La hominización es el largo proceso a través del cual la especie humana ha
adquirido sus rasgos actuales. Desde la difusión de la Teoría de la Evolución de Darwin, se ha recorrido un camino que ha demostrado científicamente que la evolución no sigue un proceso lineal sencillo. En lo que se refiere a nuestro país, es un enclave de privilegio para conocer este desarrollo pero aun quedan muchas incógnitas por resolver, como es el caso del camino que siguieron los seres humanos hasta la Península. Se barajan dos teorías: pudieron llegar procedentes de África, atravesando el estrecho de Gibraltar, algo realmente difícil de realizar en la época, o, según la teoría más clásica, procederían de Asía, atravesarían Europa y penetrarían por las estribaciones de los Pirineos. Los datos más antiguos de la presencia del hombre en la península, hasta el momento, los encontramos en el yacimiento de Atapuerca (Burgos). En este sitio, en la Sima del Elefante se ha encontrado en 2007 una mandíbula de un millón y medio de años que se está estudiando todavía. Desde 1994, en el lugar de Atapuerca que se conoce como la Gran Dolina, se han localizado una mandíbula y un parietal, restos de un homo más evolucionado que el Homo ergaster africano, o el Homo erectus (Homo georgicus) asiático, aunque menos desarrollado que el Homo sapiens europeo. Este nuevo Homo ha sido bautizado con el nombre de Homo antecesor. Los orígenes de este homínido nos llevan a África, aunque por el momento no se haya encontrado resto alguno en este continente. Piensan los investigadores de Atapuerca que una variante del Homo ergaster debió emigrar de África hace un millón de años. Cronológicamente se le ha asignado una datación en torno a 800.000 años a.C. (Paleolítico Inferior), siendo el precedente común de los neandertales y cromañones (de ahí la denominación de antecesor). Según los primeros informes, era más bajo y robusto que nosotros, antropófago y debió de sucumbir ante la mejor adaptación al medio de los cromañones (Homo sapiens sapiens, nosotros) por su utillaje y socialización. Este hallazgo, echó por tierra la teoría tan asentada de que en Europa no era posible encontrar restos de homínidos anteriores a 500.000 años a.C. por la dificultad de sobrevivir con la tecnología que se poseía. Igualmente, la Península Ibérica ha pasado a ser el lugar en donde parece que se inició el proceso de expansión del ser humano por Europa y no el de llegada como se pensaba hasta hace poco, aunque esta teoría aún está muy cuestionada. En este yacimiento, en otra parte de la excavación, la denominada “Sima de los huesos”, se trabaja en el mayor conjunto de restos humanos del mundo de la especie Homo heidelbergensis (32 personas (cráneo llamado Miguelón y la pelvis Elvis)sin ajuar, tan sólo un bifaz al que llamamos Excálibur), con una antigüedad de 400.000 años (Paleolítico Inferior). El 90% de todos los fósiles conocidos de este tipo de homínido en el mundo proceden de Atapuerca y abarcan muy distintas edades de distintos sexos. Se desconocen las causas que han llevado a tal concentración de restos humanos en este lugar. Se plantea la posibilidad de que fuese por un simple accidente (caída a una fosa), como ocurre en la cueva de Tito Bustillo (Asturias), o tal vez respondan a algún tipo de rito funerario.
En la Península en un momento determinado (en torno al 30.000 a.C (Paleolítico
Superior), parece que llegaron a convivir el Homo de neandertal, proveniente de Europa y el de cromañón, emigrado de África, aunque, por el momento, se descarta un posible mestizaje. En Atapuerca no se han encontrado neandertales, pero se tiene la certeza de que vivieron por los alrededores. Si se hallaran restos, Atapuerca cubriría con fósiles humanos todas las etapas de la presencia humana desde hace más de un millón de años. Biológica y culturalmente ya se cubre este millón de años y cabe esperar muchos más hallazgos por lo que aún queda por excavar, y por el acierto y la planificación metodológica utilizadas por el equipo del profesor Arsuaga que ha convertido Atapuerca en una marca y ha obtenido el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad. Muchos otros restos de homínido neandertal y cromañón se han localizado, en numerosos puntos de la geografía peninsular: neandertales en el yacimiento de La Carihuela, en la provincia de Granada y en Gibraltar; cromañones, en la Cueva del Castillo (Cantabria) y en la del Parpalló en Valencia.
Más información http://www.atapuerca.tv/cuaderno/?cuaderno=21