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DOCUMENTO DE TRABAJO
COLECCIÓN DE TEOLOGÍA
TEOLOGÍA DOGMÁTICA
ANTROPOLOGÍA TEOLÓGICA
No. 18
RESUMEN:
. El autor señala que la forma de hablar de la gracia es, en primer lugar, reconocer la realidad
que se presenta. Y, en segundo lugar, describir sus efectos como relación y efecto en la vida
humana. El autor efectúa un abordaje al tema de la gracia a lo largo de la noción histórica:
AT, NT, concepción griega, latina, escolástica y existencial. Como punto en común se
presenta la gracia como una acción de Dios en relación con la creación y con el ser humano.
Se resalta que hablar de persona es más propio en tanto que integra más elementos propios
del ser humano como su historicidad y capacidad de trascendencia. En el actualidad se
evidencia una crisis de la gracia. Esto como efecto de su reductiva interpretación durante
siglos de historia. Al preguntarse por la posibilidad de la gracia, el autor responde que ésta
se experimenta en la vida misma, en las dinámicas auténticamente humanas. Se trata del
donarse, del recibir, del compartir, de hacer presente la entrega. En últimas, una gracia que
hace presente en su vida la presencia de Dios. Finalmente, la gracia consiste en un camino
de relación íntima con la Trinidad, que intensifica el proceso hacia la gloria celestial a través
de las facultades cognoscitivas y volitivas.
PALABRAS CLAVE:
FICHA TÉCNICA
Título: Gracia y liberación del hombre.
Autor: Leonardo Boff.
Editorial: Ediciones Cristiandad.
Año: 1980.
Ciudad: Madrid.
Primera edición: 1978.
Citación APA:
Boff, L. (1980). Gracia y liberación del hombre. Experiencia y doctrina de la gracia. (M.
Diez Presa, Trad.) Madrid: Ediciones Cristiandad.
Citación CHICAGO:
RUTA DE LECTURA
Dentro del campo de la Teología y las Ciencias Religiosas, la presente propuesta tiene como
objetivo la formulación de aportes al estado del Arte, en cuanto a este campo se refiere.
Asimismo, la creación de estrategias bibliografísticas que permitan un fácil abordaje a estas
ciencias humanas, desde una perspectiva tanto academicista como de interés general, por
parte de religiosos, religiosas y laicos atraídos por estos contenidos temáticos.
c) Ser fuente de consulta para los interesados como para los estudiosos de las
ciencias religiosas y filosóficas.
Querido lector: En ningún instante pierda de vista que este trabajo bibliografístico es,
ante todo, una herramienta facilitadora de procesos que coadyuven a dar luz al estado del
arte, desde una reflexión continua y un diálogo continuado con las fuentes originales, más
no una cantera para que promueva el plagio y la ociosidad.
Agradecemos que esta recopilación bibliografística sea una constante fuente de consulta
y que represente el comienzo de trabajos bibliografísticos futuros.
Primera parte:
COMO PLANTEAR HOY EL TEMA DE LA GRACIA
“El hombre concreto vive este drama de ser a la vez a-graciado y des-graciado: omnis
homo Adam, omnis homo Christus, todo hombre es Adán y Cristo, Cristo y anticristo,
apertura y clausura”. Pág. 19
“El objetivo de la presente obra es reflexionar sobre la experiencia de la gracia”. Pág.
19
“Cabe hablar de la gracia siguiendo la historia del tratado sobre la misma a lo largo
de la experiencia histórica cristiana”. Pág. 19
“La teología escolar llegó a crear todo un sistema sobre la gracia, con un vocabulario
propio y una doctrina bien determinada”. Pág. 19
“La teología prolonga así una experiencia que se da constantemente en la Iglesia y en
el mundo y crea un lenguaje que expresa con viveza dicha experiencia”. Pág. 20
“La función de la teología no es crear las realidades sobre las que habla, sino hablar
de las realidades con que se encuentra y que son anteriores a su discurso en la vida
humana”. Pág. 20
“El problema de la teología radica en la forma de elaborarlo y en hablar de la gracia
de manera significativa para el mundo de hoy, con el fin de evitar que un lenguaje
anacrónico y sin mordiente impida al hombre tomar conciencia o captar la hondura
de la efectiva realidad que está viviendo sin darse cuenta de ello”. Pág. 20
“El hombre vive la gracia, pero no lo sabe ni reflexiona sobre tal hecho”. Pág. 20
“La Iglesia se transforma en monopolio de lo que no puede ser monopolizado”. Pág.
