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Inteligencia Emocional y Flores de Bach.

Un diagnóstico emocional profundo

© 2003, Boris Rodríguez

A mi hermano Ricardo

Prefacio

El problema intelectual de nuestro tiempo es


enfrentarse a la complejidad, de saber conjugar lo
universal con lo concreto, lo científico con lo
estético, lo racional con lo poético, lo riguroso con
lo sentimental1

Todo comenzó hace algunos años, a raíz de la llegada de mi gran amigo Ricardo
Orozco, que venía a impartir el último módulo del Diplomado de Terapia Floral,
en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara. En esta ocasión se
encontraba acompañado por el doctor Ezio Sposato,2 con quien alternaría en la
docencia.

Nos encontrábamos debatiendo algunos puntos sobre las temáticas a impartir y los
enfoques a utilizar, cuando se inició una acalorada discusión debido a una
interpretación que yo había hecho sobre el alcance y dimensiones de los Patrones
Transpersonales: 3

- ...de ninguna manera trato de llevar el cuerpo a la mente, más bien es todo lo
contrario, es la interpretación del patrón general de desequilibrio de las
esencias, aplicado a cualquier órgano o función –dijo Ricardo.
- Entonces tendré que leerme de nuevo tu libro, porque lo he entendido todo al
revés –respondí un tanto avergonzado -; sin embargo, ¿quién se ocupa entonces
de “psicologizar” los mensajes de las esencias? ¿No es válido profundizar
también en la curación de los problemas psíquicos? En definitiva, han
1
Marina, obra citada, Pág.12
2
Estomatólogo y terapeuta floral italiano, que ha desarrollado un método de tratamiento basado en las
topografías de Kramer y la aplicación de compresas con las esencias florales en dichas zonas. Autor del libro
La medicina ritrovata, donde expone este sistema. Es una lástima que no haya todavía una traducción al
español del texto.
3
Debo aclarar que la transcripción de lo que allí se dijo no es fiel a la realidad ni en el tono, ni en la
utilización de las palabras, pero sí en la esencia del discurso. Así que no es de extrañar que el diálogo parezca
un debate de congreso y no lo que realmente fue.

1
transcurrido más de sesenta años desde que Bach nos legara sus esencias y su
comprensión de los procesos de salud y enfermedad, la ciencia ha evolucionado
y desde numerosas disciplinas existen aportes que enriquecen y dan soporte a
su teoría, sobre todo en lo que a conocimiento del comportamiento emocional
del individuo se refiere.
- Todo eso está muy bien y es muy válido – retomó la palabra Ricardo -, pero no
es lo que yo digo, ni hacia dónde se dirige la idea de mi libro. Sabes, creo que
en mi próximo libro4 dedicaré un mayor espacio a explicar el concepto de
Patrón Transpersonal.
- Mira Boris - interviene Ezio-, eso que dices está bien, solo que no se aplica a los
PT, lo que tu expones es algo conceptualmente distinto, solo debes encontrarle
su lugar, su fundamento.

La idea era buena, lo difícil era llevarla a la práctica, ¡avanzar en la comprensión


emocional del hombre más allá de Bach! Profundizar en la aplicación de las
esencias florales desde sus aristas emocionales me parecía un sacrilegio, ya que
representaba complicar aun más la sencillez con la que nos legó su método; sin
embargo, llevar las flores al alma y la mente, reinterpretando el contenido
emocional desde los nuevos hallazgos, no viene a complicar el sistema sino que lo
enriquece.

También hay que tener en cuenta que negar o no incluir estos recientes trabajos,
con el único objetivo de mantener sencillo el legado, sería incurrir en el defecto de
la ignorancia, descrito por este autor. Así que ante la disyuntiva del “complicar” el
sistema o caer en la ignorancia, me inclino por la primera opción.

Es por esos momentos que cae en mis manos Inteligencia Emocional, publicado hacía
más de cinco años, libro hasta esa fecha me había sido sumamente difícil encontrar.
Por suerte mi amiga Lissette me prestó su ejemplar por tiempo indefinido y la
verdad es que agradezco su paciencia en este sentido.

Este libro de Daniel Goleman, posee el gran mérito de haber dirigido una atención
e interés a escala mundial sobre el campo de las emociones, rompiendo a su vez la
sobrevaloración del cociente intelectual en el desempeño de las personas. A mi
juicio, el mayor valor del libro, sin lugar a dudas, lo constituye la integración de
una manera clara de un cúmulo de investigaciones que arrojan nuevas luces en la
comprensión de los procesos emocionales de las personas.

4
Ya se publicó, hago referencia a Manual de aplicaciones locales.

2
Estos resultados investigativos aportan conocimientos de los que Edward Bach no
dispuso, que abarcan desde la neurobiología, el conocimiento y control de las
emociones, hasta nuevas aristas en el la explicación de la motivación, la empatía y
las destrezas sociales. En la medida que iba leyendo el texto, aparecían en mi
cabeza aquellas esencias que encajaban en cada fragmento. Me preguntaba la razón
por la cual no se había publicado ya un análisis integrativo que tuviera en cuenta
los preceptos de la Inteligencia Emocional para redimensionar y ampliar el campo
de aplicación de las esencias florales.

Finalmente terminé por comentar todo esto con Ricardo y le propuse que
escribiéramos este libro, pues sin sus profundos conocimientos de las flores de
Bach tengo que reconocer que la tarea hubiera sido prácticamente imposible. Tras
discutir la idea general de lo que se pretendía alcanzar con el texto, aceptó
entusiasmado.

Llevar este tándem de trabajo a ambos lados del Atlántico la verdad que no fue
nada fácil, pero la mayor parte del tiempo que dedicamos al trabajo la
sincronización fue máxima, adelantándonos y asimilando de forma constructiva
uno, las observaciones que hacía el otro, siempre con la esperanza de que el lector
pueda encontrar en el texto una veradera profundización en la obra de Bach.

