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EL ENSAYO

CONCEPTO

El término proviene del Latín Exaglum, que significa pensar, desarrollar, acometer
o probar una idea o punto de vista.

Como género literario, el ensayo es un escrito en prosa, generalmente corto, en el


que se plantea, analiza y comenta sin rigor sistemático, pero con profundidad y
madurez, la interpretación personal sobre un tema literario, artístico, histórico,
psicológico, filosófico, científico o pedagógico. La misión del ensayo es plantear
cuestiones y señalar caminos, más que sentar soluciones firmes, en este sentido,
refleja el estilo de quien lo escribe, generalmente apoyado en textos o en ideas de
otros autores, para producir un pensamiento propio.

4.2 CARACTERÍSTICAS

Estructura: Generalmente es libre. Cada autor determina la forma de


exponer, disponer y ordenar las ideas o tesis; no obstante debe tener: “ No es
necesario, hacer estas subdivisiones en el ensayo, colocando los títulos a
cada parte, pero si debe contener esta estructura”

- Introducción: Presenta o describe el tema o problema que se va a


desarrollar o sustentar.

- Desarrollo: Despliega el esbozo del tema mediante segmentos o párrafos.

- Conclusión: Resumen, solución, recomendación o comentario final.

Extensión: Por lo general, su extensión s relativamente breve (entre 3 y 10


páginas) aunque a veces adquiere la dimensión de un libro.

Estilo: Debe ser lógico y agradable. Cuidadoso y elegante. Presentar


argumentos válidos, juicios, críticos profundos y puntos de vista personales.

Tono: Debe ser profundo, poético, retórico, satírico, humorístico. Precisa


estar dotado de imaginación, creatividad, sensibilidad, conocimiento específico del
tema y dominio correcto del idioma.
4.3 TIPOS DE ENSAYOS

 Ensayo puro: Tiene como finalidad la exposición de ideas; se trata de


comunicar ideas, reflexiones o pensamientos de índole política, religiosa,
económica, pedagógica, con cierta intensidad pero sin rigor metodológico.

 Ensayo poético: Es aquel en el que la sensibilidad y la fantasía crean


mundos ficticios que sirven de envoltura poética a las ideas del autor. Prevalece
lo poético sobre lo conceptual.

 Ensayo de crítica: Reflexión profunda sobre un determinado tema a través


del cual el autor expone sus ideas. Generalmente tiene el propósito de analizar y
enjuiciar cualquier obra humana, política, pedagógica.

4.4 PROCESO PARA SU ELABORACIÓN:

1. Planeación: Concretar y delimitar el objeto de redacción, es decir, seleccionar


un tema de interés, reflexionar sobre él y consultar los recursos bibliográficos
para apoyar las ideas personales.

2. Preparación: Comprende aspectos relativos a:

 Pensar: Lluvia de ideas sobre el tema a tratar. Clasificación, jerarquización y


elección de las ideas.
 Organizar ideas: Identificar la idea base (o principal) y las ideas secundarias.
 Diseñar la estructura del ensayo: Puede ser un mapa conceptual, un plan,
un esbozo, un mapa o una red de ideas.

3. Composición: Implica:

 La exposición del argumento básico, que sustentará el ensayo y cautivará al


lector, no debe sobrepasar de las 20 palabras. La tesis inicial debe ser clara,
sencilla, corta, sustancial y directa.

 La elección del formato de ensayo; puede ser:

 Convencional: Fluidez del texto a partir de párrafos.


 Fragmentado: Diferentes puntos de vista sobre el mismo tema.
 Intertitulado: Ubicación de subtítulos.

 La construcción de los párrafos: La idea central de los párrafos puede


desarrollarse mediante:

 Ejemplos
 Contraste de elementos que conforman la tesis
 Desarrollo de párrafos por encuadramiento. Al iniciar un párrafo se guía al
lector hacia donde el escritor orienta su idea.

 Elección del estilo de párrafo; puede ser:

 Narrativo o cronológico. Cuando se relatan hechos a través del tiempo.


 Expositivo – argumentativo. El objetivo es persuadir al lector de que la
tesis es cierta.
 Descriptivo. Involucra al lector a partir de la creación de ambientes y
atmósferas que describen paisajes, personas, lugares.

 Análisis y selección de fuentes bibliográficas, que sirven de apoyo para la


expresión de las ideas.

