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UNIVERSIDAD DE CHILE

FACULTAD DE CIENCIAS FÍSICAS Y MATEMÁTICAS


DEPARTAMENTO DE GEOFISICA

VULNERABILIDAD SÍSMICA ESTRUCTURAL EN VIVIENDAS SOCIALES, Y


EVALUACION PRELIMINAR DE RIESGO SISMICO EN LA REGIÓN
METROPOLITANA

TESIS PARA OPTAR AL GRADO DE MAGISTER


EN CIENCIAS MENCIÓN GEOFISICA

NATALIA ANDREA SILVA BUSTOS

PROFESOR GUÍA:
JAIME CAMPOS MUÑOZ

MIEMBROS DE LA COMISIÓN:
MAXIMILIANO ASTROZA INOSTROZA
FELIPE LEYTON FLORES

SANTIAGO DE CHILE
JULIO 2011
RESUMEN DE LA TESIS PARA OPTAR AL GRADO
DE MAGISTER EN CIENCIAS MENCION GEOFISICA
POR: NATALIA ANDREA SILVA BUSTOS
FECHA: 18 JULIO 2011.
PROFESOR GUÍA: SR. JAIME CAMPOS MUÑOZ.

“VULNERABILIDAD SÍSMICA ESTRUCTURAL EN VIVIENDAS SOCIALES, Y EVALUACION


PRELIMINAR DE RIESGO SISMICO EN LA REGIÓN METROPOLITANA”

El objetivo principal de esta tesis es estimar el riesgo sísmico en una muestra de viviendas sociales construidas
entre los periodos 1980 y 2001, distribuidas en 12 comunas de la Región Metropolitana (RM). Para ello se
abordan, en un análisis extenso, los dos factores involucrados, vulnerabilidad y peligro sísmico desde la
perspectiva de la ingeniería y sismología aplicada respectivamente.
La vulnerabilidad se abordó mediante dos enfoques: 1) asignación de clases de vulnerabilidad según
distribución de daños dados por la Escala MSK-64; y 2) cálculo del Índice de densidad de muros (índice de
primer nivel). Para ambas metodologías, se empleó el catastro detallado de daños experimentados tras el
terremoto del 03/03/1985 (Ms 7.8). Se optó por emplear para el análisis cuantitativo de vulnerabilidad el
índice de densidad de muros normalizado por número de pisos (d/n)% propuesto por Meli (1991),
principalmente por dos razones: a) ha sido concebida para este tipo de estructuras (albañilería reforzada) y ha
sido adaptada a la realidad chilena, y b) permite una evaluación masiva de estructuras dado que requiere
información estructural básica. Se establece una relación entre este índice y el grado de daño observado en las
viviendas, verificando los límites anteriormente propuestos y calibrados por Küpfer (1993). Se recomienda esta
metodología para esta tipología pues permite estimar de buena manera, y en primer orden, el comportamiento
sísmico esperado ante un evento de intensidades entre VI y VIII. Se propone un (d/n)% de 1.15 para el cual se
esperaría un nivel de daño leve (G0 y G1). Se optó por establecer límites conservadores, es decir, que el grado
de daño esperado sea mayor que el observado, subestimando la real respuesta de las viviendas sociales.
Se evaluó el peligro sísmico en la RM, abordándolo mediante los enfoques probabilístico y determinístico. En
el primero, se emplea la metodología propuesta por Algermissen & Perkins (1976), caracterizando las tres
fuentes sismogénicas presentes en Chile Central, mediante relaciones de Gutenberg Richter (G-R) y leyes de
atenuación, obteniendo isosistas para distintos periodos de retorno de interés. Se incorpora además, el efecto
de sitio, que amplifica hasta en un grado la intensidad según el tipo de suelo dado por la geología superficial
(Leyton et al. 2010). Se obtiene que el efecto conjunto y el aporte individual de la fuente interplaca thrust, son
las que generan las mayores intensidades en la zona, observando que para la cuenca de Santiago, la presencia
de las fuentes cortical cordillerana (dada su cercanía), e intraplaca de profundidad intermedia, son influyentes.
El enfoque determinístico generó los escenarios más desfavorables y creíbles a la vez para las fuentes inter e
intraplaca, y para el caso cortical se barajan distintos largos de ruptura de la Falla San Ramón, dejando en
evidencia la importancia de dicho sistema de fallas. Se observa que un análisis probabilístico, a grandes
periodos de retorno, tiende a asemejarse a los resultados obtenidos mediante la metodología determinística.
Se propone, como alternativa a la distribución dada por la Escala MSK, una relación funcional dependiente de
la amenaza sísmica (intensidades del enfoque probabilista, para 475 años de periodo de retorno) y de la
vulnerabilidad (índice de densidad de muros), que estime el riesgo sísmico expresado a través del grado de
daño promedio esperado, obteniéndose escenarios para los conjuntos habitacionales considerados. En este
sentido, el escenario más severo se obtiene producto del efecto conjunto de las fuentes sismogénicas (IMM
levemente superiores a IX, considerando efecto de sitio), el que genera cerca de un 25% de nivel de daño leve
(G0 y G1) en las viviendas estudiadas, y cerca de un 50% de nivel de daño grave (G4 y G5), comprometiendo
estas últimas su nivel de habitabilidad, consideración hecha a partir del nivel de daño severo, G3.
AGRADECIMIENTOS

A la Iniciativa Científica Milenio, Grupo Internacional de Investigación de Terremotos Montessus de


Ballore, y al Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, por financiar esta investigación y
mi programa de Magíster.

A don Ernesto Herbach, Alejandra Melgarejo, Rodrigo Núñez del Departamento de Estudios y
Patricio Cifuentes del Departamento de Obras de Edificación, del SERVIU Metropolitano, por
colaborarme con la información geográfica de los conjuntos habitacionales y la facilidad para poner a
mi disposición los numerosos planos revisados.

A Enrique Cartier del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, MINVU.

A Ismael Ortega y Carolina Valderas, del Servicio Sismológico Nacional por la voluntad y
disposición de siempre.

A Felipe Leyton, por su permanente cooperación, por traspasarme parte de su experiencia en el área
de Peligro Sísmico.

Al profesor Maximiliano Astroza, por su preocupación y apoyo constante desde mis cursos de
pregrado, por su calidad profesional y humana.

Y a mi profesor guía por segunda vez, Jaime Campos. Gracias por creer en mí y permitirme crecer
profesionalmente.
Quiero agradecer especialmente, 
 
A mi madre, por su apoyo y comprensión permanente, por ser mi amiga y confiar en mi…  

A mi hermana por su fuerza y sabiduría, 

A mi cuñado por su cariño y ejemplo de superación, 

A mi sobrina que sea una luz para esta sociedad, como sus padres lo son… 

A Camilo por todo su apoyo, porque sin el este trabajo no habría sido posible, gracias por tu 

compañía, largas horas de compartir tu conocimiento conmigo y por tu amor 

desinteresado 

Y a mi padre, que siempre está conmigo, y espero esté orgulloso de su niña! 
ÍNDICE DE CONTENIDO

Contenido Página

CAPITULO 1  INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................... 1 

1.1  ANTECEDENTES ................................................................................................................................................ 1 

1.2  MOTIVACION ................................................................................................................................................... 10 

1.3  CONCEPTOS GENERALES ................................................................................................................................. 12 


1.4  OBJETIVO GENERAL ........................................................................................................................................ 15 
1.5  OBJETIVOS ESPECIFICOS ................................................................................................................................. 15 
1.6  ORGANIZACIÓN DE LA TESIS ........................................................................................................................... 17 

CAPITULO 2  MARCO CONCEPTUAL VULNERABILIDAD SISMICA ..................................................... 19 

2.1  METODOLOGIAS DE EVALUACIÓN DE VULNERABILIDAD ................................................................................ 19 


2.1.1  Metodos cualitativos de evaluacion ..................................................................................................... 20 
2.1.2  Métodos cuantitativos de evaluación ................................................................................................... 33 

CAPITULO 3  ANTECEDENTES TERREMOTO CHILE CENTRAL 1985 .................................................. 45 

3.1  TERREMOTO DEL 03 DE MARZO DE 1985 ........................................................................................................ 45 


3.1.1  Daños estructurales ocasionados en viviendas sociales producto del terremoto de marzo de 1985 en
chile central ........................................................................................................................................................ 47 
3.1.2  Repercusiones del terremoto de 1985 .................................................................................................. 51 
3.1.3  Levantamiento de daños post 1985 por parte de las municipalidades ................................................. 54 

CAPITULO 4  BASE DE DATOS DE VIVIENDAS SOCIALES ...................................................................... 57 

4.1  CLASIFICACION DE VIVIENDAS SOCIALES DEL SERVIU METROPOLITANO TRAS EL TERREMOTO DE 1985 ......... 57 
4.2  CARACTERIZACION DE LA MUESTRA 1: VIVIENDAS SOCIALES CONSTRUIDAS PERIODO 1980 A 1985 ............. 59 
4.3  CARACTERIZACION DE LA MUESTRA 2: VIVIENDAS SOCIALES CONSTRUIDAS PERIODO 1986 A 2001 ............. 68 

CAPITULO 5  EVALUACION DE VULNERABILIDAD SISMICA ESTRUCTURAL EN VIVIENDAS


SOCIALES CONSIDERADAS................................................................................................................................. 72 

5.1  ASIGNACION DE CLASES DE VULNERABILIDAD ................................................................................................ 72 

5.1.1  Clases de vulnerabilidad estructuras muestra 1, viviendas 1 y 2 pisos ............................................... 73 


5.1.2  Clases de vulnerabilidad estructuras Muestra 1, viviendas de 3 y 4 pisos .......................................... 76 
5.1.3  Clases de vulnerabilidad estructuras Albañilería Muestra 2 ............................................................... 80 
5.2  RELACION ENTRE INDICE DE DENSIDAD DE MUROS (MELI, 1991) Y GRADOS DE DAÑO PROMEDIO............. 82 
5.2.1  Resultado indice de meli a viviendas sociales 1980 – 1985 ................................................................. 83 

i
5.2.2  Resultado indice de meli a viviendas sociales 1986 – 2001 ................................................................. 95 
5.3  MAPA DE VULNERABILIDAD VIVIENDAS SOCIALES .......................................................................................... 97 

5.3.1  Mapa vulnerabilidad sÍsmica estructural según Índice de densidad de muros.................................... 97 
5.3.2  Mapa vulnerabilidad sÍsmica estructural según clase de vulnerabilidad ............................................ 99 

CAPITULO 6  ESCENARIO DE PELIGRO SISMICO EN LA REGION METROPOLITANA ................ 101 

6.1  METODOLOGIA PROBABILISTICA .................................................................................................................. 103 


6.1.1  Base de datos...................................................................................................................................... 105 
6.1.2  Modelacion fuentes sismogenicas ...................................................................................................... 106 
6.1.3  Ley de atenuación para intensidad de Mercalli ................................................................................. 112 
6.1.4  Magnitudes máximas y mínimas......................................................................................................... 113 
6.2  METODOLOGÍA DETERMINISTICA.................................................................................................................. 114 
6.2.1  Base de datos...................................................................................................................................... 115 
6.2.2  Definicion del Evento máximo creíble ............................................................................................... 115 
6.3  EFECTO DE SITIO ........................................................................................................................................... 129 
6.3.1  Monge y Astroza, 1989. ...................................................................................................................... 130 
6.3.2  Algermissen y Kausel, 1992. .............................................................................................................. 131 
6.3.3  Leyton et al. 2010. .............................................................................................................................. 132 
6.3.4  Astroza y Molina, 2011. ..................................................................................................................... 137 
6.4  SENSIBILIDAD PARAMETROS Y METODOLOGIA DE LOGIC TREES ................................................................... 140 

6.4.1  Logic tree fuente interplaca thrust ..................................................................................................... 152 


6.4.2  Logic tree fuente intraplaca profundidad intermedia ........................................................................ 153 
6.4.3  Logic tree fuente cortical cordillerana............................................................................................... 154 
6.5  MAPAS DE PELIGRO SÍSMICO PROBABILISTICO PARA VARIABLE DE INTENSIDAD ........................................... 155 
6.5.1  Fuente Interplaca thrust (475 años de periodo de retorno) ............................................................... 157 
6.5.2  Fuente Intraplaca de Profundidad Intermedia (475 años de periodo de retorno) ............................. 158 
6.5.3  Fuente Cortical cordillerana (475 años de periodo de retorno) ........................................................ 159 
6.5.4  Efecto conjunto de las fuentes (475 años de periodo de retorno, ley atenuacion Silva & Leyton) .... 160 
6.6  MAPAS DE PELIGRO SÍSMICO DETERMINISTICO PARA VARIABLE DE INTENSIDAD .......................................... 161 
6.6.1  Fuente Interplaca thrust ..................................................................................................................... 164 
6.6.2  Fuente Intraplaca de Profundidad Intermedia................................................................................... 166 
6.6.3  Fuente Cortical cordillerana ............................................................................................................. 168 

CAPITULO 7  EVALUACION DE RIESGO SISMICO................................................................................... 171 

7.1  EVALUACION RIESGO SISMICO MEDIANTE DISTRIBUCION ESTADISTICA DE DAÑOS ...................................... 172 
7.1.1  Riesgo sísmico según fuente cortical cordillerana ............................................................................. 173 
7.1.2  Riesgo sísmico según fuente interplaca thrust ................................................................................... 174 
7.1.3  Riesgo sísmico según fuente intraplaca de profundidad intermedia .................................................. 175 

ii
7.1.4  Riesgo sísmico según efecto conjunto de las fuentes .......................................................................... 176 
7.2  EVALUACION RIESGO SISMICO MEDIANTE FUNCIÓN GD [I, (D/N)%] ............................................................ 177 
7.2.1  Calibracionde función de riesgo sismico estructural ......................................................................... 177 
7.2.2  Riesgo sísmico según fuente cortical cordillerana ............................................................................. 180 
7.2.3  Riesgo sísmico según fuente interplaca thrust ................................................................................... 183 
7.2.4  Riesgo sísmico según fuente intraplaca de profundidad intermedia .................................................. 186 
7.2.5  Riesgo sísmico según efecto conjunto de las fuentes .......................................................................... 189 

CAPITULO 8  COMENTARIOS, RECOMENDACIONES Y CONCLUSIONES ........................................ 192 

8.1  METODOLOGIA VULNERABILIDAD SISMICA EMPLEADA ................................................................................. 192 

8.2  COMPORTAMIENTO SISMICO VIVIENDAS SOCIALES ....................................................................................... 194 

8.3  COMENTARIOS METODOLOGIA DE SENSIBILIDAD Y ANALISIS DE MAPAS DE PELIGRO SISMICO GENERADOS .. 199 
8.4  RECOMENDACIONES TRABAJOS FUTUROS ..................................................................................................... 205 

BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................................................................... 207 

ANEXOS ................................................................................................................................................................... 216 

ANEXO A: RESUMEN CONJUNTOS HABITACIONALES SEGÚN P. ESCOBAR. ............................................................. 216 


ANEXO B. ASIGNACION DE CLASES CONJUNTOS CONSIDERADOS ........................................................................ 220 
ANEXO C MAPAS DE PELIGRO SISMICO PROBABILISTICO 223 
C.1.  Fuente Interplaca ............................................................................................................................... 223 
C.2.  Fuente Intraplaca de profundidad intermedia ................................................................................... 224 
C.3.  Fuente Cortical cordillerana ............................................................................................................. 225 
C.4.  Efecto conjunto de las fuentes ............................................................................................................ 226 

FOTOGRAFÍAS:
Fotografía 1-1 Colectivo 1010 y 1020 .......................................................................................................... 6 
Fotografía 1-2 Convivencia de distintos modelos constructivos. ................................................................ 11 

TABLAS:
Tabla 1-1: Tipologías de las Viviendas Básicas del SERVIU....................................................................... 8
Tabla 2-1: Tipos constructivos Escala MSK -64. Medvedev et al. 1964 .................................................... 22
Tabla 2-2: Clases de Vulnerabilidad para viviendas de Albañilería de 1 y 2 pisos..................................... 23
Tabla 2-3: Descripción de Escala Intensidad MSK-64 ............................................................................... 24
Tabla 2-4: Descripción de Escala Intensidad Modificada de Mercalli ........................................................ 25

iii
Tabla 2-5: Equivalencias entre escalas de intensidad. González (1998) ..................................................... 26
Tabla 2-6: Definición de los grados de daños según la Escala MSK-64 ..................................................... 27
Tabla 2-7: Porcentaje de construcciones de acuerdo a rangos .................................................................... 28
Tabla 2-8: Clasificación de Daños en Edificios de Fábrica, según Escala EMS -98. ................................. 28
Tabla 2-9: Clasificación de Daños en Edificios de Hormigón Armado, según Escala EMS -98 ................ 29
Tabla 2-10: Grado de daño promedio, Monge y Astroza (1989) ................................................................ 30
Tabla 2-11: Distribución Estadística de porcentajes de daño de acuerdo a la clase de vulnerabilidad y a la
Intensidad del sismo, según Escala MSK -64. ............................................................................................ 31
Tabla 2-12: Distribución Estadística de porcentajes de daño de acuerdo a la clase de vulnerabilidad y a la
Intensidad del sismo, según adaptación de la EMS-98 hecha por González 1998. ..................................... 32
Tabla 2-13: Relación Densidad de muro – daño, R. Meli; 1990 ................................................................. 40
Tabla 2-14: Relación Densidad de muro – daño, M. Küpfer; 1993 ............................................................ 40
Tabla 2-15: Definición de Clases de vulnerabilidad del Método del Índice de Vulnerabilidad del GNDT 41
Tabla 2-16: Factores del Cálculo del Índice de Vulnerabilidad .................................................................. 42
Tabla 2-17: Factores de Vulnerabilidad y Puntaje para cada una de las clases. .......................................... 42
Tabla 2-18: Factores del Cálculo del Índice de Vulnerabilidad modificados por Gent (2003) para
estructuras de Albañilería Confinada .......................................................................................................... 43
Tabla 2-19: Subfactores del parámetro I (Organización del Sistema Resistente) ....................................... 44
Tabla 2-20: Estimación del nivel de daño esperado sobre la estructura a partir de los rangos de valores
obtenidos en el Iv del G.N.D.T. (Gent, 2003) y la densidad de muros. (Küpfer, 1993). ............................. 44
Tabla 3-1: Daños observados en Viviendas Sociales tras Terremoto 1985. Resultados CEA. ................... 48
Tabla 3-2: Valoración de los daños, OPLAC 1985. (en miles de pesos) .................................................... 51
Tabla 3-3: Viviendas Urbanas afectadas por Terremoto 03 marzo 1985 .................................................... 51
Tabla 3-4: Costos de reparación y refuerzo. ................................................................................................ 52
Tabla 3-5: Número de viviendas afectadas por el terremoto 27 febrero 2010. Informe IC, 2010............... 53
Tabla 4-1: Clasificación de Viviendas SERVIU según estructuras y material. .......................................... 59
Tabla 4-2: Muestra viviendas sociales 1962 – 1985. Muestra 1 ................................................................. 62
Tabla 4-3: Grados de daño experimentados ................................................................................................ 64
Tabla 4-4: Detalle de Grados de daño experimentados Muestra 1. ............................................................. 66
Tabla 4-5: Muestra 2, conjuntos habitacionales 1985 al 2001 .................................................................... 69
Tabla 5-1: Comparación porcentual de daños observados y teóricos, viviendas de 1 y 2 pisos ................. 73
Tabla 5-2: Comparación porcentual de daños observados y teóricos, acumulativos en viviendas de 1 y 2
pisos............................................................................................................................................................. 74
Tabla 5-3: Distribución de daños observados muestra 3 y 4 pisos, P. Escobar........................................... 76

iv
Tabla 5-4: Límites de Índice de Meli propuestos por Silva 2011. .............................................................. 91
Tabla 6-1: Rangos de magnitudes a considerar en Peligro Sísmico .......................................................... 114
Tabla 6-2: Parámetros terremoto de La Ligua, 28 marzo 1965 ................................................................. 119
Tabla 6-3: Caracterización fallas corticales zona Andes de Chile Central (33º - 34ºS) ............................ 122
Tabla 6-3: Caracterización leyes de atenuación para fuente cortical ........................................................ 128
Tabla 6-5: Incremento de Intensidad propuesta por Monge y Astroza, 1989. .......................................... 130
Tabla 6-6: Incremento de Intensidad propuesta por Leyton et. al 2010. ................................................... 134
Tabla 6-7: Comparación incremento de intensidades, terremoto 1985 y 2010, en Chile Central ............. 138
Tabla 6-8: Zonificación e incrementos propuestos, Molina 2011. ............................................................ 138
Tabla 6-9: Eventos desfavorables para Chile Central ............................................................................... 161

FIGURAS:
Figura 2-1: Clases de Vulnerabilidad asignadas originalmente por la Escala EMS-98 y rangos de
aceptación. ................................................................................................................................................... 22
Figura 2-2: Clases de Vulnerabilidad asignadas por Monge y Astroza, 1989............................................. 23
Figura 3-1: Isosistas del Terremoto del 03 de marzo de 1985..................................................................... 46
Figura 3-2: Esquema típico muro albañilería confinada ............................................................................. 49
Figura 3-3: Ficha de levantamiento de daños en cada municipalidad afectada por el Terremoto de marzo
de 1985. ....................................................................................................................................................... 55
Figura 3-4: Distribución espacial de Intensidades MSK, terremoto marzo del 85. Menéndez (1991) ....... 56
Figura 4-1: Distribución materialidad viviendas Región Metropolitana. Fuente: INE, 2002. .................... 65
Figura 6-1: Cambios en el Plan Regional Metropolitano entre 1986 y 2000. ........................................... 101
Figura 6-2: Expansión del Radio Urbano hasta el año 2007. .................................................................... 102
Figura 6-3: Angulo de penetración subducción, zona central Chile (*) .................................................... 108
Figura 6-4: Modelación en planta de fuentes sismogénicas para Chile Central ........................................ 110
Figura 6-5: Distribución de a- value fuente cortical cordillerana .............................................................. 111
Figura 6-6: Distribución de slip (cm) terremoto marzo 1985. Mendoza et al. 1994. ................................ 118
Figura 6-7: Geometría slab subductado..................................................................................................... 120
Figura 6-8: Principales sistemas de fallas corticales de la alta cordillera en Chile Central. ..................... 123
Figura 6-9: Principales sistemas de fallas Chile Central. .......................................................................... 124
Figura 6-10: Extensión y ubicación de la Falla San Ramón...................................................................... 125
Figura 6-11: Perfil amplificación sísmica. J. Lagos, 2003. ....................................................................... 129
Figura 6-12: Efecto de amplificación propuesto por Monge y Astroza. ................................................... 130
Figura 6-13: Efecto de amplificación Algermisen y Kausel, 1992. .......................................................... 131
v
Figura 6-14: Microzonificación de intensidades, terremoto 1985. ............................................................ 132
Figura 6-15: Unidades de Suelo Región Metropolitana. ........................................................................... 135
Figura 6-16: Zonificación en la Región Metropolitana, Leyton et al. 2010. ............................................. 136
Figura 6-17: Zonificación en la Región Metropolitana, propuesta por Molina, J. 2011. .......................... 139
Figura 6-18: Criterios para selección de movimientos sísmicos de diseño ............................................... 156
Figura 6-19: Isosistas Terremoto de Las Melosas, 1958. .......................................................................... 163
Figura 7-1: Función de riesgo propuesta. Gdprom(IMM, (d/n)%)............................................................ 179

GRÁFICOS:
Gráfico 3-1: Viviendas afectadas por terremoto 27 febrero 2010. IC, 2010. .............................................. 54
Gráfico 4-1: Distribución de la muestra 1980-1985, con reporte de daños ................................................. 61
Gráfico 4-2: Distribución de grados de daño promedio, Muestra 1. ........................................................... 67
Gráfico 4-3: Distribución porcentual de grados de daño promedio Muestra 1, según número de pisos. .... 68
Gráfico 4-4: Distribución de la muestra 1986-2001, de acuerdo al número de pisos ................................. 69
Gráfico 5-1: Curvas de daño acumulado, IMSK VII, VIII y VII.5. Viviendas 1 y 2 pisos. ........................ 75
Gráfico 5-2: Curvas de daño acumulado, IMSK VII, VIII y VII.5 Viviendas 3 y 4 pisos. ......................... 77
Gráfico 5-3: Distribución daños acumulativos observados y teóricos. Izquierda: viviendas 3 pisos,
derecha: viviendas 4 pisos ........................................................................................................................... 78
Gráfico 5-4: Distribución de clases de vulnerabilidad Muestra 1. .............................................................. 79
Gráfico 5-5: Cuantificación de grados de daño promedio según tipo constructivo, Muestra 1. ................. 79
Gráfico 5-6: Distribución de clases de vulnerabilidad Muestra 2. .............................................................. 80
Gráfico 5-7: Distribución de daños dada por Escala MSK-64, Clases de vulnerabilidad B y C................. 81
Gráfico 5-8: Distribución clases de vulnerabilidad Muestras 1 y 2 ............................................................ 82
Gráfico 5-9: Índice de Meli para Muestra 1: conjuntos SERVIU construídos 1981 a 1985 ....................... 84
Gráfico 5-10: Índice de Meli v/s grado de daño, VI ≤ Intensidad ≤ VII ..................................................... 85
Gráfico 5-11: Índice de Meli v/s grado de daño, Intensidad > VII ............................................................. 85
Gráfico 5-12: Índice de Meli v/s grado de daño, según rangos de IMM ..................................................... 86
Gráfico 5-13: Índice de Meli según dirección de análisis ........................................................................... 87
Gráfico 5-14: Diferencias entre índices de Meli según dirección de análisis ............................................. 87
Gráfico 5-15: Relación índices de muros bajos y grados de daño, según número de pisos ........................ 89
Gráfico 5-16: Relación índices de muros altos y grados de daño, según número de pisos ......................... 90
Gráfico 5-17: Relación índices de densidad de muros según dirección, con grado de daño ....................... 90

vi
Gráfico 5-18: Comparación grado de daño observado y esperado, mediante límites de densidad de muros
propuestos por Silva 2011. .......................................................................................................................... 92
Gráfico 5-19: Relación grado de daño máximo reportado con densidad de muros,.................................... 92
Gráfico 5-20: Relación entre grados de daño promedio observados, intensidades experimentadas en
Muestra 1, y los respectivos índices de Meli. .............................................................................................. 93
Gráfico 5-21: Comparación grados de daño esperados por Kupfer y Silva v/s grados de daño observados
en el terremoto del ’85................................................................................................................................. 94
Gráfico 5-22: Índice de Meli, Muestra 2, conjuntos SERVIU construídos 1986 a 2001. ........................... 96
Gráfico 5-23: Evaluación temporal del índice de vulnerabilidad en conjuntos habitacionales SERVIU. .. 96
Gráfico 6-1: Relaciones Gutenberg Richter para cada fuente. (Leyton et al 2010) ................................... 111
Gráfico 6-2: Distribución de magnitudes sismicidad interplaca ............................................................... 117
Gráfico 6-3: Distribución de magnitudes sismicidad intraplaca de profundidad intermedia .................... 119
Gráfico 6-4: Atenuación de eventos corticales. ......................................................................................... 126
Gráfico 6-5: Atenuación terremoto de Las Melosas.................................................................................. 127
Gráfico 6-6: Metodología Stepp, Fuente interplaca .................................................................................. 142
Gráfico 6-7: Relación Gutenberg Richter fuente interplaca thrust ............................................................ 143
Gráfico 6-8: Curvas PS distintas ubicaciones, cambiando rangos magnitudes limites. ............................ 144
Gráfico 6-9: Curvas PS modificación Mmax sobre un punto en costa (-33.6;-71.6). ............................... 146
Gráfico 6-10: Curvas PS distintas ubicaciones, cambiando leyes atenuación........................................... 147
Gráfico 7-1: Distribución daños en conjuntos considerados, escenarios DSHA cortical.......................... 173
Gráfico 7-2: Distribución daños en conjuntos considerados, escenarios PSHA cortical cordillerana. ..... 174
Gráfico 7-3: Distribución daños en conjuntos, escenario DSHA interplaca ............................................. 174
Gráfico 7-4: Distribución daños en conjuntos considerados, escenario PSHA interplaca ........................ 175
Gráfico 7-5: Distribución daños DSHA Intraplaca profundidad intermedia ............................................. 175
Gráfico 7-6: Distribución daños fuente Intraplaca profundidad intermedia, escenario PSHA ................. 176
Gráfico 7-7: Distribución daños efecto conjunto de las fuentes, escenario PSHA. .................................. 176
Gráfico 7-8: Distribución del grado de daño según intensidad e índice de Meli ...................................... 178
Gráfico 7-9: Distribución daños en conjuntos considerados, escenarios PSHA cortical cordillerana. ..... 180
Gráfico 7-10: Distribución daños en conjuntos considerados, escenario PSHA interplaca ...................... 183
Gráfico 7-11: Distribución daños fuente Intraplaca profundidad intermedia, escenario PSHA ............... 186
Gráfico 7-12: Distribución daños efecto conjunto de las fuentes, escenario PSHA. ................................ 189
Gráfico 8-1: Intensidad en función del periodo de retorno (-33.48; -70.65). ............................................ 204

vii
CAPITULO 1 INTRODUCCIÓN

1.1 ANTECEDENTES
La caracterización del riesgo sísmico en una determinada localidad depende directamente de
múltiples factores tales como: identificación de la amenaza sísmica, características del
movimiento fuerte (strong motion), propiedades y condiciones locales del suelo y del grado de
vulnerabilidad sísmica de los elementos involucrados. Esto permite, entre otros aspectos conocer
la factibilidad del emplazamiento y comportamiento sísmico de infraestructuras y estructuras en
general, con el objeto de mitigar y reducir las eventuales pérdidas asociadas a distintos escenarios
de riesgo.

Como antecedentes generales relacionados a la amenaza sísmica, se puede mencionar que la


sismicidad en Chile presenta al menos tres características relevantes, Campos (2010,
comunicación verbal):

1. Diversidad de ambientes tectónicos, esto es, fuerzas tectónicas que dan origen a varios
tipos de fuentes sismogénicas, entre ellas, fuentes tipo inversa de bajo ángulo, en la zona de
contacto interplaca bajo la zona costera; fuentes sísmicas como respuesta a los campos
compresionales a profundidades superficiales (menores a 20 km) en los Andes, conocida como
fuente intraplaca continental; fuentes sísmicas de tipo tensional o down-dip bajo tensión y
compresión a lo largo de la placa subductada (placa oceánica de Nazca) y a profundidades
intermedias, conocida como fuente intraplaca oceánica; fuentes sísmicas en el outer - rise debido
a la flexura (bending) de la placa de Nazca como respuesta a la curvatura por el proceso de
subducción; y fuentes sísmicas de rumbo o strike-slip asociada a fallas geológicas activas, como
por ejemplo a lo largo del Sistema de Fallas Liquiñe - Ofqui y más al sur, la Falla de Magallanes;

2. Es única en términos de una alta productividad sísmica, es decir, número de terremotos


por unidad de tiempo y tamaños de éstos;

3. Es una región que ha producido mega terremotos en los últimos 150 años, tales como el
terremoto de Valdivia de 1960 y el terremoto reciente de febrero del 2010 en la zona centro sur
del país, que corresponden al primer lugar y a uno de los seis más grandes respectivamente, en el

1
ranking de los principales eventos a nivel mundial a lo largo de la historia de la sismología
instrumental.

El nivel de exposición y vulnerabilidad en Chile en relación a terremotos y tsunamis es alto.


Prácticamente todas las ciudades a lo largo del margen costero han experimentado en el último
siglo un gran terremoto de subducción y/o de profundidad intermedia, y como caso más reciente
es lo ocurrido el 27 de febrero, afectando a 6 regiones de Chile y comprometiendo a cerca de un
80% de la población nacional, incluyendo un tsunami que arrasó con localidades como Dichato,
Iloca, Constitución, Talcahuano, Duao, entre otras.

Por otro lado, los eventos corticales superficiales con epicentros situados en la región
cordillerana, aunque de magnitud más moderada representan también un riesgo considerable,
dada la poca profundidad focal y la numerosa concentración de población y sectores productivos
que eventualmente podrían verse afectados.

En este trabajo se abordan principalmente dos aspectos, vulnerabilidad y amenaza sísmica, con el
objeto de un posterior análisis preliminar de riesgo sísmico. El primer tema consiste en una
evaluación de la vulnerabilidad sísmica estructural de un grupo de viviendas sociales construidas
por el SERVIU en algunas comunas de la Región Metropolitana. El segundo aspecto a abordar,
es estimar el peligro sísmico de las fuentes interplaca thrust, intraplaca oceánica y cortical
cordillerana, dado los nuevos antecedentes sismotectónicos que se han venido estudiando,
realizando la estimación del peligro sísmico desde las dos perspectivas más comúnmente usadas,
probabilística y determinística.

A continuación se expone una síntesis histórica que permite poner en contexto la trascendencia
del tipo de estructura a analizar, la importancia de las viviendas sociales como solución
habitacional masiva, su evolución y algunas características comunes a este tipo de construcción
repetitiva no solo a nivel nacional sino que en el resto de América Latina, lo que permite
comprender por qué la importancia e interés en analizar a escala macro este tipo de estructuras en
términos de vulnerabilidad sísmica.

Las viviendas sociales han significado, por más de 100 años, la solución que diversos programas
habitacionales han dado a los habitantes de los sectores con menores recursos en el país. En

2
Chile, desde 1906 han habido más de 50 programas con renovadas políticas habitacionales
tendientes a mejorar la calidad de vida de las personas y a reducir los hacinamientos propios de
una ciudad en continua y acelerada expansión demográfica.

Producto del largo proceso del siglo XX, Chile incrementó su población de 2.7 millones de
habitantes (hacia fines del siglo XIX), hasta más de 15 millones el año 2002. El porcentaje de
urbanización de la población en igual lapso ascendió desde menos del 40% a cerca del 90%,
consolidándose un país eminentemente urbano, experimentado una urbanización más acelerada o
explosiva durante las décadas de los sesenta y setenta (MINVU, et al. 2007).

En cuanto a la historia de las políticas de viviendas sociales, se debe mencionar que comienza en
la primera mitad del siglo XX con la creación de las Cajas Habitacionales Obreras, la Caja de la
Habitación Popular, la Corporación de Reconstrucción y Auxilio, y la Caja de la Habitación.

En el año 1953 surge la Corporación de la Vivienda (Corvi) y en 1965 se crea el Ministerio de


Vivienda y Urbanismo. Junto con esto se crean 3 nuevas corporaciones: la Corporación de
Mejoramiento Urbano (Cormu), la Corporación de Obras Urbanas (COU) y la Corporación de
Servicios Habitacionales (Corhabit), las que en conjunto con la Corvi, dan forma a la ciudad. A
fines de los años ‘70 se incorporan las Secretarias Regionales Ministeriales (Seremi) y se
fusionan las 4 instituciones en un solo Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu).

Los programas habitacionales han ido respondiendo a la dinámica de cambios en cuanto a las
necesidades que ha experimentado la población. En una primera instancia había que solucionar
los problemas de salubridad e higiene asociados a la marginalidad, para luego dar paso a
soluciones progresivas con esquemas de viviendas que permitieran optimizar el espacio público,
pasando desde los cités y conventillos, a las viviendas multifamiliares tipo grandes blocks en
altura.

Se han establecido periodos de la historia de la vivienda social en Chile. A modo de síntesis se


mencionarán a continuación aspectos que caracterizan cada una de estas etapas, por ejemplo la
arquitectura, la distribución en planta y elevación, además se mencionarán algunos conjuntos
habitacionales y/o proyectos más significativos de cada época. Los principales períodos, según
evolución temporal realizada por el MINVU (2007), son:

3
1. Periodo de Ensaye Legislativo, 1906 – 1939: Aparecen en este periodo los cites y
conventillos, pues resultaba el mejor modo de habitar colectivos en espacios reducidos.
Destaca el trabajo de fachadas con predominio del lleno sobre el vano, rico en detalles,
uso de cornisas de ladrillos, molduras y arcos decorativos. En general contaban con más
de una habitación, living de acceso directo, 1 ó 2 dormitorios, baño, cocina, y un patio
interior de iluminación y ventilación. Se puede mencionar dentro de estas construcciones
en la comuna de Santiago, el Cité Constitución 135, Cité Dardignac 72- 84 en el Barrio
Bellavista y el Cité Bellavista 149 no tradicional, pues contaba con 3 pisos. Otro tipo de
viviendas construidas, son por ejemplo: Pasaje manzana Victoria, Víctor Manuel y Santa
Elvira, Pasaje San Diego 1544, Población Huemul II construida en 1943 como segunda
etapa del proyecto social de 186 viviendas Huemul I, realizado entre los años 1911 y
1918, consistente en bloques de departamentos (comúnmente este tipo de construcción se
denomina arquitectura de masa) de alrededor de 52 m2 cada uno.

2. Periodo de Institucionalidad del Desarrollo, 1939 – 1964: Se generan los primeros


asentamientos formados por autoconstrucción con materiales de desecho y en sectores no
pertenecientes a los residentes, dando origen a las llamadas “Poblaciones Callampas”.
Dentro de este periodo constructivo destaca por ejemplo la Reconstrucción de la
Población Germán Riesco, en la comuna de San Miguel, donde habitaban
provisoriamente 651 familias provenientes de “Poblaciones callampas” de La Legua y El
Zanjón de la Aguada, consistía en viviendas de 1 piso autoconstruidas en base a bloques
de ladrillo; Población San Gregorio construida en 1959 fue una de los proyectos masivos
de viviendas sociales con 4.384 viviendas autoconstruidas empleando bloques de madera
prefabricados; Población La Palma; Población Clara Estrella, entre otras.

Desde 1959 a 1963 aproximadamente 30.000 familias fueron erradicadas en todo el país
desde las Poblaciones callampas, construyéndose así Poblaciones como Miguel Dávila en
la comuna de San Miguel, con viviendas de 1 y 2 pisos pareadas; Población Juan Antonio
Ríos, de arquitectura algo más moderna consistió en bloques de departamentos aislados en
medio de áreas verdes; y Villa Portales, en la comuna de Estación Central, influenciada
por el urbanismo CIAM y por la vanguardia moderna brasileña, de arquitectura
innovadora, consisten en bloques de departamentos de hormigón: en 31 hectáreas se
4
levantan 19 blocks de departamentos de 6 pisos y una cantidad de viviendas capaces de
albergar a alrededor de dos mil familias. Fue construida en 1960 como una solución
habitacional para la Caja de Empleados Particulares. Algunos la consideran “una obra
arquitectónica única en Latinoamérica y revolucionaria en cuanto a dignidad de la
vivienda”. Según la evaluación de daños que elaboró el SERVIU posterior al terremoto de
1985, esta construcción presentó daños debido al cambio en la rigidez torsional que se
generaba entre pisos consecutivos, debido al reemplazo de hormigón armado por
albañilería armada.

3. Periodo de Participación Popular, 1964 – 1973: Surge el Plan de Ahorro Popular (PAP),
entre los prototipos en altura destacan el Colectivo 1010 y el Colectivo 1020 (figura 1), y
las tipologías Nº 61, 132, 136 y 196. La apremiante situación de atender en forma urgente
a las familias damnificadas por los temporales de 1965 en Santiago, fueron razón para
optar nuevas tipologías y tecnologías de construcción. Los materiales más usados en
muros eran la albañilería de bloques de hormigón, albañilería de ladrillos reforzados. La
utilización de prefabricados se presentó como una forma de dar respuesta eficiente para
reducir los plazos y el costo de construcción de viviendas, además del conocimiento que
esta nueva tecnología constructiva significaba para el país. Dentro de esta línea se
enmarca el apoyo que Chile recibió del Gobierno de la Unión Soviética, posterior a los
sismos del mes de julio de 1971, consistente en maquinaria, vehículos, asesorías técnicas
y todo lo relacionado a la instalación de una planta de elementos prefabricados, ubicada
en El Belloto (V Región), denominada Planta KPD, la cual tenía una producción
programada de 1.680 departamentos al año, con una superficie aproximada de 70 m2.

En cuanto a los tabiques de los métodos tradicionales, éstos eran de planchas de yeso
forradas en cartón y las cubiertas eran de asbesto cemento. Los monobloques se diseñaron
en una posición oriente-poniente, de modo que sus fachadas recibieran el máximo de
asoleamiento. Esto obligaba a que los bloques se dispusieran siempre con su largo en
dirección norte-sur, lo que no daba mucha flexibilidad a las formas de agrupamiento de
dichos blocks. Lo común era que se colocaran paralelos unos de otros, con sus fachadas
orientadas a alguna vía principal de circulación.

5
Fotografía 1‐1 Colectivo 1010 y 1020 

Dentro de los conjuntos habitacionales de este periodo se puede mencionar la Población


Huechuraba de la comuna de Conchalí; Población Santa Olga en la comuna de La
Cisterna; Población San Jorge en San Bernardo; Población Conchalí (entre 1965 y 1966)
viviendas tipo A de CINDEC. El presidente Frei Montalva impulsó la Operación Sitio,
consistente en programas de viviendas sociales autoconstruidas, dentro de las que se
encuentra la Población Colón Oriente; Santa Julia; La Granja; La Cisterna Paradero 32
y 28; Gral. Velásquez; Barrancas I y II (La Estrella); Renca (Plaza); La Palmilla de
Conchalí; Villa Perú, en La Florida; Población Pozos Areneros de la comuna de San
Miguel; Población Santa Anita, de la comuna de Lo Prado; además de efectuar la
remodelación de Las Torres San Borja.

Surgen nuevos prototipos de edificios, los denominados 1040 y 1050. La tipología 1050
eran torres de 15 pisos de altura, con 4 departamentos iguales por piso. Contaban con dos
ascensores y una sola escalera. Los departamentos se distribuyen en torno a un hall
central. La torre se puede ubicar con orientación múltiple, siendo la ideal norte a sur a 45º.

El colectivo 1040 se asimila a su condición de habitabilidad al tipo 1010, y se diseñó para


cubrir la necesidad de un colectivo de doble orientación, que pueda oponerse
ortogonalmente a los colectivos 1010 y 1020, permitiendo un mejor aprovechamiento del
espacio, y de la topografía del terreno.

6
Durante la década de los 60 y en particular hacia principios de los ‘70, las “tomas de
terreno” se fueron intensificando, llegando a contar, entre 1967 y 1972, con 312 tomas
que involucraban a 54.710 familias. Este fenómeno se vino dando desde principios del
siglo XX, debido a que muchos hogares compuestos por migrantes se instalaron en
terrenos eriazos y abandonados, constituyendo lo que en un comienzo era conocido como
“poblaciones callampas” y que hacia fines de 1950 se gesta como nueva forma de
ocupación: “las tomas de terreno”. Durante el Gobierno del Frente Popular, las tomas de
terreno continuaron a un ritmo que sobrepasó los programas de planificaciones
territoriales para el crecimiento urbano, dejando obsoletos los planos reguladores de
algunas comunas. Solo la intervención militar en septiembre de 1973, fue capaz de reducir
la lucha reivindicativa habitacional que representaban los “campamentos”. (Minvu, 2004)

4. Periodo del Gobierno Militar, 1973 - 1990: Este periodo corresponde al surgimiento de un
nuevo modelo de política habitacional, centrada en el subsidio a la demanda y a su
complemento con el ahorro y el crédito. Por citar alguno, se mencionan los créditos del
Banco Interamericano de Desarrollo, a través de los denominados Programas de Loteos
con Servicios o Mejoramiento de Barrios, los cuales significaron grandes intervenciones a
los campamentos localizados en las grandes ciudades del país.

Algunas de las poblaciones sociales construidas en este periodo, son por ejemplo:
Población Los Sauces, en la comuna de La Florida. Este proyecto organiza las viviendas
bajo el concepto de “media manzana”, distribuyendo el bloque continuo de 3 pisos,
articulándolos por medio de una calle central. Surge la Población Colina Norte con
viviendas básicas de 2 pisos que considera una ampliación, la tipología corresponde a
albañilería de ladrillo reforzada con pilares y cadenas de hormigón. El costo total de las
denominadas “Viviendas Básicas”, incluyendo la ampliación no debe ser superior a las
400 UF (MINVU, 1980).

Dentro de esta nueva tipología se encuentran además la Población Los Nogales, de la


comuna de Puente Alto; Población San Gregorio, de La Granja; Población Cerro 18, en
Lo Barnechea, considerada como una de las primeras favelas en Chile (similar a los
asentamientos precarios de Brasil); y Población Marta Colvin, en la comuna de Recoleta.

7
Las viviendas básicas se construyen con las siguientes características: fundaciones y
pavimento de hormigón, muros perimetrales y medianeros de material sólido,
agrupaciones pareadas, superficie mínima predial de 100 m2, y superficie mínima de la
vivienda de 24 m2.

Las tipologías de las viviendas básicas del Serviu representativas del periodo analizado en
la tesis, se ejemplifican en la Tabla 1-1. Las características de los conjuntos uni y
multifamiliares seleccionados para la evaluación de vulnerabilidad se detallarán en el
capítulo 4.

Tabla 1‐1: Tipologías de las Viviendas Básicas del SERVIU 
Tipo  Característica  Fotografía 

1 piso, aislada 

o pareada 

2 pisos, 
B  pareadas o 
continuas 

Vivienda en 
C  block de 3 y 4 
pisos 

   

8
5. Periodo de los Gobiernos de la Concertación: Surge el Programa de Vivienda Progresiva
(PVP), como uno de los principales enfoques habitacionales de los gobiernos de la
Concertación para crear programas que permitieran enfrentar el enorme déficit
habitacional de los sectores más pobres del país, llegando a construir más de 117.000
soluciones habitacionales al año 2006. Como ejemplo en la Región Metropolitana, se
puede mencionar el Conjunto Habitacional Villa Colombia de la comuna de La Pintana;
Población Las Parcelas de la comuna de Peñalolén, la cual consideraba dos tipos de
tipologías: bloques de departamentos de 3 pisos y casas de 2 pisos; Población Los
Carolinos de Puente Alto; Población 3 de Mayo de La Florida y Población Francisco
Coloane de Puente Alto, entre otras.

Otro importante proyecto que trajo a Chile un nuevo diseño arquitectónico, fue la
Comunidad Andalucía en la comuna de Santiago. Este conjunto fue construido con el
objeto de redensificar el centro de Santiago, con costos similares a los empleados en el
periodo militar para construir conjuntos de viviendas en la periferia de Santiago. Fue el
resultado de la cooperación entre el Gobierno Chileno y la Consejería de Obras Publicas
de la Junta de Andalucía, España, concluyendo la obra en septiembre del año 1992.

En síntesis, hasta aproximadamente el terremoto de Chillán en 1939, la albañilería simple de


ladrillo cerámico con muros de gran espesor era la más usada. Durante los años ‘40 se generaliza
el uso de los refuerzos de hormigón armado (pilares y cadenas), pero no se consideraba todavía la
importancia del efectivo confinamiento de la albañilería para mejorar el comportamiento sísmico.
(Astroza, “La Albañilería en Chile”)

En el último tiempo, el déficit habitacional acumulado durante varias décadas ha impulsado el


desarrollo de planes de construcción de viviendas en gran escala. Las soluciones constructivas
adoptadas han sido en su mayoría albañilería de ladrillos de hasta cuatro pisos, incorporándose un
nuevo sistema constructivo, la albañilería armada, con el principal objeto de reducir los costos. Se
debe mencionar que con el tiempo los materiales empleados han ido evolucionando, como es el
caso del ladrillo artesanal y el actual ladrillo con huecos hecho a máquina.

9
1.2 MOTIVACION
La motivación personal radica en la situación vulnerable que experimenta la Mega Ciudad en la
que se ha convertido Santiago (77% del total de población de la Región Metropolitana y esta a su
vez representa el 40% del total nacional), con una población de 5.026.485 habitantes, 32 comunas
y una densidad de alrededor de 8.500 hab/km2, construcciones en altura que se levantan en pocos
meses y se contrastan con variadas tipologías constructivas. Es una ciudad donde convive una
antigua casa de adobe al lado de un edifico de hormigón armado cercano a los 30 pisos, como se
ilustra en la Fotografía 1-2

Resulta inquietante además, la falta de un adecuado ordenamiento territorial e inexistencia de


información técnica de viviendas, exigible en un país tan sísmico como el nuestro y expuesto a
múltiples riesgos de origen natural que cobran vidas de personas año tras año producto de
asentamientos en lugares geográficos indebidos y sin un adecuado conocimiento de los peligros
geológicos existentes.

Sin ir más lejos, un ejemplo de lo expuesto anteriormente es la lamentable situación que Chile
experimentó durante el año 2010, a causa del terremoto de Cauquenes y el posterior tsunami, y la
consiguiente dificultad con la que se encuentran los investigadores al momento de iniciar los
estudios y evaluaciones de daños, pues no hay disposición a entregar la escasa información
disponible o muchas veces inexistente, por lo que se desperdicia la oportunidad de comprender el
comportamiento de las estructuras y su interacción con el movimiento del suelo. El beneficio de
estudiar un evento de tal magnitud es la enseñanza que se obtiene de los efectos que ocasiona
sobre variados sistemas, tanto de los que fallaron como de los que resultaron incólumes.

Como antecedente se debe mencionar que en el año 2005, la Corporación SUR hizo un estudio
que arrojó la siguiente estadística de las viviendas sociales en la Región Metropolitana: existen
202.026 viviendas (489 conjuntos financiados por MINVU entre los años 1980 y 2000) lo que
equivale a aproximadamente 808.104 personas (si se considera un promedio de 4 integrantes por
familia). Al año 2009 la población estimada en la Región Metropolitana era de 7.003.122
habitantes, por ende el porcentaje de habitantes que viven en conjuntos sociales corresponde a
cerca de un 12% emplazados en 2.500 hectáreas, lo que equivale al 0.16% de la superficie total
de la R.M. (calculada en aproximadamente 15.400 km2). Lo anterior equivale a una densidad

10
poblacional que supera ampliamente la densidad promedio en la Región Metropolitana
estimándose en una densidad cuatro o cinco veces superior a la promedio, SUR (2005).

Fotografía 1‐2 Convivencia de distintos modelos constructivos. 
 Calle Eleuterio Ramírez # 1420, Comuna Santiago Centro. 

En los procedimientos de evaluación de sustentabilidad de grandes ciudades, es de preocupación


internacional canalizar estudios tendientes a identificar la amenaza a la que están expuestas la
población y la infraestructura de un país tan sísmico como Chile. Es por ello que se han
implementado metodologías para predecir el comportamiento sísmico tanto para edificios y
viviendas individuales, como para conjuntos urbanos existentes, en los que se contemplan las
posibilidades de prevenir y mitigar el riesgo sísmico mediante la evaluación de la vulnerabilidad,
que es la componente del riesgo en la que la acción humana puede intervenir y reducir con el
objeto de tender las pérdidas materiales y personales a cero.

Para aminorar las mermas debidas a los sismos, es necesario mejorar también el comportamiento
de las estructuras existentes mediante las correcciones de las normativas actuales de diseño. Tal
mejora requiere una evaluación previa de su comportamiento sísmico esperado, lo que sienta las
bases de los estudios de vulnerabilidad sísmica estructural y es el objetivo de todo plan de
Protección Civil. Éstos están orientados hacia la predicción de daños esperados en estructuras, en
el supuesto de que ocurra un terremoto de severidad considerable. A partir de dicha predicción,

11
pueden definirse soluciones de reducción de la vulnerabilidad estructural y, en consecuencia, de
las pérdidas esperadas, es decir intervenir en la “ecuación” del riesgo sísmico (Yépez et al. 1996).

La autora pretende dejar a disposición un actualizado y completo documento que resuma el


estado del arte de las evaluaciones de peligro y vulnerabilidad sísmica, además de resaltar la
importancia de los estudios de riesgo, concepto que hasta hace un par de años no era bien
comprendido en nuestro país.

1.3 CONCEPTOS GENERALES


Utilizando como base las definiciones propuestas por la Oficina de las Naciones Unidas para
casos de Desastres (UNDRO, UNESCO 1979), se entiende por Amenaza o Peligro Sísmico, la
probabilidad de que se presente un evento potencialmente desastroso, durante un cierto periodo
de tiempo dado y en un cierto lugar. Representa un factor de riesgo externo al elemento expuesto,
un peligro latente natural asociado al fenómeno sísmico, capaz de producir efectos adversos en la
población y/o en el medio que lo rodea.

