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LAS SOCIEDADES DE CONOCIMIENTO Y LA

CALIDAD DE VIDA

Introducción breve
En este 5º volumen de la “Epistemología axiológica”
continuaremos reflexionando sobre las consecuencias de las
sociedades de conocimiento (SC) en todos los ámbitos de la vida
humana.
Empezaremos por una pequeña reflexión que nos parece útil
para el trabajo de construcción de PACs:
En la elaboración de un PAC hay mucho trabajo de análisis y
de construcción que no tiene por qué aparecer cuando se hace una
propuesta de PAC de sociedad de conocimiento a una organización
concreta.
El análisis de la situación axiológica y organizativa de la
sociedad de que se trate, no es necesario hacerla pública. Lo mismo
podemos decir de los postulados racionales, de la axiologización
de esos postulados, de la construcción del cuadro actancial. Estos
son trabajos de los axiólogos, previos a la propuesta de PAC que se
formule para una organización concreta.
Lo que habrá que presentar es la narración.
Pero a la hora de la construcción de una narración que sea
capaz de convencer a los responsables de la organización sobre la
que se trabaja, posiblemente tendremos que contar con una doble
narración:
-La que se ofrece a los responsables de la organización, para
moverles a tomar la decisión de pasar de una sociedad preindustrial
o industrial a una sociedad de conocimiento.

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-Tendrá que hacerse una segunda narración dirigida al resto
de personal de la organización. En la elaboración de esta segunda
narración, se pretenderá convencer a todo el personal para que
asuman que tendrán que tomarse medidas para convertirse en
una organización de conocimiento. Esta segunda narración la
construirán los gestores contando con la colaboración del axiólogo
e irá dirigida a todo el personal de la organización.
Además de la narración habrá que presentar a los directivos las
estrategias especiales que se precisan para hacer la transformación
de sociedad industrial o preindustrial a sociedad de conocimiento.
Tanto las estrategias como las tácticas se trabajarán, en la práctica,
con la colaboración de los directivos. Habrá que juzgar si resulta
útil hacer partícipes al resto del personal.

No es fácil comprender y vivir todas las consecuencias que se


siguen de verse forzados a tener que heredar la sabiduría de lo que
nuestros mayores llamaron “espiritualidad” sin la concepción del
hombre que tenían como un compuesto de cuerpo y espíritu.
La espiritualidad fue un fenómeno que se presentó con gran
constancia en las sociedades preindustriales. Ese fenómeno, que
es central en la historia humana, hay que explicarlo racionalmente
desde nuestra condición de animales constituidos por el habla,
que supone una nueva antropología. Hay que poder formular
qué fundamento tenía la espiritualidad y su racionalidad en las
sociedades que nos precedieron y para poder estudiar cómo se
presentará en las sociedades de conocimiento.
Precisamos concepciones muy diferentes de las de nuestros
antepasados para poder llevar a término esa transformación, que
es una de las mayores que ha sufrido la especie humana en toda
su historia. Nos encontramos con una paradoja: debemos alejarnos
máximamente de las concepciones milenarias de las generaciones
que nos precedieron, para podernos acercarnos máximamente a lo
que realmente vivieron y nos legaron.

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La razón de esta paradoja resulta de tener que transitar de
proyectos axiológicos colectivos, (PACs) de modos de vida que se
fundamentaban en bloquear todo cambio de importancia, a tener
que vivir y crear proyectos axiológicos colectivos para programar y
motivar el cambio.
Hemos de sufrir todavía una tercera transformación: los modos
de vida, los sistemas de valores colectivos, los proyectos axiológicos
colectivos (PACs) que nuestros mayores comprendían y vivían
como recibidos de los dioses y/o de los antepasados sagrados o de
la naturaleza misma de las cosas. Eran modos de vida recibidos,
sagrados, intocables, que tenían un prestigio heterónomo absoluto.
Desde esas concepciones nos vemos forzados a tener que crear
nuestros propios modos de vida, nuestros proyectos axiológicos
colectivos a nuestro propio riesgo, sin ninguna garantía exterior a
nuestra propia calidad como sociedades humanas. Tampoco hubo
ningún cambio equivalente a este en la historia de nuestra especie.
Es preciso reflexionar largamente sobre la transformación
cultural que estamos sufriendo y sobre las consecuencias que tiene
en todos los ámbitos de la vida individual y colectiva. El trabajo que
presentamos es otra vuelta de tuerca a todos esos problemas.

Nuestro primer apartado consistirá en recorrer las principales


nociones de la Epistemología Axiológica que han ido surgiendo
en los cuatro volúmenes anteriores, para recordarlas y tenerlas
presentes en todas nuestras reflexiones posteriores.

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Conceptos centrales de la epistemología
axiológica (EA)

Sociedades de conocimiento
Entendemos por sociedades de conocimiento las que viven y
prosperan de la creación continuada de ciencias y tecnologías en
retroalimentación mutua, y mediante ellas, de la creación de nuevos
productos y servicios.
Son sociedades de innovación y cambio a ritmo progresivamente
acelerado, porque la creación continua de nuevos saberes científicos
arrastra a la creación de nuevas tecnologías, que a su vez repercuten
en el mayor crecimiento de las ciencias, y así sucesivamente en
un círculo virtuoso. Las posibilidades que abren las tecnociencias
empujan a crear nuevos productos y servicios. Todos estos factores
modifican las formas de vida de las gentes, sus formas de trabajar,
de organizarse, y las formas de pensar y sentir.
En estas sociedades todo es indagación libre, incluso la referente
a la dimensión absoluta de lo real, (DA).
En estas sociedades la creatividad es la fuente de la innovación,
y esta es la causa del éxito económico.
Las organizaciones de conocimiento, a causa de la complejidad
y diversidad de las ciencias y tecnologías tienen que trabajar en
equipo. Los equipos no pueden cohesionarse por sumisión, porque
la creatividad y la sumisión no compaginan bien, sino por adhesión
voluntaria a un proyecto propuesto por el mismo equipo. Por
consiguiente no son sociedades jerárquicas y de sumisión, sino
planas y de adhesión voluntaria.
Las sociedades innovadoras y creativas estallan en diversidad,
no son sociedades homogéneas porque la homogeneidad sólo se
consigue por la imposición y la coerción.