 Selección de conectores para entrelazar los párrafos y/o las ideas. Estos
pueden ser de:

 Causa-efecto: Entonces, por lo tanto, por ende, por consiguiente, así que,
a causa de, por esta razón, a causa de.
 Contraste: Pero, aún, aunque, a diferencia de, de otra parte, no obstante,
empero, a pesar de, si bien, mientras que, no obstante, sin embargo, en
cambio.
 Síntesis: En fin, en ese orden de ideas, resumiendo, en síntesis.
 Reconfirmación: Es decir, esto es, o sea, dicho en otras palabras, mejor
aún.
 Tiempo: Primero que todo, antes que nada, cuando, luego, después,
finalmente, para concluir.
 Espacio: Paralelamente, en el fondo, por encima, arriba, abajo.
 Similitud: Así mismo, de igual forma, del mismo modo.
 Adición: Y, o, también, además, incluso, es cierto, como si fuera poco.
 Conclusión: En resumen, finalmente, en conclusión, por último, para
terminar.
 Enfasis: De hecho, como, realmente.
 Ejemplo: Por ejemplo, esto es, en otras palabras, tales como.
 Secuencia: Primero, segundo...

 Relación de citas de acuerdo con la información obtenida y/o de notas para


aclarar o ampliar una idea.

 Título: Tiene una misión muy clara: llamar, atraer, seducir al lector. Debe ser
insinuante invitación a la lectura. Algunas ideas para encontrar el título
apropiado son: releer el ensayo en su totalidad y escribir en un papel, a
manera de lluvia de ideas, cinco títulos; no es recomendable utilizar el tema
para título; buscar un título sugestivo, insinuante, sutil, que sólo dé una vaga
idea del ensayo, pero, a la
vez cree incertidumbre; subrayar las ideas o palabras que más se repiten y
usarlas como parte del título; finalmente se debe pensar en un título que
resuma la idea general del ensayo.

 Finalización: Se recomienda terminar el ensayo, sintetizando en forma


sencilla la idea del argumento inicial que, al fin y al cabo, fue la que se
defendió. La conclusión puede ser también una invitación al lector para
desarrollar acciones relacionadas con el tema que se trató. Antes de cerrar
definitivamente el ensayo, conviene revisar el texto y hacer los ajustes,
precisiones e implementaciones necesarias.

 Ejemplo de un Ensayo:

EL APRENDIZAJE EXISTENCIAL

¿Qué significa aprender, en este mundo concreto, en esta realidad, en este aquí,
en este ahora? ¿Qué significa -más en particular- aprender existencialmente? ¿
Qué sentido tiene, para mí, hacer estas reflexiones a propósito del aprendizaje y a
propósito de lo existencial?

Para empezar, usamos la expresión aprender a aprendizaje en múltiples formas,


aunque todas ellas se refieren a un proceso mediante el cual asimilamos
conocimientos, normas, valores, actitudes, conducta...

Ahora bien, todo este proceso o conjunto de procesos que se inician en la cuna y
culminan en el lecho de muerte, no son otra cosa que experiencias humanas
vividas y vivenciadas de manera diferente por aquel que las aprende. En
consecuencia, el corazón no deja de pensar en todo lo que recibe del exterior y
que le causa unas veces angustia y otra esperanza. Una confusión y otras
claridad. Unas veces tristeza y otras, alegría.

En esta perspectiva, aprender existencialmente significa -para mí- llegar a


comprender esas experiencias cotidianas que dan en mi mundo concreto, a lo
largo del tiempo que ahora vivo, y en el espacio físico en que se desarrolla mi
diaria experiencia del vivir. En otras palabras, pretendo llegar a comprender cómo
vivimos, cómo pensamos, sentimos o actuamos así y no de otra manera.

Subyace, bajo esta perspectiva tan abstracta, una pasión. La pasión por aprender
la fuente -el origen- de mis acciones y sus consecuencia: ¿Por qué actúo de tal o
cual forma?, ¿Eso que en mí se produce es lo que se llama conocimiento?

Pienso que sí. Pues el conocimiento es el sabe apropiado, asimilado. Algo así
como el alimento del cuerpo que pasa a ser carne de mi carne y sangre de mi
sangre. Conocemos, pues, cuando lo aprendido se transforma en aprehendido.
Cuando
puedo explicarlo, criticarlo, reinventarlo, aplicarlo, transformarlo o, de plano, crear
algo totalmente nuevo.

