Desde mi práctica educativa, y relacionándola con el circuito de gestión (el equipo de gestión

lidera la institución, mientras que el docente lidera el aula) puedo identificar que se inicia con el
período de diagnóstico (PEI – GRADO), revisando el listado de alumnos, la lectura de los
informes individual, informe grupal, formas de trabajo y hasta donde llegaron los estudiantes.

Revisando los datos obtenidos y partiendo de los acuerdos institucionales establecidos,

comienzo a delinear la planificación (INSTITUCIONAL –AULICA), atendiendo a lo que establece
el diseño y los NAP para el grado a cargo. Realizando acuerdos con el paralelo y unificando
pautas de trabajo presento dicha planificación a la dirección.

Aprobada la misma, comienzo a organizar la reunión con las familias donde se dará a conocer
los resultados del diagnóstico y la forma de llevar adelante la propuesta de trabajo, corrección
de actividades, se da a conocer los días de horas especiales, los elementos con lo que los
estudiantes asisten a clase, establecemos acuerdos para una mejor comunicación entre
escuela- familia.

Comienza así la etapa de implementación – monitoreo (jornadas institucionales, jornadas de

capacitación- clases diarias), aquí respeto los días fijados por el equipo para revisar la carpeta
didáctica, buscando puntos de encuentro con el docente paralelo y la vice para reflexionar sobre
las propuesta y las actividades a desarrollar, mientras tanto en el aula se lleva adelante cada una
de las propuestas, partiendo de los gustos de cada uno y de las cosas que no nos caen bien ,
establecimos las pautas para una buena convivencia escolar, atendiendo a cada particularidad
se busca la manera de desarrollar un clima armónico de trabajo fortaleciendo la tarea de cada
estudiante e incentivando a quienes decaen. Promoviendo el diálogo y atendiendo a la oralidad
se puntualizan los tiempos para hablar, escuchar y ceder la palabra, esto llevó al respeto por lo
que mi compañero/a quiere expresar y juntos ir construyendo canales de comunicación donde
circula la información y se instale el aprendizaje desde cada uno de los aportes. Es importante,
revisar cada una de las tareas en sus cuadernos y señalar según lo acordado con las familias, si
falta o si tiene actividades sin completar. Llevar un registro minucioso de los avances y
retrocesos favorece la comunicación con la familia y con el equipo directivo.

La instancia de evaluación (jornadas institucionales - didácticas) de los aprendizajes, se va

realizando a lo largo del proceso, aquí es necesario destacar que no todos los estudiantes logran
alcanzar el mismo contenido en el mismo tiempo… pero lo importante es realizar una pausa ahí
y continuar trabajando para lograr los resultados esperados. En este acompañamiento, el
trabajo con la familia es fundamental, y el equipo directivo es quien sostiene la institución por
lo que está presente en cada uno de las propuestas llevadas adelante.

Además si surgen procesos lineales en cuanto a la gestión, cuando se atiende lo administrativo,

lo reglamentado por normativa es ley y como ley se cumple.

En el aula pasa lo mismo al llevar el registro, las inasistencias.