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Unidad 2.

Introducción y conceptos generales de


contratos civiles

2.1 Concepto de contrato y acepciones

“El contrato se define como un acuerdo de voluntades para crear o transmitir


derechos y obligaciones; es una especie dentro del género de los convenios”
(Rojina, 2011, p.7).

“El contrato es una institución jurídica que excede los límites de la esfera de lo
civil” (De Pina, 1989, p.264)

En el ordenamiento moderno –dice Trabucchi- la importancia predominante


entre todas las fuentes de las obligaciones se atribuye al contrato, que es el
instrumento característico de la colaboración voluntario que constituye la base
de nuestra vida de relación en el campo económico. Del contrato pueden surgir
relaciones obligatorias de cualquier género y del más variado contenido.
(Rojina, 2011, p. 64)

“En su significación semántica, contrato es el pacto o convenio entre las


partes sobre materia o cosa determinada y a cuyo cumplimiento pueden
ser compelidas.” (De Pina, 1989, p.265)

Contratos Civiles 1
El contrato crea derechos reales o personales, o bien los transmite;
pero el contrato no puede crear derechos distintos.

Diversas acepciones del término contrato (Zamora y Valencia, 1977, p.22)

Como acto jurídico Acuerdo de voluntades conforme a lo dispuesto por


un supuesto para producir las consecuencias de
derecho consistentes en crear o transmitir derechos
y obligaciones de contenido patrimonial.

Como norma jurídica Acto jurídico (acuerdo de voluntades) proceso


creador del contrato.

Resultado de ese proceso (derechos y obligaciones)

::: temas principales a tratar: ámbitos de validez


material, temporal y personal, los conflictos
originados por la celebración de contratos
relacionados con los ámbitos indicados por una
parte y por la otra, sus consecuencias y sus
efectos:::

Como documento Debe entenderse como el resultado material que es


plasmado en un título y generalmente por escrito
donde contiene la voluntad de los contratantes y
está destinado a perdurar, pudiendo ser analizado y
estudiado mucho después de su redacción.

Contratos Civiles 2
2.2 Diferencia entre convenio y contrato

La definición legal de convenio, nos la proporciona el CCDF que reza:

Artículo 1792. Convenio es el acuerdo de dos o más personas para


crear, transferir, modificar o extinguir obligaciones.

La definición de contrato, específica:

Artículo 1793. Los convenios que producen o transfieren las obligaciones


y derechos, toman el nombre de contratos

Atentos a las descripciones del legislador, el convenio tiene dos funciones:

• Una positiva, que lo traducimos en: crear y transferir derechos y


obligaciones; y

• Una negativa, que consiste en modificar, y extinguir derechos y


obligaciones.

Por lo que hace al contrato, se le ha dejado la función positiva, que es la de


crear y transmitir derechos y obligaciones.

En sentido amplio Convenio es el acuerdo de dos o más personas


para crear, transmitir, modificar o extinguir
derechos y obligaciones.

En sentido estricto Contrato es el acuerdo de dos o más personas


para crear o transmitir derechos u obligaciones.

Contratos Civiles 3
2.3 Clasificación e interpretación de los contratos civiles

Las clasificaciones de los contratos no corresponden únicamente a una


indudable exigencia teórica, sino también a un indudable valor práctico, ya que
existen normas de aplicación particular a determinadas categorías de contratos
y no a otras.

Primera clasificación

Podemos hacer una primera clasificación de los contratos, se distinguen en:

+ Contratos unilaterales y bilaterales

Unilateral cuando una sola de las partes se obliga hacia la otra sin que
ésta le quede obligada. (ver artículo1835 CCDF)

Bilateral, cuando las partes se obligan recíprocamente. (también se le


denomina sinalagmáticos) (ver artículo 1836 del CCDF)

+ Contratos onerosos y gratuitos

El contrato oneroso es aquel en el que se estipulan provechos y


gravámenes recíprocos.

