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LIBRERIA D E LA

I Editorial! C u ftu ra
'Catedral 1039 — Santiago
RITO YORK
Ritual Universal

Edición dirigida
P o r el P r o f .
ALFONSO LEON GARCIA

“ EDITORIAL ARIES”
A p a r t a d o P o s t a l 48
Toluca, México

'• " ' ' \ jL *~ * ^


* *
PROPIEDAD LITERARIA
ASEGURADA CONFORME
RITO YORK
Ritual Universal
Edición dirigida
Por el P r o f .

ALFONSO LEON GARCIA

“ EDITORIAL ARIES”
A p a r t a d o P o s t a l 48
Toluca, México
PRIMER GRADO

Todos los asuntos de una Logia se tratan en tercera


Cámara.— Si se tiene que efectuar la ceremonia de inicia­
ción, el Taller abre sus trabajos en 3er. grado, descendién­
dose éstos en la forma que se indica adelante.—Terminada
la ceremonia, volverán los trabajos a la 3a. Cámara, en la
cual deberá efectuarse la clausura.

APERTURA DEL TERCER GRADO

V. M.—H. ler. Vig. aseguraos de que todos los presen­


tes son MM. MM.
ler. Vig.— HH. lo. y 2o. Diács., acercaos a Occidente,
comunicadme al oído la palabra de pase de M. M. (La
dan). Pedidla ahora con la misma precaución a los HH.
de la derecha y de la izquierda, exceptuando al 2o. Vig.
y servios comunicarla al V. M. en Oriente.
V. M.— . ler. Vig., la palabra e s .....
ler. Vig.— Todos los presentes s o n (* )
V. M.— (* ) H. 2o. Diác. ¿Cuál es el primer cuidado que
deben tener los Masones cuando están reunidos en Logia?
2o. Diác.— Ver que la Logia se encuentre a cubierto, V,
M.
8 RITUAL UNIVERSAL

V. M.— Ved si estamos a cubierto, informando al H.


G. T., que voy a abrir los trabajos de una Logia de M&I.
MM. y decidle que obre de acuerdo.
2o. Diác.— La Logia está a cubierto, V. M.
V. M.— ¿Por qué decís que estamos a cubierto, H. 2oi
Diác? I
2o. Diác.—Porque un H. M. M., fuera de la puerta, se
encuentra armado con los implementos propios de su
oficio.
V. M.— ¿Cuáles son sus deberes ahí?
\ 2o. Diác.—Alejar a todos los espías y profanos y cui­
dar que nadie entre o salga, salvo aquellos que tengan
derecho a ello y permiso del V. M.
V. M .— (* ) H. ler. Vig., ¿sois Maestro Masón?
ler. Vig.— Lo soy, V. M.
V. M.— ¿Qué os indujo a ser M. M.?
ler. Vig.— El poder recibir el salario de Maestro para
mejor sostenerme, así como a mi familia, y contribuir a
la ayuda de los MM. MM. pobres o necesitados, de sus
viudas y huérfanos.
V. M.— ¿Dónde fuisteis recibido M. M.?
ler. Vig.— En una Logia de MM. MM. legalmente cons­
tituida.
V. M.— ¿Cuántos componen una Logia de MM. MM.?
ler. Vig.— Tres o más.
V. M.— Cuando está compuesta sólo de tres, ¿quiénes
son los que la constituyen?
ler. Vig.— El V. M., el lo. y 2o. Vigilantes.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del 2o. Vig.?
ler. Vi.— En el Sur, V. M.
V. M.— (* * ) ¿Por qué estáis en el Sur, H. 2o. Vig. y
cuáles son vuestros deberes ahí?
2o. Vig.— Porque así como el Sol es la gloria y belleza
del día cuando está en el Sur, o en el zenit, así está en el
Sur el 2o. Vig. para mejor observar el tiempo, para llamar
al gremio del trabajo al recreo, vigilarlo para que no con­
vierta el recreo en intemperancia y exceso, llamarlo nue­
vamente al trabajo a su debido tiempo, para que el V. M.
reciba placer y los HH. provecho.
V. M.— ¿Cuál es lugar del ler. Vig.?
2o. Vig.— En el Occidente, V. M.
V. M.— ¿Por qué estáis en Occidente, H. ler. Vig. y cuá­
les son vuestros deberes ahí?
ler. Vig.—Así como el Sol se encuentra en Occidente
il terminar el día, así está el ler. Vig. en Occidente, para
ayudar al V. M. a abrir y cerrar los trabajos de la Logia,
para pagar al gremio sus salarios si se le deben, y cuidar
que ninguno de los obreros se retire disgustado, pues la
armonía es la fuerza y sostén de todas las sociedades y
muy especialmente la nuestra.
V. M.— ¿Cuál es el lugar de V. M., H. ler. Vig.?
ler. Vig.— En Oriente.
V. M.— ¿Por qué está en el Oriente y cuáles son sus
deberes allí, H. ler. Vig.?
ler. Vig.— Porque así como el Sol se levanta en el
<tr. para abrir y gobernar el día, así se levanta el V. M.
en el Oriente para abrir los trabajos y gobernar su Logia,
poner a los hermanos a trabajar dándoles buenas y salu­
dables instrucciones para el trabajo.
V. M.— (* * * ) H. ler. Vig., es mi voluntad que esta
Itesp. Logia abra sus trabajos en el tercer grado de la
masonería y despachar los asuntos regulares que se pre-
Menlen, bajo las restricciones masónicas de costumbre.
10 RITUAL UNIVERSAL

ler. Vig.— H. 2o. Vig., es la voluntad del V. M. en el


Or. abrir los trabajos de esta Resp. Log. “
” , en el tercer grado de la masonería, para despachar
los asuntos regulares que se presenten y bajo las restric­
ciones masónicas de costumbre. Comunicad esta orden
al gremio, para su gobierno.
2o. V ig —Hermanos: es la voluntad del V. M. en el
Or., comunicada a mí por el H. ler. Vig. en el Occidente,
que se abran los trabajos de esta Resp. Log. “
” en el tercer grado de la Maso­
nería, para el despacho de los asuntos regulares que se
presenten y bajo las restricciones masónicas de costum­
bre. Vista a Oriente.
(Signos)
V. M.— A L. G. D. G. A. D. U., por la confraternidad
Universal, en su nombre y en virtud de los poderes de que
me hallo investido por la libre voluntad de mis hermanos,
declaro abiertos los trabajos de esta Resp. Log. “
” , en el tercer grado.—H. 2o. Diác.: informad al H. G.
T.; H. ler. Diác.: atended las tres Grand. Luces. (* )
2o. Diác.— (Dá *** con su vara a la puerta, informa al
G. T. E., y d ice): He cumplido vuestras órdenes, V. M.
V. M.— Hermano Secretario, leed el acta de nuestra
última Ten. HH., servios poner atención a la lectura del
acta.
(E l Seo. lee el acta.—
V. Sí.— H. 2o. Vig., ¿tenéis algo que informar?
2o. Vig.— Nada en el Sur, V. M.
V. M.— ¿Nada en Occidente, H. ler. Vig.?
ler. Vig.— Nada en Occidente, V. M.
V. M.— ¿Sabe alguno de los presentes que algún H. en-
RITUAL UKIVRRSAL 11

termo o necesitado solicita nuestra ayuda? De lo contra­


rio, declararé cerrado este asunto.

B A L O T A J E

V. M.— ¿No hay alguna comisión que tenga que infor­


mar acerca de solicitudes de admisión?
Sec.— La comisión nombrada para informar acerca de
............... ............. . informa favorablemente.
V. M.— Her. ler. D., preparad la caja de balotaje, mos­
tradla al Sur, Occidente y Oriente, para que sea inspec­
cionada.— HH.: vais a votar p o r ......................... , acerca
de quien nuestra comisión ha informado favorablemente.
Quienes voten en pro, depositarán bola blanca y quienes
in hagan en contra, depositarán bola negra. Her. ler.
Diác.: llevad la caja de balotaje al H. ler. Vig. a Occidente,
ni 2o. Vig. al Sur y después depositadla en el Altar.
(Va cada hermano a depositsu
dos lo han hecho,dice el V. M .):
V. M.— ¿Han votado todos en el Sur, H. 2o. Vig.?
2o. Vig.— Todos han votado en el Sur, V. M.
V. M.— ¿Han votado todos en el Occidente, Her. ler.
Vig.?
ler. Vig.— Todos han votado en el Occidente, V. M.
V. M.— ¿Han votado todos los HH. presentes? Si es así,
declaro cerrado el balotaje.
V. M.— ¿Cómo habéis encontrado el balotaje en el
Sur, Her. 2o. Vig.?
2o. Vig.— Puro y sin mancha, en el Sur, V. M.
V. M.— ¿Cómo habéis encontrado el balotaje en Occi-
dente, Her. ler. Vig.?
ler. Vig.— Puro y sin mancha, en Occidente, V. M.
12 RITUAL UNIVERSAL

V. M.—Y puro y sin mancha en Oriente; por lo tan­


to, declaro electo a .................. para (iniciación o él
grado que sea).
V. M.— Her. 2o. Diác.: ved si hay algún candidato,
dadnos su nombre y decidnos a qué grado aspira.
2o. Diác.— (Da él nombre) y está pronto a recibir.......
grado.

DESCENSO A OTROS GRADOS.

V. M.— ¿Qué hora es, Her. 2o. Vig.?


2o. Vig.— Media noche en punto, V. M.
V. M.— Siendo media noche, llamad a los HH. del tra­
bajo al recreo por el tiempo necesario para..............
2o. Vig.— (* * * ) HH.: es la voluntad del V. M. en el
Oriente, que esta Respetable Logia “ ”
pase del trabajo al recreo por el tiempo necesario p a ra ..
...........................Vista al Oriente.
V. M.—Declaro en receso los trabajos de esta Respe­
table Logia, por el tiempo necesario para.............. Her.
2o. Diác., informad al Her. G. T. Ext. Her ler. Diác., apa­
gad las tres grandes luces. (* )

APERTURA EN EL PRIMER GRADO.


j

V. M.— Her. ler. Vig. (* ) Aseguróos de que todos los


presentes son Aprendices Masones.
ler. Vig.—Todos los presentes son Aprendices Ma­
sones.
V. M.— (* ) Her. 2o. Diác., ¿cuál es el primer cuidado
de los masones cuando están reunidos en Logia?
2o. Diác.—Ver que estamos a cubierto, V. M.
RITUAL UNIVERSAL 13

2o. Diác.— Estamos a cubierto, V. M.


V. M.— ¿Por qué decís que estamos a cubierto, Her.
2o. Diác?
2o. Diác.—Porque un H. se encuentra armado fuera
(Jo la puerta, con los implementos propios de su oficio,
v. M.— ¿Cuáles son sus deberes ahí?
2o. Diác.— Alejar a todos los espías y profanos y cui-
•i ir que nadie entre o salga, salvo aquellos que tengan
derecho a ello y permiso del V. M.
V. M.— Her. ler. Vig.: Como Aprendiz Masón, ¿de
le venís? (* )
ler. Vig.— De una Logia de San Juan Bautista de Je-
rumilem. i
v M.— ¿Qué venís a hacer aquí?
ler. Vig.— A aprender a subyugar mis pasiones y a
hueer progresos en la Masonería.
v. M.— Si es así, supongo que seréis masón,
ler. Vig.-—Como tal me aceptan mis hermanos,
v. M.— ¿Qué os hace ser M. M.?
ler. Vig.— Mi juramento, V. M.
v M.— ¿Dónde fuisteis iniciado Aprendiz Masón?
ler. Vig.— En una Logia de Aprendices, justa y legal-
niehte constituida.
v. M.— ¿Cuántos componen una Logia de AA. MM.?
ler. Vig.— Siete o más.
v M. -Cuando está compuesta de siete miembros,
¿quiénes son éstos?
ler. Vig. -El V. M., lo. y 2o. W ., Tes., Sec., y lo. y
2o. DD.
v. M -¿Cuál es el lugar del 2o. Diác.?
ler. Vig. -A la derecha del ler. Vig., en el Occidente.
14 RITUAL UNIVERSAL

V. M.— (* ) ¿Cuáles son vuestros deberes ahí, Her.


2o. Diác.?
2o. Diác.— Llevar mensajes del ler. Vig. en Occiden­
te, al 2o. Vig. en el Sur, o a cualquier otro lugar de la
Logia y ver que estemos a cubierto.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del ler. Diác.?
2o. Diác.— A la derecha del V. M. en el Oriente.
V. M.— ¿Cuáles son vuestros deberes ahí, H. ler. Diác.?
ler. Diác.— Llevar mensajes del V. M. en el Oriente al
ler. Vig. en el Occidente y a cualquier otro lugar donde
se me mande, recibir y acomodar a los visitantes, recibir
y conducir a los candidatos.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del Secretario?
ler. Diác.—A la izquierda del V. M., en Oriente.
V. M.— (* * ) (Llama al Sec—
¿Cuáles son vuestros deberes, Her. Secretario?
Sec.— Cumplimentar los deseos del V. M., llevar las
actas de la Logia, recibir el dinero y entregarlo al Her.
Tesorero.
V. M.— Ved si estamos a cubierto, e informad al H.
G. T. que voy a proceder a la apertura de una Logia de
Aprendices y que debe manejarse de acuerdo.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del Her. Tesorero?
Sec.— A la derecha del V. M., en Oriente.
V. M.— ¿Cuáles son vuestros deberes ahí, Her. Teso­
rero?
Tes.— Recibir el dinero de manos del Her. Secretario,
llevar una cuenta regular del mismo y pagarlo por or­
den del V. M., previo el consentimiento de la Logia.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del 2o. Vig.?
Tes.— En el Sur.
RITUAL UNIVERSAL 15

V. M.— ¿Por qué estáis en el Sur, Her. 2o. Vig. y cuá­


les son vuestros deberes ahí?
2o. Vig.— Así como el sol es la gloria y belleza del día
rilando está en el Zenit, así está en el Sur el 2o. Vig.,
para mejor observar el tiempo, para llamar al gremio
del trabajo al recreo, vigilarlo para que no convierta el
recreo en intemperancia y exceso, llamarlo nuevamente
id trabajo a su debido tiempo, para que el V. M. reciba
placer y los HH. provecho.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del ler. Vig.?
2o. Vig.— En el Occidente.
V. M.— ¿Por qué estáis en el Occidente, H. ler. Vig.
v cuáles son vuestros deberes ahí?
ler. Vig.— Así como el sol está en el Occidente al ter­
minar el día, está el ler. Vig. en el Occidente, para ayu-
dar al V. M. a abrir y cerrar los trabajos de la Logia,
papar al gremio sus salarios, si se le deben y ver que
im[¡pino se vaya disgustado, pues la armonía es la fuerza
v sostén de todas las sociedades y muy especialmente de
la nuestra.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del V. M.?
ler. Vig.— En el Oriente, V. M.
V. M.— ¿Por qué está en el Oriente y cuáles son sus
deberes ahí?
ler. Vig.— Así como el sol se levanta en el Oriente pa­
cí abrir y -gobernar el día, así se levanta el V. M. en el
Orlente, para abrir los trabajos y gobernar su Logia,
poner al gremio a trabajar, dándole buenas y saludables
JiimI,mociones para el trabajo.
V (VI. -Her. ler. Vig., es mi voluntad que esta Respe­
table Logia N o ..............., abra sus traba­
jen t u el primer grado de la masonería, para despachar
16 RITUAL UNIVERSAL

los asuntos regulares que se presenten, bajo las restric­


ciones masónicas de costumbre. Comunicad esta orden
al Her. 2o. Vig. en el Sur y que él lo comunique a su vez
al gremio para su gobierno.
ler. Vig.— Her. 2o. Vig., es la voluntad del V. M. en el
Or., que esta Respetable Logia..................... N o ,
abra sus trabajos en el primer grado de la masonaría,
para despachar los asuntos regulares que se presenten y
bajo las restricciones masónicas de costumbre. Comuni­
cad esta orden al gremio para su gobierno.
2o. Vig.— (* * * ) HH.: es la voluntad del V. M. en el
Or., comunicada a mí por el Her. ler. Vig., en Occiden­
te, que se abran los trabajos de Respetable Logia............
No. ........., en el primer grado de la masonería, para
despachar los asuntos regulares que se presenten y bajo
las restricciones masónicas de costumbre. Tomad nota
para vuestro gobierno. Vista a Oriente, (Signos.........
V. M.— A L. G. D. G. A. D. U., en su nombre, por la
Confraternidad Universal y en virtud de las facultades
de que me hallo investido por la libre voluntad de mis
hermanos, declaro abiertos los trabajos de esta Respeta­
ble Logia..................... No............ en el primer grado de
la masonería. Her. 2o. Diác., informad al H. G. T.— Her.
ler. Diác., arreglad las tres Grandes Luces. (* )

CEREMONIA DE INICIACION.

V. M.— Her. M. de C., id al cuarto de preparación, don­


de encontraréis al Sr...................................... . quien ha
sido debidamente electo por los miembros de esta Res­
petable Logia, para recibir la iniciación del grado de
Aprendiz. Le pediréis los derechos de iniciación requeri­
dos por el reglamento de esta Respetable Logia; servios
hacerle las tres preguntas reglamentarias y si contesta
it ('lias afirmativamente, preparadlo para que sea inicia­
do como Aprendiz Masón. Una vez que se encuentre pre-
pnrado, conducidlo a la puerta del Templo y hacedle dar
tros golpes con su propia mano.
( ElM.deC. va al cuarto de 'preparación, le hace las
preg untas y después se dirige al candidato en la siguien­
te huma):
Hr.................................... , esta Institución, de la cual
cutáis a punto de ser miembro, no es en manera alguna
•Ir* carácter frívolo y ligero, sino de gran importancia y
it alta solemnidad. La Masonería es una escuela de en-
h lianzas simbólicas y morales que se imparten por me­
dí" de antiguos usos, en viajes, emblemas y demás figu­
ras alegóricas. La ceremonia de vuestra admisión entre
nosotros, es emblemática de un acontecimiento cuya alu-
llón nos evita una expresión literal. Simboliza vuestro
paso final en este mundo hacia el mundo venidero. Sin
duda sabréis que cuanto el hombre posea aquí en la tie-
iii, asi sean títulos, honores, y aún su propia reputación
mi lo darán derecho para ser admitido en la Logia Celes-
llid, niiú arriba, sino que antes de entrar allí, tiene que
q u e d a r s e pobre y sin dinero, ciego y necesitado, depen-
illondode la soberana voluntad de nuestro Gran Maestro;
v para Imprimir estas verdades en vuestra mente, con
■" i fmi/,a, os necesario que seáis desprovisto de vues-
11 h vi i id ora» exteriores y os pongáis la que os suminis­
tra la Respetable L o g ia ............ .............. No................. .
Tenéis voluntad en someteros a estas reglas? (Responde
vi eii//ilitluto). Nosotros os preparamos de una manera
i mi vi ti h u l e pura vuestra iniciación, de la misma manera
18 RITUAL UNIVERSAL

que han sido preparados todos los que han pasado por
este camino antes que vos.
(E l candidato esconducido puerta
y se le hacen dar tres golpessu
ler. Diác.— V. M., llaman a la puerta del cuarto de pre­
paración.
V. M.— Atended a la llamada.
(El ler. Diác., pasando por el lado derecho del Altar,
se dirige a la puerta y da tres golpes.— Entonces, el M. de
C. abre la puerta parcialmente).
ler. Diác.— ¿Quién va?
M. de C.— Un candidato pobre y ciego, deseoso de pa­
sar de las tinieblas a la luz y recibir parte de los dere­
chos, luces y beneficios de esta Respetable Logia levanta­
da a Dios y dedicada a San Juan Bautista y a San Juan
Evangelista, como más de un Her. y Comp. lo han hecho
antes que él.
ler. Diác.— ('Al cadidato) ¿Es de vuestra libre y es­
pontánea voluntad?
Cand.— Lo es.
ler. Diác.— ¿Está debida y verdaderamente preparado?
M. de C.—Lo está.
ler. Diác.— ¿Es digno y tiene los merecimientos ne­
cesarios?
M. de C.—Sí.
ler. Diác.— ¿Por qué otro derecho o beneficio espera
ser admitido?
M. de C„— Por ser un hombre de nacimiento libre,
mayor de edad y bien recomendado.
ler. Diác.— Dejad que espere con paciencia, hasta que
el V. M. conozca su solicitud y venga su contestación.
( Cierra la puerta, se dirigea
vara y saluda a lV. M .)
RITUAL UNIVERSAL 19

V. M.— ¿Quién va?


ler. Diác.— Un candidato pobre y ciego, deseoso de
pasar de las tinieblas a la luz y de recibir parte de los
derechos, luces y beneficios de esta Respetable Logia le­
ven leda a Dios y dedicada a San Juan Bautista y San
Juan Evangelista, como más de un hermano y Compa­
dreo lo han hecho antes que él.
v. M.— ¿Es de su libre y espontánea voluntad?
ler. Diác.— Lo es, V. M.
v. M.— ¿Está debida y verdaderamente preparado?
ler. Diác.— Lo está.
v M.— ¿Es digno y tiene los merecimientos necesa-
i Infi para ello?
ler. Diác.— Sí, V. M.
v M.— ¿Por qué otro derecho o beneficio espera ser
(dimitido?
ler. Diác.— Por ser un hombre de nacimiento libre,
Hllyor de edad y bien recomendado.
v M -Teniendo todas esas cualidades que son esen­
ciales, es mi voluntad que entre en esta Logia para ser
tnh lado como Aprendiz Masón y que vos lo recibáis dé­
bil! tmeiiie, conforme a nuestros antiguos usos y cos­
tumbres.
i lEler. Diác. regresa a la puerta, la abre y dice):
It i| Diác. -Es la voluntad del V. M. que el candidato
pulir y ciego entre a esta Logia de Aprendices Masones,
i li/
E i deC. conduce al Candidato al interior del
¡i ocupa supuesto respectivo.— ler. Diác. hace
<<•> del candidato,poniéndole la mano sobre el hombro
ai7/o y ledice):
l er Diác.—Amigo mío, es la voluntad del V. M.
4 o i reciba en esta Logia para que seáis iniciado como
20 RITUAL UNIVERSAL

Aprendiz Masón y en cumplimiento de dicho mandato,


os recibo conforme a nuestros antiguos usos y costum­
bres, con la punta de este instrumento agudo sobre vues­
tro pecho izquierdo desnudo. Esto os enseña, que así como
este instrumento tortura vuestras carnes, deberá tortu­
rar vuestra conciencia su recuerdo, cuando alguna vez
estéis a punto de revelar cualquiera de los secretos de la
masonería, quebrantando nuestras Leyes. ler. Diác.
toma su lugar a la izquierda del candidato.)
V. M.— Amigo mío, ningún hombre debe entrar en
una empresa grande e importante, sin antes invocar las
bendiciones de la Deidad. Seréis conducido al centro del
Templo, para que os arrodilléis a orar.
(E l ler. Diác. conduce al candidato al lugar indicado
y le dice que se arrodille a orar).
(E l Ven. Maes. ordena al gremio que se levante y se
recita la siguiente oración u otra adecuada)
“ Concede tu ayuda Padre Todo-Poderoso del Univer­
so, a esta nuestra congregación y permite que este can­
didato a la masonería dedique y consagre su vida a tu
servicio, para que llegue a ser un verdadero y fiel herma­
no entre nosotros. Ilumínalo con tu sabiduría divina,
para que por medio de los secretos de nuestro arte, pue­
da desplegar las bellezas del amor fraternal, la ayuda
y la verdad para honra y gloria de tu sagrado nombre.
Amén.
Todos.— Así sea.
V. M.— (Alcandidato) ¿En quién ponéis vuestra con­
fianza?
Cand.— En Dios.
V. M.— Estando vuestra confianza en Dios, está bien
fundada; os tomo de la mano y os levanto. Seguid ahora
RITUAL UNIVERSAL 21

a vuestro guía y no temáis ningún daño. (Sienta


gremio). (* )
(E l ler. Diác. conduce alalrededor
delAltar y termina frente al 2o. Vig. Al pasar por cada
trono se da un golpe de mollete. Al mismo tiempo que el
candidatoda la vuelta, el V. M. recita el siguiente pasaje
<io las Escrituras:
“ Mirad cuán bueno y agradable es para los herma-
líos morar juntos y unidos.” “ Es como un precioso un­
gí i¡ uto que puesto en la cabeza descendiera hasta la
barba, así fuese tan larga como la de Aarón, que le lle-
g iba hasta la falda de sus ropas; como el rocío de Her-
iuon y como el rocío que caía en las montañas de Sión,
porque ahí el Señor enviaba sus bendiciones y aun la vida
• Irma” .
(Alllegar frente al 2o. Vipor segunda vez, e
])¡ac. datres golpes con su vara.)
2o. Vig.— ¿Quién va?
:icr. Diác.—Un candidato pobre y ciego, deseoso de
|h i ir do las tinieblas a la luz y recibir parte de los de-
Mohos, luces y beneficios de esta Respetable Logia le­
van!.i<u a Dios y dedicada a San Juan Bautista y a San
Jit m Evangelista, como más de un hermano y Compa-
11« i ■* ln lian hecho antes que él.
2n Vig.- - ( A l candidato). ¿Es de vuestra libre y espon-
iniii'.i voluntad?
('and. Lo es.
Vig. ¿Está debida y verdaderamente preparado?
lar, I rúe. Lo está.
'o, v i¡v -¿Es digno y tiene los merecimientos nece-
-i"i I*vi pin a, olio?
I«. Diác. -Sí. ;

J
22 RITUAL UNIVERSAL

2o. Vig.— ¿Por qué otro derecho o beneficio espera ser


admitido?
ler. Diác.— Por ser un hombre de nacimiento libre y
bien recomendado.
2o. Vig.— Conducid al candidato con el ler. Vig. pa­
ra que continúe su examen.
(E l ler. Diác. conduce al candidato al ler. Vig., quien
le hace las mismas 'preguntas, dándose las mismas res­
puestas).
ler. Vig.— Conducid al candidato al V. M. para su úl­
timo examen e instrucción.
(E l ler. Diác. conduce al candidato con el V. M., quien
hace las mismas preguntas, dándose iguales respuestas,
y al terminar, dirigiéndose a
V. M.—-Amigo mío, seréis conducido al ler. Vig. en
el Occidente, quien os enseñará cómo aproximarse a
Oriente, avanzando con un paso regular, vuestros pies
formando el ángulo recto de un cuadrilongo, vuestro
cuerpo erecto hacia el V. M. en el Oriente.
(E l ler. Diác. conduce al
en el Occidente, y dice):
ler. Diác.— H. ler. Vig.: es la voluntad del V. M. en
el Oriente, que se enseñe a este candidato, cómo debe
aproximarse a Oriente, avanzando con un paso regular,
sus pies formando el ángulo de un cuadrilongo, su cuer­
po erecto hacia el V. M. en el Oriente.
ler. Vig.— Ved que las órdenes del V. M. sean obede-
cidas.
ler. Diác.— (A l candidato). Daréis frente a Oriente,
en seguida daréis un paso adelantando vuestro pie iz­
quierdo, trayendo el talón del derecho al hueco del iz-
RITUAL UNIVERSAL 23

quiprdo, formando el ángulo recto de un cuadrilongo,


vuestro cuerpo erecto.
ler. Diác.—Vuestras órdenes han sido obedecidas,
V. M.

JURAMENTO.

X .M.— (Alcandidato). Amigo mío, por primera vez en


vuestra vida os acercáis al Altar de la Masonería. Os pre-
sent tis ante nosotros como un candidato que solicita ser
admitido en nuestra Orden; pero antes de seguir ade­
lanta, tened presentes la solemnidad e importancia del
paso que vais a dar y si no tenéis voluntad de seguir ade­
lante, es tiempo todavía. El propósito de la Institución
Masónica es hacer a sus adeptos mejores y más sabios
y/per consecuencia, más felices. Nosotros no recibimos
Isabiendas, entre nuestras filas, sino a quienes son bue-
fos y morales ante Dios y de buena reputación ante el
undo. Tales personas, cuando se reúnen en sociedad,
orseguirán, naturalmente, la prosperidad y la dicha
<jo los otros, lo mismo que la suya propia. Para que pue-
( an hacerlo así y bajo un programa común, hacemos
ue se comprometan a observar los requisitos que exige
evitar aquellos que prohíbe la Masonería. Habéis sido
lecto por los miembros de esta Respetable Logia, por pe-
¡c.ión voluntaria vuestra, para uniros a nosotros en este
uiler, profesásteis fe en Dios; a ese Dios a quien nosotros
los masones reverenciamos y servimos. Los compromisos
solemnes que se os exigirán antes de que podáis tomar
parle en nuestros trabajos y privilegios, serán hechos en
nombre de Dios y una vez hechos, no podrán ser nunca
repudiados ni abandonados. Sin embargo, estoy en liber-
tud de expresaros que nuestros juramentos no contienen
24 RITUAL UNIVERSAL

nada que pudiera estar en conflicto con vuestras obliga­


ciones para con Dios, vuestra patria, vuestro prójimo o
para con vos mismo. Con esta advertencia de mi parte,
como Maestro de esta Respetable Logia, os pregunto: ¿Te­
néis voluntad de hacer ese juramento, como todos los
masones lo han hecho antes que vos, o preferís retraros
como tenéis perfecto derecho de hacerlo y no s<guir
adelante.
(Alcontestar él candidato r.
agrega):
V. M.— Her. ler. Diác.: colocad al candidato en debi­
da forma para que sea iniciado como Aprendiz Misón.
ler. Diác.— (A l ca
).Avanzad, arrodilláoícon
ito
d
n
la rodilla izquierda, colocad la derecha de modo qu^ for­
me un ángulo recto; el cuerpo recto, vuestra manb iz­
quierda sosteniendo la Sagrada Biblia; la escuadra y ipl
compás. La derecha descansando sobre los mismos.
( Así lo hace el C
a
n
d
ia
to,yel ler. Diác. agrega:)
ler. Diác.— El candidato está en debida forma, V. m!
(E l V. M. levanta al gremioso­
brero, va al Altar y pone su mano el
V. M.— Diréis vuestro nombre y repetiréis conmigo
Yo .....
RITUAL UNIVERSAL 25

V. M.— En prueba de la sinceridad de vuestros propó­


sitos al hacer este juramento, besad la Sagrada Biblia,
que está abierta ante vos.
(Lohace el candidato).
V. M.— Her. ler. Diác., estando ahora nuestro Her.
ligado a nosotros por un lazo que no puede romperse,
quitadle la cuerda.
(Se laquita el ler. Diác).
V. M.— Her. mío, pues así os llamo ahora, en vuestra
condición actual, ¿qué es lo que deseáis?
Cand.— (Aconsejado por eD iác.): Luz.
V. M.— Siendo la luz lo que deseáis, la recibiréis. Her­
manos: ayudadme a dar la luz a nuestro hermano.
(Los HH.avanzan, excepto
neas paralelas de Oriente a
V. M.— Al principio, creó Dios los cielos y la tierra. La
tierra estaba informe y vacía y la obscuridad flotaba so­
bre la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre
la faz de las aguas y Dios dijo: “ Hágase la luz” , y la luz
se hizo. En solemne conmemoración de ese sublime acon-
l.<v¡miento, yo, del mismo modo, masónicamente digo:
"Hágase la luz” .
(A l pronunciar la palabra
r.nenan las manos y dan un
derecho y al mismo tiempo venda
al candidato).
V. M.—Y la luz se hizo, hermano mío. Al dárseos la
luz masónica descubriréis sobre el altar que está ante
vos, las tres grandes luces de la masonería: la Sagrada
Biblia, la escuadra y el compás, a la luz de las tres me-
■unos, de las cuales estas bujías colocadas en posición
triangular son representativas. La Sagrada Biblia es la
26 RITUAL UNIVERSAL

regla y guía de la fe, la escuadra, para normar nuestras


acciones y el compás para circunscribirnos dentro de
los límites debidos con la humanidad y muy especial­
mente con un hermano masón. Las tres luces menores
son el sol, la luna y el Maestro de la Logia, cuya expli­
cación simbólica es así: como el sol gobierna el día y la
luna gobierna la noche, así debe el V. M. empeñarse y
dirigir y gobernar su logia con igual regularidad.
( E l V . M.se retira hacia Oriente y avanzand
V. M.— Ahora me véis aproximarme a vos, de Oriente,
bajo la guarda y signo de un Aprendiz Masón.
V. M.— El Aprendiz Masón, avanza con el pie izquier­
do, trayendo el talón del derecho al hueco del izquierdo,
formando el ángulo de un cuadrilongo. Esta es la guarda
(lahace) y alude a la posición de vuestras manos mien­
tras hacíais vuestro juramento. Este es el signo: (lo hace)
y alude a la pena de ese juramento. Esta guarda y sig­
no deben darse siempre como saludo al V. M. al entrar
o salir de una Logia de Aprendices.
Ahora, en prueba de amistad y amor fraternal, os doy
la mano derecha y con ella el tocamiento y la palabra sa­
grada del Aprendiz Masón; pero como aún no estáis ins­
truido en esto, el que ha contestado por vos hasta aho­
ra, contestará por vos en esta vez.
V. M .— (A l ler. Diác.)— Tomadme, H. como yo os
tomo.
V. M.—Yo aclamo,
ler. Diác.— Yo oculto.
ler. Diác.— Todos los secretos de un A. M. a que este
tocamiento alude.
V. M.— ¡Qué es esto?
ler. Diác.— Un tocamiento.
RITUAL UNIVERSAL 27

