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546

Cobre

Libro Blanco del


cobre en Colombia
29 63.546

Cobre

Libro Blanco del


cobre en Colombia
Libro Blanco del cobre
en Colombia

Hamyr Eduardo González Morales


Presidente Minera Cobre de Colombia

Juan Camilo Nariño Alcocer


Presidente Asociación Colombiana
de Minería - ACM

Ricardo Ávila Pinto


Investigador y autor

Speak Consultoría de Reputación


Coordinación editorial

tangrama.co
Diseño

Zetta Comunicadores
Impresión

Parque Eólico Jepírachi, La Guajira, Colombia


Imagen de portada

978-958-53567-0-2
ISBN

CONSULTORIA DE REPUTACION
Ct
Contenido

Seis mensajes clave 4


Introducción 6

1. El cobre, un mineral del pasado, 10


el presente y el futuro
Evolución del consumo 11
Perspectivas de la demanda 15
Oferta y mapa de productores 17
El proceso de producción del cobre 24
Los proyectos en el cinturón del cobre 25

2. Las perspectivas de Colombia 32


La minería y la economía colombiana 33
Prospectos en materia de cobre para Colombia 36
Proyectos existentes y en desarrollo 38
Una zona de enorme potencial 40
Retos de la minería 42
Primarización de la economía 43
Un ejercicio hipotético 45
Impacto ambiental y regulación 47
Comunidades y consultas previas 49
Las oportunidades del cobre para Colombia 52
Económicas y sociales 53
Mejores prácticas y minería verde 56

3. Conclusiones 60
Seis mensajes clave

1. La demanda de cobre en el mundo muestra un fuerte ritmo de


crecimiento sostenido en el corto, mediano y largo plazo como
consecuencia de factores que incluyen el aumento en el nivel
de ingreso, la urbanización, el incremento de la población y,
especialmente, la transición energética que consiste en el rem-
plazo gradual de los combustibles fósiles por fuentes de ener-
gía renovables como la hidroeléctrica, solar, eólica, geotérmica,
entre otras. Paneles solares, turbinas de viento y vehículos
eléctricos, necesitan de cobre y otros minerales, sin mencionar
su uso en construcción, electrónica e insumos médicos.

2. Dos países ubicados a lo largo del llamado “cinturón de cobre”,


sobre la Cordillera de los Andes, poseen las mayores reser-
vas del metal en el mundo: Chile y Perú. Ambos han recibido
importantes inversiones para desarrollar nuevos proyectos.
Más recientemente, Ecuador y Panamá han atraído capitales
importantes para poner en marcha otras iniciativas que buscan
desarrollar depósitos de buen tamaño. El valor conjunto de los
emprendimientos inaugurados o en marcha supera los 100.000
millones de dólares desde 2010.

3. Colombia parecería ser una anomalía en los Andes, en mate-


ria de reservas probadas, pues tiene muchos menos depósitos
identificados que sus vecinos al sur y al noroccidente. La cordi-
llera occidental, con sus 1.200 kilómetros de extensión, muestra
indicios de yacimientos de cobre importantes. En la Serranía del
Perijá hay también áreas cuyas riquezas están por cuantificarse.

4. La eventual existencia de depósitos cupríferos importantes


en el territorio nacional permitiría desarrollar nuevas fuentes
de empleo, impulsar las exportaciones y generar impuestos y
regalías, justo cuando el carbón enfrenta una crisis profunda
debido a los bajos precios internacionales y al cierre de mer-
cados clave. Ello requeriría una minería responsable a través
de buenas prácticas ambientales y sociales que promuevan
la prevención, mitigación, corrección y/o compensación de
los impactos ambientales y contribuyan a mejorar la calidad
de vida de los trabajadores y las comunidades en el área de
influencia de los proyectos mineros.

4 Libro Blanco del cobre en Colombia


5. Existe la posibilidad de impulsar encadenamientos para que
Colombia no sea tan solo un productor de materias primas,
sino para que desarrolle su industria alrededor del cobre y sus
aplicaciones.

6. Esto será factible, cuando el país permita que se adelanten


los estudios geológicos obtenidos a partir de actividades de
exploración minera en un territorio ampliamente desconocido.
Para tomar la decisión de darle luz verde o no a la minería del
cobre, lo primero que se requiere es información base y esta
no se encuentra disponible para gran parte del territorio donde
existen prospectos mineros.

Seis mensajes clave 5


Introducción

Los historiadores hablan del calcolítico o del eneolítico como ese


periodo de la historia de la humanidad ubicado entre el neolítico y
la edad de bronce. En ambos casos los términos —con raíz griega
y latina— se refieren a la edad del cobre ubicada en cercanías del
quinto milenio antes de Cristo1.

Diferentes hallazgos permiten afirmar que el metal comenzó a


ser fundido en el sur de la península de Anatolia, al igual que en
Mesopotamia, por ese entonces. Igualmente, en lo que hoy es Siria
se han encontrado vestigios, mientras que en la zona de los Balcanes
también se ubicaron piezas que habrían sido trabajadas en un
momento más reciente.

Desde aquella época, el cobre ha estado presente en la vida diaria de


los seres humanos. Las propiedades que posee, las cuales incluyen
maleabilidad, conductividad y resistencia a la corrosión, explican su
uso masivo, tanto en forma individual como en aleaciones.

A partir de mediados del siglo XIX el aprovechamiento del metal


aumentó de manera sustancial en la medida en que la energía eléctrica
comenzó a masificarse y la industrialización se aceleró, al igual que los
procesos de urbanización. La electrónica impulsó más la demanda, que
se surte primordialmente a través de la producción de alambrón, cuyo
principal uso es la fabricación de conductores, seguidos por tubos,
láminas, barras y secciones2.

Y ese universo de posibilidades seguirá expandiéndose en las próxi-


mas décadas de la mano de la transición energética que plantea un
cambio sustancial en la matriz de generación de electricidad, en
beneficio de las fuentes no convencionales renovables. Paneles sola-
res o turbinas de viento son la principal alternativa para un mundo
que irá alejándose paulatinamente de los combustibles fósiles.

El cambio en la movilidad, derivado del surgimiento de los vehícu-


los eléctricos e híbridos, derivará en menores emisiones de gases de
efecto invernadero. Detrás de esa transformación vendrá un consumo
de cobre mucho mayor, una perspectiva que comienza a reflejarse en
la evolución de los mercados internacionales de bienes primarios.

Más allá de que un 30% de la oferta global provenga del reciclaje,


las proyecciones muestran que el apetito por el metal supera las

1 Microsoft Word - ICSG Factbook 2020


2 UPME-CRU (2018). “Cobre. Caracterización y análisis del mercado interna-
cional de minerales en el corto, mediano y largo plazo con vigencia al año
2035”.

6 Libro Blanco del cobre en Colombia


disponibilidades actuales. A pesar de que hay tecnologías en pleno
desarrollo con el fin de hacer económicamente viable la explotación
de depósitos con tenores bajos, el interés por encontrar nuevos yaci-
mientos es considerable.

Es en ese contexto que Colombia entra en escena, como un lugar


con un alto potencial para minería de cobre. La cordillera de los
Andes contiene las reservas de cobre más grandes del mundo, lo
cual ha llevado a la existencia de proyectos en Chile, Perú, Ecuador y
Panamá. Suena improbable que en los ramales existentes en territorio
colombiano no se identifiquen zonas promisorias, más allá de las ya
encontradas.

La respuesta a las incógnitas actuales solo se conocerá una vez se


adelanten las labores de exploración indispensables para identificar lo
que hay en el subsuelo. El proceso, sin embargo, ha encontrado obstá-
culos relacionados con la marcha de consultas populares, aprobación
de licencias ambientales y autorización de la sustracción de áreas de
reserva forestal nacionales y regionales. Como consecuencia, las pes-
quisas que conllevan inversiones calculadas en cientos de millones de
dólares por el Ministerio de Minas no han podido llevarse a cabo.

Contar con la información adecuada de fases tempranas del ciclo


minero como lo son la prospección y exploración, es definitivo para
establecer los pasos siguientes. Programas como el de las áreas
estratégicas mineras van en la dirección correcta, pero la tarea por
hacer incluye aquellas áreas cobijadas por títulos mineros en donde
se requiere más rapidez en los trámites con el fin de establecer el
volumen de recursos que hay en el subsuelo.

Una vez completada esa etapa vendría una fase de estructuración


de aquellos emprendimientos que sean financiera y ambientalmente
viables, lo que obligará al cumplimiento de los requisitos del caso.
Los sondeos muestran un rechazo por parte de la opinión hacia las
actividades mineras, lo cual impone una presión adicional para que se
logre la aceptación de un proyecto minero en el territorio, aquello que
se conoce popularmente como la “licencia social”.

Es importante, entonces, que el debate sobre la conveniencia de los


proyectos cupríferos incorpore un número amplio de criterios. Lejos de
ser un espectador pasivo, el país podría convertirse en un actor des-
tacado del proceso de transición energética, incluyendo la opción de
no ser tan solo un productor de materias primas, sino de avanzar en la
cadena de valor al impulsar procesos de manufactura.

De otro lado, y dado el declive previsible de las ventas de hidrocar-


buros y carbón, la economía nacional encontraría un nuevo segmento
que incidiría sobre el nivel de exportaciones, el recaudo de impues-
tos y la repartición de regalías. Conceptos como la minería verde que

Introducción 7
defiende el Banco Mundial serían adoptados para mitigar el impacto
ecológico y servir de referente a otras naciones.

El propósito del presente documento es describir tanto el contexto


global del cobre, como examinar escenarios que eventualmente
podrían convertirse en realidad para la economía colombiana. Por
ahora, y ante la falta de certeza sobre depósitos más grandes que
los ya identificados, el ejercicio es hipotético. Ello no impide pensar
que, si Colombia establece compromisos claros para ejecutar accio-
nes estratégicas para la producción de cobre en el país, a su manera,
empezaría con su propia edad del cobre.

8 Libro Blanco del cobre en Colombia


1

El cobre, un mineral
del pasado,
el presente
y el futuro
Los primeros vestigios sobre herramientas o adornos de cobre provie-
nen de los albores de la civilización, cuando las tribus nómadas comen-
zaron a optar por el sedentarismo. La especialización de oficios y la
necesidad de contar con herramientas más útiles que las esculpidas
en piedra, dio paso a la experimentación con los metales, algo que vino
acompañado de técnicas para extraerlos, moldearlos y combinarlos.

La existencia de depósitos de cobre nativo tanto en el área del medio


oriente como en la América precolombina es considerada como un
factor que derivó en su amplio uso. Eventualmente se desarrollaron
crisoles que permitieron la explotación de minas de carbonato de
cobre, a partir de los cuales se habrían forjado armas al igual que
utensilios y adornos.

Uno de los atractivos del metal es su utilización en aleaciones que


incluyen elementos como estaño para el bronce, zinc para latones,
al igual que níquel, aluminio, silicio, berilio, cromo, plata o cadmio.
El árbol de posibilidades es muy amplio y tiene aplicaciones múltiples
en la vida diaria.

La lista viene en aumento con el paso de los siglos. Aparte de las


categorías mencionadas arriba, solo o combinado, el cobre ha servido
para monedas, campanas, candelabros, artefactos bélicos, estatuas
o instrumentos caseros.

No obstante, ese aprovechamiento fue mucho mayor una vez Michael


Faraday construyó el primer generador de electricidad en 1832. Las
propiedades de conductividad del metal masificaron su uso que se
extendió con el avance de la revolución industrial y el mayor consumo
de energía.

Evolución del consumo

De acuerdo con Codelco3 a comienzos del siglo XX la demanda mun-


dial del mineral era cercana al medio millón de toneladas anuales.
Diez años después la cifra se había duplicado, por cuenta del desa-
rrollo de la lámpara incandescente en 1880 que llevó a la gradual
desaparición de la iluminación con gas en las ciudades.

Para ese entonces la mayor parte de los yacimientos en forma de vetas


con alta concentración de cobre estaba en franco declive, por lo cual
se perfeccionaron técnicas para explotarlo, más allá de que estuviera
asociado a otros elementos en concentraciones relativamente bajas.
La presencia de oro y plata como metales asociados sirvió en más de
un caso para impulsar la rentabilidad de los proyectos emprendidos.

3 Historia del cobre (codelco.com)

El cobre, un mineral del pasado, el presente y el futuro 11


Uso del cobre refinado en el mundo, 1900-2019
Miles de toneladas métricas de cobre

26.000
24.000
22.000
20.000
18.000
16.000
14.000
12.000
10.000
8.000
6.000
4.000
2.000
0
1900
1905
1910
1915
1920
1925
1930
1935
1940
1945
1950
1955
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2010
2015
Fuente: ICSG

El consumo global aumentó con altibajos durante la primera mitad del


siglo pasado, hasta ubicarse en cercanías de los dos millones de tone-
ladas a finales de la Segunda Guerra Mundial. Desde ese momento, la
pendiente aumentó de manera significativa, hasta multiplicarse casi
siete veces hacia el año 2000.

Dos factores explican principalmente lo sucedido. De un lado, el creci-


miento de la población mundial que vino acompañado de mejoras en el
ingreso, altas tasas de urbanización y avances en los diferentes siste-
mas de transporte. Del otro, la electrónica que a partir de la invención
del transistor se tradujo en la aparición de diferentes aparatos para uso
doméstico, comercial o industrial.

Con la llegada del nuevo siglo, el proceso de mayor uso del cobre
continuó. En 2013, el consumo de cobre refinado superó por primera
vez el nivel de los 20 millones de toneladas anuales y cuatro años más
tarde se acercó a los 23 millones de toneladas. Para 2020 la produc-
ción —incluyendo minería y reciclaje— habría sido de 24,4 millones de
toneladas con un alza de 1,6% frente al año precedente4, a pesar del
impacto ocasionado por la pandemia.

