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Revisión de la evaluación de impacto ambiental

Manipulación de las partes interesadas de la evaluación de impacto


ambiental

RESUMEN

La Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) es un proceso en el que participan varias


partes interesadas, cada una con intereses diferentes, lo que hace inevitable el
sesgo y una causa importante de preocupación, pero existe una gran diferencia
entre el sesgo y la manipulación inherentes de las partes interesadas, un intento
ilegítimo de alterar las decisiones para intereses espurios. Aunque la manipulación
generalmente se ha atribuido a los desarrolladores, cualquier parte interesada
puede intentar usarla para beneficio propio. En este documento analizamos las
posibilidades de manipulación y cómo pueden ser utilizadas por las partes
interesadas. Si bien el sesgo es inevitable y debe reducirse, entenderse y manejarse
en el EIA, la manipulación es inaceptable y debe excluirse.
INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO
Palabras clave:
EIA
Partes interesadas
Parcialidad
Manipulación
1. Introducción:
La Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) es un proceso en el que varias partes
interesadas participan con diferentes intereses y experiencia, lo que puede llevar a
un sesgo intencional o no intencional en sus opiniones; pero la línea entre el sesgo
y la manipulación puede no estar clara.
Como concepto general, la definición de manipulación es interferir sin escrúpulos
en la política, en el mercado, en la información, etc., con una distorsión de la verdad
o la justicia al servicio de intereses particulares. En EIA, la manipulación es un sesgo
premeditado con intereses espurios introducidos para modificar decisiones para
beneficio propio; esto incluye tanto la intención de engañar como las acciones
necesarias para lograr la intención (malas prácticas), como el uso de información
falsa, exagerada o alterada, u ocultarla, con un uso ilegítimo del proceso de EIA a
través de presiones políticas o mediante la manipulación de los medios, por ejemplo.
Un interés es falso cuando no es lo que pretende ser, es falso o parece ser lo que
no es. Es difícil determinar los motivos de las malas prácticas, que pueden ser un
intento de manipulación, o debido a un sesgo profesional, un error o profesionales
no calificados, por ejemplo. Lo que es realmente importante es evitar estas malas
prácticas en la EIA, en lugar de discutir su origen; pero para hacer eso, es necesario
conocer las motivaciones, como la manipulación y su posible expresión en cada
actor, como una herramienta para ayudar a detectarlas y eliminarlas.
Williams y Dupuy (2017) utilizan el término corrupción cuando se refieren a EIA, y
lo asocian con condiciones de secreto y desequilibrios de poder ejercidos por
actores poderosos, como desarrolladores o políticos. La corrupción es el abuso de
una oficina pública o privada para beneficio personal (OCDE, 2008; Banco Mundial,
1997), el uso indebido del poder confiado para beneficio privado (Ministerio de
Relaciones Exteriores de Dinamarca, 2011; Transparencia Internacional, 2017), o
Ejercicio de los poderes oficiales sin tener en cuenta el interés público (Yingling,
2013). El último autor diferencia la corrupción convencional, cuando los funcionarios
del gobierno abusan ilegalmente de las oficinas públicas para obtener ganancias
privadas, y la corrupción no convencional, cuando los funcionarios electos toman
decisiones sin tener en cuenta el interés público, a fin de lograr la reelección para
ocupar cargos públicos. El Consejo de Europa y los Convenios de las Naciones
Unidas establecen
diversas formas de delitos de corrupción: soborno, extorsión, pago de facilitación,
colusión, fraude, obstrucción de la justicia, malversación, malversación, influencia
comercial, abuso de funciones, enriquecimiento ilícito o lavado de dinero (UNODC,
2012); la manipulación no está incluida, aunque puede estar asociada con algunos
de estos delitos. La mayoría de las definiciones asocian la corrupción con la oficina
pública; Etzioni Halevy (1989) señala que cualquiera que se ponga en una posición
de poder está tentado a usar el cargo público para su beneficio y ventaja personal.
La manipulación es un concepto más amplio, no necesariamente asociado con un
poder confiado o una oficina pública; cualquier parte interesada puede tratar de
manipular la EIA, por lo que es necesaria una visión más amplia con respecto a este
concepto. Williams y Dupuy (2017) incluyen una revisión de literatura sobre
corrupción y EIA; pero la literatura ha subestimado algunas formas de manipulación
de manera sesgada (probablemente involuntaria), centrándose en los
desarrolladores. Por ejemplo, su revisión incluye como un riesgo de corrupción que
el público es sobornado para dar su consentimiento a los proyectos, pero no el
público mismo soborna a alguien para cambiar un proyecto. Sin embargo, nuestro
artículo no está en desacuerdo con el trabajo de estos autores, sino que lo
complementa.
Las posibilidades de manipulación difieren según las partes interesadas. El público
puede y debe defender objetivamente sus intereses; pero el uso de información
falsa es inaceptable. Los políticos deben defender el interés general, por lo que
defender otro interés es la manipulación o la corrupción. Los practicantes deben
hacer un gran esfuerzo para ser objetivos, minimizar el sesgo y evitar la
manipulación; La ética y la profesionalidad son esenciales. La integridad del
desarrollador también es esencial, ya que es el agente cuyos intereses y poder
hacen que sea más probable que tome atajos a través de la manipulación.

En este documento, realizamos un análisis sistemático de las diferentes formas de


manipulación y su posible uso por parte de los interesados, incluidos ejemplos de la
práctica de EIA en español durante las últimas dos décadas para ilustrar los
problemas planteados. La elección de estos ejemplos se basa en su idoneidad para
aclarar los tipos de manipulación discutidos, pero no por su frecuencia o
importancia; Desde nuestra experiencia, la EIA en España no está muy manipulada,
pero es posible encontrar en ella, como probablemente en cualquier otro país,
ejemplos de manipulación. El objetivo del documento es resaltar la existencia de
una amplia tipología de intentos de manipulación y ayudar a identificarlos y
excluirlos del EIA.
El documento no es una revisión sistemática, sino un trabajo conjunto de revisión
de literatura y práctica profesional. Esta estructura ha sido elegida porque una
limitación importante en el análisis de la manipulación en EIA es el sesgo de la
literatura académica, que tiende a enfocar esta práctica en promotores y
consultores, o como máximo en políticos, pero no en otras partes interesadas, como
el público o incluso académicos. En consecuencia, una revisión de la literatura,
aunque interesante, no proporciona una visión completa del problema, y es
necesario incorporar opiniones de la experiencia profesional, planteadas
objetivamente, para abordar este tema y para enriquecer el debate sobre la EIA.

