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EDUCACIÓN CONTINUADA EN EL LABORATORIO CLÍNICO

Ed Cont Lab Clín 2009; 12:36-46

SÍNDROME METABÓLICO
Antonio Moreno Martínez, Raquel Baluja Pino
Servicio de Análisis Clínicos. Complejo Hospitalario de Pontevedra.

INTRODUCCIÓN

En un sentido clásico se aplica la definición de descenso de la fracción de colesterol de alta den-


“síndrome” al conjunto de signos y síntomas que sidad (HDL).
definen a una enfermedad. En el caso del deno-
minado “Síndrome Metabólico”, está perfectamen- Actualmente disponemos de hasta cinco definicio-
te acertada la denominación, ya que los múltiples nes del síndrome metabólico de los siguientes gru-
signos y síntomas que lo componen son conocidos pos de expertos: Organización Mundial de la Salud
desde hace muchos años, pero hasta hace ape- (OMS) (1998, revisado en 1999) (Tabla 1); Grupo
nas una década no se empezó a tener la evidencia Europeo para el Estudio de la Resistencia a la In-
que constituían una entidad nosológica. La impor- sulina (EGIR) (1999) (Tabla 2); Programa Nacional
tancia del síndrome metabólico reside en que en de Educación en Colesterol Panel III de Tratamien-
la actualidad es uno de los problemas de salud to en Adultos (NCEP-ATP III) (2001, revisado en
pública en países desarrollados e incluso en los 2004) (Tablas 3 y 4); Asociación Americana de En-
de en vía de desarrollo. También conocido como docrinología (2003) y la Federación Internacional
Síndrome X o síndrome polimetabólico, la primera de Diabetes (IDF) (2005) (Tabla 5). La definición
descripción que se tiene constancia data de 1923, más utilizada es la del NCEP-ATP-III, que recono-
publicada por Kylin, en la que da a conocer estu- ce como síndrome metabólico la presencia conco-
dios clínicos en los que el nexo de unión eran la mitante de tres situaciones de las cinco siguientes:
hipertensión arterial, la hiperglucemia y la hiperuri- obesidad abdominal, hipertensión arterial, hiper-
cemia. En 1947 Vague, en un trabajo sobre la di- glucemia en ayunas, hipertrigliceridemia y concen-
ferenciación sexual, relacionaba la distribución de traciones bajas de la fracción HDL del colesterol
grasa corporal con el desarrollo de algunas anor- (Tabla 6)
malidades metabólicas. En 1988 Reaven denomi-
nó Síndrome X a un grupo de alteraciones en las Estas alteraciones bioquímicas, circunstancias fe-
que se acompañaban junto a la hipertensión arte- notípicas (obesidad) y / o enfermedad (hiperten-
rial, anormalidades bioquímicas como la resisten- sión, diabetes) tienen, en un grado significativo de
cia a la insulina, hiperinsulinemia, hiperglucemia, casos, un denominador común: los pacientes pre-
incremento de la concentración de triglicéridos y sentan resistencia a la insulina.

• Tensión arterial ≥ 140/90 mmHg.


• Dislipemia: definida por triglicéridos ≥ 150 mg/dL (≥ 1.7 mmol/L) y / o colesterol HDL
< 35 mg/dL (< 0.9 mmol/L) en hombres o < 40 mg/dL (< 1.0 mmol/L) en mujeres.
• Microalbuminuria: ≥ 20 µg/min o ratio albumina / creatinina ≥ 30 mg/g.
• Obesidad: Índice de Masa Corporal (IMC) > 30 kg/m2 y / o relación cintura / cadera
>0.9 en hombres y > 0.85 en mujeres.
Deben cumplirse dos o más criterios; más la presencia de alguna de las siguientes condiciones:
- Diabetes mellitus tipo 2.
- Intolerancia a la Glucosa.
- Resistencia a la Insulina (insulina de ayuno > percentil 75 de la población).

Tabla 1. Definición de la OMS (Organización Mundial de la Salud) (1999)


37 A. Moreno, R. Baluja. Síndrome Metabólico

• Obesidad: perímetro abdominal ≥ 80 cm en mujeres y ≥ 94 cm en hombres.


• Dislipemia: definida por triglicéridos > 177 mg/dL (> 2.0 mmol/L) y / o colesterol HDL
<40 mg/dL (< 1.0 mmol/L).
• Tratamiento para dislipemia.
• Tensión arterial ≥ 140/90 mmHg o diagnóstico previo de hipertensión.
• Glucosa basal: 110 – 124 mg/dL (6.1 – 6.9 mmol/L).
• Cuartil superior de la concentración de insulina en ayunas en personas no diabéticas
o hiperinsulinemia en no diabéticos.
Requiere la presencia de Resistencia a insulina más alguno de los otros de los factores.