4 ICSG PRESS RELEASE Date Issued: 20th January 2009

12 Libro Blanco del cobre en Colombia


Uso del cobre refinado en el mundo y escenarios de oferta
Miles de toneladas métricas de cobre

PRONÓSTICO A 2021
Regiones Producción en mina Producción refinada Uso refinado
(‘000 t Cu) 2019 2020 2021 2019 2020 2021 2019 2020 2021
África 2,247 2,327 2,518 1,379 1,482 1,635 180 162 169
Norte América 2,627 2,519 2,680 1,727 1,634 1,870 2,389 2,228 2,335
Latinoamérica 8,779 8,508 9,058 2,780 2,941 3,082 428 381 393
Asean-10 742 840 1,032 734 726 718 1,199 1,021 1,154
Asia / sin Asean CIS 2,415 2,461 2,582 12,662 12,859 13,460 16,195 16,941 16,758
Asia-CIS 906 906 911 499 507 504 106 102 106
Unión Europea 861 874 837 2,579 2,701 2,760 3,071 2,831 2,983
Otros Europa 919 1,069 1,149 1,261 1,281 1,254 853 816 842
Oceanía 1,033 946 1,020 426 394 400 5 5 5
TOTAL 20,528 20,446 21,784 24,045 24,523 25,662 24,427 24,486 24,745
Mundial ajustado
20,528 20,223 21,151 24,045 24,434 24,815 24,427 24,486 24,745
1/ 2/
% variación -0.2% -1.5% 4.6% -0.1% 1.6% 1.6% -0.2% -0.2% 1.1%
Balance Refinado en el mundo (con base en el uso aparente de China) -382 -52 69

1/ Basado en una formula que mide la diferencia entre la disponibilidad de cobre


proyectada en concentrado y el uso proyectado en producción primaria refinada
de origen electrolítico.
2/ Tolerancia a las reducciones en la oferta basadas en el pronostico promedio
de desviaciones calculadas por ICSG para cinco años previos.

Lo ocurrido refleja implícitamente la transformación estructural


observada en el planeta con respecto a la mayor importancia de los
países emergentes que en 1990 representaban un 35% de la economía
mundial y cuya participación ahora asciende a 59%, cuando se toma
como base el Producto Interno Bruto respectivo ajustado por su pari-
dad de compra. El descenso en la tasa de pobreza y el aumento de
la clase media impulsó el consumo interno en Asia, África y América
Latina, mientras que las cadenas de valor promovieron la especializa-
ción en la industria.

Como consecuencia, el tradicional modelo de expansión norte-sur


cambió para abarcar todos los puntos cardinales. Sin desconocer que
las brechas entre naciones ricas y pobres todavía son amplias, tanto las
inversiones en desarrollo de infraestructura, como la tendencia hacia
la urbanización y el mayor poder de compra de cientos de millones de
seres humanos, se combinan en favor de una demanda más alta de
ciertos elementos.

A lo anterior hay que agregarle los avances tecnológicos. Detrás del


internet de las cosas, la inteligencia artificial o la computación en la

El cobre, un mineral del pasado, el presente y el futuro 13


Cómo impulsara el Cu la nueva generación de tecnologías limpias

Capazo
Vehículos eléctricos
Cu Generador Los vehículos eléctricos contiene más
de cinco veces el cobre que un vehí-
Caja de culo tradicional y para finales de la
velocidades década representarán cerca del 40%
de la demanda de cobre verde.
Cu Cables
Estación de carga
Aspas del rotor
Cu
Torre

Turbinas de viento
La demanda de cobre a partir de la
energía eólica representará el 20% de Cu
la demanda verde con la intensidad Cu
del uso del cobre tendiente a crecer Cu
en la medida en que los proyectos Batería Motor
costa afuera, que requieren dos veces Cables
más cobre, se vuelven prevalentes.

Marco Almacenamiento de energía


En los vehículos eléctricos el
Superficie
cobre se usa principalmente
del panel
para las baterías y en el futuro el
desarrollo de una red de sistemas
de almacenamiento de energía va a
Celda representar un riesgo clave al alza
Cu
para la demanda de cobre verde.

Ánodo
Colector de (grafito)
corriente
Interconectores
Separador

Paneles solares Cu
El cobre es clave para la eficiencia
y desempeño de los paneles Ca Colector de
fotovoltaicos y gracias a su costo que rga corriente
-d
es
declina rápidamente y al desarrollo ca
rga
del sector serán el segundo gran Electrolito Cátodo
(sales de litio) (Formación
impulsor de la demanda verde.
diferente)

Fuente: Banco Mundial, ICA, Cooper Alliance, Goldman Sachs Global Investment Research.
nube, existen las autopistas digitales y las instalaciones físicas que
garantizan la expansión en la velocidad del intercambio de datos y
la información en tiempo real. Lo anterior sin hablar de la transición
energética en marcha, que merece una consideración aparte.

Hoy en día el cobre refinado se destina principalmente a la elabora-


ción de bienes semi terminados. Estos incluyen alambrón, alambre,
láminas, tubos, barras y secciones. El primero, a su vez, es utilizado
para la elaboración de conductores eléctricos a través de la trefilación.
Respecto a usos finales, estos se dividen en transmisión de energía,
bienes de consumo y construcción.

China es, de lejos, el principal consumidor de cobre en el mundo —con


una participación cercana a la mitad— debido tanto a la evolución de
su consumo interno como a ser el exportador más grande del planeta.
Mucho más atrás se encuentran Estados Unidos, Alemania o Japón,
que en conjunto representan una quinta parte de la demanda.

En el transcurso de las décadas pasadas el número de sectores en


los que se utiliza el metal ha venido en franco aumento. No obstante,
en circunstancias puntuales se han presentado innovaciones que lle-
varon a la sustitución paulatina del cobre por otros insumos.

Así ocurrió en el caso de la telefonía fija y la transmisión de datos, en


la cual la fibra óptica cuenta con claras ventajas. Igualmente, las tube-
rías de plástico son hoy la norma en las edificaciones.

Hacia el futuro, vale la pena tener en cuenta que, en ocasiones, el


aluminio puede ser usado en la manufactura de cables o de aires
acondicionados. A pesar de ello, el cobre es considerado un elemento
de baja sustituibilidad, algo que solo cambiaria si llega a darse una
variación sustancial en los precios relativos frente al escenario actual.

Perspectivas de la demanda

A comienzos de 2021 el precio del cobre en los mercados internaciona-


les llegó a su nivel más alto en diez años. Más allá de la presencia de
prácticas especulativas eventuales, voceros de la industria señalaron
que el aumento observado era el reflejo de factores de orden funda-
mental5 que llevaron la cotización a más de 10.000 dólares por tone-
lada, dos veces más que el nivel observado en marzo de 2020 cuando
las preocupaciones en torno a la pandemia deprimieron los valores de
los bienes primarios.

5 https://www.ft.com/content/fa6f09c1-a86a-4ace-ad0b-cccd670d8bb3

El cobre, un mineral del pasado, el presente y el futuro 15


325
300
275
250
Uso de cobre por vehículo

225
200 Un vehículo eléctrico
175 requiere aproximadamente
3,6 veces la cantidad
150
de cobre
125
100
75
50
25
0
Vehículo Híbrido Híbridos Eléctrico Bus E-bus puro
tradicional enchufables a baterías Híbrido

Fuente: International Copper Asociation, BMO Capital Markets.

El cambio de perspectiva tendría poco de coyuntural. A pesar de la


contracción sufrida por la economía global, el proceso de transición
energética no se interrumpió durante el año en que el mundo enfrentó
la emergencia derivada del Covid-19.

La consolidación de fuentes de electricidad renovables y no conven-


cionales cambia de manera radical las perspectivas de la demanda.
De acuerdo con una proyección de BMO Capital Markets, la capacidad
instalada de los parques solares debería triplicarse en 2025, mientras
que la de los eólicos se duplicaría para la misma fecha.

Un reporte del banco JP Morgan, por ejemplo, sostiene que el uso del
metal con destino a vehículos eléctricos pasará de 925.000 toneladas
anuales en 2020 a 4,2 millones en 2030. En el caso de una turbina de
tres megavatios movida por un molino de viento, el requerimiento es
de 4,7 toneladas.

Evolucionar hacia matrices de generación de energía bajas en emi-


siones de carbono implicará una mayor utilización de una serie de
metales y minerales. En esa lista se encuentran, entre otros, aluminio,
boro, cromo, hierro, plomo, manganeso, molibdeno, níquel, zinc y, por
supuesto, cobre.6

6 The Growing Role of Minerals and Metals for a Low Carbon Future.
World Bank. Washington, 2017.

16 Libro Blanco del cobre en Colombia


Este último tiene aplicaciones en al menos ocho tecnologías asocia-
das con energías limpias y almacenamiento. Además, es el único que
se utiliza en todas las opciones disponibles, desde las tradicionales
hasta las más modernas.

De acuerdo con un cálculo hecho por el Banco Mundial, para 2050


la participación más grande en la demanda de cobre asociada al
segmento de fuentes para la producción de electricidad provendría
de paneles solares (39%) y sistemas eólicos (35%)7. Los estimativos
hechos reconocen que puede haber una subestimación de las cifras
al no incluir requerimientos de infraestructura, como es el caso de
sistemas de transmisión.

Aun así, la entidad proyecta que solamente en la parte de generación


hacia mediados de siglo este renglón consumiría casi 1,4 millones de
toneladas anuales, equivalentes a casi el 7% de la producción regis-
trada en 2018. El mensaje subyacente, en cualquier caso, es claro: la
combinación de un crecimiento económico global vigoroso con una
mayor población y una tendencia hacia la urbanización en Asia y África,
junto a la expansión de las fuentes renovables y la movilidad sosteni-
ble, sumada a más infraestructura de distribución, llevará el consumo
de cobre a niveles muy superiores a los actuales.

Dicha percepción es la que explica el comportamiento de los precios


del metal y abre interrogantes sobre el adecuado abastecimiento de
este. Aun si el reciclaje va a servir para suplir parte de la demanda,
resulta incuestionable afirmar que el mundo necesitará más cobre en
el futuro, con lo cual la pregunta es cómo se cubrirán las necesidades.

Oferta y mapa de productores

La disponibilidad futura de los minerales se apoya en el concepto


de reservas y recursos8. Las primeras se refieren a los depósitos ya
descubiertos que han sido objeto de un proceso de evaluación y cuya
explotación es económicamente viable. Los segundos incluyen a las
reservas, junto a los depósitos descubiertos con potencial de viabilidad
y las inferencias hechas por los especialistas basados en estudios de
tipo geológico.

De acuerdo con un estimativo del Departamento del Interior de


Estados Unidos (United States Geological Survey, USGS), las reservas
de cobre en el mundo se acercan a los 870 millones de toneladas (MT),
mientras que las identificadas suman 2.100 MT y las no descubiertas

7 Minerals for Climate Action: The Mineral Intensity of the Clean Energy
Transition. World Bank. Washington, 2020.
8 International Copper Study Group. The World Copper Factbook 2020.

El cobre, un mineral del pasado, el presente y el futuro 17


Reservas mundiales de cobre en 2019 y producción de mina
(Recursos no descubiertos sin incluir nódulos en el mar profundo y cobre
contenido en sulfuro tanto en tierra como en depósitos submarinos)

Total de recursos
(identificados y no descubiertos)
5.600 millones
de toneladas métricas(TM)

Recursos identificados
2,100 TM

Reservas
870 TM

Capacidad
de mina
24,1 TM

Producción
en mina No a escala
20,5 TM

Fuente: USGS (datos de recursos sobre reservas) e ICSG (datos de capacidad


sobre producción)

3.500 MT. Esta última cifra no incluye lo que se encuentra en nódulos


submarino o en depósitos de sulfuros.

La misma entidad hizo en 2013 un completo estudio para examinar la


disponibilidad de yacimientos de metal en el planeta. De acuerdo con
el análisis, cerca de 60% de los depósitos mundiales se encuentran
en forma de pórfidos, un tipo de mineralización de origen magmá-
tico e hidrotermal que se caracteriza por su baja ley. Una proporción
menor está en yacimientos estratoligados, asociados a salmueras
sedimentarias.

Dada la geología de la Cordillera de los Andes, América del Sur cuenta


con las mayores reservas del mundo, calculadas en 39% del total. Si
a lo anterior se le agregan los datos de Centro y Norteamérica, esa

18 Libro Blanco del cobre en Colombia


Producción de cobre en mina por región (1960 vs 2019)
Miles de toneladas métricas de cobre

1960 2019

3%
5%
Oceanía
19% 11%
25% África
6% 43% 13% Europa

Norte América
11% 13%
36% Asia
15%
Latinoamérica

Fuente: ICSG

participación sube a casi dos terceras partes (65%). Con un peso


menor, en la lista se encuentran África y Asia central. No obstante,
cuando se habla de recursos potenciales el peso del hemisferio ame-
ricano cae a 40%, mientras que el de Asia sube a cerca de la mitad.

Por cuenta de la distribución actual, Chile es el país con más reser-


vas y producción de mineral a nivel global, seguido por Perú. China,
Congo y Estados Unidos son jugadores importantes, en lo que atañe
a extracción, aunque con un inventario de depósitos más bajo. En el
ámbito regional, y aparte de los dos mencionados, México está en
la lista de los más grandes mientras que Ecuador y Panamá apenas
empiezan a notarse tras la entrada en operación de dos proyectos
de buen tamaño en 2019 y 2020.

Vale la pena anotar que, en materia de metal refinado, China lleva


la delantera, por encima de Chile, Congo y Rusia. Parte de esa cir-
cunstancia se explica por el uso de chatarra que, gracias al reciclaje,
representa un 17% de la oferta mundial.

Es notorio, en todo caso, el peso creciente de América Latina en la


oferta mundial, el cual más que se duplicó en las últimas seis décadas
al pasar del 19% al 43%. Más llamativo aun es que la producción de la
región, que en 1960 fue de 750 mil toneladas, creció a 8,8 millones de
toneladas en 2019, con tendencia al alza.

