durante la evolución
D. carpenteri
A B
Megaspilidae
X(5)
Dendrocerus carpenti X(5) * X (5) *≠
Encyrtidae
X(5) ≠
Aphidencyrtus aphidivorus X(5) ≠ X(5)
estar citada en la literatura). Los Figitidae control y de los árboles sin hormigas. Carece-
(Charipinae) también estuvieron presentes mos de explicación para estos resultados, ya
con las especies Alloxysta sp. y Phaeno- que esperábamos encontrar una reducción del
glyphis villosa (Fig. 7 D), esta última especie ataque de pulgones en los cítricos con exclu-
fue obtenida de forma importante a partir de sión de hormigas, debido a que estas protegen
momias de Aphis spiraecola en los árboles las colonias de pulgones de los depredadores
control (Fig. 5 A), esta cita constituye otra y parasitoides (Karhu, 1998; Kaneko, 2002
de las novedades en cítricos ecológicos; este y 2003a).
grupo es muy numeroso principalmente sobre Con respecto a la tasa de parasitismo, que
hospederos Aphidius en diversa vegetación debería aumentar con la exclusión de hormigas
(Müller et al., 1999). fue similar en los dos tratamientos estudiados,
La dominancia de los hiperparasitoides no obstante otros estudios demuestran que la
puede ser la causa del menor número de para- presencia de pocas momias en árboles exclui-
sitoides primarios en el campo de mandarinos, dos de hormigas parece ser causado por el con-
debido a la presión ejercida sobre ellos condu- sumo de pulgones parasitados por los depreda-
ciendo a un alto porcentaje de mortalidad o ma- dores; esto pasa comúnmente con la hormiga
yor dispersión sobre los parasitoides primarios. Pristomyrmex pungens en cítricos ecológicos
Por último nuestros resultados dan a cono- japoneses, que defiende a colonias del pulgón
cer otros hiperparasitoides de menor impor- Toxoptera citricidus parasitados por Lysiphle-
tancia, como son el Megaspilidae (Dendroce- bus japonicus y repele casi en su totalidad a los
rus carpenteri (Curtis, 1829)) y el Encyrtidae depredadores (Kaneko, 2003b).
(Aphidencyrtus aphidivorus (Mayr, 1876)), La comunidad de parasitoides y de hi-
los cuales presentaron muy pocos individuos perparasitoides tampoco difirió entre los dos
(Tabla 2). La dominancia de emergencia de tratamientos, sin embargo nuestros resultados
los hiperparasitoides en el mes de Junio es si- describen un mayor número de parasitoides
milar a la de otros estudios de parasitoides en en los árboles control que en los árboles
cítricos (Kavallieratos et al., 2002; Yoldas excluidos (Fig. 4 B, C) y más diversidad de
et al., 2011). hiperparasitoides que parasitoides prima-
La tasa de parasitismo fue muy baja en rios; debido a que emergen más adultos de
nuestro cultivo, aunque esto también ocurre en hiperparasitoides en presencia de hormigas,
otros cultivos convencionales (Tabla 4). Por a causa de que coincidencialmente éstas hor-
ejemplo, el parasitoide Praon volucre sobre migas protegen los hiperparasitoides inmadu-
el áfido Myzus persicae presentó un bajo por- ros junto con las momias de pulgones de los
centaje de parasitismo en un cultivo de cítricos depredadores; como por ejemplo, la hormiga
tradicional en Grecia (Kavallieratos et al., Lasius niger (Hymenoptera: Formicidae) so-
2004). Otro estudio del mismo autor refiere un bre colonias de Aphis gossypii en mandarinos
porcentaje de parasitismo relativamente bajo ecológicos japoneses, presenta un comporta-
en cítricos tradicionales debido a la coexisten- miento agresivo en presencia de grandes de-
cia de diversas especies de parasitoides con hi- predadores (Kaneko, 2002).
perparasitoides atacando las mismas colonias
de pulgón (Kavallieratos et al., 2002). Cultivo ecológico vs. Cultivo convencional
Nuestros resultados indican que existe
Efecto de la exclusión de hormigas una semejanza entre la dinámica pulgón-pa-
En contra de lo esperado, no observamos rasitoide en cultivos ecológicos y en cultivos
diferencias significativas entre la abundancia tradicionales, esta última según la literatura;
de pulgones, ni en la tasa de parasitismo, ni en puesto que nuestra zona de estudio no presen-
la comunidad de parasitoides de los árboles tó mayor diversidad de especies de pulgones
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 345
Tabla 4. Resumen de las tasas de parasitismo en pulgones descrita en diversos cultivos convencionales
(cítricos y otros)
Braconidae
Megaspilidae
Cereal Alemania Sitobion avenae Pteromalidae 10.4% Höller et al., 1993
Alloxystidae
Bavaria,
Habas (Vicia faba) Aphis fabae Lysiphlebus fabarum 5-18% Völkl y Stechmann, 1998
Alemania
Cítricos Grecia Aphis gossypii Trioxis angelicae 19% Kavallieratos et al., 2002
Hibiscus syriacus L.
Atenas, Grecia Aphis gossypii Aphidius colemani 43.2% Perdikis et al., 2004
(Malvaceae)
Aphidius colemani
Aphidius ervi
Tabaco Grecia Central Myzus persicae Aphidius matricariae 2.5% Kavallieratos et al., 2004
Praon Volucre
Cereal Catalunya Sitobion avenae Lysiphlebus testaceipes 0.4% Lumbierres et al., 2007
346 C. BAÑOL, J. PIÑOL, J. A. BARRIENTOS, N. PEREZ, J. PUJADE-VILLAR
ABSTRACT
The relationship between the aphid populations and their parasitoids was studied
in an organic citrus grove in La Selva del Camp (Tarragona), using the ant-exclusion
from the canopies of trees. Our results show that there is scant difference between
the aphid populations and their parasitoids in organic citrus and citrus conventional,
both in biodiversity of species and rates of parasitism, being Aphis spiraecola and A.
gossypii, the aphid species most important in our study, like the parasitoids Lysiphlebus
testaceipes and Asaphes suspensus. Similarly, the ant-exclusion showed no differences
regarding trees with ants, contrary to expectations, and therefore, we do not have an
explanation for it. However we find a dominance of hyperparasitoids regarding primary
parasitoids, which would explain the low rates of parasitism on aphids. In addition, we
highlighted the presence of two species of hyperparasitoids not cited for organic citrus
(Phaenoglyphis villosa and Coruna clavata).
Key words: Organic agriculture, biological control, rates of parasitism, ant- exclu-
sion.
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COMUNICACIÓN
Diferenciación entre Scaphoideus titanus Ball, vector de la
Flavescencia Dorada de la vid, y una especie próxima, Osbornellus
horvathi (Matsumura), recientemente encontrada en España
(Hemiptera, Cicadellidae)
A. Hermoso De Mendoza, P. Del Estal, M. D. Alcázar, R. Pérez-Otero, P. Mansilla
Figura. 3. Lámina genital de un macho de Scaphoideus Figura. 4. Láminas genitales de un macho de Osborne-
titanus (según Della Giustina, 1989) llus horvathi (según Vilbaste, 1976)
Figura. 5. Pene con el conectivo (a la izquierda), y pene Figura. 6. Pene en vista frontal (a la izquierda) y en vista
en detalle en vista frontal (en el centro) y en vista lateral lateral (a la derecha) de Osbornellus horvathi (según
(a la derecha) de Scaphoideus titanus (según Della Vilbaste, 1976)
Giustina, 1989)
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 351
lia, subfamilia y tribu: Osbornellus horvathi cabeza y tórax, más claro en S. titanus (de co-
(Matsumura), lo que constituyó la primera lor ocre claro) (fig. 1) que en O. horvathi (de
cita de esta especie no sólo en Andalucía sino color marrón oscuro) (fig. 2), pero este carác-
también en la Península Ibérica e incluso en ter puede dar lugar a dudas. La pigmentación
el continente europeo (Alcázar et al., 2012). de las alas anteriores y el número de venillas
La similitud exterior entre S. titanus y O. transversales en el borde externo de estas alas
horvathi es un inconveniente para los técnicos no permiten diferenciar, como se aprecia en
que buscan detectar la presencia del primero las fig. 1 y 2, a las dos especies, ya que se trata
en los viñedos por medio de trampas, ya que de características propias no sólo del género
al segundo no se le conoce capacidad vecto- Scaphoideus sino también de otros géneros
ra de la Flavescencia Dorada ni de ninguna afines como es Osbornellus.
otra enfermedad y, de hecho, ni siquiera se ha La distinción con total seguridad de estas
citado a la vid como hospedante suyo. En rea- especies se consigue observando las estructu-
lidad, O. horvathi tan solo se ha encontrado ras genitales de los machos. En primer lugar,
sobre Convolvuláceas y Artemisia en Arge- las láminas genitales de S. titanus son romas
lia (Matsumura, 1908) y en Sicilia (D’urso, (fig. 3), mientras que las de O. horvathi están
1995), lo que concuerda bien geográficamen- dotadas de unas largas prolongaciones (fig.
te con su descubrimiento en Málaga, ya que 4). Y, sobre todo, el pene de S. titanus (fig. 5)
una de las localidades argelinas donde se la ha y el de O. horvathi (fig. 6) son característicos
citado es Nemours (actualmente Ghazaouet), cada uno de su especie e inconfundiblemente
frente a las costas de Andalucía oriental. diferentes. Con estos caracteres la separación
Así pues, el objetivo de este trabajo es pre- entre ambas especies resulta muy clara, aun-
sentar a los técnicos los caracteres que permi- que requiere de la preparación de la genitalia
tan diferenciar las dos especies de la manera de los individuos problemáticos (calentándo-
más sencilla posible. La distinción externa la durante algunos minutos en potasa al 10 %
entre ambas se basa en el color de las bandas y a continuación en agua) y de su observación
transversales presentes en la parte dorsal de posterior al binocular.
