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ESCUELA DE GEOLOGÍA
Informe Preliminar
Por:
Sebastian Torres Galvis
Sebastián Tarazona Rodríguez
Febrero 2, 2019.
CONTENIDO
1. INTRODUCCIÓN
2. GENERALIDADES
3. SITUACIÓN MUNDIAL
4. SITUACIÓN NACIONAL
7. CONCLUSIONES
8. RECOMENDACIONES
9. REFERENCIAS CITADAS
1. INTRODUCCIÓN
Hacer un trabajo recopilatorio sobre los depósitos de cobre y molibdeno y metales asociados, en
brechas de arcos vulcano-plutónicos a nivel nacional y mundial usando como fuente de información y
consulta los diversos artículos y escritos científicos relacionados al tema en cuestión, con el rigor y
responsabilidad científica y usando como caso de estudio más relevante a nivel mundial el depósito
Olympic Dam en Australia, teniendo en cuenta también el depósito de brecha tipo pipe “Croxxal” en
el municipio de Clifford estado de Kansas en Estados Unidos, y también un depósito de pórfido de
cobre en méxico, estos a nivel mundial y a nivel de país, tomamos en cuenta dos depósitos de brecha
principalmente, uno en Mocoa de pórfido de cobre rico en molibdeno y otro en (Vereda Santa Lucía)
Cauca, un depósito porfirítico de Au-Cu llamado Stock Porfirítico de Piedra Sentada”. Estos
presentan características mineralógicas y de alteración hidrotermal propios de su tipo de depósito, los
cuales nos darán una noción de nuestro potencial metalogénico en comparación con el potencial en
otras regiones del mundo.
● Mostrar dos ejemplos locales nacionales, en relación con dos ejemplos internacionales y
hacer un analisis comparativos de los pro y contra que tiene nuestro país con respecto a estos
ejemplos de escala global.
La mayor parte de las brechas hidrotermales relacionadas con intrusiones tienen mineralizaciones de
cobre, sin embargo el oro y el molibdeno son también comunes y económicamente importantes.
(Sillitoe et al., 1985).
Actualmente el mejor y mayor ejemplo de estos depósitos es Olympic Dam, una mina situada en
Australia. El depósito fue descubierto en 1975 y al finalizar su última expansión planeada será la mina
más grande del mundo. El complejo de brecha magnético hidrotermal de Olympic Dam tiene reservas
probadas a junio de 2011 de 146 Mt con 1.98% Cu, 0.58kg/t U3O8, 0.69g/t Au y 4.01g/t Ag y será
transformado gradualmente de una minería subterránea a un sistema de explotación a cielo abierto.
Los depósitos en brechas en arcos vulcano-plutónicos son comúnmente asociados a depósitos de Au-
Ag-Cu-Mo de Alta Sulfuración, La exploración geoquímica de estos depósitos puede resultar en
distintas anomalías geoquímicas, dependiendo de la mineralización involucrada. Los sistemas de BS
tienden a ser más ricos en Zn y Pb, más bajos en Cu y con razones Ag/Au más altas.
En el caso de Olympic Dam esta mineralización ocurre en las rocas del basamento de la provincia
Stuart Shelf, ésta contiene Calcopirita, Bornita, Calcocita junto con oro, plata y pechblenda
diseminados a largo del complejo de brecha (McPhie et al., 2011).
Estos metales son de gran interés económico y tienen una constante y creciente demanda en el
mercado actual por diversas industrias. El oro, la plata y el cobre son usados en abundancia para la
electrónica, la joyería y la industria energética como metales preciosos o por sus propiedades
químicas y físicas. El uranio por su parte tiene aplicaciones militares y principalmente energéticas
debido a sus propiedades radioactivas.
El método más usual para este tipo de minas es la minería subterránea con detonación. Se utilizan
taladros industriales para posicionar cargas explosivas de manera que al detonarse sea posible extraer
el material disgregado de la mena, una vez extraído el material, el espacio debe ser rellenado con
agregado de cemento. La industria minera ha sofisticado este método con el uso de maquinaria
avanzada y un sistema de explotación por anillos en el caso de Olympic Dam que permiten una
extracción más eficiente del material de interés.
1.4 JUSTIFICACIÓN
En 1987 The World Comission on Environment and Development, publica un reporte titulado: “Our
Common Future” también conocido como el informe Brundtland, en el cual se define el desarrollo
sostenible como: “el desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer
los recursos y posibilidades de las futuras generaciones” (WCED, 1987). Los recursos Colombianos
estan siendo mal administrados, por personas ajenas al país y es deber del colombiano empezar esta
labor con la conciencia de que es posible una minería sostenible a una mayor escala en este país en vía
de desarrollo.
Si tenemos en cuenta la importancia de estos temas en el ámbito nacional podríamos bien citar a
Chile que se ha caracterizado históricamente por ser un país minero, antiguamente un productor
mundial de nitratos (salitre) y al presente un productor mundial y poseedor de los principales recursos
cupríferos del mundo, el enfoque mono productor de la industria minera hace que Chile sea un país
económicamente vulnerable y dependiente en el presente de su recurso mineral principal, cobre.
(Townley et al., 2017).
Al extrapolar este ejemplo a Colombia podríamos darnos cuenta cómo este factor es relevante si
queremos que Colombia sea un país minero y como no se debe dejar la economía de un país tan rico
metalogénicamente hablando en base a un solo metal o mineral.
1.5 METODOLOGÍA
Recopilaremos una base de datos de información afín a los depósitos de brechas hidrotermales en
colombia y en el mundo y seleccionamos la información más pertinente para sintetizar las ideas más
importantes del trabajo, cómo funciona la economía de una mina de brechas hidrotermales en
ambientes vulcano-plutónicos, como está la estructura rocosa dispuesta para el proceso de extracción,
cómo interviene los tipos de diferentes rocas en la calidad del mineral mena, tomaremos las citas tal
cual los autores la escribieron para dar una precisión en la información de manera veraz y constructiva
para futuros trabajos que deseen realizar con esta temática.
2. GENERALIDADES
Una brecha volcánica es una roca compuesta predominantemente por fragmentos angulares de
cualquier roca de tamaño mayor a 2 milímetros cuyo fracturamiento y/o emplazamiento es el
resultado de actividad volcánica. (Fisher, 1960)
Sin embargo las brechas relacionadas con depósitos minerales se clasifican de la siguiente manera.
1. Brechas Freáticas:
2. Brechas Freatomagmáticas:
(Sillitoe, 1985)
Etapa Ortomagmática
En esta etapa se forman los minerales con puntos de fusión elevados, fundamentalmente óxidos y
silicatos. Se considera que el intervalo de temperatura está comprendido entre 1200 y 700 ºC. El
resultado de esta etapa es la formación de dos tipos de minerales, que Bowen dividió en dos series:
● SERIE CONTINUA: Formada por minerales relacionados de forma estructural, en los que la
variación gradual en la composición da lugar a simultáneas variaciones graduales en la
estructura. De esta forma aparece la serie de las plagioclasas, en donde los términos ricos en
Ca y Al cristalizan a mayores temperaturas, mientras que, a medida que disminuye ésta, van
cristalizando los términos ricos en Na y en Al.
● SERIE DISCONTINUA: Formada por minerales no relacionados ni química, ni
estructuralmente, sino que cada grupo cristaliza en un rango de temperatura, rebasado el cual,
se forman otros grupos distintos durante otro intervalo del enfriamiento.. De esta forma
cristalizan el olivino, los piroxenos, los anfíboles y las micas. En este caso, a medida que va
disminuyendo la temperatura, las estructuras van siendo más complejas ya que la
polimerización de silicatos se favorece al enfriar.
En ambas series, los términos que se van formando se van enriqueciendo en Si y perdiendo densidad,
con lo cual el carácter se va haciendo más ácido, de tal modo que en las últimas etapas de este proceso
empiezan a cristalizar cuarzo y feldespatos potásicos (ortosa).
Además de los minerales citados, cristalizan otros en menores cantidades, como granates, rutilo,
zircón, magnetita, cromita, ilmenita, pirita, pirrotina, etc. (tomado de:http://greco.fmc.cie.uva)
Figura 1: Modelo tectónico esquemático de una zona de subducción en un margen de tipo andino con una corteza engrosada, mostrando la
migración del arco magmático hacia el continente debido al aplanamiento progresivo del ángulo de subducción,(tomado
de:http://greco.fmc.cie.uva)
Los pórfidos cupríferos son esencialmente depósitos minerales de baja ley y gran tonelaje. Se
denominan pórfidos porque frecuentemente, pero no exclusivamente, se asocian con rocas ígneas
intrusivas con fenocristales de feldespato en una masa fundamental cristalina de grano fino. La textura
porfírica indica que los magmas intruyeron y cristalizaron cerca de la superficie y debido a su
naturaleza relativamente poco profunda se denominan intrusivos epizonales, pero ellos pueden ser
equigranulares con grano moderadamente grueso.
Los depósitos de pórfido se pueden subdividir en distintos tipos considerando su contenido metálico.
Estos tipos incluyen Cu-Mo, Cu-Au, Cu, Au y Mo. En general los pórfidos ricos en Cu o Au se
asocian a intrusivos derivados por cristalización fraccionada de magmas máficos originados en fusión
parcial del manto en márgenes convergentes de placas (márgenes continentales activos y arcos de
islas). Los pórfidos de molibdeno se asocian a intrusiones félsicas derivadas de magmas con una
importante componente de corteza continental re-fundida.
Los depósitos de tipo pórfido están relacionados genética y espacialmente con intrusiones ígneas
félsicas. Por lo general existen varios cuerpos de rocas intrusivas, emplazadas en varios pulsos y los
pórfidos cupríferos se asocian frecuentemente con enjambres de diques y brechas. Las rocas de caja
intruidas por los pórfidos pueden ser de cualquier tipo.
La mineralización y alteración pueden presentarse tanto en intrusivos, como en las rocas de caja. El
núcleo del sistema mineralizado presenta la alteración hidrotermal más intensa, la que se denomina
potásica debido a que se agrega potasio a las rocas afectadas por esta alteración. En la zona potásica
se desarrollan biotita, feldespato potásico y cuarzo a expensas de minerales previamente existentes en
las rocas. La alteración hidrotermal más externa corresponde a la zona propilítica que contiene clorita,
epidota y carbonato, la cual grada hacia fuera a rocas inalteradas o frescas. Todas estas zonas de
alteración no necesariamente se presenta en todos los depósitos de tipo pórfido: cualquiera de ellas
puede estar ausente. En la zona de mena se presentan vetillas y diseminación de pirita con calcopirita
subordinada (mena de cobre) y molibdenita (mena de molibdeno). Es frecuente el desarrollo de una
zona de pirita externa la que pasa hacia fuera a roca no mineralizada. La zona de mena en los pórfidos
cupríferos usualmente se presenta dentro del núcleo de alteración potásica y puede extenderse dentro
de la zona fílica, frecuentemente en el sector más interno se presenta una mayor proporción de
sulfuros ricos en cobre como bornita, gradando hacia fuera a una mayor proporción de calcopirita,
para finalmente en el sector más externo solo sulfuros de Fe (pirita).
La formación de este tipo de depósitos involucra un proceso magmático, que incluye un mecanismo
denominado "segunda ebullición" o "ebullición retrógrada", por el cual el agua (y otros volátiles)
saturan un magma como resultado de su cristalización. Con el progreso de la cristalización de un
magma, el volumen de agua disuelta en la masa silicatada fundida aumenta proporcionalmente, dado
que el agua no se incorpora en los silicatos en cristalización. Por ejemplo, suponiendo que un magma
tiene un 2% de agua disuelta en volumen, para cuando haya cristalizado un 50% de este magma en
minerales silicatados, el magma remanente tendrá un contenido de agua disuelta de 4% en volumen.
Debido a que el agua hierve a 100ºC y el magma tiene temperaturas que superan 600-700ºC, el exceso
de agua es esencialmente expulsada en forma gaseosa (de ahí el término de segunda ebullición) si es
liberada cerca de la superficie terrestre. Cuando se libera esta agua, elementos como el azufre, cobre,
molibdeno y oro pueden concentrarse en solución en ella. Cuando la parte acuosa del magma es
expulsada por ebullición el exceso de presión produce brechización y fracturamiento de las rocas
intrusivas y rocas de caja, lo que provee vías permeables para que las soluciones hidrotermales de
derivación magmática fluyan a través de las rocas y depositen su carga metálica.