21
“Nuestra tarea de orden sistemático consistirá en reflexionar sobre la experiencia de
la gracia, tal y como la estamos viviendo en nuestro tiempo; partiendo de ahí
intentaremos hablar sobre la gracia de forma que la experiencia quede expresada
adecuadamente dentro de la comunidad eclesial”. Pág. 21
7
“La elaboración del tratado sobre la gracia que se ha venido transmitiendo en los
manuales es deudora de los grandes escolásticos, así como de la sistematización
académica posescolástica y postridentina, que se caracteriza por su gran
formalización conceptual y una fría abstracción”. Pág. 35
“La tarea de la teología manualística, vulgarizada por los predicadores consistió casi
exclusivamente en trasmitir esos conceptos sin preocuparse de captar la experiencia
subyacente a los mismos”. Pág. 35
“El sistema articulado manualísticamente no era ya un sistema abierto que remitiera
sin cesar a la experiencia de la gracia e iluminara la vida humana”. Pág. 35
“El tratado de la gracia, que debiera habernos ayudado a descubrir la bondad, la
benevolencia y la gratuidad de Dios en la historia humana, se transformó en un
conglomerado de proposiciones esotéricas, elaboradas más para condenar errores que
para traducir y animar la experiencia de los cristianos”. Pág. 36
“La teología se convirtió en un asunto de los teólogos y dejó de ser una ayuda para
comprender lo que interesa a todos en términos de experiencia religiosa y humana”.
Pág. 36
“El tratado degeneró en una ideología que legitimaba las concepciones oficiales del
magisterio conciliar o papal, en vez de ser una iniciación mistagógica que ayudara a
los fieles a descubrir, saborear y expresar la gracia divina”. Pág. 36
“Los manuales comienzan con la parte bíblica, expone luego la enseñanza de la
tradición y las disputas teológicas, especialmente contra los herejes, y terminan con
una parte sistemática en la que resumen los datos de la tradición para combinarlos –
con el mismo lenguaje– de forma lógica, sistemática y coherente”. Pág. 36
“La reflexión teológica calcada sobre tal imagen hablará del hombre en términos de
naturaleza”. Pág. 37
“El hombre no se estudiaba todavía en términos de persona-apertura y de ser-
histórico”. Pág. 37
“La gracia no aparece como desfiguración y desnaturalización del mundo, sino como
su máxima realización”. Pág. 38
“Una teología de la gracia que no llegue a tomar conciencia de estas diferencias ni a
renovarse a partir de una nueva experiencia de la realidad, no será capaz de responder
a las exigencias actuales de una nueva formulación y explicitación teórica –pero
inteligible – del núcleo de la fe cristiana, que es precisamente la gracia divina”. Pág.
38
“La cultura impregna todo discurso teológico que es un discurso cultural”. Pág. 38
“Los teólogos no pueden limitarse a ser meros transmisores de un sistema doctrinal
del pasado y, junto al magisterio oficial, simples guardianes de la ortodoxia en el seno
del sistema”. Pág. 39
“En el mundo griego, la gracia se expresa sobre todo en términos de divinización”.
Pág. 39
11
“El énfasis no se pone tanto en que Dios se abaja y, al encarnarse, entre en la esfera
de lo humano, cuanto en que el hombre es llevado por Dios a abandonar su situación
y a entrar en el mundo divino de la divinización”. Pág. 39
“La ambigüedad inherente al proceso histórico, los conflictos y la dimensión del
futuro que debe prepararse y alumbrarse penosamente con sudor y sangre no se
consideran como valores consistentes y portadores de gracia”. Pág. 39
“El hombre concreto casi desaparece”. Pág. 39
“La teología de la gracia elaborada en el horizonte de esta experiencia no considera
primariamente dicha realidad como divinización, sino como rehabilitación y
restauración del hombre, es decir, como un proceso de hominización y
humanización”. Pág. 40
“La gracia es restauración de la naturaleza humana”. Pág. 40
“La teología de la gracia se privatiza, con desastrosas consecuencias para la pastoral:
lo secular, cauce por el que discurrirá el curso de la historia posterior, queda al margen
de la gracia y carece de importancia salvífica”. Pág. 41
“La gracia se vive como gracia, como don de Dios que socorre, santifica y permite al
hombre reencontrar su identidad perdida”. Pág. 41
“Toda la teología latina, debido a sus teólogos, tiene una acentuada tendencia
monacal”. Pág. 42
“La gracia aparece siempre en el marco de la oposición luz-tinieblas”. Pág. 42
“El alma recibe la gracia, es rehabilitada y constituye la morada en que habita la
Santísima Trinidad”. Pág. 42
“El hombre de carne y hueso posee una dimensión histórica, necesita comer y beber,
relacionarse, organizarse y estar presente en el mundo de manera humana”. Pág. 42
“Gracia y libertad política, gracia y opresión social, gracia y proceso de liberación,
gracia y sistemas de convivencia, etc., son temas que no tuvieron cabida en la teología
tradicional, ni siquiera en los libros de fecha reciente”. Pág. 42
“La gracia actuaba liberadora y socialmente en el amplio horizonte de las realidades
humanas, puesto que posee una dimensión esencialmente pública y política”. Pág. 43
12
“Para la Biblia y para los medievales, Dios era una realidad socialmente
incuestionable”. Pág. 44
“La gracia penetra al hombre entero, hasta tal punto que siempre va íntimamente
unida a la acción humana”. Pág. 45
“Otra tendencia característica de nuestro tiempo es la valoración del ser humano
como persona, como magnitud última e irreductible a otra realidad, pese a que en
ninguna otra época se ha conculcado tanto como en la nuestra la dignidad de la
persona”. Pág. 45
“La persona se define como apertura y, consiguientemente como capacidad de
encuentro y de enriquecimiento”. Pág. 45
“El encuentro significa una apertura personal ante otra apertura igualmente personal”.
