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Los patos de Tania y Carla

Una mañana, Carla y Tania las pastoras de la granja Alegría, se levantaron con el canto del gallo
Leoponcio: ¡Quiquiriquí, Quiquiriquí¡ (todos/as decimos quiriquiquí) . Carla y Tania bostezan, se
estiran, se dan un beso y dicen: ¡Buenos días! (todos hacemos lo mismo)

Las dos van a la cocina, desayunan leche con cereales y se meten en la ducha cantando: ¡Qué rico,
qué rico es ducharse! ¡Qué rico, qué rico! mi cuerpo se queda limpio y fresco, es un día precioso y
estamos ¡alegres y limpias!(todos/as hacemos que nos limpiamos el cuerpo y repetimos que
rico, que rico de la canción)

Después de la ducha, Tania y Carla se limpian los dientes y van a saludar a sus animales: los caballos,
los cerdos, las gallinas……

¡De repente! ¡Oh no! No puedo creerlo dijo Tania. ¡La puerta del corral está abierta! Los patos se
habían escapado y Tanía y Carla se pusieron muy tristes.

Rápidamente cogieron comida, agua, la guardaron en sus mochilas y salieron a buscar a sus patos.

Comenzaron a caminar y gritaron sus nombres, pero no respondió nadie. (todos/as caminan y cada
uno/a grita un nombre que quiera) primero dieron pasos grandes (todos/as damos pasos
grandes), luego caminaron más rápido (todos/as caminamos más rápido) y por último
empezaron a correr (todos/as corremos).

Dejaron de correr, bebieron un poco de agua y se pusieron a descansar. Estiraron sus piernas, su
tronco, brazos y cuello (hacemos los estiramientos de piernas, tronco, brazos y cuello), luego,
comenzaron a caminar otra vez.

Después de un rato caminando se encontraron un inmenso árbol y Carla preguntó: - ¿Subimos y


buscamos desde lo alto del árbol a nuestros patos?

- Tania dijo: ¡Subamos! (todos/as subimos las espalderas de la sala)

Llegaron a la copa del árbol y encontraron unas plumas. Las dos dijeron:

- ¡Han estado aquí! Miraron hacia el suelo pero no vieron nada y poco a poco comenzaron a bajar del
árbol. (todos bajamos de las espalderas)

Es una pena que no lo hayamos visto, pero sabemos que han estado aquí, así que….. ¡Seguiremos
buscando! - Dijo Carla.

Siguieron su camino y se encontraron una grieta muy muy grande ¿Qué podemos hacer? Preguntó
Tania. Podemos coger este tronco de Pino y colocarlo para hacer un puente y así, poder pasar por
encima del él, dijo Carla. Los dos cogieron el tronco, lo colocaron y pasaron por encima de
él. (colocamos dos banco suecos y caminos por encima de ellos)

Tania comenzó a mirar los árboles y dijo: ¡Ey! Hay unas manzanas en ese manzano, podemos saltar,
cogerlas y comérnoslas. De acuerdo dijo Carla. Las dos saltaron hasta alcanzarlas (todos saltamos y
cogemos las manzanas que serán pelotas que tirará la maestra/o mientras todos/as
saltan) y comenzaron a comérselas. (todos simulamos que estamos comiendo manzanas)

Las pastoras comenzaron a caminar y Carla comenzó a chocar dos piedras que tenía en el bolsillo de
su pantalón. (nosotros hacemos el ritmo con las manos). El sonido comenzó a ser diferente, las
plantas, flores y árboles, que estaban en ese lugar comenzaron a seguir el ritmo de las dos piedras
con sus ramas. Las abejas, mariposas, moscas y mosquitos también seguían el ritmo con sus alas y las
dos pastoras comenzaron a bailar. (todos/as bailamos con la música que ha puesto la
maestra/o)

De repente, Tania escucha una voz muy baja y Carla deja de chocar las piedras. ¡Por favor! ¡Por favor!
¡Ayúdenme!. Carla y Tania no sabían de donde salía esa voz y colocaron sus manos en las orejas para
poder localizar el sonido. (nosotros/as hacemos lo mismo).

La voz procedía de una paloma que se había chocado contra un árbol. Las pastoras le preguntaron que
le había pasado y la paloma llamada Panchita dijo: yo iba volando por el cielo y un fuerte viento hizo
que chocara contra este árbol (todos colocamos las manos como fueran alas y comenzamos a
volar, luego hacemos que nos chocamos y nos caemos.

Carla cogió el botiquín y le curó las heridas a Panchita. La paloma les dio las gracias y le preguntó que
hacían en ese lugar. Carla le explicó lo que había sucedido con sus patos y Panchita les dijo que cuando
no le doliera la cabeza, volaría para buscar a sus patos.

Carla y Tania se alegraron mucho, le dieron las gracias y se sentaron

(todos/as nos sentamos en el suelo)

Panchita empezó a recuperarse y se puso a volar. ¡Pastoras! Voy a encontrar a sus patos, ¡se lo
prometo! (nosotros movemos las manos como si voláramos)

Carla y Tania se pusieron a saltar de alegría y empezaron a cantar. ¡Ay panchita, ay panchita! Nuestros
patos van a ser encontrado por ¡Panchita!

Las dos pastoras estaban muy cansadas del largo camino que habían recorrido; se acostaron y cerraron
sus ojos. (todos/as nos acostamos y cerramos los ojos)

Después de un rato, Panchita apareció volando junto con los patos de la granja Alegría, se colocaron
al lado de las pastoras y dijeron suavemente: - hemos vuelto.

Carla y Tania, empezaron a abrir los ojos poco a poco y dijeron: ¡Qué alegría! ¡Los has encontrado
Panchita! (nosotros/as abrimos los ojos y nos sentamos)

Se dieron un abrazo las dos y luego, comenzaron a abrazar a sus patos tan queridos por las pastoras. (
todos nos abrazamos)

Regresaron todos a la granja y celebraron la fiesta de la granja Alegría. Colorín y colorado, este cuento
se ha acabado

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