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Definições.

Campo de ação da Hidrobiologia Sanitária

La hidrobiología, en su sentido más amplio (y también etimológico), significa biologia acuática,


debiendo comprender, pues, el estudio de la vida de los seres que habitan el medio acuático, de
agua dulce o marina. En el mismo se reserva en general, para el estudio de estos últimos, la
denominación de. "biología marina", que constituye un capítulo da. la oceanografía, así que la
hidrobiología constituye capítulo de la limnología (o estudio de los lagos) y de la teología
(estudio de los ríos). Además, se le da a esta disciplina un cúmulo más de ecología que
propiamente de sistemática de los organismos de agua dulce, lo que significa que los seres vivos
son estudiados, en hidro-biología, principalmente desde el punto de vista de sus relaciones sea
con el ambiente físico y químico, sea con los otros organismos que lo rodean. Constituye así su
estudio sistemático o sea la microscopía y clasificación de los organismos, sólo un capítulo
auxiliar e instrumento indispensable para la comprensión del papel de éstos en la naturaleza.
Por este motivo, existen relaciones muy estrechas entre la hidrobiología y los otros capítulos de
la limnologia y de la reología, como: la física y química del ágil, la fisiografía y la geología de los
lagos y ríos. Por las mismas razones, la hidrobiología sanitaria no se ocupa sólo de organismos
directamente perjudiciales para la salud humana, sino con todos los seres vivos acuáticos
capaces de proporcionar información sobre las características y condiciones reinantes en el
medio acuático, que puedan interesar a la salud pública. Por lo que se trata de un importante
capítulo de la salud pública, se trata de la medicina y la ingeniería, formando, en cierto modo, el
eslabón de conexión entre el médico y el ingeniero especializados en salud pública. El promedio
de la salud pública no tiene, propiamente, la función cie curar; no trabaja, en general, con el
agente productor de las molestias; que es la función de prevenir la diseminación del mal por la
población, preocupándose, sobre todo, con los agentes físicos o biológicos que sirven de
vehículo a los parásitos. En ese terreno, tiene un contacto íntimo con el biólogo, que se dedica
a la catalogación ya la investigación de la biología (o modo de vida) y la ecología (o relaciones
con el ambiente) de los vehículos, de enfermedades. Por otro lado, este estudio ecológico, de
identificación de los organismos con el medio, sirve como base al ingeniero, cuya principal
función en general consiste en alterar el medio, de manera a hacerlo más favorable a la
supervivencia y confort humano. Para ello, es necesario que el ingeniero tenga los
conocimientos básicos de la materia, que le permitan interpretar los datos proporcionados por
el biólogo especializado en salud pública, así como comprender los fenómenos de naturaleza
biológica que se ver, por ejemplo, en los procesos de depuración de las aguas que reciben las
aguas residuales. Se mantiene, además, la hidrobiología sanitaria, relaciones estrechas con la
bacteriología y con la parasitología. El papel del hidrobiologista estudia las bacterias de vida
libre, que habitan los cursos de agua o alcantarillado, limitándose en general, el bacteriologista,
al estudio de bacterias que normalmente tienen o de animales, sea como parásitos como
simbiontes o comensales. En cuanto a parasitología, hidrobiologo tiene un papel importante en
el estudio de las condiciones del ambiente que posibilitan el desarrollo de organismos vectores,
de vida acuática o semi-aquatica, tales como las larvas de mosquitos transmisores de malaria,
los caracoles hospedadores del schistosoma, etc.

Como se puede percibir, el polo de convergencia de todas esas actividades y el Medio Ambiente
y su objetivo principal es, por otro lado, su protección contra la depredación que puede ser
causada por actividades humanas mal planificadas y la protección del hombre contra elementos
contraídos nocivos del medio, particularmente de un medio alterado por la citada depredación.
Son indispensables a la formación del especialista en hidrobiología, estudios profundos de
botánica y fisiología vegetal; zoología y Fisiología animal, además de la biología general y la
ecología. Para el conocimiento de esta última disciplina, son necesarias nociones elementales
de química y fisica. Los elementos básicos de cada una de esas materias, necesarios para la
comprension, por el ingeniero sanitarista, de los principios de la hidrobiología, en el presente
trabajo, especialmente en los capítulos 2 y 3. No se entregan aquí, por formar parte de trabajos
familiares al mismo tiempo, ingeniero que se dedica a la salud pública, elementos sobre la parte
de saneamiento propiamente dicho, instalaciones y principios de tratamiento de aguas y
alcantarillas. De la misma forma, silencia este libro sobre la técnica bacteriológica y
parasitológica, que constituyen objeto de libros específicos o de disciplinas especializadas, en
los cursos de salud pública para ingenieros.

