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En niños menores de 5 años, la causa de la infección en el 95% de los casos son los virus siendo de
buen pronostico, pero un pequeño porcentaje pude padecer complicaciones como otitis, sinusitis y
neumonía.
Situación nacional
La incidencia de los virus respiratorios en los dos últimos años, de acuerdo con el Instituto Nacional
de Salud, muestra que en 2010 el virus sincitial respiratorio causó el 62% de los casos estudiados,
seguido de Influenza AH1N1 (18%), Parainfluenza (8%) Influenza A estacional (6%), Influenza B
(3%) y los adenovirus (3%).
La población más afectada son los menores de 5 años y los principales síntomas son: fiebre,
malestar general, congestión y secreción nasal, asimismo también se pueden presentar síntomas
como tos, dolor de garganta, expectoración y dificultad para respirar.
Hay que estar atentos en los niños y niñas menores de 5 años las siguientes manifestaciones:
• Evite el contacto con personas con gripa. Los enfermos deben utilizar tapabocas y mantener las
manos limpias con un correcto lavado de manos con agua y jabón.
• Si es un bebé menor de seis meses, suministre solamente leche materna en mayor cantidad, por lo
menos 10 veces al día.
• Si el niño tiene seis meses o más, proporcione alimentos recién preparados, de alto contenido
nutricional y energético (frutas, verduras y carnes), y sígale dando leche materna.
• Para aliviar la tos y el dolor de garganta dé a su hijo bebidas aromáticas o té. Si es mayor de dos
años suminístrele miel.
• Mantenga las fosas nasales destapadas, en lo posible aplique con frecuencia suero fisiológico por
ambas fosas nasales limpiando las secreciones.
• Cuando el niño salga a cambios bruscos de temperatura, protéjalo y cúbrale la nariz y la boca.
Recomendaciones
• Enseñe a sus hijos a estornudar: Ponga un pañuelo desechable sobre nariz y boca al toser o
estornudar, bótelo y lávese las manos.
• No suministre medicamentos, antibióticos o jarabes para la tos a menos que sean formulados por el
médico.
• Lávese las manos cuando tenga contacto con secreciones o enfermos con gripa.
• Verifique que su esquema de vacunación (niños, niñas, escolares y adultos) esté completo para su
edad.
Cinco aspectos fundamentales que las Entidades Territoriales de Salud no deben dejar de lado de la
vigilancia de la Infección Respiratoria Aguda (IRA).
1. Fortalecer el evento IRA en sus estrategias de vigilancia y las entidades que tienen vigilancia
centinela deben velar por la continuidad del proceso de acuerdo a los requerimientos establecidos.
El dengue se presenta en los climas tropicales y subtropicales de todo el planeta, sobre todo en las
zonas urbanas y semiurbanas.
No hay tratamiento específico del dengue ni del dengue grave, pero la detección oportuna y el
acceso a la asistencia médica adecuada disminuyen las tasas de mortalidad por debajo del 1%.
La prevención y el control del dengue dependen de las medidas eficaces de lucha antivectorial.
El dengue es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos que se ha propagado rápidamente en
todas las regiones de la OMS en los últimos años. El virus del dengue se transmite por mosquitos
hembra principalmente de la especie Aedes aegypti y, en menor grado, de A. albopictus. Estos
mosquitos también transmiten la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y la infección por el virus de
Zika. La enfermedad está muy extendida en los trópicos, con variaciones locales en el riesgo que
dependen en gran medida de las precipitaciones, la temperatura y la urbanización rápida sin
planificar.
El dengue grave (conocido anteriormente como dengue hemorrágico) fue identificado por vez
primera en los años cincuenta del siglo pasado durante una epidemia de la enfermedad en Filipinas y
Tailandia. Hoy en día, afecta a la mayor parte de los países de Asia y América Latina y se ha
convertido en una de las causas principales de hospitalización y muerte en los niños y adultos de
dichas regiones.
Se conocen cuatro serotipos distintos, pero estrechamente emparentados, del virus: DEN-1, DEN-2,
DEN-3 y DEN-4. Cuando una persona se recupera de la infección adquiere inmunidad de por vida
contra el serotipo en particular. Sin embargo, la inmunidad cruzada a los otros serotipos es parcial y
temporal. Las infecciones posteriores causadas por otros serotipos aumentan el riesgo de padecer el
dengue grave.
Carga mundial de dengue
Los síntomas incluyen fiebre alta, dolores de cabeza, dolor en las articulaciones y los músculos,
vómitos y sarpullido. Algunas veces, el dengue se convierte en fiebre hemorrágica por dengue, que
causa sangrado en la nariz, las encías o debajo de la piel. También puede convertirse en síndrome
de shock por dengue que causa sangrado masivo y shock. Estas formas de dengue ponen la vida en
peligro.
