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QUEJOSA: MARTHA ANTONIA SANZ FREEMAN

AMP. IND. 857/2018-I

RECURSO DE REVISIÓN

H. TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL


DEL PRIMER CIRCUITO EN TURNO, CON
RESIDENCIA EN LA CIUDAD DE MÉXICO
PRESENTE

La C. MARTHA ANTONIA SANZ FREEMAN, promoviendo por mi propio


derecho y en mi carácter de parte quejosa, señalando como domicilio para
oír y recibir todo tipo de notificaciones el sito en: Departamento número 1,
Edificio en condominio, marcado con el número 78, calle de Bahía
Chachalacas, Colonia Verónica Anzures, Delegación Miguel Hidalgo, en la
Ciudad de México y autorizando como mandatario judicial con fundamento
en el artículo 12 de la Ley de Amparo al licenciado Gustavo Saúl Robles
Salgado, con cédula profesional número 10390035, comparezco a exponer:

Toda vez que me encuentro en tiempo y forma y con fundamento en los


artículos 80 y 81, inciso e) de la Ley de Amparo vengo a impugnar en
revisión la resolución de fecha treinta y uno de enero de dos mil diecinueve
y notificada personalmente el jueves siete de febrero del año en curso, en
los siguientes términos:

-R E C U R S O DE REVISIÓN-

El siguiente recurso se endereza en contra de la resolución definitiva de


fecha treinta y uno de enero de dos mil diecinueve y notificada
personalmente el siete de febrero del mismo año, que sobreseyó el juicio
857/2018-I, promovido por la suscrita, contra el Juez Quincuagésimo Noveno
de lo Civil de la Ciudad de México y Actuario de su adscripción, por las
razones apuntadas en el último considerando de esta resolución, misma que
me agravia de la forma que en seguida se describe.
AGRAVIOS

Para entender este, resulta necesario atender en primer término a la fuente


de este.

FUENTE DEL AGRAVIO. - Lo constituye los resultandos y considerandos


que trascienden al único punto resolutivo que sobreseyó el juicio, por las
razones apuntadas en el último considerando de la sentencia.

En efecto, en el CUARTO considerando se establece: Antecedentes del acto


reclamado.

Para mejor comprensión del sentido que regirá en el presente fallo, conviene
destacar los antecedentes que se desprenden de las constancias que
remitieron las autoridades responsables, las cuales previamente fueron
valoradas.

1) Mediante escrito presentado el dieciséis de dos mil once…

2) De la demanda correspondió conocer…

3) Seguido el trámite del juicio, el veinticuatro de septiembre de dos mil


doce…

4) El seis de agosto de dos mil trece…


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QUINTO. Causales de improcedencia.

La procedencia del juicio de amparo es un presupuesto procesal cuyo


análisis debe efectuarse aun de oficio, lo alegue o no las partes, previamente
al examen de las cuestiones de fondo de la controversia constitucional,
conforme al artículo 62 de la Ley de Amparo, así como en términos de la
jurisprudencia …

En el caso, las autoridades responsables y la parte tercero interesada,


sostienen que se actualiza la CAUSAL DE IMPORCEDENCIA prevista en el
artículo 61, fracción XII, en relación con el artículo 5, fracción I, ambos de la
Ley de Amparo, porque la parte quejosa no acreditó el interés jurídico.

Es fundada la causa de improcedencia.

En efecto, los preceptos legales aducidos disponen:

“Artículo 61. El juicio de amparo es improcedente:


(…)

XII. Contra actos que no afecten los intereses jurídicos o legítimos del
quejoso, en los términos establecidos en la fracción I del artículo 5° de la
presente Ley, y contra las normas generales que requieran de un acto de
aplicación posterior al inicio de su vigencia…”

“Artículo 5°. Son partes en el juicio de amparo:

I. El quejoso, teniendo tal carácter quien aduce ser titular de un


derecho subjetivo o de un interés legítimo individual o colectivo, …

De la intelección de ambos preceptos se desprende que cuando se reclaman


actos provenientes de autoridades jurisdiccionales, el juicio de amparo es
improcedente, cuando no se acredite la afectación del interés jurídico de la
parte quejosa.

Por interés jurídico se entiende el derecho público subjetivo derivado de


alguna norma en particular, que se concreta en forma individual y otorga a
su titular la facultad o potestad de exigencia oponible a la autoridad, cuando
esta le ha ocasionado algún perjuicio.

Transcribe tesis…

En la especie, la parte quejosa señala como acto reclamado la falta de


emplazamiento o llamamiento al juicio especial hipotecario 380/2011,
iniciado por el Banco Nacional de México, Sociedad Anónima (hoy
CITIBANAMEX), seguido actualmente por administradora Black Sociedad de
Responsabilidad limitada de capital variable en contra de José Melchor
Ayala Salazar, del índice del juzgado Quincuagésimo Noveno de lo Civil de la
Ciudad de México, así como todo lo actuado, el dictado de la sentencia
definitiva de veinticuatro de septiembre de dos mil doce, en la que se
condenó a la demandada al pago de diversas cantidades, y para el caso de
incumplimiento, el trance y remate del inmueble ubicado en calle de Bahía
Chachalacas número 78, Departamento número 1, Colonia Verónica Anzures,
Delegación Miguel Hidalgo, es esta ciudad de México.

