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NEUCIR-321; No.

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ARTICLE IN PRESS
n e u r o c i r u g i a . 2 0 1 8;x x x(x x):xxx–xxx

NEUROCIRUGÍA

www.elsevier.es/neurocirugia

Caso clínico

Higroma subdural secundario a la rotura de quiste


aracnoideo intracraneal: descripción de 2 casos
y revisión de la literatura

Juan Carlos García Romero ∗ , Rodrigo Ortega Martínez, Gorka Zabalo San Juan,
Daniel de Frutos Marcos e Idoya Zazpe Cenoz
Servicio de Neurocirugía, Complejo Hospitalario de Navarra, Pamplona, España

información del artículo r e s u m e n

Historia del artículo: La aparición de un higroma subdural tras la rotura de la pared de un quiste aracnoideo es
Recibido el 6 de diciembre de 2017 extremadamente infrecuente. Existen muy pocos casos descritos en la literatura. La mayoría
Aceptado el 3 de febrero de 2018 de los casos se deben a una causa traumática. Su abordaje terapéutico, en aquellos casos sin-
On-line el xxx tomáticos, es controvertido, con una tendencia en la actualidad hacia el manejo conservador
de forma inicial. En aquellos casos que precisen tratamiento quirúrgico existen múltiples
Palabras clave: opciones terapéuticas: se recomiendan las técnicas de fenestración como primera opción.
Higroma Describimos 2 casos tratados en nuestro centro, junto con una revisión de la literatura.
Quiste aracnoideo © 2018 Sociedad Española de Neurocirugı́a. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos
Subdural los derechos reservados.
Intracraneal

Subdural hygroma secondary to rupture of an intracranial arachnoid cyst:


description of 2 cases and review of the literature

a b s t r a c t

Keywords: The appearance of a subdural hygroma after the rupture of an arachnoid cyst wall is extre-
Hygroma mely rare, with very few cases described in the literature. Most cases are due to a traumatic
Arachnoid cyst cause. The therapeutic approach in symptomatic cases is controversial, with a current
Subdural tendency toward conservative management initially. In those cases that require surgical
Intracranial treatment, multiple therapeutic options are available, with fenestration techniques being
recommended as first-line treatment. We describe 2 cases treated in our centre and review
the literature.
© 2018 Sociedad Española de Neurocirugı́a. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights
reserved.


Autor para correspondencia.
Correo electrónico: jc rom@hotmail.com (J.C. García Romero).
https://doi.org/10.1016/j.neucir.2018.02.003
1130-1473/© 2018 Sociedad Española de Neurocirugı́a. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.

Cómo citar este artículo: García Romero JC, et al. Higroma subdural secundario a la rotura de quiste aracnoideo intracraneal: descripción de
2 casos y revisión de la literatura. Neurocirugia. 2018. https://doi.org/10.1016/j.neucir.2018.02.003
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ingresado para realización de RM (fig. 1), que descartó la pre-