IMPORTANCIA DE LA HIDROBIOLOGÍA PARA LA INGENIERÍA SANITARIA

La ingeniería sanitaria tiene, por finalidad principal, preservar las condiciones ecológicas
favorables a la supervivencia del ser humano. Esa condiciones se refiere sobre todo a las
características del aire, del suelo y del agua, cabiendo al ingeniero evitar el "desnaturamiento"
de esos elementos como consecuencia de la propia actividad humana. Con respecto al agua, la
actividad del ingeniero sanitarista se refiere a la protección de sus calidades ya su suministro a
través de una distribución adecuada. El mantenimiento de las características del agua se realiza
a través de la protección de los recursos hidricos contra la contaminación, incluyendo el
tratamiento de residuos líquidos y del propio acondicionamiento sanitario del agua para los
diversos usos que se hacen de ella. Por lo tanto, los objetivos del presente manual pueden ser
sistematizados en: tratamiento de aguas para abastecimiento; estudios sobre la contaminación
y el tratamiento de las aguas residuales.

Hidrobiología y tratamiento de aguas de abastecimiento

No sólo los microorganismos patógenos necesitan control en aguas destinadas al


abastecimiento público; también, muchas especies de microorganismos acuáticos, de vida libre,
deben ser combatidas a fin de no perjudicar las características de la potabilidad. Esta
interferencia puede ser: directa, gracias a sustancias con propiedades organolépticas o incluso
toxicas que pueden ser liberadas en el agua, o aún al aumento de turbidez producido por su
presencia en gran número; o indirecta, a través de dificultades que causan al sistema de
tratamiento, perjudicando mecánicamente la filtración o, químicamente la coagulación y
decantación de material sedimentable.

La importancia de las algas en aguas destinadas al abastecimiento público ha sido discutida a


través de un gran número de publicaciones en los últimos años. La más compleja y didáctica de
esas publicaciones, sigue siendo el pequeño libro de autoría de Palmer (2), publicado en 1959.
En ese libro se estudia las siguientes principales ocurrencias de importancia sanitaria,
relacionadas con algas: sabor y olor; aislamiento de filtros de arena; algas indicadoras
contaminación: algas indicadoras de aguas limpias; algas que cubren la superficie de depósitos,
dificultando la penetración de la luz y causando demanda de oxígeno cuando entran en
descomposición; algas que se fijan las paredes de reservatorios; formación de lodo; producción
de color en el agua; corrosión de estructuras de hierro y de hormigón; algas toxicas, etc.

En el trabajo más reciente (3), ese mismo autor subraya que el hecho de ser las algas tan nocivas
a la calidad de las aguas está relacionado, principalmente, con la inmensa masa orgánica que
llegan a formar en el medio líquido, llevando la producción de grandes cantidades de lodo,
además de liberar en el agua varios compuestos orgánicos y pigmentos. Estos compuestos
orgánicos pueden ser tóxicos, producir sabor y olor o interferir con la eficiencia del cloro y otros
agentes químicos utilizados en el tratamiento del agua. Además, las algas pueden causar
alteraciones de carácter fisico-químico del agua, especialmente elevación del pH, lo que genera
problemas para obtener un punto óptimo de floculación. Finalmente, interfieren también
directamente en la decantación por producir burbujas de gas en el interior de los copos.

Los estándares internacionales de la Organización Mundial de la Salud, en su captación sobre


cualidades biológicas, indican las siguientes aplicaciones para el análisis hidrobiológico.