Pág. 45
“El encuentro modifica a los dos que se encuentran: es reconocimiento mutuo,
confianza, agradecimiento, sinceridad, fidelidad”. Pág. 45
“El encuentro se efectúa siempre dentro de un contexto: son dos historias que se abren
mutuamente”. Pág. 46
“La actual visión del mundo –que ya no es monopolio de una casta, sino la forma
común de concebir el mundo– está determinada por las ciencias experimentales”. Pág.
46
“La gracia se da siempre en las mediaciones, en el trato, en las relaciones, en las
estructuras sociales”. Pág. 46
“La gracia se da siempre en esto y en aquello”. Pág. 46
“La gracia no es un en-sí, una cosa más excelente junto a otras cosas que lo son
menos”. Pág. 46
“La gracia es el modo de ser que adquieren las cosas cuando entran en contacto con
el amor de Dios y quedan penetradas por su misterio”. Pág. 46
“El pensamiento moderno tiene una viva conciencia de la dimensión social y valora
tanto la importancia como su presencia específica como su presencia en lo personal”.
Pág. 47
“La pobreza, la dependencia, la explotación de unos pueblos por otros y las guerras
en que se mezclan problemas políticos con intereses económicos de grandes
industrias bélicas representan otras tantas realidades que se consideran inmorales”.
Pág. 47
“La riqueza y el extraordinario desarrollo científico-técnico de los países del
hemisferio norte parecen inicuos porque reclaman un enorme costo social: la
marginación y empobrecimiento de los países dependientes, cada vez más asolados
por contradicciones internas que ahondan el foso que separa a ricos y pobres”. Pág.
47
“La reflexión sobre la gracia deberá tomar conciencia de un hecho doloroso: en el
continente latinoamericano la institución de la Iglesia ha estado mancomunada
durante siglos con los que practicaban la explotación y mantiene un tipo de sociedad
discriminatoria”. Pág. 48
13
“Resumiendo podemos decir que la palabra experiencia está ligada a dos campos de
la «experiencia» humana: al de peligro (periculum, periclitatio) y al de pericia
(peritia, scientia, notitia)”. Pág. 58
“El hombre experimentado es el que ha pasado por la vida no en blanca nube, sino
entre sufrimientos, vaivenes y peligros y aprendiendo una lección con todo ello”. Pág.
59
“La experiencia es pues, un saber que tiene sabor”. Pág. 60
“La gracia sólo es gracia para el hombre de hoy cuando emerge desde el mundo en
que estamos insertos”. Pág. 61
“La gracia aparece dentro de nuestro mundo concreto, configurado por nuestra
situación latinoamericana”. Pág. 61
“Ni la Biblia ni la antigua literatura cristiana conocen la palabra sobrenatural”. Pág.
62
“Expresan el acontecimiento del amor salvífico y gratuito de Dios mediante
categorías de relación y encuentro, de alianza, de gesto benévolo, etc.”. Pág. 62
“El tema –experiencia de la gracia– sufre un cambio profundo cuando se comienza a
expresar la experiencia bíblica mediante categorías que le eran extrañas”. Pág. 62
“El pensamiento bíblico, basado en categorías históricas y personalista, se traduce a
otro caracterizado por las categorías de la Phycis (naturaleza) griega”. Pág. 62
“La naturaleza pasa a ser la categoría clave y orientadora de todas las demás”. Pág.
62
“La gracia se define en relación con la naturaleza y no desde sí misma”. Pág. 62
“Sólo puede ser sobre-natural”. Pág. 62
“La evolución del pensamiento teológico (especialmente en el Renacimiento, cuando
se descubre que el hombre y la naturaleza son objetos de ciencia, y, con toda
radicalidad, en la teología postridentina) se orientó hacía una concepción de lo
sobrenatural y de lo natural como dos órdenes de la realidad completos, orgánicos y
acabados en sí mismos”. Pág. 62
“La naturaleza (el término viene de nasci, nacer) es una esencia en acción dentro de
su propio ámbito”. Pág. 63
“La acción de Cristo no se limita a lo sobrenatural; Cristo quiso salvar al hombre, a
todo el hombre con su dimensión de naturaleza, de gracia, de pecado, de capacidad
de divinización”. Pág. 64
“La fenomenología del hombre-espíritu elaborada por los teólogos cristianos de
nuestro siglo, profundamente enraizada en la tradición, ha resultado sumamente
fecunda para el tema en cuestión”. Pág. 65
“El espíritu es el hombre entero y, por tanto, el modo de ser propio del hombre en
cuanto trascendencia viva, apertura total, omni-relacionalidad”. Pág. 65
“El deseo natural de amar a Dios está enraizado en lo más hondo de su ser, hasta el
punto de que sin deseo resultaría incomprensible el hombre histórico que conocemos,
y el único que nos interesa”. Pág. 65
“La teología no es una simple fenomenología que se articule desde abajo”. Pág. 66
“El deseo natural de amar a Dios no es una exigencia meramente humana”. Pág. 66
“El hombre siente la exigencia del amor; pero sólo quiere el amor libre y gratuito”.
