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ARTE
POVERA
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INDICE
ARGUMENTACION 3
HERENCIA 14
PRIMERA PERSONA 20
BIBLIOGRAFÍA 22
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ARGUMENTACION
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ARTE POVERA VS. POP ART Y MINIMAL ART
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ARTE POVERA
Origen e influencia
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de todo sistema en un mundo en el cual el sistema lo es todo. El
nuevo artista rechaza etiquetas, y sólo se identifica consigo
mismo, el hombre es- siguiendo la terminología macluhiana- el
mensaje, el artista disfruta de una libertad que contamina
toda la producción.”
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coincidentes con las povera. Más explicito que en anteriores escritos,
en éste Celant subraya cómo el nuevo artista, un artista alquimista,
se siente atraído por las posibilidades físicas, químicas y biológicas de
los nuevos elementos. A partir de ese momento, un momento pre o
protoecológico, animales, vegetales y minerales han de pasar a
formar parte del mundo del arte.
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MANIFIESTO
Germano Celant. Milán 1969
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Consecuentemente, todo su trabajo tiende hacia la dilatación de la
esfera de la impresión. No es una promesa en sí misma, como una
afirmación, un indicador o medidor de valores, un modelo de
comportamiento, sino lo vive como un experimento con contingencia
existencial. Sus trabajos a menudo no llevan título. Esto está cerca de
un camino para establecer un testimonio de memoria física y no de
análisis del desarrollo sucesivo del experimento.
Vida, como los eventos que hicieron surgir esto. En ese camino
cambian para ser un momento de expectante ansiedad, en los cuales
los objetos acabados no se representan ellos mismos bajo la forma de
cosas inertes; sí como un asunto estimulador, una parte del mundo
en un establecido y determinado momento. Acciones subjetivas que
se apoyan en los animales, plantas, minerales y los hombres se
mueven ellos mismos de un modo autónomo.
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porque no cree en dioses culturales. Niega lo moralista, la falacia de
la producción artística, los creadores de la dimensión ilusionista de la
vida y la realidad. Cree sólo en su propia experiencia personal, y ya
no se relaciona con el mundo a través de analizar y manipulear
imágenes (comics, films, fotografías, etc.) y cosas usadas “para”
discutir (material “para”, gesto “para”, acción “para”. Se identifica a
él mismo con sus cosas, hasta tal punto de hacer de ellas parte de él
mismo y de sus brotes biológicos. De este modo, la disponibilidad, el
aprovechamiento de todo es total. Acumula continuamente deseo y
falta de deseo. Elección y falta de elección, tal que, se encuentra a sí
mismo en un modo de vida que supera, vence la formulación de miles
de experiencias, Asumiendo por él mismo que el único instrumento
de cuestionamiento y simulación, lo inserta a él mismo en el orden de
no ser asimilado. El hace un salto desde “naturalidad” y se escapa
continuamente desde la dimensión capaz de adquirir.
Abole por el momento su rol de artista, intelectual, pintor o escritor y
estudia de nuevo la percepción, el sentir, el respirar, el caminar, el
entender. Hacerse a sí mismo un hombre. Naturalmente, estudiar
moverse a sí mismo y re-encontrarse en su propia y real existencia
no es poca cosa para admirar o contar. Hacer nuevos movimientos,
pero acercándose y dialogando continuamente a material moldeable.
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no-esteticismo, etc. de nuestra propia vida. Es importante no
justificar esto o no reflejarlo en el trabajo o en el producto, pero
vivirlo como trabajo, ser sorprendido conociendo y sabiendo el
mundo. Estar accesible a todos los hechos de la vida (muerte, ilógica,
locura, casualidad, naturaleza, infinito, real, simbiosis.) De hecho,
aceptando la ideología de la vida uno puede enaltecer su nacimiento
infinitamente, o por casualidad, uno puede vivir y matar la vida,
razón sobre la locura y volver loco desde el razonamiento. Pensar y
percibir, fijar figuras y presentar, sentir y exaltar la sensación de un
evento en un hecho, una idea, una acción, cada cosa puede tornarse
lenguaje y ser, con sus gestos, sus acciones, su cuerpo, su territorio,
su memoria, su diaria y fantástica realidad. Comunicarse con
personas y cosas humildes, entonces ser una comunión a-estética y
participativa con el mundo, sin plantear el problema de que si la
comunicación de valores, de arte, es la cósmica de la vida, es la
cósmica a vivir.
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En la otra mano, lo asistemático procede de la vida que sucede
contemporáneamente. Tiempo, experiencia, amor, arte, trabajo,
política, acción, ciencia, vida diaria. La vida como una expresión y
existencia creativas, de trabajo, de políticas mentales. Entonces crear
trabajo, arte, reflexión, amor, políticas y un completo vivir que el
mismo artista deja ser usado por las conexiones del sistema. Hay una
vida en trabajo, en arte, en reflexión, en políticas, desprovista de
reconocimiento, desorientada, infinita, constante. Entonces dan lo
incierto del ciclo evolutivo de la realidad diaria. Vivir en trabajo, en
arte, en políticas, en ciencia como un dibujo libre de él mismo,
atándose él mismo al ritmo de la vida por lo exhaustivo, inmediato y
contingente de la vida real en acción, en hechos y en reflexión.