No hay un tratamiento específico. La mayoría de las personas con dengue se recupera en unas dos
semanas. Hasta entonces, beber abundantes líquidos, reposar y tomar medicamentos contra la
fiebre que no sean aspirina puede ayudar. Las personas con las formas más peligrosas de dengue
generalmente necesitan ir al hospital y recibir líquidos.
Disponibilidad de alimentos:
Los alimentos deben estar disponibles en cantidades suficientes de manera consistente. Tambien
toman en cuénta la producción y el inventario de un área determinada y la capacidad de traer
alimentos de otras áreas a través del comercio o asistencia.
Las personas deben ser capaces de adquirir cantidades adecuadas de alimentos regularmente a
través de compras, producción, intercambios, regalos, préstamos o asistencia alimentaria.
Cuidados higiénicos
El mantenimiento de una correcta higiene personal puede ser fundamental tanto para el
mantenimiento de un satisfactorio nivel de salud, como para el mantenimiento de unas satisfactorias
relaciones sociales y familiares. La higiene es una forma de mantenerse sano, […]
El mantenimiento de una correcta higiene personal puede ser fundamental tanto para el
mantenimiento de un satisfactorio nivel de salud, como para el mantenimiento de unas satisfactorias
relaciones sociales y familiares.
La higiene es una forma de mantenerse sano, a través de la atención a los cambios corporales, al
sudor, y a los olores que puede emitir el cuerpo.
Con el mantenimiento de un correcto nivel de higiene, mantendremos el control de los gérmenes que
normalmente conviven con nosotros en toda la superficie de la piel y de las mucosas. Con el lavado
periódico de las zonas de mayor contacto con el entorno y de las zonas que con mayor frecuencia
pueden ser origen de olores o incluso de infecciones, mantendremos el equilibrio de la capa de
protección de la piel y los gérmenes que en ella viven.
Por ello, será fundamental para mantener la salud óptima y las relaciones sociales el lavado
periódico de todo el cuerpo, prestando especial atención al lavado de las manos, de las zonas con
más vello o que con mayor intensidad presentan sudoración y de las zonas más grasas. Por
añadido, el lavado de las zonas anal y genital será también fundamental para el cuidado de nuestra
salud e higiene personal.
Algunas de las zonas más importantes a la hora de mantener una correcta higiene son:
Las manos: las manos son la zona que entra en mayor contacto con el medio, por lo que éstas son
las zonas más susceptibles de presentar suciedad y de transmitir infecciones; por ello, el lavado de
manos con agua y jabón o con productos especiales será fundamental para el mantenimiento de la
salud; se recomienda el lavado de manos varias veces al día, en especial después de toser o
estornudar, tras tener contacto con otras personas u objetos y antes de las comidas, al levantarse de
la cama y antes de irse a acostar;
La boca: el cepillado periódico de los dientes y, en caso necesario, el uso de hilo dental mantendrá
las condiciones higiénicas de esta importante zona del cuerpo, manteniendo el correcto equilibrio de
gérmenes que debe haber en esta cavidad; esto redundará en un mantenimiento más saludable de
la dentición, aumenta las posibilidades de una correcta nutrición y la evitación de malos olores
procedentes de la cavidad bucal (halitosis); la recomendación pasa por, al menos, dos cepillados al
día;
Las orejas: los pabellones auriculares deben también ser tenidos en cuenta para la correcta higiene
corporal, a través del lavado del pabellón y las zonas cercanas con agua y jabón. Hay que tener en
cuenta que no deben utilizarse bastoncillos ni ningún objeto para ser introducido en el conducto
auditivo externo: esto puede introducir el cerumen hacia el interior e incluso lesionar el tímpano; se
recomienda el lavado diario de esta zona;
Los pies: deben ser periódicamente lavados y posteriormente secados con atención, en especial las
zonas interdigitales; con ello, disminuirá la posibilidad de malos olores y la frecuencia de infecciones;
se recomienda el lavado diario de esta zona;
La cara y la zona del cuello: deben ser lavados periódicamente con agua y jabón para eliminar la
suciedad y la grasa sobrante, disminuyendo la posibilidad de infecciones; se recomienda el lavado
de esta zona, dos veces al día;
La zona genital: por sus características especiales esta zona es susceptible de padecer con mayor
frecuencia infecciones y patologías derivadas; por ello, el cuidado de la zona anal y genital debe ser
cuidadosa, a través de un único lavado con agua y jabón diario, y enjuagues con agua tantas veces
al día como sea necesario;
El cuero cabelludo: para evitar patologías de esta zona, en general cubierta de pelo y con gran
cantidad de glándulas sudoríparas, se recomiendan los lavados con agua y jabón diarios;
El cuerpo y los lugares que mayor producción de sudor presentan: el lavado periódico con agua y
jabón y el uso de desodorantes reducirán la presencia de olores corporales; se recomienda la
higiene corporal a través de una ducha o baño completo diarios.
