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LA ESCRITURA EN LA PARED

LBA
Daniel 5:24 por lo cual Él envió de su presencia la mano que trazó esta inscripción. 25 Y ésta es la inscripción que
fue trazada: MENE, MENE, TEKEL, UFARSIN. 26 Ésta es la interpretación del escrito: MENE: Dios ha contado tu
reino y le ha puesto fin. 27 TEKEL: has sido pesado en la balanza y hallado falto de peso. 28 PERES: tu reino ha sido
dividido y entregado a los medos y persas.

INTRODUCCIÓN
En el libro de Daniel, se describe el sueño de Nabucodonosor, el cual se refiere a una estatua que tiene diferentes metales
los cuales representan a un imperio, el oro a Babilonia, la plata a Medo-Persia, el bronce a Grecia, el hierro a Roma (Dn.
2:32-33), luego en los pasajes siguientes vemos que viene una piedra no cortada por mano que derrumba completamente
la estatua (Dn. 2:34). Esta piedra es Cristo, y lo que significa es que cuando venga el Señor, van a estar en pie los cuatro
imperios y los desmenuzará.

Esto nos deja ver, que estos cuatro imperios continúan vigentes, ya que Apocalipsis capítulos 17 y 18, nos relatan acerca
de Babilonia y su destrucción, y esos capítulos no se han cumplido. Actualmente no están de pie como imperios mundiales,
pero persisten cómo influencia, hoy existe la influencia de Babilonia, así como el humanismo de Grecia. También debemos
recordar que Grecia conquistó culturalmente a Roma, y este imperio vino en decadencia sin desaparecer, ya que la historia
nos relata cómo pasó a convertirse en el Sacro Imperio Romano, mezclando la religión con el poder, y cómo tuvo influencia
en las regiones de Inglaterra y por consiguiente en Estados Unidos hasta el día de hoy, sin dejar de utilizar su símbolo de
imperio que es el águila.

DESARROLLO
Entendemos por consiguiente que hoy existen estas cuatro influencias, que serán destruidas en la Segunda Venida del
Señor. Pero analizaremos la influencia de Babilonia, y para ello debemos examinar el último rey de Babilonia, que es
Belsasar. La Biblia nos indica que a su padre Nabucodonosor (Dn. 5:2), cuando se enorgulleció por su reino, se oyó una
voz en el cielo que le declaró que su reino le era quitado y entregado a otra raza (Dn. 4:30-31).

Al analizar a Belsasar vemos su vida de desenfreno, ya que se encuentra en un banquete con mujeres y concubinas
utilizando los vasos de oro del Templo de Jerusalén que Nabucodonosor había sacado (Dn. 5:1-4). Al hablar de los vasos
de oro del Templo podemos decir que se refiere en figura a siervos (2 Co. 4:7), que se encuentran en peligro de ser
babilonizados, cómo también lo hace la influencia de Jezabel, que enseña y seduce a los siervos a comer cosas sacrificadas
a los ídolos, en este caso el ecumenismo y mezcla religiosa (Ap. 2:20). Otros son babilonizados al no buscar la presencia
de Dios, sino lo superficial cómo la fama o lo material (DHH 1 R. 10:1). Por eso mismo el Señor invita al pueblo a salir de
Babilonia para que no sean partícipes de sus pecados y de sus plagas (Ap. 18:4).

Por este ecumenismo y sincretismo que estaba en la tierra, alabando a ídolos de oro y plata, se despierta la ira de Dios, y
se ve una mano que escribe una inscripción en la pared que solo Daniel podía interpretar. Por eso la importancia de los
interpretes genuinos y fieles de la Palabra, de profecías, de sueños, y de la vida misma, llenos del Espíritu de Dios como
Daniel (BMN Dn. 5:14). En está inscripción existen tres aspectos importantes los cuales estudiaremos.

1. MENE – REINO NO PERDURARÁ, Daniel 5:26


El Señor escudriña nuestros corazones y pensamientos (Sal. 26:2), determinando cual es nuestro proceder y por
consiguiente que depara nuestro futuro, si bendiciones o maldiciones (Sal. 7:9, Jer. 17:10). De tal manera que
vemos que el Señor midió a Belsasar, y al hallarse fuera de la voluntad de Dios, su reino le fue quitado.

a. Medir, Apocalipsis 11:1: Este pasaje tiene un cumplimiento literal dentro de la semana setenta de Daniel
para los israelitas. Pero también debemos recordar que el juicio empieza por casa (1 P. 4:17), y es necesario
que en este tiempo el Señor mida a su pueblo que es la Iglesia. Uno de los aspectos a medir será nuestro nivel
de adoración ya que eso determinará si estamos en la presencia del Señor, la Biblia nos dice que es
bienaventurado el pueblo que sabe adorarle y aclamarle, ya que ellos andan a la luz del rostro del Señor y por
consiguiente no serán desechados (NTV Sal. 89.15).