ABSTRACT
REFERENCIAS
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consumo de alimentos con residuos), la con- Zhang et al., 2004; Castillo et al., 2005; Ba-
taminación de componentes de la biosfera, el rajas et al., 2005; Araujo et al, 2003).
surgimiento de nuevas plagas y el incremento El laurel comestible (Laurus nobilis L.)
de los costos de producción (Gonzáles Acos- es una especie nativa del Mediterráneo, de
ta et al, 2006; Palumbo et al, 2001; Burillo amplio uso por sus hojas como condimen-
y González., 2009). El control integrado de to, con una demanda mundial mayor a 3000
moscas blancas, que incluye varias prácticas toneladas por año (UNCTAD, 2006) y cuyo
y componentes, es una estrategia recomen- aceite esencial también posee mercado como
dada para garantizar el éxito del control (Po- insumo en industrias cosméticas y perfumís-
lack, 2005). ticas y posee probadas actividades biológicas
Nuevas opciones se han estudiado para el sobre patógenos y plagas (Padín et al., 2000;
control de plagas, como por ejemplo el uso de Shaaya et al., 1997.; Conforti et al., 2006;
productos naturales. Algunas plantas sintetizan Dadalioglu et al., 2004; Pino et al.., 1993).
metabolitos secundarios que juegan un papel En Argentina existe una importante produc-
importante en la interacción con insectos, tan- ción de hojas y aceite esencial, cuya calidad
to de atracción como repulsión, presentando ha sido estudiada (Di Leo Lira et al., 2009).
más de un mecanismo de acción. Pueden ser Según empresas productoras como Esencias
tóxicos para insectos, inhibir el crecimiento, Nuestras S.A., su precio de mercado es alto
la reproducción y la oviposición, actuar como comparado con aceites esenciales cuya ac-
antialimentarios y/o repelentes (Akhtar y Is- tividad biológica también ha sido evaluada,
man, 2004; Choi et al, 2004). Según revisio- como el de Cymbopogon citratus (lemon-
nes, se han encontrado cerca de 900 especies grass) (Ricci et al., 2002).
vegetales con alrededor de 250 compuestos El objetivo de este trabajo fue probar la
que poseen actividad biológica (Rozman et efectividad de los aceites esenciales de le-
al., 2007). Entre las ventajas que brinda el mongrass (Cymbopogon citratus Stapf.) y
uso de estos compuestos naturales, se puede laurel (Laurus nobilis L.), solos y en mezcla
destacar: la especificidad de su acción, su fácil a través de la evaluación de la repelencia y la
procesamiento y uso, la seguridad para el am- mortalidad de la mosca blanca en cultivo de
biente y otros organismos, su rápida degrada- lechuga (Lactuca sativa L.) bajo cubierta.
ción, que no generan resistencia en plagas, no
afectan el crecimiento de las plantas ni alteran
MATERIAL Y MÉTODOS
la calidad de los productos finales (Novo et al.,
1997; Vasquez-Luna et al, 2007). Las especies aromáticas utilizadas para el
Las plantas son fuente de compuestos control de mosca blanca fueron: lemongrass
químicos bioactivos que poseen un escaso cultivado en la Estación Experimental de la
efecto sobre organismos benéficos y el medio Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de
ambiente (Isman, 2000). Los aceites esencia- la Universidad Nacional de La Plata, Argen-
les extraídos de algunas especies aromáticas tina y laurel cultivado en la zona de La Plata.
han sido ensayados sobre insectos-plaga con Para este ensayo se utilizaron las hojas de lau-
probada acción repelente e insecticida (Rosa rel y de lemongrass, que fueron sometidas a
et al, 2010; Padín et al, 2007; Rozman et al, un proceso de secado a temperatura ambiente
2007; Kahan, 2008; Cubillo et al, 1999; Te- y a una posterior destilación por arrastre con
ranishi et al, 1993). vapor de agua en destilador de acero inoxida-
Con referencia a la mosca blanca, se re- ble con alambique de 30 litros de capacidad
portaron varios resultados de ensayos in vi- durante 3 horas. Los aceites esenciales ob-
tro y a campo con la utilización de aceites tenidos fueron deshidratados con sulfato de
356 J. A. RINGUELET, M. I. URRUTIA, R. M. YORDAZ, C. P. HENNING
Figura 2. Ensayo de repelencia: Número de moscas blancas observadas antes y después de la aplicación
de los aceites esenciales
tigo, el laurel y la mezcla (que no presentaron mismo modo, es decir sin diferencias signifi-
diferencias significativas entre sí). En el grá- cativas entre sí).
fico 2 se expresan los porcentajes de mortali-
dad (en promedio) obtenidos en los ensayos
DISCUSIÓN
de laboratorio utilizando los aceites esencia-
les elegidos y la mezcla de ambos (Fig. 3), Los aceites esenciales de lemongrass y
resultando este último tratamiento el que dio laurel administrados para el control de mosca
mejores resultados con valores promedio de blanca en este ensayo tuvieron un efecto consi-
alrededor del 55% de mortalidad. El testigo derable sobre B. tabaci. Tanto para los ensayos
presentó diferencias altamente significativas de repelencia como para los de mortalidad se
con el resto de los tratamientos, mientras que obtuvieron diferencias altamente significativas
el lemongrass presentó diferencias significati- en los tres tratamientos con respecto al testigo,
vas con laurel y la mezcla lemongrass - laurel con una mayor efectividad del laurel sobre el
(que se comportaron individualmente casi del lemongrass al utilizarse en forma individual.
Figura 3. Ensayo de mortalidad: Porcentaje promedio de moscas blancas muertas después de la aplicación
de los aceites esenciales
358 J. A. RINGUELET, M. I. URRUTIA, R. M. YORDAZ, C. P. HENNING
ABSTRACT
significant differences (p‹0.01) between control and laurel essential oil and the mixture
(lemongrass - laurel) treatments. For mortality assay, the three treatments showed highly
significant differences respect to mortality data in the control; likewise lemongrass treat-
ment presented significant differences comparing with laurel and the mixture of both
essential oils. The mixture of lemongrass and laurel in equal parts reached and average
of 55% mortality for the control of whiteflies.
These results may suggest that these two essential oils (especially in mixture of both)
may be used to control whiteflies on lettuce as an alternative in integrated pest mana-
gement.
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de árboles vigorosos, donde permanecen has- Teale (1999) encontraron sinergismo entre
ta la primavera siguiente, alimentándose de bajas dosis de a-pineno (30 mg/día) y dosis
los mismos desde dentro, para lo cual practi- de etanol situadas entre 0.1 y 10 veces la do-
can perforaciones longitudinales de longitud sis de monoterpenos, indicando además que
variable. Estos ramillos perforados terminan la variabilidad de las dosis de etanol estaban
muriendo y cayendo conspicuamente al suelo relacionadas con las variaciones de tempera-
en numerosas ocasiones. tura ambiental. Posteriormente y también en
Se han publicado un buen número de tra- estudios llevados a cabo en Norteamérica,
bajos científicos relacionados con la atracción Poland et al (2003) propone una dosis alta de
primaria de T. piniperda. De este modo se co- a-pineno (300 mg/día) como operativa para
noce que este escolítido es atraído por mono- la atracción de T. piniperda.
terpenos como a-pineno, terpinoleno y 3-care- En contraste, existen muchos menos
no (Byers et al. 1985, 1989; Schroeder 1988; trabajos publicados sobre la especie geme-
Byers 1989, 1992; Schroeder y Lindelöw la Tomicus destruens (Wollaston, 1856),
1989; Vité et al. 1996; Schlyter et al. 2000, aunque los resultados para esta especies pare-
Czokajlo y Teale 1999; Poland et al. 2003, cen mucho más coherentes. De este modo,
2004). También se han citado otros semioquí- Sabbatini-Peverieri et al. (2004) encontraron
micos con propiedades atrayentes como b-pi- una clara atracción hacia a-pineno. Poste-
neno y mirtenol (Sjödin et al 1989; Niemeyer riormente, Faccoli et al (2008), utilizando
et al 1996). No obstante, pese al número de tra- técnicas electroantenográficas, propuso un
bajos realizados, no existe una clara propuesta cebo basado en a-pineno, a-terpinoleno y
de sustancia o mezcla de sustancias atrayen- b-mirceno. También en 2008, Gallego et al.
tes, ni dosificaciones de las mismas, para una encontraron un fuerte sinergismo entre dosis
atracción y captura operativas de esta especie. altas de a-pineno (300 mg/día) y dosis aún
De este modo, Byers et al. (1985) propusieron mas altas de etanol (900 mg día).