Ante dicha circunstancia, si la parte impetrante manifiesta que los actos


reclamados pretenden perturbar el porcentaje de su derecho de propiedad,
al ostentarse como parte extraña de origen, se encuentra obligada no solo a
manifestar que tiene derecho sino a demostrar la causa generadora de la
propiedad y del derecho que le asiste para ello, pero apoyada en algún título
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fehaciente e idóneo, para que este juzgador, válidamente, la tuviera como


con ese carácter respecto del porcentaje del inmueble materia del juicio de
donde emanan los actos reclamados.

Para acreditar lo anterior, ofreció como pruebas y le fueron admitidas:

1. Documentales…

Trascribe tesis de jurisprudencia relativa a documento privado de


compraventa…

En el caso, no se acredita ninguno de los supuestos para que el contrato de


compraventa se pueda constatar de fecha cierta, pus no se advierte que se
haya inscrito en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio y se
hubiera presentado ante una autoridad o fedatario público, ni que alguno de
los contratantes haya fallecido, lo que conlleva a considerarlo como de fecha
incierta, por ende, insuficiente para acreditar el interés jurídico.

PRIMER AGRAVIO. - La sentencia que se impugna resulta violatoria de las


las formalidades esenciales del procedimiento, legalidad, congruencia,
fundamentación y motivación, previstas en los artículos 14 y 16 de la
Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos en mi perjuicio.

Teniendo en cuenta que el interés jurídico lo acredité en forma fehaciente y


no en base en presunciones; de modo que la naturaleza intrínseca de este
acto o ley reclamados es la que determina el perjuicio o afectación en la
esfera normativa del particular, ya que se ha afectado mi bien jurídicamente
amparado ya que el acreditamiento y la afectación, elementos esenciales del
interés jurídico en comento fueron probados, lo cual el Aquo desestima
categóricamente en mi perjuicio.

En efecto, el A quo resuelve el juicio de garantía sustentándose en una


incorrecta apreciación de los hechos, de las cosas y de los actos que se
hacen valer en el escrito de la demanda y los hechos y actos que fueron
materia de prueba en el juicio,

El A quo, -dice- sustenta su resolución en los antecedentes del juicio de


garantías, diciendo que para mejor entendimiento de los mismos procede a
su trascripción, que por igual, su trascripción es errónea, pues relaciona las
pruebas y sobre todo la documental que refiere como poder general que
exhibe la quejosa, relacionando una constancia original como copia simple,
lo que presume que no reviso físicamente las pruebas que obran en autos, lo
que perjudica a la suscrita, pues me deja en estado de indefensión por una
imprudencia, ya que se encuentra bajo resguardo del juzgado, el original del
poder general que refiere, lo que me agravia, pues dicha valoración es
contraria a la ley y a la moral y las buenas costumbres.

Podría argumentar en revisión el A quo que es un error el valorar en la


sentencia que se impugna que se trata de un error el tratar un documento
probatorio original como si se tratara de una simple copia, pero para mí
como parte quejosa y agraviada podría ser un acto deliberado, y
tendencioso, sobre todo cuando llega a la conclusión que se conoce, es
decir, de que la suscrita según ésto no acredité mi interés jurídico en el
juicio de garantías, pues los testimonios de los testigos, por igual los
desestima, el A quo manifestando que estos son insuficientes para acreditar
el interés jurídico en el juicio, omitiendo por otra parte valorar la
jurisprudencia relativa a los testigos que se le impone como un mandato
judicial a los juzgadores.
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SEGUNDO AGRAVIO.-El A quo, además de relacionar y valorar una


constancia que obra en autos en original y calificarla de copia, rompe con
las formalidades esenciales del procedimiento en mi perjuicio, pues este
tiene la obligación ineludible de cotejar minuciosamente, y observar los
documentos que fueron aportados al juicio, pero el A quo contraviene tales
disposiciones y se concreta a expresar o transcribir lo que le dice en vía de
alegatos el tercero interesado, sin checar las pruebas de la suscrita, pues de
haberlas validado, se hubiera dado cuenta de que no se trata de una simple
copia, como la describe éste.

No obstante lo anterior, el A quo refiere al poder citado que se trata de un


poder que fue expedido ante notario público y que es mediante este que la
parte vendedora trasmite a la suscrita la propiedad del departamento que se
describe en el contrato de compraventa referido, es decir, el A quo
desestima la personalidad de la parte vendedora del predio, colocándose en
calidad de parte o tercero interesado, situación que la ley le prohíbe; además
de que es exclusivamente al tercero interesado a quien le corresponde y
correspondería objetar dicho poder, pero este no le interesa trastocar dicho
instrumento ni en pro ni en contra, pues así lo demostró en autos y en sus
alegatos que exhibió al juicio de garantías, pero el A quo en suplencia de la
deficiencia del tercero interesado objeta dicho instrumento y además, lo
objeta de forma deficiente al referirse al mismo como copia simple, lo que
agravia a la suscrita.