Los depósitos de tipo pórfido se encuentran en áreas orogénicas tales como Los Andes de Chile y
Perú, la Cordillera de Canadá (British Columbia) y las regiones del Pacífico suroeste, tales como
Filipinas, Indonesia y Papua Nueva Guinea
Los pórfidos cupríferos son la fuente principal de cobre, contribuyendo más de la mitad de todo el
cobre de mina en el mundo, y también son una fuente importante de oro. Estos depósitos son la fuente
más importante de molibdeno y renio, este último un elemento del grupo del platino asociado a la
estructura cristalina de la molibdenita. Además, se recupera plata y otros metales, incluyendo
tungsteno, estaño, plomo y zinc en algunas operaciones de pórfidos.
Estos depósitos contienen de cientos de millones a billones de toneladas de mineral con leyes desde
0,2% a más de 1% Cu, 0.005% a 0.030% Mo y 0.4 a 2 gr/ton Au. Como ejemplo, el pórfido cuprífero
de Bingham, Utah (USA) contiene 2 billones de toneladas de mineral con 0.6% Cu. Este yacimiento
ha producido más de 16 millones de toneladas de cobre desde que comenzó a explotarse en 1904.
Otras regiones con pórfidos cupríferos incluyen: Butte, Montana (USA) con más de 2 billones de
toneladas con ley de 0.85% Cu, Chuquicamata, Chile, con más de 10 billones de toneladas de mineral
con ley de 0.56% Cu y Ok Tedi en Papua, Nueva Guinea, con más de 375 millones de toneladas con
0.7% Cu y 0.66 g/t Au.
Debido a sus bajas leyes la minería de pórfidos debe ser de bajo costo y ello se logra mediante una
minería masiva no selectiva. Además, para que el costo sea menor muchos de estos depósitos se
explotan a rajo abierto, lo cual es menos costoso que operaciones mineras subterráneas. El tamaño de
estos depósitos hace que estas operaciones sean gigantescas. Por ejemplo, la excavación más grande
del mundo es el rajo de la mina Bingham, Utah (USA) con 800 m de profundidad y 4 Km. de
diámetro.
La exploración para este tipo de depósitos se concentra en regiones donde existen rocas intrusivas
félsicas a intermedias, particularmente aquellas donde existe una historia con múltiples intrusiones y
brechización o fracturamiento de las rocas en contacto con las rocas de caja. Exploraciones de más
detalle se concentran en definir halos de alteración que gradan lateralmente desde el núcleo del
sistema mineralizado.
Una zonación vertical de la mineralización cuprífera también se puede desarrollar en zonas áridas
cálidas, donde las aguas superficiales tienden a redistribuir el cobre de un sistema de pórfido
expuesto, concentrándolas en otro lado. Estos enriquecimientos se denominan supérgenos y contienen
minerales de alta ley de cobre tales como los del grupo de la calcosina. Las aguas oxidantes
superficiales disuelven el cobre del mineral hipógeno o primario original y lo transportan en forma de
sulfatos descendiendo hasta el nivel de aguas subterráneas donde encuentran una zona reductora y
precipita como sulfuro supérgeno. La presencia de un nivel de enriquecimiento supérgeno indica la
existencia previa de un gran sistema porfírico hipógeno original que fue exhumado hasta zonas
superficiales oxidantes.
Las técnicas de exploración útiles incluyen estudios geoquímicos regionales tanto por los metales,
como alteración, como el potasio. Levantamientos geofísicos incluyendo métodos electromagnéticos,
magnéticos y de espectrometría de rayos gamma pueden ser útiles para localizar este tipo de
mineralización.
Los sistemas de pórfidos de Los Andes son detectables en imágenes de satélite que muestran
anomalías de color relacionadas a sus halos de alteración hidrotermal. Los levantamientos geofísicos
de superficie incluyen la polarización inducida (IP) para detectar sulfuros diseminados y
magnetometría, ya sea para detectar la presencia de magnetita hidrotermal o destrucción de minerales
magnéticos por alteración fílica.
Marco tectónico
Márgenes convergentes de placas y arcos magmáticos ligados a subducción.
· Pórfidos Cu-Mo = Márgenes continentales activos
· Pórfidos Cu-Au = Arcos de islas
· Pórfidos de Mo = Parte interna (lado del continente) de arcos magmáticos).
· Pórfidos de Sn-W = Tras-arco
(tomado de:http://greco.fmc.cie.uva)
Ortomagmática
Nombre dado la fase de cristalización de una masa ígnea, durante la cual cristaliza la mayor parte de
la masa de silicatos. A continuación sigue la fase postmagmatica, durante la cual tiene lugar la
formación de pegmatitas y procesos como los neumatoliticos e hidrotermales.La fase ortomagmática a
veces se divide en dos, una primera fase o fase temprana, durante la cual cristalizan los silicatos
anhidros, y una segunda fase o fase tardía, en la que cristalizan tanto los silicatos anhidros como los
que llevan hidróxilos. La temperatura y otros factores bajo los cuales el estadio ortomagmatico pasa al
estadio post magmático son difíciles de conocer con precisión, y depende mucho de la cantidad de
volátiles presentes. (tomado de https://glosarios.servidor-alicante.com)
Depósitos Epitermales
(Según Sillitoe, R.H. (1993) Panteleyev, A. (1991), Albino, G.V. (1994))
Formado en un ambiente poco profundo generalmente alrededor de 1 km, produciendo oro, Sulfuros
de plata y / o metales básicos con ganga minerales de cuarzo, calcita, adularia, barita y fluorita. Los
minerales de alteración incluyen cuarzo, adularia, illita, clorita y caolinita. Permeabilidad y las
estructuras ejercen un fuerte control sobre la ubicación de estos depósitos. Los orígenes fluidos son
predominantemente meteórico con los metales que se derivan de fuentes magmáticas profundas o de
Lixiviación de los volcanes / sedimentos del huésped. El depósito epitermal generalmente ocurre
como venas, brechas o diseminaciones.
Figura 2 :Tomado de http://www.medellin.unal.edu.co/
Los depósitos epitermales se forman en bajas profundidades son aquellos en los que la mineralización
ocurrió dentro de 1 a 2 Km de profundidad desde la superficie terrestre y se depositó a partir de
fluidos hidrotermales calientes y en estructuras que ejercen un fuerte control sobre la ubicación de
estos depósitos. Estos depósitos epitermales generalmente ocurren como venas, brechas o en
diseminaciones.
Los fluidos se estiman en el rango desde menores de 100ºC hasta unos 320ºC , son de origen
predominantemente meteórico con los metales derivados de fuentes magmáticas profundas o de
Lixiviación de la roca caja de volcanes / sedimentos . durante la formación del depósito estos fluidos
hidrotermales pueden alcanzar la superficie como fuentes termales, similar a las existentes en El Tatio
y Puchuldiza en el Norte Grande de Chile o como fumarolas o solfataras en Nápoles. Los depósitos
epitermales se encuentran de preferencia en áreas de volcanismo activo alrededor de los márgenes
activos de continentes o arcos de islas y los más importantes son los de metales preciosos (Au, Ag),
aunque pueden contener cantidades variables de Cu, Pb, Zn, Bi, etc., tiene minerales ganga de cuarzo,
calcita, adularia, barita y fluorita. Los minerales de alteración incluyen Qz, adularia, illita, clorita y
caolinita.
Figura 3:Tomado de: http://www.medellin.unal.edu.co/
La mineralización epitermal de metales preciosos puede formarse a partir de dos tipos de fluidos
químicamente distintos. Los de “baja sulfuración” son reducidos y tienen un pH cercano a neutro (la
medida de concentración de iones de hidrógeno) y los fluidos de “alta sulfuración”, los cuales son más
oxidados y ácidos. Los términos de alta y baja sulfuración fueron introducidos por Hedenquist (1987)
y se refieren al estado de oxidación del azufre. En los de alta sulfuración el azufre se presenta como
S4+ en forma de SO2 (oxidado) y en los de baja sulfuración como S-2 en forma de H2S (reducido).
La mineralización epitermal de metales preciosos puede formarse a partir de dos tipos de fluidos
químicamente distintos. Los de “baja sulfuración” son reducidos y tienen un pH cercano a neutro (la
medida de concentración de iones de hidrógeno) y los fluidos de “alta sulfuración”, los cuales son más
oxidados y ácidos. Los términos de alta y baja sulfuración fueron introducidos por Hedenquist (1987)
y se refieren al estado de oxidación del azufre. En los de alta sulfuración el azufre se presenta como
S4+ en forma de SO2 (oxidado) y en los de baja sulfuración como S-2 en forma de H2S (reducido).
Los fluidos de baja sulfuración (BS) son una mezcla de aguas-lluvias (aguas meteóricas) que han
percolado a subsuperficie y aguas magmáticas (derivadas de una fuente de roca fundida a mayor
profundidad en la tierra) que han ascendido hacia la superficie. Los metales preciosos han sido
transportados en solución como iones complejos (en general bi-sulfurados a niveles epitermales;
clorurados a niveles más profundos) y para fluidos de baja sulfuración la precipitación de metales
ocurre cuando el fluido hierve al acercarse a la superficie (ebullición).
Los fluidos de alta sulfuración (AS) se derivan principalmente de una fuente magmática y depositan
metales preciosos cerca de la superficie cuando el fluido se enfría o se diluye mezclándose con aguas
meteóricas. Los metales preciosos en solución derivan directamente del magma o pueden ser
lixiviados de las rocas volcánicas huéspedes a medida que los fluidos circulan a través de ellas.
En ambos tipos de depósitos (BS y AS) los fluidos circulan hacia la superficie a través de fracturas en
las rocas y la mineralización a menudo se presenta en esos conductos (mineralización controlada
estructuralmente), pero también pueden circular por niveles de rocas permeables y eventualmente
mineralizar ciertos estratos. Los fluidos de BS generalmente forman vetas de relleno con metales
preciosos o series de vetas/vetillas más finas, denominadas “stockwork” o “sheeted-veins”. Los
fluidos de AS más calientes y ácidos penetran más en las rocas huéspedes originando cuerpos
mineralizados vetiformes, pero también diseminación en las rocas. Los depósitos de oro de BS pueden
contener cantidades económicas de Ag y cantidades menores de Pb, Zn y Cu, mientras los de sistemas
auríferos de AS a menudos producen cantidades económicas de Cu y algo de Ag. Otros minerales
asociados con los de BS son cuarzo (incluyendo calcedonia), carbonato, pirita, esfalerita y galena,
mientras los de AS contienen cuarzo, alunita, pirita y enargita.
Los depósitos epitermales se presentan en muchos países incluyendo Japón, Indonesia, Chile y el
oeste de EEUU, los que se encuentran en el “anillo de fuego” del Pacífico, que corresponde al área de
volcanismo que rodea al Océano Pacífico desde Asia del Sur hasta el oeste de Sudamérica. La
mayoría de los depósitos son del Cenozoico Superior, porque la preservación de estos depósitos
formados cerca de la superficie es más improbable en rocas más antiguas.
Los depósitos más profundos o controlados estructuralmente (vetas) pueden explotarse solamente por
métodos subterráneos más caros y requieren de leyes mayores para constituir yacimientos
económicos. Los métodos de recuperación para el oro epitermal pueden involucrar flotación,
cianuración por agitación o cianuración en pilas. El costo del procesamiento va a aumentar si el oro
está contenido en minerales que son difíciles de procesar, tales como la arsenopirita. El oro que
presenta dificultades para su extracción metalúrgica se denomina “oro refractario” y es característico
de menas sulfuradas, las que deben ser previamente oxidadas (tostación o biolixiviación) para poder
recuperar el oro.
(Tomado de http://www.medellin.unal.edu.co. (UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA.))
Características geológicas
Descripción breve: Vetas, brechas con oquedades y reemplazos de sulfuros variando desde bolsones,
hasta .lentes masivos en secuencias volcánicas asociadas a sistemas hidrotermales someros
caracterizados por lixiviación ácida, alteración argílica avanzada y silícea.