b. Reinos que no perduraron:


i. Reino de Saúl, 1 Samuel 13:13: Estos pasajes nos dejan ver las características de cómo puede
destituirse o acabarse un reino o una misión que el Señor encomiende. Vemos en Saúl que usurpó
funciones (1 S. 13:9), persiguió a David al ungido de Jehová ya que sintió envidia en su corazón (TLA
1 S. 18:6). Este tipo de características debemos eliminarlas de nuestro corazón con la ayuda del Espíritu
Santo, para poder ser agradables al Señor (Tit. 3:3-5).

ii. Reino de Salomón, 1 Reyes 11:9-13: Salomón dejó de buscar al Señor a quien se le había aparecido
dos veces, y aún con este tipo de visitación se alejó para levantarle altar a los dioses que adoraban sus
mujeres. La Biblia nos enseña que, el que no ama al Señor más que a su propia familia, padres o hijos
no es digno de Él (Mt. 10:37). Esto nos deja la pregunta sobre quien ocupa el primer lugar en nuestro
corazón.

2. TEKEL – PESADO EN BALANZA, Daniel 5:27


Es necesario que nos pasen por balanza y nos pesen para determinar el resultado de nuestras acciones y ser hallado
con la medida que el Señor desea y no ser hallado falto.

a. Pesados en Balanza:
i. Pesar nuestras acciones, 1 Samuel 2:3: La Palabra nos exhorta a que dejemos todas aquellas
palabras de grandeza, altanería y arrogancia de nuestra boca, ya que Dios pesará nuestras acciones, y
al ser hallados en este tipo de circunstancias puede venir destrucción, ya que la Biblia nos enseña que
delante de la destrucción va el orgullo y antes de la caída esta la altivez de espíritu (Pr. 16:18). Esto
se puede lograr cuando tenemos temor del Señor, que nos hace apartarnos del mal, y enseñarnos que
antes de la honra esta la humildad (Pr. 8:13, 15:33).

ii. Ser íntegros, BTX Job 31:6: El anhelo de Job era ser pesado en una balanza justa, pero su objetivo
era que Dios pueda ver su integridad. Cuando observamos esta palabra es tom (H8537 Strong/Vine)
que significa rectitud, completo, perfecto, inocencia, llenura. Dos características importantes que
debemos tener en nuestra forma de vida, es andar en integridad y rectitud y seremos guardados,
porque esperamos confiadamente en el Señor (Sal. 25.21).

b. Hallados en el Señor:
i. Ser hallados en Él, Filipenses 3:7-9: El anhelo que debemos tener en nuestro corazón es ser
hallados en el Señor, y por eso el Apóstol Pablo nos enseña que todo lo que para él era ganancia o de
alta estima, por amor al Señor lo tenía por perdida y aún por basura. Esto nos deja ver que debemos
analizar nuestra vida y examinarnos para conocer a que cosas le tenemos mayor valor en nuestro
corazón, de las cuales debemos despojarnos, para que por amor al Señor seamos hallados en Él.
Muchas veces vemos personas que pueden tener su confianza en el dinero (Sal. 62:10), o en su propio
poder (NTV Sal. 33:17), o confiar en los hombres poderosos (VIN Sal. 146.3), en el que habla
amigablemente (TKI Pr. 26:25), aún en familiares no sinceros (Jer. 12:6). Nosotros en cambio debemos
poner toda nuestra confianza en el Señor, para así permanecer para siempre con Él (Sal. 125.1).

ii. Dios en nosotros y nosotros en Dios: También debemos diferenciar entre Dios en nosotros y
nosotros en Dios, ya que Dios en nosotros, se da desde que conocemos al Señor y nos apartamos del
mundo (1 Jn. 4:4,9), pero debemos avanzar amándonos los unos a los otros, ya que esto perfecciona
el amor en nosotros y nos permite permanecer en el Señor (1 Jn. 4:12-13).

iii. Comernos al Señor y el Señor nos come: Vemos en la escritura que nosotros nos comemos al
cordero en la Santa Cena ya que es su cuerpo (Mt. 26:26), pero también nosotros debemos dar fruto
y perfume agradable al Señor, cómo Amada debemos andar en justicia y aborrecer la iniquidad como
Él lo hace (He. 1:9), para que el Señor coma de nuestro huerto su dulce fruto (R95 Cnt. 4:16),
recordando que el Señor no come cualquier cosa, ya que cuando le dieron vinagre con hiel o amargura
lo escupió (Mt. 27:34, así como también vomitará a los tibios (Ap. 3:16).