Introducción sencia de sangrado u otras lesiones. Se decidió, inicialmente,
observación.
Los quistes aracnoideos son lesiones quísticas benignas gene-
Diez días después presentó episodios de vómitos, mayor
ralmente asintomáticas que pueden aparecer en cualquier
irritabilidad y paresia del VI par craneal derecho. Se realizó TC
región en la que existan células aracnoideas. La aparición de
craneal que objetivó aumento del tamaño del higroma derecho
higromas es una complicación conocida aunque rara en los
(fig. 1D). Fue intervenido de forma urgente mediante la reali-
pacientes con quistes aracnoideos. Se desconoce su inciden-
zación de trépanos para evacuación del higroma y colocación
cia real y para su manejo se han descrito distintas estrategias
de drenaje subdural. Después se encontró asintomático.
terapéuticas. Describimos el manejo terapéutico de 2 casos.
Durante su ingreso precisó aperturas del drenaje cuando
la presión intracraneal superaba los 20 cmH2 O. Era imposi-
Caso clínico 1 ble mantener cerrado el drenaje sin aumento de la presión
por encima de esos niveles. Reapareció su clínica previa. Fue
Paciente varón de un año que acudió a urgencias por vómitos intervenido quirúrgicamente mediante fenestración micro-
e irritabilidad y en el que se descartaron causas sistémicas. quirúrgica del quiste aracnoideo a las cisternas basales y
En la exploración se encontró la fontanela anterior permea- aracnoidoplastia. Después el paciente siguió un curso inicial
ble y ligeramente abombada; el resto de la exploración fue satisfactorio sin reaparición de su sintomatología, con TC cra-
estrictamente normal. neal que objetivó persistencia de colección subdural de menor
Se solicitó TC craneal urgente (fig. 1) que objetivó probable tamaño que la anterior, sin aparición de complicaciones.
quiste aracnoideo temporal derecho junto con coleccio- Una semana después presentó nuevamente episodios de
nes subdurales de pequeño tamaño bilaterales, sin imagen irritabilidad, vómitos y paresia del VI par craneal con aumento
compatible con sangrado. Los padres del niño negaron trau- de la colección en la TC. Se realizó nuevo intento de fenestra-
matismo de ningún tipo en los últimos meses. El paciente fue ción del quiste aracnoideo y retirada de la aracnoidoplastia,

Figura 1 – Caso 1. A) TC craneal de ingreso. B y C) RM craneal previa a la cirugía. D) TC craneal de control previa a la cirugía
en la que se objetiva aumento del tamaño del higroma subdural derecho.

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Figura 2 – Caso 2. A y B) RM T2 preoperatoria. C) RM T1 preoperatoria.

sin éxito, por lo que se colocó válvula cistoperitoneal con


sistema antisifón. El paciente fue dado de alta. Precisó rein-
Caso clínico 2
greso al mes por dehiscencia de la herida quirúrgica, fístula
del líquido cefalorraquídeo e infección del sistema valvular. Paciente varón de 3 años que acudió a urgencias tras trau-
Se retiró el sistema, se colocó un drenaje ventricular externo matismo craneoencefálico, cefalea y vómitos de varios días
y se pautó tratamiento antibiótico. Inicialmente el paciente de evolución con exploración anodina. Se realizó TC cra-
precisó aperturas frecuentes del drenaje. Tras completar el tra- neal que objetivó la presencia de quiste aracnoideo temporal
tamiento y comprobar la ausencia de sintomatología a pesar izquierdo e higroma asociado (fig. 2). El diagnóstico se con-
de mantener el drenaje cerrado, se procedió a su retirada defi- firmó después mediante RM. Se mantuvo inicialmente una
nitiva. actitud conservadora. El paciente acudió de nuevo a urgencias