Forma de los depósitos: Vetas y bolsones y lentes de reemplazos masivos de sulfuros, stockworks y
brechas. Comúnmente las formas irregulares de los depósitos están determinados por la permeabilidad
de las rocas de caja y la geometría de las estructuras controladoras de la mineralización. Son comunes
múltiples vetas compuestas que se cortan unas a otras.
Textura/estructura: Es característica la sílice oquerosa que es un producto residual de lixiviación
ácida (hidrólisis extrema). Cavidades con drusas, vetas bandeadas, brechas hidrotermales, reemplazos
masivos de rocas de caja con cuarzo de grano fino.
Comentario: Los depósitos epitermales de Au-Ag de alta sulfuración son el tipo de depósitos
epitermales dominantes en Los Andes, pero en general son menos comunes en otras partes del mundo
donde dominan los de baja sulfuración.
Signatura geofísica: Bajos magnéticos en rocas alteradas hidrotermal mente (lixiviación ácida);
contrastes gravimétricos pueden delinear límites de bloques estructurales.
Otras guías de exploración: Estos depósitos se encuentran en estructuras de segundo orden adyacentes
a zonas de falla de escala cortical, tanto en fallas normales como en transcurrentes, así como en
estructuras locales asociadas con intrusiones subvolcánicas. Estos depósitos tienden a sobreyacer y
flanquear depósitos de tipo pórfido de cobre-oro y subyacen a cubiertas de rocas silíceas con
lixiviación ácida, arcillas y con alunita (silica cap).
Factores económicos.
Leyes y tonelajes típicos: Existe una amplia variación en el rango de los depósitos desde aquellos
explotables masivamente de bajo tenor y gran tonelaje a otros de alta ley que deben explotarse
selectivamente. Las minas subterráneas varían en tamaño desde 2 a 25 millones de ton con leyes de
178 g/t Au, 109 g/t Ag y 3,87% Cu en las menas de fundición directa de El Indio hasta 2,8 g/t Au,
11,3 g/t Ag y 1,8% Cu en Lepanto. Las minas a rajo abierto con reservas de <100 Mt a >200Mt varían
desde minas de Au-Ag con 3,8 g/t Au y 20 g/t Ag (Pueblo Viejo) a cuerpos mineralizados como los
de Nansatsu que contienen unos pocos millones de toneladas de mena con 3 y 6 g/t Au. Los pórfidos
de Au (Cu) pueden presentar una sobreimposición con zonas de alteración de tipo ácido sulfato tardías
que pueden contener del orden de 1,5 g/t Au con 0,05 a 0,1% Cu en stockworks (Marte y Lobo de
Maricunga) o vetas de alta ley de Cu-Ag-Au (La Grande de Collahuasi). Más típicamente estas zonas
de alteración tardías tienen <0,4 a 0,9 g/t Au y >0,4 a 2% Cu (Butte, Montana; Dizon, Filipinas).
Limitaciones económicas: La oxidación de las menas primarias es frecuentemente necesaria para una
buena metalurgia; las menas primarias pueden ser refractarias y pueden hacer que las menas de baja
ley no sean económicas.
Importancia: Esta clase de depósitos ha sido el foco de la exploración en la región circumpacífica,
debido a las leyes muy atractivas de Au y Cu de algunos depósitos. Menas silíceas de Natsatsu con 3-
4 g/t Au se usan como fundentes en fundiciones de cobre.
Ejemplos: El Bronce, Fachinal, El Peñón, Caracoles, Cachinal de la Sierra, Río del Medio en Chile;
Comstock, Aurora (Nevada, USA), Creede (Colorado, USA), Guanajuato (México); Sado, Hishikari
(Japón); Colqui (Perú); Baguio (Filipinas); Ladolam (Lihir, Papua Nueva Guinea).
Características geológicas
Descripción breve: Vetas de cuarzo, stockworks y brechas con oro, plata, electrum, argentita, pirita,
con cantidades menores y variables de esfalerita, calcopirita, galena, a veces con tetrahedrita y
sulfosales en niveles altos o cercanos a la superficie. La mena normalmente exhibe texturas de relleno
de espacios abiertos y está asociada a sistemas hidrotermales relacionados a volcanismo o
geotermales.
Marco tectónico: Arcos de islas volcánicos y arcos magmáticos de márgenes continentales activos;
también en campos volcánicos continentales relacionados a estructuras de extensión.
Forma de los depósitos: Las zonas de mena están típicamente localizadas en estructuras, pero pueden
ocurrir en litologías permeables. Las zonas de mena centradas en conductos hidrotermales controlados
por estructuras típicamente tienden a abrirse hacia arriba. Vetas grandes (>1 m de potencia y cientos
de metros de corrida) o pequeñas y stockworks son comunes con diseminaciones y reemplazos menos
prominentes. Los sistemas de vetas pueden ser extensos lateralmente, pero las bolsonadas de mena
tienen extensión vertical relativamente restringida. Las zonas de alta ley se encuentran comúnmente
en zonas de dilatación en fallas, en flexuras, ramificaciones y en lazos cimoides.
Mineralogía de menas (principal y subordinada): Pirita, electrum, oro, plata, argentita; calcopirita,
esfalerita, galena, tetrahedrita, sulfosales de plata y/o seleniuros. Los depósitos están comúnmente
zonados verticalmente en 250 a 350 m siendo ricos en Au-Ag y pobres en metales base en el techo,
gradando hacia abajo a una porción rica en plata y metales base, luego a una zona rica en metales base
y en profundidad a una zona piritosa pobre en metales base. Desde superficie a profundidad las zonas
de metal contienen: Au-Ag-As-Sb- Hg, Au-Ag-Pb-Zn-Cu, Ag-Pb-Zn. En rocas huéspedes alcalinas
pueden ser abundantes los telururos, mica de vanadio (roscoelita) y fluorita, con cantidades menores
de molibdenita.
Controles de menas: En algunos distritos la mineralización epitermal está ligada a algún evento
metalogénico específico, ya sea estructural, magmático o ambos. Las vetas son emplazadas dentro de
un intervalo estratigráfico restringido generalmente dentro de 1 Km de la paleosuperficie. La
mineralización cerca de la superficie ocurre en sistemas de fuentes termales o en los conductos
hidrotermales subyacentes. A mayor profundidad se puede postular que ocurre encima o periférica a
pórfidos y posiblemente a mineralización tipo skarn. Las estructuras que canalizan los fluidos
mineralizadores son fallas normales, márgenes de grabens, unidades clásticas gruesas de relleno de
fosas de calderas, conjuntos de fracturas radiales y diques en anillo, brechas hidrotermales y
tectónicas. Comúnmente están mineralizados los sistemas de fractura rectos, ramificados, bifurcados,
enlazados e intersecciones. Las bolsonadas se forman donde se desarrollan aberturas dilatacionales y
lazos cimoides, típicamente donde el rumbo o manteo de las vetas cambia. Fracturas en el pendiente
de estructuras mineralizadas son particularmente favorables para mena de alta ley.
Modelo genético: Estos depósitos se forman tanto en campos de volcanismo félsico subaéreos en
regímenes estructurales extensionales y de cizalle, como en estratovolcanes andesíticos continentales
sobre zonas de subducción activas. Las zonas de mineralización son sistemas hidrotermales someros,
variando desde fuentes termales en superficie, hasta zonas de flujo más profundas enfocadas por
estructuras y zonas permeables. Los fluidos son soluciones relativamente diluidas que son mezclas de
fluidos magmáticos y meteóricos. La depositación mineral ocurre cuando las soluciones se enfrían y
se desgasifican por mezcla de fluidos, ebullición, y descompresión.
Depósitos asociados: Epitermales de Au-Ag de alta sulfuración; depósitos de Au-Ag de fuentes
termales (hotspring type); pórfidos de Cu+Mo+Au y vetas polimetálicas relacionadas; placeres
auríferos.
Guías de Exploración
Signatura geoquímica: Valores elevados en rocas de Au, Ag, Zn, Pb, Cu y As, Sb, Ba, F, Mn;
localmente Te, Se y Hg.
Signatura geofísica: se ha usado el método electromagnético VLF (very low frequency) para trazar
estructuras; levantamientos radiométricos pueden delinear el potasio introducido en las rocas de caja
(adularia). Estudios gravimétricos pueden delinear límites de bloques estructurales con contraste de
densidad.
Factores económicos
Leyes y tonelajes típicos: Los antecedentes siguientes describen la media de los depósitos basado en
minas alrededor del mundo y modelos de USA: Depósitos de Au-Ag (41 depósitos tipo “bonanza” o
tipo Comstock) – 0,77 millones de toneladas con 7,5 g/t Au, 110 g/t Ag y contenidos menores de Cu,
Zn y Pb. Los contenidos de metales base más altos (en el 10% alto de los depósitos) son <0,1% Cu,
Zn y 0,1% Pb. Depósitos Au-Cu (20 depósitos tipo Sado) – 0,3 millones de toneladas con 1,3 g/t Au,
38 g/t Ag y >0,3% Cu; 10% de los depósitos contienen 0,75% Cu en promedio, con uno >3,2% Cu.
3. SITUACIÓN MUNDIAL
Tomando como referencia principal al depósito mas grande existente en la actualidad bajo
explotacion OLYMPIC DAM un complejo de depósito de brechas hidrotermales
transformado en mina subterránea y una planta integrada de procesamiento metalúrgico que
produce Plata, Oro, cobre, Uranio, y tieras raras ; la mineralización consiste en calcopirita de
grano medio, bornita y calcocita, breablenda diseminada de grano fino, oro, plata y minerales
de tierras raras que se encuentran en un complejo de brechas hidrotermales magnéticas por
debajo de 350 m de la superficie. El mineral se produce en distintas zonas que determinan el
acceso y el diseño de la mina. El proyecto fue inaugurado en 1988 por WMC Resources,
luego de descubrir el gran depósito en 1975. La compañía tiene una licencia para explotar
la presa olímpica hasta 2036 y es prorrogable por 50 años más a partir de entonces.
Las reservas probadas en la mina de la Presa Olímpica a junio de 2011 alcanzan los 146Mt
calificados a 1.98% Cu, 0.58kg / t U3O8, 0.69g / t Au y 4.01g / t Ag. Las reservas probables
se estiman en 406Mt calificadas a 1.79% Cu, 0.57kg / t U3O8, 0.78g / t Au y 3.19g / t Ag.
Los recursos medidos en la mina a junio de 2011 se estiman en 1.408Mt calificados a 1,08%
Cu, 0.32kg / t U3O8, 0.34g / t Au y 2.07g / t Ag. Los recursos indicados se ubican en 4,571Mt
calificados a 0.88% Cu, 0.28kg / t U3O8, 0.34g / t Au y 1.56g / t Ag. (tomado de https://www.mining-
technology.com/projects/olympic-dam/)
Los cálculos actuales sugieren mineral Reservas de más de 600 Mt. con un contenido promedio de
1,8% en peso de Cu, 0,5 kg / t ura óxido de aluminio, 3,6 g / t de plata y 0,5 g / t de oro. Sobre esta
premisa una producción total de hasta 30 Mt Cu, 930 Kt de U3O8,6,700 t de plata y 1,200 t de oro
parece ser posible.
Hoy en día el complejo minero presa olímpica produce anualmente. alrededor de 9 millones
toneladas de mineral y recupera aproximadamente 200,000 a nnes de cobre refinado, 3.500 toneladas
de óxido de uranio, 820,000 onzas de plata a y 90,000 onzas de oro (estado de 2007). (Tomado de :
The OLYMPIC DAM Cu-U-Au-Ag-REE deposit, Australia).
En 2003-2004, Piercey et al. (2004) establecieron las relaciones geológicas y estratigráficas entre el
grupo del río Blake y el stock de Clifford y las rocas relacionadas en el municipio de Clifford a través
de una combinación de mapeo geológico y análisis de núcleos de perforación. Este trabajo se basa
principalmente en el trabajo anterior en el área por Jensen (1975). La siguiente información geológica
se ha extraído de los estudios anteriores y las investigaciones posteriores de MacDonald et al. (2005).