Boris Rodríguez
Santa Clara, Mayo del 2004

3
Índice

Introducción/6

Algunas definiciones necesarias/9

Papel de las esencias florales en la neurobiología de las emociones/12


Esencias Precognitivas Básicas/13
Esencias Precognitivas Situacionales/15

Las competencias emocionales/17

Autoconciencia/19
Conciencia Emocional/19
Correcta autovaloración/21
Esclavos de sus estados de ánimo/22
Abrumados y perdidos en sus emociones/25
Sin fuerzas para controlar su vida emocional/26
Autoconfianza/31

Autorregulación/34
Autocontrol/36
Estilos inadecuados de Control Emocional/37
Catalizadores del Control Emocional/38
Abordaje floral de los estados de ánimo más frecuentes/38
Los “enfadados crónicos”/39
Tipos de Enfado/40
Nuevas aristas para el abordaje floral de la ansiedad/43
Una respuesta atípica al tratamiento de la ansiedad/45
Tristeza vs. Depresión: la gran confusión floral/46
Prescripción atendiendo a la sintomatología del Síndrome Depresivo/47
Adaptabilidad e Innovación/49
Confiabilidad /51
Aquellos que mienten para manipular a los demás/52
Aquellos que se autoengañan/54
Conciencia/55

4
5
Motivación/57
El descubrimiento de la vocación/59
Impulso de logro/60
Compromiso/62
Iniciativa/62
Optimismo/64

El desarrollo de la Empatía/67
Los sintonizadores del sistema de Bach/67
Algunas esencias que nos pueden confundir75
Preguntas diagnósticas/76

Las destrezas sociales/77


Vervain: El sincronizador perfecto/77
Heather: un sincronizador de emergencia/79
Los limitadores sociales/80
Chicory: la conciencia del límite/81
Los catalizadores del cambio/82

Esencias Florales por Competencias Emocionales/83

Competencias Emocionales flor por flor/84

Bibliografía/86

6
Introducción

En el vocabulario crítico, la palabra precursor es


indispensable, pero habría que tratar de
purificarla de toda connotación polémica o de
rivalidad5

Las emociones van dejando de ser, por suerte, el gran “continente inexplorado” de
la psicología y las ciencias afines y su influencia en los procesos de salud y
enfermedad no es prácticamente discutida por nadie. Al navegar por la internet
uno puede encontrarse con distintos títulos como: “La confianza en sí mismo y la
salud física”; “Esperanza, empatía y salud física”; “Emociones y salud”; “La ira y
su relación con la salud física”; “Los estados de ánimo y su relación con la salud
física”; “Nuestros pensamientos y sentimientos y su relación con las enfermedades
coronarias”; entre otros muchos. La proliferación de las investigaciones en el
campo de las emociones es aplicable a áreas como la educación, la familia, la salud
o el mundo empresarial. Se ha despertado todo un BOOM EMOCIONAL, donde
florecen por todos lados seminarios, cursos, talleres, a los que asisten numerosas
personas para conocer y desarrollar sus destrezas emocionales. En definitiva,
estamos presenciando un despertar de la conciencia sobre las emociones, que
aspiran a ser tomadas en cuenta y valoradas en su total dimensión.

Al ser testigo de toda esta época de bonanza emocional, no puedo dejar de pensar en
ese médico genial de nombre Edward Bach, que desde su modesta residencia de
Mount Vernon, hace más de sesenta años nos llamaba a la reflexión sobre el campo
de las emociones y el papel que juegan estas en la parición de la enfermedad. Lo
explicó de la manera más sencilla que alguien puede hacerlo, entendible por todos
y sin embargo, encuentra un férreo rechazo de una comunidad médica, que con
anterioridad le había prodigado tantos halagos. ¿Qué ocurrió? ¿Fue solamente por
lo radical de su discurso que la mayoría de sus colegas se distanciaron de él? Un
análisis simplista nos inclinaría a pensar que sí, pero existen otros elementos que
nos pueden llevar a responder estas interrogantes por caminos totalmente
distintos.

Cuando analizamos la época en que vivió Bach, podemos afirmar que estuvo llena
de propuestas radicales en todos los ámbitos y muchas de ellas recibieron el apoyo
5
Tomado del ensayo “Kafka y sus precursores” de Jorge Luis Borges, en Páginas escogidas, citada en la
Bibliografía.

7
de miles y millones de personas. En lo político, tras la primera guerra mundial, las
ideas de Marx y Engels podrían ser puestas en práctica con la creación de la URSS,
que con su gobierno de obreros y campesinos se lanzaba en busca de la utopía, el
ideal comunista y abría el camino a grandes transformaciones sociales. En lo
económico, la Gran Depresión de 1929, hizo que se reformularan muchos de los
preceptos existentes. En el arte tuvo su nacimiento el dadaísmo, que se propuso
demoler las bases culturales y artísticas de su sociedad, mediante la utilización del
escenario, la irracionalidad y el azar. Tampoco hay que olvidar la creación y
desarrollo del fascismo que, tras la muerte de Bach, llevaría al mundo a la más
sangrienta e inhumana guerra de toda su historia.

En el marco espiritual religioso se fusionaban por primera vez y de manera


sorprendente la espiritualidad de la India, con el pragmatismo de las culturas
occidentales, con la llegada a los EEUU de Paramahansa Yogananda en 1920.
Durante más de treinta años inculcó diversos ideales en la conciencia de miles de
personas y los inspiró a vivir más noblemente, fundando numerosos centros. El
discurso de Yogananda tiene muchos puntos en común con el de Bach, en cuanto a
la búsqueda de la armonía, el entendimiento y la liberación espiritual. Sin
embargo, al asentar sus bases sobre la Fe, Yogananda no pretendió reformular las
bases de la ciencia ni de la curación.