A la luz de las cifras existentes, sería fácil llegar a la conclusión


de que la tensión entre oferta y demanda que fue la característica

El cobre, un mineral del pasado, el presente y el futuro 19


Producción en mina Producción refinada
Reservas
2019 2020 2019 2020
Estados Unidos 1,260 1,200 1,030 910 48,000
Australia 934 870 426 380 8
88,000
Canadá 573 570 281 290 9,000
Chile 5,790 5,700 2,270 2,400 200,000
China 1,680 1,700 9,780 9,800 26,000
Congo (Kinshasa) 1,290 1,300 1,080 1,100 19,000
Alemania — — 632 670 2,000
Japón — — 1,500 1,600 —
Kazajistán 562 580 512 540 20,000
Republica de Corea — — 665 680 —
México 715 690 477 470 53,000
Perú 2,460 2,200 308 330 92,000
Polinia 399 400 566 550 32,000
Rusia 801 850 1,050 1,060 61,000
Zambia 797 8320 262 360 21,000
Otros países 3,100 3,300 3,640 3,500 200,000
Total mundial 20,400 20,000 24,500 25,000 870,000
(redondeado)

predominante en el mercado global del cobre a comienzos de 2021


no es excesiva, por lo cual no hay qué preocuparse. Sin embargo, los
expertos señalan que existe un descenso paulatino en los depósitos
de mejor calidad que podría traducirse en costos más elevados para
extraer el metal.

Adicionalmente, existe la posibilidad de que sean desarrolladas tec-


nologías para hacer económicamente viable la extracción en áreas
en donde la proporción de cobre sea inferior al 0,5%. Ese el caso del
mineral que existe en la calcopirita, sulfuro natural de cobre y hierro9.

Pero hasta tanto no se produzca un verdadero salto tecnológico, la


perspectiva es de estrechez en el mercado. El consenso entre los
analistas es que esta es una tendencia de largo plazo que se acen-
tuará debido a la transición energética.

Adicionalmente, vale la pena subrayar que no han tenido lugar grandes


hallazgos en los últimos años. Debido a ello, la mayoría de las inver-
siones recientes se concentran en proyectos brownfield, que superan
con creces a los greenfield. Existe, entonces, la probabilidad de cuellos
de botella ocasionales que desembocarían en una alta volatilidad de

9 Sulfuros primarios, desafíos y oportunidades. Cochilco, Santiago de Chile


2017.

20 Libro Blanco del cobre en Colombia


Las principales 20 minas de cobre por capacidad (base 2020)
Miles de toneladas métricas de cobre
Fuente: ICSG

Puesto Mina País Propietarios Fuente Capacidad

1 Escondida Chile BHP Billion (57.5%), Rio Conos & 1,400


Tinto Corp (30%), Japan SX-EW
Escondida /12.5%)
2 Collahuasi Chile Anglo American (44%), Conos & 610
Glencore plc (44%), Mitsui SX-EW
(8.4%), JX Holdings (3.6%)
3 Buenavista del México Grupo Mexico Conos & 525
Cobre (former SX-EW
Cananea)
4 Morenci Estados Freeport-McMoRan Conos & 520
Unidos Inc. (72%), affiliates of SX-EW
Sumitomo Corporation
(28%)
5 Cerro Verde II Perú Freeport-McMoRan Concentrates 500
(Sulphide) Copper & Gold Inc. (54%),
Compañía de Minas
Buenaventura (19.56%),
Sumitomo (21%)
6 Antamina Perú BHP Billion (33.75%), Teck Concentrates 450
(22.5%), Glencore plc
(33.75%), Mitsubishi Corp.
(10%)
6 Polar Division Rusia Norilsk Nickel Concentrates 450
(Norilsk /
Talnakh Mills)
8 Las Bambas Perúu MMG (62.5%), Guoxin Concentrates 430
International Investment
Corporation Limited
(22.5%), CITIC Metal Co.
Ltd. (15%)
9 Grasberg Indonesia PT Freeport Indonesia (PT Concentrates 400
Inalum and the provincial/
regional government
(51.2%) and Freeport-
McMoRan Inc. (48.8.%))
10 El Teniente Chile Codeico Conos & 399
SX-EW
11 Chuquicamata Chile Codeico Conos & 370
SX-EW
11 Los Bronces Chile Anglo American (50.1%), Conos & 370
Mitsubishi Corp. (20.4%), SX-EW
Codeico (20%), Mitsui
(9.5%)
11 Los Pelambres Chile Antofagasta Plc (60%), Concentrates 370
Nippon Mining (25%),
Mitsubishi Materials (15%)
14 Kansanshi Zambia First Quantum Minerals Conos & 340
Ltd. (80%), ZCCM (20%) SX-EW
15 Radomiro Tomic Chile Codeico Conos & 330
SX-EW
16 Cobre Panama Panamá First Quantum Minerals Concentrates 300
Ltd. (90%), Korea Panama
Mining Corp. (LS-Nikko
Copper Inc. and Korean
Resources Corporation)
(10%)
17 Kamoto Congo Katanga Mining Ltd. SX-EW 300
(86.33% Glencore plc)
(75%), Gecamines (25%)
18 Bingham Estados Kennecott Concentrates 280
Canyon Unidos
19 Toquepata Perú Southern Copper Corp. Concentrates 255
(Grupo Mexico (86.9%),
International Investment
community (11.1%))
20 Sentinel Zambia First Quantum Minerals Concentrates 260
Ltd.

Nota: Los datos de capacidad reflejan potencial de producción y no necesariamente


pronósticos de producción

precios por motivos especulativos, a menos que se despejen las dudas


respecto al abastecimiento.

Los elementos señalados han llevado a algunos analistas a pronos-


ticar cambios todavía más profundos. Un reporte del banco Goldman
Sachs10 sostiene que para 2030 la demanda adicional de cobre atri-
buible a la transición energética crecería 600% frente a los niveles
actuales, llegando a 5,4 millones de toneladas en un escenario base
y hasta 8,7 millones de toneladas si la adopción de tecnologías ver-
des se acelera.

Tales circunstancias coinciden con una lenta reacción de la oferta que


incluso podría llevar al agotamiento de los inventarios para media-
dos de la presente década. La explicación es que el mineral es un
bien primario de ciclo largo, lo cual quiere decir que una ampliación

10 Goldman Sachs. Copper is the new oil. Nicholas Snowdon. April 2021.

22 Libro Blanco del cobre en Colombia


Los precios del cobre van a ser impulsados por razones materiales en
los próximos años…
Precios históricos y proyectados del cobre en 2021

15000 $/t Precio del cobre en 2021 Pronóstico previo


Pronóstico nuevo
13000

11000

9000

7000

5000

3000

1000

2015

2020

2025
2010
2005
2000
1995
1990
1960

1985
1980
1975
1970
1965

Fuentes: Banco Mundial, Goldman Sachs Global Investment Research

... Para prevenir el agotamiento de los inventarios de cobre mientras


el aumento en la demanda verde coincide con el pico actual de
oferta proveniente de la mina
Inventarios visibles, históricos y proyectados de cobre a nivel global

Histórico Precios a USD 11 mil /TM


Inventarios visibles Precios a Caso base (USD 15 mil/TM
globales en TM USD 9 mil/TM para 2025)
1,600

1,200

800

400

-400 Agotamiento de
los inventarios
-800 a partir de sept. 2022
-1,200

-1,600
2009
2005

2007
2003

2023

2025
2019
2017
2013

2015

2021
2011

Fuentes: Wind, Woodmac, Goldman Sachs Global Investment Research


de mina demoraría entre dos y tres años, mientras que construir un
proyecto nuevo exigiría ocho años.

No hay duda de que los tiempos pueden variar si, como se prevé, hay
un ciclo alcista de precios que haga viables nuevos emprendimientos.
La apuesta de Goldman Sachs es que la tonelada de cobre se enca-
mina hacia los 15.000 dólares, más de un 50% superior a los niveles
de abril de 2021.

EL PROCESO DE PRODUCCIÓN DEL COBRE

La gran mayoría del cobre que se produce mundialmente viene de mine-


rales sulfurados, usualmente provenientes de pórfidos. Después de la
extracción de la roca, viene el proceso de chancado para dejarla en una
fracción de su tamaño original, tras lo cual viene la molienda y la flota-
ción, en la cual se utiliza un detergente para lograr un concentrado que
usualmente contiene un 30% de cobre.

En algunas explotaciones, este es el insumo que se vende o exporta


para que sea procesado lo cual pasa por la eliminación total o parcial
del agua retenida, algo que se conoce como secado. Acto seguido, si los
concentrados resultantes contienen una elevada proporción de arsénico,
se pasa a la etapa de tostación en la cual el mineral se expone a alta
temperatura.

A continuación, tiene lugar la fusión que da lugar a dos fases: una rica en
cobre que incluye hierro sulfurado —denominada mata o eje— y otra de
óxidos de hierro, conocida como escoria. La primera pasa a un converti-
dor en el cual se eliminan el hierro y otras impurezas que dejan un cobre
metálico —o blíster— con una pureza de entre 96 y 98%. Por último,
llega la refinación en un horno, de dónde salen los ánodos de cobre con
un grado que va del 99,5 al 99,7%.

En el caso de los sulfuros de cobre se utiliza la hidrometalurgia que


comprende la disolución selectiva (lixiviación), la purificación o concen-
tración (extracción por solventes) y la precipitación o electro obtención.
Con respecto a la primera etapa hay diferentes opciones que incluyen
la lixiviación bacteriana o biolixiviación.

Aunque esta opción es viable dependiendo del tipo de yacimiento, es


proporcionalmente menos usada que la primera. Aun así, es objeto
de estudio porque mayores avances permitirían tratar con viabilidad

24 Libro Blanco del cobre en Colombia


económica el concentrado de calcopirita, que abunda en la superficie
de la Tierra (adaptado de Cochilco, 2017).

Concentrado
~20-30%

Secado

Tostación

Fusión
Metal Blanco
~70-75%
Conversión
Blíster
~96-98%
Pirorrefinación

Ánodo
~99,5-99,7%

Fuente: Cochilco 2017

El mensaje, es claro: el mundo necesita más cobre por cuenta de un


cambio estructural tanto en las fuentes como en los usos de la energía,
que se suma a la expansión de la economía global, la creciente urbani-
zación y la mejoría de ingresos en los hemisferios norte y sur. La pre-
gunta de fondo es cómo se atenderá ese mayor consumo y qué países
pueden aprovechar mejor esos vientos para impulsar su desarrollo.

Los proyectos en el cinturón del cobre

La cordillera de los Andes es considerada la zona más rica en minera-


les metálicos de todo el planeta. Esta circunstancia es consecuencia
de la existencia de una placa tectónica oceánica que hace presión
desde abajo sobre la corteza continental, un proceso que comenzó
hace unos 200 millones de años y que vino acompañado de magma

El cobre, un mineral del pasado, el presente y el futuro 25


y actividad volcánica, hasta la formación de la cadena montañosa 20
millones de años atrás11.

De acuerdo con los geólogos, la combinación de depósitos de roca


derretida —magma— con agua en la corteza caliente, llevó al enrique-
cimiento de elementos como cobre, oro y plata, entre otros. Con el
correr del tiempo, estos acabarían precipitándose en yacimientos que
son considerados únicos en el mundo.

Más allá de la explicación sobre su origen, los primeros habitantes de


lo que hoy es América del Sur comenzaron a usar minerales metáli-
cos, lo cual incluyó labores de extracción y purificación, al igual que la
creación de aleaciones. Algunos objetos encontrados datan del siglo
V a.C., y con el tiempo el conocimiento adquirido derivaría en obras
de orfebrería sofisticada como las que se encuentran en el Museo del
Oro de Bogotá.

Durante la época de la Conquista y buena parte de la Colonia, las


explotaciones se centraron en metales preciosos. Sin embargo, desde
el siglo XIX Chile emergió como un importante productor de cobre,
aunque solo llegaría a ocupar el primer lugar en el plano internacional
hasta la década de los ochenta del siglo pasado.

Yacimientos como Chuquicamata, Potrerillos y El Teniente son conoci-


dos desde hace décadas en el país austral, dando lugar a desarrollos
industriales que comenzaron más de cien años atrás. Otras áreas
empezaron a ser identificadas de manera paulatina, siendo desarro-
lladas en épocas más recientes.

Perú experimentó un proceso similar, aunque con una gran diversidad


que le llevó a ser un jugador importante en estaño, zinc, plomo, oro
y plata. Aunque desde hace más de 130 años ya era un exportador de
cobre notorio, el auge en este caso es mucho más reciente.

Frente a esos países, Ecuador y Panamá apenas están comenzando


su recorrido. No obstante, también se encuentran en la mira de inver-
sionistas que buscan desarrollar una riqueza cuprífera que no tiene
parangón y atrae capitales por miles de millones de dólares actual-
mente. Dentro de los proyectos más destacados de los últimos años,
país por país, están los siguientes:

11 Seyfried, Hartmut, Worrier, Gerhard, Uhlig, Dieter, Kohler, Ingrid, & Calvo,
Claudio. (1998). Introducción a la geología y morfología de los Andes en
el norte de Chile. Chungará (Arica), 30(1), 7-39. https://dx.doi.org/10.4067/
S0717-73561998000100002

26 Libro Blanco del cobre en Colombia


I. CHILE12: la cartera de proyectos mineros hasta 2029 está avaluada
en 74.047 millones de dólares distribuidos en 49 iniciativas de cobre,
oro, hierro, litio y otros, con una alta concentración en el primero.
Trece proyectos por 24.844 millones de dólares están en ejecución y
14 más por 47.483 millones de dólares se encuentran en la etapa de
factibilidad.