Pág. 67
16
“El propio significado y uso de la palabra “«gracia» encierran -de forma latente y, tal
vez, inconsciente– una experiencia de la gracia”. Pág. 68
“El término gracia designa originariamente la benevolencia del superior para con el
inferior”. Pág. 69
“La gracia designa la actitud nativa y originaria de la persona; no es reacción ni fruto
obligado de la bondad de los demás”. Pág. 69
“La gracia fontal es benévola no porque constituya una respuesta a la benevolencia
del otro, sino, como dijimos, porque lo es radicalmente como nativo modo de ser”.
Pág. 69
“El término gracia designa también la belleza, el encanto, el atractivo, la amabilidad
de una persona (Prov 1,9; 3,22; Lc 4,22)”. Pág. 70
“El germen tiene el mínimo de residuo, el mínimo de lo ya realizado, el mínimo de
hábito o memoria”. Pág. 70
“El ámbito social de las relaciones humanas revela con toda nitidez lo que es la gracia:
el modo de hablar y de gesticular, el mirar afable, el andar, la sonrisa, la presencia y
la forma de presentarse pueden aparecer marcados por la gracia”. Pág. 70
“La gracia de Dios (actitud) crea gracia en el hombre (belleza, encanto)”. Pág. 71
“La gracia se paga con gracia, lo mismo que el amor se paga con amor”. Pág. 72
“Dar gracias es devolver la gracia, retribuir el don; significa mostrarse agradecido y
saberse en deuda de gratitud”. Pág. 72
“La única actitud digna de un hombre que se siente agradecido, colmado de gracias
(dones), que se descubre encantador para los demás y amado por Dios (actitud), sin
mérito personal alguno, es juntar las manos y dar gracias”. Pág. 72
“Fue san Pablo quien introdujo en el NT el término charis como expresión sintética
de la novedad cristiana”. Pág. 73
“La encarnación constituye la forma concreta en que quiso Dios acercarse
amorosamente al mundo: no con el esplendor de su majestad y con el brillo de su
gloria, sino con el anonadamiento y la humildad, el silencio y el ocultamiento”. Pág.
74
“La teología, mientras perdure, será siempre un intento de descifrar la presencia del
amor divino y un ir aprendiendo de experiencia en experiencia”. Pág. 75
“La ley de la encarnación y las anteriores reflexiones sobre la recta y adecuada
comprensión de las relaciones entre persona y gracia revelan que la experiencia de la
gracia nunca es pura gracia, sino también mundo, y que la experiencia de la gracia
nunca es pura gracia, sino también mundo, y que la experiencia del mundo nunca es
exclusivamente mundo, sino también gracia”. Pág. 75
“El Nuevo Testamento lo entendió perfectamente; por eso colocó en la raíz del
acontecimiento salvífico al Hijo y al Espíritu Santo, la Pascua y Pentecostés”. Pág.
75
“El Espíritu Santo, más aún que el Hijo, se ocultó dentro del movimiento de la historia
y del mundo, a los que está íntimamente ligado”. Pág. 75
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“La ciencia, como empresa colectiva, es así desveladora de la verdad del mundo, aun
cuando la ejerzan hombres que tienen otras intenciones o que ignoran por completo
tal dimensión de la ciencia”. Pág. 91
“Para la ciencia es muy importante buscar su último fundamento y tomar conciencia
de él”. Pág. 91
“La gracia hace que la ciencia conserve su destino propio, como desvelación de la
racionalidad de lo real; que prosiga su investigación con respeto, como quien recibe
un don; que tenga un estilo peculiar de investigación, de selección, de formulación y
solución de los problemas, un estilo que humaniza al hombre y al mundo y no sólo
los instrumentaliza con miras a un poder interesado”. Pág. 91
“Una ciencia fiel a sus propias exigencias, no totalitaria, sino respetuosa con las
demás actitudes frente a la realidad, crea no sólo un científico, sino también un sabio”.
Pág. 92
“El sabio se mueve también en el campo científico, pero saborea en él el
descubrimiento del Misterio oculto en el mundo; él no crea tal Misterio, pero lo
experimenta como un polo articulador y revelador”. Pág. 92
“El hombre se siente entonces órgano empleado por Dios para manifestar su presencia
en el mundo como orden, racionalidad, virtualidades latentes, etc.”. Pág. 92
“El mundo sigue siendo mundo, y la ciencia sigue siendo ciencia; pero en una
dimensión más profunda, tanto el mundo como la ciencia son símbolos de otra
realidad que brilla en ello: el amor de Dios, su bondad, su racionalidad, su orden; en
una palabra, su presencia en el mundo que denominamos gracia”. Pág. 92
“La técnica, instrumentalización de la ciencia, es también una forma en que puede
manifestarse la gracia en el mundo”. Pág. 92
“La técnica puede contribuir a hacer el mundo más habitable, más fraterno, más justo,
más libre y más sano”. Pág. 92
“La técnica es instrumento de este amor de los hombres y de Dios”. pág. 92
“La técnica puede poner las bases de un nuevo humanismo: permite transformar el
mundo circundante y establecer un nuevo tipo de relaciones del hombre con la
naturaleza”. Pág. 92
“La técnica puede aparecer en su aspecto humanístico, como instrumento que
propicia la bondad y las relaciones entre los hombres y, por las transformaciones que
realiza, puede crear una imagen de lo que ha de ser la anticipación del reino de Dios”.