Si de posturas radicales se trata, en el campo de la psicología la obra de Sigmund


Freud es un vivo ejemplo de teorías que nacen mal miradas por la Ciencia, pero que
poco a poco van encontrando su sitio. Las investigaciones en el campo del
psicoanálisis nacen en 1895, cuando comienza el trabajo con las asociaciones libres
como recurso terapéutico, un año después denomina Psicoanálisis a su sistema de
trabajo. Abriendo el siglo XX publica La interpretación de los sueños (1900) y
Psicopatología de la vida cotidiana (1901), donde redondeaba sus recursos
terapéuticos. El psicoanálisis sacó a la psicología de los laboratorios y ofrecía por
vez primera una solución práctica a los problemas de las personas. La publicación
de Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad (1905), causó gran revuelo y numerosos
ataques a su autor por parte de sus colegas y el público en general. Pero Freud no
se desalienta y continúa con sus estudios y once años más tarde publica
Introducción al psicoanálisis (1916), donde condensa todos sus postulados. Sin
embargo aun no se aventura a formular una teoría integral de la personalidad, que
llegaría años más tarde en El ego y el ello (1924) e Inhibición, síntoma y angustia
(1925). En estas obras aborda el amor, el odio, la culpa, el remordimiento, la pena y
a envidia y los denomina instintos; sin embargo se abstuvo a relacionarlas con
otras enfermedades fuera de la psicopatología.

8
Toda esta cronología nos deja entrever el segundo factor que conspiró para que la
obra de Bach permaneciera dormida: el factor TIEMPO. A diferencia de Freud, no
dispuso de cuarenta años para desarrollar sus teorías e investigar en sus hallazgos.
Con el prestigio que había ganado con sus notables aportes a la medicina, estoy
convencido que de haberse dedicado a investigar sobre los resultados terapéuticos
de sus esencias florales y a la difusión de su obra, poco a poco hubiera ido
quebrando la resistencia de sus colegas y ganando más adeptos, como sucedió con
Freud.

Otro de los factores que impidieron la aceptación de sus ideas lo constituyó la


sencillez con la que expresó sus postulados, no complicados con extensos
protocolos de investigación, que le hubieran quitado las orejeras a los colegas de
la época, sin embargo optó por descartar “toda convención, toda regla, toda
regulación”.6 Agravando las tensiones con la utilización de legos para ejercer este
nuevo tipo de medicina. En definitiva, si llegar a la curación es algo tan sencillo
como lo planteado, admitirlo sería un suicidio para el estamento médico, que vio
amenazados sus postulados básicos.

Sin embargo el factor que a mi juicio más repercutió en su contra, fue apostar por
el papel del equilibrio emocional en la recuperación de la salud, en una época en la
que no se le prestaba casi ninguna atención a las emociones dentro de la psicología
académica. Los test psicológicos más utilizados por ese entonces eran los
denominados test de inteligencia y aptitudes generales. 7 Lo importante para
conocer el potencial de las personas estaba dado por el desarrollo de sus
habilidades verbales, capacidad mnémica y atencional, pensamiento abstracto,
habilidades para el cálculo, pensamiento abstracto, en fin, todas aquellas
manifestaciones cognitivas que son expresión de un alto o bajo cociente intelectual.
Un individuo poseedor de un alto CI era casi idolatrado y podría disculpársele
cualquier “pecadillo emocional” que pudiera cometer.

Al construir un sistema que tuviera como eje central el diagnóstico emocional, se


podía correr el riesgo de no ser escuchado, si en definitiva ¿qué importancia
quedaba para el papel que debían jugar las emociones, si un CI elevado podía ser
la llave que abriera todas las puertas? Si en lugar de decir que las “primeras
enfermedades del hombre son defectos tales como el orgullo, la crueldad, el odio,
el egoísmo, la ignorancia, la inestabilidad y la codicia”, 8 hubiera dicho que el

6
Edwuard Bach, obra citada, pág. 41
7
Los test de personalidad vinieron a cobrar fuerza en la década del 40 y el abordaje del mundo emocional
dentro de estos era insuficiente.
8
Obra citada, pág. 143

9
origen de la enfermedad se situaba en un bajo CI y que la aparición de
enfermedades específicas correspondían a la carencia de aptitudes específicas
(entendidas como aquellas que podían ser medidas en los test psicológicos), estoy
seguro que se le hubiera prestado mayor atención, aunque después dichas
afirmaciones perdieran su validez.

Un último elemento, lo constituye lo que he dado en llamar el triunfalismo de las


Ciencias Médicas en la época. Desde 1928 había sido descubierta la penicilina, que
prometía ser la gran panacea de las enfermedades infecciosas. Baste echar un
vistazo a los Premios Nobel de Medicina de 1930 a 1935 (descubrimiento de los
grupos sanguíneos A,B y O; la composición de la célula; la función del neuroma;
investigaciones sobre las leyes de la genética; la cura de la anemia perniciosa y
trabajos de embriología) para saber que las investigaciones en este campo iban a
pasos agigantados y los resultados eran cada vez más alentadores, entonces ¿por
qué cambiar mi forma de ser o regular mis ataques de ira, si con una inyección o
una píldora desaparecerán mis padecimientos?9

En definitiva, la semilla que plantó Bach al legarnos su sistema no encontró en su


época las condiciones necesarias para florecer. Pudiéramos decir que se mantuvo
viva por ser de gran calidad, aguardando el abono preciso. Bach se adelantó en
pensamiento no solamente a su época sino a la nuestra también, solo que en la
actualidad es que el terreno comienza a estar en condiciones para que nuestra
semillita eche raíces. El fertilizante se lo están suministrando los resultados de las
serias investigaciones que se vienen realizando en la esfera emocional y de los
estados anímicos.