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Los proyectos axiológicos colectivos (PACs) de este tipo de
sociedades tienen que motivar a la cohesión y la motivación en el
dinamismo continuo y para el cambio continuo.
Todos los rasgos de este tipo de sociedades son interdependientes.
Ninguno de los rasgos puede darse sin contar con los demás. La
sociedad de conocimiento (SC) no se puede dar sin que se den
todos esos rasgos.
La cualidad humana (CH) y la cualidad humana profunda
(CHP) están en la misma entraña de todos los rasgos de las SC. Se
entiende por CH la cualidad todavía condicionada por los intereses
del ego; se entiende por CHP la cualidad ya no condicionada por
los intereses del ego, podríamos calificarla de una cualidad humana
incondicional.
Las SC se estructuran en red, no en árbol jerárquico.
Todos los individuos que intervienen en los equipos son
interdependientes en sus tareas, ninguno es autárquico para realizar
su trabajo, todos dependen unos de otros porque las innovaciones
y creaciones son el resultado de la colaboración estrecha de varios
saberes y disciplinas.
Consecuencia de todo esto es que el papel de los individuos
es máximamente creativo, pero su creatividad no es autárquica.
Tenemos algo nuevo en relación a las sociedades de investigación,
información y explotación (IIE) que estaban compuestas por
individualidades creativas pero sometidas; en las nuevas sociedades
las individualidades son máximamente creativas pero no autárquicas;
son creativas sólo en equipos en los que todos dependen de todos.
Los miembros de estos colectivos podríamos decir que surgen
de la interdependencia mutua. Todo lo que depende de otro, no
tiene el ser en sí mismo. Esto lleva a una transformación ontológica:
se pasa de una ontología donde los seres poseen su ser en sí mismos,
a una ontología en la que todo son interdependencias a todo nivel.

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En una interdependencia generalizada ¿qué es el individuo?
¿qué es el colectivo?

Las SC no son enemigas del contenido espiritual de las religiones,


como sí lo fueron, en su fondo, la filosofía y las ideologías porque lo
que pretendían era sustituir al mito y la religión en su papel de PAC,
es decir, en su papel de interpretación y valoración de las realidades
e incluso como sistema de organización de los colectivos.
La religión se muestra inepta para las SC, tanto para modelar
la dimensión relativa (DR), como para referirse a la dimensión
absoluta (DA). Su ineptitud nace de su inadecuación a las SC,
porque están construidas desde el pensar, el sentir y las formas de
organizarse y vivir propias de las sociedades estáticas. Su perfecta
adecuación a las sociedades preindustriales, con la epistemología
mítica (EM) que comportan, las inhabilitan para las SC.
Las SC no se enfrentan con las religiones, no hay lugar para
ello, sólo las ignoran como cosas del pasado. Ese menosprecio, y
más que menosprecio ignorancia, ofende más a las religiones que la
franca oposición.
Las ciencias se han convertido en las interpretadoras exclusivas
de la realidad y, como tales son las interpretadoras exclusivas de
la DR, pero sin cobertura axiológica ninguna. En esta situación
representan una gran novedad, una gran ventaja porque pueden
operar libremente sin trabas axiológicas ni religiosas, pero son,
también, un gran peligro.
Hay que decidir, en cada caso y con cada disciplina, qué hay que
hacer axiológicamente con esos saberes científicos y tecnológicos.
Carecemos de PACs adecuados para regirlas, y estamos cargados
de moldes, de prejuicios axiológicos, intereses y restos de épocas
pasadas. En los PACs de las SC nada es dado, todo es construido.
Por ello, para no errar y jugarnos, con ello, la supervivencia de la
vida en la tierra, necesitamos imprescindiblemente dotarnos de CH
y de CHP.

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Necesitamos cultivar las dos dimensiones de nuestro acceso a
lo real, la DA y la DR, para ser humanos. En la situación actual
tendremos que pensar procedimientos para convencer a las gentes
de la verdad de esta afirmación. En el pasado este doble cultivo
se hizo mediante las religiones, ahora tendremos que hacerlo sin
religiones.
El cultivo de la DA debe ser intensivo, porque a más cultivo
mejor solución de problemas.
La CHP en las SC tiene que tener fundamentación racional. El
acceso a la doble dimensión ha de tener fundamentación racional
y función primaria tanto biológica como cultural. La función
biológica explica su racionalidad, facilita la aceptación como dato
y la comprensión de la centralidad que debe ocupar en la vida de
las SC.
De todas estas reflexiones se concluye que si todo nos lo
tenemos que hacer nosotros, eso supone el fin de las religiones y de
las ideologías.

La dimensión absoluta de lo real (DA)


La lengua bifurca nuestro acceso a la realidad: nos da un acceso
a la realidad como relativa a nuestras necesidades como vivientes
(DR); y nos da un segundo acceso a eso mismo real pero ya no
relativo a nuestras necesidades sino no relativo, absoluto (DA).
No se trata de una realidad con dos pisos, sino de dos aspectos
o dimensiones de eso real único.
Este doble acceso a la realidad es lo que constituye nuestra
diferencia específica como vivientes de esta tierra.
Nuestro acceso a la dimensión absoluta (DA) no es el acceso
al ámbito divino, ni a una región otra de este nuestro mundo, ni el
acceso a un nivel trascendente, metafísico.

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El acceso a la DA es una creación biológica, con una función
concreta para la supervivencia de un ser viviente; es una función
biológica que nos permite adaptarnos al medio en que vivimos
y modificarlo cuando sea necesario o conveniente. La DA es el
fundamento de nuestra flexibilidad con relación al medio en el que
obtenemos lo necesario para vivir, sin tener que cambiar nuestra
dotación genética ni modificar nuestra fisiología. Es un gran
invento de la vida que nos permite hacer modificaciones en nuestro
sistema de sobrevivencia, que resultan equivalentes a los cambios
de especies en los restantes animales.
Los animales, nuestros parientes, para modificar su relación con
el medio necesitan millones de años, los humanos podemos hacer
esos cambios tan rápido como sea necesario. Podemos transformar
nuestras formas de sobrevivencia, en ocasiones radicalmente, sin
modificar nuestra dotación biológica.
El doble acceso a la realidad es la mutación biológica más
radical e importante de todas las especies vivientes y es, también,
como iremos viendo, una apuesta sumamente arriesgada de la vida.
La DA no es una revelación divina, sino una pura estructura
antropológica; es una estructura adecuada a un animal depredador.
Siempre los animales depredadores son más flexibles en su formas
de vivir que sus presas. La vida en nosotros ha creado el supremo
animal depredador dotado de una completa flexibilidad.
La doble dimensión de la realidad, efecto de la bifurcación
de la lengua, nos permite conseguir la flexibilidad y la libertad
incluso con relación a nuestro propio destino interior. La estructura
de deseos, temores, recuerdos y expectativas que constituyen
nuestra peculiar individualidad unificadas por el ego; la recibimos
en nuestra primera infancia como consecuencia de nuestra
socialización en la dependencia completa de nuestros padres y
primeros educadores. Esa estructura interna, que es la estructura
de nuestro yo, la confirmamos y asentamos con nuestras propias
actitudes y operaciones como individuos; de esa forma se convierte
en un destino inviolable.

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La vivencia de la doble dimensión de esa nuestra propia realidad,
nos permite liberarnos de esa sumisión rígida, y que es más rígida
cuanto más inconsciente es, y conociéndola se gana en flexibilidad.

Convencer de que la doble dimensión de nuestro acceso a la


realidad sea un dato y no una herencia religiosa o un intento de
volver vigentes los reclamos de las religiones, posiblemente será
una ardua tarea. Pero al reivindicar ese dato, en especial nuestro
acceso real a la DA, no nos mueve motivo religioso ninguno, sino
poner bases racionales para todo el mundo de lo axiológico, en sus
diversos aspectos.
La doble dimensión es propia de nuestra estructura
antropológica, pero para que pueda cumplir la función para la que
apareció, debe ser cultivada temáticamente en sus dos aspectos.