Tabla 2. Definición del Grupo Europeo para el Estudio de la Resistencia a la Insulina (EGIR) (1999).

• Obesidad: perímetro abdominal > 88 cm en mujeres y > 102 cm en hombres.


• Triglicéridos ≥ 150 mg/dL (≥ 1.7 mmol/L).
• Colesterol HDL < 40 mg/dL (< 1.03 mmol/L) en hombres y < 50 mg/dL (< 1.29 mmol/L)
en mujeres.
• Tensión arterial ≥130/85 mmHg o diagnóstico previo.
• Glucosa basal ≥ 110 mg/dL (≥ 6.1 mmol/L).
Deben cumplirse al menos tres condiciones.

Tabla 3. Definición del Programa Nacional de Educación en Colesterol (NCEP-ATP-III)


(National Cholesterol Education Program – Adult Treatment Panel III) (2001).

• Obesidad: perímetro abdominal > 88 cm en mujeres y > 102 cm en hombres.


• Triglicéridos > 150 mg/dL (> 1.7 mmol/L).
• Colesterol HDL < 40 mg/dL (< 1.03 mmol/L) en hombres y < 50 mg/dL (< 1.29 mmol/L)
en mujeres.
• Tensión arterial ≥ 130/85 mmHg o diagnóstico previo de hipertensión.
• Glucosa basal ≥100 mg/dL (≥ 5.6 mmol/L).
Deben cumplirse al menos tres condiciones.

Tabla 4. Definición del Programa Nacional de Educación en Colesterol (NCEP-ATP-III)


(National Cholesterol Education Program – Adult Treatment Panel III) (2004).

• Obesidad: perímetro abdominal ≥ 80 cm en mujeres y ≥ 94 cm en hombres.


• Triglicéridos ≥ 150 mg/dL (≥ 1.7 mmol/L).
• Colesterol HDL: <40 mg/dL (< 1.03 mmol/L) en hombres y < 50 mg/dL (< 1.29 mmol/L)
en mujeres.
• Tensión arterial ≥ 130/85 mmHg o diagnóstico previo de hipertensión.
• Glucosa basal ≥ 100 mg/dL (≥ 5.6 mmol/L).
Deben cumplirse las condiciones de obesidad más dos de los otros cuatro factores.

Tabla 5. Definición de la Federación Internacional de Diabetes (IDF) (2005).


A. Moreno, R. Baluja. Síndrome Metabólico 38

• Obesidad: perímetro abdominal > 88 cm en mujeres y > 102 cm en hombres.


• Triglicéridos ≥ 150 mg/dL (≥ 1.7 mmol/L) o tratamiento farmacológico.
• Colesterol HDL: < 40 mg/dL (< 1.03 mmol/L) en hombres y < 50 mg/dL (< 1.29 mmol/L)
en mujeres o tratamiento farmacológico.
• Tensión arterial ≥ 130/85 mmHg o tratamiento antihipertensivo.
• Glucosa basal ≥ 100 mg/dL (≥ 5.6 mmol/L) o tratamiento farmacológico.
Deben cumplirse al menos tres condiciones.

Tabla 6. Actualización de la propuesta de la NCEP ATP-III propuesta por la American Heart Assiciation y por el
National Heart, Lung, and Blood Institute (2005)

PREVALENCIA En los últimos años, diferentes grupos de trabajo


han estudiado la asociación entre hipertensión ar-
La prevalencia del síndrome metabólico (SM) está terial, diabetes mellitus tipo 2, dislipemia e hiperu-
condicionada por la definición que se emplee y por ricemia con estados hiperinsulinemia / resistencia
la población a la que se aplica dicha definición. En a la insulina desencadenantes de daños tisulares
Estados Unidos según el estudio NHANES III (The compatibles con situaciones de riesgo cardiovas-
Third National Health and Nutrition Examination cular. En la Figura 1 se expone el papel de la re-
Survey) con criterios NCEP, la prevalencia global sistencia a la insulina en el desarrollo de anormali-
fue del 22,8 % en varones y del 22,6 % en mu- dades metabólicas.
jeres. En Europa, aplicando criterios OMS la pre-
valencia sería del 23 % en varones y del 12 % en La resistencia a la insulina se define como un esta-
mujeres, pero utilizando criterios EGIR bajaría a do de disminución de la respuesta celular y tisular
16 % en hombres y 9,3 % en mujeres. a la hormona, en presencia de una concentración
normal de insulina o como respuesta normal des-
Independientemente del modelo de definición que pués de una insulinemia elevada. El hecho de que
se aplique, la prevalencia aumenta con la edad, en un paciente se detecte una “resistencia a la in-
y con criterios NCEP-ATP-III el 82 % de los pa- sulina” no debe considerarse como una enferme-
cientes diabéticos tipo 2; el 65 % de los pacientes dad, sino como una anormalidad fisiológica, que
hipertensos; el 55 % de los pacientes con hipertri- asociada a determinadas situaciones que pueden
gliceridemia y el 62 % de los pacientes a los que concatenarse, acabarán siendo encuadradas en
se les detecta microalbuminuria, tendrían criterios alguna de las definiciones del síndrome metabó-
para encuadrarlos como síndrome metabólico. lico.