V. M.— ¿De qué?


ler. Diác.—De un aprendiz Masón.
V. M.— ¿Tiene una palabra?
ler. Diác.— La tiene.
V. M.— ¿Me la queréis dar?
ler. Diác.— No la recibí así y tampoco puedo darla
así.
V. M.— ¿Cómo la podéis dar?
ler. Diác.—Deletreada o por mitades.
V. M.— Deletreadla y comenzad.
ler. Diác.— Comenzad vos.
V. M.—Vos comenzad.
ler. Diác.— ( Comienzaydla palabra en la forma re­
glamentaria).
V. M.— (* ) (Leda la mano al candidato y lo ayuda
a levantarse).— Levantóos, H., y saludad al lo. y 2o. Vi­
gilantes, para satisfacerlos de que estáis en posesión del
paso, guarda, signo, tocamiento y palabra de un Aprendiz
Masón.
(E l ler. Diác. conduce al
tres golpes, que son contestados
lo).
2o. Vig. — ¿Quién va?
ler. Diác.— Un digno H. Aprendiz Masón.
2o. Vig.— Cómo puedo saber que lo es?
ler. Diác.— Por ciertos signos y un tocamiento.
2o. Vig.— ¿Cuáles son éstos?
ler. Diác.—Angulos rectos, horizontales y perpendicu­
lares.
2o. Vig.— Dadme un signo.
(E l ler. Diác. hace el signo de guarda de Aprendiz).
2o. Vig.— ¿Hace alusión a algo?
28 RITUAL UNIVERSAL

ler. Diác.— Sí, a la posición de mis manos mientras


hacía mi juramento.
2o. Vig.— ¿Tenéis otro signo?
ler. Diác.— Sí. (hace elsigno).
2o. Vig.— ¿Hace alusión a algo?
ler. Diác.— Sí, a la pena dé mi juramento.
2o. Vig.— ¿Qué es un tocamiento?
ler. Diác.— Un medio por el cual un masón puede re­
conocer a otro lo mismo en la obscuridad que en la luz.
2o. Vig.—Dadme un tocamiento.
Cand.— (Dáel tocamiento).
2o. Vig.— ¿Qué es esto?
Cand.— Un tocamiento.
2o. Vig.— ¿De qué?
Cand.— De Aprendiz Masón.
2o. Vig.— ¿Tiene una palabra?
Cand.— Sí.
2o. Vig.— ¿Me la queréis dar?
Cand.— No la recibí así y tampoco puedo darla así.
2o. Vig.— ¿Cómo podréis darla?
Cand.—Deletreada o por mitades.
2o. Vig.— Deletreadla y comenzad.
Cand.— Comenzad vos.
2o. Vig.—Vos comenzad.
Cand.— (Comienza y la da en la forma usual).
2o. Vig.— La palabra es correcta, estoy satisfecho.— H.
ler. Diác., conducid al candidato al H. ler. Vig. para su
examen.
ler. Diác.— (Conduce alcandidato al Her. ler. Vig.,
con quien se repite el acto anterior y después al V. M. en
Oriente).
V. M.— (* * * ) H. mío: ahora os presento un mandil de
cuero blanco o piel de cordero, es un emblema de ino­
cencia y el distintivo del masón; más antiguo que el
Toisón de Oro y el Aguila Romana, más honroso que el
de y el de cualquiera otra Orden
que se os pudiera conferir ahora o en lo futuro, por Rey,
Príncipe, potentado o persona alguna excepto un masón.
Espero que lo usaréis con tanto gusto para vos, como
honor para la fraternidad. Llevadlo al Ser. ler. Vig., en
el Occidente, quien os enseñará cómo debéis, usarlo co­
mo Aprendiz Masón.
( E l V . M. vuelveasu asiento, y sienta al gremio).
(E l ler. Diác. conduce al candidato al H. ler. Vig.).
ler. Diác.— H. ler. Vig., es la voluntad del V. M. en el
Oriente, que nuestro nuevo H. sea enseñado por vos a
usar el mandil como Aprendiz Masón.
ler. Vig.— Her. mío, en la construcción del templo de
Salomón, había tres clases principales de albañiles, o
masones, las cuales se distinguían por el modo peculiar
con que usaban sus mandiles: los aprendices usaban los
suyos con la solapa levantada, para proteger sus ropas.
Así, her. mío, usaréis el vuestro, mientras trabajéis con
nosotros como Aprendiz Masón; pero recordad que aun­
que esas manchas en el vestido constituían más bien
un crédito que una desgracia para el Aprendiz, el masón
debe conservar este mandil como emblema de inocencia,
que no debe manchar el mundo.
ler. Diác.— (Conduce al candidato al Altar, saluda al
V. M. y dice): Vuestras órdenes han sido obedecidas,
V. M.
V. M.— Her. mío: de acuerdo con una antigua cos­
tumbre practicada en todas las Logias bien gobernadas,
es necesario ahora que depositéis algo en metálico, no
30 RITUAL UNIVERSAL

por su valor intrínseco, sino para anotarlo en los regis­


tros de los archivos de esta Logia, en memoria de que
fuisteis iniciado como Aprendiz Masón.
ler. Diác.— (Alcandidato). Registraos bien, a fin de
que veáis si tenéis algo en metálico.
Cand.— (Aconsejadopor el ler. Diác.). No tengo
absolutamente nada, V. M.
V. M.—Esto es para recordaros que ahora estáis en
una situación de extrema pobreza. Si alguna vez en lo
futuro os encontráis un amigo, especialmente un her­
mano en iguales circunstancias, deberéis contribuir tan
liberalmente en su ayuda, como podáis, sin perjuicio vues­
tro. Ahora seréis conducido al lugar de donde vinisteis,
se os devolverán vuestras ropas y demás objetos y vol­
veréis a esta Logia para recibir más instrucción.
(El ler. Diác. y el candidato regresan al altar, saludan
al V. M. y de ahí se dirigen a la puerta, donde el can­
didato queda a cargo del M. de C., quien lo conduce al
cuarto de preparación y una vez que se ha vestido, vuelve
a la Logia, siendo recibido por el ler. Diác. Se dirigen
nuevamente al altar y saludan al M .)
V. M.— Her. mío: ahora seréis colocado en la esqui­
na Noreste de la Logia como el más nuevo de los Apren­
dices. Formad con vuestros pies el ángulo recto de un
cuadrilongo y con el cuerpo recto mirando hacia el Orien­
te. Ahora, hermano mío, estáis parado como un masón
justo y perfecto, y yo os encargo que trabajéis y obréis
siempre como tal. Ahora os presento las herramientas
de trabajo de un Aprendiz y os enseñaré a usarlas. Las
herramientas de un Aprendiz, son: la regla de 24 pul­
gadas y el martillo. La regla de 24 pulgadas es un ins­
trumento usado por los albañiles para medir y trazar sus
RITUAL UNIVERSAL 31

trabajos; pero nosotros, como libres y aceptados maso­


nes, estamos enseñados a usarla para el más noble y glo­
rioso propósito de dividir nuestro tiempo; estando divi­
dida en 24 partes iguales, la tomamos como símbolo de
las 24 horas del día, las cuales se nos ha enseñado a di­
vidir en tres partes iguales, teniendo así: ocho horas
para el servicio de Dios y de un hermano en desgracia;
ocho para nuestras ocupaciones de costumbre y ocho
para el descanso y el sueño. El martillo es un instru­
mento usado por los albañiles, para labrar la piedra bru­
ta y adaptarla para la construcción del edificio; pero a
nosotros, como libres y aceptados masones, se nos ha en­
señado a usarlo para el propósito más noble y glorioso de
destruir en nuestra mente y en nuestra conciencia, to­
dos los vicios y superfluidades de la vida, adaptando así
nuestros cuerpos vivientes para ese edificio espiritual que
no se hace con las manos y es eterno en los cielos.
V. M.— (* * * ).— Habiendo sido iniciado ahora en los
primeros principios de la Masonería, os congratulo por
haber sido aceptado en esta antigua y honorable Orden;
tan antigua que ha subsistido desde tiempo inmemorial,
y tan honorable que hace en todos sus detalles que sean
honorables todos los hombres que deseen sujetarse a
sus preceptos. Ninguna institución se ha formado sobre
mejores principios o cimientos más sólidos, ni jamás se
han establecido más excelentes reglas y máximas úti­
les, que las que se inculcan en las diversas lecciones ma­
sónicas. Los más grandes y mejores hombres de todas
las épocas han fomentado y estimulado este arte y nun­
ca han considerado degradante para su dignidad po­
nerse al nivel de la fraternidad, impartirle sus privilegios
y patrocinar sus asambleas. Hay tres grandes deberes
32 RITUAL UNIVERSAL

que como masón deberéis siempre tener presentes: para


con Dios, para con vuestro prójimo y para con vos mis­
mo. Para con Dios el de no mencionar su nombre, sino
con la reverencia y respeto que la creatura debe a su Crea­
dor, implorar su ayuda para todas vuestras empresas le­
gítimas y estimarlo como la más alta bondad. Para con
vuestro prójimo obrando siempre rectamente (a escua­
dra) portándoos con El como deseárais que El se por­
tara con vos. Y para vos con vos mismo, evitando toda
irregularidad e intemperancia, que son en detrimento de
vuestras facultades y degradan la dignidad de vuestra
profesión. Un celoso apego a estos detalles aseguran la
estimación pública y privada. Para con el Estado, seréis
un ciudadano pacífico, leal a vuestro gobierno y justo con
vuestra patria. No apoyaréis la deslealtad o la rebelión,
sino que os someteréis con paciencia a la autoridad legal
y os adaptaréis con agrado al gobierno del país en que
viváis. En vuestro comportamiento exterior, evitaréis la
censura y el reproche. No permitáis que el interés, favor
o prejuicio desvíen vuestra integridad o influyan en vos
para que cometáis faltas o actos deshonrosos. Aunque
vuestra asistencia a nuestras tenidas regulares es solicita­
da con empeño, eso no quiere decir que la Masonería deba
oponerse a vuestras ocupaciones necesarias, pues éstas
no deben descuidarse por ningún motivo, ni se espera que
por vuestro celo a nuestra Institución, os dejéis llevar a
disputas con aquellos que por su ignorancia, pudieran
ridiculizarla. En vuestras horas desocupadas, podéis ade­
lantar en conocimientos masónicos, conversando con her­
manos instruidos, quienes estarán siempre tan bien dis­
puestos a daros instrucción, como vos para recibirla. Fi­
nalmente : conservad ocultos e invisibles los secretos de
nuestra Orden, pues ellos serán los que os distinguirán del
resto de la comunidad y el grado de vuestra estimación
entre los masones^
Si entre el círculo de vuestros conocidos encontráis a
alguná persona deseosa de ser iniciada en la Masonería,
tened escrupuloso cuidado de no recomendarlo a me­
nos que estéis convencido de que se adaptará a nuestras
reglas, a fin de que el honor, gloria y reputación de la
Institución, queden firmemente establecidas y el mundo
en general convencido de sus buenos efectos. (* ) (Sienta,
al gremio.)
I N S T R U C C I O N

V. M.— ¿Como Ap. Masón, de dónde venís?


ler. Vig.— De una Logia de San Juan de Jerusalem.
V. M.— ¿Qué venís a hacer aquí?
ler. Vig.—A aprender a subyugar mis pasiones y ha­
cer progresos en la Masonería.
V. M.— Si es así, supongo que sois masón,
ler. Vig.— Mis HH. me reconocen como tal.
V. M.— ¿Qué os hace ser masón?
ler. Vig.— Mi juramento.
V. M.— ¿Y cómo?
ler. Vig.— Por haber sido probado, nunca negado y es­
tar dispuesto a ser probado de nuevo.
V. M.— ¿Cómo puedo saber que sois masón?
ler. Vig.— Por ciertos signos, un tocamiento, una pa­
labra y los puntos perfectos de mi entrada.
V. M.— ¿Qué son esos signos?
ler. Vig.— Angulos rectos, horizontales y perpendicu­
lares.
V. M.— ¿Qué es un tocamiento?
34 RITUAL UNIVERSAL

ler. Vig.— Un medio fraternal y amistoso, por el cual


un masón puede reconocer a otro, lo mismo en la obscu­
ridad que en la luz.
V. M.— Dadme un signo,
ler. Vig.— (Lo hace).
V. M.— ¿Cómo se llama?
ler. Vig.— La guarda de un A. M.
V. M.— ¿Hace alusión a algo?
ler. Vig.— Si, a la posición en que puse las manos al
hacer mi juramento.
V. M.— Dadme otro signo,
ler. Vig.— (Lo hace).
V. M.— ¿Cómo se llama?
ler. Vig.— El signo de un aprendiz Masón.
V. M.— ¿Hace alusión a algo?
ler. Vig.— Sí, a la pena de mi juramento.
V. M.— Dadme un tocamiento,
ler. Vig.— (Lo da).
V. M.— Yo inquiero,
ler. Vig.— Yo oculto.
V. M.— ¿Qué ocultáis?
ler. Vig.— Todos los secretos de los masones, dentro
de la masonería, excepto para aquel o aquellos a quienes
por derecho pertenecen.
V. M.— ¿Qué es eso?
ler. Vig.— El toe. de un A. M.
V. M.— ¿Tiene una palabra?
ler. Vig.— La tiene.
V. M.— Dádmela. í
ler. Vig.— No la recibí así y no puedo darla así.
V. M.— ¿Cómo podéis darla?
ler. Vig.— Por letras o p o r . .......... con vos.
RITUAL UNIVERSAL 35

V. M .— Deletreadla y comenzad. »
ler. Vig.— No, comenzad vos.
V. M.— Vos comenzad.
(Se da en la forma usual).
V. M.— La palabra, es correcta. Concedido. ¿Dónde
fuisteis iniciado A. M,?
ler. Vig.— En una Logia justa y legalmente constitui­
da de MM.
V. M.— ¿Dónde fuisteis preparado primero?
ler. Vig.— En mi corazón.
V. M.— ¿Y después?
ler. Vig.— En un cuarto adjunto a una Logia de Ma­
sones, justa y legalmente constituida.
V. M.— ¿Cómo fuisteis preparado?
ler. Vig.— Fui despojado de todo objeto metálico y me
dejaron semivestido y semidesnudo, ni calzado ni descal­
co, los ojos vendados y una cuerda atada al cuello, en
<uya condición fui conducido a la puerta de la Logia, por
un amigo, quien después encontré que era un H.
V. M.— ¿Cómo supisteis que era una puerta estando
con los ojos vendados?
ler. Vig.— Porque encontré resistencia y después fui
admitido.
V. M .— ¿Cómo conseguisteis ser admitido?
ler. Vig.— Por tres golpes distintos que di con mi pro-
pla «nano.
V. M.— ¿Qué se os dijo adentro?
Ier. Vig.— ¿Quién va?
V. M.— ¿Vuestra contestación?
ler. Vig.— Un candidato pobre y ciego deseoso de pa­
ñi' de las tinieblas a, la luz y de recibir parte de los dere-
0] i <l uc e s y beneficios de esta Resp. Log. erigida a Dios
36 RITUAL UNIVERSAL

y dedicada a San Juan Bautista y a San Juan Evan­


gelista, como más de un H. y Comp. lo han hecho antes
que yo.
Y. M.— ¿Qué se os preguntó después?
ler: Vig.— Si era de mi libre y espontánea voluntad,
si estaba debida y verdaderamente preparado, si era dig­
no y tenía los merecimientos necesarios, y habiendo con­
testado afirmativamente se me preguntó, por qué otro
derecho o beneficio esperaba yo ser admitido.
V. M.— ¿Vuestra contestación?
* ler. Vig.— Por ser un hombre de nacimiento libre, ma­
yor de edad y bien recomendado.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.— Se me dijo que esperara con paciencia has­
ta que el V. M. fuera informado de mi solicitud y volvie­
ra su contestación.
V. M.— ¿Cuál fué su contestación?
ler. Vig.— Dejadlo entrar y que sea recibido en debida
forma.
V. M.— ¿Cómo fuisteis recibido?
ler. Vig.— Con la punta de un instrumento agudo
puesto sobre mí pecho izquierdo desnudo.
V. M.— ¿Qué se dispuso que se hiciera con vos?
ler. Vig.— Que fuese conducido al centro de la Logia,
donde se me hizo arrodillar y orar.
V. M.—Después de orar ¿qué se os dijo? (
ler. Vig.— Que en quién ponía mi confianza.
V. M.— ¿Vuestra contestación?
ler. Vig.— En Dios.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.— Estando mi confianza en Dios, estaba bien
fundada; fui tomado de la mano derecha, se me ordenó
RITUAL UNIVERSAL 37

que me levantara, seguir a mi guía y no temer daño al­


guno.
V. M.— ¿A dónde seguisteis a vuestro guía?
ler. Vig.— A dar una vuelta alrededor del altar y des­
pués se me llevó ante el 2o. Vig. en el Sur, quien me
hizo las mismas preguntas que me fueron hechas en la
puerta, a las que di las mismas respuestas.
V. M.— ¿Cómo dispuso de vos el 2o. Vig?
ler. Vig.— Ordenó que fuese conducido ante el ler.
Vig. en Occidente, donde me fueron hechas las mismas
preguntas anteriores, a las que di las mismas respues­
tas. .
V. M.— ¿Cómo dispuso de vos el ler. Vig.?
ler. Vig.— Ordenó que fuese conducido ante el V. M.,
en el Oriente, quien me hizo las mismas preguntas a las
que di las mismas contestaciones anteriores.
V. M.— ¿Cómo dispuso de vos el V. M.?
ler. Vig.— Ordenó que fuese conducido otra vez al
ler. Vig. en Occidente, quien me enseñó a aproximarme
a Oriente, avanzando con un paso regular, mis pies
formando el ángulo recto de un cuadrilongo, mi cuerpo
¡veto, dando frente al V. M. en el Oriente.
V. M.— ¿Qué hizo con vos el V. M.?
ler. Vig.— Me inició como aprendiz masón?
V. M.— ¿Cómo?
ler. Vig.— En debida forma?
V. M.— ¿Cuál es esa debida forma?
ler. Vig.— Arrodillado con la rodilla izquierda, la de­
ludía formando un ángulo recto, el cuerpo erguido, la
mano izquierda sosteniendo la Sagrada Biblia, la escua­
dra, y el compás, la derecha descansando sobre los mis-

m
38 RITUAL UNIVERSAL

m os, en cu y a p o s ic ió n . M ee m i ju ra m en to de aprendiz
m asón.
V. M.— R epetidlo,
le r . V ig.— (L o re p ite ).
V, M.— D espués de h acer vu estro ju ra m en to, ¿qu é se
os p reg u n tó?
le r. V ig.-—Qué era lo que m ás deseaba.
V. M.— ¿V uestra co n testa ción ?
le r. V ig.— Luz. >
V. M.— ¿L a recibisteis?
ler. V ig.— Sí.
V. M .— ¿C óm o?
le r. V ig.— P or orden, del V. M. y c o n la ayu d a de los
HH.
V. M .— A l recib ir la luz ¿qu é fu é lo prim ero que des­
cu bristeis?
le r. V ig.— Las tres grandes lu ces de la m asonería, a
la lu z de las tres m enores.
V. M.—-¿Cuáles son las tres gran des luces de la M aso­
n e ría ?
le r . Vig.— La S agrad a B iblia, la escuadra y el co m ­
pás.
V. M.— ¿Q ué n os enseñan m a són ica m en te?
le r. V ig.— La B iblia es la regla y g u ía de la fe, la es­
cu a d ra a n o rm a r n u estras a ccion es y el com p ás a circu n s­
crib irn os y con servarn os den tro de los ju stos límites p a ra
c o n la h u m a n id ad y m u y especialm ente para co n u n H.
m asón .
V. M.— ¿C uáles son las tres lu ces m en ores?
le r. V ig.— El Sol, la L u n a y el M aestro de la L ogia.
V. M.— ¿C óm o se exp lican ?
le r. V ig.— Así co m o el sol gobiern a el día y la lu n a la
RITUAL UNIVERSAL 39

noche, así el V. M. debe empeñarse en gobernar su lo­


gia con igual regularidad.
V. M.— ¿Cómo están representadas?
ler. Vig.— Por tres bujías encendidas y colocadas en
posición triangular en la logia.
V. M .— ¿Qué descubristeis después?
ler. Vig.-—Al V. M. aproximándose del Oriente bajo la
guarda y signo de un aprendiz, quien en prueba de amor
fraternal me dio la mano y con ella la garra y la palabra
ele un aprendiz, me ordenó levantarme y saludar a los vi­
gilantes como tal.
V. M.— Depués de saludar a los vigilantes, ¿qué vis­
teis?
ler. Vig.— Al V. M. acercándose nuevamente del Orien­
te, quien me presentó el mandil de cuero blanco o ca­
britilla y me informó que era un emblema de inocencia
y el distintivo de los masones, más antiguos que el Toi­
són de Oro o el Aguila Romana, más honroso que la “ Ha-
rretier y la Estrella” o que el que por cualquiera otra or­
den pudiera serme conferida entonces o en lo futuro por
príncipe, rey, o potentado o por cualquiera otra per­
sona, excepto un masón, y el cual esperaba que yo usara
con igual placer para mí que honor para la fraterni-
dad. Me dijo que lo llevara al ler. Vig. quien me enseñó
a usarlo como aprendiz.
V. M.— ¿Cómo debe usar su mandil un aprendiz?
ler. Vig.— Con la solapa levantada hacia arriba.
V. M.—Después de habérseos enseñado a usar vuestro
mandil como aprendiz, ¿qué se os dijo?
ler. Vig.— Que de acuerdo con una antigua costum­
bre en todas las logias regulares y bien gobernadas era
necesario que se me excitara a depositar algún objeto
metálico, no por su estimación o valor intrínseco, sino
para que fuera anotado en los registros en los archivos
de la logia, en memoria de que había yo sido hecho ma­
són, pero después de haberme buscado perfectamente,
encontré que no tenía absolutamente nada.
V. M.— ¿Cómo se dispuso entonces de vos?
ler. Vig.— Se ordenó que fuera yo conducido al lugar
de donde había venido, para que me vistiera y se me de­
volviera todo aquello de que había sido despojado y que
regresara a la logia por más instrucción.
V. M.— A vuestro regreso a la Logia, ¿dónde fuisteis
colocado como el más nuevo de los aprendices?
ler. Vig.—-En la esquina Noreste, mis pies formando
el ángulo recto de un cuadrilongo, mi cuerpo recto danc
frente al V. M. en el Oriente, quien se sirvió decir que
estaba yo parado entonces como un masón justo y co­
rrecto y me encargó trabajar y obrar siempre como tal.
V. M.— ¿Qué os presentó entonces el V. M.?
ler. Vig.— Las herramientas de un aprendiz, y me en­
señó sus usos.
V. M.— ¿Cuáles son las herramientas de un aprendiz?
ler. Vig.— La regla de 24 pulgadas y el martillo.
V. M.— ¿Cuáles son sus usos?
ler. Vig.— La regla de 24 pulgadas es un instrumen­
to usado por los albañiles para medir y trazar el traba­
jo, pero nosotros, como libres y aceptados masones, lo usa­
mos para el propósito más noble y glorioso de dividir nues­
tro tiempo. Estando dividida en 24 partes iguales es
emblemática de las 24 horas del día, las que se nos en­
seña a dividir en tres partes iguales, obteniendo 8 horas
para el servicio de Dios y de un hermano en desgracia, 8
RITUAL UNIVERSAL 41

para nuestras ocupaciones usuales y 8 para el descanso


y eJ sueño.
El martillo es un instrumento usado por los albañiles
para desbastar la piedra bruta y adaptarla a la cons-
trucción de los edificios, pero nosotros, como libres y acep­
tados masones somos enseñados a usarlo para el propó­
sito más noble y glorioso de despojar nuestras mentes y
nuestra conciencia de todos los vicios y superfluidades
en la vida, adaptando así nuestros cuerpos, como piedras
vivientes, para el edificio espiritual que no se construye
con las manos y es eterno en los cielos.
V. M.—Aquí termina, Hno. mío, la primera parte de la
instrucción, el conocimiento exacto del cual es necesario
para que podáis pasar al siguiente grado; añora pasare­
mos a la segunda parte, la cual es una explicación de las
distintas ceremonias porque habéis pasado.

SEGUNDA SECCION

V. M.— ¿Por qué fuisteis despojado de toda substancia


metálica cuando se os hizo masón?
ler. Vig.— Por dos razones, primero para que no tu­
viera ningún objeto de carácter ofensivo o defensivo den-
tro de la Logia; segundo, que en la construcción del tem­
plo de Salomón no se oía ruido de hacha, martillo o ar­
tículo alguno de fierro.
V. M.— ¿Cómo podía erigirse un edificio de tan estu­
pendas magnitudes sin la ayuda de algunas herramien­
tas de hierro?
ler. Vig.— Porque las piedras eran labradas y eseua-
11radas en las canteras de donde procedían, la madera cor­
42 EITUAL UNIVERSAL

tad a y prep arada e n las selvas de L íbano, llevadas en


flota s a Jopá y de a h í p or tierra a Jerusalem , don d e se
arm ab an c o n clavos de m ad era prep arados para ese ob­
je to y cu a n d o el edificio se levantó, sus diversas, partes
a ju sta b a n con tal exactitu d , que m ás p a recía n la obra del
S u prem o A rq u itecto del U niverso que de m an os h u m a ­
nas.
Y. M.— ¿P or qu é estábais n i vestido n i desn u do?
ler. V ig.— P orqu e la m ason ería n o ju zg a al h om b re
p o r sus riquezas u h on ores m u n d an os, era p or lo tantcf*"
-para enseñar que eran las cu alidades intern as y n o las
exteriores del h om bre las que lo deben h acer d ig n o de h e­
c h o m asón.
V. M .— ¿P or qu é estábais n i calzad o n i descalzo?
ler. Vig.— -Esto estaba de acu erdo co n u n a costu m b re
israelita. D ice en el libro de R u th que de esta m anera,
en tiem pos an tigu os, al h a cer sus cam bios y sus rescates,
para co n firm a r sus operaciones, un h om bre se quitaba el
zapato y se lo daba a su v ecin o; eso era un testim on io en
Israel. Esto se hizo, p o r lo tan to, para dem ostrar la sin ­
cerid ad de n u estras in ten cion es en el asu n to a que está­
b am os en tregados en ese m om en to.
V. M.— ¿P or qu é se os ven daron los o jo s y se os p u so
u n a cu erda al cu ello?
le r. V ig.— P or tres razon es: prim era, que así co m o y o
estaba en la obscu rida d así debía conservar al m u n d o
exterior, en lo fu tu ro, lo que se refiere a los secretos de
la m asonería, hasta que los o b ten g a n de la m an era legal
co m o y o los iba. a obtener. S eg u n d a : que m i cora zón
aprendiera a o cu lta r antes que m is o jo s m iraran las b e­
llezas de la m ason ería. T e rcera : que en caso de que m e
h u biera reh u sado a som eterm e a las form as y cerem o­
nias, de la m ason ería en con trán dosem e in d ign o de ser
tom a d o de la m a n o co m o h erm an o, p od ría haber sido
sacado de la lo g ia p o r m edio de la cuerda, sin que p u ­
diera ver n i su form a.
V. M .— ¿P or qué se os h izo dar tres golpes m arcad os?
ler. V ig.— P or dos razon es: prim era para llam ar la
a ten ción de la L og ia e in fo rm a r al V. M. que estaba y o
preparado pa ra la in icia ció ji y segunda p ara recordarm e
cierto tex to de las escrituras : Pide y se te dará, b u sca y
en con trarás, to ca y se te abrirá.
V. M.— ¿C óm o aplicásteis eso a vuestra situ ación del
m om en to?
ler. Vig.-—P edí u n a recom en d a ción a u n am igo para
ser a dm itido co m o m a só n , p or su recom en d ación fu i in i­
ciado, toq u é a la p u erta de la logia y m e fu é abierta.
V. M .— ¿P or qu é se os recib ió co n la p u n ta de un ins­
tru m en to a g u d o?
le r. V ig.— P ara enseñarm e que así com o ese era un
instrum ento de tortu ra para la carne, así debería ser el
recuerdo en m i con cie n cia si algu n a vez estuviere a p u n ­
to de revelar a lgu n o de los secretos de la m ason ería ilegal­
m ente.
V. M .— ¿P or qué se os h izo arrodillaros y orar?
ler. V ig.— P orqu e n in g ú n h om b re debe en trar en em ­
presa im porta n te algu n a, sin antes in vocar las b en d icio­
nes de la Deidad.
V. M .— ¿P or qué se os p reg u n tó en quién pon íais vues-
tra. con fia n za ?
ler. V ig.— P orqu e de acu erdo c o n u n a an tigu a cos­
tum bre m asón ica, n in g ú n ateo puede ser adm itido com o
m asón, y era por lo tanto, necesario que declarara y o m i,
44 RITUAL UNIVERSAL

creencia en Dios; de otro modo no habría juramento que


constituyera un verdadero compromiso para mí.
V. M.— ¿Por qué se os tomó de la mano derecha y se
os ordenó levantaros, seguir a vuestro guía y no temer
ningún daño?
ler. Vig.— Para demostrar que en las condiciones en
que me encontraba no podía yo prever ni evitar el peli­
gro y estaba yo en manos de un amigo leal en cuya fi-
delidad\podía yo confiar.
V. M.— ¿Por qué fuisteis conducido una vez alrededor
del altar.
ler. Vig.— Porque toda logia regular y bien gobernada
representa el templo de Salomón en el cual había guar­
dias situados en las puertas del Sur, Occidente y Oriente
para ver que nadie entrase o saliese, excepto aquellos que
tuvieran las cualidades necesarias y su permiso. Era por
lo mismo necesario que yo encontrara varios obstáculos
para que fuera debidamente examinado antes de poder
ser hecho masón.
V. M.— ¿Por qué se os hizo arrodillar con la rodilla iz­
quierda desnuda?
ler. Vig.— Porque el lado izquierdo ha sido tomado co­
mo el más débil del hombre y así indicaba que la parte
más débil de la masonería era a la que iba yo entrando,
la del aprendiz masón.
V. M.— ¿Por qué se os hizo poner la mano derecha so­
bre la Biblia, el compás y la escuadra?
ler. Vig.— Porque la mano derecha ha sido conside­
rada por nuestros antiguos hermanos como el asiento de
la fidelidad, la cual se representaba algunas veces por dos
manos unidas y otras por dos figuras humanas, estre-
RITUAL UNIVERSAL 45

citándose las manos derechas y por lo mismo la mano


derecha ha sido tomada como prueba de nuestra since­
ridad y en testimonio de nuestra fidelidad sobre el asun­
to en que estábamos empeñados.
V. M.— ¿Por qué se os presentó el mandil de cabritilla
como el verdadero distintivo del masón?
ler. Vig.— Porque el cordero ha sido considerado en
todas las edades como el emblema de la inocencia, por lo
mismo todo aquel que usa la cabritilla como distintivo de
la masonería por ella tiene siempre presente la pureza de
vida y de conducta que son esencialmente necesarias para
ser admitido en la logia celestial allá arriba, que está
presidida por el Gran Arquitecto del Universo.
V. M.— ¿Por qué se os pidió que depositárais algún
objeto metálico?
ler. Vig.— Para recordarme la situación de extremada
pobreza en que entonces me encontraba si alguna vez en
el futuro me encuentro un amigo y muy especialmente
un hermano en circunstancias parecidas, debo contribuir
tan liberalmente en su ayuda como me sea posible, sin
perjuicio para mí mismo.
V. M.— ¿Por qué fuisteis colocado en la esquina Nor­
este como el más nuevo de los aprendices?
ler. Vig.— Porque en albañilería la primera piedra
de un edificio que se pone es generalmente la de la es­
quina Nor-este. Por eso fui puesto ahí para recibir estas
primeras instrucciones sobre las cuales debo construir
mi futuro edificio moral y masónico.
RITUAL UNIVERSAL

T E R C E R A SECCION

V. M,— ¿Q ué es u n a L ogia?
ler. Vig.-— C ierto n ú m ero de m asones debid am en te
congregados,, co n la biblia, la, escuadra y el com p ás y una
•capta patente que los au torice a trabajar.
¥. M .— ¿D ón de se reu n ía n generalm ente nu estros a n ­
tig u o s h erm an os?
ler. V ig.— En las colin as o en los valles.
V. M .— ¿P or qu é?
le r . V ig.— P ara p od er ver m e jo r a los espías y p rofa n os
■que se a cerca ra n al subir o bajar.
V. M .— ¿C uál es la form a de u n a L og ia ?
ler. V ig.— U n cu adrilon go.
V. M.— ¿D e qu é la rg o?
le r. V ig.— -D e'O riente a O ccidente.
V. M.— ¿D e quéa n ch o?
ler. V ig.— D esde el N orte hasta el Sur.
V. M.-— ¿De qué a ltu ra?
ler. Vig.;— Desde la tierra h asta el cielo.
V. M ,— ¿D e qu é p rofu n d id a d ?
le r. Vir.— D esde su superficie h asta el centro.
V. M.— ¿P or qu é es de tan gran des dim en sion es?
ler. Vig.— Para dem ostrar la grandeza de la m a so­
n ería y qu e el criterio m a són ico debe ser igu a lm en te a m ­
p lio.
V. M .— ¿C óm o está sostenido este gran ed ificio?
le r . V ig.— P or tres grandes colum nas.
V. M .— ¿C óm o se llam a n ?
ler. V ig.— Sabiduría, F uerza y Belleza.
V. M .— ¿P or qué se llam an así?
le r . Vig.-— P orqu e es n ecesario que h aya sabid u ría al
RITUAL UNIVERSAL 47

delinear, fuerza para sostener y belleza para adornar toda


empresa grande e importante.
V. M.— ¿Cómo las representan?
ler. Vig.— El V. M. representa da columna de la sabi­
duría, se supone la sabiduría necesaria para abrir su
Logia, poner al gremio a trabajar y darle las instrucciones
debidas. El ler. Vigilante representa la columna de la
fuerza, siendo sus deberes ayudar al V. M. a abrir y cerrar
su logia, pagar sus salarios al personal si se le debe y ver
que nadie salga descontento, pues la armonía es la fuerza
y sostén de todas las sociedades y más especialmente de
la nuestra. El 2o. Vigilante representa la columna de la
belleza, su deber es observar el sol en su altura meridiana,
que es la gloria y belleza del día.
V. M.— ¿Cómo está cubierta superiormente la logia?
ler. Vig.— Por un dosel con nubes y un cielo estrellado
donde todo buen masón tiene la esperanza de llegar con
la ayuda de la escala teológica que vió Jacob en su visión
ascender desde la tierra hasta el cielo y cuyos tres tramos
principales se denominan Pe, Esperanza y Caridad y que
nos excitan a tener Fe en Dios, Esperanza en la inmorta­
lidad y Caridad para toda la humanidad.
V. M.— ¿Cuál de éstas es la principal?
ler. Vig.— La Caridad.
V. M.— ¿Por qué?
ler. Vig.— Porque la Fe puede perderse, la Esperanza
terminar con el gozo, mientras que la Caridad se extiende
Oiá:: allá de la tumba, hasta la inmensa mansión de la
i trinidad.
V. M.— ¿Qué mueblarlo tiene una logia?
ler. Vig.— La Biblia, la escuadra y el compás.
V IV!. ¿A quiénes están dedicados?
48 RITUAL UNIVERSAL

ler. Vig.— La Biblia nos señala el sendero que conduce


a la felicidad y está dedicada a Dios; la escuadra nos
enseña a normar nuestra conducta por los principios de
la moralidad y la virtud y está dedicada al V. M., y el com­
pásaos enseña a limitar nuestros deseos en todas las cir­
cunstancias y está dedicada al gremio.
V. M.— ¿Cómo los usamos?
ler. Vig.— La Biblia está dedicada al servicio de Dios,
porque es el inestimable legado de Dios a los hombres y
sobre ella tomamos sus juramentos a los hermanos nue­
vos que admitimos. La escuadra al V. M., porque siendo
la insignia propia de su cargo, le recuerda constante­
mente sus deberes para con la logia porque ha sido electo
para presidirla. El compás al gremio, porque con la de­
bida atención a su uso se le enseña a normar sus deseos
y limitar sus pasiones.
V. M.— ¿Cuáles son los ornamentos de una logia?
ler. Vig.— El pavimento de mosaico, el borde dentado
y la estrella flamígera.
V. M.— ¿Qué representan?
ler. Vig.— El pavimento de mosaico representa el piso
bajo del templo de Salomón, el borde dentado el hermoso
borde que lo rodeaba y la estrella flamígera en el centro
es conmemorativa de la estrella que se apareció como
guía a los sabios del Oriente hacia el lugar del nacimiento
del Salvador.
V. M.— ¿De qué son emblemas?
ler. Vig.— El pavimento de mosaico es emblemático
de la vida humana, sembrada del bien y del mal; el borde
dentado que lo rodea, de las bendiciones y consuelos que
nos rodean y que tenemos esperanza de obtener por núes-
KITUAL tJNIVEHSAL 49

ti ii. lo orí la Divina Providencia que está geroglíficamente


representada por la estrella flamígera en el centro,
v M.— ¿Cuántas luces tiene una logia?
lor. Vig.— Tres,
v M.—¿Cómo están situadas?
ler. Vig.-—Al Oriente, al Occidente y al Sur.
V M.— ¿Ninguna al Norte?
lor. Vir.— Ninguna,
v JVf.— ¿Por qué no?
lor. Vig.— Porque el templo de Salomón estaba situado
lo ii ul norte de la elíptica que los rayos del Sol y de la
I .miu a su altura meridiana no entraban a su parte, que
quedaba más al norte, y así nosotros, masónicamente, 11a-
innmos al norte el lugar de la obscuridad.
V. M.— ¿Cuántas joyas tiene una logia?
lor. Vig.— Seis. Tres movibles y tres inmóviles.
V. M.— ¿Cuáles son las joyas movibles?
ler. Vig.—La escuadra, el nivel y la plomada.
V. M.— ¿Qué nos enseñan masónicamente?
lor. Vig.— La escuadra, moralidad; el nivel, igualdad,
y ln plomada, rectitud de vida.
v M.— ¿Cuáles son las joyas inmóviles?
lor. Vig.— La piedra bruta es una piedra en su estado
iml iiral, tal como se saca de la cantera, la piedra cúbica
• Iii que ya está lista por la mano de los trabajadores,
pnru ser ajustada por medio de las herramientas del com-
i' Mino. La tabla de dibujo es para que el maestro dibuje
*n , planos en ella.
v ML— ¿Qué nos hacen recordar?
lor. Vig.— La piedra bruta nos recuerda nuestro estado
m i ni al de rudeza e imperfección, la piedra cúbica el es-
tmlo do perfección a que esperamos llegar por medio de
50 RITUAL UNIVERSAL

una educación virtuosa, de nuestro empeño, y de las ben­


diciones de Dios. La tabla de dibujo nos recuerda que
como el albañil construye su edificio temporal de acuerdo
con las reglas y diseños trazados en su tabla, así debemos
empeñamos en erigir nuestro edificio espiritual de acuer­
do con las reglas y designios trazados por el G. A. D. U.
en el libro de la vida, que es nuestra tabla espiritual de
dibujo.
V. M.— ¿Cómo debe estar situada una logia?
ler. Vig.— De Oriente a Occidente.
V. M.— ¿Por qué?
ler. Vig.— Porque así estaba el templo de Salomón.
V. M.— ¿Por qué estaba situado así el templo de Salo­
món?
ler. Vig.— Porque Moisés, después de haber conducido
a los hijos de Israel a través del Mar Rojo, cuando eran
perseguidos por Faraón y sus huestes, por mandato divino
erigió un tabernáculo de Oriente a Occidente para perpe­
tuar el recuerdo de aquel poderoso viento del Oriente, que
les indicó el camino de su milagrosa salvación y también
para recibir los rayos del sol naciente; y como ese taber­
náculo erá un modelo exacto del templo de Salomón, así
una logia debe estar situada de Oriente a Occidente.
V. M.— ¿A quién eran dedicadas las logias antigua­
mente?
ler. Vig.— Al rey Salomón.
V. M.— ¿Por qué?
ler. Vig.— Porque él fué nuestro primer excelentísimo
gran maestro.
V. M.— ¿A quiénes se les dedican en los tiempos mo­
dernos?
ler. Vig.— A San Juan Bautista y a San Juan Evange­
lista, que fueron eminentes sostenedores de la masonería
y desdo su tiempo se hace figurar en toda logia regular y
bien gobernada, un punto dentro de un círculo; el punto
representa a un hermano individualmente y el círculo el
límite de sus deberes para con Dios y para con los hom­
bre::, más allá del cual no debe permitir que sus pasiones,
prejuicios o intereses le traicionen en ningún caso. El
circulo está encerrado entre dos líneas paralelas perpen-
(llculures que representan a San Juan Bautista y a San
Juun Evangelista, que eran perfectas paralelas así en la
ei Lstiandád como en la masonería; en el vértice descansa
el libro de las sagradas escrituras y mientras el masón se
conserva dentro de este círculo, es imposible que cometa
error.
V. M.— ¿Cuáles son los dogmas de vuestra perfección?
ler. Vig.— Amor fraternal, ayuda y verdad.
Amor Fraternal: Como práctica del amor fraternal se
nos enseña a ver a toda la especie humana como una sola
familia, al que esté arriba y al que esté abajo, al rico y al
pobre, quienes, como creados por un Padre Todopoderoso,
ion habitantes del mismo planeta y deben ayudarse y pro­
tegerse unos a otros. Bajo este principio, la masonería
une a los hombres de todos los países, sectas y opiniones,
y eoncilia con verdadera amistad a todos aquellos que de
Otm manera estarían siempre distanciados.
A nuda.— Ayudar al necesitado es un deber que in-
«be a todos los hombres, particularmente a los maso-
ne:¡ que están ligados por lazos indisolubles de sincero
•fleto. Compadecer al desdichado, condolerse de su in-
fi'i tiin¡o y sus miserias y restaurar la paz en sus mentes
il’.obimlas es nuestra mira, sobre esta base formamos
nuestras amistades y establecemos nuestras relaciones.
de toda virtud. Ser bueno y verídico es la primera lección
que se nos enseña en masonería. Es el tema de nuestros
propósitos y por sus dictados nos empeñamos en normar
nuestra conducta. De aquí que, influenciados por este
principio, la Hipocresía y el engaño son desconocidos en­
tre nosotros; la sinceridad y buena fe nos distinguen y
nuestro corazón y nuestra lengua al unísono se alegran
y regocijan de la prosperidad de los demás.
V. M.— Me habéis informado que podría reconoceros
por ciertos signos, un tocamiento, una palabra y los pun­
tos perfectos de vuestra entrada; me habéis dado los sig­
nos, tocamientos y palabra, ahora deseo que me expli­
quéis los puntos perfectos de vuestra entrada. ¿Cuántos
y cuáles son?
ler. Vig.— Son cuatro: el gutural, el pectoral, el ma­
nual y el pedal, que aluden a las cuatro virtudes cardi­
nales: Temperancia, Fortaleza, Prudencia y Justicia.
Temperancia:es la restricción debida sobre nuestros
afectos y pasiones que hace al cuerpo dócil y gobernable
y libra a la mente de las tentaciones del vicio. Esta vir­
tud debe ser una práctica constante de todo masón, pues
así se enseña a evitar todo exceso y contraer hábitos
licenciosos o vicios cuya tolerancia podría llevarlo hasta
el punto de divulgar algunos de los valiosos secretos que
ha prometido ocultar y nunca revelar; lo que, por conse­
cuencia, haría que fuese detestado de,todos los buenos
masones, si no lo hicieran sufrir la pena de su juramento,
al cual alude el gutural.
Fortaleza:es el propósito firme y noble de la mente
por medio del cual somos capaces de soportar cualquier
dolor, daño o peligro, siempre que lo creamos prudente.
RITUAL UNIVERSAL 53

