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Revista Realidad 132, 2012

Pensamiento crítico y crítica de la


economía política1

Henry Mora Jiménez

RESUMEN: En este trabajo, el autor fundamenta la necesidad de rea-


lizar una nueva “crítica de la economía política”, en vista de que la eco-
nomía global imperante convierte a los seres humanos y a la naturaleza en
mercancías, lo cual conlleva una amenaza contra la vida.
ASBTRACT: The author of this paper proposes a new criticism on
political economy, due to the fact that the ruling global economy turns
both human beings and nature into commodities, which implies a threat
against life.

Introducción

L
a edición argentina de nuestro dejando para otra ocasión la res-
libro (escrito con Franz Hinke- puesta a esta otra interrogante: ¿Por
lammert), Hacia una economía qué una economía para la vida?
para la vida, lleva por subtítulo:
“Preludio a una segunda crítica de Hablar de una segunda crítica
la economía política”. Intentaré de la economía política nos obliga a
aclarar el por qué de este subtítulo, plantear al menos dos interrogantes:

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1. ¿Por qué una “segunda crítica” ticas “realista” (Tony Lawson),
de la economía política, si ya institucionalista (Karl Polanyi),
otros autores y escuelas de culturalista/antropológica (Mar-
pensamiento han pretendido shall Sahlins), transdisciplinaria
hacer una crítica de la teoría (Max-Neef) y la crítica femi-
económica dominante (la deno- nista.
minada economía neoclásica)?
Nos referimos, por ejemplo, 2. Si se trata de una “segunda crí-
a Piero Sraffa y a la escuela tica”, cuál fue la primera, y cuál
neo-ricardiana, por un lado; y es nuestra relación con ella.
a la economía ecológica, por el
otro. Aunque también podemos Veamos separadamente ambas
mencionar, entre otras, las crí- interrogantes.

1. ¿Por qué una “segunda crítica” de la economía política?

1.1. La crítica de Sraffa Equilibrio General y Economía del


Bienestar.
Comencemos abordando la pri-
mera de estas preguntas, recordan- Lo que Sraffa y los economistas
do que el subtítulo de Producción sraffianos no hacen, es una crítica
de mercancías por medio de mer- a la coherencia dialéctica de la
cancías, del italiano Piero Sraffa, es teoría económica, esto es, una crí-
precisamente “Preludio a una crítica tica epistemológica y ontológica.
de la teoría económica”. Cercano Al refugiarse en modelos cada vez
a Keynes, pero también a Antonio más abstractos, la teoría neoclá-
Gramsci y al Partido Comunista Ita- sica ha llegado a un callejón sin
liano, la crítica de Sraffa a la teoría salida, la llamada “maldición de
económica neoclásica, es ante todo, Sonnenschein” (el llamado Teore-
una crítica lógica, es decir, una crí- ma Sonnenschein-Mantel-Debreu),
tica a la coherencia lógica formal que a grandes rasgos establece lo
de la teoría neoclásica, especial- siguiente: con los supuestos usuales
mente en su versión inglesa (Alfred sobre el comportamiento de consu-
Marshall). Y aunque muchos de sus midores y productores, las funcio-
análisis son extraordinariamente nes de demanda y oferta resultantes
esclarecedores (el famoso debate del modelo de equilibrio general
sobre la función de producción y la de Arrow y Debreu, pueden asumir
crítica a la teoría neoclásica de la cualquier forma, lo que refuta las
distribución, por ejemplo), no pocos conclusiones de unicidad y esta-
han servido más bien para corregir bilidad del equilibrio general. Esto
y depurar la misma teoría neoclá- ha debido ser reconocido por im-
sica, convertida hoy en Teoría del portantes economistas de la misma

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corriente principal y trae a colación cado conlleva, automáticamente, a
la célebre duda de Samuelson: un equilibrio en las condiciones de
la vida real del círculo producción-
“Si no pudiera afirmar más que consumo; a un equilibrio de lo que
esto —que un equilibrio de oferta y Marx denominó, “la vida material
demanda es posible— el economis- de los hombres”, a un equilibrio
ta sería realmente vulnerable a la de las necesidades humanas y de
mofa de que no es más que un loro la Coordinación del Trabajo Social.
que ha aprendido a repetir oferta y Este mito nunca ha sido demostrado
demanda” (Fundamentos del análi- y no puede demostrarse. ¡¡Es un
sis económico: 265). mito!!