El municipio de Clifford está dominado por rocas volcánicas y subvolcánicas del Grupo fluvial Blake,
rocas intrusivas félsicas del stock de Clifford y diques asociados, y diques paleoproterozoicos del
enjambre de diques de Matachewan . Las rocas volcánicas del grupo del río Blake en el municipio de
Clifford están compuestas por una sucesión de rocas volcánicas basálticas de andesita, andesita y
félsica que se distribuyen en el exterior de la población de Clifford. Estos se interpretan para registrar
2 ciclos de volcanismo y comprenden cinco unidades volcánicas a volcaniclasticas, y diabasa
sinvolcánicas asociadas o intrusiones de gabbro .
Figura 5: Mapa geológico del stock de clifford y el grupo fluvial Blake, Localidad de Clifford. Geología basada en Piercey et al (2004)
Figura 6:Columna estratigráfica esquemática para las rocas del grupo fluvial Blake en la localidad de Clifford. (MacDonald et al., 2005)
La unidad volcánica más baja en el municipio de Clifford consiste en un basalto tipo pillow masivo,
desde la andesita basáltica a la andesita que es amígdaloidal y plagioclasa con textura porfiritica
variable. En conformidad con esta unidad, hay un paquete de tobas andesíticas, tobas de lapilli y
brechas de toba. Estas rocas volcánicas son soportadas por matriz y consisten principalmente de toba
andesítica gris a gris-negro de grano fino con cantidades variables de lapilli feldespato y fragmentos
andesíticos negros. Encima de los volcaniclásticos andesíticos se encuentra la primera de dos
unidades volcaniclásticas félsicas que consisten en una brecha de toba félsica soportada por matriz de
toba silícea. Estas brechas de toba polilítica contienen restos de andesita, andalita basáltica, dacita y
riolita, y son angulares a suberradas y varían en tamaño de 1 a 30 cm. Una segunda unidad de andesita
basáltica-andesítica porfídica amigdaloidal y variablemente plagioclasa sobrepasa las brechas de tobas
polilíticas. La unidad estratigráfica más alta consiste en una segunda brecha de toba a lapilli toba, muy
similar a la brecha de toba subyacente, que consiste en una brecha con soporte de matriz con clastos
angulares predominantemente de dacita a riolita. Jensen (1974, 1975) observó que las rocas
volcánicas félsicas y las rocas volcaniclastas gruesas se encuentran cerca del stock de Clifford,
mientras que la brecha de toba y la toba de lapilli ocurren más lejos del complejo intrusivo. Esto lo
llevó a sugerir que el stock de Clifford era el complejo intrusivo subvolcánico de edad equivalente a
las rocas volcánicas del Grupo del Río Blake (2701 a 2696 Ma). Sin embargo, una fecha
recientemente obtenida para el stock de Clifford (2687 Ma) muestra que este evento intrusivo es más
joven (Piercey et al., 2004).
Los flujos y criptodomos felsicos menores ocurren en el municipio de Clifford. Las rocas
volcaniclasticas riolíticas son diferentes a la mayoría de las rocas volcaniclásticas félsicas en el
municipio de Clifford, ya que están apoyadas por clastos, son monolíticas y consisten en fragmentos
de riolita con bandas de flujo poligonalmente unidas. Las rocas intrusivas riolíticas que se entrometen
en estas rocas volcánicas félsicas se describen como que tienen márgenes irregulares, de grano fino y
de naturaleza sinvolcánica. En la parte oriental del municipio de Clifford, la asociación espacial de
roca rioliticas vulcanoclasticas con diques sinvolcánicos riolíticos se ha interpretado como parte de un
criptodoma (PØloquin y Piercey, 2005).
Las unidades intrusivas máficas en el Municipio de Clifford cruzan todas las unidades estratigráficas
del Grupo del Río Blake, pero tienen atributos químicos similares a los de las rocas volcánicas
intermedias máficas, lo que sugiere que estas son rocas intrusivas sinvolcánicas relacionadas con las
rocas volcánicas andesiticas basálticas superpuestas de Blake Grupo fluvial (MacDonald et al., 2005).
Las intrusiones máficas forman intrusiones parecidas a láminas y similares a diques de, en su mayoría,
diabasa a diorita y gabbro localmente. En algunos lugares, las intrusiones similares a diques tienen
amígdalas que sugieren emplazamientos en niveles altos, y también admiten un origen sinvolcánico.
La invasión de todo el grupo del río Blake y las unidades intrusivas máficas es el stock de Clifford.
Esta intrusión consiste en una tonalita relativamente equigranular a granodiorita. La intrusión no
parece ser polifásica y contiene xenolitos de la roca de la pared circundante en solo unas pocas
localidades. Al sureste de la reserva de Clifford, numerosas incursiones de dique a terraplén del este al
noreste cortan el grupo del río Blake. Estos diques son de grano fino a mediano, porfiríticos de
feldespato variable, rodamientos de pirita localmente, silíceos, dacíticos a riolíticos en su composición
y se interpretan como equivalentes al stock de Clifford. Los diques tienen paredes muy rectas en la
mayoría de los lugares, lo que sugiere el emplazamiento en material de roca hospedadora solidificada,
pero son irregulares en algunas localidades como resultado del emplazamiento en zonas dilatantes o
cuando se asocian con brechas geotérmicas.(MacDonald et al., 2005)
La brecha de Croxall está ubicada dentro de un bloque de tendencia noreste que se une al norte por la
falla Clifford de tendencia este-noreste y al sur por la falla del lago Murdoch Creek-Kennedy que se
encuentra en el noreste . La brecha tiene aproximadamente 32 m de diámetro en la superficie y está en
contacto agudo con la andesita huésped. Las rocas volcánicas y andesitas y félsicas en este bloque
golpean hacia el noreste, son casi verticales, y son invadidas por unidades intrusivas máficas que
tienen atributos químicos similares a las rocas volcánicas (Piercey et al., 2004; MacDonald et al.,
2005). La culata de Clifford, 1400 m al noroeste, está separada de la brecha de Croxall por la falla de
Clifford con tendencia este-noreste.
La andesita huésped es de grano fino, con fenocristales plagioclasas y amígdulas rellenas de cuarzo en
una masa de sericita, cuarzo, clorita, epidota y magnetita menor . Los cristales de plagioclasa tienen
una longitud de 1 a 3 mm, son eúhricos a subhedros y comprenden del 20 al 30% de la andesita. Los
fenocristales de plagioclasa están alterados por sericita pero son distintos de la masa molida
sericitizada . Las amígdulas rellenas de cuarzo, cuando están presentes, tienen un diámetro de 1-2 mm
y comprenden menos del 1% de la andesita. A nivel local, la andesita contiene fragmentos andesíticos
negros. Cuando están presentes, estos están típicamente rodeados de subangular a subangular, varían
de <1 cm a 2 cm de tamaño y comprenden menos del 5% de la roca. Estos se interpretan como
fragmentos arrastrados de un flujo anterior, brecha autoclastica o hialoclastito, dado que ocurren
dentro de la andesita amigdaloidal. La brecha de Croxall es aproximadamente circular en planta, con
un diámetro de aproximadamente 32 m .
Esto sugiere que la tubería se inclinó después del emplazamiento, ya que las tuberías se inclinan de
forma poco habitual a más de 15 grados de la vertical (Sillitoe, 1985). La brecha es compatible con
clast y tiene una matriz compuesta de cuarzo, calcita y ankerita, con cantidades menores de pirita y
calcopirita. En la superficie, la matriz es a menudo vuggy y consta de 95% de cuarzo y 5% de calcita,
lo que sugiere que los fluidos hidrotermales fueron los responsables del relleno de las cavidades de la
brecha. A 130 m de profundidad, la brecha tiene una matriz que consta de 45% de cuarzo, 45% de
minerales carbonatados y 5% de clorita. La andesita constituye> 95% de los clastos observados en la
superficie. Los troncos en el núcleo de la brecha de Croxall son angulares a rodeados, mal ordenados,
de listones a tabulares y varían en tamaño desde 2 cm a 1,0 m de largo. La ausencia de material del
tamaño de una toba en el núcleo, así como la naturaleza angular a subangular de los clastos, sugiere
que hubo muy poco "fresado" en la parte central de la brecha. A nivel local, los clastos de andesita
brecciados están presentes . Estos forman un componente menor de la tubería de brechas y sugieren
que se produjeron múltiples episodios de brechas. Las grietas en los márgenes mineralizados de la
brecha están bien alineadas, moderadas a bien ordenadas y varían en tamaño de 2 a 20 cm de largo .
La andesita de brecha es muy similar a su contraparte sin brecha. Es de grano fino, con 1 mm a 2 mm,
fenocristales de plagioclasa subédrica y amígdulas rellenas de cuarzo en una masa de sericita, pirita,
magnetita y cuarzo menor.
Históricamente, la tubería de brecha de Croxall ha dado resultados anómalos de oro, cobre, plata y
molibdeno (Gledhill, 1928; Jensen, 1975; Croxall, 1980; Bennett, 1988; Watkins y Melling, 2004).
Los programas de exploración pasados y presentes han demostrado que la mineralización se produce
dentro y cerca del contacto de la tubería de brecha. La mineralización consiste de 3 a 5 por ciento de
sulfuros con áreas localizadas de hasta 10 por ciento de sulfuros. Estos consisten principalmente en
pirita y calcopirita con molibdenita y oro menores, que se limitan principalmente a los márgenes
"fresados" de la tubería de brecha. Sin embargo, 1-2% de pirita diseminada ocurre fuera de la tubería
de brecha dentro de las fracturas que impregnan la andesita huésped. La mayoría de los valores
elevados de oro y cobre parecen estar restringidos principalmente al margen de la tubería en sí.
Se cree que las brechas intrusivas similares a la tubería de Croxall se mineralizan de una de dos
maneras; i) ya sea a través de la incorporación de roca (s) de país mineralizada por algún proceso (o
procesos) que ocurrió antes de la formación de brechas (pre-hidrotermal); o ii) de la actividad
intrusiva e hidrotérmica que generó las brechas (cohidrotérmica) (Bryner, 1961, Gilmour, 1977).
Otros creen que la mineralización y la brecha rara vez están relacionadas entre sí y que están
íntimamente relacionadas y que las tuberías de brecha simplemente proporcionan un marco estructural
favorable para la mineralización. A menudo, una mineralización de estilo similar, no asociada con
brechas, está presente en otras partes de la región (Perry, 1961; Baker et al., 1986).
Geoquímica
Las muestras se recolectaron en parte para obtener una comprensión de los atributos de balance de
masa químicos y elementales asociados con la alteración hidrotermal en y alrededor de la brecha de
Croxall. La litogeoquímica para la tubería de brecha y las rocas asociadas se presentan en el Apéndice
A. Las muestras se recolectaron de afloramiento y el núcleo de perforación de Wallbridge Mining
Company Limited y se prepararon y analizaron de acuerdo con los métodos descritos en MacDonald
et al. (2005). Los datos de control de calidad y garantía de calidad también se presentan en
MacDonald et al. (2005).
Los datos geoquímicos para la brecha de Croxall se presentan en las Figuras 5 a 14 y en el Apéndice
A. La mayoría de las muestras de andesita recogidas son muestras menos alteradas con Al2O3 / Na2O
<10, Na2O entre 2 y 5%, y se encuentran dentro de los campos menos alterados en la gráfica de la
caja de alteración y la gráfica de Hughes (Figura 8). Todas las rocas tienen relaciones subalcalinas de
Nb / Y (<0.7) y valores de Zr / TiO2 consistentes con sus designaciones de SiO2 (Apéndice A) como
andesita (Figura 6A). La mayoría de las muestras tienen relaciones Zr / Y entre 4 y 7 y tienen
afinidades de transición entre toleiítico y calcalcalino (Figura 9B).
Figura 8: Plots de elementos mayores para rocas asociadas con la tubería de brecha de Croxall en la localidad de clifford, incluyendo A)
Na2 versus Al2O3Na20 Plot con designación a las muestras menos alteradas; B) boxplot de alteraciones (Large et al., 2001). con la matriz
de la alteración de Hashimoto ({MgO+K2O}/{MgO+K2O+Na2O+CaO}) ploteado contra la matriz de clorita~pirita~carbonato (CCPI:
{MgO+Fe2O3T}| {MgO+Fe2O3T+Na2O+CaO}).
Figura 9: Plots de elementos mayores para rocas asociadas con la tubería de brecha de Croxall en la localidad de Clifford, C)
(100*K2o|K2O+Na2O) Versus (K2O+Na2O) (Hughes, 1973).
