Está en la página 1de 4

EXPLOTACIÓN INFANTIL ¿ASUNTO DE ENFOQUES?

El trabajo y la explotación infantil infantil ¿un asunto de enfoques?


José Luis Domínguez Reyes
No tengo más ropa que la de mi trabajo: algunos pantalones y una chaqueta
rota...Arrastro las vagonetas bajo tierra a lo largo de media legua, ida y vuelta. Las
arrastro durante once horas diarias con la ayuda de la una cadena atada a mi cintura.
Las heridas que tengo en la cabeza me las he hecho descargando vagonetas. Los
hombres del equipo al que estoy atado trabajan desnudos, salvo el casco en la
cabeza. Algunas veces cuando no soy rápido, me golpean y descalabran.
Declaración a un periodista de un niño trabajador de
12 años en la Inglaterra de 1842, año en que se
prohíbe, por primera vez en la historia, el
trabajo en las minas a niños menores de 10 años

Decenas de millones de niños alrededor de todo el mundo concluirán este año


su infancia, pero no agradecidos con una sociedad adulta que siempre los
procuró sino, muy probablemente, maldiciendo el día en que nacieron. La
causa: la desdichada e injusta vida que como infantes les tocó vivir.
Qué lejos están los 168 millones de niñas y niños, según cifras de la Unicef,
de considerar la infancia como la idílica etapa en que tendrían que haber
crecido en el seno de una familia que los amara y respetara, y les brindara toda
la protección que cualquier ser humano desearía en esta fundamental y
decisiva etapa de la vida,
A pesar de que la Organización Internacional del Trabajo, la Unicef y la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social (en México), entre muchos otros
organismos internacionales y nacionales coinciden en que la explotación de la
mano de obra infantil es uno de los problemas más graves y complejos de
nuestro tiempo, ninguno parece atinar a una solución definitiva. Para ellos
sólo hay soluciones a medias. Ante la complejidad del problema para todos
sólo parecieran existir los paliativos. Especialmente en lo que a la expedición
de leyes se refiere.
Uno de uno de cada seis niños en el mundo, de entre 5 y 14 años se ven
obligados a trabajar por las condiciones de pobreza en la que viven. No todos,
sin embargo, lo hacen en las mismas condiciones. Esto, desde luego, sin
considerar la explotación sexual y el tráfico de órganos de menores, temas que
por sí solos daría para todo, o más que, un libro.
1
EXPLOTACIÓN INFANTIL ¿ASUNTO DE ENFOQUES?

Aunque las cifras varían mucho, según la fuente que utilicemos para ilustrar la
problemática, parece haber un consenso en términos de las regiones donde el
problema es más agudo. Así, aunque en la región de Asia y el Pacífico se
registra la cifra absoluta más alta de niños trabajadores, por ser la más
poblada del mundo (casi 78 millones o el 9,3 % de la población infantil de ese
lugar), es el África Subsahariana la zona con la más alta incidencia porcentual
de trabajo infantil (59 millones, casi el 29 %).
En América Latina y el Caribe, por su parte, existen 13 millones de menores
que se ven obligados a trabajar (el 16 %), mientras que en la región del Medio
Oriente y África del Norte hay 9.2 millones (es decir, el 15%).
La agricultura continúa siendo el sector que emplea a mayor número de niños
(98 millones, o 59%), mientras que el número de niños en los servicios (54
millones) y la industria (12 millones) no es insignificante, dado que la mayoría
se encuentra principalmente en la economía informal, según dice un informe
de la Unicef.
Alrededor de 15,5 millones de niños realizan trabajo doméstico. La mayoría
son niñas que, además, están expuestas a la explotación sexual y ejercen en
condiciones de esclavitud, nos dice el documento de Unicef. En fechas
recientes los casos de abusos, de prostitución y de pornografía infantil han
aparecido constantemente en los medios de comunicación. Si bien el abuso de
menores ha existido desde la antigüedad, nunca se había llegado al nivel de
comercialización, ni se había convertido en un fenómeno tan global, como el
que se ha alcanzado al día de hoy.
----
Históricamente hablando el “problema” del trabajo de los niños y el concepto
de “infancia” no siempre fueron considerados como hoy en día lo hacemos.
En el pasado remoto y en el relativamente reciente (la prehistoria, la edad
antigua, la Edad Media y hasta muy entrado el siglo XIX) los niños dejaban de
serlo hasta el momento en que podían valerse por sí mismos. Es decir, entre
los cuatro y los cinco años. A la fecha no es infrecuente encontrar, en países
como el nuestro, niños de esa edad vendiendo dulces y limpiando parabrisas
en las calles.