Con todo y la importancia de Si hurgamos en otro tipo de


este resultado [las condiciones para análisis, más propio del “pensa-
el equilibrio no sólo son extrema- miento crítico” [críticas de la razón
damente irreales, sino que carecen utópica y de la razón mítica], no
de significado económico], no logra nos podemos conformar con una
todavía asentar un golpe definitivo crítica a la coherencia lógica formal
a la teoría neoclásica, aunque la de la teoría económica neoclásica
“demostración matemática de la y, en especial, a la teoría del equili-
superioridad del liberalismo” (De- brio general. El tipo de análisis que
breu), si ha quedado claramente en proponemos es el de una crítica a la
entredicho, incluso al interior del “coherencia dialéctica” de la teoría
discurso neoclásico. y del marco categorial neoclásico.
Esta crítica está aún por hacerse,
El problema no es, sin embargo, aunque contamos con muchas pis-
el equilibrio formal del mercado tas valiosas y avances parciales.
(equilibrio de ofertas y demandas, o
de gastos e ingresos), ya que este se 1.2. Economía ecológica (Gestión
puede lograr cotidianamente en mu- sostenible de los recursos
chos mercados parciales y demos- naturales)
trarse incluso matemáticamente bajo
ciertas condiciones no demasiado En cuanto a la economía eco-
estrictas, aunque debemos aclarar lógica, esta incorpora un elemento
que más que de un “equilibrio”, en prácticamente ausente en la teoría
este caso deberíamos hablar de una económica neoclásica inicial: la ur-
norma de “consistencia formal”. gente necesidad de tomar en cuenta
El mito de la mano invisible no se los límites biofísicos de la actividad
constituyó a lo largo de doscientos económica, cualquiera que sea la
años para demostrar este equilibrio forma social que adquiera el pro-
formal. El mito pretende justificar ceso de trabajo social, capitalista,
que un equilibrio formal del mer- socialista, solidario, etc.

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Se trata sin duda de un aporte convertido en un “cálculo mone-
central: las economías, y las socie- tario del límite de lo aguantable”:
dades, si han de reproducirse y per- ¿cuánta destrucción, cuánta con-
durar, tienen que ser “sostenibles”. taminación, cuánto calentamiento
global, cuánto capitalismo aguanta
La teoría económica neoclásica el planeta? Jugamos a saber la res-
ha sabido responder a una buena puesta, pero no la sabemos, y no
parte de esta crítica. Por un lado, la podemos conocer hasta que el
ha desarrollado su propia respuesta: ocurra quiebre definitivo (el llama-
la economía ambiental. Por otro do punto de no retorno). Por eso
lado, ha incorporado a su cinturón se impone el llamado principio de
protector algunas de estas críticas, precaución, que en el fondo es un
como suele hacer con toda la he- valor de respeto de la naturaleza
terodoxia que no cuestione radical- y de reconocimiento a la dignidad
mente el pensamiento neoclásico. de los seres humanos. Ni una, ni
El caso más visible y grotesco de otra, pueden ser tratadas como
esta cooptación es el concepto de mercancías sin ocasionar procesos
“desarrollo sostenible”, término hoy destructivos sobre la naturaleza y el
en día no solamente engullido y ba- ser humano, tal como lo advirtieron
nalizado por la ortodoxia, sino, y lo claramente Marx y Polanyi.
que más criticable y preocupante,

2. Hacia una segunda crítica de la economía

Intentaré ahora responder aho- 2.1. Puntos de encuentro


ra la segunda de las interrogantes
arriba planteada. La segunda crítica Partimos de una gran coinci-
que proponemos se monta sobre los dencia: el “humanismo de la praxis”
hombros de la primera crítica de (o humanismo crítico-ético). Este
la economía política, la realizada, humanismo, no es simple ni funda-
fundamentalmente, por Marx. Pero mentalmente filosófico, y se expresa
tenemos puntos de encuentro y nítidamente en las dos siguientes
puntos de desencuentro con Marx afirmaciones del joven Marx:
que debemos explicitar.

