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Resumen

El valor de un Consultor como parte del Capital Humano y base del Capital
Estructural y Relacional de su organización radica en poseer determinadas
cualidades profesionales entre las que se encuentran: conocer el perfil y las
necesidades del Cliente, poseer una mente abierta, mantener una buena
relación interpersonal por la naturaleza misma de su trabajo para poder
comunicar claramente los resultados del mismo y sobre todo mantener un
comportamiento ético. La experiencia ha demostrado que la transgresión de
alguna de las normas de conducta que deben conformar la ética del consultor
retrasa el proceso de cambio que se ha pretendido promover e incluso puede
traer otras implicaciones que afectan la imagen del cliente, del consultor u otros
efectos incluidas implicaciones jurídicas.

Desarrollo

El Consultor es el elemento esencial en el negocio de los servicios de


consultoría y es el factor determinante para la obtención del valor agregado por
parte de su institución, ya que de él parten el conocimiento, la competencia, los
valores y el potencial innovador dentro de la organización.

En los últimos tiempos, la figura del Consultor se ha convertido en un recurso


esencial tanto para garantizar la identidad y fidelización de la institución que
representa como para perfeccionar el desempeño y elevar la competitividad de
las organizaciones empresariales que solicitan este novedoso servicio.

Si tomamos en cuenta que los servicios de consultoría se definen como


aquellos encaminados a prestar asesoría especializada a los empresarios y
ayudarles a solucionar los problemas de sus organizaciones, fácilmente
podremos darnos cuenta de la importancia del papel que juega el consultor y
que del éxito de su trabajo, dependerá el prestigio de la institución que
representa, en el mercado.

El uso cada vez más extendido, en el mundo de los servicios de consultores


profesionales también se hace cada vez más patente en Cuba, ya que trae
incuestionables ventajas para el desempeño y competitividad de las
organizaciones empresariales que los contratan. Representan una ayuda
intensiva para el Cliente que obtiene del Consultor un punto de vista imparcial y
la solución adecuada a sus problemas, emitiendo oportunos diagnósticos que
facilitan al empresario descubrir las debilidades y fortalezas de su institución y
mejorar la situación corporativa de la misma.

Los servicios de un Consultor representan hoy por hoy la herramienta idónea


para la aplicación intensiva del conocimiento en el ámbito empresarial lo cual
hace que sistemáticamente aumente su valor intangible.

El Consultor se considera el profesional de la Información del Siglo XXI y la


ética en su trabajo es un elemento esencial para garantizar la calidad y
prestigio de sus servicios y el de su organización.
Los servicios de consultoría se caracterizan básicamente por la imparcialidad
del Consultor, que es un rasgo fundamental dentro de su función y al propio
tiempo requiere de una relación muy compleja con los Clientes. El Consultor
debe saber actuar como promotor de cambio y dedicarse a su función y debe
ser capaz de asegurar la máxima participación del Cliente en todo lo que hace
de modo que el éxito final se logre en virtud del esfuerzo de ambos.

El Servicio que brinda el Consultor es esencialmente un servicio consultivo. Su


función fundamental es actuar como asesor, con absoluta responsabilidad por
la calidad e integridad de su dictamen siendo responsabilidad del Cliente
aceptarlo o no. No se trata solo de dar el asesoramiento adecuado, sino de
darlo de manera adecuada y en el momento apropiado. Esta es una de las
principales cualidades del Consultor.

El Consultor es el activo de competencia individual de que dispone la


organización y que representa la educación, la experiencia, el know-how, los
conocimientos, habilidades, valores y actitudes de las personas que trabajan en
la entidad. El valor del capital humano de la organización será directamente
proporcional con el valor que alcance este activo.

LA PROFESION DE CONSULTOR

La profesión de Consultor se ha posesionado en el mundo con la era de la


información y el conocimiento y es relativamente nueva dentro de los países
menos desarrollados. La tendencia actual es la contratación, cada vez más
frecuente, de consultores especializados para dar solución a situaciones
complejas que permitan el cambio positivo de una organización empresarial en
función del progreso de la misma.

CARACTERISTICAS DEL TRABAJO DEL CONSULTOR.

El trabajo del Consultor se debe caracterizar por una serie de elementos


fundamentales que deben distinguir su servicio y que son los siguientes:

- Su experiencia e imparcialidad al actuar como asesor en la organización


que solicite sus servicios.

- Sus conocimientos y capacidades profesionales al servicio del Cliente para


dar solución a problemas prácticos que puedan presentarse.

- El análisis casuístico de los hechos y la búsqueda de soluciones


novedosas, originales y factibles.

- La claridad, precisión y congruencia en los resultados de su trabajo.

- Su paciencia y constancia como base del éxito de su misión lo cual resulta


imprescindible para garantizar una buena relación entre el Consultor y el
Cliente.
- Su objetividad, pues ningún problema debe hacerle perder en ningún
momento el sentido de lo que hace.

- La especificidad ya que con el “qué hacer” se debe dar el “cómo” y


“cuándo” hacerlo, siendo siempre cuidadoso en sus evaluaciones valorativas.