pág. 92
“La gracia no prospera sobre la rutina del mundo y del hombre”. Pág. 93
“La naturaleza en su debido orden, cuando se la ve con profundidad, en el horizonte
de la fe, aparece como gratuidad, como manifestación de lo que significa
originariamente Dios en el mundo, es decir, aparece como gracia”. Pág. 93
“La dimensión natural de las cosas pertenece al horizonte científico-técnico; la gracia
de dicha dimensión pertenece al horizonte propio de la fe”. Pág. 93
21
para convencer a la población de que los intereses del grupo son los intereses
nacionales y populares y de que el modelo político-económico implantado representa
la única vía para acceder al progreso”. Pág. 104
“El régimen general de dependencia afecta también al cristianismo que aquí se
estableció e implantó”. Pág. 106
“La evangelización se realizó con los métodos del catolicismo reaccionario,
antirreformista y guerrero de la Península Ibérica”. Pág. 106
“La Iglesia tomó conciencia de que su destino evangélico está hondamente vinculado
al destino humano y político de las clases marginadas”. Pág. 109
“La salvación que predica se concreta también en estas dimensiones intra-históricas
concretas”. Pág. 109
24
“La fiesta constituye un momento álgido de la vida, en el que aparece con nitidez la
gratuidad”. Pág. 138
“La fiesta no está marcada por intereses y utilidades prácticas, sino por la pura
gratuidad”. Pág. 138
“La celebración lleva consigo un exceso, una ruptura de los moldes ordinarios, de las
formalidades, de la economía”. Pág. 138
“La fiesta es un fenómeno de riqueza”. Pág. 138
“El hombre busca siempre ocasiones para la celebración”. Pág. 138
“La festividad de la fiesta no depende de los preparativos de ésta, ni de la voluntad
de los participantes”. Pág. 138
“La gracia surge como energía para sintetizar las dos en la riqueza de la vida”. Pág.
139
“El cristiano posee la felicidad –Dios-, soporta el dolor resultante de la lucha contra
las tentaciones que pretenden arrebatarle a Dios y busca el dolor para fortalecerse y
purificarse”. Pág. 140
“La fiesta esencial para el hombre reside en el encuentro”. Pág. 140
“El encuentro se verifica realmente cuando las personas lo viven como mutuo don y
compromiso, no sólo como simpatía e irradiación de una bondad personal”. pág. 141
“El encuentro-gracia hala su expresión más convincente en el amor, cuyo gozo
consiste en el don recíproco y en la libre vinculación de los que se aman en un idéntico
destino”. Pág. 141
“Todo encuentro de dos personas acontece en una situación, en un espacio y tiempo
rebosantes de contenido”. Pág. 141
“La forma más intensa de encuentro es el amor”. Pág. 142
“El amor humano es una consecuencia del amor divino, respuesta de la naturaleza
humana al amor que la ha creado”. Pág. 142
“El hombre ama porque ha sido amado antes”. Pág. 142
“El pensamiento cristiano definió situaciones claras y transparentes, moral y
religiosamente, para mostrar la actuación de la gracia en el mundo”. Pág. 144
29
“La unidad de la vida recibe el nombre de proyecto fundamental y supone una opción
igualmente fundamental capaz de englobar las múltiples manifestaciones de la vida y
de unir, como el hilo de un collar, los diferentes actos humanos”. Pág. 174
“La opción fundamental se articula en las más profundas aspiraciones del
inconsciente, en las tendencias de la naturaleza personal; se explicita más y mejor con
la educación, gracias a la cual los datos recogidos, las influencias y los encuentros
van determinando la orientación de fondo, definiendo la línea maestra y dando forma
y contexto al proyecto fundamental”. Pág. 174
“Una opción fundamental orientada hacia Dios tiene su peso específico: es un amor
–como dijo Jesús usando términos del Antiguo Testamento– con todo el corazón, con
toda el alma y con todo el espíritu, es decir, un amor incondicional, que comprende y
abarca la totalidad de la vida y que se entrega a Dios como sentido absoluto y realidad
que enriquece al hombre”. Pág. 176
“La opción por Dios puede ir ganando intensidad a lo largo de la vida; puede pasar
por un proceso de maduración y explicitación, hasta llegar a una inefable sintonía del
corazón con Dios, como atestigua la historia de los santos y de los místicos: «Ya no
vivo yo, vive en mí Cristo» (Gál 2,20)”. Pág. 176
“La permanencia de la gracia habitual subsiste aun cuando, en ciertos casos aislados,
el hombre realice actos que se desvían del proyecto fundamental”. Pág. 177
“El hábito del amor, de la apertura y de la búsqueda incesante e insaciable de Dios
permanece; de ahí que la persona continúe estando en gracia santificante”. Pág. 177
“El proyecto fundamental centrado en Dios –gracia habitual– se realiza
históricamente; está movido, animado y penetrado por Dios”. Pág. 178
“El hombre fue creado como creador y colaborador de Dios”. Pág. 178
“El motor de la peregrinación es Dios”. Pág. 178
“El mérito se entiende aquí en el horizonte de la promesa divina de recompensar con
la felicidad en el reino a todos cuantos viven conforme a su beneplácito y en la rectitud
de su proyecto orientado hacia Dios”. Pág. 178
“La idea de proyecto fundamental de vida orientado hacia Dios –gracia habitual-, nos
permite comprender también el problema del aumento y la disminución de la gracia”.