Por su parte en el contrato gratuito el provecho es solamente para una


de las partes. (aplicable para ambas clasificaciones el artículo 1837 del
CCDF)

+ Contratos conmutativos y aleatorios

Los conmutativos se refieren cuando las prestaciones que se deben las


partes son ciertas desde que se celebraba el contrato, apreciando de
forma inmediata si hay beneficio o pérdida que les cause su celebración.

Por su parte, los contratos aleatorios cuando la prestación convenida


dependa de un acontecimiento incierto que hace que no sea previsible
su estimación de pérdida o ganancia. Deberá esperar a que el

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acontecimiento se realice. (es aplicable para ambas clasificaciones el
artículo 1838 del CCDF)

+ Contratos reales y consensuales

Consensuales son los contratos que se constituyen y perfeccionan por el


mero consentimiento, o bien, que no necesitan de otro requisito que el
de la voluntad de los contrayentes, suficientemente declarada, para que
éstos queden obligados.

Su característica consiste en que por el mero consentimiento quedan


perfeccionados.

Por lo que hace a los contratos reales, son aquellos que para el
perfeccionamiento precisan (además del consentimiento), la entrega de
la cosa, sin cuyo requisito no queda constituida la obligación propia de
cada uno de ellos, como en el caso del depósito o de la prenda. (es
aplicable el artículo 2858 del CCDF)

+ Formales y consensuales

Por lo que hace a los formales, reciben su denominación solamente


aquéllos para los cuales se requiere una forma especial, predeterminada,
considerándose como tales, en primer término., lo que requieren la
intervención notarial. (De pina, 1989, p 306).

+ Contratos solemnes

Para su existencia, requieren de cierta solemnidad y aunque el nuestro


derecho en la parte relativa a contratos no encontramos ninguno, como
contrato solemne tenemos al matrimonio, que lo considera como tal
nuestra Constitución.

+ Contratos principales y accesorios

Los contratos principales son aquellos que existen por sí mismo, pues
tienen existencia propia sin depender de otro contrato.

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Los que dependen de un contrato principal son los accesorios, pues no
tienen existencia propia, también conocidos como contratos de garantía.

+ Instantáneos y de tracto sucesivo

Suelen ser instantáneos los que se cumplen en el mismo momento en


que se celebran, produciendo sus efectos en un solo acto.

Los de tracto sucesivo, producen sus efectos a través del tiempo, pues
son aquellos en los que el cumplimiento de las prestaciones se realiza en
un período determinado. (Soto, 2003, p. 276)

+ Contratos nominados e innominados

Se dice que se trata de un contrato nominado cuando la ley tiene


reglamentado un contrato conceptuándolo y señalando sus elementos y
determinando sus consecuencias, previendo sus causas de terminación.

En el caso de que la ley no tenga reglamentado un contrato, aunque sólo


señale su concepto o le denomine con un nombre, estamos en el caso de
un contrato innominado. (Zamora y Valencia, 1997, p. 60)

+ Contratos por adhesión o de adhesión

Es aquel cuyas cláusulas redactadas por una de las partes, no dejan a la


otra más posibilidad que la de suscribirlas íntegramente, sin
modificación alguna.

En este tipo de contratos se dice que el contrato es en realidad la obra


de una voluntad: la de uno de los contratantes.

Estos contratos no admiten la posibilidad de variación en las


condiciones. (Soto, 2003, p.276)

+ Contratos preparatorios y contratos definitivos

Los contratos preparatorios son preliminares y son el antecedente del


definitivo.

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Este contrato, solo da obligaciones de hacer que es celebrar el contrato
prometido, ese el contrato definitivo.

+ Contratos mixtos o complejos

Serán aquellos contratos unitarios que en su estructura intervienen


diversos elementos de varios contratos ya sean nominados o
innominados y pueden clasificarse en contratos mixtos en sentido
estricto, en contratos de doble tipo o en contratos combinados.