En España, los investigadores del registro El receptor de insulina es un heterotetrámero lo-


MESYAS (Metabolic SYndrome in Active Subjects) calizado en la membrana celular formado por dos
han estudiado la prevalencia del síndrome meta- subunidades α y dos subunidades β unidas entre sí
bólico sobre la población laboral en activo llegando por puentes disulfuro. La subunidad α está situada
a la conclusión de que la prevalencia en éste tipo en la cara externa de la membrana y posee el do-
de población es del 10,2 %, si bien el diagnósti- minio de unión a la insulina, la subunidad β posee
co de síndrome metabólico se realizó a partir de actividad tirosin-quinasa intrínseca y se sitúa en la
criterios modificados de NCEP-ATP-III (se aplicó cara interna de la membrana. Cuando la insulina
el índice de masa corporal, en vez del perímetro se une a la subunidad α se produce un cambio
abdominal). conformacional en el receptor que desencadena
la autofosforilación de residuos tirosina (Tyr) de la
subunidad β intracitoplasmática; esta subunidad β
FISIOPATOLOGÍA a su vez fosforila residuos tirosina de diversos sus-
tratos (IRS-1, IRS-2, IRS-3, etc), iniciándose una
El síndrome metabólico representaría el producto cascada de serin-treonin quinasas que median
final de una entidad multinosológica, que comen- respuesta celular a la insulina (como la expresión
zaría con una interrelación entre factores genéti- del transportador GLUT-4 en la membrana celular,
cos, medio ambientales, estilos de vida, factores la activación de la glucolisis y la glucogenosíntesis
psicosociales e incluso los relacionados con esta- y la inhibición de la gluconeogénesis).
dos de estrés crónico.
39 A. Moreno, R. Baluja. Síndrome Metabólico

Figura 1. Mecanismo propuesto de Hipertensión arterial en el síndrome metabólico (AGL: Ácidos Grasos Libres;
NO: Óxido Nítrico). Modificado de Yanai H et al Nutr J 2008; 17:7-10.

Los mecanismos moleculares de resistencia insu- circulante (sería el caso de la acantosis nigricans
línica no están totalmente esclarecidos, se han de- y del aumento de la síntesis de testosterona en el
tectado alteraciones a nivel de la autofosforilación ovario).
del receptor de insulina: se fosforilan residuos de
treonina (Thr) y serina (Ser) en lugar de fosfori-
larse residuos de tirosina (Tyr). Estudios realiza- SÍNDROME METABÓLICO Y OBESIDAD
dos sobre polimorfismos y mutaciones del gen de
GLUT-4 no aportan datos que permitan asociarlos Hasta finales del siglo XX se creía que la función
con estados de resistencia insulínica. del tejido adiposo consistía en la reserva pasiva de
energía. Sin embargo innumerables estudios nos
El gen del PPARγ2 (Receptor Activado por Prolife- han revelado que la verdadera fisiología de este
rador de Peroxisomas), es un receptor nuclear per- tejido manifiesta una importante actividad endocri-
teneciente a la familia de los factores de transcrip- na y metabólica. El tejido adiposo puede llegar a
ción activados por ligando que regula la expresión disponer de un número ilimitado de adipocitos y
de genes de enzimas implicados en el metabolismo una importante matriz endotelial, producto de su
de glúcidos y lípidos. Cuando se activa este factor rica vascularización. Cada uno de los adipocitos,
de transcripción (por ácidos grasos, prostanoides así como su estroma vascular, sintetizan péptidos,
y fármacos como las tiazolidindionas), induce la di- denominados adipoquinas que actúan tanto a nivel
ferenciación de adipocitos y mejora la sensibilidad central como periférico, y disponen de receptores
a la insulina. En caso de mutaciones en el gen de para hormonas sintetizadas en otros ejes endocri-
PPARγ2 aparece resistencia insulínica. nos.