La noticia de la DA es un dato, pero es un dato peculiar por su


sutilidad. Es sutil porque es sin forma; si tuviera una forma propia
no podría ser el fundamento de la flexibilidad. Aparece en toda
forma modelada por nosotros, como la fuente de su realidad. Todas
las formas modeladas por nosotros son limitadas, imperfectas y
perecederas, a pesar de ello la DA aparece como sin límites en lo
limitado, sin imperfección en lo imperfecto, imperecedera en lo
perecedero. En la DR que es siempre no convincente, se presenta
como absolutamente convincente.
La DA se presenta como la fuente de la realidad de todo, pero
no es un agarradero; es como un inmenso vacío que se presenta
en toda forma. Si fuera un agarradero para nosotros los humanos,
tendría que presentarse como una forma; así tendríamos dos formas
en toda forma: la modelada por nosotros y la forma absoluta. Si
fuera así, toda realidad tendría dos pisos y la forma absoluta sería
absoluta en su forma y no la condición vacía de toda modelación,
con lo cual se perdería la flexibilidad y, por ello, toda forma sería
una naturaleza inmutable.

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La DA al presentarse sin forma en toda forma y al presentarse
como la fuente y la realidad de toda forma, dice, con ello, que lo real
de toda realidad es vacía de sí misma; que la realidad de todo lo que
pueda pensarse como “otro” es el “no otro” de todo, que es el vacío.
Así, paradójicamente, la DA es la realidad de toda realidad y es
la que vacía de realidad propia a toda realidad. Muestra que toda
realidad es vacía porque su realidad es el gran vacío. El gran vacío
no es la nada, sino lo que por su plenitud es inconceptualizable,
irrepresentable y la ausencia absoluta de agarradero para un frágil
viviente como nosotros.
La DA desrealiza a DR porque, dándole realidad, se muestra
como el “no otro” verdadero de toda DR. Esta desrealización es el
fundamento de la verdadera libertad.

La doble dimensión de nuestro acceso a lo real y, especialmente,


la DA de nuestro acceso a la realidad, tiene que poderse explicar
racionalmente. Todos los fenómenos que aparecen en nuestra
condición de humanos, tanto los correspondientes a la DR como
todos los correspondientes a la DA, tendrán que poderse explicar
desde lo que nos diferencia de los restantes vivientes: nuestra
condición de vivientes constituidos por el habla.
Por consiguiente, todo lo referente a la DA es tarea de la
epistemología axiológica, no es tarea de la religión, porque la
religión es un PAC propio de sociedades preindustriales y las nuevas
sociedades son sociedades industriales y de conocimiento.

La DA, con su sola noticia, invita a adentrarse en ella, invita a la


indagación que es una auténtica creación libre.
Cuando las ciencias son indagación sin fin, la DA no puede ser
sumisión, sino, con más razón, indagación libre.
No hay indagación libre si no se da la seducción que sigue a la
noticia de DA.

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La indagación libre es incompatible con la sumisión a creencias
y ortodoxias. Es incompatible con la homogeneidad.
Hemos de heredar el pasado, pero nuestra relación con él no
puede ser de sumisión, sino de veneración, amor, aprendizaje libre
y creativo.
La DA es puramente cualitativa, lo cualitativo no se puede
imponer, sólo puede inspirar. No hay ninguna certeza axiológica
heterónoma; la certeza de DA no puede ser, en absoluto, heterónoma.
Esta condición de la CH y de la CHP es una gran condición de
riesgo para la humanidad, porque sólo la CH es criterio para la CH;
y sólo la CHP es criterio para la CHP.
La indagación en la espiritualidad de nuestros antepasados era
indagar la voluntad de Dios para someterse. Hoy la indagación de la
DA y de la CHP es indagación libre y creación libre.
¡Qué gran transformación en la Vía! ¡Qué difícil es concebir lo
que nuestros mayores llamaron espiritualidad como una creación
libre! Pero si sustituimos el término “espiritualidad” por CHP, la
comprensión se simplifica.
Repetimos: la CHP y la DA en las nuevas condiciones culturales
no pueden imponerse sólo pueden seducir.

La DA es nuestra única posibilidad de libertad y


libre albedrío
Puede hablarse de libre albedrío únicamente desde la presencia
en la DR de la DA. La indagación libre de la DA depende de la
libertad, y la libertad está ligada al silenciamiento de nuestras
estructuras de deseos, de los temores, de los recuerdos y de la
expectativas.
La presencia de la DA es la raíz de la curiosidad y también del
deseo insaciable.

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La falta de libertad y de libre albedrío quizás no sea completa en
ningún humano, porque todos tienen acceso a la DA por lo menos
operativamente.
Vivirse como ser, individuo, persona, como ser que vive su
vida, es el error original y necesario a todo humano. En la medida
que se vive haciendo pie ahí, se aleja del silencio y el silencio es el
que posibilita la noticia de DA.
A mayor noticia de DA, más libertad,
A menos noticia de DA, más sumisión al destino inflexible que
opera desde el ego.

Estamos sometidos a un destino inflexible, ego, que nos


acompañará siempre, aunque podemos vivir sin hacer pie en él,
sino en la DA.
La creatividad depende del distanciamiento que provoca, por
seducción, la DA.
Ni la forma de representar y acceder a la DA o de cultivar la
CHP se escapan de tener que ser creaciones libres nuestras.
La conciencia de la DA es el fundamento sobre el que se
basaron las sociedades preindustriales para pensar al hombre como
un compuesto de un elemento no sutil y mortal, y de un elemento
sutil y no mortal.

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Proyectos axiológicos colectivos (PAC)
Los humanos no tenemos determinado nuestro programa
genético de forma que estén concretados los “qué” y los “cómo”.
Tenemos concretada nuestra fisiología, nuestra condición de
vivientes simbióticos, nuestra condición sexual; pero no está
concretada la forma de simbiosis, ni la forma de asociación sexual
de cara a la crianza, pero nuestra dotación genética nos proporcionó
un instrumento para que nos auto-programemos de forma que
resultemos animales viables.
Llamamos “proyecto axiológico colectivo” a las construcciones
lingüísticas con las que los colectivos se auto-programan de acuerdo
con unas condiciones de sobrevivencia determinadas, como la caza/
recolección, la agricultura, la ganadería, etc.
En las sociedades preindustriales esos proyectos de vida colectiva
se establecen y se socializan mediante mitos, símbolos y rituales,
que se consideran revelación divina o legado de los antepasados
sagrados; en las sociedades industriales se programan mediante
ideologías, que se consideran dictadas por la misma naturaleza
de las cosas; en las sociedades de conocimiento tendremos que
construir esos sistemas de cohesión y motivación, que son proyectos
axiológicos de vida colectiva, nosotros mismos, sin recibirlos ni de
nadie ni de nada.