En sentido estricto, serían aquellos que se integran mediante un


contrato nominado y un elemento extraño a el que puede ser contenido
de una prestación de un contrato diverso. (Zamora y valencia, 1997,
p.62)

Segunda clasificación

Tomando en cuenta el propósito o finalidad que las partes se proponen al


realizar el contrato y de acuerdo con nuestro Código Civil podemos distinguir:

= Contratos preparatorios. La promesa de contrato

= Contratos traslativos de dominio:

 Compraventa.

 Permuta.

 Donación.

 Mutuo.

= Translativos de uso:

 Arrendamiento, (transferencia onerosa del uso).

 Comodato (uso gratuito)

= Contratos de finalidad común:

 Sociedad (finalidad económica),

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 Asociación (finalidad científica, artística, etc).

 Aparcería.

= Contratos de prestación de servicios:

 Prestación de servicios profesionales o no profesionales,

 Depósito,

 Secuestro,

 Mandato,

 Transportes,

 Hospedaje.

= De comprobación jurídica:

 Transacción.

Sobre la interpretación de los contratos

Existen fundamentalmente tres sistemas sobre la interpretación de los


contratos: el primero que pude llamarse objetivo que considera al contrato
como una norma independiente de quien la dictó, el segundo llamado subjetivo
que trata de indagar la intensión de los contratantes, pero no la de cada uno
en particular, sino la común, su consentimiento, y el tercero, que busca
integrar las omisiones de alguna cláusula o del contrato mismo.

Los dos primeros, los denominados objetivo y subjetivo: son excluyentes. Pues
mientras el primero desestima la voluntad interna, el segundo la razona como
la base de toda interpretación.

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2.4 Elementos y validez de contrato

Los elementos de los contratos se dividen en dos categorías, elementos de


existencia y de validez.

Elementos de existencia

Son esenciales o de definición, porque al faltar uno de ellos, el contrato no


llega a formarse, es la nada jurídica, no existe. Como consecuencia no
producirá nunca efectos de derecho. De entre los elementos de existencia se
encuentran:

Consentimiento

Significa acuerdo de voluntades. Cada una de las partes concurre con su


voluntad para celebrar el contrato, y ese acuerdo de voluntades es el que en
derecho recibe el nombre de consentimiento. Si faltara la voluntad de una de
las partes no existiría el consentimiento y por lo tanto, tampoco podría existir
el contrato.

El consentimiento se puede expresar en dos formas, como lo señala el artículo


1803 del CCDF:

 Es expresa. Cuando se exterioriza: 1) Verbalmente, en forma oral; 2)


por escrito ya sea privado, público (notariado) o en forma solemne
(revestido de formalidad especial, ante funcionario público) y 3) por
signos inequívocos (mímica)

 Es tácita. cuando se desprende de hechos u omisiones que de manera


indubitable revela el propósito de contratar, aunque el sujeto no diga su
propósito, ni lo escriba, ni lo haga saber a señas. Tal es el caso de quien
se forma en fila para comprar tortillas o para comprar un helado.

El objeto

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El objeto de contrato es: 1) la cosa que el obligado debe dar; 2) el hecho que
el obligado debe hacer o no hacer (Ver artículo 1824 CCDF). Esto es, consiste
en una prestación: la dación de una cosa o la ejecución de un hecho; o en una
abstención: el no hacer a que está obligado.

Aclarando la confusión que puede propiciar la terminología de la palabra


objeto, en materia de contratos, ésta tiene tres acepciones: 1) Objeto directo.
Consiste en crear o transmitir derechos y obligaciones. 2) Objeto indirecto.
Consiste en dar, hacer o no hacer. 3) La cosa misma que se debe dar.

Par la existencia del contrato, éste debe tener un objeto posible; de lo


contrario, al no poder cumplir en forma absoluta con el objeto, el contrato no
puede nacer.