Entu virtud está igualmente distante del impulsivismo que


<ir la cobardía, y como la anterior, debe gravarse profun­
damente en la mente de todo masón como salvaguardia
y seguridad contra cualquier ataque ilegal de que pu-
ilina ser objeto por la fuerza o cualquier otro medio de
exigirle alguno de los valiosos secretos que solemnemente
Me le lian confiado, lo que de una manera emblemática fué
representado en su primera admisión a la logia, siendo
recibido con la punta de un instrumento agudo sobre su
■pocho izquierdo desnudo. Esto hace alusión al pectoral.
Prudencia:nos enseña a normar nuestra vida y ac-
eIones, de acuerdo con los dictados de la razón, y por
medio de este hábito juzgamos sabiamente y determina-
no inos prudentemente acerca de todas las cosas relativas
a nuestra felicidad presente y futura. Esta virtud debe
ei ¡icculiarmente característica de todo masón, no sólo
ii.ini. el gobierno de su conducta mientras está en la logia,
sino también en el mundo exterior. Debe tenerla presente
cuando esté en compañía de extraños para no dejar esca­
lar ni el menor signo, tocamiento o palabra por medio
<l(i los cuales pudieran obtenerse ilegalmente los secretos
do la masonería, recordando la solemne ocasión en que
arrodillado sobre su rodilla izquierda desnuda, la derecha
formando una escuadra, su mano izquierda sosteniendo
la Iíiblia, el compás y la escuadra, y la mano derecha so­
bo- los mismos, lo cual alude al manual.
Justicia:es el límite del derecho; nos enseña a dar a
Clidu uno sin distinción aquello a que tiene derecho. Esta
Vi rti id, no sólo está establecida por las leyes divinas y hu-
iilimas, sino que es la liga que sostiene a la sociedad
civil. La justicia, que es verdadera medida, distingue al
hombre que es verdaderamente bueno; así, todo masón,
54 RITUAL UNIVERSAL

debe invariablemente practicarla y nunca desviarse en lo


más mínimo de sus principios, recordando cuando fué
puesto en el ángulo Nor-este de la logia, sus pies forman­
do un ángulo recto. Esto alude al pedal.
V. M.— ¿Cómo servían los aprendices a sus maestros
en los tiempos antiguos y deben servirles en los modernos?
ler. Vig.— Con libertad, fervor y celo.
V. M.— ¿Cómo los representamos?
ler. Vig.— Con gis, carbón y barro.
V. M.— ¿Por qué?
ler. Vig.— Porque no hay nada más libre que el gis que
con el más ligero toque deja una raya a su paso; nada
más ferviente que el carbón, que, cuando se enciende
debidamente, funde hasta el metal más tenaz; nada más
celoso que el barro, la madre tierra que es empleada cons­
tantemente para provecho del hombre y es un emblema
que nos recuerda que “ como de ella venimos, a ella todos
volveremos” .
V. M.— Aquí terminan, Hno. mío, las instrucciones de
este grado.

CLAUSURA EN PRIMER GRADO

V. M.— (* ) Hno. 2o. Diác.: ¿cuál es el último, así como


el primer cuidado de los masones cuando están reunidos
en logia?
2o. Diác.—Ver que estamos a cubierto, V. M.
V. M.—Ved si estamos a cubierto e informad al G. T.
Ex. que estoy por cerrar esta logia de aprendices y que
se gobierne de acuerdo.
2o. Diác.— (Inform a alG.y dice):
cubierto.
V. M.— ¿Cómo estamos a cubierto, Hno. 2o. Diác.?
2o. Diác.— Por un hermano M. M. afuera de la puerta,
armado con los implementos propios de su oficio.
V. M.— ¿Cuáles son sus deberes ahí?
2o. D iác— Alejar a todos los espías y profanos y ver
que nadie entre o salga, excepto aquellos que tengan dere-
cho a tillo y permiso del V. M.
V. M.— (* ) Hno. ler. Vig., como aprendiz masón ¿de
dónde venís?
ler. Vig.— De una logia de San Juan Bautista de Jeru-
Knl em.
V. M.— ¿Qué venís a hacer aquí?
ler. Vig.— A aprender a subyugar mis pasiones y me­
jorarme en masonería.
V. M.— Entonces, presumo que sois masón,
ler. Vig.— Como tal soy tomado y aceptado entre mis
lo Tíñanos y compañeros.
V. M.— ¿Qué os hace ser masón?
ler. Vig.— Mi juramento.
V. M.— ¿Dónde fuisteis hecho A. M.?
ler. Vig.— En una logia justa y legalmente constituida
de aprendices masones.
V. M.— ¿Cuántos componen una logia de aprendices?
ler. Vig.— Siete o más.
v. M.— Cuando se compone de siete, ¿quiénes son?
ler Vig.— El V. M., el lo. y '2o. Vigilantes, Tesorero*
Secretario y lo. y 2o. Diáconos.
v M.— ¿Cuál es el lugar del 2o. Diácono en la logia?
ler. Vig.— A la derecha del ler. Vigilante, en el Occi­
d en te.
v M.— (* ) ¿Cuáles son vuestros deberes ahí, Hno. 2o.
Diácono?
56 RITUAL UNIVERSAL

2o. Diác.—Llevar mensajes del ler. Vig. en Occidente


al 2o. Vig. en el Sur, o a cualquier otro lugar de la logia
que me mande y ver que estemos a cubierto.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del ler. Diác. en logia?
2a. Diác.— A la derecha del V. M., en el Oriente.
V. M.— (* ) ¿Cuáles son vuestros deberes ahí, Hno. ler.
Diácono?
ler. Diác.— Llevar mensajes del V. M. en el Oriente al
ler. Vig. en el Occidente y a cualquier otro lugar donde
me ordene, recibir y acomodar a los visitantes, recibir y
conducir a los candidatos.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del Secretario en la logia?
ler. Diác.—A la izquierda del V. M., en el Oriente.
V. M.— ('**) (Llama al
lantes).— ¿Cuáles son vuestros deberes ahí, Hno. Srio.?
Srio.—Observar los deseos del V. M., llevar las actas
de la logia, recibir el dinero y entregarlo al Hno. Tesorero.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del Tesorero en la logia?
Srio.-—A la derecha del V. M., en el Oriente.
V. M.— ¿Cuáles son vuestros deberes ahí, hermano
Tesorero?
Tes.—Recibir el dinero de manos del Srio. Llevar una
cuenta regular del mismo y pagarlo por orden del V. M.
con el consentimiento de la logia.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del 2o. Vigilante en la logia,
H. Tesorero?
Tes.—En el Sur, V. M.
V. M.— ¿Por qué estáis en el Sur Hermano Segundo
Vigilante y cuáles son vuestros deberes ahí?
2o. Vig.— Como el Sol es la gloria y belleza del día,
cuando está en el Zenit, así está en el Sur el 2o. Vig. para
mejor observar el tiempo, llamar al gremio del trabajo al
RITUAL UNIVERSAL 57

recreo, vigilarlo para que no convierta el recreo en intem­


perancia y exceso, llamarlos otra vez al trabajo a su de­
bido tiempo para que el V. M. reciba placer y los herma­
nos provecho.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del ler. Vigilante en logia?
2o. Vig.— En el Occidente, V. M.
V. M.— ¿Por qué estáis en el Occidente y cuáles son
vuestros deberes ahí, hermano ler. Vig.?
ler. Vig.— Así como el Sol está en el Occidente al ter­
minar el día, así el ler. Vig. en el Occidente para ayudar
ni V. M. a abrir y cerrar la logia, pagar al gremio sus sala­
r i o s si se le deben y ver que ninguno se vaya disgustado;
pues la armonía es la fuerza y sostén de todas las socie­
dades y muy especialmente de la nuestra.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del V. M. en la logia, hermano
ler. Vig.?
ler. Vig.— En el Oriente.
V. M.— ¿Por qué en el Oriente Hno. ler. Vig. y cuáles
son sus deberes ahí?
ler. Vig.— Como el Sol se levanta en el Oriente para
abrir y gobernar el día, así se levanta el V. M. en el Orien-
te para abrir y gobernar su logia, poner al gremio a tra­
bajar dándole buenas y saludables instrucciones para su
trabajo.
V. M.— (* * * )— Hermano ler. Vigilante es mi voluntad
que esta logia ........................ núm..................
sea cerrada en el primer grado de la Masonería, comuni­
cad esta orden al 2o. Vigilante en el Sur y él al gremio
para su gobierno.
ler. Vig.— Hermano 2o. Vigilante, la voluntad del
V. M. en el Oriente, que esta lo g ia .............................. .

*— —
núm. . . ............ cierre sus trabajos en el
primer grado, tomad nota y gobernaos de acuerdo.
2o. Vig.— Es la voluntad del V. M. en el Oriente, que
esta logia cierre sus trabajos en el primer grado de la
Masonería, tomad nota y gobernaos de acuerdo. Vista a
Oriente. (Se hacen los signos y después se dan (* * * ).
V. M.— (* * * )— a la Gloria del Gran Arquitecto del
Universo, en su nombre, por la confraternidad Universal,
y en virtud de las facultades de que me hayo investido
por la libre voluntad de mis hermanos declaro esta logia
............................... núm cerrada en
debida forma en el primer grado. Hermano 2o. Diácono
informad al Guarda-Templo; Hermano ler. Diácono apa­
gad las tres Grandes Luces. (* )

REANUDACION DE LOS TRABAJOS


EN EL TERCER GRADO

V. M.—Hermano ler. Vigilante, aseguráos de que todos


los presentes son Maestros Masones.
{El ler. Vigilante baja de
sentes la palabrade pasey
en igual forma lo haráelH
r2o. Vigil
e
hermanos de su columna, y
ler. Vig.— Todos los presentes son Maestros masones
V. M.
V. M.— ( * ) — Hermano 2o. Diácono, ¿cuál es el primer
cuidado de los masones cuando se reúnen en logia?
2o. Diác.— Ver que la logia esté a cubierto, V. M.
V. M.— Ved si estamos a cubierto e informad al Guar­
da-Templo, que voy a pasar de una logia de Maestros ma­
sones del recreo al trabajo y decidle que obre de acuerdo.
RITUAL UNIVERSAL 59

{El2o. Diácono, sale del Templo y avisa al hermano


auarda-Templo, la orden del V. M. y al regresar dice al
V. M . ) :
2o. Diác.—La logia está a euebierto V. M.
V. M.— ¿Cómo estamos a cubierto, Hermano 2o. Diác.?
2o. Diác.—Por un hermano Maestro masón fuera de
la puerta del Templo, armado con el implemento de su
oficio.
V. M.— ¿Cuáles son sus deberes ahí?
2o. Diác.— Alejar a todos los espías y profanos, y ver
que nadie entre o salga excepto aquellos que tengan dere­
cho a ello y permiso del V. M.
V. M,— ( * ) — (Sienta al 2o.Hermano 2o. Vi­
gilante, ¿qué hora es?
2o. Vig.— Pasa la hora del medio día, V. M.
V. M.—Pasando una hora del medio día, llamad al
gremio del recreo al trabajo en el tercer grado.
2o. Vig.— (* * * )— Hermanos: es la voluntad del V. M.
cu el Oriente que esta logia .......................... pase del
recreo al trabajo en el tercer grado, tomad nota y gober­
nóos de acuerdo. Vista a Oriente. (Se hacen los signos).
V. M.— Declaro esta logia en trabajo en el tercer gra­
do; Hermano 2o. Diácono informad al Guarda-Templo;
Hermano ler. Diácono arreglad las tres Grandes Luces.
(da un (* ).
2o. Diác.—Están cumplidas vuestras órdenes, V. M.
V. M.— ( * ) — (Sienta al 2o. Diácono).

CLAUSURA DE LOS TRABAJOS


EN EL TERCER GRADO

V. M.— Hermano ler. Vigilante, ¿tenéis algo qué comu-


nlcar ante esta logia de Maestros Masones?
60 RITUAL UNIVERSAL

ler. Vig.— ( s
o
d

n
a
v
e
L) Nada en Occidente, V. M.
V. M. — ¿Algo en el Sur, Hermano 2o. Vigilante?
2o. Vig. — ( L
s)Nada en el Sur, V. M.
o
d

n
a
v
e
V. M.— Hermano Secretario, ¿tenéis algo en vuestra
mesa?
Sec.— Nada, V. M.
V. M.— (* ) Hermano 2o. Diácono ¿cuál es el último,
lo mismo que el primer cuidado de los masones cuando
están reunidos en logia?
2o. Diác.-^-Ver que la logia esté a cubierto.
V. M.—Ved si estamos a cubierto e informad al Guar­
da-Templo que estoy por cerrar los trabajos y decidle que
obre de acuerdo.
2o. Diác.— (Sale, comunica
dice):L a logia está a cubierto, V. M.
V. M.— ¿Cómo estamos a cubierto, Hermano 2o. Diác.?
2o. Diác.— Por un Hermano Maestro Masón fuera de
la puerta, armado con el implemento de su oficio.
V. M.— ¿Cuáles son sus deberes ahí?
2o. Diác.— Alejar a todos los espías y profanos y ver
que nadie entre o salga excepto aquellos que tengan dere­
cho y permiso del V. M.
V. M.— ( * ) — (Sienta 2
l o.
a Hermano ler. Vi­
gilante, ¿sois Maestro Masón?
ler. Vig.— Lo soy.
V. M.— ¿Que os indujo a ser Maestro Masón?
ler. Vig.— Para recibir salario de Maestro y estar por
lo mismo mejor capacitado para sostenerme a mí mismo
y a mi familia y contribuir a la ayuda de los Maestros
Masones, sus viudas y huérfanos.
V. M.— ¿Dónde fuisteis hecho Maestro Masón?
S I T U A I. UNIVERSAL 61

ler. Vig.— En una logia de Maestros Masones, justa y


1e¡ ni
l mente constituida.
V. M.— ¿Cuántos componen una logia de Maestros
Masones?
ler. Vig.—Tres o más.
V. M.— Cuando se compone de sólo tres, ¿quienes son?
ler. Vig.— El V. M., ler y 2o. Vigilantes.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del 2o. Vigilante en logia?
ler. Vig.— En el Sur.
V. M.— (* * ) Por qué estáis en el Sur, Hermano 2o.
Vigilante, y cuáles son vuestros deberes ahí?
2o. Vig.— Así como el Sol cuando está en el Sur en su
altura meridiana es la gloria y belleza del día, así está el
2o Vigilante en el Sur para mejor observar el tiempo y
pura llamar,al gremio del trabajo al recreo, vigilarlo para
que no convierta el recreo en intemperancia o exceso, o
Humarlo otra vez al trabajo a su debido tiempo para que
el v. M. reciba placer y los hermanos provecho.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del ler. Vigilante en la logia?
2o. Vig.— En el Occidente, V. M.
V. M.— ¿Por qué estáis en el Occidente, Hermano ler.
Vigilante y cuáles son vuestros deberes ahí?
1iT. Vig.— Así como el Sol está en el Occidente al ce-
rmi’ el día, así está el ler. Vigilante en el Occidente para
ayudar al V. M. a abrir y cerrar su logia, pagar al gremio
H'u .'ulanos si se le deben y ver que ninguno vaya dis-
gii.'itiulo, la armonía es la fuerza y sostén de todas las
((iclcdades y muy especialmente de la nuestra.
V M.— ¿Cuál es el lugar del V. M. en la logia?
i ( r. Vig.— En el Oriente.
v M.— ¿Por qué está en el Oriente, Hermano ler. Ví-
filmil.c y cuáles son sus deberes ahí?
62 RITUAL UNIVERSAL

ler. Vig.— Como el Sol se levanta en el Oriente para


abrir y gobernar el día, así se levanta el V. M. en el
Oriente para abrir y gobernar su logia, poner al gremio
a trabajar y darle buenas y saludables instrucciones para
su trabajo.
V. M.— (* * * )— Hermano ler. Vigilante: es mi voluntad
que esta Respetable Logia .......................
núm. ....................... seacerrada,comunicadest
orden al gremio para su gobierno.
ler. Vig.— Hermano 2o. vigilante, es voluntad del V.
M. en el Oriente, que esta Resp. Logia ...................
núm sea cerrada, comunicad esta orden al gremio
para su gobierno.
2o. Vig.— Hermanos, es la voluntad del V. M. en el
Oriente comunicada a mí por el hermano ler. vigilante
en el Occidente, que esta Resp. L o g ia . ................. .
núm. sea cerrada tomad nota y gobernaos de
acuerdo. Vista al Oriente. (Se hacen los signos y dan (* * * ).
V. M.—Hermano ler. Vigilante, ¿cómo se reúnen los
masones?
ler. Vig.—Por el Nivel, V. M.
V. M.— Hermano 2o. Vigilante, ¿cómo obran los ma­
sones?
2o. Vig.— Por la plomada, V. M.
V. M.— Y se separan por la Escuadra, que siempre nos
reunamos, obremos y nos separemos así, y ahora que las
bendiciones del Cielo caigan sobre nosotros y todos los ma­
sones regulares; que el amor prevalezca entre nosotros, y
que todas las virtudes morales y sociales nos unan.
V. M.—A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo,
en su nombre, por la Confraternidad Universal, bajo los
auspicios de la muy Respetable Gran Logia..................
RITUAL UNIVERSAL

v en virtud de los poderes que me hallo investido por la


libro voluntad de mis hermanos, deelaro cerrada esta Res-
petublc Logia..................................... núm...........en de-
bldu lo l ina. Hermano 2o. Diácono, informad al Guarda-
Templo. Hermano ler. Diácono apagad las tres Grandes
Luces. (* ).

APERTURA EN EL SEGUNDO GRADO

v. M.— (* ) Hermano ler. vigilante, aseguraos de que


todos los presentes son Compañeros Masones.
lor. Vig.— ( * ) — Hermanos lo. y 2o. Diáconos, aproxi-
iirnos a Occidente, comunicadme al oído la palabra de
Iluso de un compañero; ahora pedidla a los hermanos a
derecha e izquierda con la misma precaución, excepto al
2-> vig liante y comunicadla al V. M. en el Oriente.
( Toman la palabra a todos los hermanos y después el
2o 1 Háconose la da al lo. y éste al V.
V. M.— Hermano ler. Vigilante la palabra es ?
lor. Vig—Todos los presentes son compañeros maso-
non
V M.- -Hermano 2o. Diácono ¿cuál es el primer cui-
<i.i )«. de los masones cuando se encuentran reunidos en
la logia?
2o. Diác.— Ver que la logia esté a cubierto.
V M.— Ved si estamos a cubierto e informad al H.
©lmrda-Templo, que estoy por abrir una logia de Compa-
ílri'o Masones y decidle que obre de acuerdo. 2o. Diá-
0 i nn> rim
plela orden).
2<> Diác.— La logia está a cubierto, V. M.
v IVL. --¿Cómo estamos a cubierto hermano 2o. Diá­
cono?
64 RITUAL UNIVERSAL

2o. Diác.—Por un hermano Maestro masón fuera de


la puerta armado con el implemento propio de su oficio.
V. M.— ¿Cuáles son sus deberes ahí?
2o. Diác.— Alejar a todos los espías y profanos y ver
que nadie entre o salga excepto aquellos que tengan de­
recho a ello y permiso del V. M. ( al 2o. Diáco­
no) (*).
V. M.— ( * ) — Hermano priver vigilante, venís o conti­
nuáis.
ler. Vig.— Continúo.
V. M.— ¿De dónde a dónde?
ler. Vig.— Del grado de aprendía al de compañero.
V. M.— ¿Sois compañero?
ler. Vig.— Lo soy, probadme.
V. M.— ¿Como queréis ser probadp?
ler. Vig.— Por la escuadra.
V. M.— ¿Por qué por la escuadra?
ler. Vig.— Porque es una de las herramientas de mi
profesión.
V. M.— ¿Qué es Una escuadra?
ler. Vig.— Un ángulo de noventa grados o la cuarta
parte del círculo.
V. M.— ¿Dónde fuisteis hecho compañero?
ler. Vig.— En una logia de Compañeros, justa y legal­
mente constituida.
V. M.— ¿Cuántos componen una logia de Compañeros?
ler. Vig.— Cinco o más.
V. M.— ¿Cuál se compone de sólo cinco, y quiénes son?
ler. Vig.— El Venerable Maestro, Primero y Segundo
Vigilantes, Primero y Segundo Diáconos.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del 2o. Diácono en la logia?
ler. Vig.— A la derecha del ler. vigilante en Occidente.
RITUAL UNIVERSAL 65

V. M.— ( * ) -Cuáles son vuestros deberes ahí hermano


2o. Diácono.
2o. Diác.— Llevar mensajes del ler. vigilante en el Oc­
cidente al 2o. vigilante en el Sur o cualquier lugar de la
Logia que se me mande, y ver que la logia esté a cubierto.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del ler. Diácono en la logia?
2o. Diác.— A la derecha del V. M. en el Oriente.
V. M.— ¿Cuáles son vuestros deberes ahí, hermano
ler. Diácono?
ler. Diác.— Llevar mensajes del V. M. en el Oriente
ni ler. vigilante en el Occidente y a cualquier lugar don­
de .se me mande, recibir y acomodar a los visitantes, re­
ndir y conducir a los candidatos.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del 2o. Vig. en la logia, her­
mano ler. Diácono?
ler. Diác.— En el Sur.
V. M — (* * ) ¿Por qué estáis en el Sur hermano 2o.
vigilante, y cuáles son vuestros deberes ahí?
2o. Vig.— Como el Sol es la gloria y belleza del día
cuando está en el Zenit, así está en el Sur el 2o. vigilante,
para mejor observar el tiempo, llamar al gremio del tra­
bajo al recreo, vigilarlo para que no convierta el recreo
m intemperancia o exceso, llamarlo otra vez al trabajo
a su debido tiempo, para que el V. M. reciba placer y los
hermanos provecho.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del ler. vigilante en logia?
2o. Vig.— En el Occidente.
v M.— ¿Por qué estáis en el Occidente, hermano ler.
Vigilante y cuáles son vuestros deberes ahí?
1er. Vig.— Como el Sol está en el Occidente a la caída
di l día, así está el ler. vigilante en el Occidente para
ayudar al V. M. a abrir y cerrar su logia, pagar al gremio
sus salarios si se les debe, y ver que ninguno se vaya dis­
gustado; la armonía es la fuerza y sostén de todas las
sociedades y muy especialmente de la nuestra.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del V. M. en la logia?
ler. Vig.— En el Oriente.
V. M.— ¿Por qué en el Oriente, hermano ler. vigilante
y cuáles son sus deberes ahí?
ler. Vig.— Como el Sol se levanta en el Oriente para
abrir y gobernar el día, así se levanta el V. M. en el Orien­
te para abrir y gobernar su logia, poner al gremio a tra­
bajar dándole buenas y saludables instrucciones para su
trabajo. (El V. M. da (* * * ).
V. M.— Hermano ler. vigilante, es mi voluntad que es­
ta respetable logia, sea abierta en el segundo grado de la
masonería para el despacho de los asuntos que se presen­
ten regularmente y bajo las restricciones masónicas de
costumbre, comunicad esta orden al 2o. vigilante en el
Sur y él al gremio para su gobierno.
ler. Vig.— Hermanos y hermano 2o. vigilante, es la
voluntad del V. M. en el Oriente, que esta Resp. Logia ..
............. No seaabiertaen el segundo grado
la masonería para el despacho de los asuntos que se pre­
senten regularmente y bajo las restricciones masónicas
de costumbre, comunicad esta orden al gremio para su
gobierno.
2o. Vig.— (* * * )— Hermanos: es la voluntad del V. M.
en el Oriente comunicada a mí por el hermano primer
vigilante en el Occidente que esta Resp. Logia .......
No sea abierta en el segundo grado de la maso­
nería para el despacho de los asuntos que se presenten
regularmente y bajo las restricciones masónicas de eos-
RITUAL UNIVERSAL 67

lumbre. Tomad nota y gobernaos de acuerdo. Vista a


Oriente. (* * ) {Todos hacen los signos.)
V. M.— A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo
cm su nombre, por la Confraternidad Universal y en vir­
il '<1 de las facultades de que me hallo investido por la
libro voluntad de mis hermanos declaro esta Resp. Logia
.................... No... abierta en debida
Corma en el segundo grado de la masonería. Hermano
2<>. Diácono informad al Guarda-Templo. H. ler. Diác.
arreglad las tres Grandes Luces. (* ).

EXALTACION AL SEGUNDO GRADO.

V. M.— Hermano Maestro de Ceremonias, id al cuarto


-le preparación donde encontraréis al hermano................
. que está esperando y lo preparéis para el segun-
<lo grado, cuando esté listo conducidlo a la puerta de la
logia y hacedlo dar tres toques marcados con su propia
1 1 1 :0 1 0 . {obedece la orden y el candidato da los...

indicados, con su propia mano).


ler. Vig.— Venerable Maestro: llaman a la puerta del
cuarto de preparación.
(Ei primer diácono va a la puerta, por la derecha del
aliar, da... golpes en la puerta y él M. de C. abre la
puerta parcialmente).
( Elprimer diácono toma el compás que está sobre la
Biblia y se lo pone en el pecho al candidato).
ler. Diác.— ¿Quién va?
M. de C.— Es un hermano que ha sido regularmente
iniciado como aprendiz y ahora desea recibir más luz en
masonería, siendo ascendido al grado de compañero.
<Kl ler. Diácono se dirige al candidato):
68 RITUAL UNIVERSAL

ler. Diác.— ¿Es de vuestra libre y espontánea volun­


tad?
Candidato.— Sí.
ler. Diác.— ¿Está debidamente preparado?
M. de C.—Lo está.
ler. Diác.— ¿Es digno y tiene las cualidades necesarias?
M. de C.— Sí.
ler. Diác.— ¿Ha hecho los adelantos necesarios en el
grado anterior?
M. de C.— Los ha hecho.
ler. Vig.— ¿Por qué otro derecho o beneficio espera ser
admitido?
M. de C.— Por el beneficio de la palabra dé pase,
ler. Diác.— ¿Tiene la palabra de pase?
M. de C.— No la tiene, pero yo la daré por él.
ler. Diác.— Dádmela.
M. de C.— (Da la 'palabra pase al oído).
ler. Diác.— Dejad que espere con paciencia, hasta que
el V. M. sea informado de su solicitud y venga su contes­
tación.
(El ler. Diác. cierra la puerta, va al altar, da tres gol­
pes con su vara,saludaal V.y
V. M.— ¿Quién va?
ler. Diác.— Un hermano que ha sido regularmente ini­
ciado como aprendiz y ahora desea recibir más luz en
masonería siendo ascendido al grado de compañero.
V. M.— ¿Es su libre y espontánea voluntad?
ler. Diác.— Sí.
V. M.— ¿Está debida y verdaderamente preparado?
ler. Diác.—Lo está.
V. M.— ¿Es digno y tiene las cualidades necesarias?
ler. Diác.— Sí.
RITUAL UNIVERSAL 69

V. M.— ¿Ha hecho los adelantos necesarios en el gra­


do anterior?
ler. Diác.— Los ha hecho.
V. M.— ¿Por qué otro beneficio espera ser admitido?
ler. Diác.—Por el beneficio de la palabra de pase.
V. M.— ¿Tiene la palabra de pase?
ler. Diác.— No la tiene, pero yo la daré por él. la
palabra el ler. Diác. al V. M .).
V. M.—Reuniendo todas esas cualidades que son esen­
c i a l e s , es mi voluntad que entre a esta Logia de compañe-
ros masones, y que vos lo recibáis en la forma antigua
debida.
(Eller. Diác. vuelve a la puerta, la abre y d ice):
ler. Diác.— Es la voluntad del V. M. que el hermano
entre a esta logia de compañeros masones. M. de C.
>traduce al candidato al interior de la logia ante el altar).
ler. Diác.— Hermano mío, es la voluntad del V. M. que
os reciba en esta logia de compañeros en la forma anti­
cua y debida, yo os recibo con el ángulo de la escuadra
sobre vuestro pecho derecho desnudo, para enseñaros que
lu escuadra de la virtud debe ser regla y guía de vuestra
conducta en todas vuestras acciones futuras para con la
humanidad.
(Eller. Diác. se coloca al lado derecho del candidato,
a lohace dar dos vueltas alrededor del altar y después lo
( traduce al 2o. Vigilante en el Sur. En la primera vuelta
ni pasar -frente a cada Dignatario se da un golpe de
nde. y en la segunda dos. Mientras hace estos viajes el
V M. recita lo siguiente) :
V .M.— “ El me mostró así: he ahí que el Señor estaba
Imi ado sobre una pared hecha a plomo, con una ploma­
do. en la mano. Y el Señor me dijo: Amos, ¿qué miras? y
70 RITUAL UNIVERSAL

yo le contesté, una plomada. Entonces dijo el Señor yo


pondré una plomada en medio de mi gente de Israel. No
volveré a pasar entre ellos nunca más” .
(Alllegar el ler. Diácono frente al 2o. Vigilante
pués dela segunda vuelta, da tres golpes en el suelo con
su vara.)
2o. Vig.— ¿Quién va?
ler. Diác.—Un hermano que ha sido regularmente
iniciado como aprendiz y ahora desea recibir más luz en
masonería, siendo ascendido al grado de compañero.
2o. Vig.— ¿Es de vuestra libre y espontánea voluntad?
Candidato.— Sí.
2o. Vig.— ¿Está debida y verdaderamente preparado?
ler. Diác.— Lo está.
2o. Vig.— ¿Es digno y tiene las cualidades necesarias?
ler. Diác.— Sí.
2o. Vig.— ¿Ha hecho los adelantos necesarios en el
grado anterior?
ler. Diác.— Los ha hecho.
2o. Vig.— ¿Por qué otro derecho o beneficio espera ser
admitido?
ler. Diác.—Por el beneficio de la palabra de pase.
2o. Vig.— ¿Tiene la palabra de pase?
ler. Diác.— No la tiene, pero yo la daré por él.
2o. Vig.— Dádmela.
ler. Diác.— Da la palabra.
2o. Vig.— Conducid al hermano al ler. vigilante para
que continúe su examen.
(E l ler. Diácono conduce al candidato al ler. Vigilante
donde se hacen las mismas preguntas y se dan las mismas
respuestas anteriores).
ler. Vig.— Conducid al hermano al V. M. para su exa-
RITUAL UNIVERSAL 71

trien final o instrucción. (ElDiác. conduce al cand


da i o donde se hacen las mismas •preguntas y se dan las
mismas respuestas anteriores) .
V. M.— Hermano mío seréis conducido al ler. vigilante
en Occidente quien enseñará a acercaros al Oriente, avan-
7!indo con dos pasos regulares, vuestros pies formando el
ángulo recto, vuestro cuerpo erecto dando frente a Orien­
te al V. M. (El ler. Diác. conducecandidato él ler
la u l e pasando a la derecha del altar).
ler. Diác.—Hermano ler. vigilante, es la voluntad del
V. M. en el Oriente, que este hermano sea enseñado a
acercarse al Oriente avanzando con dos pasos regulares,
sus pies formando el ángulo recto, su cuerpo erguido dan­
do frente al V. M. en el Oriente.
ler. Vig.— Hermano ler. Diácono ved que las órdenes
del V. M. sean obedecidas.
ler. Diác.— (Hace al candidato dar frente a Oriente y
le dice:) Avanzad un paso con vuestro pie izquierdo co­
mo aprendiz, dad otro paso con el pie derecho poniendo el
talón del izquierdo en el hueco del derecho, formando el
ángulo recto, vuestro cuerpo erguido. Han sido obedeci­
das vuestras órdenes V. M.
V. M.— (Alcandidato). Hermano mío, la masonería es,
una ciencia progresiva y conforme avanzamos en conoci­
mientos, nuestras obligaciones, para con nosotros mis­
mos y para con nuestros hermanos aumentan también;
como aprendiz masón se os exigió simplemente guardar
secreto y se os inculcaron los sagrados principios de la
moralidad y la virtud por medio de hermosas ceremonias
e instrucciones; como compañero vuestros juramentos
tienen que ampliarse grandemente y, como los anterio-
ros no podrán ser nunca repudiados ni abandonados, sin
72 RITUAL UNIVERSAL

embargo, como antes, estoy en libertad de informaros que


estos nuevos juramentos, como los anteriores, no contie­
nen nada que pudieran entrar en conflicto con vuestros
deberes para con Dios, con vuestra Patria, vuestros se­
mejantes o para con vos mismo; con estas seguridades
de mi parte, como Maestro de la Logia os pregunto: ¿Te­
néis voluntad de hacer estos juramentos, como todos los
compañeros masones lo han hecho antes que vos? can­
didato da su consentimiento).
V. M.— Hermano ler. Diácono, colocad al candidato
en debida forma para ser hecho compañero masón.
ler. Diác.— (Al candidato) Avanzad, arrodillaos con
vuestra rodilla derecha desnuda, la izquierda formando
una escuadra, vuestro cuerpo erguido, la mano derecha
descansando sobre la Biblia, la escuadra y el compás, el
codo derecho formando un ángulo recto sostenido por la
escuadra.
ler. Diác.— El candidato está en debida forma V. M.
V. M.— (* * * )— Llama a la logia, se quita el sombrero,
va al altar, pone la mano sobre la Biblia, escuadra y com­
pás y le toma el juramento al candidato de la siguiente
manera:
V. M.— Hermano mío, diréis: “ Yo, vuestro nombre y
repetiréis conmigo:” Y o .......................... ......................
V. M.— Hermano mío en prueba de la sinceridad de
vuestros propósitos al hacer este juramento, besad la Bi­
blia que está abierta ante vos. candidato lo hace)
V. M.— Hermano ler. Diácono, estando ahora nuestro
hermano unido a nosotros por un lazo que no puede rom­
perse, quitadle la cuerda.
V. M.—Hermano mío, en vuestra condición presente,
¿qué es lo que más deseáis? (Dirigiéndose al candidato).
RITUAL UNIVERSAL 73