Se entiende por Riesgo Sísmico el grado de pérdida, destrucción o daño esperado debido a la
ocurrencia de un determinado evento. Está relacionado con la probabilidad que se presenten o
excedan ciertas consecuencias económicas, o sociales, lo cual está vinculado estrechamente con
el grado de exposición, es decir, con la predisposición a ser afectado por el evento sísmico.

De manera entonces, que la diferencia fundamental entre el peligro y el riesgo sísmico, radica en
que la amenaza está relacionada con la probabilidad de ocurrencia del evento, mientras que el
riesgo está relacionado con la probabilidad de excedencia de que en un determinado sitio y
durante un tiempo de exposición dado, las consecuencias económicas y sociales producidas por
un evento sísmico, excedan valores preestablecidos, como número de víctimas, cuantías de daños
y pérdidas económicas, como mermas en la productividad.

Esta relación conceptual, puede expresarse como:

Rie = Ait ⋅ Ve ⋅ E
Donde, cada término de la ecuación anterior se define como sigue a continuación:

12
Ati = Representa la amenaza o peligro sísmico. Se entiende como la probabilidad que se presente
un evento sísmico con intensidad mayor o igual a i, durante un periodo de exposición t en un
lugar determinado.

Ve = Representa la vulnerabilidad sísmica, entendida como la predisposición intrínseca de un


elemento expuesto e, a ser afectado por la ocurrencia de un sismo de intensidad i.

E = Elementos en riesgo, exposición. Corresponden a la población, los edificios y obras civiles,


las actividades económicas, los servicios públicos, las utilidades, la infraestructura expuesta a una
amenaza en un área determinada.

Rie = Representa el riesgo sísmico, entendido como la probabilidad que se presente un daño sobre
el elemento expuesto e, como consecuencia de la ocurrencia de un evento con intensidad ≥ i.

Estos conceptos están íntimamente relacionados entre sí, y en ocasiones tienden a confundirse o a
emplearse incorrectamente, por ello la necesidad de puntualizarlos y caracterizarlos, para
identificar las posibilidades de reducción del riesgo. En general, no es posible actuar sobre la
amenaza, pero sí es posible reducir el riesgo mediante la disminución de la vulnerabilidad de los
elementos expuestos.

Cardona (1986) propuso eliminar la variable de exposición (E), por considerarla implícita en la
vulnerabilidad (Ve), sin que se modificara sensiblemente la definición original. En otras palabras,
no se es vulnerable si no se está expuesto, es por ello, entonces, que en este trabajo se entenderá
por riesgo el producto de amenaza y vulnerabilidad, como se muestra en la ecuación 1.1.

Rie = Ait ⋅ Ve (Ec.1.1)

La vulnerabilidad sísmica, por ende, es una característica intrínseca de las estructuras,


dependiente de cómo hayan sido diseñadas, de la calidad de los materiales de construcción
empleados, de la ejecución en obra entre muchos otros factores, siendo independiente de la
peligrosidad sísmica del sitio donde se encuentren emplazadas. Es decir, una estructura puede ser
vulnerable, pero no representar un riesgo para sus moradores, cuando se encuentre en un sitio con

13
baja amenaza, cuya demanda sísmica no pudiera dañarla ni afectar al entorno. (Caicedo et al.,
1994; Yépez, 1996).

Para definir claramente el concepto de vulnerabilidad, se revisará algunas de las definiciones más
empleadas a nivel mundial.

1. Barbat, 1998.La vulnerabilidad sísmica de una estructura, grupo de estructuras, o de una


zona urbana completa, está definida como su predisposición intrínseca a sufrir daño ante
la ocurrencia de un fenómeno sísmico y está asociada directamente con sus características
físicas y estructurales de diseño. El concepto de vulnerabilidad sísmica es indispensable
en estudios sobre riesgo sísmico y para la mitigación de desastres por terremotos. En el
presente trabajo se entenderá por riesgo sísmico el grado de pérdidas esperadas que sufren
las estructuras durante el lapso de tiempo que permanecen expuestas a la acción sísmica.
Por otra parte, la mitigación de los desastres en el ámbito de la ingeniería corresponde a la
totalidad de las acciones que tienen como objetivo la mejora del comportamiento sísmico
de los edificios de una zona, con la finalidad de reducir los costes de los daños esperados
durante el terremoto (Barbat, 1998). Para mitigar el riesgo sísmico de una zona es
necesario disminuir la vulnerabilidad y el costo de reparación de las estructuras afectadas.

2. La OPS (Organización Panamericana de la Salud, 1993) define vulnerabilidad sísmica


como el grado de pérdida de un elemento o un grupo de elementos bajo riesgo, resultado
de la probable ocurrencia de un evento sísmico de carácter desastroso. Es una propiedad
intrínseca de la estructura, una característica de su comportamiento, que puede entenderse
como la capacidad inherente de un elemento o grupo de elementos expuestos a ser
afectado o ser susceptible de sufrir daño ante la ocurrencia de un evento sísmico
determinado. Una medida de los daños probables inducidos sobre edificaciones por los
diferentes niveles de movimiento de suelo debido a los sismos, convencionalmente se
expresa en una escala que va desde 0 hasta 1, es decir, desde sin daño hasta colapso total,
respectivamente.

3. Organización de Naciones Unidas, ONU, define la vulnerabilidad como la capacidad de


respuesta de las construcciones humanas a la activación de una amenaza, y la exposición
alude a la población medida en número de habitantes o de bienes por unidad de superficie,
14
situados al interior de una zona de peligro. Este último concepto de capacidad de
respuesta o de recuperación frente a un evento, es conocido como Resiliencia. Si un
proceso potencialmente peligroso se activa, se está en presencia de un desastre o
catástrofe natural, entendiéndose como tal, aquella situación en la que la vida de las
personas puede sucumbir masivamente, produciéndose una desorganización social que
excede la capacidad de reacción ordinaria de la comunidad social afectada, (Ayala-
Caicedo, et al. 1988).

Las metodologías para evaluar la vulnerabilidad han tenido su mayor aplicación en entornos
urbanos constituidos por viviendas en su mayoría de hormigón armado y mampostería
(albañilería). Es el caso de Chile, en donde se han realizado algunos estudios tendientes a evaluar
la vulnerabilidad de las principales tipologías existentes, y en los principales centros poblados,
como por ejemplo: Concepción, Viña del Mar y Santiago. (Giuliano y Aranda (2002), Letelier
(2003), Astroza desde 1986 a la fecha, respectivamente).

1.4 OBJETIVO GENERAL


Evaluar el riesgo sísmico en algunas comunas de la Región Metropolitana, mediante un análisis
de vulnerabilidad sísmica estructural a una muestra de viviendas sociales construidas entre los
años 1980 y 2001, y a través de la generación de mapas de peligro sísmico probabilístico y
determinístico.

1.5 OBJETIVOS ESPECIFICOS

• Seleccionar una muestra de viviendas sociales a evaluar, aunando criterios de interés


provenientes de diversos enfoques.

• Asignar una clase representativa de vulnerabilidad a la muestra de viviendas sociales de la


Región Metropolitana construidas entre los años 1980 y 1985, considerando el daño
observado y las intensidades reportadas en el terremoto de marzo del ’85, empleando la
distribución estadística de daños dada por la Escala MSK-64.

15
• Calcular el índice de densidad de muros a la muestra de viviendas sociales consideradas, a
partir de la metodología propuesta por Meli (1991), y mediante la revisión de planos
estructurales puestos a disposición por el SERVIU RM.

• Establecer a partir de la Muestra 1, la relación entre el grado de daño promedio y el índice


de densidad de muros, previa validación (y eventual calibración) de los rangos
establecidos para el índice de densidad de muros en estructuras de albañilería reforzada en
Chile.

• Estimar el grado de daño promedio esperado para las viviendas sociales pertenecientes a
la Muestra 2, extrapolando la relación obtenida anteriormente.

• Evaluar peligro sísmico determinístico para las fuentes de tipo cortical (segmento de la
FSR), interplaca e intraplaca oceánica, determinando previamente el evento más
desfavorable y creíble a la vez para cada fuente sismogénica.

• Calcular, para distintos periodos de retorno, el peligro sísmico probabilístico para las
fuentes cortical (sismicidad background), interplaca trust e intraplaca oceánica.

• Mediante un análisis previo de sensibilidad de los distintos parámetros (input)


considerados en la evaluación del Peligro Sísmico Probabilístico, establecer nodos, ramas
y sus respectivos pesos, para la metodología de Árbol Lógico (Logic Trees).

• Determinar una función de primer orden de riesgo sísmico Gd [I,(d/n)%], que relacione la
intensidad generada en el análisis de peligro sísmico, la densidad de muros entregada por
la metodología de vulnerabilidad propuesta por Meli, y que entregue el grado de daño
promedio esperado.

• Estimar preliminarmente el riesgo sísmico para los conjuntos habitacionales considerados,


mediante dos escenarios. El primero de ellos mediante el cruce espacial de intensidades, y
de las clases de vulnerabilidad, y el segundo a través de la función de riesgo Gd
[I,(d/n)%].

16
1.6 ORGANIZACIÓN DE LA TESIS
La evaluación de la vulnerabilidad sísmica estructural en viviendas sociales existentes en algunas
comunas de la Región Metropolitana y construidas dentro de los periodos considerados, se
realizó mediante dos metodologías: a) clasificación de las estructuras según las clases definidas
por la Escala MSK -64, y b) cálculo del índice de densidad de muros propuesto por Meli (1991).

En el capítulo 2 se presenta el marco conceptual de lo que abordará este trabajo de tesis,


entregando las diversas definiciones y enfoques desde los cuales se han enfrentado los conceptos
de riesgo sísmico y vulnerabilidad sísmica estructural, complementarios a los ya indicados en la
presente introducción. Se describirán además, algunas de las principales metodologías
cualitativas y cuantitativas usadas internacionalmente para la evaluación de la vulnerabilidad
sísmica estructural, comentando las ventajas y desventajas de cada cual, junto a la factibilidad de
su aplicación debido al tamaño muestral considerado en la presente tesis y a la información
disponible de los conjuntos habitacionales.

En el capítulo 3, se entregan los antecedentes del terremoto que afectó a Chile Central en marzo
de 1985. Se recogen los catastros detallados de daños en viviendas sociales, realizados por las
Direcciones de Obras de cada Municipalidad (DOM) y recopilado por la Comisión Especial que
asesoró al SERVIU (CEA).

En el capítulo 4 se describirá la base de datos proporcionada por el SERVIU de aquellos


conjuntos habitacionales seleccionados, explicando los criterios empleados para la elección y
análisis de las viviendas consideradas en el presente trabajo.

El capítulo 5 resume las evaluaciones de vulnerabilidad sísmica mediante los dos enfoques
elegidos. Por un lado, se asignan las clases de vulnerabilidad acorde al material constructivo,
periodo de edificación, y otros antecedentes que permiten mejorar la clasificación, sumado al
análisis de distribución de daños observados que se hace para las viviendas de 1 a 2 pisos, y de 3
y 4 pisos, comparándolas con lo que entrega la Escala MSK-64, que fue la empleada para la
asignación de las intensidades en cada comuna del Gran Santiago, inmediatamente después del
terremoto del ’85. El segundo enfoque tiene relación con el cálculo del índice de densidad de
muros, y su calibración para estimar la mejor relación entre este índice de Meli y el grado de

17
daño promedio experimentado en la Muestra 1, para luego estimar los daños esperados en la
Muestra 2, frente a un escenario similar al sismo en Chile Central de 1985.

En el capítulo 6 se evalúa el peligro sísmico en la cuenca de Santiago. Como resultado se


obtendrán mapas de peligro en el que cada fuente presente las isosistas alcanzadas para un cierto
período de vida útil considerado y un cierto nivel de confiabilidad. Superpuesto a los resultados
anteriores se presentará, en un sistema de información geográfica, la información de
vulnerabilidad estructural en los conjuntos habitacionales estudiados, lo que dará un indicio del
riesgo sísmico dependiendo del tipo de fuente sismogénica considerada, la correspondiente ley de
atenuación y el aporte del efecto de sitio reconocido en la Región Metropolitana de acuerdo a la
geología superficial. Complementariamente se elaborará un estudio de sensibilidad que permita
identificar las incertezas asociadas a los parámetros requeridos para una evaluación de PSHA,
permitiendo la posterior construcción de arboles lógicos.

Finalmente, en el capítulo 7, se entregarán recomendaciones conforme a lo obtenido por las


metodologías de evaluación de vulnerabilidad, y se cotejarán con las conclusiones obtenidas por
trabajos predecesores en esta línea. Junto a ello, se comentarán los beneficios y complejidades de
la aplicación de las metodologías de vulnerabilidad sísmica estructural y de evaluación de peligro
sísmico probabilístico y determinístico.

18
CAPITULO 2 MARCO CONCEPTUAL VULNERABILIDAD SISMICA

En este capítulo se resumen algunas de las metodologías más empleadas a nivel nacional,
exponiendo sus aspectos favorables y desventajas, lo que permite posteriormente fundamentar las
metodologías empleadas en el presente trabajo. De manera de identificar los diversos métodos a
través de los cuales se puede obtener un indicador de la vulnerabilidad sísmica estructural, se
mencionan los siguientes enfoques.

2.1 METODOLOGIAS DE EVALUACIÓN DE VULNERABILIDAD


La vulnerabilidad sísmica estructural está asociada a la susceptibilidad de los elementos o los
componentes estructurales de sufrir daño debido a un sismo. Este daño sísmico estructural,
comprende el deterioro físico de aquellos elementos que forman parte del sistema resistente.

Según el Gruppo Nazionale per la Difesa dai Terremoti (GNDT, 1993) de Italia, la multiplicidad
de factores que deben ser estudiados desde el punto de vista de la vulnerabilidad conduce a 3
tipos diversos de metodología de evaluación:

a) Directa: Definida de acuerdo a la propensión de un elemento aislado (simple o complejo)


de sufrir colapso. Por ejemplo, la vulnerabilidad de un edificio, de un viaducto o de un
asentamiento urbano.

b) Inducida: Definida de acuerdo a los efectos de crisis de la organización del territorio


generados por uno de sus elementos físicos. Por ejemplo, la crisis del sistema de
transporte debido a la obstrucción de una autopista.

c) Diferida: De acuerdo a los efectos que se manifiestan en las fases inmediatamente


sucesivas al evento, capaces de modificar el comportamiento de la población de un
asentamiento durante la emergencia.

Existen otros enfoques de evaluación de vulnerabilidades, por ejemplo:

d) Predefinida: Se estima en función de las variables que intervienen en el diseño y


construcción, como son las bases de cálculo, los métodos constructivos, mano de obra,
inspección, entre otros aspectos.
19
e) Observada: Se estima utilizando la base estadística de los daños causados por terremotos
pasados

En los capítulos siguientes, se observará que la metodología de vulnerabilidad seleccionada, es


una mezcla de los últimos dos enfoques mencionados.

2.1.1 METODOS CUALITATIVOS DE EVALUACION

Los métodos cualitativos son diseñados para evaluar de manera rápida y sencilla un grupo de
edificaciones diversas, y seleccionar aquellas que ameriten un análisis más detallado. Estos
métodos se utilizan principalmente para la evaluación masiva de edificios con fines de
cuantificación del riesgo sísmico en una región amplia de una ciudad. (CERESIS, 1985).

Para realizar un correcto estudio de riesgo sísmico estructural, es necesario al menos:

1. Clasificar las construcciones a analizar.

2. Definir los grados de daños para estas construcciones.

3. Establecer una distribución estadística de los daños en función del grado de intensidad.

En el caso particular de las viviendas SERVIU pertenecientes a la Muestra 1 se considera para su


clasificación (asignación de una clase de vulnerabilidad) lo que se presenta en la Tabla 2-2, y la
comparación de la distribución de daños experimentados versus los daños teóricos que indica la
Tabla 2-11.

2.1.1.1 Escalas de Medición de Intensidad Macrosísmica, MSK -64


Para reflejar el grado de severidad de un evento sobre las personas y las construcciones, se han
desarrollado diferentes escalas de medición de la Intensidad. Esto porque en países donde no
existe la suficiente instrumentación sismológica, la determinación de intensidades es el indicador
más rápido para inferir la envergadura del sismo y acotar el área epicentral. En América y el
oeste de Europa se emplea mayormente la escala de Intensidad de Mercalli Modificada (IMM),
mientras que en la parte oriental de Europa, es empleada la Escala de Medvedev – Sponheur –
Kàrnik (MSK por las iniciales de los autores), que es la que hace referencia a los efectos sobre
estructuras, por ende es la que se emplea para los análisis de vulnerabilidad estructural y
evaluación del comportamiento sísmico.

20
A diferencia de las otras escalas de intensidad sísmica, la Escala MSK-64 considera criterios
cuantitativos (objetivos) para evaluar el daño observado en las viviendas. Esto permite tener una
distribución estadística de los daños para un grado de intensidad sísmica mayor a V, reduciendo
así la subjetividad de la medida que depende de la percepción del observador. (Astroza et al.
2009). Ha sido empleada exitosamente en Chile, dada las adaptaciones a las características de las
tipologías nacionales por Monge y Astroza (1989).

2.1.1.2 Escalas de Medición de Intensidad Macrosísmica Europea, EMS-98


La escala europea de intensidades macrosísmicas MSK -64 ha sido recomendada por Grünthal en
1998 quien elaboró posteriormente la Escala Macrosísmica Europea, EMS -98, actualizando las
descripciones originales de la Escala MSK-64. La Escala EMS-98 asigna una clase de
vulnerabilidad, tipificada desde la A a la E (siendo la clase A la más vulnerables a la E menos
vulnerable) según el tipo constructivo, el que puede variar de clase para una misma tipología,
dependiendo de la calidad del material utilizado, del refuerzo empleado, la ejecución en obra y
otros factores que modifican y condicionan el comportamiento real de una estructura frente a un
movimiento sísmico, considerando además el concepto moderno de diseño sismorresistente.
Originalmente la EMS cuenta con un rango definido en el cual se puede clasificar una estructura,
lo que se muestra en la Figura 2-1, donde se observa la presencia de movilidad de las clases, de
acuerdo a aspectos técnicos que en la ejecución pudieran hacer variar el grado de vulnerabilidad
de una misma estructura.

2.1.1.3 Descripción de Clases de Vulnerabilidad 

La Escala MSK- 64 distingue tres tipos de construcciones, A, B, C, las cuales han sido adaptadas
a la realidad chilena en relación a la definición original dada en la Tabla 2-1.

La Escala EMS -98 incorpora el concepto de movilidad en las clases de vulnerabilidad, lo que
permite clasificar construcciones de un mismo tipo teniendo en consideración influencias de los
materiales empleados, calidad de la mano de obra, tipo de fundaciones, ausencia de diafragmas
de piso, entre otros factores que permiten la movilidad de dicha clase. Esta escala identifica seis
tipos de clases de vulnerabilidad, las tres primeras (A, B y C) corresponden a las definiciones de
tipos de construcciones originales dadas por la MSK- 64, y el resto (D, E y F) muestran un
decrecimiento lineal del grado de vulnerabilidad derivado de las mejoras en el diseño sísmico, y

21
fueron incorporadas en el año ‘98. En la Tabla 2-2 y Figura 2-2 se presentan las descripciones
originales dadas por la Escala MSK y las adaptaciones realizadas por Monge y Astroza (1989)
que incorporaron los tipos de construcciones de uso más frecuente en Chile y las prácticas
detectadas tras la evaluación de las estructuras afectadas por el terremoto del ‘85.

Figura 2‐1: Clases de Vulnerabilidad asignadas originalmente por la Escala EMS‐98 y rangos de 
aceptación. 

Fuente: Centre Européen de Géodynamique et de Séismologie, 1993.

Tabla 2‐1: Tipos constructivos Escala MSK ‐64. Medvedev et al. 1964 
Tipo  Original  Adaptaciones construcciones Chilenas 
Edificios de mampostería de piedra sin labrar, estructuras  Edificios de adobe, edificios de mampostería 

rurales, casas de adobe, casas de tierra.  de piedra unida con barro. 
Edificios corrientes de albañilería de ladrillo, edificios de  Edificios de albañilería simple, edificios de 
B  bloques grandes y del tipo prefabricado, tabiquerías  mampostería de piedra unida con mortero de 
pesadas, edificios de mampostería de piedra labrada.  cemento. 
Edificios reforzados, estructuras de madera bien  Edificios de albañilería reforzada con pilares y 

construidas.  cadenas de hormigón armado. 

22
Figura 2‐2: Clases de Vulnerabilidad asignadas por Monge y Astroza, 1989.  
Adaptación Escala MSK‐64 a realidad Chilena.  

Tabla 2‐2: Clases de Vulnerabilidad para viviendas de Albañilería de 1 y 2 pisos.  
Astroza, 2010. Sesión X Congreso ACHISINA 2010. 
Tipo  Clase A  Clase B  Clase C  Clase D 
A1. Adobe  X       
A2. Albañilería de ladrillo cerámico sin refuerzo    X     
A3. Albañilería de bloques de hormigón con refuerzo y sin  X       
diseño sísmico 
A4. Albañilería de bloques de hormigón con refuerzo y    X     
con diseño sísmico 
A5. Albañilería de ladrillo cerámico con refuerzo y sin      X   
diseño sísmico 
A6. Albañilería de ladrillo cerámico con refuerzo y con        X 
diseño sísmico 
Reforzar: Tendencia posible:

2.1.1.4 Descripción de Grados de Daños.


La Escala MSK hace referencia a cinco grados de daños, desde los grados 1 al 5 (cuantitativo), o
niveles de daño, desde leves a colapso (asignación cualitativa). Solo en ocasiones se hace
mención a un sexto grado, correspondiente al grado 0 que asume que la estructura no sufrió daño
alguno en elementos estructurales ni no estructurales.

Para conocer en detalle los grados de la escala MSK, se presenta la Tabla 2-3 en la cual se
mencionan los efectos sobre las personas, en objetos y ambiente, y daños en estructuras, al igual
que la escala de Intensidad de Mercalli Modificada (IMM en adelante) que también cuenta con 12
grados de severidad. (Ver Tabla 2-4) y es la de uso nacional.

23
Tabla 2‐3: Descripción de Escala Intensidad MSK‐64 
Grado  Descripción  Características  
I  No sentido  No sentido ni en las condiciones más favorables 
El temblor es sentido solo en casos aislados de individuos en reposo y en posiciones 
II  Apenas sentido 
especialmente receptivas dentro de edificios. 

El terremoto es sentido por algunos dentro de edificios. Las personas en reposo 
III  Débil 
sienten un balanceo o ligero temblor. Los objetos colgados oscilan levemente. 

El terremoto es sentido dentro de los edificios por muchos y solo por muy pocos en el 
Ampliamente  exterior. Se despiertan algunas personas. El nivel de vibración no asusta, es 
IV 
observado  moderada. Los observadores sienten un leve temblor o cimbreo del edificio, la cama, 
etc. Golpeteo de vajilla, ventanas y puertas. Los objetos colgados oscilan. 
El terremoto es sentido dentro de los edificios por la mayoría y por algunos en el 
exterior. Algunas personas se asustan y corren al exterior. Se despiertan muchas 
personas que dormían. Los objetos colgados oscilan considerablemente. La vajilla y 
cristalería chocan entre si. Los objetos pequeños, inestables o mal apoyados pueden 
V  Fuerte 
desplazarse o caer. Las puertas y ventanas se abren o cierran de pronto. En algunos 
casos los cristales de las ventanas de rompen, los líquidos oscilan y pueden 
derramarse de recipientes totalmente llenos. Los animales dentro de los edificios se 
pueden inquietar. Daños de grado 1 en edificios de clases de vulnerabilidad A y B. 
Sentido por la mayoría dentro de los edificios y por muchos en el exterior. Algunas 
personas pierden el equilibrio. Muchos se asustan y corren al exterior. Pueden caerse 
pequeños objetos de estabilidad ordinaria y los muebles se pueden desplazar, en 
VI  Levemente dañino 
algunos casos se pueden romper platos y vasos. Se asustan los animales domésticos. 
Se presentan daños de grado 1 en muchos edificios de clase A y B; algunos de clase A 
y B sufren daños de grado 2, y algunos de clase C sufren daños de grado 1. 
La mayoría de las personas se asusta e intenta correr fuera de los edificios. Se 
desplazan los muebles y pueden volcarse los que sean inestables. Caída de gran 
numero de objetos en estanterías. Salpica el agua de los recipientes y estanques. 
VII  Dañino  Muchos edificios de clase de vulnerabilidad A sufren daños de grado 3, algunos de 
grado 4. Muchos de clase B sufren daños de grado 2, algunos de grado 3. Algunos 
edificios de clase C presentan daños de grado 2. Algunos edificios de clase D 
presentan daños de grado 1. 
Para muchas personas es difícil mantenerse en pie, incluso fuera de los edificios. Se 
pueden volcar los muebles, caen al suelo objetos como televisores, maquinas de 
escribir. Ocasionalmente las lapidas se pueden desplazar, girar o volcar. En suelo muy 
Gravemente 
VIII  blando se pueden ver ondulaciones. Muchos edificios de clase A sufren daños de 
Dañino 
grado 4, algunos de grado 5. Muchos de clase B sufren daños de grado 3, algunos de 
grado 4. Muchos edificios de clase C sufren daños de grado 2, algunos de grado 3. 
Algunos edificios de clase D presentan daños de grado 2. 
Pánico general. Las personas pueden ser lanzadas bruscamente al suelo. Muchos 
monumentos y columnas se caen o giran. En suelo blando se ven ondulaciones. 
Muchos edificios de clase A sufren daños de grado 5. Muchos de clase B sufren daños 
IX  Destructor 
de grado 4, algunos de grado 5. Muchos edificios de clase C sufren daños de grado 3, 
algunos de grado 4. Muchos edificios de clase D sufren daños de grado 2, algunos de 
grado 3. Algunos edificios de clase E presentan daños de grado 2. 

24
Tabla 2‐3: Descripción de Escala Intensidad MSK‐64 
Grado  Descripción  Características  
La mayoría de los edificios de clase A presentan daños de grado 5, Muchos de clase B 
sufren daños de grado 5. Muchos de clase de vulnerabilidad C sufren daños de grado 
X  Muy destructor  4, algunos de grado 5. Muchos edificios de clase D sufren daños de grado 3, algunos 
de grado 4. Muchos edificios de clase E sufren daños en grado 2, algunos grado 3. 
Algunos edificios de clase F presentan daños grado 2. 
La mayoría de los edificios de clase B presentan daños de grado 5. La mayoría de 
edificios de clase C sufren daños de grado 4, muchos de grado 5. Muchos de clase de 
XI  Devastador  vulnerabilidad D sufren daños de grado 4, algunos de grado 5. Muchos edificios de 
clase E sufren daños de grado 3, algunos de grado 4. Muchos edificios de clase F 
sufren daños de grado 2, algunos de grado 3. 
Se destruyen todos los edificios de clases de vulnerabilidad A y B y prácticamente 
Completamente 
XII  todos los de clase C. Se destruyen la mayoría de los edificios de clase D, E y F. Los 
Devastador 
efectos del terremoto alcanzan los máximos concebibles. 

Tabla 2‐4: Descripción de Escala Intensidad Modificada de Mercalli 
Descripción usada por Onemi 
Grado  Características 
Lo advierten muy pocas personas y en condiciones de percepción especialmente favorables. (Reposo, 

silencio total, en estado de mayor concentración mental, etc.) 
Lo perciben sólo algunas personas en reposo, particularmente las ubicadas en los pisos superiores de los 
II 
edificios. 
Se percibe en el interior de los edificios y casas. No siempre se distingue claramente que su naturaleza es 
III 
sísmica, ya que se parece al paso de un vehículo liviano. 
Los objetos colgantes oscilan visiblemente. Es sentido por todos en el interior de los edificios y casas. La 
IV  sensación percibida es semejante al paso de un vehículo pesado. En el exterior la percepción no es tan 
general. 
Sentido por casi todos, aún en el exterior. Durante la noche muchas personas despiertan. Los líquidos 

oscilan dentro de sus recipientes y pueden derramarse. Los objetos inestables se mueven o se vuelcan. 
Lo perciben todas las personas. Se siente inseguridad para caminar. Se quiebran vidrios de ventana, vajillas 
VI  y objetos frágiles. Los muebles se desplazan y se vuelcan. Se producen grietas en algunos estucos. Se hace 
visible el movimiento de los árboles y arbustos. 
Se experimenta dificultad para mantener en pie. Se percibe en automóviles en marcha. Causa daños en 
VII  vehículos y estructuras de albañilería mal construidas. Caen trozos de estucos, ladrillos, cornisas y diversos 
aparatos electrónicos. 
Se hace difícil e inseguro el manejo de vehículos. Se producen daños de consideración y a veces derrumbe 
VIII  parcial de estructuras de albañilería bien construidas. Caen chimeneas, monumentos, columnas, torres y 
estanques. Las casas de madera se desplazan y se salen totalmente de sus bases. 
Se produce inquietud general. Las estructuras corrientes de albañilería bien construidas se dañan y a veces 
IX  se derrumban totalmente. Las estructuras de madera son removidas de sus cimientos. Se pueden fracturar 
las cañerías subterráneas. 

25
Tabla 2‐4: Descripción de Escala Intensidad Modificada de Mercalli 
Descripción usada por Onemi 
Grado  Características 
Se destruye gran parte de las estructuras de albañilería de toda especie. Algunas estructuras de madera 
X  bien construidas, incluso puentes, se destruyen. Se producen grandes daños en represas, diques y 
malecones. Los rieles de ferrocarril se deforman levemente. 
Muy pocas estructuras de albañilería quedan en pie. Los rieles del ferrocarril quedan fuertemente 
XI 
deformados. Las cañerías quedan totalmente fuera de servicio 
El daño es casi total. Se desplazan grandes masas de rocas. Los objetos saltan al aire. Los niveles y perfiles 
XII 
de las construcciones quedan distorsionados. 

Es importante mencionar que las escalas de medición de intensidad IMM y MSK son
comparables entre sí, por lo que existe total equivalencia entre sus respectivos grados de daños
(Barrientos 1980 y González 1998). Otra escala de intensidad es la que se emplea en Japón y
corresponde a la dada por la Agencia Meteorológica de Japón (JMA). Las relaciones dada por
SWISS RE en el año 2002, que comparan y homologan los grados de las distintas escalas de
intensidades usadas mundialmente, se presentan en la Tabla 2-5.

Tabla 2‐5: Equivalencias entre escalas 
de intensidad. González (1998) 
IMM  MSK  JMA 
I  I  0 
II  II  I 
III  III 
II 
IV  IV 
V  V  III 
VI  VI  IV 
VII  VII 

VIII  VIII 
IX  IX  VI 
X  X 
XI  XI  VIII 
XII  XII 

El daño puede definirse como el grado de deterioro o destrucción causado por un evento sísmico
sobre la propiedad, los sistemas de prestación de servicios y los sistemas naturales o sociales. En
el diseño estructural el daño está relacionado con las deformaciones inelásticas o desplazamientos
26
no recuperables sufridos por la estructura, por lo tanto, se prefiere correlacionar el daño con las
deformaciones o desplazamientos de la estructura.
Los estados discretos de daño (EDD, como se le denomina a la clasificación de grados de daños),
representan una condición límite o tolerable de la estructura de acuerdo con tres aspectos
esenciales a tener en cuenta:

• Daños físicos sobre los elementos estructurales y no estructurales,

• El riesgo en el que se encuentran los ocupantes de la edificación,

• La funcionalidad de la vivienda después del sismo, es decir, si es utilizable, parcialmente


utilizable o inutilizable.

En la actualidad, se han hecho varias clasificaciones para los estados discretos de daño (ATC-13,
EMS-98, MSK, HAZUS, ATC-25, RISK-UE entre otros), los cuales han sido derivados de los
daños físicos observados en las estructuras después de un evento sísmico de consideración.

La definición original de los grados de daños de acuerdo a la Escala MSK 64, son los que se
describen en la Tabla 2-6, más adelante se discrimina en relación al material constructivo (Tablas
2-8 y 2-9).

Tabla 2‐6: Definición de los grados de daños según la Escala MSK‐64 
Grado  Descripción del daño 
Grado 0  Sin daño. 

Daño despreciable o leve: No hay daño estructural. Fisuras en muy pocos muros, caída de pequeñas 
Grado 1 
partes de estuco. 
Daño moderado: Daño estructural leve, daño no estructural moderado. Grietas pequeñas en 
Grado 2 
muchos muros, caída de grandes porciones de estuco. Caída de partes de chimeneas. 

Daño severo: Daño estructural moderado, daño no estructural severo. Gran y extensivo 
agrietamientos en la mayoría de los muros. Desprendimiento y caídas de tejas. Colapso de las 
Grado 3 
chimeneas. Grietas verticales en el encuentro de muros sin desaplome. Fallas de elementos no 
estructurales 

Daño Grave: Daño estructural severo y daño no estructural grave. Serias fallas de los muros. Grietas 
Grado 4 
verticales en el encuentro de los muros con desaplome. Falla o colapso parcial en algunos muros. 

Grado 5  Colapso: Daño estructural grave. Colapso total de edificios, caída de más de un muro. 

27
La Escala MSK propone una distribución estadística de daños mediante valores porcentuales
asimilados a los conceptos de pocos, muchos y la mayoría, lo que se muestra en la Tabla 2-7, de
acuerdo al criterio de algunos autores citados a continuación:

Tabla 2‐7: Porcentaje de construcciones de acuerdo a rangos 
Fuente  Porcentajes  Categoría 
5 %  Pocos 
González Pamela, 1998  50%  Muchos 
75%  La Mayoría 
0 % – 20%  Pocos 
Escala EMS‐98  10% ‐60 %  Muchos 
50 %– 60%  La Mayoría 

Las clasificaciones originales de la Escala EMS -98 describen los grados de daños de acuerdo al
tipo de construcción, como se muestra en las Tabla 2-8 y Tabla 2-9.

Los edificios de fábrica hacen referencia en su definición a estructuras de piedra suelta o canto
redondeado, de adobe, mampostería sin armar de ladrillos o bloques con forjados de hormigón
armado. En cuanto a edificios de hormigón armado, incluye estructuras sin diseño
sismorresistente, con nivel medio y alto de diseño, de muros sin diseño sismorresistente, de
muros con nivel medio y alto de diseño sismorresistente.

Tabla 2‐8: Clasificación de Daños en Edificios de Fábrica, según Escala EMS ‐98. 
Centre Européen de Géodynamique et de Séismologie, 1993  
Grado daños  Descripción del daño asociado 
Daños despreciables a ligeros. Ningún Daño Estructural. Daños no estructurales ligeros. Fisuras 
1  en muy pocos muros, caída solo de pequeños trozos de revestimientos. Caída de piedras 
sueltas de las partes altas de los edificios en muy pocos casos. 
Daños moderados. Daños estructurales ligeros y daños no estructurales moderados. Grietas en 

muchos muros. Caída de trozos grandes de revestimientos. Colapso parcial de chimeneas. 
Daños de importancia a graves. Daños estructurales moderados, daños no estructurales graves. 
Grietas grandes y generalizadas en la mayoría de los muros. Se sueltan tejas del tejado. Rotura 

de chimeneas por la línea del tejado. Se dañan elementos individuales no estructurales 
(tabiques y otros) 
Daños muy graves. Daños estructurales graves y daños no estructurales muy graves. Los muros 

se dañan seriamente. Se dañan parcialmente los tejados y forjados. 

Destrucción. Daños estructurales muy graves. Colapso total o casi total. Se dañan seriamente 

los muros. Se dañan parcialmente los tejados y forjados. 

28
Tabla 2‐9: Clasificación de Daños en Edificios de Hormigón Armado, según Escala EMS ‐98 
Centre Européen de Géodynamique et de Séismologie, 1993 
Grado daños  Descripción del daño asociado 
Daños de despreciables a ligeros. Ningún Daño Estructural. Daños no estructurales ligeros. 
1  Fisuras en el revestimiento de pórticos o en la base de los muros. Fisuras en tabiques y 
particiones. 
Daños moderados. Daños estructurales ligeros y daños no estructurales moderados. Grietas en 
2  vigas y pilares de pórticos y muros estructurales. Grietas en tabiques y particiones; caídas de 
enlucidos y revestimientos frágiles. Caída de mortero de las juntas de paneles prefabricados. 
Daños de importancia a graves. Daños estructurales moderados, daños no estructurales graves. 
Grietas en pilares y en junta viga‐ pilar en la base de los pórticos y en las juntas de los muro 

acoplados. Desprendimientos de revocos de hormigón, pandeo de la armadura de refuerzo. 
Grandes grietas en tabiques y particiones, se dañan paneles de particiones aisladas. 

Daños muy graves. Daños estructurales graves y daños no estructurales muy graves. Grandes 
grietas en elementos estructurales con daños en el hormigón por compresión y rotura de 

armaduras, fallos en la trabazón de la armadura de las vigas, ladeo de pilares. Colapso de algunos 
pilares o de una planta alta. 

Destrucción. Daños estructurales muy graves. Colapso de la planta baja o de partes del edificio, 

por ejemplo alas. 

Se define como Grado de daño promedio de un cierto conjunto de estructuras, lo que se señala en
la Ec. 2.1.

Gm =
∑G ⋅ Ni i

∑N i
(2.1)

Donde:
Gi Grado de daños, es decir i fluctúa del grado 0 al 5
Ni Número de viviendas de la muestra con grado de daños Gi

De acuerdo a lo que señala Monge y Astroza (1989, pp.488), los grados de daño promedio de los
tres tipos de edificaciones más comunes a ese entonces, según la definición original de la Escala
MSK (Clases A, B y C), se resumen como se presentan en la Tabla 2-10, empleando los
porcentajes dados en la distribución estadística de daños de la Escala MSK, y sus respectivas
intensidades.

29
Tabla 2‐10: Grado de daño promedio, Monge y 
Astroza (1989) 
Construcciones Tipo 
Grado Intensidad 
A  B  C 
5  0,06  0,00  0,00 
6  0,60  0,05  0,00 
7  2,50  1,35  0,50 
8  3,50  2,50  1,50 
9  4,35  3,50  2,50 
10  4,75  4,35  3,50 
11  5,00  4,75  4,50 

2.1.1.5 Distribución Estadística de Daños.


La distribución estadística de daños es un punto importante a considerar para la evaluación de
riesgo sísmico, pues mediante la asignación de clases de vulnerabilidad de las viviendas sociales
consideradas y la intensidad experimentada en el lugar de emplazamiento del conjunto, se tiene
una referencia de cómo se presentarán los niveles de afectación.

La versión original de distribución estadística dada por la Escala MSK-64 es la presentada en la


Tabla 2-11, y es la que se empleó para la asignación de las intensidades posterior a la evaluación
de daños ocasionados por el terremoto de 1985 en Chile Central. Esta es la distribución que se
empleó para clasificar las viviendas seleccionadas en la Muestra 1 del presente trabajo.

Además, se cuenta con la distribución estadística dada por la Escala de intensidades EMS-98 (que
adecúa la versión MSK ‘64 ampliándola de 3 a 6 clases) la que ha sido modificada en Chile, para
fines de zonificación sísmica por M. Astroza. (Monge y Astroza, 1989 y Astroza y Monge, 1991)
y González, 1998. La versión ampliada de la European Macrosesimic Scale 1998 (Grünthal,
1998), que resume la distribución porcentual de daños de acuerdo a los grados de intensidad para
las clases A a la F, y adaptada a la realidad chilena, se presenta en la Tabla 2-12.

30
Tabla 2‐11: Distribución Estadística de porcentajes de daño de acuerdo a la clase de vulnerabilidad y a 
la Intensidad del sismo, según Escala MSK ‐64. 

31
Tabla 2‐12: Distribución Estadística de porcentajes de daño de acuerdo a la clase de vulnerabilidad y a 
la Intensidad del sismo, según adaptación de la EMS‐98 hecha por González 1998. 

32
2.1.2 MÉTODOS CUANTITATIVOS DE EVALUACIÓN

La evaluación directa es la más factible de cuantificar, por lo que se han desarrollado diferentes
métodos de estimación en este ámbito. En relación a las definiciones dadas por el GNDT (1993),
los métodos cuantitativos de estimación de la vulnerabilidad más usados, se pueden dividir en 3
grupos:

1. Mecánicos: Las previsiones del daño son formuladas en base a cálculos analíticos de la
respuesta sísmica del edificio o del estado tensionado y deformado que le corresponde. La
medida de la acción sísmica se expresa por la aceleración máxima del suelo o por magnitudes
análogas utilizables como entrada para métodos numéricos de cálculo, mientras que la medida del
daño se cuantifica con variables mecánicas. No son más que métodos de análisis estructural
aplicado a las construcciones existentes, ya sean recientes o antiguas. Este método es aconsejable
de emplear cuando se cuenta con la suficiente información de la estructura y cuando la muestra
de construcciones a realizar es reducida.

2. Tipológicos: Se fundamentan en la identificación en el edificio de un número más o


menos grande de indicadores de vulnerabilidad, consistentes en elementos tipológicos,
morfológicos y dimensionales, en los materiales utilizados, etc. La medida de la acción sísmica es
de tipo macrosísmico, mientras que la del daño es, o bien macrosísmica o basada en el costo
(reparaciones, demolición, etc.). Estos métodos se basan en la definición de clases de edificios
caracterizados por indicadores tipológicos o funcionales, como paredes de piedra o adobe,
albañilería reforzada o armada, hormigón armado, etc. A cada clase se le asocia una curva de
vulnerabilidad o una matriz de probabilidad de daño.

3. Semióticos: Se basan en la posibilidad de atribuir a cada grupo de edificaciones un índice


de vulnerabilidad, esto es, un número “ν” que viene determinado sobre la base de indicadores que
ya no son interpretados con significado tipológico, si no como síntomas de una idoneidad para
soportar los terremotos. Por ejemplo tales indicadores pueden ser la eficiencia de los empalmes,
la resistencia de los materiales, la regularidad morfológica de la planta y en altura, el número de
pisos, etc. En una segunda etapa se asocia a cada valor del índice de vulnerabilidad una curva de
vulnerabilidad o una matriz de daño, al igual que en el enfoque anterior. Normalmente el índice
de vulnerabilidad es calculado en función de índices parciales correspondientes a cada uno de los

33
indicadores, evaluados a continuación de un examen cualitativo del edificio realizado por
expertos que asignan pesos a cada indicador.

En estas últimas dos metodologías se basa la evaluación de la vulnerabilidad de las viviendas


sociales consideradas en este trabajo, mediante la asignación de índices que den cuenta del
comportamiento sísmico esperado.

En los métodos tipológicos y semióticos, el resultado esperado (grado de daño que puede sufrir
una estructura de una tipología específica, sometida a la acción de un sismo de ciertas
características) puede ser expresado de diversas formas.

a) Matrices de probabilidad de daño, que expresan en forma discreta la probabilidad


condicional de que una estructura sufra un nivel de daño ND igual a j, dado un sismo con un nivel
de severidad i (Whitman et al. 1973).

b) Funciones de vulnerabilidad, que son relaciones gráficas que expresan en forma


contínua la vulnerabilidad en función de algún parámetro que describa el nivel de severidad del
sismo, ya sean aceleraciones o intensidades.

c) El método del índice de vulnerabilidad (Benedetti y Petrini 1984) utiliza los datos
obtenidos mediante inspección para realizar una calificación del diseño y construcción
sismorresistente de los edificios mediante un coeficiente denominado índice de vulnerabilidad. El
método hace una calificación numérica de algunos parámetros estructurales preestablecidos por
expertos y calcula, a partir de estos valores, el índice de vulnerabilidad. Posteriormente, se
relaciona el índice de vulnerabilidad obtenido con el grado de daño global que sufre la estructura
a través de funciones de vulnerabilidad para cada grado de intensidad macrosísmica del terremoto
o para diferentes niveles de aceleración máxima.

Dentro de las metodologías de análisis cuantitativo, en este trabajo se asignan índices de


vulnerabilidad calculados mediante la información proporcionada por los planos estructurales y
arquitectónicos de las viviendas sociales construidas entre los años 1980 y 2001, aportados por el
SERVIU. El estudio de los planos de cada proyecto contempla el análisis de elementos
estructurales y su disposición, el tipo de material constructivo, la regularidad en planta y altura,

34
entre otros aspectos que permitirán asignar un índice de vulnerabilidad de primer nivel, que se
relacione con un cierto rango de daño esperado, como se detalla en el capítulo 5.

Se mencionan a continuación algunas de las metodologías más usadas para la evaluación de la


vulnerabilidad sísmica estructural, considerando además como aspecto beneficioso que ya han
sido calibradas a estructuras chilenas.

2.1.2.1 Índice de Meli o de Densidad de Muros


La investigación llevada a cabo por el destacado ingeniero mexicano Roberto Meli (1991) se basa
en el comportamiento sísmico observado en edificios de albañilería reforzada de baja altura
(inferior a 13 metros de elevación) durante el sismo destructivo en México el 19 de septiembre
del año 1985 frente a las costas del estado de Michoacán, Mw 8.1 (Lemoine et al. 2002). Esta
tipología constructiva constituye el sistema más común de viviendas económicas, no solo en
México sino que en Chile, razón por la cual la metodología se ha venido empleando hace algún
tiempo en nuestro país para conjuntos uni y multifamiliares.

Los muros de albañilería son los elementos estructurales más solicitados para resistir cargas
sísmicas en las viviendas. El desempeño de estas construcciones durante sismos de alta
intensidad (hasta VIII) ha sido satisfactorio, salvo algunas excepciones en donde la
responsabilidad de colapso de las estructuras se atribuye a una mala práctica constructiva en
terreno, lo cual quedó nuevamente de manifiesto en el pasado terremoto del 27 de febrero. Este
buen comportamiento observado tras variados terremotos en nuestro país, se contrasta con la
opinión de que por ser un material de baja resistencia a la tracción y de comportamiento frágil, no
sería un material recomendable en un país con alta actividad sísmica.

En general, la tipología de las viviendas sociales es bastante repetitiva, con regularidad en planta
y en elevación, de buena rigidez torsional, no superan los 4 pisos de altura, y el diseño es bastante
sencillo, basado principalmente en tratar de limitar el esfuerzo cortante promedio que se produce
por el sismo sobre los muros en las direcciones transversales y longitudinales, a una proporción
de la resistencia al corte propia de la albañilería.

Con el objeto de relacionar el nivel de daño con la densidad de muro, Meli se basó en el método
simplificado de diseño propuesto en la norma de diseño sísmico mexicana, el que se aplica a
35
edificios regulares que cumplen ciertas condiciones de altura, simetría en planta, rigidez
torsional, regularidad en elevación y la acción de diafragmas de piso y techo.

La metodología requiere para determinar el peso total correspondiente a cada edificio, un peso
promedio para edificios de albañilería confinada. Se empleará el valor propuesto en Chile por
Astroza y Küpfer (1993), correspondiente a 650 kg/m2. De esta forma, el peso total del edificio
considerado en cada dirección de análisis proviene de la cubicación del piso tipo del edificio, a
excepción del último piso en el que se incluye la aplicación de un factor de reducción por
sobrecarga, igual a 0.38 cuando no existe losa en este nivel y 0.67 cuando sí la hay.

Con el valor del peso total del edificio se obtiene la tensión normal debido al esfuerzo axial (σo)
dividiendo el peso total del edificio por el área de muros del primer piso. El valor de la resistencia
básica al corte (τm) de la albañilería se extrae del punto 5.7.2 de la norma NCh 2123.Of 97, ya
que para ninguno de los conjuntos habitacionales se contó con datos de ensayos, solo en algunas
especificaciones de los planos se menciona que la albañilería corresponde mayoritariamente a
ladrillos cerámicos hechos a máquina con perforaciones en su masa perpendiculares a las caras
mayores (MqP), con una resistencia básica al corte de la albañilería correspondiente a τm = 5 MPa
y a ladrillos cerámicos hechos a máquina con huecos verticales (MqHv) con τm = 5 MPa. Se
considera que la calidad del hormigón corresponde a la clase C, en la que la resistencia cilíndrica
a la compresión es f`c=180 [Kg/cm2] para edificios construidos hasta el año 1980, y de grado
H25 para los construidos después de ese año, es decir, con valores de f’c = [250Kg/cm2]. (Nota: 1
MPa = 10 kgf/cm2).

Los muros de hormigón armado (presentes en algunas viviendas de tipo hibrido) fueron incluidos
en el cálculo del índice de Meli (solo cuando su presencia no represente más de un 40% del total
de área de muro en la dirección correspondiente), aplicándoseles un factor de transformación FR2
(ecuación (2.2)), el cual modifica la sección transversal de hormigón armado en una sección
transversal equivalente de albañilería de igual resistencia al corte. En el caso de muros de
hormigón armado, que forman parte de un paño de albañilería mayor, se consideraron como si
fueran de albañilería confinada, aplicándoles un factor de resistencia al corte equivalente (Osorio,
1995).

36
0.29 ⋅ f 'c
FR2 = (2.2)
0.23 ⋅ τ m + 0.12 ⋅ σ o
La densidad de muro por unidad de piso se calculó en el primer piso para las dos direcciones
principales de la planta de un subconjunto de estructuras, cuando el área de muros de albañilería
representa más del 60 % del área de muros en la dirección considerada.

La metodología simplificada se basa en suponer que el esfuerzo de corte producto del sismo, en
cada entrepiso y en cada dirección, se distribuye entre los muros alineados en dicha dirección en
forma proporcional al área de cada muro. De esta forma, el esfuerzo cortante medio sobre cada
muro es el mismo y la fuerza cortante resistente (Vr) se expresa como sigue en la ecuación 2.3.

V r = V m ⋅ Fr ⋅ ∑i(Fi ⋅ Ai ) (2.3)

Donde:

Vm tensión de corte resistente de la albañilería


Fr: factor de reducción de resistencia, que depende del método de diseño utilizado
Li: longitud del muro
Fi: Factor de reducción de la contribución de los muros por efecto de la esbeltez del
muro. (Ec. 2.4 y 2.5)
Hi: altura del muro

∑ (F ⋅ A )
i i i
Suma de las áreas transversales efectivas de muros en la dirección considerada.

Para tomar en cuenta la menor rigidez de los muros cortos (poco esbeltos), en los que la relación
entre la altura y la longitud excede de 1.33, la contribución de estos muros se reduce
multiplicándola por el factor Fi. Esta reducción puede efectuarse afectando el área de los muros
por dicho coeficiente, de manera de obtener un área efectiva de muros para propósito de su
contribución a la resistencia sísmica.
2
⎛ L ⎞ ⎛H ⎞
Fi = ⎜⎜1,33 ⋅ i ⎟⎟ si ⎜⎜ i ⎟⎟ > 1,33 (2.4)
⎝ Hi ⎠ ⎝ Li ⎠
⎛H ⎞
Fi = 1 si ⎜⎜ i ⎟⎟ ≤ 1,33 (2.5)
⎝ Li ⎠
37
La fuerza de corte resistente (Vr) del entrepiso así calculada, debe compararse con la fuerza de
corte sísmica actuante (Va) que, para el método simplificado y al nivel del primer piso, se
determina por la ecuación 2.6.

Va = Fc ⋅ Fn ⋅ Cs ⋅ W (2.6)

Donde:

Fc: Factor de mayoración de carga sísmica.


Fn: Factor correctivo por la altura del piso considerado. Vale 1 para planta baja.
Cs: Coeficiente sísmico de corte basal.
W: Peso sísmico total del edificio.
El valor de Fc se obtiene de las normas y corresponde al factor que se aplica a la acción sísmica
cuando se combina con otros estados de carga básicos. Su valor no depende del tipo de edificio ni
de su importancia según sea el uso de la estructura, pues estos aspectos se consideran en el
término Cs.
Para el caso del peso sísmico, y en el caso usual en que todos los pisos son iguales en área, carga
y distribución de muros, éste se puede expresar por la ecuación 2.7.
W = n ⋅ w ⋅ Ap (2.7)

Siendo:

n: Número de pisos sobre el nivel considerado (en la muestra 1, 2, 3 y 4).


w: Peso sísmico promedio por unidad de área de planta.
Ap: Área de planta tipo (producto de longitudes en ambas direcciones).