“La crítica de la religión desemboca en la doctrina de que


el hombre es el ser supremo para el hombre y, por con-
siguiente, en el imperativo categórico de echar por tierra
todas las relaciones en que el hombre sea un ser humillado,
sojuzgado, abandonado y despreciable” (La sagrada fami-
lia, incluido en Fromm, Marx y su Concepto del Hombre,
Vigésima reimpresión, FCE, 2009: 230).

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“El defecto fundamental de todo el materialismo anterior
—incluido el de Feuerbach— es que sólo concibe las cosas,
la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto o de
contemplación, pero no como actividad sensorial humana,
no como práctica, no de un modo subjetivo […] Por tanto,
no comprende la importancia de la actuación revoluciona-
ria”. (Tesis sobre Feuerbach. En C. Marx y F. Engels, Obras
escogidas, Editorial Progreso, Moscú, 1976:7).

Así, el punto de partida de la Nuestra otra gran coincidencia


crítica no son los valores de por sí, con la primera crítica de la econo-
ni la enajenación de por sí, ni la mía política es, precisamente, su
propiedad privada de por sí, sino crítica del capitalismo, crítica que
el ser humano concreto y la repro- consideramos esencialmente co-
ducción material de su vida. En esto rrecta y que se resume en esta cita
coincidimos totalmente. de El Capital:

“Por tanto, la producción capitalista sólo sabe desarrollar la


técnica y la combinación del proceso social de producción
socavando al mismo tiempo las dos fuentes originales de
toda riqueza: la tierra y el hombre” [hombre en cuanto
trabajador, sujeto productor]. (Marx, El capital, FCE, T. I,
1973: 424)

Estas dos grandes coincidencias Partiendo de estas dos coinci-


son suficientes para aclarar lo que dencias es posible efectuar la crí-
queremos decir con la expresión tica a la economía burguesa actual
“nos montamos sobre los hombros para demostrar la negación de lo
de la primera crítica de la economía humano, tal como aparece en este
política”. Hay otras, pero no hay pensamiento y en la práctica del
tiempo para exponerlas (la teoría capitalismo. Veámoslo a partir de
del valor, la teoría del fetichismo, una cita clave de Adam Smith:
las principales leyes de tendencia
del capitalismo, etc.).

“En una sociedad civil, solo entre las gentes de inferior clase
del pueblo puede la escasez de alimentos poner límite a
la multiplicación de la especie humana, y esto no puede
verificarse de otro modo que destruyendo aquella escasez
una gran parte de los hijos que producen sus fecundos
matrimonios. [… ] Así es como la escasez de hombres, al
modo de las mercaderías, regula necesariamente la produc-

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ción de la especie humana: la aviva cuando va lenta y la
contiene cuando se aviva demasiado. Esta misma demanda
de hombres, o solicitud o busca de manos trabajadoras que
hacen falta para el trabajo, es la que regula y determina el
estado de propagación, en el orden civil, en todos los paí-
ses del mundo” (Adam Smith, La riqueza de las naciones.
Universidad Autónoma de Centroamérica, San José, Costa
Rica, 3 tomos, 1986: 124)