2. Formas de manipulación:
Para establecer las posibles formas de manipulación, hemos tenido en cuenta tanto
la literatura como la práctica en EIA. Se han incluido ejemplos prácticos para ayudar
a comprender las formas de manipulación citadas, la mayoría de ellas basadas en
la experiencia del autor, a veces complementadas por referencias publicadas.
Acusar a cualquiera de manipulación es complicado, porque es un
práctica intrínsecamente sutil, oculta o no evidente, difícil de probar; A menudo,
aunque su existencia parece cierta, faltan pruebas. Por este motivo, en los ejemplos
citados en el texto hemos evitado incluir información detallada sobre los proyectos,
lo que, además, no es de particular interés para los fines de este documento. A
pesar de la falta de evidencia, estos son ejemplos reales de la práctica de EIA, y
como tal, los consideramos interesantes para ilustrar las formas en que se puede
manifestar la manipulación.

2.1. Información falsa:


Un caso claro de manipulación de EIA es el uso premeditado de información falsa.
La información falsa puede incluir, por ejemplo, el uso fraudulento de datos, precios
irreales para reducir o aumentar los presupuestos, referencias erróneas a las leyes
para respaldar opiniones o juicios de viabilidad falsos. El último caso no es raro; una
alternativa puede considerarse no técnicamente viable para descartarla y excluirla
del EIA. En una autopista en el norte de España, el desarrollador indicó que una
alternativa era geotécnicamente no viable, pero durante la información pública un
experto demostró que esto era falso; era viable, aunque más costoso que las otras
alternativas (ver también la Sección 3.3). Flyvbjerg et al. (2002) indican que la
subestimación de costos en los proyectos de infraestructura de transporte no se
puede explicar por error y se explica mejor por mentir, una falacia sistemática
(Flyvbjerg, 2013). Morgan (2012) nota el temor de que el mayor peso dado a la
viabilidad financiera de los desarrollos reducirá aún más la influencia de la EIA en
las decisiones; Si los costos son manipulados, EIA también puede ser.
A veces se proporciona información falsa sobre el objetivo del proyecto para facilitar
la aprobación; la restauración de un molino y la construcción de una escuela
agrícola, ambas sometidas a EIA, eran en realidad hoteles, aunque las
Declaraciones de Impacto Ambiental (EIS) no lo indicaban.

2.2. Falsas alternativas o elementos innecesarios.


Una práctica que no es infrecuente en EIA es proponer alternativas sabiendo de
antemano que no son factibles o muy desfavorables, compararlas con la que se
pretende elegir y descartarlas en un proceso aparentemente objetivo (Gregory et
al., 1992). La EIA de carreteras en España es rica en estas falsas alternativas; una
mala alternativa puede dejar de serlo cuando hay otras que son peores.
También es posible introducir elementos controvertidos e innecesarios, y luego
eliminarlos para demostrar buena voluntad (Sager, 2006).
El túnel de un ferrocarril de alta velocidad en el centro de España supuestamente
necesitaba una salida de emergencia, lo que afectó a una colonia de buitres negros.
Aunque la EIS consideró el impacto aceptable, durante la EIA, la agencia ambiental
indicó que sería inaceptable; El departamento ferroviario lo eliminó del proyecto y,
finalmente, la línea se construyó sin esta salida, lo que no era realmente esencial.

2.3. Información exagerada


Algunas veces, parte de la información que apoya un proyecto no es exactamente
falsa, sino exagerada. Un ejemplo es el pronóstico de tráfico en la planificación vial;
Según los supuestos (por ejemplo, la tasa de crecimiento del tráfico), los resultados
pueden respaldar la viabilidad de un proyecto. Durante la década de 2000, las
previsiones de tráfico en España fueron demasiado optimistas, en parte debido al
fuerte crecimiento del tráfico desde la década de 1990 (truncado por la crisis
económica), pero también se hicieron predicciones irreales; La previsión de tráfico
para una autopista en el norte de España se manipuló hasta que alcanzó una
intensidad que la justificó, siendo una justificación esencial del proyecto en la EIS y
en todo el proceso de EIA. Tennøy et al. (2006) indican que las predicciones, los
datos y los supuestos estaban sesgados para que el sistema de transporte noruego
basado en trenes pareciera más sólido de lo que realmente era. Flyvbjerg (2007)
habla sobre el "sesgo de optimismo" o, como indica el mismo autor (Flyvbjerg et al.,
2002), se encuentra. Durante la década de 2000, se diseñaron varias autopistas y
aeropuertos, se enviaron a la EIA y se construyeron en España basándose en
pronósticos de utilización muy optimistas; En la actualidad, la mayoría se
encuentran en bancarrota. La información positiva sesgada aumenta la posibilidad
de que se elija una alternativa ambientalmente hostil (Mostert, 1996); Si es
premeditado es manipulación. Un ejemplo es el énfasis exagerado en las ventajas
económicas de algunas actividades o infraestructuras, sin apoyo objetivo; estos
argumentos son frecuentes en la EIA de proyectos con fuerte rechazo social (por
ejemplo, empleo y ventajas económicas regionales o locales en la minería).
2.4. Retener una información:
Una forma de manipulación que es difícil de detectar es ocultar información o, como
lo llama Sager (2006), retener información. La definición de un proyecto bajo EIA
varía mucho, por lo que no es fácil saber si alguna información está oculta, por
ejemplo, sobre objetivos o características. El EIA de un proyecto de restauración de
un río en el sur de España ocultó que el objetivo real era canalizar los arroyos para
permitir viviendas en los alrededores. Los EIS pueden ocultar los recursos
ambientales, especialmente si no son ampliamente conocidos. Los grupos públicos
o de presión a veces ocultan sus intereses reales durante la EIA, o incluso mienten
sobre ellos.

2.5. impactos infravalorados o sobrevalorados


El valor de los recursos o impactos ambientales está abierto a interpretación y puede
estar sesgado, o incluso manipulado por cualquier parte interesada para apoyar sus
intereses. La manipulación ocurre, por ejemplo, cuando un recurso está subvaluado
para disminuir el impacto esperado en él. Algunas veces los EIS utilizan criterios
inconsistentes para subvaluar los impactos. Los EIS de una línea eléctrica y un
gasoducto en España, ambos cruzando varios ríos incluidos en la Red Natura 2000,
subestiman este impacto, lo que indica que el área afectada es limitada, sin más
análisis. El criterio "pequeña área afectada" se usa con frecuencia para infravalorar
los impactos, pero algunos impactos en un área reducida pueden ser críticos. Un
impacto frecuentemente subvaluado en muchas EIS es la contribución al cambio
climático; se considera que los proyectos tienen poca influencia sobre el cambio
climático y, por lo tanto, el impacto no se evalúa (Smith, 2010). Lo mismo ocurre con
otros impactos acumulativos. También es posible sobrevaluar los impactos sin
ninguna razón objetiva para justificar las alternativas que los evitan. A veces se trata
de una “manipulación bien intencionada”, por ejemplo, cuando los consultores o las
agencias ambientales asignan valores más altos de lo normal a algunos recursos
naturales para evitar daños; Si bien el objetivo puede ser loable, la distancia desde
la manipulación bien intencionada hasta la falsa es limitada. Durante la fase de
selección de un vivero ubicado en un terreno de cultivo dentro de un Área de
Protección Especial para las Aves, la agencia ambiental declaró que el proyecto
afectó la integridad del área sin ninguna justificación, lo que automáticamente lleva
a un EIA negativo. Además, a veces las ONG ambientales sobrevalúan los recursos
naturales durante el alcance o la participación pública en los procesos de EIA para
reforzar su oposición a un proyecto; aunque bien intencionados, puede ser una
manipulación si saben que la afirmación es exagerada.