El método emplea como procedimiento para determinar el área transversal de muros que se
requiere en cada dirección para resistir las fuerzas sísmicas, igualar las fuerzas de corte actuante
con la fuerza resistente, resultando:

Va = Vr (2.8)

Fc ⋅ C s ⋅ n ⋅ w ⋅ A p = Fr ⋅ Vm ⋅ ∑ (Fi ⋅ A i ) (2.9)

38
Lo anterior puede expresarse en términos de un índice adimensional igual a la suma de las áreas
transversales efectivas de los muros en la dirección considerada, dividida por el área de la planta
tipo del edificio, con lo que el índice de densidad de muros resulta igual al dado por la ecuación
2.10:

d=
∑ (F ⋅ A ) = F
i i c ⋅ n ⋅ Cs ⋅ w
(2.10)
Ap Fr ⋅ Vm
La Ec. 2.10 indica una relación que permite identificar dos índices de acuerdo a la dirección de
análisis dx, dy. Por lo tanto d es una medida de la resistencia sísmica necesaria para el edificio.
También se puede expresar como:

(d / n )d =
∑ (F ⋅ A )
i i
Densidad de muros por unidad de piso disponible (2.11)
n ⋅ Ap

Fc ⋅ C s ⋅ w
(d / n )r = Densidad de muros por unidad de piso requerida (2.12)
Fr ⋅ Vm

En conclusión “El método simplificado puede interpretarse como un procedimiento para


determinar el área transversal de muros que se requiere en cada dirección, y en cada nivel, para
resistir las fuerzas sísmicas”. Se considerará como índice de densidad de muros por nivel de
número de pisos, el mínimo de los índices obtenidos para ambas direcciones de análisis.

De manera simplificada, se obtiene que el índice de densidad de muros se calcula como:


no
Ai no
Ai
d = ∑
i =1 Ap o bien
dn = ∑
i =1 Ap ⋅ n (2.13)

Donde,
Ai Área del muro i de albañilería.
Ai_HA Área del muro i de hormigón armado.
Ai Área del muro i de albañilería.
no Número de muros en la dirección considerada
n Número de pisos del edificio.
39
En resumen, los datos que se extraen de los planos permiten calcular el índice de densidad de
muros normalizado por número de pisos, mediante la siguiente ecuación.

( d / n) % =
[(∑ F ⋅ A ) + ∑ A
i i i _ HA ]
⋅ FR 2 ⋅100
Ap ⋅ n (2.14)

El estudio original de Meli no presentó una ecuación que relacione el grado de daño observado
con la densidad de muros por número de pisos de los edificios muestreados, sino que más bien
estimó valores límites de (d/n)%, obteniendo lo que se resume en la Tabla 2-13.

Tabla 2‐13: Relación Densidad de muro – daño, R. Meli; 1990 
Nivel de Daño  Densidad de Muro por unidad de piso, dn [%] 
Mínimo  > 1.5 
Intermedio  0.75 < (d/n)% ≤ 1.5 
Grave   ≤ 0.75 

La relación de densidad de muros con el nivel de daño observado, adaptado a la realidad chilena
para estructuras de albañilería confinada, calibrada de acuerdo a una muestra de 17 edificios de 3
y 4 pisos de altura, según resultados del trabajo de Astroza y Küpfer, 1993, es la siguiente:
Tabla 2‐14: Relación Densidad de muro – daño, M. Küpfer; 1993 
Nivel y grados de daño  Densidad de Muro por unidad de piso, dn [%] 
Leve (G0 y G1)  ≥ 1.15 
Moderado (G2)  0.85 ‐ 1.15 
Severo (G3 )  0.5 ‐ 0.85 
Grave (G4 y G5)  ≤ 0.5 

Los límites asociados a los niveles de daño severo (0,5%), moderado (0,85%) y leve (1,15%)
corresponden a los rangos de daño esperados según la relación establecida por Küpfer (1993),
intervalos que han sido utilizados en estudios posteriores y serán objetos de validación en el
presente trabajo.

Con estos límites determinados para ciertos rangos del índice de densidad de muros, se analizó el
comportamiento de las viviendas de la Muestra 1 y se contrastó con los daños observados y

40
catastrados por la CEA tras el terremoto del 85, para proceder a la validación de dichos rangos, y
en caso que no se ajuste a los resultados experimentados por la muestra acá considerada, se
determinarán nuevos rangos para el índice (d/n%) que minimicen la diferencia entre el grado de
daño esperado y el observado.

2.1.2.2 Metodología del Índice del G.N.D.T.


A modo de antecedente se describe brevemente esta metodología empleada en Chile. La
metodología propuesta por el G.N.D.T. (Grupo Nazionale per la Difesa dai Terremoto – Italia,
1993), considera factores que toman en cuenta las características geométricas, la calidad de los
materiales y la estructuración de las viviendas. A los factores utilizados se les asigna una clase A,
B ó C, según la Tabla 2-15. Cada una de las clases posee un determinado puntaje y cada factor de
vulnerabilidad posee un peso que indica la importancia de cada uno de dichos factores en el
comportamiento estructural de la construcción analizada.

Tabla 2‐15: Definición de Clases de vulnerabilidad del Método del 
Índice de Vulnerabilidad del GNDT 
Clase  Denominación 
A  Buena 
B  Regular 
C  Mala 

Estudios realizados por el Instituto di Ricersa Sul Rischio Sismico del Consejo Nazionale di la
Ricersa (C.N.R.; 1993), propuso los puntajes a cada clase y pesos a cada factor de vulnerabilidad
tal como se presentan en la Tabla 2-16. Estos factores considerados en el cálculo del Índice de
Vulnerabilidad (Iv) incluyen características geométricas, la calidad de los materiales
constructivos y la estructuración de las viviendas entre otros factores que requieren conocer un
proyecto en detalle mediante planos de estructura, arquitectura, elevación, fundaciones, etcétera,
lo cual no siempre está disponible más aún para proyectos con más de 20 años de antigüedad.

Se debe mencionar que el índice de densidad de muros de la metodología propuesta por Roberto
Meli (1991) está considerado en el primer factor de esta compleja y completa metodología
italiana (y es el factor que posee el mayor peso), pues la distribución espacial de muros
corresponde a la organización del sistema resistente predominante en la disposición típica de las
viviendas sociales, como se describe a continuación.
41
Tabla 2‐16: Factores originales del Cálculo del Índice de Vulnerabilidad 
Factor de vulnerabilidad  Puntaje de Clase 
Peso 
Nomenclatura  Factor  A  B  C 
I  Organización del Sistema Resistente  0  1  2  4 
II  Calidad del sistema Resistente  0  1  2  1 
III  Resistencia Convencional  ‐1  0  1  1 
IV  Posición del Edificio  0  1  2  1 
V  Presencia de Diafragmas Horizontales  0  1  2  1 
VI  Configuración en Planta  0  1  2  1 
VII  Configuración en Elevación  0  1  2  2 
VIII  Tipo de Fundación  0  1  2  1 
IX  Elementos No Estructurales  0  1  2  1 
X  Estado de Conservación  0  1  2  2 

Algunos de los factores anteriores fueron modificados, ya sea en su estimación o en la asignación


de las clases y pesos, adecuándolos a la realidad y particularidad de los edificios chilenos (Tabla
2-17) según calibración realizada en edificios de hormigón armado de Viña del Mar dañados por
el terremoto del ’85. (Letelier, 2003).
Tabla 2‐17: Factores de Vulnerabilidad y Puntaje para cada una de las clases. 
Calibración Letelier (2003) para edificios de Hormigón Armado 
Factor de vulnerabilidad  Puntaje de Clase 
Peso 
Nomenclatura  Factor  A  B  C 
I  Organización del sistema resistente  0  1  2  4,00 
II  Calidad de la construcción  0  1  2  0,75 
III  Resistencia convencional  ‐1  0  1  1,00 
IV  Posición del edificio  0  1  2  1,00 
V  Presencia de diafragmas Horizontales  0  1  2  0,50 
VI  Configuración en planta  0  1  2  1,00 
VII  Configuración en elevación  0  1  2  1,75 
VIII  Tipo de fundación  0  1  2  0,50 
IX  Elementos no estructurales  0  1  2  1,00 
X  Estado de Conservación  0  1  2  1,50 

El índice de vulnerabilidad del GNDT considera los 10 parámetros o factores utilizados en el


cálculo del Iv dados en la Tabla 2-17. La ecuación (2.15) corresponde al índice de vulnerabilidad
normalizado, cuyo valor fluctúa entre 0 (correspondiente a edificios muy poco vulnerables o con
probabilidad de daño muy pequeña), y 1 (caso de edificios muy vulnerables con altas
probabilidades de colapso) para un sismo de intensidad que empíricamente ha sido sobre VI en la
Escala IMM.

42

10
(Peso del factori × Puntaje de la clasei ) + 1
I V Normalizado = i =1
(2.15)
26

Del mismo modo que la calibración para estructuras de hormigón armado, se adaptó el método
del G.N.D.T. para estructuras de albañilería confinada a partir de la metodología original
propuesta por Aranda, 2000 y modificada por Kenneth Gent;2003. Esta consiste en los mismos
10 factores anteriormente señalados para el caso de estructuras de hormigón armado, pero
ponderados con pesos que han sido modificados y calibrados de acuerdo a la realidad chilena
experimentada tras el terremoto del ‘85. Esta adecuación se presenta en la Tabla 2-18.

Tabla 2‐18: Factores del Cálculo del Índice de Vulnerabilidad modificados por Gent (2003) para 
estructuras de Albañilería Confinada 
Factor de vulnerabilidad  Puntaje de Clase 
Peso 
Nomenclatura  Factor  A  B  C 
I  Organización del Sistema Resistente  0  1  2  4,00 
II  Calidad del sistema Resistente  0  1  2  3,00 
III  Resistencia Convencional  ‐1  0  1  2,00 
IV  Posición del Edificio  0  1  2  0,75 
V  Presencia de Diafragmas Horizontales  0  1  2  0,50 
VI  Configuración en Planta  0  1  2  0,50 
VII  Configuración en Elevación  0  1  2  1,50 
VIII  Tipo de Fundación  0  1  2  0,50 
IX  Elementos No Estructurales  0  1  2  1,00 
X  Estado de Conservación  0  1  2  1,00 

El índice ha sido normalizado como se muestra en la ecuación (2.17), variando entre 0 y 1.


10
( PesodelFactor _ i ⋅ PuntajedelaClase+ 1)
10 ⋅ ∑
4 10
( pesofactor_ i ⋅ Puntajeclase + 1) (2.17)
IvNormalizado = i =1
=∑
75 i =1 30

Referente al primer factor considerado en la metodología, es importante mencionar que es el que


tiene el mayor peso asociado y es pertinente detallarlo brevemente:

I Organización del sistema resistente: Evalúa el grado de organización de los muros, de los
marcos o de la combinación de ellos independientemente del tipo de material de construcción,
para ello se consideran los seis subfactores que se presentan en la Tabla 2-19.

El subfactor de cantidad y calidad de líneas resistentes, representa un porcentaje importante del

43
cálculo del factor I. Tiene relación con la disposición de los ejes resistentes en cada una de las
direcciones de análisis, lo que lo asemeja al fundamento de la metodología de Meli (1991).

Tabla 2‐19: Subfactores del parámetro I (Organización del Sistema Resistente) 
Puntaje de Clase  Peso 
Subfactor 
A  B  C   
a) Período  0  0.5  1  0,30 
b) Razón de aspecto  0  0.5  1  0,30 
c) Cantidad de líneas resistentes  0  0.5  1  0,75 
d) Calidad de líneas resistentes  0 0.5  1  1,25
e) Distancia entre partes independientes del edificio o con otros colindantes 0 ‐  1  0,30
f) Rigidez torsional y distancia entre centro de masa y centro de rigidez  0  0.5  1  1,00 

El subfactor compara la cantidad de líneas resistentes existentes en las direcciones ortogonales de


la planta del edificio, respecto a las líneas recomendadas. Mientras mayor el número de líneas
resistentes, mejor será su clase de vulnerabilidad. LRy

Lx: Dimensión del lado en la dirección X;


LRx Lx Ly
Ly: Dimensión del lado en la dirección Y

La Tabla 2-20 resume la relación entre ambas metodologías de evaluación de vulnerabilidad


sísmica estructural, a considerar como antecedente.
Tabla 2‐20: Estimación del nivel de daño esperado sobre la estructura a partir de los rangos de 
valores obtenidos en el Iv del G.N.D.T. (Gent, 2003) y la densidad de muros. (Küpfer, 1993). 
Nivel de Daños  Grado de Daños  Densidad de Muros (d/n)  Índice del G.N.D.T. (Iv) 
Daño Leve  0 y 1  d/n > 1,15%  Iv < 0,350 
Daño Moderado  2  0,85% < d/n ≤ 1,15%  0,350 < Iv ≤ 0,475 
Daño Severo  3  0,5% < d/n ≤ 0,85%  0,475 < Iv ≤ 0,600 
Daño Grave  4 y 5  d/n ≤ 0,50%  0,600 ≤ Iv 

Dada la cantidad de información que requiere esta metodología propuesta por el G.N.D.T, hace
que no sea factible aplicarla a la muestra de viviendas sociales consideradas. Este hecho, sumado
a que el primer método, del índice de densidad de muros, ha sido concebido para la tipología a la
que pertenecen los conjuntos habitacionales, y dada la sencillez y rapidez de su aplicación, lo
hacen recomendable para estudios de vulnerabilidad de un gran número de estructuras, razón por
la que se ha seleccionado la metodología propuesta por Meli (1991) para este trabajo.
44
CAPITULO 3 ANTECEDENTES TERREMOTO CHILE CENTRAL 1985

En este capítulo se presentan algunos antecedentes recopilados tras el terremoto de marzo de


1985. Este evento marcó un hito en el área de diseño antisísmico, representando un aporte
beneficioso para la ingeniería, pues permitió relacionar los daños con ciertas características
estructurales comunes presentes en las tipologías catastradas, estableciendo clasificaciones de
viviendas a partir de la experiencia, ajustando los daños observados a lo que propone
originalmente la Escala MSK -64. Por otro lado, desde el punto de vista sismológico ha sido uno
de los eventos mejor registrados a nivel nacional, cuyos parámetros de strong motion han servido
para la modificación y mejoramiento de la normativa de diseño sismorresistente, y para
establecer los criterios de diseño requeridos en las estructuras de albañilería que hasta ese
entonces se construían sin normativa. Además, debido al cálculo de intensidades en el Gran
Santiago, a partir de la distribución de daños, quedó en evidencia las diferentes respuestas de
sitio, aspecto que también será incorporado en este trabajo.

3.1 TERREMOTO DEL 03 DE MARZO DE 1985


El domingo 3 de marzo de 1985 a las 19:47 hora local de verano (22:47:7.2 GMT) ocurrió un
terremoto de magnitud Ms 7.8 en Chile Central, con epicentro en el mar (33,217º S y 71,87º W),
a unos 40 km al W de Algarrobo y a 135 km al W de Santiago (aproximadamente a unos 20 km
de la costa) y una profundidad focal de 15 kilómetros. Su área de ruptura se extendió desde
Papudo hasta la desembocadura del Río Rapel (~ 34º S), siendo estimada en un largo de 170 km
y un ancho cercano a los 100 km (Comte, 1986). Presentó características moderadas a fuertes,
siendo el segundo terremoto más destructivo que ha afectado la zona de Chile Central en este
siglo, luego del terremoto de Valparaíso del 16 de agosto de 1906 (Saragoni, 1986). Estos
eventos corresponden a la serie de los grandes terremotos tipo thrust que han ocurrido frente a las
costas de Valparaíso con un periodo de recurrencia bastante regular, estimado en 82 ± 6 años
según Comte, et al. 1986.

45
Figura 3‐1: Isosistas del Terremoto del 03 de marzo de 1985 

Fuente: “Caso del sismo del 03 de marzo”, informe CAP.


46
3.1.1 DAÑOS ESTRUCTURALES OCASIONADOS EN VIVIENDAS SOCIALES PRODUCTO
DEL TERREMOTO DE MARZO DE 1985 EN CHILE CENTRAL

El efecto de este terremoto se extendió desde Illapel por el norte hasta Talca por el sur, como se
muestra en la Figura 3-1, donde se presentan las isosistas en escala de Mercalli. El sismo dejó un
saldo de 147 muertos y 2.000 heridos, afectó a varias ciudades, causó colapsos y graves daños en
centros urbanos importantes como Santiago, Valparaíso y Viña del Mar. Este terremoto, a pesar
de las altas intensidades reportadas y su duración, se caracterizó también por su nivel de daño
moderado en la zona epicentral. En el sector habitacional quedaron 66.000 viviendas destruidas y
127.000 dañadas, que en su mayoría correspondían a casas de adobe o mampostería sin refuerzo,
de 1 ó 2 pisos concentradas en los barrios antiguos.

Según cifras oficiales, los daños globales del sismo se evaluaron en aproximadamente mil
quinientos millones de dólares. El Gobierno, a través del Ministerio de Vivienda y Urbanismo,
puso en acción un plan para la rehabilitación de las viviendas sociales afectadas en su condición
de habitabilidad. El SERVIU Metropolitano encargó en mayo del mismo año a la Sociedad RFA
Ingenieros los estudios y proyectos para rehabilitar los conjuntos habitacionales más dañados por
el terremoto, como también la supervisión de las obras contratadas para tal efecto. Se constituyó
una comisión ad hoc intitulada Comisión Especial Asesora (CEA) presidida por el Ingeniero Sr.
Rodrigo Flores Álvarez. Este estudio realizó un levantamiento a 133 conjuntos habitacionales, es
decir alrededor de 45.000 viviendas, además de 560 pertenecientes a la V Región. Cabe señalar
que las viviendas del SERVIU constituyen aproximadamente el 30% de las viviendas,
comparativamente semejantes, de la Región Metropolitana a la fecha de dicho estudio.

Las actividades correspondientes a la CEA se remitieron a 2 etapas:

a) Etapa 1: Observación en terreno de la situación de cada conjunto. Posterior a la


evaluación se emitió un informe en que se clasifican los daños según una escala de 6 grados en
orden ascendente de severidad y se describió el estado de cada uno de los edificios
inspeccionados, indicando las medidas más urgentes a adoptar referentes a habitabilidad,
protección inmediata y apuntalamiento. La categoría de daños se describe en la Tabla 3-1.

47
b) Etapa 2: Corresponde a un estudio de la reparación y refuerzo de los edificios
dañados, elaborando los respectivos proyectos con planos y especificaciones para aprobación por
parte del SERVIU, y eventual ejecución.

En el estudio realizado se menciona que, como forma de ampliar los beneficios sociales en la
vivienda económica, se extrema el aprovechamiento de los materiales, reduciendo secciones,
disminuyendo el porcentaje de armaduras entre otras medidas, haciéndolas inevitablemente más
vulnerables desde el punto de vista sísmico. En la tabla 3-1 elaborada por Kupfer, 1993, se
resumen las observaciones en viviendas sociales dañadas y las respectivas medidas adoptadas tras
el terremoto del ’85.

Tabla 3‐1: Daños observados en Viviendas Sociales tras Terremoto 1985. Resultados CEA. 
Categoría  
Extensión del daño en general  Acción por adoptar 
Grado  Característica 
0  Sin daño  Sin daño  No se requiere acción 
No se requiere evacuar el edificio. Se 
Daño no  Grietas finas en estucos, caída de trozos de 
I  requiere solo reparaciones 
estructural leve  estuco en zona limitadas 
arquitectónicas 
Pequeñas grietas en muros de albañilería, 
desprendimiento de grandes trozos de estuco 
No se requiere evacuar el edificio. Son 
en zonas extendidas. Daño en los elementos no 
necesarias reparaciones arquitectónicas 
Daño  estructurales como chimeneas, estanques, 
II  para asegurar su conservación. Reforzar 
estructural leve  frontones, cornisas, etc. La capacidad resistente 
o demoler aquellos elementos no 
de la estructura está reducida apreciablemente. 
estructurales dañados. 
Fallas generalizadas en elementos no 
estructurales. 

Grietas grandes y profundas en muros de  Se debe alzaprimar y evacuar el edificio 
albañilería, extenso agrietamiento en muros,  para ser re ocupado después de la 
Daño 
columnas y machones de hormigón armado.  restauración y refuerzos. Es necesario 
III  estructural 
Inclinación o caída de chimeneas, estanques y  ejecutar una restauración estructural y 
moderado 
plataformas de escalas. La capacidad resistente  un refuerzo sísmico, anterior al 
de la estructura está parcialmente reducida.  tratamiento arquitectónico. 

Se caen trozos de muros. Se parten los muros 
Se debe alzaprimar y evacuar el edificio. 
interiores y exteriores y se producen desplomes 
Daño  Este debe ser demolido o exige 
entre sus trozos. Corte de elementos que unen 
IV  estructural  extensos trabajos de restauración y 
partes de edificios. Aproximadamente falla un 
severo  refuerzo antes de ser ocupado 
40% de los elementos estructurales principales. 
nuevamente. 
El edificio toma una condición peligrosa. 

V  Colapso  Colapso de una gran parte o el total del edificio.  Despejar el sitio y reconstruir. 

48
En términos generales las construcciones analizadas en ese entonces, se presentan en 4 grandes
grupos: hormigón armado, albañilería reforzada, albañilería armada y albañilería sin refuerzo o
simple.

Para mencionar los daños más recurrentes y sus posibles causas, el estudio de la CEA arrojó el
siguiente resumen. Algunas de estas falencias se evidenciaron nuevamente en el reciente
terremoto de febrero del 2010:

a) Hormigón armado: Principalmente se describieron errores de diseño, dentro de los que


destaca el efecto puntal de las escaleras al no estar desconectadas de la estructura
resistente; variación brusca en la distribución de rigideces en altura sin la ductilidad
suficiente. Esto se presenta con regularidad cuando se reemplaza el hormigón armado por
albañilería, resultando los pisos superiores menos rígidos que los inmediatamente
inferiores, causando fisuración o agrietamiento de muros, e inclusive el colapso del
edificio.

b) Albañilería reforzada: En Chile se confina la albañilería con elementos de hormigón


armado como pilares y cadenas (ver Figura 3-2). En general han presentado buen
comportamiento sísmico en edificios de menos de 4 pisos. Estas construcciones han sido
diseñadas según indicaciones de la Ordenanza General de Construcciones, OGUC.
Posteriormente, en el año 1997 aparecería la Norma de Albañilería Confinada, NCh 2123.

Figura 3‐2: Esquema típico muro albañilería confinada 

49
Dentro de los errores de diseño evidenciados en el trabajo de la CEA, se mencionan por
ejemplo el mal confinamiento de los muros producto de ubicar un solo pilar en un borde o
en el centro del piso, la excesiva separación entre pilares lo que disminuye el efecto de
confinamiento, provocando vaciamiento de la albañilería. Lo anterior se ve acrecentado
por problemas de construcción, dada la mala calidad de los morteros, unidades artesanales
de baja resistencia, por mencionar algunas de las deficiencias.

c) Albañilería armada: Se trata de obras construidas y diseñadas sin norma, ya que la norma
NCh 1928 que regula este tipo de construcciones recién fue promulgada en 1986.
Consiste en tomar como modelo la albañilería reforzada, pero suprimiendo los elementos
confinantes, reemplazando pilares por barras o “tensores” colocados verticalmente en
ladrillos tipo rejilla y dejando las losas sin cadenas, además de rellenar los huecos
verticales con el mismo mortero de pega de los ladrillos y no con un hormigón de gravilla.

d) Albañilería sin refuerzos: En casas de un piso últimamente se han extremado la


eliminación de los elementos confinantes de las albañilerías. El comportamiento se ha
caracterizado por daños generalizados agravados por esfuerzos ortogonales al plano del
muro. La experiencia recogida en los sismos fuertes, demuestra que estas albañilerías
sufren daños severos para intensidades mayores a VII en la Escala IMM. Los daños se
relacionan principalmente con el deficiente arriostramiento horizontal de los muros a
nivel de piso y la debilidad estructural de los elementos resistentes. (Astroza et al. 1985)

Como observaciones del trabajo realizado por la CEA, se mencionan y resumen las más
importantes, las que siguen vigentes a la fecha:

1. Las normas deben ser modernas y estar al día según el estado del arte. Deben ser claras y
sin posibilidad de interpretaciones de ambigua validez. Se debe mencionar en este punto,
el esfuerzo que se está llevando a cabo a la fecha de la realización de este trabajo, la
revisión y eventual modificación a la que se está sometiendo la NCh 433 producto de las
falencias detectadas tras el terremoto del 27 de febrero, asignándole mayor prontitud
mediante la redacción de Normativas Técnicas.

50
2. El diseño debe proporcionar planos y especificaciones completas que no dejen detalles
indefinidos cuya solución en obra no sea la más adecuada. Debe existir control del diseño.

3. La construcción en obra debe estar respaldada por una inspección idónea.

3.1.2 REPERCUSIONES DEL TERREMOTO DE 1985

A modo de antecedente se menciona que a raíz del terremoto de marzo de 1985, el MINVU
readecuó el presupuesto de ese año poniendo a disposición de la emergencia 1.782 Millones de
pesos de la época. Como resumen de la valoración de los daños ocasionados por este terremoto
en el sector vivienda, se muestra la Tabla 3-2.
Tabla 3‐2: Valoración de los daños, OPLAC 1985. (en miles de pesos) 
Región  Privado  SERVIU 
RM  20.393.883 2.848.725 
V  21.306.197 96.273 
VI  7.491.440 ‐‐
VII  2.512.679 ‐‐
Total sectorial 51.704.199 2.944.998 
Total  54.649.197 

La valoración de los daños corresponde al costo de reparación de las viviendas y de los bloques o
de los edificios de departamentos a precios de mercado; es decir, el costo que tendría el efectuar
la reparación mediante la contratación de personal o empresas especialistas dedicadas
especialmente a ello. El resumen de la cuantificación total de daños ocasionados por el terremoto
en el sector de vivienda y urbanismo, dada por el ODEPLAN es la que se presenta a
continuación, en la Tabla 3-3:

Tabla 3‐3: Viviendas Urbanas afectadas por Terremoto 03 marzo 1985 
Total  De Origen Privado  De Origen Serviu 
viviendas  Daño mayor o  Daño mayor o 
Región  Destruidas  Destruidas 
urbanas en  leve  leve 
Región  Nº  %  Nº  %  Nº  %  Nº  % 
RM  892.588  16.896  1.9 91.370 10.2 280 0.03  14.629  1.64
V  291.806  17.017  5.8 26.768 9.2 ‐‐ ‐‐  1.696  0.59
VI  80.586  6.661  8.3 12.374 15.4 ‐‐ ‐‐  ‐‐  ‐‐
VII  85.834  2.079  2.4 5.549 6.5 ‐‐ ‐‐  ‐‐  ‐‐
Total  1.350.814  42.653  3.2 136.061 10.1 280 0.0  16.325  0.01

51
Dependiendo de la estructuración básica se pudo clasificar en 3 grupos las reparaciones y/o
reforzamientos que la CEA realizó, cuyos costos se resumen en la Tabla 3-4:

1. Grupo 1: Corresponde a viviendas pareadas de un piso, de albañilería de ladrillo fiscal sin


pilares, con cadenas perimetrales continuas, y de albañilería de ladrillos prensados,
semiarmadas con cadenas perimetrales discontinuas. La rehabilitación estructural
consistió básicamente en confinar los paños de albañilería mediante agregado de pilares
de hormigón, reparar las albañilerías dañadas, reforzar y dar continuidad a las cadenas
perimetrales.

2. Grupo 2: Corresponden a edificios de departamentos de tres pisos en albañilería armada


ladrillo tipo tabicol en todos los pisos y losa en todos los niveles. La reparación y refuerzo
consistió principalmente en transformar las albañilerías armadas en albañilerías reforzadas
mediante agregado de pilares y machones de hormigón armado, especialmente en primer
y segundo pisos.

3. Grupo 3: Corresponden a edificios de departamentos de tres pisos en albañilería tipo


chonchón semiconfinada y losa en todos los niveles. La reparación y refuerzo consistió
principalmente en agregar pilares de hormigón armado, confinando los paños de
albañilería, en especial en primer y segundo pisos.

Tabla 3‐4: Costos de reparación y refuerzo. 
Número de viviendas  Porcentaje entre costo de 
Grupos de viviendas 
reparadas  reparación y costo original [%] 
Grupo 1  265  28 
Grupo 2  1.020  22.5 
Grupo 3  552  7.8 

El reciente terremoto M 8.8 del 27 de febrero del 2010, confirma y valida lo expuesto. Algunas
cifras permitan cuantificar el real daño sobre las estructuras en las regiones afectadas. Siguiendo
el informe del Instituto de la Construcción (IC, 2010), apoyado en cifras del MINVU hubo
370.051 viviendas afectadas, cifra que representa un 9.25% del parque total estimado para el país.
De esta cifra solo un 2% corresponde a viviendas destruidas. Si a esa cifra se le descuentan las

52
viviendas construidas en adobe, el número de viviendas destruidas por el sismo y maremoto a
nivel país representa solo el 0.8% del total.

En conformidad a una estimación elaborada por la Cámara Chilena de la Construcción,


considerando el total de edificios (más de 3 pisos de altura) construidos entre 1985 y el año 2009,
en las regiones V, VI, VII, VIII, IX y Metropolitana (se estiman 9.974 edificios), los que
presentan daños de envergadura, colapso y/o tienen orden de evacuación o demolición
corresponde a 35 de ellos. Esta cifra equivale al 0.35% del parque de edificios construidos
después del terremoto de marzo de 1985.

El Ministerio de Hacienda en marzo del 2010, entregó una estimación de pérdidas totales (sector
privado y público) y mermas en producción ocasionadas por el terremoto del 27 de febrero,
monto que asciende a MM US$ 29.662.

En la siguiente tabla se puede observar el desempeño de las viviendas sociales a raíz del
terremoto del 27 de febrero del 2010, de acuerdo a la información recopilada por el Instituto de la
Construcción (IC, 2010).

Tabla 3‐5: Número de viviendas afectadas por el terremoto 27 febrero 2010. 
Informe IC, 2010. 
Característica  Destruidas  Daño Mayor  Daño Menor  Totales 
Costa  7.931  8.607  15.384  31.922 
Adobe Urbano  26.038  28.153  14.869  69.060 
Adobe rural  24.538  19.783  22.052  66.373 
Conjuntos Serviu  5.489  15.015  50.955  71.459 
Conjuntos Privados  17.449  37.356  76.433  131.238 
Totales  81.445  108.914  179.693  370.052 

Conforme a lo indicado en la Tabla 3-5 se puede concluir que nuevamente las viviendas sociales
SERVIU presentaron un correcto desempeño sísmico, con solo un 6,7% del total de viviendas
destruidas. Dentro del total de viviendas y conjuntos Serviu, más del 70% presentó daño menor
(según Gráfico 3-1), sin contar con detalle aún del grado de daño experimentado. Por ello, dicha
información no se incorporará en este trabajo para fines de evaluación de vulnerabilidad ni de
asignación de clases.
53
Gráfico 3‐1: Viviendas afectadas por terremoto 27 febrero 2010. IC, 2010. 

3.1.3 LEVANTAMIENTO DE DAÑOS POST 1985 POR PARTE DE LAS MUNICIPALIDADES

La evaluación de daños dejados por el sismo de 1985 fue realizada por funcionarios de los
distintos Departamentos de Obras de cada municipalidad de la Región Metropolitana. La
encuesta se hizo solo en las viviendas en que se declararon daños por parte de sus propietarios o
moradores. La ficha de levantamiento de daños usada es la que se presenta en la Figura 3-3 y fue
la empleada para la recopilación de daños en viviendas, realizada por 13 memoristas de la
Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, guiadas por los
profesores ingenieros Sr. Joaquín Monge y Sr. Maximiliano Astroza, los cuales constataron en
terreno el estado de aquellas viviendas con un grado mayor de daño, para contrastar con el
criterio de evaluación de los profesionales municipales.

Es importante mencionar que las 13 memorias de título revisadas en este trabajo, compilaron y
complementaron la inspección realizada por parte de funcionarios municipales a numerosas
edificaciones, dentro de las cuales se detallan los daños a escuelas, hospitales, edificios públicos
y en algunos casos se mencionan viviendas sociales construidas por el SERVIU, lo cual fue
objeto de estudio exclusivo de la Comisión Especial Asesora, detallada en el ítem anterior. Este
hecho genera que la muestra de viviendas a evaluar se reduce a considerar solo aquellas que se
encuentran en los estudios de la CEA o de las memorias de ingeniería, permitiendo conocer en
detalle el daño experimentado y el tipo de material constructivo involucrado.
54
Por ende, y de acuerdo a la revisión bibliográfica de cada una de las memorias, se cruzó la
información con la lista de viviendas sociales construidas previas al año 1985 por el SERVIU,
con el levantamiento de daños realizado por personal de las Direcciones de Obras de cada
Municipalidad afectada y resumido en cada trabajo de título de Ingeniería. Con esto se cuenta con
el grado de daño sufrido en cada conjunto, esto permitirá correlacionar los índices de
vulnerabilidad que se calculen con el daño observado tras el terremoto.

Las intensidades determinadas en escala MSK, calculadas para cada comuna catastrada por los
memoristas citados en la referencias bibliográficas, fueron resumidas en el trabajo de P.
Menéndez, 2001. Estas se plotearon en un Sistema de Información Geográfico (GIS), y se
presentan en la Figura 3-4.

Figura 3‐3: Ficha de levantamiento de daños en cada municipalidad afectada por el Terremoto de 
marzo de 1985. 

55
Figura 3‐4: Distribución espacial de Intensidades MSK, terremoto marzo del 85. Menéndez (1991). Elaboración propia. 

56
CAPITULO 4 BASE DE DATOS DE VIVIENDAS SOCIALES

Respecto de la experiencia que significó el terremoto de 1985 en Chile Central, se rescata que
permitió relacionar la distribución de daños experimentada en distintas tipologías constructivas,
con algunas características como las clases de vulnerabilidad e índices de comportamiento
sísmico de primer nivel, como son los índices de densidad de muros.

Dentro de las estructuras catastradas, se hizo hincapié en comprender el comportamiento de las


viviendas sociales, las que dado lo repetitivo de su configuración y la masividad que representan,
son un importante objetivo a analizar en un estudio de riesgo sísmico de ciudades densamente
pobladas como Santiago.

4.1 CLASIFICACION DE VIVIENDAS SOCIALES DEL SERVIU


METROPOLITANO TRAS EL TERREMOTO DE 1985
Con el objetivo de relacionar el daño ocasionado por el terremoto de marzo del ’85 con el suelo
de fundación y el tipo de construcción, se recopilaron en ese entonces las fichas de levantamiento
de daños de alrededor de 45.000 viviendas del SERVIU Metropolitano. La compilación fue hecha
por Escobar (1986) guiado por el Ingeniero a cargo de la Comisión Especial, Sr. Rodrigo Flores.

Para clasificar las viviendas, se consideraron en esa ocasión los siguientes factores:

a) Altura del edificio: Se considera que la altura del edificio, no solo es fundamental en la
respuesta sísmica de la estructura, sino que también es un determinante en las etapas
constructivas, ya que en muchos departamentos catastrados se observó el reemplazo de
material constructivo en los pisos superiores. Este parámetro permitió establecer la
primera clasificación: Casas de 1 piso, casas de 2 pisos, colectivos de 3, 4 o 5 pisos, y
torres.

b) Forma estructural: De acuerdo a la distribución y forma de los muros en ambas


direcciones resistentes. De acuerdo a esta variable los edificios se clasifican en:
Colectivos con muros interiores en ambas direcciones, colectivos sin muros interiores en
alguna dirección principal. Los edificios con muros interiores en ambas direcciones
incluyen un porcentaje de muros llenos mayor a los edificios con resistencia

57
principalmente en fachadas, donde existe una gran cantidad de vanos. A su vez, los
edificios cuya resistencia sísmica depende principalmente de las fachadas, se agrupan de
acuerdo a la presencia de losa de entrepiso.

c) Disposición y característica de los materiales constituyentes: Esto a su vez se subdivide


en:
i. Casas de 1 piso: se distinguen 3 tipos de construcciones: casas estructuradas a
base de albañilería sin refuerzos verticales y que llevan en general una cadena
perimetral, casas estructuradas a base de albañilería con tensores en los extremos
de cada paño de ladrillo, y casas estructuradas a base de albañilería con pilares y
cadenas.
ii. Casas de 2 pisos: pueden ser casas estructuradas a base de albañilería con
tensores en los extremos de cada paño de ladrillo, y casas estructuradas a base de
albañilería con machones, pilares y cadena.

iii. Colectivos: Dentro de esta categoría, se distinguen 6 tipos de construcciones


diferentes: colectivos estructurados a base de elementos de hormigón armado en
todos los niveles, colectivos estructurados con todos los elementos verticales de
albañilería con tensores en los extremos de cada paño, colectivos con muros
interiores de hormigón armado o albañilería reforzada y muros perimetrales de
albañilería con tensores en los extremos de cada paño, colectivos estructurados
con albañilería reforzada en todos los niveles, colectivos con muros de hormigón
armado en los pisos inferiores y albañilería de ladrillo reforzada en los pisos
superiores, colectivos con muros de hormigón armado en los pisos inferiores y
albañilería de bloque de cemento reforzado en los pisos superiores.

iv. Torres: Están estructuradas en base de elementos de hormigón armado.

De esa forma entonces, fue posible distinguir 16 tipos de estructuración representativa de los
conjuntos habitacionales SERVIU, lo que se resume en la Tabla 4-1. Dicha caracterización de las
tipologías constructivas, facilitó la asignación de una clase de vulnerabilidad a las muestras
analizadas en esta tesis junto con la distribución estadística de daños de la Escala MSK-64.

58
Tabla 4‐1: Clasificación de Viviendas SERVIU según estructuras y material. 
Forma (distribución de muros  TIPO 
Altura  Materiales 
y losas)  CODIGO
Albañilería sin refuerzo  101 
Casas de 1 piso    Albañilería armada  102 
Albañilería reforzada  103 
Albañilería armada  201 
Casas de 2 pisos   
Albañilería reforzada  202 
Hormigón Armado  300 
Hormigón Armado en pisos inferiores y 
 
albañilería en bloques de cementos en los pisos  305 
superiores 

Todos los elementos verticales de albañilería 
311 
armada. 

Albañilería armada en el perímetro, núcleo de 
312 
albañilería reforzada u hormigón armado. 
Con muros interiores en ambas 
direcciones 
Albañilería reforzada, núcleo de albañilería 
313 
Colectivos de 3, 4  reforzada u hormigón armado 
ó 5 pisos 
Hormigón armado en pisos inferiores y albañilería 
314 
de ladrillos en pisos superiores 

Todos los elementos verticales de albañilería 
321 
armada. 
Sin muros interiores, losa en 
Albañilería reforzada  323 
todos los niveles 
Hormigón armado en pisos inferiores y albañilería 
324 
de ladrillo en pisos superiores 

Sin muros interiores, losa en 
Albañilería reforzada  333 
algunos niveles 
Torres    Hormigón armado  400 

4.2 CARACTERIZACION DE LA MUESTRA 1: VIVIENDAS SOCIALES


CONSTRUIDAS PERIODO 1980 A 1985
Se debe mencionar que el universo de la base de datos, entregada por la Subdirección de
Pavimentación y Obras Viales del SERVIU Metropolitano, contemplaba 420 proyectos
correspondientes a 168.175 viviendas sociales construidas entre 1980 y 2001. No todos los
59
proyectos habitacionales cuentan con información de la superficie de cada unidad construida ni
de la cantidad de viviendas contempladas en el respectivo proyecto, por ende la muestra se redujo
en primera instancia a 377 conjuntos habitacionales correspondiente a un total de 152.169
viviendas sociales.

La muestra original, anteriormente descrita, se dividió en dos sub muestras que comprenden
distintos periodos, contando con el detalle de los daños experimentados para la primera de ellas:

1. Muestra 1: Entre los años 1980 y 1985: En primera instancia se contaba con 64
proyectos, lo que corresponde a 24.353 viviendas.

2. Muestra 2: Entre los años 1985 (posterior a marzo) y 2001: Inicialmente la muestra
corresponde a 313 proyectos, lo que implica un total de 127.816 viviendas.

Se procede a cruzar información con la base de datos georeferenciada entregada por el


Departamento de Pavimentación del SERVIU, con aquellos conjuntos habitacionales que
experimentaron daños tras el terremoto del 85, y que se encuentran detallados en las memorias de
título de la FCFM relacionadas con las comunas consideradas en este trabajo. Los grados de
daños experimentados en las viviendas afectadas por el terremoto del ’85, fueron resumidos en la
memoria de Escobar, P. (1986) abarcando 28 comunas de las 34 que componen el Gran Santiago;
lo que se resume en el Anexo A.

(1)
Hecho el ejercicio anterior, los 64 proyectos de la sub muestra 1 se reducen a 29 conjuntos
habitacionales, de las cuales sí se cuenta con el reporte detallado de los grados de daño
experimentados. Estos conjuntos se distribuyen de acuerdo al número de pisos, tal como se
muestra en el Gráfico 4-1.

(1)
El numero de conjuntos habitacionales corresponde a 29, pero en rigor son 42 tipos de plantas
diferentes a las que se les calcula el índice de Meli, pues en ocasiones un mismo proyecto
habitacional contempla casas y departamentos, o departamentos en continuos de distinto número
de departamentos (denominados “trenes” agrupados por ejemplo de 3, 6 ó 9 departamentos
pareados, independientes de acuerdo a la ubicación de la junta de dilatación), lo que modifica la
estructuración en planta (en dimensiones y en disposición de muros), correspondiendo a

60
estructuras distintas por ende con comportamiento sísmico esperado diferente. Se debe mencionar
que con el objeto de complementar la muestra 1 y hacerla más representativa, se debió
georeferenciar conjuntos sociales que no se encontraban en la base de datos entregada por el
SERVIU, pues son anteriores a 1981 pero de las cuales si se contaba con información de los
grados de daños sufridos en el terremoto de 1985 resumidos en la memoria de Escobar (1986), y
presentes en el Anexo A de este trabajo. En conclusión, la Muestra 1 está constituida por 11.461
viviendas sociales.

Gráfico 4‐1: Distribución de la muestra 1980‐1985, con reporte de daños 

En la Tabla 4-2 se muestra el detalle de los conjuntos habitacionales estudiados correspondientes


a la Muestra 1.

En la siguiente tabla se indica el número de viviendas que componen el proyecto, la superficie


individual de cada vivienda, el tipo de agrupación, la empresa constructora, el número de pisos, el
año de construcción, entre otras características que resultan de utilidad para la evaluación
posterior de vulnerabilidad mediante los dos enfoques que trata esta tesis: 1) asignación de clases
de vulnerabilidad, y 2) cálculo del índice de densidad de muros.

61
Tabla 4‐2: Muestra viviendas sociales 1962 – 1985. Muestra 1 
#  AREA  AGRUPA Empresa 
TIPO  AÑO  PROGRAMA  COMUNA  PROYECTO  PISOS  Ubicación 
VIVIENDAS  INDIVIDUAL  CION  Constructora 
Propiedad  Pablo Neruda I, II,  Entre Las uvas y el viento, y 
1980  Post.  La Granja  180  52.00  3  block  Orion Ltda. 
Horizontal  III (tipo G)  canto General con Santa Rosa 
Propiedad  Pablo Neruda I, II,  Entre Las uvas y el viento, y 
1981  Post.  La Granja  396  52.00  3  block  Orion Ltda. 
Horizontal  III (Tipo D)  canto General con Santa Rosa 
Propiedad  Entre Sebastopol y Yungay, y 
1980  VS  La Granja  Yungay (tipo Y)  794  54.51  3  block  Orion Ltda. 
Horizontal  Mañio y Pobl. Joao Goulart 
Propiedad  Yungay (casas tipo  Entre Sebastopol y Yungay, y 
1981  VS  La Granja  206  54.51  3  continua  Orion Ltda. 
Horizontal  D)  Mañio y Pobl. Joao Goulart 
Calle Vital Apoquindo entre 
Propiedad 
1980  PVB  Las Condes  Vital Apoquindo  198  54.52  3  block  s/i  camino de Apoquindo y Fleming 
Horizontal 
(sector Colon Oriente) 
Loteo  El Despertar, Gral 
1980  Post.  Maipú  1198  58.50  2  continua  s/i    
Individual  Baquedano  
Propiedad  en calles Nonato Coo y Av. 
1980  Post.  Puente Alto  Nonato Coo II  128  53.10  4  block  s/i 
Horizontal  Circunvalación Eduardo Cordero
Loteo 
1981  Básica  Cerrillos  Las Torres  160  28.00  1  pareada  s/i    
Individual 
Propiedad  Ubicado en Santa Rosa con calle 
1981  Post.  La Granja  El Pilar  360  51.00  3  block  Orion Ltda. 
Horizontal  Nueva 
Loteo  Marcos Pérez con Av. Sargento 
1981  Básica  Puente Alto  Oscar Bonilla  80  29.25  1  pareada  s/i 
Individual  Menadier 
Loteo  Arsenio Alcalde  Calle San Martin con José Fco 
1981  Básica  Quilicura  Quilicura  164  31.05  4  pareada 
Individual  y Cia.  Vergara 
Loteo  Av. Portales Oriente esquina NO 
1981  VS  San Bernardo 5 Pinos  476  26.26  1  pareada  Atlántida S.A. 
Individual  con Av. Cinco pinos 
Loteo  Yungay X, XI, XII,  Yungay y Sebastopol y entre las 
1982  PVB  La Granja  340  28.86  1  pareada  s/i 
Individual  XIII  Industrias y Punta Arenas 
Propiedad  La Reconquista  Entre Teniente cruz y Las Torres, 
1982  Post.  Lo Prado  576  54.90  3  en altura  Const. Orion 
Horizontal  (Tte, Cruz II)  al sur de San Pablo 
Entre Exequiel Fernández y 
Propiedad 
1982  Post.  Macul  Froilan Roa  264  61.60  3  en altura  s/i  Froilán Roa, y entre Benito 
Horizontal 
Rebolledo y Las Codornices 
Loteo 
1982  VS  San Bernardo Ducaud  116  32.60  1  pareada  s/i    
Individual 
Loteo  1983  PVB  La Granja  San Gregorio  116  27.25  1  pareada  Guzmán y  Entre Ovalle y Walker Martínez, 
62
Tabla 4‐2: Muestra viviendas sociales 1962 – 1985. Muestra 1 
#  AREA  AGRUPA Empresa 
TIPO  AÑO  PROGRAMA  COMUNA  PROYECTO  PISOS  Ubicación 
VIVIENDAS  INDIVIDUAL  CION  Constructora 
Individual  Larraín Ltda.  y Las Industrias 
Loteo  Yungay Sector La 
1983  PVB  La Granja  366  35.38  4  pareada  Orión Ltda.  ex Comuna de San Miguel 
Individual  Castrina 
Loteo  Carol Urzua  Magri y  en calles Domingo Tocornal y 
1983  VS  Puente Alto  1202  28.63  1  pareada 
Individual  (Cordillera)  Figueroa Ltda.  Nonato Coo 
Loteo  Huamachuco II  León Wolf 
1983  VS  Renca  366  28.68  1  pareada  FFCC longitudinal norte y fresia 
Individual  Lote I  Suarez 
Loteo  Huamachuco II  Guzmán y  Camino Lo Ruiz con Puerto 
1983  VS  Renca  196  27.25  1  pareada 
Individual  Lote III  Larraín Ltda.  Montt 
Loteo  Huamachuco II  Guzmán y 
1984  VS  Renca  96  27.25  3  En altura  Puerto Montt y Apóstol Santiago
Individual  Lote III  Larraín Ltda. 
Loteo  San José de Las  en calles Nocedal y Domingo 
1984  VS  Puente Alto  615  32.43  1  pareada  Cerrillos Ltda. 
Individual  Claras (Tranque II)  Tocornal 
Loteo  Pedro de Oña  Entre San José con Martin de 
1984  VS  San Bernardo 192  37.35  1  pareada  Brotec S.A. 
Individual  (Puerto Williams)  Solis y Puerto Williams 
Propiedad  Carelmapu  Calle Los Moros y Martin de 
1985  VS  San Bernardo 576  35.32  4  en altura  Bio Bio S.A. 
Horizontal  (Angelmó V y VI)  Solis 
Propiedad  Rosa Rodríguez de 
1962  VS  Las Condes  44  38.1  1  pareada    El Gabino con Rubén Barrales 
Horizontal  Alessandri 
Constructora 
Propiedad  Jorge  Av quilín y los olmos y entre 
1979  VS  Macul  Santa Carolina  468    3  En altura 
Horizontal  Debarbiere  calle nueva y av. Maratón 
Olate 
Entre Santa María y cuatro 
Propiedad 
1968  VS  Maipú  Cuatro Álamos  816  30.42  4  En altura    Álamos y entre Segunda 
Horizontal 
transversal y Vicente Reyes 
Línea Férrea Américo Vespucio – 
Propiedad  Maipú ‐  Bloque 
1971  CORVI  Villa México  384    4    Av. 5 de Abril – Av. Salvador 
Horizontal  cerrillos  tipo 1010 
Allende – Calle Los Tilos 
Propiedad  Caupolicán y Apóstol Santiago y 
1980  VS  Renca  El Salvador I  104    2  pareada   
Horizontal  Balmaceda y Los Aromos 
Propiedad  Gral Freire y Nueva y Calle La 
1980  VS  Renca  General Freire I y II 240  51.3  3  En altura   
Horizontal  unión y Manuel Rodríguez 
Propiedad  Calle blanco encalada esquina 
1977  VS  Renca  Renca II  66    3  En altura  Gama S.A. 
Horizontal  Baquedano 

63
En la Tabla 4-3 se presentan los grados de daños experimentados producto del terremoto de Chile
Central en 1985 en los conjuntos habitacionales seleccionados de la Región Metropolitana. El
levantamiento de daños realizado por las DOM y recopilado en cada memoria, se resume como
sigue indicando los grados de daño generales experimentados por cada conjunto habitacional.

Tabla 4‐3: Grados de daño experimentados 
Grados de Daño 
AÑO  COMUNA  MEMORISTA  PROYECTO 
experimentados 
1981  Cerrillos  Andrés Lira  Las Torres (actual comuna Maipú)  I 
1980  La Granja  Mario Risso  Pablo Neruda I, II, III (tipo G)  0 
1980  La Granja  Mario Risso  Pablo Neruda I, II, III (TIPO D)  0 
1980  La Granja  Mario Risso  Yungay (blocks tipo Y)  0 
1980  La Granja  Mario Risso  Yungay (casas tipo D)  0 
1981  La Granja  Mario Risso  El Pilar  I y II 
1983  La Granja  Mario Risso  San Gregorio  0 
1983  La Granja  Mario Risso  La Castrina  0 
1980  Las Condes  Patricio Elicer  Vital Apoquindo  I, II y III 
1982  Lo Prado  Patricio Bertholet  La Reconquista  0 
1982  Macul  Pedro Escobar  Froilan Roa  II 
1980  Maipú  Andrés Lira  El Despertar A  I, II, III y IV 
1980  Maipú  Andrés Lira  El Despertar B  I, II, III y IV 
1980  Maipú  Andrés Lira  El Despertar C  I, II, III y IV 
1980  Maipú  Andrés Lira  El Despertar D  I, II, III y IV 
1980  Maipú  Andrés Lira  El Despertar E  I, II, III y IV 
1980  Maipú  Andrés Lira  El Despertar F  I, II, III y IV 
1980  Maipú  Andrés Lira  El Despertar G  I, II, III y IV 
1980  Maipú  Andrés Lira  El Despertar H  I, II, III y IV 
1980  Puente Alto  Alessandro Casaliggi  Nonato Coo II  II 
1981  Puente Alto  Alessandro Casaliggi  Oscar Bonilla TIPO A  0 
1983  Puente Alto  Alessandro Casaliggi  Carol Urzúa, Cordillera  0 
1984  Puente Alto  Alessandro Casaliggi  San José de Las Claras  0 
1981  Quilicura  Pedro Escobar  Quilicura  0 
1983  Renca  Emiliano Eberl  Huamachuco II Lote I  0 
1983  Renca  Emiliano Eberl  Huamachuco II Lote III (casas)  0 
1983  Renca  Emiliano Eberl  Huamachuco II Lote III (block)  IV 
1981  San Bernardo  Luis Levrini  5 Pinos  0 
1982  San Bernardo  Luis Levrini  Ducaud  0 
1984  San Bernardo  Luis Levrini  Pedro de Oña  0 
1985  San Bernardo  Luis Levrini  Carelmapu  0, I y II 

De acuerdo a la revisión de las memorias de título, son 10 comunas en las cuales se cuenta con
una descripción detallada de los daños experimentados en los conjuntos habitacionales (detalle a

64
nivel de viviendas). Estas comunas representan una buena dispersión espacial (además de que la
albañilería es la tipología predominante, Ver Figura 4-1) y corresponden a: Cerrillos, La Granja,
Las Condes, Lo Prado, Macul, Maipú, Puente Alto, Quilicura, Renca y San Bernardo. Con
fines de agrupar información, se incorporaron dos comunas más, analizadas por otros 3
memoristas (Cerro Navia y Pudahuel), en que se obtuvieron valores del índice de Meli y se
incluyen en los resultados de la muestra 2, previo ingreso de la ubicación del conjunto social en
la base de datos georeferenciada (SIG) del Serviu.

