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UNIVERSIDAD DIEGO PORTALES

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS


ESCUELA DE PSICOLOGIA
Psicoterapia Humanista y Transpersonal

COMPARACIÓN DE LOS V ALORES Y CREENCIAS DEL ENFOQUE DE UTILIZACIÓN DE M. H. ERICKSON,


Y EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA DE C. R. ROGERS 1

Hugh Gunnison, Ed.D.

Este artículo examina algunas creencias fundamentales y supuestos respecto a la condición


humana que pueden ser extraídos de la obra de Milton H. Erickson y Carl R. Rogers. Los
estudiantes principiantes en consejería y psicoterapia a menudo están tan inmersos en las
técnicas y estrategias, que excluyen las creencias y los supuestos filosóficos que subyacen a esos
métodos. Puede afirmarse que M. H. Erickson y C. R. Rogers se han convertido en gigantes en sus
campos relacionados. A pesar de las amplias diferencias en las técnicas, este artículo
argumentará que hay una hebra común en los valores y creencias respecto a los seres humanos
a lo largo del trabajo y los escritos de ambos autores.

Nuestras estrategias, nuestras intervenciones, y nuestros enfoques dan cuenta de nuestras


actitudes fundamentales y creencias respecto a la “naturaleza humana”. Si creo que mis clientes
tienen la habilidad para asumir responsabilidades, si confío en sus vastos recursos, aprendizajes y
experiencias, y en su potencial para elegir, entonces tenderé a asumir un enfoque en consejería o
terapia que sea congruente con esas creencias.
Muchos años atrás, en un hospital en el servicio militar, estudié la hipnosis tradicional con un
psiquiatra. El proceso implicaba hablar en una voz baja monótona, y repetir continuamente las
sugestiones (las cuales eran similares a órdenes condescendientes), mientras se mantenía un objeto
(preferentemente brillante) frente a los ojos del sujeto. En grado creciente me fui desencantando y
sintiéndome incómodo. Comencé a ver esta forma de hipnosis como rebajadora e irrespetuosa
hacia el cliente. El hipnotista, convertido en autoridad, rara vez tomaba en consideración el campo
perceptual y la singularidad del cliente. Parecía que el hipnotista operaba desde su propio mapa y
esperaba que el cliente le obedeciera. En reacción, comencé a estudiar el trabajo de Carl Rogers.
Su obra representaba el opuesto exacto: representaba el cuidado, el respeto y la igualdad con los
clientes. Posteriormente, un re-examen de la hipnosis me llegó a través de los trabajos de Milton H.

1“Comparisons of Values and Beliefs of M. H. Erickson’s Utilization Approach and C. R. Rogers’s Person-Centered
Approach. In Ericksonian Monographs N° 2,New York: Brunner/Mazel, 15-31 (Traducción: Ps. Mario Pacheco)

1
Erickson. Aunque aun estaba incluida la hipnosis, los clientes eran tratados de acuerdo a un sistema
de valores y creencias completamente diferentes de aquel al cual había estado anteriormente
expuesto. El trabajo de Erickson llegó como una bocanada de aire fresco, y las similitudes entre su
enfoque de utilización y el enfoque centrado en la persona de Rogers, se me hizo evidente.2 Esas
observaciones me llevaron a escribir respecto a sus paralelos (Gunnison, 1985).
El Dr. Rogers escribió una respuesta a ese primer artículo que escribí respecto a los paralelos
entre Erickson y su propio trabajo (Gunnison, 1985): “Estoy profundamente impresionado por las
similitudes que encontró Gunnison entre mi trabajo y el de Milton Erickson” (Rogers, 1985, p. 565).
Rogers (1985) indica que posee pocas similitudes personales con el Dr. Erickson, excepto que
son graduados de la Universidad de Wisconsin. No ha leído ninguna proporción apreciable de los
escritos de Erickson, y a su entender, tampoco Erickson tuvo contactos o semejanzas con los escritos
de Rogers. Explica, "Hago mención de estas cosas para indicar que cualquier similitud que exista se
desarrolló en forma independiente –ciertamente no surgió de un contacto estrecho o a través del
conocimiento de los escritos del otro. Las similitudes son, por consiguiente, reales y no simples
derivados" (Rogers, 1985, p. 565).
Este artículo intentará examinar esos aspectos comunes, así como también incluir las
reacciones de Rogers (1985, 1986). Esta comparación estudiará los paralelos en 10 áreas. Estas son:
la magnitud del impacto de ambos en la psicoterapia; su historia personal y el desarrollo de sus
valores; el interés en la persona; el inconsciente; la desconfianza en la teoría; ellos mismos como
herramienta; la importancia de la empatía y el rapport; la comunicación y la intuición; el cuidado y
el respeto por el cliente; y el uso de metáforas para recuperar recursos terapéuticos.