Ahora bien, ¿cómo llego al conocimiento? Mediante experiencias, contactos


interpersonales, lecturas, reflexiones, relaciones de una cosa con otra... Pero
esas experiencias no se dan en el vacío, sino en un ambiente concreto. En ese
ser con otros que soy yo, que eres tú, que somos todos. Y puesto que es en mi
mismo ser que -soy con otros- ahí dentro puedo captar mediante la introspección
todo lo que de los otros hay en mí: normas de conducta, actitudes, gestos,
significados o modos de interpretar situaciones diversas. De esta manera, por
ejemplo, puedo captar que el “reino del poder” dentro de nosotros está. Así
pues, se trata de realizar un diálogo silencioso consigo mismo. Desde esta
perspectiva, por consiguiente, la vida -nuestra propia vida- viene a ser el espacio
dentro del cual vamos aprendiendo a ser, coexistir con otros y aceptándolos como
totalmente otros; diferentes a nosotros.

Autoobservación y observación sistemática: Puedo captar también el lugar


que ocupo frente a los otros, o con ellos, mediante la auto observación de sus
actitudes o conductas en una situación específica. O bien, puedo aprehender la
realidad que me rodea mediante la observación sistemática. Este tipo de
observación es el que pretenden realizar los “científicos”, para explicar o
interpretar la realidad. Bien sea la realidad natural o la realidad social. En cada
una de estas realidades, todavía se escogen segmentos de la misma para es
estudiarla, analizarla o sintetizarla en detalle. Así, cada una de las ciencias
(sociales y naturales) trata de agotar la explicación de esa realidad desde su
propia perspectiva científica: astrónomos, economistas, biólogos, antropólogos,
psicoanalistas, ecólogos, médicos, psicólogos, agrónomos, pretenden interpretar,
explicar, diagnosticar o comprender esa parcela de realidad que colocan bajo su
microscopio o sus aparatos de observación de medición.

De esta forma, educaremos y nos educaremos a nosotros mismo según sea


nuestro paso por el mundo, nuestra manera de coexistir con aquellos que están
en este mismo espacio de convivencia. Por esta razón, como expresa el biólogo
chileno Maturana: es el amor, las acciones que constituyen al otro como un
legítimo otro en la realización del ser social que vive en la aceptación y respeto por
sí mismo, tanto como en la aceptación y respeto por el otro. La biología del amor
se encarga de que esto ocurra como un proceso normal, si se vive en ella.
Diez pistas para su composición

Un ensayo es una mezcla entre el arte y la ciencia (es decir. tiene un


elemento creativo -literario- y otro lógico -de manejo de ideas-). En esa
doble esencia del ensayo (algunos hablarán por eso de un género híbrido)
es donde radica su potencia y su dificultad. Por ser un centauro -mitad de una
cosa y mitad de otra- el ensayo puede cobijar todas las áreas del conocimiento,
todos los temas. Sin embargo, sea el motivo que fuere, el ensayo necesita de una
"fineza" de escritura que lo haga altamente literario.

Un ensayo no es un comentario (la escritura propia de la opinión) sino una


reflexión, casi siempre a partir de la reflexión de otros (esos otros no
necesariamente tienen que estar explícitos, aunque, por lo general, se los
menciona a píe de página o en las notas o referencias) Por eso el ensayo
se mueve más en los juicios y en el poder de los argumentos (no son opiniones
gratuitas); en el ensayo se deben sustentar las ideas. Mejor aún, la calidad de un
ensayo se mide por la calidad de las ideas, por la manera como las expone, las
confronta, las pone en consideración.

Si no hay argumentos de peso, si no se han trabajado de antemano, el ensayo cae


en el mero parecer, en la mera suposición.

Un ensayo discurre. Es discurso pleno. Los buenos ensayos se


encadenan, se engarzan de manera coherente. No es poniendo una idea
tras otra, no es sumando ideas como se compone un buen ensayo. Es
tejiéndolas de manera organizada. Jerarquizando las ideas, sopesándolas
(recordemos que ensayo viene de "exagium", que significa. precisamente, pesar,
medir, poner en la balanza). Si en un ensayo no hay una lógica de composición,
así como en la música, difícilmente los resultados serán aceptables. De allí
también la importancia de un plan, de un esbozo, de un mapa-guía para la
elaboración del ensayo.