¿Cuándo se está en presencia de un objeto imposible? Ver artículo 1823 del


CCDF que nos da la respuesta: cuando el hecho es incompatible con una ley de
la naturaleza o incompatible con una norma jurídica que constituya un
obstáculo insuperable para su realización. Por lo que para que el objeto exista
deberá ser: a) físicamente posible y; b) jurídicamente posible.

Solemnidad

En realidad este elemento no atañe al régimen de los contratos civiles en


particular, ya que el CCDF no exige este grado máximo de formalidad para
celebrarlos. Es de resaltar que es un elemento de existencia para ciertos actos
jurídicos como el matrimonio, divorcio, letra de cambio etc.

Elementos de validez

Son requisitos que la ley exige que deben reunir los contratos para que una
vez existentes produzcan plenamente los efectos jurídicos que las partes
persiguieron al realizarlos. (Ver artículo 1795 del CCDF) Unos y otros están
enumerados en nuestro Código Civil y son los siguientes:

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Capacidad

Puede ser:

 De goce: Aptitud para ser titular de derechos y obligaciones

 De ejercicio: Facultad de realizar por sí mismo actos jurídicos

Para que el contrato se perfeccione y valga, es necesario que quienes lo


celebren sean capaces. Para mejor comprender este elemento recordemos las
dos especies, o más bien, dos grados de capacidad: la jurídica o de goce y la
legal o de ejercicio. La de goce es la aptitud para ser titular de derechos y
obligaciones. La capacidad de ejercicio es la facultad de realizar por sí misma
actos jurídicos, ejercitar sus derechos y cumplir sus obligaciones por sí misma.

La capacidad de goce la tenemos todas las personas por el sólo hecho de serlo,
desde que nacemos y aún antes, al ser concebidos. Todos podemos ser
propietarios, recibir en donación, etc.

La representación, es una institución jurídica que permite a una persona capaz


celebrar actos jurídicos en nombre de incapaz (en este caso) como si el mismo
representado los hubiera celebrado recayendo sobre él los efectos jurídicos.
Ejemplo: un menor del que se requiera que celebre un contrato, lo harán sus
padres, en nombre del que se requiera que celebre un contrato, lo harán sus
padres, en nombre y por cuenta de su hijo; de un sordomudo que no sepa leer
ni escribir, se le nombrará un tutor para que actúe en su nombre y
representación.

Ausencia de vicios del consentimiento

(Ver artículos aplicables del 1812 al 1823 del CCDF)

La voluntad de los contratantes debe manifestarse libremente, sin engaño y no


estar sujeta a presiones o circunstancias que la hagan desviarse de sus
auténticos propósitos. La ley no le reconoce validez a la voluntad de una
persona sobre la cual han influido factores que la apartan de su real y

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verdadera intensión. A esos factores se les llama vicios del consentimiento y
son:

 Error:

 Dolo: Es inducir al error o mantener en él al contratante.

 Mala fe: Disminución del error por uno de los contratantes.

 Violencia:

 Lesión:

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 Licitud:

 Forma

Ver artículos 1794 y 1795 del CCDF (este último, interpretado a contrario
sensu para fines didácticos)

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2.5 Modalidades de los contratos

Bajo el rubro de “modalidades de las obligaciones” en el título segundo,


capítulo I en adelante de nuestro CCDF contempla diversas especies de
obligaciones, a saber:

Sujetas a condición

La condición es un acontecimiento futuro e incierto del cual depende la


existencia o la resolución de una obligación. El acontecimiento, base de la
condición ha de ser necesariamente futuro. El artículo 1938 del CCDF
establece: “la obligación es condicional cuando su existencia o su resolución
depende de un acontecimiento futuro e incierto”. En tal virtud, la condición es
suspensiva o resolutoria.

Ejemplo aplicable: “te proporcionaré alimentos hasta que te cases”, así pues
cuando se realice este acontecimiento futuro e incierto (casarse) cesará la
obligación de proporcionar alimentos, se extinguirá después la obligación.