- determinar las causas de los sabores y olores indeseables y controlar su tratamiento correctivo

- facilitar la interpretación de los resultados de los análisis químicos;

- permitir la identificación de un agua cuando ésta se encuentra mezclada con otra de


procedencia diversa;

- determinar la causa de obstrucciones en la red de distribución, los filtros y demás instalaciones


de tratamiento;

- descubrir rápidamente la contaminación del agua por compuestos orgánicos o tóxicos y la


penetración de agua contaminada en el sistema de distribución.

Como se puede observar, no hay mención, en esa relación de prácticamente ninguno de los
disturbios provocados esencialmente por algas y otros microorganismos del agua. Con
excepción del sabor y olor, no reconocen a los autores de esta estandarización ninguna de las
influencias señaladas por Palmer por otros autores especializados. El análisis hidrobiológico
asume, así, un papel meramente accesorio en el conjunto de análisis a ser realizados en el agua.
Su función sería la de dar un "pulido final", pero no indispensable, al informe final sobre la
calidad del agua. Este punto de vista refleja, alias, la actitud dominante en casi todos los
laboratorios de análisis de aguas potables, en todo el mundo, con muy raras excepciones.

Realmente los problemas creados por algas en aguas de abastecimiento, aunque sean muchos
y de naturaleza muy variada, no son, por otro lado muy frecuentes. Raramente una ciudad
abastecida con agua de ríos se enfrenta a problemas de esa naturaleza. Aguas provenientes de
pozos nunca contienen algas y los únicos problemas de naturaleza biológica que podrían
presentarse serían los relacionados con la precipitación del hierro en las canalizaciones,
provocada por la actividad de ciertos tipos de bacterias. Las aguas de lagos y represas, estas sí,
están mucho más sujetas a presentar problemas biológicos. Y cuando estos problemas se
presentan son siempre muy agudos. Tal vez no llegue a 10 el numero de sistemas de
abastecimiento de Aguas que presente verdaderos problemas de naturaleza hidrobiologica de
cada 1.000 sistemas en operación. Pero estos 10 problemas son: ciertamente, muy serios y
generalmente difíciles de solucionar. En vista de ello, estaciones de tratamiento que pasan 5,
10, 20 años operando sin jamás enfrentarse con uno de esos problemas, no necesitan,
evidentemente, mantener una rutina de análisis hidrobiológicos, que serviría para costear el
costo del tratamiento. Actualmente, sin embargo, se observa una tendencia general a la
eutrofización acelerada de los lagos - sobre todo represas - causada por la creciente introducción
de nutrientes minerales provenientes de las aguas residuales de las ciudades, residuos
industriales o fertilizantes agricolas. Esta eutrofización provoca el aumento del número de
organismos acuáticos y consecuente, aumento de la frecuencia de, problemas ecológicos y
sanitarios por ellos causados. Tratándose de sistemas que utilizan aguas represas, y de todo
aconseja el establecimiento de una rutina permanente de análisis hidrobiológicos cuya
frecuencia ocilara entre análisis mensuales (cuando no hay problemas) y análisis diarios (cuando
los problemas son muy graves). En estas circunstancias, los análisis hidrobiológicos dejan de
tener un mero papel de complementación o pulido de los demás análisis, para constituir
efectivamente una actividad indispensable y de las más importantes en el control de la calidad
del agua. No se puede dejar de considerar, como sumamente importantes, algunas de las
consecuencias del desarrollo de microorganismos que, sin embargo, no se mencionan en los
patrones de la OMS; las alteraciones del pH del agua o la introducción de burbujas gaseosas en
el interior de los copos de sulfato de aluminio constituyen un problema gravisimo que encarece
el tratamiento (pues exige un mayor consumo de coagulantes) y dificulta enormemente la
operación, exigiendo así una vigilancia permanente ; la obstrucción de filtros y la formacion de
bolas de lodo pueden llevar a la pérdida total de las instalaciones; la formacion de toxinas en el
agua de abastecimiento puede llevar a consecuencias imprevisibles, y así sucesivamente. La
comprobación de la existencia de un gran número de microorganismos nocivos, en ciertas
épocas del año, o de condiciones ecológicas potenciales, relacionadas sobre todo con el
contenedor, químico del agua, puede determinar providencias previas, a ser tomadas ya en la
elaboración del proyecto. Estas providencias pueden relacionarse sobre todo, con la prevencion
contra la contaminacion creciente, a través de medidas de fiscalización de los lanzamientos de
desalojos de varias naturalezas; con las características morfológicas de la represa; con la
construcción de ciertos dispositivos de captación que permitan tomar el agua en regiones de
menor número de microorganismos o, aún, instalaciones quo permitan un pretratamiento,
mecánico o químico de pequeño volumen de agua, en lugar del lanzamiento de microbicidas a
toda la superficie masa de agua del río o lago; finalmente, la recomendación del abandono del
manantial por ser impresa o anti-economico. En cualquier caso, un estudio previo, bien
elaborado, implicaba forzosamente en el abaratamiento del tratamiento y, por consiguiente, del
coste del agua potable, sobre todo cuando se tiene en cuenta que los gastos con tales pesqueras
(que son mínimas, en el caso de que un eventual tratamiento correctivo, con empleo de carvao
activado y otros materiales costosos que muchas veces pueda ser evitado, cuesta grandes
sumas, por un espacio del tiempo ilimitado.

