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EL SILENCIO, ESCUCHAR, OBSERVAR,

PALABRA DULCE Y TEJIDO

El silencio es escuchar mis pensamientos, que me transportan a

otro lugar en donde aprendo a comprender y entender a los

demás, el silencio me ayuda a sanar mis rabias, inquietudes,

odios, me ayuda a serenarme a estar tranquila… A ordenar mis

sentimientos y pensamientos.

Ese mismo silencio me enseña a escuchar a los otros a entenderlos

y sentir lo que ellos sienten, su temor, su alegría, sus inquietudes.

En silencio y escuchando me permite observar y conocer las

actitudes y los genios de los demás, también el movimiento de lo

natural, de los animales y de lo que me rodea… si las personas me

vieran en mi soledad dirían que estoy loca porque converso con las

plantas y con los animales.


Observar es sentir y escuchar en silencio, entonces viene y sale

una palabra cariñosa, que aconseja que sana, que alivia, que

ayuda, que entiende.

En el tejido esta nuestro pensamiento, esta esa forma de

relacionarnos con todo, en este tejido entonces es importante el

silencio, el escuchar y el observar para que este tejido sea fuerte y

no sea fácil de romperse. El tejido de las palabras y las ideas que

aportan a construir. El tejido como las raíces de los arboles fuerte

que resiste todo, que no deja caer, que no divide y que conserva el

pensamiento de los pueblos.

La espiritualidad está en cada uno de nosotros es saber entenderla

y manejarla y para esto es fundamental el silencio, la escucha y la

observación. Si logramos esto, lograremos una sensibilidad de

entender a los seres y no me refiero solo al hombre si no a nuestra

madre; sus hijos… nuestros hermanos.

Por: CELMIRA LUGO SALGADO ESTUDIANTE L. P. M. T

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