Sujetas a plazo (término)

El plazo en las obligaciones se cuenta de la manera prevenida en el CCDF para


contar el tiempo para la prescripción (artículos 1176 a 1180) es de destacar el
artículo 1179 que dispone: “El día en que comienza la prescripción se cuenta
siempre entero, aunque no lo sea; pero aquel en que la prescripción termina,
debe ser completo”.

El plazo se presume establecido en favor del deudor, a menos que resulte de la


estipulación o de las circunstancias, que ha sido establecido en favor del
acreedor o de las dos partes. Es este punto es aplicable el artículo 1959 del
CCDF.

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Ejemplo de término suspensivo: a partir del próximo 1 de Mayo comenzaré a
pagar la renta (es decir el ejemplo, señala bien que no ha de pagar la renta
hasta determinada fecha, hasta que no se realice el acontecimiento, no nace la
obligación)

Ejemplo de término extintivo será: la celebración un contrato de


arrendamiento con duración de dos años; al realizarse ese acontecimiento
(futuro e ineludible, en el momento de cumplirse los veinticuatro meses cesará
toda obligación para las partes, se extingue la obligación.

Por lo tanto, la diferencia esencial entre condición y término, es que en la


primera el acontecimiento futuro es incierto, puede o no realizarse. En el
segundo, el acontecimiento es cierto, forzosamente ha de acontecer.

Las que tienen pluralidad de objetos

Se dividen en:

Conjuntivas

Son también llamadas complejas por comprender varias prestaciones


conjuntamente. El artículo 1961 señala: “El que se ha obligado a diversas
cosas o hechos conjuntamente, debe dar todas las primeras y prestar todos los
segundos”.

Alternativas

Nos dice el artículo 1962. “Si el deudor se ha obligado a uno de dos hechos o a
una cosa de dos cosas, o a un hecho o a una cosa, cumple prestando
cualquiera de esos hechos o cosas; mas no puede, contra la voluntad del
acreedor, prestar parte de una cosa y parte de otra, o ejecutar en parte un
hecho.

En este caso, el deudor se ha comprometido a dar una de entre varias cosas o


prestar uno de entre varios hechos, o de entre varias cosas y varios hechos
escogerán con cuál va a cumplir la obligación.

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Es pertinente hacer la aclaración al estudio de esta materia, que por ningún
motivo debe creer, infundadamente, que cualquier persona que esté en la
posición de deudor podrá cumplir su obligación dando o haciendo lo que a
capricho o conveniencia desee, puesto que el cumplimiento de las obligaciones
“no puede dejarse al arbitrio de uno de los contratantes” pues el artículo 1797
prevé: sino que la modalidad de alternativa o conjuntiva debe establecerse
previamente con aceptación del acreedor, en forma expresa o indubitable.

Obligación simple

Una clasificación complementaria que no registra que son aquellas en que no


existe ni pluralidad de objetos ni pluralidad de sujetos, o sea: un solo
acreedor, un solo deudor y un solo objeto.

Las que tienen pluralidad de sujetos

Se dividen en

Mancomunadas

Se entiende mancomunada la obligación cuando, habiendo varios deudores,


cada uno de estos responde únicamente por la parte proporcional que le
corresponda de la deuda. El CCDF nos dice:

Artículo 1984. Cuando hay pluralidad de deudores o de acreedores,


tratándose de una misma obligación, existe la mancomunidad.

Artículo 1985. La simple mancomunidad de deudores o de acreedores no


hace que cada uno de los primeros deba cumplir íntegramente la
obligación, ni da derecho a cada uno de los segundos para exigir el total
cumplimiento de la misma. En este caso el crédito o la deuda se
consideran divididos en tantas partes como deudores o acreedores haya
y cada parte constituye una deuda o un crédito distintos unos de otros.

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Artículo 1986.- Las partes se presumen iguales a no ser que se pacte
otra cosa o que la ley disponga lo contrario.