TERCER AGRAVIO.-El A quo omite apreciar que la suscrita reclama en el


escrito de garantías que las autoridades responsables pretende privar a la
suscrita de mis derechos y posesiones que se ejerce sobre el inmueble que
se describe en dicho contrato privado de compraventa, y que, en dichos
actos la suscrita no fui parte del juicio del cual derivan los actos reclamados
en la demanda de garantías, pues no se me notificó de los mismos y, así lo
reconocen las autoridades responsables, luego entonces, el A quo me deja
en estado de indefensión, ya que de forma imprudente o deliberadamente
omite valorar los documentos originales que obran en autos y que la
suscrita exhibió para acreditar mi interés jurídico en el juicio, pero, como se
dijo, el A quo, en sustento a lo dicho, presume que pretende perjudicar a la
suscrita y en efecto me perjudica al sobreseer el juicio sustentándose en
pruebas inexistentes o inventadas por él para concluir que la suscrita no
acredite mi interés jurídico en el juicio, pues les cambia su naturaleza, pues
nunca será lo mismo una copia certificada de un poder general notarial que
la copia simple de este, estamos de acuerdo en ello, pero da la casualidad
que el original de dicho poder notarial obra en autos y la copia de esta la
imagina el A quo, lo que agravia a la suscrita.

Lo anterior, presume, prueba que la suscrita tengo derechos de posesión y


propiedad de dicho inmueble y que dichos derechos derivan de un acto
jurídico o contrato de compraventa privado, que efectivamente, la ley
reconoce al referido contrato privado de compraventa como justo título para
adquirir y trasmitir bienes, como es el caso en particular, la suscrita adquirí
el departamento que se indica en dicho contrato, adquisición, propiedad y
posesión del inmueble en cita que fue realizada de buena fe, pues le pague
un precio cierto y en dinero al vendedor y este a su vez me trasmite, enajena
dicho departamento en mí favor expresando que no tenía gravamen alguno,
lo cual me da derecho a reclamar, a defender dicho inmueble ante las
autoridades señaladas como responsables, pues estas admitieron como
ciertos los actos que se les reclama en el escrito de garantías y para tal
efecto acompañaron pruebas para acreditar dichos actos reclamados, pero
el A quo de un simple plumazo, descalifica mis derechos y posesiones
argumentando y sustentándose en los alegatos de los terceros interesados,
que los expresaron con el ánimo de perjudicar a la suscrita, aún con el
conocimiento de que la suscrita me asiste la razón y el derecho a
reclamarlos en la vía de amparo que no se me puede privar de mis derechos
y posesiones del inmueble o departamento referido, sin antes haber sido
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oído y vencido en juicio, pues mis garantías constitucionales me facultan


para venir al juicio de amparo para que se me respete mi derecho de
audiencia y pueda defender mi departamento en el juicio natural, pero el A
quo me pretende impedir que la suscrita acuda al juicio natural sin razón
suficiente o razón motivada.

CUARTO AGRAVIO.-El contrato de compraventa de la suscrita resulta


generador de mis derechos y posesiones que ejerzo sobre el inmueble o
departamento que se describe en dicho contrato privado; pues éste como
consecuencia lógica jurídica genera el interés jurídico de la suscrita, interés
que se prueba, que se acredita en autos del juicio de garantías y que de
forma equivocada el A quo lo pretende desconocer a dicho acto jurídico o
contrato privado de compraventa, pues este resulta generador de los
derechos y posesiones que la suscrita defienden en el juicio de garantías;
derechos de posesión y propiedad que para la suscrita y para la ley son
suficientes para acredita mi interés jurídico en el juicio de garantías, pues al
afectar las autoridades responsables y ahora el A quo mis posesiones y
derechos que se ejercen sobre el inmueble en cita, me afectan dichos
derechos sin ser ni haber sido oído y vencido en juicio, mismos derechos
que, no existe duda de que están protegidos por la Constitución General de
la Republica, pues estos son adquiridos de buena fe y mediante justo título o
contrato de compraventa que la ley prevé para estos casos en particular, que
si bien es privado el contrato de compraventa, ese hecho la ley si lo
considera como generador de consecuencias jurídicas en favor de la
suscrita, ya que este estuvo y cumplió con las formalidades que la misma ley
prevé, es decir que fue celebrado el contrato de compraventa del bien
inmueble o departamento que está determinado y que las partes que los
celebraron establecieron un precio cierto y en dinero por la venta de dicho
objeto o departamento y que estuvieron presentes dos testigos para dar fe
del acto, mismos testigos que dieron su testimonio en autos del juicio de
garantías de que les consta que fue realizado dicho acto jurídico de compra
venta del departamento, luego entonces, el A quo se equivoca cuando no le
concede valor jurídico a dicho contrato privado ni al testimonio de los
testigos, lo que agravia a la suscrita.