El ego y sus supuestos


El ego no es una entidad sino una función del cerebro. Su
identidad está formada por un paquete de deseos, que son a la vez
temores, recibidos de sus padres y de sus primeros educadores. Es
un paquete reunido al azar por la conjunción de los deseos y temores
de sus padres, de los padres de sus padres, etc. y de las cargas que
llevaban sus educadores primeros. Según los éxitos y fracasos de los
primeros pasos en la vida, se gravan unos recuerdos y se generan
unas expectativas.

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El conjunto formado por deseos, temores, recuerdos y
expectativas, reunidos en un hatillo por el ego, genera un sentimiento
de unidad y de identidad.
El ego como función unificadora del cerebro ejerce de gestor
del viviente para que se mantenga vivo y no muera. Para hacer esa
función, el ego ha de suponerse una unidad, una realidad; así puede
oponerse al medio que le rodea y crear una dualidad-sujeto/mundo
de objetos- que le permitirá satisfacer sus necesidades y sobrevivir.
El ego como entidad autónoma es un supuesto necesario.
Precisa suponerse alguien, aunque no sea realmente nadie fuera de
una función del cerebro. El supuesto de ser alguien, un sujeto, en un
mundo de realidades, de objetos, todo ello interpretado desde una
epistemología mítica, es nuestro error necesario y originario. Sin
esos supuestos no podríamos sobrevivir.
Sin embargo, el ego con toda su estructura y todos sus supuestos
puede ser silenciado. Silenciarlo no significa matarlo, -no podríamos
sobrevivir sin él- si no alejarlo del primer plano de la conciencia,
para poder ver y sentir lo que hay más allá de las modelaciones que
hacemos de la realidad y de nosotros mismos.
Gracias a ese distanciamiento y comprensión podemos entender
y vivir que nuestra verdadera realidad no son los supuestos del ego,
sino “Eso de ahí”, que nos incluye a nosotros mismos, que no es a
la medida de nuestras necesidades sino que es no relativa a ellas,
absoluto.
Esa dimensión absoluta de lo que damos por real, puede
convertirse en el piso, en el punto de apoyo de todas nuestras
operaciones. Podemos pasar de identificar nuestra realidad con el
ego, a identificarla con la dimensión absoluta de todo lo que damos
por real.
Si ese silenciamiento se produce, el ego continuará gestionando
todo lo que tiene que ver con nuestra supervivencia, pero sin
los supuestos erróneos. Si ejerce su gestión sin identificarse con
sus deseos/temores, recuerdos y expectativas, se liberará de las

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deformaciones que esa estructura causa en sus juicios y actividades.
Su gestión será más acertada, menos egocentrada, porque sabe
que su realidad verdadera no son sus supuestos sino la dimensión
absoluta de lo real.

La epistemología mítica (EM)


Llamamos epistemología mítica a la interpretación y valoración
de la realidad que acompañó a los mitos que ejercían la función
de PACs en las sociedades preindustriales. Se interpretaban como
revelación divina o legado sagrado de los antepasados; por esta razón
se tomaban con descripciones auténticas de las realidades, tanto de
las realidades pertenecientes a la DR, como a las pertenecientes
a la DA, y garantizada heterónomamente por los dioses o los
antepasados.
Las ideologías al sostener que las interpretaciones y valoraciones
de la realidad venían dadas por la naturaleza misma de las cosas,
también consideraban que lo que decían las formaciones y términos
ideológicos describían adecuadamente la realidad. Aunque ya no se
programaban colectivamente mediante mitos, continuaban ligados
a la epistemología mítica.
Este tipo de epistemología resulta del todo inaceptable para
sociedades de conocimiento que son sociedades que cambian
constantemente sus maneras científicas de interpretar las
realidades, lo cual arrastra a cambiar correspondientemente las
maneras de valorar, de vivir, de organizarse etc. por efecto de los
nuevos productos y servicios que posibilita el crecimiento continuo
y acelerado de las tecnociencias.
La epistemología mítica ha sido, a lo largo de la historia, una
fuente de conflictos graves entre PACs concretos y de conflictos
más graves aún entre religiones. Si dos modos de vida colectiva (dos
PACs) se consideraban revelación fidedigna de los dioses, o dos
religiones que también se les atribuía origen directo de los dioses se

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enfrentaban, el conflicto resultaba grave. La historia humana está
llena de estos conflictos, algunos muy sangrientos.
Resulta muy perjudicial prolongar la vida de los PACs y de las
religiones cuando las condiciones desde las que arrancaron han
desaparecido, empujadas por otras condiciones nuevas.
Por ejemplo prolongar el PAC cazador/recolector y su forma
religiosa, a las sociedades agrícolas que les sucedieron, o prolongar
las religiones de estructura agraria, a las sociedades industriales de
conocimiento.
Es malo intentar prolongar la vida de las religiones cuando las
condiciones culturales han cambiado seriamente, dando por razón
su interpretación desde la EM.
Los enfrentamientos por este tipo de situaciones podrán ser
graves y muy graves si además de la razón de la interpretación desde
la EM existe, como es normal que ocurra, otro tipo de intereses
económicos, políticos, etc. o lo que, en ocasiones es peor que los
intereses, el temor de perder lo bueno de lo viejo, o el temor que
despierta lo nuevo.

La EM debe de ser eliminada de raíz en las sociedades de


conocimiento, por inadecuada. Con ella resulta difícil interpretar
en su profundidad los grandes textos religiosos y de sabiduría de
forma adecuada a los nuevos modos de vida. Sin eliminar totalmente
la EM se complica enormemente el cultivo de la CH y de la CHP
porque están ligadas a PACs de sociedades ya desaparecidas o en
vías de extinción.
Por primera vez en la historia, nuestros PACs y saberes no tienen
la pretensión de describir la realidad como es. Hay que valorar y
apreciar profundamente las ventajas que supone la desaparición de
la EM para la paz, la diversidad y el entendimiento humano.

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Epistemología no mítica
La epistemología mítica es la continuación de la programación
genética animal. Los animales tienen que interpretar la realidad
como se la dicta su programación genética, su modelación de la
realidad la viven como la realidad misma.
La epistemología mítica continúa con ese mismo supuesto:
interpreta lo que dicen los PACs como la realidad misma. Si se
pudiera hablar así, diríamos que animales y humanos de las culturas
preindustriales interpretan y valoran las realidades desde la EM.
La epistemología no mítica (EnoM) arranca a los individuos
y a los colectivos del enclaustramiento, próximo al animal, de la
epistemología mítica. Para la EnoM la interpretación y valoración
de la realidad es sólo una modelación a la medida de las necesidades
en un contexto de sobrevivencia dado.
La EnoM facilita y promueve la comprensión entre las diferentes
culturas; facilita y promueva la comprensión entre diversas
religiones y tradiciones espirituales.
Es la única forma de poder heredar el pasado sin tener que
pensar, sentir, actuar y organizarse como en el pasado se hizo. La
EnoM resulta ser una noción central en las ciencias de la religión
y una noción central para la construcción de PACs en las SC y en
la globalización. Es una noción central también para conseguir la
disposición necesaria para cambiar y modificar los PACs cuando
sea conveniente o necesario en las sociedades de conocimiento que
son sociedades de innovación y cambio continuo.