Solidarias

Se da la solidaridad cuando hay pluralidad de sujetos, ya sean, ya sean


acreedores o deudores (o ambos) Si existen varios acreedores se añade la
palabra “activa” o esa solidaridad si son varios los deudores, recibe el
calificativo de “pasiva la solidaridad”. El CCDF prevé:

Artículo 1987. Además de la mancomunidad, habrá solidaridad activa,


cuando dos o más acreedores tienen derecho para exigir, cada uno de
por sí, el cumplimiento total de la obligación; y solidaridad pasiva
cuando dos o más deudores reporten la obligación de prestar, cada uno
de por sí, en su totalidad, la prestación debida.

Artículo 1988. La solidaridad no se presume; resulta de la ley o de la


voluntad de las partes.

Artículo 1989. Cada uno de los acreedores o todos juntos pueden exigir
de todos los deudores solidarios o de cualquiera de ellos, el pago total o
parcial de la deuda. Si reclaman todo de uno de los deudores y resultare
insolvente, pueden reclamarlo de los demás o de cualquiera de ellos. Si
hubiesen reclamado sólo parte, o de otro modo hubiesen consentido en
la división de la deuda, respecto de alguno o algunos de los deudores,
podrán reclamar el todo de los demás obligados, con deducción de la
parte del deudor o deudores libertados de la solidaridad.

Artículo 1990. El pago hecho a uno de los acreedores solidarios extingue


totalmente la deuda.

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Obligaciones de dar, de hacer y de no hacer

Ya hemos hablado del objeto como elemento del contrato, y establecido que de
acuerdo con el artículo 1824. “Son objeto de los contratos: La cosa que el
obligado debe dar: II. El hecho que el obligado debe hacer o no hacer”

El soporte de esta clasificación está en la circunstancia de que la prestación


puede consistir en dar algo, en hacer algo o en abstenerse de hacer algo.

En atención al artículo 2011 del CCDF, se puede deducir que las obligaciones
de dar son las de cuatro especies: traslativas de dominio, traslativas de uso. O
goce de cosa cierta, de restitución de cosa ajena y de pago de cosa debida.

En el contenido del mismo artículo 2011 enumera las distintas formas de


obligaciones de dar. Establece: “la prestación de cosa puede consistir: I. En la
traslación de dominio de cosa cierta; II. En la enajenación temporal del uso o
goce de cosa cierta; III. En la restitución de cosa ajena o pago de cosa debida”

En el mismo capítulo se dan normas de suma importancia, por ejemplo “el


acreedor de cosa cierta no puede ser obligado a recibir otra, aun cuando sea
de mayor valor. La obligación de dar cosa cierta comprende también la entrega
de sus accesorios, salvo que lo contrario resulte del título o de las
circunstancias del caso.

La ley da reglas que deben observarse cuando en los casos en que la


obligación de dar cosa cierta importe la translación de la propiedad de esa cosa
y se pierde y deteriora en poder del deudor. (Ver el CCDF en los artículos
2017, 2019 y 2020.

Contratos Civiles 18
2.6 Cláusulas

Una Cláusula es un escrito en el que se establecen condiciones y posiciones


acerca de un acuerdo determinado.

El Código Civil para el Distrito Federal en su artículo 1851 nos ubica:

“Si los términos de un contrato son claros y no dejan duda sobre la intención
de los contratantes, se estará al sentido literal de sus cláusulas.”

Claramente, podemos ver que este criterio atiende el sistema de interpretación


objetiva, los artículos subsecuentes nos conducen a los criterios que revisten
las cláusulas en nuestro Código Civil:

Artículo 1852.- Cualquiera que sea la generalidad de los términos de un


contrato, no deberán entenderse comprendidos en él cosas distintas y
casos diferentes de aquéllos sobre los que los interesados se propusieron
contratar.

Artículo 1853.- Si alguna cláusula de los contratos admitiere diversos


sentidos, deberá entenderse en el más adecuado para que produzca
efecto.

Artículo 1854.- Las cláusulas de los contratos deben interpretarse las


unas por las otras, atribuyendo a las dudosas el sentido que resulte del
conjunto de todas.