Ha quedado bien claro que, en la vida cotidiana, no basta poseer un CI elevado


para alcanzar nuestras metas. Existen en la personalidad otros procesos que van a
darle determinados matices a la conducta. Por un lado está la voluntad y por el
otro los afectos. Ninguno supera al otro, voluntad, cognición y afectos regulan el
comportamiento de las personas. Como se verá a lo largo del libro, el desarrollo de
determinadas habilidades prácticas propuestas por Daniel Goleman, llevan
implícito el equilibrio necesario que debe existir entre estos tres procesos para una
adecuada regulación conductual. Básicamente con ellas, este autor delinea una
guía de competencias a tener en cuenta para el éxito laboral; sin embargo, al
analizarlas de una en una, veremos que pueden ser aplicables a todos los niveles
de la vida.

9
Ciertamente muchos hoy día siguen pensando de igual manera, solo que a humanidad ya ha podido
comprobar en carne propia los efectos adversos de los fármacos (recuérdese el caso de la Talidomida en los 60
´) y enfermedades como el cáncer y el SIDA, siguen sin tener una solución definitiva.

10
Si somos consecuentes con los postulados de Bach, veremos en el las Competencias
Emocionales una profundización en las causas de la enfermedad, además de un
soporte teórico importantísimo para el diseño de investigaciones con esencias
florales, no solo en la clínica, sino en la educación, la familia o en las mismas
empresas.10 En definitiva, lo que pretendo al fusionar estos preceptos no es buscar
soluciones simplistas a los problemas, sino avanzar en la búsqueda de un
diagnóstico sutil, que a nivel emocional nos permita ir corrigiendo nuestros errores
de la manera más efectiva, cerrándole el paso a la enfermedad desde el plano
psíquico.

Aplicado a las enfermedades médicas, las esencias florales tuvieron una revolución
conceptual con la definición de los Patrones Transpersonales, que facilitaron el
abordaje de numerosas patologías. Sin embargo, en el campo de las formulaciones
psicológicas nos estábamos quedando en lo mismo, aportarle a la descripción de
las esencias.

Espero sinceramente que este libro sirva para que todo aquel que se ha dado a la
tarea de transitar por el universo de las esencias florales, gane en argumentos para
entender lo que le sucede a sí mismo, a sus compañeros, familiares o amigos. Con
ello no creo que esté faltando a las orientaciones de Bach de dejar su método
sencillo y al alcance de todos. Quien desee lo básico, puede remitirse a la obra de
Bach y ya está; pero, para los que sentimos inquietudes investigativas, ha llegado
la hora de los protocolos de investigación, en fin, ha llegado la hora de demostrar
acorde con el método científico, que es el paso lógico que sigue a todo hallazgo.

Muchas de las cosas que aquí se dicen pueden estar sujetas a cambios que las
validen o las refuten. Lo que sí debe quedar bien claro, es que se busca ampliar el
diapasón con el que son utilizadas las esencias florales para solventar los
problemas emocionales, apoyándonos en las investigaciones actuales. Dejo
entonces a juicio del lector y los resultados de su praxis, determinar si se ha
logrado avanzar un paso más, en pos de un diagnóstico emocional más profundo
con las flores de Bach.

10
Cuando por razones personales me vi impelido a abandonar mi consulta y adentrarme en el mundo
empresarial, como profesor de temas de psicología organizacional, prensé que ese cambio me alejaría de las
flores; sin embargo constituyó toda una oportunidad para aprender que con las esencias florales de Bach se
pueden potenciar las Competencias Emocionales y hacerle frente al estrés. En este último punto se han
obtenido buenos resultados en algunas investigaciones (la primera de las cuales queda reseñada en la Bb), de
forma tal que en el centro donde laboro se ha creado un Gabinete Psicológico para el Estudio e Intervención
de los problemas asociados al Estrés Laboral.

11
Algunas definiciones necesarias

Definir el concepto de emoción con la sana idea de


coincidir con otros autores muchas veces resulta
una auténtica quimera11

Cuando nos disponemos a adentrarnos en el continente emocional, tenemos que


echar mano de una serie de términos que si no se aclaran, pueden sumir al lector
en una confusión total. Preguntas como ¿cuál es la diferencia entre una emoción y
un sentimiento? ¿qué son las pasiones? ¿qué son los afectos? ¿qué elementos son
los que definen un estado de ánimo?

Antes de referirnos al concepto de Inteligencia Emocional, debemos dejar en claro


todos estos conceptos, comenzando por el de EMOCIONES. En la mayoría de los
centros de educación superior de Cuba se las considera como vivencias afectivas
que se producen de forma brusca y están relacionadas con las necesidades
biológicas, cuestión que se ve reflejada en la producción de diversas respuestas
somáticas. 12 Sin otros autores la definen de forma más general al decir que está
referida a la respuesta inmediata del organismo que le informa acerca del grado de
favorabilidad del estímulo o situación, si esta es favorable para la supervivencia, se
registra una emoción positiva o viceversa, 13 esta además posee un componente
cualitativo (la palabra: miedo, inseguridad, etc.) y otro cuantitativo (el grado en el
que se experimenta: poco, bastante, mucho)

En este sentido conviene diferenciar la emoción del afecto, ya que este último es
considerado como un proceso de interacción social entre dos o más organismos. M.
P. González, en colaboración con otros autores, publica en la web byopsychology.org,
un interesante artículo titulado “¿Qué es el afecto?”, donde describe su esencia
socializadora, determinadas por un grupo de características:

 Es algo que fluye entre las personas, algo que se da y que se recibe (a diferencia
de la emoción que solo se experimenta)
 Es algo que requiere esfuerzo proporcionar
 Es esencial para la especie humana, en especial en la niñez y en la enfermedad.
En este punto plantean que la necesidad de ayuda social es una necesidad de