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2 casos y revisión de la literatura. Neurocirugia. 2018. https://doi.org/10.1016/j.neucir.2018.02.003
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con mayor cefalea y vómitos. Se objetivó papiledema bilate- conservador o cuando se produce un aumento del tamaño
ral en la exploración, sin cambios en la TC. Fue intervenido del higroma, del quiste o del efecto masa sobre el cere-
mediante la realización de trépanos evacuadores y unos días bro. Hasta el momento no se ha descrito ninguna curación
después mediante fenestración microquirúrgica a las cister- espontánea del proceso tras infección, como en nuestro caso,
nas de la base, que inicialmente fue exitosa. Sin embargo, que pensamos que ocurrió probablemente por fibrosis de
la reaparición de los síntomas de hipertensión intracraneal las leptomeninges, que cerraron el poro de la pared quís-
hicieron necesaria la colocación de una válvula cistoperitoneal tica.
definitiva. Sin embargo, en otra de las series más largas6 se consiguió
la resolución del cuadro solo con tratamiento conservador en
5 de los 7 casos en los que se intentó. Los propios autores asu-
Discusión
mían que probablemente su tolerancia en cuanto a la gravedad
de los síntomas del paciente fue menor que la de otros grupos,
Los quistes aracnoideos representan el 1% de las lesiones lo que influyó en su resultado.
intracraneales ocupantes de espacio y pueden aparecer en Dentro del tratamiento conservador se ha descrito el uso
cualquier región del sistema nervioso con células aracnoideas; de la acetazolamida4 tanto en el manejo inicial como tras la
su localización más frecuente es la fosa media. Aparecen con recidiva de los higromas subdurales, con conclusiones dispa-
mayor frecuencia en niños, varones y en el lado izquierdo. res. No obstante, debido a su curso generalmente benigno es
La mayoría son de origen congénito, resultado de la dupli- imposible conocer la efectividad de esta terapia hoy en día.
cación anómala de la endomeninge durante el desarrollo del Existen múltiples opciones en aquellos casos en los que se
tubo neural1 , aunque se han descrito casos originados tras opta por el tratamiento quirúrgico:
traumatismos o enfermedades inflamatorias2 . Trépanos evacuadores: es un método eficaz en el caso de
La mayoría de los casos se diagnostican de forma inci- los hematomas subdurales secundarios a quistes aracnoideos.
dental, aunque pueden presentar sintomatología en forma Sin embargo, la causa de los higromas es una comunicación
de cefalea, epilepsia, macrocrania asimétrica, focalidad neu- entre el quiste aracnoideo y el espacio subdural que persiste
rológica, etc. En otras ocasiones pueden complicarse debido tras la evacuación del higroma. Esto produce la recidiva de la
a la aparición de hematomas subdurales por sangrado de colección en la mayoría de los casos1,3 .
vasos leptomeníngeos del quiste o por la rotura de su pared, Derivación cistoperitoneal: en general es efectiva para los
con aparición de higromas. Estos últimos son mucho más quistes con bajo riesgo quirúrgico y pocas complicaciones
infrecuentes y es imposible determinar su prevalencia en la inmediatas. Se han utilizado también sistemas de derivación
actualidad3,4 . subduroperitoneales con buenos resultados7 , aunque podrían
Ocurren tras la rotura de la pared del quiste que lo comu- favorecer la persistencia de la fístula y la dependencia del
nica con el espacio subdural. Si bien se han descrito casos de shunt4 .
rotura espontánea, la mayoría se producen tras un trauma- No obstante, en la actualidad existe una tendencia a evitar
tismo craneoencefálico, una maniobra de Valsalva prolongada la colocación de sistemas valvulares debido a los problemas
o tras cirugía1-4 . Estos mecanismos pueden producir una lace- que pueden originar a largo plazo, como el sobredrenaje, el
ración de la pared por contacto con estructuras adyacentes síndrome de ventrículos en hendidura8 , la dependencia del
óseas o durales. Otra posible explicación es la rotura del quiste shunt, las infecciones, etc. Por ello, la mayoría de los autores
al espacio subaracnoideo con aumento del volumen de líquido recomiendan utilizar inicialmente la fenestración del quiste.
cefalorraquídeo intraquístico y de la presión, lo que provocaría Fenestración endoscópica del quiste: es una técnica poco
la rotura de la pared al espacio subdural5 . La aparición de un invasiva, pero ofrece un difícil control del sangrado de los
mecanismo valvular en la pared impide el retorno del líquido pequeños vasos que existen dentro del quiste o en su pared1 .
al quiste y produce su acumulación progresiva en el espacio Craniectomía y fenestración microquirúrgica: permite la fenes-
subdural. tración del quiste al sistema aracnoideo con mejor control del
El manejo terapéutico sigue siendo controvertido. En el sangrado de los pequeños vasos intraquísticos.
pasado se apoyó la idea de tratar de forma activa todos los Para algunos autores la fenestración del quiste a las
casos sintomáticos mediante fenestración o colocación de cisternas basales es solo el primer paso9 . La persistencia
sistemas de derivación del líquido cefalorraquídeo5 , aunque de la comunicación entre el quiste y el espacio subdu-
estas técnicas se pueden asociar a complicaciones importan- ral puede provocar la entrada de líquido cefalorraquídeo
tes que no deben ser tomadas a la ligera. a este espacio desde las cisternas de la base. Por ello,
Las series recientes4 muestran el curso benigno de las recomiendan, además, la interrupción de esta comunica-
colecciones subdurales asociadas a la rotura de quistes arac- ción mediante aracnoidoplastia para evitar la recidiva. En
noideos, incluso en aquellos pacientes sintomáticos (paresia el caso 1 se realizó este procedimiento sin éxito: pudo ser
del vi par craneal, papiledema, macrocrania progresiva. . .) origen, incluso, de un mecanismo valvular que empeoró la
con resolución completa del cuadro de forma espontánea situación.
sin importar el tamaño o el efecto de masa producido por Es frecuente que los pacientes necesiten varias técnicas
el higroma o el quiste. Por ello, se recomienda comen- distintas para solucionar el cuadro6 . Maher et al.4 recogieron
zar con una actitud conservadora y reservar el tratamiento un total de 28 casos publicados en los que se utilizaron técni-
quirúrgico para aquellos casos con sintomatología especial- cas de fenestración. En casi un tercio de los pacientes se colocó
mente severa, cuando no se soluciona tras un tratamiento una válvula como tratamiento definitivo.