una dosis 30 mg/día de a-pineno como mejor En el invierno de 2008 a 2009 se pro-
atrayente de T. piniperda, mejorable con dosis dujo un fuerte temporal de nieve y viento
bajas de (+)-3-careno y terpinoleno, mien- que abatió numerosos pinos en el monte nº
tras que Poland et al. (2003) y Poland et al. 15, conocido como “Sonsaz” y denomina-
(2004) concluyeron que unas dosis de 300 mg/ do “Robledal de la Sierra”. Se trata de una
día de a-pineno, sin adición de otros semio- repoblación de Pinus sylvestris en la Sierra
químicos, producían el mejor efecto atractivo norte de Guadalajara, T.M. de Cantalojas,
sobre el escolítido. Guadalajara. De acuerdo con los mapas de
También existe una controversia en la distribución potencial propuestos por Gallego
bibliografía en cuanto a la respuesta al etanol et al (2004) y Soriano y Gallego (2009),
y el sinergismo entre etanol y monoterpenos. existe una alta potencialidad de T. piniperda
Schroeder (1998) encontró una reducción de en la zona, habiendo sido confirmada me-
la atractividad de a-pineno, a una tasa alta de diante el test molecular basado en PCR-RFLP
250 mg/día, cuando se usaba junto a cualquier propuesto por Gallego y Galián (2001),
dosis de etanol. Posteriormente Schroeder así como por secuenciación de ADNmt
y Lindelöw (1989) propusieron un efecto (Sánchez-García, 2009). No obstante, la
sinérgico entre bajas dosis de a-pineno (en- mortandad sobre arbolado en pie fue muy
tre 2.4 y 24 mg/día) y etanol, desapareciendo reducida, paradójicamente ejecutada prin-
este efecto con dosis altas de monoterpeno (a cipalmente por Ips acuminatus (Gyllenhal
250 mg/día). Posteriormente, Byers (1992) 1827). La elevada densidad de pies existente
confirmó estos resultados con dosis bajas posiblemente hizo que los daños fueran aún
a-pineno y etanol. En esta línea, en estudi- más cuantiosos. En los dos años siguientes a
os realizados en Norteamérica, Czokajlo y este episodio se incrementaron enormemente
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 363
valle. Se mantuvieron los ocho tratamientos Ensayo 1 y 5199 en el Ensayo 2. Otras es-
por bloque (Tabla 2). En el Experimento 2, las pecies de insectos de la comunidad de sapro-
trampas se instalaron el día 11 de marzo y se xilófagos asociada capturados durante ambos
retiraron el 23 de mayo de 2012 sometiéndose experimentos (Tabla 3) fueron los escolítidos
a una revisión semanal. Hylurgus ligniperda (Fabricius 1787), Hylas-
Los resultados de capturas de ambos expe- tes linearis Erichson 1836 e Hylastes atte-
rimentos fueron sometidos a una transforma- nuatus Erichson 1836, el clérido Thanasimus
ción previa mediante log10(x+1) para asumir la formicarius (Linnaeus 1758), el curculíonido
normalidad y homocedasticidad de los datos, y Hylobius (Callirus) abietis (Linnaeus 1758) y
permitir el análisis usando ANOVA-GLM, en los cerambícidos Rhagium (Rhagium) inqui-
un diseño de bloques completos aleatorizados. sitor (Linnaeus 1758) y Acanthocinus aedilis
(Linnaeus 1758). De cualquier modo las ma-
Si se encontraron diferencias estadísticamente
yores capturas se corresponden con la especie
significativas entre los tratamientos, se utilizó
diana T. piniperda, aunque las capturas de
el test de comparaciones múltiples de Tukey
especies depredadoras como T. formicarius
para asignar esas diferencias entre pares de
pueden considerarse demasiado altas.
tratamientos. Los resultados de ambos ensa-
En el experimento 1, el tratamiento que
yos se contrastaron mediante un metaanálisis,
más capturas registró fue a-pineno 300 mg/
estudiando el incremento de la g de Edges
día + etanol 2000 mg/día, si bien las diferen-
(Nakagawa y Cuthill, 2007). Para el análisis
cias con respecto al resto de tratamientos de
se utilizó la función desarrollada para R (R
etanol y a-pineno no son estadísticamente
Development Core Team, 2012) en el marco significativas. No obstante sí se detectan dife-
del Taller de Feromonas de Insectos Foresta- rencias significativas en las capturas medias
les (pendiente de publicación WEB). Para este obtenidas en el tratamiento de a-pineno sin
metaanálisis se eliminaron los bloques 6 y 7 etanol, así como en el tratamiento control
del experimento 1, en los que apenas se habían (Figura 2). Puede observarse una tendencia al
registrado capturas en 2011. incremento de las capturas con dosis crecien-
tes de etanol (siempre junto a a-pineno). El
RESULTADOs tratamiento control (a0/e0) registró capturas,
aunque en valores mínimos.
Se han capturado un total de 8763 ejem- En este experimento, además de dife-
plares de T. piniperda, a razón de 3564 en el rencias significativas entre tratamientos, se
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 365
Figura 2. Número medio e intervalo de confianza Figura 3. Número medio e intervalo de confianza
(a=0,05) de adultos de T. piniperda capturados, para (a=0,05) de adultos de T. piniperda capturados, para
cada tratamiento utilizado en el experimento 1. cada tratamiento utilizado en el experimento 2.
a= a-pineno, e= etanol, el número que sigue a la letra a= a-pineno, e= etanol, el número que sigue a la letra
indica la tasa de evaporación, en mg/día. G.l.= 7, valor indica la tasa de evaporación, en mg/día, G.l.= 7, valor
F= 4,0356, P= 0,0018 F= 12,5377, P= 3,65x10-7
366 E. GONZÁLEZ-ROSA, S.C. SABAH-MAZZETA, D. GALLEGO
Figura 4. Gráfico de “Bosque” en que se representa el valor de la media estandarizada, g de Hedges (recuadro sombreado)
y el intervalo de confianza al 5% (línea horizontal) de T. piniperda capturados, para cada tratamiento utilizado en ambos
experimentos, comparado con el valor de g para el tratamiento estandar a-pineno 300 mg/día + etanol 2000 mg/día de
2011 (línea vertical horizontal). a= a-pineno, e= etanol, el número que sigue a la letra indica la tasa de evaporación, en
mg/día, tras el guión bajo se indica el año en que se realizó el experimento
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 367
ABSTRACT
REFERENCIAS
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PATO L O G Í A
Figura 1. aislamiento de Olpidium spp. mediante plantas trampas: (a) Macetas conteniendo una mezcla de suelo de
campo y arena, en proporción 1:10, respectivamente, (B) Macetas conteniendo solamente arena (control negativo). en
ambos casos, se utilizó una planta por cada maceta, y tres repeticiones por muestra y control negativo
Figura 2. cultivo de melón hidropónico: (a) Macetas conteniendo solución re-circulante y lixiviado de suelo de un
cultivo de melón al aire libre, (B) Maceta conteniendo solamente solución re-circulante (control negativo)
del sobrenadante (modificado de ToMLinSon 2.5 l, la cual fue regada con 2000 ml de agua
y ThoMaS, 1986), mientras que la suspensión Milli-Q, a razón de 500 ml cada ocho días.
resultante conteniendo las zoosporas fue al- a los ocho días después del último riego, se
macenada a - 20 °c para su posterior análisis. colectaron 750 ml del lixiviado, se filtraron
el número de zoosporas de la suspensión fue con papel Whatman no. 4, y se incorporaron
estimado mediante el método de CaMPBELL 250 ml a la solución re-circulante de un cul-
(1988), y el mismo estuvo en el rango de 1 tivo de melón hidropónico (Fig. 2). el resto
x 105 a 1 x 106 zoosporas/ml. en el segundo del lixiviado (500 ml) fue almacenado a 4-8
procedimiento, aproximadamente 0.05 g de ºc e incorporado gradualmente a la solución
las raíces fueron colocadas en bolsas plásticas re-circulante, a razón de 100 ml cada 4 días.
pequeñas y maceradas con ayuda de un pisti- como control negativo, se utilizó un cultivo
lo. en el caso de los otros hongos, el micelio de melón hidropónico al cual no se le añadió
fue raspado de la superficie del agar, transferi- lixiviado. diez días después de la última apli-
do directamente a tubos de microcentrífuga y cación del lixiviado, se colectaron muestras
macerado con ayuda de un micropistilo. pos- de 1.5 ml de la solución re-circulante, las
teriormente, el adn total fue extraído a partir cuales fueron centrifugadas a 10000 rpm du-
de estas preparaciones usando el e.Z.n.a® rante 15 minutos, descartando seguidamente
plant dna Miniprep Kit (oMeGa Biotech, nueve partes del sobrenadante. posteriormen-
doraville, uSa), siguiendo las instrucciones te, se procedió a extraer el adn total de la
del fabricante, con algunas modificaciones. suspensión resultante (conteniendo un rango
los extractos fueron almacenados a - 20 °c de 1 x 105 a 1 x 106 zoosporas/ml), así como
para su posterior análisis. de las raíces de las plantas de melón del cul-
tivo hidropónico, bajo las mismas condicio-
Detección de Olpidium spp. en agua nes descritas previamente. adicionalmente,
para determinar la efectividad de la multi- las raíces de las plantas fueron observadas al
plex pcr en la detección de Olpidium spp. en microscopio para determinar la presencia de
muestras de agua, un suelo con una historia esporas de resistencia de Olpidium spp.