11
Palmero, obra citada
12
Castro-López, obra citada
13
Tomado del artículo “¿Qué es la emoción? (por M.P. González y otros), donde se hace una reseña de las
aportaciones de la obra de V. J. Wukmir Emoción y Sufrimiento, en www.byopsychology.org

12
afecto y que somos capaces de proporcionar afecto siemrpe que realicemos una
actividad no remunerada en beneficio de los demás.14

Por otra parte, los SENTIMIENTOS surgen con mayor lentitud, poseen menor
intensidad y son vivencias de tipo afectivo más estables, por lo que son más
duraderos. Surgen de motivaciones sociales, por lo que los cambios somáticos no
son tan apreciables.15 Es la concienciación subjetiva de la emoción.16

Al reflexionar sobre la obra de Zubiri, Lius Jiménez nos comenta en un interesante


artículo17que los sentimientos no son más que el modo que tenemos de estar
realmente en el aquí y ahora, de situarnos en la realidad, a diferencia de la
inteligencia que pretende conocer las cosas como son o de la voluntad, que decide
sobre lo que nos conviene o no.

En esta temática tengo mucho que agradecer a José Antonio Marina, quien
realmente es un “gran detective” de la ciencia y me ha ahorrado una buena
cantidad de horas de revisión. En su obra El misterio de la voluntad perdida (es la
primera que leo de este autor y se que no será la última), abarca la revisión de una
amplia literatura sobre el tema que a este autor le hubiera sido imposible por
diversos motivos. Al referirse a los sentimientos deja en calro que estos “nos dicen
cómo les va a nuestros deseos, proyectos, propósitos, intereses, en su comercio con
la realidad”,18 además de integrar enormes bloques de información que incluyen
evaluaciones al comunicar lo externo con lo interno, o sea, “nuestras expectativas y
nuestras realidades, nuestro estado fisiológico y nuestro estado mental”. 19 Pero no
se contenta con esto y nos alerta que debemos desconfiar de ellos porque “todos
tenemos un esrilo mental que favorece la aparición recurrente de los mismos
sentimientos [...] tenemos sistemas de evaluación estables, mangoneadores y
tiránicos, que acaban seleccionando mundos semejantes con una reiteración
desesperante [...] Tal vez esta sea la razón de que el ser humano tropiece más de
una vez con la misma piedra”.20

14
Que mejor muestra de afecto que la que ofrece el voluntariado de Sedibac, o la que todos los años nos
brinda el doctor Ricardo Orozco al venir de forma gratuita y desiteresada (pagando de su bolsillo todos los
gastos) a Santa Clara a colaborar con el Diplomado de Terapia Floral de nuestro Instituto Superior de Ciencias
Médicas.
15
Nuñez, obra citada
16
Plaermo, obra citada
17
Obra citada
18
Obra citada, Pág. 80
19
Ídem.
20
Ídem, Pág. 89

13
Considero que esta es una división necesaria, porque todavía se manejan estos
conceptos y pueden traer dudas; sin embargo Goleman los considera una unidad,
al expresar que la Emoción, a su juicio, “se refiere a un sentimiento y a los
pensamientos, los estados biológicos, los estados psicológicos y el tipo de
tendencia a la acción que lo caracteriza”.21 Esta definición pone en evidencia la
unidad dialéctica entre emoción y sentimiento, ¿acaso no hemos visto todos con la
facilidad que irrumpe la ira (emoción) y luego nos quedamos avergonzados
durante varios días (sentimiento) o cómo todas la reacciones somáticas producidas
por una experiencia placentera, nos pueden dejar sorprendidos por largo tiempo?

Esta reconceptualización de la emoción fusionándola al sentimiento, permite


enriquecer la clasificación de las emociones primarias y sus derivados, más allá de
los rígidos esquemas conceptuales (bastante difundidos aun). Aunque, como bien
dijera el autor de IE, los investigadores “todavía están en desacuerdo con respecto
a las emociones que pueden considerarse primarias [...], ni siquiera coinciden en la
existencia real de emociones primarias”,22 ya que no quedan resueltos “todos los
problemas que conlleva el intento de clasificar las emociones”, 23 al dejar algunos
cabos sueltos.24

Clasificación de las emociones primarias y sus derivados

 IRA: rabia, enojo, resentimiento, furia, exasperación, indignación, animosidad,


irritabilidad, hostilidad, odio y violencia.
 TRISTEZA: aflicción, pena, desconsuelo, pesimismo, melancolía,
autocompasión, soledad, desaliento, desesperación, depresión grave.
 MIEDO: ansiedad, aprensión, temor, preocupación, consternación, inquietud,
desasosiego, incertidumbre, nerviosismo, angustia, susto, terror, fobia y pánico.
 ALEGRÍA: felicidad, gozo, tranquilidad, contento, beatitud, deleite, diversión,
dignidad, placer sexual, estremecimiento, rapto, gratificación, satisfacción,
euforia, capricho, éxtasis y manía.

Emociones secundarias (más afines con el concepto de sentimientos)

21
obra citada, pág. 418
22
idem, pág.418
23
idem, pag.419
24
El mismo autor se percata de que hay emociones que no están recogidas o clasificadas como los CELOS, la
ESPERANZA, la FE, el VALOR, el PERDON, la CERTEZA, la ECUANIMIDAD, la DUDA, la
AUTOCOMPLACENCIA, la PEREZA, la APATÍA y el ABURRIMIENTO. Es aquí donde debemos
detenernos y revisar la obra de Bach, ¡60 años antes!, con la subdivisión de sus 38 esencias en siete grupos
emocionales.

14
 AMOR: aceptación, cordialidad, confianza, amabilidad, afinidad, devoción,
adoración, enamoramiento y apego.
 SORPRESA: sobresalto, asombro, desconcierto y admiración.
 AVERSIÓN: desprecio, desdén, displicencia, asco, antipatía, disgusto y
repugnancia.
 VERGÜENZA: culpa, perplejidad, desazón, remordimiento, humillación, pesar
y aflicción.