Figura 10: Diagramas de clasificación geoquímica para rocas asociadas con la tubería de brecha de Croxall. A)Diagrama Nb|Y versus Zr
|TiO2 (Pearce 1996). B)Diagrama Y versus Zr/Y (MacLean 1996)
Se han realizado cálculos de balance de masa para cuantificar los atributos químicos de los
ensamblajes de alteración hidrotermal en andesitas asociadas con la tubería de brecha utilizando los
métodos de MacLean y Kranidiotis (1987), MacLean (1990) y MacLean y Barrett (1993). Esta técnica
para calcular cambios de masa en rocas supone que los elementos inmóviles se conservan dentro de
unidades alteradas. Los elementos que permanecen inmóviles durante la alteración hidrotérmica se
enriquecen de forma residual durante la pérdida de masa neta y se diluyen durante la ganancia de
masa neta (MacLean, 1990). En un sistema de precursor único, los gráficos binarios de elementos
incompatibles producen tendencias lineales que contienen la composición del precursor y se extienden
a través del origen, lo que implica un elemento primario común y la inmovilidad de los elementos
(Figura 7). Las muestras que han ganado masa en relación con la roca menos alterada tendrán
concentraciones más bajas que las normales de elementos inmóviles, lo que resultará en un cambio de
la relación hacia el origen. Las muestras que han perdido masa en comparación con el precursor
menos alterado tendrán concentraciones más altas de elementos inmóviles, lo que resultará en un
cambio de la relación con respecto al origen (MacLean y Kranidiotis, 1987).
Las gráficas de elementos inmóviles Zr / TiO2 contra Nb / Y después del método de Winchester y
Floyd (1977) demuestran que los elementos inmóviles se conservaron y que las muestras se
identificaron como andesita huésped, andesita alterada, brecha andesítica y brecha mineralizada "mill"
son de origen andesítico.
Las ganancias y pérdidas de masa química se calcularon a partir de una composición precursora de
100 wt. % de muestra anhidra, utilizando la inmovilidad establecida de Zr como monitor (Figura 7).
La relación de Zr en la muestra precursora a la cantidad de Zr en la muestra alterada se usó para
calcular un factor de enriquecimiento. La muestra alterada se recalculó luego a la concentración
constante del elemento inmóvil utilizando el factor de enriquecimiento. Este cálculo se calcula para
cada elemento (componente) de la muestra usando la siguiente expresión: RC =% componente
(muestra alterada) * Factor de enriquecimiento .. (1); donde RC es la composición reconstituida y EF
es el factor de enriquecimiento como anteriormente. La masa precursora se resta luego de la masa
reconstituida para cada elemento, y luego se calculan las ganancias o pérdidas de masa: Cambio de
masa = RC - Composición del precursor .. (2); Dado que la masa inicial de la muestra se toma como
100 unidades, las ganancias y pérdidas de masa son equivalentes a los cambios porcentuales en peso.
Por lo tanto, los cambios de masa para cada elemento se dan como la diferencia absoluta con respecto
al precursor (Barrett y MacLean, 1994) (Figura 8).
Figura 12: Ilustración de un cambio en masa en los cálculos para una roca alterada. muestra basada en 100 unidades de material
precursor. modificado según Maclean y Barret (1993)
El precursor menos alterado (EC04-16) fue elegido en base a su apariencia fresca y relativamente
inalterada en el campo. Además, tiene valores normales de Na2O (~ 2-5%), bajo LOI, metales y
relaciones Al2O3 / Na2O.
Estas relaciones sugieren que hubo al menos un episodio de fluidización y mineralización prolongada
a lo largo de los márgenes de la brecha, que después de la fecha de la brecha inicial produjo la brecha
estéril y angular observada en el núcleo de la tubería de la brecha. Se cree que los fluidos /
compuestos volátiles responsables de la fluidización y la mineralización de la periferia se
restringieron a los márgenes más débiles y fracturados de la tubería en lugar del núcleo menos
permeable de la brecha, ya que los huecos inter-fragmentarios en el núcleo se llenaron con los
primeros minerales de la ganga. como el cuarzo (bushnell, 1988).
Baker et al. (1986) sugieren que la mineralización en las tuberías de brecha rara vez es sincrónica y
está directamente relacionada con la brecha y que, normalmente, las tuberías de brecha simplemente
proporcionan un marco estructural favorable para la mineralización. De hecho, la mineralización
similar de pirita, calcopirita y molibdenita observada en el núcleo de perforación de Wallbridge y en
todo el área del lago Verna rara vez se asocia con brechas, lo que implica que la brecha y la
mineralización no fueron sincrónicas.
La forma, los contactos con las rocas hospedadoras, la alteración hidrotérmica, la distribución de
texturas y la mineralización sugieren que la brecha de Croxall es el producto del colapso y la
subsiguiente fluidización y mineralización.
Los sistemas de pórfido Cu-Mo-Au son muy comunes en los orógenos mesozoicos de todo el mundo
(Titley y Beane, 1981), pero existen pocos ejemplos en rocas más antiguas, y son particularmente
raros en los cinturones de piedra verde de los Arcos. Sin embargo, existen algunos sistemas pequeños
de pórfido CuMo-Au dentro de las rocas Arqueanas de la Provincia Superior (e.g. Sturgeon Lake
Galley et al., 2000; Noranda - Goldie, 1976; Galera y van Breemen, 2002; Tashereau-Launay plutons
JØbrak y Doucet, 2002). Los resultados de este proyecto ilustran que las rocas del grupo del río Blake
en Ontario tienen conjuntos de minerales, asociaciones de metales y mineralogía / geoquímica de
alteración típica de los sistemas de pórfido de abanicozoico Cu-Mo-Au (Sutherland Brown, 1976;
Panteleyev, 1995) y mayo proporcionar algunas de las mejores pruebas de la mineralización de
pórfido de Cu-Mo-Au en arquea, aunque en una escala menor .
La mineralización de Cu-Mo-Au en el área del lago Verna está asociada espacialmente con diques
porfídicos de feldespato de dacita a riolita e intrusiones en forma de umbral de composición
calcalcalina (MacDonald et al., 2005), que invaden formaciones volcánicas que son químicamente
similares a las calcas. - Rocas alcalinas en ambientes de subducción modernos (Ayer et al., 2002). Del
mismo modo, la mineralización de pórfido de azerozoico Cu-Mo-Au a menudo está asociada
espacialmente con las existencias porfídicas, batolitos y enjambres de diáconos de diorita de cuarzo
alcalino-alcalino a la composición de granodiorita, que se colocan en la configuración de arco volcán-
plutónico (Sutherland Brown, 1976; Panteleyev, 1995 ).
Las rocas de la pared regional en el área del lago Verna tienen una red orientada al azar de vetas de
cuarzo, epidota, feldespato, hematita y calcita (+ / sericita) de escala milimétrica a centímetro
(MacDonald et al., 2005). En el núcleo de perforación, la mineralización y la alteración están
asociadas con una red de vetas orientadas al azar que muestra una paragénesis compleja que parece
ser desde la más antigua hasta la más joven: 1) epidota, clorita y sericita; 2) cuarcpirita; 3) cuarzo gris
oscuro-pirita-calcopirita-molibdeno (¿y oro?); y 4) hematitecalcita +/- K-feldespato +/- magnetita.
Esta paragénesis no siempre está presente y algunos eventos parecen estar sincronizados y se
superponen en algunos barrenos (MacDonald et al., 2005). Estos conjuntos de alteraciones están muy
extendidos en toda el área del lago Verna y parecen ser análogos a los ensamblajes de alteración
potásicos (K-feldespato de cuarzo +/- magnetita), fílicos (cuarzo-sericita-pirita) y propilíticos (clorita-
epidota-calcita +/- hematita) típicos de los sistemas de cobre pórfido (Beane y Titley, 1981) .
Al igual que en los ambientes de pórfido Cu-Mo-Au, la mineralización que consiste en pirita,
calcopirita, molibdenita y oro se asocia con veteado, fracturas, diseminaciones y brechas
hidrotermales en todo el área del Lago Verna (Sutherland Brown, 1976; Panteleyev, 1995). La
mineralización de grado superior en la tubería de brecha de Croxall se restringe principalmente a la
brecha "molinera" alterada hidrotérmicamente, donde la mineralización se produce en la matriz, y en
la andesita huésped fracturada adyacente a la tubería de brecha. Los cálculos de balance de masa
demuestran claramente que el aumento de la mineralización de Cu (+/- Mo, Au) en la brecha
"molinera" de Croxall coincide con el aumento de la alteración fásica y posásica (Figura 16). Esto no
es diferente de las configuraciones de pórfido Cu-Mo-Au donde la mineralización de alto grado
generalmente coincide con una alteración fílica intensa y está contenida en un stockwork de cuarzo
intenso o en la matriz de brechas (Sutherland Brown, 1976; Panteleyev, 1995).
En conjunto, el entorno geológico, las rocas huésped, las asociaciones de metales, la distribución y las
características de la alteración y la mineralización en el área del lago Verna sugieren que la
mineralización del área es análoga a la mineralización de pórfido Cu-Mo-Au asociada con los
ambientes de subducción de Phanerozoic, pero a un nivel mucho menor escala.
Dada la naturaleza de las ocurrencias de minerales cerca del lago Verna, los esfuerzos de exploración
futuros en el área deben centrarse en identificar y definir la extensión de las características que
contienen características de estilo de pórfido en un esfuerzo por localizar mineralización de grado
mineral.
Además de la tubería Croxall, varias otras brechas ocurren en el área del Lago Verna (Melling y
Watkins, 2004; MacDonald et al., 2005). Considerando que las brechas hidrotermales pueden ocurrir
individualmente o en grupos muy separados (Gilmour, 1977; Sillitoe, 1985), la verdadera naturaleza
de las brechas en el área del Lago Verna debe ser determinada. Si algunas de estas brechas presentan
características similares a las de la tubería Croxall (es decir, la forma, las texturas internas, la
alteración, la mineralización, etc.), la mineralización probablemente se localice en áreas de mayor
porosidad inicial. En la sección superior de las tuberías de brecha hidrotermal, es probable que las
áreas de alta porosidad sean la zona de rotura y colapso inmediatamente por encima de la columna de
brecha principal. La zona de fracturas laminares que rodean la tubería también es un sitio posible para
la deposición de mineral (Sillitoe y Sawkins, 1971; Baker et al., 1986).
Otras áreas que pueden ser favorables para la deposición de mineral incluyen la zona de intersección
de las estructuras de brecha pre- o syn, tales como fallas o diques con el margen de la tubería y la
mineralización del stockwork de la pre-brecha, que puede estar presente en la sección inferior de la
tubería ( Figura 17) (Baker et al., 1986). La parte inferior de la brecha de Croxall debe someterse a
pruebas para este tipo de mineralización, ya que la mineralización y la alteración del stockwork se
intersecaron en el núcleo de perforación cercano.
Potencial de Exploración Regional
También es notable que el grupo del río Blake en otras partes de Quebec y Ontario alberga varias
intrusiones félsicas (por ejemplo, Clarice Lake, Lac Dufault) que son similares en edad y composición
a la población de Clifford (PØloquin y Piercey, 2005; MacDonald et al., 2005 ), y después de la fecha
volcanismo del grupo del río Blake (Corfu y Noble, 1992; Mortensen, 1993).
Teniendo en cuenta que estas intrusiones de alto nivel se producen en el mismo entorno geológico que
el stock de Clifford, también tienen el potencial de estar asociadas con la mineralización de tipo
pórfido (Figura 18).
Estas últimas intrusiones de alto nivel y los diques asociados de la composición calcalcalina
(MacDonald et al., 2005; PØloquin y Piercey, 2005) deben considerarse prospectivas para la
mineralización de Cu-Mo-Au tipo pórfido, especialmente si parecen ser relacionado con: alteración
hidrotermal (particularmente sericita-cuarzo y / o K-feldespato-biotita); ganancias elementales de K,
Mn, Cs y Rb junto con pérdidas de Na, Sr, Cr y Zn; mineralización de sulfuros diseminada o similar a
la acción de la red (particularmente pirita +/- cuarzo y / o cuarzo-piritaalcalopirita-molibdeno +/- oro);
brecha hidrotermal; y los casos de cobre, oro o molibdeno. Ya sea que estas características se
superpongan o ocurran individualmente, todas tienen el potencial de servir como vectores para la
mineralización de tipo pórfido en las rocas volcánicas del Grupo del Río Blake
.