Candidato.'— (Aconsejadoél Diácono) Más luz


en masonería.
V. M.— Siendo vuestro deseo recibir más luz, la reci­
biréis. Hermanos: ayudadme a dar a vuestro hermano
más luz en masonería.
(Todos, excepto los vigilantes y formando en dos líneas
paralelas de Occidente a Oriente.)
V. M.— Al principio creó Dios los Cielos y la Tierra, y
la tierra estaba informe y vacía, y la obscuridad flotaba
sobre la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía so­
bre la faz de las aguas, y Dios dijo: HAGASE LA LUZ,
y la luz se hizo. En conmemoración de aquel sublime even­
to, yo, del mismo modo, masónicamente digo: HAGASE
LA LUZ, (alpronunciar la palabra “ luz” todos los
sentes suenan recio las manos y golpean el suelo con los
pies, y el ler. Diácono le quita la venda al candidato) y
ahí está la LUZ.
V. M.— (A l candidato)— Hermano mío, al dárseos la
luz descubriréis una punta del compás descubierta mien­
tras la otra está oculta, esto es para enseñaros que sólo
habéis recibido la luz masónica parcialmente.
(ElV. M. se retira del ara y después avanza nuevamen­
te a ella diciendo:) Ahora me véis acercarme a vos desde
<1 Oriente, bajo la Guarda y signo de compañero. Her­
mano mío, el compañero masón avanza con el pie dere-
rho, trayendo el talón del izquierdo al hueco del dere­
cho, formando así en ángulo recto. Esta es la Grada
hace) y alude a la posición de vuestras manos al hacer
vuestro juramento; y este es el signo hace) y alude
a. la pena del mismo juramento. Esta Guarda y signo de­
ben hacerse siempre como saludo al V. M. al entrar o sa­
lir de una Logia de Compañeros. Ahora en prueba de la
continuación de mi amistad y amor fraternal os doy la
mano derecha y con ella el tocamiento de pase, la palabra
de pase, el tocamiento y la palabra verdadera de un
compañero masón; pero como aún no estáis instruido,
quien ha contestado por vos lo hará también ahora.
(ElV. M. tóma la mano del ler. Diácono, como
V. M.— ¿Venís o continúais?
ler. Diác.— Continúo.
V. M.:— ¿De qué a qué?
ler. Diác.— Del tocamiento de un aprendiz al toca­
miento de pase de compañero.
V. M.— Pasad, ¿qué es esto?
ler. Diác.— El tocamiento de pase de compañero.
V. M.— ¿Tiene una palabra?
ler. Diác.— La tiene.
V. M.— Dádmela,
ler. Diác.— La da.
V. M.—Pasad ¿qué es esto?
ler. Diác.— El tocamiento verdadero de compañero.
V. M.— ¿Tiene una palabra?
ler. Diác.— La tiene.
V. M.— Dádmela.
ler. Diác.— Ni la recibí así ni puedo darla así.
V. M.— ¿Cómo dispondréis de ella?
ler. Diác.— Por letras o sílabas, con vos.
V. M.—Deletreadla y empezad,
ler. Diác.— Empezad vos.
V. M.— Vos comenzad.
ler. Diác.— Comienza y la da en debida forma.
V. M.— Levantaos y saludad a los vigilantes como com­
pañero.
.RITUAL UNIVERSAL 75

ler. Diác.— ( Conduceal candidato al 2o. Vigilante y


da tres golpes en el suelo con su vara).
V. M.— ( * ) — Sienta a la Logia.
2o. Vig.— ¿Quién va?
ler. Diác.—Un compañero y hermano.
2o. Vig.— ¿Cómo puedo reconocerlo como tal?
ler. Diác.— Por ciertos signos y tocamientos.
2o. Vig.— ¿Cuáles son esos signos?
ler. Diác.—Angulos rectos, horizontales y perpendicu­
lares.
2o. Vig.— Dadme un signo.
ler. Diác.—Da el signo de Guarda.
2o. Vig.— ¿Hace alusión a algo?
ler. Vig.— Sí, a la posición de mis manos cuando hice
mi juramento.
2o. Vig.— ¿Tenéis otro signo?
ler. Diác.— Hace el signo de compañero.
2o. Vig.— ¿Hace alusión a algo?
ler. Diác.— Sí, a la pena de mi juramento.
2o. Vig.— ¿Qué son los tocamientos?
ler. Diác.— Ciertos tocamientos por medio de los cua­
les un masón puede reconocer a otro en la obscuridad
lo mismo que en la Luz.
2o. Vig.— Dadme un tocamiento,
ler. Diác.— Da el tocamiento de pase.
2o. Vig.— ¿Tiene una palabra?
ler. Diác.— Sí la tiene.
2o. Vig.— Dádmela.
ler. Diác.—Da la palabra de pase.
2o. Vig.— Dadme otro tocamiento,
ler. Diác.—Da el tocamiento verdadero.
2o. Vig.— ¿Tiene una palabra?
76 RITUAL UNIVERSAL

ler. Diác.— Si la tiene.


2o. Vig.— Dádmela.
ler. Diác.— Ni la recibí así ni puedo darla así.
2o. Vig.— ¿Cómo podéis darla?
ler. Diác.— Por letras o por sílabas con vos.
2o. Vig.— Deletreadla y comenzad.
ler. Diác.— Comenzad vos.
2o. Vig.— Vos comenzad.
ler. Diác.— Comienza y la da en forma.
2o. Vig.— Estoy satisfecho.
ler. Diác.— Conduce al candidato al ler. vigilante don­
de se repite lo anterior, después lo lleva al Oriente.
V. M.— Hermano mío, seréis conducido al ler. vigi­
lante en el Occidente, quien os enseñará a usar vuestro
mandil como compañero.
ler. Diác.— (Conduce alcaVigilante
dice) : Hermano ler. Vigilante es la voluntad del V. M.
en el Oriente que nuestro hermano nuevamente admitido
como compañero sea enseñado a usar su mandil.
ler. Vig.— Hermano mío en la construcción del Tem­
plo de Salomón había 8,000 compañeros quienes tenían
orden de usar sus mandiles con una punta volteada ha­
cia arriba, así usaréis el vuestro cuando estéis trabajando
entre nosotros como compañero para distinguiros de los
aprendices.
ler. Diác.— (Conducea l y
V. M., vuestras órdenes han sido obedecidas.
V. M.— Conducid al hermano a la derecha del V. M.
en el Oriente.
V. M.— Ahora os presento las herramientas de trabajo
de un compañero y os enseñaré sus usos. Las herramien­
tas del compañero son la Plomada, la Escuadra y el Nivel.
La Plomada es un instrumento usado por los albañiles
para levantar perpendiculares, la Escuadra para escua­
drar el trabajo y el Nivel para trazar horizontales; pero
nosotros como Libres y aceptados Masones, somos ense­
ñados a hacer uso de ellas para propósitos más nobles y
gloriosos; la Plomada nos (enseña) excita a caminar de­
rechos en nuestras distintas situaciones ante Dios y ante
los hombres, ajustando nuestros actos a la Escuadra o
sea la virtud, y recordando siempre que vamos viajando
sobre el nivel del tiempo hacia aquel país desconocido de
cuyos límites ningún viajero regresa.
Ahora seréis conducido al lugar de donde vinisteis
para vestiros y recobrar aquello de que fuisteis despoja­
do, después de lo cual, de acuerdo con una antigua cos­
tumbre aceptada por las Logias regulares bien goberna­
das de compañeros masones, será necesario que hagáis
una ascención por una escalera de caracol compuesta de
tres, cinco y siete escalones, a un lugar que representa la
cámara del medio del Templo de Salomón, para recibir
más instrucciones relativas al salario de un compañero,
que consiste en maíz, vino y aceite, emblemáticos de la
abundancia, la luz y la paz. candidato es conducido
al altar, saluda al V. M.y después sale al cuarto de
paración donde se viste y regresa a la logia. En la puerta
es recibido nuevamente por el ler. Diácono, quien lo pone
entre columnas).
ler. Diác.— Hermano mío, habéis sido informado por
el Venerable Maestro, de que de acuerdo con una antigua
costumbre aceptada por todas las Logias regulares bien
gobernadas es necesario, que hagáis una ascención por
una escalera de caracol, compuesta de tres, cinco y siete
escalones, a un lugar que representa la cámara del medio
78 RITUAL UNIVERSAL

del Templo de Salomón, para recibir más instrucciones


relativas al salario de un compañero y que consiste en
maíz, vino y aceite, emblemáticos de la abundancia, la sa­
lud y la paz. En cumplimiento de esa orden, yo procedo
a conduciros a la cámara del medio.
PRIMERA SECCION.
Hay dos clases de masonería, operativa y especulativa.
Por masonería operativa entendemos la aplicación
propia de las reglas de arquitectura, de las cuales se de­
riva la figura, resistencia y belleza de una estructura y de
las cuales resulta una buena proporción y una relación
justa en todas partes. Ella nos suministra morada y con­
veniente abrigo para las vicisitudes e inclemencias de
las estaciones y al mismo tiempo que muestra los afectos
de la sabiduría humana en la selección y arreglo de los
diversos materiales de que se compone un edificio, de­
muestra que se ha implantado en el hombre una base de
ciencia e industria con los propósitos mejores, más sani­
tarios y benéficos.
Por la masonería especulativa, aprendemos a subyu­
gar las pasiones, obrar a escuadra, refrenar la lengua y
hablar siempre bien, conservar el secreto y practicar la
caridad. Está enlazada con la religión en cuanto a que
nos obliga a rendir homenaje a la Deidad lo que consti­
tuye al mismo tiempo un deber y una felicidad. Al hom­
bre contemplativo lo induce a ver con reverencia y admi­
ración el Glorioso trabajo de la Creación y le inspira las
ideas más exaltadas de la perfección de su Creador.
Nosotros trabajamos como masones especulativos so­
lamente, pero nuestros antiguos hermanos trabajaban
como masones operativos y como masones especulativos,
al mismo tiempo. Trabajaban seis días y después recibían
sus salarios. No trabajaban el séptimo porque en seis días
creó Dios los Cielos y la tierra y descansó el séptimo. El
séptimo por lo tanto lo consagraban nuestros antiguos
hermanos como día de descanso de sus labores, gozando
así de frecuentes oportunidades de contemplar los glorio­
sos trabajos de la Creación y de adorar a su Gran Crea­
dor.
Al ser conducido a un lugar que representa la cámara
del medio del Templo de Salomón, observaréis varios
objetos que llamarán particularmente vuestra atención;
las dos grandes columnas, una a mano derecha y la otra
a mano izquierda, llamadas “ J ...” y “ B. .
La palabra “ B , . significa..................... y la pala­
bra. ................ significa................ Estos dos nombres
hacen alusión a la promesa de Dios a David de que su rei­
no sería fuerte y estable. Estas columnas fueron fundi­
das en los terrenos arcillosos de los bancos del Jordán, en
tre Sucooth y Zharthan donde los vasos sagrados del
Templo de Salomón fueron fundidos por Hiram Abif, el
hijo de l a viuda de l a tribu de Neftalí. Se fundieron hue­
cas para que sirvieran como depósitos seguros de los ar­
chivos de l a masonería contra todas las conflagraciones
c inundaciones. Eran de treinta y cinco codos de altura,
y estaban adornadas con capiteles de cinco codos de al­
tura, haciendo un total de cuarenta codos. Los capiteles
de cinco codos de altura, haciendo un total de cuarenta
codos. Los capiteles estaban adornados con lirios, enreda­
deras y granadas, que representan la Paz, la Unión y la
Abundancia. El lirio por la pureza de su blancura y la
soledad en que crece, denota la Paz; la enredadera verda­
dera por el entrelazamiento uniendo todas sus partes,
denota la Unión. Las granadas por la exuberancia de
sus semillas denota abundancia. Las dos columnas esta­
ban adornadas además con globos encima, que represen­
taban las esferas Terrestre y Celeste. Estos globos son dos
cuerpos esféricos en cuya superficie convexa están repre­
sentados los países, los mares y las distintas partes de la
tierra; la faz de los Cielos, las revoluciones planetarias
y otros detalles. La esfera que tiene las distintas partes
de la tierra delineadas en su superficie se llama Esfera
Terrestre y la que tiene las constelaciones y demás cuer­
pos del firmamento, Esfera Celeste. El uso principal de
estos dos globos además de servir como mapas para dis­
tinguir las partes exteriores de la tierra y la posición de
las estrellas fijas, es para ilustrar y explicar el fenómeno
producido por la revolución anual y la rotación diaria de
la tierra sobre su propio eje. Son los instrumentos más
nobles para el progreso de la mente, le da la idea más
clara a cualquier problema y al mismo tiempo le facilita
su solución. Contemplando estos dos cuerpos, nos inspi­
ramos con la debida reverencia hacia la Deidad y su obra
y nos sentimos inducidos a impulsar el estudio de la
Astronomía, la Geografía, la Navegación, y las Artes que
de ellas derivan y por medio de las cuales se ha benefi­
ciado tanto la sociedad. Estos globos también indican la
universalidad de la masonería.
Después de pasar entre estas columnas llegamos a
una escalera de caracol, compuesta de tres, cinco y siete
escalones. El número tres alude a los tres primeros gra­
dos de la masonería y también a los tres Dignatarios prin­
cipales de la logia. Imitando a nuestros antiguos herma­
nos ascenderemos estos tres escalones.
sos enla forma reglamentaria).El número cinco alude
a los cinco estilos u órdenes de arquitectura.
RITUAL UNIVERSAL 81

Por orden de arquitectura se entiende el sistema de to­


das las partes, proporciones y ornamentos de las colum­
nas o pilares o en arreglo regular de las partes de un
edificio y que unidas a una columna forman un conjun­
to hermoso completo y perfecto. Los estilos de arquitec­
tura se remontan a la primera formación de la sociedad.
Cuando el rigor de las estaciones obligó a los hombres a
idear un abrigo contra las inclemencias del tiempo, sa­
bemos que primero plantaron los árboles en los extremos
y después pusieron otros atravesados para sostener una
cubierta. Las bandas con que unieron estos árboles arri­
ba y abajo se dice que dió nacimiento a la idea de la base
y capitel de las columnas y de esta sencilla idea procede
originalmente el arte más adelantado de la arquitectura.
Los cinco estilos de arquitectura son: El Toscano, Dó­
rico, Jónico, Corintio y Compuesto.
El Toscano es el más sólido y sencillo de los cinco, fué
inventado en Toscano de donde se deriva su nombre. La
columna tiene siete diámetros de altura y su capitel, base
y cornisamiento tiene pocas molduras. La sencillez de
construcción de esta columna la hace adecuada solamente
donde el adorno no queda superfino.
El Dórico, que es liso y natural es el más antiguo y fué
inventado por los Griegos. Su columna es de ocho diáme­
tros de altura y pocas veces tiene adornos en la base ex­
cepto molduras, el friso se distingue por triglifos y el or­
namento del piso está compuesto de metopas y triglifos.
El conjunto de solidez de este orden de arquitectura ha­
ce que se le prefiera para construcciones en que se re­
tiñieren principalmente resistencia y noble sencillez.
El estilo Dórico es el mejor proporcionado de todos,
las distintas partes de que se compone están fundadas
en la posición natural de los cuerpos sólidos. En los pri­
meros tiempos de su invención eran más sencillos que
ahora. En tiempos posteriores, cuando se le comenzaron
a poner adornos, se le dió el nombre de Dórico, pues cuan­
do se comenzó a hacer en su forma sencilla y primitiva
se le llamó Toscano; de aquí que el Toscano precede al
Dórico en rango, por su parecido a dicha columna en su
forma original.
El Jónico tiene en cierto modo las proporciones me­
dias entre los órdenes más sólidos y los más delicados. Su
columna tiéne nueve módulos de altura, su capitel está
adornado con volutas y la cornisa con dentículos. La de­
licadeza y el ingenio se muestran en esta columna cuya
invención se atribuye a los Jónicos; las columnas del fa­
moso Templo de Diana en Efeso son de este orden. Se di­
ce que este orden se formó tomando como modelo el de
una mujer agradable y joven con el pelo peinado de una
forma elegante, en contraste con el Dórico que se formó
tomando como modelo el de un hombre fuerte y robusto.
El Corintio, el más rico de los cinco órdenes, está con­
siderado como obra maestra del arte, en columna tiene
diez módulos de altura, y su capitel está adornado con
dos fajas de hojas de acanto y ocho volutas que sostie­
nen el ábaco. El friso está adornado con dibujos singula­
res y la comisa con dentículos y modillones. Este orden
es usado en construcciones soberbias y magníficas. Fué
inventado el Corintio, por Calimaco, de quien se dice que
le sugirió la idea del capitel de esta columna, el caso ex­
traordinario siguiente:
Pasaba accidentalmente por la casa de una niña cuan­
do percibió una canasta de juguetes tapada con una teja
colocada sobre una raíz de acanto que la sirvienta había
RITUAL UNIVERSAL 83

dejado allí. Al crecer las ramas rebosaron la canasta y al


llegar a la teja, encontrando una construcción se dobla­
ron hacia abajo. Calimaco inspirado por este objeto, se
sentó y pintó la figura representando la base del capitel
con la canasta, el ábaco por la teja y las volutas por las
hojas dobladas.
El Compuesto se forma de los otros órdenes y fué idea­
do por los Romanos, su capitel tiene las dos filas de ho­
jas de Corintio y las volutas del Jónico, su columna tiene
el cuarto de bocel del Toscano y del Dórico, es de diez
módulos de altura y su cornisa tiene dentículos o mo­
dillones sencillos. Estas columnas se encuentran en cons­
trucciones que ostentan resistencia, elegancia y belleza.
Los órdenes adoptados por los masones son solamente
los tres originales y más antiguos: EL DORICO, EL JO­
NICO Y EL CORINTIO que fueron inventados por los
Griegos. A estos los Romanos aumentaron dos, el TOS-
CANO que hicieron más sencillo que el DORICO, y el
COMPUESTO que es más adornado que el CORINTIO,
si bien no más hermoso que éste. Los tres órdenes prime­
ros, y sin embargo, son los únicos que demuestran inven­
tiva y carácter peculiar y difieren esencialmente uno de
otro; los otros dos sólo tienen amplitud ingeniosa y sólo
difieren accidentalmente. EL TOSCANO y el DORICO
en su estilo primitivo y el compuesto es el CORINTIO en­
riquecido por el JONICO. A los Griegos, por lo tanto de­
bemos y no a los Romanos, lo que en arquitectura es
grande, juicioso y variado.
El n ú m ero cinco alude también a los cinco sentidos
del hom bre, que son: OIDO, VISTA, TACTO, OLFATO y
GUSTO. El Oído es el sentido por el cual distinguimos los
sonidos y por el que podemos gozar de los agradables en­
cantos de la música. Por él podemos gozar de los placeres
de la sociedad y comunicarnos recíprocamente con los
demás nuestros pensamientos e intenciones, nuestros pro­
pósitos y nuestros deseos, por él muestran razón y pue­
den exteriorizar sus mayores facultades y energías. El
sabio y benéfico Autor de la Naturaleza procuró por me­
dio de la formación de este sentido que fuéramos crea-
turas sociales y pudiéramos recibir de la paite mayor y
más importante de nuestros conocimientos por medio de
las enseñanzas de otros. Con ese objeto hemos sido dota­
dos del sentido del oído, para que por el propio uso de
nuestras facultades naturales nuestra felicidad sea com­
pleta.
La VISTA es el sentido por el cual distinguimos ios
objetos y en un momento, sin cambiar de lugar, ver ejér­
citos en actitud de combate, figuras de la más soberbia
estructura y toda la agradable variedad desplegada en
el panorama de la Naturaleza; por medio de este sentido
encontramos nuestro rumbo en el Océano sin caminos y
damos la vuelta al rededor del globo de la tierra, deter­
minamos su figura y dimensiones y delineamos cualquier
región o lugar de ella. Por medio de él medimos las ór­
bitas de los planetas y hacemos nuevos descubrimientos
en la esfera de estrellas fijas. Aún más, por medio de él
percibimos el genio y el humor, las pasiones y efectos de
nuestros semejantes cuando ellos más quieran ocultarlos;
así aunque la lengua se enseña a disimular y mentir el
semblante descubrirá la hipocresía al ojo perspicaz.
En fin, los rayos de luz que surten a este sentido son
la parte más admirable de la creación animada y hacen
del ojo un objeto de especial admiración. De todas las
facultades la vista es la más noble. La estructura del
RITUAL UNIVERSAL 85

ojo y sus dependencias evidencian el admirable designio


de la Naturaleza en sus distintos movimientos internos y
externos; al mismo tiempo, la variedad desplegada en los
ojos de diferentes animales; ajustados a sus distintos mo­
dos de vivir, muestran en este órgano una obra maestra
de la naturaleza.
TACTO es el sentido por medio del cual distinguimos
las distintas cualidades de los cuerpos, tales como el ca­
lor y el frío, dureza, suavidad, tersura, solidez, movi­
miento y extensión.
Estos tres sentidos, oído, vista y tacto, son los más
admirados por los masones, porque por el sentido del oído
distinguimos la palabra, por el de la vista percibimos el
signo, y por el tacto reconocemos el tocamiento por me­
dio de los cuales un masón puede reconocer a otro lo mis­
mo en la luz' que en la obscuridad.
Imitando a nuestros antiguos hermanos ascenderemos
ahora estos cinco escalones.
El número siete alude a los siete arcos y ciencias li­
bres, que son la GRAMATICA, la RETORICA, la LOGI­
CA, la ARITMETICA, la GEOMETRIA, la MUSICA y la
ASTRONOMIA.
La GRAMATICA enseña el arreglo propio de las pala­
bras de acuerdo con el idioma o dialecto de cada gente y
pronunciación excelente que nos pone en actitud de hablar
y escribir un idioma de acuerdo con la razón y el uso
correcto.
La RETORICA nos enseña a hablar copiosamente y
con facilidad sobre cualquier asunto no sólo con propie­
dad, sino con todas las ventajas de fuerza y energía in­
humándonos sabiamente a cautivar a nuestro oyente por
!4f!; la energía del argumento y la belleza de la expresión, así
sea para divertir, exhortar, amonestar o aplaudir.
La LOGICA nos enseña a guiar nuestra razón con dí-
cernimiento en el conocimiento general de las cosas y .di­
rige nuestras investigaciones hasta la verdad. Consiste
en una enseñanza normar de argumentos por medio dé los
cuales inferimos, deducimos y sacamos conclusiones de
acuerdo con ciertas premisas establecidas, admitidas o
concedidas y en ella se emplean las facultades de concep­
ción, juicio, razonamiento, y orden que se derivan natu­
ralmente de un punto a otro hasta que el asuntó en cues­
tión se determina finalmente.
La ARITMETICA nos enseña las potencias y propie­
dades de los números, que afectados en modos diversos
por letras, tablas, figuras o instrumentos por medio de
este arte, se dan razones y demostraciones para encontrar
cierto número por su relación o afinidad con otro ya co­
nocido.
La GEOMETRIA trata de las potencias y proporciones
de las magnitudes en general, donde se consideran la la­
titud, longitud y profundidad, del punto a la línea, de
la línea a la superficie y de la superficie al sólido. El
punto es una figura sin discusiones o una parte indivi­
sible del espacio. La línea es un punto continuado y una
figura de una sola dimensión: el largo. La superficie es
una figura de dos dimensiones: largo y ancho. El só­
lido es una figura de tres dimensiones: largo, ancho y
grueso. Por medio de esta ciencia el arquitecto está en
aptitud de construir sus planos y hacer sus diseños, el
general de arreglar sus soldados, el ingeniero de marcar
el terreno para los campamentos, el geógrafo para dar­
nos las dimensiones del mundo y todo lo en él contenido,.
RITUAL UNIVERSAL 87

para delinear la extensión de los mares y especificar las


divisiones de los imperios, remados y provincias. Por me­
ólo de ella también el astrónomo está en aptitud de ha­
cer sus observaciones y determinar la duración de los
tiempos y estaciones (años y cielos). En fin, la Geome-
tríaxes el fundamento de la arquitectura y la raíz de las
matemáticas.
M USICA es el arte de form a r concordancias de modo
que pueda componerse deliciosa armonía por un arreglo
matemático y proporcional de sonidos agudos, graves y
mixtos. Este arte, por una serie de experimentos ha sido
reducido a, una ciencia demostrativa en lo que respecta
a tonos e intervalos del sonido, investiga la naturaleza de
los acordes y nos enseña a encontrar la proporción entre
ellos por números.
ASTRONOMIA es el divino arte que nos enseña a leer
la sabiduría, fuerza y belleza del Creador Todopoderoso
en las sagradas páginas del Hemisferio Celeste. Con la
ayuda de la Astronomía podemos observar los movimien­
tos, medir las distancias, comprender la magnitud y cal­
cular los períodos y órbitas de los cuerpos celestes. Por
ella aprendemos el uso de globos, el sistema de los
mundos y la ley preliminar de Newton. Al ocupamos del
estudio de esta ciencia debemos notar los hechos de sin
igual sabiduría y grandeza y a través de toda la Creación
descubrir la gloria del Autor por su obra.
Imitando a nuestros antiguos hermanos ascendemos
ahora estos siete escalones.
(A l terminar siete pasos llegan frente al 2o. Vigilante
donde el lev. Diácono da con su (**'*).
2o. Vig.— ¿Quién va?
ler. Diác.— Un compañero en camino hacia la cáma­
ra. de Enmedio.
1 2o. Vig.— ¿Cómo espera ser admitido?
ler. Diác.— Por la palabra y el tocamiento de pase de
un compañero.
2o. Vig.— Dadme la palabra de pase. /
ler. Diác.— -{Da la palabra de pase).f
2o. Vig.— ¿Qué significa? /
ler. Diác.—Abundancia. f
2o. Vig.— Cómo se representa.
ler. Diác.— Por una mazorca de maíz colocadá sobre
un vado.
2o. Vig.— ¿Cómo tuvo su origen?
ler. Diác.— En una guerra entre Jefté, jue/ de los Is­
raelitas y los Efraimitas. Los Efraimitas hatean sido por
mucho tiempo gente traidora y rebelde a Quienes Jefté
había tratado sujetar por medios suaves y benignos, pe­
ro sin resultados. Enfurecidos porque no fueron invitados
a pelear y participar del botín en la guerra con los Amo­
nitas, que se unieron en poderoso Ejército. Jefté reunió
también a toda la gente de Israel, los batió y dispersó, y
para hacer su victoria más completa puso guardias en to­
dos los pasos del Río Jordán y les ordenó que si algunos
intentaban pasar les exigieran que dijeran la palabra de
P ....................... siendo una Tribu distinta no la po­
dían pronunciar correctamente y decían S ...................
Esta pequeña diferencia demostraba que eran Efrai­
mitas y les costaba la vida y cayeron esa vez 42,000 de
ellos. Desde etonces ha sido adoptada esa palabra para
poder ser admitido en una Logia regular y bien gober­
nada de compañeros masones.
2o. Vig.— Pasad.
{El ler. Diácono se dirige con él candidato al puesto
del ler. Vigilante y le dice) :
RITUAL UNIVERSAL 89

ler. Diác.—Ahora nos aproximamos a la puerta in­


terior de la cámara de enmedio del Templo de Salomón.
(A l llegar -frente al ler. Vigilante, el ler. Diácono da
tres golpes con su vara (* * * ).
ler. Vig.— ¿Quién va?
ler. Diác.— Un compañero hacia la cámara de En­
medio.
ler. Vig.— ¿Cómo espera ser admitido?
ler. Diác.— Por el tocamiento verdadero y la palabra
sagrada del compañero,
ler. Vig.— Dádmela.
(Eller. Diácono da el tocamiento).
ler. Vig.— ¿Qué es esto?
ler. Diác.— El tocamiento verdadero de un compañero
masón.
ler. Vig.— ¿Tiene una palabra?
ler. Diác.— Sí la tiene,
ler. Vig.— Dádmela.
ler. Diác.— No la recibí ni puedo darla así.
ler. Vig.— ¿Cómo podréis darla?
ler. Diác.—Por letras o por sílabas con vos.
ler. Vig.— Deletreadla y comenzad.
ler. Vig.— No, comenzad vos.
ler. Vig.— No, comenzad vos.
ler. Diác.—-Comienza y da la palabra en forma usual,
ler. Vig.— Pasad.
(El ler. Diácono conduce al candidato a Oriente y
llegar frente al V. M. da tresen el
suelo) .
V. M.— ¿Quién va?
ler. Diác.—Un compañero que desea recibir su salario.
V. M.—Hermano mío, habéis sido admitido en la cá-
90 R I T U A L U N I V E R S A L

m ar a de E n m edio en virtu d de la letra “ G”, don d e en la


co n stru cció n del T em plo de S alom ón recib ían sus sala­
rios los com pañ eros, con sistentes en m aíz, vin o y aceite.
N osotros co m o m ason es especulativos sólo recib im os com o
salario, el m aíz em blem ático de la n u trición , el vin o em ble­
m á tico del recreo y el aceite de la alegría. H erm ano Se­
cretario registrad el n om b re del h e r m a n o .........
co n derech o a recib ir salario de C om pañero m asón.
H erm ano m ío os d ije que h abíais sido ad m itid o en la
cá m ara del m edio, co m o lo véis aquí en la letra ini­
cial de la G eom etría.
La Geometría es la primera y la más noble de las cien­
cias, es la base en la que descansa la Super-estructura
de la Masonería. Por medio de ella descubrimos la natu­
raleza a través de sus numerosos laberintos hacia sus más
recónditos recintos. Por medio de ella descubrimos el
Poder, Sabiduría y Bondad del Gran Arquitecto del Uni­
verso y miramos con deleite las proporciones que rigen es­
ta enorme máquina. Por ella descubrimos cómo se mue­
ven los planetas en sus Orbitas y demostramos sus diver­
sas revoluciones. Por ella nos damos cuenta de la vuelta
de las estaciones y la variedad de escenas, que cada esta­
ción ostenta al ojo perspicaz. Innumerables mundos exis­
ten a nuestro derredor hecho todo por el mismo artis­
ta Divino, todos giran a través del inmenso espacio y to­
dos son guiados por la misma ley inefable de la natura­
leza.
Un examen de la naturaleza y la observación de sus
hermosas proporciones fué lo que primero decidió al hom­
bre a imitar el plan divino y estudiar la simetría y el or­
den. Esto dió nacimiento a las sociedades y a todas las ar­
tes útiles. El arquitecto comenzó a diseñar y los planos
que trazó mejorados por el tiempo y la experiencia, han
producido obras que son la admiración de todas las eda­
des. El transcurso del tiempo, la despiadada mano de la
ignorancia y las devastaciones de la guerra han arrui­
nado y destruido monumentos valiosos de la antigüedad
en que se han empleado los mayores esfuerzos del inge­
nio humano. Aun el templo de Salomón, tan espacioso
y construido por tantos artistas célebres, no se escapó
de los ilimitados destrozos de la fuerza bárbara. La Ma­
sonería sin embargo, sobrevive todavía. El oído atento
recibe la voz de la lengua instructiva y los misterios de
la Masonería se alejan seguros en el receptáculo de pe­
chos fieles.
Las herramientas e implementos de arquitectura, los
más expresivos emblemas, son seleccionados por la Fra­
ternidad para imprimir en la mente, serias y sabias ver­
dades, y así, a través de la sucesión de las edades, son tras­
mitidas sin menoscabo ni deterioro de las excelentes en­
señanzas de nuestra Institución.
V. M.— La letra “ G ”— {Pon pie
descubre), también alude al sagrado nombre de Dios ante
quien todos debemos de inclinarnos con humilde reveren­
cia, desde el aprendiz en la esquina Noreste, hasta el V. M.
que preside (* ) (Todosinclinan cabeza).