Es un texto impactante, y has- a las personas (y a la naturaleza) a


ta brutal, pero tiene la ventaja de situaciones en las cuales, aunque
reconocer que existe un “circuito lentamente o accidentalmente, es-
natural de la vida humana”, aunque tán condenadas a morir.
no se lo acepte como criterio de
racionalidad. Todo lo contrario, es Para Adam Smith, es el sacrifi-
el mercado el que actúa aquí como cio necesario de los sobrantes. Para
criterio de racionalidad y éste se la actual estrategia de acumulación
impone sobre el circuito natural de de capital a escala mundial (llama-
la vida humana, determinando quie- da globalización), son las “víctimas
nes viven y quienes no viven. La de la libertad”, porque la ley instru-
prosperidad (“el estado de propaga- mentalizada por la maximización
ción”) se basa en el sacrificio de los de la ganancia es considerada ley
sobrantes (mecanismo de regulación de la libertad. Y la libertad (el mer-
de la escasez de hombres), siempre cado) tiene que ofrecer sacrificios
que esto sea necesario. Es un texto humanos para poder asegurar —su-
cínico, pero no hipócrita (a diferen- puestamente— el bien de todos.
cia de muchos textos modernos).
Marx cambia radicalmente este
En este pasaje del liberalismo punto de vista, y lo hace en dos
clásico, el laissez faire, laissez pas- sentidos claramente explícitos.
ser se transforma en laissez faire,
laissez mourir. Dejar morir por En primer lugar, sustituye la re-
enfermedades prevenibles y cura- producción “de los factores” por la
bles, dejar morir en la miseria o reproducción del ser humano y, por
en la exclusión; morir sepultado a tanto y necesariamente, de la natu-
cientos de metros bajo el suelo en raleza proveedora de los valores de
una mina de carbón, morir de frío uso (“las dos fuentes originarias de
en la acera de un barrio pobre de toda riqueza”).
cualquier ciudad septentrional, etc.;
quizás no es matar directa y preme- Y en segundo lugar, el mercado
ditadamente. La ley no permite ma- no es ya el criterio de racionalidad
tar, pero permite dejar morir y llevar sobre la vida, sino al contrario, la

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reproducción de la vida real es el la heredera de la economía vulgar
criterio con el que debe evaluarse al pre-neoclásica, con una función
mercado y a cualquier otra relación fundamentalmente apologética.
social institucionalizada. Nosotros creemos que la economía
neoclásica, sin dejar de cumplir esta
Como corolario, la “reproduc- función apologética que le es pro-
ción material de la vida humana” pia, incorpora elementos centrales
aparece como última instancia de para una ciencia de lo económico
todas las decisiones económicas y a los que necesariamente hay que
políticas, siendo la reproducción dar respuesta, como es, sin duda,
de “los factores” una consecuencia el problema de la asignación de los
de la reproducción material de la recursos escasos y todo su desarro-
vida humana. Y estos son los nue- llo matemático operativo; así como,
vos puntos de partida que permiten a sus nociones de eficiencia y de
a Marx “poner de pie lo que antes racionalidad. Igualmente, hay que
estaba de cabeza”. criticar, y no simplemente ignorar o
desechar, toda la tradición de cons-
2.2. Nuestros desencuentros truir modelos o “conceptos límite”
con Marx… y nuestro trascendentalmente no factibles,
acercamiento al Buen Vivir (competencia perfecta, equilibrio
general competitivo, planificación
Pero veamos ahora algunos perfecta); pero que aun así juegan
puntos de desencuentro con Marx. un papel muy importante en la crí-
tica por realizar; pues representan
El primero no es en realidad el marco categorial y el horizonte
una diferencia: Marx hace su crítica utópico de esta teoría.
a partir de la economía política de
su tiempo, tanto de aquella que Una diferencia importante con
denominó “economía vulgar”, Marx que sí hemos de resaltar es su
como a la que catalogó “economía crítica abolicionista del mercado.
política burguesa científica” (Smith,
Ricardo). Aunque nuestra crítica al mer-
cado es radical, y sostenemos
La segunda crítica de la econo- que, efectivamente, el mercado
mía política tiene que hacerse a la contiene intrínsecas tendencias
teoría económica de nuestro tiem- autodestructivas y destructivas de
po, es decir, a la teoría económica la vida, tendencias que el mercado
neoclásica, ortodoxa, dominante. Y descontrolado hace efectivas (crisis
aquí si tenemos que señalar una di- recurrentes, concentración de la
ferencia importante con la tradición riqueza, pauperización, desarrollo
marxista: esta tiende a considerar la desigual, expoliación y destrucción
teoría económica neoclásica como de la naturaleza); la idea de la abo-