Artículo 1855.- Las palabras que pueden tener distintas acepciones


serán entendidas en aquella que sea más conforme a la naturaleza y
objeto del contrato.

Artículo 1856.- El uso o la costumbre del país se tendrán en cuenta para


interpretar las ambigüedades de los contratos.

Cláusulas dudosas. La ley formula a este respecto varias reglas.

Contratos Civiles 19
 Se deben interpretar, primeramente, según el uso del lugar en que se
celebró el contrato (artículo 1159).

 Lo que es susceptible de dos sentidos debe tomarse en el que convenga


más a la naturaleza del contrato (artículo 1185).

Si hay dos sentidos que igualmente convengan, debe optarse por aquel en el
cual el contrato sea susceptible de producir algún efecto, y no aquel con el cual
el contrato sea susceptible de producir algún efecto, y no aquel con el cual no
produciría ninguno (artículo 1158). Ya Ulpiano había establecido una regla
análoga para la interpretación de las estipulaciones. De aquí se ha obtenido la
regla: Actus interpretandus est potius ut valeat quam ut pereat.1

Para concluir este apartado, debemos distinguir tres tipos de cláusulas:

 Cláusulas esenciales. No pueden ser derogadas por la voluntad de las


partes, se imponen al contrato porque justamente determinan la esencia
de la operación. Tratándose de estas cláusulas la ley no puede ser
supletoria de la voluntad de las partes, sino que es imperativa por
cuanto que fija la esencia de cada contrato.

 Cláusulas naturales. Son aquellas que se desprenden de la naturaleza


misma en cada contrato, pero que pueden ser derogadas por las partes.
Se trata de estipulaciones que la ley sólo contiene para suplir la voluntad
de los contratantes, por ejemplo, es una cláusula natural en la
compraventa que el vendedor responda de la evicción.

 Cláusulas accidentales. Son aquellas que dependen exclusivamente de


aspectos concretos en cada operación, que los contratantes regulan
libremente, sin que la ley prevea esos aspectos, dado que varían en
cada contrato y en cada operación especial.

Tomando en cuenta las categorías mencionadas, los siguientes artículos del


CCDF son relacionados con la estipulación de las cláusulas en los contratos.

1
Tafoya, pag. 369
Contratos Civiles 20
Artículo 1839.- Los contratantes pueden poner las cláusulas que crean
convenientes; pero las que se refieran a requisitos esenciales del
contrato, o sean consecuencias de su naturaleza ordinaria, se tendrán
por puestas aunque no se expresen, a no ser que las segundas sean
renunciadas en los casos y términos permitidos por la ley.

Artículo 1840.- Pueden los contratantes estipular cierta prestación como


pena para el caso de que la obligación no se cumpla o no se cumpla de
la manera convenida. Si tal estipulación se hace, no podrán reclamarse,
además, daños y perjuicios.

Artículo 1841.- La nulidad del contrato importa la de la cláusula penal;


pero la nulidad de ésta no acarrea la de aquél.

Sin embargo, cuando se promete por otra persona, imponiéndose una


pena para el caso de no cumplirse por ésta lo prometido, valdrá la pena
aunque el contrato no se lleve a efecto por falta del consentimiento de
dicha persona.

Lo mismo sucederá cuando se estipule con otro, a favor de un tercero, y


la persona con quien se estipule se sujete a una pena para el caso de no
cumplir lo prometido.

Artículo 1842.- Al pedir la pena, el acreedor no está obligado a probar


que ha sufrido perjuicios, ni el deudor podrá eximirse de satisfacerla,
probando que el acreedor no ha sufrido perjuicio alguno.

Artículo 1843.- La cláusula penal no puede exceder ni en valor ni en


cuantía a la obligación principal.

Artículo 1845.- Si la modificación no pudiere ser exactamente


proporcional, el juez reducirá la pena de una manera equitativa,
teniendo en cuenta la naturaleza y demás circunstancias de la
obligación.