- La generación de alternativas sobre todos los aspectos de la organización


del Cliente, ser capaz de proponer nuevos cambios y soluciones a los
problemas a partir de la obtención de la información que se necesita para ello
por parte del Cliente.

REQUISITOS Y CONDICIONES DE UN CONSULTOR

La profesión de Consultor representa un trabajo básicamente intangible a partir


del conocimiento y la experiencia de la persona que la ejerza y requiere de un
constante desarrollo intelectual y un salario respetable, pero también requiere
de requisitos muy rigurosos.

Para ser considerado un verdadero Consultor, la persona que desempeñe esta


profesión debe reunir un conjunto de habilidades y cualidades que a
continuación se relacionan:

- Tener un profundo conocimiento del contenido y uso de los recursos de


información.

- Poseer experiencia práctica en los temas que puedan ser sometidos a su


consideración para su solución.

- Desarrollar y gestionar servicios de información adecuados, accesibles y


eficientes en correspondencia con la dirección estratégica de la organización.

- Evaluar las necesidades y diseñar y promocionar servicios y productos de


información con valor añadido para satisfacer las necesidades.

- Utilizar adecuadamente la información tecnológica apropiada para adquirir,


organizar y difundir la información.

- Investigar para dar solución los problemas que pongan a su consideración.

- Mejorar continuamente los servicios en respuesta a las necesidades


cambiantes, sintiéndose comprometido con la excelencia del servicio que
brinda.

- Poseer una amplia visión y saber planificar, priorizar y focalizar los


aspectos más críticos.

- Conocer un idioma.

- Saber trabajar en equipo.


- Estar comprometido con la formación continuada y el desarrollo de su
carrera profesional.

- Poseer habilidades para los negocios y sabe captar las nuevas


oportunidades.

- Poseer una clara visión de las tendencias de la economía y el mercado.

- Ser flexible y tener una actitud positiva ante los continuos cambios. SER
ETICO

LA ETICA DEL CONSULTOR.

La Ética Profesional se puede definir como la actividad personal puesta de una


manera estable y honrada al servicio de los demás y en beneficio propio, a
impulsos de la propia vocación y con la dignidad que corresponde a la persona
humana. Estas palabras no solo se identifican con las carreras universitarias;
abarcan también los oficios y trabajos permanentes y remunerados, aunque no
requieran un título universitario. La Etica es una condición inherente a toda
persona que se desempeñe como Consultor y un elemento que incide
directamente en su prestigio y en el de su organización.

En virtud de su profesión, el Consultor ocupa una posición que le confiere


deberes y derechos especiales que se detallan a continuación:

- La Vocación. Es la disposición que hace al Consultor especialmente apto


para su actividad profesional. Quien elige de acuerdo a su propia vocación
tiene garantizada ya la mitad de su éxito en su trabajo.

- La finalidad de la Profesión. La profesión de Consultor no debe convertirse


en un medio de lucro, El Consultor debe capacitarse constantemente en
función de un mejor rendimiento dentro de las actividades especializadas para
el beneficio de la sociedad.

- La utilidad de la profesión: y no su beneficio personal. La mayoría de las


profesiones entrañan determinados sacrificios que al final producen una
satisfacción en el profesional.

- La capacidad profesional. Un profesional debe ofrecer una preparación


especial dirigida a fortalecer su capacidad intelectual y su capacidad moral.

- La capacidad intelectual es en el conjunto de conocimientos que dentro de su


profesión, hacen al Consultor apto para desarrollar trabajos especializados.
Estos conocimientos se adquieren básicamente durante los estudios
universitarios, pero se deben actualizar mediante la superación sistemática del
profesional.

- La capacidad moral es el valor del consultor como persona, lo cual


proporciona integridad, seriedad y nobleza a su trabajo. Comprende no sólo la
honestidad en el trato y en los negocios en el sentido de responsabilidad en el
cumplimiento de lo pactado, sino además la capacidad para abarcar y
traspasar su propia esfera profesional en un horizonte mucho más amplio.

- El secreto profesional que le impide divulgar información que le fue


confiada para poder llevar a cabo su labor. Revelar confidencias ajenas es una
obvia violación ética. Si alguien le pide al consultor que guarde información
privada y él acepta, pero no lo hace, su comportamiento no es ético.

- La solidaridad como uno de los medios más eficaces para incrementar la


calidad del nivel intelectual y moral de los especialistas.

Un Consultor integral dentro de nuestro entorno debe trabajar sobre la base de


un conjunto de principios éticos esenciales:

- La credibilidad: El Consultor debe garantizar que su información sea


creíble, a partir de la convicción y seguridad con la que realice sus funciones.
Un Consultor que muestre incertidumbre o duda en lo que hace nunca podrá
ganarse el crédito de su Cliente y perderá credibilidad, prestigio y mercado.

- La profesionalidad: El Consultor debe ser un profesional de su actividad y


este requerimiento se adquiere a partir de la formación, experiencia y
conocimientos técnicos adquiridos a lo largo de su trayectoria laboral; sus
habilidades y destrezas para dar solución a los problemas del Cliente.