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lición del mercado, o del mercado ducción de hortalizas, pasando por
reducido a su mínima expresión, endurecer estas y agregar limitacio-
y por tanto, el mercado como “un nes territoriales y ecológicas en el
mal necesario”, es, además de inco- caso de la producción de banano
rrecta, trascendentalmente no facti- o piña, hasta regulaciones que con-
ble (igualmente incorrecta es la tesis lleven a la minimización y hasta
paralela de la abolición del Estado). la suspensión del mercado como
mecanismo de coordinación en
Nuestra respuesta recupera la áreas como la salud, la educación,
vieja discusión (soviética de los años la energía, el agua o la ingeniería
30 y cubana de los años 60 del siglo genética. Y la interpelación del
pasado) sobre, “el control consciente mercado no debe proceder sólo del
de la ley del valor”, pero la actuali- Estado (Estado Social), sino tam-
zamos en función de una “interven- bién de la sociedad civil y de las
ción sistemática de los mercados”. prácticas o intervenciones sociales
(economía social y solidaria).
Esta intervención sistemática
de los mercados no es una inter- Y aquí establecemos un fuerte
vención en el sentido keynesiano o vínculo con el paradigma comuni-
institucionalista. Hoy en día hasta tario del Buen vivir que florece en
el Banco Mundial acepta que el toda América Latina, al hacernos la
mercado necesita de instituciones y siguiente pregunta: ¿cuál es el sen-
regulaciones que lo complementen. tido de la vida? Y nuestra respuesta
es: ¡El sentido de la vida es vivirla!
La intervención keynesiana de
los mercados y otras similares, es Lo primero en la vida del ser
una intervención en función del humano, no es la filosofía, no es
mercado mismo y de su supuesta la ciencia, no es el alma, no es la
eficiencia, por lo que sigue siendo sabiduría, no es la búsqueda de
mercado-céntrica. la felicidad, no es el placer, no es
la reflexión sobre Dios; es, la vida
Por el contrario, la “interven- misma. Toda libertad, toda filoso-
ción sistemática de los mercados” fía, toda acción, toda relación con
que proponemos, es una inter- Dios, presupone el estar vivos.
vención a partir del criterio de la Presupone por tanto, la posibilidad
reproducción de la vida humana. de la vida, de la vida material, con-
Por tanto, puede plantearse desde creta, corpórea. Y esta posibilidad
simples regulaciones laborales y de la vida presupone el acceso a los
ambientales en el caso de la pro- medios para poder vivir:

Me quitan la vida al quitarme los medios que me permiten


vivir. (W. Shakespeare).

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No es la pregunta de si existo con la negación del sujeto humano
o no (Descartes), como pregunta en cuanto sujeto corporal, viviente,
clave, sino la pregunta, de si puedo y son el producto de una sacraliza-
seguir existiendo. No es la pregunta ción de las relaciones sociales de
de si la vida es un sueño (Calderón producción, sacralización que apa-
de la Barca), sino la pregunta por reció tanto en la ideología estalinia-
las condiciones de posibilidad de na (en la antigua Unión Soviética),
vivir como ser viviente. como actualmente en la ideología
neoliberal; aunque hoy por hoy, el
Pero entonces, insistimos: ¿La mito del progreso técnico infinito
vida vale o no vale la pena vivirla? y la negación y aplastamiento de
cualquier alternativa, asume la for-
La pregunta no es trivial, o ma de una política de totalización
al menos, ya no lo es. En nuestra del mercado; por eso nuestro énfa-
sociedad actual está reaparecien- sis en su crítica.
do una cultura del heroísmo del
suicidio colectivo, una cultura de El problema, creemos, no es el
la desesperanza que se basa en la mercado, sino la pretensión teórica
tesis de que no hay alternativa fren- y el proyecto político de totalizar
te a las amenazas globales que hoy el mercado. La realización de se-
socavan los cimientos mismos de la mejante proyecto destruiría a la
sociedad mundial y al mismo equi- humanidad.
librio planetario (“sistema Tierra” o
“sistema Tierra-Luna”): la desigual- Por eso, frente al mercado, ne-
dad y la exclusión social crecientes, cesitamos una pluralidad de formas
las crisis ecológicas y las crisis de de propiedad.
las relaciones humanas.
Como se sostiene en La vida
Estas crisis amenazan la vida, o el capital, de Duchrow y Hinke-
y están íntimamente relacionadas lammert:

“El socialismo histórico encaró la cuestión de la propiedad


en un sentido principalista, de manera similar a lo que
hace la sociedad capitalista [. … ] la sociedad capitalista
ve la propiedad privada como la llave para la solución de
todos los problemas, sin discutir siquiera el hecho de que
la solución de problemas diversos exige también formas de
propiedad diversas; [… ] el socialismo histórico hizo algo
análogo, aunque a la inversa.