2.6. Información confusa o compleja:


Es difícil definir cómo se debe presentar la información en los procesos de EIA. El
rigor científico y técnico requiere el uso de lenguaje y declaraciones de expertos,
pero esto puede dificultar la comprensión del estudio a un público no experto, lo que
afecta la participación del público (Hartley y Wood, 2005; Sager, 2006; Eckerd,
2017). Una solución común es incluir resúmenes no técnicos en la EIS, pero esto
permite una gestión manipulada si se busca obstaculizar la participación pública.
2.7. Autocensura:
Probablemente la forma más sutil de manipulación es permanecer en silencio
mientras se tiene información relevante para evitar conflictos o represalias. Cuando
el que está en silencio es un ciudadano normal, es comprensible (no se puede exigir
heroicidad), pero si es una agencia pública, una asociación o incluso una institución
académica, que debe buscar el interés social, es una manipulación por omisión. La
administración de fondos por parte de los políticos es una herramienta muy
poderosa de control, que puede promover el silencio.

2.8. Manipulación administrativa del proceso de EIA.


Hay varias formas de manipular los procesos de EIA. En las fases de selección y
determinación del alcance, la autoridad competente o la agencia de EIA deben
decidir a quién se consulta y esto permite sesgos en la decisión o manipulación si
alguien es excluido deliberadamente. Una práctica indeseable (y no rara) es
presentar un EIS a la información pública durante los días festivos para reducir la
participación, especialmente del público o las ONG; Si la coincidencia de fechas no
es accidental, es manipulación. Esto es más propenso a ocurrir en proyectos
públicos donde el desarrollador y la autoridad competente coinciden. Además, la
fecha de publicación de anuncios sobre información pública en la prensa local, o los
medios de comunicación elegidos, puede usarse de manera manipuladora.
Otra forma de manipulación está relacionada con la disponibilidad de información
durante la participación pública; Si la consulta es difícil, la participación será menor.
Las tecnologías de la información facilitan al público el acceso a la información, pero
en este momento la gobernabilidad se utiliza principalmente para compartir
información, pero no para promover el diálogo (Sinclair et al., 2017). Como se indica
a continuación (consulte la Sección 3.5), es posible manipular los procesos de EIA
solicitando información adicional sucesiva, a veces muy compleja y no es realmente
necesaria.
La manipulación más fuerte de EIA es eludirla. Esto podría hacerse por razones
políticas, por ejemplo, argumentando que el proyecto es vital (Lawrence, 2013). Esto
sucedió en dos caminos en el centro de España, ambos excluidos de la EIA a través
de decisiones políticas, y ambos terminaron en los tribunales debido al
incumplimiento de la Directiva EIA de la Unión Europea (UE). En la primera, el
objetivo político fue acelerar las obras, evitando la EIA; Finalmente, se realizó un
EIS con las obras ya terminadas. En el segundo, hubo fuertes discrepancias en
cuanto a si el proyecto era necesario (reducción de accidentes frente a daños
ambientales), y el Gobierno Regional lo exime de EIA; El Tribunal de la UE falló en
contra de esta decisión, lo que resultó en un largo proceso judicial. Otra forma es
dividir un proyecto en partes homogéneas o heterogéneas para evitar alcanzar los
umbrales de EIA, o para minimizar el impacto global (Enríquez de-Salamanca,
2016). No es raro en proyectos relacionados con el cambio de uso de la tierra, la
minería, el ganado, las represas, los parques eólicos o las carreteras. Los umbrales
favorecen los proyectos que no los alcanzan (Glasson et al., 2012), y también es
posible adaptar los proyectos a la jurisprudencia; esto puede llevar a
manipulaciones (Enríquez-de-Salamanca, 2016) como "diseño por debajo de los
umbrales" (por ejemplo, granjas de ganado) y "ingeniería de división" (por ejemplo,
parques eólicos).

2.9. Sobornos y sobornos:


Williams y Dupuy (2017) incluyen como riesgos de corrupción en EIA (refiriéndose
a Albania) sobornos y sobornos para incluir algunos datos o interpretarlos
favorablemente, en las adquisiciones, al público para dar su consentimiento a
proyectos o a funcionarios gubernamentales. También hay referencias a sobornos
para tener resoluciones EIA positivas en proyectos mineros en Mongolia (IRIM et
al., 2016) y Guatemala (Dougherty, 2015) y en construcción en Malasia (Abidin,
2010), por ejemplo. Otra forma de soborno es ofrecer regalos; como señala Wei
(1999), la cultura determina la diferencia entre un soborno y un regalo, pero la línea
entre la cortesía y el soborno es sutil. Lamentablemente, estas prácticas no son
infrecuentes en la contratación pública, pero no hay pruebas de que afecten la EIA
en España (aunque con cierta sospecha aislada); Podría ser crítico si afecta a los
evaluadores. Como se señaló anteriormente, hay algunos casos aislados en
España donde el público intentó sobornar a los desarrolladores o consultores para
cambiar los proyectos. Por ejemplo, en una EIS de una autopista, un ganadero
ofreció dinero a los consultores para modificar el diseño y evitar su tierra. En otro
proyecto de carretera, presentado a EIA, hay sospechas (sin evidencia) de posibles
sobornos de los propietarios de tierras a la autoridad vial regional (o alguien en ella)
para evitar pasar por sus propiedades.

2.10. Extorsión:
Williams y Dupuy (2017) también incluyen la extorsión como un riesgo de corrupción
teórica, relacionado con la recopilación de datos o su interpretación favorable. En
un sentido más amplio, cualquier parte interesada que dependa financieramente de
otro, directamente (contrato laboral / comercial) o indirectamente (subsidios) puede
ser amenazada o extorsionada. Los gobiernos nacionales o regionales pueden
amenazar a los gobiernos locales, especialmente a los pequeños, con reducir la
inversión en su territorio si su posición es contraria a un proyecto.