Hidrobiología y contaminación

Del porno de vista de la potabilidad, el concepto de pureza del agua es absolutamente diferente
del concepto químico. La pureza química del agua es no sólo dispensable como incluso
indeseable. El agua y un alimento que, aunque no tiene valor energético, contribuye
fundamentalmente a la edificación del organismo, formando parte de la composición celular de
manera preponderante, constituyendo cerca de 2/3 del peso corporal del hombre. Según una
definición del gran fisiologo argentino - premio Nobel - Dr. Bernardo Houssay (5) "el organismo
está formado de agua en la cual se hallan dispersas micelas, moléculas y iones". En ninguna parte
del organismo, sin embargo, el agua se encuentra en estado puro. El mantenimiento de un cierto
valor osmotico en los líquidos tisulares es una condición importante para su funcionamiento y
evita la pérdida de agua por dialise. Por lo tanto, la ingesta de agua de menor salinidad o de bajo
valor osmotico no es recomendable. Además, el agua pura e insipida principalmente cuando no
contiene gas carbónico y oxígeno disueltos. Muchos de los compuestos minerales o elementos
químicos que se encuentran disueltos en las Aguas naturales constituyen factores de gran
importancia fisiológica, sea como nutrientes, sea como mantenedores del equilibrio fisico-
químico del medio interno. Entre otros, merecen destaque especial-dada su carencia en otros
tipos de alimentos -el yodo y el fluor, cuya ausencia en la alimentación puede provocar
disturbios como el bocio y la carie dentaria, respectivamente, en una población que no disponga
de otras fuentes de los mismos nutrientes.

¿En qué se basan, pues, los criterios de pureza del agua para fines de abastecimiento o
potabilidad? Desde las civilizaciones más remotas, se observa la existencia de una preocupación
constante del hombre en relación a la calidad del agua y la transmisión de enfermedades. Aguas
turbias, de superficie, eran utilizadas para beber después de filtración en aparatos domesticos
de porcelana porosa en sedimentación en potes de barro, por los antiguos egipcios y por los
japoneses. Otro método de purificación empleado en la antigüedad, se basaba en el transporte
por capilaridad, de una vasija a otra, empleando tiras de tejido. El objetivo primordial de tales
prácticas sería probablemente el de obtener agua con buenas caracteristicas esteticas, pero y
posible que ya relacionaran el aspecto del agua con la transmisión de enfermedades, relación
que hoy predomina en los medios menos cultos: el hombre común que es el agua de la fuente,
por ser cristalina y rechaza el agua de los ríos por ser turbia, aunque muy a menudo, el Agua
cristalina, de la fuente sea transmisora de gérmenes patogénicos y esta Ultima no.