Tenemos que liberarnos de estos principalismos para de-


terminar con libertad las modalidades de propiedad más

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adecuadas a los problemas específicos que debemos solu-
cionar” (Ulrich Duchrow y Franz Hinkelammert, La vida o
el Capital. Alternativas a la dictadura global de la propie-
dad. DEI, 2003: 14).

Por tanto, estas opciones al- La tercera y última diferencia


ternativas al mercado y a la pro- que quiero resaltar, con respecto a
piedad, sea privada o estatal, no los resultados de la primera crítica
son solamente opciones para los de la economía política es de carác-
pobres y excluidos, aunque desde ter más radical.
luego, la exclusión, la pobreza y el
desempleo son indicadores de irra- Marx se da cuenta de que la
cionalidad de un sistema incapaz propiedad privada no es la causa
de incluir a toda la sociedad en el última de las relaciones de domi-
sistema de la división del trabajo nación, de las clases, de la explota-
social. Pero también son opciones ción y del Estado.
necesarias frente a la totalización
del mercado, teniendo presente Cree encontrar esta causa úl-
que todas y todos debemos estar tima en una forma particular de la
incluidos, no necesariamente en el división del trabajo, y su crítica de
circuito del mercado, pero sí, en fondo se refiere a una cierta división
el sistema de división del trabajo del trabajo:
social y en el circuito natural de la
vida humana.

“En efecto, a partir del momento en que comienza a divi-


dirse el trabajo, cada cual se mueve en un determinado cír-
culo exclusivo de actividades, que le viene impuesto y del
que no puede salir; el hombre es cazador, pescador, pastor
o crítico y no tiene más remedio que seguir siéndolo, si no
quiere verse privado de los medios de vida; mientras que
en la sociedad comunista, donde cada individuo no tiene
acotado un círculo exclusivo de actividades, sino que puede
desarrollar sus aptitudes en la rama que mejor le parezca, la
sociedad se encarga de regular la producción general, con
lo que hace cabalmente posible que yo pueda dedicarme
hoy a esto y mañana a aquello; que pueda por la mañana
cazar, por la tarde pescar y por la noche apacentar el gana-
do, y después de comer, si me place, dedicarme a criticar,
sin necesidad de ser exclusivamente cazador, pescador,
pastor o crítico, según los casos…

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Y precisamente por esta con- sociedad total y definitivamente li-
tradicción entre el interés común, berada, y se acerca a una idea que
cobra el interés común, en cuanto después se asentó definitivamente
Estado, una forma propia e inde- en el marxismo institucionalizado:
pendiente, separada de los reales la idea de una institución sin los
intereses particulares y colectivos y, efectos enajenantes de la institu-
al mismo tiempo, como una comu- cionalización y de una división del
nidad ilusoria, pero siempre sobre trabajo sin los efectos distorsionan-
la base real de los vínculos existen- tes de la división del trabajo. Es el
tes, dentro de cada conglomerado caso, por ejemplo, de su referencia
familiar y tribal, tales como la carne a la empresa capitalista como una
y la sangre, la lengua, la división división del trabajo a priori, mien-
del trabajo en mayor escala y otros tras que el mercado capitalista tiene
intereses; y sobre todo, como más una división del trabajo a posteriori.
tarde lo desarrollaremos, sobre la Marx habla de la nueva sociedad
base de las clases, ya condicionadas como una aplicación a toda la so-
por la división del trabajo, que se ciedad de esta división del trabajo
forman y diferencian en cada uno a priori ya existente dentro de la
de estos conglomerados humanos empresa capitalista. El “plan social”.
y entre las cuales siempre hay una
que domina sobre todas las demás” Sin duda, este fue el camino
(La ideología alemana, incluido en que intentó seguir el socialismo
Fromm, op. cit., p. 215). soviético: la instauración de una
división del trabajo a priori a través
El problema no es en sí la divi- de la planificación, en supuesta sus-
sión del trabajo, sino esta división titución de la división del trabajo a
del trabajo que Marx llama “natu- posteriori del mercado.
ral”, y que quizás sería preferible
denominar, “coactiva”, por opo- Ahora bien, la experiencia
sición a “voluntaria” [inicia como soviética ha demostrado que ni la
“natural” para luego transformarse división del trabajo voluntaria, ni
en “coactiva”]. Se trata de una vi- la división del trabajo a priori, son
sión radicalmente antiinstitucional trascendentalmente realizables, a
de relaciones directas entre los no ser como aproximaciones, y aun
seres humanos, sin ningún tipo de así, no como aproximaciones asin-
institucionalización. Es el “orden tóticas calculadas, sino solamente
espontáneo” de las relaciones hu- como referentes utópicos.
mana directas.
La respuesta de Marx frente a
Pero en El capital Marx usa un este doble desdoblamiento de la di-
concepto paralelo a este “concepto visión del trabajo social (voluntaria/
límite” del hombre total y de la coactiva, a priori/a posteriori) es, la