3. Posibilidades de manipulación por parte de los interesados.


3.1. Desarrolladores:
Los desarrolladores promueven proyectos, y obviamente están interesados en su
éxito. Cuando estos proyectos están sujetos a EIA, la primera etapa para un
desarrollo exitoso es obtener una resolución positiva en este proceso; en
consecuencia, los desarrolladores tienen un interés personal en una EIA favorable,
y tratarán de lograrlo; La manipulación es un atajo tentador. Los desarrolladores
realizan proyectos y su EIS, por lo que el riesgo de sesgo y manipulación es claro,
pero depende de su integridad. En el siguiente punto, se analiza el papel de los
consultores de EIA; pero su trabajo se basa en el proyecto, por lo que un proyecto
manipulado produce una EIS manipulada, aunque los consultores pueden no estar
conscientes de esto. Hay varias formas de manipulación al redactar un proyecto,
como usar información falsa o exagerada u ocultar datos, algunos de ellos difíciles
de detectar. Una forma frecuente de manipulación es excluir alternativas, o
simplemente seleccionar una de ellas, argumentando razones de ingeniería, que no
son totalmente ciertas o incluso falsas, o introducir alternativas falsas. Otras formas
son ocultando objetivos reales, o haciendo predicciones optimistas (o falsas) sobre
el uso, los costos o las ventajas sociales del proyecto. Los profesionales en general
creen que la EIA es beneficiosa para todas las partes interesadas, pero este
mensaje no es obvio fuera de esta comunidad (Morrison-Saunders et al., 2015). Por
ejemplo, los desarrolladores no suelen favorecer la participación pública, porque no
ven el lado positivo de este proceso (Glasson et al., 2012); como resultado, es
probable que oculten información, o que no indiquen claramente datos que puedan
ser controvertidos.

3.2. Consultores de EIA:


La EIA es un proceso basado en la predicción (Glasson et al., 2012), juicios
anticipatorios sobre impactos previsibles; no es una ciencia pura (Beattie, 1995),
sino un arte y una ciencia (Kennedy, 1988), o una ciencia aplicada o cívica
(Cashmore, 2004). Las predicciones dependen de la experiencia y la experiencia de
los profesionales, lo que puede llevar a un sesgo profesional. Los desarrolladores
son responsables de redactar EIS, directamente a través de consultores externos.
En consecuencia, los consultores de EIA trabajan para los desarrolladores, y esta
es una buena causa informada de preocupación sobre la independencia de EIS;
tienen conflictos de intereses que los harán especialmente propensos a abusar del
sistema de EIA (Williams y Dupuy, 2017). El riesgo de manipulación depende de la
presión del desarrollador y la profesionalidad de los consultores; para evitar la
manipulación, los consultores deben aplicar estándares éticos estrictos (Mostert,
1996), como los propuestos por la Asociación Internacional para la Evaluación de
Impacto (IAIA, 2009). Cuando el desarrollador y la autoridad competente coinciden,
los consultores pueden trabajar directamente para el gobierno; Como señala
Richardson (2005), es difícil definir la línea entre el hecho y el sesgo cuando se
trabaja para una autoridad que ha generado un impulso político detrás de un
proyecto en particular. Aunque el papel de los consultores es esencial en la EIA, el
paradigma "los expertos saben mejor" ha estado perdiendo credibilidad (Bond et al.,
2004). Robinson y Bond (2003) encontraron diferencias significativas entre las
opiniones de los consultores y los residentes locales en el EIA. Chen (2009) propone
un marco en el que los científicos son responsables del análisis de los impactos
ambientales y las partes interesadas ponderan subjetivamente su importancia
relativa. Sin embargo, este esquema no considera los riesgos de la manipulación
de las partes interesadas, y presupone un nivel de conocimiento sobre ellos que
rara vez existe; Si algunas partes interesadas no son conscientes de la importancia
de un recurso ambiental, podrían considerarlo aceptable si este recurso se ve
afectado. La credibilidad de los consultores no depende únicamente de la precisión
de sus predicciones, sino también de la aceptabilidad del proyecto (Kontic, 2000);
Si la opinión de los expertos está de acuerdo con los intereses públicos, la
credibilidad es alta. Las EIS rigurosas a veces se cuestionan en proyectos en
conflicto, mientras que las EIS deficientes se aceptan si no hay rechazo social; La
casuística sobre eso en España es amplia. En consecuencia, las percepciones
sociales del sesgo de los consultores o incluso de la manipulación no están
necesariamente relacionadas con su ética o profesionalidad.
3.3. Los políticos:
Los proyectos distribuyen impactos y beneficios, y son un foco legítimo del debate
político en una sociedad democrática (Beattie, 1995); la selección de alternativas a
menudo implica realizar concesiones que no satisfacen a una o más partes
interesadas (Kiker et al., 2005). La toma de decisiones es una acción política que
debe integrar aspectos sociales, económicos y ambientales, y la EIA es parte de
ellos, por lo que está altamente politizada (Cashmore et al., 2010) o incluso política
(Beattie, 1995). La toma de decisiones presta mayor atención a los aspectos
sociales, financieros o ambientales según los casos, con un sesgo inevitable
determinado por el concepto de interés general de los políticos, pero a veces los
criterios son puramente políticos, por ejemplo, para obtener votos o mejorar la
imagen del gobierno. manipular el proceso de decisión; La clave es si el interés
general es realmente buscado o no. Richardson (2005) señala que la información
introducida en la evaluación ambiental está condicionada por el poder cuando ya
existe apoyo político para un proyecto en particular, citando un camino donde se
seleccionó una única alternativa para intereses políticos, pero se argumentaron
razones de ingeniería (ver también la Sección 2.2). Moon (1998) habla abiertamente
de la manipulación política de la EIA en Queensland, señalando que el deseo
político de mejorar el éxito de los proyectos de desarrollo ha superado la
responsabilidad de la administración ambiental. Wachs (1990) considera que las
violaciones de la confianza pública son intentos flagrantes de manipular la política
pública para promover ciertos intereses a expensas de otros. En 2002, un petrolero
naufragó en la costa noroeste de España y se discutió la acción del gobierno. Como
resultado, se aprobó un ambicioso plan de inversión regional, que incluye puertos,
autopistas o ferrocarriles; el origen de estas acciones fue político y, por
consiguiente, especialmente propenso a la manipulación durante los procesos de
EIA. Otro riesgo de manipulación ocurre cuando los gobiernos locales, regionales y
nacionales de diferentes partidos políticos participan en un proceso de EIA. Aunque
el interés general debe prevalecer, existe el riesgo de ataques políticos a expensas
de la EIA. En el este de España, el Estado presentó un sitio de almacenamiento de
desechos radiactivos a la EIA; el Gobierno regional se opuso e intentó incluir el área
en la Red Natura 2000, pero el Estado bloqueó este intento. Los límites entre los
intereses ambientales y políticos no están claros. La manipulación política suele
estar asociada con el gobierno, pero los partidos de oposición también pueden usar
el EIA para atacar políticamente o mejorar su imagen.