Como ayuda al lavado de todas las zonas del cuerpo, será importante también el cambio y el lavado
periódico de la ropa y el uso de prendas de ropa y vestidos limpios y adecuados a las circunstancias
del entorno.
Sin embargo, el exceso de lavado puede ser perjudicial en todas las zonas del cuerpo: la pérdida
excesiva del manto graso de la piel y la eliminación de todos los gérmenes tanto de la piel como de
las mucosas predispone a la aparición de lesiones e infecciones que pueden llegar a ser graves y de
difícil control. El abandono de hábitos que aumenten el olor corporal (tabaquismo, ingestión de
algunos alimentos, etc.) reducirán también los malos olores que puede emitir el cuerpo humano.
Por ello, la recomendación será el mantenimiento de una higiene corporal diaria, sin que ésta llegue
a ser excesiva.
Las recomendaciones de mantener una buena higiene corporal diaria han demostrado ser origen de
la reducción de gran cantidad de patologías cutáneas y generales, en especial de origen infeccioso,
y la reducción de malos olores corporales que redundan en una mayor capacidad de relación social
de la persona. Por ello, el mantenimiento de una correcta higiene corporal redundará en una mejor
salud física y una mejor adaptación social y familiar de la persona.
SULEMENTACION EN NIÑOS Y MUJERES EMBARAZADAS
Se estima que más de 40% de las embarazadas del mundo sufren anemia. Al menos la mitad de
esta carga de anemia se atribuye en principio a la carencia de hierro.
Las embarazadas deben consumir cantidades extra de hierro y ácido fólico para satisfacer sus
propias necesidades y además las del feto en crecimiento. La carencia de hierro y de ácido fólico
durante el embarazo puede afectar negativamente a la salud de la madre, a la gestación y al
desarrollo del feto.
Los estudios más recientes han demostrado que la administración de suplementos de hierro y ácido
fólico está asociada con un menor riesgo de carencia de hierro y de anemia en la mujer embarazada.
Recomendaciones de la OMS
Para prevenir la anemia materna, la sepsis puerperal, el bajo peso al nacer y el nacimiento
prematuro se recomienda que las embarazadas tomen un suplemento diario por vía oral de hierro y
ácido fólico con entre 30 y 60 mg de hierro elemental* y 400 µg (0,4 mg) de ácido fólico**.***
*** Esta recomendación sustituye la anterior recomendación de la OMS (Daily iron and folic acid
supplementation in pregnant women, 2012).
Micronutrientes
Los micronutrientes –también conocidos como vitaminas y minerales– son componentes esenciales
de una dieta de alta calidad y tienen un profundo impacto sobre la salud. Aunque sólo se necesitan
en cantidades ínfimas, los micronutrientes son los elementos esenciales para que el cerebro, los
huesos y el cuerpo se mantengan sanos.
Junto con la lactancia materna, consumir una amplia gama de alimentos ricos en nutrientes es la
manera ideal de que los niños pequeños obtengan los micronutrientes esenciales en sus dietas. Pero
en muchas partes del mundo, las dietas de los niños no contienen suficientes micronutrientes y las
carencias son generalizadas.
Las carencias de micronutrientes se califican a menudo como “hambre oculta”, porque se desarrollan
gradualmente con el tiempo, y sus efectos devastadores no se observan hasta que ya han causado
un daño irreversible. Aunque puede que el niño se vaya a dormir todas las noches con el estómago
lleno, las carencias de micronutrientes significan que su cuerpo está todavía hambriento de una
buena nutrición.
La principal causa de daño en el cerebro de los niños que es posible evitar es la carencia
de yodo. Sus efectos más devastadores ocurren durante el período de desarrollo fetal y en los
primeros años de vida de un niño. A nivel mundial, un 30% de la población mundial vive en zonas
con carencia de yodo1.
La carencia de vitamina A afecta a un tercio de los niños que viven en contextos de bajos y
medianos ingresos, principalmente en África subsahariana y Asia meridional 2. La carencia de
vitamina A debilita el sistema inmunológico y aumenta el riesgo de que el niño contraiga infecciones
como el sarampión y las enfermedades diarreicas, y de que muera a causa de ellas.