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revolución total, el hombre total, extravagantes e irreales como lo son
esto es, totalmente humano, eman- las condiciones para una “compe-
cipado, liberado. La sociedad sin tencia perfecta” en la teoría neoclá-
clases y sin Estado, sin propiedad sica. Ambos son conceptos límite,
privada y sin mercado. La “regula- trascendentalmente no factibles.
ción comunista de la producción”.
Hay que buscar otra salida. Y
Pero las condiciones para una en eso están ustedes, el pueblo sal-
tal “planificación perfecta” de la vadoreño, y también, muchos otros
división del trabajo social son tan pueblos de América Latina.

3. Gobernar obedeciendo y derechos concretos a la vida

Y aquí nuevamente vemos Enfrentamos por tanto esta pa-


puentes y avenidas de diálogo y el radoja: Una sociedad no puede no
Buen Vivir. institucionalizarse, pero la sociedad
sin clases no puede institucionali-
La clave de esta toma de cons- zarse. Dentro de estos términos, el
ciencia es el concepto de no fac- control por la soberanía popular y
tibilidad trascendental del orden ciudadana de las clases dominantes,
espontáneo (anarquismo, plani- de la institucionalidad misma y de
ficación perfecta, competencia las ideologías resultantes, sí es fac-
perfecta, equilibrio general com- tible. Es el “gobernar obedeciendo”.
petitivo, regulación comunista de
la producción), lo que nos lleva a La sociedad sin clases, por lo
plantear el problema de la emanci- tanto, ya no se puede concebir en
pación humana en los términos de el sentido original del concepto
la obstinada presencia de una insti- límite. Hay que concebirla necesa-
tucionalidad que es negatividad de riamente como una sociedad en la
la vida humana, pero sin la cual la cual esta tendencia continua a la
vida humana tampoco sería posible. formación de una clase dominante
es continuamente contrarrestada. Es
Es una dialéctica maldita con sociedad sin clases solo en el grado
la cual tenemos que convivir, pero en que logra convertir el poder
que no por ello debemos aceptar. económico y con ello el poder polí-
tico, en articulación de la soberanía
Frente a su obstinada presencia, popular. No por eso desaparece
hay una “ausencia presente” que es como poder, pero surge como po-
el grito del sujeto que se resiste a der controlado, limitado y cada vez
ser tratado como un ser humillado, más instrumentalizado en función
sojuzgado, abandonado y despre- de una democracia real articulada
ciado. por la soberanía popular.

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“Gobernar obedeciendo es afirmar cada día que el sobera-
no no es el Estado, que el soberano es el pueblo, que no se
manifiesta cada cinco años con el voto, sino que se mani-
fiesta, habla, propone cada día necesidades, expectativas y
requerimientos colectivos.

Lo que se le pide al gobernante es sintetizar y unir, porque


pueden haber voces discordantes dentro del pueblo. El
pueblo no es una cosa homogénea, ¡no señores!, hay clases
sociales, hay identidades, hay regiones. El pueblo es muy
diverso.

El trabajo del gobernante no es sustituir al pueblo, es ar-


monizar las voces del pueblo, sintetizar en un sólo sentido
sus inquietudes. Pero eso no significa que el gobernante
sustituya al pueblo.