1. Chuquicamata subterránea (Codelco): inaugurada en


2019 transformará la mina a tajo abierta más grande del
mundo en una operación subterránea. Las reservas esti-
madas son de 1.650 millones de toneladas, con una ley
promedio de 0,71% de cobre. La construcción generó más
de 13.000 empleos y la operación demanda 2.200 empleos
directos. La inversión es de 5.700 millones de dólares.

2. Radomiro Tomic Sulfuros (Codelco): proyecto en revi-


sión, que contempla la explotación de nuevas fases de
minerales sulfurados para extraer y procesar 2.800 millo-
nes de toneladas con una ley media de cobre de 0,51%
y de 0,11% de molibdeno. Inversión calculada, a partir de
2023, en 3.900 millones de dólares.

3. Rajo Inca (Codelco): proyecto aprobado que exten-


dería la vida útil de la División Salvador, para extraer 796
millones de toneladas con una ley de cobre de 0,59%.
Generará 2.476 empleos en la fase de construcción y 973
en la de operación, proyectada para el segundo semestre
de 2022. La inversión sería de 1.383 millones de dólares.

4. Plan de desarrollo El Teniente (Codelco): sumaría


reservas de 2.000 millones de toneladas a la mina del
mismo nombre, con una ley media de cobre de 0,86% y
220 ppm de molibdeno. Su puesta en marcha está pro-
yectada para 2023. En la fase de construcción se generan
2.400 empleos y en la operación serían 2.650. La inver-
sión está presupuestada en 5.775 millones de dólares.

5. Antofagasta Minerals: proyecto de infraestruc-


tura complementaria en INCO (segundo semestre de
2021) y Pelambres Futuro (2025) para aumentar pro-
ducción en cerca de 60.000 toneladas de cobre fino al
año. Inversiones de 1.300 y 1.000 millones de dólares,
respectivamente.

12 Cifuentes, Christian. Inversión en la minería chilena: cartera de proyectos


2020-2029. Cochilco, Santiago de Chile, septiembre de 2020

El cobre, un mineral del pasado, el presente y el futuro 27


6. Desarrollo Centinela (Antofagasta Minerals): expan-
sión en la mina del mismo nombre, pendiente de deci-
sión. La inversión sería de 3.000 millones de dólares.

7. Spence Growth Option (BHP): expansión de la mina


Spence cerca de entrar en operación para procesar 2.440
millones de toneladas con una ley de 0,43% de cobre y
0,012% de molibdeno. En la construcción participaron
5.000 personas y la inversión es de 2.450 millones de
dólares.

8. Quebrada Blanca Fase II (Teck Resources): proyecto


nuevo en construcción que busca producir 316.000 tone-
ladas de cobre a partir del segundo semestre de 2022.
Emplea a 7.000 personas en la etapa actual y contratará
hasta 2.035 personas en la fase de operación. La inver-
sión presupuestada es de 4.740 millones de dólares.

II. PERÚ13: la cartera de proyectos mineros peruanos en 2020 incluía


46 iniciativas con una inversión conjunta de 56.158 millones de dóla-
res. De estos, hay cinco proyectos en etapa de construcción por 8.501
millones de dólares, cuatro en ingeniería de detalle por 4.219 millones
de dólares y 17 en factibilidad por una suma estimada en 16.590 millo-
nes de dólares. El 68% de los 46 proyectos señalados son de cobre,
seguidos por oro con 14%14.

1. Mina Justa (Marcobre): con una inversión global


de 1.600 millones de dólares, la generación de 3.000
empleos en su construcción y 1.000 en operación, la
iniciativa busca producir 181.000 toneladas anuales de
cobre fino a partir de 2021.

2. Ampliación Toromocho (Minera Chinalco Perú): con


una inversión de 1.355 millones de dólares, la generación
de 3.200 empleos en la fase de construcción y de 259 en
la operación, el proyecto —que debería operar en 2022—
busca procesar 1.412 millones de toneladas, con un con-
tenido de 0,46% de cobre, además de molibdeno y plata.

3. Quellaveco (Anglo American): con una inversión glo-


bal de 5.300 millones de dólares que generan 15.000
empleos en la etapa de construcción y 2.500 en la opera-
ción, este emprendimiento tiene como objetivo producir

13 Gálvez Delgado, Jaime. Perú: un país con oportunidades mineras,


Ministerio de Energía y Minas. Lima, marzo de 2021
14 Cartera de proyectos de construcción de mina. Ministerio de Energía
y Minas del Perú. 2020.

28 Libro Blanco del cobre en Colombia


desde 2022, 330.000 toneladas de cobre fino en los
años uno a cinco de operación, 300.000 del seis al diez y
240.000 en adelante.

4. Zafranal (Compañía Minera Zafranal): en etapa de


factibilidad, esta iniciativa entraría a producir 76.000
toneladas de cobre fino y 29.000 onzas finas de oro
anualmente, a partir de 2026. La inversión estimada
es de 1.263 millones de dólares y demandaría 2.900
empleos en la fase construcción.

5. Los Chancas (Southern Perú Copper Corporation): por


ahora en pre factibilidad, el proyecto buscaría producir
130.000 toneladas de cobre fino anualmente y 7.500 de
molibdeno, tras una inversión que ascendería a 2.600
millones de dólares.

6. Río Blanco (Zijin Mining Group): todavía en etapa de


factibilidad, esta mina de tajo abierto produciría 200.000
toneladas anuales de cobre y 3.000 de molibdeno, tras
una inversión de 2.500 millones de dólares.

7. Conga (Minera Yanacocha): en etapa de factibilidad,


esta mina de tajo abierto demandaría inversiones por
4.800 millones de dólares para producir entre 70.000 y
106.000 toneladas de cobre fino anualmente, al igual que
entre 580.000 y 680.000 onzas de oro.

8. Cañariaco Norte (Cañariaco Copper Perú): en etapa


de definición, la iniciativa exigiría una inversión de 1.437
millones de dólares para producir 119.000 toneladas
anuales de cobre fino y 37.000 onzas de oro.

III. ECUADOR: en época más reciente que su vecino del sur, el país ha
mirado a la minería como un sector que le permitirá atraer inversiones,
diversificar exportaciones, generar divisas y crear empleo. No obstante,
la oposición de las comunidades locales ha sido la nota predominante
en la mayoría de las iniciativas, que han sido retrasadas por procesos
judiciales, al igual que la celebración de consultas populares. Las ini-
ciativas cupríferas más importantes son:

1. Mirador (Ecuacorriente): con una inversión calculada


en 2.015 millones de dólares, esta mina con reservas de
3,5 millones de toneladas de cobre inició operaciones a
mediados de 2019 e hizo su primera venta a comienzos
de 2020. La explotación a cielo abierto debería producir
94.000 toneladas de concentrado anuales.

El cobre, un mineral del pasado, el presente y el futuro 29


2. San Carlos Panantza (Ecuacorriente): en etapa de
factibilidad, esta iniciativa que involucraría inversiones
por 3.000 millones de dólares se ha encontrado con la
oposición de las comunidades indígenas en la zona en
donde se ubica.

3. Ruta del Cobre (Grupo México): en etapa de explora-


ción y evaluación económica.

4. Llumiragua (Enami): con reservas inferidas de 318


millones de toneladas, el proyecto se encuentra en etapa
de exploración avanzada.

5. Warintza (Solaris Resources): en etapa de explora-


ción tras haber llegado a acuerdos con las comunidades
locales.

IV. PANAMÁ: con una larga historia de exploración y explotación minera


desde la época de las poblaciones aborígenes, este territorio fue lla-
mado “Castilla de oro” durante la colonización española. A mediados
del siglo XX se resaltó la importancia de depósitos de cobre y molib-
deno, además de oro, a los cuales les seguirían sucesivos estudios
geoquímicos y geológicos15. No obstante, Solo hasta la década pasada
algunos proyectos de envergadura empezaron a conformarse.

1. Cobre Panamá (First Quantum Minerals): ubicada


en Donoso, provincia de Colón, el proyecto es uno de
los más importantes desarrollos a nivel mundial en los
últimos cinco años. Comprende inversiones por 6.700
millones de dólares tiene como meta alcanzar 320.000
toneladas anuales de concentrado de cobre. La iniciativa
comprende mina, planta de procesamiento, zona portua-
ria e instalaciones de generación eléctrica. Está prevista
que las exportaciones anuales superen 2.000 millones de
dólares y que el peso de las ventas de mineral dentro del
Producto Interno Bruto ascienda a un 4%.

2. Cerro Colorado (prospecto): considerado uno de


los depósitos sin desarrollar más grandes del mundo,
el yacimiento localizado en la zona oriental de Panamá
contendría 1.400 millones de toneladas con una pro-
porción de cobre del 0,78%. A pesar de diferentes
intentos, la oposición de las comunidades a cualquier

15 Marina Ruete y Alejandro Via Grossi. Evaluación del marco de políticas


mineras: Panamá. International Institute for Sustainable Development.
Diciembre de 2020.

30 Libro Blanco del cobre en Colombia


emprendimiento se ha traducido en la suspensión indefi-
nida de las actividades.

3. Cerro Chorcha: esta área, localizada en la provincia


de Chiriquí, también ha atraído interés por su potencial.
En 2010, sin embargo, fue declarada zona de reserva
minera, una decisión ratificada en una ley de 2012 que
prohíbe y cancela todas las concesiones otorgadas para
la exploración, explotación y extracción de recursos en la
comarca Ngäbe Buglé.

El cobre, un mineral del pasado, el presente y el futuro 31


2

Las perspectivas
de Colombia
Durante buena parte de las dos primeras décadas del siglo XXI, la
economía colombiana registró uno de los periodos de expansión más
rápidos de su historia reciente. La combinación de un ciclo alcista en
los precios de los bienes primarios, junto a mejoras en las condiciones
de inversión, recuperación de la confianza del consumidor y expansión
de la demanda interna, hicieron que la tasa promedio de crecimiento
se ubicara en 3,6% entre 2000 y 2019, una de las tres más altas de
América Latina durante ese lapso.

Gracias a dicha circunstancia, la tasa de pobreza se redujo en cerca


de 15 puntos porcentuales, mientras que el tamaño de la clase media
se duplicó. Si bien a partir de 2015 el país experimentó una ralentiza-
ción notoria que presionó hacia arriba la tasa de desempleo, la tasa de
aumento del Producto Interno Bruto estuvo por encima de la media
regional.

Las condiciones cambiaron de manera sustancial en 2020, por cuenta


de las restricciones adoptadas con el fin de contener la propagación
de la pandemia causada por el Covid-19. En contra de las previsiones
iniciales que anunciaban una mayor dinámica, el resultado del año
fue una contracción de 6,8%, la más elevada desde cuando existen
estadísticas confiables.

La minería y la economía colombiana

Dentro de los sectores que más cayeron, estuvo la minería. Por cuenta
del fuerte descenso en la producción de carbón, del retroceso de la
construcción y de la menor demanda por piedras preciosas, el renglón
mostró un bajón de 26%. Tan solo el oro mejoró sus cifras, pero ese
comportamiento apenas sirvió para evitar una descolgada más grande.

Como consecuencia, el segmento minero vio disminuir en forma noto-


ria su participación dentro del Producto Interno Bruto. Después de
alcanzar un máximo de 2,8% en 2011, la proporción disminuyó a 1,6%
en 2020. Más allá de las esperanzas de una reactivación en 2021, las
tendencias de largo plazo abren varios interrogantes.

El más grande de todos es el futuro del carbón, afectado por una


disminución en la demanda que apunta a ser de carácter permanente.
La transición energética, que implica el abandono paulatino de los
combustibles fósiles en favor de fuentes renovables no convencio-
nales, golpea duramente a este mineral que es uno de los grandes
responsables de emisiones de gases de efecto invernadero.

Por su parte, el níquel debería perder terreno en los años por venir
debido al agotamiento gradual de las reservas contenidas en la mina
de Cerro Matoso. Las cosas pintan mejor para el oro, sobre todo si
una serie de proyectos logran la luz verde necesaria para convertirse

Las perspectivas de Colombia 33


Variación % del PIB minero

15%

10%

5%

0%

-5%

-10%

-15%

-20%

-25%
-26%
-30%
2007

2017
2008

2010

2009

2011

2012

2013

2014

2015

2016

2018

2019
2020
2006

Fuente: DANE, Cuentas Nacionales.

Participación del PIB minero en el PIB nacional

3,0%
2,8%
2,7%

2,7%

2,6%
2,6%

2,6%
2,5%
2,4%

2,5%
2,2%

2,1%

2,1%
2,0%

2,0%
1,8%
1,8%

1,8%

1,6%

1,5%

1,0%
2007

2017
2008

2010

2009

2011

2012

2013

2014

2015

2016
2005

2006

2018

2019

2020

Fuente: DANE, Cuentas Nacionales.

34 Libro Blanco del cobre en Colombia


en realidad. En el caso de las esmeraldas ocurriría algo similar, en
la medida en que las explotaciones artesanales sean sustituidas por
operaciones formales de mayor envergadura.

Aun así, la afectación puede ser significativa. Para comenzar, las rega-
lías mineras —que en 2019 ascendieron a 2,5 billones de pesos—
apuntan a ser menores pues el carbón aportó el 89% de la suma
mencionada. Este mismo mineral ocupa el segundo lugar en el ren-
glón de exportaciones, con una participación de 18% en el total de
las ventas externas del país en 2018 y del 13% en 2020.

Los efectos de una reducción significativa en ambos rubros serían


notorios. De un lado, las regalías provenientes de la minería son una
fuente de recursos difícil de sustituir para los entes territoriales. Del
otro, el saldo en rojo que existe en la balanza de pagos aumentará, a
menos que Colombia logre diversificar su canasta exportadora. A lo
anterior se suma una eventual disminución en el recaudo tributario.

Según un cálculo hecho por la Unidad de Planeación Minero-Energética


del Ministerio de Minas, en 2015 la participación del Estado en la renta
minera era de 73% en promedio, superior al promedio latinoameri-
cano. Un estudio anterior identificó un rango de entre 67,7 y 76,9%16.
Los diferentes cálculos muestran que Colombia se ubicaría en la parte
media de la tabla, dentro del contexto regional.

