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Trabajo decente

El trabajo decente puede transformar la


producción de algodón
Un proyecto de cooperación Sur-Sur se basa en las buenas prácticas de Brasil para
promover el trabajo decente en la producción de algodón en otros países de América
Latina y de África.

Noticia | 3 de noviembre de 2017

Cotton planting in Catuti (MG), Brazil.GINEBRA (OIT Noticias) – El


algodón es uno de los cultivos más extendidos en el mundo,
generando ingresos para unas 250 millones de personas. Pero para
los agricultores a pequeña escala, se trata de un trabajo agotador
que apenas aporta ingresos suficientes para sobrevivir y, en
algunos países, el trabajo infantil y el trabajo forzoso son
problemas graves.

En los últimos años, el estancamiento de los precios del algodón


ha aumentado la presión para que se reduzcan los costos de
producción, lo que a su vez podría dar lugar a un mayor deterioro
de las condiciones de trabajo y aumentar las violaciones de los
derechos.

El programa para la promoción del trabajo decente en los países


productores de algodón es un proyecto de cooperación trilateral
Sur-Sur que tiene por objetivo hacer frente a estos desafíos a partir
de la experiencia de la OIT y de Brasil, país que en los últimos años
ha hecho enormes progresos en este sector. “Por ejemplo, el
trabajo infantil en la producción de algodón ha sido prácticamente
erradicado en Brasil, sobre todo gracias a las inspecciones de
trabajo y al desarrollo de procesos de certificación del algodón”,
declaró Fernanda Barreto, coordinadora de la OIT del programa.
“Pero lamentablemente, éste y otros problemas persisten en otros
países”, agregó.

“ El trabajo infantil en la producción de algodón ha sido


prácticamente erradicado en Brasil...... pero lamentablemente,
éste y otros problemas persisten en otros países"

Fernanda Barreto, Coordinadora de la OIT del programa

El proyecto abarca tres países productores de algodón en África –


Mali, Zimbabue y Tanzania – y dos de América Latina – Paraguay y
Perú, y es implementado por la OIT en colaboración con la Agencia
Brasileña de Cooperación (ABC) y el Instituto Brasileño del
Algodón (IBA). El proyecto está dirigido específicamente a
combatir la pobreza y la discriminación, erradicar el trabajo infantil
y el trabajo forzoso, y promover la inclusión, el diálogo social, el
empleo juvenil, la igualdad de género y la formalización del trabajo.

El sector del algodón es vital para numerosas comunidades de


África, Asia y América Latina. “Al generar ingresos como producto
de exportación, por ejemplo, el algodón contribuye a que los
pequeños agricultores tengan acceso a alimentos, vivienda y otros
bienes y servicios”, explicó Fernanda Barreto. “Además, contribuye
al crecimiento económico en general, en particular en los países
en desarrollo, cuya economía y producción agrícola dependen del
algodón”.

Los equipos del proyecto han llevado a cabo misiones en los países
que participan a fin de definir, con los representantes de los
trabajadores y de los empleadores, las actividades del proyecto. La
OIT tiene previsto que los planes de trabajo específicos para cada
país comiencen a ser puestos en práctica a principios de 2018.

En Mozambique, algunos de los principales desafíos identificados


por la OIT incluyen trabajo infantil, informalidad, falta de acceso a
la protección social, incumplimiento de las normas sobre
seguridad y salud en el trabajo y ausencia de formación
profesional. Con el 90 por ciento de su producción en manos de
agricultores familiares en pequeñas unidades de explotación, en el
país más de 1,5 millones de personas dependen del algodón para
su ingreso.

En Perú, la industria textil se caracteriza por altos niveles de


informalidad, baja productividad y malas condiciones de trabajo,
así como falta de acceso a la protección social y a la formación
profesional.

“Nuestro mercado de trabajo es altamente informal, en el cual no


se respetan los derechos laborales de la gran mayoría de los
trabajadores, y las cadenas de suministro y de producción, sobre
todo en las zonas rurales, plantean mayores dificultades”, señaló
Alfonso Grados, ministro de Trabajo y Promoción del Empleo de
Perú, durante un taller preparatorio. “Este proyecto proporcionará
una base a partir de la cual desarrollar las importantes políticas
que estamos elaborando”, agregó.

Un estudio realizado por el proyecto constató que 99,5 por ciento


de la producción de algodón de Perú está concentrada en
pequeñas unidades de producción familiares caracterizadas por
altos niveles de pobreza, bajos ingresos, falta de acceso a la
protección social y uso del trabajo infantil, en particular durante la
cosecha. El proyecto se concentrará en la formación profesional, la
seguridad y la salud en el trabajo y la erradicación del trabajo
infantil.

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