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como estímulos para verificar continuamente nuestros propios niveles
de existencia mental y psíquica, como urgencia de la presencia que
elimina la manipulación de la vida, en el orden de aportar acerca de
la individualidad a través de cada hombre y cada acción natural. Un
arte inocente o una maravilla de la vida; política espontánea desde
que precede al acontecimiento, razonamiento, cultura, no
justificándose a él mismo, pero sí viviendo en el encadenamiento
continuo, honrando a la realidad diaria. Realidad muy gustosa,
entidad poética que cambia su presencia física y nunca hace alusión a
la alineación.
De este modo arte, vida, política “poveri” no son apariencias o
teorías. Ellas no creen en “pónganse ustedes mismos en el show”. No
se abandonan ellas mismas en su propia definición. Creyendo en arte,
vida, políticas “poveri”, no tienen como objetivo el proceso de la
representación de la vida. Ellas desean sólo sentir, saber, hacer en lo
que es real, entendiendo que lo que importa no es la vida, el trabajo
o la acción. Sino que la vida, el trabajo y la acción son la condición en
la cual se descubren ellas mismas.
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HERENCIA
Materia, materiales, elementos primarios
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elementos primarios se asoman los autores presocráticos leídos por
De Chirico a principios de siglo, siguiendo la lección radical de
Nietzsche? De este modo, al descubierto (Futurismo), y en secreto
(Metafísica), la atracción de la materia une a los maestros fundadores
del arte italiano moderno con sus sucesores indóciles e inquietos
activos a partir de mediados de siglo. Pero entre unos y otros incide
muy profundamente la fractura marcada por los dos conflictos
combatidos a nivel planetario. Así, los recién llegados pueden saber,
por dolorosa experiencia propia, lo que los manifiestos futuristas
habían transmitido sólo con palabras: la guerra totalitaria y el
dominio tecnológico, y el rostro que ha terminado por asumir “lo
moderno” en su plenitud. En realidad, los primeros, con el saco lleno
de aspiraciones, de proclamas y de utopías, entraron en escena en la
plenitud ilusoria del prólogo. Los segundos, decididamente después
del epílogo más que consumado, al amparo de un desastre y de una
crisis total. Quien, incluso hoy, quiera encontrar fragmentos
verdaderos del clima de aquellos años irrepetibles, debería dirigirse a
las películas "pobres” de Rosselini y de De Sica y no, desde luego, a
los cuadros elocuentes y bocetistas de la pintura realista.
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viene proyectado heideggerianamente, aflora bajo el perfil sofocante
del destino.
Semejante fractura histórica podía traducirse únicamente en ruptura
cultural, llevada a cabo precisamente contra lo que todavía quedaba
de las grandes corrientes de vanguardia de los primeros decenios del
siglo. Concretamente son el postcubismo, la abstracción geométrica,
junto a la última manifestación de un arte de propaganda, el realismo
socialista, los que constituyen el blanco de una polémica y de una
negación. Se pueden observar también en Italia iniciativas por un
interés matérico, primero en Fontana; pero la afirmación plena de
nuevas orientaciones surge sólo después de atravesar las viejas
poéticas vanguardistas, de dialogar con ellas, y de entrar en conflicto,
para terminar en un áspero rechazo. Sin embargo, existe un gran
artista que se sustrae con agilidad inventiva a esta perspectiva: Lucio
Fontana. En su obra, el porvenirismo programático de los futuristas
vuelve como “futuro que ya ha comenzado”. El hombre de la segunda
mitad del siglo ya ha saltado al porvenir y de este modo la tarea del
arte consiste en elaborar imágenes que se correspondan con la
vertiginosa dilatación a la que han debido someterse todos los
fenómenos. A través de esta convicción, en su intenso trabajo como
pintor y escultor, la materia vuelve a convertirse en antimateria, en
energía liberada. Al realizarse lo moderno, ya no dispone de una
materia en la que poderse reconocer o que pueda reivindicar
polémicamente. Por consiguiente Fontana traslada su rápido acento al
modo de usar la materia: usa indiferentemente materiales
tecnológicos y materiales consagrados por la tradición, planchas de
hierro y tubos de neón, junto con las superficies del cuadro y bloques
frescos de arcilla. El artista se propone ir más allá de cualquier
presente forma asumida por la materia, con su índice de bloqueo y de
cierre, con la finalidad de desprender y volver a poner en circulación
la energía que contiene. En la misma línea de la actual concepción
antinewtoniana, él sostiene la unidad inseparable de materia y de
energía.