Figura 4‐1: Distribución materialidad viviendas Región Metropolitana. Fuente: INE, 2002. 

En la Tabla 4-4 se detallan cuántas viviendas de un mismo conjunto habitacional sufrieron los
distintos grados de daño, lo que permitió calcular el grado de daño promedio del conjunto,
empleando la fórmula 2.1 a partir del número de viviendas con su respectivo grado de daño.

65
Tabla 4‐4: Detalle de Grados de daño experimentados Muestra 1.  
Grados de daños experimentados
Numero  (Escobar, 1986)  Total  IMSK, P.  Gm del 
PROYECTO  COMUNA 
pisos  viviendas   Menéndez conjunto
0  1  2  3  4  5 
Las Torres  Cerrillos  1  0  246  0  0  0  0  246  VIII  1,0 
Rosa Rodríguez de Alessandri  Las Condes  1  0  0  23  14  7  0  44  VI  2,6 
El Salvador 2  Renca  2  0  0  154  0  0  0  154  VIII  2,0 
El Despertar 2  Maipú  2  0  1061 52  52  33  0  1198  VIII  1,2 
Oscar Bonilla  Puente Alto  1  80  0  0  0  0  0  80  VII  0,0 
Vital Apoquindo 2  Las Condes  3  0  12  324  60  0  0  396  VII  2,1 
Población Huamachuco 2  Renca  3  0  0  0  0  96  0  96  VI  4,0 
Población Huamachuco 2  Renca  1  196  0  0  0  0  0  196  VI  0,0 
Población Cuatro Álamos  Maipú  4  0  0  816  0  0  0  816  VII.5  2,0 
Villa México   Maipú  4  0  384  0  0  0  0  384  VII.5  1,0 
Santa Carolina 1  Macul  3  0  0  150  64  215  0  429  VIII  3,2 
conjunto habitacional Renca II  Renca  3  0  0  0  0  66  0  66  VIII  4,0 
Quilicura  Quilicura  4  0  0  104  60  0  0  164  VII.5  2,4 
El Pilar  La Granja  3  0  324  36  0  0  0  360  VII  1,1 
Población General Freire 2  Renca  3  0  0  114  6  0  0  120  VII  2,1 
Población General Freire 1  Renca  3  0  0  60  60  0  0  120  VII  2,5 
Froilán Roa  Macul  3  0  0  264  0  0  0  264  VII  2,0 
Pablo Neruda I, II, III  La Granja  3  396  0  0  0  0  0  396  VII  0,0 
Yungay   La Granja  3  799  0  0  0  0  0  799  VII  0,0 
San Gregorio  La Granja  1  116  0  0  0  0  0  116  VII  0,0 
La Castrina  La Granja  4  366  0  0  0  0  0  366  VII  0,0 
La Reconquista  Lo Prado  3  576  0  0  0  0  0  576  VII.5  0,0 
Nonato Coo II  Puente Alto  4  0  96  32  0  0  0  128  VII.5  1,3 
Carol Urzúa, Cordillera  Puente Alto  1  1202 0  0  0  0  0  1202  VII.5  0,0 
San José de Las Claras  Puente Alto  1  615  0  0  0  0  0  615  VII.5  0,0 
Cinco pinos  San Bernardo  1  476  0  0  0  0  0  476  VII.5  0,0 
Ducaud  San Bernardo  1  136  0  0  0  0  0  136  VII.5  0,0 
Pedro de Oña  San Bernardo  1  192  0  0  0  0  0  192  VII.5  0,0 
Carelmapu   San Bernardo  4  192  192  192  0  0  0  576  VII.5  1,0 
 
Se debe mencionar que la lista descrita en la Tabla 4-4 es con la que se contaba a priori del
trabajo de revisión de planos, por ello es un número menor al del total de la muestra 1 (42
plantas), pues como se mencionó anteriormente, en un mismo conjunto existen distintas
configuraciones de plantas estructurales, por lo que se debió traducir la cantidad de viviendas

66
catastradas en cantidad de plantas a las cuales se les calcula el índice de densidad de muros y la
clase de vulnerabilidad (operación que no afecta al cálculo del grado de daño promedio).

Gráfico 4‐2: Distribución de grados de daño promedio, Muestra 1.  
Distribución Grado de daño promedio en plantas de Muestra 1

25
22

20
Cantidad de plantas

15

10 8
7

5
3
2
0
0
0 1 2 3 4 5
Grados de daño promedio redondeado entero proximo

La muestra seleccionada no cuenta con ningún grado de daño 5 o colapso estructural (dado las
intensidades reportadas), y porcentualmente los grados de daño promedio del conjunto
(redondeados al entero más próximo, sobre 0.5 se aproxima al entero superior) se distribuyen
como se muestran en el Gráfico 4-2, lo que ratifica el buen comportamiento en general de las
viviendas sociales frente al sismo del ’85, pese al periodo de construcción que contempla la
Muestra 1, el cual no contaba con criterios para el diseño sismorresistente de estructuras de
albañilería reforzada.

En el Gráfico 4-3, se muestra la cantidad de conjuntos habitacionales de la Muestra 1


normalizados de acuerdo al número total según la elevación del conjunto, con el objeto de
conocer si existe relación entre la distribución del grado de daño experimentado tras el terremoto
del ‘85 y el número de pisos de la estructura.

Se aprecia que los conjuntos de 1 y 2 pisos son los menos afectados, predominando los grados de
daño 0 y 1, superando el 80% del total de edificios catastrados en la Muestra 1 dentro de estos
rangos. En cambio, los edificios más altos (menos rígidos) de 3 y 4 pisos, presentan una leve

67
concentración en los niveles de daño más graves, alcanzando porcentajes superiores al 40% entre
los grados 2 al 4.

Gráfico 4‐3: Distribución porcentual de grados de daño promedio Muestra 1, según número de pisos.  
Distribucion de Grados de Daño Promedio según Número de Pisos
Cantidad de conjuntos habitacionales

100%

80%

60%

40%

20%

0%

Grado 0
4 pisos
Grado 1
3 pisos
Grado 2
Grado 3 2 pisos

Grado 4 1 piso

1 piso 2 pisos 3 pisos 4 pisos

4.3 CARACTERIZACION DE LA MUESTRA 2: VIVIENDAS SOCIALES


CONSTRUIDAS PERIODO 1986 A 2001
La segunda parte de este trabajo consiste en analizar el segmento de viviendas sociales
construidas posterior a marzo de 1985. La base de datos original contiene 313 proyectos
pertenecientes a estos años de construcción.

Se seleccionan conjuntos ubicados en las mismas 12 comunas que la muestra 1 para identificar
probables efectos de sitio. Con este criterio hay 119 proyectos, que luego se reducen a 67
proyectos por la falta de antecedentes prioritarios para el cálculo del índice. Al igual que en la
Muestra 1, hay proyectos que tienen distinto tipo de estructuración dentro del mismo conjunto
habitacional, por lo que el total de estructuras habitacionales diferentes analizadas suma 72
plantas, contabilizando para la Muestra 2 un total de 35.537 viviendas, las cuales se distribuyen
de acuerdo al número de pisos según el Gráfico 4-4.

68
En resumen, sumando la Muestra 1, la Muestra 2 y adicionando los conjuntos con índice de Meli
dados por los 3 memoristas en las comunas de Cerro Navia y Pudahuel, se revisaron en esta tesis
129 proyectos Serviu correspondiente a 49.860 viviendas, es decir, el 26% del total de
conjuntos sociales existentes en la Región Metropolitana (según conteo de la Corporación SUR
(2005)).

Gráfico 4‐4: Distribución de la muestra 1986‐2001, de acuerdo al número de pisos 

En la Tabla 4-5 se muestra el detalle de los conjuntos habitacionales seleccionados y que


conforman la Muestra 2.

Tabla 4‐5: Muestra 2, conjuntos habitacionales 1985 al 2001 
PROYECTO  TIPO  AÑO  PROGRAMA COMUNA  CANT_  SUPERF_  PISOS 
Cardenal Raúl Silva Henríquez II  Propiedad Horizontal 2000  PVB  Cerrillos  708  45.52  3 
Marcela Casanueva  Propiedad Horizontal 1999  PVB  La Granja  45  45.00  3 
Los Rosales II  Propiedad Horizontal 1997  PVB  La Granja  111  42.32  3 
Benjamín Subercaseaux  Loteo Individual  1991  PVB  La Granja  237  40.60  3 
Lago Chungará I  Propiedad Horizontal 1993  PVB  La Granja  498  40.60  3 
Villa Comercio II, sector 
Loteo Individual  1993  PET  La Granja  696  41.30 
D1/D2/D3  2 
La Serena  Loteo Individual  1989  PVB  La Granja  693  33.91  2 
San Gregorio  Loteo Individual  1989  PET  La Granja  102  39.38  2 
Yolanda ‐ La Escuela  Loteo Individual  1987  VS  Las Condes  324  39.01  3 
Sor Sara Faúndes (Los 
Propiedad Horizontal 1996  PVB  Lo Prado  243  42.62 
Tamarindos)  3 
San Valentín  Propiedad Horizontal 1993  PVB  Lo Prado  108  40.37  3 
Eduardo Frei Montalba (Juan 
Propiedad Horizontal 1994  PVB  Lo Prado  204  42.26 
Pablo II)  3 

69
Tabla 4‐5: Muestra 2, conjuntos habitacionales 1985 al 2001 
PROYECTO  TIPO  AÑO  PROGRAMA COMUNA  CANT_  SUPERF_  PISOS 
Lo Prado  Propiedad Horizontal 1997  PVB  Lo Prado  588  42.50  3 
Guacolda (Conj. Habit, Loyola)  Propiedad Horizontal 1992  PVB  Lo Prado  114  40.87  3 
Monseñor Enrique Alvear (Lago 
Propiedad Horizontal 1995  PVB  Lo Prado  384  43.50  3 
Ranco) 
Jorge Alessandri R,  Loteo Individual  1987  VS  Lo Prado  119  34.55  2 
Galvarino  Loteo Individual  1990  PET  Lo Prado  150  54.29  3 
Parque Intercomunal Poniente  Propiedad Horizontal 1989  PET  Lo Prado  890  50.08  3 
Coronel Bueras (O'Higgins)  Propiedad Horizontal 1988  PET  Lo Prado  472  43.42  3 
Cumbres Andinas  Loteo Individual  1989  PET  Macul  572  54.32  3 
Fundación de Macul  Loteo Individual  1990  PET  Macul  144  54.32  3 
Las Codornices I  Propiedad Horizontal 1986  VS  Macul  228  39.28  3 
Nueva Quilín  Propiedad Horizontal 1988  PET  Macul  495  43.87  3 
Héroes de Iquique I  Propiedad Horizontal 1998  PVB  Maipú  609  43.83  3 
Carlos V (San José / San Arturo)  Propiedad Horizontal 1999  PVB  Maipú  708  42.22  3 
Bernardo O'Higgins II (Javiera 
Propiedad Horizontal 1996  PVB  Maipú  668  42.25  3 
Carrera) 
Bernardo O'Higgins (Valle de la 
Propiedad Horizontal 1995  PVB  Maipú  924  42.25  3 
Esperanza III) 
Borgoño  Loteo Individual  1992  PVB  Maipú  240  40.40  2 
Sofofa (Los Industriales)  Loteo Individual  1990  PET  Maipú  363  40.74  1 
El Despertar XXIV  Propiedad Horizontal 1986  VS  Maipú  252  39.44  3 
San Luis IV Sector I  Loteo Individual  1990  PVB  Maipú  1429  33.67  2 
Quitalmahue  Propiedad Horizontal 1999  PVB  Puente Alto  174  43.51  3 
Los Conquistadores (Hernán 
Propiedad Horizontal 1998  PVB  Puente Alto  180  48.13  3 
Cortez) 
La Frontera  Loteo Individual  1991  PVP  Puente Alto  203  11.09  1 
Arco Iris del Sur II  Loteo Individual  1993  PVB  Puente Alto  429  38.32  2 
Sor Teresa  Loteo Individual  1991  PVB  Puente Alto  609  37.24  2 
Francisco Coloane  Propiedad Horizontal 1996  PVB  Puente Alto  1188  42.29  3 
Caleuche (Chiloé)  Propiedad Horizontal 1994  PVB  Puente Alto  1200  42.41  3 
Marta Brunet I y II  Propiedad Horizontal 1997  PVB  Puente Alto  1256  42.69  3 
Horizonte  Loteo Individual  1992  PVP  Puente Alto  296  14.82  3 
El Duraznal (Primavera)  Loteo Individual  1992  PVB  Puente Alto  398  37.05  2 
Los Canales I (Gabriela IV)  Loteo Individual  1991  PVB  Puente Alto  630  37.05  2 
Padre Hurtado  Propiedad Horizontal 1993  PVB  Puente Alto  792  40.66  3 
Volcán San José II  Propiedad Horizontal 1995  PVB  Puente Alto  1708  42.48  3 
Volcán San José III  Propiedad Horizontal 1997  PVB  Puente Alto  1254  42.61  3 
Cielos Andinos  Loteo Individual  1990  PET  Puente Alto  765  38.00  2 
Conjunto Habitacional Chiloé  Loteo Individual  1987  VS  Puente Alto  1038  37.08  2 
Nocedal I  Propiedad Horizontal 1986  VS  Puente Alto  848  32.70  2 
Las Torres I y II (El 
Loteo Individual  1989  VS  Puente Alto  562  34.18  2 
Molino/Parcela 9) 
Pascual Gambino I y II  Propiedad Horizontal 1994  PVB  Quilicura  396  42.53  3 
Valle de la Luna  Propiedad Horizontal 1993  PVB  Quilicura  1356  40.66  3 
Manuel Antonio Matta  Loteo Individual  1989  PET  Quilicura  155  40.74  1 
El Descanso I  Loteo Individual  1987  PVB  Quilicura  126  33.43  2 
70
Tabla 4‐5: Muestra 2, conjuntos habitacionales 1985 al 2001 
PROYECTO  TIPO  AÑO  PROGRAMA COMUNA  CANT_  SUPERF_  PISOS 
Conjunto Miraflores  Propiedad Horizontal 1999  PVB  Renca  198  42.25  3 
Apóstol Santiago  Propiedad Horizontal 1992  PVB  Renca  100  41.14  3 
Oscar Castro  Propiedad Horizontal 1993  PVB  Renca  552  40.66  3 
Santa Emilia  Loteo Individual  1989  PET  Renca  550  42.06  2 
Lo Velásquez Lotes III y IV  Loteo Individual  1987  VS  Renca  500  37.05  2 
Valle del Maipo  Propiedad Horizontal 1999  PVB  San Bernardo 201  42.64  3 
Lo Blanco II y III (Valle de LLuta II 
Propiedad Horizontal 1994  PVB  San Bernardo 336  42.25  3 
y III) 
Ernestina Pérez (Valle de Azapa)  Propiedad Horizontal 1993  PVB  San Bernardo 588  42.11  3 
Cristóbal Colon III (Cristóbal 
Propiedad Horizontal 1992  PVB  San Bernardo 330  40.24  3 
Colon IV) 
Santa Teresa  Loteo Individual  1991  PVB  San Bernardo 190  36.35  2 
Los Andes I Sector I  Propiedad Horizontal 1997  PVB  San Bernardo 990  42.30  3 
Martin de Solis (Cristóbal Colon)  Loteo Individual  1991  PVB  San Bernardo 492  40.60  3 
Yerbas Buenas III  Loteo Individual  1989  PET  San Bernardo 320  46.28  3 
Cristóbal Colon VI (Cristóbal 
Propiedad Horizontal 1986  PVB  San Bernardo 150  38.92  3 
Colon VII) 
Los Industriales (Estrella de 
Loteo Individual  1990  PET  San Bernardo 52  40.74  1 
Chile) 
San Esteban I  Loteo Individual  1987  VS  San Bernardo 650  34.46  2 

71
CAPITULO 5 EVALUACION DE VULNERABILIDAD SISMICA
ESTRUCTURAL EN VIVIENDAS SOCIALES CONSIDERADAS

Considerando el objetivo principal de la tesis, se recurren a dos enfoques para la evaluación de la


vulnerabilidad sísmica estructural necesarias para el posterior análisis preliminar de riesgo.

a) Asignación de clases de vulnerabilidad: Permite que ambas muestras consideradas en


este trabajo tengan la clase más probable de vulnerabilidad, dada su tipología,
materiales constructivos y año de construcción, entre otros aspectos. Con la
respectiva clase (sin considerar movilidad), y el input que aportará el análisis de
peligro sísmico, IMM, se procede posteriormente a considerar la distribución
estadística de daños dada por la Escala MSK -64, bajo los escenarios producidos por
el análisis de peligro sísmico probabilístico realizado para la Región Metropolitana.

b) Relación entre el índice de densidad de muros y el grado de daño promedio. Mediante


la metodología propuesta por Meli (1991), se revisan los planos de los conjuntos
habitacionales considerados en la presente tesis, calculando las densidades de muro.
En el capítulo 6, se propone una función que a partir de las variables independientes
(Meli (d/n)%, IMM) genere el grado de daño promedio del conjunto habitacional, con
el objeto de ser un indicador de riesgo estructural. Este dato resulta de utilidad en
cuanto a las recomendaciones que se puedan entregar a partir del estado de una
vivienda post sismo, tales como: condición habitabilidad, medidas de respuesta ante
la emergencia como disposición de albergues, destinación de recursos, o
cuantificación de pérdidas económicas, por ejemplo.

5.1 ASIGNACION DE CLASES DE VULNERABILIDAD


Para la clasificación de los conjuntos habitacionales Serviu se recurre a la Tabla 2-11. Con los
porcentajes teóricos dados por la Escala y otros antecedentes adicionales de las estructuras, se
comparan las curvas patrón de daño esperado para cada intensidad reportada en la respectiva
comuna, con las curvas observadas de daño experimentado por las viviendas sociales tras el
terremoto de marzo del ’85.

72
Para el caso de intensidades reportadas con valores intermedios (en este caso comunas alcanzaron
VI.5 y VII.5 grados), se debieron calcular los porcentajes para el valor de intensidad entero
inferior y entero superior, y esos porcentajes promediarlos.

5.1.1 CLASES DE VULNERABILIDAD ESTRUCTURAS MUESTRA 1, VIVIENDAS 1 Y 2


PISOS

Se debe mencionar que la clasificación de viviendas de la Muestra 1 se hizo de acuerdo a lo que


señala Astroza et al 2010 (X Congreso Achisina, 2010) resumido en la Tabla 2-2, que hace
relación a construcciones de albañilería de 1 y 2 pisos. De forma complementaria se acude a las
curvas patrón de daño teóricas dadas por la Escala MSK-64 (Ver Gráfico 5-1 obtenidas a partir
del daño acumulativo de lo que expresa la Tabla 2-11 para la respectiva intensidad reportada).
Los porcentajes de daño experimentado y teórico para cada valor de IMSK, se muestran a
continuación, en la Tabla 5-1, mientras que el daño acumulativo se presenta en la Tabla 5-2:

Tabla 5‐1: Comparación porcentual de daños observados y teóricos, 
viviendas de 1 y 2 pisos 
Distribución de daños observados post terremoto 1985 
IMSK  grado 0  grado 1  grado 2  grado 3  grado 4  grado 5 
VI  0,0%  0,0%  52,3%  31,8%  15,9%  0,0% 
VII  0,0%  28,0%  66,1%  1,2%  4,7%  0,0% 
VIII  0,0%  62,3%  30,4%  6,5%  0,7%  0,0% 
Distribución de daños según MSK‐64, Clase A 
IMSK  grado 0  grado 1  grado 2  grado 3  grado 4  grado 5 
VI  45%  50%  5%  0%  0%  0% 
VII  0%  10%  35%  50%  5%  0% 
VIII  0%  0%  10%  35%  50%  5% 
Distribución de daños según MSK‐64, Clase B 
IMSK  grado 0  grado 1  grado 2  grado 3  grado 4  grado 5 
VI  95%  5%  0%  0%  0%  0% 
VII  15%  35%  50%  0%  0%  0% 
VIII  0%  10%  35%  50%  5%  0% 
Distribución de daños según MSK ‐64, Clase C 
IMSK  grado 0  grado 1  grado 2  grado 3  grado 4  grado 5 
VI  100%  0%  0%  0%  0%  0% 
VII  45%  50%  5%  0%  0%  0% 
VIII  10%  35%  50%  5%  0%  0% 

73
Comparando los porcentajes de grados de daño observados tras el terremoto del ’85 (para todos
los conjuntos de 1 y 2 pisos del Anexo A, que incluye la muestra 1) y la distribución dada por la
escala macrosísmica MSK -64 representada mediante las siguientes curvas de daño acumulativo
del Grafico 5-1, se adopta que la gran mayoría de los conjuntos habitacionales de 1 y 2 pisos
corresponden a una clase B, a excepción de que se cuente con antecedentes que permitan corregir
y/o tener mayor certeza de dicha clase. Se prefiere asumir este criterio conservador, pues dada la
antigüedad de los conjuntos habitacionales analizados, la deficiencia de información en algunos
casos y considerando el hecho de que fueron construidos en su mayoría sin la actual normativa de
diseño sísmico, conlleva a asumir una clase cuyo comportamiento subestime la respuesta de esta
tipología de viviendas.
Tabla 5‐2: Comparación porcentual de daños observados y teóricos, 
acumulativos en viviendas de 1 y 2 pisos 
Distribución de daños acumulativa experimentada en viviendas 1 y 2 pisos 
observado  0  1  2  3  4  5 
VI  0,0%  0,0%  52,3%  84,1%  100,0%  100,0% 
VII  0,0%  28,0%  94,1%  95,3%  100,0%  100,0% 
VIII  0,0%  62,3%  92,7%  99,3%  100,0%  100,0% 
VII.5  0,0%  24,2%  90,0%  100,0%  100,0%  100,0% 
Distribución de daños acumulativa según MSK‐64, Clase A 
A  0  1  2  3  4  5 
VI  45%  95%  100%  100%  100%  100% 
VII  0%  10%  45%  95%  100%  100% 
VIII  0%  0%  10%  45%  95%  100% 
VII.5  0%  5%  28%  70%  98%  100% 
Distribución de daños acumulativa según MSK‐64, Clase B 
B  0  1  2  3  4  5 
VI  95%  100%  100%  100%  100%  100% 
VII  15%  50%  100%  100%  100%  100% 
VIII  0%  10%  45%  95%  100%  100% 
VII.5  8%  30%  73%  98%  100%  100% 
Distribución de daños acumulativa según MSK‐64, Clase C 
C  0  1  2  3  4  5 
VI  100%  100%  100%  100%  100%  100% 
VII  45%  95%  100%  100%  100%  100% 
VIII  10%  45%  95%  100%  100%  100% 
VII.5  28%  70%  98%  100%  100%  100% 

74
Gráfico 5‐1: Curvas de daño acumulado, IMSK VII, VIII y VII.5. Viviendas 1 y 2 pisos. 
Grado de daño acumulativo, IMSK VII

100%

Porcentaje acumulado  de daño
80%

60%

40%

20%

0%
0.0 1.0 2.0 Grado de daño  3.0 4.0 5.0

7_A 7_B 7_C 7_obs

Grado de daño acumulativo, IMSK VIII

100%
Porcentaje de daño acumulado

80%

60%

40%

20%

0%
0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0
Grado de daño 

8_A 8_B 8_C 8_obs

Grado de daño acumulativo, IMSK VII.5

100%
Porcentaje de daño acumulado

80%

60%

40%

20%

0%
0.0 1.0 2.0 Grado de daño 3.0 4.0 5.0

7.5_A 7.5_B 7.5_C 7.5_obs

75
Como se mencionó anteriormente, en el caso de que se cuente con antecedentes estructurales
adicionales a partir de los planos revisados y considerando la Tabla 2-2, se asigna la clase posible
dentro del rango de movilidad correspondiente, hacia el lado más o menos vulnerable según lo
indique la información disponible. Por citar algunos de los conjuntos que presentaron esta
situación, se menciona: el conjunto Rosa Rodríguez de las Condes (actual comuna de Lo
Barnechea) en el cual se cuenta con la información de los planos estructurales y se sabe que es de
albañilería simple, construida en 1962 por ende a este conjunto se le asigna la clase A. Mismo
ejercicio para otro conjunto emplazado en la comuna de Puente Alto, construido en 1981 a base
de albañilería parcialmente armada, con unidades de bloques de cemento, el cual se clasificará
con clase A también. Del mismo modo, se cuenta con algunos conjuntos híbridos, en que los
primeros pisos son de hormigón, y los superiores de albañilería armada, a los cuales se asignará
una clase C.

5.1.2 CLASES DE VULNERABILIDAD ESTRUCTURAS MUESTRA 1, VIVIENDAS DE 3 Y 4


PISOS

Dado que la Muestra 1 posee también conjuntos de 3 y 4 pisos, se debe asignar una clase de
vulnerabilidad que resulte la más adecuada para dichos conjuntos, pues a estos no se les ha
asignado una clase de vulnerabilidad previamente, como lo deja en evidencia la Tabla 2-2. Para
ello, se emplearon los antecedentes levantados en los 113 conjuntos habitacionales (31.551
viviendas, Anexo A) resumidas en el trabajo de P. Escobar (1986). Con esta muestra se pudo
conocer la distribución estadística de los grados de daños experimentados de acuerdo a las
intensidades reportadas por el terremoto del ‘85. Con ambos parámetros, se recurre a la Tabla 2-
11 para asimilar dichas estructuras a una determinada clase de vulnerabilidad, sin considerar la
movilidad debido a la falta de antecedentes que permitan afinar la clasificación.

El resumen de la distribución de grados de daño experimentados en conjuntos de 3 y 4 pisos,


según intensidades reportadas en el terremoto de 1985, se presenta en la Tabla 5-3.

Tabla 5‐3: Distribución de daños observados muestra 3 y 4 pisos, P. Escobar 
IMSK  grado 0  grado 1  grado 2  grado 3  grado 4  grado 5 
VI  0%  3% 82% 15% 0% 0% 
VII  13%  16%  46%  21%  4%  0% 
VII.5  3%  47%  29%  16%  5%  0% 
VIII  4%  28%  50%  15%  2%  0% 

76
Comparando la distribución de grados de daño observada en viviendas de 3 y 4 pisos (Tabla 5-1)
y la dada por la Escala MSK-64, se calcula la diferencia en cada uno de los grados de daño para
intensidades de VI, VII, VII.5 y VIII. La menor diferencia para cada valor de intensidad
reportada y observada se obtiene para la clase B (observando las curvas del Gráfico 5-2), por
ende se considerará que esta Clase de vulnerabilidad es representativa para las viviendas de
albañilería reforzada de 3 y 4 pisos pertenecientes a la muestra 1 considerada en este estudio.
Asumiendo, además que cuando se tengan mayores detalles, la clasificación puede modificarse
acorde a los antecedentes adicionales y al periodo de construcción, del mismo modo como se
hizo para los conjuntos de 1 y 2 pisos.

Gráfico 5‐2: Curvas de daño acumulado, IMSK VII, VIII y VII.5 Viviendas 3 y 4 pisos. 
Grado de daño acumulativo, IMSK VII

100%
Porcentaje acumulado  de daño

80%

60%

40%

20%

0%
0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0
Grado de daños

7_B 7_C 7_obs

Grado de daño acumulativo, IMSK VIII

100%
porcentaje acumulado  de daños

80%

60%

40%

20%

0%
0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0
Grados de daño

8_B 8_C 8_obs

77
Grado de daño acumulativo, IMSK VII.5

100%

Porcentaje acumulado  de daños
80%

60%

40%

20%

0%
0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0
Grado de daño

7.5_B 7.5_C 7.5_obs

Es preciso indicar que si bien no se observa una coincidencia perfecta de la curva patrón de daño
observado con la teórica para el rango de intensidades involucradas, se decide que la de
comportamiento más similar al observado, es la curva dada por la Clase B. Se hizo el mismo
procedimiento para este grupo de viviendas, pero analizando en forma independiente las de 3
pisos y luego las de 4 pisos, obteniéndose lo que se representa en el Gráfico 5-3, y que corrobora
la asignación de la Clase B, en general, para este tipo de conjuntos como la más representativa.

Gráfico 5‐3: Distribución daños acumulativos observados y teóricos. Izquierda: viviendas 3 pisos, 
derecha: viviendas 4 pisos 
Grado de daño acumulativo teorico versus observado, IMSK VII.  Grado de daño acumulativo teorico versus observado, IMSK VIII. 
Viviendas 3 pisos. Viviendas 4 pisos

100% 100%

80% 80%

60% 60%

40% 40%

20% 20%

0% 0%
0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0 0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 5.0
7_B 7_C 7_obs 8_B 8_C 8_obs

78
Prácticamente la Muestra 1 está constituida en su totalidad por estructuras del tipo B, es decir
albañilerías reforzadas (mayoritariamente armadas). Existen dos conjuntos asimilados a clase A,
uno de albañilería simple y otro conjunto construido de albañilería de bloques de cemento. La
distribución se presenta en el Grafico 5-4.

Gráfico 5‐4: Distribución de clases de vulnerabilidad Muestra 1. 
Distribucion Clases de Vulnerabilidad Muestra 1

37
84%

2 5
5%
11%

A B C D E F

En el Grafico 5-5 se representa la distribución de grados de daño promedio observado en los


conjuntos habitacionales de la Muestra 1, en relación a las clases de vulnerabilidad asignadas de
acuerdo a criterios antes descritos.

Gráfico 5‐5: Cuantificación de grados de daño promedio según tipo constructivo, Muestra 1. 
Distribución de grado  de daño  promedio  en relación a la Clase de Vulnerabilidad, 
Muestra 1

25
# conjuntos  Muestra 1

20

15

10

5
C

0 B

0 A
1
2
3
4

A B C

79
5.1.3 CLASES DE VULNERABILIDAD ESTRUCTURAS ALBAÑILERÍA MUESTRA 2

Para la asignación de clases de vulnerabilidad a la Muestra 2, se debe recurrir a un procedimiento


distinto al anteriormente señalado, dado que el periodo de construcción abarcado no permite
contar con antecedentes detallados de grados de daño experimentados. Este aspecto debe ser
corregido una vez que se cuente con el levantamiento detallado de daños y los valores de
intensidad experimentados tras el terremoto del 27 de febrero del 2010, lo que permitiría conocer
(incorporando movilidad) las clases de vulnerabilidad para los conjuntos construidos post el
terremoto del ´85, reconocer cómo ha influido la presencia de normativa en el diseño, y corregir
eventualmente lo que propone empíricamente la Tabla 2-12.

Para la clasificación de la segunda muestra 2 se adoptó un criterio conservador, el que sumado a


algunos antecedentes adicionales (como los que se mencionan a continuación), permitieron
asimilar, a juicio personal, clases de vulnerabilidad para dichos conjuntos habitacionales
construidos posteriormente al terremoto de marzo del ’85, resultando que más de la mitad se
asimila a una clase C, como se presenta en el Gráfico 5-6:
1. Tabla 2-2 para estructuras de 1 y 2 pisos,
2. Características dadas para conjuntos SERVIU según código de la Tabla 4-1,
3. Análisis temporal. Consideraciones que pudieron haber sido incorporadas en las
normativas de diseño para albañilería reforzada.

Gráfico 5‐6: Distribución de clases de vulnerabilidad Muestra 2. 
Distribucion Clases de Vulnerabilidad Muestra 2

24
28%

59
70%
1
1%

1
1%

A B C D E F

80
De acuerdo al análisis previo se concluye que las Clases B y C son las que predominan en la
muestra de viviendas sociales consideradas (Muestra 1 y 2), para dicha tipología constructiva, y
dentro de los periodos de construcción abarcados por este estudio. Las distribuciones
porcentuales de daños para ambas clases se presentan en el Gráfico 5-7, según la estadística dada
por la Escala MSK presentada en la Tabla 2-11.

Gráfico 5‐7: Distribución de daños dada por Escala MSK‐64, Clases de vulnerabilidad B y C. 
Distribucion grados de daño  Clase B, según  intensidades  IMSK

100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
0 10%
1 0%
2
12
3 11
10
4 9
8
5 7
6
5

Distribucion grados de daño  Clase C, según intensidades  IMSK

100%

80%

60%

40%

20%

0 0%
1
2 12
11
3 10
4 9
8
5 7
6
5

81
En el Anexo B, se presenta el resumen de la muestra 1 y 2 con sus respectivas clases de
vulnerabilidad asignadas, acorde a los procedimientos descritos anteriormente. Los conjuntos
considerados forman parte de una muestra predominantemente correspondiente a Clases B y C,
como se observa en la distribución presentada en el Gráfico 5-8.

Gráfico 5‐8: Distribución clases de vulnerabilidad Muestras 1 y 2 
Distribucion Clases de Vulnerabilidad Muestra 1 y 2

61
47%

64
50%

3
2%

1
1%

A B C D E F

5.2 RELACION ENTRE INDICE DE DENSIDAD DE MUROS (MELI, 1991) Y


GRADOS DE DAÑO PROMEDIO
La metodología cuantitativa de evaluación de vulnerabilidad sísmica estructural seleccionada en
este trabajo es la del Índice de Meli, o de densidad de muros descrito en extenso en el capítulo 2.
Este se calculó a plantas estructurales, las que en muchas ocasiones consideran más de una
vivienda, dada la disposición de los departamentos en “trenes” o disposiciones agrupadas en 4, 6,
9 ó más viviendas de corrido. Por dicha razón, el análisis de densidad de muros se hizo
considerando plantas que trabajaran como una sola unidad estructural, independiente del número
de viviendas (o departamentos) contenidas.

Dada la tipología constructiva de las viviendas sociales, viviendas de albañilería reforzada


caracterizadas por baja altura (inferior a 5pisos), regularidad en planta y en altura, es que se optó
por esta metodología como la más adecuada. Por otro lado, los antecedentes requeridos para

82
calcular el índice italiano propuesto por el GNDT sobrepasan la información existente en los
planos de construcción puestos a disposición de la autora, y en caso de contar con dichos
parámetros estructurales, su evaluación requiere de un tiempo mayor (no aconsejable para tal
tamaño de muestra), cuyo objetivo escapa a los de esta tesis de naturaleza mixta entre aspectos de
sismología e ingeniería

Una vez establecida la relación entre el índice de densidad de muros de la Muestra 1 y el grado de
daño levantado en las encuestas realizadas tras el terremoto del 85, se procede a calibrar rangos
para el índice de Meli que representen de mejor manera los distintos grados de daños
experimentados, en aquellos casos de no ajustarse bien con los intervalos propuestos previamente
por otros autores para esta tipología en Chile (Kupfer y Astroza (1993)). En una segunda etapa, se
utilizará lo establecido anteriormente para aplicarlo a la segunda muestra de viviendas sociales
construidas en un periodo comprendido entre 1985 (posterior al terremoto) y 2001, se calcula el
índice de densidad de muros para conocer el comportamiento esperado de dichas viviendas frente
a un evento sísmico de similares características a las del terremoto interplaca thrust de Chile
Central en 1985.

5.2.1 RESULTADO INDICE DE MELI A VIVIENDAS SOCIALES 1980 – 1985

El cálculo de la densidad de muros, para cada planta estructural considerada en la Muestra 1, se


presenta en el Gráfico 5-9.

En los Gráficos 5-10 y 5-11 se dan a conocer la distribución del Índice de Meli versus el Grado
de Daño promedio experimentado, para dos rangos de intensidades reportadas en el terremoto de
marzo de 1985, con el objeto de ver si se observa alguna relación clara entre dichas variables
involucradas.

Lamentablemente el tamaño muestral no permite hacer una observación concluyente, pero sí es


posible observar el claro comportamiento a partir de un determinado índice de densidad de muros
normalizado por número de pisos.

83
Gráfico 5‐9: Índice de Meli para Muestra 1: conjuntos SERVIU construídos 1981 a 1985 
Distribucion Indice de Densidad de muros para conjuntos Muestra 1

Carelmapu 

Pedro de Oña

Ducaud tipo A

Ducaud tipo B

5 Pinos

Renca II

General Freire I y II

El Salvador 

Huamachuco II Lote III (blocks)

Huamachuco II Lote III (casas)

Huamachuco II Lote I

Quilicura

San Jose de Las Claras

Carol Urzua,Cordillera

Oscar Bonilla A

Nonato Coo II

El Despertar Z

El Despertar Y

El Despertar H

El Despertar G

El Despertar F

El Despertar E

El Despertar D

El Despertar C

El Despertar B

El Despertar A

Santa Carolina 1

Froilan Roa

La Reconquista

Vital Apoquindo

La Castrina

San Gregorio

El Pilar

Yungay (casas tipo D)

Yungay (blocks tipo Y, 6 continuas)

Yungay (blocks tipo Y, 4 continuas)

Yungay (blocks tipo Y, 2 continuas)

Pablo Neruda I, II, III  (TIPO D)

Pablo Neruda I, II, III  (TIPO G)

Las Torres

0.000 0.500 1.000 1.500 2.000 2.500 3.000

Indice de Densidad  de muros (d/n%)

84
Gráfico 5‐10: Índice de Meli v/s grado de daño, VI ≤ Intensidad ≤ VII  
Intensidad > VI y < VII: Grado de daño promedio v/s Indice de Meli
5

Grado de daño promedio
3

0
0.00 0.50 1.00 1.50 2.00 2.50 3.00 3.50 4.00

Indice de Meli (d/n)%

 
 
Gráfico 5‐11: Índice de Meli v/s grado de daño, Intensidad > VII 
Intensidad > VII: Grado de daño promedio v/s Indice de Meli

4
Grado de daño promedio

0
0.00 0.50 1.00 1.50 2.00 2.50 3.00 3.50 4.00

Indice de Meli (d/n)%

Se observa, como era esperado, que a mayor intensidad registrada los grados de daño promedio
experimentado en los conjuntos son mayores (en el segundo gráfico recién se reportan los grados
3 y 4). Por otro lado, se observa en ambas distribuciones, una relación inversa entre Meli y el
grado de daño experimentado, es decir, a mayor Índice de Meli o de densidad de muros, el grado
de daño promedio esperado, es menor.

85
En el Gráfico 5-12 se muestra el comportamiento de los conjuntos habitacionales de la Muestra 1,
en relación a las intensidades sísmicas experimentadas y al indice de densidad de muros asignado
(el menor de los indices calculados en ambas direcciones principales ortogonales).

Gráfico 5‐12: Índice de Meli v/s grado de daño, según rangos de IMM 
Grado de daño promedio v/s Indice de Meli, segun rango de Intensidad registrada
5

4
Grado de daño promedio

0
0.00 0.50 1.00 1.50 2.00 2.50 3.00
Indice de Meli (d/n)%

Intensidad > VI y < VII Intensidad > VII

Se observa que existe bastante dispersión hacia el lado izquierdo del gráfico (circulo verde), lo
que indica que para un mismo indice de densidad de muros, los grados de daños observados son
diversos. En el caso de intensidades menores, los grados de daños pueden fluctuar entre 0 y 2, y
para intensidades mayores a VII los grados de daños experimentados tienen aún mayor dispersión
(entre 0 y 4). Esta diferencia en el comportamiento observado, se puede atribuir a multiples
factores, como por ejemplo a una mala ejecucion de la construccion en obra por ejemplo, falta de
integridad global por indebidas conexiones entre muros, pese a una alta densidad de éstos, o a
diferencias significativas entre los índices de densidad de muros en la direccion longitudinal y
transversal.

Este último punto es interesante de analizar, pues en general existe una dirección predominante
en la que el índice de densidad de muros es inferior comparativamente, pues se ve reducido por el
hecho de presentarse numerosas aberturas correspondiente a los vanos de puertas y ventanas en la
direccion de la fachada del conjunto, lo que es característico de las viviendas sociales

86
multifamiliares que agrupan más de una unidad de vivienda en un sentido longitudinal,
presentando una disposicion de “trenes”.

El Gráfico 5-12 presenta la dispersión encontrada para los bajos indices de densidad de muros y
los grados de daños esperados, pues aunque las viviendas tengan bajos índices de Meli, dado que
las intensidades son bajas no alcanzan a sobre demandar los conjuntos habitacionales, por ende se
presentan grados de daños bajos. Sin embargo, cuando se tiene una estructura con el mismo
indice bajo de densidad de muros, pero expuesto a una intensidad de mayor severidad, sí ocasiona
daños. Se observa el contraste en el comportamiento de viviendas con alta densidad de muros de
corte (sobre 1,10 % por piso), en la que independiente de la intensidad (pero dentro del rango de
IMM acordes a un sismo severo y para las cuales se obtuvo la distribucion de daños de la
Muestra 1) solo se presentan niveles de daños leves (G0 y G1).

El Gráfico 5-13 compara la densidad de muros de ambas direcciones predominantes. Por otro
lado, en el Gráfico 5-14 se observa la diferencia entre ambos valores de índice de densidad de
muros.

Gráfico 5‐13: Índice de Meli según dirección de análisis 
Distribucion  del indice de muros  de acuerdo  a la direccion de analisis
6.00
Indice de d ensidad d e muros (d/n)%

5.00

4.00

3.00

2.00

1.00

0.00

(d/n)% long (d/n)%  transv Limite no daño

Gráfico 5‐14: Diferencias entre índices de Meli según dirección de análisis
Diferencia entre densidad de muro longitudinal v/s transversal
2.50

2.00

1.50

1.00
Diferencias 

0.50

0.00
Quilicura

Huamachuco II Lote I

Pedro de Oña
Vital Apoquindo

Nonato Coo II

General Freire I y II
San Jose de Las Claras

Renca II

Ducaud tipo B
Froilan Roa

El Despertar B

Huamachuco II Lote III (casas)

Huamachuco II Lote III (block)
San Gregorio

Oscar Bonilla TIPO A
La Castrina

Santa Carolina 1
Las Torres

El Despertar C

Carol Urzua,Cordillera

5 Pinos
Yungay (casas tipo D)

La Reconquista

Carelmapu 
El Despertar E

El Despertar Y

El Despertar Z

El Salvador 
El Despertar G

Ducaud tipo A
El Pilar

El Despertar D

El Despertar F
Pablo Neruda I, II, III  (tipo G)

Pablo Neruda I, II, III  (TIPO D)

Yungay (blocks tipo Y, 2 continuas)

Yungay (blocks tipo Y, 4 continuas)

Yungay (blocks tipo Y, 6 continuas)

El Despertar H
El Despertar A

‐0.50

‐1.00

‐1.50

‐2.00

‐2.50

‐3.00

‐3.50

87
En relación al Gráfico 5-13 se observa que los conjuntos habitacionales cuyos índices de Meli
asignados (el mínimo entre los valores dx y dy de densidad de muros) resultan inferiores al valor
límite (linea roja), son aquellos conjuntos que tienen menor diferencia entre ambas direcciones de
analisis, lo que implica que son deficientes en la conformación de muros de ambos ejes
resistentes. Sin embargo aquellos que tienen el mínimo valor (d/n)% superior a 1.10 presentan al
menos una dirección sobresaliente en cuanto a densidad muros que es la que en la realidad
responde, frente al movimiento y dirección del frente de ondas desde la fuente sísmica.

Del Gráfico 5-14 se observa que en algunos conjuntos existen diferencias de más de un punto
comparativamente en ambas direcciones predominantes de análisis. La desviación estándar de los
datos en la dirección longitudinal es 1.058 y en la dirección transversal es 0.984 Además, se
observa que la dirección transversal en general presenta densidades de muros siempre mayor,
debido a las aberturas en el vano de la fachada que castigan la densidad en el sentido
longitudinal, comentado anteriormente, lo que se ratifica observando los valores promedios,
siendo igual a 1,34 en la dirección longitudinal y 1,65 en la transversal. Mismo comportamiento
se observa en el Gráfico 5-17, donde la dispersión entre índice de Meli v/s grado de daño
promedio, es mayor en la dirección longitudinal.

Se puede concluir, a partir de la distribución de los índices y el grado de daño promedio esperado,
mostrada en los gráficos 5.10 a 5.11, una densidad de muros mínima que se podría exigir como
requisito para la tipología a la que pertenecen las estructuras analizadas (dentro del periodo de
construcción abarcado), pues es evidente observar que a partir de un cierto valor de (d/n)%
cercano a 1.10 la relación entre el índice de Meli y el grado de daño, es la esperada. Es decir a
mayor densidad de muros se tendería a esperar un nivel de daño leve, para sismos con
intensidades inferiores a VIII.5.

Otros factores que pueden influir en la correlación de ambas variables es que muchos conjuntos
habitacionales presentan una gran dispersión de grados de daños, catastrándose viviendas con
niveles de daños moderados coexistiendo con otras viviendas que resultaron sin ningún daño post
terremoto, en un mismo conjunto habitacional. Por ende, el emplear el criterio del grado de daño
promedio ponderado, muchas veces resulta una estimación gruesa, no siendo del todo
representativa del comportamiento del conjunto social Serviu.

88
Es importante recalcar que el índice de densidad de muros de Meli se calcula para una unidad
estructural (planta), pudiendo esta contener más de una vivienda. Factor que en ocasiones se
desconoce, pues no se cuenta con la ubicación de la junta de dilatación en el caso de trenes, por
ende altera el área de planta considerada. En algunos casos se verificó con imágenes satelitales
y/o fotografías aéreas el sistema de agrupamiento de los conjuntos. Por otro lado, el
levantamiento de daños utilizado ha sido confeccionado a partir de los grados de daños
catastrados en viviendas, por ende podría existir en esta diferencia una distorsión de la relación
entre Índice de Meli (obtenido para plantas estructurales) y grado de daño esperado para el
conjunto.

No solo es importante evaluar la densidad de muros en planta, sino que también la disposición de
éstos, pues una estructura puede tener un mismo índice de Meli con distintas configuraciones de
muros, presentando distinto comportamiento sísmico. Además que al ser obtenido como el
mínimo valor entre en ambas direcciones, puede darse el caso de un índice bajísimo (con una
dirección muy débil) y la perpendicular muy densa, siendo esta ultima la que puede permitir tener
un comportamiento satisfactorio, dependiendo de la directividad del frente de onda sísmica.

Para intentar conocer qué factor pudiera explicar la dispersión del grado de daño promedio
observado en los casos de conjuntos habitacionales con índices de densidad de muros bajos
(menor a 1.10 por número de piso), se recurre a una desagregación por número de pisos del
conjunto. Con el Gráfico 5-15 no se puede observar una relación clara entre dichos parámetros.

Gráfico 5‐15: Relación índices de muros bajos y grados de daño, según número de pisos 
Relacion Indice de muros bajos y grado de daño, según numero de pisos

4.5

4.0
Grado de daño promedio observado

3.5

3.0

2.5

2.0

1.5

1.0

0.5

0.0
0.00 0.20 0.40 0.60 0.80 1.00
Indice de Meli (d/n)%

2 pisos 3 pisos 4 pisos

89
En el Grafico 5-16 se observa claramente la casi perfecta relación entre los rangos altos de
densidad de muros (mayores a 1,30) y el grado de daño promedio esperado (grado cero)
independiente del número de pisos de la estructura, por ende este factor no permite explicar por si
solo la dispersión observada en los limites bajos de densidad de muros de Meli.

Gráfico 5‐16: Relación índices de muros altos y grados de daño, según número de pisos 
Relacion Indice de muros altos y grado  de daño, según numero de 
pisos
1.2
Grado de daño promedio observado

1.0

0.8

0.6

0.4

0.2

0.0
0.00 0.50 1.00 1.50 2.00 2.50 3.00
Indice de Meli (d/n)%

1 pisos 2 pisos 3 pisos

Gráfico 5‐17: Relación índices de densidad de muros según dirección de análisis,  
con grado de daño  promedio observado 
Indices de Meli direccionales  versus grado de daño promedio  experimentado

4.5

4.0

3.5
Grados de daño promedio

3.0

2.5

2.0

1.5

1.0

0.5

0.0
0.00 1.00 2.00 3.00 4.00 5.00 6.00

Indice de Meli (d/n)%

longitudinal transversal
 

90
Una vez calculado los índices de Meli para cada planta estructural de cada conjunto habitacional
(como se muestra en el Gráfico 5-9), se procede a obtener los límites de los (d/n)% que ajusten de
mejor manera los grados de daño esperados, con los observados en la muestras durante el
terremoto de marzo del ‘85. Esto se hace minimizando la diferencia calculada a partir del grado
de daño promedio observado y el grado de daño esperado para un cierto rango de índices de
densidad de muros.

Según lo anterior, los límites del índice de densidad de muros (normalizado por número de pisos,
y considerando el más desfavorable de las dos direcciones predominantes), establecidos y
propuestos en el presente trabajo en base a la Muestra 1, son los que se presentan en la Tabla 5-4.

Tabla 5‐4: Límites de Índice de Meli propuestos por Silva 2011. 
Grado de daño  Rango Densidad de muros según número de pisos (d/n)% 
0                                ≥ 1,30 
1  1,10 ≤ (d/n)% < 1,30 
2  0,90 ≤ (d/n)% < 1,10 
3  0,50 ≤ (d/n)% <0,90 
4 y 5  < 0,50 
 
Se debe mencionar que los índices anteriores se establecieron en función de una muestra
heterogénea en cuanto a número de pisos (1 a 4 niveles) y en cuanto a tipologías de albañilería
reforzada (armada y confinada), a diferencia de los trabajos chilenos anteriores (Kupfer, 1993) en
que se establecieron los límites de la Tabla 2-14 para una muestra de albañilería confinada de 3 y
4 pisos. Pese a esto se resalta la similitud de los intervalos establecidos por ambos trabajos.

En relación a los límites de la Tabla 5-4 es importante destacar que no se tiene resolución para
establecer diferencia en la densidad de muros para el nivel de daño grave (G4 y G5), debido a que
las intensidades reportadas para el terremoto, en base al cual se ha empleado la metodología, no
produjo los suficientes reportes de grados de daño 4 y ningún caso de grado 5 en los conjuntos
considerados por el presente trabajo.

Es preciso mencionar que no es suficiente aplicar un criterio de reducción de error entre el daño
observado y el esperado a través de los rangos presentados en la Tabla 5-4, pues existe gran
dispersión en el rango bajo de las densidades de muros. Por esta razón, la autora privilegia un

91
criterio conservador que subestime el comportamiento de la estructuras, como se muestra en el
Grafico 5-18, es decir se esperen grados de daños peores que los observados tras un terremoto de
características destructivas.

Gráfico 5‐18: Comparación grado de daño observado y esperado, mediante límites de densidad de 
muros propuestos por Silva 2011. 
Relación grado  de daño  esperado  (limites (d/n)%) versus grado  de daño 
observado Muestra 1
5
y = 1.3497x
R² = ‐0.314
4
Grado de daño esperado

0
0 1 2 3 4 5
Grado de daño observado

Gráfico 5‐19: Relación grado de daño máximo reportado con densidad de muros, 
para dos intervalos de intensidad. 
Grado de daño maximo observado v/s Indice de Meli
5

4
Grado de daño maximo

0
0.00 0.50 1.00 1.50 2.00 2.50 3.00 3.50
Indice de Meli (d/n)%

Intensidad > VI y < VII Intensidad > VIII

92
Como punto a considerar, se debe mencionar que se hizo el ejercicio de encontrar si la dispersión
disminuye en los rangos bajos de densidad de muros (Gráfico 5-19), empleando el grado de daño
máximo observado en los conjuntos (en lugar del grado de daño promedio). Se concluye que la
dispersión no mejora en comparación con lo presentado en el Gráfico 5-12, por el contrario, al
relacionar este grado de daño con las intensidades reportadas, no se observa un comportamiento
esperado como sí lo entrega la relación mediante el grado de daño promedio, pues obtengo altos
grados de daño, para intensidades bajas, lo que no es representativo del comportamiento general
de la estructura.

Un aspecto importante que será empleado en el capítulo 7 de riesgo sísmico, es considerar y


establecer la relación entre dos variables independientes, como son el índice de densidad de
muros de una estructura, y el grado de intensidad sísmica experimentada; con la variable
dependiente que corresponde al grado de daño promedio experimentado. El Grafico 5-20 permite
visualizar la superficie que se ajusta a los datos observados y calculados para la Muestra 1. Este
comportamiento sirve para proponer la función en el Capitulo 7, que ligue los tres parámetros, y
permita obtener escenarios de riesgo sísmico estructural.

