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Renacimiento
Renacimiento, periodo de la historia europea caracterizado por un renovado interés por
el pasado grecorromano clásico y especialmente por su arte. El renacimiento comenzó
en Italia en el siglo XIV y se difundió por el resto de Europa durante los siglos XV y XVI.
En este periodo, la fragmentaria sociedad feudal de la edad media, caracterizada por
una economía básicamente agrícola y una vida cultural e intelectual dominada por la
Iglesia, se transformó en una sociedad dominada progresivamente por instituciones
políticas centralizadas, con una economía urbana y mercantil, en la que se desarrolló el
mecenazgo de la educación, de las artes y de la música.
Brigith Cruz
Segundo BGU “B”
Humanismo
Es un concepto polisémico que se aplica tanto al estudio de las letras humanas, los
estudios clásicos y la filología grecorromana como a una genérica doctrina o actitud vital
que concibe de forma integrada los valores humanos.
Por extensión, se llama «humanista» a todo pensamiento que pone en el primer plano
de sus preocupaciones el desarrollo de la cualidades esenciales del ser humano. Así, Paul
Oskar Kristeller advierte que el término, asociado en el pasado con el Renacimiento,
en tiempos recientes ha venido a ser causa de mucha confusión filosófica e histórica. En
el discurso de hoy día, casi cualquier clase de interés por los valores humanos recibe el
calificativo de «humanista» y, en consecuencia, una enorme variedad de pensadores —
religiosos o antirreligiosos, científicos o anticientíficos— se siente con derecho a lo que
se ha vuelto un marbete de alabo bastante vago.7
El humanismo es, en resumen, un componente de una gran variedad de sistemas
filosóficos más específicos y de varias escuelas de pensamiento religioso. Mucho antes
de ser ampliamente empleado en términos políticos, el humanismo es un concepto
propio de la historia de la filosofía, renovada con el Renacimiento, asociado en particular
con el movimiento representado por Erasmo, Michel de Montaigne o incluso por
Guillaume Budé, a quienes corresponde el honor de haberse interesado a la vez por la
literatura de la antigüedad greco-latina y la reflexión personal.
El humanismo renacentista fue una actividad de reforma cultural y educativa ejercida
por rectores, coleccionistas de libros, educadores y escritores civiles y eclesiásticos, que
a finales del siglo XV comenzaron a ser llamados, en italiano, umanisti (humanistas).10
11 Se desarrolló durante el siglo XIV y principios del XV y fue una respuesta a la
educación universitaria escolástica, que entonces era dominada por la filosofía y lógica
aristotélica. La escolástica se centró en la preparación de los hombres para ser médicos,
abogados o teólogos profesionales y se les enseñaba mediante libros de texto
aprobados sobre lógica, filosofía natural, medicina, derecho y teología.12 Hubo
importantes centros de humanismo en Florencia, Nápoles, Roma, Venecia, Mantua,
Ferrara y Urbino.
Los humanistas reaccionaron en contra de este enfoque utilitario y la pedantería
estrechamente asociada a él. Se trató de crear una ciudadanía (con frecuencia incluidas
las mujeres) capaz de hablar y escribir con elocuencia y claridad y por lo tanto capaz de
participar de la vida cívica de sus comunidades y persuadir a otros a acciones virtuosas
y prudentes. Esto se lograría a través del estudio de las "humanidades" (studia
humanitatis): gramática, retórica, historia, poesía y filosofía moral. Como un programa
para revivir el legado cultural (especialmente el literario) y la filosofía moral de la
antigüedad clásica, el humanismo fue una forma de cultura ubicua y no el programa de
unos pocos genios aislados como Rabelais o Erasmo como todavía se cree
popularmente.
El humanismo es una filosofía de la vida democrática y ética, que afirma que los seres
humanos tienen el derecho y la responsabilidad de dar sentido y forma a sus propias
vidas. Es sinónimo de la construcción de una sociedad más humana a través de una ética
basada en valores humanos y otros valores naturales en el espíritu de la razón y la libre
investigación a través de las capacidades humanas. No es teísta y no acepta opiniones
sobrenaturales de la realidad.