Fontana se mueve siempre a lo largo de una dimensión total, no
metafísica sino cósmica, indeterminada e infinita. El artista está
galvanizado por el elemento primario que recorre el aire no
circunscribible, en su manifestación más sutil, sugestiva y visible, la
luz física al igual que la luz artificial. Todas sus intervenciones
gestuales presentan una connotación específica: y el agujero que
horada el espesor del lienzo, el corte que lo divide con la fría
autoridad de un gesto quirúrgico, la presión de los dedos que aplasta
la abultada esfera de la arcilla, obedecen a igual propósito: liberar
energía, abrir un paso para que penetre la luz, aligerar la materia
desparramándola como si fuera un enjambre de cuerpos estelares,
convertir el espacio estructurado como globo o superficie, en un
espacio amplio, fluido, indefinido. La obra grabada, abierta o marcada
por un gesto peculiar adquiere el aspecto de un fragmento en el que
transitan con velocidad una energía y una espacialidad no definibles.
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En la herida impresa en el cuerpo túrgido de la esfera, la energía
pone al descubierto su origen erótico: la materia aparece todavía
míticamente como la matriz, la madre y el gesto que la abre, se
configura una vez más, como un gesto fecundador. Con fervor
inventivo, Fontana llega a injertar en el mismo circuito de energía,
mito cosmogónico de fundación y un cosmos dilatado por los
descubrimientos tecnológicos, afirmando con tal abrazo una
continuidad circular entre naturaleza y artificio, hombre y técnica.
Pero este optimismo no esconde su revés, en el que encontramos la
fractura y la violencia, y en el que el gesto de la libertad, más que en
la plenitud, encuentra su fundamento en el vacío y en lo negativo.
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de un saco, a las heridas crueles en el cuerpo de una chapa, a las
quemaduras de una materia o de un celofán.
Sobre el papel aparece lógicamente inevitable el paso del uso de las
materias, sustancias poco estructuradas, al empleo de materiales
destinados a una función precisa o que, después de usados, se
presentan como restos e incluso desechos. Si luego se trata de definir
la poética, este paso supone la transición del informal matérico al
neo-dada, de un arte concebido como existencia y experiencia
personal, a un arte que se deja condicionar por la común realidad
cotidiana. Desde un punto de vista histórico, este paso se revela
bastante más complicado. Ciertamente, son materias los alquitranes
y los yesos. Los “mohos” de Burri, como también la masa pictórica de
Morlotti y las arcillas de Leoncillo. Pero en Burri presentan ya una
consistencia de materiales no sólo los sacos, los hierros y los
celofanes, sino también los objetos desgastados, la camisa y las
medias de mujer que el despreocupado autor de collages ha
integrado en sus composiciones. Y revelan ya un peso y un valor
diferentes en relación a los alquitranes y a los “mohos”. Entre los dos
momentos, funcionará como discriminante el cambio de actitud
asumido por el artista frente al mundo y a su específico modo de
actuar, junto a un aspecto exquisitamente formal.
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Luego Manzoni ha demostrado el descubrimiento y la valoración de la
propia materia corporal. Al final de una aventura que ha implicado en
profundidad a la materia; un artista italiano se topa con esta
evidencia elemental: también nuestro cuerpo se revela productor de
materias, del aliento a la sangre, hasta las heces. Manipulado
oportunamente y metidos en botes, expuestos en los más ilustre
museos del mundo, los productos corporales “despistan” en múltiples
niveles, puesto que tocan simultáneamente, por lo menos, dos
extremos irreductibles entre sí. Desmitificación del fetiche-obra de
arte por una parte, y por otra, exaltación de una corporeidad que se
sustrae al conformismo mismo de una ética “liberatoria”. Mientras
tanto, hay que señalar la fecundidad de toda la provocación de
Manzoni que, a través de una re-visitación del dadaísmo, ha
alimentado el body Art., el arte del comportamiento y la
autorreflexión conceptual.
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PRIMERA PERSONA
Me dedico a la pintura.
Pintura significa etimológicamente, dibujo de vida.
El término no se refiere a lo artesanal, sino a una relación con la vida,
con la realidad, con la arquitectura en el sentido de espacio público.
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“Deseo vivir en un barco,
pues así se anulan todas las defensas conocidas.
Esto quiere decir
dar batalla al mar abierto.
Entrenando,
el interior de la nave es inestable,
carece de línea recta.
No puedo colgar las acuarelas.
La casualidad es un ejercicio cotidiano de la pintura.
Vivir en un barco
es vivir sobre el agua.
No en su interior
como en un útero.
Un barco parece siempre
una madre feroz.
Estás en el interior de los elementos,
continuamente en estado de alarma
y sin líneas rectas.
Y esto, al final, se convierte
en una obsesión.
Además, tu viaje
es siempre un viaje sin horizontes.
Yo no creo que sea un nómada.
Yo voy de un sitio a otro y no regreso nunca.
O regreso hacia delante
y nunca hacia atrás.
Tengo un sentimiento de universalidad,
que abarca todo lo que esté en el interior
de las fronteras conocidas.
No se trata de nomadismo,
sino de una realidad en construcción.
Yo sé adónde voy:
a la aventura.
Y la aventura es, una y otra vez,
la construcción de una imagen”. (1)
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BIBLIOGRAFIA
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