previa de Olpidium spp., procedente de un
cultivo de melón al aire libre, fue mezclado Diseño de cebadores
con sustrato estéril, en proporción 1:10, res- Se diseñaron cebadores específicos para
pectivamente, en una maceta de capacidad de las tres especies de Olpidium analizadas en
376 J. A. HERRERA VÁSQUEZ, M. C. CEBRIÁN, A. A. FERNÁNDEZ, M. C. CÓRDOBA SELLÉS, C. JORDÁ
este estudio. Para ello, las secuencias co- badores (a una concentración final de 0.2 mM
rrespondientes a la región rDNA-ITS de cada cebador), 5 unidades de NETZYME®
O. bornovanus (Nos. de accesión de Gen- ADN polimerasa (NEED SL, Valencia, Espa-
Bank AB205214-AB205215), O. brassicae ña), aproximadamente 0.01-0.05 mg µl-1 de ex-
(Nos. de accesión de GenBank AB205209 a tractos de ADN total, y agua PCR esterilizada
AB205213), y O. virulentus (Nos. de acce- hasta alcanzar un volumen de 50 µl. El ADN
sión de GenBank AB205203 a AB205208), de Olpidium spp. fue amplificado con ayuda
publicadas previamente por Sasaya y Ko- de un termociclador Mastercycler personal
ganezawa (2006) y en la base de datos del 5332 (Eppendorf, Alemania), el cual fue pro-
Centro Nacional para la Información Biotec- gramado para llevar a cabo un ciclo inicial de
nológica (NCBI), fueron alineadas con ayu- desnaturalización a 94 °C durante 5 minutos,
da del programa CLUSTAL X versión 1.83 seguido por 35 ciclos de desnaturalización a 94
(Jeanmougin et al., 1998). Dichas secuencias °C durante 45 segundos, hibridación a 55 ºC
fueron analizadas con ayuda del software durante 1 minuto, y extensión a 72 °C duran-
OLIGO versión 4.0 (National Bioscience te 1 minuto. Adicionalmente, se llevó a cabo
Inc., Plymouth, MA), obteniendo tres parejas un ciclo de extensión final a 72 °C durante 10
de cebadores: un cebador reverso común para minutos, este último con la finalidad de sinte-
las tres especies de Olpidium y tres cebadores tizar todos los fragmentos que posiblemente
directos específicos para cada una de estas quedaron incompletos, seguido de un paso de
especies (Cuadro 1). enfriamiento a 10 °C hasta que las muestras
fueron recuperadas. Como controles negati-
Amplificación mediante multiplex PCR vos, se utilizaron extractos de ADN de raíces
Para confirmar la identificación morfoló- de distintas especies de plantas hospederas, las
gica de Olpidium spp., los extractos de raíces cuales se encontraban libres de Olpidium spp.,
y agua fueron analizados mediante multiplex así como micelio de diferentes hongos de suelo
PCR. Las concentraciones finales de cada re- y agua PCR, los cuales fueron analizados bajo
activo en la reacción fueron las siguientes: 1x las mismas condiciones descritas anteriormen-
tampón PCR (conteniendo 2 mM MgCl+2), 0.4 te. Los productos amplificados mediante mul-
mM dNTP mix, 1x PVP-40, 1x mezcla de ce- tiplex PCR (5 µl), fueron sometidos a electro-
OLPborFa CCGAGGAAATGAGAGAGATGACA
O. bornovanus 160-1137 977 AB205215
OLPR b
TCCTCCGCTTATTGATATGCTTA
OLPvirFa AACCCAAGACCTGCCCCCAAAAG
O. virulentus 53-632 579 AB205208
OLPR TCCTCCGCTTATTGATATGCTTA
OLPbraFa AGCTATAGCTCACCCTCTTT
O. brassicae 396-600 204 AB205213
OLPR TCCTCCGCTTATTGATATGCTTA
Cebadores directos específicos de cada una de las especies de Olpidium
a
foresis en un gel de agarosa al 1.2% en tampón logy, BBA, Alemania). Las secuencias de O.
TAE 1x (40 mM Tris-acetato, 1 mM de EDTA bornovanus, O. brassicae, y O. virulentus ob-
pH 8.0) a 100 voltios durante aproximadamen- tenidas en este trabajo fueron depositadas en la
te 1 hora, y los mismos fueron teñidos poste- base de datos de la NCBI bajo los números de
riormente con bromuro de etidio (0.2 µg ml-1). accesión EU934039/EU937731, EU981906/
El tamaño de los fragmentos amplificados fue EU981907, EU981901/EU981902, respecti-
determinado mediante comparación con un vamente.
marcador de peso molecular de 100 pb Gene
Ruler® DNA Ladder Plus (MBI Fermentas,
Vilna, Lituania). RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Figura 3. esporas de resistencia: (a) Olpidium bornovanus, (B) Olpidium brassicae sl. observación 40x
Figura 5. adn de Olpidium spp. amplificados mediante multiplex PCR a partir de raíces de plantas trampa.
líneas 1-2, O. bornovanus; 3-4, O. virulentus; 5-6, O. brassicae; 7-8, infección mixta O. bornovanus/O.
virulentus; c-, control negativo (agua estéril); M, Marcador de peso molecular de 100 pb Gene ruler®
dna ladder plus (MBi Fermentas, Vilna, lituania)
dicular de las plantas para aumentar la proba- Olpidium spp., este es el primer reporte de la
bilidad de recogida de este tipo de hongos en detección de este hongo mediante dicho mé-
dichas raíces. todo de diagnóstico.
en este trabajo se desarrollaron dos pro- el adn de Olpidium spp. fue amplificado
cedimientos de extracción de adn a partir de con éxito en ambos procedimientos de extrac-
raíces y zoosporas, y ambos fueron usados en ción, como indicamos previamente. Sin em-
la detección de Olpidium spp. mediante mul- bargo, las bandas obtenidas a partir de las sus-
tiplex pcr en todas las muestras analizadas. pensiones de zoosporas presentaron una débil
en general, se detectaron tres especies de intensidad en comparación con las obtenidas
Olpidium en 101 plantas (76.5%), indepen- a partir de raíces, ya que en este tejido además
dientemente del procedimiento de extracción de zoosporas podrían estar presentes zoospo-
usado, O. bornovanus, O. virulentus, y O. rangios y esporas de resistencia. por lo tanto,
brassicae, los cuales fueron detectados indi- utilizando este último procedimiento, la con-
vidualmente en 70 (53.0%), 25 (18.9%) y 6 centración de adn de Olpidium spp. resulta
(4.5%) plantas, respectivamente (cuadro 2). ser mayor que el de las zoosporas. además, el
adicionalmente, se detectó un infección mix- método de extracción a partir de raíces es más
ta, O. bornovanus/O. virulentus, en 9 plantas sencillo y usualmente se obtienen bandas de
(6.8%) (Fig. 5, cuadro 2). por otro lado, las mayor intensidad tras la multiplex pcr.
muestras identificadas como Olpidium spp. en relación al huésped, O. bornovanus fue
mediante microscopía, fueron identificadas detectado exclusivamente en cucurbitáceas
hasta el nivel de especie mediante multiplex procedentes de todas las regiones geográficas
pcr (cuadro 2). aunque la técnica multiplex estudiadas. por el contrario, O. virulentus fue
pcr ha sido utilizada previamente para la detectado en algunas cucurbitáceas (melón y
detección de diferentes especies de hongos, sandía), así como en lechuga y tomate prove-
entre ellos, Monilinia y Monilia en manzana nientes de la mayoría de los países incluidos
(CôTé et al., 2004), Eutypa lata y Eutypella en este estudio. Sin embargo, O. brassicae
vitis en vid (CaTaL et al., 2007), y Polymyxa presentó una distribución más restringida en
graminis f. sp. temperata y P. graminis f. sp. comparación a O. bornovanus y O. virulentus,
tepida en cebada y trigo (vaïanoPouLoS et al., y solamente se detectó en brócoli y col proce-
2007), hay que hacer notar, que en el caso de dentes de portugal y españa. en el caso de la
Bol. San. VeG. plaGaS, 38, 2012 381
escarola, la cual procedía de españa, todas las hidropónico, las cuales también fueron ana-
muestras analizadas resultaron negativas a la lizadas mediante multiplex pcr (Fig. 6). no
infección por Olpidium spp. (cuadro 2). se observaron bandas en el control negativo.
por todo lo anterior, el método multiplex adicionalmente, dichas raíces fueron exami-
pcr desarrollado en este trabajo permite la nadas mediante microscopía y en las mismas
detección simultánea y diferenciación de Ol- solamente se observó esporas de resistencia
pidium spp., así como la determinación de in- de O. bornovanus. en este sentido, góMEz
fecciones naturales mixtas de O. bornovanus y vELaSCo (1991) identificaron a O. borno-
y O. virulentus, que son infecciones no des- vanus, mediante la observación microscópica
critas previamente para este tipo de hongos. de raíces procedentes de plantas de melón de
adicionalmente, mediante dicho método fue almería (españa), las cuales habían sido re-
posible la identificación de Olpidium hasta el gadas previamente con agua proveniente de
nivel de especie, incluso cuando las esporas embalses destinados al riego de cultivos de
de resistencia no fueron observadas. cucurbitáceas. Sin embargo, en este trabajo se
reporta por primera vez la detección de este
Detección de Olpidium spp. en muestras hongo directamente en muestras de agua.