Las principales dianas donde la insulina ejerce su Las medidas antropométricas usadas comúnmen-
acción son el tejido adiposo, el muscular y el he- te para determinar el grado de obesidad son: el
pático. Las consecuencias a nivel metabólico de índice de masa corporal “IMC” (indicador de obesi-
la resistencia a la insulina serán por una parte las dad general), perímetro abdominal y ratio cintura /
derivadas de la inactividad de la hormona (como cadera; siendo estos últimos marcadores de obe-
ocurre con el incremento en las concentraciones sidad central o abdominal.
de glucosa y ácidos grasos) y por otra, las deri-
vadas de la presencia de un exceso de hormona El tipo de obesidad es un determinante importante
A. Moreno, R. Baluja. Síndrome Metabólico 40

en la aparición de riesgos metabólicos y cardio- a) Leptina


vasculares. La obesidad tipo androide, desarrolla-
da sobre el perímetro de cintura, se contrapone a Es una hormona peptídica de 146 aminoácidos
la obesidad femenina, desarrollada fundamental- (peso molecular 16 kDa) producida en el tejido
mente sobre las caderas, por ello la medida del adiposo. Se comporta de forma diferente según
perímetro de cintura abdominal es más útil que el la ubicación del adipocito, siendo más relevante
índice de masa corporal. su acción sobre el tejido adiposo subcutáneo que
sobre el visceral. Los niveles sanguíneos son más
La relación entre estos indicadores de obesidad y elevados en mujeres que en hombres y presentan
factores de riesgo cardiovascular (FRC) como la ritmo circadiano: el acmé se detecta a primera hora
dislipemia, diabetes mellitus e hipertensión arterial de la mañana, y el nadir por la tarde. Los niveles
ha sido estudiada en los últimos años en diferen- se correlacionan directamente con la masa adipo-
tes grupos étnicos. Los resultados muestran una sa del individuo y con el contenido en triglicéridos
mayor relación entre los FRC con la obesidad cen- de los adipocitos. Actúa sobre receptores específi-
tral (perímetro abdominal) o ratio cintura / cadera cos a nivel del sistema nervioso central (abundan
que con el índice de masa corporal. en el hipotálamo) inhibiendo la ingesta alimenticia
(disminución del apetito).
El depósito habitual de ácidos grasos en el orga-
nismo se realiza en forma de triglicéridos y tiene Las concentraciones séricas elevadas de leptina
lugar en el tejido adiposo que en condiciones nor- están asociadas a la pérdida de tejido adiposo ya
males es sensible a la acción de la insulina, la cual que aumenta la sensibilidad periférica a la insulina
inhibe la actividad de la lipasa hormono-sensible, y aumenta también el gasto energético.
bloqueando así la lipólisis y favoreciendo el alma-
cenamiento de grasa. Sin embargo, en estados de Defectos genéticos que implican la ausencia de
resistencia a la insulina, como ocurre en el síndro- leptina determinan la aparición temprana de obe-
me metabólico, existe una alteración en la trans- sidad mórbida, que puede ser revertida con la
ducción de la señal desde el receptor de insulina administración de dicha hormona. Los receptores
al interior celular desapareciendo la inhibición de de leptina (conocidos como Ob-R) también se ex-
la lipasa: esto desencadena la hidrólisis de trigli- presan en tejidos periféricos donde su activación
céridos almacenados aumentando los niveles de implica la pérdida de grasa por estimulación de la
ácidos grasos libres (AGL). lipólisis. Los niveles plasmáticos de leptina varían
significativamente tras ayunos prolongados o tras
Los incrementos de AGL provocan, a nivel celular, estados continuados de sobrealimentación. Se ha
la inhibición directa de protein-quinasa B, por lo descrito una relación entre los niveles de leptina y
que se disminuye la captación y utilización de glu- los de hormonas tiroideas, de manera que éstas
cosa agravando aún más el estado de resistencia incidirían sobre los adipocitos inhibiendo la sín-
insulínica e hiperglucemia. tesis de leptina, mientras que elevaciones en las
concentraciones de leptina inhibirían la producción
A nivel plasmático, el aumento de las concentra- de glucocorticoides a nivel suprarrenal, lo que a ni-
ciones de ácidos grasos libres aumenta el flujo de vel central se traduciría por un estímulo en la libe-
éstos hacia el hígado donde se estimula la síntesis ración de hormona liberadora de tirotropina (TRH)
de apo B y por lo tanto de VLDL (Very Low Density y por tanto de hormonas tiroideas.
Lipoprotein) causando hipertrigliceridemia.
En personas obesas se observa un estado de “re-
La elevación crónica de AGL contribuye a la dis- sistencia a la leptina” que se caracteriza por una
función de las células beta pancreáticas, así es- pérdida del balance energético (exceso de re-
tados avanzados de resistencia a la insulina se servas energéticas) a pesar de tener una mayor
acompañan de disminución de la secreción de concentración de leptina tanto en suero como en
esta hormona. líquido cefalorraquídeo.