La magnitud del impacto de ambos en la psicoterapia

Cuando comencé a aprender respecto a los procesos de los esfuerzos de Erickson, quedé
impresionado por su osada individualidad. Me pareció que el trabajo de Erickson existía como un
ejemplo exquisito de aprendizaje experiencial y personal. Sus habilidades, la amplitud de su
conocimiento, su sensitiva astucia y creatividad dieron origen a que fuera denominado el Señor
Hipnosis (Weitzenhoffer, 1976). Emergió como el líder fundador y primer presidente de la Sociedad
Americana de Hipnosis Clínica, y el editor fundador de la revista de esa Sociedad.
Parecía que podía dejar las teorías a un lado y crear un modelo de los procesos humanos
internos a través de su observación sensitiva y astuta de si mismo y los otros. Su postura fue radical, y
Rogers se movió en una dirección paralela. Ambos podrían ser vistos como rebeldes en su profesión,
debido a la singularidad de sus creencias y sus métodos de acercamiento al proceso terapéutico.
Los dos compartieron una curiosidad similar, y Rogers la describe como la experiencia inmediata del
observador. Para Rogers (1980) el punto de inicio de la ciencia ocurre en el momento de una

2Araoz (1985) se ha referido a una unión similar en su Nueva Hipnosis. Parece crucial y digno de destacar que los
teóricos están comenzando a sintetizar más, en lugar de construir mapas distanciados y aislados.

2
observación concentrada y focalizada. Es probable que Erickson, más que nadie, habría estado de
acuerdo con esta afirmación.
Rogers ha obtenido un estatus similar al de Erickson. A partir de su pensamiento, escritos e
investigaciones, ha emergido una "escuela" dentro de la psicología, a pesar de sus deseos por lo
contrario. Rogers y Erickson estaban en desacuerdo con la rigidización que resulta de las "escuela
teóricas". No buscaron ser el líder-gurú de un movimiento, ni deseaban fundar una "escuela" de
terapia.
Smith (1982) solicitó a psicólogos que hicieran una lista de nombres de aquellos que los
habían influenciado más, y el nombre de Rogers encabezaba la lista. Zeig (1980) escribió que "No es
una hipérbola afirmar que la historia demostrará que así como Freud contribuyó a la teoría de la
psicoterapia, Erickson será conocido por su contribución a la práctica de la psicoterapia" (p. xix). Los
Lankton (Lankton y Lankton, 1983) usan otra analogía, "... muchos pueden pensar la influencia de
Erickson como igual a la Freud. Así como Freud puede ser considerado el Einstein de la teoría,
Erickson será probablemente reconocido como el Einstein de la intervención" (p. 6). Y Zeig (1985)
reportó que " los métodos ericksonianos son los que más han hecho crecer el campo de la
psicoterapia en el mundo occidental" (p. 31).

Historia personal y desarrollo de los valores

"El niño es el padre del hombre", escribió el laureado poeta William Wordsworth, y las
experiencias infantiles de Erickson y Rogers están inexplicablemente relacionados en su historia y sus
valores. Los dos crecieron en una granja en una comunidad rural. Ambos fueron infundidos en forma
permanente por el proceso de crecimiento del que eran testigos a diario, "y las experiencias que
impregnaron sus valores –el optimismo y gozo positivo de la vida, en el mundo simple y siempre
cambiante alrededor de ellos. Ambos colocaron énfasis y sintieron la singularidad de cada cosa
viviente y la apreciaron por sobre todas las diferencias" (Gunnison, 1985, p. 563).
Aunque Erickson enfermó de polio en la adolescencia, muy pocos saben que cuando niño
Rogers estuvo seriamente enfermo también. Rogers relata que "cuando niño estuve muy enfermo y
mis padres me habían dicho que se había predicho que moriría joven" (Rogers, 1980, p. 89). Víctor
Frankl (1965) argumenta que el sufrimiento puede estimular, enriquecer y motivar a los seres
humanos, y, quizá, los tempranos años de dolor y sufrimiento profundizaron los valores de Erickson y
Rogers de sensibilidad y apreciación del crecimiento y el cambio. Esas experiencias vitales pueden
haber conducido al desarrollo de esos valores que otros autores han resaltado.

Milton Erickson ha definido claramente el sistema valórico. Son evidentes en su trabajo: la fuerza de sus
convicciones respecto a la integridad de cada ser humano; la importancia de la familia; la necesidad
de las relaciones estrechas con otros; y los potenciales positivos internos de cada persona. (Yapko, 1985,
p. 280)

3
Lo mismo puede decirse de Rogers. "Los valores han sido descritos como un filtro perdurable
a través del cual la experiencia subjetiva es creada, interpretada, y cómo se reacciona a aquella"
(Yapko, 1985, p. 273). "Los valores del hombre Erickson [Rogers] subyacen al psiquiatra Erickson
[psicólogo Rogers]" [itálicas y paréntesis añadido] (Yapko, 1985, p. 268).