de agua
para determinar la efectividad de la mu- Especificidad de la multiplex PCR
tiplex pcr en agua, se analizaron muestras La especificidad de la multiplex PCR fue
procedentes de un cultivo de melón hidropó- determinada mediante la amplificación de un
nico, al cual se le había añadido previamente, solo fragmento, en el caso de las raíces infec-
para su infección, lixiviado de suelo de un tadas con una única especie de Olpidium, en
cultivo de melón al aire libre con una historia comparación con la amplificación de varios
previa de Olpidium spp. en dichas muestras fragmentos, en el caso de infecciones mixtas
de agua solamente se detectó O. bornovanus, naturales y artificiales, utilizando en la mez-
así como también se detectó este hongo en cla de reacción de la multiplex pcr todos
las raíces de las plantas de melón del cultivo los cebadores de Olpidium spp. descritos
Figura 6. adn de O. bornovanus amplificados mediante multiplex PCR a partir de muestras de raíces (R) y agua (A) de
un cultivo de melón hidropónico; c-, control negativo (agua estéril); M, Marcador de peso molecular de 100 pb Gene
ruler® dna ladder plus (MBi Fermentas, Vilna, lituania)
382 J. a. Herrera VÁSQueZ, M. c. ceBriÁn, a. a. FernÁndeZ, M. c. córdoBa SellÉS, c. JordÁ
Figura 7. Especificidad de la multiplex PCR. ADN de Olpidium spp. amplificados a partir de infecciones artificiales
mixtas procedentes de extractos de raíces infectados individualmente con cada especie de Olpidium. línea 1, infección
triple O. bornovanus/O. virulentus/O. brassicae; 2, infección doble O. bornovanus/O. virulentus; 3, infección doble O.
bornovanus/O. brassicae; 4, infección doble O. virulentus/O. brassicae; c-, control negativo (agua estéril); M, Marcador
de peso molecular de 100 pb Gene ruler® dna ladder plus (MBi Fermentas, Vilna, lituania)
multiplex PCR, bajo las mismas condiciones blemente no es muy precisa. En este sentido,
descritas anteriormente. En total, se evalua- Campbell (1988) indica que la cantidad exacta
ron doce diluciones seriadas de esta mezcla, de zoosporas de Olpidium resulta muy difícil
observándose O. bornovanus y O. brassicae de determinar y, por lo tanto, la mayoría de los
hasta la dilución 5-9 (aproximadamente 7.0 x autores utilizan un rango para estimar el nú-
10-8 µg µl -1 de ADN total). Sin embargo, en mero de zoosporas en una suspensión (Tomlin-
el caso de O. virulentus, éste fue observado son y Faithfull, 1979; Tomlinson y Thomas,
hasta la dilución 5-6 (aproximadamente 8.8 x 1986; Koganezawa et al., 2005).
10-6 µg µl -1 de ADN total) (Fig. 8A). Adicio-
nalmente, se estimó la concentración de ADN Análisis de secuencias de Olpidium spp.
a partir de las suspensiones de zoosporas, Las secuencias de Olpidium spp. obteni-
para determinar la cantidad mínima de ADN das en este estudio fueron comparadas con
necesaria para producir una banda visible tras secuencias publicadas en la base de datos del
la multiplex PCR. En este sentido, se cuan- NCBI. En todos los casos, las secuencias de
tificó aproximadamente 0.137 µg µl-1 de las ADN obtenidas fueron las esperadas. En este
suspensiones de zoosporas, bajo las mismas sentido, la homología a nivel de secuencia de
condiciones descritas anteriormente. En este nucleótidos entre aislados de O. bornovanus,
sentido, O. bornovanus fue observado hasta la O. brassicae y O. virulentus fue de 97.3%,
dilución 5-2 (aproximadamente 5.5 x 10-3 µg 99.4% y 99.8% en la zona del genoma estu-
µl -1 de ADN de zoosporas). No obstante, O. diada (rDNA-ITS), respectivamente, mien-
virulentus y O. brassicae fueron observados tras que la homología entre O. virulentus y O.
hasta la dilución 5-1 (aproximadamente 2.7 x brassicae estuvo en el rango de 81.7-82.3%.
10-2 µg µl -1 de ADN de zoosporas) (Fig. 8B). No obstante, la homología de secuencias en-
La sensibilidad de la multiplex PCR resul- tre estas dos especies y O. bornovanus estuvo
tó difícil de determinar debido a que Olpidium en el rango de 50.0%-50.6% y 39.1%-42.3%,
spp. es un parásito obligado de las raíces de respectivamente. Por otro lado, Olpidium spp.
las plantas y, por lo tanto, probablemente no es identificado mediante microscopía en mues-
posible determinar la concentración de ADN tras de melón y col (Cuadro 2), fue detectado
exacta para este tipo de hongos (JIANG y HI- hasta el nivel de especie mediante multiplex
RUKI, 1996). En este sentido, el límite de de- PCR, como O. bornovanus y O. brassicae,
tección de Olpidium spp. fue mayor al analizar respectivamente. Ambas muestras presenta-
las raíces infectadas con el hongo, al contrario ron una similitud de secuencia de 100% con
que el análisis realizado directamente a las O. bornovanus (No. de accesión de GenBank
suspensiones de zoosporas, debido a que en las EU934039) y O. brassicae (No. de accesión
raíces además están presentes zoosporangios y de GenBank EU981906) (secuencias obteni-
esporas de resistencia, como indicamos ante- das en este trabajo), respectivamente. Por lo
riormente. En ambos casos, el límite de detec- tanto, dichas secuencias no fueron deposita-
ción fue diferente para las tres especies de Ol- das en la base de datos del NCBI.
pidium spp. analizadas, debido probablemente
a que la concentración de ADN es variable en Los métodos permiten tres propuestas
este tipo de hongos, por las razones descritas relevantes: El método multiplex PCR desa-
previamente. Por otro lado, JIANG y HIRUKI rrollado en este trabajo resultó ser específico
(1996) indican que el ADN obtenido a partir de y sensible a las especies de Olpidium anali-
las suspensiones de zoosporas podría resultar zadas en este estudio, y representa un avance
contaminado con restos de tejido de las raíces significativo en el diagnóstico rutinario de
del huésped (fragmentos de células epidérmi- Olpidium spp. en muestras de raíces y agua,
cas). Por lo tanto, la concentración de ADN a debido a que antiguamente solamente se reali-
partir de las suspensiones de zoosporas proba- zaba la identificación de este hongo mediante
384 J. a. Herrera VÁSQueZ, M. c. ceBriÁn, a. a. FernÁndeZ, M. c. córdoBa SellÉS, c. JordÁ
Figura 8. Sensibilidad de la multiplex pcr. adn de Olpidium spp. amplificados a partir de infecciones artificiales mixtas
procedentes de: (a) extractos de raíces y (B) extractos de zoosporas infectados individualmente con cada especie de
Olpidium. línea 50, aproximadamente 0.137 µg µl-1 de: (a) adn total (raíz + hongo) y (B) adn de zoosporas; en ambas
figuras, 5-1 a 5-12 se refieren a diluciones seriadas a partir de 50; c-, control negativo (agua estéril); las bandas de 977,
579, y 204 pb corresponden a
O. bornovanus, O. virulentus, y O. brassicae, respectivamente; M, Marcador de peso molecular de 100 pb Gene ruler®
dna ladder plus (MBi Fermentas, Vilna, lituania).
morfología, pero este último método, además pedes, así como la transmisibilidad de virus
de resultar tedioso, ofrecía la posibilidad de por este tipo de hongos.
realizar un diagnóstico incorrecto.
el método múltiplex pcr, combinado con
un rápido y fácil procedimiento de extracción AGRADECIMIENTOS
de adn, podría permitir el análisis rutinario
el presente trabajo fue posible gracias a la
y fiable de un mayor número de muestras para
concesión de una beca predoctoral de la agen-
determinar la presencia de Olpidium spp., que
muchas veces no es posible mediante los mé- cia española de cooperación internacional
todos convencionales. para el desarrollo (aecid, españa, periodo
el método multiplex pcr permite iden- 2004-2007) y del instituto para la Formación
tificar infecciones simples y múltiples de y aprovechamiento de recursos Humanos y
Olpidium spp. en cultivos al aire libre y en la Secretaría nacional de ciencia, tecnología
cultivos hidropónicos, por lo tanto, este mé- e innovación (iFarHu-Senacyt, panamá,
todo de diagnóstico podría ser utilizado para período 2007-2010) otorgada a José angel
determinar el rango y especificidad de hués- Herrera Vásquez. agradecemos también a
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 385
ABSTRACT
A multiplex PCR method has been developed to detect, differentiate, and confirm
the morphological identification of three root infecting Olpidium spp.: O. bornovanus,
O. brassicae, and O. virulentus. Of the 132 root samples examined, 101 samples (76.5%)
were infected by Olpidium spp.. Based on the morphology of resting spores, the presence
of O. bornovanus was confirmed in 27 samples (20.5%), whereas species identity could
not be determined for the remaining samples because they failed to reproduce sexually.
With multiplex PCR, it was possible to determine the Olpidium identity of all the infec-
ted samples, even when resting spores were not formed. This method was also effective
for detecting Olpidium spp. in water samples. In addition, the specificity and sensitivity
of multiplex PCR were evaluated. The multiplex PCR method was validated with sam-
ples of 9 different crops from 11 countries of America, Europe, and Africa.