Como se comentó anteriormente, el tejido adiposo


no sólo actúa como almacén de energía en forma b) Adiponectina
de grasa sino que tiene actividad endocrina: en él
se produce la síntesis de moléculas como la lep- Es una adipoquina sintetizada en el tejido adiposo
tina, adiponectina, resistina, factor de necrosis tu- formada por 244 aminoácidos (peso molecular de
moral α (TNF-α) e interleuquina 6 (IL-6) conocidas 30 kDa). Las concentraciones en plasma de adi-
como adipoquinas. ponectina tienen una relación inversa con el índice
de masa corporal y con el grado de resistencia a
41 A. Moreno, R. Baluja. Síndrome Metabólico

la insulina. Concentraciones en plasma de adipo- teliales, fibroblastos y también adipocitos, que son
nectina menores a las esperadas en la población los responsables de hasta un 30 % de la proteína
general se han comprobado en casos de obesi- circulante (sobre todo los localizados en tejido adi-
dad, diabetes mellitus tipo 2, estadios inflamato- poso visceral, siendo mucho menor el proveniente
rios, resistencia a la insulina, lipodistrofia, y enfer- de adipocitos de tejido adiposo subcutáneo). Hay
medades cardiovasculares. Los hombres tienen una relación directa entre los niveles circulantes
concentraciones más bajas que las mujeres. La de IL-6 e IMC, de forma que cuanto mayor sea
adiponectina estimula la oxidación de ácidos gra- el IMC, mayores niveles circulantes de IL-6 se
sos, reduce los triglicéridos plasmáticos y aumen- detectan, y éstos disminuyen tras regímenes de
ta el metabolismo de la glucosa (por aumento de adelgazamiento. Su contribución al síndrome me-
la sensibilidad a la insulina). Además, inhibe las tabólico estaría en relación a un incremento de la
fases iniciales de la aterosclerosis, ya que reduce producción de moléculas VLDL y a la síntesis de
la expresión de moléculas de adhesión en células reactantes de fase aguda en estados inflamatorios
endoteliales, la transformación de macrófagos en crónicos de bajo grado, entre otros a la proteina
células espumosas, y la proliferación de células C reactiva (PCR), que explica la asociación entre
de tejido muscular liso. El incremento de niveles niveles elevados de IL-6 y PCR en individuos obe-
de adiponectina está relacionado con una dismi- sos, así como una correlación entre el IMC y los
nución de la resistencia a la insulina ya que su niveles de PCR en individuos sanos.
acción facilitará la disminución de moléculas de
triglicéridos tanto en hígado como en músculos. La PCR induce la expresión de moléculas de ad-
hesión en células endoteliales y monocitos (proce-
En plasma se encuentra en tres formas distintas so clave para la iniciación de la aterogénesis).
estructuralmente y sus niveles plasmáticos son
superiores a los de otras adipoquinas.
e) Resistina

c) Factor de Necrosis Tumoral α (TNF-α) Proviene de las células mononucleares presentes


en el tejido adiposo, también se le conoce como
Glicoproteína sérica producida por macrófagos ADSSF (Adipose Tissue Specific Secretory Fac-
activados y otros leucocitos mononucleares. Es tor), es un polipéptido de 114 aminoácidos. Sus
producido también en los adipocitos y en la frac- concentraciones disminuyen durante el ayuno
ción estromal del tejido adiposo. Fue una de las prolongado y se elevan con la ingesta alimenticia.
primeras citoquinas identificadas e implicadas en Los estudios disponibles sobre ella, la relacionan
la respuesta inflamatoria sistémica; en pacientes especialmente con la capacidad de inducir resis-
sometidos a un estrés agudo es un potente media- tencia a la insulina, de hecho sus concentraciones
dor proinflamatorio. En la actualidad también se séricas se encuentran significativamente elevadas
identifica como una adipoquina relacionada con el en individuos obesos y en diabetes melllitus tipo 2;
desarrollo de resistencia a la insulina, obesidad y se trataría por tanto de una adipoquina con acción
DM2. opuesta a la insulina.

TNF-α en el hepatocito, estimula la secrección de f) Otras adipoquinas


IL-6 y otros reactantes de fase aguda como la pro-
teína C reactiva (PCR), el inhibidor I del activador Otras adipoquinas descritas recientemente son
de plasminógeno (PAI-I) y fibrinógeno. la apelina, la calpaina 10, la visfatina y la glico-
proteina Zinc-α2, no estando aún completamente
A nivel celular, el TNF-α es un potente inhibidor dilucidado sus mecanismos de acción, si bien a
de la fosforilación de la cadena β del receptor de la última mencionada se le ha relacionado con la
insulina y del IRS-1, jugando un papel clave en el lipólisis asociada a la caquexia tumoral.
desarrollo de resistencia a la insulina en pacientes
obesos. En el tejido adiposo, TNF-α aumenta la
liberación de ácidos grasos libres e interfiere en la SÍNDROME METABÓLICO Y DISLIPEMIAS
síntesis de adiponectina.
Las alteraciones del metabolismo de los lípidos
en el síndrome metabólico se caracterizan por un
d) IL-6 incremento de los niveles de triglicéridos, dismi-
nución de la fracción HDL del colesterol y altera-
Glicoproteína de bajo peso molecular (22 kDa) se- ciones cualitativas en las moléculas de LDL co-
gregada por macrófagos, linfocitos T, células endo- lesterol.
A. Moreno, R. Baluja. Síndrome Metabólico 42