3.4. Autoridad competente:

Una autoridad competente es el departamento gubernamental (local, regional o


nacional) responsable de la autorización del proyecto, generalmente a cargo del
procesamiento de EIA (excluyendo la resolución de la agencia EIA). Tiene
atribuciones sobre el tema del proyecto y, por lo general, está más sensibilizado con
respecto a ese tema que con el EIA, por lo que el sesgo puede ser inherente. El
paso entre el sesgo y la manipulación depende de los intereses en juego y de las
presiones políticas o de lobby. Si la autoridad energética quiere promover las
renovables, puede ser abiertamente favorable a los nuevos parques eólicos, con
una predisposición positiva en el EIA antes de una evaluación de los efectos en
aves o áreas protegidas, por ejemplo. En proyectos privados, la autoridad
competente es un agente intermedio entre los desarrolladores y las agencias de EIA
y es independiente (aunque está relacionado con el tema del proyecto), por lo que
el riesgo de sesgo es menor, pero en algunos inversionistas de inversiones públicas
y autoridad competente puede ser el mismo agente (por ejemplo, infraestructura de
transporte), y tiene un interés personal en el éxito del proyecto. Esto implica un
mayor sesgo y, a veces, manipulación debido a intereses políticos, por ejemplo,
manipulación burocrática de los procesos de EIA.

3.5. Agencias de EIA (evaluadores):

Las agencias de EIA son públicas, con políticos como líderes y, por lo tanto, abiertas
a la manipulación política. La independencia de los evaluadores depende de su
profesionalismo y ética, pero también de los criterios para la asignación de cargos;
cuanto mayor es la influencia política en la designación de posiciones (por ejemplo,
posiciones de confianza), menos independientes son las agencias. También hay
factores no ambientales que pueden influir en las decisiones, como la presión de las
partes interesadas, sucesivas resoluciones negativas o retrasos en los procesos;
Estos criterios pueden ser una manipulación administrativa. La presión sobre las
agencias de EIA es mayor cuando los desarrolladores dependen del mismo
gobierno, con capacidad para ejercer presión política, o cuando son gobiernos
locales del mismo partido político. A veces, las agencias de EIA demoran el proceso
cuando se oponen al proyecto, pero no quieren reportarlo, por ejemplo, haciendo
solicitudes sucesivas de información adicional al desarrollador; en algunos casos,
la información solicitada es prácticamente imposible de producir o llevaría años de
estudio. Williams y Dupuy (2017) incluyen algunos ejemplos de sobornos o
influencias de los desarrolladores en las agencias de EIA en China, Perú e India;
No hay evidencia de esto en España, más allá de las presiones políticas.

3.6. Departamentos y agencias gubernamentales:

La participación en las EIA de las agencias públicas con atribuciones sobre los
sujetos afectados (cultura, agua, vida silvestre, agricultura ...) es esencial, pero cada
agencia tiende a centrarse en sus atribuciones, por lo que sus opiniones pueden ser
sesgadas. A veces las atribuciones compiten en el mismo territorio; durante un
proceso de EIA de una carretera en el noroeste de España, la agencia
medioambiental consideró que algunos cultivos de secano eran esenciales para las
aves de la estepa y deseables para la transformación del riego por parte de la
agencia de agricultura, ambos usos incompatibles. Este tipo de sesgo es inherente
a las agencias públicas, pero los intereses políticos pueden introducir un sesgo
manipulado. Como señala Leknes (2001), sin un consenso entre las decisiones de
los participantes administrativos se politizará, y se reducirá el papel de la EIA. Un
conflicto entre los Ministerios de Medio Ambiente y Desarrollo sobre la EIA de una
autopista de peaje en el centro de España llevó a ser aprobado por el Consejo de
Ministros, en lugar de seguir el proceso ordinario.
3.7. Público:
La participación pública es una parte clave en la EIA, pero también es una forma
posible de manipulación, que puede llevar a decisiones cuestionables. Existe una
multiplicidad de tipos públicos, cada uno con puntos de vista específicos (Glasson
et al., 2012); solo entre el público rural y urbano / suburbano es posible encontrar
algunas diferencias en las opiniones relacionadas con el EIA (Robinson y Bond,
2003). Con frecuencia, el público busca intereses particulares más que los
ambientales o generales; por ejemplo, la expropiación de tierras generalmente
implica una mayor respuesta social que los daños a hábitats o especies. La
densidad de población también tiene una gran influencia en la respuesta social; Las
áreas altamente pobladas tienen una mayor respuesta a los proyectos que las áreas
con menos población, pero con frecuencia los valores naturales más altos se
encuentran en las áreas menos pobladas. El nivel socioeconómico de la población
también está relacionado con la participación pública; Cuanto más alto sea el nivel,
mayor será la respuesta, independientemente de los impactos ambientales. El EIS
de un ferrocarril de alta velocidad en el centro de España incluyó dos alternativas,
la primera, que cruza un área densamente poblada y de altos ingresos, y la segunda
que cruza un área con menor población y riqueza; La movilización social en la
primera fue mayor, y finalmente esta alternativa fue descartada, aunque los
impactos ambientales fueron menores. En este sentido, MorrisonSaunders y
Fischer (2006) observan una elevación de las consideraciones socioeconómicas en
las evaluaciones, inconsistentes con los objetivos de sostenibilidad. Es posible
lograr la movilización social si hay un líder o grupo de presión; la preparación de
acusaciones colectivas, por ejemplo, puede agregar una gran cantidad de personas
a favor o en contra de un proyecto, independientemente de sus efectos ambientales.
La falta de participación pública debido a actitudes pasivas, poca capacidad, falta
de tiempo o pocos recursos técnicos, educativos o financieros (Wiklund, 2011;
Glasson et al., 2012; Chi et al., 2013) puede permitir que los grupos movilizados
monopolicen el público Respuesta, aunque no representa la opinión mayoritaria.
Fischer (2016) relaciona el referéndum BREXIT con la evaluación de impacto,
señalando que las emociones pueden ser más importantes que la evidencia
fundamentada.
La movilización social no siempre es proporcional a los impactos del proyecto. A
principios de la década de 1990, se construyeron muchas autopistas en Madrid; una
de ellas, que afectó a un bosque de encinas emblemático, fue adoptada como
bandera por las ONG ambientales, y provocó mucho rechazo social e incluso un
nuevo proceso de EIA que incluye alternativas menos impactantes, pero al mismo
tiempo otras secciones de carreteras con similar o mayor los impactos se enviaron
a la EIA, se aprobaron y se construyeron sin ningún rechazo social. Un gran apoyo
u oposición a un proyecto no significa necesariamente que sea ambiental o
socialmente preferible, ni que tenga una gran aceptación o rechazo social; a veces
implica que algunos grupos o grupos de presión, a favor o en contra del proyecto,
están más movilizados que el resto de la población, y esta movilización puede
defender intereses generales o privados, y también puede ser objetiva o parcial, e
incluso manipulada. Esto no es una excusa para reducir la participación pública. Por
el contrario, una mayor participación pública reduce el riesgo de manipulación por
parte de colectivos con intereses privados, pero es importante no idealizar la
participación pública, porque muchas de las opiniones expuestas durante este
proceso son individuales e incluso espurias, no necesariamente relacionadas con
preocupaciones ambientales, y cuando sea así, puede no ser exacto o incluso falso.