En efecto la suscrita pague un precio cierto y en dinero por la compra del


departamento que se describe en dicho contrato y el vendedor o parte
vendedora recibió el dinero señalado en dicho contrato como
contraprestación y se dio por satisfecho y como tal me hace entrega del
inmueble de forma física y jurídica; acto jurídico que fue celebrado ante dos
testigos que dan fe de dicho acto traslativo de dominio del inmueble, es
decir, me entrega el vendedor la posesión física y jurídica de dicho inmueble,
prueba de ello es que desde esa fecha lo he disfrutado y usufructuado como
adquirente de buena fe y el A quo lo descalifica de forma errónea o
tendenciosa, pues lo hace como si no tuviera conocimiento de esa clase de
actos jurídicos o bien como si no tuviera conocimiento de la función que
desempeñan los testigos que presenciaron dicho acto, lo que agravia a la
suscrita, cuando dice que la suscrita no acredito mi interés jurídico en el
juicio, pues sino tiene conocimiento el A quo de la importancia de dichos
testigos ni el valor que la ley les da a los mismos en esa clase de actos,
dicha actitud del juzgador fulmina jurídicamente a la suscrita.

QUINTO AGRAVIO. -El A quo realiza una mala interpretación de los


dispositivos que menciona, pues no puede tenérseles a los terceros
interesados que procede el sobreseimiento del juicio porque el suscrito no
acredite mi interés jurídico, cuando las pruebas que exhibió la suscritas al
juicio se aprecia lo contrario.

El A quo pretende fundar la valoración de las pruebas que refiere en los


preceptos legales que indica, pero omite expresar las razones por las cuales
llega a la conclusión que se objeta.
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Ahora bien, de que manera va a ser ineficaz el contrato de compraventa para


acreditar el interés jurídico en el juicio, cuando el mismo A quo lo reconoce
como contrato privado de compraventa, pues si la ley lo reconoce como
eficaz para trasmitir los derechos de propiedad que el titular del inmueble
trasmite a la suscrita, es decir, derechos del inmueble que se describe en
dicho contrato que el vendedor trasfiere a la suscrita sin reserva alguna;
contrato que no por haber omitido inscribirlo en el registro público deja de
surtir sus efectos jurídicos en favor de las partes, violando mi derecho de
audiencia consagrado en el artículo 14 Constitucional, efectos jurídicos que
dan e integran el interés jurídico de la suscrita para promover el juicio de
garantías y con ello pedir a ese Órgano Federal se me protejan mis garantías
de debido proceso, pues se me pretende privar de mis derechos y
posesiones que ejerzo sobre el inmueble sin haber sido oído y vencido en
juicio y para ello el A quo se encarga de que así sea, pues su actuar y valora
las pruebas en el sentido que lo hace presume que ayudar al tercero
interesado y perjudica a la suscrita.

SEXTO AGRAVIO.-El hecho de que surta efectos jurídicos o no el contrato de


compraventa de la suscrita contra terceros es irrelevante en el presente
caso, pues, para el caso sería materia de controversia en el juicio natural y
no del juicio de garantías, pues basta que dicho contrato surta sus efectos
jurídicos entre quienes lo suscriben para acreditar el interés jurídico en el
presente juicio constitucional, pues la certeza de su existencia y validez
depende en gran parte de la declaración de los testigos que presenciaron la
realización del acto jurídico; razón por lo que la tesis que trascribe el A quo,
relativa al interés jurídico por considerarlo de fecha incierta resulta
inaplicable en el presente caso, o bien su aplicación resulta equivocada y en
perjuicio de la suscrita.

Ahora bien, en el juicio de garantías (audiencia constitucional de fecha


veintitrés de enero del año enero, cuya acta obra en autos) fueron
desahogadas las testimoniales de la suscrita, a cargo de VERONICA
GUZMAN TEUFFER y BERENICER PAOLA GARAY CORTÉS y éstas, de la
simple lectura del desahogo de dicha prueba,, se desprende que sus
declaraciones fueron contestes en cuanto a tiempo, modo, forma, lugar,
fecha, y objeto, personas que suscribieron el contrato de compraventa y
demás circunstancias, todas ellas dan certeza para tener como cierta, tanto
la fecha, las partes, la suscripción de dicho contrato y el objeto o inmueble
que trasmite el vendedor a la suscrita, circunstancias que se apegan a los
mandamientos de la ley, pues ellas refiere a las formas para que tenga
certeza y credibilidad un acto de esa naturaleza y para tal efecto, exige la ley
que se cumplan con esa formas, es decir, que se celebre el contrato ante dos
testigos, pues estos actúan en calidad de fedatarios de dicho acto jurídico
de naturaleza privada y si dichos testigos fueron contestes en tiempo, modo
y demás circunstancias, luego entonces, pues refieren los testigos, tanto a
las personas que lo celebran, una como vendedora y la otra como
compradora, el inmueble objeto de la venta, el precio, el pago de este y la
recepción del precio del vendedor, la entrega de dicho bien a la parte
compradora, la dirección del inmueble, el lugar de la suscripción de la firma,
de la fecha de la celebración de dicho acto jurídico, de las personas que se
reunieron para celebrar el acto jurídico de compra venta y el carácter de
cada una de ellas en esa reunión o acto jurídico, por lo que, razón por la
cual, el contrato referido surte sus efectos jurídicos en favor de quien lo
suscriben y sobre todo en favor de la suscrita, quien lo suscribió en calidad
de compradora y como consecuencia la vendedora me entregó la posesión y
propiedad del inmueble que ahora defiendo como quejosa en esta vía y que
el A quo pretende desvirtuar con argumentos carentes de sustento jurídico y
fantasías que agravian a la suscrita, pues queda claro la demostración de mi
interés jurídico en el juicio de garantías.