IMPOSICION

V. M.—Hermano mío, habiendo sido ascendido al se­


gundo grado de la masonería os congratulamos por vues­
tra obra. La masonería se fija en las cualidades interio­
res y no en las exteriores. A medida que progreséis en
conocimientos, progresaréis socialmente. No es necesario
hacer una recapitulación de los deberes que, como com­
pañero masón estáis obligado a cumplir e insistir qn la
necesidad de vuestro apego a ellos, pues vuestra propia ex­
periencia debe haber confirmado su valor. Debéis sostener
enérgicamente nuestras leyes y reglamentos y debéis ayu­
dar a ver que se cumplan debidamente. No disminuiréis
ni haréis más graves las faltas de vuestros hermanos, si­
no que en la decisión de cualquiera falta a nuestros re­
glamentos juzgaréis con sinceridad, exhortaréis con amis­
tad y reprenderéis con justicia.
Sed justo y no temáis, no habléis mal de nadie a me­
nos de que estéis seguro de que decís la verdad; evitad las
sospechas que como antiar de la fábula envenena la vida y
hace el desierto en rededor.
El estudio de las artes liberales, esa valiosa rama de la
educación que tan efectivamente tiende a pulir y ador­
nar la mente se os recomienda mucho, especialmente la
ciencia de la Geometría que está establecida como la base
de nuestro arte.
Geometría y Masonería eran originalmente palabras
sinónimas, siendo de un carácter divino y moral, contie­
ne los conocimientos más útiles, al mismo tiempo prueba
las admirables propiedades de la naturaleza, y demuestra
las verdades más importantes de la moralidad.
Vuestra conducta y comportamieto anteriores han me­
recido el honor que os hemos conferido, y en vuestro nue­
vo carácter esperamos que os sujetaréis a los principios
de la Orden perseverando en la práctica de todas las vir­
tudes recomendables.
Tal es el carácter de vuestros compromisos como com­
pañero masón y a estos deberes os habéis ligado por los
lazos más sagrados.
RITUAL UNIVERSAL m

INSTRUCCION

V. M.— Hermano ler. vigilante, ¿venís o continuáis?


ler. Vig.— Continúo.
V. M.— ¿De qué a qué?
ler. Vig.— Del grado de aprendiz al de compañero.
V. M.— ¿Sois compañero?
ler. Vig.— Lo soy, probadme.
V. M.— ¿Cómo deseáis ser probado?
ler. Vig.— Por la escuadra.
V. M.— ¿Por qué por la escuadra?
ler. Vig.—Porque la escuadra es una de las herra­
mientas de mi profesión.
V. M.— ¿Qué es una escuadra?
ler. Vig.— Un ángulo de noventa grados o sea la cuar­
ta parte del círculo.
V. M.— ¿Dónde fuisteis hecho compañero?
ler. Vig.— En una logia de compañeros, justa y legal­
mente constituida.
V. M.— ¿Cómo fuístes preparado?
ler. Vig.— Siendo despojado de todo objeto metálico,
ni vestido ni desnudo, ni calzado ni descalzo, con los
ojos vendados y una cuerda atada con doble vuelta a mi
brazo derecho desnudo y en esas condicones fui condu­
cido a la puerta de la Logia por un hermano.
V. M.— ¿Por qué fuisteis atado con una cuerda a vues­
tro brazo derecho desnudo?
ler. Vig.— Para mostrarme que como compañero es­
taba yo unido por un doble lazo a la Fraternidad.
V. M.— ¿Cómo conseguisteis ser admitido?
ler. Vig.— Por tres golpes marcados.
V. M.— ¿A qué aluden esos toques?
94 KIT UAL UNIVERSAL

ler. Vig.— A las tres joyas del compañero que son el


oído atento, la lengua instructiva y el pecho fiel.
V. M.— ¿Qué se os dijo desde adentro?
ler. Vig.— Quién va.
V. M.— ¿Vuestra contestación?
ler. Vig.— Un hermano que ha sido regularmente ini­
ciado como aprendiz y ahora desea recibir más luz en
masonería, siendo ascendido al grado de compañero.
V. M.— ¿Qué se os preguntó después?
ler. Vig.— Si era de mi libre y espontánea voluntad,
si estaba debida y verdaderamente preparado, si era dig­
no y merecedor de ello, si había hecho los adelantos sufi­
cientes en el grado anterior, habiendo contestado afir­
mativamente a todas las preguntas que se me hicieron,
preguntándoseme también que por qué otro beneficio o
derecho esperaba yo ser admitido.
V. M.— ¿Vuestra contestación? \
ler. Vig.—Por el beneficio de la palabra de pase.
V. M.—Y disteis la palabra de pase?
ler. Vig.— Yo no la di, pero mi guía la dió por mí.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.— Se me dijo que esperara con paciencia has­
ta que el Venerable Maestro fuera informado de mi so­
licitud y volviera su contestación.
V. M.— ¿Cuál fué su contestación?
ler. Vig.— Dejarlo entrar y que sea recibido en debida
forma.
V. M.— ¿Cómo fuisteis recibido?
ler. Vig.— Con el ángulo de la escuadra sobre mi pe­
cho derecho desnudo, lo cual era para enseñarme que la
escuadra de la virtud debía ser la regla y guía de todas las
acciones futuras entre la humanidad.
mismas preguntas que en la puerta y di las mismas con­
testaciones.
V. M.— ¿Cómo dispuso de vos el 2o. Vig.?
ler. Vig.— Me mandó con el ler. vigilante quien me hi­
zo las mismas preguntas y di las mismas respuestas.
V. M,— ¿Cómo dispuso de vos el ler. vigilante?
ler. Vig.— Me mandó con el Venerable Maestro quien
me hizo las mismas preguntas y di las respuestas ante­
riores.
V. M.— ¿Cómo dispuso de vos el Venerable Maestro?
ler. Vig.— Ordenó que fuera yo llevado al primer vigi­
lante en el occidente, quien me enseñó a aproximarme al
oriente, avanzando con dos pasos regulares, mis pies for­
mando el ángulo recto, mi cuerpo erguido, dando frente
al Venerable Maestro en el oriente.
V. M.— ¿Qué hizo de vos el Venerable Maestro?
ler. Vig.— Me hizo compañero masón.
V. M.— ¿Cómo?
ler. Vig.— En debida forma.
V. M.— ¿Cómo es esa debida forma?
ler. Vig.— Arrodillado con la rodilla derecha, la iz­
quierda formando un ángulo recto, mi mano derecha
descansando sobre la Biblia, la Escuadra y el Compás,
¡ni codo izquierdo formando un ángulo recto, apoyado
sobro la escuadra en cuya posición hice mi juramento.
V. M.—Repetidlo.
ler. Vig.— Repite su juramento de compañero. Pág.
No. 66.
96 RITUAL UNIVERSAL

V. M.— Después de hacer el juramento, ¿qué se os pre­


guntó?
ler. Vig.— Qué era lo que más deseaba.
V. M.— ¿Vuestra contestación?
ler. Vig.— Más luz en masonería.
V. M.— ¿La recibisteis?
ler. V ig.— Sí.
V. M.— ¿Cómo?
ler. Vig.— Por orden del V. M. y con ayuda de los
hermanos.
V. M.— ¿Al daros la luz qué fué lo que descubristeis
además de lo que ya conocíais?
ler. Vig.— Que una de las piernas del compás estaba
descubierta, lo cual era para enseñarme que sólo había
recibido la luz parcialmente.
V. M.— ¿Qué oísteis después?
ler. Vig.— Al V. M. aproximándose del Or. bajo la
guarda y signo de compañero quien en prueba de la cons­
tancia de su amistad y amor fraternal me dió la mano
de pase; el tocamiento verdadero y la palabra sagrada del
compañero y me dijo que me levantara y saludara a los
v igilantes como tal.
V. M.— Después de saludar a los vigilantes, ¿qué vis­
teis?
ler. V ig.— Al V. M . que me ordenó que fuera con el
prim er vigila nte para que me enseñara a usar el mandil
como compañero.
V. M.— ¿Cómo debe usar el mandil el compañero?
ler. Vig.— Con una de las puntas levantadas.
V. M.— ¿Después de haberos enseñado cómo usar el
mandil, cómo se dispuso de vos?
ler. Vig.— Fui conducido a la derecha del ¿V. M. en el
RITUAL UNIVERSAL 97

Oriente, quien me presentó las herramientas del com-


paficro y me enseñó sus usos.
V. M.— ¿Cuáles son sus usos?
. ler. Vig.— La plomada es un instrumento usado por
los albañiles para levantar perpendiculares, la escuadra
vi trabajo y el nivel para trazar horizontales, pero nosotros
comió Libres y Aceptados Masones las usamos para pro­
pósitos nobles y gloriosos.
La plomada nos excita a caminar derecho en nuestras
<[¡;;üntas situaciones, ante Dios y ante los hombres, ajus­
tando nuestros actos a la escuadrado sea la virtud, recor­
dando siempre que vamos viajando sobre el nivel del tiem­
po hacia aquel país de cuyos límites ningún viajero regre­
sa.
V. M.— ¿Cómo se dispuso de vos?
ler. Vig.— Se me ordenó que fuese yo conducido al lu­
gar de donde había venido para revestirme y recobrar
aquello de qué había sido despojado y se me informó que
de acuerdo con una antigua costumbre adaptada por
todas las Logias regulares y bien gobernadas de compañe­
ros, era necesario que hiciera yo una ascención por una
escalera de caracol compuesta de tres, cinco y siete esca­
lones, y a un lugar que representaba la cámara de Enme-
dio del Templo de Salomón, para recibir allí más instruc­
ción relativa al salario de compañero y que consiste en
maíz, vino y aceite, emblemáticos de la abundancia, la
sa lud y la paz.

SEGUNDA SECCION

V. M.— ¿Cuántas clases de masones hay?


ler. Vig.— Dos, masones operativos o albañiles y es­
peculativos o Libres Masones.
98 RITUAL UNIVERSAL

V. M.— ¿Qué se entiende por masonería operativa?


ler. Vig.— Por masonería operativa... (véase pág. 72).
V. M.— ¿Qué entendéis por masonería especulativa?
ler. Vig.— Por masonería especulativa (Véase
pág. 72).
V. M.— ¿Habéis trabajado alguna vez como masón?
ler. Vig.— Sí, pero como masón especulativo solamen­
te, pero nuestros antiguos hermanos trabajaban como ma­
sones operativos y especulativos.
V. M.— ¿Qué tiempo trabajaban antes de recibir su
salario? ¡
ler. Vig.— Seis días.
V. M.— ¿No trabajaban el séptimo?
ler. Vig.— No.
V. M.— ¿Por qué no?
ler. Vig.— Por qué Dios creó los Cielos y la Tierra
en seis días y descansó el séptimo, el séptimo día por con­
secuencia nuestros dignos hermanos lo consagraban co­
mo días de descanso de sus labores, gozando así con fre­
cuencia de la oportunidad de contemplar las grandiosas
obras de la Creación y adorar a su Creador.
V. M.— ¿Dónde fuístes recibido y registrado como com­
pañero?
ler. Vig.— En un lugar que representaba la cámara
del Medio del Templo de Salomón.
V. M.— Observásteis alguna cosa que llamaba vues­
tra atención al pasar?
ler. Vig.— Sí, dos grandes columnas, una a la derecha
y otra a la izquierda.
V. M.— ¿Cómo se llama la del lado derecho?
ler. Vig.— “ B ...”
V. M.— ¿Qué significa?
E l T D AL UNIVERSAL 99

ler. Vig.— Fuerza.


V. M.— ¿Cómo se llamaba la del lado izquierdo?
ler. Vig.— “J .. . ”
V. M.— ¿Qué significa?
ler. Vig.— ESTABILIDAD.
V. M.— ¿A qué aluden colectivamente?
ler. Vig.— A la promesa de Dios a David de que su
reino sería fuerte y estable.
V. M.— ¿Dónde fueron fundidas esas columnas?
ler. Vig.— En los terrenos arcillozos de los bancos del
Jordán, entre Succoth y Zarthan, donde fueron fundidos
todos los vasos del Templo de Salomón, por Hiram Abif.
V. M.— ¿Quién fué Hiram Abif?
ler. Vig.— El hijo de la viuda de la Tribu de Neftalí.
V. M.— ¿Y fueron fundidas huecas o sólidas?
ler. Vig.— Huecas.
V. M.— ¿Para qué?
ler. Vig.— Para que sirvieran de receptáculo seguro de
los archivos de la masonería contra conflagraciones o
inundaciones.
V. M.— ¿De qué altura eran?
ler. Vig.—De 35 codos cada una.
V. M.— ¿Cómo estaban adornadas?
ler. Vig.— Con capiteles de cinco codos de altura, ha­
ciendo un total de cuarenta codos.
V. M.— Y estos, ¿cómo estaban adornados?
ler. Vig.— Con lirios, enredaderas y granadas.
V. M.— ¿Qué significan?
ler. Vig.—Paz, unión y abundancia.
V. M.— ¿Por qué?
ler. Vig.— El lirio por la pureza de su blancura y la
soledad en que crece, denota la paz; la enredadera por el
100 RITUAL UNIVERSAL

enlazamiento uniendo todas sus partes denota unión;


y las granadas por la exuberancia de sus semillas deno­
tan abundancia.
V. M.— ¿Qué otros adornos tenían?
ler. Vig.— Tenían globos encima, representando la es­
fera terrestre y la celeste... (véase pág. 74).
V. M.—Después de pasar las columnas, ¿a dónde lle­
gasteis?
ler. Vig.— A una escalera de caracol que consistía de
tres, cinco y siete escalones. |
V. M.— ¿A qué alude el número tres?
ler. Vig.— A los tres primeros grados de la masonería,
y también a los tres Dignatarios de la Logia.
V. M.— ¿A qué alude el número cinco?
ler. Vig.— A los cinco Ordenes de la arquitectura.
V. M.— ¿Qué se entiende Por Ordenes de la arquitec­
tura?
ler. Vig.— Por orden de arquitectura entendemos...
(véase pág. 75).
V. M.— ¿Cómo están clasificados estos órdenes?
ler. Vig.— Los cinco Ordenes de arquitectura son___
(véase pág. 75).
V. M.— ¿Cuáles de estos son admirados por la maso­
nería?
ler. Vig.— Los tres primeros, el Dórico, el Jónico y el
Corinitio que aluden a los sentidos del oído, vista y tacto.
V. M.— ¿Por qué?
ler. Vig.— Porque por el sentido del oído, percibimos
la palabra, por el de la vista el signo y por el tacto el to­
camiento, por medio de los cuales podemos reconocer a
un masón, lo mismo en la obscuridad que en la luz.
V. M.— ¿A qué alude el número siete?
RITUAL UNIVERSAL 101
ler. Vig.— A las siete ciencias liberales!, que son: Gra­
mática, Lógica, Retórica, Aritmética, Geometría, Música y
Astronomía.
V. M.— ¿Cuál es la más reverenciada por la masonería?
ler. Vig.— La Geometría o quinta ciencia.
V. M.— ¿De qué trata la Geometría?
ler. Vig.— La Geometría trata d e... (véase pág. 80).
V. M.— ¿Cuáles son sus ventajas?
ler. Vig.— Por medio de esta ciencia... (véase pág. 80).
V. M.— ¿Después de subir la escalera, a dónde llegás-
teis?
ler. Vig.— A la puerta exterior de la cámara del Medio
que estaba resguardada por el segundo vigilante, quien
pidió el tocamiento de pase y la palabra de pase de com­
pañero.
V. M.— Dadme la palabra de pase,
ler. Vig.— Da la palabra.
V. M.— ¿Qué significa?
ler. Vig.— Abundancia.
V. M.— ¿Cómo se representa?
ler. Vig.— Por una mazorca de maíz cerca de un vado.
V. M.— ¿Cómo tuvo su origen?
ler. Vig.— En una guerra... (véase pág. 82).
V. M.—Después de pasar la puerta anterior, ¿a dónde
llegásteis?
ler. Vig.-—A la puerta interior de la cámara del Medio
que estaba resguardada por el primer vigilante quien
me pidió el tocamiento verdadero y la palabra sagrada
«le compañero.
V. M.— Dadme el tocamiento.
1cr. Vig.— Da el tocamiento.
V. M.— ¿Tiene una palabra?
ler. Vig.— La tiene.
102 RITUAL UNIVERSAL

V. M.— Dádmela.
ler. Vig.— No la recibí así, ni puedo darla así.
V. M.— ¿Cómo podréis darla?
ler. Vig.— Por letras o por sílabas, con vos.
V. M.—Deletreadla y comenzad.
ler. Vig.— La da en debida forma.
V. M.—Después de pasar la puerta interior, ¿a dónde
llegasteis?
ler. Vig.— Al interior de la cámara del Medio, en don­
de encontré al Venerable Maestro, quien con gusto me
explicó el significado de los distintos objetos que me
habían llamado la atención hacia el emblema de la letra
“ G” universalmente desplegada en la cámara del Medio
y me informó que es la inicial de la palabra Geometría.
V. M.— ¿Qué explicación os dió el Venerable Maestro,
de la Geometría?
ler. Vig.— La Geometría es la primera y más... (véa­
se pág. 84).
V. M.— ¿Qué otra explicación os dió el V. M. acerca
de la letra “ G ” ?
ler. Vig.— Me informó que alude también al sagrado
nombre de Dios, ante quien todos debemos inclinamos
con humilde reverencia, desde el apréndiz en la esquina
Nor-Este hasta el Venerable Maestro en el Oriente.

CLAUSURA EN EL SEGUNDO GRADO

V. M.—Hermano 2o. Diácono, ¿cuál es el último lo


mismo que el primer cuidado de los masones cuando es­
tán reunidos en Logia?
2o. Diác.—Ver que la Logia esté a cubierto V. M.
V. M.—Ved si está a cubierto e informad al Guarda-
Templo, que estoy por clausurar una Logia de compañeros
y que obre de acuerdo.
po. Diác.—La Logia está a cubierto V. M.
V. M.— ¿Cómo estamos a cubierto, hermano 2o. Diá­
cono?
p>. Diác.— Por un hermano Maestro Masón, fuera de la
pue •ta, armado con el implemento propio de su oficio.
7. M.— ¿Cuáles son sus deberes ahí?
2o. Diác.—Alejar a todos los espías y profanos y ver
que nadie entre o salga, excepto aquellos que tengan de-
rucio a ello y permiso del Venerable Maestro.
V.M.— ( * ) — ¿Sois compañero masón, hermano ler.
Viglante?
ler. Vig.— Lo soy, probadme.
IV. M.— ¿Y cómo queréis ser probado?
/ler. Vig.— Por la escuadra.
IV
.M.— ¿Por qué por la escuadra?
ler. Vig.— Porque es una de las herramientas de mi
rofesión.
V. M.— ¿Qué es una escuadra?
ler. Vig.— Un ángulo de 90 grados o la cuarta parte del
círculo.
V. M.— ¿Dónde fuisteis hecho compañero?
ler. Vig.— En una Logia de compañeros, justa y le-
galmente constituida.
V. M.— ¿Cuántos componen una Logia de Compañeros?
ler. Vig.— Cinco o más.
V. M.— Cuando se compone solamente de cinco, ¿quié­
nes son?
1er. Vig.—El Venerable Maestro, el primero y segun­
do vigilante, primero y segundo diáconos.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del 2o. Diácono en la Logia?
104 RITUAL UNIVERSAL

ler. Vig.— A la derecha del ler. Vig. en Occidente.


V. M.— (*) ¿Cuáles son vuestros deberes ahí, her:
no 2o. Diácono?
ler. Vig.— Llevar mensajes del ler. vigilante enf el
Occidente al 2o. vigilante en el Sur, o a cualquier (¡tro
lado de la Logia a que se mande y ver que la Logia
a cubierto.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del ler. Diácono en Logia
2o. Diác.—A la derecha del Venerable Maestro e|i el
Oriente.
V. M.— ¿Cuáles son vuestros deberes ahí, hermano pn-
mer Diácono?
ler. Diác.— Llevar mensajes al V. M. en el Orienté al
ler. vigilante en el Occidente o a cualquier otro lugar
la logia que se me mande, recibir y acomodar a los vvi­
sitantes, recibir y conducir a los candidatos. i
V. M.— ¿Cuál es el lugar del 2o. vigilante en Logia? \
ler. Diác.— En el Sur.
V. M.— (* * * ) ¿Por qué estáis en el Sur, hermano 2ó.
vigilante y cuáles son vuestros deberes ahí?
2o. Vig.— Como el Sol es la gloria y belleza del día
cuando está en el Sur, en el Zenit, así está en el Sur el
2o. vigilante para mejor observar el tiempo, para llamar
al gremio del trabajo al recreo, vigilarlo para que no con­
vierta el recreo en intemperancia y exceso, llamarlo otra
vez al trabajo a su debido tiempo, para que el Venerable
Maestro reciba placer y los HH. provecho.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del ler. vigilante en Logia?
lo. Vig.— En el Occidente.
V. M.— (* * ) ¿Por qué estáis en el Occidente, herma­
no primer vigilante, y cuáles son vuestros deberes ahí?
ler. Vig.— Como el Sol está en el occidente al termi-
ra ayudar al V. M. a abrir y cerrar su Logia; pagar al
gremio sus salarios si se le deben y ver que ninguno se
vaya disgustado, pues la armonía es la fuerza y sostén de
todas las sociedades, y muy especialmente de la nues­
tra.
V. M.— ¿Cuál es el lugar del V. M. en la Logia y cuáles
son sus deberes ahí?
ler. Vig.— Como el sol se levanta en el Oriente para
abrir y gobernar el día, así se levanta el V. M., en el Orien­
te para abrir y gobernar su Logia, poner al gremio a tra­
b a j a r dándole buenas instrucciones, saludables para su
trabajo.
V. M.— Hermano primer vigilante, es mi voluntad que
esta Respetable L o g ia ................. núm clausure
sus trabajos en 2o. grado, comunicad esta orden al 2o.
vigilante y al gremio para su gobierno.
ler. Vig.— Hermano segundo vigilante es la voluntad
del V. M. en el Oriente, que esta Respetable Logia..........
nú m . clausure sus trabajos en el segundo grado,
comunicad esta orden al gremio para su gobierno.
2o. Vig.— Hermanos es la voluntad del V. M. en el
Oriente comunicada a mí por el primer vigilante en el
Occidente que esta Respetable Logia...............................
núm ., clausure sus trabajos en el segundo grado,
tomad nota y gobernaos de acuerdo. Vista Oriente.
hacen los signos y haterías) .
V. M.— A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo
en su nombre, por la Confraternidad Universal y en vir­
tud de las facultades de que me hayo investido por la
voluntad de mis hermanos, declaro esta Respetable Lo-
g l a .....................núm................. , cerrada en el 2o. Grado
106 RITUAL UNIVERSAL

de la masonería; hermano segundo diácono, informad al


Guarda-Templo; hermano ler. Diácono, apagad las tres
Grandes Luces.

EXALTACION AL TERCER GRADO

(E l candidato da tres golpes con su mano en la


puerta) .
ler. Diác.— V. M., llaman a la puerta del Cuarto de
preparación.
V. M.— A ten ded a la llamada.
ler. Diác.—Va a la puerta, da tres golpes con su vara,
y el Maestro de Ceremonias abre parcialmente.
ler. Diác.— ¿Quién vá?
M. de C.— Un hermano que ha sido regularmente ini­
ciado aprendiz, ascendido a compañero y ahora desea
recibir más luz en masonería siendo exaltado al sublime
grado de Maestro masón.
ler. Diác.— (A l candidato). ¿Es de vuestra libre y es­
pontánea voluntad?
Candidato.— Sí.
ler. Diác.— (AlM. de C.) ¿Está debida y v
mente preparado?
M. de C.—-Lo está.
ler. Diác.— ¿Es digno y tiene cualidades necesarias?
M. de C.— Sí.
ler. Diác.— ¿Ha adquirido la perfección suficiente en
los grados anteriores?
M. de G — Sí.
ler. D iác. — ¿Por qué otro derecho o beneficio espera
ser a d m itid o?
M. de C.— Por el beneficio de la palabra de pase.
ler. Diác.— ¿Tiene la palabra de pase?
M. de C.— No la tiene, pero yo la daré por él.
ler. Diác.—Dádmela.
M. de C.— Se la da al oído.
ler. Diác.—Que espere con paciencia hasta que el
V. M., sea informado de su solicitud y venga su contesta­
ción. ( Cierra la puerta, se dirige al altar, da tres golpes
con suvara en el suelo y saluda al V.
V. M.— ¿Quién va?
ler. Diác.—Un hermano que ha sido iniciado regular­
mente como aprendiz, ascendido a compañero y ahora
desea recibir más luz en masonería, siendo exaltado al
sublime grado de Maestro masón.
V. M.— ¿Es de su libre y expontánea voluntad?
ler. Diác.— Sí, ( repiteel mismo diálogo anterior).
V. M.— Reuniendo estas condiciones necesarias, es mi
voluntad que entre a esta Logia de Maestros masones y
que vos le recibáis en la debida forma antigua.
ler. Diác.— (Va a la puerta,
dice:)
ler. Diác.— Es la voluntad el V. M., que el herma-
n o................. .................... entre a esta logia de Maes­
tros m asones.
(El Maestro de Ceremonias conduce al candidato al
ulterior, donde se hace cargo de él el primer Diácono,
quien le pone la mano izquierda sobre el hombro derecho
y le dice:)
Hermano mío, es la voluntad del V. M., que os reciba
en esta Logia de Maestros masones en la debida forma
antigua.
Os recibo con las dos puntas del compás extendidas,
de vuestro pecho derecho al izquierdo, lo cual es para
mostraros que así como los órganos vitales del hombre
están contenidos dentro del pecho, así las enseñanzas
más útiles de nuestra institución están contenidas entre
las dos puntas del compás, y son AMISTAD, MORALIDAD
y AMOR FRATERNAL.
(Toma al candidato de la mano izquierda y lo condu­
ce tres veces al rededor del altar).
V. M.— {Mientras el candidato
lee elsiguientepasaje bíblico'.)
Y ten memoria de tu Creador
tud, antes que vengan los malo
de los cuales días: no tengo
tesque seoscurezca el Sol, y
las nubes se tornen tras la ll
guardas de la casa yencorvarán homb
cesarán las muelas, yse
que miran porlaventana;
rrarán por labajeza de la
tarán a lavoz del ave; y todas
humilladas.
Cuando también temerán
del camino; y florecerán el Alme
gosta; y perderse a elapetito;
casa de su siglo, y los endechadores
en derredor.
Antes que lacadenade plse
la bandeja de oro, y el cántaro
te, y la rueda sea rota sobre
en latierra, como era antes,
que le dió.
(Esto debe terminar al mis
tercera vuelta).

' , l:
RITUAL UNIVERSAL 109

(Enla 'primera vuelta al pasar frente a cada trono se


da un golpe de mallete, dos en la segunda vez y tres en
la tercera).
( Despuésde la tercera vuelta, al llegar frente al se­
gundo vigilante, el primer Diácono dgolpes en el
suelo con su vara).
2o. Vig.— ¿Quién vá?
1cr. Diác.—Un hermano que ha sido iniciado... etc.
(Se repite el mismo diálogo que en la puerta).
2o. Vig.— Conducid al hermano al primer vigilante en
el Occidente para que continúe su exámen.
ler. Diác.— ( Conducealcandidato al ler. vigilante y
da tres golpes con su vara).
ler. Vig.— ¿Quién va?
ler. Diác.— Un hermano que ha sido iniciado... etc.
(Se repite el mismo diálogo que en la puerta).
ler. Vig.— Conducid al hermano................. al V. M.
en el Oriente para su último exámen e instrucción.
ler. Diác.— (Conduce al ca
golpes en el suelo con su vara).
V. M.— ¿Quién va?
ler. Diác.—Un hermano que ha sido iniciado... etc.
V. M.— ¿De dónde venís, y hacia adonde viajáis?
(Se repite el mismo diálogo anterior.
ler. Diác.— De Occidente, viajando hacia el Oriente.
V. M.— ¿Qué buscáis?
ler. Diác.— Aquello que se ha perdido y que con mi
empeño y vuestra ayuda tengo esperanzas de encontrar.
V. M.— ¿A que os referís?
ler. Diác.— A los secretos de compañero masón.
V. M.— Hermano mío, vuestro propósito es verdadera­
mente laudable, seréis conducido otra vez al ler. vigilante
110 RITUAL UNIVERSAL

en el Occidente, quien os enseñará a aproximaros a Orien­


te, avanzando con tres pasos regulares, vuestros pies for­
mando un ángulo recto, de un cuadrado perfecto, vuestro
cuerpo recto, dando frente al V. M. en el Oriente.
ler. Diác.— ( Conduceal candidato al ler. vigilante,
pasando al lado derecho del altar y dice:)
ler. Diác.— Hermano primer vigilante, es la voluntad
del V. M. en el Oriente, que este hermano, sea enseñado
a aproximarse al Oriente, avanzando con tres pasos regu­
lares, sus piés formando un ángulo recto de un cuadra­
do perfecto, su cuerpo recto, dando frente al V. M. en el
Oriente.
ler. Vig.— Ved que las órdenes del V. M. sean cumpli­
das.
ler. Diác.— (Alcandidato). Dad frente al Oriente, dad
un paso con vuestro pie izquierdo como aprendiz, otro
con vuestro pie derecho como compañero, otro adicional
con el izquierdo trayendo el talón del derecho al talón del
izquierdo, formando el ángulo recto de un cuadrado per­
fecto, vuestro cuerpo recto.
ler. Diác.—Vuestras órdenes han sido cumplidas, V. M.
V. M.— Hermano mío, estáis avanzando ahora hacia
el más elevado y último grado de antigua masonería, el
sublime grado de Maestro Masón. Los juramentos de es­
te grado son numerosos y de gran peso, sino fuera por
que vuestra confianza está en Dios, y habéis sido enseña­
do a ocurrir a él, en solicitud de fuerza y sabiduría, po­
dríais doblegaros al otorgarlos; sin embargo, estoy en la
libertad de informaros que estos nuevos juramentos, como
los que habéis hecho antes, no contienen nada que esté
en conflicto con vuestros deberes para con Dios, con vues­
tro país, nuestros semejantes o para con vps mismo. Con
RITUAL UNIVERSAL 111

estas seguridades de mi parte como Maestro de la Logia,


os pregunto: Tenéis voluntad de hacer estos juramentos,
como todo Maestro M asón las ha hecho antes que vos?
Candidato.— Sí.
V. M.— Hermano ler. Diácono, poned al hermano en
debida forma para hacer hecho Maestro Masón.
ler. Diác.— Avanzad, arrodillaos con las dos rodillas
unidas, el cuerpo recto, descansando las dos manos sobre
la Sagrada, Biblia, la escuadra y el compás.
ler. Diác.—El hermano está en la debida forma, V. M.
V. M.— (* * * ) ( Llamaa la logia, quita el sombrero
y sedirige al a lta r).
V. M.— Hermano diréis Y o ................................. vues­
tro nombre y repetiréis lo que yo vaya diciendo.

JURAMENTO.

V. M.— En testimonio de la sinceridad de nuestros pro­


pósitos al hacer estos juramentos, besad la Sagrada Biblia
que está abierta ante vos.
lino. ler. Diác.— Estando ahora nuestro hermano li­
gado a nosotros por un lazo que no puede romperse, qui­
tadle la cuerda.
(Al candidato).—Hermano, en vuestra condición pre­
sente, ¿qué es lo que más deseáis?
Candidato.— (A con seja d o por el ler. diácono) Más luz
en m asonería.
V. M.— ¿Más luz deseáis? más luz recibiréis.
Hermanos, ayudadme a dar a nuestro hermano.........
................. más luz en masonería.
112 RITUAL UNIVERSAL

En el principio Dios creó los Cielos y la Tierra, y la


tierra estaba informe y vacía, la obscuridad reinaba sobre
la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la
faz de las aguas, y Dios dijo: “ HAGASE LA LUZ Y LA
LUZ SE HIZO” . En solemne conmemoración de aquel
evento, del mismo modo, yo masónicamente digo: “ Há­
gase la Luz” .
“ Al pronunciar el V. M. la palabra luz, todos suenan
las manos, golpean el suelo con el pie y el ler. Diácono le
quita la venda al candidato)” .
V. M.— Y la Luz es. Hermano mío, al dárseos la luz
mirad que las puntas del compás estén libres, lo que os
enseña a no perder nunca de vista la aplicación masóni­
ca, de este último y valioso instrumento que enseña:
AMISTAD, MORALIDAD Y AMOR FRATERNAL.
V. M.— (El V. M. se retira y avanza diciendo:)
V. M.— Ahora miradme aproximarme de oriente por el
paso y bajo la guarda y signo del Maestro masón. El Maes­
tro masón avanza con el pie izquierdo, trayendo el talón
del derecho al talón del izquierdo, formando así el ángulo
recto de un cuadrado perfecto. Esta es la guarda y alude
a la posición de vuestras manos mientras hacíais vuestro
juramento; esto es el signo y alude a la pena de vuestro
juramento. Esta guarda y signo deben hacerse como sa­
ludo al V. M. al entrar ó salir de una Logia de Maestros
masones. Al entrar a nuestra Logia a una Logia her­
mana, avanzaréis hasta el altar y observaréis la posición
del compás; si las dos puntas están abajo de la escuadra
será indicación segura de que la Logia está abierta en el
primer grado y saludaréis al V. M. con esta guarda y signo
de aprendiz; si una punta del compás está sobre la es­
cuadra será indicación de que la Logia está abierta en el
segundo grado, saludaréis al V. M. con esta guarda y
signo del compañero; y si las dos puntas están sobre la
escuadra será indicación igualmente segura de que la
Logia está abierta en el tercer grado de la masonería y
saludaréis al V. M. con esta guarda y este signo del Maes­
tro masón. Ahora, en prueba de la constancia de mi arnis-
tad y amor fraternal, os doy la mano derecha y con ella
('1 tocamiento de pase del Maestro masón, pero como aún
no estáis instruido, el que había hasta ahora contestado
por vos, lo hará esta vez.
V. M.— Hermano ler. Diácono ¿venís o continuáis?
ler. Diác.— Vengo.
V. M.— ¿De qué a qué?
ler. Diác.—Del tocamiento verdadero de compañero
al tocamiento de pase del Maestro masón.
V. M.— Pasad, ¿qué es esto?
ler. Diác.— El tocamiento de pase de un Maestro ma­
són.
V. M.— ¿Tiene una palabra?
ler. Diác.— Sí.
V. M.— Dádmela.
ler. Diác.— (Da la 'palabrapase de Maestro Masón).
V. M.— Levantaos hermano, saludad a los vigilantes y
satisfacedlos de que estáis en posición del paso, guarda,
signo tocamiento de pase y palabra de pase dé Maestro
masón. ( Dirigiéndoseal candidato).
ler. Diác.— (Conduce al candidato al 2o. da
tres golpes en el suelo con su vara).
2o. Vig.— ¿Quién va?
ler. Diác.—-El h erm an o.......................... queha
hecho su juramento de Maestro masón.
2o. Vig.— ¿Cómo podré reconocerlo como tal?
ler. Diác.— Por ciertos signos y un tocamiento.
2o. Vig.— ¿Qué son esos signos?
ler. Diác.—Angulos rectos, horizontales y perpendi­
culares.
2o. Vig.—Dadme un signo.
ler. Diác.— (Hace él signo de guarda).
2o. Vig.— ¿Hace alusión a algo?
ler. Diác.—Sí, a la posición de mis manos al hacer mi
juramento.
2o. Vig.— ¿Tenéis otro signo?
ler. Diác.—Sí. (Hace él signo de Maestro).
2o. Vig.— ¿Hace alusión a algo?
ler. Diác.— Sí, a la pena de mi juramento.
2o. Vig.— ¿Qué es un tocamiento?
ler. Diác.— Cierta garra o tocamiento por medio del
cual un masón puede reconocer a otro lo mismo en la
obscuridad que en la luz.
2o. Vig.—Dadme un tocamiento,
ler. Diác.— (Da el tocamiento de pase del Maestro
masón).
2o. Vig.— ¿Tiene una palabra?
ler. Diác.—La tiene.
2o. Vig.—Dádmela.
ler. Diác.— (Da la palabra de pase).
2o. Vig.—Estoy satisfecho, conducid al hermano al
primer vigilante en el occidente.
ler. Diác.— (Conduce al candidato al primer vigilante,
donde se repite lo anterior).
ler. Vig.—Estoy satisfecho, conducid al hermano al
V. M. en el Oriente.
(Antes de que llegue a Oriente el V. M. dice:)
V. M.—Hermano, ler. Diácono conducid al hermano
R I T U A L U N I V E R S A L 115

otra vez al 1er. vigilante quien le enseñará a usar su


mandil como Maestro masón.
ler. Diác.—Hermano primer vigilante es la voluntad
del V. M. en el Oriente, que enseñéis a nuestro nuevo her­
mano a usar su mandil como Maestro masón.
ler. Vig.—Hermano mío, en la construcción del Tem­
plo de Salomón, habla 3,300 Maestros o sobrestantes del
trabajo y tenían instrucciones de usar sus mandiles con
la solapa doblada hacia abajo, así usaréis el vuestro para
distinguiros como Maestro sobrestante del trabajo.
ler. Diác.— (Regresando con el candidato al altar,
dice:)
Vuestras órdenes han sido obedecidas, V. M.
V. M.—Hermano ler. Diácono, conducid a la derecha
del V. M. en el Oriente.
(El ler. Diácono cumple la orden).
V. M.—Hermano mío, ahora os presento las herra-
miontas del Maestro masón y os enseño sus usos: Las he­
rramientas del Maestro masón son todos los implemen­
tos de la masonería, pero más especialmente la cuchara,
i ,n cuchara es un instrumento usado por los albañiles pa-
m poner el cemento que une los componentes de un edi-
l'h lo para que formen una masa compacta, pero nosotros
emini Libres Aceptados Masones somos enseñados a usar-
Id pura propósitos más nobles y gloriosos, de extender el
o monto del afecto y del amor fraternal, ese cemento que
non iiiio en uno sólo, lazo sagrado o sociedad de amigos
y hoi manos entre quienes no debe existir nunca contien­
da a Ipil na, sino la contienda o más bien dicho, la emula-
M lo que, quien más sabe, más condesciende. Ahora
l i f i 1 <(inducido al lugar de donde venísteis, seréis reves­
tían y esperaréis la voluntad del V. M.
donde una vez vestido el Maestro de Ceremonias le pone la
joya del 2o. vigilante, vuelve a la Logia, saluda al M.
frente al altar y es colocado en el trono del 2o. Vigilante).