Conclusiones
La tubería de brecha de Croxall es una brecha de colapso hidrotermal mineralizado que está asociada
espacialmente con características fácilmente observadas en los sistemas de pórfido de abanicozoico
Cu-Mo-Au. Ocurre en rocas metavolcanicas intermedias arqueanas, que han sido introducidas por una
tonalita equigranular a la reserva de granodiorita de afinidad calcalcalina y sus diques asociados. Si
bien existen varias perspectivas de mineralización de cobre y oro en toda el área del lago Verna, se
han obtenido valores significativamente más altos de estos metales a partir de la brecha de Croxall.
Los programas de exploración pasados y presentes demuestran claramente que la mineralización de
oro y cobre de mayor ley ocurre principalmente dentro y cerca del contacto de la tubería de la brecha .
El área del lago Verna se debe considerar prospectiva para la mineralización Cu-MoAu de tipo
pórfido basada en la presencia de las siguientes características:
Además, las intrusiones tardías de alto nivel y los diques asociados de la composición calcoalcalina en
todo el Grupo del Río Blake deben considerarse prospectivas para la mineralización Cu-Mo-Au de
tipo pórfido, especialmente si están estrechamente relacionadas con la alteración hidrotermal
(particularmente sericita-cuarzo y / o K-feldespato-biotita) y / o brechas hidrotermales y
mineralización de sulfuros diseminada o similar a stockwork (particularmente pirita +/- cuarzo y / o
cuarzo-pirita-calcopirita-molibdeno +/- oro). (Chaloux et al., 2005)
Los sistemas de tipo pórfido cuprífero representan la principal fuente de cobre y molibdeno conocida,
con varios casos notables que superan los 1000 Mt de mineral con leyes de cobre arriba de 0.5%
(Richards, 2003).
De acuerdo con las numerosas ocurrencias de mineralización de este tipo en el mundo , parece claro
que los sistemas de pórfido cuprífero están relacionados con regiones caracterizadas por la presencia
de abundante magmatismo calco-alcalino asociado a márgenes de subducción de tipo andino .
Además, se ha observado que existe una estrecha relación entre la mineralización y la presencia de
fases plutónicas tardías de textura porfídica, que fueron emplazados en niveles sub-volcánicos de la
corteza durante el enfriamiento de cuerpos graníticos mayores . El origen de los metales asociados es
aún incierto, aunque se considera que la mayor parte del cobre fue aportado por el manto
astenosférico atrapado por encima de la zona de subducción (e.g., Sillitoe, 1972; Ruiz y Mathur,
1999).
Figura 13. Distribución de las principales zonas con mineralización de pórfido cuprífero en el mundo (Adaptado de Sillitoe,
1972 y Singer et al.)
Los pórfidos cupríferos presentan características metálicas y litológicas muy variadas, y en general,
cada caso presenta su propia complejidad. Sin embargo, con el propósito de idealizar su anatomía,
Lowell y Guilbert (1970) propusieron un modelo relativamente sencillo caracterizado por un
zoneamiento lateral y vertical de la mineralización y de la alteración, el cual está centrado en un
intrusivo generalmente de textura porfídica (Figura 3). De acuerdo con la definición textual de
dichos autores, los pórfidos cupríferos son “depósitos de sulfuros de cobre y molibdeno consistentes
en mineralización diseminada y en vetillas tipo stockwork, la cual fue emplazada en varios tipos de
roca encajonante alteradas por soluciones hidrotermales en patrones zonados regularmente
concéntricos”. La concepción del modelo de Lowell y Guilbert se basó en un estudio realizado en el
depósito de San Manuel-Kalamazoo, en Arizona, el cual fue probado y refinado con información
compilada a partir de un importante número de depósitos de cobre y molibdeno reconocidos en
Norte y Sur América. Luego, Sillitoe (1973) argumentó que los pórfidos mineralizantes son plutones
félsicos que se emplazan a 1.5-3 km de profundidad, y cuya influencia varía hacia arriba y hacia
abajo. Hacia arriba, la actividad hidrotermal alcanza la columna de rocas volcánicas comagmáticas,
localmente formando depósitos epitermales, cuya conexión con los sistemas de pórfido cuprífero
está cada vez más sustentada por argumentos geológicos y geoquímicos (e.g., Sillitoe, 1993;
Hedenquist et al., 1998; Heinrich et al., 1999; Sillitoe y Hedenquist, 2003, Camprubí y Albinson,
este volumen)
Hacia abajo, el plutón porfídico pasa por una zona de stockwork y alteración potásica en un plutón
fanerítico, que a más profundidad se convierte en un plutón de mayores dimensiones y composición
similar, pero sin alteración, totalizando una extensión vertical para el sistema de hasta 8 km. Debido
a que los pórfidos cupríferos son sistemas ortomagmáticos (Hedenquist y Lowenstern, 1994), es de
esperarse que la edad de la mineralización no sea muy distinta a la de los plutones productores. De
hecho, se sabe que la diferencia entre las edades de cristalización del plutón principal y las de los
pórfidos asociados con la mineralización es generalmente menor que 5.0 Ma, y la diferencia entre el
pórfido productivo y la mineralización puede ser menor que 1.0 Ma (Ruiz y Mathur, 1999; Zürcher,
2002). En general, la longevidad y dinamismo de la actividad hidrotermal, así como la presencia de
condiciones físicoquímicas favorables en la relación fluido-roca, son factores importantes para
definir las características económicas de los yacimientos (e.g., Clark, 1993). Aunado a esto, la
repetición y superposición de los eventos mineralizantes en un sistema dan lugar a un
enriquecimiento progresivo del depósito, y en particular de las concentraciones de cobre (Gustafson
et. al., 2001). Como se puede observar en la Figura 1, los pórfidos cupríferos no son exclusivos de
alguna región de la Tierra en particular, aunque está claro que las grandes acumulaciones metálicas
asociadas con los mismos tienen una estrecha relación con regiones tectónicas que involucran un
espesor importante de corteza en el proceso magmático. Al parecer, las condiciones para la
formación de este tipo de mineralización fueron ideales en las cordilleras occidentales de Norte y
Sur América (Figura 4), las cuales constituyen las zonas cupríferas más ricas de América, y con
mucho, las más importantes del mundo. Las épocas metalogenéticas más productivas en estas
regiones ocurrieron durante la última parte del Mesozoico y el Cenozoico, como se muestra en la
Figura 5. En la Cordillera oeste de NorteAmérica los pórfidos tienen edades mayormente entre ~88-
25 Ma, formando una especie de “campana de gauss”, con la mayor acumulación de cobre a los ~56
Ma. Por el contrario, los depósitos sudamericanos son relativamente más jóvenes, exhibiendo dos
pulsos importantes entre ~64 y 31 Ma y entre 20 y 5 Ma, con los ejemplares más espectaculares
emplazados al final de ambos pulsos.
4. SITUACIÓN NACIONAL
((Desde el punto de vista metalogénico, Colombia posee una posición privilegiada en Latinoamérica
porque participa de dos ambientes geológicos muy promisorios, que son de reconocida importancia en
el mundo: El Escudo de Guayana, que comprende la Región de la Orinoquía-Amazonía colombiana y
el Cinturón Circumpacífico, en donde Colombia al igual que Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y
Argentina, países con un buen desarrollo minero, tienen en común el Sistema Andino que se extiende
desde Chile hasta Alaska. Ambos Dominios presentan ambientes geológicos diferentes, pero con una
alta probabilidad de éxito para el descubrimiento de nuevos yacimientos minerales.
En Colombia, las épocas metalogénicas aún no han sido definidas con exactitud y menos en relación
con la formación de los depósitos auríferos epigenéticos. Sin embargo, con base en el conocimiento
del ambiente geológico, la existencia de varios distritos auríferos y la definición de los terrenos
geológicos y su potencial, por analogía con las épocas metalogénicas auríferas que se conocen en el
mundo, es posible dilucidar en Colombia al menos cinco épocas metalogénicas de importancia, los
cuales se encuentran en estrecha relación con los diferentes tipos de mineralizaciones auríferas que se
conocen en el país.
El depósito de Mocoa se encuentra a solo 1,7 km al noreste del batolito de Mocoa, un cuerpo
compuesto con unas dimensiones de superficie de aproximadamente 40 X 10 km. En el área
de la Figura 6, comprende facies granodioríticas y adamelíticas fácilmente distinguibles. La
granodiorita es de grano medio y se caracteriza por hornblenda y biotita, mientras que el de
adamelita es de grano grueso y solo contiene biotita. Ambas facies son localmente piríticas y
se transectan por vetas de cuarzo estrechas (comúnmente <10 cm), que llevan pirita,
calcopirita y molibdenita, y se sometieron a fallas posmineral. Sobre la base de su restricción
a la adamelita y la granodiorita, esta mineralización menor se considera parte integral del
emplazamiento de batolitos en lugar de un efecto marginal del sistema de pórfido de Mocoa.
Figura 15: Geología simplificada del depósito (Sillitoe et al., 1984)
Este sistema de pórfido está espacial, temporal y genéticamente relacionado con un stock
parcialmente sin cobertura de pórfido de dacita, que en afloramiento es marcadamente
excéntrico con respecto a la geometría de la alteración. El material tiene una forma
aproximadamente de lágrima en la superficie; su parte ovalada al norte ocupa un área de
1,200 X 400 M.a es alargada en dirección noreste, mientras que la parte sur tiene forma de
dique tiende generalmente hacia el norte y tiene hasta 600 m de largo pero solo 200 m de
ancho Muchos cuerpos de pórfido dacita más pequeños, principalmente de forma similar a los
diques, pero que también incluían un umbral o capa subsuperficial de 75 m de espesor , se
mapearon en la superficie y en el núcleo de perforación, pero debido a las limitaciones de
escala, algunos están marcados en la Figura 6; Son considerados como apófisis del stock
principal.
El vulcanismo en las cercanías de Mocoa estaba dominado por la actividad piroclástica subaérea,
posiblemente de uno o más volcanes de ventilación central, aunque se cree que existía un medio
fluvial periódicamente activo , especialmente durante la deposición de la unidad basal de brecha
volcanoclásticas.
Las primeras intrusiones reconocidas, de la última era triásica, son facies del batolito epizonal de
Mocoa. En el área de Mocoa, el batolito generó una pequeña mineralización de la vena de cobre-
molibdeno y, en sus rocas de piedra caliza, se cree que dio origen a una zona de skarn con zinc. De
acuerdo con las conclusiones a las que llegó Einaudi (1982), el predominio de la esfalerita sobre la
calcopirita, la presencia de hedenbergita de grano grueso en lugar del diópsido de grano fino,
y la escasez de fracturas de material de trabajo en el skarn de Mocoa, así como su ubicación
800 a 900 m desde el borde de la las existencias de pórfido, todas apoyan el batolito en lugar
de la reserva como la causa de la mineralización. Un número de poblaciones y diques,
predominantemente de pórfido dacita, se emplazaron al noreste del batolito, algunos de ellos
en la pila volcánica. Se cree que estas intrusiones menores son tardías desde la edad temprana
hasta la edad media del Jurásico. Aunque la mayoría de estas reservas y diques sufrieron sólo
alteración propilítica y pirita, uno de ellos dio lugar a un importante sistema hidrotermal,
dentro del cual se generó el depósito de cobre-molibdeno pórfido de Mocoa.
Desarrollo de cobre pórfiditico.
No se han documentado los cambios marcados hacia arriba y hacia afuera en los tipos de
alteración en un intervalo vertical de 900 m en Mocoa, desde cuarzo-flogopita-K-feldespato-
actinolitemagnetita a través de cuarzo-K-feldespato-clorita-pirita a cuarzo-sericita-pirita. de
otros depósitos de pórfido, pero sin embargo son similares en muchos aspectos a la secuencia
espacial descrita en Red Mountain, Arizona (Fig. 14), otro ejemplo de un depósito de cobre
pórfido oculto debajo de un lithocap estéril. Allí, sin embargo, la actinolita está
aparentemente ausente de la alteración profunda, y la zona más alta contiene alunita, enargita
y esfalerita, además del conjunto de cuarzo-sericita-pirita (Corn, 1975).