Ahora bien, ¿dónde quedan las pasiones? Las PASIONES que “zarandean a los
seres humanos”,25 no son más que estados afectivos que poseen gran intensidad y
perduran en el tiempo. En ellas se mezclan las características de los sentimientos y
las emociones arraigadas en la personalidad del sujeto, que llegan a dominar sus
procesos psíquicos y dirigir su conducta hacia un fin, sin importar los costos. Por
tanto, clasifican en el concepto de emoción que hemos asumido. Pueden definirse
como emociones de gran intensidad, explosividad y turbulencia, “de carácter
agudo y generalmente desorganizan la conducta”. 26

Entonces, hecho todo este recorrido, solo nos queda por aclarar los elementos que
definen un ESTADO DE ÁNIMO. Este va a estar relacionado con la medida en que
influyen en nosotros las emociones a través de hechos concretos, pero la relevancia
que dicho suceso va adquirir, depende de otros factores como el temperamento, el
carácter, los intereses, motivaciones, en fin, engloba la personalidad en su conjunto.
Ningún proceso escapa a la tiranía de los estados de ánimo. No hay un mejor
ejemplo que la “alianza efectiva” que estos trenzan con un proceso como la
memoria, “de tal manera que cuando estamos en un determinado estado de ánimo
se activan recuerdos que sintonizan con ese mismo estado de ánimo. La tristeza
con recuerdos tristes, la culpa actual con la culpa antigua”.27

Pero en definitiva, ¿qué es la Inteligencia Emocional? Pues no es más que la


capacidad de sentir, entender, controlar y modificar los estados anímicos, propios y
ajenos.

Una vez analizados estos aspectos, me parece lógico que nos adentremos en la
neurobiología de las emociones, en función de determinar las esencias florales que
pueden tener una participación en las mismas.

25
Marina, obra citada, Pág. 77
26
Castro-Lopez, obra citada, pág. 88
27
Marina, obra citada, Pág. 89

15
Papel de las esencias florales en la neurobiología de las emociones

La comprensión del papel que pueden jugar las esencias florales de Bach en la
neurobiología de las emociones, apoya por completo la tesis del doctor Ricardo
Orozco acerca de lo infrautilizadas que están siendo estas.

El primer punto que hay que abordar, antes de llegar a las esencias florales, es
¿cómo se desencadena una respuesta emocional? Pues la teoría más clásica postula
que las imágenes y sonidos que van a entrar por nuestros órganos sensoriales, van
al tálamo y luego a la zona de la corteza encargada de procesarlos. Posteriormente
pasan a la amígdala28 para desencadenar una respuesta en caso de que estas
percepciones sean peligrosas.

Ahora bien, de funcionar este mecanismo así ¿cómo es posible explicar los
secuestros emocionales? Dicho de una forma más clara ¿cómo es posible que un
individuo promedio, al ver que un perro furioso se lanza a morderlo, sea capaz de
desarrollar la velocidad de un corredor de 100 metros planos unido a la habilidad
de un acróbata para, en fracciones de segundos, llegar hasta la verja más cercana,
saltarla y ponerse a salvo? Debe haber, por tanto, otra vía de procesamiento que
permita burlar el análisis de la corteza y sea capaz de brindar una respuesta
emocional rápida. Es lo más común del mundo que, tras haber pasado todo el
peligro, la persona exclame: “caramba, no se cómo lo hice, solo reaccioné”.

Esta vía va del tálamo a la amígdala, sin pasar previamente por el análisis de los
hemisferios cerebrales, funcionando como un centinela emocional, capaz de
secuestrar la conducta en determinadas situaciones que considera amenazantes.
Este tipo de conductas nos permite ganar segundos valiosos ante estímulos
peligrosos, como aspecto positivo: sin embargo, su principal inconveniente radica
en el hecho de que podemos agredir a alguien o desencadenar otro tipo de
conductas sin que la corteza sepa lo que está sucediendo. En otras palabras,
desencadena respuestas emocionales basadas en las informaciones de impulsos
neuronales fragmentarios.

28
Es importante aclarar que la amígdala es nuestro depósito de memoria emocional y de significado, es un
“almacén de impresiones y recuerdos emocionales de los que nunca hemos sido plenamente conscientes”. Su
función básica lo constituye el escudriñar en las percepciones en busca de amenazas y se encarga de activar
secreciones masivas de noradrenalina, que no hace más que poner al cerebro en estado de alerta.

16
Las respuestas elaboradas por los individuos ante estas situaciones, pueden ser
denominadas como Precognitivas, en función de la confección de sus respuestas
emocionales.29 Dentro de las flores de Bach, existe un grupo de esencias que, por
sus descripciones, pueden ejercer determinadas influencias sobre estas
informaciones fragmentarias que nos llevan a actuar teniendo en cuenta solo el
estímulo y no su potencial real de peligro. En la psicopatología pueden cursar
como crisis de angustia (panic attack), en todas sus manifestaciones, 30 las fobias
específicas, el trastorno por estrés postraumático, entre otros. No significa esto que
las esencias vayan a actuar en el momento del secuestro emocional, ya que en estos
casos, cualquier medicación se administra luego de ocurrido el evento, 31 más
pueden servir para ir desestructurando a nivel preconciente, esos errores de
información que dan origen al suceso.

Denominaremos a estos remedios como Esencias Florales Precognitivas. Entendidas


como aquellas en las que la respuestas y la actividad general del sujeto pueden
estar controladas por impulsos que escapan a su procesamiento consciente de la
información, o sea, cuando las respuestas emocionales están basadas en las
informaciones de impulsos neuronales fragmentarios.

