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En otras palabras, según la teoría vigente en la actualidad, el cáncer estaría causado por
cambios (alteraciones) en los genes que controlan el crecimiento y muerte normal de las
células. Esto supone que el cáncer es, esencialmente, una enfermedad genética.
La NMG, que no niega los hechos científicamente demostrados, pero sí los sitúa en un
contexto más amplio (que tome en cuenta la psique, el cerebro, los órganos, la biología
evolutiva, la embriología, etc.) no niega dichas alteraciones genéticas, pero no las
considera como la causa última del cáncer. Por el contrario, considera que esas
mutaciones genéticas están causadas por un conflicto biológico.
Cuando un ser vivo experimenta un conflicto biológico, eso produce una ruptura de
campo electro-fisiológico en un área concreta del cerebro (denominado Foco de
Hamer), y al ser el cerebro el gran computador orgánico, el que controla y coordina las
diferentes funciones corporales para mantener la unidad de funcionamiento del
organismo, ese Foco de Hamer envía una orden de codificación específica al órgano que
esa parte del cerebro controla.
Esta orden puede consistir en una proliferación celular (tumor, en el caso del endodermo
y del mesodermo regido por el cerebelo), o en una necrosis, úlcera, o pérdida funcional
(en el caso del mesodermo regido por la médula cerebral y del ectodermo).
Evidentemente, para que esa orden pueda ejecutarse, el núcleo de las células que
producirán ese cambio debe ser modificado, sus genes deben alterarse a los fines de
actuar como mecanismos de ejecución de la orden cerebral proveniente del Foco de
Hamer.
En efecto, existen investigaciones de este tipo con gemelos idénticos y sus resultados
demuestran que el "factor hereditario y genético" no es tan decisivo como nos lo han
hecho creer. En el siguiente artículo, se menciona un estudio donde se han investigado
gemélos idénticos y no idénticos para conocer la influencia hereditaria en la aparición
del cáncer. La conclusión es que la influencia de la herencia genética parece ser menos
importante de lo que se nos ha hecho creer.
Ciertamente, ese mismo estudio constató que en algunos tipos de cánceres existe una
"probabilidad" mayor de que el gemelo desarrolle el mismo tipo de cáncer que su
hermano.
Por cierto, desde un punto de vista científico y metodológico, la hipótesis de que una
mutación genética causa cáncer es infalsable: si alguien tiene la mutación, y desarrolla
el cáncer, eso confirma la hipótesis. Pero si teniendo la mutación, no desarrolla el
cáncer, es porque razones "epigenéticas" han retrasado la aparición de dicho cáncer. En
ambos casos, cualquiera que sea el resultado, no se puede refutar la hipótesis de que esa
mutación genética es la causa de ese cáncer en particular.