c. Hallados Faltos:
i. Faltos de Sabiduría, Santiago 1:5: Algunas veces podemos ser hallados faltos de algo, y en este
caso de sabiduría, pero la Biblia dice que se la pidamos al Señor y Él nos dará lo que necesitamos
abundantemente.

ii. Faltos de Pan, Amós 4:6: Muchas veces algunas personas pueden tener escasez de pan, causado
porque sus corazones no se han vuelto al Señor. Y otra característica para los que les falta el pan es
para aquellos que son altivos y jactanciosos (Pr. 12:9). Pero a nosotros, el pueblo que busca del Señor
seremos saciados con pan, mosto y aceite (R60 Jl. 2:19).
iii. Faltos de Conocimiento, R60 Isaías 5:13: Es triste ver cómo el pueblo que no tiene conocimiento
primeramente puede ser llevado cautivo, pero su fin también puede ser la destrucción, ya que el Señor
rechaza como sacerdotes a aquellos que no buscan de su conocimiento, y se olvida de los hijos de este
tipo de personas (Os. 4:6). Otro tipo de persona que tiene de falta de conocimiento es el que práctica
idolatría (Jer. 10:14), el adultero (Pr. 6:32), el que menosprecia a su prójimo (Pr. 11:12), el vagabundo
(Pr. 12:11), el simple seducido por la mujer extraña (Pr. 7:7). Pero la piedad, el amor fraternal hacia
nuestros hermanos, nos harán dar fruto en el conocimiento del Señor, lo cual nos hará fructíferos y no
estériles, dándonos la oportunidad de entrar en el Reino (2 P. 1:8,11). El conocimiento que adquirimos
debe ser acompañado de amor, para que pueda edificarnos (1 Co. 8:1), y que seamos puros e
irreprensibles para la venida del Señor (Fil. 1:9-10, Col. 3:10).

iv. Faltos de Discreción, Proverbios 11:22: La Escritura nos habla de la mujer con falta de discreción,
entendiendo por mujer cuando le habla a la Iglesia. Es necesario entender que debemos apartarnos
de hablar lo que no edifica. Por eso la Biblia nos exhorta a frenar la lengua, ya que eso demostrará
que podemos también dominar nuestro cuerpo (Stg. 3:3-6). Discreción también es sinónimo de
cordura, sensatez, y vemos que el que tiene es sensato cosechará en verano y estará preparado, pero
el que no se prepara es hijo de vergüenza (R95 Pr. 10.5).

v. Faltos de Fuerza, BMN Daniel 10:17: La Biblia nos deja ver que los rebeldes y viven en iniquidad
terminan sin fuerza (TLA Is. 1:3-5). Ahora bien nosotros podemos quedar sin fuerzas por el calor de la
prueba, pero el Señor siempre llega al rescate, ya que la Biblia nos deja ver que el Señor es nuestra
fuerza (Sal. 28.8), por eso dice la Palabra, diga el débil fuerte soy (Jl. 3:10, 2 Co. 12:10).

3. PERES: DIVIDIDO, Daniel 5:28


a. Divisiones, Mateo 12:25: Las Escrituras nos relatan que todo reino dividido contra sí mismo, será
desolado, es decir que quedará desamparado, en aflicción y angustia, y no permanecerá. Esto puede
suceder en las familias cuando hay divisiones, llegando hasta la destrucción de los hogares. Un ejemplo lo
vemos en Mical que menospreció a su esposo David, y la historia nos relata que ella quedó estéril (2 S.
6:20-23).

b. Divisiones entre hermanos, 1 Corintios 3:3: La Biblia nos deja ver que las divisiones y contiendas son
características de personas carnales, los mundanos y que no tienen el Espíritu Santo (Jud. 1:19). Otra
causa de división dentro de una congregación es producida por herejías, donde la división evidencia a los
falsos maestros y los verdaderos que salen aprobados (1 Co. 11:18-19, 2 P. 2:1). Pero a nosotros, El Señor
nos exhorta que nos pongamos de acuerdo entre hermanos, para que no existan divisiones, y que todos
tengamos un mismo sentir, y un modo de pensar (1 Co. 1:10).

CONCLUSIÓN
El Señor en su misericordia puede hablarnos de diferentes formas (He. 1:1), para exhortarnos a no vivir en situaciones que
no le agradan a Él, recordando que todas nuestras acciones serán medidas en una balanza, ya que daremos cuentas delante
del Señor de todo lo que hemos hecho (Ro. 14:12, BLA Ec. 11:9). De tal manera que nosotros debemos morir cada día,
para que El crezca y nosotros mengüemos (Jn. 3:30), de manera que al arrepentirnos, nos volvamos de los malos caminos,
para así regresar a los propósitos que estaban preparados para nosotros de antemano (Ef. 2:10).

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