Artículo 1846.- El acreedor puede exigir el cumplimiento de la obligación


o el pago de la pena, pero no ambos; a menos que aparezca haber
Contratos Civiles 21
estipulado la pena por el simple retardo en el cumplimiento de la
obligación, o porque ésta no se preste de la manera convenida.

Artículo 1847.- No podrá hacerse efectiva la pena cuando el obligado a


ella no haya podido cumplir el contrato por hecho del acreedor, caso
fortuito o fuerza insuperable.

Artículo 1848.- En las obligaciones mancomunadas con cláusula penal,


bastará la contravención de uno de los herederos del deudor para que se
incurra en la pena.

Artículo 1849.- En el caso del artículo anterior, cada uno de los


herederos responderá de la parte de la pena que le corresponda, en
proporción a su cuota hereditaria.

Artículo 1850.- Tratándose de obligaciones indivisibles, se observará lo


dispuesto en el artículo 2007.

Artículo 1858.- Los contratos que no estén especialmente reglamentados


en este Código, se regirán por las reglas generales de los contratos; por
las estipulaciones de las partes, y en lo que fueren omisas, por las
disposiciones del contrato con el que tengan más analogía, de los
reglamentados en este ordenamiento.

Contratos Civiles 22
2.7 La teoría de las nulidades aplicada al contrato

A diferencia del contrato inexistente2, nuestro derecho reconoce la subdivisión


de nulidad relativa y nulidad absoluta.

La nulidad absoluta no impide que el contrato produzca provisionalmente sus


efectos, pero éstos están destinados a anularse; tarde o temprano sucumbirán.

Podemos ejemplificarlo, como si un contrato una vez nacido (existente),


estuviere desahuciado (esto es, atacado de enfermedad incurable (ilicitud).
Nadie podrá exigir, por ejemplo, el pago que se convino por lesionar a una
persona (ver por ejemplo artículo 2226 del CCDF, que resulta ser contrario a
las leyes del orden público y a las buenas costumbres. Aquí hay un ejemplo de
contratos de pleno derecho.

Recordemos: la nulidad relativa siempre permite que el contrato produzca sus


efectos provisionalmente. Ver artículo 2227 CCDF

En atención a la comparación anterior, el contrato existe, pero esta atacado de


mal incurable. Sus efectos en un principio son nulos se pueden convalidar. Así,
la falta de capacidad de un contratante menor de edad, cuando éste lo ratifica
convierte el acto nulo en válido: de estos contratos se dice que son anulables.

Características de la inexistencia: es la que puede hacerse valer por toda


persona interesada jurídicamente, es imprescriptible, pues el transcurso del
tiempo no la convalidará, es inconfirmable: no se hace válido por ratificación.

La nulidad absoluta, puede invocarla igualmente todo interesado, y también es


imprescriptible e inconfirmable.

2
Que es cuando al contrato le falta alguno de los elementos de validez, existe, pero las consecuencias
jurídicas que produce se anulan, quedando las cosas como si el contrato no se hubiere celebrado.
Contratos Civiles 23
La nulidad relativa, solo la puede hacer valer quien ha sufrido los perjuicios del
contrato nulo (nulidad relativa es producida por vicios del consentimiento,
incapacidad, falta de forma y en algunos casos la ilicitud).

Se puede dar validez del contrato por prescripción (sino se denuncia la nulidad
a tiempo, el contrato se convalida) también por confirmación, cuando ya ha
desaparecido el elemento que la causó.

Contratos Civiles 24
Referencias

De Pina, R. (1989). Derecho civil mexicano. Elementos de derecho civil


mexicano, volumen tercero. México: Porrúa.

Rojina, R. (2011). Compendio de Derecho Civil. IV Contratos. México: Porrúa.

Soto, C. (2003). Prontuario de introducción al estudio del derecho y nociones


de derecho civil. México: Limusa.

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Legislación

Código Civil del Distrito Federal

Contratos Civiles 25

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