Figura.18: Comparación de secuencias de zonificación de mineralización y alteración vertical generalizadas en Red Mountain, Arizona y
Mocoa, Colombia. Datos para Red Mountain from Corn (1975) y Bodnar and Beane (1980), y para Mocoa de este estudio.
Figura 19: Diagramas esquemáticos de estabilidad para (a) silicatos y (b) sulfuro de óxido a temperatura y actividades no especificadas de
02 y H2S en presencia de fluido acuoso. Las flechas aproximan los cambios en los conjuntos de minerales hacia arriba y hacia afuera, y
desde temprano hasta tarde en Mocoa, Colombia. Tomado de Beane y Titley (1981), donde hay más detalles y explicaciones disponibles.
Biot = biotita, bn = bornita, chl = clorita, cp = calcopirita, mag = magnetita, musc = muscovita, ort = ortoclasa y py = pirita .
El emplazamiento final del magma como diques andesíticos pospuso toda alteración e
introducción de sulfuro en el sistema de pórfido Mocoa. El magma andesítico se introdujo en
un sistema de fractura regional y probablemente se derivó de niveles sustancialmente más
profundos que los ocupados por el stock de pórfido de dacita más diferenciado, que para
entonces debía estar completamente consolidado.Como puede apreciarse en la Figura 16,
Mocoa es sustancialmente más rico en molibdeno que la mayoría de los depósitos de cobre-
molibdeno de pórfido y puede agruparse en función del contenido de metal con un pequeño
número de ejemplos claramente de transición entre los depósitos de molibdeno de pórfido y
la mayoría de los depósitos de cobre-molibdeno de pórfido .
Eventos postminerales
Los sedimentos marinos poco profundos cretáceos y los lechos rojos terciarios desde
temprano a medio son las rocas principales que se sabe que se han depositado en el área de
Mocoa después de la colocación de cobre pórfido. Con toda probabilidad, cubrieron, y fueron
instrumentales en la preservación del sistema de pórfido. Las condiciones tropicales de baja
altitud, que prevalecieron durante la sedimentación fluvial-lacustre del lecho rojo,
persistieron hasta el Plioceno medio, cuando comenzó el rápido levantamiento de la
Cordillera Oriental (Van der Hammen et al., 1973; Howe, 1974). En el área de Mocoa, se
presume que el levantamiento tuvo lugar en el sistema de fallas inversas de alto ángulo y,
dado que las unidades del Mioceno precoz y anterior al Oligoceno se yuxtapusieron,
probablemente ascendieron a varios miles de metros. Como resultado, la cubierta
sedimentaria del Cretácico y del Terciario temprano a medio se eliminó del sistema de
pórfido de Mocoa, que luego se inclinó hacia el noreste, junto con las partes contiguas del
bloque ascendente. Por lo tanto, es probable que no fuera hasta el Pleistoceno que se exhumó
la cápsula de destrucción por feldespato sobre el depósito de Mocoa.
Eventos postminerales
Los sedimentos marinos poco profundos cretáceos y los lechos rojos del terciario temprano a
medio son las rocas principales que se sabe que se han depositado en el área de Mocoa
después de la colocación de cobre pórfido. Con toda probabilidad, cubrieron, y fueron
instrumentales en la preservación del sistema de pórfido. Las condiciones tropicales de baja
altitud, que prevalecieron durante la sedimentación fluvial-lacustre del lecho rojo,
persistieron hasta el Plioceno medio, cuando comenzó el rápido levantamiento de la
Cordillera Oriental (Van der Hammen et al., 1973; Howe, 1974). En el área de Mocoa, se
presume que el levantamiento tuvo lugar en el sistema de fallas inversas de alto ángulo y,
dado que las unidades del Mioceno precoz y anterior al Oligoceno se yuxtapusieron,
probablemente ascendieron a varios miles de metros. Como resultado, la cubierta
sedimentaria del Cretácico y del Terciario temprano a medio se eliminó del sistema de
pórfido de Mocoa, que luego se inclinó hacia el noreste, junto con las partes contiguas del
bloque ascendente. Por lo tanto, es probable que no fuera hasta el Pleistoceno que se exhumó
la cápsula de destrucción por feldespato sobre el depósito de Mocoa.
El desarrollo de una manta de enriquecimiento multicíclico dentro del sistema de pórfido de
Mocoa se impidió durante el Cuaternario debido a las altas tasas de erosión, y probablemente
durante el intervalo Criocáceo medio-Plioceno debido a un entierro debajo de una pila
sedimentaria gruesa.
Tras el inicio de la elevación en el Plioceno medio, las gravas de terraza se acumularon a lo
largo de los drenajes principales y una fina chapa de toba, ahora eliminada en gran parte por
la erosión, cubrió al menos parte del área.
(TOMADO DE: Geologic Exploration of a Molybdenum-Rich Porphyry Copper Deposit at Mocoa,
Colombia, RICHARD H. SILLITOE 1984)
El Stock Porfirítico de Santa Lucia
Otro ejemplo tenemos en Colombia de unos cuerpos intrusivos y unas fases de alteración hidrotermal
en el suroccidente de Colombia, en la zona de la falla romeral, la cual está situada en un lugar
estratégico debido a las placas tectónicas que le infrayacen, este cuerpo de estudio se le denomina
Stock porfirítico de piedra sentada, este stock porfirítico de Santa Lucía se encuentra localizado en el
Departamento del Cauca, en el flanco Occidental de la Cordillera Central, específicamente en la
vereda Santa Lucía del Municipio de La Sierra. Corresponde a un cuerpo hipoabisal del Miocéno, el
cual intruye basaltos del Complejo Barroso – Amaime. Esta caracterización se basa en el logueo de 5
sondeos verticales realizados y localizados por J.I.C.A de acuerdo a las anomalías geofísicas
reportadas para el área de estudio.
En el área de estudio y en los núcleos de perforación se observan rocas volcánicas básicas del
Complejo Barroso-Amaime (Kia) de edad Cretácico, rocas sedimentarias siliciclásticas de la
Formación Esmita (Nge) de edad Mioceno Superior, rocas ígneas hipoabisales del Pórfido Dacítico
Andesítico (Ngda) y finalmente rocas volcanoclásticas de la Formación Popayán (NgQpg) de edad
Plio-Pleistoceno.
Complejo Barroso Amaime (Kiba): Se conoce con este nombre una secuencia de rocas básicas que
incluyen basaltos, piroclastitas y diques; y rocas sedimentarías variadas (ORREGO & ACEVEDO
1993). En la zona este conjunto, se encuentra conformado principalmente por rocas oscuras, con
textura afanítica, las cuales corresponden a rocas volcánicas básicas de carácter submarino
clasificadas petrográficamente como basaltos y microgabros.
Formación Esmita (Nge): Se conoce con este nombre una secuencia sedimentaria constituida por
limolitas fosilíferas, areniscas con intercalaciones de limolitas y conglomerados oscuros polimícticos,
de espesor promedio de unos 3000 y hasta 5000 m y definida así por
LEÓNet al. (1973,PARÍS&MARÍN1979). Con base en estudios de microfosiles su edad es del
mioceno superior
Basaltos pertenecientes a el Complejo Barroso- Amaime , son las rocas más antiguas del Área, y
representan la roca caja donde fue emplazado el cuerpo hipoabisal llamado Stock porfirítico de Santa
Lucía (Ngda), el cual está se compone básicamente de rocas de composición Dacita-Andesita las
cuales pueden ser agrupadas dentro de dos fases intrusivas (SILLITOE 2000) de acuerdo a criterios
como tipo de alteración dominante, densidad y tipo de vetillas, como órdenes cronológicos de de
intrusión.
Alteraciones Hidrotermales:
Este tipo de alteración representa el estado primario de la formación del depósito, por ello
es la zona que tuvo la mayor temperatura en los depósitos porfiríticos ricos en oro. Esta
estrechamente relacionada al emplazamiento de intrusivos portadores de la mineralización
de cobre y oro en los sistemas porfiríticos (GUSTAFSON & HUNT 1975, SILLITOE
2000).
Este tipo de alteración suele presentarse tanto en Dacitas como Andesitas pertenecientes a la primera
fase intrusiva, siendo mayor la intensidad en las Andesitas. Esto como respuesta a una mayor
proporción de minerales maficos (Biotitas primarias, hornblendas etc.) y magnetita primaria, que hace
mas susceptible a la roca de reaccionar ante el fluido mineralizante.
Alteración Propilítica:
Se desarrolla contemporáneamente con la alteración potásica, con la diferencia de ser una fase de
menor temperatura, por lo que generalmente define los límites externos del sistema porfirítico,
también es muy común observarla en los intrusivos pertenecientes a fases intraminerales tardías.
Por lo general se encuentra asociado con grandes cantidades de Py (2-3%) diseminada, y se presenta
como un gran halo que afecta con una intensidad alta a los basaltos del Complejo Barroso-Amaime
(?) (roca caja). Dándoles una coloración verde que cuando es catalogada como propilítica, efervece al
contacto con HCl (ver Fig. 7) y cuando no es catalogada como Cloritización y afecta en una
intensidad moderada-fuerte a los cuerpos porfiríticos de fases postminerales y con una intensidad
débilmoderada a cuerpos pertenecientes a fases tempranas a manera de sobreimposición.
Alteración Clorítica:
2000, CAMUS 2003, SEEDORFF et al. 2005) y se puede inferir que esta se encuentra implícita
dentro de la alteración propilítica ya que el arreglo y representación de esta alteración se encuentra
por lo general asociada a la alteración propilítica. Sin embargo en el área de estudio se le ha extraído
ya que no cuenta con las asociaciones y/o magnitudes propias de una alteración propilítica.
En este trabajo se toma la alteración Clorítica como aquella con un alto contenido de Clorita y en
ocasiones Calcita, pero nunca con Epidota. Los minerales accesorios se encuentran en pequeño
porcentaje, y al realizar la caracterización en muestra de mano de esta alteración se distinguen
características similares a las de alteración propilítica pero con la diferencia que en la cloritización la
ausencia de Calcita es marcada, y la coloración característica de la epidota se pierde.
De igual manera que en la alteración propilítica la Clorita se presenta diseminada en la roca, también
se puede observar como reemplazamiento de las biotitas y las hornblendas, este mineral es el
principal generador del color verde característico que se observa en las rocas que presentan esta
alteracion.
Alteración Argílica:
Se encontró en sectores aislados de los núcleos de perforación, siendo su presencia exclusiva a zonas
de falla, donde el alto grado de fracturamiento asociado y el proceso de infiltración de aguas
meteóricas por estos conductos, generan argilización (intermedia) supérgena que puede profundizarse
por cientos de metros. Tanto en la Cartografía de Alteración como en la caracterización de los
núcleos de perforación, no se encontraron grandes zonas o recubrimientos de rocas alteradas o
“litocaps” sobre el sistema porfirítico (SILLITOE 1995a). Por lo que se cree que dicho horizonte de
alteración Argílica avanzada posiblemente ya no existe, debido a que han sido removidos por los
intensos eventos erosivos que permitieron la exhumación del cuerpo.
Como asociaciones mineralogicas típicas de esta alteración observadas en los núcleos se encontraron,
Plagioclasas pasando a Caolinita y Sericita, Sulfuros (Py- Cpy) alterando a Silicificación.
Se trata de una alteración de fuerte temperatura, proximal, en la cual se presenta adición de Sílice,
lixiviación de Álcalis y lixiviación de Aluminio. Los minerales característicos son Cuarzo,
Calcedonia y Jaspe, aunque en ocasiones la sílice no presenta estructura definida.