Gráfico 5‐20: Relación entre grados de daño promedio observados, intensidades experimentadas en 
Muestra 1, y los respectivos índices de Meli. 

93
Para evaluar el ajuste de los limites de densidad de muros propuestos en el presente trabajo
(Tabla 5-4), con el grado de daño observado en la Muestra 1 dada las intensidades reportadas en
la Región Metropolitana a raíz del terremoto del 03 de marzo del 85, se recurre al Gráfico 5-21.
En este gráfico, se comparan además los grados de daño esperados mediante los limites de
densidad de muros normalizados por números de pisos [(d/n)%] establecidos por Kupfer, 1993 y
los propuestos por Silva, 2011.

Gráfico 5‐21: Comparación grados de daño esperados por Kupfer y Silva v/s grados de daño 
observados en el terremoto del ’85. 

Se observa que tanto los límites de Kupfer (1993), como los propuestos en esta tesis, son
conservadores y subestiman el real comportamiento observado en los conjuntos habitacionales
SERVIU considerados, ya que en la mayoría de los casos se esperan grados de daño mayores a
los observados en el terremoto de marzo del ‘85. Por otro lado, es posible apreciar un leve pero
mejor ajuste del grado de daño promedio con los límites propuestos en el presente trabajo.

94
5.2.2 RESULTADO INDICE DE MELI A VIVIENDAS SOCIALES 1986 – 2001

Luego de recopilar los planos estructurales proporcionados por el Serviu Metropolitano para el
análisis de los conjuntos habitacionales construidos entre los años 1986 y 2001 y seleccionados
en las comunas de interés, se cálculo a la Muestra 2 el índice de densidad de muros, mediante la
metodología propuesta por Meli (1991) obteniendo los valores de (d/n)% representados en el
Gráfico 5-18 (se grafica el menor valor de ambas direcciones de análisis).

El Gráfico 5-20 facilita visualizar que el tipo y tamaño de la Muestra de viviendas consideradas,
no permite reconocer el impacto de las normativas de diseño incorporadas, ya que no se observa
una variación temporal de la densidad de muros en los periodos en donde se han introducido
mejoras en los códigos de diseño sísmico. Además, este valor poco variable de la densidad de
muros, puede atribuirse a que las políticas de construcciones de viviendas sociales se han
mantenido homogéneas a lo largo del tiempo, las que se han visto facilitadas por la repetición de
diseños, participación de empresas constructoras especializadas en ese rubro, materiales y
técnicas de construcción orientadas específicamente a las viviendas sociales, y masividad de
unidades en cada conjunto.

Es importante mencionar que este índice de vulnerabilidad estructural de primer nivel predice
bastante bien el comportamiento sísmico de las viviendas sociales, sin incorporar detalles
estructurales sino que básicamente considerando la conformación de los muros en planta como
principal elemento resistente a la fuerza sísmica. Pese a ser un indicador de “primer orden” del
desempeño de una estructura, resulta ser beneficioso por la simpleza en su cálculo y la escasa y
básica información que requiere, lo que favorece estudios de vulnerabilidad, y posteriormente de
riesgo a escala regional de estructuras semejantes (misma tipología, mismos materiales
constructivos, y mismo periodo de construcción), a diferencia de otros índices cuantitativos que
permiten modelar el comportamiento de un edificio o vivienda en particular.

95
Indice de Meli, (d/n)%

0.0
2.5

1.5
3.5

2.0

1.0

0.5
Cardenal Raul Silva Henriquez II, tipo C2 3.0
Cardenal Raul Silva Henriquez II, tipo …
Los Rosales II
Benjamin Subercaseaux
Lago Chungara I
La Serena
San Gregorio
Yolanda ‐ La Escuela
Sor Sara Faundes (Los Tamarindos)
San Valentin
Eduardo Frei Montalba (Juan Pablo II)
Lo Prado
Guacolda (Conj, Habit, Loyola)
Monseñor Enrique Alvear (Lago Ranco)
Galvarino
Parque Intercomunal Poniente
Universidad Gabriela Mistral II
Coronel Bueras (O'Higgins)
Cumbres Andinas
Fundacion de Macul
Las Codornices I
Nueva Quillin
Heroes de Iquique I, tipo C1
Heroes de Iquique I, tipo C
Carlos V (San Jose / San Arturo)
Bernardo O'Higgins II (Javiera Carrera)
Bernardo O'Higgins (Valle de la …
Borgoño
Sofofa (Los Industriales)
El Despertar XXIV
San Luis IV  Sector I
Quitalmahue
Los Conquistadores (Hernan Cortez)
Arco Iris del Sur II
Sor Teresa
Francisco Coloane
Caleuche (Chiloe)
Marta Brunet I y II, crujia simple
Marta Brunet I y II, crujia doble
Horizonte
El Duraznal (Primavera)
Conjuntos Habitacionales  SERVIU
Indice de Meli, Muestra 2: 1986 al 2001

Los Canales I (Gabriela IV)
Padre Hurtado
Volcan San Jose II
Volcan San Jose III, crujia simple
Volcan San Jose III, crujia doble
Cielos Andinos
Conjunto Habitacional Chiloe
Nocedal I
Las Torres I y II (El Molino/Parcela 9)
Pascual Gambino I y II
Valle de la Luna
La Pradera
Pucara Lasana I y II
El Descanso I
Gráfico 5‐22: Índice de Meli, Muestra 2, conjuntos SERVIU construídos 1986 a 2001. 

Conjunto Miraflores
Apostol Santiago
Oscar Castro
Santa Emilia
Gráfico 5‐23: Evaluación temporal del índice de vulnerabilidad en conjuntos habitacionales SERVIU. 

Lo Velasquez Lotes III y IV
Valle del Maipo
Lo Blanco II y III (Valle de LLuta II y III)
Ernestina Perez (Valle de Azapa)
Cristobal Colon III (Cristobal Colon IV)
Los Andes I, Los Morros
Martin de Solis (Cristobal Colon)
Yerbas Buenas III
Cristobal Colon VI (Cristobal Colon VII)
El Refugio (Patricio Alfonso)
San Esteban III
San Esteban I
96
5.3 MAPA DE VULNERABILIDAD VIVIENDAS SOCIALES
5.3.1 MAPA VULNERABILIDAD SÍSMICA ESTRUCTURAL SEGÚN ÍNDICE DE DENSIDAD
DE MUROS

Los índices de densidad de muros normalizados por el número de pisos, obtenidos para ambas
muestras, se grafican en el siguiente mapa, agrupados según los intervalos propuestos en la Tabla
5-4. Este mapa es una de las capas que se emplean para la generación de mapas de riesgo (cap.7).

La distribución espacial de los índices de Meli obtenidos, permiten conocer en un primer orden el
comportamiento sísmico esperado de los conjuntos habitacionales frente a un sismo de
intensidades altas (entre VI y VIII). A la fecha no se han presentado reportes de intensidades
mayores, por ende se desconoce el comportamiento de las viviendas frente a mayores grados,
para los cuales eventualmente se recomendaría establecer índices de densidad de muros mayores,
es decir para esperar un mismo grado de daño, frente a una mayor amenaza sísmica, la exigencia
constructiva podría ser mayor.

No se debe perder de vista que los resultados acá establecidos son limitados al tipo de muestra
considerada, definiendo criterios conservadores en cuanto a la asignación de clases de
vulnerabilidad y a los límites de densidad de muros. Inferir con esta muestra el comportamiento
de la población de viviendas sociales presentes en el Gran Santiago, sería poco beneficioso y
subestimaría el comportamiento sísmico esperado frente a distintos escenarios de amenaza
sísmica, pues no se han considerado en este estudio la gran cantidad de viviendas sociales que
han sido construidas en periodos donde ha estado vigente la normativa de diseño sísmico
(NCh433) y las de albañilería reforzada (NCh 1928 y NCh2123), las que sin duda exigen
mayores estándares que aseguran la calidad e integridad de aquellas construcciones apegadas a la
normativas.

Se puede concluir que el índice de densidad de muros es un indicador de primer nivel del
desempeño sísmico, básico pero representativo, y más aun favorable cuando se hacen
evaluaciones masivas de estructuras. Además, es favorable debido a que ha sido usada en
construcciones chilenas de albañilería reforzada de ladrillo cerámico (incluso calibrado por
Astroza y Román 2009 para albañilería de bloques de hormigón, usado ampliamente en el norte
de Chile).

97
98
5.3.2 MAPA VULNERABILIDAD SÍSMICA ESTRUCTURAL SEGÚN CLASE DE
VULNERABILIDAD

Las clases de vulnerabilidad asimiladas, se asignaron de acuerdo a los siguientes criterios:

9 Muestra 1:
i. Conjuntos de 1 y 2 pisos: considerando el tipo de materialidad, unidad de albañilería, año
de construcción, etc. se recurrió a la Tabla 2-2. Además se compararon las curvas de daño
patrón (acumulativas) dadas por la Tabla 2-11(empíricas) y la distribución de daños
observada.
ii. Conjuntos de 3 y 4 pisos: Dado que no están clasificadas, se recurrió a comparar la
distribución observada de daños post terremoto de marzo del ’85, con la distribución
estadística dada por la Escala MSK-64 para los distintos grados de intensidad recalculados
por Menéndez (se hizo también análisis independiente para grupos de 3 y 4 pisos). La
menor diferencia en el comportamiento esperado y observado, se encontró para la Clase B
(empleando el criterio de comparación del daño acumulado mediante las curvas patrón de
daño teórico y observado). En algunos casos, se contaba con información adicional que
permitió tener un rango en el cual la clase podía variar (movilidad de clases), pero para
efectos de las viviendas de la muestra, se optó por la clase más desfavorable. Se hace
hincapié en que no se recomienda generalizar que los conjuntos de albañilería reforzada
de 3 y 4 pisos, corresponden a una Clase B, pues se debiera contar con mayores
antecedentes estructurales y constructivos como para conocer el rango de vulnerabilidad
(movilidad, de la más a menos probable.

9 Muestra 2: Se requiere un mayor criterio para la asimilación de clases, dado que son
conjuntos que no cuentan con antecedentes de daños que permitan la comparación con
distribuciones teóricas.

En resumen, se observa que la muestra de viviendas consideradas, dada la tipología, años de


construcción y otros aspectos, es bastante homogénea (predominan las Clases B y C) y se
distribuye espacialmente como lo muestra el siguiente mapa. Este resultado, es uno de los input
que requiere el análisis de riesgo sísmico, permitiendo el cruce espacial de información con las
otras variables abordadas en esta tesis (peligro y efecto de sitio).

99
100
CAPITULO 6 ESCENARIO DE PELIGRO SISMICO EN LA REGION
METROPOLITANA

El crecimiento demográfico y territorial que ha experimentado aceleradamente la Región


Metropolitana y a su vez la capital Santiago en los últimos 20 años, el cual se ilustra en las Figura
6- 1 y 6-2, ha generado interés de diversos proyectos nacionales e internacionales tendientes a
evaluar la sustentabilidad de esta “mega ciudad” que concentra más del 40% de la población
nacional.

La tendencia a nivel mundial, dada la actual capacidad de contar con información geográfica a
escala local, sensores remotos de alta resolución, computadoras y softwares que hacen posible
manejar robustas bases de datos en tiempos cada vez menores, es realizar análisis y estimar
pérdidas (humanas, económicas - productivas, de servicios, entre otras) frente a numerosos
escenarios de desastres de origen natural, en particular terremotos.

Figura 6‐1: Cambios en el Plan Regional Metropolitano entre 1986 y 2000. 

Fuente: Minvu. Autor: Pedro Muñoz. 
101
Figura 6‐2: Expansión del Radio Urbano hasta el año 2007. 

Fuente: Proyecto Risk Habitat Megacities,”Flood Risk Assessment in Santiago de Chile”. Elaboración propia. 

Apuntando a este último aspecto es que en el presente capítulo se desarrollan y comentan las
metodologías más usadas a nivel mundial para abordar el peligro sísmico (P.S.) de alguna región.
Muchas veces un análisis de PS bajo las dos perspectivas son incompatibles si se desconoce el
propósito y uso de los resultados obtenidos, pues por ejemplo en ocasiones parece es más creíble
un estudio de DSHA que se basa en aspectos observados históricos y en geología, lo que aparenta
ser más transparente que un PSHA que considera muchas incertezas, estadística de sismos
(históricos e instrumentales) e incertezas aleatorias en los cálculos numéricos asociados al
método per sè, por lo que muchas veces este último no es aconsejable de considerar para el
diseño de construcciones críticas.(Krinitzsky, 2002).

102
6.1 METODOLOGIA PROBABILISTICA
Una de las metodologías más comunes para abordar los estudios de peligro sísmico, es la
aproximación probabilística que se basa en la metodología de Algermissen & Perkins, 1976.

El procedimiento consiste básicamente en la identificación y definición de todas las fuentes


sismogénicas presentes en la zona de interés, caracterizadas mediante las relaciones de
Gutenberg- Richter (en adelante G-R), para luego calcular su efecto conjunto e individual, sobre
el centro de cada celda Cij en la que será reticulada la zona de estudio en Chile Central (entre los
32º a 34º S y 69º a 71,5º W). El objetivo es conocer la tasa anual de ocurrencia de un cierto
parámetro que exceda un nivel de interés dado, que exprese características del movimiento, como
pga o pgv e IMM). Para calcular el efecto de cada punto representativo del modelo de las fuentes
sobre cada punto de la región de estudio, se utilizan las fórmulas de atenuación de intensidades en
función de la magnitud Ms (desde el Mmin considerado, incrementando en un delta de 0.5 hasta el
Mmax) y la distancia hipocentral, es decir, I= f(M,Rh,z), correspondientes a las ecuaciones ya
definidas por trabajos previos en esta línea de investigación.

En Chile Central han habido trabajos que han abordado el peligro sísmico mediante tres
distribuciones de probabilidad: Probabilidad de Weibull Biparamétrica, Probabilidad de Weibull
Reversa Truncada y Probabilidad de Poisson. (Por ejemplo: Fercovic, 1989 y Jorquera, 2008).

El cálculo probabilístico en este trabajo se abordará mediante la distribución acumulativa de la


intensidad máxima, empleando la función de densidad de probabilidad de Poisson. Esta función
ha sido usada en Chile, por Lomnitz (1966), Cornell (1968), Algermissen y Perkins (1976),
Rikitake (1976), Lomnitz y Nava (1983), y otros autores más recientes en la zona de Chile Central
(Romanoff, 1998, Silva, 2008, Leyton, 2010). Poisson, se caracteriza por suponer independencia
temporal de ocurrencia, estableciéndose una probabilidad condicional independiente del tiempo
transcurrido desde el ultimo evento, lo que impide fijar una probabilidad de ocurrencia para una
región sísmicamente activa que no ha experimentado un gran sismo en un periodo mayor a su
ciclo histórico. Por lo tanto su aplicación es inconsecuente con el concepto de brecha o gap
sísmico. Este hecho descrito por Fercovic (1989) trajo consigo que algunos autores posteriores
utilizaran la función de densidad de Weibull y adaptaciones de ella, como la reversa truncada que
distribuye drásticamente la probabilidad acumulada antes del máximo tiempo entre ocurrencia
103
observado para una determinada fuente o región sísmica. En el caso de la distribución de Weibull
Biparamétrica, ha demostrado valores razonables en la zona de chile Central, sobre todo para el
efecto de la fuente interplaca tipo thrust.

Es usual suponer que un proceso de Poisson describe la tasa de ocurrencia de terremotos como se
sigue a continuación Se genera una base de datos de intensidades para cada punto Cij con sus
respectivas frecuencias de ocurrencia, utilizando las relaciones de atenuación de cada fuente
(Lapajne, et al 2003). Luego se calculan las probabilidades de que ocurran sismos que provoquen
una determinada intensidad Io en cada sitio Cij, en un período de tiempo t. Para esto se construye
la distribución acumulativa de intensidades Io, F(Io), para cada punto Cij dada por:

# de ocurrencias con I ≤ Io, M ≥ M min


F (Io ) = (Ec. 6.1)
# total de ocurrencias con M ≥ M min

Siguiendo la distribución de Poisson:

Fmax = exp( −φ ⋅ t ⋅ ( 1 − F(Io))) (Ec.6.2)


Donde:
Φ = tasa o frecuencia media de ocurrencia de sismos con Ms ≥ 4.5, por unidad de tiempo
(año). Dada a través de la evaluación de las relaciones de G- R definidas previamente.
t = intervalo de tiempo, en años, que contempla el estudio de evaluación del P.S.

Finalmente, el cálculo del peligro sísmico se realiza con la fórmula de ocurrencia de al menos un
sismo que produzca una intensidad superior o igual a Io, en un periodo t en el punto Cij:

P(Io,t) = 1 − exp( −φ ⋅ t ⋅ ( 1 − F(Io))) (Ec. 6.3)

En concreto, al interpretar un mapa de peligro sísmico probabilístico, se refiere a la intensidad Io,


para la cual la probabilidad de ocurrencia de que al menos un evento produzca un valor de
intensidad mayor o igual que dicho Io, en un cierto período de tiempo (10, 50, 100 y 250 años) y
para una determinada zona en estudio, sea igual a un porcentaje de probabilidad de interés, ya sea
un 10%, 5% ó 2%, porcentajes más usados de acuerdo a la literatura especializada.

104
6.1.1 BASE DE DATOS

La base de datos considerada para la caracterización de las fuentes y la obtención de las


relaciones de G-R, corresponde a la existente en el catalogo inglés del NEIC (National
Earthquake Information Center). Este posee información desde 1973 considerándose completo
hasta una magnitud Ms~7.8) siendo complementado con información de parámetros de
terremotos importantes a lo largo de la historia del país, pues es necesario incluir no sólo la
información instrumental disponible restringida sólo a los últimos decenios, sino que además es
fundamental incorporar terremotos históricos a través de las descripciones de sus efectos
(mediante el empleo de relaciones calibradas que vinculan magnitud con distribución de
intensidades). La sismicidad considerada para dichos fines, corresponde a la contenida entre los
30º a 37º S (tres grados más hacia el norte y hacia el sur que el área de interés, para evitar efectos
de borde) y 69º y 73º W, reportada entre los años 1906 y 2006, de magnitud superior a 4,5 (para
evitar errores considerables en la localización hipocentral), y no considerando posibles réplicas
de terremotos principales reportados, para no infringir el principio de todo proceso poissoniano.

Por otro lado, la base de datos utilizada para la determinación de las relaciones de atenuación,
corresponde a sismos con reportes de intensidades aportado por el Catálogo SISRA, Sismología
Regional Andina (proyecto de CERESIS, Centro Regional de Sismología para América del Sur)
que considera una ventana temporal de casi 100 años para magnitudes moderadas y más de 300
años para los grandes terremotos. Esta data fue complementada con información proporcionada
por Pedro Araya (2006) en su memoria de título, en la que continuó con la información de
intensidades para eventos a partir de 1981 y hasta el año 2006. Esta información permitió
determinar las leyes de atenuación correspondientes a las ecuaciones 6.11, 6.13 y 6.15 de este
trabajo, para las fuentes interplaca thrust, intraplaca de profundidad intermedia y cortical
cordillerana, respectivamente.

Cabe resaltar que, a pesar que los estudios de completitud de Stepp (1971) avalan la base de datos
usada en este trabajo (Silva, 2008, Leyton, 2010), siempre quedará implícito el sesgo de la
ubicación y magnitud de los terremotos históricos (catálogo SISRA), estimados en base a datos
de intensidad; como también el sesgo en la ubicación de los sismos superficiales del catálogo
NEIC, por la carencia de una red sismológica con una distribución instrumental uniforme. Y
densidad adecuada para sismicidad local (Leyton, 2010).
105
6.1.2 MODELACION FUENTES SISMOGENICAS

Se determinará para cada fuente sismogénica la ecuación empírica que relaciona la frecuencia de
ocurrencia de sismos de magnitud igual o superior a un determinado valor de Ms, en un
determinado período de tiempo y en una cierta zona en estudio. Esta relación es lo que se conoce
como Ley de Gutenberg- Richter (propuesta por Gutenberg y Richter en 1944), que tiene la
siguiente expresión y cuyas ecuaciones según fuente sismogenica, se presentan en el Gráfico 6-1:

Log10 (N) = a – b · Ms (Ec. 6.4)

Donde:

N: Es el número de eventos con magnitud mayor o igual que un valor Ms.

a: Representa la actividad sísmica de la región. Es el número de sismos con


magnitudes mayores que cero durante el tiempo t, que considera el catálogo de la
base de datos en un año. Es un indicador de la productividad sísmica en la zona
de interés. (Barrientos, 1980)

b: Coeficiente que indica la proporción de sismos pequeños con respecto a la


cantidad de sismos grandes. Su valor fluctúa generalmente entre 0.7 y 1.5, en
general es cercano a 1.0 cuando los sismos son de origen tectónico. Mientras
mayor es el valor de b, mayor es la cantidad de sismos pequeños respecto de los
grandes registrados. Altos b-value pueden subestimar un análisis de PSHA, por
ello la importancia de definir de la mejor forma estos valores propios de cada
fuente.

Asumiendo que la sismicidad sigue las distribuciones indicadas por la relación G-R en la zona
para la cual fueron obtenidas, y considerando el supuesto que los “futuros terremotos tenderán a
concentrarse espacialmente cerca de la localización de los históricos eventos de magnitud
mayores o iguales a 4, es que para la definición y modelación de las fuentes sismogénicas se
recurre al ploteo de la sismicidad background (Kagan and Jackson, 1994, Frankel, 1995 y Cao, et
al, 1996).

106
El método general para calcular el PSHA es por integración de todas la influencias de las fuentes
sismogénicas presentes, sean estas puntuales, lineales o areales que estén bien establecidas.
(Cornell, 1968; Mc Guire, 1976).

La metodología más usada para la definición de fuentes generadoras de sismos, es la


aproximación de Frankel 1995, en donde abandona las zonas sismotectónicas para usar fuentes
puntuales o infinitamente pequeñas que permitan modelizar la región sismogénica conforme la
distribución de la sismicidad, esta es la aproximación que se adopta en el presente trabajo y que
se observa en la Figura 6-4.

El más popular método deductivo (determina y estima las causas y origen de los terremotos) es el
elaborado por Cornell (1968), aproximación que se basa en la determinación de zonas que
representan las fuentes sismogénicas con tasas de actividad sísmica relativamente homogéneas.
El principal problema de este método puede ser la gran subjetividad en la delineación de las
zonas, particularmente cuando el conocimiento sismotectónico en la región es pobre, como es el
caso de la fuente cortical, como se explicará en detalle a continuación.

6.1.2.1 Fuente Interplaca thrust


La modelación de este tipo de fuente, cuya sismicidad está asociada a la subducción de la placa
oceánica de Nazca bajo la placa continental Sudamericana, es decir, causada predominantemente
por esfuerzos compresivos, abarca en profundidad desde la zona en que comienza el contacto
(aproximadamente 20 kilómetros) hasta aproximadamente los 50 kilómetros. (Tichelaar & Ruff,
1993; Suárez & Comte, 1993; Belmonte-Pool, 1997; Kharadzade & Klotz, 2003, Tassara et al,
2006), con un ángulo de manteo para las latitudes de la zona de interés cercano a los 20º de
acuerdo a los perfiles de Campos et al., 2009, como se muestran en la Figura 6-3 .

Dado que no se tiene mayor información en cuanto la localización de las zonas de asperezas, y de
acuerdo a la distribución de la sismicidad histórica, se considerará una productividad sísmica
homogénea a lo largo de toda la fuente interplaca tipo thrust, lo que se traduce en un mismo valor
de a para cada sub fuente puntual que representa esta zona sismogénica.

La relación normalizada temporalmente (1 año), que se empleará en este estudio, es la obtenida


en el último trabajo de reevaluación del PS en Chile Central, Leyton et al., 2010, y corresponde a:
107
Log ( Nt ) = 6,229 − 0,9397 ⋅ Ms (Ec. 6.5)
Para fines de evaluación del PS, el programa diseñado por Leyton emplea la formula de G-R
normalizada arealmente, es decir transforma el a dependiendo de la cantidad de subfuentes (n)
que modelen la superficie de la fuente representada, de la forma siguiente:
Log (a A ) = a t − log(n) (Ec. 6.6)

En el caso de la fuente interplaca se consideraron 64 subfuentes puntuales, por ende la relación de


G-R normalizada por área, es la que sigue a continuación:

Log ( Na) = 4,4223 − 0,9397 ⋅ Ms (Ec. 6.7)

Figura 6‐3: Angulo de penetración subducción, zona central Chile (*) 

20º

*Se ha exagerado la escala de la topografía para efectos de visualización del relieve.

6.1.2.2 Fuente Intraplaca Profundidad Intermedia


Esta fuente responde a la sismicidad localizada al interior de la placa de Nazca, concentrada en
Chile entre los 50 y los 150 - 200 kilómetros de profundidad. En general, las causas que originan
este tipo de sismicidad no están del todo comprendidas, pero se cree que están asociadas a las
fallas normales preexistentes en la corteza oceánica, las que avanzan desde la dorsal y penetran
hidratadas bajo la placa Sudamericana, además de considerar las fuerzas actuantes en este
108
proceso de subducción. En los últimos años se han realizado estudios que evidencian notorias
diferencias entre ambas fuentes sismogénicas, como por ejemplo mayores daños generados en la
zona epicentral (Astroza y otros, 2002) y altas aceleraciones máxima reportadas (Ruiz &
Saragoni, 2005), de ahí la importancia de analizar sus contribuciones en forma independiente.

De igual forma que la fuente anterior, el valor de ase distribuirá homogéneamente en cada una de
las 96 subfuentes puntuales definidas para representar la fuente intraplaca de profundidad
intermedia, lo que permitió obtener las siguientes relaciones de G-R normalizadas temporalmente
y por unidad de área, como se muestran a continuación respectivamente.
Log ( Nt ) = 6,318 − 1,0272 ⋅ Ms (Ec. 6.8)

Log ( Na) = 4,3356 − 1,0272 ⋅ Ms (Ec. 6.9)

6.1.2.3 Fuente Cortical cordillerana


A diferencia de las dos fuentes sismogénicas modeladas anteriormente, esta fuente se localiza en
la corteza continental principalmente en el sector cordillerano, concentrándose a una profundidad
cercana a los 10 - 15 kilómetros de profundidad (inferior a 20 kilómetros). La sismicidad está
asociada a fallas geológicas activas y a procesos de deformación frágil en la corteza, y en general
relacionados en su mayoría a sistemas de fallas inversas, predominantemente de vergencia oeste,
responsables de la formación de la Cordillera de Los Andes (Campos et al. 2005), razón por la
cual la productividad sísmica de esta fuente no se distribuye espacialmente homogénea. Se
subdividió la región en 130 subfuentes puntuales y el a de la relación de G-R normalizado
arealmente debe definirse conforme a las cercanías con las fallas corticales mapeadas y de
acuerdo a la distribución de la sismicidad en la zona, tal como se muestra en la Figura 6-5.

La relación de G-R normalizada por unidad de tiempo, corresponde a:


Log ( Nt ) = 5,710 − 1,057 ⋅ Ms (Ec. 6.10)
En esta línea, para distribuir el valor de productividad sísmica asociado al valor de a, se debe
recurrir a la metodología propuesta por Frankel (1995), que consiste en emplear una función de
suavizamiento de la sismicidad (a-value smoothing function) correspondiente a una función
gaussiana que se ajusta mucho mejor que la función potencial (1/r, siendo r la distancia al
terremoto anterior a la que se produciría un futuro terremoto) propuesta anteriormente por otros
estudios en esta línea. Esta función se basa en el supuesto de que los grandes eventos están mas
109
clusterizados que la sismicidad menor, por ende suaviza espacialmente la distribución para
conocer las futuras localizaciones de eventos. Ha sido exitosamente implementada para Chile
central por Leyton (2010).

La función filtro suavizante de tipo gaussiana, que considera los posibles errores de localización,
y donde la probabilidad de un futuro terremoto es proporcional a la expresión dada en la Ec.6.11,
donde c es la correlación con la distancia característica, obteniéndose mayores a en zonas de alta
sismicidad.
r2 (Ec. 6.11)
funcion _ gaussiana _ α _ exp( − )
c2

En la Figura 6-5 se muestra la distribución del a- value para la fuente cortical cordillerana, en
donde se observa que la productividad sísmica está ligada a la presencia de fallas geológicas de la
alta cordillera de Los Andes y acorde a la sismicidad reportada.

Figura 6‐4: Modelación en planta de fuentes sismogénicas para Chile Central 

110
Figura 6‐5: Distribución de a‐ value fuente cortical cordillerana 

 
 
Gráfico 6‐1: Relaciones Gutenberg Richter para cada fuente. (Leyton et al 2010) 
Relaciones de Gutenberg ‐ Richter para cada Fuente Sismogénica, 
Leyton 2010
2,5
Log(N) = ‐0,94* Ms + 6,23
2 Log (N) = ‐1,03* Ms + 6,32
Log (N) = ‐1,06*Ms + 5,71
1,5

0,5
Log (N)

-0,5

-1

-1,5

-2

-2,5
3 3,5 4 4,5 5 5,5 6 6,5 7 7,5 8 8,5 9
Magnitud, Ms

Interpl a ca Intra pl a ca Corti ca l

111
6.1.3 LEY DE ATENUACIÓN PARA INTENSIDAD DE MERCALLI

Para comprender los efectos de un sismo en un determinado punto del espacio, se requiere contar
con antecedentes relacionados al tipo de suelo, topografía del sitio, calidad de la construcción,
entre otros factores que permitan conocer cómo se atenúan las ondas sísmicas a medida que
viajan desde la fuente y llegan a la superficie de la Tierra.

Para analizar este fenómeno físico, es que se recurre a las relaciones de atenuación, que son
propias de cada fuente sismogénica y de la región tectónica en la que se apliquen, permitiendo
conocer cómo decae un cierto parámetro, en este caso las intensidades macrosísmicas de un
evento, a medida que aumenta la distancia desde la fuente.

Para fines del PSHA se emplearán las relaciones de atenuación en función de la intensidad
(IMM) que tienen la siguiente estructura:
ln( I ) = k 1 + k 2 ⋅ Ms + k 3 ⋅ ln( Rh + k 4 ) + k 5 ⋅ z (Ec.6.12)
En donde, Ms corresponde a la magnitud de ondas superficiales del evento (escala Richter), Rh la
distancia hipocentral y z la profundidad focal, ambas expresadas en kilómetros.

6.1.3.1 Fuente Interplaca thrust


Las leyes de atenuación para este tipo de fuente corresponden a la determinada en el último
estudio de reevaluación del PS en Chile Central (Leyton et al. 2010, sin publicación), y las
determinadas en este trabajo (Silva, 2011), ambas se describen a continuación, respectivamente.

ln( I ) = 2,207 ⋅10 0 + 2,564 ⋅10 −1 ⋅ Ms − 4,586 ⋅10 −1 ⋅ ln( Rh + 3,373 ⋅10 1 ) + 1,983 ⋅10 −3 ⋅ z (Ec.6.13)
ln( I ) = 1,1434 ⋅10 0 + 2,544 ⋅10 −1 ⋅ Ms − 2,804 ⋅10 −1 ⋅ ln( Rh) + 4,2 ⋅10 −3 ⋅ z (Ec.6.14)

6.1.3.2 Fuente Intraplaca Profundidad Intermedia


Del mismo modo que para la fuente anterior, se recurrirán a las leyes determinadas por Leyton y
Silva, las que se presentan en las ecuaciones 6.15 y 6.16 respectivamente.

ln( I ) = 1,907 ⋅10 0 + 2,798 ⋅10 −1 ⋅ Ms − 4,571 ⋅10 −1 ⋅ ln( Rh + 8,222 ⋅10 0 ) + 2,500 ⋅10 −3 ⋅ z (Ec. 6.15)
ln( I ) = 2,3388 ⋅10 0 + 1,819 ⋅10 −1 ⋅ Ms − 3,993 ⋅10 −1 ⋅ ln( Rh) − 4,6503 ⋅10 −5 ⋅ z (Ec.6.16)

112
Estas curvas permiten representar que la fuente intraplaca de profundidad intermedia decae más
rápido que las interplaca thrust, y evaluándola para un mismo valor de Ms, profundidad focal y
distancia hipocentral, genera mayores intensidades en el área epicentral, que es lo que se ha
observado empíricamente.

6.1.3.3 Fuente Cortical cordillerana


Las relaciones de atenuación para la fuente cortical, corresponden a las que se presentan en las
ecuaciones 6.17 y 6.18. La primera de ella es la que se utiliza para la elaboración de los mapas de
peligro (Leyton, comunicación verbal).

ln( I ) = 2,173 ⋅10 0 + 1,390 ⋅10 −1 ⋅ Ms − 3,038 ⋅10 −1 ⋅ ln( Rh + 1,303 ⋅10 0 ) + 1,342 ⋅10 −3 ⋅ z (Ec. 6.17)
ln( I ) = 2,8208 ⋅10 0 + 1,985 ⋅10 −1 ⋅ Ms − 3,518 ⋅10 −1 ⋅ ln( Rh) − 1,588 ⋅10 −1 ⋅ z (Ec. 6.18)

6.1.4 MAGNITUDES MÁXIMAS Y MÍNIMAS

Con el objeto de establecer las magnitudes mínimas y máximas de cada fuente sismogénica
considerada en este estudio, se debe recurrir a los antecedentes de eventos históricos registrados
en Chile Central. De acuerdo a esto, se considerarán los siguientes rangos de magnitud
mostrados en la Tabla 6-1.

Ruff y Kanamori (1980) asumen que la sismicidad de una zona en subducción puede ser
representada por la magnitud (Mw) del terremoto registrado más grande para una región
determinada, es decir, la magnitud del evento que repetidamente se produce y rompe el mismo
segmento de falla. Dicho terremoto se conoce con el nombre de terremoto característico y al
segmento se le identifica como zona de ruptura.

La consideración de un determinado valor de Mmin y Mmax, es uno de los parámetros en los que
se incorpora una incertidumbre a la probabilidad de excedencia de un cierto valor de IMM. Este
punto será abordado en el siguiente ítem del presente capítulo, mediante análisis de arboles
lógicos y test de sensibilidades para dichos parámetros.

De acuerdo a la literatura en la zona central de Chile, se pueden entregar como antecedentes:


1. Sismos interplaca tipo thrust: Se tienen registros de grandes terremotos interplaca los años
1575, 1647, 1730, 1822, 1906 y 1985 (Comte et al., 1986), siendo el mayor terremoto el
113
de 1730 con una magnitud de 8¾ estimada a partir de las intensidades reportadas
(Lomnitz, 1970, 2004).

2. Sismos intraplaca profundidad intermedia: Corresponden a los ocurridos en Calama 1950,


Chillán 1939 y Tarapacá 2005, todos ellos de magnitud cercana a 8.0. En la zona Central
se tienen antecedentes de los terremotos de La Ligua 1927 y 1965 y de Santiago 1945
todos de magnitud sobre 7,0 (Barrientos, 2007).

3. Cortical: Dado que esta fuente se asocia a la tasa de actividad de fallas activas, se tiene
incerteza del valor máximo esperado. Pero considerando las observaciones se espera
como máxima una magnitud cercana o levemente superior a 7.0.

Tabla 6‐1: Rangos de magnitudes a considerar en Peligro Sísmico
Magnitud  Magnitud 
Fuente Sismogénica 
Mínima  Máxima 
Interplaca thrust (Martin, 1990; Romanoff, 1999; Silva, 2008; Leyton 2010)  5.0  8.5 
Intraplaca oceánica de profundidad intermedia (Martin, 1990; Romanoff, 
5.0  8.0 
1999; Silva, 2008; Leyton, 2010) 
Intraplaca continental (Cortical cordillerana)  5.0  7.0 

El considerar una misma Mmin para las tres fuentes sismogénicas se fundamenta en que para
magnitudes inferiores es poco probable que se produzcan daños en una estructura, independiente
de su clase de vulnerabilidad, por ende magnitudes inferiores a 5,0 no representan interés desde el
punto de vista de riesgo sísmico. Otros autores han definido como Mmin de corte el valor Ms 4.5,
por las mismas razones anteriores. De todas maneras, se incluirán los resultados obtenidos en las
curvas para ambos Mmin (4,5 y 5,0) y se concluirá acerca de la influencia de este parámetro en
las probabilidades de excedencias para distintos periodos de vida útil considerados.

6.2 METODOLOGÍA DETERMINISTICA


Esta metodología describe los efectos que se ocasionarían en caso de considerar el evento más
desfavorable, y a la vez el máximo creíble. En este último aspecto, se debe recurrir a criterio
experto y a antecedentes geológicos, para decidir acerca de la ubicación hipocentral, largo de
ruptura y otros parámetros que son fundamentales para definir el peor escenario sísmico de

114
acuerdo a la fuente sismogénica que se gatille, sin hacerse cargo del cuándo podría ocurrir o
atribuirle una probabilidad de ocurrencia a dicho evento.

6.2.1 BASE DE DATOS

Para la siguiente aproximación determinística, se emplean los mismos antecedentes que para la
metodología probabilística, tomando en cuenta además estudios en detalle que se han realizado
para algunos terremotos importantes de cada fuente sismogénica.

6.2.2 DEFINICION DEL EVENTO MÁXIMO CREÍBLE

En el caso del cálculo del peligro sísmico mediante la metodología determinística (Deterministic
Seismic Hazard Assessment, en adelante DSHA), se debe describir el evento más desfavorable
que pudiera ocurrir correspondiente a cada fuente sismogénica a considerar.

Para conocer cuál sería un evento máximo creíble y a la vez el más desfavorable, se deben revisar
condiciones de magnitud máxima, profundidad y distancia epicentral (o hipocentral) que lo
producirían, acotando el resultado de intensidad obtenido de acuerdo a antecedentes de sismos
históricos registrados. Por ende, no sólo es necesario un análisis numérico que permita calcular
las distancias mínimas de cada punto de la grilla (que define la zona de estudio) al evento sísmico
más desfavorable perteneciente a cada fuente, sino que una combinación de operaciones
matemáticas con criterio experto que permita justificar el evento máximo creíble a gatillar.

En conclusión un evento máximo creíble, no puede ser considerado en rigor como el peor
escenario que pueda suceder, sino que el sismo más desfavorable que pueda ser razonablemente
esperado para la zona sismogénica a la que pertenece.

6.2.2.1 Fuente Interplaca thrust


En el caso de la fuente interplaca, no basta considerar la mínima distancia a la fuente, pues la
zona de estudio se encuentra de modo tal que la proyección perpendicular (distancia mínima al
plano de subducción) no tiene un homólogo perteneciente al rango de profundidades de la fuente
interplaca, por ende la mínima distancia al plano de contacto, correspondería a un hipocentro
ubicado a profundidad 50 kilómetros, pero qué tan creíble es que suceda un sismo precisamente
en la profundidad de transición teórica con la fuente sismogénica intraplaca y en el límite
superior de la zona de acople?. Para responder esto, se recurre a la sismicidad existente y a
115
evaluar las profundidades en las cuales éstos han sido de mayor magnitud (y de mayor momento
sísmico Mo), ya que el hecho de ser mas energético complejiza la simplificación, pues los sismos
no son puntuales y además no se cuenta con la información de zonas de mayor liberación de
energía (y mayores slip o deslizamientos a lo largo del proceso de ruptura) en cada volumen que
representa un terremoto (asociados a presencias de heterogeneidades o “parches” en donde se
radía energía de más alta frecuencia), además con los catálogos solo se dispone de la ubicación
más o menos precisa de los hipocentros (error de localización sujeto a la calidad y disposición de
estaciones sismológicas).

A partir del Gráfico 6-2 es posible conocer, de acuerdo a la sismicidad reportada y considerada
en la base de datos, las profundidades a las cuales se inician los sismos de mayor tamaño, lo que
permitirá identificar las zonas donde es probable que ocurran los sismos más desfavorables y
creíbles a la vez, en el futuro. Esto corresponde a un eventual sismo ubicado a una profundidad
cercana a los 35 kilómetros.

Si bien es cierto, lo anterior da cuenta de la distribución hipocentral de eventos thrust, también se


debe considerar que no siempre el punto de mayor liberación de energía corresponde al foco, si
no que muchas veces esto está asociado a zonas en el interior del volumen de ruptura en donde
existen asperezas u otras condiciones que generen los peaks de energía (de momento sísmico,
Mo) en cada evento. Para ello, y como referente se considerará el estudio en detalle realizado por
Mendoza et al., 1994, en donde se analizó la distribución de slip versus profundidad focal para el
terremoto de 1985 ocurrido en Chile central.

A partir de Mendoza (1994), y como se muestra en la Figura 6-6, se obtiene que la profundidad a
considerar para el evento máximo creíble y más desfavorable thrust se ubica a 40 kilómetros
(máximo slip correspondió, de acuerdo a inversión de ondas de cuerpo, de superficie y datos de
strong motion, a 2.9 m ubicado cercano al hipocentro del terremoto del 03 de marzo del ‘85).

Por ende, la profundidad a la cual se ubicaría el evento más desfavorable y creíble a la vez para la
fuente interplaca thrust y que se utilizará para modelar el escenario determinístico, corresponde a
un sismo de magnitud 8,5 y con hipocentro ubicado en la zona comprendida entre los 35 y 40
kilómetros de profundidad (se elige este ultimo valor para el escenario presentado en el mapa), lo

116
que coincide con la zona de transición entre ambas fuentes sismogénicas (inter e intraplaca) a
estas latitudes, de acuerdo a lo documentado en Belmonte- Pool 1997.

Como antecedente a partir de este último trabajo citado, se concluyó que al norte de los 33ºS de
latitud la profundidad máxima del contacto sismogénico en el plano de Wadatti- Benioff
corresponde a 50 kilómetros, variando al sur de dicha latitud a 40 kilómetros (esta profundidad se
localiza a aproximadamente 200 km desde la fosa Perú -Chile).

Gráfico 6‐2: Distribución de magnitudes sismicidad interplaca 

Por lo tanto, para el cálculo determinístico (caso más desfavorable esperado, de acuerdo a los
antecedentes históricos), corresponderá al escenario ocasionado por un evento con hipocentro a
profundidad de 40 kilómetros y magnitud máxima 8,5, situado en la zona de acoplamiento, a lo
largo de la línea iso_40 denominada proveniente de la modelación 3D del slab, elaborado por
Tassara (2006). (Figura 6-6). Se debe mencionar que también se puede emplear la modelación
del slab hecho por Sambridge 1998, pero dado que este último trabajo se hizo a escala mundial,
se prefiere emplear el elaborado por Tassara (2006) para fines del DSHA ya que tiene resolución
a escala continental.
117
La diferencia entre los modelos de la geometría del slab no se debe despreciar para estudios
posteriores, ya que varían en varios kilómetros las iso curvas de profundidad requeridas, por lo
modifica la modelización de las fuentes y con ello altera las distancias epicentrales a la zona de
estudio, afectando con ello los resultados del parámetro a estimar controlado a través de las
curvas de atenuación.

Figura 6‐6: Distribución de slip (cm) terremoto marzo 1985. Mendoza et al. 1994. 

6.2.2.2 Fuente intraplaca de profundidad intermedia


Recogiendo del catálogo del ISC (International Seismological Centre) la sismicidad
correspondiente a la fuente intraplaca de profundidad intermedia (con profundidades entre los 50
y 200 kilómetros), se observa que en una banda ubicada entre los 60 y 70 kilómetros de
profundidad se concentran los hipocentros que han reportado las mayores magnitudes. (Ver
Gráfico 6-3)

Por ende la modelación determinística de esta fuente, corresponderá al escenario ocasionado por
un evento con hipocentro a profundidad de 60 km y Mmax igual a Ms 8,0, situado en la parte
superior de la placa subductante (en la región de acoplamiento, parte superior de la placa de
Nazca) con el objeto de minimizar la distancia a la zona de estudio (grilla de la RM en
superficie). Este foco tiene el epicentro ubicado en las coordenadas correspondientes a la
proyección en superficie de la iso_60, de acuerdo al modelo tridimensional del slab de Tassara
(2006), ver Figura 6-7.
118
Gráfico 6‐3: Distribución de magnitudes sismicidad intraplaca de profundidad intermedia 

Para comparar las isosistas obtenidas en la zona de estudio por el evento determinístico
seleccionado para esta fuente sismogénica, se puede considerar como antecedente las
intensidades reportadas por el terremoto de La Ligua ocurrido el 28 de marzo de 1965
(Eisenberg, A. et al 1972). Los parámetros de este evento se resumen en la Tabla 6-2.

Tabla 6‐2: Parámetros terremoto de La Ligua, 28 marzo 1965 
Latitud epicentral 32, 4º S
Longitud epicentral 71,2º W
Magnitud  6,2 (NOAA) / 7,4 (USGS)
Profundidad [km] 61
Santiago VIII
La Ligua X
Intensidades (IMM)  Illapel VIII ‐ IX
Los Vilos VII – VIII
Valparaíso VII

Las profundidades obtenidos para modelar los DSHA de ambas fuentes (thrust e intraplaca de
profundidad intermedia), coinciden con lo que reporta Saragoni et al. 2004.

119
Figura 6‐7: Geometría slab subductado. 

Fuente: Three dimensional density model of the Nazca plate and the Andean Continental Margin.
Tassara. 2006.

6.2.2.3 Fuente cortical cordillerana


En el caso de la fuente cortical se evaluará el peligro sísmico asociado a la falla San Ramón (FSR
en adelante). Se debe mencionar que existen otras fallas geológicas que pudieran influir en el
peligro sísmico de la cuenca de Santiago, pero dado que la que se tiene mejor caracterizada y a la
cercanía con el área de estudio, se considerará para el enfoque DSHA la influencia solo la FSR.

Diversos estudios han establecido que existen fallas potencialmente activas en la Cordillera
Principal de Chile Central entre los 33ºS y 34ºS (Rauld, 2002; Fock, 2005; Charrier et al., 2005).
120
Las propiedades de los sistemas de fallas geológicas de la alta Cordillera (principalmente de
vergencia oeste), se presentan en la Tabla 6-3 y espacialmente se distribuyen como se muestra en
la Figura 6-8 (según mapeo realizado en la tesis de Andrés Fock, 2005) y a mayor escala en la
Figura 6-9 (Muñoz, C.2007).

Del mismo modo que en las otras dos fuentes sismogénicas, la pregunta es entonces: es creíble
que se “rompa” todo el segmento mapeado de la FSR?. Para ello, se recurre a la bibliografía
analizada en que para estudios de esta naturaleza se emplean como escenarios creíbles la mitad y
un tercio del largo de ruptura total mapeado de la falla (Wells & Coppersmith, 1994). Para la zona
de estudio que se verá influenciada por un sismo generado en la falla, se selecciona el escenario
determinístico dado por la ruptura del segmento medio norte y tercio central de la FSR,
evaluando la ley de atenuación de Leyton (sin publicar) con los parámetros de magnitud máxima
correspondientes al largo de ruptura considerado.

Es importante mencionar que dado que el parámetro a atenuar corresponde a la intensidad, la ley
de atenuación considera la distancia hipocentral, pero cuando la relación es con respecto al pga,
se debe recurrir a otras distancias documentadas, por ejemplo se recomienda para fuentes
corticales emplear la distancia de Joyner – Boore (Djb), que es una de las distancias métricas de
uso más popular en ingeniería. Esta es definida como la distancia de la proyección vertical de la
superficie de la falla a la superficie de la Tierra, por lo tanto Djb es cero donde el sitio es
directamente sobre la porción de ruptura de la falla.

La FSR es una falla cortical inversa, que corresponde al límite entre la cordillera principal y la
depresión central al oriente de Santiago. La falla "monta" la Cordillera Principal sobre la
depresión central (como un plano con una inclinación cercana a los 50º al Este). Su traza está
reconocida entre los ríos Maipo y Mapocho, pero hay evidencias (Rauld et al. 2007), que la falla
sigue al norte en la Dehesa y al sur en Pirque, pasando por las comunas de Puente alto, La
Florida, Macul, Peñalolén, La Reina, Las condes y Vitacura, pero no se cuenta con mayores
antecedentes que permitan la comprensión de lo que sucede más al norte y al sur, es decir, si hay
otras fallas y cómo la FSR se relaciona con ellas.

121
La FSR presenta evidencias de actividad reciente en términos geológicos, es decir en los últimos
10.000 años, lo que queda por confirmar mediante dataciones, pero eso la hace considerarse
como falla activa o potencialmente activa. Sin embargo hay evidencias como escarpes de fallas y
depósitos aluviales cortados por la falla que indican que la falla ha tenido actividad durante el
Cuaternario (desde 2,6 Millones de años). El único marcador crono estratigráfico que se tiene son
depósitos de ceniza cortados por la falla y de edades cercanas a los 450.000 ± 50.000 años,
aunque esta data se encuentra actualmente en revisión

Tabla 6‐3: Caracterización fallas corticales zona Andes de Chile Central (33º ‐ 34ºS) 
Mecanismo  Surface 
Largos [km] 
Focal  Z  W [km]  log  length 
Nombre  Tipo Falla  Mw  Ms 
strik [km]  (~L/2)  (SRL) rupture 
dip slip L  L/2  L/3 
e  SRL [km]
Falla San Ramón:  7,0  6,7  1,5  35,1 
Margen occidental  Inversa  NS  35  110 8  43  21,5  14,3  18  6,6  6,3  1,3  20,6 
Cordillera Principal  6,4  6,0  1,2  15,1 
Falla Portezuelo de  6,9  6,5  1,5  29,4 
Chada: 
6,5  6,1  1,2  17,2 
Limite oriental  Inversa  NS        34,1  17,05 11,4  17,05 
Cordillera de la 
6,3  5,9  1,1  12,6 
Costa 
7,1  6,8  1,6  41,8 
Falla Laguna Negra  Inversa  NS      8  54  27  18,0  27  6,7  6,4  1,4  24,6 
6,5  6,2  1,3  18,0 
6,8  6,5  1,4  27,1 
Falla Chacayes ‐ 
Inversa  N20E  80E   8  30,7  15,35 10,2  15,35  6,4  6,1  1,2  15,9 
Yesillo 
6,2  5,8  1,1  11,6 
El Diablo: 
Falla más occidental  7,2  6,9  1,7  48,2 
de la Faja plegada y 
Inversa, 
corrida del 
vergencia  N20E  58  176 5  65  32,5  21,7  32,5  6,8  6,5  1,5  28,3 
Aconcagua   al este 
(Límite entre C. Ppal 
Oriental y  6,6  6,3  1,3  20,7 
Occidental). 
 
Se definen tres segmentos a lo largo de la extensión de esta falla, los cuales en total conforman
alrededor de 30 Km, los tramos identificados son los siguientes:
1. Cerro Calán – Quebrada Nido de Águila, de 10 km de largo, cambia su dirección
hacia el sur, pasando de NNW a la dirección NS,
2. Quebrada Nido de Águila - Lo Cañas, de 7 km de extensión y dirección NS,

122
3. Lo Cañas – Río Maipo, de aproximadamente 12 km de longitud y dirección NS.
 
Figura 6‐8: Principales sistemas de fallas corticales de la alta cordillera en Chile Central. 

Fuente: A. Fock, 2005. Elaboración propia.

Con respecto a su potencial sísmico se tiene la idea, por las evidencias morfológicas y por su taza
de desplazamiento vertical estimada (del orden de 0.1 a 0.2 mm / año), que podría generar sismos
de magnitudes Mw entre 6.5 a 7.0, con períodos de recurrencia de algunos miles de años (entre
5.000 y 10.000). En la Figura 6-10 se muestra un panorama del frente cordillerano de Santiago
Oriente, donde es posible apreciar los escarpes asociados a la falla San Ramón.

Un estudio reciente de la morfología y dinámica de la FSR permite concluir que en caso de


producirse una ruptura sísmica de largo de 16 Km. y de desplazamiento 1 m, generaría un evento
de magnitud cercana a Mw 6,3 (Rauld, 2002).

123
Figura 6‐9: Principales sistemas de fallas Chile Central. 

Fuente: Muñoz, C. 2007. Modelación analógica de la influencia de la sedimentación en la inversión


tectónica. Aplicación a las Formaciones Cenozoicas Abanico y Farellones (33º-36ºS)
 
124
Figura 6‐10: Extensión y ubicación de la Falla San Ramón. 

Fuente: Izquierda: Rodrigo Rauld, Derecha: Elaboración propia.