Pág. 180
“La gracia –como hemos repetido hasta la saciedad– no es una cosa distinta de Dios”.
Pág. 181
“La gracia no es algo distinto de esta apertura: es esa misma apertura, que nunca está
vacía, sino siempre habitada por Dios y con capacidad para un crecimiento indefinido
e infinito”. Pág. 181
“La disminución de la gracia significa que el proyecto humano se va desvirtuando, al
alejarse progresivamente de Dios; los vicios comienzan a hacerse habituales, las
violaciones del orden moral llegan a comprometer la orientación de la opción
fundamental, creando un nuevo proyecto fundamental en el que Dios, como sentido
radical de la vida, se va apagando o deja de ocupar el centro de existencia”. Pág. 181
“La Escritura atestigua esta trágica realidad humana: «Tengo en contra tuya que has
dejado el amor primero» (Ap 2,4; cf. Gál 3, 11; Heb 10,32; Ap 3,1-22; Is 3,15-20)”.
Pág. 181
34
“El proyecto fundamental humano orientado hacia Dios (gracia habitual) constituye
una totalidad y da unidad a la vida”. Pág. 185
“La calificación moral de los actos no puede recaer directamente sobre ellos, como si
se tratase de realidades subsistentes en sí mismas”. Pág. 185
“La gracia es un movimiento único que, por un lado, puede considerarse en su
dirección global y recibe el nombre de gracia habitual y, por otro, puede contemplarse
en su acción concreta, que sigue los pasos de una trayectoria; en este caso se le llama
gracia actual”. Pág. 186
“La gracia de Dios es una sola y no hay muchas gracias, puesto que no hay más que
un solo amor y una única relación salvífica por parte de Dios”. pág. 186
“La opción fundamental es una y única; pero se expresa en múltiples actos diversos”.
Pág. 187
“La misma libertad no representa una instancia sustraída a la gracia, un último reducto
del dominio exclusivo del hombre”. Pág. 187
“La teología clásica discute ampliamente este tema cuando habla de la necesidad de
la gracia para cumplir la ley natural”. Pág. 189
“La gracia no debe concebirse como algo exterior que no pertenece al ser histórico
del hombre”. Pág. 189
“El proyecto de vida abierto a Dios se frustra aquí y allí, si no de forma definitiva, al
menos, de una forma que ofende a Dios y avergüenza al hombre”. Pág. 189
“La Iglesia ha condenado siempre posturas pesimistas como las de Hus, Lutero, Bayo,
Quesnel y otros, según los cuales el pecado habría destruido el libre albedrío y
ofuscado la inteligencia hasta el extremo de que el hombre no podría hacer nada que
no fuera pecado”. Pág. 190
“La gracia preveniente y excitante mueve al hombre a orientarse hacia Dios”. Pág.
191
36
“La honda ambigüedad del proyecto personal y social nos ha iluminado la perspectiva
del complejo camino que sigue la gracia en el corazón humano y en el mundo”. Pág.
201
“El designio amoroso de Dios descubre, concretamente y siempre, una dimensión de
crisis permanente en el proyecto humano, penetrado también por el pecado”. Pág. 201
“La gracia urge en el hombre un proceso de liberación de todas aquellas dimensiones
que se oponen al encuentro salvífico con Dios y tiende a instaurar una nueva situación
de libertad en los hijos de Dios”. pág. 201
“El hombre y la sociedad viven la siguiente experiencia paradójica: por un lado, se
siente oprimidos por toda una serie de opresiones; por otro, viven unos irrefrenables
anhelos de liberación”. Pág. 201
“La experiencia nos convence igualmente de que toda liberación posee una estructura
dialéctica, es decir, implica unas contradicciones”. Pág. 201
“La libertad conquistada significa una superación de opresiones anteriores, pero crea
también nuevas formas de opresión”. Pág. 201
“El amor de Dios (gracia); al incidir sobre el hombre pecador, actúa como crisis
acrisoladora, despertándolo a un proceso liberador de su proyecto de pecado habitual
para un proyecto de gracia habitual”. Pág. 202
“La palabra crisis tiene aquí un sentido positivo, como se desprende de su origen
filológico”. Pág. 202
“La crisis actúa como un crisol que purifica el oro de su ganga”. Pág. 202
“La crisis va acrisolando (purificando) a la persona, al depurarla de todo cuanto tenía
de ficticio e impuro, en orden a devolverle su verdadera identidad”. Pág. 202
“La gracia aparece todavía como crisis en otro sentido, puesto que crisis puede
significar también ruptura y división dentro de un orden determinado”. Pág. 202
“La gracia de Dios, al incidir sobre el hombre pecador, es como un rayo de luz que
elimina la ceguera de los ojos, posibilitándoles la visión”. Pág. 202
“La gracia se revela como crisis en la medida en que urge una conversión y una toma
de posición ante el amor de Dios, que envolverá todo el destino de la persona”. Pág.