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Importancia de la noción de “modelación”
En los PACs de las SC no se admite nada heterónomo, todo es
creación humana.
La EnoM es una necesidad de sobrevivencia para las SC.
Implica que tengamos que crear una disciplina para modelar
adecuadamente las sociedades de conocimiento y sus rápidas
mutaciones.
La EnoM tiene que conocer y admitir que en condiciones de
vida iguales, las modelaciones pueden ser superficialmente muy
diferentes
Necesita que tengamos que aprender a leer el pasado como
creaciones dependientes de las condiciones de sobrevivencia.
Las construcciones que hagamos con nuestras modelaciones
han de ser capaces de llegar al sentir y programar tanto la DR como
la DA.
La noción de modelación pone fin a las religiones como se
entendieron en el pasado.

Para que nuestras construcciones sean correctas tendrán


que excluir todo lo que no se derive de nuestra condición de
animales constituidos por el habla, tales como creencias religiosas o
ideológicas, supuestos acríticos etc.
Habrá que advertir que todo lo que damos por realidades son
modelaciones condicionadas por nuestras necesidades y, por tanto,
vacías de entidad propia.
La DA de la realidad, como no somos capaces de modelarla, no
tiene forma.

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La religión
En la religión se presentan unificadas la modelación de la DR
y de la DA. Las religiones son un tipo de PACs preindustriales en
los que los mismos patrones y paradigmas que modelan todo el
mundo correspondiente a la DR, modelan también la concepción,
representación y vivenciación de la DA.
Existe un parentesco entre la ideología y la religión: los dos
tipos de formaciones están vividos e interpretados desde la EM y
como dados.
Con el fin de las religiones se rompe para siempre la forma
unitaria de interpretar la DR y la DA.
En las SC, en las que nos vemos forzados a construir nuestros
PACs y que, por ello, no pueden tener una interpretación desde
la EM, las religiones, como PACs, no tienen cabida. Las SC y las
religiones no pueden convivir porque las religiones se interpretan y
viven desde la EM y las SC imponen una interpretación y valoración
de la realidad desde la EnoM.
La filosofía y las ideologías son en su fondo enemigas de la
religión porque las dos pretenden ofrecer alternativas a los mitos y
símbolos como PACs de los colectivos.
Es preciso hacer comprender a las gentes que no hay un lazo
necesario entre la CH y la CHP y las religiones.
Las religiones no pueden aportar nada a la construcción de
PACs de las SC, salvo su sabiduría sutil.
Resulta peligroso alargar la vida de las religiones en las SC
porque pretenden competir con los PACs propios de este tipo de
sociedades y porque pretenden imponer una EM.
Tenemos que aprender a heredar el mensaje de sabiduría de las
religiones del pasado, pero sin creencias, sin religiones y sin dioses.

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La noción de “espíritu”
La noticia de la DA condujo a las sociedades preindustriales
a concebir la condición humana como un compuesto de cuerpo
mortal y espíritu inmortal. Sostienen que la naturaleza humana es
dada; conciben la CHP también como dada por Dios y concibe esa
misma CHP como espiritualización, como alejamiento del mundo
y de la carne.
La noción de espíritu complica el cultivo de la CHP en las SC
como indagación y creación libre.

La noción de “espíritu” es una noción estática. El espíritu


no cambia, como consecuencia, la naturaleza humana tampoco.
Entre el cuerpo y el espíritu hay una jerarquía que se extiende a la
antropología y a la sociedad.
Fija la concepción del hombre, con todas sus consecuencias
respecto a la naturaleza humana y respecto a la sociedad jerarquizada.
Impide una concepción antropológica en la que todo son
interdependencias.
Lleva a un cierto menosprecio de nuestra condición animal y
del mundo de la carne.
Fija la moralidad en una concepción adecuada a una naturaleza
humana formada por un espíritu y un cuerpo subordinado.

Espiritualidad y CHP
Resulta ser una gran novedad conceptual defender que en las SC
todo es indagación y creación libre y, por tanto, también el cultivo
de la CHP y de la DA. ¡Qué difícil es concebir la espiritualidad
como creación!, si se sustituye el término “espiritualidad” por el de
“cualidad humana profunda”, la dificultad se simplifica.

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Hay una clara contraposición entre “espiritualidad como
sumisión” y “CHP como indagación libre”. La indagación libre
es incompatible con las creencias y las ortodoxias y es, también,
incompatible con la homogeneidad.
Puesto que el legado de nuestros antepasados no puede
presentarse como sumisión, sólo nos queda la vía de la seducción.

La CHP y la DA se presentará con gran multitud y diversidad de


formas en su superficie, pero en su fondo el camino vendrá definido
por el interés incondicional, el distanciamiento y el silenciamiento
(IDS) y por la indagación en comunidad y el servicio mutuo (ICS).
Todo acceso a la DA y todo cultivo de la CHP pasará por IDS-ICS.

La diversidad de formas de cultivo de la DA y de la CHP


repercutirá en gran diversidad de organizaciones y grupos.
Las creencias y el cultivo por sumisión permitía la enseñanza
masiva; la indagación libre exige una enseñanza personalizada.
Podrán darse en una enseñanza en grupo algunos elementos
generales, con tal de que le siga una parte de esa enseñanza muy
personalizada.
La indagación pasa necesariamente por la creación de
comprensiones y representaciones sucesivas de la DA, hasta llegar a
lo inefable; y pasa también por la creación de grupos de indagación
y creación. Debe fomentar una conciencia colectiva capaz de vivir
en paz y gozo la pluralidad. El final del camino será siempre unidad
en la sutilidad de la no-dualidad.
Supuesto que el acceso a la DA y el cultivo de la CHP es
indagación libre de individuos y grupos, será necesario algún tipo
de control colectivo de la calidad.
Habrá que determinar quienes formarán parte de ese equipo
de control. El criterio será la cualidad honda, no puede ser ningún
cuerpo de funcionarios.

31
Posiblemente tendrán repercusiones políticas las diversas
maneras de cultivo de la DA y los diversos tipos de grupos de
indagación.

La CHP como indagación y creación libre


Esta noción atenta hondamente
-contra el patrón jerárquico de interpretación del ser,
-contra el eje general de interpretación de todo lo humano
como sumisión,
-contra la pretensión de las religiones de dejar la DA revestida
de palabras sagradas intocables.
-necesita prescindir de las religiones tal como se han dado,
-no admite mediación en relación a la DA, si admite maestros.
Se trata de una noción profundamente corrosiva para las
religiones y para todo tipo de patrones intocables.
Es también contraria a interpretar la espiritualidad (CHP)
como sumisión a la naturaleza del espíritu y a las prescripciones
divinas o de los antepasados.