Por otra parte, en materia de empleo el Dane asegura que la actividad


de explotación de minas y canteras generó 190 mil puestos de trabajo
directos en el periodo de noviembre de 2020 a enero de 2021. Dichas
cifras incluyen a la industria petrolera y representan algo menos del
uno por ciento de la población ocupada.

Una caracterización de los empleos en el sector muestra la presencia


de plazas formales, tanto en la explotación de hidrocarburos como en
la gran y mediana minería. De acuerdo con el Ministerio del Trabajo, a
mediados de 2019 la actividad tenía el sexto menor índice de informa-
lidad en el país, con un 35,8%17.

Tales proporciones podrían cambiar, de continuar la crisis del car-


bón, como es previsible. El cierre de dos de las cuatro explotacio-
nes más grandes a comienzos de 2021 es motivo de inquietud por la

16 Elementos jurídicos y económicos del proceso de selección objetiva de


las áreas estratégicas mineras. Astrid Martínez y otros. Fedesarrollo,
Bogotá, 2019.
17 Sector minero genera mas de 150.000 empleos directos en el pais vicemi-
nistro Carlos Baena - Ministerio del trabajo (mintrabajo.gov.co)

Las perspectivas de Colombia 35


presencia de condiciones laborales precarias en otros ramos como
oro y esmeraldas18.

Prospectos en materia de cobre para Colombia

La tensión existente en el mercado mundial de cobre no parece ser


un fenómeno pasajero, como consecuencia de la presión que existe
sobre la demanda global en un escenario de transición energética
acelerada. A esa circunstancia se le combinan las rigideces de la
oferta, que incluye la disminución de aquellos yacimientos más ricos
y el aumento de costos de producción.

En medio de las previsiones, resulta fundamental examinar las


posibilidades que tiene Colombia en este frente. De acuerdo con el
Ministerio de Minas hay zonas muy promisorias que se resumen así:
en recursos inferidos un total de 4.210.556 toneladas de cobre; en
recursos indicados y medidos 3.421.378 toneladas; y en reservas pro-
bables y probadas 1.439.515 toneladas.

Tal cantidad, sin embargo, es pequeña para los países que están ubi-
cados en lo que se conoce como el cinturón de cobre, propio de la
Cordillera de los Andes. Chile cuenta con reservas de 200 millones de
toneladas, seguida por Perú con 92 millones, Ecuador con —al menos—
20 millones19 y Panamá con 25 millones20.

Bajo esa perspectiva, habría razones para inferir que el país es una
anomalía en una amplia zona geográfica de grandes riquezas mine-
rales. Pero tal afirmación parte del desconocimiento. Para llegar a un
diagnóstico más preciso, el requisito consiste en adelantar las labores
de búsqueda pertinentes.

Dicha tarea está en una etapa embrionaria, más allá de las pesquisas
hechas. Según el plan estratégico del Servicio Geológico Colombiano
“en la actualidad (2014) solo se ha explorado aproximadamente el 1%
de todo el territorio colombiano en escalas de semidetalle y deta-
lle (<1:100.000) que son aquellas que permiten conocer y evaluar de
forma más precisa el potencial de los recursos del subsuelo21”.

18 Minería informal aurífera en Colombia. Edwin Goñi y otros autores.


Fedesarrollo, 2014.
19 Moreno: “Ecuador tiene el 14% de las reservas mundiales de cobre”
#FALSO - Ecuador Chequea
20 Revista Nueva Minería y Energía. Santiago de Chile, 2018.
21 Plan estratégico del conocimiento geológico del territorio colombiano
2014-2023. Servicio Geológico Colombiano. Bogotá, 2014.

36 Libro Blanco del cobre en Colombia


La misma entidad señala que el país cuenta con ambientes geológicos
favorables para la existencia de depósitos de cobre. De tal manera,
se registran mineralizaciones “en la Cordillera Occidental hacia sus
extremos norte y sur, en la Serranía de Ayapel, en el valle medio del río
Cauca, en el valle superior del río Magdalena, en el extremo sur y parte
central de la Cordillera Oriental, en la Serranía de Perijá y en el extremo
suroccidental de la Sierra Nevada de Santa Marta22”.

Y agrega: “los prospectos de cobre más importantes que están en


desarrollo se encuentran en el departamento de Córdoba, Serranía de
Ayapel, y en los departamentos de Antioquia y Chocó, en el extremo
norte de la Cordillera Occidental. En la Serranía de Ayapel, distrito El
Alacrán —Proyecto San Matías—, las rocas que hospedan la minerali-
zación tienen una edad de ca. 68-77 millones de años, los minerales
de cobre están relacionadas con oro y plata, por lo cual histórica-
mente allí se registra minería artesanal de metales preciosos”.

Además, “el prospecto de Acandí en la Serranía del Darién, el prospecto


de El Hávila en la vertiente oriental de la Cordillera Occidental, y los
prospectos de Murindó, Pantanos-Pegadorcito, Comita y Andágueda-
Dojurá a lo largo de la vertiente occidental de esta cordillera, se carac-
terizan por mineralizaciones de cobre-molibdeno (oro), contenidas
en rocas de edad de ca. 42-49 millones de años. Hacia el norte, en
Panamá, rocas de naturaleza similar hospedan las mineralizaciones
del Proyecto de Cobre Panamá”.

Por otra parte, “hacia el extremo sur en el departamento de Nariño


se encuentran los prospectos menos desarrollados de La Verde, Río
Blanco, Santa Rosa, Gualcalá y Ramos en condiciones geológicas
similares a los prospectos del extremo norte de la cordillera y a las
características geológicas del reconocido proyecto Cascabel a 80 km
al sur, en Ecuador”.

Se anota igualmente que “otras mineralizaciones importantes de


cobre y molibdeno se encuentran en valle superior del Magdalena
como las encontradas en los prospectos de Andes, Infierno-Chilí y
Dolores en el departamento del Tolima, y de cobre y oro en El Pisno,
departamento del Cauca. En esta categoría también se reconocen
explotaciones artesanales históricas de cobre en las minas abandona-
das de El Sapo y Mina Vieja en el departamento del Tolima”.

Aparte de lo anterior, “en el extremo norte de la Cordillera Central se


encuentran las mineralizaciones de Guadalupe (Proyecto Santa Elena)
las cuales tienen un estilo parecido a las encontradas en la mina El

22 Servicio Geológico Colombiano. Depósitos, prospectos y ocurrencias


de cobre en Colombia. Informe interno número 2. Dirección de recursos
minerales. Bogotá, marzo de 2021.

Las perspectivas de Colombia 37


Roble y están constituidas por minerales de cobre y minerales de
hierro magnético”.

Adicionalmente, “a lo largo de la Cordillera Oriental en los departa-


mentos de Boyacá, Cundinamarca y Santander, se reportan minerales
de cobre asociados con uranio en rocas sedimentarias de grano fino.
También se han reportado minerales de cobre, plomo y zinc, dispues-
tos en agregados hospedados en rocas calcáreas”.

Finalmente, “hacia el norte en la Serranía del Perijá y en el surocci-


dente de la Sierra Nevada de Santa Marta, se reportan ocurrencias de
cobre en capas de rocas jurásicas (Formación La Quinta) que hospedan
óxidos de cobre y cobre nativo y, en menor proporción, plata. En estas
regiones, así como en Cundinamarca, a finales del siglo XIX y principios
de siglo XX, se extraía cobre de forma artesanal para la elaboración de
campanas de iglesias23”.

Como lo deja claro el mapa elaborado por el Servicio Geológico


Colombiano, las ocurrencias, prospectos y depósitos de cobre cubren
una buena parte del territorio nacional. En tal sentido, es probable
que el volumen de reservas anotado esté subestimado, aunque esto
solo se sabrá una vez avancen las actividades de exploración y cuan-
tificación de depósitos cupríferos, incluyendo aquellos con viabilidad
de ser explotados económicamente.

Proyectos existentes y en desarrollo


Que hay un gran interés, es algo indudable. El Ministerio de Minas
señala que, entre las 1.200 solicitudes vigentes de títulos mineros
al cierre del primer semestre de 2020, 11% eran para cobre. De los
asignados, la mayor titularidad se observa en el departamento de
Antioquia correspondiente al 37%, seguido de Chocó con 17%, Bolívar
13%, Tolima 11% y el 22% en el resto del país.

En la actualidad, el único proyecto a nivel de depósito que se encuen-


tra en etapa de explotación es El Roble (Carmen de Atrato, Chocó) de
la empresa canadiense Atico Mining Corporation. La operación inició
hacia 1990 y en los últimos 22 años, la mina ha procesado aproxima-
damente 1,8 millones de toneladas de mineral con una ley promedio
de 2,67% de cobre y un estimado de 2,63 g/ton de oro.

Los recursos medidos e indicados son de 1,87 MT con 3.46% de cobre


y 2.27 g/ton de oro. La producción anual en 2019 fue del orden de las
de las 7.600 toneladas de concentrado de mineral, lo cual implicó la

23 Ibid

38 Libro Blanco del cobre en Colombia


generación de 400 empleos directos y unos 1.200 empleos indirectos
atribuibles a encadenamientos productivos.

Una iniciativa de mayor envergadura es el proyecto Minera de Cobre


Quebradona, localizado en el municipio de Jericó (Antioquia) a 104
kilómetros al suroeste de Medellín, amparado bajo un contrato de
concesión minera que tiene un área de 7.593 hectáreas24. El objetivo
es explotar un depósito mineral denominado Nuevo Chaquiro, que se
clasifica como un pórfido cuproaurífero y se encuentra a 470 metros
de profundidad bajo la superficie.

La extracción se haría de manera subterránea, de dónde saldría el


material triturado. El estimativo de producción es de 6,2 millones de
toneladas anuales de mineral con una ley promedio de 1,2% de cobre.
Las reservas aprovechables se tasan en 109 millones de toneladas
que además incluirían 0,66 g/t de oro y 7,05 g/t de plata25.

Según los planes, durante el primer lustro de operación se obtendrían


272 mil toneladas anuales de concentrado polimetálico. A lo largo de
21 años, el total sería de 4,9 millones de toneladas con leyes proyec-
tadas de 27,9% de cobre, 9,99 g/t de oro y 115 g/t de plata. Al final
del proceso de beneficio se tendrá un concentrado polimetálico con
una humedad menor al 10%, mayoritariamente de cobre (Cu), el cual
se transportará por vía terrestre en tractocamiones convencionales
y contenedores sellados hacia un puerto en Buenaventura (Océano
Pacífico), y de allí por vía marítima a fundiciones en el exterior26.

Lo anterior quiere decir que, si se concreta el emprendimiento men-


cionado, las exportaciones del país pasarían de cerca de 9.000 tonela-
das en 2019 a unas 84.000 toneladas anuales de cobre a mediados de
la presente década.

De acuerdo con el estudio de impacto ambiental, las inversiones


ascenderían a 992 millones de dólares de 2019, de los cuales un 30%
se destinaría a la mina y el resto a la planta y obras complementarias.
Los empleos directos en la etapa de construcción calculada en cinco
años serían de 2.190, mientras que una vez comience la operación
llegarían a 694.

24 Estudio de Impacto Ambiental. Minera de Cobre Quebradona. Bogotá, 2019.


25 Ibid
26 Ibid

Las perspectivas de Colombia 39


UNA ZONA DE ENORME POTENCIAL

Los indicios existentes sugieren que la Cordillera Occidental de Colombia


cuenta con importantes depósitos de pórfidos de cobre, localizados sobre
todo en la parte más cercana a la costa Pacífica de esa cadena monta-
ñosa, con prospectos en Pantanos Pegadorcito (municipios de Frontino y
Dabeiba), Murindó, Comita (Quibdó) y río Andagueda (Bagadó), entre otros.
El cinturón de estos pórfidos de cobre ubicados en los departamentos
de Antioquia y Chocó se extendería al norte, hacía la serranía del Darién,
donde se encuentra el prospecto Acandí, y al vecino Panamá que alberga
el prospecto río Pito.

El Batolito de Mandé y su zona de influencia, en el extremo más septen-


trional de la Cordillera Occidental es el cuerpo de mayor intrusión en esta
zona y tiene una extensión cercana a los 200 kilómetros en el sentido
norte sur, con una anchura promedio de 20 kilómetros. Todos los prospec-
tos conocidos en esa área están localizados dentro o en los márgenes del
Batolito y están asociados con el arco del sistema de Falla Murindó que lo
atraviesa longitudinalmente. Esta conformación puede considerarse aná-
loga al sistema de fallas de la Cordillera de Domeyko en el norte de Chile,
que aloja depósitos como Escondida, Chuquicamata y Collahuasi.

La ocurrencia de estos depósitos de pórfidos de cobre fue reconocida por


primera vez en 1972 y 1973, tras la identificación de una anomalía sedi-
mentaria en Pantanos Pegadorcito en 1970 y durante un programa regional
de reconocimiento geoquímico, emprendido en conjunto por Ingeominas
y el servicio geológico de Estados Unidos. En las pesquisas se hicieron 17
travesías geoquímicas con una longitud promedio de 94 kilómetros, espa-
ciadas entre cada 10 y 30 kilómetros, a lo largo de tributarios de los ríos
Atrato, Cauca y San Juan.

Durante 1973 y 1974 Ingeominas hizo once perforaciones principales que


totalizaron 552 metros. Diez años más tarde, en 1983, la entidad hizo
nueve perforaciones para un total de 2.756 metros. En esta segunda fase,
la profundidad máxima alcanzada llegó a 333 metros e identificó intersec-
ciones de hasta 270,8 metros con un 0,68% de cobre y 0,009 por ciento
de molibdeno.