SEGUNDA PARTE

V. M.— ( * ) -Hermano ler. vigilante, ¿son toctos los


presentes Maestros masones?
ler. Vig.— (Pasa-la vista al rededor de la Logia y di­
ce:)
ler. Vig.—No todos los presentes son Maestros maso­
nes, el hermano que ocupa el lugar del 2o. vigilante no
es Maestro masón.
V. M.—Hermano ler. Diácono conducid a nuestro nue­
vo hermano al Oriente.
(Asi lo hace el ler. Diácono).
V. M.—Hermano mío, esta noche habéis hecho volun­
tariamente nuestro juramento de Maestro masón, en se­
guida se os dió más luz en masonería, se os dió instruc­
ción, se os enseñó a usar nuestro mandil como Maestro
masón y así estáis trabajando entre nosotros en este mo­
mento. También las herramientas e implementos de la
Masonería se os han explicado exhortándoos a hacer el
uso debido de la cuchara, la herramienta principal de este
grado; todo esto hará suponer que sois ya Maestro ma­
són y tenéis las cualidades necesarias para viajar y tra­
bajar como tal. Aun más, observo que tenéis suspendida
R I T U A L U N I V E R S A L 117

del cuello una insignia, la joya del 2o. vigilante, uno de


los principales Dignatarios de esta Logia. Este signo
de distinción os debe ser altamente agradable y sin duda
os confirmará en la creencia de que ya sois Maestro ma­
són, ¿no es así?
(Siel candidato no contesta pronto afirmativamente
el ler. Diác. dice:)
ler. Diác.—El es de esa opinión, V, M.
V. M.—Por m|s natural que sea esta suposición, es
errónea, no habéis aún alcanzado el sublime grado de
Maestro masón, aún no podéis probar que lo sois n i po­
déis viajar ni trabajar como tal, yo no sé si llegaréis a
ser Maestro masón. Aún tenéis que recorrer un camino
extremadamente peligroso, lleno de obstáculos de muchas
clases, y tal vez podéis encontrar la muerte, como le su­
ri (lió a un eminente hermano de este grado. Pero vues­
tra confianza está en Dios y vuestra Fe está bien fun­
dada. Por lo tanto antes de empeñaros en una empresa
tan seria, iréis al altar para orar. Hasta ahora habéis
tenido un hermano que orará por vos, ahora debéis orar
vos mismo. Id hermano mío y que la bendición de Dios os
acompañe.
ler. Diác.— ( Conduce alcandal altar,lo vend
\i ledice:)
Arrodillaos hermano y orad mentalmente ea voz alta
<■uno gustéis, y cuando hayáis terminado decidme“AMEN”
v levantaos.
V M.--( Cuandoel candidato se arrodilla, para a la
Loj/ia ("** ) ycuando se levanta el candidato, sienta a
In I,<¡tila (*).
ler. Diác.— Hermano mío, hasta ahora habéis presen-
¡ ido n un candidato en busca de luz masónica, ahora a re-
118 R I T U A L U N I V E R S A L

presentar otro carácter, nada menos que a nuestro Gran


Maestro Hiram Abif, que era Gran Arquitecto en la Cons­
trucción del Templo de Salomón. Era costumbre de este
bueno y gran hombre, a medio día cuando el gremio pa­
saba del trabajo al recreo, entrar al Santo-Sanctorum a
ofrecer sus adoraciones a la Deidad y trazar sus planos
en la tabla del dibujo. Esto ya lo habéis hecho. En segui­
da salía por la puerta del Sur, como vos lo váis a hacer
ahora.
ler. Diác.— (Toma al candidato de la mano izquierda
y lo conduce a una corta distancia donde es asaltado por
un hermano que representa a JUBELAS).
Jubelás.—Gran Maestro Hiram Abif, me alegro de en­
contraros así, solo, es una oportunidad que había espera­
do largo tiempo. Nos prometisteis que cuando el Templo
estuviera concluido recibiríamos los secretos de Maestro
masón, por medio de los cuales podíamos viajar por tie­
rras extrañas y recibir salarios como tales. Mirad el Tem­
plo está casi terminado y aún no hemos recibido las re­
compensas. Al principio no dudaba de vuestra palabra,
pero ahora sí y por lo tanto os exijo los secretos de Maes­
tro masón.
(Jubelás, Jubelós y Jubelúm cada vez que lo asaltan
lo sacuden con violencia y no lo sueltan sino después de
haberle dado el golpe correspondiente).
ler. Diác.—Compañero, esta no es la hora ni el lugar
apropiado, espera a que el Templo esté terminado y enton­
ces si eres digno de ello lo recibirás, si no, no.
Jubelás.—No me habléis de hora ni de lugar, la hora
es ésta y el lugar aquí, ninguno otro me satisface, por lo
mismo os exijo los secretos del Maestro masón.
ler. Diác.—Compañero, no puedo dártelos.
i
) Jubelás.—Gran Maestro Hiram Abif, por tercera y últi­
ma vez pido los secretos de Maestro masón.
ler. Diác.—Compañero, no puedo darlos y no los daré.
Jubelás.— (Le da un golpe en el cuello con una regla
de 24 pulgadas, y el ler. Diácono lo jala con violencia ha­
cia Occidente donde es asaltado por un hermano que re­
presenta a JUBELOS).
Jubelós.—Gran Maestro Hiram Abif, la mayor parte
del gremio está esperando y algunos estamos ansiosos de
recibir los secretos de Maestro masón y no vemos razón
para que se nos haga esperar tanto tiempo y algunos he­
mos resuelto no esperar más, por lo mismo os exijo los
secretos de Maestro masón.
ler. Diác.—Compañero, por esta violencia, no puedo
darlos ni pueden darse sino en presencia de Salomón Rey
de Israel, Hiram Rey de Tiro y de mí mismo.
Jubelós.—Gran Maestro Hiram Abif, vuestra vida está
en peligro, los caminos que conducen al Templo están
bien yigilados, escapar es imposible, os exijo los secretos
del Maestro masón.
ler. Diác.—Compañero no puedo darlos, espera con
paciencia a su debido tiempo.
Jubelós.—Gran Maestro Hiram Abif, otra vez y será
la última, os pido los secretos de Maestro masón o vues­
tra vida.
ler. Diác.—Pueden quitarme la vida, pero mi integri­
dad nunca.
Jubelós.— (Le da un golpe en el pecho con una escua­
dra y el ler. Diác. lo jala con violencia al Oriente donde
es asaltado por JUBELUM).
Jubelúm.—Gran Maestro Hiram Abif, os he oído dispu­
tar con Jubelás y Jubelós, de ellos habéis escapado, pero
12® R I T U A L U N I V E R S A L

de mí nunca, mi nombre es Jubelúm y lo que digo lo cum­


plo. Tengo en la mano un instrumento de muerte, si os
rehusáis a lo que os pido será a vuestro propio riesgo.
Dadme los secretos de Maestro masón u os quitaré la vidá.
ler. Diác.—Compañero os he rehusado muchas veces/y
lo rehusaré siempre que se me pidan, así, tus exigencias
son vanas.
Jubelúm.—Gran Maestro Hiram Abif, por segunda, Vez
os pido los secretos del Maestro Masón.
ler. Diác.—Compañero, tus exigencias son vanas, no
los daré, espera a que se termine el Templo y entq'nces
haré lo posible por servirte.
Jubelúm.— (Le da un golpe en la frente con un mazo
que representa el martillo, haciéndole caer; entre varios
hermanos lo reciben en una manta y lo descansan en el
suelo).
Jubelás.—¿Qué hemos hecho?
Jubelós.—Hemos asesinado a nuestro Gran Maestro
Hiram Abif, ¿Qué haremos con el cuerpo?
Jubelúm.—Lo llevaremos a una esquina retirada y lo
enterraremos entre los escombros del Templo.
(Elcandidato es conducido a otro lugar y cubierto
con la misma manta).
Jubelúm.—Ahora nos retiramos y a la media noche
nos reuniremos aquí.
(Se retirany reinaprofundo silencio por un rato;
después suenan doce campanadas y regresan los tres).
Jubelás.—Esta es la hora.
Jubelós.—Este es el lugar.
Jubelúm.—Y aquí está el cuerpo, ayudadme a llevarlo
hacia el Occidente del Templo, a la falda de una colina
R I T U A L U N I V E R S A L 121

donde he cavado una fosa de seis pies de oriente a occi­


dènte y de seis pies de profundidad donde lo enterraremos.
“Levantan al candidato con la manta, lo llevan a Oc­
cidente del altar, donde lo descansan en tres tiempos,
con los pies hacia el Oriente y lo cubren con la misma
manta” .
Jubelúm.—Voy a plantar esta rama de acacia a la
cabeza de la tumba para reconocer el lugar en caso de
que se ofrezca. Y ahora nos escaparemos fuera del país,
a Jopa.
(Parten poco a poco y después encuentran a un ma­
rinero).
Jubelúm.— ¿Es aquel vuestro barco?
Marinero.—Sí.
Jubelúm.— ¿A dónde vais?
Marinero.—A Etiopía.
Jubelúm.— ¿Cuándo partís?
Marinero.—Inmediatamente.
Jubelúm.— ¿Lleváis pasajeros?
Marinero.—Sí.
Jubelúm.— ¿Nos queréis llevar?
Marinero.—Sí, si tenéis permiso del Rey Salomón, mos­
tradme vuestros pasaportes.
Jubelúm.—Os pagaremos lo que queráis, pero no te­
nemos pasaportes.
Marinero.—Entonces no podéis ir, pues tengo extric-
tamente prohibido llevar a ningún trabajador del Tem­
plo, fuera del país, sin permiso expreso del Rey Salomón.
Jubelúm.— (A sus compañeros)—Entonces regresare­
mos al interior del país.
(Después de unos momentos de silencio se oye con-
122 R I T U A L U N I V E R S A L

fusión entre los trabajadores, el V. M. que representa al


Rey Salomón, impone el silencio por un (*) y dice:)
V. M.—Hermano ler. vigilante ¿por qué esta confusión
y por qué no está el gremio en sus trabajos?
ler. Vig.—Falta nuestro Gran Maestro Hiram Abif, y
no hay planos en su tabla de dibujo.
V. M.—Esto es muy extraño, él ha sido diligente y fiel
en el cumplimiento de su encargo, debe estar indispues­
to, ordenen que se le busque cuidadosamente por todos
los departamento del Templo.
ler. Vig.— Compañeros reunios. Buscad cuidadosamen­
te por todos los departamentos del Templo y ved si podéis
encontrar a nuestro Gran Maestro Hiram Abif.
(Cuatro hermanos viajan la
preguntan a otros)¿Habéis visto a nuestro Gran M
Hiram Abif?
No lo hemos visto desde ayer a medio día.
¿Habéis visto a nuestro Gran Maestro Hiram Abif?
No, desde ayer a medio día.
(Después de recorrer la Logia, el primer hermano di­
ce:)
Hermano ler., vigilante se ha buscado cuidadosamente
en todos los departamentos del Templo y no se ha podido
encontrar a nuestro Gran Maestro Hiram Abif, no se le
ha visto desde ayer a medio día.
ler. Vig.—Excelentísimo Rey Salomón se ha buscado
cuidadosamente por todos los departamentos del Templo
y no se ha podido encontrar a nuestro Gran Maestro Hi­
ram Abif, no se le ha visto desde ayer a medio día.
V. M.—Entonces temo que le haya acontecido algún
accidente.
R I T U A L U N I V E R S A L Í23

(Eneste momento seoyó una llamada a la puerta de


la Logia).
ler. Diác.—Llaman a la puerta del Templo Excelentí­
simo Rey Salomón.
V. M.—Atended a la llamada, y averiguad la causa.
ler. Diác.—Excelentísimo Rey Salomón; doce compa-
iíeros con guantes y mandiles blancos imploran una au­
diencia con el excelentísimo Rey Salomón.
V. M.—Dejadlos entrar.
ler. Compañero.—Excelentísimo Rey Salomón nos-
otros doce, con guantes y mandiles blancos en señal de
inocencia comparecemos ante vos. Nosotros doce, y otros
tres, mirando que el Templo está por terminarse y dese-
ando recibir los secretos de Maestro masón, por medio de
in;; cuales podríamos viajar por tierras extrañas y recibir
•alarios como tales, entramos en una horrible conspira­
ción para exigirlo por la fuerza a nuestro Gran Maestro
11iram Abif, o quitarle la vida, pero reflexionando la atro­
cidad de nuestros intentos nos horrorizamos y nosotros
doce nos arrepentimos, pero tememos que los otros tres
Ilayan persistido en sus locos designios y nosotros doce
compañeros comparecemos ante vos para haceros esta
confesión e implorar vuestro perdón.
V. M.—Hermano Gran Secretario, pasad lista de los
obreros.
Secretario.—Daniel, Samuel, Eneas.
Jubelás Jubelás Jubelás___ No contesta.
Anan, Rehun, Abadián,
Jubelós Jubelós Jubelós.... No contesta.
Jeremías, Isaías, Abraham,
Jubelúm Jubelúm Jubelúm No contesta.
Benjamín, Sabulón, Isaac.
ustedes en esa terrible conspiración?
ler. Compañero.—Esos tres son excelentísimo Rey Sa­
lomón.
V. M.—Es mi voluntad que ustedes doce se dividan en
partidas de tres y vayan hacia el Oriente, Occidente, Nor­
te y Sur en persecución de los rufianes.
(Parten y después de un momento de silencio se oye la
siguiente conversación entre los que fueron por el Occi­
dente y el Marinero).
ler. Compañero.— ¿Habéis visto algunos extranjeros
pasar por aquí recientemente?
Marinero.— Sí, vi tres ayer, que por apariencia deben
ser trabajadores del Templo.
ler. Compañero.—¿A dónde iban?
Marinero.—Deseaban pasaje para Etiopía,
ler. Compañero.— ¿Lo obtuvieron?
Marinero.—No.
ler. Compañero.— ¿Qué hicieron entonces?
Marinero.—Se regresaron al interior del país,
ler. Compañero.— (a los otros)-Regresemos a infor­
mar de esto al Rey Salomón. (Regresan y después de un
momento se presentan al Rey Salomón).
V. M.—Hablad.
ler. Compañero.—Nosotros que proseguimos hacia el
Occidente del Templo, caminamos hasta encontrar a un
marinero a quien le preguntamos si había visto a algunos
extraños pasar por allí y nos dijo que había visto a tres
que por su apariencia eran trabajadores del Templo, de­
seaban pasaje para Etiopía, pero no habiéndolo conse­
guido se regresaron al interior del país. Considerando esto
R I T U A L U N I V E R S A L 125

de gran importancia hemos regresado a informaros, ex­


celentísimo Rey Salomón.
V. M.—Esto sólo prueba una cosa, que los rufianes es­
tán todavía en el país y en nuestro poder, os dividiréis o
iréis como antes, os doy órdenes terminantes de encon­
trar a esos criminales, tan terminantes que si no los en­
contráis seréis considerados como los asesinos y sufriréis
la pena de su enorme crimen. (Parten).
ler. Compañero.—Iremos otra vez hacia Occidente.
(Después de un momento de silencio se reúnen cerca
del candidato y el primer Compañero dice:)
ler. Compañero.—Compañeros, estoy muy cansado,
me sentaré a la falda de esta colina a descansar y refres­
carme.
2o. Compañero.—Vente, vente, tenemos un deber im­
portante que cumplir.
ler. Compañero.—No, compañeros miren al levantar­
me me cogí accidentalmente de esta rama de “ACACIA” ,
la cual se arrancó con mucha facilidad, esto excita mis
sospechas.
2o. Compañero.—La tierra parece haber sido removida
recientemente.
(En este momento se oyen voces que vienen de las ro-
cáh cercanas).
Jubelás.—Oh, que mi garganta hubiera sido arranca­
da y enterrada en las arenas de la playa, donde la marea
sube dos veces cada veinticuatro horas, antes de haber
sido cómplice del asesinato de nuestro Gran Maestro Hi­
ram Abif.
ler. Compañero.—Esa es la voz de Jubelás.
Jubelós.—Oh, que mi pecho izquierdo hubiera sido
abierto, mi corazón arrancado y arrojado a las fieras y
126 R I T U A L U N I V E R S A L

aves de rapiña, antes de haber sido cómplice del asesina­


to de nuestro Gran Maestro Hiram Abif.
2o. Compañero.—Esa es la voz de Jubelós.
Jubelúm.— Oh, que mi cuerpo hubiera sido cortado
en dos mitades, mis intestinos arrancados y convertidos en
cenizas esparcidas a los cuatro vientos para que no que­
dara huella de mi memoria entre los hombres y los ma­
sones, de tan villano perjuro como he sido yo, que he
dado muerte a nuestro Gran Maestro Hiram Abif.
3er. Compañero.—Esa es la voz de Jubelúm.
ler. Compañero.— ¿Qué haremos? Estos son los tres
asesinos que buscamos.
2o. Compañero.—Son hombres desesperados y será
una empresa arriesgada.
3er. Compañero.—Ellos son tres y nosotros somos tres,
la verdad y la justicia están de nuestra parte y nuestra
confianza está en Dios, arrojémonos sobre ellos, los ata­
remos y los llevaremos ante el Rey Salomón.
Los tres vamos. (Lo hacen así y los conducen al V. M.)
ler. Compañero.—Noticias, excelentísimo Rey Salq-
món.
V. M.—Hablad.
ler. Compañero.—Cuando nosotros tres fuimos hacia
el Occidente del Templo, regresábamos, uno de nosotrps
que estaba cansado se sentó a descansar a la falda de una
colina y al levantarse se cogió de una rama de “Acacia” ,
la cual se desprendió con mucha facilidad, esto despertó
sus sospechas y mientras comentábamos este hecho sin­
gular, oímos tres exclamaciones espantosas que venían
de una roca cercana. La primera era la voz de Jubelás
que decía: Oh, que mi garganta hubiera sido cortada de
oreja a oreja, mi lengua arrancada y enterrada en la are­
ritual U niversal 127

na de la playa donde la marea sube dos veces cada vein­


ticuatro horas, antes que haber sido cómplice del asesi­
nato de nuestro Gran Maestro Hiram Abif. La segunda
era la voz de Jubelós, que decía: Oh, que mi pecho iz­
quierdo hubiera sido abierto, mi corazón arrancado y
arrojado a las fieras y a las aves de rapiña, antes que ha­
ber sido cómplice del asesinato de nuestro Gran Maestro
Hiram Abif. La tercera voz era la de Jubelúm, que excla­
maba más horriblemente que los demás; yo fui quien
dió el golpe mortal, yo fui quien lo mató ¡Oh, que mi
cuerpo hubiera sido cortado en dos, mis intestinos arro­
jados y convertidos en cenizas y esparcidas a los cuatro
vientos para que no quedara huella ni memoria entre
los hombres y nuestro Gran Maestro Hiram Abif! Nos
arrojamos sobre ellos, los capturamos y los hemos traído a
vuestra presencia, excelentísimo Rey Salomón.
V. M.—Jubelás, ¿eres culpable de este horrible hecho?
Jubelás.—Soy culpable excelentísimo Rey Salomón.
V. M.—Jubelós, ¿eres tu culpable?
Jubelós.—Soy verdaderamente culpable excelentísimo
Rey Salomón.
V. M.—Jubelúm, ¿eres tu igualmente culpable?
Jubelúm.—Yo soy el más culpable, excelentísimo Rey
Salomón, más culpable que los demás.
V. M.—Entonces moriréis criminales, impíos por haber
conspirado contra la vida de un hombre tan grande y tan
bueno como lo era nuestro Gran Maestro Hiram Abif.
(A los compañeros)—Llevarlos fuera de las puertas de la
ciudad y ejecutarlos de acuerdo con sus propias impre­
cauciones. (Las órdenes del Rey Salomón son obedecidas,
los compañeros conducen a los rufianes fuera del Templo
128 R I T U A L U N I V E R S A L

y un momento después regresan ante el y el ler.


Compañero dice:)
ler. Compañero.—Excelentísimo Rey Salomón, vues­
tras órdenes se han obedecido, los rufianes han muerto
conforme a sus propias imprecauciones.
V. M.—Está bien, id ahora vosotros doce compañe­
ros en busca del cuerpo de nuestro Gran Maestro Hiram
Abif, y si lo encontrareis, observad si la palabra de Maestro
o alguna clave de ella se encuentra en el cuerpo o cer­
ca de él.
ler. Compañero—Iremos hacia el Occidente a la colina
donde me senté a descansar. (Se colocan otra vez los doce
compañeros cerca del candidato).
ler. Compañero.—Este parece ser el lugar.
2o. Compañero.—Sí, aquí está la rama de acacia.
3er. Compañero.—Tiene la apariencia de una tumba
hecha recientemente.
ler. Compañero.—Removamos la tierra. ¡Oh! (Hacen
el signo de guarda de Maestro masón). Aquí está el cuer­
po, pero está en estado tal de descomposición y putrefac­
ción que es imposible proseguir, esperemos a un lado que
pasen las emanaciones que se desprenden............ prosi­
gamos.............. aquí está una joya.
2o. Compañero.—Se la quitaremos y la llevaremos al
Rey Salomón. (Le quitan la la llevan).
ler. Compañero.—Noticias, excelentísimo Rey Salo­
món.
V. M.—Hablad.
ler. Compañero.—Nosotros tres que fuimos hacia Occi­
dente, al llegar a la falda de la colina donde nuestro her­
mano se sentó a descansar, descubrimos la apariencia
de una tumba hecha recientemente. Removimos la tierra
r '.c

R I T U A L U N I V E R S A L 129

y encontramos un cuerpo, pero en un estado de descom­


posición y putrefacción tal, que involuntariamente pu­
simos nuestras manos en esta posición (la de guarda de
Maestro masón) para librar nuestra nariz de las emana­
ciones que se desprendían. Proseguimos, pero el cuerpo
no pudo ser reconocido ni la palabra de Maestro pudo en­
contrarse en el cuerpo o cerca de él, sin embargo, encon­
tramos esta joya sobre su pecho, se la quitamos y la hemos
traído.
V. M.— ler. Vigilante; esta es en verdad la joya del
Gran Maestro Hiram Abif, no cabe duda acerca de su de­
plorable suerte. Compañeros, el perdón que habéis soli­
citado se os concede en reconocimiento de vuestros esfuer­
zos para encontrar a los asesinos y descubrir el cuerpo de
nuestro Gran Maestro Hiram Abif. compañeros se
van a sus asientos).
V. M.—Hermano primer Vigilante; formad al gremio
en gran procesión para ir conmigo a procurar levantar el
Cuerpo de nuestro Gran Maestro Hiram Abif, y como la
palabra de Maestro se ha perdido, es mi voluntad que el
primer signo hecho ante la tumba y la primera palabra
que se pronuncie al ser levantado el cuerpo, serán adop-
tadas para el Reglamento de todas las Logias de Maes­
tros masones' hasta que las futuras generaciones encuen­
tren las verdaderas.
ler. Vig.—Obreros formaos en gran procesión para
Ir con el excelentísimo Rey Salomón a procurar levantar
oí cuerpo de nuestro Gran Maestro Hiram Abif, y como la
palabra de Maestro se ha perdido, es su voluntad que el
primer signo que se haga ante la tumba y la palabra que
no pronuncie al levantar el cuerpo serán adoptadas para
que las futuras generaciones encuentren las verdaderas.
130 R I T U A L U N I V E R S A L

(Desfilan todos formados de dos en dos, atrás de todos


va el ler. Vigilante, y detrás de él el V. dan tres vuel­
tas alrededor del cuerpo cantando la oración funeraria
y al terminar la tercera vuelta se colocan en fila a los
lados, el ler. Vigilante a los pies y él V. M. a la cabeza del
cuerpo; el ler. Diácono le quita la venda al candidato; el
V. M. hace el signo de Maestro masón y todos le imitan,
en seguida el V. M. ice
d
:)
V. M.—Aquí yacen los restos de nuestro Gran Maestro
Hiram Abif, asesinado en el cumplimiento de su deber,
mártir de su fidelidad, fué traído a este lugar solitario por
manos malditas a media noche con la esperanza de que la
mirada del hombre nunca más lo encontraría, ni la mano
de la justicia caería sobre los asesinos. Vanas esperanzas,
aquí descansan los restos de nuestro Gran Maéstro Hiram
Abif, su obra no estaba terminada todavía, su columna
está rota, no se le han hecho los honores que justamen­
te se le deben, su muerte fué prematura y sus hermanos
lo llorarán, su cuerpo será levantado, honrado y llevado
al templo para sus funerales, se erigirá un monumen­
to para conmemorar sus obras, su fidelidad y su muerte
prematura. Hermano ler. Vigilante, procurad levantar
el cuerpo con el tocamiento de aprendiz masón. se­
gundo Vigilante toma la mano, del candidato dando él
tocamiento de aprendiz, finge que hace por levantarlo
y se le resbala).
2o. Vig.—Excelentísimo Rey Salomón, debido al grado
de putrefacción en que se encuentra el cuerpo, no pueda
levantarse, la piel, se desprende la carne.
V. M.— (Acompañado de todos los hermanos hace el
R I T U A L U N I V E R S A L 131

gran signo de socorro y pronuncia las palabras que le


acompañan).

¡Oh, Dios mi Dios!


No hay quien socorra
A un hijo de la viuda...

V. M.—Hermano ler. Vigilante, tenéis un tocamiento


l»ótente, aplicadlo al cuerpo y procurad levantarlo con él.
ler. Vig.— ( Tomaal candidato de la mano con el toca­
miento de compañero y finge que pretende levantarlo y
se le desliza y :d
ice)
ler. Vig.—Es vano, el estado de putrefacción en que se
encuentra es tal que la carne se desprende de los huesos.
V. M.— ( Acompañadode todos los hermanos, hace el
gran signo de socorro y pronuncia las palabras que lo
acompañan).
V. M.—Hermano ler. Vigilante, siendo inútil nuestros
esfuerzos, ¿qué haremos?
ler. Vig.—Orar.
V. M.—Oremos. ( Todoslos hermanos, se arrodilla
con una rodilla alrededor del cuerpo y el V. M. a la ca­
beza, sedescubre éste, y dice la siguiente :)
Yo oh Dios, que nos ves caer y levantar y conoces nues­
tros pensamientos; protéjenos y defiéndenos de todas las
malas intenciones de nuestros enemigos; ayudadnos a re­
sistir las pruebas y aflicciones que estemos destinados a
•sufrir a nuestro paso por este valle de lágrimas. El hom­
bre siendo hijo de mujer, tiene una vida corta y llena de
•sufrimientos. Viene como la flor y como la flor se tron­
cha; pasa como una sombra y así se extingue. Sus días
son contados y su vida es tuya. Tú que le has marcado
132 R I T U A L U N I V E R S A L

su límite concédele el descanso mientras acaba sus días.


El árbol se troncha y queda la esperanza de que retoñe
su tierna rama, pero el hombre muere y se acaba, entrega
el espíritu y él, ¿dónde está? Así como se van las aguas
del mar y se secan las que del cielo descienden, así el
hombre no se levantará hasta que los cielos dejen de ser.
Pero, ¡Oh Señor! ten compasión de los hijos de tu Crea­
ción, dales tus consuelos en sus horas de sufrimientos y
concédeles salvación eterna. AMEN.
Todos.—Así sea.
V. M.—Hermano ler. Vigilante, vuestro consejo fué
oportuno y bueno, los masones deben recordar siempre
que cuando la fuerza y la sabiduría del hombre fallan,
una fuerza inextinguible allá arriba nos ofrece por medio
de la Creación. Ahora mi mente está despejada y el cuer­
po será levantado. Obreros, habéis trabajado en la cons­
trucción del Templo por más de siete años animados por
la promesa de que cuando el Templo estuviera concluido
los que hubiesen sido fieles recibirían los secretos de
Maestro masón, la palabra de Maestro se ha perdido con
la muerte de nuestro Gran Maestro Hiram Abif, pero voy
a substituirla con una palabra que será adoptada por
los Reglamentos de todas las Logias de Maestros masones
hasta que las futuras Generaciones encuentren la verda­
dera y la primera palabra que yo pronuncie al ser levan­
tado el cuerpo de este nivel muerto a una perpendicular
viviente, será la palabra de Maestro, ler. Gran Vigilan­
te, ayudadme a levantar el cuerpo por medio de la poten­
te garra de Maestro masón, o sea la garra del León.
( . ElV. M. pone su pie derecho contra los pies del can­
didato, le toma la mano con la garra del Maestro masón
y lo levanta con la ayuda del ler. Vigilante y del ler.
R I T U A L U N I V E R S A L Í33

Diácono, colocándose y colocando al candidato bajo los


cinco puntos de la Maestría y le dice al oído la palabra
sagrada de Maestro masón).
V. M.—Esta es hermano la palabra sagrada de Maes­
tro masón, éste es el tocamiento verdadero de Maestro
masón, o garra del León, y estos son los cinco puntos de
la Maestría: Pie con pie, rodilla con rodilla, pecho contra
pecho, mano en la espalda y boca al oído; significan:
Pie con pie, que debéis estar siempre listo para acu­
dir diligentemente a la llamada de un digno hermano
Maestro masón, si su necesidad lo requiere y estáis en
mejores condiciones que él. Rodilla con rodilla, que es
: iempre vuestro deber pedir por vuestro hermano en vues­
tras oraciones a la Deidad. Pecho con pecho, que los se­
cretos de un digno hermano Maestro masón, cuando os
sean comunicados como tales, deben permanecer sagrados
o inviolables en vuestro pecho, como lo estaban en el
suyo antes de comunicarlo. La mano en la espalda que
estaríais siempre listo para tender vuestra mano al que cae
y le ayudaréis en toda ocasión lícita. Boca al oído, que
estaréis siempre listo para decirle al oído consejos sabios y
prudentes al hermano que hierra y prevenirlo de cualquier
peligro que le amenace. El signo de socorro e s etc.,
no lo' haréis sino cuando os halléis en peligro extremo,
diciendo si no podéis ser visto, ¡O h ............... en lengua
del país. El Masón que es Maestro debe acudir en el sólo
llamamiento, sin demora alguna y auxiliar con todo su
poder al que lo haga.
(El V. M. regresa al Oriente y es conducido a su dere­
cha del candidato, haciendo entonces el V. M. la posición
en esta forma:)
V. M.—Vuestro celo por la institución de la Masone­
134 R I T U A L U N I V E R S A L

ría, los progresos que habéis hecho en nuestros misterios


y vuestro apego a su Reglamento, os han señalado como
a una persona adecuada y digna de recibir esta institu­
ción peculiar de nuestra estimación y aprecio. Ahora es­
táis ligado por el deber, el honor y la gratitud a ser fiel
a la confianza que en vos hemos depositado, a sostener
en todas las circunstancias la dignidad de nuestro carác­
ter, e inculcar por medio del ejemplo y los preceptos, la
obediencia a las sagradas enseñanzas de nuestra Orden.
En vuestro carácter de Maestro masón estáis autorizado
para corregir los errores e irregularidades de vuestros her­
manos ignorantes o poco instruidos y evitarles que que­
branten o violen su fidelidad. Será objeto de nuestra cons­
tante atención que la reputación de la “ Fraternidad” se
conserve sin mancillarse, siendo con este objeto de vues­
tra competencia recomendar: a vuestros inferiores y su­
bordinados, obediencia y sumisión a vuestros iguales,
cortesía, y afabilidad y a vuestros Superiores verdad y
condescendencia. Inculcaréis siempre la benevolencia uni­
versal y con la regularidad de vuestra conducta daréis
el mejor ejemplo a los que fueran menos instruidos. Los
antiguos Landmarks que se han confiado debéis preser­
varlos cuidadosamente y no permitir que sean infringidos
ni ninguna desviación de los Usos y Costumbres estable­
cidos en la Fraternidad, vuestra virtud, vuestro honor y
vuestra reputación están comprendidos en el sostenimien­
to con dignidad del carácter que ahora tenéis. Por ningún
motivo os apartéis de vuestros deberes, violéis vuestros
juramentos, ni traicionéis la confianza en vos depositada,
seréis leal y fiel e imitaréis el ejemplo del célebre artista
a quien habéis representado esta noche y así os haréis
digno del honor que os hemos conferido y mereceréis la
confianza que en vos hemos depositado. (*)
R I T U A L U N I V E R S A L 135

(ElV. M. se sienta y sienta a la Logia)


(El candidato es sentado frente al V. M., quien con la
ayuda del ler. Vigilante, da la siguiente:)

INSTRUCCION.

V. M.—Hermano ler. Vigilante, ¿Sois Maestro masón?


ler. Vig.—Lo soy V. M.
V. M.—¿Qué os indujo a ser Maestro masón?
ler. Vig.—Para recibir salario de Maestro masón, es­
tar así mejor capacitado para sostenerme a mí mismo y
a mi familia, contribuir a la ayuda de los Maestros ma­
sones pobres o en desgracia, sus viudas y huérfanos.
V. M.— ¿Dónde fuisteis hecho Maestro masón?
ler. Vig.—En una Logia de Maestros masones, justa
y legalmente constituida.
V. M.— ¿Cómo fuisteis preparado?
ler. Vig.—Siendo despojado de todo objeto metálico,
ni vestido ni desnudo, ni calzado ni descalzo, y ambas
rodillas y el pecho desnudos, los ojos vendados y una
cuerda atada con tres vueltas en mi cuerpo en cuya si­
tuación fui conducido a la puerta de la Logia por un her­
mano Maestro masón.
V. M.— ¿Por qué teníais una cuerda atada con tres
vueltas a vuestro cuerpo?
ler. Vig.—Para enseñarme que mis deberes y obliga­
ciones se hacían más extensas a medida que avanzaba en
masonería.
V. M.—Cómo conseguisteis ser admitido?
ler. Vig.—Por tres golpes marcados.
V. M.—¿Qué se os dijo desde adentro?
ler. Vig.—Quién va.
V. M.— ¿Vuestra contestación?
136 R I T U A L U N I V E R S A L

ler. Vig.— Un hermano que ha sido regularmente co­


mo aprendiz, ascendido al grado de compañero y ahora
desea recibir más luz en masonería siendo enaltado al
sublime grado de Maestro masón.
V. M.—¿Qué se es preguntó entonces?
ler. Vig.—Si era mi libre y expontánea voluntad, si
estaba debida y verdaderamente preparado, si era digílo y
tenía cualidades necesarias, si había adquirido la perfec­
ción suficiente en los grados anteriores, a todo lo cual
habiendo contestado afirmativamente, se me preguntó
por qué otro derecho o beneficio esperaba ser admitido.
V. M.— ¿Vuestra contestación?
ler. Vig.—Por el beneficio de la palabra de pase.
V. M.— ¿Disteis la palabra de pase?
ler. Vig.—Yo no la di, pero mi guía la dió por mí.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.—Se me dijo que esperara con paciencia has­
ta que el V. M. fuera informado de mi solicitud y volvie­
ra su contestación.
V. M.—¿Qué contestación dió?
ler. Vig.—Dejad que entre y que sea recibido en de­
bida forma.
V. M.— ¿Cómo fuisteis recibido?
ler. Vig.— Con las dos puntas del compás extendidas
de mi pecho derecho al izquierdo desnudos, lo que era
para enseñarme que así como los órganos vitales del hom­
bre están contenidos dentro del pecho, así las más útiles
enseñanzas de nuestra Institución están contenidas den­
tro de las dos puntas del compás y que son: La Amistad,
la Moral y el Amor Fraternal.
V. M.—Después, ¿cómo se dispuso de vos?
ler. Vig.—Fui conducido por tres veces alrededor del
al tur y al segundo vigilante en el sur, donde se me hicie­
ron las mismas preguntas que en la puerta y di las mis­
mas contestaciones.
V. M.— ¿Cómo dispuso de vos el segundo vigilante?
ler. Vig.—Me mandó al primer vigilante en Occiden­
te donde se me hicieron las mismas preguntas y di las
mismas respuestas anteriores.
V. M.—¿Qué os preguntó el Venerable Maestro?
ler. Vig.—De dónde venía y hacia dónde viajaba?
V. M.—¿Vuestra contestación?
ler. Vig.—De Occidente viajando hacia Oriente.
V. M.— ¿Qué otra cosa se os preguntó?
ler. Vig.—Qué perseguía.
V. M.— ¿Vuestra contestación?
ler. Vig.—Aquello que se había perdido y que con mi
empeño y vuestra ayuda tenía la esperanza de encontrar.
V. M.— ¿Qué más se os preguntó?
ler. Vig.—Que a qué se refería.
V. M.— ¿Vuestra contestación?
ler. Vig.—Que a los secretos de un Maestro masón; en­
tonces dijo que mis propósitos eran verdaderamente lau­
dables y ordenó que fuera yo conducido al primer vigi­
lante en el Occidente, quien me enseñó a aproximarme
al Oriente por medio de tres pasos regulares, mis pies for­
mando el ángulo recto de un cuadrado perfecto, mi cuer-
I>o recto hacia el Venerable Maestro en el Oriente.
V. M.— ¿Qué hizo de vos el Venerable Maestro?
ler. Vig.—Me hizo Maestro masón.
V. M.— ¿Cómo?
ler. Vig.-*-En debida forma.
V. M.— ¿Cómo es esa debida forma?
ler. Vig.—Arrodillado con las dos rodillas, mi cuerpo
138 R I T U A L U N I V E R S A L

recto, mis dos manos descanzando sobre la Biblia, la es­


cuadra y el compás, y en esa debida forma hice mi jura­
mento de Maestro masón.
V. M.—Repetidlo.
ler. Vig.—Lo re p ito ................ (véase 65).
V. M.—Después de hacer el juramento, ¿qué se os
preguntó?
ler. Vig.— Qué era lo que más deseaba.
V. M.— ¿Vuestra contestación?
ler. Vig.—Más luz en masonería.
V. M.— ¿La recibisteis?
ler. Vig.—Sí.
V. M.—¿Cómo?
ler. Vig.—Por orden del Venerable Maestro y con la
ayuda de los hermanos.
V. M.—Al recibir la luz, ¿qué fué lo que descubristeis
además de lo que ya conocíais?
ler. Vig.—Que las dos puntas del compás estaban des­
cubiertas, lo que era para enseñarme que no debía perder
de vista la aplicación masónica de ese útil y valioso ins­
trumento que es enseña, AMISTAD, MORALIDAD Y
AMOR FRATERNAL.
V. M.— ¿Qué descubristeis después?
ler. Vig.—Al Venerable Maestro aproximarse a orien­
te bajo la guarda y el signo de Maestro masón, quien en
señal de su amistad y amor fraternal me dió la mano de­
recha y con ella el tocamiento de pase y la palabra de
pase del Maestro masón y me dijo que me levantara y
saludara a los vigilantes como tal.
V. M.—Después de saludar a los vigilantes, ¿qué si­
guió?
ler. Vig.—El Venerable Maestro me mandó al primer
R I T U A L U N I V E R S A L 139

vigilante quien me enseñó a usar mi mandil como Maes­


tro Masón.
V. M.— ¿Cómo debe usar el mandil un Maestro ma­
són?
ler Vig.—Con la solapa delgada hacia abajo.
V. M.—Después de haberos enseñado a usar el man­
dil, como Maestro masón, ¿cómo se dispuso de vos?
ler. Vig.—Fui conducido a la derecha del Venerable
Maestro en el oriente, quien me presentó las herramien-
lus del Maestro masón y me enseñó sus usos.
V. M.— ¿Cuáles son las herramientas del Maestro ma­
són?
ler. Vig.—Todos los implementos de la Masonería en
general, pero especialmente la cuchara.
V. M.— ¿Cuál es el uso de la cuchara?
ler. Vig.—La cuchara es un instrumento (
pág. No. 67).
V. M.— ¿Cómo se dispuso después de vos?
ler. Vig.—Se ordenó que fuera yo conducido al lugar
<le donde había venido para que me vistiera y se me de­
volviera aquello de que se me había despojado y que es­
perara la voluntad del Venerable Maestro.
|
SEGUNDA SECCION.