El PAC es la base de la cultura


El PAC completa nuestra indeterminación genética y nos
convierte en animales viables. Esa es la función de la cultura. La
cultura es la forma de hacer a los humanos vivientes viables. La
cultura no es, como se suele suponer, una cuestión del espíritu.
La cultura tiene que afectar a la mente y al sentir. La vida para
los vivientes es un sentir, por consiguiente el PAC sería insuficiente
si sólo afectara a la mente.

32
Los PACs de las sociedades preindustriales están regidos por
la EM. La EM supone la máxima proximidad a nuestra condición
animal y una especie de prolongación cultural del modo de proceder
de la genética animal.
La EM expresa la dificultad de construir PACs adecuados que
aseguren la supervivencia de grupos humanos y expresa también
el temor a la flexibilidad. La EM fue una forma eficaz de limitar la
flexibilidad humana, en sociedades estáticas, a lo que permite el
PAC construido.

Con la EnoM nos hacemos plenamente humanos, con todos sus


riesgos.
Nada nos viene dado, tampoco las normas de moralidad.

Patrones de construcción de PACs


Las SC se han de construir los propios PACs; es preciso saber
cómo construirlos, pero a lo largo de la historia han habido diversos
patrones para la construcción de esos PAC. Tenemos que conocer
cuáles son esos diversos patrones para saber cuál de ellos hemos de
usar en las SC.
Las sociedades preindustriales tuvieron un patrón general para
construir los diversos proyectos de esa larga etapa correspondientes
a los diferentes modos de sobrevivencia.
Hay un patrón general para los PACs de sociedades estáticas,
el de las sociedades preindustriales, que deben bloquear el
movimiento e interpretarse desde la EM; y hay un patrón general
para las sociedades industriales dinámicas que deben programar el
continuo movimiento y que no pueden interpretarse desde la EM,
sino desde la EnoM.

33
Al patrón general de construcción de los PACs de las sociedades
preindustriales le llamaremos “Patrón R” porque todos los PACs de
esta etapa se presentan como religiones y, porque son PACs para
bloquear el cambio, son PACs de repetición.
En este patrón general, la estructura de la operación central
preindustrial con la que principalmente se sobrevive, como sería
la caza, o el cultivo agrícola, o el cuidado de los ganados, al pasar
por la lengua se convierte en metáfora, que funcionará como
paradigma para la construcción de la totalidad de narraciones
del mito, de los grandes rituales centrales y de los símbolos más
importantes.
En un modo de sobrevivencia dado, por ejemplo la agricultura,
el mismo paradigma desde el que se construye la totalidad del
mundo mítico y ritual para modelar la DR, es el que se utiliza para
modelar, concebir y representar la DA y la CHP.
Todo queda así unificado y ligado de una forma indisoluble.
Esa forma de vivir la DR y la DA es lo que se ha llamado “religión”;
porque la DA es percibida como la fuente de DR, a esa estructura
de PACs se le llama religión. Las religiones son pues PACs
preindustriales que se viven desde la EM y como recibidos de los
dioses o de los antepasados sagrados.
Esta es la estructura general del patrón de construcción de PACs
de las sociedades preindustriales, al que hemos llamado “Patrón R”.
Este no puede ser el patrón para construir los PACs de las
sociedades de conocimiento, porque a estas sociedades les falta el
carácter axiológico de la operación central de supervivencia. En
las SC se vive de las ciencias y tecnologías, que son abstractas y
que, por consiguiente, carecen de una estructura operativa central
de sobrevivencia que sea axiológica, que pueda transformarse en
una metáfora cargada de valor apta para convertirse en paradigma
capaz de modelar la DR, que en las SC es abstracta, ni de modelar la
dimensión DA, porque es siempre profundamente axiológica.

34
El patrón general de este tipo de sociedades tendrá que
construirse a partir de postular cómo se quiere vivir con el conjunto
de aparato tecnocientífico del que depende nuestra supervivencia.
Esas postulaciones axiológicas, que son postulaciones
racionales, se convertirán en postulaciones axiológicas haciéndolas
pasar por la contraposición con las situaciones que se quieren
evitar en las sociedades que pretendemos transformar en SC.
Esta estructura de patrón, que es todo él construido por nosotros
mismos y no recibido de nadie ni de nada, que por consiguiente no
puede ser interpretado con una EM, ni como heterónomo, es el que
llamamos “Patrón C”, patrón de construcción.
El colapso de las religiones es más grave que una mera crisis
espiritual, es el colapso del patrón general “Patrón R”. Cuando se
comprende con claridad la clara contraposición que existe entre
Patrón R y el Patrón C se puede entender la inevitabilidad de la
crisis de las religiones y la gravedad de nuestro desmantelamiento
axiológico.
En cierto sentido la vivencia de la DR queda debilitada porque
no entronca, como ocurría en las sociedades preindustriales, con
las operaciones con las que se sobrevive; pierde su intocabilidad;
pierde su garantía heterónoma. Pero simultáneamente gana en
profundidad porque deja más claro que DR es pura forma de DA,
que DA no es “otra” que DR, que DR no tiene entidad propia si
no es la que recibe como pura forma de DA. Se gana también en
flexibilidad y movilidad.
Los PACs construidos desde el Patrón R disponían de una
certeza heterónoma y de máximo prestigio; los PACs construidos
desde el Patrón C disponen de una certeza autónoma, una certeza
que depende únicamente de nuestra propia CH y CHP. Esta nueva
y radical responsabilidad en la creación de los PACs que nos han
de dirigir y que deben gestionar nuestros aparatos científicos y
tecnológicos exige un cultivo generalizado y, a ser posible, intensivo
de IDS-ICS como medios para hacer crecer en los colectivos la CH
y la CHP.

35
Si no somos capaces de comprender los diferentes patrones de
construcciones de PACs en los que se expresará la DA y en los que se
cultivará la CHP, identificaremos la manera de construir PACs, de
expresar y cultivar la DA y la CHP con un determinado tipo patrón
de construcción de PACs, el propio de las sociedades preindustriales,
el Patrón R. Con ello amarramos lo que es sin forma a una forma.
Así falseamos e impedimos el acceso a esas dimensiones, a los que
han tenido que ir a parar a tipos de PACs que ya no caben en el viejo
Patrón R, que, por consiguiente, tienen que construir sus PACs con
un nuevo tipo de patrón, el Patrón C. El Patrón C es el único que
permite construir PACs adecuados a las sociedades dinámicas de
conocimiento.
El Patrón R de construcción de PACs adoptaba las formas
religiosas. No reconocer que se necesita otro tipo de patrón, supone
exigir que todo acceso a la DA y todo cultivo de la CHP tenga que
adoptar formas religiosas. Con esa actitud se bloquea el camino a
los miembros de las SC.
Hay que poder reconocer este nuevo Patrón C para las
transformaciones de los sistemas axiológicos humanos, para
facilitar a todos los que inevitablemente tienen que caer en las SC, y
no estorbar o impedir la DA y la CHP a los nuevos ciudadanos, que
crecerán día a día.
Así, pues, las transformaciones que estamos sufriendo exigen
que se distinga con toda claridad el Patrón C del Patrón R de
construcción de PACs, con la misma claridad que se nos exige
distinguir la estructura superficial de las narraciones sagradas de la
estructura profunda.
Todos estos procedimientos de lucidez resultan imprescindibles
para quitar obstáculos a las SC para acceder a la DA y a la CHP.
Todos esos obstáculos amenazan la posibilidad de heredar el pasado
y de confundir las formas en las que necesariamente se expresó la
DA y se vivió la CHP por parte de antepasados y de las culturas ya
fenecidas, con lo que es la DA, lo sin forma, y lo que es la CHP, la
desnudez completa.