3.8. Público afectado o interesado:


Algunas leyes de EIA (por ejemplo, la UE, 2011) diferencian entre público y público
interesado; mientras que la primera es toda la sociedad, la segunda incluye al
público afectado, que probablemente se verá afectado o con interés en la toma de
decisiones ambientales de un proyecto. La principal diferencia para EIA es un papel
reforzado de la participación pública posterior en el futuro. Glasson et al. (2012)
diferenciar dos grupos de personas afectadas, grupos voluntarios, cuerpos cuasi
estatutarios o grupos de presión y personas que viven cerca del desarrollo
propuesto. Las más comunes en el primer grupo son las ONG ambientales, con
intereses en la conservación del medio ambiente y supuestamente independientes,
pero su independencia puede verse influenciada por las fuentes de financiamiento;
Si una ONG depende de la financiación de una agencia pública, se puede cuestionar
su independencia para alegar en contra de ella. Palerm (1999a, 1999b) cree que se
deben dirigir mayores recursos a las ONG locales para ampliar sus capacidades,
pero esta dependencia de la financiación puede ser una forma de control o
autocensura. Una ONG española que solía protestar en las fases de alcance de los
proyectos de desarrollo dejó de hacerlo después de un acuerdo de colaboración con
el desarrollador principal (y la autoridad competente) del estado.
El segundo grupo incluye a la mayoría de las personas con intereses personales
afectados por el proyecto. Salomons y Hoberg (2014) señalan que restringir la
participación en la evaluación ambiental a aquellos que están directamente
afectados, generalmente debido a preocupaciones materiales directas como
derechos de propiedad, preocupaciones de seguridad o costos financieros, implica
un sesgo significativo. Las personas afectadas por el proyecto tienden a utilizar
todas las formas posibles para defender sus intereses, no siempre de manera
objetiva, y en ocasiones incluso con argumentos falsos. Durante la fase de
participación pública de los procesos de EIA de un ferrocarril en el centro de España
y una autopista en el norte de España, los vecinos afectados alegaron en ambos
casos la presencia de especies de fauna en peligro de extinción para defender sus
propiedades, lo que en realidad era falso. Hay una diferencia importante entre las
preocupaciones de la gente por los daños ambientales o la calidad de vida y la
preocupación por la expropiación de tierras. En ambos casos, es razonable alegar,
pero en el primero, se defiende un interés común, mientras que en el segundo es
privado, y los intentos de manipulación pueden ser mayores. El EIS de una autopista
en el norte de España incluía dos alternativas, la primera que cruzaba las
plantaciones de Eucalyptus y la segunda, una llanura costera con hábitats naturales.
Aunque el primero tuvo una mayor incidencia visual, el EIS concluyó que era menos
agresivo para el medio ambiente; Los municipios se movilizaron contra esta opción,
y finalmente se eligió el segundo, con mayor aceptación social, pero también mayor
daño ambiental. El interés local (incidencia visual en las aldeas) prevaleció sobre el
interés general (conservación del hábitat).
3.9. Los medios de comunicación:
Los medios de comunicación son esenciales para la información pública y pueden
tener un papel importante en la EIA. La publicidad en los medios de comunicación
sobre proyectos bajo EIA permite un mayor conocimiento y una mayor participación
pública. Pero dependiendo de cómo se muestre la información, es posible
manipularla. Los medios deben ser independientes y objetivos, pero generalmente
tienen una tendencia política y pueden informar sobre un proyecto bajo EIA con
mayor o menor apoyo o agresividad, dependiendo de la relación con el desarrollador
o el gobierno que lo promueva. Como lo indica la ONU (2004), en un mundo ideal
los medios tienen integridad, pero en realidad, en muchos países los medios están
efectivamente "a la venta" al mejor postor. Por lo general, los periodistas entrevistan
a expertos para preparar noticias; Dependiendo de quién sea elegido y cómo sean
entrevistados, el enfoque puede ser muy diferente. Si la decisión sobre cómo
exponer la información o quién es entrevistado es premeditada, puede ser una
manipulación. En un parque eólico, el enfoque debe ser bastante diferente si la
opinión elegida es la de un experto en ornitología, cambio climático o energía. Los
medios de comunicación tienen un papel importante en la toma de opinión; la
manipulación en la información produce manipulación en la opinión pública, aunque
los receptores pueden no ser conscientes. Diferentes titulares de prensa sobre una
mina de uranio en el oeste de España, presentados a la EIA, transmiten mensajes
a favor o en contra del proyecto, algunos de ellos sensacionalistas ("un crimen casi
perfecto", "holm oaks lloran").

3.10. Académica:
Huesemann (2002) define tres tipos de sesgo en la investigación ambiental,
personal, institucional y socio-cultural. Las posibles razones del sesgo personal con
los científicos son la ideología o un mayor interés en el crédito por su trabajo en
lugar de en los resultados de la investigación objetiva (Huesemann, 2002); También
por razones económicas. A veces, las empresas pagan a los expertos para usar su
nombre en su EIS (Williams and Dupuy, 2017). Esto puede ser aceptable si los
expertos garantizan la calidad de la EIS, o por el contrario, es un simple soborno;
La práctica de EIA en España tiene algunos ejemplos de ambos tipos de
comportamiento entre los académicos. Aunque los académicos reconocen
prejuicios en las partes interesadas, también pueden tener visiones sesgadas.
Kirchherr et al. (2016) analizan los impactos sociales de las represas y concluyen
que existe un sesgo en cuanto a qué puntos de vista están incluidos por los
académicos, y los de los desarrolladores rara vez se examinan. Sin embargo, no
hay manipulación a menos que haya intereses ocultos. Las instituciones
académicas pueden dirigir sus actividades a la perpetuación de su propio poder
(Huesemann, 2002), y existe una influencia política sobre ellas (Van den Hove,
2007); como resultado, pueden evitar entrar en discusiones sobre proyectos
controvertidos. Algunas veces trabajan como consultores de EIA para
desarrolladores, y los riesgos de manipulación mencionados anteriormente son
aplicables. Los acuerdos de investigación académico-empresarial, aunque no están
directamente relacionados con proyectos bajo EIA, pueden generar simpatías hacia
los desarrolladores (que financian la investigación) e incluso la autocensura.
4. Conclusiones y posibles formas de avanzar:
4.1. Conclusiones:
El sesgo es una preocupación frecuente relacionada con EIA; pero hay una gran
diferencia entre el sesgo de las partes interesadas, que es inevitable y debido a los
diferentes intereses y experiencia, y la manipulación, un sesgo inaceptable para
defender intereses ocultos o espurios. La literatura sobre EIA utiliza con frecuencia
el término sesgo, y más raramente manipulación o corrupción, pero tiende a
asociarlo con desarrolladores o consultores de EIA (por presiones de los
desarrolladores), mientras que se considera que el público genera objetividad.
Algunas publicaciones sobre planificación y toma de decisiones utilizan la
manipulación del concepto, y con frecuencia incluyen políticos, pero cualquier parte
interesada puede tratar de manipular la EIA, desde desarrolladores a públicos, o
desde políticos a académicos (Tabla 1). El riesgo de sesgo y manipulación es
inherente a los procesos abiertos a un gran número de partes interesadas, como
EIA, y no los invalida, pero es necesario tenerlos en cuenta y no caer en puntos de
vista simplistas. Es necesario evitar los temas y analizar de forma objetiva cuáles
son los posibles sesgos y manipulaciones en cada proceso de EIA.