Interés en la persona-paciente

El enfoque de utilización de Erickson ha sido descrito como "... centrado en el paciente y


muy dependiente de las necesidades del momento del individuo" [itálicas añadidas] (Erickson y
Rossi 1979, p. 14). Al igual que Erickson, Rogers tenía una visión realista, incluso positiva y optimista de
los potenciales del ser humano. El (Rogers, 1980) describió los dos principios principales de un
enfoque centrado en la persona.

... Los individuos tienen dentro de si vastos recursos para la comprensión de si mismos y para alterar los
conceptos que tienen de si mismos, actitudes básicas y dirección de su propio comportamiento; esos
recursos pueden hacerse accesibles si se suministra un clima definido que facilite las actitudes
psicológicas. (p. 155)

Me pregunto ¿cómo podría haber reaccionado Erickson a esta frase que coloca de relieve
el uso de "recursos", "alteración del concepto de si mismo", "actitudes y comportamiento", así como
también la idea de esos "recursos que facilitan" el crecimiento y el cambio? Nunca lo sabremos,
pero puedo aventurarlo.
En un principio, la postura no directiva de Rogers y el enfoque directivo de Erickson pueden
parecer como diametralmente opuestos. Sin embargo, con una mayor consideración, esta
contradicción se disuelve y probablemente se transforme en una diferencia de grado en lugar de
una diferencia de fondo. Rogers quedó encadenado a la "no dirección", debido a muchas
comprensiones equivocadas de las cuales luchó para liberarse. Por " no directivo" él simplemente
quería decir no interpretar, aconsejar, guiar o explicar, sino que más bien confiar en la emergencia
de la tendencia a hacer realidad [actualizing]3 de las personas.
Rogers (1977) pronto se dio cuenta que su presencia en la relación terapéutica tenía un
poderoso impacto y tenía ciertos resultados "directivos". La dirección y manipulación pueden ser
percibidas como el corazón de la comunicación.

La manipulación tiene una connotación negativa. Sin embargo, un analista de la comunicación, como
Watzlawick, señala que es imposible no manipular [dirigir]. El intercambio personal está basado en la
manipulación. La manipulación es inevitable; el problema es cómo manipular en forma constructiva y
terapéutica. (Zeig, 1985b, p. xv)

3[N.T.] Ya es una costumb re la traducción errónea de la tendencia actualizing de Rogers como "tendencia
actualizante". El verbo to actualize se refiere a hacer algo real; y en el sentido que le da Rogers está refiriéndose
a "hacer realidad las potencialidades inherentes del ser humano."

4
Y mientras Erickson dirigía (manipulaba), evitaba dar lecciones o interpretar, y la guía que
hacía, invariablemente movía al paciente hacia adelante.
Como en el enfoque centrado en la persona de Rogers, el enfoque de utilización de
Erickson centrado en el paciente, utilizaba y activaba recursos y aprendizajes inconscientes que ya
estaban, en lugar de imponerlos desde afuera (Erickson, Rossi y Rossi, 1976). Erickson escribió,
"¿Quién es la persona importante en una situación terapéutica? ¿Es el terapeuta?... No creo que el
terapeuta sea la persona importante; creo que el paciente es la persona importante en esta
situación. También creo que debiera darse al paciente la oportunidad para que domine en alguna
forma... (Rossi, 1980, Vol. 4, p. 78). "La utilización dice básicamente que las técnicas se derivan mejor
del paciente, no del terapeuta... Su orientación estaba en la fortaleza de la que estaba bien en el
paciente, no en el análisis de los déficits" (Zeig, 1985b, p. 37-38).
En un diálogo con Erickson, Rossi (Erickson, Rossi y Rossi, 1976) observó que: "Los pacientes
colocan sobre el terapeuta la responsabilidad para la cura, la magia, el cambio, en lugar de verse
a si mismos como el agente de cambio. Usted está devolviéndole continuamente al paciente la
responsabilidad para el cambio." Erickson replicó: "Siempre en ellos" (p. 27). Y no puedo imaginar a
Rogers estar en desacuerdo con esto.

La motivación interna de cliente

Beahrs (1982) discutió el inconsciente de Erickson no como el temible caldero hirviente de


energía animal de Freud, sino que por el contrario, como una fuente de crecimiento, como un
depósito de todos los aprendizajes y experiencias pasadas. Erickson afirmó además, "En hipnosis
utilizamos a la mente inconsciente. ¿Qué quiero decir por mente inconsciente? Quiero decir la
parte de atrás de la mente, el reservorio de aprendizajes. La mente inconsciente constituye un
depósito" (Rossi, Vol. 3, 1980, p. 27). Erickson y Rossi discuten otras dimensiones del inconsciente
(Rossi, Vol. 1, 1980):

Rossi: ¿Realmente cree en un inconsciente creativo?