El control de la lipogénesis en los adipocitos está sulina. La cuantificación de la resistencia a la in-


regulado entre otros, por las catecolaminas y por sulina se realiza por métodos indirectos, basados
la insulina. Las catecolaminas tienen un efecto li- en los niveles de glucemia e insulina en ayunas
político más acentuado sobre el tejido adiposo vis- o tras sobrecarga oral de glucosa. También se
ceral, que sobre el subcutáneo. La insulina con- puede utilizar el índice HOMA-IR (Homeostasis
trola la disponibilidad de los ácidos grasos libres, Model Assessment of Insulin Resistance):
regulando la actividad de la lipoproteína lipasa. insulina en ayunas (µU/mL) x glucemia en
ayunas (mmol/L)/ 22,5 (expresa fundamental-
En el desarrollo de un síndrome metabólico, los mente la sensibilidad hepática a la insulina).
niveles incrementados de ácidos grasos libres
(procedentes principalmente de la lipólisis en teji-
do adiposo llevada a cabo por la lipasa hormono- SÍNDROME METABÓLICO E HIPERTENSIÓN
sensible), facilita a nivel hepático la síntesis de ARTERIAL
VLDL provocando hipertrigliceridemia, así como
la neoglucogénesis (hiperglucemia); por otra par- En todas las definiciones se incluye la hiperten-
te, la resistencia a la insulina o la falta de acción sión arterial (HTA) como uno de los criterios diag-
de ésta hormona reduce la actividad de la enzi- nósticos del síndrome metabólico, incluso autores
ma lipoproteína lipasa que es la reguladora de la pioneros en el concepto de síndrome metabólico,
hidrólisis de los triglicéridos de las VLDL, los tri- como el propio Reaven se postulan en el senti-
glicéridos ni son degradados ni almacenados, por do que una HTA en un síndrome metabólico sería
lo que se produce un incremento en los niveles consecuencia de la resistencia a la insulina, en
plasmáticos. base a que hay alteraciones metabólicas que no
se evidencian en formas de HTA secundarias: las
La hipertrigliceridemia y AGL potencian la activi- alteraciones metabólicas no desaparecen contro-
dad de la proteína de transferencia de ésteres de lando la presión arterial, e incluso algunos trata-
colesterol, principal enzima para la transferencia mientos antihipertensivos pueden empeorarlas.
de los ésteres de colesterol desde las moléculas
de HDL a las de LDL y a las VLDL, con lo que La obesidad, resistencia a la insulina, hipertensión
las moléculas más aterogénicas se enriquecen en arterial y enfermedad vascular periférica de origen
colesterol y se desvía éste de su ruta de aclara- ateroesclerótico están íntimamente asociadas con
miento (las moléculas de HDL son las encargadas un estado inflamatorio crónico de bajo grado y con
de transportar el colesterol desde los tejidos hacia disfunción endotelial. En la Tabla 7 se mencionan
el hígado donde se elimina en forma de ácidos bi- los mecanismos que relacionan las anormalidades
liares). Esta mayor actividad de la enzima explica metabólicas presentes en el síndrome metabólico
las disminuciones de las concentraciones de HDL con la enfermedad cardiovascular.
y los aumentos de LDL y de VLDL.
En relación a la hipertensión arterial, la hiperinsu-
Las moléculas de LDL son anómalas en cuanto a linemia aumenta la reabsorción de sodio a nivel
su grado de glicosilación, composición lipídica y renal, y sobre todo provoca un desequilibrio en
dominio de unión al receptor de Apo B, lo que con- el balance óxido nítrico (NO) / endotelina I (ET-1)
lleva una disminución del aclaramiento de estas en las células del endotelio vascular propiciando
moléculas pequeñas y densas del plasma con el disfunción endotelial, se estimula la producción de
consiguiente aumento del riesgo de trombosis. endotelina tipo I capaz de inducir respuestas va-
soconstrictoras, lo que determinaría un estado de
resistencia vascular periférica, mecanismo íntima-
SÍNDROME METABÓLICO Y METABOLISMO mente relacionado con la HTA. Además, los efec-
DE LOS GLÚCIDOS tos antiinflamatorios y antitrombóticos dependien-
tes del óxido nítrico se suprimen y se estimula la
La insulina debe considerarse como una hormona expresión de moléculas de adhesión en las célu-
anabólica, ya que posibilita la entrada de glucosa las del endotelio vascular (VCAM-1) y E-selectina
en los tejidos, favorece la síntesis de glucógeno implicadas en el proceso de aterogénesis.
hepático, bloquea la glucogenolísis e inhibe la li-
polisis. La homeostasis del metabolismo de los Las alteraciones a nivel renal en el síndrome me-
glúcidos depende de la capacidad de secretar in- tabólico se pueden detectar a partir de la presen-
sulina, de la capacidad de la insulina para inhibir cia de microalbuminuria o por disminución en los
la producción de glucosa y mejorar su aprovecha- índices de filtrado glomerular calculado a partir de
miento periférico y de la capacidad de la glucosa ecuaciones.
de penetrar en las células aún en ausencia de in-
43 A. Moreno, R. Baluja. Síndrome Metabólico