El A quo me agravia, pues cita y aplica tesis que no se relacionan con los
hechos que se discuten en el juicio de garantías y por el contrario, omitió
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valorar tesis de jurisprudencia que la misma ley le impone que las valore
como juzgador y para fundar y motivar sus resoluciones, es el caso como la
siguiente tesis de jurisprudencia, relativa al valor de las testimoniales en
juicio, es decir, omite el A quo aplicar en la sentencia que se combate la
tesis número 199538; Novena época, Instancia: Tribunales Colegiados,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Materia (s): Civil;
Tomo V, Enero de 1997; Tesis XX.J/40, pág. 333; que a la letra dice: PRUEBA
TESTIMONIAL. ES IDONEA PARA ACREDITAR LA CALIDAD DE LA
POSESIÓN. La prueba testimonial es idónea para acreditar no solo el origen
de la posesión sino también la calidad apta para prescribir.

Amparo directo 92/97. Eladio Ruiz Manga. 1° de marzo. Unanimidad de votos.


Ponente: Marcos Arturo Nazar Sevilla. Secretario: Miguel Eusebio Selvas
Costa.

Amparo directo 549/91. Juan López Flores. 14 de noviembre de 1991.


Unanimidad de votos. Ponente: Francisco A. Velasco Santiago. José Gabriel
Clemente Rodríguez.

Amparo directo 357/95 Jesús Bibiano Castillejos Gómez. 22 de junio de


1995. Unanimidad de votos. Ponente: Ángel Suárez Torres. Secretario: Víctor
Alberto Jiménez Santiago.

Amparo directo 395/96. Fernando Montesqueda Vidal. 3 de octubre de 1996.


Unanimidad de votos. Ponente: Francisco A. Velasco Santiago: Rafael le
León González.

Amparo en revisión 73/96. María del Rocío Guadaluape Arias Rodríguez. 11


de octubre de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: Francisco A. Velasco
Santiago. Secretario: Walberto Gordillo Solís.
COMPRAVENTA, PRUEBA DEL CONTRATO DE, MEDIANTE PRUEBA
TESTIMONIAL, PARA DEMOSTRAR LA POSESION EN CONCEPTO DE
DUEÑO. Para demostrar la celebración de un contrato de compraventa
mediante prueba testimonial, es necesario que los declarantes manifiesten,
no sólo que presenciaron la celebración de la compraventa y que esta
ocurrió en un lugar y una fecha determinados, sino también, los hechos que
apreciaron por los sentidos y que fueron determinantes para estimar si
realmente hubo o no compraventa, tales como los que se refieren al acuerdo
de voluntades de las partes, tendiente a contraer, una, la obligación de
transferir la propiedad de una cosa o de un derecho, y la otra, a pagar por
ellos un precio cierto y en dinero, que son los elementos de existencia de la
compraventa. Solo así está el juzgador en aptitud de resolver si se satisfizo
el requisito señalado, o sea, la posesión en concepto de dueño. No se trata,
pues, de que quien pretende prescribir deba presentar un título documento,
perfecto desde el punto de vista formal, sino de que demuestre la causa
generadora de su posesión, a fin de que el Juez pueda decidir si esa causa
determina la posesión en concepto de dueño, y, a la vez, si ha sido de buena
o de mala fe. Amparo directo 6449/67. María Luisa García López. 10 de julio
de 1968. Cinco votos. Ponente: Mariano Ramírez Vázquez.

La resolución que se combate en esta vía carece de la fundamentación y


motivación, pues no por el hecho de que se trascriban los numerales que
indica el A quo en la sentencia, esta se puede tener como tal, pues las
razones que refiere resultan incongruentes con los hechos que se describen
en el escrito de garantías y con el acto jurídico o contrato que trasmite o
enajena el predio en favor de la suscrita y los actos de los terceros
interesados que pretenden privar a la suscrita de mis bienes y posesiones
que ejerzo sobre dicho inmueble sin haber sido consultado ni vencido en
juicio.
El A quo pretende aplicar tesis relativa a copias fotostáticas simples, esta no
es aplicable al caso, en virtud de que no existe la copia que refiere, sino que
se trata de un poder general en original, lo que se puede apreciar a simple
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vista de las constancias que obran en autos, pero que el A quo omite
consultar los autos para perjudicar a la suscrita, en sustento a esto se
presume que dicha sentencia de amparo carece de la debida
fundamentación y motivación. En el presente caso resulta aplicable la
siguiente tesis de jurisprudencia: Época: Décima Época; Registro: 2005777;
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada; Fuente:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 3, Febrero de 2014,
Tomo III; Materia(s): Constitucional; Tesis: IV.2o.A.50 K (10a.) Página: 2241,
que a la letra dice: SEGURIDAD JURÍDICA. ALCANCE DE LAS GARANTÍAS
INSTRUMENTALES DE MANDAMIENTO ESCRITO, AUTORIDAD
COMPETENTE Y FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, PREVISTAS EN EL
ARTÍCULO 16, PRIMER PÁRRAFO, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, PARA
ASEGURAR EL RESPETO A DICHO DERECHO HUMANO.