En noviembre de 2007, Ingeominas otorgó la concesión minera Pantanos


Pegadorcito a Carbones de la Loma, subsidiaria de Glencore International,
tras un proceso de subasta. Esta a su vez formó una alianza con AngloGold
Ashanti, tras lo cual se creó la sociedad Dowea que adelantó varias labores
de exploración entre 2011 y 2016. El resultado fue prometedor en al menos
dos áreas.

En 2016 y 2017, Minera Cobre de Colombia (MCC) adquirió los intereses de


Glencore y AngloGold Ashanti, respectivamente.
Una anomalía sedimentaria también fue encontrada en Murindó desde
hace medio siglo. La mejor definida fue la zona de La Rica, en la parte sur
del cinturón identificado, con valores consistentes de cobre y oro, que en
un perímetro de 500 metros llegaron a 0,76% y 0,47 gramos por tonelada,
respectivamente. Dos zonas adicionales más al norte fueron identificadas
y recibieron los nombres de Jarapeto y Taparos.

Cyprus Amax examinó el área en 1994 y recogió muestras con 2,28% de


cobre y 1,02 gramos por tonelada de oro. Esta empresa fue comprada por
Phelps Dodge Corporation en 1999, la cual vendió sus intereses en la zona
a La Muriel Mining en 2000. Para 2015, Minera Cobre de Colombia adquirió
los derechos de esta última.

Comita, identificado entre 1984 y 1986, está siendo explorado en el marco


de una alianza entre Rio Tinto Mining y MCC, tras una serie de hallazgos
promisorios por parte de Glencore en 2010. También se está avanzando en
Urrao, en donde MCC prepara trabajos sobre el terreno. Todo lo anterior
sugiere que existen yacimientos de cobre de tamaño considerable a lo
largo del Batolito de Mandé, que podría ubicar a Colombia en el mapa de
los grandes productores de cobre a nivel mundial.

El área del Batolito de Mandé

N
La Rica

Pantanos

Urrao
Batolito
de Mandé Medellín

DEPARTAMENTO
DE ANTIOQUIA
DEPARTAMENTO
DE CHOCÓ Comitá

Quibdó
Convenciones
Ciudad capital
Bagadó Batolito de Mandé
Límite departamental
10 0 10 20 30 km
Para Fedesarrollo27, el impacto de los montos señalados sobre la
producción nacional sería de 889.000 millones de pesos anuales en
la fase inicial y de 9.150 empleos generados, por cuenta los encade-
namientos. Por su parte, una vez inicien las ventas y de acuerdo con
los supuestos de precio utilizados, el proyecto le aportaría al país
ingresos adicionales netos por 860 millones de dólares adicionales
durante los primeros diez años.

De otro lado, es importante el proceso de selección y adjudicación


de Áreas Estratégicas Mineras (AEM), iniciado formalmente el 25 de
marzo de 2021 y cuya conclusión tardará seis meses. La ley faculta a
la Agencia Nacional de Minería para determinar minerales de interés
estratégico para el país, respecto de los cuales podrá determinar
áreas especiales que se encuentren libres. Así, se pusieron a dispo-
sición de los interesados cinco zonas ubicadas en los municipios de
La Paz y San Diego (Cesar) y La Jagua del Pilar y Urumita (La Guajira),
con un área total de 6.559,59 hectáreas con alto potencial para cobre
y otros polimetálicos.

Retos de la minería

A finales de 2020 la firma de consultoría KPMG dio a conocer los


resultados de la encuesta global que hace periódicamente entre los
conocedores del sector, relacionada con riesgos y oportunidades en
el sector de la minería28. De acuerdo con el sondeo, los precios de los
bienes primarios ocuparon el primer lugar en la lista de incertidum-
bres, algo que podría calificarse de usual dado el carácter volátil del
mercado de productos básicos.

Sin embargo, otros temas muestran tendencias subyacentes que no


pueden ser ignoradas. El riesgo asociado a permisos se mantuvo en
segundo lugar, mientras el acceso a capital llegó al tercero. Por su
parte, las relaciones con la comunidad y la licencia social para ope-
rar se ubicó en el cuarto lugar. El análisis de KPMG llama la atención
sobre el ascenso de los riesgos ambientales, incluyendo nuevas nor-
mas, al igual que cambios regulatorios y de cumplimiento. Un nuevo
elemento que apareció en la lista fue el manejo de relaves.

Las respuestas señaladas, provenientes de 16 países distintos, resu-


men el cada vez más complejo ámbito de operación de la minería.

27 Estudio de Fedesarrollo para acompañar a PROANTIOQUIA en la genera-


ción de argumentos técnicos en su participación como tercero intervi-
niente, en el proceso administrativo de licenciamiento del proyecto minero
Quebradona ante la Agencia Nacional de Licencias Ambientales – ANLA.
Astrid Martínez y otros autores. Bogotá, febrero de 2021.
28 2020 Global Mining Survey Report - KPMG Global (home.kpmg)

42 Libro Blanco del cobre en Colombia


Si hace un tiempo los mayores desafíos podían estar asociados a la
dificultad de ubicar un yacimiento, explotarlo de manera adecuada
y llevar el mineral a puerto, ahora las externalidades vienen ganando
preponderancia. Para citar un caso, los criterios ESG influyen cada
vez más sobre la disponibilidad de capital, lo cual hace más difícil el
acceso a la financiación del ramo de los hidrocarburos o el carbón.

El debate tiene múltiples aristas. Algunas de las más significativas


incluyen aspectos de conveniencia económica y de bienestar, en
medio de una mayor supervisión institucional y mayor interés del
público en general.

PRIMARIZACIÓN DE LA ECONOMÍA

Desde hace al menos medio siglo América Latina ha tenido prepon-


derancia en el escenario mundial debido a sus riquezas naturales,
tanto en la superficie continental como en el subsuelo. Ese patrimo-
nio resultó ser el principal motor de la conquista que, en el caso de
la dominación española, giró en torno a los depósitos de oro y plata,
alrededor de los cuales se conformaron los virreinatos.

Autores como James Robinson y Daron Acemoglu29 identifican a dicho


factor como el causante principal de la conformación de patrones
de desarrollo nacional alrededor de una economía extractivista y de
instituciones en torno a ese modelo. A fin de cuentas, después de
los metales preciosos diferentes bienes han sido determinantes en
la constitución de ciclos identificados por auges y caídas extremas:
quina, guano, café, estaño y, en épocas más recientes, hierro, petró-
leo, soya o cobre, entre otros.

Tal circunstancia ha dado origen a incontables debates sobre la perti-


nencia del esquema. Frases como “la maldición de los recursos natu-
rales” identifican el curso de países que, por cuenta de tener grandes
riquezas, se convierten en sociedades rentistas. Venezuela, en tiempos
recientes, es descrita como el resultado de una mala política pública
con una base productiva débil y concentrada en los hidrocarburos.

Parte de los inconvenientes de esa situación es la llamada “enfer-


medad holandesa” que lleva a apreciaciones de la moneda local y el
desestímulo a la creación de empresas dedicadas a bienes transables.
En términos prácticos, los fenómenos de revaluación observados entre
2005 y 2014 fueron notorios en Latinoamérica, algo que en opinión de
entidades como la Cepal habría desembocado en una desindustrializa-
ción acelerada.

29 Por qué fracasan los países. Daron Acemoglu y James Robinson. Editorial
Planeta, 2012.

Las perspectivas de Colombia 43


8. ¿Usted considera la minería positiva para el país?
% Respondieron SÍ

73% 75%
68%
63% 62% 64% 64% 60% 61% 63%
54% 56%

2015 2016 2017 2018 2019 2020 2015 2016 2017 2018 2019 2020
1.174 1.006 988 1.036 1.006 1.032 1.230 1.396 1.427 1.364 1.394 1.369
3.228 3.306 2.921 3.415.854 3.535.978 4.648.812 22.034 22.427 22.427 23.029.370 23.553.018 23.325.048

Minero No Minero

Es esta misma entidad, la cual, en diferentes ocasiones habló sobre


la “reprimarización” de las economías de la región, que en principio
iría en contra de un crecimiento inclusivo e incluyente. Lo anterior se
contrapone a la observación de que hay naciones que han aprovechado
sus yacimientos mineros y petrolíferos para dar un salto en materia de
desarrollo, como es el caso de Noruega, Canadá o Australia.

La polémica quizás no termine nunca. Es factible que si Colombia


decide dar un paso en favor de las economías extractivas se escu-
chen voces que cuestionen la pertinencia de hacerlo, más allá de la
urgencia de compensar la previsible caída en las ventas de carbón y
los menores montos destinados al pago de regalías que afectará la
calidad de vida en diferentes regiones.

44 Libro Blanco del cobre en Colombia


UN EJERCICIO HIPOTÉTICO

¿Qué pasaría si se confirma que Colombia contiene reservas importan-


tes de cobre y decide explotarlas? Esa inquietud es válida, sobre todo
cuando se tiene en cuenta que petróleo y carbón, los dos primeros
renglones de las exportaciones, pueden verse afectados por un nivel de
reservas modesto —en el caso del primero— y por la transición energé-
tica, en lo que atañe de manera más inmediata al segundo. De acuerdo
con el Dane, las exportaciones en los últimos años fueron:

Exportaciones de petróleo, carbón y totales


Cifras en millones de dólares

2017 2018 2019 2020

Carbón 7.390 7.448 5.668 4.166


Petróleo 13.308 16.843 15.962 8.755
TOTAL 38.022 41.905 39.489 31.056
Participación % 54,4 58,0 54,8 41,6

Fuente: Dane

Aún si el país logra diversificar sus ventas externas, remplazar semejan-


tes fuentes de divisas, así sea parcialmente, no será fácil. Debido a ello,
vale la pena examinar los sectores que tienen potencial. Ese es el caso
del cobre, para lo cual vale la pena tomar como referencia el proyecto de
Cobre Panamá, cuyos yacimientos análogos podrían ser los recursos que
se identifiquen en el Batolito de Mandé. Los números básicos de esta ini-
ciativa, que demandó una inversión de 6.700 millones de dólares, utilizó a
11.000 personas en su construcción y genera 3.250 empleos directos son:
400.000 toneladas de cobre anuales producidas y exportaciones de 2.000
millones de dólares anuales (tomando un escenario de precios prome-
dio muy inferior al actual) durante, al menos, 40 años. El impacto sobre
el PIB panameño se calcula en 4% adicional. Localizado en una zona de
selva húmeda tropical, el compromiso de reforestación es de 2,5 veces
el total del proyecto.

Las perspectivas de Colombia 45


Al tomar como base las cifras de 2018, el resultado sería:
Exportaciones de Colombia (miles de millones de USD)

12

10

0
Petróleos Carbón Minas Café Petróleo Plásticos Oro
de cobre refinado
(escenario hipotético)

Cobre proveniente de pórfidos – Larga vida y grandes proyectos

3 Cerrejón
Ventas anuales (miles de millones de USD)

2.5
Cobre Panamá

1.5

1
Cerro Matoso

0.5 Buriticá

0
0 10 20 30 40 50 60
Vida de la mina

Fuente: Minera Cobre, cálculos internos

46 Libro Blanco del cobre en Colombia


IMPACTO AMBIENTAL Y REGULACIÓN

Como toda actividad humana, la minería afecta el ambiente circun-


dante. No obstante, por tratarse del uso de recursos naturales no
renovables y del proceso mismo de su explotación, esa afectación es
considerada mayor pues involucra la destrucción de la corteza terres-
tre y eventuales efectos negativos sobre flora, fauna y fuentes de agua.

A lo anterior se agrega el uso de métodos irresponsables en el caso


de ciertos minerales como el oro. Deforestación, socavación del lecho
de quebradas y ríos, contaminación por mercurio son algunas de las
consecuencias deplorables de prácticas ilegales, aparte de factores
de violencia y presencia de grupos armados en zonas con escasa pre-
sencia del Estado.

Tales realidades y la conciencia creciente de que es indispensable


adelantar labores de prevención, mitigación, corrección y compen-
sación de impactos, en un planeta amenazado por el calentamiento
global que necesita mantener un frágil equilibrio para garantizar el
futuro de las generaciones venideras, explican la incorporación de los
criterios de sostenibilidad en cualquier estrategia de desarrollo. En la
Constitución de 1991 está claro este principio que derivó en una nueva
institucionalidad y en la expedición de las normas correspondientes.

De tal manera, la Ley 99 de 1993 dio origen al Ministerio de Medio


Ambiente. El texto de la misma señala que “el proceso de desarrollo
económico y social del país se orientará según los principios universa-
les y del desarrollo sostenible contenidos en la Declaración de Río de
Janeiro de junio de 1992 sobre Medio Ambiente y Desarrollo”. También
que “la biodiversidad del país, por ser patrimonio nacional y de interés

10. ¿Usted tiene una opinión positiva de las empresas mineras?


% Respondieron SÍ

48% 37% 36% 37%


44% 41% 32%
36% 40% 28% 29%
34%

2015 2016 2017 2018 2019 2020 2015 2016 2017 2018 2019 2020
1.174 1.006 988 1.036 1.006 1.032 1.230 1.396 1.427 1.364 1.394 1.369
3.228 3.306 2.921 3.415.854 3.535.978 4.648.812 22.034 22.427 22.427 23.029.370 23.553.018 23.325.048

Minero No Minero

Las perspectivas de Colombia 47


13. Si las empresas mineras dejaran de operar en Colombia, ¿usted cree que
la economía del país mejoraría, empeoraría o se mantendría igual?

Mejoraría Empeoraría Se mantendría igual Ns / Nr


Total
minero
Carbón Carbón metalúrgico
14%
8% 10%
54%
69% 58%
30%
2% 21% Base (real): 166 29% Base (real): 166

Tipo de Mineral
Base (exp.): 337.345 Base (exp.): 337.345
Base (real): 1.032 2% 3%
Base (exp.): 4.648.812

Materiales Materiales y
de construcción piedras preciosas
Total
no minero 11%
18%
14%
47% 60%
43%
33% Base (real): 278 26% Base (real): 393
Base (exp.): 2.229.523 Base (exp.): 999.335
40% 1% 3%
3%
Base (real): 1.369
Base (exp.): 23.325.048

de la humanidad, deberá ser protegida prioritariamente y aprovechada


en forma sostenible”.