Tabla 7. Papel de la resistencia a la insulina en el desarrollo de anormalidades metabólicas. Extraído de


« Metabolic syndrome and cardiovascular disease » Quin Qiao et al. Ann Clin Biochem 2007; vol 44, part 3.

Otras citoquinas relacionadas con la HTA son el Mientras que su prevalencia en población general
angiotensinógeno (precursor de la angiotensina II) oscila entre un 2 % y un 6 %, en pacientes con
y el inhibidor del activador del plasminógeno (PAI- síndrome metabólico diagnosticados con criterios
1). Si bien el hígado es la principal fuente de se- NCEP es de un 60 % en mujeres y 30 % en hom-
creción de angiotensinógeno, en sujetos obesos bres.
el tejido adiposo también lo produce en cantidades
significativas, favoreciendo la hipertensión. Así Una de las principales causas de desarrollo de
mismo el PAI-1, que es una proteasa que inhibe al EHNA es el flujo aumentado de ácidos grasos li-
activador del plasminógeno, procede del estroma bres hacia el hígado; esta situación empeora en
vascular y de los adipocitos de la grasa visceral, casos en que la hiperglucemia satura la capacidad
en una parte importante de sus concentraciones de síntesis hepática de glucógeno (aproximada-
en plasma. La fibrinolisis está regulada por meca- mente 5 % de la masa hepática) y el excedente de
nismos activadores e inhibidores, siendo el plas- glucosa captado se deriva a rutas de lipogénesis,
minógeno el péptido que inicia la fibrinolisis, por lo aumentando los niveles de ácidos grasos a nivel
que un incremento de su inhibidor aumentaría el hepático y disminuyendo su metabolización ya que
riesgo trombótico. la resistencia a la insulina inhibe la β-oxidación mi-
tocondrial; favoreciendo así la instauración de la
esteatosis hepática.
SÍNDROME METABÓLICO Y ESTATO HEPATI-
TIS NO ALCOHÓLICA También se ha detectado que en pacientes con
EHNA existe una inactividad de moléculas como
La estato-hepatitis no alcohólica (EHNA) es la la leptina o la adiponectina.
causa más frecuente de elevación de la actividad
de las transaminasas, consecuencia de la presen- La lipogénesis de novo (conversión de glucosa en
cia de esteatosis y fibrosis en tejido hepático. El ácidos grasos) está nutricionalmente regulada por
concepto de EHNA comprende desde la esteato- la acción sinérgica de la glucosa y la insulina que
sis simple hasta la cirrosis. inducen la expresión de genes de enzimas impli-
cados en la glucolisis y en la lipogénesis. El factor
Rasgos característicos del síndrome metabólico de transcripción SREBP-1c (sterol regulatory ele-
como son la presencia de resistencia a la insuli- ment binding protein) es el principal mediador de
na, elevación de la concentración de triglicéridos, la acción de la insulina, que regula a nivel hepático
hipertensión arterial y obesidad se asocian con la la expresión de genes que codifican para enzimas
EHNA. Pero a pesar de ello no se conocen con implicadas en la síntesis de ácidos grasos y de
claridad los mecanismos moleculares que interre- triglicéridos como la acetil-Coa carboxilasa (ACC)
lacionan ambas afecciones. y la ácido graso sintasa (FAS); estudios realizados
A. Moreno, R. Baluja. Síndrome Metabólico 44