De las jurisprudencias 1a./J. 74/2005 y 2a./J. 144/2006, de la Primera y


Segunda Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicadas en
el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomos
XXII, agosto de 2005, página 107, de rubro: "PROCEDIMIENTO SEGUIDO EN
UNA VÍA INCORRECTA. POR SÍ MISMO CAUSA AGRAVIO AL DEMANDADO
Y, POR ENDE, CONTRAVIENE SU GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA." y
XXIV, octubre de 2006, página 351, de rubro: "GARANTÍA DE SEGURIDAD
JURÍDICA. SUS ALCANCES.", respectivamente, se advierte una definición
clara del contenido del derecho humano a la seguridad jurídica, imbíbito en
el artículo 16, primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, el cual consiste en que la persona tenga certeza sobre su
situación ante las leyes, o la de su familia, posesiones o sus demás
derechos, en cuya vía de respeto la autoridad debe sujetar sus actuaciones
de molestia a determinados supuestos, requisitos y procedimientos
previamente establecidos en la Constitución y en las leyes, como expresión
de una voluntad general soberana, para asegurar que ante una intervención
de la autoridad en su esfera de derechos, sepa a qué atenerse. En este
contexto, de conformidad con el precepto citado, el primer requisito que
deben cumplir los actos de molestia es el de constar por escrito, que tiene
como propósito que el ciudadano pueda constatar el cumplimiento de los
restantes, esto es, que provienen de autoridad competente y que se
encuentre debidamente fundado y motivado. A su vez, el elemento relativo a
que el acto provenga de autoridad competente, es reflejo de la adopción en
el orden nacional de otra garantía primigenia del derecho a la seguridad,
denominada principio de legalidad, conforme al cual, las autoridades sólo
pueden hacer aquello para lo cual expresamente les facultan las leyes, en el
entendido de que la ley es la manifestación de la voluntad general soberana
y, finalmente, en cuanto a fundar y motivar, la referida Segunda Sala del Alto
Tribunal definió, desde la Séptima Época, según consta en su tesis 260,
publicada en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995,
Tomo VI, Materia Común, Primera Parte, página 175, de rubro:
"FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN.", que por lo primero se entiende que
ha de expresarse con exactitud en el acto de molestia el precepto legal
aplicable al caso y, por motivar, que también deben señalarse con precisión
las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que
se hayan tenido en consideración para su emisión, siendo necesario,
además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas
aplicables, lo cual tiene como propósito primordial, confirmar que al conocer
el destinatario del acto el marco normativo en que el acto de molestia surge
y las razones de hecho consideradas para emitirlo, pueda ejercer una
defensa adecuada ante el mismo. Ahora bien, ante esa configuración del
primer párrafo del artículo 16 constitucional, no cabe asumir una postura
dogmatizante, en la que se entienda que por el solo hecho de establecerse
dichas condiciones, automáticamente todas las autoridades emiten actos de
molestia debidamente fundados y motivados, pues la práctica confirma que
los referidos requisitos son con frecuencia inobservados, lo que sin
embargo no demerita el hecho de que la Constitución establezca esa serie
de condiciones para los actos de molestia, sino por el contrario, conduce a
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reconocer un panorama de mayor alcance y eficacia de la disposición en


análisis, pues en la medida en que las garantías instrumentales de
mandamiento escrito, autoridad competente y fundamentación y motivación
mencionadas, se encuentran contenidas en un texto con fuerza vinculante
respecto del resto del ordenamiento jurídico, se hace posible que los
gobernados tengan legitimación para aducir la infracción al derecho a la
seguridad jurídica para asegurar su respeto, únicamente con invocar su
inobservancia; igualmente se da cabida al principio de interdicción de la
arbitrariedad y, por último, se justifica la existencia de la jurisdicción de
control, como entidad imparcial a la que corresponde dirimir cuándo los
referidos requisitos han sido incumplidos, y sancionar esa actuación
arbitraria mediante su anulación en los procedimientos de mera legalidad y,
por lo que atañe al juicio de amparo, a través de la restauración del derecho
a la seguridad jurídica vulnerado.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL


CUARTO CIRCUITO.

Queja 147/2013. Andrés Caro de la Fuente. 22 de noviembre de 2013. Mayoría


de votos. Disidente: Hugo Alejandro Bermúdez Manrique. Ponente: José
Carlos Rodríguez Navarro. Secretario: Eucario Adame Pérez.

GARANTIA DE DEBIDO PROCESO LEGAL CONTENIDA EN EL ARTICULO 14


CONSTITUCIONAL. DEFINICION. La garantía de debido proceso legal
consagrada en el artículo 14 constitucional, en la parte relativa a que los
juicios deben llevarse a cabo ante autoridad competente, cumpliendo con "...
las formalidades esenciales del procedimiento..." implica necesariamente
que los procedimientos jurisdiccionales seguidos ante las autoridades
respectivas, se tramiten conforme a las disposiciones procesales
exactamente aplicables al caso concreto, pues de lo contrario se transgrede
el derecho positivo y, por ende, se actualiza la infracción a la garantía de que
se trata. OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO. Amparo directo 154/96. Rafael Nicolás Quezada. 22 de marzo de
1996. Unanimidad de votos. Ponente: María del Carmen Sánchez Hidalgo.
Secretaria: María Concepción Alonso Flores. Nota: Por ejecutoria de fecha 9
de mayo de 2003, la Segunda Sala declaró inexistente la contradicción de
tesis 123/2002 en que participó el presente criterio.