36
La actitud axiológica de fondo en las culturas
La constancia de los rasgos de las diferentes civilizaciones a través
de los cambios en las formas de vida y en los necesarios cambios de
PACs, (por ejemplo la constancia de los rasgos de la civilización
china o la india a través de la historia) nos exige racionalmente tener
que aceptar que por debajo de todas las estructuras de las diversas
civilizaciones hay una actitud axiológica de fondo.
Si no suponemos ese nivel previo a toda estructuración,
abriríamos las puertas a la homogeneización cultural, como
consecuencia inevitable de la plena industrialización, de la
globalización y de las sociedades de conocimiento.
Esa actitud no sería coherente con las SC, que son sociedades
fundamentadas en la creatividad y, por consiguiente, en la continua
diversificación. Cuanto más generalizadas estén las sociedades de
conocimiento y mayor sea la globalización, mayor tendrá que ser la
particularización y la diversificación.

Las SC y la diversificación son dos caras de la misma moneda.


Globalización y particularización son también dos caras de la
misma moneda.
La creatividad tiene que particularizarse porque se trata de
una creatividad siempre en equipo y los equipos creativos, por
necesidades de colaboración simbiótica y comunicación, tienen que
tener una medida muy limitada.
Una globalización homogeneizadora sería contraria a la
creatividad generalizada. Lo homogéneo lo es porque excluye la
diversificación y, por tanto, la creatividad.
Cada equipo creativo tiene que crearse su propio PAC. Una
sociedad que haya entrado toda ella en las SC está compuesta de
una multitud de equipos creativos con sus particulares PACs. Por
consiguiente las SC son inseparables de la diversidad axiológica

37
dentro de unos patrones comunes aceptados libremente y jamás
impuestos. Toda imposición es ajena a las SC.
Estos principios deberían tenerse en cuenta a la hora de organizar
políticamente a los colectivos y a los colectivos de colectivos.

La diversidad, dentro de unos acuerdos libremente contraídos,


invade todos los niveles de las formaciones axiológicas en las SC y
llega incluso a las actitudes axiológicas de fondo pre-estructurales.
Estas actitudes de fondo, afectan especialmente a las formas de
representar y vivir el acceso a la DA y de cultivar la DA, que es la
CHP. Por doble razón: porque lo más radical del mundo axiológico,
que es la actitud de fondo, es lo que más afecta a lo más hondo
de lo que constituye nuestra identidad, la DA; y porque la actitud
axiológica de fondo, por pre-estructural, es sin estructura fijada, y
la DA es también sin forma.

Necesidad de la epistemología axiológica (EA) y


sus tareas.
Puesto que nos tenemos que construir nosotros mismos
nuestros propios PACs, necesitamos de una disciplina que estudie
cómo se construyeron en el pasado y cómo debemos construirlos
ahora y modificarlos cada vez que las creaciones científico-técnicas
lo requieran.
La EA tiene una tarea ingente.
Debe hacerse cargo de la construcción y modificación de PACs
para los diversos tipos de organizaciones.
Debe ocuparse de que las dos dimensiones de nuestro acceso a
la realidad sean convenientemente cultivadas.
Debe plantear a los colectivos cómo abrir y cultivar la DA y
la CHP individualmente y en grupo. El cultivo de la DA y de la

38
CHP en las SC no es tarea de la religión, sino de la EA. Todas las
tareas que el pasado fueron competencia de las religiones, ahora
son competencia de la EA, no de la EA como epistemología, sino de
sus construcciones.
La EA debe ocuparse de crear estrategias y tácticas para llevar
a los individuos y a los colectivos al cultivo de la DA y de la CHP.
Es tarea también de la EA la compleción de la viabilidad de
los instintos centrales, que están incompletos desde nuestra
programación genética y que tiene que hacerse viables en una SC.
Debe dar cuenta de cómo desde nuestra condición de vivientes
constituidos por el habla, surge la idea de espíritu y la racionalidad.

No podemos esperar ningún tipo de soluciones por parte de las


religiones.
Las religiones no pueden solventar en las SC las cuestiones
referentes a los PACs, porque las religiones corresponden al Patrón
R de creación de proyectos que es inadecuado para las sociedades
dinámicas y porque los PACs que encarnan las religiones
corresponden a formas de vida preindustrial agrario-autoritarias,
con sus maneras de pensar, de sentir, de actuar y organizarse que, o
ya han muerto, o están en vía de extinción.
Tampoco pueden solventar las religiones los problemas que
tienen las SC para concebir y practicar la CH y la CHP. La forma
que tenían las religiones de iniciar a la DA y cultivar la CHP
correspondía a formas de pensar y sentir estáticas, sumisas a las
creencias. Lo mismo hay que decir de las formas de organizar
grupalmente la indagación de la DA.
Tanto los problemas de construcción de PACs como los
problemas referentes a la DA y a la CHP en las SC habrá que
solventarlos sin contar con la religión. Habrá que abrir el camino a
la creación de PACs y al acceso de la DA y de la CHP con la razón.
Una vez abiertas las puertas de la comprensión deberán utilizarse

39
los medios axiológicos adecuados para llegar y para poder acceder
a la sensibilidad.
Resulta lógico que en una sociedad que vive de la creación
continua de ciencias y tecnologías, los problemas axiológicos que se
presenten, sean en el ámbito que sean, tengan que plantearse y dar
razón de ellos con procedimientos racionales. Pero las soluciones
racionales no tienen el poder de llegar a conmover la sensibilidad.
Para entrar en ese ámbito hay que emplear procedimientos
adecuados propios de la formalidad de lo cualitativo concreto.
La razón abre la puerta y postula; luego dice cómo hay que
tratar lo axiológico y cómo lo que ella postula se puede transformar
en axiológico. Para conseguirlo, la razón indica, además, que lo ya
transformado en axiológico debe convertirse en una narración que
cumpla las normas de las narraciones axiologizantes.
Todos estos saberes los elabora la epistemología axiológica.
Todos estos problemas tendremos que solventarlos desde la EA,
lo cual significa que ha de ser una disciplina teórico-práctica.
Lo que las religiones nos pueden proporcionar es la sabiduría
informulable expresada y vivida por nuestros antepasados. Teniendo
siempre explícitamente en cuenta que ninguna de las formas en las
que vivieron esa profundidad nos sirve.
Para buscar soluciones a cualquiera de los problemas axiológicos
de las SC hay que olvidar y alejarse, lo más completamente posible,
de las formas de las religiones.