- La calidad en su trabajo: El trabajo del Consultor debe ejecutarse al más


alto nivel en todos los órdenes, tanto en la técnica, como en los recursos
utilizados, la tecnología y métodos aplicados, la creatividad y la adecuación del
mismo a las particularidades e intereses del Cliente.

El Consultor debe ser capaz de distinguir las necesidades y peculiaridades de


cada Cliente aunque todos le soliciten el mismo tipo de servicio. Este aspecto
también incide de manera determinante en la calidad de su trabajo.

- La confianza. La calidad del trabajo del Consultor, su credibilidad, su


profesionalidad, su comunicación, la veracidad de sus análisis y su sistema de
atención al Cliente son factores determinantes para ganarse la confianza de la
organización donde presta el servicio. Su actitud ante el trabajo, los resultados
alcanzados, la fidelización de sus Clientes a partir de su eficacia en los
negocios, y su prestigio como Consultor, le permiten ganarse la confianza de su
institución y comprometerla para una mejor gestión en su desarrollo
profesional.

- La confidencialidad. Ante todo, un Consultor debe ser discreto, capaz de


respetar la confidencialidad de los documentos, informaciones, datos o hechos
a los que acceda como parte del trabajo que realiza en una organización así
como también debe mantener discreción respecto a la información confidencial,
proyectos en desarrollo, secretos industriales o comerciales, Know-how no
autorizado a divulgarse o cualquier otra información relativa a la propiedad
intelectual de su entidad.
- La integridad: La honradez, lealtad y honestidad son cualidades morales
de un Consultor que conforman su ética como profesional de la información
que tiene la responsabilidad de orientar al Cliente de manera objetiva.

- La objetividad: El Consultor debe ser imparcial en sus análisis, debe actuar


con desinterés y ser justo en sus apreciaciones sin dejarse llevar por
apreciaciones o influencias subjetivas. Debe fundar sus opiniones y decisiones
en evidencias y hechos objetivos.

- La competitividad: La inteligencia, el talento, los conocimientos, capacidad


de trabajo, creatividad en las soluciones, habilidades para negociar y la
experiencia de que disponga determinan la idoneidad del Consultor y su
competencia como profesional.

- La legalidad: El Consultor debe observar estrictamente las disposiciones


normativas y actuar en consecuencia. Prestar sus servicios en correspondencia
con las normas técnicas promulgadas por los diferentes organismos.

- La formación profesional: Mientras el Consultor se mantenga en activo,


debe actualizar permanentemente sus conocimientos profesionales. Debe
contribuir a su superación y desarrollo así como también a la formación de las
nuevas generaciones de técnicos y empresarios.

En el desarrollo de su actividad profesional y fuera de ella, el consultor, como


activo promotor del cambio, debe observar una determinada ética. Entre las
normas de conducta que deben conformar la ética del consultor tenemos:

1. La Modestia.

2. La organización y disciplina.

3. No emplear más tiempo que el requerido por el problema.

4. La confidencialidad.

5. Utilizar las reglas de la comunicación como herramientas para su óptima


relación con el personal consultante.

6. Actuar como mediador en los conflictos evitando el enfrentamiento con el


personal de la empresa, o entre esta y los organismos territoriales y superiores.

7. Convencer y no imponer sus criterios.

8. Incidir positivamente con sus soluciones en la economía nacional y no


solamente en el cliente tomando en cuenta los efectos sociales y ambientales
que de ellas se deriven.

9. Ser un baluarte del cumplimiento de las leyes establecidas y no


establecer recomendación alguna que implique efectos adversos para el
cliente, la sociedad o terceros.
10. Ser honesto en el más amplio sentido de la palabra tanto en su actividad
profesional como en lo personal.

CONDUCTAS INCOMPATIBLES CON LA PROFESION DE CONSULTOR

El Consultor debe actuar de acuerdo con la moral establecida. Por tanto, debe
evitar defender causas injustas, usar sus conocimientos en función de propiciar
ilegalidades, prestar servicios de mala calidad, hacer presupuestos para su
beneficio personal, proporcionar informes falsos etc. Cuando un profesional
tiene una conducta honesta, dentro y fuera del ejercicio de su profesión, le
atraerá confianza y prestigio, lo cual constituye un estímulo que lo impulsará
con más certeza en el recto ejercicio de su carrera.

Cuando un profesional mantiene una conducta honesta, dentro y fuera del


ejercicio de su profesión, le atraerá confianza y prestigio, lo cual no deja de ser
un estímulo para el recto ejercicio de su carrera.

Convertirse en el Consultor ideal es una meta difícil de alcanzar. En el


Consultor deben combinarse la formación y la experiencia como dos virtudes
claves para el éxito de su servicio.

BIBLOGRAFIA.-

- Curso de Consultoría.- Msc Ing Luis F Álvarez López, Msc. Lic. Enrique
Zayas Miranda, Msc Ing. Marisol Pérez Campaña

- Código de Etica para Auditores de calidad – Roberto Montero

- Código de Etica del Consultor de la Casa Consultora DISAIC

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