Se observa como una sobreimposición en la textura original de la roca, y se presento siempre sociado
a tres particularidades encontradas en los núcleos de perforación, el primer caso y el mas común es
asociado a zonas donde entran en contacto andesitas involucradas en primeras fases intrusivas con
xenolitos de Basaltos y Microgabros del Complejo Amaime-Barroso(?), en donde se forma una zona
de reacción y enriquecimiento en magnetita, Cpy, Py y Biotita secundaria, iniciando esta zona de
reacción con fuerte silicificación que impregna la roca, generando perdida de textura y coloración
blanquecina que puede variar de acuerdo al tamaño de la zona d. En el segundo caso este tipo de
alteración se observa en sectores donde existe gran densidad de vetillas tipo B, lo cual genera en
apariencia una zona silicificada , y como ultimo como consecuencia del proceso de alteración de
Plagioclasas a Sericita y Caolinita en zonas Argílicas, se produce exceso de sílice que produce
ocasionalmente silicificación notable, esta asociada a zonas Argílicas en dominios fallados.
Vetillas:
Durante el proceso de emplazamiento de cada una de las fases intrusivas, los fluidos hidrotermales,
formados como resultado de la ebullición retrograda de estos magmas en proceso de cristalización, y
separación de fases volátiles (acuosas), son inyectados en la roca a manera de vetillas (BURNHAM &
OHMOTO 1980).
Estas pueden variar en textura, composición y forma de acuerdo a variables como presión,
temperatura, estado de oxidación, composición de las soluciones inyectadas y grado de estabilidad
fisicoquímica de la solución hidrotermal con respecto a la fase intrusiva (GUSTAFSON & HUNT
1975) y su importancia radica en que sus características como mineralogía, localización, abundancia,
orientación y texturas entre otras, dan valiosa información acerca de la evolución en espacio y tiempo
del flujo y composición de los fluidos (SEEDORF et al. 2005) lo que nos acercara a la evolución del
cuerpo y su mineralización.
Tanto en los cuerpos porfiríticos como en los basaltos, dichas vetillas suelen presentarse a manera de
estoverca (Stockwork) multidireccional, (mayoritariamente en vetillas compuestas principalmente por
sulfuros u óxidos de hierro con poca presencia de sílice, en zonas con alteración hidrotermal de tipo
pervasivo) o subparalelo asociados a zonas con fuerte control estructural durante los periodos de
emplazamiento.
Se clasificaron las vetillas observadas de acuerdo a la síntesis elaborada por SILLITOE (2000) para
una secuencia de formación típica para pórfidos ricos en Oro-Cu , en donde se designan los tipos A, a
vetillas con cuarzo en mayor proporción, B a vetillas de cuarzo con sutura de sulfuros, D a vetillas
mayoritariamente de sulfuros, M a vetillas de magnetita, EB cuando son constituidas por Biotita
Secundaria hidrotermal mayoritariamente y vetillas de cuarzo bandeado estas últimas definidas por
MUNTEAN & EINAUDI (2000).
Vetillas que evidencian los efectos retrógrados causados, por el descenso de la temperatura y la
incorporación de fluidos meteóricos al sistema (GUSTAFSON & HUNT 1975). En el depósito
aparecen en las dos fases intrusivas encontradas, corta las vetillas tipo A, y M en la zona potásica.
Presentan halos de clorita no siempre continuos, por lo que es común relacionar su presencia junto
con las vetillas D y M (ocasionalmente) a zonas donde los núcleos presentan alteración Propilítica
(Cl+ Ep).
Vetillas tipo D
Por lo general aparecen sin halo sericítico, es mucho mas común el halo clorítico.
Los dos tipos de vetillas mencionadas anteriormente, son emplazadas en fases posteriores a la etapa
tardimagmática o potásica en el depósito (Fase intraminealpostmineral), en condiciones de rocas ya
cristalizadas con comportamiento netamente frágil, menores presiones, temperaturas y débiles
salinidades con lo que se deduce que existe ya una influencia de aguas meteóricas y mezcla de ellas
con fluidos magmáticos en esta etapa tardía del sistema (CAMUS 2003).
Otras vetillas
La mayor parte de la mineralización de Oro se introduce junto con el Cobre durante la formación de
la alteración K (Potásica), por lo que su correlación es muy buena con zonas de fuerte densidad de
vetillas tipo A y Cuarzo bandeado. (SILLITOE 2000). Es así como las andesitas y dacitas
pertenecientes a la primera fase intrusiva, son un claro objetivo para la mineralización de metales
básicos como Cobre y Oro, dado el tipo de alteración potásicobiotítica con asociación típica Biotita
secundaria – Magnetita y Py, Cpy encontrada, sumado a el tipo de vetilleo asociado (Tipo A, M y
EB) y en muy buenas densidades.
No se observo Oro libre en 36 secciones delgadas pulidas analizadas en detalle, esto debido a que el
oro en los Depósitos porfiríticos en parte se presenta como partículas muy finas (comúnmente
tamaños menores a 20 micras, generalmente menores 100 micras) albergadas en sulfuros (Cpy, Py,
marcasita), y Teluros.
Es así como es mas probable, dadas las características de la asociación de minerales típicos en la zona
potásica- biotítica, que el Oro se encuentre en los sulfuros (Py, Cpy) asociados a los estados
tempranos de alteración y mineralización y por su abundancia encontrada.
Como consecuencia del pequeño tamaño del Oro en el stock porfirítco, su presencia en el área de
estudio se establece como resultado de análisis químicos realizados por (J.I.C.A.).
A partir de estas asociaciones observadas (ver Figs. 23-24-25) se puede concluir que secuencia
paragenetica de las vetillas reportadas en esta zona son los siguientes:
Vetillas tipo M siendo cortadas por vetillas tipo A, vetillas tipo B cortan estas mencionadas
anteriormente convirtiéndose en una segunda fase de vetilleo, posterior a estas se encuentran las
vetillas tipo D las cuales se encuentran cortadas por una fase posterior de vetillas de Calcita siendo
esta fase la ultima en el área.
Fig. 24. Cronología vetilleo, Stock Porfirítico de Santa Lucía (Cauca).
Como particularidad, se presenta en un sondeo, una serie de vetas con textura brechoide o con
bandeamiento simétrico (ver Fig. 26); de composición silicea y carbonatada, siendo común cristales
con textura blade, los cuales son genéticamente relacionadas a fluidos en ebullición. Se presentan
drusas regularmente asociadas a cristalización en espacios abiertos, estas vetas ocurren en cercanías
del contacto entre el cuerpo porfirítico y la roca caja (basaltos), lo que indica una posible
sobreimposición de un sistema epitermal en un sector del stock porfirítico, lo cual es correlacionable
con datos obtenidos en superficie, durante el desarrollo del proyecto, hacia el sector comprendido
entre las quebradas Zo Grande y Machoviejo, donde fue reportada la presencia de dichas vetas tanto
en roca porfirítica como en basaltos del Complejo Barroso-Amaime.
El modelo para sistemas tipo pórfido rico en oro, parte de la existencia de tres tipos de fases
intrusivas, catalogadas de acuerdo a su orden de aparición en el desarrollo del sistema en fases
intrusivas tempranas, fases intraminerales y fases post minerales o tardías (SILLITOE 2000).
Dichas fases no hacen referencia específicamente a un tipo de roca sino a asociaciones de grupos de
intrusivos, vetillas, y alteraciones, los cuales conforman un complejo diferenciable y con cualidades
propias en cuanto a tipo de mineralización y grado de enriquecimiento en metales tales como oro y
cobre.
La diferenciación de fases, en casos donde las rocas no eran claramente diferenciables textural y
composicionalmente, se hizo en base a criterios desarrollados por SILLITOE (2000) y en casos donde
si eran diferenciables los cuerpos, se tomaron los criterios para definir ordenes de fases (Fig. 27).
Se lograron identificar 2 fases intrusivas muy bien diferenciables. Una fase temprana integrada por
dos cuerpos intrusivos porfiríticos tempranos. Uno de composición Dacítica, caracterizado en general
por presentar Biotita secundaria moderada y Cloritización subordinada, las cuales son intruidas por
Andesitas porfiríticas .
Presentan biotita secundaria pervasiva y magnetita mayor que en las Dacitas, esto debido a su
composición primaria mas máfica, lo cual favorece la mayor aparición de Biotita secundaria al
reaccionar con fluidos de las primeras etapas del sistema.
Luego se observa la aparición de una segunda fase intrusiva (postmineral), compuesta por dos
cuerpos porfiríticos de composición dacita-andesita, los cuales intruyen cuerpos porfiríticos
pertenecientes a la fase temprana, son reconocibles por presentar alteración Propilítica y
Cloritización como alteración dominante. Presentan en su mayoría contactos netos, con ausencia de
zona de reacción rica en Biotita secundaria y Magnetita, contienen vetilleo Tipo B, D y Cl+ Ep
característico, en densidades menores .
Etapa Temprana: Se desarrolla el emplazamiento de los intrusivos tempranos en la roca caja (Basaltos
del complejo Barroso-Amaime (?) reconocidos por presentar alteración potásica-biotítica dominante
y vetilleo típico de alta temperatura (tipo M, A, EB, y B). Estos cuerpos son clasificados como
pertenecientes a la primera fase intrusiva, siendo el intrusivo (A) Dacitas y los intrusivos (B)
Andesitas observados a manera de diques que cortan tanto dacitas (A) como xenolitos de roca caja
(Basaltos). Probablemente los diques mencionados son originados como respuesta al emplazamiento
de una fase intramineral que no fue posible diferenciar durante el logueo de los sondeos.
Esta fase postmineral está constituida por dos cuerpos intrusivos de composición Dacita-Andesita, las
cuales presentan alteración propilítica dominante y baja densidad de vetillas tipo B, D y Cl-Ep. Por lo
general los contactos son netos (ausencia zona de reacción) con rocas pertenecientes a la etapa
temprana.
Conclusiones:
• El Stock porfirítico de Santa Lucía, está constituido por 4 cuerpos intrusivos que pueden
agruparse teniendo en cuenta características como tipo dominante de alteración hidrotermal, vetilleo,
mineralización y litología. Según estos parámetros se dividieron en dos fases intrusivas, una fase
temprana constituida por dos cuerpos de composición Dacita-Andesita y una fase postmineral
compuestas igualmente por dos cuerpos porfiríticos de composición Dacita-Andesita.
• Las zonas de alteración encontradas en el Stock porfirítico de Santa Lucía, están representadas
por alteración Potásica en los intrusivos pertenecientes a la fase temprana, alteración propilítica a
manera de halos concéntricos en los intrusivos pertenecientes a la fase postmineral y en la roca caja
(Basaltos) y como sobreimposición a la alteración potásica en los intrusivos tempranos, mostrando
una zonación hidrotermal típica para depósitos tipo pórfido rico en Au-Cu de acuerdo al modelo
planteado por SILLITOE (2000).
• Se observó alteración Argílica supergena asociada exclusivamente a zonas de falla y
silicificación como producto de densos vetilleos tipo B como en zonas de contacto entre andesitas de
primera fase y basaltos.
• con los tenores presentes de Oro y Cobre en la zona de mena (J.I.C.A. 1987), el stock
porfirítico de Santa Lucía puede clasificarse preliminarmente como un depósito tipo pórfido rico en
Oro y como subproducto Cobre (SILLITOE 2000).
• Existe en la parte sur del área de estudio, vetas que evidencian una posible sobreimposición de
un sistema epitermal de baja sulfuración en un sector del cuerpo porfirítico, correlacionable con
sistemas vetiformes de semejantes características reportados en el sector entre las quebradas Zo
Grande y Macho viejo en la vereda Santa Lucía.
La demanda de cobre y molibdeno siendo los principales minerales de interés del depósito es
constante, ambos metales son ampliamente utilizados en la industria y las reservas actuales
son cada vez más escasas, una industria minera en desarrollo genera empleos directos e
indirectos en la región, muchos de los cuales son personal calificado. La industria minera
impulsa también la educación y la investigación, el nivel y calidad de vida en su zona de
influencia ya que demanda la construcción y desarrollo de una compleja infraestructura.
Dicha industria abriría la puerta a más investigaciones a lo largo de los varios sitios de interés
minero en nuestras cordilleras, la historia geológica colombiana data diversos eventos que
podrían haber resultado en anomalías geoquímicas de mayor o igual interés que el depósito
de Mocoa.
7. CONCLUSIONES
8. RECOMENDACIONES
· El territorio colombiano posee cuerpos vulcano-plutónicos que han sufrido los procesos
adecuados para la generación de depósitos de interés económico. Es necesaria una mayor
inversión en investigación y exploración para determinar el verdadero potencial de estos
depósitos ya que su impacto en la economía del país sería cruciaL.
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