Estas reflexiones suponen una orientación muy clara: la DA


y CHP no son dos mundos aparte, hay que verlas, cultivarlas y
servirlas desde la DR y en la DR y desde una disciplina construida
con esta finalidad, la EA.
La gran profundidad, la gran cualidad, lo absoluto, está en el
mundo poco convincente que nos rodea. Y es poco convincente
porque es construcción nuestra.

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Habrá que estudiar lo más profundamente posible la axiología
y la formalidad que rige la DR en un modo de sobrevivencia
concreto. Debemos realizar este trabajo para aprenden a construir
los PACs adecuados a las nuevas circunstancias, sin que se nos
escape ninguno de sus niveles y estructuras.
El estudio del pasado nos proporciona el conocimiento de las
constantes de construcción de los PACs y sus variantes. Esta es tarea
de la EA.
Los análisis de los PACs del pasado, vehiculados casi todos
ellos por las religiones, nos posibilitarán aprender la diferencia
entre la estructura superficial de esos PACs o religiones, de lo que
es su estructura profunda. Si no se es capaz de llegar a la estructura
profunda de los PACs de las religiones y de los grandes textos que
hablan de la DA y de la CHP, se está apresado por la EM. Apresados
por la EM quedamos imposibilitados para manejar axiológicamente
de forma adecuada a las SC y para heredar la sabiduría de las
tradiciones.

La epistemología axiológica tiene que poder reconocer que se


necesita otro tipo de patrón de construcción de PACs, diferente del
que hemos llamado Patrón R. No reconocer que necesitamos un
tipo de patrón de construcción de PACs adecuado a las sociedades
de conocimiento y de cambio continuo en todos los parámetros de
la vida humana, nos conduciría al error de exigir que todo acceso a
la DA y todo cultivo de la CHP tenga que adoptar formas religiosas
o ideológicas.
Lo que conseguiríamos con esa actitud sería que las SC tuvieran
que rodar con las ruedas frenadas, y que los miembros de esas
sociedades tengan el camino a la DA y a la CHP bloqueado y, de
hecho, impedido, porque en una sociedad que cambia cada vez más
rápidamente no es posible creer, porque las creencias fijan; y si no
se puede creer, tampoco se puede tener religión.

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Las sociedades de conocimiento son sociedades creativas
que viven de la creatividad. La creatividad es diversidad. Cada
acto creativo se aleja de la homogeneidad. La homogeneidad en
las sociedades nace de la sumisión. La creatividad, en su esencia,
es libertad. Cada acto creativo es un acto libre. La creatividad y
la libertad exigen diversidad axiológica. Libertad axiológica de
cada grupo, y libertad axiológica incluso en el seno del grupo. La
creatividad tiene que ser libre. No acepta ninguna imposición,
tampoco imposición axiológica.
Las SC resultan ser sociedades muy polivalentes, calidoscópicas.
Las SC son inseparables de la diversidad axiológica, pero siempre
dentro de unos patrones comunes aceptados libremente por todos.
Sin eso fallaría la simbiosis, que es el alma de las SC.
Los patrones comunes de las SC, aceptados libremente por
todos, jamás pueden ser impuestos. Toda imposición es ajena a las
SC. Eso no significa que no sea preciso que, en ocasiones, se emplee
la coerción con quienes quieren dañar a otros o al colectivo.

Estos principios deberían tenerse en cuenta a la hora de organizar


políticamente a los colectivos y a los colectivos de colectivos.
La política no debiera servir al poder o al interés de unos
grupos sobre otros. La política debería ponerse al servicio de la
creatividad y de la libertad. El axiólogo debiera vigilar la armonía de
la diversidad y estar al servicio de los patrones comunes aceptados
libremente por todos. Debiera ser el especialista de la cohesión y
la motivación de los colectivos y de los colectivos de colectivos.
Debiera ser el motor y el acelerador de las SC.

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Los valores y las virtudes
Los valores, como las virtudes, son los propios de un viviente.
Suponer que los valores y las virtudes están ahí dadas por
Dios y su revelación o dadas con la misma naturaleza humana, y
sostener, consecuentemente, que son universales y trans-históricos
es apoyarse en una antropología de cuerpo-espíritu o de animal
más racionalidad, y no partir del dato de que somos vivientes,
que aunque constituidos como tales por el habla, con el habla no
alteramos en nada nuestra condición de vivientes.

Nuestros valores y nuestras virtudes tienen que arrancar de


esa condición puramente animal sin el añadido de un espíritu, ni
de una racionalidad, que se creen o suponen, pero que no puede
mostrarse cómo surgen de un animal hablante.
Hay que partir del hecho que nuestra condición de hablantes es
un asunto de un viviente para vivir, no es el fruto del espíritu o de
nuestra condición racional.

Los valores no son previos a los PACs que tienen que construirse
los pueblos para completar su programación genética y convertirse
en animales viables. Los valores tienen que ver directamente con los
PACs construidos y adecuados a un modo concreto de sobrevivencia
y que cambian cuando se modifican las formas de sobrevivencia y,
consecuente, los PACs convenientes a esas formas de vida.
Los valores son para los vivientes humanos, por consiguiente,
concretos y sensitivos. Las formulaciones de valor como equidad,
justicia, hermandad, libertad, etc. son nociones abstractas que
pueden funcionar como postulaciones de valor, pero que no son
valores hasta que se concreten sensitivamente.

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Las formas concretas de los postulados tienen que pasar por
un proceso de axiologización, contraponiéndose a lo que se está
haciendo en las sociedades contrario a esa postulación.
Los valores como postulaciones pueden ser universales; pero las
postulaciones de valor todavía no son valor. Cuando se concretan
dejan de ser trans-históricos y generales. Las postulaciones de valor
no son todas válidas como postulaciones en todas las culturas.
Los valores son fenómenos propios de los vivientes para vivir y
actuar convenientemente. Están pues siempre relacionados con las
formas de sobrevivir de los grupos humanos. Por consiguiente están
en relación directa con los PACs, y no con supuestos elementos
transcendentales de la estructura de los humanos.
En las sociedades de conocimiento, nada sustituye a la necesidad
de construir PACs adecuados, tampoco una supuesta moralidad
natural. Nada hay natural para el animal constituido por el habla,
cuya naturaleza es una no-naturaleza.

Nueva ontología
Desde el Patrón C de construcción de PACs nada es lo que parece
ser porque todo es modelado por un viviente en unas condiciones
determinadas. Puesto que todo es modelado, todo puede cambiar;
nada tiene el ser en sí mismo.
Todo lo modelado es condicionado, todo lo condicionado tiene
forma; lo no condicionado no tiene forma.
En las SC es preciso pasar de la afirmación “toda individualidad
es existente”, aunque sea desde otro, a la afirmación “todo son
interdependencias” vacías de ser propio.
En las SC aparece una nueva ontología; en ella se pasa:
-de la afirmación de todo son existencias individuales, a una
afirmación en que todo son interdependencias;

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