EL PAPEL DE LA COMUNICACIÓN EN UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA
En este bosque supra-estatal podemos ver cómo la soberanía se vuelve más
compleja en sus principios y sus prácticas, complicando la cuestión de quién decide. Porque la soberanía todavía mantiene su dimensión territorial, aun mientras se extiende hasta la pretendida legitimidad de la OMC para decidir en nombre del mundo entero qué tipo de sistema de comunicación tendrán los ciudadanos. Esto plantea un problema para la OMC cuando intervienen soberanías inter-estatales con decisiones rivales entorno a las condiciones informacionales y culturales en todo el mundo. La respuesta de la UNESCO al trato comercial de la cultura por parte de la OMC fue la Convención sobre la Diversidad Cultural, aprobada por la UNES en octubre de 2005, como instrumento legal que engloba los principios recogidos en la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural de la UNESCO del año 2001. Esta contra-medida se deriva de iniciativas anteriores asociadas a la NWICO, aunque su versión contemporánea data desde 1993, cuando, en la ronda final de las negociaciones del GATT en Uruguay, la Unión Europea defendió el estatus especial de los bienes culturales y las políticas de servicio público en los medios, contra las presiones de Estados Unidos para tratar los productos culturales como bienes comerciales. Los Estados Unidos recibieron otro varapalo un año más tarde cuando el Acuerdo Norteamericano de Libre Comercio con Canadá reiteró la dentro de dicha política comercial. Las rivalidades internacionales entre los Estados Unidos y los países que abogaban por la excepción cultural, especialmente Francia y Canadá, ayudaron a dar forma a la Declaración sobre la Diversidad Cultural de la UNESCO en 2001 y a su articulación final en la Convención de 2005. La Convención sobre la Diversidad Cultural rivaliza con el frío intento de la OMC de comercializar el intercambio cultural, en un lenguaje que pretende pluralizar la expresión cultural dentro de los estados existentes, reiterando su soberanía, mientras que se opone al fundamentalismo ensimismado y facilita los intercambios internacionales para promover lo que Armand Mattelart llama «la perspectiva de un mundo más abierto, creativo y democrático … capaz de humanizar la globalización.» La aprobación en la Declaración de «la diversidad cultural como parte del patrimonio común de la humanidad» es, como apunta Mattelart, «deliberadamente contrapuesta a la aseveración de Samuel Huntington que un choque de culturas y de civilizaciones es inevitable.» Asimismo, al organizar la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información,el Sindicato Internacional de Telecomunicaciones, otra agencia de Naciones Unidas, albergó una serie de contramedidas críticas inter-estatales para combatir las reclamaciones de la OMC de ampliar la soberanía extra-estatal en el área de la comunicación. Tanto la WSIS como la Convención de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural comparten un compromiso con el principio, enraizado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que la comunicación es un derecho humano básico: «Los derechos de la comunicación están intrínsecamente vinculados con la condición humana y se basan en un nuevo y más poderoso entendimiento de las implicaciones de los derechos humanos y el papel de las comunicaciones. Sin derechos de la comunicación, los seres humanos no pueden vivir en libertad, justicia, paz y dignidad» . La última fase de la WSIS tuvo lugar en noviembre de 2005 en Tú- nez, donde se aprobó una agenda para aplicar principios y planes que supérenla desigualdad de información, buscando asimismo maneras de socializar las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) para el desarrollo. Muchos participantes, incluidos los representantes estatales y de la sociedad civil, argumentaron que los Estados Unidos debían ceder su control de Internet como primer paso hacia la corrección de estas desigualdades. No se aprobó esta medida, pero sí se instauró un Foro de Gobierno de Internet para proporcionar un espacio en el cual se podían reunir los interesados con «participaciones múltiples» para dialogar y debatir sobre los usos de las TIC
Relatoria Oficial Foro Internacional "Libertad de Expresión y Acceso A La Información: Pilares de La Democracia y de La Sociedad Del Conocimiento" Unesco