14 de septiembre de 2017 Tinta roja una película de Pancho Lombardi, es un filme que muestra el diario vivir de ciertos periodistas. Si bien las normas deontológicas de cada medio en el Ecuador son una copia de la ley orgánica de comunicación, no se cumplen ni se respetan la mayoría de veces. Tinta roja retrata esto en Perú y no es tan distante de lo que pasa aquí en el Ecuador, muchas de las normas protegen la privacidad de las personas y estrictamente dictan que no se debe mostrar imágenes fuertes donde haya muertos o sangre pero a pesar de todas estas leyes no existe un control exhaustivo, por esto a pesar de todas las normas y leyes que existen la prensa sensacionalista sigue publicando esto, como el caso de “El Clamor” el periódico donde trabaja “Varguitas” se puede ver el trabajo que hacen desde el fotógrafo hasta el redactor ofreciendo verdades a medias, es el mismo caso de algunos periódicos en Ecuador donde muestran titulares llamativos al consumidor ofreciendo una historia fuera de lo normal y exagerando los hechos, siempre dirigiendo la noticia al pueblo con la excusa de que la crónica roja es la sección de sociales de los pobres y esto no está alejado de la realidad, lastimosamente el mundo está dividido en pobres y ricos siendo estos últimos los que tienen el poder mediático para ganar fama, por alguna hazaña lograda o una donación a cualquier fundación salen inmediatamente en la prensa o televisión mientras que los pobres solo tienen la oportunidad de salir en la televisión o prensa cuando hay algún problema en su cuadra o alguien muere. La película también muestra la corrupción que hay dentro de algunos medios ocultando información para su beneficio, el ejemplo en la película es el del hotel donde ocurrió un asesinato y nuestro coprotagonista ofrece un trato al pobre gerente para no mostrar el nombre del hotel en su periódico, y esto no solo es una invención para la película son hechos que pasan en la vida real y muchos no son simplemente para cuidar el nombre de una empresa sino para ocultar corrupciones de gran índole o revoluciones enteras como es el caso de “El Mercurio” de Chile que oculto información para el golpe de estado de Allende y muchos otros ejemplos un poco más pequeños pero de igual manera esto es imperdonable muchas vidas se perdieron por ocultar información y muchas más se perderán si esto no tiene un cambio desde dentro de los medios, nosotros como estudiantes de periodismo y futuros periodistas debemos marcar el cambio e intentar ser mejores personas y mejores profesionales aplicando la reflexión de la película ¿Qué haríamos si eso nos pasara a nosotros? ¿Ocultaríamos información? Debemos aprender que ser periodista no es ser objetivo porque a pesar de todo somos humanos y podemos equivocarnos, pero lo que si debemos aprender es a ser imparciales y pensar que la información de la ciudadanía depende de nosotros y solo así crearemos un mejor periodismo y una mejor ciudad.