La carencia de hierro puede ocasionar la anemia, que aumenta el riesgo de hemorragia y de sufrir
una infección bacteriana durante el parto y está implicada en las muertes maternas. A su vez, los
bebés pueden nacer prematuramente y sufrir infecciones, problemas de aprendizaje y retraso en el
desarrollo. Casi el 40% de las mujeres embarazadas y más del 40% de los niños menores de 5 años
de los países en desarrollo son anémicos 3. Se estima que aproximadamente la mitad de estos
casos se deben a la carencia de hierro.
Las carencias de calcio, vitamina D y ácido fólico son una preocupación muy concreta durante el
embarazo y pueden conducir a una serie de complicaciones para la salud de la madre y del bebé en
crecimiento.
UNICEF apoya las siguientes estrategias para evitar y tratar las carencias de micronutrientes en las
mujeres y los niños:
Las estrategias de diversificación dietética ayudan a las familias a acceder a una amplia gama de
alimentos ricos en nutrientes. Requieren educar a los cuidadores sobre las prácticas apropiadas de
alimentación del lactante y del niño pequeño y mejorar el uso de alimentos disponibles localmente.
La causa de las carencias de micronutrientes son factores inmediatos, tales como la ingesta
inadecuada de alimentos nutritivos y las enfermedades infecciosas, y factores subyacentes, como la
pobreza y los entornos insalubres. Abordar estos factores puede convertirse en un proceso
problemático.
Un aumento en la ingesta de alimentos nutritivos puede resultar difícil porque los alimentos ricos en
micronutrientes son a menudo caros y no resulta fácil conseguirlos. Para ilustrar esta afirmación, la
carencia de hierro es el problema nutricional más generalizado del mundo, pero los progresos para
eliminarlo han sido limitados, en parte, porque los alimentos ricos en hierro, como el hígado, las
carnes rojas, los huevos, los pescados, el pan integral y las legumbres, no están ampliamente
disponibles o no son asequibles para muchas familias.
Diabetes tipo 2
Es una enfermedad que dura toda la vida (crónica) en la cual hay un alto nivel de
azúcar (glucosa) en la sangre. La diabetes tipo 2 es la forma más común de diabetes.
Causas
Cuando el azúcar no puede entrar en las células, se acumula un nivel alto de este en
la sangre, lo cual se denomina hiperglucemia. El cuerpo es incapaz de usar la glucosa
como energía. Esto lleva a los síntomas de la diabetes tipo 2.
Sensación de fatiga.
Visión borrosa.
Sed habitual y necesidad de beber.
Hambre a horas inusuales del día.
En ocasiones pérdida de peso.
Incremento de la necesidad de orinar.
Aumento del número de procesos infecciosos y mayor lentitud en la curación de los mismos.
Problemas de erección los varones.
Irregularidades menstruales en la mujer no menopáusica.
Dolor o entumecimiento de pies o manos.
Qué es la Desnutrición:
La desnutrición es una enfermedad que es producto de una dieta inadecuada, que no permite la
absorción de los nutrientes necesarios para mantener el equilibrio del organismo, ésta ocurre cuando
no se ingieren alimentos y la falta de consumo de éstos hace que el cuerpo de una persona gaste
más energías calóricas de las que consume.
Existen muchos síntomas que sufren las personas que se encuentran en desnutrición, pero dentro
de los más resaltantes podemos citar: la fatiga, los mareos y la pérdida de peso, además de estos
otros síntomas muy delicados que pueden llegar a producir la muerte de una persona.
Es una de las enfermedades más comunes que existen y esta muy ligada a la falta de recursos
necesarios para comprar y consumir los alimentos necesarios para tener una dieta adecuada y
balanceada que permita el correcto funcionamiento del organismo.
Desnutrición y malnutrición
Suele confundirse el término desnutrición con el vocablo malnutrición, sin embargo, no son lo mismo,
la palabra desnutrición se refiere a la ausencia de ingesta de alimentos, por lo tanto, ausencia de
calorías y proteínas, mientras que malnutrición es asociada a la deficiencia, exceso o desbalance en
la ingesta de uno o varios nutrientes que requiere el organismo.
Causas de la desnutrición
La principal causa y la más común es la falta de ingesta de alimentos, lo que lleva a que el cuerpo
gaste mas energías de la comida que consume, sin embargo, existen circunstancias ambientales,
sociales y políticas que pueden incidir en la desnutrición de una persona, así como patologías
médicas que produzcan la no absorción, o absorción deficiente de los nutrientes necesarios.