Cómo citar este artículo: García Romero JC, et al. Higroma subdural secundario a la rotura de quiste aracnoideo intracraneal: descripción de
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3. Abderrahmen K, Saadaoui K, Bouhoula A, Boubaker A, Jemel H.


Conclusiones Management of arachnoid cysts of the middle cranial fossa
accompanied by subdural effusions. Neurochirurgie.
La aparición de higromas subdurales por rotura de la pared 2012;58:325–30.
de un quiste aracnoideo es un evento muy infrecuente. En 4. Maher C, Garton H, Alholou W, Trobe J, Muraszko K, Jackson E.
aquellos casos poco sintomáticos sin progresión en el tamaño Management of subdural hygromas associated with arachnoid
cysts. J Neurosurg Pediatr. 2013;12:434–43.
se recomienda una actitud inicial conservadora. En los casos
5. Gelabert-González M, Fernández-VillaJ, Cutrín-Prieto J, Garcìa
que precisan tratamiento quirúrgico se recomiendan inicial- Allut A, Martínez-Rumbo R. Arachnoid cyst rupture with
mente las técnicas de fenestración, aunque con frecuencia los subdural hygroma: Report of three cases and literature review.
pacientes precisan de distintos procedimientos para su reso- Childs Nerv Syst. 2002;18:609–61.
lución. 6. Baum G, Rowland N, Chern J, Reisner A. Subdural hygromas
and arachnoid cysts. J Neurosurg Pediatr. 2014;13:583–5.
7. Cakir E, Kayhankuzeyli, Sayin OC, Peksoylu B, Karaarslan G.
bibliograf í a
Arachnoid cyst rupture with subdural higroma: Case report
and literature review. Neurocirugía. 2003;14:72–5.
8. Fang T, Xu J, Wang S, Ma Z, Xing J. Analysis of therapeutic
1. Hamada H, Hayashi N, Umemura K, Kurosaki K, Endo S. Middle choices for slit ventricle syndrome after cyst-peritoneal
cranial fossa arachnoid cyst presenting with subdural effusion shunting for temporal arachnoid cysts in children. Neurosurg
and endoscopic detection of tear of the cyst. Neurol Med Chir Pediatr. 2010;6:40740–80.
(Tokyo). 2010;50:512–4. 9. Hasegawa Y, Tanaka T, Kato N, Kaku S, Arai T, Abe T.
2. Bora A, Yokuş A, Batur A, Bulut M, Yavuz A, Gülşen I, et al. Arachnoidplasty for traumatic subdural hygroma associated
Spontaneous rupture of the middle fossa arachnoid cyst into with arachnoid cyst in the middle fossa. Neurol Med Chir
the subdural space: Case report. Pol J Radiol. 2015;80:324–7. (Tokyo). 2010;50:698–701.

Cómo citar este artículo: García Romero JC, et al. Higroma subdural secundario a la rotura de quiste aracnoideo intracraneal: descripción de
2 casos y revisión de la literatura. Neurocirugia. 2018. https://doi.org/10.1016/j.neucir.2018.02.003

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