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Transmisión por semilla del virus de las manchas necróticas del melón
(MNSV) y eficacia de tratamientos de desinfección de semilla
J. A. Herrera Vásquez, M. C. Córdoba Sellés, M. C. Cebrián, A. A. Fernández, C. Jordá
Los índices de transmisión por semilla del virus de las manchas necróticas del
melón (MNSV), fueron evaluados en plántulas procedentes de semillas comerciales de
melón (Cucumis melo L.) cv. Galia F1. Las plántulas en estado de cotiledón y las plantas
en estado adulto fueron analizadas para el MNSV por DAS-ELISA y RT-PCR. Ninguno
de los grupos de plántulas analizados resultó positivo para el MNSV por ELISA. Sin em-
bargo, la proporción de plántulas infectadas con el MNSV por RT-PCR fue de al menos
7 y 8% en los lotes de semillas 05 y 06, respectivamente. En este sentido, 14 y 8 grupos
de plántulas (10 plántulas por cada grupo), de un total de 200 y 100 plántulas, respecti-
vamente, procedentes de semillas infectadas resultaron positivas para el MNSV en los
lotes de semillas 05 y 06, respectivamente, correspondiente a índices de transmisión de
semilla a plántula de 11.3 y 14.8%, respectivamente. Por otro lado, varios tratamientos
de desinfección de semilla fueron evaluados por su capacidad para prevenir la transmi-
sión por semilla del MNSV. En este sentido, los resultados obtenidos sugieren que el
tratamiento de 144 h a 70 0C podría ser utilizado para erradicar el MNSV en semillas de
melón sin afectar su germinación.
tico de detección del virus y no teniendo en las áreas de producción, así como su extensión
cuenta el papel que podía jugar O. bornovanus si las condiciones ambientales son propicias y
en la transmisión de la misma. En contraste, siempre en presencia del vector. Ante esta situa-
Campbell et al. (1996), reportaron índices de ción, diferentes tratamientos físicos y químicos
transmisión superiores al 50% cuando estuvo han sido reportados para erradicar o reducir sig-
presente O. bornovanus, utilizando la técni- nificativamente la incidencia de virus sin afec-
ca serológica ELISA para la detección del tar la germinación de las semillas, en aquellas
MNSV. Estos autores relacionan la transmi- virosis que presentan este tipo de transmisión,
sión por la semilla a la presencia del hongo basta citar como ejemplos, los tratamientos por
vector aplicando un método de diagnóstico no termoterapia para erradicar el virus del mosaico
sólo visual, y proponen llamar a este tipo de del tabaco (Tobacco mosaic virus, TMV) (Late-
transmisión como “transmisión por semilla rrot y Pécaut, 1968) o el virus del mosaico del
asistida por el vector” (“vector-assisted seed pepino dulce (Pepino mosaic virus, PepMV)
transmission-VAST”). No obstante, otros au- (Córdoba-Sellés et al., 2007), ambos virus lo-
tores (Gómez et al., 2005) alertan sobre la fal- calizados en la superficie de las semillas. En el
ta de sensibilidad del ELISA, como método caso del MNSV, el único método citado desde
de detección, para determinar la presencia del antiguo para erradicar el virus de las semillas de
MNSV en la semilla, teniendo en cuenta que melón era el tratamiento con ácido clorhídrico
la proporción de virus en semilla es general- (HCL) y posterior secado de éstas durante 4 días
mente baja para la mayoría de los virus. o más (Dumas De Vaulx, 1970). Es importante
Los únicos métodos empleados antigua- indicar en este sentido que algunas empresas de
mente para evaluar la transmisión por semilla semillas utilizan tratamientos para su desinfec-
del MNSV, según hemos citado, eran la ob- ción, sin embargo, los detalles de los protocolos
servación de síntomas y posteriormente las de dichos tratamientos son propiedad de la em-
técnicas serológicas, un gran avance aunque presa y, por ende, confidenciales.
insuficiente para este tipo de detección. Ante Todos estos tratamientos surgen ante la
las limitaciones de estas técnicas se plantea la necesidad del uso de semilla libre de virus
utilización de las técnicas moleculares (hibri- como una medida importante de control, como
dación molecular y RT-PCR), ya que podrían indicamos previamente, aunque hay que hacer
superar la sensibilidad de estos métodos y alusión nuevamente la dificultad que presenta
mejorar la eficiencia en el diagnóstico (Sán- la detección del MNSV en las semillas dado
chez-Navarro et al., 1998). que suele presentar índices de transmisión tan
En el caso de este virus, un punto importante bajos que son difícilmente detectables median-
a tomar en cuenta en su diagnóstico, es elegir te los métodos convencionales.
la zona de la planta apropiada para realizar el Los objetivos del estudio eran estimar el
análisis, ya que hemos podido comprobar que porcentaje de plántula enferma a partir de se-
no se distribuye por igual en todas las partes milla, comparando dos métodos de diagnós-
de la misma. En este sentido, el virus ha sido tico, ELISA y RT-PCR, y analizar diversos
detectado en las raíces de plántulas de melón tratamientos, físicos y químicos, de la semilla
previamente del transplante de éstas a campo, para erradicar el virus de la misma, determi-
por lo tanto, en esta etapa temprana de desarro- nando el efecto de estos tratamientos en la
llo las raíces parecen actuar como reservorio del germinación de la semilla de melón.
MNSV, lo que indica que este virus se replica
en dicho tejido y el mismo podría ser usado en MATERIALES Y METODOS
su diagnóstico rutinario (Gosalvez et al., 2003).
El uso de semilla libre de virus es una medi- En este estudio se utilizó una semilla de
da importante para prevenir su introducción en melón tipo Galia F1 producida en España, por
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 389
considerarse altamente susceptible al MNSV tas estériles con sustrato (2:1, turba:arena) así
(Naval-Merino, 2005), utilizando dos lotes mismo estéril, colocándose en cámara climáti-
de semillas, uno obtenido en el año 2005 (lote ca con 60% de humedad, un fotoperiodo de 12
05) y el otro lote del 2006 (lote 06). De for- horas luz y otro tanto de oscuridad, a tempera-
ma comparada se utilizaron dos técnicas de tura de 26ºC y 18ºC, respectivamente, regán-
detección, ELISA y RT-PCR. dose con agua estéril y guardándose medidas
estrictas de sanidad y de aislamiento. Cuarenta
Transmisión del MNSV de semilla infecta- y cinco días más tarde, se recogieron raíces de
da a plántula estas plantas, lavándolas cuidadosamente con
Un número elevado de semillas, 350 y 150 agua destilada estéril para retirar los restos del
del lote 05 y 06, respectivamente, fueron ger- sustrato y se dividieron en muestras de 0.1 g de
minadas en bandejas estériles, sobre celulosa cada planta. Se agruparon las muestras corres-
estéril y humedecidas con agua también estéril pondientes a diez plantas, obteniéndose una
(Figura 1). A los 15 días, se tomaron muestras muestra compuesta de 1 g, del cual se tomaba
de 0.1 g de las raicillas de las plántulas y luego 0.5 g y 0.1 g analizándose por DAS-ELISA y
se trasplantaron de forma individual a mace- RT-PCR, respectivamente.
Figura 1. Ensayo de transmisión del MNSV de semilla infectada a plántula: (A) Germinación de semillas,
(B) Emergencia de plántulas.
“lote de semilla evaluado” fueron conside- podían constituir la vía de introducción del
rados efectos fijos en el índice de infección MNSV en las áreas de cultivo.
del MNSV obtenido por ELISA o RT-PCR.
En este sentido, la diferencia mínima signifi- Análisis DAS-ELISA
cativa protegida de Fisher (LSD; P<0.05) se En el caso del ELISA, el MNSV no fue
utilizó para determinar cuál de ellos difiere detectado en ningún grupo de raicillas de 200
significativamente de los otros. Por otro lado, y 100 plántulas procedentes de semilla co-
se utilizó el mismo procedimiento estadístico mercial de los lotes 05 y 06, respectivamente,
con los datos obtenidos de la germinación. ni las analizadas en estado de cotiledón o en
En este caso, el “tratamiento de semilla” y el estado adulto. En este sentido, los valores de
“lote de semilla evaluado” fueron considera- la absorbancia de alícuotas analizadas por du-
dos efectos fijos. plicado para 12 testigos negativos estuvieron
en el rango de 0.078 a 0.162 (con una media
Secuenciación y análisis de 0.022), mientras que para 12 testigos posi-
Para confirmar la identidad del virus tivos analizados bajo las mismas condiciones
detectado en las plántulas infectadas de los los valores de la absorbancia estuvieron en
estudios anteriormente citados, el fragmento el rango de 0.195 a 2.368 (con una media de
obtenido por RT-PCR fue purificado utilizan- 1.452). A lo anterior, las absorbancias medias
do el kit High Pure PCR Product Purification en el estado de cotiledón y en el estado adulto
(Roche Diagnostics) y directamente secuen- fueron de 0.039 ± 0.004 y 0.003 ± 0.008, res-
ciado utilizando un kit Big Dye Terminator pectivamente, en el lote de semilla 05, y 0.038
versión 3.1 Cycle Sequencing en un se- ± 0.004 y 0.007 ± 0.015, respectivamente, en
cuenciador 3100 Genetic Analyzer (Applied el lote de semilla 06. Por lo tanto, el estado
Biosystems). La secuencia fue comparada de crecimiento de las plantas al momento del
con ayuda del progrma BLAST (Basic Local análisis por DAS-ELISA afectó significativa-
Alignments Search Tool) (Altschul et al., mente los valores de la absorbancia obtenidos
1997) con secuencias depositadas en el NCBI por esta técnica en los lotes de semillas no
(National Center of Biotechnology Informa- tratadas (P = 0.0001). Sin embargo, no hubo
tion).