2
EXPLOTACIÓN INFANTIL ¿ASUNTO DE ENFOQUES?

En aquellos “remotos” días, el trabajo simplemente era considerado como una


extensión natural de la actividad del ser humano, pues a los 4 ó 5 años un niño
podía ya integrarse a la vida con sus “pares” adultos.
Las condiciones de la “niñez”, y su relación con el trabajo, cambian en la Baja
Edad Media; sobre todo con el surgimiento de la manufactura en el ámbito
urbano, lo que permite incorporarlos al trabajo como “aprendices”. El número
de niñas y niños, cuya mano de obra era gratuita, se incrementó entonces
exponencialmente.
Su calidad de “aprendices” permitió abusar de los niños (sin importar su
género) alegando su falta de pericia, para no remunerarlos, pero explotándolos
como si se tratara de adultos. A finales de la Edad Media, como afirma un
prestigiado historiador, “no había espacio para la infancia”.
A mediados del siglo XVIII y principios del XIX, la revolución industrial
provocó cambios significativos en las estructuras económicas y sociales de
Inglaterra y del resto de Europa, que se extenderían a otras partes del mundo a
través de un complejo proceso de transformación de las relaciones de
producción, dando origen a las primeras generaciones de la clase obrera
industrial contemporánea, a la que Marx y Engels llamaron “proletariado”
porque no tenía otra cosa que ofrecer en el mercado que su fuerza de trabajo y
la de su prole (hijos).
---------------
La OIT recuerda que el recurso al trabajo de los niños va unido al desempleo
de los adultos y a la distribución desigual de la riqueza. Sin niños a
disposición de los grandes latifundistas y de las fábricas, el trabajo lo harían
los adultos. Sin la 'competencia' no mejorable que representa el trabajo
infantil, los adultos tendrían un mayor poder de reivindicación social y
salarial. El trabajo infantil prolifera en las comunidades y sociedades donde
los adultos trabajan de forma temporal o por salarios inferiores a los mínimos
legales.
La relación entre pobreza familiar y trabajo infantil forman un círculo vicioso
sin fisuras. Un niño produce casi lo mismo que un adulto, pero gana mucho
menos; normalmente un tercio. Dar trabajo a un adulto aumenta, obviamente,
el precario poder adquisitivo de las familias; pero dárselo a un niño permite

3
EXPLOTACIÓN INFANTIL ¿ASUNTO DE ENFOQUES?

hacer crecer el mercado interno porque el ingreso del adulto es,


definitivamente, insuficiente.
Si la niña y el niño no trabajan, no comen; ni tampoco sus familias. Si los
niños, en situación de miseria, trabajan nuca podrán llevar la vida digna a la
que tiene derecho, como lo indican las leyes más civilizadas del planeta. En
este contexto, prohibir por decreto el trabajo de los niños, a través de la
expedición de leyes que prohíban el trabajo infantil, implica, condenar a
muchísimas familias la extinción.
Precisamente por la paradoja que se genera en el mundo actual ante la
disyuntiva de si los niños deben o no de trabajar, permitiendo su eventual
explotación, el problema debe replantearse.
---------------
¿Es posible encontrar solución al problema de la explotación económica y
emocional de la población más vulnerable (por su corta edad) de nuestra
sociedad, en el contexto de una sociedad profundamente injusta como la
nuestra, que prioriza la utilidad capitalista sobre el bienestar físico y
emocional de todos sus integrantes?
¿Es posible encontrarla en un mundo donde la distribución de la riqueza
planetaria es tan injustamente desproporcionada que el 1% más rico tiene
tanto patrimonio como todo el resto del mundo junto?
Nunca se ha visto un niño rico trabajar. La relación entre pobreza familiar,
trabajo infantil y sistema económico actual injusto y obsoleto es a todas luces
evidente.

0, ¿tu qué opinas?

También podría gustarte