203
“La gracia como crisis juzga al hombre, le obliga a decidirse, le saca de su letargo y
de las evidencias adquiridas en su proyecto de vida”. Pág. 203
“La crisis sitúa al hombre y a la sociedad en el ámbito de un proceso purificador”.
Pág. 203
“La fe cristiana, por consiguiente, no se presenta como mera fenomenología de una
existencia ambigua bajo el signo de Adán y bajo el digno de Cristo”. pág. 204
“La recuperación de la identidad religiosa del hombre (justicia y justificación) no se
verifica por un toque de magia”. Pág. 205
“La experiencia cristiana aparece vertebrada con un lenguaje ontológico, que es
aceptable y legítimo”. Pág. 206
38
“El amor así entendido es un existencial humano (una estructura ontológica)”. Pág.
226
“La gratuidad del amor expresa la gratuidad misma de la gracia”. Pág. 227
“La humanidad ha intuido siempre, desde los tiempos homéricos, que en el amor hay
algo divino”. Pág. 227
“El amor perfecto no es el que ama todo y a todos y por causa de Dios (propter Deum)
o en Dios (in Deo), sino el que ama todo y a todos porque descubre la amabilidad de
todo y de todos como presencia concreta del amor mismo de Dios”. Pág. 227
“El amor como gracia de Dios en el mundo no debe interpretarse
individualísticamente, como hemos venido repitiendo hasta la saciedad en nuestras
reflexiones”. Pág. 228
“Una sociedad manifiesta tanto mejor lo que es la gracia-amor en el mundo cuanto
más excelentes formas de relación y fraternización, de justicia y de amor llega a
suscitar y establecer entre los hombres y las naciones”. Pág. 228
“Las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad, tríada atestiguada ya en el Nuevo
Testamento (1 Cor 13,13; 1 Tes 1,3; Gál 5,6; Rom 5,1-5) y articulada por la tradición
teológica en clave histórica-salvífica (Padre, Hijo, Espíritu Santo), no son en realidad
tres virtudes, son un único principio, vertebrado en tres direcciones y concreciones
diferentes”. Pág. 228
“La relación con Dios como apertura y mutua acogida (gracia) establece relaciones
amistosas”. Pág. 229
“El encuentro del hombre con Dios, la amistad y familiaridad crean la paz”. Pág. 229
“El hombre agraciado vive en paz, aun en medio de la lucha y de la pasión del mundo
(cf. 2 Sm 11,7, donde se dice que la guerra se desarrollaba en paz), porque se siente
salvado y unido enteramente a Dios”. pág. 230
“La experiencia de una paz profunda que el mundo no puede dar ni implantar (cf. Jn
14,27) es experiencia de la gracia de Dios invadiendo el corazón y el mundo”. Pág.
230
“La serena alegría y la tranquila serenidad son consecuencias de un proyecto
fundamental enteramente centrado en Dios”. pág. 230
“La alegría nace como consecuencia de amar y ser amado, de sentirse salvo y
perdonado por Dios, de saber que toda la creación tiene un destino feliz”. Pág. 231
“La alegría nace de la experiencia de sentirnos hijos de Dios y hermanos de todas las
criaturas, de vivir confraternizando con todos los elementos, como hermanos y
hermanas en la casa del Padre”. Pág. 231
“La gracia del espíritu crítico puede y debe manifestarse no pocas veces como gracia
para anunciar la verdad y denunciar los espejismos humanos con audacia y valor, con
coraje y libertad”. Pág. 232
“El cristiano está llamado a testimoniar en medio del mundo el misterio sagrado del
hombre, asumido por Dios, y a defender el derecho divino, identificado con el
derecho inviolable de cada hombre a ser respetado como persona”. Pág. 233
“La Iglesia jerárquica está hoy más obligada que en otras épocas a desempeñar una
función profética de anuncio y de denuncia de la prepotencia del Estado totalitario y
del absolutismo de las ideologías, pues por razones de Estado se sacrifican todos los
valores y se violan todos los derechos”. Pág. 233
41
“El hombre agraciado que vive de Dios, para Dios, por Dios y con Dios puede ser el
hombre del humor por antonomasia”. Pág. 235
42
“La Phycis significa, además de naturaleza, las propiedades naturales, las cualidades
de una naturaleza”. Pág. 237
“La idea de participación se expresa en la Biblia mediante el simbolismo de la imagen
y semejanza (Gn 1,26; 9,6), que si bien sugiere la idea de proximidad, también deja
clara la distancia y diferencia; la imagen y la semejanza nunca son el prototipo”. Pág.
239
“La gracia que nos viene a través de la encarnación no implica sólo una nueva relación
con Dios”. pág. 241
“El hombre se constituye como una trascendencia viva; está siempre más allá de sí
mismo, es un ser abierto, una pasión infinita”. Pág. 242
“El espíritu griego fue sumamente sensible a este tipo de experiencia humana”. Pág.