En su título VIII, la Ley en cuestión habla de las licencias ambientales,


las cuales fueron reglamentadas —en su momento más reciente—
por el decreto 2820 de 2010. Queda claro que ésta es la autorización
que entregan las autoridades competentes para que se adelante un
proyecto determinado e incluye compromisos por parte del solici-
tante, en el sentido de atenuar o corregir los daños ambientales que
cause una fase de desarrollo avanzada, como la explotación minera.

Todo solicitante de una licencia requiere presentar un estudio de


impacto ambiental cuya metodología quedó definida en el decreto
1076 de 2015, el cual necesita incluir la debida información sobre
localización del proyecto sobre el cual se pide autorización, junto con
los daños que este pueda causar en el entorno y la forma de contro-
larlos. La responsabilidad de autorizar o negar la autorización recae
desde 2011 en la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA),
que es el cuerpo técnico que evalúa la información remitida, adelanta
audiencias y hace observaciones o glosas, según sea el caso.

48 Libro Blanco del cobre en Colombia


Vale la pena señalar las competencias establecidas. En lo que atañe
a los minerales metálicos la ANLA interviene cuando la remoción total
de material útil y estéril proyectada sea mayor o igual a dos millones
de toneladas al año.

Si bien los decretos referidos establecen plazos de evaluación, en la


práctica el proceso es sustancialmente más lento de lo indicado. Esta
circunstancia introduce un elemento de incertidumbre en un trámite
fundamental respecto a la fortaleza técnica de las iniciativas, la credi-
bilidad institucional y la puesta en marcha de los proyectos.

COMUNIDADES Y CONSULTAS PREVIAS

La fuente del mecanismo de consulta previa en Colombia es la ley


21 de 1991 que aprobó el convenio número 169 sobre pueblos indíge-
nas y tribales, adoptado por conferencia general de la Organización
Internacional del Trabajo en 1989. Según este en su artículo seis, los
gobiernos deberán “consultar a los pueblos interesados, mediante
procedimientos apropiados y en particular a través de sus institucio-
nes representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o
administrativas susceptibles de afectarles directamente”.

Lo anterior implica que tanto la expedición de licencias ambientales


como el trámite de sustracción de reservas forestales exige la ins-
tancia de participación de las comunidades indígenas o negras. El
procedimiento debe contar con las siguientes etapas: a) Preconsulta,
b) Apertura del proceso, c) Talleres de identificación de impactos y
definición de medidas de manejo, d) Pre-Acuerdos, e) Reunión de
Protocolización, f) Sistematización y seguimiento al cumplimiento
de acuerdos, g) Cierre del proceso de Consulta Previa30.

En su operación el mecanismo encuentra dificultades procedimenta-


les serias. Una de ellas es la certificación de presencia de comunida-
des pues las normas establecen que, de verificarse con posterioridad
a la iniciación del desarrollo de proyectos o la expedición de decisio-
nes de las autoridades la existencia de comunidades, podrá iniciar el
trámite de nuevo. Si bien existe un periodo de seis meses para todo
el proceso —con una ventana adicional de tres meses— en la práctica
las demoras son superiores a lo establecido.

De otro lado, hay que mencionar las consultas populares, un meca-


nismo de participación ciudadana presente en la Constitución de 1991.
La ley 134 de 1994 señala que “la consulta popular es la institución
mediante la cual, una pregunta de carácter general sobre un asunto
de trascendencia nacional, departamental, municipal, distrital o local,
es sometido por el Presidente de la República, el gobernador o el

30 Directiva presidencial 1 de 2010.

Las perspectivas de Colombia 49


alcalde, según el caso, a consideración del pueblo para que éste se
pronuncie formalmente al respecto. En todos los casos, la decisión
del pueblo es obligatoria”.

A este respecto, un escrito de la firma Pinilla, González y Prieto


Abogados, anota que “a pesar de que las consultas populares
materializan los derechos que le asisten a la ciudadanía, ya se han
presentado escenarios donde proyectos que ya cuentan con licencia
ambiental, son proscritos por efectos de la votación de la comu-
nidad donde se pretenden desarrollar o donde se ejecutan. Tal es
el caso de las consultas populares llevadas a cabo en los munici-
pios de Pijao (Quindío), Arbeláez (Cundinamarca), Piedras (Tolima),
Tauramena (Casanare), Cabrera (Cundinamarca), Cumaral (Meta),
Cajamarca (Tolima) y Marmato (Caldas), entre otros31”.

Junto a lo anterior están los temas de conflictos con las comunida-


des en las zonas de influencia de los proyectos, que en ocasiones
desembocan en bloqueo o entorpecimiento de operaciones. Si bien
la pandemia limitó el número de incidentes, las quejas más usuales
son falta de provisión de bienes públicos, afectaciones a las vías de
comunicación, falta de oportunidades de empleo y ausencia de una
política de compras locales.

Aparte de esos roces, cuando se observa el contexto latinoamericano,


los colombianos muestran una opinión frente a la minería que supera
en más de un caso la que expresan los habitantes de países vecinos.

Aun así, es indudable que las calificaciones anotadas responden a


realidades innegables: un peso relativamente menor del sector en
la economía y la mala percepción en segmentos específicos de la
sociedad. Como consecuencia, la aprobación en favor de prohibir la
minería es del 31%, 13 puntos más que el promedio regional.

Al analizar todos los elementos incorporados en el sondeo en el


ámbito latinoamericano, Colombia queda ubicada en la parte inter-
media de la tabla. Los países con mayor licencia social, de acuerdo
con la Brújula Minera, son Chile, Bolivia, Perú y México, cuya tradición
en la extracción de productos del subsuelo es conocida. Por debajo
están Brasil, Argentina o Ecuador.

31 Concepto sobre Normativa y jurisprudencia ajustado_8_agosto_2017_


Fedesarrollo.pdf

50 Libro Blanco del cobre en Colombia


Está de acuerdo o en desacuerdo con que las empresas mineras...

Argentina
Colombia

Ecuador
México
Bolivia

Brasil
Chile

Perú
Son fuente de
empleos para el 72% 75% 71% 69% 71% 71% 61% 47%
municipio y la región

Cumplen con la ley 40% 43% 33% 32% 22% 24% 17% 17%

Pagan los impuestos


53% 44% 41% 42% 44% 29% 30% 20%
al gobierno

Cumplen con los


requisitos de salud y 45% 50% 29% 24% 19% 19% 16% 14%
seguridad en el trabajo

Previenen los impactos


32% 24% 28% 23% 12% 18% 10% 10%
negativos de su operación

Porcentaje de personas que están de acuerdo con prohibir la minería en su país

5% 6% 6% 9% 14% 23% 23% 31% 18%


Bolivia

Ecuador

Argentina

Colombia
Brasil
Chile

México

Perú

LATAM

Las perspectivas de Colombia 51


Las oportunidades del cobre para Colombia

“Los recursos naturales pueden ser una bendición para países que
cuentan con los medios institucionales para gastar los ingresos de
manera astuta”, señalan María Angélica Arbeláez y Valentina Parra en
un estudio publicado por Fedesarrollo32. En una revisión de la litera-
tura existente, las autoras del documento resaltan, por ejemplo, que
para la Cepal no hay un problema de maldición de los recursos natu-
rales sino una mala gobernanza de estos.

A su vez, el Banco Mundial afirma que las industrias extractivas pue-


den contribuir positivamente a la agenda de desarrollo social, además
de impulsar un desarrollo económico sostenible y equitativo. Aparte
de lo anterior, ayuda a resolver restricciones en los mercados cambia-
rios, aumentar el ahorro y mejorar las finanzas públicas, además de
impulsar mayor crecimiento y empleo33.

Hay efectos negativos potenciales que merecen entenderse. A lo largo


de los años pasados se han multiplicado las publicaciones que enseñan
lecciones aprendidas y sirven de guías de buenas prácticas, algo en lo
cual se han especializado las instituciones financieras multilaterales.

Un libro publicado por el Instituto Mundial de Investigaciones de


Economía del Desarrollo de la Universidad de Naciones Unidas34 hace
una evaluación concienzuda sobre el potencial del sector, cuyos prin-
cipales mensajes se resumen así35:

• Las industrias extractivas (IE) son importantes y seguirán


siendo importantes economías en desarrollo.

• Las economías en desarrollo tienen un gran potencial para


desarrollar sus recursos extractivos.

• Las estrategias deben ser guiadas por el realismo: ni la euforia


ni la desesperación son útiles.

• Diversificar las economías es fundamental, pero difícil de lograr


(la dependencia de la mayoría de los países de ingresos bajos y
medios de sus recursos naturales ha aumentado en los últimos
veinte años).

32 Industrias Extractivas. María Angélica Arbeláez y Valentina Parra.


Fedesarrollo, marzo de 2020.
33 Ibid
34 UNU-WIDER. (2018). Addison, T. & Roe, A.R. (Eds.). “Extractive Industries:
The Management of Resources as a Driver of Sustainable Development”.
WIDER Studies in Development Economics. Oxford University Press.
35 Arbeláez y Parra, op. cit.

52 Libro Blanco del cobre en Colombia


• Las mejores instituciones son vitales para el éxito, pero la crea-
ción de instituciones tecnocráticas tiene sus limitaciones. La
creación de instituciones eficientes juega un papel fundamental
en temas como la política macroeconómica y fiscal, compañías
estatales y fondos soberanos de inversión, equidad de género,
manejo sectorial y de comunidades, estimulación de actividades
de transformación de productos y regulación ambiental.

• El trabajo eficaz e inclusivo del gobierno con empresas buenas


es fundamental, mientras que un gobierno ineficiente combinado
con empresas no muy ortodoxas es un mal escenario. Estas alian-
zas positivas tienen la capacidad de promover un desarrollo sos-
tenible a través de atención a comunidades, inclusión e impactos
ambientales.

• Ofrecer una gobernanza eficaz e inclusiva es vital para mejorar


los resultados en los sectores extractivos.

• Las compañías pueden mejorar sus prácticas con base en la


experiencia acumulada.

• Hoy hay muchos más canales de apoyo a los países y compañías


para mejorar los resultados de las IE. Organizaciones que proveen
donaciones y sus diferentes alianzas han aumentado su involucra-
miento en el sector, entre otros objetivos para mejorar la gober-
nanza y remover obstáculos de economía política relacionados
con las políticas de las IE. Así mismo, se han creado un número
muy importante de iniciativas para establecer mejoras en la regu-
lación de las industrias, mediante protocolos, marcos para políti-
cas públicas, y monitoreo y evaluación de programas, entre otros.

• La acción climática creará nuevos ganadores y perdedores entre


los sectores extractivos. El cambio climático es un reto para las
industrias extractivas fundamentalmente con la transición de
combustibles fósiles a energía renovable.

Todos los elementos señalados son válidos a la luz de las posibilidades


que tiene Colombia de confirmar reservas importantes de minerales, en
la medida en que la labor exploratoria siga su marcha y se superen los
cuellos de botella en materia de trámites y permisos. Aunque es difícil
especular, es posible hacer supuestos que solo se comprobarán una vez
se identifiquen reservas y lleguen proyectos que se ajusten a las exigen-
cias normativas y las expectativas de las comunidades.

ECONÓMICAS Y SOCIALES

El volumen de recursos que demanda la gran minería involucra inver-


siones cuantiosas a lo largo de un periodo prolongado de tiempo,
los cuales comienzan con la obtención de títulos y permisos, para

Las perspectivas de Colombia 53


proceder a trabajos de exploración en campo. Los sondeos iniciales,
si son positivos, usualmente requieren procesos de consulta previa
e inversiones mayores antes de comenzar la etapa de factibilidad,
la ingeniería de detalle y la consecución de licencias que autoricen
construcción de instalaciones, para llegar finalmente al inicio de
operaciones.

Se trata, entonces, de un proceso largo que oscila entre diez y quince


años. Elementos como la volatilidad en los precios internacionales o
el acceso a recursos financieros pueden prolongar ese plazo. Debido
a ello, vale la pena tener en cuenta que los réditos de una iniciativa
determinada no se obtienen de la noche a la mañana.

Aun así, hay efectos a lo largo del tiempo que se sintetizan en:

• Inversiones de primera fase: contratación de servicios y mano


de obra, entrada de inversión extranjera a riesgo, compra de
equipos, labores en terreno.

• Inversiones de segunda fase: análisis de resultados explorato-


rios, proceso de consultas y licenciamiento, contratación de ser-
vicios, ampliación de la nómina, llegada de capitales, adquisición
de bienes.

• Factibilidad: diseño del proyecto, ingeniería básica y de detalle,


licencia ambiental y de construcción, inversiones en la zona de
influencia, cumplimiento de acuerdos con las comunidades.

• Construcción: compra de equipos nacionales e importados,


contratación masiva de personal y encadenamientos. De acuerdo
con Fedesarrollo, un incremento de un peso en la demanda del
sector de obras civiles tiene un impacto de 2,73 en la economía,
de cual 1,83 corresponde a efectos directos e indirectos y 0,9
a efectos inducidos. En lo que atañe a empleo, un aumento de
un billón de pesos en el sector de obras civiles incrementa el
empleo total de la economía en 28.200 trabajadores36.

• Operación: pago de nóminas, impuestos y regalías, logísticas y


transporte, generación de exportaciones. En este caso, el incre-
mento de un peso en la demanda del sector de minerales metá-
licos tendría un efecto multiplicador sobre la producción de toda
la economía de 2,46, distribuidos en 1,66 de efectos directos e
indirectos y 0,8 de efectos inducidos37.