Erickson: Creo en un nivel diferente de percatarse.
Rossi: ¿De modo que podríamos decir que el inconsciente es una metáfora para otro nivel de
percatarse, un meta-nivel?
Erickson: Puedo caminar por la calle y no prestar atención a la luz roja del semáforo o al
freno. Puedo escalar el Squaw Peak4 y no tengo que imaginarme cada paso.
Rossi: Esas cosas están siendo manejadas en otro nivel de percatarse. (p. 119-120)

Sacerdote (1982) expandió esto y escribió que el concepto del inconsciente de Erickson
estaba cercano a los arquetipos de Jung, el inconsciente como poseedor de "atributos de una

4[N.T.]Cerro ubicado en Phoenix, Arizona, ciudad en la cual vivió Erickson casi la mitad de su vida, y al cual
enviaba a algunos pacientes a escalarlo como una tarea terapéutica.

5
sabiduría básica, la cual incluye la capacidad de los órganos y células del cuerpo para producir
salud física y mental" (p. 341). Gilligan (1982) discutió la noción de Erickson que "Los procesos
inconscientes pueden operar en una forma inteligente, autónoma y creativa... Las personas han
almacenado en su inconsciente todos los recursos necesarios para transformar sus experiencias" (p.
89). De este modo, la tarea del terapeuta podría ser la de arreglar las condiciones (el clima) y
accesar recursos que faciliten y extraigan estos procesos inconscientes.
Ahora tenemos un cuadro amplio del inconsciente. Este emerge como una construcción no
freudiana en su definición, y es más que sólo un depósito de memorias y experiencias. En adición, el
concepto del inconsciente traduce y expande la creatividad en una capacidad para una
sabiduría interna y curación. Erickson (Haley, 1967, 1973) concibió al inconsciente como el corazón
o el centro de la persona (no como el "si mismo" de Rogers) y dio un énfasis significativo al poder
positivo del inconsciente.
Rogers (1985) usa el término "no consciente", el cual realmente no puedo ver como
diferente del inconsciente de Erickson. A través del ejemplo de la retroalimentación biológica,
Rogers (1985) escribe un ejemplo del funcionamiento de la mente no consciente:

Si usted me pide que eleve la temperatura del dedo del medio de mi mano derecha, mi mente
consciente está completamente confundida. No le es posible hacerlo. Si usted me muestra una aguja
que indica la temperatura de ese dedo y me pregunta si puedo hacer que suba, encuentro que puedo
hacerlo. ¿Cómo hago todos los análisis y discriminaciones necesarias para lograr este fin? Es
completamente inexplicable si nos limitamos a la mente consciente. Pero la mente orgánica no
consciente es muy capaz de realizar esa tarea. (p. 565-566)

Sin embargo, Rogers (1985) parece decir que esta forma de no consciencia que él describe
difiere del inconsciente de Erickson, puesto que el constructo de Erickson "es más similar a mi
término 'la tendencia a hacer realidad'. Sospecho, sin embargo, que Erickson habría encontrado
compatible el concepto de mente 'no consciente'" (p. 566). Estoy de acuerdo y, además, creo que
Erickson podría haber identificado el ejemplo de la retroalimentación biológica como correcto. Me
siento presionado a encontrar alguna diferencia significativa aquí. Me queda claro que cuando
Rogers piensa respecto a subir una aguja, altera su estado desde un nivel consciente a "otro nivel",
el meta-nivel en el ejemplo anterior de Erickson y Rossi (Rossi, Vol. 1, 1980) sobre el inconsciente
creativo; mover la aguja por medio de "otro nivel de percatarse" (p. 119-120). El ejemplo de mover
la aguja también podría ser explicado a través de la descripción de Sacerdote (1982) del
inconsciente de Erickson, como poseedor de una especie de sabiduría básica y capacidad del
cuerpo para producir salud mental y física.

La desconfianza en la teoría

Rogers (1959) creía que el mejor artículo teórico que había escrito respecto al enfoque
centrado en la persona fue publicado por Sigmund Koch en su monumental serie Psychology: A