V. M.— ¿Qué representa una Logia de Maestros ma­


sones?
ler. Vig.—El Sancta-Sanctorum del Rey Salomón.
V. M.— ¿Regresasteis después a la Logia?
ler. Vig.—Sí.
V. M.—A vuestro regreso, ¿dónde fuisteis colocado?
140 R I T U A L U N I V E R S A L

ler. Vig.—En el centro, donde se me hizo arrodillar e


invocar las bendiciones de la Deidad.
V. M.—¿Qué siguió?
ler. Vig.—Me levanté y al pasar alrededor del Altar
fui acometido por tres compañeros quien por tres veces
me exigieron los secretos de Maestro masón y por las tres
veces habiéndolos rehusado, el primero me dió un golpe
en el cuello con la regla de veinticuatro pulgadas, el
segundo me dió un golpe en el pecho con la escuadra y
el tercero me dió un golpe en la frente con el martillo, el
cual me hizo caer en el lugar.
V. M.— ¿A quién estabais representando?
ler. Vig.—A nuestro Gran Maestro Hiram Abif, quien
fué asesinado poco antes de la terminación del Templo.
V. M.— ¿Fué premeditada su muerte?
ler. Vig.— Sí, por quince compañeros, quienes miran­
do que el Templo estaba por terminarse y estando deseo­
sos de recibir los secretos de Maestro masón por medio de
los cuales podrían viajar por tierra extraña y recibir sa­
larios como tales, entraron en esa horrible conspiración
para exigirlos por la fuerza a nuestro Gran Maestro Hi­
ram Abif, o matarlo; pero reflexionando por la atrocidad
de sus intenciones, horrorizados doce de ellos se arrepin­
tieron, pero los otros tres persistieron en sus locos desig­
nios.
V. M.— ¿A qué hora fué asesinado nuestro Gran Maes­
tro Hiram Abif?
ler. Vig.—A medio día.
V. M.—¿Cómo fué que estuviera sólo a esa hora?
ler. Vig.—Era su costumbre a medio día cuando el
gremio pasaba del trabajo al recreo, entrar al Sancta-
R I T U A L U N I V E R S A L 141

Sanctorum, ofrecer sus oraciones a la Deidad y traer sus


planos en su tabla de dibujo.
V. M.— ¿Cómo ocurrió su muerte?
ler. Vig.—Los tres compañeros que persistieron en
sus locos designios, conociendo sus costumbres se colo­
caron en las puertas al Sur, Occidente y Oriente del Tem­
plo y esperaron su salida.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.—Nuestro Gran Maestro Hiram Abif, habiendo
terminado lo que acostumbraba iba a salir por la puerta
del Sur donde fué acometido por Jubelós, quien le exigió
los secretos de Maestro masón; y habiéndolos rehusado
le dió un golpe en el cuello con una regla de veinti­
cuatro pulgadas; entonces intentó salir por la puerta de
Occidente, donde fué acometido por Jubelós quien tam­
bién por tres veces le exigió los secretos de Maestro masón
y habiéndolo rehusado por tres veces, le dió en el pecho
un golpe con la escuadra; entonces intentó escapar por
la puerta de Oriente, donde fué acometido por Jubelúm,
quien por tres veces le exigió los secretos de Maestro ma­
ma y habiéndolo rehusado las tres veces, le dió un fuer­
te golpe en la frente con el martillo, cayendo muerto en
ese lugar.
V. M.— ¿Qué hicieron con el cuerpo?
ler. Vig.—Lo enterraron en los escombros del Templo
hasta la media noche, en que como lo habían acordado,
lo llevaron hacia occidente del templo, a la falda de la
colina donde lo enterraron en una tumba que habían ca­
vado de seis pies de oriente a occidente y siete pies de
profundidad, a cuya cabeza colocaron una rama de aca­
cia para reconocer el lugar si alguna vez era necesario, y
Iluyeron.
142 R I T U A L U N I V E R S A L

V. M.— ¿Cuándo se notó la ausencia de nuestro Gran


Maestro Hiram Abif?
ler. Vig.—Al día siguiente.
V. M.— ¿Cómo se notó?
ler. Vig.—Por no haber planos en su tabla de dibujo.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.—Al ser informado de esto el Rey Salomón,
suponiendo que estaría indispuesto, ordenó que fuera
buscado en todos los departamentos del Templo, se le
buscó, pero no fué encontrado.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.—El Rey Salomón temía que algún accidente
le hubiera acontecido; en esos momentos se presentaron
doce compañeros que arrepentidos de sus atroces intentos
comparecieron con guantes y mandiles blancos en señal
de inocencia para confesar sus premeditados intentos o
implorar su perdón. El Rey Salomón mandó pasar lista
de los obreros y se notó la ausencia de los tres compa­
ñeros.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.—El Rey Salomón, ordenó a los doce compa­
ñeros que se dividieran en partidas de tres y fueron tres
hacia el oriente, tres hacia el occidente, tres hacia el sur
y tres hacia el norte en persecución de los rufianes.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.—Partieron los doce compañeros y los que fue­
ron hacia el occidente del templo, caminaron hasta en­
contrar un marinero a quien preguntaron si había visto
algunos extranjeros pasar por allí y quien les informó qüe
había visto tres y que por su apariencia eran trabajado­
res del Templo, deseaban pasaje para Etiopía pero no ha­
biéndolo obtenido se regresaron al interior del país.
R I T U A L U N I V E R S A L 143

V. M.—¿Qué siguió?
ler. Vig.—Regresaron e informaron de esto al Rey
Bnlomón quien les ordenó se dividieran como lo habían
hecho antes y siguieran las mismas direcciones con órde­
nes extrie tas de encontrar a los criminales y asegurán­
doles que si no lo hacían ellos serían considerados como
los criminales y sufrirían la pena por el enorme crimen.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.— Caminaron como lo habían hecho antes y
los que fueron hacia el occidente del templo cuando re­
grosaban, uno que estaba más cansado que los otros se
sentó a la falda de una colina a descansar y a tomar fres­
co, al levantarse se cogió de una rama de “ acacia” la cual
so arrancó con mucha facilidad, ésto excitó su curiosidad
y mientras comentaban este caso singular oyeron tres
horribles exclamaciones que venían del fondo de una roca
cercana, la primera era la voz de Jubelás que decía:
¡Oh, que mi garganta hubiera sido cortada de oreja
a oreja, mi lengua arrancada y enterrada en la arena de
la playa donde la marea que sube dos veces cada veinti­
cuatro horas, antes que haber sido cómplice de nuestro
asesinato de nuestro Gran Maestro Hiram Abif! La segun­
da era la voz de Jubelós que decía: ¡Oh, que mi pecho iz­
quierdo hubiera sido abierto, mi corazón arrancado y arro­
jado a las fieras y a las aves de rapiña antes que haber
sido cómplice del asesinato de nuestro Gran Maestro Hi­
ram Abif! La tercera era la voz de Jubelúm, que excla­
maba más horriblemente que los otros: ¡Yo fui quien dió
el golpe fatal! ¡Yo fui quién lo mató! ¡Oh, que mi cuer­
po hubiera sido cortado en dos, mis intestinos arrancados
y convertidos en cenizas por el fuego y esparcidos a los
cuatro vientos para que no quedara huella ni memoria
144 R I T U A L U N I V E R S A L

entre los hombres y los masones, de tan villano perjuro


como lo he sido yo, que he dado muerte a nuestro Gran
Maestro Hiram Abif! Se arrojaron sobre ellos, los captu­
raron y ataron y los llevaron ante el Rey Salomón, quien
ordenó fueran llevados fuera de las puertas de la ciudad
y ejecutados de acuerdo con sus propias imprecaciones
y así fueron ejecutados.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.—El Rey Salomón ordenó a los doce compa­
ñeros que fueran en busca del cuerpo y que si lo encon­
traban observaran si la palabra de Maestro o alguna cla­
ve de ella se encontraba en el cuerpo o cerca de él.
V. M.— ¿Dónde fué encontrado el cuerpo de nuestro
Gran Maestro Hiram Abif?
ler. Vig.—Hacia el occidente del templo, en la falda
de una colina donde nuestro cansado hermano se sentó
a descansar y tomar el fresco.
V. M.—¿Estaba la palabra de Maestro o alguna clave
de ella en el cuerpo o cerca de él?
ler. Vig.—No.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.— El Rey Salomón ordenó a los obreros que
fueran con él para procurar levantar el cuerpo y que co­
mo las palabras de Maestro se habían perdido, el primer
signo que se hiciera ante la tumba y la primera palabra
que se pronunciara al levantar el cuerpo, serían adopta­
das para el reglamento de todas las Logias de Maestros
Masones hasta que las futuras Generaciones encontraran
las verdaderas.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.—Fueron a la tumba, donde el Rey Salomón
ordenó que el cuerpo fuera levantado con el tocamiento
R I T U A L U N I V E R S A L 145

de aprendiz masón, pero el cuerpo estaba en un estado


tal de putrefacción, llevando quince días de muerto, que
la piel se desprendía de la carne y no podía levantarse.
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.—El Rey Salomón ordenó que fuera levanta­
do aplicándole el tocamiento de compañero, pero al apli­
carle este tocamiento la carne se desprendía de los hue*
sos y no pudo levantarse así .
V. M.— ¿Qué siguió?
ler. Vig.—El Rey Salomón le aplicó el potente toca­
miento de Maestro masón o garra del León y lo levantó
con los cinco puntos, de la Maestría que son: Pie con pie.,
rodilla con rodilla, pecho con pecho, mano a la espalda
y mejilla con mejilla o boca al oído. Pie contra pie indica
que no debemos nunca vacilar en ir a pie y desviamos de
nuestro camino para ayudar y salvar a un hermano en
desgracia. Rodilla con rodilla, que debemos pedir siem­
pre por el bienestar de nuestros hermanos en nuestras
oraciones a la Deidad. Pecho con pecho, que conservare­
mos siempre en nuestro pecho los secretos de nuestros
hermanos, cuando nos sean comunicados como tales, ex­
cepto en caso de asesinato o traición. La mano a la es­
palda, que siempre estaremos listos a tener la mano en
ayuda y para salvar a un hermano que cae. Mejilla con
mejilla o boca al oído, de la manera más suave y afectuo­
sa le llamaremos la atención acerca de sus faltas y le ayu­
daremos a corregirse y le daremos oportuno aviso para
que pueda precaverse de algún daño que les amenace.
V. M.— ¿Qué hicieron después con el cuerpo?
ler. Vig.—Lo llevaron al templo y lo enterraron en
debida forma. La tradición masónica nos informa que se
construyó en su memoria un monumento de mármol con-
146 R I T U A L U N I V E R S A L

sistente en una hermosa virgen llorando sobre una co­


lumna rota, ante ella un libro abierto, en su mano de­
recha una rama de acacia y en la izquierda una urna, y
detrás de ella la figura del tiempo destrozándole el cabe­
llo y cortando sus rizos.
V. M.— ¿Qué significan estas figuras alegóricas?
ler. Vig.—La columna rota significa prematura muer­
te de nuestro Gran, Maestro Hiram Abif; la hermosa vir­
gen representa el templo sin terminar, el libro abierto
ante ella, que sus virtudes están ahí registradas perpe­
tuamente. La rama de acacia en su mano derecha, el
oportuno descubrimiento de su cadáver. La urna en la
izquierda, que sus cenizas fueron ahí depositadas para
perpetuar la memoria de un carácter tan distinguido.
La figura del tiempo destrozándole sus cabellos significa
que el tiempo, la paciencia y la perseverancia tienen éxito
en todas las cosas.
V. M.— ¿Tenéis algunos signos pertenecientes a este
grado?
ler. Vig.—Tengo varios.
V. M.—Dadme un signo
ler. Vig.— (Hace el signo de maestro masón)
V. M.— ¿Hace alusión a algo?
ler. Vig.—Sí, a la pena de mi juramento y a la posición
que involuntariamente ■tomaron las manos de nuestros
antiguos hermanos al encontrar el cuerpo de nuestro Gran
Maestro Hiram Abif, para resguardar sus narices de
las emanaciones desagradables que se desprendían de la
tumba.
V. M.—Dadme otro signo.
ler. Vig.— (Haceel signod )
V. M,— ¿Hace alusión a algo?
R I T U A L U N I V E R S A L 147

ler. Vig.—Sí, al acto de levantar el cuerpo de nuestro


Gran Maestro Hiram Abif, y a que nuestros antiguos
hermanos en seña de tristeza levantaron tres veces las
manos en esta forma, exclamando:
¡Oh!...
V. M.—Dadme un tocamiento.
ler. Vig.—Dá el de pase de Maestro Masón.
V. M.— ¿Cómo se llama?
ler. Vig.—Tocamiento de pase del grado C... al de
M. M.
V. M.— ¿Tiene una palabra, cuál es?
ler. Vig.—T ............................
V. M.— ¿Qué significa?
ler. Vig.—El primer artífice conocido o trabajador
experto de los metales.
V. M.—Pasad.
ler. Vig.—Da la G ................ ........
V. M.— ¿Tiene una palabra?
ler. Vig.—La tiene.
V. M.—Dádmela.
ler. Vig.—No puedo darla, ni puede darse excepto ba­
jo los cinco puntos de la M y en voz baja.
V. M.—Dádmela en esta forma.
ler. Vig.— ( ...................)
V. M.—La palabra es justa y perfecta.

TERCERA SECCION

V. M.—¿Cuántas grandes columnas masónicas hay?


ler. Vig.—Tres.
V. M.— ¿Cómo se llaman?
ler. Vig.—Sabiduría, Fuerza y Belleza.
V. M.—¿Por qué se llaman así?
ler. Vig.—Porque es necesario que haya sabiduría
al delinear, Fuerza para sostener y Belleza para ador­
nar toda empresa grande e importante.
V. M.—¿Por quiénes están representadas?
ler. Vig.—Por Salomón Rey de Israel, Hiram Rey de
Tiro e Hiram Abif; que fueron nuestros primeros excelen­
tísimos Grandes Maestros.
V. M.—Cómo los representáis?
ler. Vig.—Salomón Rey de Israel representa la columna
de la Sabiduría por que él por su Sabiduría concibió ese
modelo soberbio de excelencia que inmortalizó su nombre;
Hiram Rey de Tiro representa la columna de la fuerza,
por que él sostuvo al Rey Salomón, en su grande e im­
portante empresa. Hiram Abif, representa la columna de
la belleza porque debido a sus destrezas en las artes el
templo fué hermosamente adornado.
V. M.— ¿Cómo estaba sostenido ese Templo?
ler. Vig.—Estaba sostenido por 1453 columnas, 2906
pilastras, todas labradas de finísimo mármol de París.
V. M.— ¿Cuántas se empleaban en la construcción del
Templo? .
ler. Vig.—Tres grandes Maestros, 3300 Maestros o So­
brestantes del trabajo, 80,000 compañeros en las mon­
tañas y en las canteras, 70,000 aprendices o portadores
de la carga. Todos estaban clasificados y arreglados de
tal manera por la Sabiduría del Rey Salomón que jamás
la envidia, el descrédito o la confusión interrumpían la
paz y la tranquilidad que reinaba entre los obreros.
V. M.— ¿Dónde se reunían los aprendices en Logia?
ler. Vig.—En el pavimento de cuadros o piso bajo del
Templo de Salomón donde se reunían todas las tardes
R I T U A L U N I V E R S A L 149

para recibir instrucción acerca del trabajo del día siguien­


te.
V. M.— ¿Cuántos componían una Logia de aprendi­
ces?
ler. Vig.—Siete o más .
V. M.—Cuando se componían de sólo siete, ¿quiénes
eran ellos?
ler. Vig.—Un maestro y seis aprendices.
V. M.— ¿Dónde se reunían en logia los compañeros?
ler. Vig.—En la cámara de enmedio del Templo de
Salomón donde se reunían la tarde del sexto día de cada
semana para recibir sus salarios.
V. M.— ¿Cuántos componían una Logia de Compa­
ñeros?
ler. Vig.—Cinco o más.
V. M.—Cuando se componían de sólo cinco, ¿quiénes
eran?
ler. Vig.—Dos Maestros y tres compañeros.
V. M.— ¿Dónde se reunían en la Logia los Maestros?
ler. Vig.—El Sancta-Sanctorum del Templo de Salo­
món, donde se reunían a proyectar los planos y trazar­
los en la tabla de dibujo.
V. M.— ¿Cuántos constituían una Logia de Maestros?
ler. Vig.—Tres o más.
V. M.—Cuando se componía de sólo tres ¿quiénes
eran?
ler. Vig.—Tres Maestros Masones representantes
a Salomón Rey de Israel, Hiram Rey de Tiro, e Hiram
Abif.
V. M.— ¿Qué significan los tres escalones delineados
en la cartera de Maestro?
ler. Vig.—Son emblemáticos de los tres principales pe­
150 R I T U A L U N I V E R S A L

ríodos de la vida humana, a saber: Juventud, Edad madu­


ra y vejez. En la juventud como aprendices, debemos ser
industriosos y ocupar nuestras mentes en adquirir coho-
cimientos útiles. En la edad madura como compañeros, de­
bemos aplicar nuestros conocimientos en el desempeño
de nuestros deberes para con Dios, nuestros semejantes
y para con nosotros mismos; para que al llegar a la vejez,
como Maestros Masones podamos gozar de la felicidad con­
siguiente a una vida bien cumplida y morir con la espe­
ranza de una inmortalidad gloriosa.
V. M.— ¿Cuántos emblemas masónicos hay?
ler. Vig.—Nueve; ocho de los cuales son sencillos, a
saber: el incensario, la colmena, el libro de la constitución
guardada por la espada del Guarda Templo, la espada
apuntada a un corazón, el Ancla y el Arca, el 47 problema
de Euclides, el reloj de arena y la guadaña.
El incensario es el emblema de un corazón puro, lo
cual es siempre en el sacrificio aceptable para la Deidad
y así como éste arde con calor ferviente así deben nuestros
corazones arder continuamente con gratitud hacia el
Gran Benefactor, de nuestra existencia y por los benefi­
cios de que gozamos. La colmena es un emblema de in­
dustria y recomienda la práctica de esa virtud a todos los
seres creados, desde los más elevados serafines en el cie­
lo, hasta los más bajos reptiles de la tierra. Nos enseña que
así como venimos al mundo como seres racionales e inte­
ligentes, así debemos ser siempre industriosos, nunca sen­
tarnos contentos a descansar mientras nuestros semejan­
tes que nos rodean estén necesitados y especialmente si
está en nuestras facultades ayudarlos sin perjuicio nues­
tro. Cuando examinamos la naturaleza, vemos que el hom­
bre en su infancia está más desvalido e indigente que los
R I T U A L U N I V E R S A L 151

brutos de la creación ya desfallecido por días, meses y años


cuteramente incapaz de proveerse de sustento por sí mis­
mo, de librarse de los ataques de las fieras o procurarse
abrigo de las inclemencias del tiempo. El gran creador
de los cielos y de la tierra podría haber hecho al hombre
independiente de los demás, pero como la dependencia
es ino de los lazos más fuertes de la sociedad, la huma­
nidad fué hecha de seres dependientes, unos de otros para
su protección y seguridad, pues así gozan de mejor opor­
tunidad para cumplir los deberes de amistad y amor recí­
proco^. Así fué el hombre formado para la vida social y
activa como la parte más noble de la obra de Dios, y el
que en la vida no procura contribuir con algo al conoci­
miento y saber generales, puede ser considerado como un
zángano, en la colmena de la naturaleza, miembro inútil
de la sociedad e indigno de protección como Masones.
El lib^o de la Constitución resguardado por la espada
del Guarda Templo nos recuerda que debemos vigilar y
guardar nuestros pensamientos, palabras y obras, espe­
cialmente cuando estemos entre amigos en la masonería,
teniendo siémpre presentes esas virtudes masónicas: si­
lencio y circunspección.
io a un corazón, demuestra que
xá tarde o temprano, y aunque
palabras y obras permanezcan
hombres, hay un ojo que todo lo
ve, a. yuieii ex pui, ia, d una y las Estrellas obedecen, y aba­
jo cuyo cuidado aun los Cometas completan sus revolu­
ciones estupendas; penetra en lo más recóndito del cora­
zón humano y nos recompensará conforme a nuestros
méritos.
El Ancla y el Arca, son emblemas de una esperanza


152 R I T U A L U N I V E R S A L

bien fundada y una vida bien cumplida. Son emblemáti­


cos del Arca Divina que nos lleva a flote en este tempes-,
tuoso mar de penas y dolores y de la Ancla que nos an/
ciará en un puerto pacífico y seguro donde los malvadas
no tendrán cabida y los rendidos hallarán reposo.
El 47 problema de Euclides, este es un invento de nues­
tro antiguo amigo y hermano el Gran Pitágoras, que en
sus viajes por el Asia, Africa y Europa, fué iniciadó en
varias órdenes Sacerdotales y fué elevado al sublime; gra­
do de Maestro Masón. Este Sabio filósofo enriqueció su
mente con un gran conocimiento general de las cósas y
especialmente de la Geometría o Masonería. Sob/e esta
materia formuló muchos problemas y Teoremas/ y este
a que nos referimos entre los más notables, el ¡cual, al
encontrarlo exclamó..................... “EUREKA”/ que en
griego significa lo que he encontrado. Se dice qíe al des­
cubrirlo ofreció en sacrificio una Hecatombe. los Ma­
sones nos enseña a ser amantes de las artes y las ciencias.
La clepsidra o reloj de arena es un emblema de la
vida humana, examinadlo y veréis cuán repetidamente
corre la arena y cuando repetidamente, nuestras vidas lle­
gan al fin. No podemos sin admiración contemplar las pe­
queñas partículas contenidas en este aparado que pasan
casi imperceptiblemente y sin embargo, a mjestra sorpre­
sa, en el corto espacio de una hora todas se han acabado.
Así se acaba el hombre, hoy nacen en su corazón tiernos
retoños de esperanza, mañana florece, y al día siguiente la
helada la marchita, y cuando el cree que su grandeza cre­
ce más cae como las hojas de Otoño, para nutrir a nues­
tra madre tierra.
La Guadaña es el emblema del tiempo que corta el del­
gado hilo de la vida y nos arroja a la eternidad. Pensad
R I T U A L U N I V E R S A L 153

tu la tala que entre la raza humana hace la Guadaña del


tiempo. Si escapamos de los numerosos peligros inciden­
tales de la niñez y la juventud y llegamos con fuerza y
vigor a la edad madura, aun tenemos que ser cortados por
la guadaña del tiempo que todo lo devora, para reunimos
en aquel país a donde nuestros padres han ido antes que
nosotros.
V. M.— ¿Cuál es el noveno?
ler. Vig.—El Martillo, el Azadón, el Ataúd y la rama de
Acacia. El Martillo con el que fué asesinado el gran Maes­
tro Hiram Abif, el azadón con que cava su fosa, el ataúd
en que fuéron recibidos sus restos, y la rama de acacia
l ué la que floreaba a la cabeza de su tumba.
Todos entonces son emblemas de la mortalidad y ofre­
cen serio tema de reflexión para el hombre pensador, pe­
ro sería todavía más tenebrosa y sombría si no fuera por
la rama de Acacia que floreaba a la cabeza de la tumba
y que sirve para recordarnos la parte imperecedera del
itombre, que sobrevive a la tumba y tiene gran afinidad
muy cercana con la Suprema inteligencia que penetra to­
da la naturaleza y que nunca, nunca, nunca muere.
FINALMENTE, imitamos a nuestro Gran Maestro Hi­
ram Abif, que en su virtuosa conducta, su firme devoción
a su Dios y a su fidelidad inflexible a la confianza en él
depositada que como él podamos dar lá bienvenida a la
muerte, recibirla como a un bondadoso mensajero enviado
por nuestro Supremo el Gran Maestro, para trasladamos
de esta Logia imperfecta a aquella Celestial, toda perfec­
ción y gloria, que está presidida por el GRAN ARQUI­
TECTO DEL UNIVERSO
APRENDIZ.

YO .............................................de mi libre y espon­


tánea voluntad, en presencia de Dios Todo Poderoso y de
esta Resp. Logia erigida a El y dedicada a San Juan Bau­
tista y San Juan Evangelista, de la manera más solem­
ne y sincera, prometo y juro: que siempre ocultaré, guar­
daré, y jamás revelaré ninguno de los secretos, artes,
partes, o puntos de los ocultos misterios de la Masonería
que me hayan sido, me sean ahora o en lo futuro comuni­
cados como tales, a ninguna persona o personas, sean
quienes fueren, excepto a un hermano Masón, legal y ver­
dadero o dentro de una Logia Justa y legalmente cons­
tituida de Masones, y ni aun a él o a ellos, sino hasta que
por estricto examen o información legal los encuntre a
él o a ellos tan merecedores como a mí mismo.
Solemne y sinceramente juro y prometo que no escri­
biré, pintaré, imprimiré, grabaré, cortaré, marcaré o mol­
dearé en cosa alguna, móvil o inmóvil capaz de recibir la
menor impresión de un signo, palabra, sílaba, letra o ca­
rácter por medio de los cuales pudieran llegar a ser legi­
bles o inteligibles a persona alguna bajo la bóveda del Cie­
lo, los secretos de la Masonería, siendo así conocidos ile­
galmente por medio de mi indignidad.
Todo esto de la manera más solemne y sincera juro y
R I T U A L U N I V E R S A L 155

prometo con la firme y constante resolución de cumplirlo


y ejecutarlo, sin la menor equivocación, reserva mental o
evasiva de ninguna clase, comprometiéndome bajo pena
no menor que la de que mi garganta sea cortada de oreja
a oreja, mi lengua arrancada de raíz y enterrada en las
arenas de la playa, donde la marea sube y baja dos veces
cada veinticuatro horas, si llego alguna vez a transgredir
a sabiendas y por mi voluntad este mi juramento de
Aprendiz Masón. Así Dios me ayude a conservarme fírme.

COMPAÑERO

Y o ..............................................de mi libre y espon­


tánea voluntad, en presencia de Dios Todo Poderoso y de
esta Resp. Logia erigida a El y dedicada a San Juan Bau­
tista y San Juan Evangelista, de la manera más solemne
y sincera, prometo y juro lo que he jurado antes, pero con
las adiciones de que no comunicaré los secretos de un
Compañero a un Aprendiz ni los de un Aprendiz al resto
del Mundo, ni éstos ni ninguno de ellos a ninguna perso­
na o personas, quienes sean, excepto a un verdadero y
leal hermano masón o dentro del seno de una Logia Justa
y legalmente constituida de Masones, ni aun a éste o a
éstos sino hasta que, por extricta prueba, debido a examen
o información legal lo encuentre o los encuentre tan me­
recedores a ellos como lo soy yo mismo.
Solemne y sinceramente prometo y juro, que me su­
jetaré y me regiré por las Leyes, reglas y reglamentos de
una Logia de Compañeros, en todo aquello que llegue a
mi conocimiento.
Solemne y sinceramente juro y prometo que contes­
taré u. obedeceré todos los signos y llamados que me sean
156 R I T U A L U N I V E R S A L

hechos por una Logia de Compañeros Masones o por un


hermano de este grado, si está dentro de mis facultades
hacerlo,
Sincera y solemnemente juro y prometo, que ayudaré,
auxiliaré y asistiré a todo hermano Compañero Masón
que esté en desgracia, siempre que acuda a mí como tal y
lo considere yo digno de ello.
Solemne y sinceramente juro y prometo, que no en­
gañaré ni defraudaré a ninguna Logia de Compañeros
ni a un hermano de este grado a sabiendas o intencio­
nalmente. Todo esto de la manera más solemne y since­
ra, juro y prometo con la firme y constante resolución
de cumplirlo y ejecutarlo sin la menor reserva mental,
equivocación o evasiva de ninguna clase comprometién­
dome a ello bajo pena no menor que la de que mi pecho
izquierdo seá abierto, mi corazón arrancado y arrojado a
las fieras y a las aves de rapiña si llego a violar o dejar de
cumplir a sabiendas o intencionalmente este mi juramento
de Compañero Masón. Así Dios me ayude a cumplirlo.

MAESTRO.

Y o .............................................. de mi libre y expon-


tánea voluntad, en presencia de Dios Todo Poderoso y
de esta Resp. Logia erigida a El y dedicada a San Juan
Bautista, y San Juan Evangelista, de la manera más so­
lemne y sincera juro y prometo como lo he hecho antes,
pero con las adiciones siguientes: que no comunicaré los
secretos de Maestro Masón a un Compañero, ni los de
Compañero a un Aprendiz, ni los de un aprendiz al resto
del mundo ni éstos a ningunos otros, a ninguna persona
R I T U A L U N I V E R S A L 157

o personas, sean quienes fueren, a menos que sea un ver­


dadero y leal hermano Masón, o dentro de una Logia jus­
ta y legalmente constituida de Maestros Masones y ni
aun a ésta o éstos sino que por estricta prueba, debido
a examen o información legales les encuentre (acreedo­
res) merecedores a ellos como yo mismo.
Solemne y sinceramente juro y prometo que cumpliré
y haré cumplir todas las leyes, Reglas y Reglamentos de
una Logia de Maestros Masones en cuanto me sean co­
nocidas.
Solemne y sinceramente juro y prometo que contes­
taré y obedeceré todos los signos y llamadas que me sean
hechos por una Logia de Maestros Masones, o por un her­
mano de este grado si está en mis facultades hacerlo.
Solemne y sinceramente juro y prometo que ayudaré
a todo hermano de este grado de Maestro Masón pobre o
necesitado, sus viudas o huérfanos, siempre que acudan
a mí como tales, y los considere merecedores a ello.
Solemne y sinceramente juro y prometo que guarda­
ré los secretos de todo Maestro Masón, cuando me sean
comunicados como tales, salvo de asesinato o traición
que quedan a mi voluntad.
Solemne y sinceramente juro y prometo, que no pre­
senciaré ni daré mi consentimiento para que sean admi­
tidos masones: a una mujer o un viejo decrépito, ni un
menor de edad, ni un ateo, ni un irreligioso libertino, ni
un loco, o enajenado, ni un eunuco, sabiendo yo que lo
sean.
Solemne y sinceramente juro y prometo, que no visi­
taré una Logia de Masones clandestina, ni conversaré
masónicamente con un Masón clandestino o que haya
158 R I T U A L U N I V E R S A L

sido suspendido o expulsado, mientras dure la sentencia,


sabiéndolo yo.
Solemne y sinceramente juro y prometo, que no en­
gañaré o defraudaré una Logia de Maestros Masones, ni
a un hermano de este grado, sabiendo yo que lo sean y
les daré oportuno aviso para que puedan guardarse de
todo daño, que les aproxime.
Solemne y sinceramente juro y prometo, que no daré
la palabra sagrada más que en la forma en que yo la re­
cibí y será bajo los cinco punto de compañerismo y en
voz baja.
Solemne y sinceramente juro y prometo, que no haré
el signo de socorro, sino en caso de eminente peligro, o
dentro de una Logia justa y legalmente constituida de
Maestros Masones o en una Logia de instrucción, y que
cuando lo vea u oiga que lo dé un hermano en peligro,
acudiré violentamente en ayuda de quien lo dé, siempre
que haya mayor probabilidad de salvar su vida que de
perder la mía.
Todo esto de la manera más solemne y sincera, juro
y prometo, con la firme resolución de cumplirlo y ejecu­
tarlo, sin equivocación ni reserva mental de ninguna cla­
se, comprometiéndome a ello con pena no menor que
la de que mi cuerpo sea cortado en dos, mis entrañas sa­
cadas y convertidas en cenizas por el fuego y esparcidas
a los cuatro vientos, para que no quede memoria entre
los hombres o entre los Masones, de villano tan bajo co­
mo sería yo, si violara a sabiendas este mi solemne jura­
mento. Así Dios me ayude a cumplirlo.
ENTIERROS MASONICOS.

Las ceremonias que se practican en los funerales ma­


sónicos y en los entierros son peculiares e impresionan­
tes. Se efectúan como un deber imperioso y melancólico
como prueba de respeto y fraternal afecto a la memoria
del hermano desaparecido.

REGLAS GENERALES.