diferencias significativas en la absorbancia
entre ambos lotes de semillas (P = 0.6593).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Análisis RT-PCR
Transmisión del MNSV de semilla infecta- Mediante RT-PCR si fue posible detectar
da a plántula el MNSV en plántulas. En este caso, 14 y 8
La transmisión por semilla del MNSV de las muestras compuestas por diez plán-
ha sido estudiada por diversos autores, tal y tulas, correspondientes a los lotes 05 y 06,
como describimos previamente. No obstan- respectivamente, fueron positivas al MNSV
te, en la mayoría de los casos las semillas (Tabla 1). El fragmento esperado de 650-pb
utilizadas procedían de frutos infectados, a fue amplificado de los extractos de las mues-
diferencia de González-Garza et al. (1979), tras positivas, pero no de los extractos sanos,
los cuales utilizaron semilla comercial para testigos negativos (Figura 2). Estos datos
evaluar mediante la observación de síntomas confirman que el MNSV se transmitía por se-
dicha transmisión. milla en los lotes comerciales ensayados. De
Para realizar un estudio sobre esta trans- nuevo se determinaba la baja sensibilidad de
misión, en nuestro caso, se utilizó semilla la técnica serológica ELISA en la detección
comercial de la que se expendía a los produc- de este virus en plantas asintomáticas (Gómez
tores, con la finalidad de determinar si éstas et al., 2005).
Tabla 1. Eficacia de siete tratamientos de desinfección para la eliminación del MNSV de semilla de melón infectada, rangos de infección en plántulas
obtenidos tras cada tratamiento, y probabilidad de infección, mediante RT-PCR. 392
Lote-05 Lote-06
Plántulas Plántulas
a
Estado de crecimiento en el que se realizó el análisis RT-PCR a las raíces de las plantas: cotiledón o estado adulto (45 días después del transplante).
b
Tratamientos de desinfección: NT, semillas no tratadas; T72, T96, T120, T144, tratamientos de termoterapia a 70°C durante 72, 96, 120 y 144 h, respectivamente; TTC,
tratamiento de termoterapia a 70°C durante 120 h seguido de inmersión en 10% de fosfato trisódico (Na3PO4) durante 3 h; TTP, inmersión en 10% de fosfato trisódico
durante 3 h; THC, inmersión en 0·1 N de ácido clorhídrico (HCl) durante 30 min.
J. A. HERRERA VÁSQUEZ, M. C. CÓRDOBA SELLÉS, M. C. CEBRIÁN, A. A. FERNÁNDEZ, C. JORDÁ
c
Número de plántulas analizadas mediante RT-PCR después de cada tratamiento de desinfección.
d
Número de muestras agrupadas (raíces de 10 plántulas) positivas al MNSV.
e
Probabilidad de obtener plántulas infectadas procedentes de semillas infectadas (=índice de transmisión del MNSV de semilla infectada a plántula) calculada mediante la
fórmula de Gibbs y Gower (1960) utilizada para estimar la proporción de muestras agrupadas.
Bol. San. VeG. plaGaS, 38, 2012 393
la probabilidad de infección fue de 11.3 del mosaico del pepino (Cucumber mosaic
y 14.8% en los lotes de semilla 05 y 06, res- virus, cMV) en altramuces (WyLiE et al.,
pectivamente, tal y como se indica en la tabla 1993). Sin embargo, dicha técnica no había
1. no obstante, ninguna de las plántulas de sido usada para evaluar la transmisión por
melón que fueron positivas al MnSV por rt- semilla del MnSV.
pcr mostraron síntomas de este virus. por en este trabajo, el MnSV ha sido detec-
otro lado, en estado adulto ninguna muestra tado por rt-pcr en plántulas en estado de
compuesta por diez plantas fue positiva al cotiledón procedentes de semilla comercial,
MnSV por rt-pcr (tabla 1). en este senti-
no así en estado adulto lo cual podría apoyar
do, al igual que ocurrió con el eliSa, en los
la hipótesis de la posible resistencia de algu-
resultados de la rt-pcr también se observa-
nos cultivares de melón a este virus, reporta-
ron diferencias significativas (P = 0.0000) en-
tre el análisis realizado en estado de cotiledón do previamente por otros autores (CoudriET
o en estado adulto. Sin embargo, no se obser- et al., 1981; LoviSoLo et al., 1982; áLvarEz,
varon diferencias significativas (P = 0.7548) 1997; MaLLor et al., 2003; díaz et al., 2004;
entre ambos lotes de semilla. MaLLor et al., 2004). aunque el virus inicial-
adicionalmente, setenta de las plántulas mente se replica y está presente en las raíces,
que fueron positivas como muestras agru- su movimiento en la planta podría ser restrin-
padas se analizaron individualmente por gido como resultado de la resistencia gené-
daS-eliSa y rt-pcr. ninguna de las plan- tica derivada del propio cultivar de melón.
tas fueron positivas al MnSV por daS-eli- Sin embargo, existe el riesgo de que el virus
Sa. Sin embargo, 12 plántulas fueron po- pueda ser adquirido por el vector a partir de
sitivas al MnSV por rt-pcr, pero solo en plántulas infectadas una vez que estas hayan
estado de cotiledón. sido transplantadas en el campo y, posterior-
la técnica rt-pcr ya había sido utilizada mente, transmitirlo a plantas adultas. la in-
para detectar el MnSV en melón (goSaLvEz fección del MnSV depende en gran medida
et al., 2003), así como de manera rutinaria y de las condiciones ambientales, por lo tanto,
a gran escala para determinar la presencia de resulta difícil predecir lo que ocurrirá en una
otros virus en semillas, por ejemplo, el virus plántula procedente de una semilla infectada.
394 J. A. HERRERA VÁSQUEZ, M. C. CÓRDOBA SELLÉS, M. C. CEBRIÁN, A. A. FERNÁNDEZ, C. JORDÁ
La técnica RT-PCR ha sido efectiva para no tuvo un efecto significativo (P > 0.7636)
evaluar la transmisión por semilla del MNSV, sobre el índice de germinación en ambos lo-
como hemos indicamos, obteniendo altos ín- tes de semillas. En este sentido, el tratamien-
dices de transmisión, incluso analizando un to T96 no afectó la germinación del lote de
pequeño número de muestras (Tabla 1), supe- semilla 06 en comparación con las semillas
rior a los obtenidos por Campbell et al. (1996) no tratadas. Por otro lado, el tratamiento TTP
los cuales utilizaron semilla procedente de tuvo una mayor incidencia en el índice de ger-
frutos infectados y analizando un mayor nú- minación del lote de semilla 05, reduciéndolo
mero de muestras, pero utilizando un método a un 75%, en comparación con el 86% de las
de detección menos sensible, el ELISA. No semillas no tratadas, pero no tuvo un efecto
obstante, es importante analizar un mayor nú- en el lote 06. La reducción en la germinación
mero de lotes de semilla comercial y de frutos de las semillas del lote 06 con respecto a las
de melón infectados, antes de ofrecer una re- semillas no tratadas se observó en los trata-
comendación general relacionada con el uso mientos T72, T120 y THC, mientras que en
rutinario de la técnica RT-PCR. También hay los tratamientos T144, TTC y TTP aumentó
que señalar la importancia de seleccionar la el índice de germinación; TTC tuvo el efec-
zona de la planta de donde se tome la muestra to más favorable sobre la germinación de las
y el momento idóneo de este muestreo, y este semillas, un aumento del 2% en comparación
punto es aplicable al estudio de cualquier otro con las semillas no tratadas (Tabla 2).
virus que se necesite analizar.
Detección del MNSV en plántulas por
Eficacia de tratamientos de desinfección de DAS-ELISA
semilla Mediante la técnica serológica ELISA no
Existen diferentes métodos de control del fue posible detectar el MNSV en las plantas
MNSV, siendo los más efectivos aquellos que de melón en estado de cotiledón y en estado
previenen su entrada en el campo, entre estos, adulto, en ninguno de los tratamientos efec-
la resistencia al virus presente en algunos cul- tuados en ambos lotes de semillas. Sin em-
tivares de melón, el control de O. bornovanus bargo, en todos los tratamientos, se observaba
mediante la aplicación del surfactante Agral una reducción significativa (P = 0·0000) en
en cultivos hidropónicos, el cual afecta las los valores de la absorbancia en comparación
zoosporas de este hongo vector (Tomlinson con las semillas no tratadas.
Y Thomas, 1986), o el uso de semilla libre Detección del MNSV en plántulas por
de virus (Dumas de Vaulx, 1970). En este RT-PCR
último caso, es importante dejar claro que el Los resultados de la detección del MNSV
análisis de todas las semillas para determinar en las plántulas por RT-PCR después de varios
la ausencia o presencia del MNSV no es una tratamientos de desinfección de semillas, así
medida práctica, por lo tanto, se deben esta- como los índices de transmisión del MNSV
blecer medidas para regular los tratamientos de semilla tratada y no tratada a plántulas, se
de semillas y garantizar que las mismas estén recogen en la Tabla 1.
libres del virus. El tratamiento T144 fue el único tra-
Efectos de tratamientos de semilla sobre tamiento capaz de eliminar totalmente el
la germinación de semillas de melón. MNSV de las plántulas en ambos lotes de se-
En todos los tratamientos, excluyendo millas, además de incrementar la germinación
los controles, el índice de germinación de las de las semillas tratadas respecto a las semillas
semillas del lote 06 fue significativamente no tratadas (Tabla 2). No obstante, este es un
mayor (P > 0.0002) que el del lote 05 (Tabla tratamiento prolongado y debe ser aplicado
2). Además, el tratamiento de desinfección por personal cualificado.