De acuerdo a la extensión reconocida de la falla y empleando las relaciones empíricas de Wells &
Coopersmith 1994, para un mecanismo de falla tipo inversa (Ec. 6.19 y Ec. 6.20) se puede
obtener la magnitud del evento (Mw) considerando distintos largos de ruptura (L total, un medio
o un tercio), cuyos resultados se presentaron en la Tabla 6-3.
log( SRL ) = −2,86 + 0.63 ⋅ Mw (Ec. 6.19)
Mw = 5.0 + 1.22 ⋅ log( SRL ) (Ec. 6.20)
Ambas ecuaciones se emplearon para calcular la magnitud de momento (Mw) según el largo de
ruptura de la falla cortical (SRL) y de acuerdo a la traza mapeada en kilómetros. Del mismo
modo, conociendo la magnitud, se puede obtener el momento sísmico (Mo), y con ello el
deslizamiento (slip) asociado a la falla.

Respecto de los eventos corticales que componen la base de datos, son muy escasos y en la
mayoría de los casos (salvo el terremoto de Las Melosas en 1958) no se cuenta con los suficientes
reportes de daños (intensidades bajas), ya que los registros se ubican a grandes distancias
epicentrales, incluso más de 200 kilómetros de distancia de importantes ciudades.

Al graficar las intensidades reportadas para los eventos corticales existentes: Las Melosas (Ms
6.6; septiembre 04 de 1958), Chusmiza (6.3, 24 julio del 2001) y Curicó (Ms 6.4, 28 agosto del

125
2004), en función de las distancias hipocentrales se obtiene lo que se presenta en el Gráfico 6-4,
se obtiene la relación de atenuación dada por la ecuación 6.21.

log( I ) = 2,8208 − 0,3518 ⋅ ln( Rh ) + 0,1985 ⋅ Ms − 0,1588 ⋅ z (Ec. 6.21)

Gráfico 6‐4: Atenuación de eventos corticales. 
Atenuacion de Intensidad observada eventos corticales
11
10
9
Intensidad [IMM]

8
7
6
5
4
3
2
1
0 50 100 150 200 250 300
Dist. hipocentral [km]

Silva Las Melosas Curicó Chusmiza

Para evaluaciones de PS, distancias hipocentrales superiores a 100 km no debieran ser


consideradas (cuando se trata de la fuente cortical cuyo decaimiento es bastante rápido a partir
del área epicentral, comparativamente con las otras dos fuentes sismogénicas). Esta eliminación
reduce drásticamente el número de reportes, impidiendo determinar una ley de atenuación
representativa para eventos corticales.

En el Gráfico 6-5 se puede comparar el ajuste de la curva dada por la Ec. 6.21 con las
intensidades reportadas para el terremoto de Las Melosas. Pese a que se observa un buen ajuste
de la ley de atenuación encontrada con los reportes de intensidades considerados, no es posible
extrapolar esta curva a eventos corticales de profundidades mayores a la cual fue calibrada, por
ende al evaluarla con z menores o iguales a 20 kilómetros, la curva entrega valores
extremadamente altos, por lo que no se considera consistente con lo esperado, debido a la falta de
registros de intensidades para este tipo de eventos.

126
Por ende, para efectos de la creación de mapas de PS según fuente cortical y efecto conjunto, se
empleará la relación encontrada por Leyton 2008, (comunicación personal, Ec. 6.17) obtenida a
partir de un set de eventos corticales en todo Chile Central.

Gráfico 6‐5: Atenuación terremoto de Las Melosas 

Atenuacion de Intensidad  observada, Las Melosas
11
10
9
8
Intensidad [IMM]

7
6
5
4
3
2
1
0 50 100 150 200 250 300
Dist. hipocentral [km]

Las Melosas Silva


 
Atenuacion de Intensidad observada, Las Melosas
12

11

10

9
Intensidad [IMM]

1
0 50 100 150 200 250 300 350
Dist. hipocentral [km]

Silva Bakun Howell Barrientos Leyton Chandra Observacion

127
Con el objeto de encontrar un ajuste que no sobrestime las intensidades en el área epicentral, ni
tampoco subestime el decaimiento con la distancia epicentral, se recurrió a otras relaciones de
atenuación internacionales obtenidas para escenarios sismotectónicos similares a las fallas
corticales analizadas en este estudio (fallas de tipo inversa) y aplicables a reportes de eventos
como Chusmiza, Curicó y Las Melosas. Dentro de las que mejor ajustan se pueden mencionar las
curvas dadas por Chandra (1979), Howell(1975) y Bakun (1997). Estas se presentan en la Tabla
6-3 y se muestran comparativamente en el Gráfico 6-5 parte inferior.

Tabla 6‐4: Caracterización leyes de atenuación para fuente cortical 

Autor  Ambiente  Relación 


Provincia cordillerana,  I(∆)= I0 + 0,322 – 0,1098* ln(∆) – 0,0012*∆
Howell & Schultz, 1975 
Norte América  (∆: distancia epicentral, [km]) 
Región NE de Provincia de Zagros,  I(R) = Io + 1.523 ‐ 0.01325 R ‐ 2.011 log R 
Chandra, 1979 
Irán  (R: distancia epicentral, [km]) 
IMM= 5.07 + 1.09*Ms –log (De) 
Bakun, 1997  California 
(De: distancia epicentral, [km]) 

Las dos primeras leyes de atenuación requieren del parámetro Io que corresponde a la intensidad
epicentral. En la mayoría de los casos, el valor de la intensidad en el área epicentral está
sobrestimado por diversas razones, por ello, Gutenberg- Richter en el año 1956, establecieron la
siguiente relación empírica para calcular la intensidad en el epicentro de manera algo más
objetiva (Ec. 6.22) que el reporte proveniente de la percepción de los pobladores.

2
M = 1 + ( ) ⋅I o (Ec. 6.22)
3

128
6.3 EFECTO DE SITIO
En este ítem se revisa el estado del arte de los antecedentes publicados en los cuales se ha
relacionado la unidad de suelo con el efecto de respuesta de sitio, identificándose rangos de
amplificación de la intensidad. Es importante mencionar que la autora propone para un posterior
estudio, analizar la eventual influencia en la posible amplificación de dicho parámetro como
respuesta de sitio para eventos correspondientes a la fuente intraplaca y cortical, pues las
investigaciones acá citadas hacen referencia a efectos observados en la Región Metropolitana,
con sismos de tipo interplaca thrust de una cierta magnitud, por ende no se conoce a la fecha si el
efecto de sitio tiene una dependencia con el tipo de fuente sismogénica, debiendo estudiar si
guarda relación con parámetros como caídas de tensión, o contenido de altas frecuencias, además
de la geología y profundidad de la napa freática.

La ciudad de Santiago no es la excepción en el fenómeno de amplificación de la señal sísmica


condicionada por la geología superficial (ver Figura 6-11), como quedó en evidencia durante el
terremoto de Valparaíso de 1906 (Montessus de Ballore, 1916) y el de 1985 (varios autores),
como se observa en la Figura 6-11. Durante este último evento se reportaron entre 0.5 y 2 grados
de diferencia en grados de intensidad entre áreas cercanas (Astroza y Monge, 1989; Menéndez,
1991, Lagos 2003). Según Astroza y Monge (1991) las mayores amplificaciones se producen en
depósitos constituidos por suelos finos y en los depósitos fluviales actuales poco consolidados. A
continuación, se revisan los antecedentes consultados en el presente trabajo:

Figura 6‐11: Perfil amplificación sísmica. J. Lagos, 2003. 

129
6.3.1 MONGE Y ASTROZA, 1989.

Tras analizar los efectos del terremoto del ‘85, se obtuvieron los resultados de la Tabla 6-5. El
estudio determinó las intensidades macrosísmicas en escala MSK a partir del levantamiento de
daños en las localidades afectadas y sus respectivos incrementos de acuerdo al tipo de suelo
fundacional, lo que se muestra en la Figura 6-12.

Tabla 6‐5: Incremento de Intensidad propuesta por Monge y Astroza, 1989. 
Incremento con respecto a  Incremento con respecto a 
Característica Suelo 
Intensidad en Roca  Intensidad en Grava 
Depósitos de grava  0.5 ‐ 1.0 0 
Depósitos coluviales  1.0 ‐ 2.0 0,5 – 1.0 
Depósitos de cenizas pumicíticas  1.5 ‐ 2.5 1,0 – 1,5 
Depósitos lacustres  2.0 ‐ 2.5 1,5 
 
Figura 6‐12: Efecto de amplificación propuesto por Monge y Astroza. 

130
6.3.2 ALGERMISSEN Y KAUSEL, 1992.

Entregan la zonificación de Chile central tal como lo muestra la Figura 6-13, a raíz de los
efectos observados por el terremoto de marzo del ‘85.

Figura 6‐13: Efecto de amplificación Algermisen y Kausel, 1992. 

131
6.3.3 LEYTON ET AL. 2010.

Este trabajo desarrollado en conjunto por ingenieros, geólogos y sismólogos, cuantifica el


incremento de intensidad considerando la metodología de Nakamura (1989), propiedades
dinámicas de los suelos, geología superficial y distribución estadística de daños
observados por el terremoto de 1985. Todas estas consideraciones, que a juicio personal
enriquecen este trabajo en comparación con los otros mencionados, permiten justificar
que los incrementos propuestos en este trabajo serán los adoptados en la presente tesis.

Figura 6‐14: Microzonificación de intensidades, terremoto 1985. 

Fuente: Leyton et al. 2010.

132
En base a la información anterior y empleando la técnica de micro vibraciones (Nakamura
1989, Pastén 2007, Leyton 2010) que entrega la relación de los espectros de amplitud de
Fourier entre la componente horizontal y vertical de la señal (relación H/V), con el objeto
de determinar el periodo fundamental del suelo y el factor de amplificación de los estratos
más superficiales. Conociendo el espectro, se identifica el tipo de curva (en Chile Central,
se han reconocido 4 tipos: peak de alta frecuencia y gran amplitud, peak de alta frecuencia
pero baja amplitud, curva plana y peak de gran amplitud a bajas frecuencias) y se asocia a
un determinado tipo de relleno. La relación suelo/basamento en conjunto con la geología
superficial permitieron definir de manera más detallada las unidades que se muestran en la
Figura 6-15 (Leyton et al., 2010) cuya descripción es la que sigue a continuación:

9 Unidad I. Rocas. Estas afloran en los cordones que rodean la cuenca de Santiago y en
los cerros islas (cerros de Chena, Santa Lucía, Renca y otros). De acuerdo al mapa de
Fock, 2005, hacia el noreste y este afloran principalmente rocas asignadas a la
Formación Abanico, intruidas por rocas ígneas. Al norte y al oeste dominan rocas más
antiguas, asignadas a las formaciones Lo Valle, Veta Negra y Lo Prado además de
cuerpos intrusivos cretácicos.

9 Unidad II. Gravas. Unidad constituida principalmente por materiales gruesos, con
predominio de gravas arenosas de compacidad media a alta. En la cuenca corresponden
principalmente a los depósitos subactuales de los ríos Maipo, Mapocho y Clarillo

9 Unidad IIIa. Depósitos constituidos por bloques y gravas subangulares en matriz


soportante areno-arcillosa con intercalaciones de arenas, limos y arcillas. En el área de
estudio corresponden a abanicos aluviales menores ubicados en las laderas de los
relieves principales que rodean la cuenca.

9 Unidad IIIb. Depósitos constituidos por gravas y bloques en matriz areno arcillosa.
Corresponden a abanicos aluviales antiguos, principalmente asociados al río Mapocho,
ubicados al noreste de la cuenca. Estos se ubican formando un relieve de altura media
como por ejemplo los cerros Apoquindo y Calán.

133
9 Unidad IV. Depósitos constituidos por gravas y bloques en matriz soportante arcillo
arenosa. En la cuenca se ubican en el relieve principal, al este y noreste, y corresponden
a depósitos de remociones en masa antiguos.

9 Unidad Va. Depósitos constituidos por gravas en matriz areno arcillosa con abundantes
intercalaciones de arenas, limos y arcillas y gruesos suelos limo arcillosos. En la cuenca
corresponden a los depósitos de abanicos aluviales de los esteros Colina y Arrayán.

9 Unidad Vb. Depósitos constituidos por arenas finas a gruesas con mezcla variable de
limos y arcillas. En la cuenca corresponden a los depósitos del estero Lampa.

9 Unidad VI. Depósitos constituidos por espesores mayores a 20 m de ceniza volcánica


con fragmentos líticos y pómez, asignada a la unidad denominada Ignimbrita de
Pudahuel. Los depósitos se ubican formando lomas de poca altura en el sector poniente y
norponiente de la cuenca de Santiago. Se incluyen en esta unidad depósitos de cenizas
con intercalaciones de arenas limos y gravas.

9 Unidad VII. Depósitos constituidos por limos y arcillas con intercalaciones de gravas,
arenas y cenizas. Los depósitos asignados a esta unidad se ubican principalmente en el
sector norte de la cuenca de Santiago. Unidad VIII. Depósitos de granulometría variable
entre gravas y limos. Corresponden a los depósitos de los cauces fluviales actuales que
se distribuyen en toda la cuenca.

Este trabajo de zonificación de la Cuenca de Santiago, propone clasificar cada una de las
unidades de suelo anteriormente descritas en dos grandes categorías a las cuales se les
asigna un incremento de intensidad, como se presenta en la Tabla 6-6:

Tabla 6‐6: Incremento de Intensidad propuesta por Leyton et. al 2010. 
Zona  Incremento  Incremento intensidad 
Unidad Geológica 
sísmica  Intensidad  propuesto este trabajo  
A  II y Va  0.0  0.0 
B  IIIa, Vb, VI y VII  0.5 ‐1.5  1.0 

134
Por ende, el aumento de intensidad dependiendo del suelo fundacional se ha considerado
binario (consenso tras comunicación verbal Leyton). En la Figura 6-16 se presenta la
distribución del efecto de amplificación en la Región Metropolitana, propuesto por el
autor.

Figura 6‐15: Unidades de Suelo Región Metropolitana. 

135
Figura 6‐16: Zonificación en la Región Metropolitana, Leyton et al. 2010. 

136
6.3.4 ASTROZA Y MOLINA, 2011.

Con el propósito de aprovechar la información de daños producidos por el reciente


terremoto del 27 de febrero del 2010, se hizo un catastro de los daños en las viviendas de
uno y dos pisos en 125 sectores pertenecientes a las 34 comunas que forman el Gran
Santiago. Luego, aplicando la metodología propuesta por Monge y Astroza (1989), se
determinó, a partir de la distribución de los grados de daños, la intensidad sísmica en cada
sector considerando y descartando la movilidad de la clase de vulnerabilidad. La
zonificación sísmica propuesta en el trabajo de Molina (2011) divide el Gran Santiago en
3 zonas, caracterizadas cada una de ellas por el tipo de Unidad Geológica en que se ubica
y por el incremento de la intensidad sísmica medido con respecto a la intensidad estimada
en la zona ubicada en la Unidad Geológica II (Gravas del Maipo y del Mapocho).

Algunos de las principales conclusiones del trabajo de Molina (2011), fueron:

1. Efecto de la napa freática: Se ha observado que la presencia de la napa a niveles


superficiales (entre 10 y 0 metros de profundidad, Medvedev (1965)) genera las
mayores intensidades. Mientras que niveles más profundos (de 230 a 30 metros)
coincide con los sectores donde se reportaron las menores intensidades (menores a
VI), Las Condes y Vitacura emplazadas en la Unidad II (gravas del Maipo y
Mapocho).

2. Las mayores intensidades (alcanzaron VIII.5) en el terremoto del 27 de febrero del


2010, se presentaron en el sector norponiente de Santiago (depósitos arcillosos y
limosos).

3. No fue posible definir la amplificación del valor de la intensidad por efecto de la


presencia superficial de la napa freática, solo se comprueba y observa el efecto
perjudicial en algunas zonas del Gran Santiago, sin ser posible establecer una
microzonificación a partir de ambas variables.

4. Se sugiere revisar la división de sectores propuesta por Leyton et al,. 2010, pues en
dicho trabajo se planteó que las Unidades IIIa, VI y VII corresponden a una misma
zona, lo que se contrapone a lo presentado en la investigación más reciente, que
137
observa que la Unidad VII presenta mayores intensidades que las otras dos
unidades geológicas.

5. Se recomienda que la división de dos zonas para la Unidad II, propuesta por Moje
y Astroza, 1989, no se considere dado que en el trabajo de Molina (2011), no se
observan diferencias de comportamiento dentro de esta misma unidad
correspondiente a grava.

6. En los denominados sectores “antiguos”, que son 90 de los 125 sectores


analizados, se realizó una comparación de la información de intensidad con la que
se cuenta para los últimos dos grandes terremotos que han afectado a Chile
Central, el de 1985 y el del 2010. Estas diferencias se resumen en la Tabla 6-7
observando que el evento de marzo del ’85 fue levemente más severo para las
viviendas de 1 y 2 pisos, que el pasado terremoto del 27 de febrero del 2010.

Tabla 6‐7: Comparación incremento de intensidades, terremoto 1985 y 2010, en Chile Central
∆ IMSK (2010)  
Tipo Suelo  Unidad  s/movilidad  c/movilidad  Comentarios 
clases  de clases 
Grava  II  0,5 – 1,0 0 ‐0,5 El incremento fue mayor en 1985
Aluviales  IIIa  0 ‐0,5 0 ‐ 0,5 El incremento fue mayor en 1985
El incremento fue mayor en 1985. Unidad 
Ignimbritas  VI  1,0  0,5 – 1,0  que presenta la mayor diferencia entre 
ambos sismos. 
Arcillas y 
VII  1,0  0  El incremento fue mayor en 1985 
Limos 

7. Por último, la zonificación propuesta corresponde a la que se presenta en la Tabla


6-8. En ella se consideraron como deltas máximos los valores más desfavorables
observados (ver Figura 6-17 )

Tabla 6‐8: Zonificación e incrementos propuestos, Molina 2011.
Zona  Unidad Geológica  ∆ IMSK c/r a grava 
C  II  0.0 
D  IIIa y VI  0.0 ‐1,0 
E  VII  0.0 ‐1.5 

138
8. Se recomienda un mayor estudio geológico en la zona sur de Puente Alto, por
significar una singularidad (circulo magenta) en relación al resto de la comuna,
dado sus mayores reportes de intensidad en el pasado terremoto del 27 de febrero.

Figura 6‐17: Zonificación en la Región Metropolitana, propuesta por Molina, J. 2011. 

139
6.4 SENSIBILIDAD PARAMETROS Y METODOLOGIA DE LOGIC TREES
La evaluación del peligro sísmico, ya sea determinístico y/o probabilístico, incorpora incertezas
asociadas al entendimiento incompleto de los mecanismos que controlan los complejos procesos
de generación de terremotos y de propagación de ondas sísmicas, provenientes de supuestos
adoptados conforme a la información y al conocimiento que se tenga al respecto. El método
ordena la serie de estimaciones a realizar en el análisis de peligrosidad, y dirige la incertidumbre
de cada estimación de una manera secuencial hasta obtener la incertidumbre de los resultados
finales.

Dada la incertidumbre que se incorpora con cada input considerado, es que cobra importancia el
uso formal de una metodología que permita cuantificar los juicios y decisiones que se toman en
una evaluación de peligro sísmico probabilístico (PSHA), con este fin es que se emplean los
esquemas de arboles lógicos, en que cada rama (que puede ser un número arbitrario según criterio
del evaluador) tiene un peso asignado en base a la credibilidad del escenario representado por la
respectiva rama.

Dentro de los aspectos (nodos) frente a los cuales se toman decisiones (ramas) dependiendo de la
fuente sismogénica a considerar, se barajan alternativas de acuerdo a la literatura consultada y a
la experiencia observada, mediante un factor peso que representa el grado de preferencia de cada
una de las ramas, éstos serán asignados apelando al “criterio experto”. La selección de las ramas
responde a la visión epistémica, es decir, decisiones frente a los cuales el estado del arte actual no
permite tener certeza de dicho parámetro (ignorancia respecto del input).

Los arboles lógicos fueron introducidos en el año 1984, como herramienta en los estudios de
PSHA, y tienen por objeto capturar y cuantificar las incertezas epistémicas que se incorporan en
cada input considerado, es decir asociadas a la falta de conocimiento y muchas veces subjetivas,
y no a aquellas incertezas aleatorias debido a procesos estocásticos que son aquellas incertezas
reducibles.

Los principios esenciales que deben cumplir cada rama de un árbol lógico: a) son la mutua
exclusividad y b) la colectividad exhaustiva, lo que implica que cada uno de los conceptos no
pueda incluir a ninguno de los otros (propiedad de los esquemas clasificatorios), y que el

140
concepto tome todas las variables posibles, respectivamente. Muchas ramas incrementan la
posibilidad de generar un modelo redundante, lo que viola el principio de mutua exclusividad,
además es incorrecto suponer que muchas incertezas implican un gran número de ramas.

Otro aspecto a considerar es la asignación de los pesos, en ocasiones se asignan de manera


uniforme a las ramas (distribuciones equi probables) lo que muchas veces se confunde con una
falta de conocimiento, criterio conservador o indiferencia del experto frente a la elección de uno
u otro modelo, lo cual no resuelve el objetivo de los logic trees.

Una curva de peligro sísmico representa el análisis de una de las ramas del árbol construido. Una
de las tendencias más usadas, es considerar la curva de peligro promedio, resultante de la
operación probabilística en función de los pesos asignados a cada nodo de cada rama.

Cada rama que parte de un nodo representa una posible alternativa discreta para el parámetro o
estado del proceso en cuestión, y lleva asignada una probabilidad que indica el grado de
credibilidad de que la rama represente el valor correcto. Estas probabilidades son condicionales, y
se asume que todas las ramas que conducen a un nodo representan el estado verdadero de los
parámetros precedentes, siendo la suma de todas ellas la unidad.

Previa asignación de pesos en las ramas del logic tree, es preciso complementar este tipo de
ejercicio con un análisis de sensibilidad, pues de lo contrario es imposible juzgar la relevancia de
alguna sección del árbol, como también la influencia de ciertos parámetros en distintos periodos
de vida útil considerados para conocer la criticidad de ellos en el resultado de peligro sísmico.

Para ello, se presentan curvas de probabilidad de excedencia en distintas coordenadas


(considerando un punto representativo del sector costa, centro y cordillera), y se evaluó la
variación que experimenta la intensidad alcanzada a medida que se modifican los valores de los
input tales como:

• Sensibilidad coeficientes de G-R: Ambos parámetros que caracterizan las fuentes


sismogénicas, provienen de la metodología propuesta por Stepp (1973). Esta consiste en
determinar la mínima ventana temporal en la cual se puede confeccionar el catálogo considerado
como “representativo”. La pregunta entonces es qué tanto varía el a y b, de acuerdo al periodo t

141
que se seleccione, pues este se obtiene como el punto en que coinciden la intersección de la
desviación estándar para cada rango de magnitud con la recta teórica que asume una media
estable (a partir del cual el rango se vuelve estacionario), en un gráfico log –log. Se menciona que
los rangos mayores de magnitud representan una estimación menos estable aún de la media, pues
se cuenta con pocos registros.

Para responder lo anterior, se recurre al Gráfico 6-6 correspondiente a los datos empleados de la
fuente interplaca trust para realizar la metodología de Stepp (1973) (mismo comportamiento se
observa con las otras dos fuentes, se presenta una sola de modo indicativo).

En algunos rangos de magnitudes no es claro elegir un único t, mínimo tiempo a partir del cual el
comportamiento en escala log - log se vuelve estable (lineal). Por ejemplo, para la magnitud 5.5 –
6.0 se pueden considerar indistintamente 10 ó 20 años como el periodo necesario para representar
sismos de ese rango de magnitud en un catálogo (elipse segmentada roja). Por lo tanto, además de
apelar al “criterio experto”, se requiere un análisis para concluir qué tan sensible es la relación de
magnitud- frecuencia para diferentes periodos t seleccionados.

Gráfico 6‐6: Metodología Stepp, Fuente interplaca 
Desviacion versus ventana de tiempo según rangos de Ms, eventos interplaca
10.00

1.00
Desviación Sr

0.10

0.01
1 Tiempo [años] 10 100

4,5 - 5,0 5,0 - 5,5 5,5 - 6,0 6,0 -6,5 6,5 -7,0 7,0 - 7,5

142
Para algunos rangos de magnitud, se tiene un trío de posibles periodos t que convierten un
catálogo completo para dicha magnitud. En general, se consideró el central como el que tiene
mayor credibilidad debido al comportamiento gráfico, pero en ocasiones puede ser considerado
también el periodo inmediatamente anterior y/o posterior.

Este ejercicio, permitió concluir que variaciones de t hacen variar mucho más el a-value,
mientras que la pendiente de la relación G-R se conserva en cada caso, por lo que el b- value no
es tan sensible a fluctuaciones del periodo t elegido (que se traduce en modificaciones en el
conteo de eventos por rango de magnitud según lo establece la metodología de Stepp), ya que se
mantienen cuasi paralelas las tres rectas en escala semi log, como se observa en el Gráfico 6-7
como ejemplo, considerando la fuente interplaca.

Gráfico 6‐7: Relación Gutenberg Richter fuente interplaca thrust 
Relación Gutenberg  Richter Interplaca  thrust
y = ‐0.9189x + 5.4495 y = -0.8648x + 5.0295 y = -0.9521x + 5.3446
R² = 0.9935 R² = 0.9987 R² = 0.9824

2.000

1.500

1.000
Log (N/T)

0.500

0.000
3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0

-0.500

-1.000

-1.500

-2.000
Ms
anterior central siguiente

La metodología hace el conteo de eventos en un cierto rango de magnitudes para ciertos


intervalos crecientes de periodos de años, a partir del año más reciente considerado. Esto hace
reflexionar acerca de la posibilidad de considerar esos intervalos de tiempo (1, 2, 3, 5, 7,10, 20
hasta 100 años) pero en ventanas móviles, pues qué tan representativa es la sismicidad en el año
2006 (último año del catalogo de acuerdo a complemento de Pedro Araya) contándolo como 1
143
año, y no varios periodos de un año que pudieran representar mejor el numero de eventos que
suceden en Chile para cada tipo de fuente. Se evaluó esta modificación pero no ayuda a reducir la
subjetividad, solo permite visualizar la variabilidad de la sismicidad registrada, es decir, si la
frecuencia de eventos se ha repartido uniformemente en un mismo intervalo de tiempo y de
magnitudes, en toda la extensión temporal abarcada en el catálogo.

• Magnitud Mínima: El objetivo es conocer el efecto de considerar una u otra magnitud (Ms
4.5 ó 5.0) de corte inferior y su influencia en las intensidades producidas en un
determinado punto. Para ello se recurre a las curvas del Gráfico 6-8.

• Magnitud máxima: Este parámetro depende de la fuente a considerar. El programa de


cálculo del PS considera por default como Ms 8.5, 8.0 y 7.0. para eventos interplaca
thrust, intraplaca y corticales, respectivamente. En las curvas del Gráfico 6-9, se observa
el desfase hacia la derecha a medida que aumento el Mmax considerado en el PSHA.

• Leyes de Atenuación: Mismo ejercicio que el caso anterior, para una misma fuente, se
emplean distintas relaciones de atenuación de IMM y se observa el efecto y
comportamiento de las curvas para distintos periodos de vida útil. Ver Gráfico 6-10.

Gráfico 6‐8: Curvas PS distintas ubicaciones, cambiando rangos magnitudes limites. 
Distribución probabilidades  excedencia para coordenada  (‐33.6; ‐71.6).
Efecto fuente Interplaca thrust, Ley atenuación  Silva  (2008). Variaciones  en limites de magnitudes. 
Periodo de Vida util 10 años.
1.1E+00

1.0E+00

9.0E‐01
Probabilidad  excedencia (%)

8.0E‐01

7.0E‐01

6.0E‐01

5.0E‐01

4.0E‐01

3.0E‐01

2.0E‐01

1.0E‐01

0.0E+00
10.2
10.5
10.8
11.1
11.4
11.7
12.0
3.0
3.3
3.6
3.9
4.2
4.5
4.8
5.1
5.4
5.7
6.0
6.3
6.6
6.9
7.2
7.5
7.8
8.1
8.4
8.7
9.0
9.3
9.6
9.9

Intensidad IMM

10_mmin 10 10_mmax 10_3.5 10_4.0 COSTA

144
Distribución probabilidades excedencia para coordenada (‐33.47; ‐70.66).
Efecto fuente Interplaca thrust, Ley atenuación Barrientos (1980). Diferencias limites   magnitud. periodo vida 
util de 50 años.
1.1E+00

1.0E+00

9.0E‐01
Probabilidad  excedencia (%)

8.0E‐01

7.0E‐01

6.0E‐01

5.0E‐01

4.0E‐01

3.0E‐01

2.0E‐01

1.0E‐01

0.0E+00

10.2
10.5
10.8
11.1
11.4
11.7
12.0
3.0
3.3
3.6
3.9
4.2
4.5
4.8
5.1
5.4
5.7
6.0
6.3
6.6
6.9
7.2
7.5
7.8
8.1
8.4
8.7
9.0
9.3
9.6
9.9
Intensidad IMM

50_SB_mmin 50 50_SB_mmax 50_SB_3.5 50_SB_4.0

CENTRO

Distribución probabilidades excedencia para coordenada (‐33.6; ‐69.9).
Efecto fuente interplaca thrust, Ley atenuación Leyton (sin publicar). Distintos limites magnitud. periodo vida 
util de 100 años.
1.2E+00

1.1E+00

1.0E+00

9.0E‐01
Probabilidad  excedencia (%)

8.0E‐01

7.0E‐01

6.0E‐01

5.0E‐01

4.0E‐01

3.0E‐01

2.0E‐01

1.0E‐01

0.0E+00
3.0
3.3
3.6
3.9
4.2
4.5
4.8
5.1
5.4
5.7
6.0
6.3
6.6
6.9
7.2
7.5
7.8
8.1
8.4
8.7
9.0
9.3
9.6
9.9
10.2
10.5
10.8
11.1
11.4
11.7
12.0

Intensidad IMM

100_FL_mmin 100 100_FL_mmax 100_FL_3.5 100_FL_4.0

CORDILLERA

 
Nomenclatura: Ejemplo, fuente interplaca, periodo de vida útil de 10 años. 

4.5 5.0 y 8,5 5,0 y 8.0 3.5 4.0


145
Gráfico 6‐9: Curvas PS modificación Mmax sobre un punto en costa (‐33.6;‐71.6).  

 
Arriba: fuente interplaca (izquierda Mmax 8.5; derecha Mmax 9.0).  
Centro: fuente intraplaca (izquierda Mmax 7.5; derecha Mmax 8.0). 
Abajo: Fuente cortical (izquierda Mmax 7.0; derecha Mmax 7.5). 
146
Gráfico 6‐10: Curvas PS distintas ubicaciones, cambiando leyes atenuación. 
Distribución probabilidades excedencia para coordenada (‐33.6; ‐70.6).
Efecto fuente interplaca thrust,  distintas leyes de atenuación
1.10E+00

1.00E+00

9.00E‐01

8.00E‐01
Probabilidad excedencia (%)

7.00E‐01

6.00E‐01

5.00E‐01

4.00E‐01

3.00E‐01

2.00E‐01

1.00E‐01

0.00E+00

10.2
10.5
10.8
11.1
11.4
11.7
12.0
3.0
3.3
3.6
3.9
4.2
4.5
4.8
5.1
5.4
5.7
6.0
6.3
6.6
6.9
7.2
7.5
7.8
8.1
8.4
8.7
9.0
9.3
9.6
9.9
Intensidad IMM

10_SB 10_FL 10_NS 50_SB 50_FL 50_NS


100_SB 100_FL 100_NS 250_FL 250_SB 250_NS
COSTA

Distribución probabilidades excedencia para coordenada (‐33.47; ‐70.66).
Efecto fuente interplaca thrust,  distintas leyes de atenuación
1.10E+00

1.00E+00

9.00E‐01

8.00E‐01
Probabilidad  excedencia (%)

7.00E‐01

6.00E‐01

5.00E‐01

4.00E‐01

3.00E‐01

2.00E‐01

1.00E‐01

0.00E+00
10.2
10.5
10.8
11.1
11.4
11.7
12.0
3.0
3.3
3.6
3.9
4.2
4.5
4.8
5.1
5.4
5.7
6.0
6.3
6.6
6.9
7.2
7.5
7.8
8.1
8.4
8.7
9.0
9.3
9.6
9.9

Intensidad IMM
10_SB 10_FL 10_NS 50_SB 50_FL 50_NS
100_SB 100_FL 100_NS 250_FL 250_SB 250_NS

CENTRO

147
Distribución probabilidades excedencia para coordenada (‐33.6; ‐69.9).
Efecto fuente interplaca thrust,  distintas leyes de atenuación
1.10E+00

1.00E+00

9.00E‐01

8.00E‐01
Probabilidad  excedencia (%)

7.00E‐01

6.00E‐01

5.00E‐01

4.00E‐01

3.00E‐01

2.00E‐01

1.00E‐01

0.00E+00

10.2
10.5
10.8
11.1
11.4
11.7
12.0
3.0
3.3
3.6
3.9
4.2
4.5
4.8
5.1
5.4
5.7
6.0
6.3
6.6
6.9
7.2
7.5
7.8
8.1
8.4
8.7
9.0
9.3
9.6
9.9
Intensidad IMM
10_SB 10_FL 10_NS 50_SB 50_FL 50_NS
100_SB 100_FL 100_NS 250_FL 250_SB 250_NS

CORDILLERA

De la muestra presentada en el Gráfico 6-8 y del completo análisis realizado para las distintas
fuentes, se concluye que al reemplazar el valor mínimo Ms 5.0 (default) por 4.5 (incluso
reduciendo la magnitud de corte inferior hasta Ms 3.0), las curvas son completamente
coincidentes para todo periodo de vida útil considerado independiente de la fuente analizada, de
la probabilidad de excedencia y del punto de observación (es decir, donde se quiera calcular la
amenaza si es al E u W de la zona de estudio). Por ende, se concluye que no aporta en nada
incorporar a la evaluación del PS eventos de magnitudes menores, es decir, el input Mmin no se
considerará una rama del árbol lógico a construir. Sin embargo y como era de esperar, al reducir
la Mmax establecida por defecto (dado los antecedentes históricos para cada fuente), el peligro
sísmico disminuye (curvas Mmax desfasadas a la izquierda de las curvas default y Mmin). La
diferencia entre las curvas se acrecenta a medida que aumentan los periodos de vida útil (mismo
fenómeno se observa para todas las fuentes e independiente de la ley de atenuación). Esto se
interpreta como que la relevancia del valor de Mmax toma importancia para mayores periodos de
vida útil, ya que se asemeja al periodo de recurrencia de los eventos máximos para cada fuente,

148
subestimando, por ende, mayormente los valores de intensidades alcanzadas al no considerar en
la evaluación los eventos grandes.

El análisis de las leyes de atenuación se realiza mediante curvas del tipo como las presentadas en
el Gráfico 6-10, concluyendo que es un parámetro relevante para todo PSHA. Para cualquier
punto de evaluación, se observa que a mayores periodos de vida útil analizados, la diferencia
entre las curvas consideradas se acentúa (con mismos rangos de magnitudes, mismos parámetros
G-R y variando las leyes según cada fuente). Algunos autores no representan bien el efecto de
influencias de una determinada fuente sobre el punto de observación conforme a su cercanía,
subestimado en algunos casos el valor alcanzado de intensidad y sobrestimándolo en otros. Como
comentario general para las fuentes inter e intraplaca, se observa que el comportamiento de las
relaciones de Barrientos y Silva son bastante similares siendo en algunos casos coincidentes en la
probabilidad de excedencia considerada, sobre todo para la fuente intraplaca, y en general,
entregan valores menores que las curvas obtenidas mediante la ley de atenuación de Leyton (sin
publicar). En el caso de la fuente intraplaca, se considerará con mayor peso la ley de Leyton, pues
es la que mejor representa el efecto esperado en un punto ubicado hacia el oriente de la zona de
estudio (no debiera tener mayor contribución la fuente interplaca individual sobre un punto
ubicado hacia el sector cordillerano). Mismo análisis para el caso espacialmente opuesto, es
decir, un punto ubicado hacia el oeste. Se observa además que las tres leyes representan bien la
influencia de la fuente interplaca sobre un determinado punto de observación.

Existen otros parámetros que se incorporan en el PSHA y que llevan consigo incertezas, pero
éstas no están asociadas a ignorancia al respecto, es decir no pueden ser consideradas como
epistémicas, sino más bien no se tiene certeza porque son valores aleatorios que están presenten
en una evaluación y que no pueden ser reducidos, tales como la profundidad focal a la que se
modela la fuente cortical (superficie subhorizontal) a profundidades de 8, 10 ó 20 kilómetros, la
determinación de Io (Intensidad epicentral) empleada en la ley de atenuación para eventos
corticales propuesta por Chandra (1979) y Howell (1975) de acuerdo a Imax ó I de Gutenberg-
Richter (fórmula 6.22), o bien la longitud de ruptura considerada para la fuente modelada a
partir de la falla cortical, el que puede ser L, L/2; L/3 de acuerdo a los largos empleados en la
literatura. (Wells & Coppersmith, 1994).

149
Se considerarán los siguientes nodos para las distintas fuentes reconocidas en Chile Central (en
orden cronológico de los trabajos citados), entendiéndose como las decisiones que el evaluador
enfrenta al momento de elaborar un PSHA:

a. Relaciones Escalamiento:

i. Cortical: Wells & Coppersmith, 1994; Konstantinou, 2005; Scholz, 1990.

ii. Interplaca: No aplica.

iii. Intraplaca profundidad intermedia: No aplica.

b. Magnitud Máxima:

i. Cortical: 6.6 -6.8; 6.8 - 7.0 y 7.0 - 7.5

ii. Interplaca: 8.5 y 9.0.

iii. Intraplaca profundidad intermedia: 7.5 y 8.0.

c. Coeficiente Gutenberg - Richter:

i. Cortical: con seis ramas: Labbé, Barrientos, Martin, Romanoff, Silva y Leyton.

ii. Interplaca seis ramas: Labbé, Barrientos, Martin, Romanoff, Silva y Leyton.

iii. Intraplaca profundidad intermedia con seis ramas: Labbé, Barrientos, Martin,
Romanoff, Silva y Leyton.

d. Ley de Atenuación para intensidades:

i. Cortical: con seis ramas: Barrientos, Silva, Leyton, Bakun, Howell y Chandra.

ii. Interplaca tres ramas: Barrientos, Silva, Leyton.

iii. Intraplaca profundidad intermedia con tres ramas: Barrientos, Silva, Leyton.

e. Efecto de sitio:

i. Cortical: No aplica.

ii. Interplaca thrust cuatro ramas: Monge y Astroz;1989; Algermissen y Kausel et al.
1992, Leyton et al.2010; Astroza y Molina, 2011.

iii. Intraplaca de profundidad intermedia: No aplica.

150
Se presentan los arboles lógicos construidos para cada fuente con sus respectivos pesos asociados
conforme la confiabilidad de la respectiva rama y asignados de acuerdo al análisis de sensibilidad
realizado previamente de cada uno de los input considerados, cuyos efectos han sido
anteriormente descritos.

Se debe mencionar que se ha separado por fuentes solo a modo práctico, pues la elaboración de
mapas de PS para cada fuente no es una opción, por ende no son ramas, son fuentes que se deben
considerar y que en Chile Central están bien identificadas y caracterizadas. En este último
aspecto, es la excepción la fuente cortical que es la que presenta las mayores incertidumbres,
dado los escasos registros de sismos importantes con los que se cuenta.

151
6.4.1 LOGIC TREE FUENTE INTERPLACA THRUST

152
6.4.2 LOGIC TREE FUENTE INTRAPLACA PROFUNDIDAD INTERMEDIA

153
6.4.3 LOGIC TREE FUENTE CORTICAL CORDILLERANA

154
6.5 MAPAS DE PELIGRO SÍSMICO PROBABILISTICO PARA VARIABLE DE
INTENSIDAD
En un mapa de PSHA se representan las curvas de intensidades de Mercalli con un 10%, 5% y
2% de probabilidad de excedencia (o bien 90%, 95% y 98% nivel de confidencia), calculadas
para periodos de vida útil de 10 y 50 (ambos con 10%), 100 y 250 años, respectivamente, que
corresponden a 95, 475, 1.950 y 12.375 años de periodos de retorno.

El nivel de excedencia (denominado RISKt) se define como la probabilidad que, en un tiempo


determinado (tiempo de vida útil t) ocurra un sismo de intensidad igual o mayor a una intensidad
dada a. El nivel de excedencia entonces se expresa como se presenta en la Ec.6.23
−t
RISKt = 1 − exp( ) (Ec. 6.23)
Ry(a )

En donde,
t : tiempo de vida útil, dependiendo del tipo de estructura y/o infraestructura diseñada.

Ry(a): periodo de retorno promedio en años de un sismo de intensidad > a.

El nivel de confidencia se expresa como se muestra en la Ec.6.24:

Nivel _ confidencia = 1 − Riskt (Ec. 6.24)

En la Figura 6-18 se muestran valores representativos de criterios empleados en la selección de


movimientos sísmicos de diseño (Grases, 1989), los que dependen del tipo de obra a considerar.

En las siguientes figuras se presentan:

1. Mapa probabilístico fuente interplaca thrust, utilizando ley de atenuación Silva (Ec. 6.14)

2. Mapa probabilístico fuente intraplaca profundidad intermedia, atenuación Silva (Ec. 6.16)

3. Mapa probabilístico fuente cortical cordillerana, ley atenuación Leyton (Ec. 6.17) 

4. Mapa probabilístico efecto conjunto de las fuentes. Es importante recalcar que los
resultados aquí entregados corresponden a la combinación de las tres fuentes
sismogénicas antes descritas. Luego, no es posible identificar un único evento u operación
entre las fuentes que reproduzca dicho escenario en la cuenca de Santiago. 
155
Figura 6‐18: Criterios para selección de movimientos sísmicos de diseño 

Cada uno de los siguientes mapas fue desarrollado empleando el programa elaborado por Leyton
2007 denominado CalPelSis. Este requiere: a y b de G-R, Mmin, Mmax, lat y long de la estación
(en este caso punto central de cada celda que compone la zona de estudio grillada), código que
emplea a la correspondiente ley de atenuación conforme el parámetro a atenuar (pga ó IMM),
archivos con las fuentes sismogénicas modeladas mediante representación puntual de hipocentros
en cada rectángulo que representa la zona sismogénica (archivo.sour), periodo de vida útil (10,
50, 100 y 250 años) y probabilidad de excedencia respectiva a considerar (0,1;0,1; 0,05 y 0,02).
El programa entrega como output un archivo con la IMM alcanzada en cada celda (lat, long),
para la correspondiente probabilidad de excedencia y para el correspondiente periodo de vida útil
calculado. Esto puede ser exportado, para posteriormente hacer el cruce en un sistema de
información geográfico, SIG.

A continuación se presentan los mapas de isosistas sólo para el periodo de retorno de 475 años
(50 años vida útil, y 10% probabilidad de excedencia, correspondiente a estructura de carácter
habitacional como es el enfoque del presente trabajo) a los cuales no se les ha incorporado el
efecto de sitio.

Los demás periodos de retorno de interés, y los efectos, individual y conjunto, de las fuentes, se
muestran en el Anexo B, así como también los resultados obtenidos mediante las distintas leyes
de atenuación analizadas en este trabajo.

156
6.5.1 FUENTE INTERPLACA THRUST (475 AÑOS DE PERIODO DE RETORNO)

157
6.5.2 FUENTE INTRAPLACA DE PROFUNDIDAD INTERMEDIA (475 AÑOS DE PERIODO DE
RETORNO)

158
6.5.3 FUENTE CORTICAL CORDILLERANA (475 AÑOS DE PERIODO DE RETORNO)

159
6.5.4 EFECTO CONJUNTO DE LAS FUENTES (475 AÑOS DE PERIODO DE RETORNO, LEY
ATENUACION SILVA & LEYTON)

160
6.6 MAPAS DE PELIGRO SÍSMICO DETERMINISTICO PARA VARIABLE DE
INTENSIDAD
Representan las intensidades producidas por los eventos, pertenecientes a cada una de las fuentes
sismogénicas, considerados como los sismos más desfavorables y máximos creíbles, de acuerdo a
criterios y parámetros explicados anteriormente. Calculados a partir de las magnitudes máximas
históricas para cada fuente y empleando las leyes de atenuación obtenidas de Silva 2011, y en el
caso cortical la proporcionada por Leyton 2008 (sin publicar), se obtienen los mapas de DSHA
(6.6.1, 6.6.2 y 6.6.3) en los cuales no se a incorporado el efecto de sitio.

Para cotejar los resultados obtenidos a partir de los escenarios máximos creíbles por cada fuente
sismogénica, y en especial comparar las intensidades alcanzadas en la zona de estudio (cuenca de
Santiago), se recurre a los antecedentes históricos de los terremotos principales que han afectado
a Chile central, como se detalla en la Tabla 6-9.

Tabla 6‐9: Eventos desfavorables para Chile Central 
Intensidad 
Intensidad  Máxima 
Tipo Evento  Descripción  Magnitud  Referencia 
Máxima  reportada en 
Santiago 
Valparaíso, Marzo 03 de  IX.5 (San  Menéndez, 
Interplaca Thrust  7.8  VIII.5 
1985  Antonio)  1991 
Intraplaca Profundidad  La Ligua, Marzo 28 de  Eisenberg 
7.1  X (La Ligua)  VIII 
Intermedia  1965  1972 
Las Melosas, Septiembre  Sepúlveda et 
Cortical Cordillerano  6.6 – 6.9  IX (El Volcán)  V 
04 de 1958  al. 2010 

Se observa que la distribución de intensidades generadas determinísticamente, son comparables


con las isosistas reportadas por los eventos máximos históricos pertenecientes a las fuentes
interplaca thrust e intraplaca de profundidad intermedia. (Observando además la intensidad
reportada en Santiago).

En el caso de la fuente cortical las intensidades obtenidas por un sismo gatillado en la traza de la
Falla San Ramón, son mayores que las isosistas alcanzadas en el terremoto de Las Melosas
(Figura 6-19), esto responde en parte a lo que se menciona a continuación.

161
La falta de antecedentes para este tipo de fuente, junto con impedir calibrar adecuadamente una
ley de atenuación, no permite hacer una comparación robusta de intensidades reportadas. Esto
debido a la rápida atenuación que presentan estos sismos y su lejanía con áreas pobladas, los
escasos registros de daños estructurales y de infraestructura no son los suficientes como para
establecer las isosistas a partir de la distribución estadística de daños.

No es posible, por ende, comparar las intensidades obtenidas mediante el DSHA de la longitud de
ruptura considerada para la FSR, con las intensidades producidas por el único evento cortical con
reporte de daños, como es el terremoto de Las Melosas. Esto se debe a que los eventos responden
a distintas fallas geológicas generadoras, en un caso se asocia a un escenario producto de la FSR
y en el otro, de acuerdo a antecedentes preliminares estaría vinculado a la falla Chacayes Yesillo.
Por otro lado, como ya se mencionó anteriormente, el decaimiento de las intensidades en este tipo
de eventos es bastante rápido teniendo peaks de IMM bastante altos, por ende, la cercanía de la
falla a la zona de estudio es un factor clave para estimar los daños producidos en la zona
epicentral. Es decir, por ejemplo la FSR se ubica en el límite oriental de la Cuenca de Santiago (a
aproximadamente 12 km), a diferencia del epicentro del terremoto de Las Melosas que se ubicó
al interior del valle del río Maipo a 65 km al este de Santiago (Sepúlveda et al. 2010), esta
diferencia de distancias epicentrales permitiría explicar las mayores intensidades en el eventual
escenario de ruptura de un determinado segmento de la FSR.

Un estudio reciente del terremoto de Las Melosas (1958), ha estimado que sismos corticales de
M~7.0 pueden generar IMSK máximas de hasta IX grados, sin considerar efectos de sitio
(Sepúlveda et al., 2008).

162
Figura 6‐19: Isosistas Terremoto de Las Melosas, 1958.  

Fuente: Sepúlveda et al. 2010.

163
6.6.1 FUENTE INTERPLACA THRUST

164
165
6.6.2 FUENTE INTRAPLACA DE PROFUNDIDAD INTERMEDIA

166
167
6.6.3 FUENTE CORTICAL CORDILLERANA

168
169
170
CAPITULO 7 EVALUACION DE RIESGO SISMICO

La forma más común de obtener riesgo sísmico, mediante el análisis separado de vulnerabilidad
sísmica estructural y peligro sísmico (evaluación probabilística), es a través de grados de daños
en las estructuras e infraestructura consideradas. A partir de ellos, se pueden derivar análisis de
eventual población y servicios afectados, y las correspondientes medidas consideradas, como
habilitación de albergues, destinación de recursos a las áreas mayormente comprometidas, etc.

Para la evaluación de riesgo sísmico, en su mayoría la bibliografía revisada obtiene los grados de
daño mediante la aplicación de software comerciales (con enfoque en cuantificaciones
económicas de las perdidas), o bien en el ámbito académico mediante el empleo de la Escala
MSK o de su actualización y adaptación (Escala EMS), a través de la asignación de clases de
vulnerabilidad (variable cualitativa) a las tipologías constructivas que se deseen evaluar (y según
criterio experto). En general, no se incorpora ningún enfoque cuantitativo de evaluación de la
vulnerabilidad, como lo que se propone preliminarmente en este estudio. Por ello, uno de los
aportes novedosos es la curva propuesta que relaciona la variable dependiente de grado de daño
promedio con las variables independientes, índice de densidad de muros en viviendas de
albañilería reforzada, y la intensidad reportada, ambas variables cuantitativas continuas.

Dado que por definición un estudio de riesgo sísmico hace referencia a la probabilidad de exceder
un cierto umbral de daños o pérdidas económicas, el cruce de información para obtener riesgo
debe provenir (en estricto rigor) del enfoque probabilístico de peligro sísmico, incorporar el
efecto de sitio según propuesta de la Tabla 6.6, y los resultados de vulnerabilidad obtenidos
anteriormente. En este capítulo de todas maneras se incluye un breve análisis de riesgo
proveniente del DSHA, solo con fines referenciales de presentar los escenarios extremos
considerados.

Los mapas de riesgo sísmico generados en el presente capitulo, toman en consideración sólo los
escenarios de peligro sísmico para una vida útil de 50 años y 10% de probabilidad de excedencia,
como lo sugiere la Figura 6-18 para el caso de viviendas. Los restantes mapas de peligro podrían
ser empleados para evaluar el riesgo de otro tipo de estructuras, ya que solo se requiere la
superposición espacial de esta capa de información, con la de vulnerabilidad.

171
Se presentan a continuación dos enfoques alternativos de riesgo sísmico estructural en los
conjuntos habitacionales considerados dentro de la Región Metropolitana. En consecuencia con
lo desarrollado en el capítulo de vulnerabilidad, el primero emplea la clasificación de los
conjuntos mediante “Clases de Vulnerabilidad “ asimiladas a ambas muestras, y las intensidades
generadas por los distintos escenarios de los análisis de PS probabilístico. El segundo resultado
de riesgo sísmico estructural, se expresa mediante el empleo de la función de riesgo propuesta Gd
[I, (d/n)%], la que recoge la intensidad de cada PSHA considerado, y el índice de densidad de
muros calculado para cada estructura analizada. Este último enfoque, es el que se presenta en
formato de mapas de riesgo sísmico.

El objetivo de presentar dos resultados alternativos de los eventuales daños experimentados por
los conjuntos habitacionales considerados, dado los escenarios de amenaza modelizados, apunta a
un interés de ganar resolución en cuanto a la evaluación de la vulnerabilidad. Por ello, se abrieron
dos frentes de análisis, pues mediante la asignación de clases pierdo generalidad al clasificar con
una misma Clase conjuntos que sé que dada su conformación, diseño y construccion, responderán
de distinto modo frente a una acción sísmica, aspecto de diseño que recoge el índice de densidad
de muros.

7.1 EVALUACION RIESGO SISMICO MEDIANTE DISTRIBUCION


ESTADISTICA DE DAÑOS
Para hacer la relación entre intensidad (dada por el peligro sísmico y corregida por el efecto de
sitio) y la vulnerabilidad estructural, se emplea habitualmente la tabla de distribución de daños
dada por la escala MSK (o sus versiones actualizadas) y empleada en Chile por Astroza, M. y
González 1998. Esto permite obtener los porcentajes de grados de daños esperados en la muestra
a analizar, bajo la acción sísmica.