Época: Décima Época


Registro: 2005716
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 3, Febrero de 2014, Tomo I
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a./J. 11/2014 (10a.)
Página: 396

DERECHO AL DEBIDO PROCESO. SU CONTENIDO.

Dentro de las garantías del debido proceso existe un "núcleo duro", que
debe observarse inexcusablemente en todo procedimiento jurisdiccional, y
otro de garantías que son aplicables en los procesos que impliquen un
ejercicio de la potestad punitiva del Estado. Así, en cuanto al "núcleo duro",
las garantías del debido proceso que aplican a cualquier procedimiento de
naturaleza jurisdiccional son las que esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha identificado como formalidades esenciales del procedimiento,
cuyo conjunto integra la "garantía de audiencia", las cuales permiten que los
gobernados ejerzan sus defensas antes de que las autoridades modifiquen
su esfera jurídica definitivamente. Al respecto, el Tribunal en Pleno de esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia P./J. 47/95,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
10

Época, Tomo II, diciembre de 1995, página 133, de rubro: "FORMALIDADES


ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA
ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO.",
sostuvo que las formalidades esenciales del procedimiento son: (i) la
notificación del inicio del procedimiento; (ii) la oportunidad de ofrecer y
desahogar las pruebas en que se finque la defensa; (iii) la oportunidad de
alegar; y, (iv) una resolución que dirima las cuestiones debatidas y cuya
impugnación ha sido considerada por esta Primera Sala como parte de esta
formalidad. Ahora bien, el otro núcleo es identificado comúnmente con el
elenco de garantías mínimo que debe tener toda persona cuya esfera jurídica
pretenda modificarse mediante la actividad punitiva del Estado, como
ocurre, por ejemplo, con el derecho penal, migratorio, fiscal o administrativo,
en donde se exigirá que se hagan compatibles las garantías con la materia
específica del asunto. Por tanto, dentro de esta categoría de garantías del
debido proceso, se identifican dos especies: la primera, que corresponde a
todas las personas independientemente de su condición, nacionalidad,
género, edad, etcétera, dentro de las que están, por ejemplo, el derecho a
contar con un abogado, a no declarar contra sí mismo o a conocer la causa
del procedimiento sancionatorio; y la segunda, que es la combinación del
elenco mínimo de garantías con el derecho de igualdad ante la ley, y que
protege a aquellas personas que pueden encontrarse en una situación de
desventaja frente al ordenamiento jurídico, por pertenecer a algún grupo
vulnerable, por ejemplo, el derecho a la notificación y asistencia consular, el
derecho a contar con un traductor o intérprete, el derecho de las niñas y los
niños a que su detención sea notificada a quienes ejerzan su patria potestad
y tutela, entre otras de igual naturaleza.

Amparo en revisión 352/2012. 10 de octubre de 2012. Cinco votos de los


Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Guillermo
I. Ortiz Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario
Pardo Rebolledo. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Mario
Gerardo Avante Juárez.

Amparo directo en revisión 3758/2012. Maple Commercial Finance Corp. 29


de mayo de 2013. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: David García Sarubbi.

Amparo en revisión 121/2013. 12 de junio de 2013. Cinco votos de los


Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario
Pardo Rebolledo. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria: Cecilia
Armengol Alonso.

Amparo en revisión 150/2013. 10 de julio de 2013. Cinco votos de los


Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario
Pardo Rebolledo. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria:
Mercedes Verónica Sánchez Miguez.

Amparo directo en revisión 1009/2013. 16 de octubre de 2013. Cinco votos de


los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz,
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y
Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien reservó su derecho a formular voto
concurrente. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Julio Veredín
Sena Velázquez.

Tesis de jurisprudencia 11/2014 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este


Alto Tribunal, en sesión de fecha siete de febrero de dos mil catorce.
11

Esta tesis se publicó el viernes 28 de febrero de 2014 a las 11:02 horas en el


Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación
obligatoria a partir del lunes 03 de marzo de 2014, para los efectos previstos
en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

OTROS AGRAVIOS

DERECHOS HUMANOS

La resolución emitida me agravia afectando mis derechos humanos, al


debido proceso para tal efecto me apoyo en las siguientes tesis:

DERECHO HUMANO AL DEBIDO PROCESO. ELEMENTOS QUE


LO INTEGRAN.