6
Study of a Science. Rogers argüía que había trabajado más en esta formulación teórica que en
cualquier otra cosa que había escrito antes. Dijo, "A mi juicio, es la teoría más rigurosa del proceso
de cambio en la personalidad y el comportamiento que haya sido publicada" (Evans, 1975, p. 135).
Este artículo no discutirá esa teoría porque el mismo Rogers sugiere no hacerlo. En sus propias
palabras, dijo "... es lo más ignorado de todo lo que he escrito. Esto no me angustia particularmente,
porque creo que muy a menudo las teorías se transforman en dogma" (Evans, 1975, p. 137).
Aunque ha desarrollado una teoría rigurosa, Rogers ha advertido repetidamente respecto
al peligro de teorizar demasiado, puesto que las teorías pueden convertirse en credos absolutos y
rígidos. Dio énfasis a la importancia de dejar la teoría a un lado y dejar que la persona emerja. En
una discusión en clases en la Universidad de St Lawrence en 1978, nos impulsó a estar ahí
totalmente con nuestros clientes y que "la persona se convierta en su teoría". Continuó diciéndonos
lo que "lo último que había aprendido respecto a las personas fue de las personas mismas."
Erickson precavía de las limitaciones de nuestros enfoques, debido a la fidelidad a una
teoría, un método, una escuela, o un mentor. A su vez, sugería que aprendiéramos y observáramos
tanto como fuera posible, practicando solamente aquellas técnicas y habilidades que nos
permitían expresarnos en forma auténtica. En una conferencia Erickson les recordó a los asistentes,
"Recuerden que cualquier forma que elijan para trabajar debe ser la suya propia, puesto que
realmente no pueden imitar a nadie. Al tratar con las situaciones cruciales de la terapia, deben
expresarse en forma adecuada, no como una imitación" (Haley, 1967, p. 535)
Secter (1982) le preguntó a Erickson dónde y cuándo había adquirido su conocimiento en
psiquiatría. Respondió, "De los mismos pacientes." Erickson sentía que la teoría era restrictiva,
sofocante, y podía atrapar al paciente y al terapeuta (Zeig, 1980). Stenr (1985) parafraseó de la
siguiente forma los contenidos de una comunicación personal con Erickson:

... cada paciente es único y ninguna teoría se acomoda bien a todos. Por esto es que he desarrollado
una nueva teoría para cada persona... Erickson sabía que el mito de Procrusto5 no solamente se refería
a alguien con una teoría rígida, sino que el resultado de esa rigidez fue el propio fallecimiento de
Procrusto. Erickson fue el Teseo moderno que disfrutaba mucho asesinando teorías en sus propios lechos
de Procrusto.

Erickson escribió, "En el acercamiento terapéutico uno siempre debe tomar en


consideración la personalidad real del individuo... Por consiguiente, mientras más fluido sea el
hipnoterapeuta, usted puede aproximarse realmente al paciente" (Rossi, Vol. 4, p. 78). Erickson
enfatizaba las ideas de flexibilidad, indirección, permisividad, y diferencias singulares. Rogers ha
descrito como adecuados a todos esos términos para describir al terapeuta-consejero efectivo.
Rogers (1961) discutió el proceso de la consejería efectiva, como aquel que implica "un
cambio en la experiencia del cliente... una pérdida de los mapas cognitivos de la experiencia"

5
[N.T.] Mito de origen griego. Procrusto era el sobrenombre de un bandido en Atica. Asaltaba a los viajeros y
los tendía en un lecho de hierro, al que los adaptaba estirándoles los miembros o cortándoselos. Fue muerto
por Teseo. (Diccionario Enciclopédico Espasa, Madrid, 1998)

7
[itálicas añadidas] (p. 64). Advierta los comentarios paralelos de Erickson: "Los pacientes tienen
problemas debido a que su programación consciente ha limitado en forma muy severa sus
capacidades. La solución es ayudarlos a romper las limitaciones de sus actitudes conscientes para
liberar el potencial inconsciente para la solución de problemas" (Erickson et al., 1976, p. 18).

La persona del terapeuta como herramienta

Cuando Rogers propuso el principio de crecimiento, pasó muchos años estudiando el clima
terapéutico que extraía este proceso de crecimiento. Se aproximaba "al fenómeno con los mínimos
preconceptos posibles, para obtener una observación naturalista, una acercamiento descriptivo...
Me usé a mi mismo como una herramienta" (Rogers, 1961, p. 128)
En su estudio de la hipnosis, Erickson también se utilizó a si mismo como "una herramienta",
ocupando muchas horas cuando joven para observar y reflexionar respecto a los estados
alterados6 [de consciencia], y aprendiendo a aliviar su propio dolor al concentrarse en la relajación,
la fatiga, la disociación, etc. (Rossi, 1980); aprendió a través de sus propias facilidades increíbles de
observación e introspección. "Ambos, Erickson y Rogers, fueron capaces de encontrar formas
diferentes de verse a si mismos, a los demás, y la relatividad de las visiones de mundo diferentes"
(Gunnison, 1985, p. 562).

La importancia de la empatía y el rapport

La empatía, junto con la autenticidad, la consideración positiva incondicional, y la