Esencias Precognitivas Básicas: Aquellas que operan siempre a nivel de impulsos

Rock Rose

Clasifica como la flor tipo de esencia precognitiva, ya que el terror incontrolado


que nos provocan nuestras fobias, es el ejemplo que mejor ilustra la función de la
amígdala. A su vez que la paralización, como manifestación corporal, es una de las
consecuencias más frecuentes del secuestro emocional.

Estoy totalmente de acuerdo con Susana Veilati 32 en que el RRO debe ser utilizado
por más de seis meses en los trastornos anteriormente mencionados. Pero
considero que no debe ser la única esencia, sino que forma parte de una tríada
(descrita a continuación), que puede incidir de una manera más efectiva sobre la
extinción de la respuesta, en situaciones que no representen un real peligro.

29
Estas explicaciones se basan en los descubrimientos de Joseph LeDoux, referenciados en el texto de
Goleman
30
Reseñados en el DSM-IV como Trastorno de angustia (panic disorder) con agorafobia, o sin agorafobia.
31
¿de qué otra forma si no?
32
2002, obra citada

17
Cherry Plum

En el otro plano de la toma de la conciencia. Este es el estado equivalente al


desencadenamiento de una respuesta activa por parte de la amígdala. Más que
perder el control de nuestras acciones, es la pérdida del “control consciente” de
nuestras acciones, ya que es esta pequeña formación neuronal quien se apodera del
dominio de la conducta, violando toda la compleja cadena del procesamiento de la
información.

A decir de Ricardo Orozco, a estos procesos “parece contribuir la falta de un


adecuado sistema de filtrado entre determinados contenidos subconscientes y
nuestra conciencia analítica”.33 Ese hace importante resaltar que cuando hablamos
de contenidos subconscientes, también quedan incluidas las informaciones
fragmentarias de la amígdala.34

Hay que recordar que aunque existe una presión mental enorme, el estallido ocurre
por la vía tálamo-amígdala. El triste ejemplo que pone Goleman, donde un padre
le dispara a su hija pensando que es un ladrón que ha entrado en la casa, ilustra
un estado CHP. Vemos la presión mental que se va acumulando desde que este
señor escucha los ruidos en una casa que él consideraba vacía, va y toma el arma y
luego le dispara al presunto asaltante, sin saber que era su hija, que se había
escondido para darles una sorpresa. Queda bien claro que en el momento del
disparo la imagen nunca llega a corteza para ser descifrada, antes de la ejecución
del acto.

Star of Bethlehem

Esta esencia completa la tríada básica de las esencias precognitivas. Si decimos que
en la amígdala se guarda la memoria emocional y que provoca la toma de
conciencia cuando registra que una situación actual es similar a otra, vivida en el
pasado, sumamente traumática y en ocasiones con peligro para la vida, a nadie a
de caberle duda de que esta esencia tenga un papel protagónico en estos contextos.

Cuando se afirma que los traumas son atemporales, un gran porciento se refiere al
recuerdo primitivo y asociativo que se produce en la amígdala. Se hace referencia a
esos contenidos subconscientes almacenados en las etapas tempranas del
desarrollo.

33
1996, obra citada, pág. 119
34
aspecto que quedará mejor tratado al abordar SBE

18
La importancia que tiene la reubicación contextual y temporal de estos impulsos
emocionales traumáticos y fragmentarios, radica en el hecho de que una gran
mayoría de las ocasiones, el mensaje que se envía es obsoleto. A la corta edad de
dos años, el ataque de un perro pequinés puede ocasionar un miedo a los perros
que dure toda la vida. Ver un inofensivo perrito puede ser suficiente para
desencadenar una reacción de paralización o huida totalmente irracional. Digamos
entonces que esta reubicación temporal y contextual de impulsos, es la función
primordial de SBE, o sea, un procesamiento de la situación traumática..

Cadena básica de emociones precognitivas

SITUACIÓN TRAUMÁTICA A
L
M
PROCESAMIENTO SUBCORTICAL (SBE)
A
C
E
RESPUESTA CORPORAL (RRO) N
A
M
I
RESPUESTA CONDUCTUAL (CHP) E
N
T
O

Como se ha podido apreciar en el cuadro anterior, las situaciones traumáticas


desencadenan una gama de reacciones. La connotación del trauma, no lo da la
situación en sí, sino el procesamiento que se realiza de ella. Posteriormente
sobrevienen las reacciones corporales y luego las reacciones conductuales. Todas
estas formas de reacción se almacenan para tener pautas de respuesta en el futuro,
haciendo necesaria la utilización de esta tríada. Este es un trabajo profiláctico, ya
que evitarán la aparición futura de respuestas similares. De ninguna manera
consideramos que su efecto sea inmediato, por lo que debe mantenerse su
ingestión por un período nunca inferior a los seis meses.

A su vez, existe otro grupo de esencias que pueden funcionar a nivel precognitivo
en determinados momentos, pero por lo general van a estar guiados por acciones
conscientes. A este grupo lo denominaremos:

19
Esencias Precognitivas Situacionales

Holly

El arrebato irracional de HOL que motiva su pérdida de control se debe a la afrenta


afectiva y, a diferencia de CHP “no hay en HOL una sensación de estar cometiendo
una locura”.35 En la consulta se me ha dado en repetidas ocasiones, al analizar con
el paciente su desproporcionada respuesta emocional, la siguiente expresión: “y lo
volvería a hacer de nuevo”. La Scheffer lo define como un individuo
instintivamente irritado.

Es una personalidad caliente y cuando toma presión, no es nada difícil que se le


“vuele la tapa de la olla”, o sea, que explote. Muchas veces, no tiene que ser
siempre, estas explosiones toman por sorpresa a nuestra corteza. Esto es de lo más
común entre los adolescentes, pierden en un segundo los estribos si laceran su
autoestima con nombretes o actos denigrantes hacia su persona y se enredan a
puñetazos con quien sea sin pensarlo mucho.