36 Astrid Martínez y otros autores. Bogotá, febrero de 2021. Op. Cit.


37 Ibid

54 Libro Blanco del cobre en Colombia


La mezcla de los factores señalados impulsaría el crecimiento de
la economía colombiana —en el caso de las obras civiles el multi-
plicador es 1,3— y reduciría sus debilidades. En particular, dado el
previsible declive de los dos principales renglones de exportaciones
—carbón y petróleo— la expansión hacia la minería del cobre ase-
guraría una adecuada oferta de divisas, al tiempo que fortalecería la
posición de la cuenta corriente de la balanza de pagos.

Determinar las sumas que ingresarían al país ante la eventualidad


de nuevos hallazgos y emprendimientos, es imposible. No obstante,
basta mirar las expectativas de Ecuador y Panamá con respecto a su
sector externo para concluir que un escenario de exportaciones adi-
cionales tasadas en miles de millones de dólares no es descabellado,
aunque todo dependerá de las circunstancias del momento.

Tampoco es despreciable el efecto sobre el mercado laboral, tanto


en términos de contratación, como de condiciones de trabajo y for-
malidad. Ante la localización de los prospectos identificados, resulta
evidente que las inversiones mejorarán los ingresos de la población
y servirán para combatir la informalidad en zonas que pueden estar
muy por debajo del producto per cápita nacional.

Un elemento fundamental en el análisis es el llamado “Government


take” que refleja la proporción de los ingresos de un proyecto que
quedan en manos estatales. A este respecto hay visiones diferentes
sobre si este oscila entre la mitad y dos terceras partes en Colombia.
Más allá de esa discusión, que en todo caso depende de las caracte-
rísticas particulares de cada iniciativa, Martínez (2021) discrimina38 los
recursos obtenidos así:

2,9%
4,3%
0,7%

Impuesto a la renta

Regalías de cobre
30,1%
Impuesto de oro
61,9%
Otros pagos

Impuesto de plata

38 Ibid

Las perspectivas de Colombia 55


Tanto el impacto económico agregado como el social servirían para
que el país pueda consolidar avances indispensables en la calidad
de vida de la población, disminuyendo la pobreza y la marginalidad e
impulsando la expansión de la clase media. Los programas de apoyo
a la comunidad servirían para reducir el déficit de bienes públicos,
comenzando por instalaciones educativas y de salud, además de
cuidado y preservación del medio ambiente.

Una posibilidad adicional es la de crear encadenamientos productivos


para que se desarrollen actividades productivas en torno al cobre, a
sabiendas de que hay una concentración de la capacidad de refina-
ción en lugares específicos de la geografía mundial. A pesar de ello, la
transición energética abre nuevos campos que pasan por la provisión
de servicios o la creación de industrias en donde el abastecimiento
cercano de materias primas esté asegurado.

MEJORES PRÁCTICAS Y MINERÍA VERDE

Tal como lo señala el Banco Mundial39 “la industria minera, que provee
insumos para casi todos los productos y servicios en el mundo, tiene
una gran relevancia en la consecución de un desarrollo sostenible en
los países ricos en minerales y en la economía en general”. Dicha con-
sideración es crítica para las compañías del sector cuyas oportunida-
des se ven afectadas de manera creciente por el cambio climático.

No está de más recordar que las operaciones mineras consumen gran-


des cantidades de energía y agua, lo cual puede crear tensiones a nivel
local o regional. Aparte de lo anterior está la necesaria garantía de que
la labor que se desarrolle minimice su huella en lo que atañe a conta-
minación del aire o de las fuentes hídricas.

En consecuencia, hay un énfasis para que la nueva generación de


proyectos mineros demuestre ser eficiente en el uso de la energía,
además de usar fuentes renovables; haga énfasis en la conservación
del agua y de la infraestructura; y reduzca de manera sustancial sus
emisiones de gases de efecto invernadero, a través de opciones como
la automatización y el transporte sostenible.

No se trata solamente de reducir costos, sino de responsabilidad y


mantener la “licencia social” que es fundamental para el buen desem-
peño de cualquier proyecto. Parte de ese objetivo está relacionado con
la creación de valor en la escala local, algo que pasa por acciones en

39 Sekar, Sri, Kyle Lundin, Christopher Tucker, Joe Figueiredo, Silvana Tordo,
and Javier Aguilar. 2019. Building Resilience: A Green Growth Framework
for Mobilizing Mining Investment. International Development in Focus.
Washington, DC: World Bank.

56 Libro Blanco del cobre en Colombia


Marco de referencia para las prioridades de las compañías mineras

Valor de la cadena minera,


áreas de prioridad climáticas

Diseño de infraestructura Diseño de mina GHG/energía


• Resistencia a las y planeación • Consumo optimo de
inundaciones del cierre energía en el diseño de
• Resistencia a la sequias la mina
• Resiliencia ante los • Equipo minero efi-
eventos climáticos ciente en uso de energía
extremos Intensidad • Fuentes renovables de
energética en la energía (emisiones GHG

Adaptación al cambio climático

Mitigación del cambio climático


Operaciones extracción por unidad de energía)
• Manejo de desechos
teniendo en cuenta el Uso del agua
cambio climático y del terreno
• Planeación para el Manejo de los Administración de
cierre desechos pasivos materiales escapes
• Planeamiento del nivel
Cierre/Después del cierre de cuencas
• Planeación para el • Administración digital
cambio climático Procesando el del agua
• Modelar el clima “downstream” • Planeación del uso de
futuro y los regímenes agua con saldo neto cero
hidrológicos
• Estabilidad de las
pendientes Administración de
• Cambios en los desperdicios
revegetación y del agua
• Efecto sobre las filtra-
ciones en roca ácida

Fuente: Building Resilience A Green Growth Framework for Mobilizing Mining Investment,
Banco Mundial, 2019.

el terreno, pero que igualmente incluye transparencia, establecimiento


de alianzas de largo plazo y construcción de confianza.

En ese sentido, la seguridad en las operaciones es fundamental, así


como el esfuerzo permanente por minimizar riesgos de accidentes.
Las costosas lecciones aprendidas en el pasado no pueden repetirse,
tanto en lo que concierne a daños ecológicos irreparables como a
pérdida de vidas humanas. Ello incluye también pensar en un hori-
zonte de varias décadas que abarque la restitución de zonas afec-
tadas y la recuperación de bosques o cuencas, una vez la época de
explotación de recursos haya concluido.

Para que esos propósitos funcionen en la práctica es indispensable


el concurso de las partes interesadas en un proyecto, comenzando
por compañías y entidades gubernamentales, pero también incluye a
las comunidades y el público en general. Más que ajustes normativos,

Las perspectivas de Colombia 57


13. Si las empresas mineras dejaran de operar en Colombia, ¿usted cree que
la economía del país mejoraría, empeoraría o se mantendría igual?

Mejoraría Empeoraría Se mantendría igual Ns / Nr


Total
minero
Carbón Carbón metalúrgico
14%
8% 10%
54%
69% 58%
30%
2% 21% Base (real): 166 29% Base (real): 166

Tipo de Mineral
Base (exp.): 337.345 Base (exp.): 337.345
Base (real): 1.032 2% 3%
Base (exp.): 4.648.812

Materiales Materiales y
de construcción piedras preciosas
Total
no minero 11%
18%
14%
47% 60%
43%
33% Base (real): 278 26% Base (real): 393
Base (exp.): 2.229.523 Base (exp.): 999.335
40% 1% 3%
3%
Base (real): 1.369
Base (exp.): 23.325.048

resulta indispensable la ausencia de zonas grises que se presten a


malentendidos o interpretaciones distintas. Es inconveniente, así
mismo, el incumplimiento de plazos estipulados, el cambio constante
en las reglas de juego o al aumento en el clima de incertidumbre.

En lo que corresponde a Colombia, que tiene la expectativa de ser un


participante activo en la minería del cobre, la labor de preparación
debería comenzar más temprano que tarde. Solo así se podrá garan-
tizar que una proporción creciente de la opinión vea a las industrias
extractivas como parte de la solución y no del problema.

No menos importante es que la mejoría de los estándares impulse a


los demás segmentos de la minería a adoptar decisiones en materia
de formalización, técnicas, cuidado del ambiente y relacionamiento
con la comunidad. Puesto de otra manera, hay espacio para impulsar
un círculo virtuoso a partir de la minería, con efectos importantes en
varios campos.

58 Libro Blanco del cobre en Colombia


3

Conclusiones
No hay duda de que la pandemia derivada del Covid-19 constituye una
de las pruebas más difíciles que ha enfrentado la humanidad en épo-
cas recientes. Aparte del creciente saldo de fallecidos, la emergencia
ocasionó la peor contracción económica en tres cuartos de siglo y el
deterioro en las condiciones de vida de decenas de millones de per-
sonas que perdieron empleos o vieron fracasar sus negocios.

Sin embargo, la crisis mostró la enorme capacidad de adaptación de


la raza humana que varió sus hábitos de movilidad y trabajo, adop-
tando nuevas maneras de relacionarse con la realidad. Igualmente,
al desarrollar vacunas contra el coronavirus en un lapso inferior a
doce meses la ciencia comprobó que la mezcla de urgencia y volun-
tad puede conducir a transformaciones fundamentales en plazos que
antes parecían imposibles.

Esa lección es clave de cara a un desafío todavía mayor para el


género humano: el cambio climático. Por cuenta de las emisiones de
gases de efecto invernadero, las temperaturas en el planeta siguen
subiendo, lo cual exige respuestas contundentes si se trata de cum-
plir los compromisos adoptados a nivel internacional para limitar el
calentamiento global.

Las soluciones pasan por una matriz de generación energética más


limpia, un proceso que se encuentra en marcha y que, lejos de ralen-
tizarse, avanza ahora con mayor rapidez en los cinco continentes.
Evolucionar de una economía basada en combustibles fósiles a una
apoyada en fuentes renovables demanda y demandará voluntad y
recursos sin precedentes, con ramificaciones en múltiples sectores.

Tal es el caso de los minerales que son indispensables para garantizar


la transición energética y cuya utilización llegará a nuevos máximos.
Así se prevé con el cobre, que es un componente clave en paneles
solares, turbinas de viento o vehículos eléctricos y cuya demanda
seguirá rompiendo máximos históricos en los años por venir, de
acuerdo con los expertos.

Semejante perspectiva resulta trascendental para los países que


cuentan con reservas de un metal que viene siendo usado desde
los albores de la civilización y que se encuentra en abundancia en
el continente americano. No en vano Chile y Perú ocupan el primero
y segundo lugar, respectivamente, en los escalafones de producción
mundial, con lo cual deberían estar en el grupo de los ganadores que
dejará una bonanza de largo aliento.

Pero esas naciones no deberían ser las únicas que se beneficien en


la región. Ecuador y Panamá también han comenzado a recorrer la
senda, al contar con proyectos y prospectos de gran envergadura que
les permitirán diversificar sus exportaciones y contar con fuentes adi-
cionales de empleo y recursos fiscales. En consecuencia:

Conclusiones 61
1. Basta mirar un mapa con los depósitos cupríferos identificados
a lo largo de la cordillera de los Andes y sus ramificaciones
para encontrar un vacío inexplicable: Colombia. A pesar de
estar localizado en lo que se describe como el cinturón del
cobre, el país cuenta con reservas modestas, muy inferiores
a las de sus vecinos.

2. Si bien alguien podría creer que la explicación no es otra que


un capricho de la naturaleza, la verdad es que el espacio en
blanco es resultado del desconocimiento. Más allá de la exis-
tencia de indicios, las labores de exploración han sido tímidas
debido a la complejidad del terreno, las restricciones de segu-
ridad o la dificultad a la hora de obtener permisos por parte
de las autoridades responsables.

3. Sea cual sea el motivo, ese periodo de ignorancia necesita que-


dar atrás. Ello quiere decir que hay que impulsar la búsqueda
y cuantificación de yacimientos con el fin de tomar decisiones
informadas. Esfuerzos como el de las áreas estratégicas mine-
ras o la aceleración de las autorizaciones van en la dirección
correcta, si bien todavía están en una etapa embrionaria.

4. Es de esperar que con resultados técnicos en la mano se logre


estructurar iniciativas que deberán pasar una serie de filtros
—financieros, ambientales, logísticos— para determinar su via-
bilidad. En ese momento a las instituciones les corresponderá
evaluar la conveniencia de explotar recursos naturales que pue-
den ser fuente de progreso, remplazando o contribuyendo
a renglones existentes.

5. Y es que tanto el petróleo como el carbón se enfrentan a un


escenario complejo que amenaza los dos principales renglones
de las exportaciones y de regalías, además de tener implicacio-
nes en lo que atañe a inversiones y empleo. Cruzarse de brazos
a esperar lo inevitable será siempre una opción, pero no es la
más responsable.

62 Libro Blanco del cobre en Colombia


6. Lo que corresponde es ampliar la base productiva de la econo-
mía, algo que pasa por la evaluación seria y profesional res-
pecto al papel del cobre en el desarrollo de Colombia. Avanzar
por esa senda exige hacer las cosas en orden, comenzando
por la identificación de los recursos disponibles a partir de
una política de exploración juiciosa y continuada.

7. Si, como lo piensan quienes han estudiado estos asuntos, el


potencial es real, deberán darse las definiciones para hacer
un buen uso de la riqueza en el subsuelo. Aprender de los
errores cometidos por otros e incorporar los principios de la
denominada minería verde es indispensable, para así contar
con la licencia social expedida por una opinión ambivalente
frente a las industrias extractivas.

Pero en último término se trata de hacer bien la tarea, para que el


país no sea un espectador pasivo en una de las transformaciones más
significativas de los últimos tiempos. Si hacemos la tarea, se abre la
posibilidad de un desarrollo más incluyente y sostenible, permitiendo
comprobar que la minería bien hecha puede ser sinónimo de progreso.

Conclusiones 63
Este libro fue impreso en Colombia con papel
Earth Pact® de Propal, fabricado 100% de
caña, libre de químicos y amigable con el
medio ambiente.

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