confianza en el potencial de la persona, representan ese clima "definible" tan crítico en el trabajo
de Rogers (Rogers, 1957). La empatía es una condición crucial. "Significa entrar en el mundo
perceptual privado del otro y meterse a fondo en él... usted deja de lado sus propias visones [de
mundo] y valores para entrar en el mundo del otro sin prejuicios" (Rogers, 1980, p. 142-143).
Erickson también daba énfasis a la empatía, particularmente en la fase de preparación de
sus acercamientos terapéuticos; el factor más importante es "el que se asemeja a rapport –ese
sentimiento positivo de comprensión y consideración mutua entre el terapeuta y el paciente"
(Erickson y Rossi, 1979, p. 1). Erickson creía que una "actitud de empatía y respeto de parte del
terapeuta es crucial para asegurar el cambio exitoso" [itálica añadida] (Erickson y Zeig, 1980, p.
336). Erickson amplificó el concepto de rapport a aquel que surge de una aceptación auténtica
del otro (Erickson y Rossi, 1979). Se desarrollaba una poderosa clase de empatía cuando Erickson
usaba el propio vocabulario y los marcos de referencia (acompañar y dirigir) del paciente, para
dar forma a la conexión interpersonal (Grinder y Bandler, 1981). "Acoja al cliente en su propio
modelo de mundo" (Lankton y Lankton, 1983, p. 12). Este aspecto fue el que Rossi comentó respecto

6
[N.T.] En la tradición ericksoniana de la hipnosis se prefiere utilizar la denominación de "estado especial de
consciencia" para referirse al estado hipnótico, pues se lo considera un estado habitual y normal de
consciencia de los seres humanos; mientras que el adjetivo "alterado" se asocia con algo anormal en el
lenguaje común.

8
a las similitudes entre el enfoque de Erickson y el de Rogers: "Este nivel de nuestro enfoque podría
parecer similar al enfoque no directivo centrado en el cliente de Rogers (1951)" [itálicas añadidas]
(Erickson y Rossi, 1979, p. 51).

Comunicación e intuición

La autenticidad y la congruencia deben destacarse como otra condición básica en el


clima centrado en la persona. Si la autenticidad no existe en la relación, rápidamente se
desarrollan la toxicidad y la falta de confianza en la relación. Lankton y Lankton (1983) expandieron
la autenticidad del terapeuta-consejero al agregar que "El hipnoterapeuta ericksoniano debe tener
un modo personal que dé credibilidad y potencia a sus intervenciones. Esto puede ser denominado
congruencia, sinceridad, o confianza" (p. 133). Rogers (1986) siente una clase de autenticidad en
Erickson cuando lo observa,

Es claramente lamativo que para Erickson, también, la terapia era un asunto muy personal, una
experiencia muy profunda diferente para cada persona. Pensaba en sus pacientes, reaccionaba ante
aquellos en formas muy personales –desafiante, abrupto, con paciencia, suavidad, dureza– estando
interesado en el cliente. A veces recibía individuos en su casa, o usaba mascotas o hablaba de su
propia vida –haciendo que todo tuviera su toque personal. (p. 132)

Para el terapeuta-consejero, la autenticidad significa estar totalmente con el cliente,


comunicándose en forma clara y transparente.

A veces "surge en mi" un sentimiento que parece no tener una relación particular con lo que está
sucediendo. He aprendido a aceptarlo y confiar en este sentimiento e intentar comunicárselo a mi
cliente. (Rogers, 1980, p. 14)

Sugiero que esta autenticidad es similar a lo que Erickson describiría como un estado
alterado de consciencia. De hecho, Rogers realmente usa las palabras "estado alterado de
consciencia":

Encuentro que cuando estoy cerca de mi si-mismo intuitivo interno, cuando estoy tocando algo
desconocido en mi, cuando quizá estoy en un leve estado alterado de consciencia en la relación,
cualquier cosa que yo haga está plena de curación [itálicas añadidas] (Rogers, 1985, p. 565)

Rogers (1985) continúa:

He llegado a valorar mucho esas respuestas intuitivas... En esos momentos quizá estoy en un leve estado
alterado de consciencia, dentro el mundo del cliente, completamente sintonizado con ese mundo. Mi
intelecto no consciente se hace cargo. Sé mucho más de lo que sabe mi mente consciente. [itálicas
añadidas] (p. 565)

9
El uso de "intuitivo", "pleno de curación", "leve estado alterado de consciencia" y "no
consciente", quieren decir para mi que Rogers habla de un proceso que es central en el trabajo de
Erickson. Erickson aceptaba y confiaba tanto en su propio inconsciente, así como también en el de
los pacientes, que se sintonizaba totalmente con el mundo de aquellos.
Rossi (1980) reporta cómo Erickson,

... está siempre en rapport completo con el paciente. Nunca se disociaba y perdía el contacto con el
paciente. Los trances autohipnóticos ocurren en forma espontánea y siempre aumentan sus
percepciones y la relación con su paciente. El trance es una atención intensamente concentrada que
facilita su trabajo terapéutico. (Vol. 1, p. 117)

Todo esto refuerza mi conjetura que Rogers y Erickson utilizaban el estado de trance para
moverse más profunda y terapéuticamente en el encuentro. Zeig (1982) sentía que Erickson estaba
"en contacto" con sus propias experiencias internas y confiaba tanto en la "sabiduría de su
inconsciente, que era capaz de comprensiones increíbles de los mundos de los pacientes. Creo que
Rogers está diciendo esencialmente la misma cosa.