Impatiens

Si tenía alguna duda acerca de incluir esta esencia dentro de la clasificación de


precognitivas situacionales, en el libro Flores de Bach: Diagnóstico Diferencia entre
Esencias, los autores dejan muy claro que la “impulsividad en IMP es puramente
fisiológica, una reacción primaria para nada elaborada”.36

Por su ritmo acelerado, IMP puede tornarse muy irritable con aquellos que no
pueden seguirlo y es en este momento donde ocurren las explosiones. Sin
embargo, cabe decir que este estado es bastante pasajero y de poca intensidad, si se
le compara con HOL o con CHP. Este individuo se “irrita fácilmente, muestra
reacciones desmesuradas [poseedor de una personalidad] enérgica y activa, parece
como electrizado”.37

Mustard

No todas las respuestas emocionales que burlan el procesamiento consciente de la


información, tienen necesariamente que ser explosivas. La tristeza inmotivada, sin
causa aparente, es un buen ejemplo de esto.

35
Orozco y Sanchez, obra citada, pág. 76
36
Idem, pág. 136
37
Scheffer, obra citada, pág. 72

20
Lo que inclina mi balanza para incluirla en este grupo, es el oportunismo con que
cursa este tipo de situaciones, si tomamos en cuenta la descripción clásica de la
esencia:

“Para quienes están expuestos a temporadas de tristeza o aun de desesperación,


como si los cubriera una fría nube oscura que les cortase la luz y la alegría de vivir.
No puede encontrar una razón o explicación para estos ataques”.38

Este estado aparece de forma repentina, para darnos un golpe bajo y dejarnos fuera
de combate. La persona que lo padece parece estar por suelos y no puede hallar
una explicación para su situación. Es como la historia de un hombre al que una
mañana todos empiezan a increpar y le dicen: “¿cómo pudiste hacerlo?” El pobre
se la pasa preguntándose qué es lo que ha hecho, pero nadie le responde. Luego le
llevan a una isla desierta donde ha sido condenado a pasar el resto de sus días.
Antes de partir, un amigo le da una nota donde ha escrito su falta, pero no puede
abrirla hasta llegar a su destino. Una vez allí, es víctima de un accidente y se le
pierde el papel. Es así, la conciencia busca desesperadamente eses papel que no
aparece, porque no se ha escrito en sus predios. Escapa a las áreas del
razonamiento encontrar el por qué.

Es importante aclarar que todas las esencias precognitivas, sean básicas o


situacionales, van a jugar un importante papel dentro de la regulación de la
conducta. En estas últimas, la importancia de su inclusión radica en el hecho de
que ayudaría a las personas a llevar al área del procesamiento consciente, aquellas
impresiones que lo llevan al descontrol.

38
Edward Bach, obra citada, pág.52

21
Las competencias emocionales

Decimos que la IE se compon de un conjunto de habilidades, pero es necesario un


dominio exitoso de las mismas a la hora de lograr buenos desempeños en nuestro
entorno, con los recursos propios. El domino de estas habilidades en la práctica,
con desempeños exitosos, es lo que denominaremos como Competencias
Emocionales (CE) .

La habilidad puede existir, pero para que sea una competencia tienen que
conducirnos al éxito, en las acciones prácticas que realicemos sobre la base de la
misma. Las CE determinan el grado de destreza con que manejaremos el resto de
nuestras potencialidades. El dominio de las mismas promoverá individuos más
satisfechos, capaces de dominar con eficacia, aquellos hábitos mentales que
determinan un manejo productivo o improductivo de todas nuestras ideas,
pensamientos, proyectos, en fin, si somos productivos o no en todas las esferas de
nuestra vida.

Estas habilidades prácticas tienen utilidad en cuatro áreas fundamentales de


nuestra vida.39

1. Contribuyen a nuestro bienestar psicológico


2. Contribuyen a nuestra buena salud física
3. Favorece nuestro entusiasmo y motivación
4. Permite un mejor desarrollo de nuestras relaciones con las personas, ya sea en
el área familiar-afectiva, en nuestras relaciones sociales de forma general y en lo
laboral-profesional.

Competencias emocionales

1. Autoconciencia
2. Autorregulación
3. Motivación
4. Empatía
39
La mayoría de los datos que se ofrecen en este acápite han sido tomados del sitio web: inteligencia-
emocional.org

22
5. Destrezas sociales

Estas competencias, son subdivididas a su vez en dos grande áreas:

a) Inteligencia Intrapersonal (CE 1,2 y 3)


b) Inteligencia Interpersonal (CE 4 y 5)

Una vez definidas las competencias emocionales, solo nos resta comenzar a
analizarlas en función de las esencias florales que las pueden potenciar.
Sin lugar a dudas esta es la parte más complicada del libro, pues si bien
sabemos que todas las esencias florales del doctor Bach contribuyen de
una forma u otra al desarrollo de las CE de forma integral, en este
momento nos basaremos en la descripción de aquellas que son más
ilustrativas para cada caso, apoyados sobre todo en la experiencia clínica
e investigativa propia y de otros colegas.

Por otro lado, considero que este es el momento para aclarar que hay esencias que
contribuyen a desarrollar determinadas competencias, pero que no han sido
recogidas porque no es objeto del libro hacer una clasificación floral de todos los
estados de ánimo. Para una clasificación de esta envergadura haría falta, no solo
un libro, sino toda una enciclopedia. De todas maneras, aquellas esencias que
considere que no se han recogido (ya sea porque he querido ser muy específico o
porque el marco conceptual donde me muevo no da pie para su inclusión), pero
son muy ilustrativas en determinadas competencias, serán incluidas al final en el
acápite titulado Competencias Emocionales flor por flor.

Creo necesario todo este preámbulo porque se que estas herramientas terapéuticas
pueden enriquecerse considerablemente, en la medida que desde esta perspectiva
se profundice en el tema.

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