Aunque todas las partes interesadas pueden tratar de manipular la EIA, el riesgo o
la frecuencia no son los mismos, ni las posibilidades de detectarla o evitarla.
Probablemente el mayor riesgo de manipulación esté asociado con los
desarrolladores y, por extensión, a los agentes que dependen de ellos, como los
consultores. Es lógico porque los desarrolladores tienen intereses personales en los
proyectos que promueven, y por lo tanto una mayor propensión a utilizar todos los
medios posibles para hacerlos realidad. Además, los individuos son propensos a
manipularse para defender sus propiedades o intereses, aunque con un medio y
alcance mucho más limitados. La manipulación política puede aparecer en
proyectos de gran magnitud y repercusión social, que pueden influir en la imagen
de un gobierno o partido. La frontera entre acciones legítimas, malas prácticas y
manipulación puede ser difusa. La manipulación es una distorsión premeditada de
la verdad con fines espurios, pero no es fácil determinar cuándo se distorsiona la
verdad, cuándo se hace de mala fe y no por una visión parcial o sectorial, o cuando
el interés es espurio. Por esta razón, un cierto grado de interpretación sobre qué es
y qué no es manipulación es inevitable. En cualquier caso, lo importante es detectar
malas prácticas en EIA; conocer el riesgo de manipulación es necesario para
detectar estas malas prácticas, pero no se convierte en un propósito en sí mismo,
lo que terminaría transformando los procesos de EIA en procedimientos judiciales.
Dependiendo del tipo de proyecto, algunas u otras formas de manipulación son
previsibles. En proyectos privados, el riesgo de manipulación por parte del
desarrollador es mayor, al igual que las presiones sobre los consultores, porque los
costos son un factor determinante. Por el contrario, en los proyectos públicos, el
costo no es un factor determinante, y los consultores generalmente están bajo una
presión menor o nula. Sin embargo, en grandes obras públicas existe el riesgo de
presiones políticas y manipulaciones. En conclusión, el sesgo de las partes
interesadas es inevitable, y los profesionales deben tratar de reducirlo,
comprenderlo y gestionarlo adecuadamente en los procesos de EIA. La
manipulación es inaceptable, un intento ilegítimo de alterar las decisiones por
intereses ocultos y espurios, y debe excluirse de la EIA.

4.2. Posibles formas de avanzar:


Algunas formas de manipulación son fáciles de detectar, mientras que otras pueden
pasar desapercibidas. El uso de información falsa para defender intereses puede
ser contrastado y detectado. Sin embargo, es difícil detectar información oculta; Este
es el caso de proyectos con intereses ocultos, o acciones indefinidas que pueden
descubrirse después del proceso de EIA. Además, las posibilidades de combatir la
manipulación varían según la tipología y los agentes involucrados. Cuando un
desarrollador o consultor intenta manipular un interés privado, generalmente se
enfrenta a la mayoría de las partes interesadas, tanto las agencias estatales como
el público, lo que facilita la detección y neutralización de esos intentos. Sin embargo,
cuando la manipulación es política, puede impregnar a las principales partes
interesadas, como las autoridades competentes o ambientales, y es difícil de
erradicar, porque no hay un consejo de supervisión no politizado.

Aunque todas las partes interesadas deben evitar la manipulación, las


responsabilidades para la prevención varían. Es inevitable que los individuos hagan
todos los esfuerzos para defender sus intereses o propiedades; En lugar de requerir
un comportamiento más ético, es necesario hacer un análisis objetivo de sus
argumentos, para separar motivos objetivos y espurios. Los desarrolladores deben
hacer un esfuerzo mucho mayor en la transparencia, ya que concentran la mayoría
de las quejas sobre manipulación o sesgo. Un aspecto a menudo deficiente en EIS
es la justificación de los proyectos. Con frecuencia, los proyectos son necesarios en
sí mismos, sin una justificación detallada de su utilidad y necesidad, y el EIS se
limita a evaluar los impactos previsibles. También es necesario que los EIS
recopilen todas las acciones principales y secundarias asociadas con el proyecto,
para evitar proyectos incompletos o acciones ocultas que se envíen a EIA. Los
consultores ambientales deben seguir códigos éticos estrictos en sus estudios,
como los de la IAIA. Los documentos asociados con EIA siempre deben estar
firmados, como ya lo exigen algunas reglas de EIA (en español). La existencia de
responsabilidad civil, como en el caso de los proyectos de ingeniería, puede ayudar
a reforzar el rigor en los documentos.

Una forma de mejorar la transparencia en los procesos de EIA y la toma de


decisiones es incorporar el análisis de incertidumbre y sensibilidad en los EIS. En el
primer caso, es necesario establecer brechas de información y efectos inciertos, y
cómo estas incertidumbres pueden afectar la toma de decisiones. En el segundo,
se deben establecer diferentes escenarios de evaluación, con mayor o menor
enfoque en el entorno natural o social, por ejemplo, comparando la solidez de las
conclusiones. La manipulación es inherente a cualquier proceso con múltiples
partes interesadas con diferentes intereses, como EIA, por lo que puede plantear
preguntas como quién debe determinar si hay manipulación, actuar en contra de
ella o proporcionar los recursos para evitarla. A pesar de su dependencia política,
el agente menos propenso a la manipulación parece ser la agencia EIA. Estas
agencias deben garantizar la transparencia y objetividad de los procesos de EIA.
Para hacer eso, es necesario garantizar un cuerpo de evaluadores solventes y no
politizados. Los recursos para esto deben provenir de los gobiernos, que son los
garantes de la protección del medio ambiente. No sería una mala idea incluir una
evaluación de los riesgos de sesgo y manipulación de cada parte interesada durante
el proceso de EIA, que sería responsabilidad de la agencia de EIA, y hacer pública
esta información para garantizar que se lleve a cabo de manera objetiva. .

Tabla 1.

Posibilidades de manipulación en EIA.


Tipo Quién Cómo Por qué
Desarrolladores Justificar
Información falsa Falsa alternativa de alternativas
descarte. preseleccionadas.

Objetivos falsos del


proyecto Facilitar la
aprobación
Consultores de EIA
Información manipulada Satisfacer los
objetivos del
desarrollador.
Los políticos Costes o predicciones
irreales Justificar
proyectos
Falsos datos o
Público argumentos. Defender el
interés propio
Desarrolladores Alternativas no viables
Falsas alternativas o Justificar
elementos innecesarios. alternativas
preseleccionadas.