Cuidado y respeto por el cliente

La consideración positiva incondicional viene a representar una tercera condición central.


Cuando los clientes o los pacientes se sienten considerados o apreciados como personas, cuando
se sienten cordialmente acogidos y en confianza, y, sobre todo, cuando no se sienten juzgados o
evaluados continuamente, cambian y se desarrollan sus posibilidades reales. "Esto significa que el
[terapeuta] aprecia al cliente en una forma no posesiva" (Rogers, 1961, p. 62).
Haley (1967) describe un profundo cuidado similar en el trabajo de Erickson. Erickson habla
del trabajo con un cliente que siente que tiene poca oportunidad para cambiar exitosamente.
Siempre, a pesar de un mal pronóstico, Erickson mantenía las dudas "para si mismo y permitía que
[el paciente] supiera por las maneras, el tono de voz, por todo lo que decía, que él [Erickson]
estaba genuinamente interesado en aquel, que estaba genuinamente deseoso de ayudarlo"
[corchetes añadidos] (Haley, 1967, p. 516). La brillantez técnica y metodológica de Erickson puede
eclipsar, a veces, la relación terapéutica que enfatizaba y creaba con sus pacientes. "Es muy fácil
dar énfasis, también, a las cosas como el ritmo respiratorio de Erickson o su uso de la visión
periférica, a expensas de la apreciación de la intensidad de la relación que tenía con sus
pacientes, la cual no puede ser definida a través de un análisis microscópico, así como tampoco
puede analizarse y definirse el 'amor'" (Yapko, 1985, p. 268)
Los escritos de Erickson podrían resumir la importancia de la singularidad de la persona y la
relación terapéutica, "la técnica para la inducción de trances hipnóticos es primariamente una
función de la relación interpersonal existente entre el sujeto y el hipnotista. Por lo tanto, las técnicas

10
y procedimientos hipnóticos deben variar de acuerdo al sujeto, las circunstancias y los propósitos a
los cuales sirven" (Rossi, 1980, Vol. 4, p. 28).
La confianza básica de Erickson en las personas se manifestaba su creencia y respeto en la
competencia de las personas para llevar a cabo las cosas en su propia vida. Creía que sus
pacientes tenían un deseo natural de "adquirir maestría, obtener comprensión, divertirse, tener
certidumbre y resultados inmediatos" (Lustig, 1982, p. 459).

El uso de metáforas para recuperar recursos terapéuticos

Una de las estrategias del enfoque de utilización indirecto de Erickson implicaba el uso de
metáforas. Esas historias y anécdotas servían como el tapiz en el cual eran tejidos los temas que
utilizaban las experiencias, recursos y mapas mentales, del paciente. A partir de esas metáforas la
mente inconsciente saca sus propias conclusiones y significados, al utilizar sus propios recursos
almacenados en las memorias de las experiencias de toda la vida.
Rogers (19859, por otro lado, compartía el gusto de Erickson por las metáforas, aunque en
un uso distinto. El (Rogers, 1985) estimulaba, con frecuencia, a los clientes a que se expresaran en
lenguaje figurativo o metáforas, porque a menudo ellos podían expresarse en una forma mucho
más coherente y profunda que a través de un lenguaje exacto y literal:

De modo que cuando un cliente comienza a hablar de la "pesada mochila que llevo en mi espalda" o
habla del miedo de estar "caminando en la oscuridad –lejos de la luz y en la oscuridad", me siento
seguro que pueden hacerse progresos, y estoy presto a responder en un nivel metafórico... Sin embargo,
uso mis propias metáforas en algunas respuestas intuitivas, y éstas se están cercanas a las del enfoque
de Erickson (Rogers, 1985, p. 566)

Adviértase la exquisita historia de la juventud de Rogers (1961) usada para ilustrar la


tendencia al crecimiento.

Recuerdo que cuando era niño, el depósito en el cual estaba almacenada la reserva de papas para el
invierno se encontraba en el subterráneo, algunos pies debajo de un pequeña ventana. Las condiciones
eran desfavorables, pero las papas comenzaban a brotar... Pero esos tristes y delgados brotes crecían
dos o tres pies hacia la distante luz de la ventana. Los brotes eran, en su crecimiento bizarro e inútil, una
especie de desesperada expresión de una tendencia direccional... Pero aun bajo las circunstancias más
adversas, estaban esforzándose por llegar a ser. La vida no se rendía, aunque no podía brotar. (p. 118)

El uso de Erickson de las anécdotas, juegos de palabras, metáforas, historias y chistes, se ha


convertido en legendario (Rosen, 1982a). Enfatizaba que:

... el crecimiento, el disfrute y el gozo... La vida no es algo a lo cual usted pueda dar una respuesta hoy.
Usted debiera disfrutar el proceso de esperar, el proceso de convertirse en lo que usted es. No hay nada

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más delicioso que plantar semillas de flores y no saber qué tipo de flores crecerán. (Rosen, en Prefacio,
1979, p. xii)