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 395
NT 355 86 – 150 83 –
1 a
Tratamientos de desinfección: NT, semillas no tratadas; T72, T96, T120, T144, tratamientos de termoterapia a 70°C
durante 72, 96, 120 y 144 h, respectivamente; TTC, termoterapia a 70°C durante 120 h seguido de inmersión en 10% de
fosfato trisódico (Na3PO4) durante 3 h; TTP, inmersión en 10% de fosfato trisódico durante 3 h; THC, inmersión en 0·1 N
de ácido clorhídrico (HCl) durante 30 min.
b
Número total de semillas colocadas en las bandejas de germinación.
c
Índice de germinación registrado 15 días después de germinadas las semillas.
d
Diferencia en el índice de germinación de semillas no tratadas y tratadas.
En los otros tratamientos, la incidencia del la razón por la cual estos tratamientos de ter-
MNSV estuvo en el rango del 1 al 70% en el moterapia, y en particular el tratamiento T72,
lote de semilla 05 y del 4 al 70% en el lote de resultan ineficaces en eliminar el MNSV. En
semilla 06, en comparación al 70 y 80% obte- este sentido, como indicamos anteriormente
nido en las plántulas procedentes de semillas los tratamientos térmicos han sido utilizados
no tratadas en los lotes 05 y 06, respectiva- en diversas ocasiones para eliminar o reducir
mente. Una disminución en la incidencia del de manera significativa diferentes virus, entre
MNSV fue evidente en las plántulas después ellos cabe citar, el TMV (Laterrot y Pécaut,
de realizar todos los tratamientos de semillas 1968), el virus del mosaico moteado verde del
en comparación con las plántulas procedentes pepino (Cucumber green mottle mosaic virus,
de semillas no tratadas, excepto para el trata- Cgmmv; Sang-Min et al., 2003) y el PepMV
miento T72, cuya incidencia se mantuvo en (Córdoba-Sellés et al., 2007), mediante el
el mismo rango que las plántulas procedentes calentamiento de las semillas sin afectar la
de semillas no tratadas en el lote de semilla germinación de las mismas.
05. Los tratamientos de semillas T96 y T120 Los tratamientos TTP y THC redujeron la
redujeron la infección en las plántulas en un infección en un 14.3% y 18.6%, respectiva-
42.9% en el lote de semillas 05, y en un 50% mente, en el lote de semilla 05, y 25% y 28.8%,
y 100%, respectivamente, en lote de semillas respectivamente, en el lote de semilla 06, en
06. Por lo tanto, los tratamientos térmicos T72, comparación con las plántulas procedentes de
T96 y T120 reducen los índices de transmisión semillas no tratadas. En este sentido, los trata-
en relación a las semillas no tratadas. No obs- mientos químicos, por ejemplo, el tratamiento
tante, la alta estabilidad del MNSV podría ser con fosfato trisódico, han sido usados en otras
396 J. A. HERRERA VÁSQUEZ, M. C. CÓRDOBA SELLÉS, M. C. CEBRIÁN, A. A. FERNÁNDEZ, C. JORDÁ
virosis transmitidas por semilla con la finalidad Los tratamientos T120 y TTC en el lote
de eliminar virus localizados en la cubierta de de semilla 06 y el tratamiento T144 en ambos
las mismas, sin afectar la germinación de éstas lotes de semillas presentaron una probabilidad
(Green et al., 1987). En el caso del MNSV, de infección de 0.0 en el estado de cotiledón
también se ha usado dicho tratamiento, como (Tabla 1). Por otro lado, la probabilidad de de-
indicamos anteriormente, observándose que tectar una plántula infectada después de tratar
existe una reducción pero no elimina la infec- las semillas estuvo en el rango de 1.0 a 11.3 en
ción del MNSV, debido a que éste virus no solo el lote de semilla 05 y de 4.9 a 11.3 en el lote
se aloja en la cubierta de las semillas sino en de semilla 06, en comparación con las plán-
el endospermo (Campbell et al., 1996). Otros tulas procedentes de semillas no tratadas, las
autores han citado la inactivación del MNSV cuales estuvieron en el rango de 11.3 y 14.8 en
mediante el tratamiento con ácido clorhídrico los lotes de semillas 05 y 06, respectivamente.
(Dumas de Vaulx, 1970), aunque estos resul- Los tratamientos de desinfección de semillas
tados están basados en la observación de la sin- afectaron significativamente (P = 0.0000) la
tomatología que podían mostrar las plántulas incidencia del MNSV en las plántulas. Sin em-
procedentes de semillas infectadas tratadas y, bargo, no hubo diferencias significativas (P =
como indicamos anteriormente, la observación 0.6439) entre ambos lotes de semillas.
de síntomas no es suficiente para realizar un Todas las plantas procedentes de semillas
diagnóstico preciso, esta podría ser la causa de de los tratamientos T72, TTP y THC (trata-
los valores negativos. En este sentido, el trata- mientos en los cuales se obtuvo la mayor pro-
miento mediante la inmersión de las semillas babilidad de infección en las plántulas) fueron
en 0.1 N de ácido clorhídrico (THC) en nuestro analizadas en estado adulto para la detección
caso no fue efectivo en la eliminación del virus del MNSV por DAS-ELISA y RT-PCR, sin
obteniéndose altos índices de transmisión tras embargo, no se obtuvieron resultados positivos
dicho tratamiento. tras dichos análisis.
El tratamiento TTC redujo la infección en Por último, es importante indicar en rela-
las plántulas en un 85.7% y 100% en los lotes ción a la transmisión y desinfección del MNSV,
de semillas 05 y 06, respectivamente. En este que se requiere de un protocolo internacional
sentido, el tratamiento combinado (físico-quí- para el análisis y el tratamiento de las semillas.
mico) mediante la exposición de las semillas a No obstante, es necesario realizar investigacio-
80°C durante 24 h seguido de la inmersión en nes adicionales para optimizar dicho protocolo
una solución al 10% de fosfato trisódico du- frente a la infección por el MNSV, con el fin de
rante 3 h, ha resultado efectivo en la inactiva- controlar y erradicar la enfermedad.
ción de virus localizados en la cubierta de las
semillas en otros casos (Dinant y Lot, 1992; Análisis de secuencia del aislado del MNSV
Córdoba-Sellés et al., 2007). No obstante, en En el caso del MNSV, no se disponía de nin-
el caso del MNSV el cual además de la cubier- guna secuencia procedente de plántulas proce-
ta se aloja en el endospermo, el tratamiento dentes de semilla comercial de melón infectada.
combinado TTC (termoterapia a 70°C durante La secuencia del aislado MNSV-SEED 1 (Gen-
120 h seguido de inmersión en 10% de fosfato Bank accesión No. DQ443545) procedente de
trisódico durante 3 h) reduce, pero no elimina plántulas obtenidas de semillas comerciales
completamente la incidencia del MNSV. Es de melón, tenía un 100% de homología de se-
importante indicar en este sentido que la no eli- cuencia en la región del genoma estudiada con
minación total del virus de las semillas podría varios aislados obtenidos de diferentes regiones
suponer un peligro para la producción debido geográficas (Herrera-Vásquez et al., 2007),
a la diseminación secundaria por el hongo vec- incluyendo un aislado originario de Panamá,
tor O. bornovanus. MNSV-PAN2 (DQ443547), que se había utili-
BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 38, 2012 397
zado como testigo positivo en este estudio. Esta cia Española de Cooperación Internacional
casualidad nos indica que la diseminación de la para el Desarrollo (AECID, España, periodo
enfermedad está claramente relacionada con la 2004-2007) y del Instituto para la Formación
comercialización de las semillas. y Aprovechamiento de Recursos Humanos y
la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología
AGRADECIMIENTOS e Innovación (IFARHU-SENACYT, Panamá,
El presente trabajo fue posible gracias a la período 2007-2010) otorgadas a José Angel
concesión de una beca predoctoral de la Agen- Herrera Vásquez.
ABSTRACT
Rates of seed transmission of Melon necrotic spot virus (MNSV) were estimated
in seedlings grown from commercial melon (Cucumis melo) cv. Galia F1 seeds. Seed-
lings at the cotyledon stage and adult plants were assayed for MNSV by DAS-ELISA
and RT-PCR. None of the seedling groups tested positive for MNSV by ELISA. The
proportion of seedlings infected with MNSV was at least 7 and 8% in seed lots 05 and
06, respectively, as estimated from RT-PCR analysis of grouped seedlings. Fourteen and
eight grouped samples (10 seedlings per group), of a total of 200 and 100 seedlings,
respectively, grown from infected seeds were MNSV-positive in seed lots 05 and 06,
respectively, corresponding to seed-to-seedling transmission rates of 11.3 and 14.8%,
respectively. Several seed-disinfection treatments were evaluated for their ability to pre-
vent seed transmission of MNSV. The results suggest that a treatment of 144 h at 70°C
can be used to eradicate MNSV in melon seeds without hindering germination.
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