El artículo 14, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados


Unidos Mexicanos, reconoce el derecho humano al debido proceso al
establecer que nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades,
posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales
del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al
hecho. Ahora bien, este derecho ha sido un elemento de interpretación
constante y progresiva en la jurisprudencia de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, del que cabe realizar un recuento de
sus elementos integrantes hasta la actualidad en dos vertientes: 1) la
referida a las formalidades esenciales del procedimiento, la que a su vez,
puede observarse a partir de dos perspectivas, esto es: a) desde quien es
sujeto pasivo en el procedimiento y puede sufrir un acto privativo, en cuyo
caso adquieren valor aplicativo las citadas formalidades referidas a la
notificación del inicio del procedimiento y de sus consecuencias,
el derecho a alegar y a ofrecer pruebas, así como la emisión de una
resolución que dirima las cuestiones debatidas y, b) desde quien insta la
función jurisdiccional para reivindicar un derecho como sujeto activo, desde
la cual se protege que las partes tengan una posibilidad efectiva e igual de
defender sus puntos de vista y ofrecer pruebas en apoyo de sus
pretensiones, dimensión ligada estrechamente con el derecho de acceso a la
justicia; y, 2) por la que se enlistan determinados bienes sustantivos
constitucionalmente protegidos, mediante las formalidades esenciales del
procedimiento, como son: la libertad, las propiedades, y las posesiones o
los derechos. De ahí que previo a evaluar si existe una vulneración
al derecho al debido proceso, es necesario identificar la modalidad en la que
se ubica el reclamo respectivo.

CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS (Pacto de San


José)

Artículo 8. Garantías Judiciales

PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS

1.-Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o
12

para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil,


laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.

ARTÍCULO 14 1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y


cortes de justicia. Toda persona tendrá derecho a ser oída
públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación
de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la
determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil. La
prensa y el público podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los
juicios por consideraciones de moral, orden público o seguridad
nacional en una sociedad democrática, o cuando lo exija el interés de la
vida privada de las partes o, en la medida estrictamente necesaria en
opinión del tribunal, cuando por circunstancias especiales del asunto la
publicidad pudiera perjudicar a los intereses de la justicia; pero toda
sentencia en materia penal o contenciosa será pública, excepto en los
casos en que el interés de menores de edad exija lo contrario, o en las
actuaciones referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela de menores.

ARTÍCULO 17 1. Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su


vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques
ilegales a su honra y reputación.

DERECHO FUNDAMENTAL A UNA VIVIENDA DIGNA Y DECOROSA. SU


CONTENIDO A LA LUZ DE LOS TRATADOS INTERNACIONALES. El artículo
11, numeral 1, del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 12 de mayo de
1981, establece el derecho de toda persona a una vivienda adecuada, así
como la obligación de los Estados Parte de tomar las medidas apropiadas
para asegurar su efectividad. Ahora bien, de la interpretación realizada por el
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización
de las Naciones Unidas en la Observación General No. 4 (1991) (E/1992/23), a
dicho numeral, así como de los Lineamientos en Aspectos Prácticos
respecto del Derecho Humano a la Vivienda Adecuada, elaborados por el
Comité de Asentamientos Humanos de la Organización de las Naciones
Unidas, y los Principios de Higiene de la Vivienda, emitidos por la
Organización Mundial de la Salud, en Ginebra en 1990, se concluye que el
derecho fundamental a una vivienda digna y decorosa, tiene las siguientes
características: (a) debe garantizarse a todas las personas; (b) no debe
interpretarse en un sentido restrictivo; (c) para que una vivienda se
considere "adecuada" requiere contar con los elementos que garanticen un
nivel mínimo de bienestar a quien la habite, esencialmente, una
infraestructura básica adecuada, que proteja de la humedad, la lluvia, el
viento, así como riesgos estructurales, con instalaciones sanitarias y de
aseo, un espacio especial para preparar e ingerir los alimentos, espacio
adecuado para el descanso, iluminación y ventilación adecuadas, acceso al
agua potable, electricidad, y drenaje; y, (d) los Estados deben adoptar una
estrategia nacional de vivienda para alcanzar el objetivo establecido en el
pacto internacional de referencia, así como tomar e implementar las medidas
legislativas, administrativas, presupuestarias y judiciales adecuadas para la
realización plena de dicho derecho, dentro de las cuales está asegurar a la
población recursos jurídicos y mecanismos judiciales para que los
gobernados puedan reclamar su incumplimiento, cuando las condiciones de
las viviendas no sean adecuadas o sean insalubres. Así, dichos aspectos
constituyen los elementos básicos del derecho a una vivienda digna y
decorosa reconocido por el artículo 4o., párrafo séptimo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, consistente en que todas las
personas cuenten con una vivienda que tenga los elementos mínimos
necesarios para ser considerada como tal. Amparo directo en revisión
3516/2013. Ricardo Javier Moreno Padilla y otro. 22 de enero de 2014.
13

Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea,


Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y
Jorge Mario Pardo Rebolledo. Disidente: José Ramón Cossío Díaz, quien
reservó su derecho a formular voto particular. Ponente: Jorge Mario Pardo
Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.

Por lo anteriormente expuesto a ese H. Tribunal Colegiado, atentamente


pido:

PRIMERO. -Tener por presentado en tiempo y forma con el presente ocurso a


la suscrita, mismo que contiene los agravios que hago valer en revisión en
contra de la sentencia que se impugna.

SEGUNDO. -Y una vez que sea desahogado el procedimiento declarar


fundados los agravios hechos valer, revocando la sentencia recurrida y
emita otra en la que se conceda la protección de la Justicia Federal para el
efecto de que la suscrita se le repare sus garantías violadas.

MARTHA ANTONIA SANZ FREEMAN. Ciudad de México, 18 de febrero de


2019

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