1.—Ningún masón puede ser enterrado con las for­


malidades de la Fraternidad, sino por solicitud propia o
de alguna persona de su familia, comunicada al Maestro
de la Logia de que era miembro en la fecha de su muerte,
excepto los extranjeros o viajeros; y siempre que haya re­
cibido el grado de Maestro masón. (No puede hacerse ex­
cepción a esto último).
2.—Los compañeros y aprendices no tienen derecho
a las exequias ni pueden ser admitidos en la procesión
como masones en funeral masónico.
3.—Ninguna Logia o cuerpo de masones puede imir­
se a las honras fúnebres de una persona que no haya
sido masón, sin el permiso del Gran Maestro o el consen­
timiento de la Gran Logia.
4.—El Maestro de la Logia, habiendo recibido aviso
de la muerte de un hermano (que haya recibido el gra-
4o de gran Maestro) y de su solicitud de ser enterrado
con las ceremonias del Gremio, fijará el día y la hora de
los funerales (a menos que antes se haya arreglado por
los amigos o parientes del muerto) y dará orden al Se­
cretario de citar a la Logia. Puede invitarse a miembros
de otras Logias, pero tienen que unirse a la Logia que
ejecute las ceremonias.
5.—A la muerte de un viajero que ha expresado su
deseo de ser enterrado con las ceremonias masónicas, los
deberes prescritos en el artículo 4o., recaen en el Maestro
de la Logia dentro de cuya jurisdicción haya ocurrido la
muerte, a menos que haya más de una Logia en el lugar,
pues siendo así los servicios fúnebres serán ejecutados
por la Logia más antigua, salvo que mutuamente se con­
venga de otro modo.
6.—Siempre que otras sociedades o cuerpo militar se
unan a los masones para el entierro de un masón, el cuer­
po debe estar a cargo de la Logia de su jurisdicción, y
los servicios deben, en todos respectos, conducirse como
si todos los presentes fueran masones.
7.—Si el fallecido hubiera sido un Gran o Ex-Gran
Oficial, los oficiales de la Gran Logia que tenga jurisdic­
ción invitarán al Gran Oficial presente que tengan el gra­
do más alto a que presida los funerales.
8.—Los que carguen el ataúd serán masones y debe­
rán ser seleccionados por el Maestro con aprobación de
la familia del muerto. Si el muerto era miembro de un
Capítulo, Logia de Perfección u otro cuerpo masónico, al­
gunos de los que carguen el ataúd serán escogidos de los
distintos cuerpos mencionados.
R I T U A L U N I V E R S A L

9.—El traje propio para los funerales masónicos es de


color negro u obscuro, sombrero alto, corbata negra,
guantes blancos, y mandil blanco, con una cinta de cres­
pón en el brazo izquierdo arriba del codo y una ramita
de siempre-viva en la solapa izquierda. El Mallete del
Maestro, las columnas de los Vigilantes y los asistentes,
la espada del Guarda-Templo, la Biblia, el libro de la
Constitución y el bastón del Mariscal, deben llevar un
crespón negro, atado con una cinta del mismo color. Los
oficiales de la Logia y los Grandes Oficiales deben llevar
puestas sus insignias oficiales.
10.—Tan pronto como el cadáver es colocado en la
caja, debe colocarse sobre él un mandil en blanco de ca­
britilla blanca.
11.—Si se unen a la procesión un Past-Master, un
Gran Maestro, Diputado Gran Maestro o Vigilante, se
les darán las atenciones debidas; toman lugar después del
Maestro de la Logia, dos Diáconos con sus varas serán
nombrados por el Maestro para atender al Gran Vigilan­
te, y cuando el Gran Maestro o Diputado Gran Maestro
estén presentes, el libro de la Constitución debe llevarse
ante ellos, un hermano con espada debe ir en seguida y
los Diáconos con sus varas blancas a los lados de dichos
oficiales.
12.—Cuando la vanguardia de la procesión haya lle­
gado al lugar del entierro o donde vaya a efectuarse el
funeral, se abren los hermanos en dos filas y el oficial de
rango más elevado, precedido del Mariscal y el Guarda-
Templo, pasan por enmedio y los demás los siguen por
orden.
13.—Al llegar a la entrada del cementerio, los her­
manos marcharán en orden abierto a la tumba o sepul-
162 R I T U A L U N I V E R S A L

ero. Si el ataúd se va a poner en una gaveta, el Guarda-


Templo tomará su lugar en frente de la puerta abierta de
ella y se abrirán las filas a formar un círculo. El ataúd
se colocará dentro del círculo y los Diáconos y Asistentes
(Stewards) cruzarán sus varas sobre él. Los que lo car­
gan se colocarán a los lados, los dolientes a los pies y el
Maestro y demás oficiales a la cabeza del ataúd, después
que el ataúd ha sido colocado dentro de la gaveta, los
Asistentes cruzarán sus varas sobre la puerta y los Diá­
conos sobre el Maestro. Si el cuerpo se va a depositar en
un sepulcro, en la tierra, se formará un cuadrilongo alre­
dedor del sepulcro, el ataúd se colocará en unos soportes
encima del sepulcro. Los Asistentes cruzarán sus varas
sobre él a los pies y los Diáconos a la cabeza y conserva­
rán sus lugares durante la ceremonia.
14.—Después de que el clérigo haya ejecutado su ser­
vicio religioso de la iglesia (si se le permite), comenzará
el servicio masónico.
15.— Cuando varias Logias se reúnen en una procesión
funeraria, el lugar de la más nueva es a la cabeza o a la
derecha de la procesión y la más antigua al final o a la
izquierda, con la excepción de que la Logia a que perte­
necía el muerto va junto del cuerpo.
16.—La procesión debe regresar a la Logia en el mis­
mo orden en que marchó al cementerio.
17.—Una Logia en procesión debe estar extricta bajo
la misma disciplina que dentro de la Logia, por lo tanto
ningún hermano debe entrar a la procesión o abando­
narla sin el permiso expreso del Maestro y notificado por
conducto del Mariscal.
R I T U A L U N I V E R S A L 163

HONRAS FUNEBRES
■ . i<
Las manos hacia la tumba con
las palmas hacia arriba.
(1)
Se cruzan los brazos
sobre el pecho, el iz­
quierdo encima, los de­
dos extendidos, tocán­
dose los hombros.
(2)
A la tumba confiamos los restos
mortales de nuestro hermano.
Conservamos aquí su
memoria.
Se levanta las manos arriba de
la cabeza y mirando al cielo.
(3)
Encomendamos su espíritu a
Dios que los dió.

CEREMONIA EN EL INTERIOR DE LA LOGIA

(Habiéndose reunido los hermanos en la Logia, los


trabajos se abrirán brevemente en el tercer grado; se ex­
pone el objeto de la tenida; puede el Maestro o los her­
manos hacer el panegírico del desaparecido y después
dará comienzo la ceremonia, poniéndose de pie todos los
hermanos) .
RITUAL UNIVERSAL
V. M.— ¿Quién será el hombre que viva y a quien no
le llegue la muerte? ¿Que libre su alma de la mano de la
tumba? ■
ler. Vig.—Sus días son como el pasto; como una flor
del campo, así florece.
2o. Vig.—Porque el viento pasa sobre ella y se
fué; y el lugar en que estuvo no se conoce más.
V. M.—¿Dónde está nuestro hermano que ha partido?
ler. Vig.—Mora en las tinieblas, viaja en la obscu­
ridad.
2o. Vig.—El hombre camina en una sombra vana; cul­
tiva sus riquezas y las madura, pero no sabe quién las
ha de cosechar.
V. M.— Cuando muere, nada se lleva, su gloria no lo
ha de acompañar.
ler. Vig.—Como nada trajo al mundo, nada tampoco
se puede llevar.
2o. Vig.—El Señor se lo dió y el Señor se lo ha quita­
do, Bendito sea el nombre del Señor.
V. M.—El señor es misericordioso y lleno de gracia;
de gran paciencia para el enojo, pródigo en conceder.
ler. Vig.—Dios es nuestra salvación; nuestra gloria y
el apoyo de nuestra fuerza. Nuestro refugio está en Dios.
2o. Vig.—No se ha portado como lo merecíamos por
nuestros pecados ni nos ha recompensado como merece­
mos por nuestras iniquidades.
V. M.— ¿Podremos ofrecer algo precioso y aceptable
a la vista del Señor por la redención de nuestro hermano?
ler. Vig.—Estamos pobres y necesitados, estamos sin
dones ni rescate qué ofrecer.
2o. Vig.—Sé misericordioso con nosotros, ¡Oh, Señor!
Sé Misericordioso con nosotros; pues en ti confiamos.
R I T U A L U N I V E R S A L 165

Nuestra esperanza y nuestra salvación están en tu pa­


ciencia. ¿Dónde más encontraremos gracia?
V. M.—Procuremos vivir la vida del justo, para que
nuestro fin sea como el suyo.
ler. Vig.—El Señor es bondadoso y recto; si nuestro
Dios es misericordioso.
2o. Vig.—Dios es nuestro Dios para siempre jamás;
El será nuestro guía, aún en la muerte.
V. M.— ¿Se perderán para siempre el nombre y las
virtudes de nuestro hermano sobre la tierra?
TODOS.—Las recordaremos y conservaremos en nues­
tros corazones.
V. M.—Yo oí una voz del cielo que me decía: Escribo
de aquí en adelante, Benditos sean los muertos que mue­
ran en el Señor. Más aún, dijo el Espíritu; porque ellos
descansarán de sus trabajos.
El V. M. toma la lista sagrada (Una hoja de perga­
mino o papel preparada para el objeto) en la cual han
sido inscritos el nombre, edad, fecha de iniciación o afi­
liación, fecha de la muerte y cualesquiera datos que pu­
dieran ser de interés para los hermanos, los leerá en voz
alta y después dirá:
V. M.— ¡Padre Todopoderoso! en tus manos dejamos,
con humilde sumisión, el alma de nuestro hermano que
se fué.
TODOS.—Así sea.
Se hacen las HONRAS FUNEBRES MASONICAS (* )
una vez y en seguida dicen:
La voluntad de Dios se ha cumplido.
AMEN.
(El V. M.— deposita la lista en los archivos de la logia).
(Se canta un himno apropiado). (Toca la música).
166 R I T U A L U N I V E R S A L

El V. M. o el Capellán recita la siguiente u otra apro­


piada.
(Véase ilustración en la página No. 96).
': r
ORACION.

¡Padre celestial Todopoderoso! infinito en saber, gra­


cia y bondad, concédenos la bendición de tu gracia eter­
na. Solo tú eres refugio y ayuda en nuestras penas y
aflicciones. En esta irreparable pérdida de nuestro her­
mano acudimos a ti en busca de consuelo. Haz en nos­
otros más firme la creencia de que la Muerte nada pue­
de sobre una alma recta y fiel. Aunque el polvo vuelve
que antes era, el espíritu vuelve a ti. Lamentamos la par­
tida de nuestro hermano querido del círculo de nuestra
Fraternidad, tenemos la esperanza de que ha entrado a
una hermandad más elevada, a dedicarse a más nobles
deberes y a trabajos celestiales, a encontrar descanso de
los trabajos y cuidados de esta tierra. Permite que la paz
more entre nosotros y líbranos del mal. Que seamos gra­
tos por los beneficios presentes y concédenos vida inmor­
tal. Y eterna sea la gloria de Tu nombre Amen.
TODOS.—Así sea.
(Se formarán en procesión para ir al templo o a la
casa del muerto en el orden siguiente:)
GUARDA.—Templo, con espada desenvainada.
Asistentes, con varas blancas.
Maestros Masones
Secretario y Tesorero,
ler. y 2o. Vigilantes.
Capellán.
Mariscal.
R I T U A L U N I V E R S A L 167

Las 3 Grandes Luces, en un cojín cubiertas con una


tela negra y llevadas por el más viejo de la logia.
Venerable Maestro acompañado de los Diáconos con
sus varas.
Cuando la vanguardia de la procesión llega a la entra­
da del edificio, harán alto y se abrirán de derecha a iz­
quierda en dos filas paralelas, entonces el Mariscal y el
Guarda-Templo pasarán por enmedio y escoltarán al V.
M. o Grandes Oficiales al interior de la casa, cerrándose
los hermanos de atrás de dos en dos y avanzando tras
ellos invirtiéndose así el orden de la procesión. Se descu­
bren conforme van entrando.
CEREMONIA EN LA IGLESIA O EN
LA CASA DEL DIFUNTO

(Después de ejecutados los servicios religiosos el Maes­


tro tomará su puesto a la cabecera del ataúd, el primer
Vigilante a su derecha, el segundo Vigilante a su izquier­
da, los Diáconos y Asistentes con sus varas blancas cru­
zadas, los primeros a la cabeza y los segundos a los pies
del ataúd, los hermanos formando círculo alrededor y
ceremonia comenzará con la recitación por el Capellán o
él Maestro, de la Oración siguiente o alguna otra apro­
piada, a la que se unirán todos los
Padre nuestro que estás en el Cielo, alabado sea tu
nombre, que venga tu reino. Tu voluntad se hará en la
tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan cotidiano.
Y perdónanos nuestras faltas, como nosotros perdona­
mos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.—Tuyo es el reino y el poder, y la glo­
ria eterna. Amen.
TOBOS.—Así sea.
V. M.—Hermanos, nos llama el imperioso mandato de
la muerte, cuya entrada al círculo de nuestra Fraterni­
dad, el obstáculo de la puerta y el arma, del Guarda-Tem­
plo no son impedimento, al lamentar la pérdida de uno
R I T U A L U N I V E R S A L 169

de nuestros compañeros. El cadáver de nuestro querido


hermano ..................... ( .........................
yace en su estrecha casa ante nosotros, alcanzado por
el destino que ha de alcanzarnos a todos tarde o tempra­
no; y que ningún poder ni situación, virtud o valor, ri­
quezas u honor; lágrimas de amigos o dolor de familiares
y parientes pueden desviar; enseñándonos una dolorosa
lección, repetida con frecuencia, pero presto olvidada, de
que cada uno de nosotros tiene que pasar antes de mu­
cho a la sombra de la muerte y morar en la mansión de
las tinieblas.
ler. Vig.—A la mitad de la vida encontramos la muer­
te; ¿a quien hemos de pedir socorro si no a ti, ¡Oh Se­
ñor! que con justicia estarás descontento por nuestros
pecados? Tú sabes, Señor, los secretos de nuestros cora­
zones, haznos la gracia de oir nuestro ruego.
2o. Vig.—Díme Señor mi destino y los días de mi vida;
estaré así seguro del tiempo que he de vivir!
V. M.—El hombre siendo hijo de mujer, tiene una vi­
da corta y llena de sufrimiento. Viene como la flor y co­
mo la flor se troncha; pasa como una sombra y así se ex­
tingue. Sus días son contados y su vida es tuya. Tú que
has marcado su límite concédele el descanso mientras
acaba sus días. El árbol se troncha y queda la esperanza
de que retoñe su tierna rama, pero el hombre muere y
se acaba, entrega el espíritu a él. ¿Dónde está? Así como
se van las aguas del mar y se secan las que del cielo des­
cienden, así cae el hombre y no se levantará hasta que
los cielos dejen de ser.
ler. Vig.—Nuestra vida dura solo un instante, y los
días de nuestra peregrinación, son pocos y amargos.
170 R I T U A L U N I V E R S A L

2o. Vig.—Enséñanos a tener esto en cuenta para que


dediquemos nuestros corazones al estudio del saber.
V. M.—El hombre labora y trabaja hasta el ocaso de
su vida. Las labores y el trabajo de nuestro hermano han
terminado. Plugo a Dios Todopoderoso llevarse el alma
de nuestro hermano, que ella encuentre gracia cuando
se juzgue a los hombres por sus acciones en la vida cor­
poral. Debemos caminar por el sendero esplendente de la
virtud mientras brilla la luz de la vida, porque las tinie­
blas de la muerte nos pueden sorprender cuando no es­
temos preparados. Atención por lo tanto, estad listos y
orad, no sabemos si el Maestro vendrá esta tarde, a me­
dia noche o en el alba. Debemos apegarnos en la vida a
la rectitud y a la verdad para que el fin de nuestros días
nos encuentre dignos de pasar del trabajo al recreo y debi­
damente preparados para pasar de esta Logia terrestre
a la Logia Celestial a unirnos a la Fraternidad de los es­
píritus de los hombres justos, ya perfectos.
ler. Vig.—Míranos, ¡Oh Señor! estamos en desgracia,
a nuestros corazones llenos de angustia no hay quien los
consuele, nuestro cielo se cubre de nubes y se oyen entre
nosotros lamentos y duelo.
2o. Vig.—Nuestra vida es vapor que aparece por bre­
ves instantes y después se desvanece. Es la carne como
el pasto y como la flor del pasto es la gloria del hombre;
se marchita el pasto y cae la flor.
V. M.—Mejor es ir a la casa donde hay duelo que a
la casa donde hay fiesta, porque ese es el fin de los hom­
bres todos y el vivir le pondrá el duelo en el corazón.
TODOS.—Así sea.

O. D. A.
R I T U A L U N I V E R S A L 171

(La ceremonia puede terminar con la siguiente ora­


ción u otra :a
cu)
e
d

ORACION.

Dios Glorioso, Autor de todo lo bueno y que toda gra­


cia concedes, derrama sobre nosotros tus bendiciones, y
fortalece nuestros solemnes juramentos con los lazos del
afecto más sincero. Que el caso presente de mortalidad
nos haga recordar que nuestro fin se acerca más cada
día y dirige nuestra atención hacia Ti, único refugio de
los tormentos de apuro, para inducirnos a moderar nues­
tra conducta de este mundo a fin de que en el instante
solemne de abandonar esta escena transitoria, el vivifi­
cante prospecto de tu gracia disipe del pavor de la muerte
y al separamos en paz de este mundo merecer el favor
de ser recibidos en tu eterno reinado, reunimos allí a
nuestros seres queridos y gozar de la dicha incesante con­
cedida a las almas de los hombres justos y perfectos.
AMEN.
TODOS.—Así sea.
(Si el cadáver tiene que ser llevado a un lugar distan­
te a donde los hermanos no puedan ir a practicar las ce­
remonias de la tumba, la procesión regresará a la Logia
y se dispersará, como sea más conveniente).

CEREMONIA EN EL SEPULCRO

Cuando el Rito solemne de los muertos tiene que eje­


cutarse ante la tumba, la procesión debe formarse y diri­
girse al lugar del entierro en el orden siguiente:
Guarda-Templo.— (Con espada desenvainada).
Asistentes.— (Con varas blancas).
172 R I T U A L U N I V E R S A L

Músicos.— (Si son masones, si no van en seguida üsl


G u a r d a - T e m p l o ) .
Maestros Masones.
Secretario y Tesorero.
lo. y 2o. Vigilantes.
Past-Masters.
Capellán.
Las tres Grandes Luces.— (Sobre un cojín cubiertas
con una tela negra, llevadas por el miembro más viejo de
la Logia.)
Maestro acompañado de los Diáconos con varas blan­
cas
Clérigo.
El Cadáver, con la insignia encima.
Los que cargan el ataúd.
Dolientes.
(E
lmuerto era miembro de un Capítulo de Reales
Arcos o de Caballeros Templarios y algunos miembros de
esos cuerpos, con sus insigniasunen
procesión, los primeros irán en
y los segundosirán como escol
cadáver afuera de los que cargaen
forma de triángulo; los oficiales
la base con el eminente Comend

MARISCAL

Cuando llega la procesión al lugar del entierro, los


miembros de la Logia formarán un cuadrado alrededor del
sepulcro y el Venerable Maestro, el Capellán y demás ofi­
ciales de la Logia que está oficiando toman sus puestos
a la cabeza de la tumba, y los dolientes a los pies de la
misma, como se muestra en el diagrama.
R I T U A L U N I V E R S A L 173

Pasí - ia s íe r s .
Tesorera. Secretario.
Capellán.
1er V ig , 2o. V ig . ir
Venerable Maestro

3B
fe Br: ■=r
8
SE

Tres Grandes Lases.

Guarda - Tem plo.

Después de que termina el clérigo de ejecutar el ser­


vicio religioso comenzará la ceremonia masónica.
El Capellán recitará la siguiente oración u otra ade­
cuada:
“Todopoderoso y misericordioso Padre, nosotros te ado­
ramos como Dios del tiempo y de la eternidad. Te plugo
separar de la luz de nuestra mirada a uno de los seres
queridos de nuestro corazón; imploramos tu bendición
como una gracia de Tu providencia. Inspira nuestros co­
razones con la sabiduría de lo alto para glorificarte por
todos los medios. Que nos demos cuenta perfecta de que
Tu mirada que todo lo ve está sobre nosotros y que nos
inspire el espíritu de luz y amor a la obediencia perfecta
para así poder gozar aquí en la tierra Tu divina aproba­
ción. Y que cuando nuestro paso por la tierra haya ter-
174 R I T U A L U N I V E R S A L

minado nos elevemos a gozar de la inextinguible luz y


vida inmortal de aquel reino en que la fé y la esperanza
acaban y el gozo y el amor perduran eternamente. Y tuya
será. Oh recto Padre, la gloria eterna. Amen.
TODOS.—Así sea.
(El V. M. hace la siguiente :)
Las notas solemnes que anuncian la disolución de este
tabernáculo terrenal han llamado otra vez a nuestra puer­
ta, y otro espíritu ha sido llamado para ir a otro mundo
donde nuestros padres han ido antes que nosotros.
Otra vez se nos llaman a reunimos en el lugar donde
moran los muertos a mirar esas casas estrechas dedicadas
a todos los vivos Aquí en derredor donde reina la paz que
este mundo no puede dar ni quitar, duermen innumerosos
muertos, suave brisa acaricia su verde alfombra, ellos no
la perciben; sobre ellos el sol brilla y ruge la tempestad,
a ellos no les molestan; piedras labradas y monumentos
escritos simbolizan el afecto de los amigos que dejaron,
no se escucha sonido alguno, el silencio que conmueve
es su única exhortación. “ Buscad el estrecho sendero
que conduce a la puerta que se abre a la vida de la eter­
nidad” .
Otra vez se nos llama a considerar la incertidumbre de
la vida humana, la infalible certeza de la muerte, y la
vanidad de todos los propósitos humanos. Todo lo vi­
viente lleva el sello de la decrepitud y la decadencia. La
cuna y el ataúd están la una al lado del otro y es una tris­
te verdad que tan pronto como empezamos a vivir, en el
mismo momento comenzamos también a morir. Es raro
que no obstante la recordación que nos hacen diariamen­
te los casos de mortalidad que cruzan nuestro camino, no
obstante la frecuencia con que oímos doblar las campanas
R I T U A L U N I V E R S A L 175

y vemos pasar los entierros, no meditemos más seriamen­


te acerca de la proximidad de nuestro destino. Vamos de
proyecto en proyecto, a una esperanza aumentamos otra
esperanza, y hacemos nuestros planes para el empleo de
muchos años y de repente miramos alarmados acercarse
el Mensajero de la Muerte en el momento en que menos
le esperemc" y el que quizá consideremos como el mo­
mento de la flor de nuestra vida.
¿Qué son entonces las exterioridades de la dignidad
humana, el poder de la riqueza, los sueños de ambición,
el orgullo de la inteligencia, o los encantos de la belleza
cuando la naturaleza ha pagado su justa deuda? Fijad
vuestra mirada a la triste escena final y ved la vida des­
pojada de adornos y presentada en su mezquindad natu­
ral y os persuadiréis de la vacuidad de estas ilusiones. En
la tumba todo engaño se descubre, todos los rasgos se
nivelan, todas las distinciones se desvanecen. Aquí el
cetro del rey y el báculo del limosnero se colocan uno al
lado del otro.
Mientras derramamos lágrimas de condolencia sobre
la tumba de nuestro hermano, extendamos sobre sus de­
bilidades, cualesquiera que hayan sido, el amplio manto
de la caridad Masónica y no rehusemos a su memoria el
encomio que sus virtudes reclaman. Nadie ha alcan­
zado la perfección en este mundo; los hombres más sa­
bios y los más buenos han errado también el camino.
Permitid pués, que las excusas de la naturaleza humana
sean la defensa de aquel que ya no puede defenderse
por sí mismo.
Nuestra reunión y nuestros actos presentes serán
inútiles y vanos si no existen en nosotros muy serias re­
176 R I T U A L U N I V E R S A L y
flexiones y no nos fortalecen en nuestros propósitos de
enmienda.
Estad persuadidos, hermanos míos, por este ejemplo
de la incertidumbre de la vida humana, de lo inútil de sus
empeños, y no dilatéis vuestra preparación para la eterni­
dad. Que cada uno de nosotros aproveche este momento
y mientras el tiempo y la oportunidad nos lo permitan,
se prepara ese enorme cambio en que los placeres del
mundo son como un veneno a nuestros labios y sólo las
reflexiones felices consiguientes a una vida bien apro­
vechada proporcionan consuelo.
Así nuestras esperanzas no se verán defraudadas ni
estaremos desprevenidos al ser llevados a la presencia
del sabio y poderoso Juez para quien los secretos de to­
dos los corazones son conocidos.
Propongamos conservar con sinceridad el digno ca
rácter de nuestra profesión. Que nuestro comportamien­
to correcto y moral sean una prueba de nuestra Fé, que
nuestra esperanza sea tan reluciente como los gloriosos
misterios que nos serán revelados en lo futuro, y que
nuestra caridad sea tan ilimitada como las necesidades
de nuestros semejantes. Y habiendo cumplido fielmen­
te con los grandes deberes que tenemos para con Dios,
para con nuestro prójimo y para con nosotros mismos,
cuando al final plazca al Gran Arquitecto del Universo
llamarnos a su presencia eterna, que una inspección a
nuestra vida entera nos encuentre dignos de comer del
“ oculto maná” y de recibir la “ piedra blanca con un nom­
bre nuevo” que asegura felicidad inefable y perpetua a
la diestra del Señor.
(El V. M. presentando el mandil continúa:)
El mandil de cabritilla o cuero blanco es un emblema
R I T U A L U N I V E R S A L 177
de inocencia y el distintivo de masón. Es más antiguo
que el Toison de Oro y el Aguila Romana; más honroso
que la jarretera y la estrella, cuando se usa dignamente.
(ElV. M. deposita en la tumba).
Este emblema lo deposito en la tumba de nuestro her­
mano. Por él recordamos el dominio universal de la
muerte. El brazo de la amistad no puede interponerse
para evitar su venida; ni la riqueza del mundo libramos
de ella; y ni la inocencia de la niñez ni los encantos de
la belleza aplacarán sus intentos. El azadón, el ataúd y
el triste sepulcro nos recuerdan nuestra mortalidad, y
que tarde o temprano frágiles cuerpos deben moldearse
en la madre tierra.
(El V. M.— cogiendo con la mano la siempre-viva
sigue:)
Esta siempre-viva que una vez marcó el lugar en
que yacía el muerto ilustre es un emblema de nuestra Fé
en la inmortalidad del alma. Por ella recordamos que te­
nemos dentro de nosotros mismos algo que sobrevivirá a
la tumba y que nunca, nunca muere. Ella nos hace te­
ner presente que, aunque, como nuestro hermano cuyos
restos están ante nosotros, pronto vestiremos el ropaje de
la muerte, y seremos depositados en la tumba silenciosa,
por nuestra creencia en la misericordia de Dios, podemos
esperar confiados que nuestras almas florecerán en una
primavera eterna. Esta también la deposito en la tum­
ba.
(Los hermanos desfilan en procesión alrededor de la
tumba y van depositando en ella la rama de siempre-viva,
después de lo cual se hacen las honras fúnebres) .
V. M.—A la tumba confiamos los restos mortales.
(1)—De nuestro hermano.
/ I -■

178 R I T U A L U N I V E R S A L

(2)—Conservamos aquí su memoria.


(3)—Encomendamos su espíritu a Dios que lo dió.
(No es propio hacer estas honras más de una vez) .
V. M.—Habiendo sido la voluntad de Dios Todopode­
roso en su sabiduría infinita, llamar al espíritu de nues­
tro difunto hermano, confiamos su cuerpo a la tumba. La
tierra a la tierra.
(Arroja un puñado de tierra al ataúd).
La ceniza a la ceniza.
(Arroja un puñado de tierra al ataúd).
El polvo al polvo.
(Arroja un puñado de tierra al ataúd).
Que ahí hasta la alborada del día en que suene la trom­
peta de la resurrección. Ponemos con gusto en manos
del Ser que hace bien a todas las cosas, y que está ha­
ciendo milagros en gloriosa santidad.
(El V.M. continúa la ceremonia).
Desde tiempo inmortal ha sido una costumbre de la
Fraternidad de Libres y Aceptados Masones, a pedimen­
tos de un hermano, acompañar sus restos hasta el lugar
del entierro y depositarlos ahí con las formalidades de
costumbre.
De formalidad con esta costumbre y a solicitud de
nuestro difunto hermano, cuya memoria veneramos y cu­
ya muerte deploramos, nos hemos reunido con el carác­
ter de Masones para ofrecer ante el mundo el último tri­
buto de nuestro afecto; demostrando así la sinceridad de
ia estimación que le teníamos y nuestro apego a los prin­
cipios de la Orden.
Habiendo sido voluntad del Gran Creador relevar a
nuestro hermano de las penas y los cuidados de esta exis­
tencia pasajera para llevarlo a otra de duración eterna,
i
RITUAL UNIVERSAL 179
rompiendo así otro eslabón de la cadena fraternal que
nos une, que los que le sobrevivimos quedemos más fuerte­
mente ligados por los lazos de unión y amistad, y que el
corto tiempo que nos haya sido concedido en esta vida
lo sepamos emplear con prudencia y utilidad y que, por
medio de nuestras acciones inspiradas en la amistad y la
bondad procuremos el bienestar y la felicidad de cada uno
de los otros.
Para aquellos que son sus parientes más cercanos y ami­
gos cuyos corazones se han conmovido más por la pér­
dida que todos hemos sufrido tenemos poco consuelo que
ofrecer en este mundo, sólo podemos compadecerlos con
el más profundo y sincero afecto en su aflicción, pero
podemos decir que; Aquel que calma el viento en am­
paro del inerme corderino mira con infinita compasión
a las viudas y a los huérfanos en desolación, y el Gran
Arquitecto abrazará con los brazos de su amor y protec­
ción a aquellos que en él confían.
Aprovechemos esta lección solemne para que, cuando
los muertos se levanten y el gran trono blanco se eleve re­
cibamos del Juez Omnisciente la invitación conmovedora:
“Venid, bendecidos, heredad el reino para vos preparado
desde la fundación del mundo”.
HIMNO

(La ceremonia terminará con la siguiente u otra ade­


cuada oración:)
ORACION
Dios Glorioso, Autor de todo lo bueno y dispensador de
toda gracia, derrama sobre nosotros Tus bendiciones, y
180 R I T U A L U N I V E R S A L

fortalece nuestros solemnes juramentos con los lazos del


afecto más sincero. Que el caso presente de mortalidad
nos haga recordar que nuestro fin se acerca más cada
día y dirige nuestra atención hacia Ti, único refugio en
los momentos de apuro, para inducirnos a moderar nues­
tra conducta en este mundo a fin de que en el intento
solemne de abandonar esta escena transitoria el vivi­
ficante prospecto de Tu gracia disipe el pavor de la muer­
te y al separarnos en paz de este mundo, merecer el fa­
vor y ser recibidos en Tu reinado; reunimos allí a nues­
tros seres queridos y gozar de la dicha incensante conce­
dida a las almas de los hombres justos y perfectos. Amen.
TODOS.—Así sea.
V. M.—La voluntad de Dios se ha cumplido.
TODOS.—Así sea.
V. M.—Del polvo venimos y al polvo volveremos.
TODOS.—Que seamos todos recompensados en la re­
surrección de los justos. AMEN.
(Así termina la ceremonia y la procesión regresará
al lugar de donde vino donde podrán renovarse los asun­
tos masónicos. Las insignias y ornamentos del difunto,
si era oficial de la Logia se devolverán al V. M. con las
ceremonias acostumbradas y se cerrará la logia en la for­
ma usual).

CEREMONIA PARA ENTIERRO

(Para usarse en mal tiempo en la tumba).


(Después que los oficiales y los hermanos han tomado
los puestos que les corresponden, comienza la ceremonia
con la oración siguiente u otra adecuada).
(Los hermanos sólo se descubren, en esta ceremonia,
durante el rezo de la oración).
R I T U A L U N I V E R S A L 181

ORACION

Todopoderoso y muy misericordioso Padre, te plugo


separar de nosotros a uno de los seres queridos de nues­
tro corazón, imploramos tu bendición como una gracia de
Tu providencia. Inspira nuestros corazones con la sa­
biduría de lo alto para glorificarte por todos nuestros me­
dios. Y que cuando nuestro paso por la tierra haya ter­
minado nos elevemos a gozar de la inextinguible luz y
vida inmortal de aquel reino en que la Fé y la esperanza
acaban y el gozo y el amor perduran eternamente. Y tu­
ya será. ¡Oh! recto Padre, la gloria eterna. Amen.
(Se hace la siguiente rta
o
h
x
e
:)
TODOS.—Así sea.
HERMANOS: Nos hemos reunido hoy aquí como ma­
sones para ofrecer a la memoria de nuestro difunto her­
mano este último tributo de nuestro afecto. A la tumba
confiamos su cuerpo, la ceniza a la ceniza; el polvo al pol­
vo; quede ahí hasta la alborada del día en que suene la
trompeta de la resurrección. Podemos con confianza de­
jarlo en las manos de aquel que todo lo hace bien.
V. M.—Presentando el mandil continúa.
El mandil de cabritilla es un emblema de inocencia y
la insignia del masón. Ahora deposito este emblema en
la tumba de nuestro difunto hermano él nos hace re­
cordar el dominio universal de la muerte.
(El V. M. toma la siempre-viva en la mano y
sigue:)
Esta siempre-viva es un emblema de nuestra Fé en la
inmortalidad del alma. Ella nos hace recordar que te­
nemos dentro de nosotros mismos algo que nunca, nunca
muere.
182 R I T U A L U N I V E R S A L

(Los hermanos depositan en la tumba la rama de siem­


pre-viva) .
(Sehacen las “Honras Fúnebres” A la tumba con­
fiamos, etc., etc...)
(El V. M. continúa con la :)
Profunda y sinceramente nos condolemos con todo
afecto de sus parientes más cercanos y amigos a quienes
ha conmovido más la perdida que todos hemos sufrido y
los encomendamos al Padre infinito que mira con compa­
sión a las viudas y a los huérfanos en sus horas de deso­
lación. El abrazará con sus brazos de amor y protección
a aquellos que en El confían.
ORACION
Dios Glorioso, Autor de todo lo bueno y dispensador de
toda gracia, derrama sobre nosotros tus bendiciones, y
fortalece nuestros solemnes juramentos con los lazos del
afecto más sincero. Que el caso presente de mortalidad
nos haga recordar que nuestro fin se acerca más a cada
día y dirige nuestra atención hacia Ti, único refugio en
los momentos de apuro, para inducimos a moderar nues­
tra conducta en este mundo a fin de que en el instante
solemne de abandonar esta escena transitoria, el vivifi­
cante prospecto de tu gracia disipe el pavor de la muerte
y al separarnos en paz de este mundo, merecer el favor
de ser recibidos en Tu reinado eterno, reunimos allí a
nuestros seres queridos y gozar de la dicha incesante con­
cedida a las almas de los hombres justos ya perfectos.
Amen.
TODOS.—Así sea.
(Así termina la ceremonia de la tumba).
F IN
Primer Grado . . .................................
Apertura del Tercer Grado ...........
Balotaje ...................... .......................
Descenso a otros Grados ..............
Apertura en el Primer Grado . . . . . . . . . . . .
Ceremonia de Iniciación.............. ...............
Juramento ................... ........................ .
Instrucción ............................................
Segukda Sección..............
Tercera Sección ......... ............ .
Clausura en Primer Grado..............
Reanudación de los Trabajos en el Tercer Grado
Clausura de los Trabajos en el Tercer Grado . .
Apertura en el Segundo Grado .................
Exaltación al Segundo Grado.......................
Primera Sección......................... ...............
Imposición .............. ............... ..................
Instrucción ......... ..................
Segunda Sección ..................................
Clausura en el Segundo Grado .............
Exaltación al Tercer Grado ...................
Juramento .................................
Segunda Parte......................... ....................
Instrucción ....................................... ........ .
Segunda Sección........................... .
RITUAL UNIVERSAL

Tercera Sección ........... .............. ............


Aprendiz . ................................................
Compañero ..................................................
Maestro ...... ..........................................
Entierros Masónicos ......................
Reglas Generales .........................................
Honras Fúnebres . ..............................
Ceremonia en el interior de la Logia..........
Oración ................. . ................................
Ceremonia en la Iglesia o en la Casa del Difunto
Oración ................. ...................................
Ceremonia en el Sepulcro ........ . ..................
Mariscal ...............................................
Himno
Oración
Ceremonia para Entierro
Oración ................ .
Oración .....................

FE DE ERRATAS

Pág. Línea Dice Debe Decir


95 31 No. 66 No. 72
98 2y 5 Pág. 72 Pág. 78
100 6 Pág. 74 Pág. 80
100 19 y 22 Pág. 75 Pág. 81
101 7y 9 Pág. 80 Pág. 86
101 23 Pág. 82 Pág. 88
102 18 Pág. 84 Pág. 90
Nuestra Historia Patria, está cua­
jada de hechos que fueron incubados
en las Logias Masónicas y puestos en
práctica por Masones, como el Grito
de Independencia, dado por el Padre
de la Patria, Cura y Masón D. Miguel
Hidalgo y Costilla; también el Abra­
zo de Acatempan, al consumarse la
Independencia, interviniendo los her­
manos Masones Gral. Vicente Gue­
rrero, Agustín de Iturbide y el últi­
mo Virrey, Don Juan O’Donojú. Si
usted, lector, conoce datos de esta
índole, envíelos, estamos interesados
en darlos a la luz pública, en la inte­
ligencia que expresaremos en cada
caso, la fuente que los proporcionó.
También anécdotas y demás datos
importantes de la historia, los acep­
tamos; servirá sin duda para que se
conozca la labor de la Augusta Ins­
titución Masónica y continúe ocupan­
do el lugar que tiene en el momento
social en que actúa desde que existe
en este país.
Toda correspondencia al Gerente
General de la Editorial Aries
Periodista Alfonso León García.
Apdo. Postal 48—Toluca, Méx.
“ Taller de Bordados

Ariel ”

Apdo. Postal 48. —Toluca, Méx.


Toda clase de bordados, arreos ma­
sónicos de cualquier grado, y confor­
me a ritual, en seda, oro y plata y
joyas de plata.
Banderas Nacionales, etc., cualquier
trabajo con esmero y materiales de
primera calidad.

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