El bien jurídico protegido en los artículos 327 y siguientes del

Código Orgánico Integral Penal, es la fe pública con referencia

a las falsedades documentales. De modo general, puede decirse
que los delitos comprendidos en la sección 9a. del Capítulo 5,
Titulo IV del Libro 1 del COIP concretan ataques a la fe pública
por hacer aparecer como auténticos y reveladores de verdad,
signos representativos o documentos que dan cuenta de lo pasado,
cuando no son auténticos o mienten sobre lo representado.
El tratadista Carreras, ha sostenido el carácter pluri-ofensivo
de las falsedades documentales, es decir, que para este autor,
estos delitos lesionan, por un lado la fe pública y, por otro
lado la genuinidad y veracidad de los medios probatorios,
entendiendo por tales no sólo a los que tienen relevancia a los
fines del proceso, sino también aquellos actos, declaraciones y
documentos que gozan de un particular crédito en el orden
jurídico y social.
El artículo 328 del COIP establece la falsificación y uso de
documento falso. “La persona que falsifique, destruya o adultere
modificando los efectos o sentido de los documentos públicos,
privados, timbre o sellos nacionales, establecidos por la ley
para la debida constancia de actos de relevancia jurídica, será
sancionada con pena privativa de la libertad de cinco a siete
años. Cuando se trate de documentos privados la pena será de
tres a cinco años. El uso de estos documentos falsos, será
sancionado con las mismas penas previstas en cada caso.”