Elementos innecesarios Negociación;


demostrar buena
voluntad
Desarrolladores Justificar
Información exagerada Ventajas exageradas del proyectos
proyecto.
Justificar
Datos exagerados. proyectos

Ventajas exageradas del Justificar


Los políticos proyecto. proyectos

Agencias Pros / contras Reforzar


gubernamentales exagerados opiniones /
defender
atribuciones.
Defender el
Público Pros / contras interés propio
exagerados
Justificar
Público interesado Pros / contras opiniones
exagerados
medios de
comunicación Noticias Ataque político /
sensacionalistas o apoyo;
impactantes. sensacionalismo
Desarrolladores Evitar la comprensión Obstaculizar el
Ocultar información del proyecto. debate público

Obstaculizar el
Ocultar temas debate público
conflictivos
Obstaculizar el
Ocultar objetivos reales debate público /
facilitar la
aprobación

Consultores de EIA Ocultar impactos Apoyar el interés


significativos del desarrollador.
Los políticos
Ocultar costos reales Decisiones de
apoyo
Ocultar intereses de Evitar el rechazo
lobby de la sociedad.
Evitar conflictos
administrativos /
políticos.

Agencias
gubernamentales Sin participación / ocultar Evitar la
información descalificación
Público Ataque político /
Ocultar o mentir interés apoyo
real
medios de
comunicación No publicar alguna Alternativas de
información. apoyo

Impacto infravalorado o Consultores de EIA Impacto infravalorado Defensa ambiental


sobrevalorado bien intencionado.
Alternativas de
Impactos apoyo
sobrevalorados
Impacto infravalorado
Agencias de EIA Defensa ambiental
bien intencionado.
Público
Impactos Defender el
sobrevalorados interés propio
Público interesado
Impactos sobre / bajo Defensa ambiental
valor bien intencionado.
Desarrolladores
Confundir / información Impactos Obstaculizar la
compleja sobrevalorados participación
pública
Consultores de EIA
Confundir / proyectos Obstaculizar la
complejos participación
pública
Consultores de EIA
Autocensura EIS confuso / complejo Evitar conflictos
con el
desarrollador.
Público interesado
Soft EIS escribiendo Financiamiento u
otros conflictos de
intereses.
Medios de
comunicación Evita publicar noticias Cercanía al
conflictivas. gobierno o
promotor.
Académica Conflictos de
No o suave participación financiación; evitar
en EIA las represalias

Autoridad Criterios de selección en Evitar a los


Manipulación del competente el screening. interesados
proceso EIA opuestos.

Información pública Reducir la


sobre vacaciones. participación
pública.

Agencias de EIA Retrasar el proceso de Evitar conflictos


EIA administrativos /
políticos.
Desarrolladores
Sobornos y sobornos Pago excesivo a EIS promoviendo
consultores de EIA los intereses de
los
desarrolladores.
Pagar a expertos /
académicos Usar su buen
nombre en EIS

Pagar a los funcionarios Resoluciones o


del gobierno informes positivos.
Público
Pagar a los consultores / Evitar afectar sus
desarrolladores intereses.
Desarrolladores
Extorsión Amenazas a los EIS promoviendo
consultores los intereses de
los
desarrolladores.
Autoridad Amenazas a los
competente gobiernos locales. Evitar la oposición
a un proyecto /
opción.

Evitar la oposición
Financiamiento de a un proyecto /
amenazas a ONG / otros opción.

El público puede actuar como manipulador o como detector de manipulación. Es


importante reforzar su participación, siendo conscientes de esta doble faceta. La
incorporación de sesiones de audiencia pública durante la fase de información
pública, más o menos extensamente según el proyecto, es altamente recomendable
para captar la opinión pública y detectar los intereses ocultos de los intentos de
manipulación. Las regulaciones de EIA deben incorporar estas audiencias públicas,
que ya se están desarrollando en muchos países (Parenteau, 1988; Sinclair y
Diduck, 1995; Sadar y Stolte, 1996; Richardson et al., 1998; Palerm, 1999a, 1999b;
Ogunlana et al. 2001; Appah-Sampong, 2003; Fitzpatrick y Sinclair, 2003; Heather
y Koontz, 2004; Nadeem y Fischer, 2011; Ngouana et al., 2013; Sánchez y André,
2013; Sainath and Rajan, 2015; Brombal et al. , 2017). Sin embargo, su efectividad
depende de la voluntad real de participación pública en la EIA. Por ejemplo, Bawole
(2013) indica que, en Ghana, las audiencias públicas fueron cosméticas para
cumplir con los requisitos legales, en lugar de un interés intencional en obtener
aportes de los interesados locales; Ogunlana et al. (2001) encontraron que era
demasiado tarde para realizar un cambio significativo en el proyecto después de la
audiencia; y Sinclair et al. (2012) encontraron que cierto proceso de audiencia no
cumplía con muchos de los requisitos clave de una participación significativa y dejó
a algunos participantes públicos sintiéndose irrespetados y marginados.

A veces, la manipulación por parte del público o de personas interesadas surge de


la idea de que la plataforma está en su contra, y tienen una desventaja con respecto
al desarrollador, lo que les lleva a utilizar información exagerada o falsa para
reforzar sus opiniones. Una mayor transparencia en los procesos de participación
pública, como las audiencias públicas mencionadas anteriormente o la respuesta
individualizada y razonada a todas las acusaciones, puede llevar a los interesados
a comprender que sus opiniones son realmente consideradas en la toma de
decisiones, reduciendo el sentimiento de indefensión y la tendencia a utilizar la
manipulación como respuesta. También se debe garantizar que toda la información
relacionada con los procesos de EIA se haga pública, tanto los documentos
principales (como EIS) y cualquier documentación adicional que se pueda solicitar
a lo largo del proceso que, si se presenta después de la información pública, no
llegue a todas las partes interesadas (Carrasco y Enríquez-de Salamanca, 2011).

Además, el uso del poder de la tecnología para crear intercambios dinámicos y


continuos entre las partes interesadas permite una mayor transparencia en los
procesos de EIA; de hecho, esta es una de las diez formas de combatir la corrupción
propuesta por el Banco Mundial. La manipulación puede tener lugar dentro o fuera
del EIA, desde el inicio de la concepción de un proyecto. En las fases previas a la
EIA, la manipulación está asociada con agentes involucrados en el diseño del
proyecto, como desarrolladores o políticos. Las relaciones de los principales
desarrolladores con los gobiernos, que trascienden la EIA, pueden influir en las
decisiones. La manipulación política puede ser muy poderosa, afectar los procesos
de EIA y ser difícil de evitar si un gobierno no es ético. En este sentido, es deseable
acercarse a los evaluadores de EIA con jueces, ambos funcionarios públicos, sin
influencia política. Otra posibilidad es establecer una auditoría independiente en la
EIA y en los procesos de toma de decisiones, pero no existe una garantía real de
independencia en ninguna de las partes interesadas, por lo que parece preferible
centrar los esfuerzos en asegurar la independencia de las agencias de EIA.

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