En tanto que discurso, el ensayo requiere del buen uso de los conectores
(hay que disponer de una reserva de ellos): los conectores son como las
bisagras, los engarces necesarios para que el ensayo no parezca
desvertebrado Hay conectores de relación, de consecuencia, de causalidad: los
hay también para resumir o para enfatizar. Y a la par de los conectores, es
indispensable un excelente manejo de los signos de puntuación. Gracias a la
coma y al punto y coma (este es uno de los signos más difíciles de usar), gracias
al punto seguido..., es como el ensayo respira, tiene un ritmo, una transpiración..
Es el conocimiento inadecuado o preciso de los signos de puntuación lo que
convierte a nuestros ensayos en monótonos o livianos, interesantes o densos.
Ágiles o farragosos.

Hay dos grandes tipos de ensayos: uno, Iínea Montaigne (pueden leerse,
por ejemplo, "De cómo el filosofar es aprender a morir", "De la amistad",
"De los libros"): y otro. Línea Bacon (léanse, al menos dos: "De los
estudios". "De las vicisitudes de las cosas"). En el primer caso, el ensayo
es más subjetivo, abunda la citación -de manera muy propia—; en el segundo, el
ensayo es más objetivo, y no hay ninguna referencia explícita, o son muy escasas.
Tanto Montaigne como Bacon son maestros para desarrollar las ideas. Tanto uno
como otro hacen lo evidente, profundo; lo cotidiano, sorprendente. Ambos apelan
a otras voces. ambos recurren al pasado -a otros libros- para exponer sus puntos
de vista. Ambos emiten un juicio: se aventuran a exponer su pensamiento. Es
importante releer a estos dos autores; fuera de ser un goce y un reencuentro con
la buena prosa, son ensayos-modelo, aprovechables por cualquiera que desee
aprender o perfeccionar su escritura ensayística. En el mismo sentido, deberíamos
apropiamos de la creación ensayística de Emerson y Chesterton, recomendada
una y otra vez por Jorge Luis Borges.

Otros ensayos exquisitos son los escritos por Alfonso Reyes y Pedro
Henríquez Ureña. Un mexicano y un dominicano. Ensayos de peso, con
profundidad y, sobre todo, realizados con todas los recursos literarios y el
poder de la imaginación. Quién que haya leído, "Notas sobre la inteligencia
americana" de Reyes, o " Seis ensayos en busca de nuestra expresión" de Ureña,
no ha sentido como una revelación de la escritura potente, de la escritura gestora
de mundos. Hay una "marca de estilo" en estos dos ensayistas.
una "impronta" personalísima, que pone al ensayo en el mismo nivel del cuento o
el poema. Cuando uno lee los ensayos de Reyes o de Urena, lo que lee -además
de un pensamiento vigoroso— es una excelente literatura.

Reyes y Ureña son los iniciadores, por decirlo así, de una larga tradición
que va hasta Sábato y Borges. Consúltese la compilación El Ensayo
hispanoamericano del siglo XX. hecha por John Skirius; en ese texto se
condensan voces de ensayistas latinoamericanos valiosos: Manuel
González Prada, Fernando Ortiz, José Carlos Mariátegui, Ezequiel Martínez
Estrada, Luis Alberto Sánchez, Germán Arciniegas, Arturo üslar Pietri, Eduardo
Cabal!-.o Calderón, Enrique Anderson Imbert...y, por supuesto, Octavio Paz, Julio
Cortázar y Gabriel García Márquez. Puede mirarse, de igual manera, la selección
hecha por José Luis Martínez, El ensayo mexicano moderno ; en este libro
resaltan los ensayos de José Vasconcelos, Ramón López Velarde, Julio Torri,
Xavier Villaurrutia, Jorge Cuesta, Edmundo 0'Gorman y Leopoldo Zea, entre otros.
Y para una perspectiva más nuestra, sería interesante y necesario conocer la
selección elaborada por Jorge Eliécer Ruiz y Juan Gustavo Cobo-Borda,
Ensayistas colombianos del siglo XX ; en esta selección descubriremos voces
poco conocidas, la de Baldomero Sanín Cano ("De lo exótico", "La civilización
manual") , y la de Hernando Tellez ("La originalidad literaria", "Traducción").
Basten estos textos y estos autores para mostrar cómo hay una enorme tradición
en la producción ensayística. Tómense, entonces, como abrebocas o "textos de
iniciación".