En el primer grupo podemos citar las hambrunas, guerras, conflictos armados, desplazamientos de
poblaciones, sequías, plagas, así como, la más relevante de todas, la pobreza, como se puede
observar específicamente en las países africanos, exceptuando África del Sur, y países en vías de
desarrollo de América Latina.
Consecuencias de la desnutrición
La desnutrición puede conllevar a varios problemas de salud, dentro de los cuales podemos
nombrar, la afección del corazón de la persona, ya que este pierde músculos lo que lo hace tener
latidos débiles generando insuficiencia cardíaca que puede generar la muerte.
Afecta el sistema inmune, lo hace débil y lo hace propenso a la persona a sufrir de muchas
enfermedades, así como, infecciones, debido a la falta de glóbulos blancos en el organismo producto
de la falta de ingesta de alimentos, lo cual, hace que la persona sea enfermizo y que las
enfermedades sean difíciles de curar, así como afecta a la cicatrización ya que la hace mucho mas
lenta.
La persona puede sufrir problemas para el aprendizaje, retención de la memoria y en su desarrollo
intelectual adecuado. De igual manera se puede generar un cuadro anémico en la persona, lo cual
afecta directamente a la sangre de ésta.
Prevención de la desnutrición
La manera más fácil de prevenir la desnutrición es a través del consumo adecuando de los alimentos
y calorías que generen nutrientes y energía que necesita el cuerpo y el organismo para su correcto
funcionamiento y desarrollo. Es importante mantener una alimentación adecuada y balanceada que
permita aportar todo aquello que el cuerpo necesita, tanto las calorías, energías y grasas para evitar
una desnutrición.
Si se deja sin tratamiento, la presión arterial puede llevar a muchas afecciones médicas. Estas
incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los
ojos y otros problemas de salud.
Las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números. El número superior se
denomina presión arterial sistólica. El número inferior se llama presión arterial diastólica. Por
ejemplo, 120 sobre 80 (escrito como 120/80 mm Hg).
Uno o ambos números pueden ser demasiado altos. (Nota: estas cantidades aplican a personas que
no están tomando medicamentos para la presión arterial y para quienes no están enfermos).
Una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las
veces.
Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando uno o ambos números de la presión arterial son
mayores de 130/80 mm Hg la mayoría de las veces.
Si el valor del número superior de su presión arterial es entre 120 y 130 mm Hg y el valor del número
inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.
Usted es más propenso a que le digan que su presión arterial esta demasiado alta a medida que
envejece. Esto se debe a que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad. Cuando
esto sucede, la presión arterial se eleva. La hipertensión arterial aumenta la probabilidad de sufrir un
accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o muerte
prematura.
Es afroamericano
Es obeso
Con frecuencia está estresado o ansioso
Toma demasiado alcohol (más de 1 trago al día para las mujeres y más de 2 al día para los
hombres)
Consume demasiada sal
Tiene un antecedente familiar de hipertensión arterial
Tiene diabetes
Fuma
La mayoría de las veces no se identifica ninguna causa de presión arterial alta. Esto se denomina
hipertensión esencial.
La hipertensión causada por otra afección o por un medicamento que esté tomando se denomina
hipertensión secundaria. Esta puede deberse a:
Hiperparatiroidismo
Embarazo o preeclampsia
Medicamentos como las píldoras anticonceptivas, pastillas para adelgazar, algunos medicamentos
para el resfriado, medicamentos para la migraña, corticosteroides, algunos antipsicóticos y ciertos
medicamentos utilizados para tratar el cáncer
Sólo un 10% de los embarazos se consideran de alto riesgo, aunque no hay un acuerdo unánime
sobre cuáles deben ser considerados como tal, ya que las causas que provocan un embarazo de alto
riesgo son muy variables y pueden ocurrir antes, durante o después de la gestación. El término se
refiere a que circunstancias médicas, sociales, ginecológicas u obstétricas puedan poner en riesgo la
salud de la madre, del bebé, o de ambos, con una probabilidad superior a la de la población general
durante la gestación, el parto o el puerperio.
Los signos que indican que un embarazo implica un riesgo mayor para la salud de la madre o del
bebé pueden detectarse de dos maneras:
A lo largo del seguimiento del embarazo pueden surgir problemas médicos que lo identifiquen como
embarazo de alto riesgo.
Problemas de salud existentes, como tener presión arterial alta, diabetes o ser VIH positivo.1
Madres jóvenes o añosas. El embarazo en las adolescentes y las mujeres de 35 años o más
aumenta el riesgo de preeclampsia e hipertensión gestacional.5
Las mujeres con embarazos de alto riesgo deben recibir cuidados de un equipo de especialistas para
garantizar que sus embarazos sean saludables y puedan llegar a término.