con ratones deficientes en este factor de trans- SÍNDROME METABÓLICO Y ESTADOS INFLA-
cripción muestran una reducción de la síntesis de MATORIOS
ácidos grasos de sólo un 50 %. Otros factores de
transcripción implicados son el ChREBP (Carbo- Se ha establecido relación entre procesos infla-
hydrate responsive element binding protein) y el matorios de baja intensidad, pero mantenidos en
LXR (Liver X Receptor). el tiempo, con la progresión del síndrome metabó-
lico, y ello en base a que el tejido adiposo es res-
ChREBP, está presente en el citosol y cuando es ponsable de la síntesis de una serie de moléculas
estimulado por la glucosa, penetra en el núcleo que intervienen significativamente en la modula-
donde se une a ChoRE (Carbohydrate responsive ción de la “inflamación”. Ya hemos mencionado
element) presente en las regiones promotoras de que en la grasa abdominal se producen cantida-
sus genes diana: L-Piruvatoquinasa (L-PK) enzi- des importantes de mediadores inflamatorios del
ma clave de la glucolisis, acetil-Coa carboxilasa y tipo del TNF-α e IL-6 y que estas moléculas están
ácido graso sintasa implicadas en el desarrollo de la resistencia peri-
férica a la insulina así como en la disfunción endo-
LXR es un factor de transcripción activado por li- telial asociada a hipertensión arterial y al estado
gando que pertenece a la superfamilia de los re- protrombótico (Tabla 8).
ceptores nucleares de hormonas. Juega un papel
principal en el metabolismo de colesterol y ácidos
biliares pero además en un importante regulador SÍNDROME METABÓLICO Y SÍNDROME DE
de la lipogénesis: la insulina activa el LXR que OVARIOS POLIQUÍSTICOS
promueve la expresión de SREBP-1c, acetil-Coa
carboxilasa y ácido graso sintasa (Figura 2). El síndrome de ovarios poliquísticos (SOPQ), des-
crito por primera vez en 1935 por Stein Leventhal,
Son necesarios más estudios para establecer con es una enfermedad común que tiene componen-
claridad las funciones y regulación de estos fac- tes metabólicos, reproductivos y cardiovasculares
tores, lo que podrá servir en un futuro para el de- debidos al exceso de andrógenos e insulina. Las
sarrollo de fármacos para el tratamiento de esta pacientes que presentan este síndrome suelen
enfermedad. presentar otros signos y síntomas comunes al sín-

Figura 2. Control transcripcional de la glucolisis y lipogénesis. (L-PK: L-piruvatoquinasa; ACC: Acetil-CoA


carboxilasa; FAS: àcido graso sintetasa; ChREBP: Carbohydrate responsive element binding protein;
SREBP-1c: sterol regulatory element binding protein). Extraido de Denechaud PD et al. FEBS letters 2008; 582: 68-73.
45 A. Moreno, R. Baluja. Síndrome Metabólico

Tabla 8. Mecanismos que relacionan las anormalidades metabólicas presentes en el síndrome metabólico con la
enfermedad cardiovascular. Modificado de Quin Qiao et al. Ann Clin Biochem 2007; vol 44, part 3.

drome metabólico como el incremento de la grasa Diferentes estudios en los últimos años demues-
abdominal, la hipertensión, la elevada concentra- tran la asociación entre resistencia a la insulina y
ción de triglicéridos y las concentraciones bajas SOPQ, especialmente en mujeres obesas: a ma-
de la fracción HDL del colesterol. Afecta al 5 -10 % yor grasa visceral, mayor es el riesgo de desarro-
de mujeres en edad fértil. llar este síndrome.

La ESHRE (European Society for Human Repro- La hiperinsulinemia estimula la secreción de an-
duction and Embryology) y la ASRM (American drógenos en el ovario, que junto con el desarrollo
Society for Reproductive Medicine) mediante con- anormal del folículo provoca disfunción ovárica;
senso, en 2003, establecen los criterios diagnós- además, a nivel hepático la resistencia a la insuli-
ticos de síndrome deovarios poliquísticos (deben na disminuye la síntesis de SHBG (proteína trans-
cumplirse al menos dos de los siguientes crite- portadora de hormonas sexuales) con lo que se
rios): incrementan los niveles de testosterona libre. La
- Oligomenorrea / amenorrea, resistencia a la insulina no es un criterio diagnósti-
- Hirsutismo, acné o alopecia androgénica co de SOPQ pero parece ser un factor importante
por hiperandrogenismo o concentraciones en su desarrollo.
en plasma elevadas de testosterona,
previamente se debe descartar la presencia
de otros desórdenes endocrinos como la
hiperplasia adrenal congénita, hiperprolacti -
nemia, disfunción tiroidea o tumores secre-
tores de andrógenos),
- Ovarios poliquísticos detectados
ecográfica mente.
A. Moreno, R. Baluja. Síndrome Metabólico 46

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EDUCACIÓN CONTINUADA EN EL LABORATORIO CLÍNICO


COMITÉ DE EDUCACIÓN
M.C. Villà (presidenta), D. Balsells, M. Gassó, J.A. Lillo, A. Merino, A. Moreno, M. Rodríguez
ISSN 1887-6463
Fecha: Febrero 2009

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