Para elaborar un ensayo, entre las muchas cosas que deben tenerse en
cuenta, resaltaría las siguientes:

 Cuál es la idea o ideas base que articulan el texto. En otros términos, cuales
son los argumentos fuertes que se desean exponer o la idea que quiere
debatirse o ponerse en cuestionamiento. Esta idea (la tesis) tiene que ser
suficientemente sustentada en el desarrollo del mismo ensayo.

 Con qué fuentes o en que autores se sustenta nuestro argumento: a partir de


qué o quiénes, con qué material de contexto se cuenta; en síntesis, cuáles son
nuestros puntos de referencia. Este es el lugar apropiado para la bibliografía,
para la citación y las diversas notas.

 Qué se va a decir en el primer párrafo, qué en el segundo, qué en el último


(recordemos que la forma del ensayo es fundamental; recordemos también que
antes del ensayo hay que elaborar un esbozo, un mapa de composición). Qué
tipo de ilación (sin hache) es la que nos proponemos: de consecuencia, de
contraste, de relación múltiple. Es muy importante el "gancho" del primer
párrafo: cómo vamos a seducir al lector, qué nos interesa tocar en él; Igual
fuerza debe tener el último párrafo: cómo queremos cerrar, cuál es la última
idea o la última frase que nos importa dejar en la memoria de nuestro posible
receptor. (Aunque no siempre el último párrafo es una conclusión, sí debe el
ensayo tener un momento de cierre -de síntesis-, desde el cual puedan abrirse
nuevas ventanas, otras escrituras. El último párrafo es una invitación a un
nuevo ensayo -los ensayos se alimentan de otros ensayos: un nuevo ensayo
abre camino a otros aún no escritos).

 Qué extensión aproximada va a tener. Recordemos que el ensayo no debe ser


tan corto que parezca una meditación. ni tan largo que se asemeje a un
tratado. Hay una zona medianera entre tres y diez. páginas, (por decir alguna
magnitud). Pero sea cual sea la extensión, en cada ensayo debe haber una
tesis (con sus pros y sus contras), y la síntesis necesaria. No olvidemos que el
ensayo es una pieza de escritura completa.

Las anteriores puntualizaciones no son excluyentes con otros estilos o con otras
maneras de elaboración del ensayo, ni pueden leerse como una camisa de fuerza:
son tan sólo recomendaciones. Indicaciones generales. Indicios.

Cuando el ensayo oscila entre las dos y las tres páginas. sobran los
subtítulos. Cuando tiene un número de páginas mayor, puede recurrirse a
varios sistemas: uno. subtitulando; otro, separando las partes significativas
del ensayo con numerales (yo llamo a este tipo de ensayo, de "cajas chinas"). No
debe olvidarse que cada una de las partes del ensayo precisa estar
interrelacionada. Aunque "partamos" el ensayo (con subtítulos, frases o números),
la totalidad del mismo (el conjunto) debe permanecer compacta. Sí dividimos un
ensayo, las piezas que salgan de él exigen estar en relación de interdependencia.

No podría, terminar estas diez pistas para la elaboración de ensayos, sin


mencionar el papel fundamental del género para el ejercicio y el
desarrollo del pensamiento. Por medio del ensayo es que- "nos vamos
ordenando la cabeza": es escribiendo ensayos como comprobamos
nuestra "lucidez" o nuestra "torpeza mental". Cuando Theodor Adorno. en un
escrito llamado -precisamente-"El ensayo como forma". señala el papel crítico de
este tipo de escritura, lo que en verdad sugiere es la fuerza del ensayo como
motor de la reflexión, como generador de la duda y la sospecha. El ensayo
siempre "pone en cuestión", diluye las verdades dadas, se esfuerza por mirar los
grises de la vida y de la acción humana. El ensayo saca a la ciencia de su
"excesivo formalismo" y pone la lógica al alcance del arte. Es simbiosis. Otro tanto
había escrito Georg Lukács en su carta a Leo Popper: La esencia del ensayo
radica en su capacidad para juzgar. Los ensayistas de oficio saben que las
verdades son provisionales, que toda doctrina contiene también su contrario, que
todo sistema alberga una fisura. Y el ensayo, que es siempre una búsqueda, no
hace otra cosa que "hurgar" o remover en esas grietas de las estructuras.
D[gamos que el ensayo -puro ejercido del pensar es el espejo del propio
pensamiento.

Fernando Vásquez Rodríguez

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