242
“Cuando afirmaba que el hombre está llamado a la divinización y sólo es hombre en
el ámbito de lo divino y en la participación de la naturaleza divina, pretendía expresar
exactamente esta trascendencia antropológica, condición de toda verdadera
humanidad”. Pág. 242
“El hombre sólo descansa en la comunión y en la unión con el absolutamente distinto
de él, es decir, con Dios”. Pág. 242
“El hombre sólo es hombre en la medida en que comulga con alguien distinto de él”.
Pág. 243
“La divinización no se interpreta ya en términos de participación de la naturaleza
divina, como unidad de esencia, sino mucho más como comunión personal con las
tres divinas personas”. Pág. 245
“Para el hombre, participar de Dios es poder tener lo que en Dios es ser: es amar
radicalmente, autodonarse permanentemente, comulgar abiertamente con todas las
cosas”. Pág. 246
“Vivir en comunión, proyectarse hacia los demás y ser un nudo vivo de relaciones es
lo que constituye al ser-persona”. Pág. 247
43
“El tema de la inhabitación del Espíritu Santo expresa la presencia viva y operante de
Dios en el mundo y en la existencia”. Pág. 262
“La experiencia fundamental del hombre –no sólo del mítico, sino también del
moderno– incluye siempre la intuición de que hay algo misterioso, profundo y
vigoroso que penetra toda la realidad, haciendo que existan las cosas y
fundamentando todas las manifestaciones de la vida”. Pág. 264
“El Espíritu Santo es la permanencia del Resucitado en el mundo hasta su
consumación escatológica”. Pág. 265
“El Espíritu no existe independientemente de Jesús”. Pág. 266
“La Iglesia se configura como el sacramento del Espíritu Santo, manifiesta de forma
visible a lo largo de los siglos su nueva presencia –basada en el acontecimiento Cristo
– en el corazón de la creación y en la vida de los hombres, particularmente de los
justos”. Pág. 266
“La expresión «el Espíritu se hizo unción (santificación, gracia)» debe entenderse en
el sentido fuerte y concreto en que entendemos Jn 1,14: «La palabra se hizo hombre
y acampó entre nosotros» (Jn 1,14). Pág. 268
“El envío del espíritu santo alcanza su pleno sentido con la inhabitación y
espiritualización de las personas”. Pág. 269
“El acontecimiento Cristo permitió una nueva interpretación de todo el pasado de la
historia de salvación; se comprendió que la misma creación estaba en estrecha
relación con él: Cristo representa el vértice y el coronamiento de un proceso que se
inició con el propio acto creador de Dios; todo fue hecho por él, en él y para él”. Pág.
270
“La personalización del Espíritu Santo en la encarnación y en su envío a la Iglesia y
a las personas justas y buenas posibilita también la misma interpretación”. Pág. 270
“La acción humana, en el campo de su libertad, no queda marginada; el Espíritu actúa
mediante la acción humana –a veces, a pesar de ella-, haciendo que la obra sea
enteramente humana y, al mismo tiempo, enteramente divina”. Pág. 270
“La experiencia del Espíritu y de sus dones recibe entre los pentecostales católicos el
nombre de bautismo en el Espíritu Santo”. Pág. 272
45
ÍNDICE
Prefacio 13
Primera Parte: CÓMO PLANTEAR HOY EL TEMA DE
LA GRACIA
I: Misión de la teología: hablar sobre la gracia y dejar que 17
la gracia hable
II: La doctrina sobre la gracia en el pasado y en la 23
actualidad
III: Critica de las estructuras tradicionales de la doctrina 35
sobre la gracia
IV: Mundo actual y gracia 44
Segunda Parte. LA EXPERIENCIA DE LA GRACIA
I: ¿Es posible una experiencia de la gracia? 53
II: La gracia en la experiencia de nuestro mundo científico 77
– técnico
III: La experiencia de la gracia en la realidad 95
latinoamericana: desafíos
IV: La experiencia de la gracia en la realidad 110
latinoamericana: respuestas
V: La experiencia de la gracia en la vida individual 125
Tercera Parte: ELABORACIÓN TEOLÓGICA DE LA
EXPERIENCIA DE LA GRACIA
I: La universalidad de la gracia liberadora y sus 151
manifestaciones históricas
II: La gracia habitual: la gracia de Dios en el proyecto 170
fundamental del hombre
III: La gracia actual: realización del proyecto fundamental 185
IV: Estructura social de la gracia habitual y actual 192
V: La gracia como cristo, proceso de liberación y libertad 201
de los hijos de Dios
Cuarta Parte: DIOS Y EL HOMBRE EN LA
EXPERIENCIA DE LA GRACIA
I: Las multiformes manifestaciones de la gracia de Dios en 221
el hombre
II: Partícipes de la naturaleza divina: la plenitud de la 237
personalización
III: Hijos en el Hijo: el hombre, familiar de Dios 249
IV: El Espíritu Santo mora en nosotros: una persona en 262
muchas personas
V: La inhabitación de la Santísima Trinidad en la vida de los 272
justos
Conclusión 289
Bibliografía 295