El lenguje figurativo de Ericson sugiere en una forma bierta. Estimula a los pacientes a utilizar
su mente inconsciente y buscar a través de sus amplios depósitos de aprendizajes, recursos y
experiencias. Erickson utiliza los mapas y campos perceptuales del cliente a través de las palabras y
frases de sus historias que parecen relevantes y apropiadas, y dejan que el inconsciente se haga
cargo. Por ejemplo, con el floricultor, Erickson usó una metáfora de la semilla de tomate en el
proceso de convertirse en una planta de tomate (Haley, 1967)7.El paciente, entonces, escucha en
el nivel consciente el significado general contextual de una semilla de tomate en el proceso de
llegar a ser, mientras las palabras y las frases tienen asociaciones singulares que van más allá del
contexto general (Erickson et al., 1976). "En esta técnica de mezclado, Erickson (1966) insertó
palabras y frases que estimularon indirectamente una concentración profunda en las experiencias
e intereses del paciente. A través de las sugestiones indirectas mezcladas, el inconsciente se colocó
a trabajar" (Gunnison, 1985, p. 563).
Gordon y Myers-Anderson (1981) reportan una metáfora favorita, una historia de la juventud
de Erickson. Un caballo sin jinete apareció un día en la granja de Erickson. Nadie pudo identificar al
propietario. Impertérrito, Erickson se ofreció de voluntario para encontrar el hogar del caballo y se
montó en él. A medida que se aproximaban al camino principal, él aflojaba las riendas y esperaba
a ver qué dirección tomaba el caballo. Erickson intervino solamente cuando el caballo quería
abandonar el camino. Después de avanzar en esta forma durante unas cuatro millas, lentamente y
a veces rápidamente, el caballo se dirigió a una granja. El sorprendido dueño le preguntó a
Erickson cómo había sabido dónde pertenecía el caballo. "No lo sabía. El caballo lo supo. Todo lo
que hice fue mantenerlo en el camino" (p. 6). ¡Qué extraordinaria descripción del proceso de una
consejería o una terapia! ¿Qué exquisita descripción de los enfoques de utilización y centrado en la
persona!

Conclusión

La discusión de este artículo, está enfocado en el trabajo de Erickson a través de los lentes
del enfoque centrado en la persona de Rogers. Sin embargo, el proceso podría invertirse con
facilidad. Gunnison y Renick (1985) describen las pautas ericksonianas sutiles y ocultas que están
invariablemente presentes en la mayoría de la terapia y consejería convencional. Más
específicamente, Lankton y Lankton (1983) describen y discuten las pautas hipnóticas ericksonianas

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[N.T.] Aquí el autor está refiriéndose a un tratamiento que efectuó Erickson en una persona con cáncer,
con grandes dolores que no respondían a los analgésicos, y que no quería ayuda psicológica. Este paciente –
resistente– era un apasionado de la floricultura; y Erickson, al visitarlo en su casa, se percató de esto, y
construyó una historia que aludía al crecimiento de las semillas de tomate (un tema atractivo para el
paciente, que atraparía su atención), y en la cual Erickson a través de cambios en el tono la de voz
remarcaba palabras de la historia que se referían a tranquilidad, calma, etc. En forma paulatina Erickson

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observables en el trabajo de Rogers en la película Gloria. Lo que parecen dos posiciones muy
divergentes, después de una inspección más acuciosa, da lugar a conexiones y similitudes
interesantes.
A la vez que existen profundas diferencias en los enfoques, Erickson y Rogers tenían
creencias y metas similares respecto a sus pacientes-clientes: la utilización de sus tendencias
direccionales, la evocación de la "sabiduría del inconsciente" y la "sabiduría del organismo". Rosen
(Prefacio, 1979) describió esto como "...una típica paradoja ericksoniana. El maestro de la
manipulación [facilitador] permite y estimula una gran libertad" [corchetes añadidos] (p. xiii). Y los
dos lo hacían con mucha autenticidad, humanidad y singularidad.
No hay otra forma más adecuada de concluir este escrito que con esta cita de Rogers
(1985):

Aunque estoy seguro que hay muchas diferencias en el enfoque de Erickson respecto al mío, y quizá
debiera escribirse un artículo respecto a ellas, éste no sería tan importante como las similitudes. En
nuestro trabajo, ambos nos apoyamos en la tendencia direccional fundamental del cliente-paciente, si
estamos intentando permitir que el cliente elija las direcciones de su vida, si estamos basándonos en la
sabiduría del organismo para elegir entre opciones, y si vemos nuestro rol como liberadores del cliente
de las percepciones limitantes de si mismo para llegar a convertirse en su si-mismo potencial más
completo; entonces las diferencias quizá no son tan importantes como podrían parecer. (p. 566)

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caso se encuentra en Terapia no convencional, de Jay Haley, Ed. Amorrortu, 1980, p. 272-277.

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