En los Gráfico 7-2,Gráfico 7-4, Gráfico 7-6 y Gráfico 7-7 se presentan las distribuciones de
grados de daños alcanzadas en los conjuntos de la Muestra 1 y 2, obtenidos según la Escala MSK,
producto de los escenarios generados en los análisis de peligro sísmico probabilístico para cada
fuente sismogénica analizada. Esta distribución de daños se obtiene de la Tabla 2-11, usando
como entrada, por un lado las intensidades producidas por el análisis de peligro y por otro, la
172
respectiva clase de vulnerabilidad asignada para cada conjunto, sin considerar movilidad de ésta.
Esto permite conocer el escenario de riesgo mediante la distribución de grados de daños en los
conjuntos considerados, exponiendo un resultado de afectación más benévolo que lo que produce
el enfoque mediante la vulnerabilidad evaluada con índices de densidad de muros.

7.1.1 RIESGO SÍSMICO SEGÚN FUENTE CORTICAL CORDILLERANA

Considerando las isosistas ploteadas en el mapa del ítem 6.6.3 y las clases de vulnerabilidad
asignadas a ambas muestras, la distribución de daños esperada en los conjuntos habitacionales
por acción del escenario más desfavorable (DSHA) correspondiente a la fuente cortical (ruptura
segmento central, de longitud L/2 del largo mapeado de la falla San Ramón y empleando relación
de atenuación de la Ec. 6.17), es la que se muestra en el Grafico 7-1. Este gráfico presenta una
distribución de daños dada por un escenario extremo.

En el Grafico 7-2, se muestra la distribución de grados de daño esperados obtenidos mediante la


distribución dada por la Escala MSK, a través de las intensidades generadas por un escenario
probabilístico proveniente de la fuente cortical cordillerana (modelizada a partir de sismicidad
cortical background, no asociada a la FSR como en el caso determinístico) y la respectiva clase
de vulnerabilidad de los conjuntos considerados.

Gráfico 7‐1: Distribución daños en conjuntos considerados, escenarios DSHA cortical. 
Distribucion de grados de daños esperados segun Escala MSK, en viviendas 
sociales muestreadas y DSHA fuente cortical (tramo medio norte FSR)

15478
13298 30%
26%

6148
12%
9935
20%

1574
3% 4495
9%

Grado prom.  0 Grado prom.  1 Grado prom.  2 Grado prom.  3 Grado prom.  4 Grado prom.  5

173
Gráfico 7‐2: Distribución daños en conjuntos considerados, escenarios PSHA cortical cordillerana. 
Distribucion de grados de daño en Conjuntos Sociales considerados, usando distribucion 
estadistica de daños dada por Escala MSK, segun clases de vulnerabilidad y PSHA fuente cortical 
cordillerana
50%
45%
40%
35%
37%
30%
25%
20% 31% 30%
22%
15% 33%
16%
10%
5% 10% 16% 1% 0% 0%
3%
0%
0 1 2 3 4 5
Grados de daños

sin sitio con sitio

7.1.2 RIESGO SÍSMICO SEGÚN FUENTE INTERPLACA THRUST

De acuerdo al análisis DSHA, la distribución esperada de daños (empleando la Escala MSK) en


los conjuntos habitacionales considerados, por acción de la fuente interplaca tipo thrust
(empleando relación de atenuación de Ec. 6.14), y según las clases de vulnerabilidad respectivas,
es la que se muestra en el Grafico 7-3, mientras que en el Grafico 7-4 los resultados provienen del
análisis probabilístico de peligro generados por esta fuente sismogénica.

Gráfico 7‐3: Distribución daños en conjuntos, escenario DSHA interplaca 
Distribución de grados de daños  esperados segun Escala  MSK,  en viviendas 
sociales muestreadas producto DSHA fuente interplaca. 
283
1%
4008
3675 8%
7% 11564
23%

12955
25%

18442
36%

Grado prom. 0 Grado prom. 1 Grado prom. 2 Grado prom. 3 Grado prom. 4 Grado prom. 5

174
Gráfico 7‐4: Distribución daños en conjuntos considerados, escenario PSHA interplaca 
Distribucion de grados de daño en Conjuntos Sociales considerados, usando distribucion 
estadistica de daños dada por Escala MSK, segun clases de vulnerabilidad y PSHA fuente 
interplaca tipo thrust

50%
45%
40%
35%
30% 42%
25%
20% 25%
36% 23% 29%
15%
10% 20%
5% 7% 5% 9% 0% 1%
3%
0%
0 1 2 3 4 5
Grados de daño
sin sitio con sitio

7.1.3 RIESGO SÍSMICO SEGÚN FUENTE INTRAPLACA DE PROFUNDIDAD


INTERMEDIA

La distribución producto del escenario más desfavorable (DSHA) correspondiente a la fuente


intraplaca (y relación de atenuación dada por Ec. 6.16), esperada de grados de daños según la
escala MSK, y dadas las clases de vulnerabilidad asimiladas, es la siguiente:

Gráfico 7‐5: Distribución daños DSHA Intraplaca profundidad intermedia 
Distribución de grados de daños  esperados segun Escala  MSK,  en viviendas  sociales 
muestreadas segun DSHA  fuente intraplaca  prof. intermedia

17508 15487
34% 30%

6389
10113 1342 13%
20% 3%

89
0%

Grado prom. 0 Grado prom. 1 Grado prom. 2 Grado prom. 3 Grado prom. 4 Grado prom. 5

En el Gráfico 7-6 se muestra la distribución de grados de daño esperados dada por la Escala
MSK, a través de las intensidades generadas por un PSHA de esta fuente intraplaca.
175
Gráfico 7‐6: Distribución daños fuente Intraplaca profundidad intermedia, escenario PSHA 
Distribucion de grados de daño en Conjuntos Sociales considerados, usando distribucion 
estadistica de daños dada por Escala MSK, segun clases de vulnerabilidad y PSHA fuente 
intraplaca prof. intermedia

50%
45%
40%
35% 41%
36%
30%
25% 28% 37%
20%
15%
10% 20% 27%
5% 0% 1% 0% 0%
0% 2% 8%
0 1 2 3 4 5
Grados de daño
sin sitio con sitio

7.1.4 RIESGO SÍSMICO SEGÚN EFECTO CONJUNTO DE LAS FUENTES

En el Gráfico 7-7 se muestra la distribución de grados de daño esperados según la escala MSK, a
través de las intensidades generadas por un PSHA del efecto conjunto de las fuentes, y la
respectivas clases de vulnerabilidad asignadas a los conjuntos habitacionales SERVIU
considerados en este estudio.

Gráfico 7‐7: Distribución daños efecto conjunto de las fuentes, escenario PSHA. 
Distribucion de grados de daño en Conjuntos Sociales considerados, usando distribucion 
estadistica de daños dada por Escala MSK, segun clases de vulnerabilidad y PSHA Efecto Conjunto 
de las Fuentes

50%
45%
40%
35%
30%
25% 42%
20%
25% 36%
15%
10% 19% 29%
23%
5% 7% 5% 9% 0% 1%
3%
0%
0 1 2 3 4 5
Grados de daño
sin sitio con sitio

176
7.2 EVALUACION RIESGO SISMICO MEDIANTE FUNCIÓN GD [I, (d/n)%]
Se plantea en este ítem, entregar un escenario de riesgo sísmico generado por las fuentes
sismogénicas que influyen en un PSHA de la Región Metropolitana y cuantificar las viviendas
afectadas en distintos rangos de severidad, lo que permite una visualización de un escenario en el
cual los tomadores de decisión puedan barajar aspectos que se desprender de la condición de
afectación de las viviendas sociales, tales como población y recursos comprometidos, nivel de
damnificación, estimar montos de inversión en reconstrucción, etc.

7.2.1 CALIBRACIONDE FUNCIÓN DE RIESGO SISMICO ESTRUCTURAL

Como se menciono anteriormente, el segundo enfoque de riesgo (traducido en daños a las


viviendas sociales consideradas, y escalable a la eventual población comprometida como por
ejemplo albergados y/o damnificados), se presenta en los escenarios mostrados en los Gráficos 7-
9, 7-10, 7-11 y 7-12. Los porcentajes representan los escenarios obtenidos al emplear la función
de grado de daño promedio en los conjuntos habitacionales, en donde al igual que el enfoque
anterior se recogen las intensidades del análisis de peligro sísmico (para periodos de retorno de
450 años), pero por el lado de vulnerabilidad recibe como input los índices de densidad de muros
calculados para la Muestra 1 y 2. El cruce espacial de amenaza, efecto de sitio y vulnerabilidad se
hace empleando Sistemas de Información Geográfica (software ArcGis) y los mapas de riesgo
sísmico se presentan en las secciones 7.2.2.1, 7.2.3.1, 7.2.4.1 y 7.7.5.1.

Para la obtención de la curva de riesgo propuesta, en primera instancia se plotearon los daños
observados en la Muestra 1 versus la intensidad reportada en las respectivas comunas y el índice
de Meli calculado para dichos conjuntos habitacionales (Gráfico 5-20). Esta distribución y la
presentada en el Gráfico 7-8 se obtuvieron empleando los software Matlab y Surfer
respectivamente.

En el Gráfico 7-8 se observan tres puntos outlying encerrados con un círculo rojo, éstos pueden
corresponder a un error en el cálculo del índice de Meli o bien efectivamente a construcciones
con bajo grado de daño pese al bajo Meli y la alta intensidad que experimentaron, o también a
una indebida asignación de la IMM reportada. Salvo estos puntos anómalos, en general presentan
un comportamiento bastante intuitivo, pues los mayores grados de daño se concentran en la

177
esquina inferior derecha, que corresponde a la zona de mayor intensidad y menores índices de
densidad de muros. Del mismo modo, la esquina superior derecha, en donde pese a tener
intensidades altas, dado que son conjuntos con altos índices de Meli, presenta grados de daño
promedios bajos.

Gráfico 7‐8: Distribución del grado de daño según intensidad e índice de Meli 

De acuerdo al grafico anterior y al Grafico 5-20, es intuitivo esperar que el comportamiento sea
de forma similar a una Curva Logística o Curva S, cuya ecuación general es de la forma que se
plantea en la Ec. 7.1. En este caso, se busca una curva que tenga dos variables independientes con
comportamiento inverso en relación a la variable dependiente (grado de daño promedio
observado), es decir, el grado de daño aumenta con la intensidad macrosísmica y disminuye a
medida que aumenta el índice de densidad de muros. Este tipo de curva representa un crecimiento
de una variable hasta que llega a un punto en que la tasa de crecimiento se frena.

Por esta razón, es que se planteó un modelamiento numérico de la curva en 2D como se muestra a
continuación en su forma general.

Ec.(7.1)

178
Donde:
K = lim M (t Æ∞)
Mo = M(t=0)
r = constante de decaimiento de la curva S (logística).

I −5
rI ⋅
12 − I (Ec.7.2)
e
Gd ( I , ( d / n )%) = K ⋅ I −5
rI ⋅
rm ⋅ m
e + e 12 − I
− 1

Tras calibrar los coeficientes de la ecuación 7.2 y minimizar la dispersión de los datos (daños
observados v/s modelados), en relación a la intensidad reportada y al índice de Meli, resulta, la
Ec. 7.3. I −5
6 .7 ⋅
12 − I
e
Gd ( I , ( d / n )%) = 5 ⋅
6 .7 ⋅
I −5 (Ec. 7.3)
6 .4 ⋅m
e + e 12 − I
− 1
La curva anterior de la Figura 7-1 ha sido calibrada considerando las intensidades reportadas en
las comunas donde se cuenta con la distribución de daños de la Muestra 1, y a cuyos conjuntos se
les ha calculado el índice de densidad de muros normalizado por número de pisos (d/n)%.

Figura 7‐1: Función de riesgo propuesta. Gdprom(IMM, (d/n)%) 

Se considerará que los conjuntos analizados de la RM que presenten grado de daño igual o
superior al nivel severo (G3) serán viviendas en donde eventualmente se requiera desalojar a gran
parte de sus moradores. Para el escenario más desfavorable, el generado por la acción conjunta de
las fuentes sismogénicas consideradas en la zona central (y para el análisis probabilístico de 50
179
años y 10% de probabilidad de excedencia), se estimarían alrededor de 135.000 personas (si se
considera en promedio 4 habitantes por vivienda) las que se encontrarían en situación de que sus
conjuntos habitacionales presentarían grados de daños 3 y superior. Solo a modo referencial se
menciona que producto del terremoto del 27 de febrero más de 75.000 familias a nivel nacional
fueron declaradas en condición de inhabitabilidad, en primera evaluación recogida por el Centro
de Alerta Temprana de ONEMI (2010), mientras que el peak nacional de damnificación
registrado correspondió a 824.015 personas.

7.2.2 RIESGO SÍSMICO SEGÚN FUENTE CORTICAL CORDILLERANA

En el Gráfico 7-9 se presenta el grado de daño promedio obtenido en los conjuntos cuando se
aplica la función dada por la Ec. 7.3. Se comparan los resultados considerando y no el efecto de
sitio considerada dado los antecedentes de Leyton et al.2010.

De los resultados presentados a continuación, se concluye que los porcentajes de grados de daño
promedio producto del escenario probabilístico de la fuente cortical cordillerana, son similares
pero levemente más severos que los efectos generados por la fuente intraplaca. Se obtiene que
cerca de un 35% de las viviendas consideradas alcanzarían niveles de daño leve (G0 y G1), y
cerca de un 30% presentarían niveles de daño grave (G4 y G5).

Gráfico 7‐9: Distribución daños en conjuntos considerados, escenarios PSHA cortical cordillerana. 
Distribucion de grados de daño promedio en Conjuntos Sociales considerados,
usando funcion de Riesgo (Meli, IMM). Fuente cortical cordillerana

50.0

45.0

40.0

35.0

30.0

25.0

20.0 23.3
21.7
15.0 24.0
19.4 17.8 17.8
12.4
10.0
9.3 11.615.5
15.5 11.6
5.0

0.0
0 1 2 3 4 5

sitio s/sitio

180
7.2.2.1 Mapa de riesgo probabilístico fuente cortical

181
182
7.2.3 RIESGO SÍSMICO SEGÚN FUENTE INTERPLACA THRUST

En el Gráfico 7-10 se presenta el grado de daño promedio obtenido en los conjuntos cuando se les
aplica la función de riesgo (Ec. 7.3). Se comparan los resultados cuando no se considera el efecto
de amplificación del valor de IMM asociado a la respuesta de sitio, y cuando se incorpora el
respectivo incremento. (A partir de propuesta de Leyton et al.2010).

Del grafico 7- 10 se observa la similitud entre el escenario generado por la fuente interplaca y el
efecto conjunto de las fuentes (Grafico 7-9), lo que ratifica la predominancia del aporte de la
fuente tipo thrust.

Gráfico 7‐10: Distribución daños en conjuntos considerados, escenario PSHA interplaca 
Distribucion de grados de daño promedio en Conjuntos Sociales considerados,
usando funcion de Riesgo (Meli, IMM). Fuente interplaca tipo Thrust.

50.0

45.0

40.0

35.0

30.0
37.2
25.0
28.7
20.0
34.1 23.3
15.0 18.6
10.0 17.8

5.0 5.4 7.0 8.5 5.410.1


3.9
0.0
0 1 2 3 4 5

sitio s/sitio

Los resultados anteriores representan el escenario más desfavorable en cuanto a riesgo sísmico
estructural (similar a lo alcanzado por el PSHA proveniente del efecto conjunto). El porcentaje de
viviendas consideradas que alcanzaría un grado de daño promedio cercano a 5 corresponde a más
de 20%, y cerca del 25% alcanzaría un nivel de daño leve, lo que subestima el comportamiento
observado. Esto se debe en parte a la elección conservadora de los límites del índice de Meli.

183
7.2.3.1 Mapa de riesgo probabilístico fuente interplaca thrust

184
185
7.2.4 RIESGO SÍSMICO SEGÚN FUENTE INTRAPLACA DE PROFUNDIDAD
INTERMEDIA

En el Gráfico 7-11 se presenta el grado de daño promedio obtenido en los conjuntos sociales
cuando se les aplica la función dada por la Ec. 7.3 (empleando el índice de Meli calculado, y el
valor de las intensidades alcanzadas en cada conjunto producto de la modelización del escenario
de peligro sísmico). Se comparan los resultados considerando y no, el efecto de amplificación de
la respuesta de sitio adoptado en el presente trabajo (según propuesta de Leyton et al.2010).

De las siguientes distribuciones porcentuales, se observa que el escenario de riesgo proveniente


de la fuente intraplaca, es el más “benévolo” comparativamente. Produce que cerca del 45% de
las viviendas sociales consideradas, alcance un nivel de daño leve (G0 y G1), sin considerar
efecto de sitio, mientras que un 16% del total de viviendas evaluadas presentaría un nivel de daño
grave.

Gráfico 7‐11: Distribución daños fuente Intraplaca profundidad intermedia, escenario PSHA 
Distribucion de grados de daño promedio en Conjuntos Sociales considerados,
usando funcion de Riesgo (Meli, IMM). Fuente intraplaca de profundidad intermedia.

50.0
45.0
40.0
35.0
30.0
25.0
20.0 25.6
15.0 22.5 20.2
14.7 19.4
18.6 14.0 15.5
10.0 19.4 14.0
5.0 7.8 8.5
0.0
0 1 2 3 4 5

sitio s/sitio

186
7.2.4.1 Mapa de riesgo probabilístico fuente intraplaca profundidad intermedia

187
188
7.2.5 RIESGO SÍSMICO SEGÚN EFECTO CONJUNTO DE LAS FUENTES

En el Grafico 7-12 se presenta el grado de daño promedio obtenido por un PSHA en las viviendas
cuando se les aplica la función de la Ec. 7.3. Se comparan los resultados considerando y no, el
efecto de sitio adoptado (Leyton et al.2010). Cerca del 25% de las viviendas alcanzaría un nivel
de daño leve, mientras que más de un 50% presentaría un nivel de daño grave, siendo el escenario
más desfavorable representado.

Respecto de lo severo de este escenario de riesgo, se debe tener en cuenta que proviene de un
análisis de PS probabilístico para 50 años de vida útil (y 10% probabilidad de excedencia), y de
una función de riesgo calibrada con criterios conservadores. Por ende, es fundamental saber
interpretar los resultados aquí presentes, sin intentar comparar con escenarios como los
experimentados por el terremoto del `85, y teniendo en cuenta que los resultados son válidos y
representativos de la muestra de viviendas considerados (restringidos a los periodos constructivos
en donde en su mayoría, no cuentan con ningún diseño sísmico ad hoc a la tipología). Con ello se
pretende resaltar que no es recomendable extrapolar estos resultados a todo el universo de
viviendas sociales construidas por el Serviu en la Región Metropolitana, ya que el resultado que
se obtendría tendería a subestimar el comportamiento sísmico de la totalidad de los conjuntos.

Gráfico 7‐12: Distribución daños efecto conjunto de las fuentes, escenario PSHA. 
Distribucion de grados de daño promedio en Conjuntos Sociales considerados,
usando funcion de Riesgo (Meli, IMM) . Efecto Conjunto de las Fuentes.

50.0
45.0
40.0
35.0
30.0 38.8
25.0
27.1
20.0
34.1 23.3
15.0 18.6
10.0 17.8

7.0 8.5 10.1


5.0 5.4 5.4
3.9
0.0
0 1 2 3 4 5

sitio s/sitio

189
7.2.5.1 Mapa de riesgo probabilístico efecto conjunto de las fuentes

190
191
CAPITULO 8 COMENTARIOS, RECOMENDACIONES Y
CONCLUSIONES

8.1 METODOLOGIA VULNERABILIDAD SISMICA EMPLEADA


Una de las características principales de los estudios de riesgo sísmico a nivel urbano es que la
metodología que se utiliza para la evaluación de la vulnerabilidad sísmica estructural tiene que
ser simplificada, para que pueda aplicarse a grandes áreas o a un gran número de estructuras.
Evidentemente cualquier metodología se puede llevar a cabo pero con su correspondiente
incremento de los costos de aplicación de acuerdo al detalle requerido, que para el caso de una
mega ciudad como Santiago y las diferentes metodologías constructivas presentes en casas y
edificios (adobe, albañilería simple, reforzada, madera y hormigón armado, entre otras), sería
completamente inadmisible e incluso inviable. Por ello, se debe encontrar una metodología
adecuada que mejor se acomode a los objetivos planteados en el estudio de riesgo sísmico (ni tan
sencilla como para obviar parámetros fundamentales ni tan detallada que la información con la
que se cuenta, haga imposible emplearla), a la disposición de información de los elementos que
se pretenden evaluar, además de conocer si la metodología ya ha sido adoptada y adaptada a la
realidad local de la zona de interés, aspecto que simplifica y valida aún más los resultados y
conclusiones respecto del comportamiento sísmico esperado.

El nivel y la calidad de la información recabada son los factores que marcan el éxito posterior de
los resultados de cualquier metodología de evaluación que se quiera emplear. Especial
importancia juegan en este sentido las fichas de levantamiento que se elaboren para recopilar los
datos de las estructuras catastradas, debido a que si ellas son sencillas (pero completas) la tarea se
simplifica bastante y permite homologar criterio de los posteriores evaluadores. En la medida que
se amplíe el número de las muestras de viviendas estudiadas, las conclusiones que puedan
obtenerse a partir de la metodología seleccionada, serán mejores y más fidedignas.

Para la evaluación de la vulnerabilidad se emplearon dos de las metodologías ampliamente


usadas en Chile, las que han sido adaptadas a la realidad nacional. Por parte del análisis
cuantitativo, se optó por emplear la metodología propuesta por Meli (1991), índice de primer
nivel que calcula para cada dirección en planta del edificio, la densidad de muros por unidad de
pisos y lo relaciona con el grado de daño promedio esperado. El segundo enfoque de evaluación

192
de vulnerabilidad, fue la asignación de clases de vulnerabilidad, el cual también lleva consigo
incertidumbre dada la asimilación de clases, sin considerar movilidad de ellas.

Importante es considerar que no basta contar con altas densidades para tener un buen
comportamiento sísmico, sino que también es necesario presentar una buena disposición de las
líneas resistentes, así como también aspectos de regularidad en planta y elevación. Otros aspectos
importantes son también el estado de conservación de la vivienda, año de construcción,
integridad de las uniones de muros, calidad de los materiales constructivos, entre otros que
podrían permitir disminuir la dispersión que se presenta cuando se realiza el análisis de grados de
daños observados versus el índice de densidad de muros por unidad de piso.

Algunas de las principales razones que pudiera explicar la alta dispersión del índice de densidad
de muros, pudieran atribuirse a que el cálculo del índice de Meli tiene relación con la distribución
de muros en planta (en ambas direcciones), luego corresponde a un criterio netamente de diseño
estructural, es decir, lo que el plano presenta, sin considerar la etapa constructiva de una vivienda,
en la que sí se evidencian errores que condicionan el real comportamiento general de una
estructura. Estos pudieran ser, como ya se han planteado anteriormente, falencias en la integridad
de las conexiones entre muros, mala calidad de materiales empleados, modificaciones posteriores
a las viviendas que hacen mover la clase de vulnerabilidad, entre otros efectos posteriores al
diseño.

Sin duda, las metodologías desarrolladas en este trabajo se consideran fundamentales cuando son
estudios de vulnerabilidad estructural a escala regional, más aun que son recomendables dado su
adaptación a las construcciones mas repetitivas en Chile.

Comparando los límites obtenidos en el presente trabajo con lo expuesto en la Tabla 5-4, se
observa que para la obtención de grados de daño cero y uno, la densidad de muros por número de
pisos es similar pero levemente inferior que la propuesta por Küpfer (1993). Se destaca la
similitud de los valores encontrados, pese a las diferencias en el tamaño y naturaleza muestral de
ambos trabajos, ya que en esta tesis se han considerado albañilerías armadas y confinadas y
también viviendas de 1 hasta 4 pisos, que representan las tipologías de las viviendas sociales en la
región metropolitana, durante el periodo constructivo abarcado. Se concluye también que se tiene
incertidumbre respecto del valor límite en el rango de densidad de muros considerado para grados
193
4 y 5 ((d/n)% inferior a 0,50), dada los escasos y nulos reportes correspondientes a nivel grave.
Esto debido a que los reportes de intensidades con los que se ha calibrado el índice para este tipo
de viviendas, provienen de un solo sismo destructivo (marzo del ’85) y sin duda no es el peor
escenario para el Gran Santiago.

Se recalca que la asignación de clases de vulnerabilidad e índices de densidad de muros


calculados, son conservadores y están acotadas a la muestra de viviendas sociales contempladas
en este trabajo. Por ende, no es recomendable que los resultados obtenidos bajos los escenarios de
PSHA generados, se consideren representativos de las viviendas sociales construidas en periodos
posteriores, en los cuales se cuenta con normativa de diseño sismorresistente vigente, pues se
subestimaría el comportamiento sísmico esperado para las viviendas sociales, el que a lo largo de
la historia ha sido satisfactorio.

Se enfatiza que la metodología del índice de densidad constituye una herramienta de evaluación
rápida (índice de primer nivel) , confiable y de bajo costo, que permite junto con la asignación de
clases de la Escala MSK tener un diagnóstico de la vulnerabilidad y del nivel de daño que se
pueda esperar en un determinado tipo de construcción y bajo un cierto escenario sísmico, en la
medida que estos índices estén calibrados con la experiencia siniestral que han dejado los
terremotos, tal como lo mencionó Astroza et al. 2009.

Una alternativa que la autora deja planteada es emplear el grado de daño promedio obtenido
mediante la función de la Ec. 7.3, y entrar a la Tabla 2-10 (para la respectiva clase del conjunto
en cuestión) y comparar con la intensidad obtenida. Se sugiere explorar la relación entre ambos
indicadores de vulnerabilidad, a través de dicha matriz.

8.2 COMPORTAMIENTO SISMICO VIVIENDAS SOCIALES


La albañilería de ladrillos cerámicos corresponde al material de construcción más usado en las
zonas urbanas del país. Las presiones económicas que generan la necesidad de satisfacer las
demandas habitacionales de los sectores más desposeídos, ha incentivado en los últimos 20 años
y en especial en la Región Metropolitana, la construcción de edificios de hasta 3 y 4 pisos de
altura (multifamiliares), en albañilería reforzada.

194
El comportamiento sísmico de las construcciones de albañilería de ladrillo reforzada (en especial
confinada) ha sido en general satisfactorio en estructuras de hasta 3 ó 4 pisos de altura, poniendo
de manifiesto la eficacia de confinar la albañilería con elementos de hormigón armado. Esto fue
uno de los comentarios que hizo Don Rodrigo Flores en su “Política de Protección Sísmica en un
país en Desarrollo” en el año 1979 y continúa siendo la apreciación de profesionales e ingenieros
relacionados con el diseño, la construcción, y la evaluación de daños en este tipo de estructuras,
siempre que se cumplan con las exigencias establecidas en la normativas vigentes.

El mal comportamiento sísmico observado en edificios de albañilería simple (no reforzada) tanto
en Chile (terremoto Valparaíso 1906) como en San Francisco (terremoto 1908) y el terremoto de
Messina, Italia en 1908, entre otros, demostraron la necesidad de reforzar la albañilería para
garantizar la integridad después que se agrietan los muros, con el propósito de evitar colapsos
parciales o totales. Dada la enseñanza internacional y nacional, es que surgen las primeras
Ordenanzas de construcción de viviendas de albañilería en zonas sísmicas (ej. Earthquake
Building Ordinances for Small Towns in the Earthquake Districts of Italy, 1927) y aparecen las
primeras clasificaciones en función de la vulnerabilidad sísmica estructural. En Chile, no ajeno a
la situación mundial, después del terremoto de Talca de 1928 se redactan los primeros
documentos técnicos con las disposiciones y limitaciones que debían cumplir los edificios de
albañilería (ej. Ordenanza General sobre Construcciones y Urbanización, 1931). Los beneficios
de dichas mejoras en la construcción quedaron de manifiesto con el terremoto intraplaca de
Chillán en 1939 (M~7.8) en donde resistieron de buena forma las viviendas de 1 y 2 pisos de
albañilería confinada, presentes en ese entonces en la ciudad de Chillán. Posteriormente, en los
años setenta, dada la necesidad de construir edificios multifamiliares de 3 y 4 pisos (atendiendo a
las inmigraciones desde las zonas rurales a nuevas zonas urbanas), se hicieron masivos las
construcciones con la modalidad de albañilería armada, sin ninguna normativa que dictaminara y
regulara el nuevo método constructivo, falencias que quedaron de manifiesto con el terremoto de
Chile Central en 1985. De esta forma, se redacta en Chile en 1986 la primera norma para
edificios de albañilería armada (NCh 1928) tomando como antecedente la norma estadounidense
(UBC, Uniform Building Code)), mientras que en 1997 se redacta la nueva norma para
estructuras de albañilería confinada (Nch2123) considerando las recomendaciones mexicanas.
(Astroza, exposición oral).

195
Como una forma de disminuir los costos en la vivienda social económica, se ha extremado el
aprovechamiento de los materiales mediante técnicas como reducción de secciones, bajas
cuantías de armaduras, mala o deficiente calidad de morteros, falta de detallamiento en
conexiones, ausencia de inspección en obra, no se respetan los criterios de diseño dados en la
normativa vigente, etc. los que hacen que la vivienda social sea considerada malamente y en
teoría, más vulnerable desde el punto de vista sísmico que otras tipologías constructivas. Sin
embargo, en la práctica, el desempeño de las viviendas SERVIU y de la albañilería confinada en
particular, en general ha sido satisfactorio en países con alta amenaza sísmica, como han sido los
resultados observados por ejemplo en México, Perú, Chile e incluso en China (terremoto Sichuan
M~8.0).

Las limitaciones en el diseño de la albañilería reforzada datan desde 1949 con la Ordenanza
General de Construcciones y Urbanización (OGUC), en donde se exigía que los muros de
albañilería de ladrillos se construyan entre pilares y cadenas de hormigón armado, salvo
excepciones definidas en el artículo 259. El uso de las disposiciones de limita a la construcción
de viviendas de 1 y 2 pisos, lo que fue aclarado en la versión del año 1962.

Con el reciente terremoto de febrero del 2010, se confirma el comportamiento satisfactorio de las
edificaciones construidas en albañilería reforzada y en general de conjuntos habitacionales
SERVIU. Referente a este aspecto se puede mencionar que solo el 6,7% del total de viviendas
destruidas corresponde a conjuntos Serviu, de éstas el 13,8% del total de viviendas con daño
mayor y el 24,4% del total de viviendas con daño menor. (ICC, 2010)

Algunos de ellos ya habían sido reparados luego del terremoto de Chile central en el año 1985,
dejando de manifiesto que las reparaciones y/o refuerzos se ejecutaron en su mayoría bajo criterio
experto, y permitieron mejorar la capacidad resistente del conjunto habitacional prolongando la
vida útil de la vivienda. Este aspecto es importante de mencionar, pues en ocasiones los propios
moradores, sin supervisión profesional, modifican las características de la estructura, haciendo
que esta cambie su clase de vulnerabilidad moviéndose a una clase más desfavorable.

En conclusión, la albañilería reforzada (metodología constructiva predominante en viviendas


sociales de América Latina) ha mostrado un comportamiento satisfactorio en los pasados
terremotos, cuando las estructuras han sido apropiadamente diseñadas y construidas, son capaces
196
de soportar los efectos de un sismo de alta magnitud, sin colapsar. De acuerdo a comentarios de
expertos internacionales, la albañilería o mampostería confinada se comporta de forma benévola,
es decir, llega a perdonar pequeños errores de diseños, defectos constructivos y el uso de
materiales deficientes, siempre que estos no comprometan el comportamiento sísmico de la
edificación. (Meli, et al. 2010), y el bajo rendimiento que ocasionalmente se ha observado, se
asocia en general a omisiones de columnas de confinamiento, cadenas discontinuas, conexiones
inadecuadas del diafragma con los elementos confinantes y una inadecuada configuración
estructural en cuanto a la disposición de los muros.

De acuerdo a consenso internacional, en materia de comportamiento de edificaciones de


albañilería confinada, se recomiendan, según extracto de Meli et al, 2010, para un desempeño
sísmico adecuado, las siguientes disposiciones de aspecto que permitirían reducir la
vulnerabilidad estructural:

9 Regularidad en planta,

9 Mantener una relación de aspecto en que el largo de la planta no sea superior a cuatro
veces el ancho.

197
9 Construcción simétrica de muros, para minimizar efectos torsionales. (“wall layout”)

9 Densidad de muros, “wall distribution”, esencial el numero, disposición y longitud de


muros en cada dirección. En el siguiente ejemplo, en la disposición en planta de la
izquierda, se observa predominancia de muros en la dirección y, dejando desfavorable
la respuesta ante cargas en el sentido perpendicular.

9 Continuidad de muros en altura de la edificación

9 Mantener las aberturas (ventanas y puertas) en la misma posición a lo largo de los pisos
de la vivienda

Fuente: Seismic Design Guide for confined Masonry Buildings, draft”. Meli & Astroza, et al
2010.
198
8.3 COMENTARIOS METODOLOGIA DE SENSIBILIDAD Y ANALISIS DE
MAPAS DE PELIGRO SISMICO GENERADOS
Uno de los primeros comentarios que la autora pretende destacar, es el beneficio de las
herramientas SIG para la elaboración de mapas de riesgo. Esta técnica ampliamente usada a nivel
mundial, permite no solo recolectar información y datos georeferenciados (para conocer sus
distribuciones espaciales), sino que además agregar ordenadamente capas de información de
diferente naturaleza (geología, ingeniería, economía, demografía, etc.), favoreciendo un análisis
integrado de las variables que se ven involucradas en todo estudio de riesgo, permitiendo además
generar escenarios dinámicos a los cuales se les puede actualizar información, a medida que esta
se va construyendo, haciendo más robustas las bases de datos y por ende más confiables los
estudios generados, para usos como por ejemplo en planificación territorial.

En relación a la creación y empleo de los arboles lógicos, se comenta que es posible extender el
árbol incorporando un nuevo nodo que indique la función de densidad de probabilidad empleada
para el análisis de PS, considerando por ejemplo tres ramas: Poisson, Weibull Truncada y
Weibull paramétrica. Se deja planteada esta recomendación para trabajos futuros en los que se
pueda caracterizar mejor las últimas dos metodologías. Se asume, entonces, que los arboles antes
presentados son representativos de la primera metodología probabilística, que emplea la función
de densidad de Poisson.

Otro nodo que se aconseja incluir es la modelación de las fuentes, pues se puede considerar la
grilla propuesta por Gudmunson & Sambridge (1998) (con un menor peso asociado, dada su
resolución mundial) y la rama de la referencia dada por Tassara (2006), la que tendría una mayor
probabilidad asociada debido a la escala continental empleada y a las técnicas geofísicas y de
mecanismos focales con los cuales se construyó la grilla de isoprofundidades del slab
subductado. Esta elección a la que se enfrenta quien realice el estudio de PS, modifica los
escenarios generados, producto de las diferencias en la ubicación de la zona de contacto,
kilómetros que no son despreciables para las leyes de atenuación empleadas.

Se recomienda además, para futuros trabajos en esta línea, el estudio de una eventual cuarta
fuente sismogénica de interés para el peligro sísmico en Chile Central y que pudiera incluirse en
los logic trees. Se hace referencia a la sismicidad cortical costera, la que se ha evidenciado

199
posterior al terremoto del 27 de febrero asociada a la activación de fallas en la corteza y
profundidades inferiores a 20 kilómetros. Será posible incorporarla a los estudios de PS siempre y
cuando sea posible caracterizarla previamente, mediante relaciones de G –R y de atenuación, lo
que requiere contar con una base de datos representativa para esta sismicidad observada.

Es importante destacar que los arboles lógicos propuestos en este estudio de peligro sísmico, son
los primeros en plantearse para la zona Central de Chile, por ello sin duda se irán
complementando y perfeccionando a medida que crezca el conocimiento de los diferentes
ámbitos involucrados.

En relación a los mapas de peligro sísmico probabilístico presentados en las secciones 6.5.1 a la
6.5.4 y en el Anexo C, se puede concluir algunos de los siguientes aspectos:

1. Por efecto conjunto:

1.1. Se observa una sostenida disminución de intensidades hacia el oriente, con


diferencias entre la IMM máxima (costa) y IMM mínima (sector cordillerano) cada
vez mayores a medida que aumenta el periodo de vida útil considerado. Para 10 años
la diferencia es 1.6 grados y para 250 años, el delta llega a 3.2.

1.2. La disminución de las intensidades es lenta hacia el interior del continente (desde
Melipilla al oriente), decayendo unos pocos grados en más de 200 kilómetros. En
cambio en el sector costero la atenuación es más rápida, lo que concuerda con la
influencia individual de las fuentes en dependencia con la distancia.

1.3. Se pueden reconocer fácilmente el aporte local de las tres fuentes sismogénicas
involucradas, identificando las áreas de influencia de cada cual. En el caso de la
cuenca de Santiago, claramente predomina el aporte de la fuente intraplaca y cortical
debido a su cercanía, respectivamente. Pero en general para Chile Central la mayor
influencia está dada por la fuente interplaca Thrust, por ello se observa el decaimiento
de las intensidades a medida que aumenta la distancia hacia el oriente desde la zona de
contacto.

200
1.4. No es posible identificar la operación matemática que representa la distribución de
intensidades ocasionadas por las tres fuentes sismogénicas de manera conjunta.

1.5. Para la zona de interés (cuenca de Santiago), se observa que para 10 años de vida
útil las intensidades generadas alcanzan a valores levemente inferiores que VII.5, en
cambio para un periodo de vida útil correspondiente a 250 años, las intensidades
llegan a superar los IX grados.

1.6. La diferencia entre las contribuciones de las fuentes se hace más marcada a
medida que aumentan los periodos de vida útil a considerar. Es decir, por ejemplo en
el mapa de 10 años de vida útil, la diferencia entre las intensidades es levemente
superior a 1 punto siendo casi comparables los aportes de las fuentes interplaca,
intraplaca y cortical, mientras que en el mapa de 250 años de vida útil, la diferencia es
cercana a los 3 puntos entre el sector costero y el cordillerano, resaltando aun más el
predominio del efecto de la fuente tipo thrust en toda la zona de interés.

2. Efecto fuente cortical:

2.1. La relación de atenuación que entrega las mayores intensidades es la de Leyton.


Por su parte la ley de Bakun y Chandra subestiman de sobremanera las intensidades que
se generan por efecto de esta fuente sismogénica, por ello no se recomienda su uso.

2.2. Se observa el rápido decaimiento de intensidades que tiene esta fuente, teniendo
un área de influencia además bastante limitada a la cercanía de la fuente. Esto se puede
concluir visualmente incluso, si se superponen los 4 mapas obtenidos (para los distintos
periodos de vida útil considerados en este trabajo), pues desde el limite occidental de la
cuenca de Santiago hacia el Oeste, las isosistas prácticamente no varían. La variación en
los valores de intensidades alcanzadas se circunscriben en un área de radio inferior a 50
kilómetros.

2.3. Presenta intensidades que superan los VII grados (para 10 años de vida útil) hasta
VIII (sector cercano a San José de Maipo).Crecimiento no tan diferenciado a medida que
aumentan los periodos de retorno, a diferencia de las otras fuentes.

201
3. Efecto fuente interplaca tipo thrust:

3.1. Las isosistas se orientan semi paralelas a la fosa, es decir en dirección


prácticamente N-S. Decaen sostenidamente de oeste a este.

3.2. La atenuación es lenta, decayendo cerca de 3 grados de intensidad, en más de 200


kilómetros.

3.3. Las mayores intensidades se observan para 250 años correspondiendo en costa a
XI grados y en Santiago generando una IMM ~IX. Por otro lado las menores
intensidades (asociadas a periodo de vida útil de 10 años) producen en costa un valor
de VIII.5 y en Santiago un valor levemente superior a VII.

3.4. Es la fuente que produce las intensidades mayores en la región de estudio, para un
mismo periodo de recurrencia, por ende se ratifica su predominio en cuanto a
peligrosidad sobre Chile Central. En todos los casos, genera escenarios de
intensidades altas (superiores a VI en IMM).

4. Efecto fuente intraplaca de profundidad intermedia:

4.1. En general decae menos de dos grados en un rango cercano a los 150 kilómetros,
presentando una atenuación más lenta que la obtenida para la fuente interplaca. Esto se
observa independiente de la ley de atenuación considerada y del periodo de retorno.
También se observa este fenómeno visualmente, pues el espaciado entre las isosistas
considerado (∆ 0,2) es más ancho que para las otras fuentes.

4.2. Se observa una cuasi simetría en las isosistas desde el borde W de Melipilla,
decayendo levemente más rápido hacia el occidente que hacia el oriente (se observan las
isosistas mas apretadas desde la iso_50 a la fosa que hacia el continente).

4.3. Las mayores intensidades se observan para 250 años ubicadas en la zona
correspondiente a la transición de fuentes sismogénicas (iso_50, que en estas coordenadas
coincide con el limite occidental de Melipilla) y alcanzan valores cercanos a VIII.5 grados
y en Santiago generando una IMM levemente superior a VII (VII.4 y VII.2).

202
4.4. Del mismo modo, las menores intensidades, asociadas a periodo de vida útil de 10
años, producen en el límite de ambas fuentes sismogénicas, un valor cercano a VI.5 y en
Santiago un valor levemente superior a VI (entre VI.2 y VI.4).

En general la distribución de isosistas generadas mediante la ley de atenuación de Barrientos y


Silva son bastante similares para todo periodo de vida útil y para la fuente interplaca e intraplaca.
Por otro lado, al producir escenarios mediante la ley de atenuación de Leyton, se obtienen
mayores intensidades.

Es común en todos los mapas, independiente de la fuente considerada, que a mayores periodos de
vida útil considerados las intensidades generadas son mayores, esto se condice con que el periodo
analizado se acerca a los periodos de retorno de las fuentes sismogénicas.

Además es importante notar que a periodos de retorno grandes un PSHA tiende a parecerse a los
valores obtenidos mediante un análisis de DSHA para la respectiva fuente. A modo de ilustración
y con el objetivo de corroborar esta afirmación, se recurre al Gráfico 8-1 en donde se han
calculado algunos periodos de retorno (que permitan conocer la tendencia) y obtenido las
intensidades generadas por la fuente interplaca producto de un análisis probabilístico sobre una
coordenada en el centro de Santiago.

Como se observa en el Gráfico 8-1, para una vida útil por ejemplo de 2000 años y probabilidades
de excedencia cercanas a un 1%, se obtienen valores cercanos a IMM de IX.3, lo que concuerda
plenamente con el valor presentado en el mapa de la sección 6.6.1 (en el zoom corresponde al
valor de 9.36). Además se observa el crecimiento sostenido de las intensidades a medida que
aumentan los periodos de vida útil, hasta estabilizarse acercándose entonces a los valores
obtenidos mediante un DSHA.

203
Gráfico 8‐1: Intensidad en función del periodo de retorno (‐33.48; ‐70.65). 
Intensidades sobre  coordenada  (‐33,48;‐70,65) por  efecto de la fuente interplaca,  Ley de 
Atenuacion  de Silva (2008)
10.0
9.24 9.27 9.28 9.28 9.29
9.08
8.86
9.0 8.56

7.95
8.0
Intensidad [IMM]

7.08
7.0

5.95
6.0

5.0

4.0

3.0
1 10 100 1000 10000 100000 1000000
Periodos de retorno [años]

De los mapas de riesgo sísmico presentados en las secciones 7.2.2.1 a la 7.2.4.1 provenientes del
enfoque probabilístico (para 475 años de periodo de retorno, con y sin efecto de sitio), se observa
un resultado concordante con los mapas de peligro sísmico. Es decir, el escenario causado por
efecto conjunto de las fuentes, es similar al ocasionado por la fuente interplaca, generando grados
de daño mayor que los causados por las otras dos fuentes sismogénicas sobre los conjuntos
habitacionales considerados, lo que corrobora el hecho de ser la fuente que predomina en la
amenaza sísmica para Chile Central. Los grados de daño promedio obtenidos mediante la función
Gd [I,(d/n)%] requiere de las isosistas calculadas por el programa CalPelSis (Leyton, 2007 para el
cálculo del peligro sísmico probabilístico) y el índice de Meli (enfoque cuantitativo de
vulnerabilidad), por ende es esperable que la fuente interplaca thrust y producto del efecto
conjunto de las fuentes, sean los escenarios de mayor riesgo para la Cuenca de Santiago.

El valor dado por la media y mediana de la distribución de daños (3,36 y 4,19 respectivamente,
considerando amplificación dada por Leyton et al. 2010) corrobora el efecto esperado sobre las
viviendas sociales a causa de la fuente interplaca (aplicando el criterio más conservador dado por
los rangos del índice de Meli establecidos). En el caso de la distribución de daños promedio
esperados por efecto conjunto de las fuentes, la media de la muestra corresponde al valor 3,37 y
la mediana a 4,23. Se puede agregar, que la fuente intraplaca produciría, en un periodo de vida
204
útil de 50 años, una distribución de grados de daños promedio en los conjuntos cuya media
corresponde a 2,22 y en el caso cortical el promedio sería 2,76.

Los mapas de riesgo antes presentados, permiten conocer en primera instancia cuáles serian los
efectos esperados sobre los conjuntos habitacionales, traducidos en grados de daño promedio.
Estos resultados son consecuencia de la amenaza sísmica proveniente de las distintas fuentes
sismogénicas caracterizadas para la zona, y permiten identificar los escenarios más riesgosos a
los que están expuestas las viviendas sociales consideradas.

Los resultados de riesgo exhiben grados de daño promedio en torno al nivel grave (G4 y G5).
Esto se explica en gran medida por las consideraciones siguientes: a) Se utilizó un análisis de
peligro sísmico probabilístico (50 años de vida útil y 10% de probabilidad de excedencia) lo que
genera intensidades cercanas a IX para la fuente sismogenica más desfavorable, y b) criterio
conservador al establecer la función de riesgo Gd [I, (d/n)%].

8.4 RECOMENDACIONES TRABAJOS FUTUROS


Dado que el objetivo de la realización de mapas de peligro sísmico, es de interés mixto entre
sismología aplicada a la ingeniería, para elaboración de zonificaciones y la actualización y
mejora de los códigos de diseños existentes, es que se plantea la necesidad de ampliar la
metodología aquí expuesta considerando el parámetro de PGA, el que pudiera permitir conocer
los grados de daños esperados en determinadas estructuras de interés, mediante el uso del
potencial destructivo, pudiendo así obtener escenarios preliminares de riesgo sísmico producto de
las diferentes fuentes sismogénicas.

A modo de antecedente, se menciona que la frecuencia de los terremotos se puede relacionar con
el daño en estructuras de acuerdo al Potencial Destructivo (PD) de Araya y Saragoni (1980) y
Araya y Saragoni (1984). Este relaciona el daño con la Intensidad de Arias y la Intensidad de
Cruces por Cero de los registros de aceleraciones. Se define el Potencial Destructivo (PD) de un
acelerograma como se muestra en la Ec. 6.28:
IA
PD = (Ec. 6.28)
ν o2
Donde:

205
ν0 = número de cruces por cero por segundo o intensidad de cruces por cero del registro de
aceleraciones.
IA: intensidad de Arias, definida a su vez por Arias en 1969 como sigue:

π to
⋅ ∫ ü s (t ) dt
2
IA = (Ec. 6.29)
2g 0
Donde,
üS = aceleración del suelo, t0 = duración total del movimiento, g = aceleración de
gravedad.

Para que ocurra daño el PD debe ser > 4 [cm·seg] relacionado con una IMM de VI a VII, lo que
corresponde al inicio del daño en estructuras son diseño sísmico (Saragoni et al, 1989).

Lamentablemente no existen en Chile registros de aceleraciones de terremotos superficiales que


presenten un PD > 4 [cm·seg]. Para un mayor conocimiento de este tipo de eventos es esencial
mapear las fallas geológicas activas estimando su razón de deslizamiento, junto con densificar la
red de acelerógrafos que permita registrar un terremoto de diseño superficial en zona epicentral, y
mejorar con ello las leyes de atenuación existentes a la fecha (para ambas variables, aceleración e
intensidad).

Tras el terremoto que experimentó nuestro país en febrero del 2010, es que se reafirma la
necesidad de hacer estudios en el área de la sismología, incorporar a estas líneas de investigación
estudios que se materialicen en mejoras concretas en planificaciones y ordenamientos
territoriales, y en estudios de amenazas tendientes a reducir el riesgo sísmico en Chile.

Es por ello, un desafío trabajar en equipos multidisciplinarios con el objeto de caracterizar mejor
la actividad sísmica nacional e integrar dicho conocimiento a otras disciplinas como la ingeniería,
con el propósito de reducir al máximo aquellos casos en los que se evidencian falencias
estructurales o de interacción desfavorable entre suelo - estructura, por falta de criterio o de
desconocimiento. Errores que se traducen, lamentablemente, en pérdidas de vidas humanas,
materiales y productivas, ante la ocurrencia de este tipo de desastres de origen natural.

206
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SECURITY, Unit IV Vulnerability Assessment, FEMA. USA.

215
ANEXOS

ANEXO A: Resumen conjuntos habitacionales según P. Escobar.