Evidentemente, el hombre común y obligado a servirse de los recursos sensoriales. para


establecer un criterio y como no siempre los seres patogénicos son visibles a simple vista, o las
sustancias nocivas poseen sabor o olor propios, esos recursos son fallos. En realidad, se tornaron
fallidos, con el desarrollo de las civilizaciones. En los tiempos antiguos incluso en la Edad Media
los subproductos de la actividad humana, sus desechos, residuos domésticos o de su labor
manufacturera, eran lanzados directamente sobre la superficie de los suelos, donde se
acumulaban por cierto tiempo. Sólo en las épocas de lluvias es que ese material, junto con los
elementos nocivos en él contenidos, era arrastrado por las precipitaciones, hacia el lecho de los
ríos. Así, el fenómeno de la contaminación de las Aguas era siempre acompañamiento de
elevación de su turbidez. Por otro lado, los métodos de tratamiento en-clavados - filtración en
material poroso, o sedimentación prolongada -no sólo removían la turbidez como también los
seres patogenicos justificando así, por más esta coincidencia, esos criterios primitivos. Con el
advenimiento de los sistemas de agotamiento de residuos, llevándolos, de manera continua a
los ríos (y no más en la dependencia de lluvias torrenciales) es que esos criterios pasaron a
perder su validez. En 1648 Willem Pies, medico de la corte de Nassau escribía, respecto a las
Aguas del Brasil: "Los viejos naturales no menos solteros en distinguir por el gusto las diferencias
de las Aguas, los nuestros en discernir las varias cualidades de los vinos, que no dejan ningún
deposito y las conservan al aire libre en lugares elevados (de preferencia a los subterraneos a
causa del tepor) por días y por lo que se refiere a ellos, buscan las más tenues y dulces, que no
dejan ningún depósito y las conservan al aire libre en lugares elevados (de preferencia a los
subterraneos a causa del tepor) las noches, en las bocas del barro, donde no obstante los rayos
a plomo del sol, se vuelven en un momento muy fresco "(6). Esta es posiblemente, la más antigua
recomendación de criterio sanitario del agua en Brasil y basada en las mismas características
fisicas y organolepticas en quo se basó en todos los pueblos primitivos. El principal objetivo de
esas prescripciones siempre fue pues - y seguiría siendo el de la preservación de la salud o de la
no transmisión de enfermedades y no el mero propósito estetico. El sabor de arcilla, de las Aguas
conservadas en potes; el olor de huevos podridos de las Aguas sulfurosas; el gusto salino de
minas Aguas magnesianas o carbonatadas o la acidez picante de Aguas 'minerales y hasta la
temperatura tepida de Aguas juveniles no constituyen obstáculos a su ingesta por el público
común, que muy a menudo les vota preferentemente, por sus propiedades medicinales. Las
repelidas son las características que, erróneamente o acertadamente, puedan suponer la
existencia de elementos tóxicos, depauperantes, patogénicos o que, de cualquier forma, puedan
constituir peligro La salud.

El descubrimiento de los microorganismos por Leewenhock en 1683, la suposición por Henle y


la constatación por Koch, Pasteur y otros de que muchos de ellos son causantes de
enfermedades, es que trajeron una base concreta, como punto de participación La elaboración
de normas racionales de protección y de calidad del Agua potable. Las enfermedades silo
originadas de microorganismos no son silo generados espontáneamente en el agua, sino que
deben ser llevados a ella por las deyecciones de personas portadoras de esas mismas
enfermedades. La asociación de esas enfermedades con caracteres tales como turbidez, color,
olor o sabor del Agua perdieron, a partir de entonces, todo su significado. Todas las medidas de
control de la calidad del agua pasaron a basarse en la protección de los cuerpos de agua contra
la introducción de elementos tóxicos y de seres patogénicos. Y como el vehículo principal de
seres patogénicos son los desechos humanos, su control pasó a ser realizado a través de medidas
visando la caracterización y medición de concentraciones de materia fecal en el agua.

Se mantiene, sin embargo, la necesidad de que el poder público preservar, lo más posible, la
calidad estética de las aguas de abastecimiento, a fin de que las mismas merecen la preferencia
popular, en favor de su seguridad sanitaria.

La distinción entre padrón de calidad y patrón de potabilidad es importante. El primero se refiere


a todos los usos posibles del agua, mientras que el segundo se refiere tan sólo a su utilización
para fines de alimentación. Entre los usos posibles, con implicaciones sanitarias, pueden ser
citados; además del abastecimiento domiciliar de agua potable: el uso pastoril, usos
recreacionales, crianza de peces, irrigación agrícola, usos en procesos industriales.

Las grandes sumas de recursos se están aplicando actualmente en la investigación de nuevos


elementos contaminantes y de límites adecuados de sus concentraciones en el agua potable.

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