Gobernar obedeciendo es eso: el soberano es el pueblo y


el gobernante es simplemente un unificador de ideas, un
articulador de necesidades, y nada más”. [Palabras finales
pronunciadas por el vicepresidente de Bolivia, Álvaro Gar-
cía Linera, en Conferencia de Prensa el 28 de noviembre
del 2011 en Maracaibo, Venezuela, en el marco del VI Foro
Internacional de Filosofía (Transcripción de Marta Harnec-
ker). Publicadas en Rebelion.org el 27 del 01 del 2012.]

Es la nueva sociedad basada en los siguientes derechos concretos


el derecho de todos/as a la vida, a la vida.
en cuanto que anticipación de la
“Nueva Tierra”, del “Buen vivir”, 2. La satisfacción de las necesi-
que siempre será el trasfondo de la dades humanas básicas. Además
esperanza. Se trata de cuatro dere- del derecho al trabajo, se trata
chos esenciales: de la salud, la educación, la se-
guridad ciudadana y la vivienda,
1. Frente a la exclusión y precari- en el marco de las posibilidades
zación del trabajo resultante de del producto social. Estos se re-
la actual estrategia del capital, fieren a los elementos materiales
(la globalización del neolibe- necesarios para lograr la satisfac-
ralismo), la base de todos los ción de las necesidades humanas
derechos concretos a la vida es corporales básicas en toda su
el derecho a un trabajo digno y amplitud, incluyendo las nece-
seguro, desde donde se derivan sidades culturales y espirituales.

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Revista Realidad 132, 2012
3. La participación democrática de pero sí una planificación global
las ciudadanas y los ciudadanos y un direccionamiento de la
en la vida social y política, así economía en su conjunto.
como su realización personal
y social en el marco de un 6. La recuperación de la libertad
sistema de propiedad que ase- de opinión (hoy sofocada en
gure el empleo y la distribución nombre de la libertad de pren-
adecuada de los ingresos y el sa) y,
cumplimiento de las legítimas
aspiraciones sociales. 7. La libertad de elecciones (hoy
secuestrada por las burocracias
4. Un determinado orden de la privadas que se han convertido
vida económica y social, en en financistas de los candidatos
el que sea posible conservar por elegir).
y sostener el medio ambiente
como base natural de toda la Hoy no es posible recuperar la
vida humana. democracia y el ejercicio de la so-
beranía popular sin recuperar el de-
Estos derechos fundamentales son, recho fundamental a la intervención
al mismo tiempo, derechos econó- sistemática en los mercados. Se
micos y sociales, y determinan el trata de la base de toda democracia
marco del orden social. Se trata de económica y social factible, y sin
construir permanentemente un or- ella las instituciones democráticas
den social que no destruya las con- son transformadas en simple pan-
diciones de la existencia material talla de un poder absoluto ajeno a
de ese mismo orden, sin las cuales todo control democrático.
no sobreviviría ningún orden social.
Estos derechos concretos a la vida En estos términos –creemos- se-
determinan el marco de vigencia ría posible volver a pensar en una
de todos los derechos humanos en república libre, que hoy tiene una
su conjunto. No obstante debemos nueva forma de utopía: una sociedad
agregar tres más que son derechos en la cual quepamos todos/as, na-
políticos hoy estrictamente necesa- turaleza incluida; reproduciendo la
rios para alcanzar una democracia riqueza que sustenta la vida humana
real en América Latina. Estos son: sin socavar las dos fuentes origina-
rias de esta riqueza: el ser humano
5. El derecho político a la inter- y la naturaleza. Incluye asimismo un
vención en los mercados y, proyecto democrático, porque no le
por tanto, en el poder de las corresponde una estrategia única, sin
burocracias privadas transna- alternativas, sino estrategias múlti-
cionales. No se trata de revivir ples, donde otras economías y otros
una planificación centralizada, mundos sean posibles.

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NOTA

Revista Realidad 132, 2012


1 Texto de la ponencia leída el 15 de marzo de 2012 en la Universidad de El Salvador,
en el contexto de las Jornadas Interuniversitarias de Economía crítica, organizadas
por las UCA, la UES y la ULS, del 14 al 17 de marzo del corriente año.

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