PROYECTO  COMUNA  0  1  2  3  4  5  Total   IMSK 
pisos
Rebeca Matte 1  Ñuñoa  1 0 56 169 162 1  0  388 VIII
Rosita Renard  Ñuñoa  1 0 0 514 67 4  0  585 VIII
Huechuraba Norte sec 1 (2)  Conchalí  1 0 0 142 0 0  0  142 VII
Las Torres  Maipú  1 0 246 0 0 0  0  246 VIII
Rebeca Matte 1  Ñuñoa  2 0 56 22 2 0  0  80 VIII
Rosita Renard 2   Ñuñoa  2 0 0 23 15 0  0  38 VIII
Esc Agricola  Macul  1 0 0 231 0 0  0  231 VII.5
Rosa Rodríguez de Alessandri  Las Condes 1 0 0 23 14 7  0  44 VI
Villa Yugoslavia 2  Ñuñoa  2 0 150 0 0 0  0  150 VIII
P.S. Miguel II, 2º etapa  San Miguel 2 0 0 97 0 0  0  97 VII
Villa Los presidentes 2  Ñuñoa  1 0 936 0 0 0  0  936 VIII
Rene Schneider  Pudahuel 1 0 0 183 13 2  0  198 VIII
Polígono de Tiro 3  Conchalí  2 0 84 0 0 0  0  84 VII
Las Tanias 2   Ñuñoa  2 0 24 51 8 0  0  83 VIII
El Salvador 2  Renca  2 0 0 154 0 0  0  154 VIII
Eneas Gonel Sector II  Conchalí  1 0 132 6 0 0  0  138 VII
Juanita Aguirre  Conchalí  1 0 0 2449 45 0  0  2494 VII
Sta. Julia Sector 3 y 4  Ñuñoa  2 0 74 0 0 0  0  74 VIII
Carlos Ibañez del Campo  Quinta Normal 2 0 0 105 25 0  0  130 VIII
Eneas Gonel Secto IV (1)  Conchalí  1 0 204 0 0 0  0  204 VII
René Schneider  Pudahuel 1 0 0 70 2 0  0  72 VIII
Pobl. El Puelche  Cisterna  2 0 0 0 0 280  0  280 VII
Pobl. Arqto. O' Herens  Conchalí  2 0 98 0 0 0  0  98 VII
Juanita Aguirre  Conchalí  2 0 0 703 16 0  0  719 VII
El Despertar 1  Maipú  1 0 139 0 0 0  0  139 VIII
Pobl. Arqto. O' herens 2  Conchalí  1 0 73 356 0 0  0  429 VII
El Despertar 2  Maipú  2 0 1061 52 52 33  0  1198 VIII
Rio Lauca  La Reina  2 0 85 0 35 0  0  120 VII.5
Eneas Gonel Sector IV (2)  Conchalí  2 0 0 210 6 8  0  224 VII
Eneas Gonel Sector II (2)  Conchalí  2 0 278 0 8 0  0  286 VII
Santa Julia sector 3 y 4  Ñuñoa  1 0 584 0 0 0  0  584 VIII
Carlos Ibáñez del Campo 1  Quinta Normal 1 0 283 3 0  0  286 VIII
José Santos Ossa  Conchalí  1 0 266 81 0 0  0  347 VII
Santa María de la Estrella  La Florida 2 0 576 0 0 0  0  576 VII
Población San Miguel II  San Miguel 3 0 0 160 0 0  0  160 VIII
Esperanza  Maipú  3 0 0 36 27 0  0  63 VII
Golda Meier (ex 16 abril)  Lo Prado  3 0 0 48 0 0  0  48 VII
Jaime Eyzaguirre D‐ 1  Ñuñoa  3 0 240 96 0 0  0  336 VII
Jaime Eyzaguirre D‐ 4  Ñuñoa  3 0 0 464 0 0  0  464 VII
Villa Paraguay  San Ramón 4 0 0 256 0 0  0  256 VII
Villa Bernardo O' Higgins S‐ 3A  La Florida 4 0 216 0 0 0  0  216 VII
Laguna Poniente ‐A  Pudahuel 4 0 0 96 32 0  0  128 VII
216

PROYECTO  COMUNA  0  1  2  3  4  5  Total   IMSK 
pisos
El Estanque 1  Peñalolén 4 0 84 264 204 48  0  600 VII
villa alemana ex lo val  Ñuñoa  3 0 0 90 230 0  0  320 VII
1 oriente  Macul  3 0 0 96 0 0  0  96 VII
Villa olímpica block 77  Ñuñoa  3 0 0 0 16 0  0  16 VII
Las Tanias 1  Ñuñoa  3 0 0 16 48 0  0  64 VII
Villa Tobalaba  La Reina  3 0 240 0 0 0  0  240 VII
Oscar Bonilla  Conchalí  3 0 0 552 0 0  0  552 VII
Laguna Poniente sector C  Pudahuel 3 0 42 0 0 0  0  42 VII
Américo  Vespucio Huechuraba  Conchalí  4 0 0 0 140 0  0  140 VII
villa Yugoslavia 1  Ñuñoa  3 0 215 16 0 0  0  231 VII
Villa Francia  Maipú  3 0 736 0 0 0  0  736 VII
Vital Apoquindo 2  Las Condes 4 0 6 162 30 0  0  198 VII
Vital Apoquindo 1  Las Condes 4 0 6 162 30 0  0  198 VII
Población santa Mónica 1  Conchalí  4 0 0 444 48 0  0  492 VII
Población santa Mónica 2  Conchalí  4 0 0 444 48 0  0  492 VII
Las Amapolas S3A y S3B  Ñuñoa  4 0 36 48 60 0  0  144 VII
Población Laguna Oriente 
Pudahuel  4  0  0  0  24  0  0  24  VII 
sector 5 
Población Laguna Oriente 
Pudahuel  4  0  0  156  0  0  0  156  VII 
sector 3 
Población Laguna Oriente 
Pudahuel  4  0  48  0  0  0  0  48  VII.5 
sector 2 
Villa El Cobre  Ñuñoa  4 0 0 324 0 0  0  324 VI
Población Huamachuco 2  Renca  3 0 0 0 0 96  0  96 VI
Villa Esmeralda ex la Crna. 1 y 2   San Miguel 3 0 120 24 0 0  0  144 VIII
Población San Miguel 2 etapa 2  San Miguel 3 0 0 0 22 0  0  22 VIII
Población San Miguel 2 etapa1  San Miguel 3 0 0 0 96 0  0  96 VIII
Población Cuatro Álamos  Maipú  3 0 0 816 0 0  0  816 VII.5
Conj. Mapocho Libertad  Santiago  4 0 0 122 0 0  0  122 VII.5
San Miguel 1 etapa 2  San Miguel 4 0 0 216 0 0  0  216 VII.5
El Salvador 1  Renca  4 0 0 60 292 0  0  352 VII.5
Estación 
Villa Japón 1  3  0  84  52  96  0  0  232  VII.5 
Central 
Villa México   Maipú  3 0 384 0 0 0  0  384 VII.5
Población La Cañada Norte Pudahuel 3 0 192 0 0 0  0  192 VII.5
Santa Corina  Pudahuel 3 0 0 832 0 0  0  832 VII.5
Santa Carolina 2  Macul  3 0 0 21 18 0  0  39 VIII
Santa Carolina 1  Macul  3 0 0 150 64 215  0  429 VIII
Lo Sierra A  Cisterna  4 0 72 144 216 0  0  432 VIII
Polígono de Tiro 1  Conchalí  4 0 132 184 48 0  0  364 VIII
Villa Frei S2 y Central ex B8‐9   Ñuñoa  3 0 130 27 0 0  0  157 VIII
Exequiel González  Ñuñoa  3 0 0 0 246 0  0  246 VIII
Población Huemul 2  Santiago  4 0 0 68 0 0  0  68 VIII
Santiago Amengual 1  Pudahuel 4 0 0 30 30 0  0  60 VIII
Pajaritos Sur  Maipú  4 0 0 171 0 0  0  171 VIII
Laguna Poniente sector E  Pudahuel 4 0 24 0 32 0  0  56 VIII
El Estanque 2  Peñalolén 4 0 16 44 108 0  0  168 VIII
217

PROYECTO  COMUNA  0  1  2  3  4  5  Total   IMSK 
pisos
villa Lo Hermida  Peñalolén 3 0 48 224 144 0  0  416 VIII
Vifercomas  Macul  3 0 0 0 24 0  0  24 VIII
villa Naciones Unidas  Peñalolén 3 0 1856 48 0 0  0  1904 VIII
Huechuraba norte sector uno 1  Conchalí  3 0 0 80 0 0  0  80 VIII
conjunto habitacional san 
Pudahuel  3  0  0  16  8  0  0  24  VIII 
pablo 1 
conjunto habitacional san 
Pudahuel  3  0  0  40  44  6  0  90  VIII 
pablo 2 
Población la estrella 2  Pudahuel 3 0 0 6 78 0  0  84 VIII
conjunto habitacional Vivaceta 
Conchalí  3  0  0  0  0  72  0  72  VIII 

conjunto habitacional Vivaceta 
Conchalí  3  0  0  0  0  18  0  18  VIII 

conjunto habitacional Renca II  Renca  3 0 0 0 0 66  0  66 VIII
conjunto habitacional Renca I  Renca  3 0 0 0 0 18  0  18 VIII
Quilicura  Quilicura  4 0 0 104 60 0  0  164 VII.5
Población San Enrique  San Ramón 4 0 0 36 156 0  0  192 VII.5
villa Los Peumos  La Florida 4 0 84 120 36 0  0  240 VII.5
Nuevo Horizonte  San Miguel 4 0 80 60 0 0  0  140 VII.5
san Joaquín poniente  San Miguel 3 0 30 350 500 0  0  880 VII.5
Villa Frei bloques 2631  Ñuñoa  3 0 0 0 50 0  0  50 VIII
villa Salvador Crus Gana  Ñuñoa  3 0 0 496 0 24  0  520 VIII
Tristán Valdés 1  Maipú  3 0 0 16 0 0  0  16 VIII
los Industriales  Macul  3 0 0 48 96 48  0  192 VIII
San Pablo III  Pudahuel 3 0 0 24 36 6  0  66 VIII
Renca III  Renca  3 0 0 0 0 48  0  48 VIII
Vivaceta IIII  Conchalí  3 0 0 0 0 54  0  54 VIII
Población la Estrella 3  Pudahuel 3 0 0 6 60 0  0  66 VIII
bacte. Chile  Ñuñoa  4 0 0 88 0 0  0  88 VIII
Cumbres andinas  Macul  4 0 330 0 0 0  0  330 VIII
san José  San Miguel 4 0 0 0 136 0  0  136 VIII
J. A. Ríos Sec 3B villa Ríos  Renca  3 0 120 240 0 0  0  360 VIII
Villa Lo prado  Lo Prado  3 0 0 64 16 0  0  80 VIII
Villa California  Cerro Navia 3 0 0 192 0 0  0  192 VIII
Presidente Ibáñez 1  Conchalí  3 0 480 336 48 0  0  864 VIII
el Observatorio 1  Cisterna  4 0 0 128 64 0  0  192 VIII
Villa Canadá  Ñuñoa  3 0 0 184 120 0  0  304 VIII
villa Los presidentes 1  Ñuñoa  3 0 1440 448 32 0  0  1920 VII.5
El observatorio 2  Cisterna  4 0 0 128 64 0  0  192 VIII
San Pablo Sur  Pudahuel 3 0 12 104 68 0  0  184 VIII
Tristán Valdés 2  Maipú  4 0 0 0 8 0  0  8 VIII
Población huemul 2 (2)  Santiago  4 0 0 0 118 0  0  118 VIII
J.M. Infante 1583  Providencia 3 0 0 48 0 0  0  48 VIII
Juanita Aguirre 1  Conchalí  3 0 0 32 0 0  0  32 VIII
Arquitecto O' herens 1  Conchalí  3 0 128 384 80 0  0  592 VIII
Población La Estrella 1  Pudahuel 3 0 0 0 18 0  0  18 VIII
Población La Florida 1  La Florida 3 0 0 48 0 0  0  48 VIII
218

PROYECTO  COMUNA  0  1  2  3  4  5  Total   IMSK 
pisos
J.A. Ríos Sección 5 España 1  Renca  3 0 0 136 136 0  0  272 VIII
J.A.Ríos Sección 5 España 2 Renca  3 0 0 136 0 0  0  136 VIII
Población La Florida 2  La Florida 3 0 0 48 0 0  0  48 VIII
Población Yungay  San Miguel 3 0 0 774 0 0  0  774 VII.5
Ampliación polígono  Quinta Normal 3 0 0 61 0 3  0  64 VII
Población Alonso de Ercilla  La Florida 3 0 117 477 702 36  0  1332 VII
El Pilar  La Granja 3 0 324 36 0 0  0  360 VII
Población General Freire 2  Renca  3 0 0 114 6 0  0  120 VII
Población General Freire 1  Renca  3 0 0 60 60 0  0  120 VII
Froilán Roa  Macul  3 0 0 264 0 0  0  264 VII
Vicuña Mackena Sur   Macul  3 0 0 0 120 0  0  120 VII
Población Germán Riesco  San Miguel 3 0 0 0 0 240  0  240 VII
J. A Ríos Sector 2C  Renca  3 0 60 908 284 0  0  1252 VII
Pablo Neruda I, II, III  La Granja 3 396 0 0 0 0  0  396 VII
Yungay   La Granja 3 799 0 0 0 0  0  799 VII
La Castrina  La Granja 4 366 0 0 0 0  0  366 VII
La Reconquista  Lo Prado  3 576 0 0 0 0  0  576 VII.5
Nonato Coo II  Puente Alto 4 0 96 32 0 0  0  128 VII.5
Carelmapu   San Bernardo 4 192 192 192 0 0  0  576 VII.5

Detalle del levantamiento de daños elaborado por un total de 21 memoristas de Ingeniería Civil
de la FCFM, de la Universidad de Chile, correspondiendo a 28 de las 34 comunas del Gran
Santiago: 1) Arancibia, 1987; 2) Arancibia, 1987; 3) Casaliggi, 1987; 4) Cholaky, 1987; 5)
Durán, 1987; 6) Eberl, 1987; 7) Elicer, 1987; 8) García, 1987; 9) Hernández, 1987; 10) Levrini,
1987; 11) Lira, 1987; 12) Richetti, 1987; 13) Risso, 1987; 14) Contreras, 1988; 15) Donoso,
1988; 16) García, 1988; 17) Infantas, 1988; 18) Lengues, 1988; 19) Rojas, 1988; 20) Sunkel,
1988; y 21) Bertholet, 1989.

219
ANEXO B. ASIGNACION DE CLASES CONJUNTOS CONSIDERADOS

ID  AÑO  COMUNA  PROYECTO  Meli Conjunto  pisos  Tipo_estructura  CLASE_MSK 


62902  1981  Cerrillos  Las Torres  1,853  1  Armada  B 
62012  1980  La Granja  Pablo Neruda I, II, III (TIPO G)  0,769  3  Armada  B 
62012  1980  La Granja  Pablo Neruda I, II, III (TIPO D)  0,663  3  Armada  B 
62016  1980  La Granja  Yungay (casas tipo D)  1,596  2  Armada  B 
62014  1983  La Granja  San Gregorio  2,190  1  Armada  B 
62017  1983  La Granja  La Castrina  0,257  4  Armada  B 
2  1979  Macul  Santa Carolina 1  0,513  3  Armada  B 
63011  1980  Maipu  El Despertar A  0,660  2  Armada  B 
63011  1980  Maipu  El Despertar B  0,700  2  Armada  B 
63011  1980  Maipu  El Despertar C  0,720  2  Armada  B 
63011  1980  Maipu  El Despertar D  0,651  2  Armada  B 
63011  1980  Maipu  El Despertar E  0,644  2  Armada  B 
63011  1980  Maipu  El Despertar F  0,663  2  Armada  B 
63011  1980  Maipu  El Despertar G  0,157  1  Armada  B 
63011  1980  Maipu  El Despertar H  0,161  1  Armada  B 
63011  1980  Maipu  El Despertar Y  0,660  2  Armada  B 
63011  1980  Maipu  El Despertar Z  0,624  2  Armada  B 
64534  1980  Puente Alto  Nonato Coo II  0,368  4  Armada  B 
64536  1981  Puente Alto  Oscar Bonilla A  1,940  1  Armada  A 
64504  1983  Puente Alto  Carol Urzua,Cordillera  2,644  1  Armada  B 
64542  1984  Puente Alto  San Jose de Las Claras  1,867  1  Armada  B 
63511  1983  Renca  Huamachuco II Lote III (casas)  1,961  1  Armada  B 
6  1980  Renca  El Salvador   0,516  2  Armada  B 
7  1980  Renca  General Freire I y II  0,640  3  Armada  B 
8  1977  Renca  Renca II  0,886  3  Armada  B 
65001  1981  San Bernardo  5 Pinos  1,672  1  Armada  B 
65021  1982  San Bernardo  Ducaud tipo B  2,383  1  Armada  B 
65021  1982  San Bernardo  Ducaud tipo A  1,912  1  Armada  B 
65041  1984  San Bernardo  Pedro de Oña  1,750  1  Armada  B 
65007  1985  San Bernardo  Carelmapu   0,338  4  Armada  B 
Armada y 
61302  1980  Las Condes  Vital Apoquindo  0,806  3  C 
Confinada 
Armada y 
63606  1981  Quilicura  Quilicura  0,565  4  C 
Confinada 
63207  1982  Lo Prado  La Reconquista  0,688  3  Confinada  B 
63510  1983  Renca  Huamachuco II Lote I  2,257  1  Confinada  B 
63511  1983  Renca  Huamachuco II Lote III (blocks)  0,428  3  Confinada  B 
3  1968  Maipu  Villa Mexico  0,456  4  Hormigón  C 
4  1971  Maipu  Poblacion Cuatro Alamos, 9 continuas  0,266  4  Hormigón  C 
5  1971  Maipu  Poblacion Cuatro Alamos, 5 continuas  0,246  4  Hormigón  C 
62016  1980  La Granja  Yungay (blocks tipo Y, 2 continuas)  1,606  3  P Confinada  B 
62016  1980  La Granja  Yungay (blocks tipo Y, 4 continuas)  1,420  3  P Confinada  B 
62016  1980  La Granja  Yungay (blocks tipo Y, 6 continuas)  1,356  3  P Confinada  B 
62003  1981  La Granja  El Pilar  0,700  3  P Confinada  B 
61602  1982  Macul  Froilan Roa  0,596  3  P Confinada  B 
1  1962  Las Condes  Rosa Rodrigues de Alesandri  3,422  1  Simple  A 
Cardenal Raul Silva Henriquez II, tipo 
62904  2000  Cerrillos  0,466  3  Armada  C 
C2 
Cardenal Raul Silva Henriquez II, tipo 
62904  2000  Cerrillos  0,440  3  Armada  C 
duplex 

220
ID  AÑO  COMUNA  PROYECTO  Meli Conjunto  pisos  Tipo_estructura  CLASE_MSK 
62009  1997  La Granja  Los Rosales II  0,516  3  Armada  C 
62002  1991  La Granja  Benjamin Subercaseaux  0,681  3  Confinada  C 
62005  1993  La Granja  Lago Chungara I  0,798  3  s/i  B 
62004  1989  La Granja  La Serena  0,940  2  Armada  B 
62015  1989  La Granja  San Gregorio  0,553  2  Armada  B 
61303  1987  Las Condes  Yolanda ‐ La Escuela  0,808  3  Armada  C 
63213  1996  Lo Prado  Sor Sara Faundes (Los Tamarindos)  0,489  3  Armada  C 
63212  1993  Lo Prado  San Valentin  0,700  3  s/i  B 
63203  1994  Lo Prado  Eduardo Frei Montalba (Juan Pablo II)  0,883  3  Armada  C 
63208  1997  Lo Prado  Lo Prado  0,175  3  Armada  C 
63205  1992  Lo Prado  Guacolda (Conj, Habit, Loyola)  0,571  3  s/i  B 
63209  1995  Lo Prado  Monseñor Enrique Alvear (Lago Ranco) 0,608  3  Armada  C 
63204  1990  Lo Prado  Galvarino  0,756  3  Armada  C 
63210  1989  Lo Prado  Parque Intercomunal Poniente  0,220  3  Armada  C 
63214  1994  Lo Prado  Universidad Gabriela Mistral II  1,024  1  Armada  C 
63202  1988  Lo Prado  Coronel Bueras (O'Higgins)  0,257  4  Armada  B 
61601  1989  Macul  Cumbres Andinas  0,399  3  Armada  C 
61603  1990  Macul  Fundacion de Macul  0,711  3  Armada  C 
61604  1986  Macul  Las Codornices I  0,882  3  Armada  B 
61606  1988  Macul  Nueva Quillin  0,421  3  Armada  B 
63012  1998  Maipu  Heroes de Iquique I, tipo C1  0,226  3  Armada  C 
63012  1998  Maipu  Heroes de Iquique I, tipo C  0,205  3  Armada  C 
63004  1999  Maipu  Carlos V (San Jose / San Arturo)  0,754  3  Confinada  C 
63002  1996  Maipu  Bernardo O'Higgins II (Javiera Carrera)  0,761  3  Armada  C 
Bernardo O'Higgins (Valle de la 
63001  1995  Maipu  0,798  3  Armada  C 
Esperanza III) 
63003  1992  Maipu  Borgoño  0,629  2  Armada  C 
63020  1990  Maipu  Sofofa (Los Industriales)  0,936  1  Armada  C 
63009  1986  Maipu  El Despertar XXIV  1,216  3  Confinada  B 
63018  1990  Maipu  San Luis IV  Sector I  1,177  2  Confinada  C 
64540  1999  Puente Alto  Quitalmahue  2,708  3  Armada  C 
64523  1998  Puente Alto  Los Conquistadores (Hernan Cortez)  2,013  3  Armada  C 
64518  1991  Puente Alto  La Frontera  3,386  1  Confinada  C 
64502  1993  Puente Alto  Arco Iris del Sur II  2,454  2  Confinada  C 
64549  1991  Puente Alto  Sor Teresa  1,281  2  s/i  B 
64516  1996  Puente Alto  Francisco Coloane  0,847  3  Armada  C 
64503  1994  Puente Alto  Caleuche (Chiloe)  0,739  3  Confinada  C 
64528  1997  Puente Alto  Marta Brunet I y II, crujia simple  0,593  3  Armada  C 
64528  1997  Puente Alto  Marta Brunet I y II, crujia doble  0,691  3  Armada  C 
64517  1992  Puente Alto  Horizonte  0,608  1  s/i  B 
64508  1992  Puente Alto  El Duraznal (Primavera)  2,013  2  Armada  C 
64521  1991  Puente Alto  Los Canales I (Gabriela IV)  1,801  2  Armada  C 
64537  1993  Puente Alto  Padre Hurtado  0,655  3  Armada  C 
64551  1995  Puente Alto  Volcan San Jose II  0,584  3  Armada  C 
64552  1997  Puente Alto  Volcan San Jose III, crujia simple  0,924  3  Armada  C 
64552  1997  Puente Alto  Volcan San Jose III, crujia doble  0,722  3  Armada  C 
64505  1990  Puente Alto  Cielos Andinos  0,911  2  Armada  C 
64506  1987  Puente Alto  Conjunto Habitacional Chiloe  1,030  2  Armada  B 
64529  1986  Puente Alto  Nocedal I  0,805  2  Armada  B 
64520  1989  Puente Alto  Las Torres I y II (El Molino/Parcela 9)  0,901  2  Armada  B 
63611  1994  Quilicura  Pascual Gambino I y II  0,546  3  Armada  C 

221
ID  AÑO  COMUNA  PROYECTO  Meli Conjunto  pisos  Tipo_estructura  CLASE_MSK 
63616  1993  Quilicura  Valle de la Luna  0,655  3  s/i  B 
63605  1993  Quilicura  La Pradera  0,590  3  Armada  C 
63612  1993  Quilicura  Pucara Lasana I y II  0,691  3  Armada  C 
63602  1987  Quilicura  El Descanso I  0,559  2  s/i  B 
63504  1999  Renca  Conjunto Miraflores  0,592  3  Confinada  C 
63501  1992  Renca  Apostol Santiago  0,710  3  Armada  C 
63518  1993  Renca  Oscar Castro  0,849  3  Armada  C 
63519  1989  Renca  Santa Emilia  0,324  2  Armada  B 
63515  1987  Renca  Lo Velasquez Lotes III y IV  1,073  2  s/i  B 
65048  1999  San Bernardo  Valle del Maipo  1,045  3  Confinada  C 
65030  1994  San Bernardo  Lo Blanco II y III (Valle de LLuta II y III)  0,906  3  s/i  C 
65025  1993  San Bernardo  Ernestina Perez (Valle de Azapa)  1,044  3  Armada  C 
65016  1992  San Bernardo  Cristobal Colon III (Cristobal Colon IV)  0,944  3  Armada  C 
65031  1997  San Bernardo  Los Andes I, Los Morros  0,827  3  Confinada  C 
65039  1991  San Bernardo  Martin de Solis (Cristobal Colon)  0,681  3  Armada  C 
65049  1989  San Bernardo  Yerbas Buenas III  0,778  3  Armada  B 
65019  1986  San Bernardo  Cristobal Colon VI (Cristobal Colon VII)  0,732  3  Armada  B 
65024  1988  San Bernardo  El Refugio (Patricio Alfonso)  0,918  2  Armada  B 
65045  1988  San Bernardo  San Esteban III  0,701  2  Armada  B 
65043  1987  San Bernardo  San Esteban I  0,809  2  Armada  B 
63320  1998  Pudahuel  Nuevo Horizonte  0,742  4  Confinada  C 
9  0  Pudahuel  Parque del Sol Etapa 10  0,821  4  Confinada  A 
63301  1992  Pudahuel  La Aurora  0,606  3  P Confinada  C 
63406  1985  Cerro Navia  Las Viñitas A  0,784  3  Confinada  C 
63408  1990  Cerro Navia  Los Condores  0,760  3  Confinada  C 
63405  1998  Cerro Navia  Juan Araya A  1,308  3  Armada  C 
63403  2001  Cerro Navia  El Resbalon  1,202  3  Armada  D 
63407  1996  Cerro Navia  Diputada Laurita Allende  1,049  4  Armada  C 
10  1978  Pudahuel  San Francisco  0,669  3  Armada  B 
63311  1992  Pudahuel  La Estrella Sur  0,664  3  Armada  C 
11  1993  Pudahuel  Americo Vespucio  0,885  3  Armada  C 
63302  1998  Pudahuel  El Cabildo  0,589  3  Confinada  C 
63329  1992  Pudahuel  Roberto Matta  0,621  3  Confinada  C 

222
ANEXO C MAPAS DE PELIGRO SISMICO PROBABILISTICO
C.1. FUENTE INTERPLACA

a) Mapa Peligro sísmico fuente interplaca thrust, atenuación Silva, periodo vida útil 10 años.

b) Mapa Peligro sísmico fuente interplaca thrust, atenuación Silva, periodo vida útil 100
años.

c) Mapa Peligro sísmico fuente interplaca thrust, atenuación Silva, periodo vida útil 250
años.

d) Mapa Peligro sísmico fuente interplaca thrust, atenuación Leyton, periodo vida útil 10
años.

e) Mapa Peligro sísmico fuente interplaca thrust, atenuación Leyton, periodo vida útil 50
años.

f) Mapa Peligro sísmico fuente interplaca thrust, atenuación Leyton, periodo vida útil 100
años.

g) Mapa Peligro sísmico fuente interplaca thrust, atenuación Leyton, periodo vida útil 250
años.

h) Mapa Peligro sísmico fuente interplaca thrust, atenuación Barrientos, periodo vida útil 10
años.

i) Mapa Peligro sísmico fuente interplaca thrust, atenuación Barrientos, periodo vida útil 50
años.

j) Mapa Peligro sísmico fuente interplaca thrust, atenuación Barrientos, periodo vida útil
100 años.

k) Mapa Peligro sísmico fuente interplaca thrust, atenuación Barrientos, periodo vida útil
250 años.

223
C.2. FUENTE INTRAPLACA DE PROFUNDIDAD INTERMEDIA

l) Mapa Peligro sísmico fuente intraplaca de profundidad intermedia, atenuación Silva,


periodo vida útil 10 años.

m) Mapa Peligro sísmico fuente intraplaca de profundidad intermedia, atenuación Silva,


periodo vida útil 100 años.

n) Mapa Peligro sísmico fuente intraplaca de profundidad intermedia, atenuación Silva,


periodo vida útil 250 años.

o) Mapa Peligro sísmico fuente intraplaca de profundidad intermedia, atenuación Leyton,


periodo vida útil 10 años.

p) Mapa Peligro sísmico fuente intraplaca de profundidad intermedia, atenuación Leyton,


periodo vida útil 50 años.

q) Mapa Peligro sísmico fuente intraplaca de profundidad intermedia, atenuación Leyton,


periodo vida útil 100 años.

r) Mapa Peligro sísmico fuente intraplaca de profundidad intermedia, atenuación Leyton,


periodo vida útil 250 años.

s) Mapa Peligro sísmico fuente intraplaca de profundidad intermedia, atenuación Barrientos,


periodo vida útil 10 años.

t) Mapa Peligro sísmico fuente intraplaca de profundidad intermedia, atenuación Barrientos,


periodo vida útil 50 años.

u) Mapa Peligro sísmico fuente intraplaca de profundidad intermedia, atenuación Barrientos,


periodo vida útil 100 años.

v) Mapa Peligro sísmico fuente intraplaca de profundidad intermedia, atenuación Barrientos,


periodo vida útil 250 años.

224
C.3. FUENTE CORTICAL CORDILLERANA

w) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Leyton, periodo vida útil 10
años.

x) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Leyton, periodo vida útil
100 años.

y) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Leyton, periodo vida útil
250 años.

z) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Barrientos, periodo vida útil
10 años.

aa) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Barrientos, periodo vida útil
50 años.

bb) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Barrientos, periodo vida útil
100 años.

cc) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Barrientos, periodo vida útil
250 años.

dd) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Bakun, periodo vida útil 10
años.

ee) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Bakun, periodo vida útil 50
años.

ff) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Bakun, periodo vida útil
100 años.

gg) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Bakun, periodo vida útil
250 años.

225
hh) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Chandra, periodo vida útil
10 años.

ii) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Chandra, periodo vida útil
50 años.

jj) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Chandra, periodo vida útil
100 años.

kk) Mapa Peligro sísmico fuente cortical cordillerana, atenuación Chandra, periodo vida útil
250 años.

C.4. EFECTO CONJUNTO DE LAS FUENTES

ll) Mapa peligro sísmico efecto conjunto de las fuentes inter e intra (atenuación Silva) y
cortical (atenuación Leyton), periodo vida útil 10 años.

mm) Mapa peligro sísmico efecto conjunto de las fuentes inter e intra (atenuación Silva) y
cortical (atenuación Leyton), periodo vida útil 100 años.

nn) Mapa peligro sísmico efecto conjunto de las fuentes inter e intra (atenuación Silva) y
cortical (atenuación Leyton), periodo vida útil 250 años.

oo) Mapa peligro sísmico efecto conjunto de las fuentes inter, intra y cortical, atenuación
Barrientos, periodo vida útil 10 años.

pp) Mapa peligro sísmico efecto conjunto de las fuentes inter, intra y cortical, atenuación
Barrientos, periodo vida útil 50 años.

qq) Mapa peligro sísmico efecto conjunto de las fuentes inter, intra y cortical, atenuación
Barrientos, periodo vida útil 100 años.

rr) Mapa peligro sísmico efecto conjunto de las fuentes inter, intra y cortical, atenuación
Barrientos, periodo vida útil 250 años.

226
FE DE ERRATAS

Se incorporan las siguientes referencias a la bibliografía.

1. Araya, Pedro; 2006. “Catálogo actualizado de intensidades sísmicas para Chile”.


Memoria para optar el título de Ingeniero Civil. Universidad de Chile.
2. Astroza, M; Moroni, M.O.; Küpfer, M.; 1993.”Calificación sísmica de edificios de
albañilería de ladrillo confinada con elementos de hormigón armado”. XXVI Jornadas
Sudamericanas de Ingeniería Estructural, Montevideo Uruguay. 15 al 19 de Noviembre
1993.
3. Comte, D. et al. 1986. “The 1985 central Chile earthquake: A repeat of previous great
earthquakes in the region?”. Science 233, pp. 393 – 500.
4. Cornell, C.; 1968. “Engineering seismic risk analysis”. Bulletin Seismological Society of
America 58, pp.1583 -1608.
5. Lomnitz, C. 1969. “An earthquake risk map of Chile”. Proceedings of the fourth World
Conference on Earthquake Engineering 1, pp. 161-171. Chile.
6. Lomnitz, C. 1970. “Major earthquakes and tsunamis in Chile during the period 1535 to
1955”. Geologische Rundschau 59: 938-960.
7. Lomnitz, C. 2004. “Major earthquakes of Chile: a historical survey, 1535-1960”.
Seismological Research Letters 75, pp. 368-378.
8. Rauld, Rodrigo; 2002. “Análisis morfoestructural del frente cordillerano de Santiago
Oriente, entre el río Mapocho y la Quebrada de Macul”. Memoria para optar al Título de
Geólogo. Universidad de Chile.
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 10 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente interplaca thrust usando ley de Atenuacion de Silva (2011).

8. Quillota
4 Los Andes

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til

Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
6.6

6.4

6.2
6.8
7.8
7.6

7.2
7.4
8.2
8.4

7
8

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
Puente Alto
Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 100 años de vida útil con 5% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente interplaca thrust usando ley de Atenuacion de Silva (2011).

Quillota
Los Andes
10.2
Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til

Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
10.4

7.2
10.2

7.8
9.6

7.6
8.2
9.8

7.4
8.6
9.4

8.4
8.8
9.2
10

8
-33.5˚
9

San 1Antonio San Bernardo


0.4
Puente Alto
Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 250 años de vida útil con 2% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente interplaca thrust usando ley de Atenuacion de Silva (2011).

Quillota
10.4 Los Andes

Valparaíso10.6 -33˚
10.8
Quilpué Til Til

Colina
10.8

Algarrobo
Latitud [º]

11 Curacaví SANTIAGO
9.2

8.4

8.2
8.6
10.2

8.8

7.6
10.4

7.8
10.6

9.4
9.6
9.8

8
10

10 -33.5˚
San
1 Antonio .8 San Bernardo
1.2
Puente Alto
Talagante
11

Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 10 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica interplaca tipo thrust, ley de Atenuacion Leyton (Sin publicar)

Quillota

6.2
6.4
7.8

6.8
7.6

6.6
7.4
7.2
8.6
8.4
8.2

6
8.8

7
Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

9.2

Curacaví SANTIAGO
9

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
6.8

6.6

6.4

6.2
7.8
7.6
7.4
7.2
8.2
8.6
8.4

6
Puente Alto
8.8

7
8

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚
9

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 15:18:05 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 50 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica interplaca tipo thrust, ley de Atenuacion Leyton (Sin publicar)

Quillota

6.6
6.8
9.6
9.4
9.2

8.6
8.4
8.2

7.2
7.6
7.8

7.4
9.8

8.8
10.2

7
8
10

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo
10.4
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
-33.5˚
San Antonio San Bernardo

6.6
6.8
7.8

7.2
7.4
9.6

8.6
8.4
8.2
9.4
10.2

9.2

7.6
9.8

8.8

7
Puente Alto
8
10

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 15:18:29 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 100 años de vida útil con 5% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica interplaca tipo thrust, ley de Atenuacion Leyton (Sin publicar)

Quillota
10.8

10.2
10.4
10.6

7.2
7.4
7.6
8.6

7.8
9.2

8.4
8.8

8.2
9.8
9.6
9.4

7
8
10

9
11

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

.2

Curacaví SANTIAGO
11

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
10.8

10.6

10.2
10.4

8.6

7.2
8.8

7.8
7.6
9.2

8.4
8.2

7.4
9.8
9.6
9.4

7
8
10

Puente Alto
9
11

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 15:19:09 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 250 años de vida útil con 2% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica interplaca tipo thrust, ley de Atenuacion Leyton (Sin publicar)

Quillota

8.4
8.2
10.6
10.4
10.2

8.8

8.6

7.4
9.2

7.8
9.4

7.6
10.8

9.6
9.8

8
10

9
11

Valparaíso
11.2

-33˚
13
111.2
132
2 Quilpué Til Til
1.28
.2.612
411.8
.2
11. 11

Colina
.6
4 .6
1211

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
11.8
.2

110 11.4 -33.5˚


11
11

119
00
.08..0
19
San 87.96..4
4
62Antonio
8
7678..42 San Bernardo
88622486

7.2
8.4
8.2
10.8
10.4
10.6
10.2
11.4

7.8
7.6
7.4
8.8
8.6
9.2
9.8
9.6
9.4

8
10

Puente Alto
11.

9
11

Talagante
11.8

Melipilla San José de Maipo


2

11 Paine
11.4 .6
1 1.2
Rapel
-34˚
.6
11

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 15:22:23 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 10 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica interplaca thrust, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota

6.4
7.4

6.2
7.2

6.8

6.6
7.8

7.6

7
8

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
8.2

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
6.4

6.2
7.2
7.4

6.6
6.8
7.6
7.8

6
Puente Alto
7
8

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:27:12 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 50 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica interplaca thrust, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota

6.6
8.2

7.8

6.8
7.6

7.4

7.2
8.6

8.4

7
Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
8.8

-33.5˚
San Antonio San Bernardo

6.4
6.6
6.8
7.8

7.6

7.4
8.2

7.2
8.6

8.4

Puente Alto
8

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚
8.8

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:26:40 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 100 años de vida útil con 5% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica interplaca thrust, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota

6.8
7.2
8.2

7.4
7.6
7.8
8.8

8.6

8.4

7
8
9

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

9.2

Curacaví SANTIAGO
-33.5˚
San Antonio San Bernardo

6.8
7.2
7.4
8.2

7.6
7.8
8.6

8.4
8.8

Puente Alto
7
8
9

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
9.2

-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:26:06 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 250 años de vida útil con 2% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica interplaca thrust, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota

7.4
8.6

7.2
8.4

8.2

7.8

7.6
8.8

7
8
9

Valparaíso -33˚
9.

Quilpué Til Til


9.2
4

Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
9.6

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
7.4
8.8

7.2
7.6
8.6

8.2

7.8
8.4

Puente Alto

7
8
9
9.2

Talagante
9.4

Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚
9.6

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:25:20 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 10 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente intraplaca de profundidad intermedia usando ley de Atenuacion de Silva (2011).

Quillota
Los Andes

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til

Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
6.2

5.4
5.6
5.8
6.4
6.2

6.4

-33.5˚
6
5.8

San Antonio San Bernardo


Puente Alto
Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 100 años de vida útil con 5% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente intraplaca de profundidad intermedia usando ley de Atenuacion de Silva (2011).

Quillota
Los Andes

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til

Colina
7.8

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO

6.4
7.2

6.8
7.4
7.6

6.6

6.2
7.6
7.2
7.4

-33.5˚
6.8

7.8
7

San Antonio San Bernardo


Puente Alto
Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 250 años de vida útil con 2% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente intraplaca de profundidad intermedia usando ley de Atenuacion de Silva (2011).

Quillota
8

Los Andes
8.2
Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til

Colina

Algarrobo
Latitud [º]

8.

Curacaví SANTIAGO
4

6.6
7.2

6.8
7.6

7.4

6.4
7.8
7.6
7.8

-33.5˚
7
8
7.4
7.2

8
8.2
7

San Antonio San Bernardo


8.2

Puente Alto
Talagante
8.4

Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 10 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica intraplaca de profundidad intermedia, ley de Atenuacion Leyton (Sin publicar

Quillota

7.4

7.3
7.1

7.2
7.2
7.3
7.4
7

7.5

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
7.5

Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
6.6
6.7

6.9
6.8

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
7.4

7.3

7.2
7.3
7.4
7.5
7.2
7.1

7.1
Puente Alto
7

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine
7.5

Rapel
-34˚
6.9

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:42:20 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 50 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica intraplaca de profundidad intermedia, ley de Atenuacion Leyton (Sin publicar

Quillota

8.4

8.2
7.9

8.3
8.1
8.2

8.1
8.4
8.3
8

5
8.

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

8.5

Curacaví SANTIAGO
7.4
7.5
7.6
7.7
7.8
7.3

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
8.2
8.4

8.4
8.5

8.3

8.1
8.1
8.3
8.2
7.9

Puente Alto
8

8
Talagante
8.6

Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚
8.5
7.8
7.7

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:41:46 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 100 años de vida útil con 5% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica intraplaca de profundidad intermedia, ley de Atenuacion Leyton (Sin publicar

Quillota

8.8

8.6
8.6

8.8

9.2

9.2

9
9

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
8.4
8.2
8

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
8.6
8.8
9.2
8.6
8.8

Puente Alto
9
9.2
9

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚
8.4

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:40:53 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 250 años de vida útil con 2% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica intraplaca de profundidad intermedia, ley de Atenuacion Leyton (Sin publicar

Quillota
9.4

9.4

9.2
9.2

9.6
9.8

9.6
9.8

Valparaíso 10 -33˚
Quilpué Til Til

9
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví
8.8

SANTIAGO
8.6

10

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
9.4

9.2
9.8
9.6
9.4

9.6
9.2

10

Puente Alto
9.8

Talagante 9
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚
9

10

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:40:17 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 10 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica intraplaca de profundidad intermedia, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota
6.3

6.3
6.4

6.2
6.4

6.1
6.2

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
6.1
6

6.5

-33.5˚
San Antonio San Bernardo 6.1
6.2
6.4
6.4
6.3

6.3
6.2

Puente Alto

6
6.5

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚
5
6.

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:33:17 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 50 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica intraplaca de profundidad intermedia, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota
6.9

6.9

6.8

6.7
6.8

7.1
7.1

6.6
7
7

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

6.7

Curacaví SANTIAGO
6.6

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
6.8

6.7
6.9

6.6
6.9

7.1

6.5
7.1
6.8

Puente Alto
7
7

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:34:00 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 100 años de vida útil con 5% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica intraplaca de profundidad intermedia, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota
7.4

7.4

7.3

7.2

7.1

6.9
7.5

6.8
7.3

7.5

7
Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo 7.6
Latitud [º]

7.1

Curacaví SANTIAGO
7.2
7

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
7.3

6.7
7.1
7.4

6.8
7.2

6.9
7.5

7.4
7.3

7.5

Puente Alto
7
7.6

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚
7.2

7.6

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:34:34 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 250 años de vida útil con 2% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica intraplaca de profundidad intermedia, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota

7.7
7.8

7.6
7.5

7.3

7.2
7.8
7.7

7.9

7.4

7.1
7.9

7
8
Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

7.5
7.6

Curacaví SANTIAGO
7.4

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
7.7
7.8

7.1
7.6

7.3
7.5

6.9
7.2
7.4
7.9
7.7
7.8

7.9
8
8

Puente Alto
Melipilla
Talagante
San José de Maipo 7

Paine

Rapel
-34˚
7.6

km Rancagua
8

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:35:04 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 10 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion Leyton (Sin publicar)

Quillota
6.4
5.8

6.2
5.4
5.6

6.6
6

8
Valparaíso -33˚
6.

7
Quilpué Til Til 7
Colina 2
7.

7.2
Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
5.2
5

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
6.4

6.8
6.2
5.8

6.6
6.8

Puente Alto
5.6
5.4

Talagante
7
7

Melipilla San José de Maipo


7.2
Paine

Rapel
-34˚
7.2
5.2

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 12:44:28 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 100 años de vida útil con 5% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion Leyton (Sin publicar)

Quillota
6.4

6.8
6.6
6.2
5.8

7.2
5.6

7
6

7.4
Valparaíso 6 -33˚
Quilpué Til Til
7.

7.
Colina

6
7.8

7.8
Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
5.2

5.4
5

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
6.8
7.2
6.6
6.4

7.4
6.2

Puente Alto
7

7.6
5.8

Talagante
5.6

7.8

Melipilla San José de Maipo


7.8

7.6
Paine

Rapel
-34˚
5.4

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 12:47:20 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 250 años de vida útil con 2% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion Leyton (Sin publicar)

Quillota
6.4
6.6
6.8
6.2

7.2
7.4
5.6
5.8

7
6

7.6
Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
7.8
Colina

7.8
Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
5.4
5.2

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
6.8
6.6

7.2
6.4

7.4
7.6
7

Puente Alto
6.2
5.8
5.6

Talagante
6

8
Melipilla San José de Maipo
8
7.

Paine 7.
8
Rapel
-34˚
8.
2

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 12:47:55 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 10 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota

6.2
Valparaíso
5.8

-33˚
5.6

6.4
5.4
5.2

2
6.

Quilpué Til Til 4


6.

Colina 6.6

Algarrobo
Latitud [º]

4.8

Curacaví SANTIAGO

6.6
5

-33.5˚

6.2
San Antonio San Bernardo
Puente Alto
Talagante
5.8

6.4
6.2
5.2

5.4

5.6

Melipilla San José de Maipo


6

6.4

6.
6

Paine

6.6
Rapel
5

-34˚
6.8
km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 13:20:31 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 50 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota

Valparaíso

6.8
6.2

-33˚
6.4
5.8
5.6

6.6
6
5.4

6.8
Quilpué Til Til
Colina 7

Algarrobo
8
Latitud [º]

4.

Curacaví SANTIAGO
5.2
5

7
-33.5˚
San Antonio San Bernardo
Puente Alto
Talagante

6.8
6.6
6.2
6.4

Melipilla San José de Maipo


6.8
5.8
4

5.6

6
5.

Paine
7
5.2

Rapel
-34˚
7

7.2
km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 13:21:44 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 100 años de vida útil con 5% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota

7
6.2
6.4

Valparaíso
6.6
6.8 -33˚
5.8
6
5.6

7
Quilpué Til Til
Colina 7.2

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
5.2

5.4
5

7.2
-33.5˚
San Antonio San Bernardo

7
Puente Alto
Talagante
6.4
6.6
6.8
6.2

Melipilla San José de Maipo


5.8

7
6

7.2
5.

Paine
5.4

Rapel
-34˚
7.4
7.
2

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 13:22:39 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 250 años de vida útil con 2% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

7.2
Quillota
6.4
6.6
6.8
6.2

Valparaíso 7 -33˚
6
5.8

Quilpué Til Til 7.2

7.2
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

5 Curacaví SANTIAGO
5.6
2

5.4
5.

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
Talagante
Puente Alto 7.4
6.6
6.4

6.8
6.2

Melipilla San José de Maipo


7
6
5.8

7.2 4
Paine 7.

Rapel
6

-34˚
5.

7.6

7.
km Rancagua 6

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 13:23:40 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 10 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion Bakun (1997)

Quillota

5.8
5.2
4.8

5.4

Valparaíso
4.6

5.6
5

8 -33˚
Quilpué Til Til 5.
Colina 6

6
Algarrobo
Latitud [º]

6.2
4.2

Curacaví SANTIAGO
4.4

-33.5˚
San Antonio San Bernardo

5.8
Puente Alto
5.4
5.6
5.2

Talagante
5.8
4.8
4.6

Melipilla San José de Maipo

Paine
6

Rapel
-34˚
6.2
km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:00:49 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 50 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion Bakun (1997)

2
6.
Quillota
5.6
5.4

5.8
5.2

Valparaíso
4.8

-33˚
5

Quilpué Til Til 6.2


Colina
6.4

6.4
Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
4.4

4.6

6.2
-33.5˚
San Antonio San Bernardo
Puente Alto
5.6
5.8
5.4

Talagante
6.2
5.2

6
4.8

Melipilla San José de Maipo


5

Paine
6.4
Rapel
6.
4.6

-34˚
4

Rancagua
6.

km
6

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:01:35 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 100 años de vida útil con 5% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion Bakun (1997)

Quillota
5.6
5.8
5.4

6.2
5.2

Valparaíso -33˚
4
5

6.
Quilpué Til Til
Colina 6.6

6.4
Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
4.8
4.4

4.6

-33.5˚

6.6
San Antonio San Bernardo
Puente Alto
5.8

6.2
5.6

Talagante
5.4

6.4
5.2

Melipilla San José de Maipo


5

6.6

Paine

Rapel
-34˚
4.8

8
6.
6.

km Rancagua
6

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:08:56 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 250 años de vida útil con 2% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion Bakun (1997)

Quillota
5.8
5.6

6.2
5.4

6.4
5.2

Valparaíso -33˚
5

Quilpué Til Til 6.6

6.
6
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
4.4

4.8
4.6

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
Puente Alto
6.2
5.8
5.6

Talagante
6.4
5.4
5.2

Melipilla San 6José de Maipo


5

6.
6.6
6.8

Paine 6.8

Rapel
-34˚
7

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:09:33 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 10 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion chandra (1979)

Quillota

5.4
4.4

Valparaíso
4.2

4.6
4.8

-33˚
5.2
5

4
Quilpué Til Til
5.

5.6
5.
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
3.8
3.6
3.4

5.8
4

5.8 -33.5˚

5.4
San Antonio San Bernardo
Puente Alto
Talagante
4.4
4.2

4.8
4.6

5.2
5.4

Melipilla San José de Maipo


5

5.6

5.6

Paine

Rapel
5.8
-34˚
4

6
km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:12:34 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 50 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion chandra (1979)

Quillota

Valparaíso -33˚
4.4

4.8
4.6

5.2
5.4
5.6
5

5.8
Quilpué Til Til
6

6
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
4.2
3.8
3.6

6.2

2
6.

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
Puente Alto
Talagante
5.6
5.2
5.4
4.4

4.8

Melipilla San José de Maipo


4.6

5.8
5

6
Paine

6.2
Rapel
-34˚
4.2

6.4
km Rancagua
6.2

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:13:24 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 100 años de vida útil con 5% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion chandra (1979)

Quillota

Valparaíso
5.2

-33˚
4.6
4.8

5.4
5.6
5.8
5

6.2
6
Quilpué Til Til
2
6.
Colina
6.4

Algarrobo
Latitud [º]

4
Curacaví SANTIAGO
6.
4.4
4.2
3.8
3.6

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
Puente Alto
Talagante
5.4
5.2

5.6
5.8

Melipilla San José de Maipo


4.8
4.6

6.2
5

2
6.

4
Paine 6.
6.
4

Rapel
-34˚
4.4

6.6

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:14:13 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 250 años de vida útil con 2% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto de la fuente sismogénica cortical cordillerana, ley de Atenuacion chandra (1979)

Quillota
5.4
5.6
5.8

Valparaíso
5.2
4.6

-33˚
4.8

6.2
6
5

Quilpué Til Til .4


6 6.4
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
3.8

4.4
4.2
4

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
Puente Alto
Talagante
5.6
5.8
5.4
4.6
4.8

5.2

Melipilla San José de Maipo


6
5

6.4
6.

6.
6.6
6.6

4
Paine

Rapel 6.8
-34˚
4.4

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 14:14:52 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 10 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto conjunto de las fuente sismogénicas, leyes de Atenuacion Silva (2008) & Leyton (Sin publicar)

7.2
Quillota

7.3
7.9

7.5
7.4
7.8
8.1

7.7
7.6
8.2

8
8.3

6.9
8.4

7
Valparaíso -33˚

7.
1
Quilpué Til Til
7.3
Colina

7.2
Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
7.

-33.5˚
4

San Antonio San Bernardo


8.

7.5
7.9

7.4
8.2

7.7
8.1

7.6
7.8

6.9
5

8.3

Puente Alto
7.3

7.1
8.4

7
Talagante
Melipilla San José de Maipo
7.3

2
Paine 7.

Rapel
-34˚
7.3

km Rancagua 7.4

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 13:29:32 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 50 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto conjunto de las fuente sismogénicas, leyes de Atenuacion Silva (2008) & Leyton (Sin publicar)

7.6
Quillota 8.4
8.2
9.2

8.8
8.6

8
9.4

7.4
Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina
7.8

7.6
Algarrobo
9.6
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
-33.5˚
San Antonio San Bernardo
8.2
8.4
9.2

8.8
8.6
9.4

Puente Alto

7.4
8
9

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine
7.6
7.8
9.6

Rapel
-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 13:31:22 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 100 años de vida útil con 5% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto conjunto de las fuente sismogénicas, leyes de Atenuacion Silva (2008) & Leyton (Sin publicar)

7.6
Quillota

8.2
9.6
9.8

8.4
8.8
9.4
9.2

8.6
10.2

10

7.8
Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
10.4

7.6
-33.5˚
San Antonio San Bernardo
8.2
10.2

8.8

8.4
9.6
9.8

8.6
9.2
9.4
10

Puente Alto
9

7.8
8
10.4

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
-34˚

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 13:32:14 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 250 años de vida útil con 2% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto conjunto de las fuente sismogénicas, leyes de Atenuacion Silva (2008) & Leyton (Sin publicar)

10.4 Quillota

8.2
8
9.6

9.2

8.4
9.4

8.8
8.6
9.8
10.2
10
10

9
10.
Valparaíso
.4

6 -33˚
10.8 Quilpué Til Til
Colina

7.8
Algarrobo
Latitud [º]

11 Curacaví SANTIAGO
10.8
-33.5˚
8.2

1San
1.2 Antonio San Bernardo 8
10.4
10.2
10.6

8.8
8.6
9.6

8.4
9.4
9.2
9.8
10

Puente Alto
9

11
10.8

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine

11 Rapel -34˚

km Rancagua 8.2

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 13:34:59 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 10 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto conjunto de las fuente sismogénicas, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota

6.4
7.4

7.2
7.6
7.8

6.6
8

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til

6.8
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
7

-33.5˚
8.2

San Antonio San Bernardo

6.4
7.4

7.2

6.6
7.6
7.8

Puente Alto
8

Talagante
Melipilla San José de Maipo
6.8

Paine

Rapel
-34˚
7

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 13:50:59 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 50 años de vida útil con 10% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto conjunto de las fuente sismogénicas, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

Quillota

6.8
8.2

7.8
8.4
8.6

7.6
8

7
Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til

7.2
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

7.4

Curacaví SANTIAGO
8.8

-33.5˚
San Antonio San Bernardo

6.8
7.8
8.2

7.6
8.6

8.4

Puente Alto
8

Talagante 7
Melipilla San José de Maipo
7.2

Paine

Rapel
-34˚
7.4
8.8

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 13:51:47 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 100 años de vida útil con 5% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto conjunto de las fuente sismogénicas, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

7.2
Quillota 8.2

7.6
7.8
8.4
8.6
8.8

8
9

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
Colina

7
Algarrobo 7.4
Latitud [º]

Curacaví SANTIAGO
9.2

7.2
-33.5˚
San Antonio San Bernardo
8.2

7.6
7.8
8.6
8.4
8.8

Puente Alto
8
9
9.4

Talagante
Melipilla San José de Maipo

Paine
7.4

Rapel
-34˚
9.2

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 13:52:34 by Natalia Silva
IMM

3.0 3.5 4.0 4.5 5.0 5.5 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 9.0 9.5 10.0 10.5 11.0 11.5 12.0

Mapa de Peligro Sísmico de la R.M.


para 250 años de vida útil con 2% de probabilidad de ocurrencia,
por efecto conjunto de las fuente sismogénicas, ley de Atenuacion Barrientos (1980)

7.4
Quillota

7.8
8.6

8.4

8.2
8.8

8
9

Valparaíso -33˚
Quilpué Til Til
9.

9.2
4

7.2
Colina

Algarrobo
Latitud [º]

7.6
Curacaví SANTIAGO
7.4
9.6

-33.5˚
San Antonio San Bernardo
8.8
8.6

8.2

7.8
8.4

Puente Alto
8
9
9.2

Talagante
9.4

Melipilla San José de Maipo

Paine

Rapel
7.6
-34˚
9.6

km Rancagua

0 50 100

-73˚ -72.5˚ -72˚ -71.5˚ -71˚ -70.5˚ -70˚ -69.5˚

Longitud [º]
GMT 2011 May 20 13:53:09 by Natalia Silva

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