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Benedetti, “El Césped y otros relatos”. Este texto nos relata la vida de un futbolista
uruguayo, llamado Benjamín, que juega para un equipo humilde y su relación de amistad
real, no comparable con la supuesta imagen de los futbolistas que comparten los medios. El
personaje evoluciona conforme avanza el relato, y nos muestra la cara más humana del
La forma en que se relaciona Benjamín con los dos personajes secundarios, Martín y Ale, el
primero como su mejor amigo y la segunda como su esposa, es de manera coordinada. Esta
conexión es más que nada la parte humana y común del personaje principal, donde vive sus
Por eso, como lo dije anteriormente, el texto no es más que un crudo reflejo de la
realidad que rodea a quien se dedica al fútbol, el cual no deja de ser una persona después de
todo. Esto conlleva cualquier situación y conflicto de la vida diaria con sus respectivas
variaciones.
El cuento llega al punto en que nuestro protagonista y su mejor amigo, hablan en un
bar sobre el posible fichaje por un club grande del último. Ante ello y en víspera de un
enfrentamiento entre ambos, Benja promete dar todo para que su amigo portero logre
resaltar. Por azares del destino, Martin comete un error y pierde el partido.
Para muchas personas esta situación podría ser insignificante, pero un error en un
partido puede tener más impacto de lo que se cree, incluso llegar a ser cuestión de vida o
muerte. La carrera de Martín se truncó gracias al error. Podría destacar esto en el ámbito
deportivo, ya que, en ocasiones, a pesar de que hacen lo que realmente les gusta y sean
vistos como una figura pública, la carrera de varios deportistas termina por diversas
Por experiencia propia, puedo decir que, por una simple lesión de ligamentos, que
deja fuera de cuatro a diez meses, los bajones anímicos pueden aparecer. Justo como en el
caso de ambos amigos en el cuento. Martín, que después de tan garrafal error y unos días
hundido en depresión, decide suicidarse, y Benja, quien ante la pérdida de su amigo decide
dejar el fútbol “No tenés ninguna culpa, pero no tires más al arco. Siempre te vas a acordar
de Martín y así no es posible meter goles. Dejá la globa, pibe, ahora que todos te quieren”
(Benedetti, 12)
Para concluir, rescato la manera en que Benedetti logra plasmar la imagen del
inclusive como deidades, olvidando que detrás de todo el espectáculo hay seres de carne y
hueso que sufren y son afectados por los problemas que hay a su alrededor.