Está en la página 1de 13

UNIVERSIDAD JOSE CARLOS

MARIATEGUI

SOSTENIBILIDAD Y
SUSTENTABILIDAD DE LA CIUDAD DE
BARRANQUILLA

FACULTAD : INGENIERIAS
CARRERA : INGENIERIA CIVIL
CURSO : PLANEAMIENTO URBANO Y R.
DOCENTE : ARQ. SANDRO GUILLEN
ALUMNOS : YAMILET HUALLPA CHIPANA
SEMESTRE : IX
ILO-PERÚ
SOSTENIBILIDAD Y SUSTENTABILIDAD DE BARRANQUILLA
SOSTENIBILIDAD Y SUSTENTABILIDAD DE BARRANQUILLA

SOSTENIBILIDAD Y SUSTENTABILIDAD DE BARRANQUILLA

Hace cinco años Barranquilla fue pionera en Colombia para el proyecto de Ciudades
Sostenibles y Competitivas del Banco Interamericano de Desarrollo –BID- y la Financiera
de Desarrollo Territorial –Findeter.
Para entonces fue escogida junto a otras ciudades colombianas como Bucaramanga,
Manizales y Pereira. Dados los resultados que han arrojado estas capitales, otras 17
ciudades, entre ellas algunas de la Costa, han buscado transformarse también bajo el
mismo modelo.
Entre los resultados más relevantes que ha mostrado la ciudad en estos cinco años del
programa, ha sido la reducción de la pobreza. Barranquilla es tomada como referente
para la metodología, redujo el índice de pobreza de un 39,5% en el año 2010 a un 22 %
en el 2012. También es ejemplo en alternativas de manejo sostenible de drenaje urbano.
El proyecto de BID y Findeter lo que busca es que las ciudades colombianas replanteen
su desarrollo de manera ordenada teniendo en cuenta los aspectos de tipo ambiental,
urbanístico, de sostenibilidad, fiscal y de gobernabilidad que garanticen a los habitantes
el mejoramiento de sus niveles de vida a través de planes al largo plazo, es decir no a
cuatro sino a cincuenta años.
Barranquilla es actualmente una de las ciudades con mayor crecimiento y proyección en
Colombia, debido a sus condiciones económicas y su ubicación geográfica. Sumado a
eso la Barranquilla de los últimos diez años ha venido ganando la confianza de los
inversionistas privados, el Gobierno nacional y la banca, gracias a la capacidad de
gestión de los tres más recientes gobiernos distritales, que con reformas y estrategias de
renovación han traído el progreso y rescatado la credibilidad de los ciudadanos.
Fue precisamente considerando estos avances, que el BID y Findeter escogieron en su
oportunidad a Barranquilla para iniciar la metodología de Ciudades Sostenibles, al igual
que habían hecho en otras ciudades de América Latina como Goiânia (Brasil), Trujillo
(Perú), Santa Ana (El Salvador), Puerto España (Trinidad y Tobago) y Montevideo
(Uruguay).
El presidente de Findeter, Luis Fernando Arboleda, ha enfatizado en reiteradas
ocasiones, durante los paneles con los mandatarios de las ciudades del programa, que
Barranquilla es modelo en diferentes dimensiones de esta metodología, de la que se
pueden guiar otras localidades que están entrando nuevas al proceso. Igualmente ha
hecho hincapié que “lo proyectado solo es posible cumplirlo con la voluntad política y el
entusiasmo de los alcaldes”.
Con estos avances como ciudad moderna y competitiva, Barranquila refirma su carácter
de pionera, y modelo de pujanza histórica, que la ha llevado a ser catalogada desde
siempre como la Puerta de Oro de Colombia.

"Atraer la instalación de empresas manufactureras es una de las principales tareas para


mejorar el ingreso per cápita.
Doscientos años de historia como capital del Caribe colombiano ameritan una gran
celebración, pero también deben servir para fijar, de cara al exigente mundo competitivo
de hoy, las más importantes metas en procura de asegurar el mejor de los futuros para
Barranquilla.

Un diálogo de EL HERALDO con ocho dirigentes gremiales y académicos permitió


identificar, en líneas gruesas, lo que debe ser la bitácora de vuelo en busca del mejor de
los destinos para la acogedora y siempre amable Curramba, como cariñosamente la
sienten propios y extraños.

En medio del escenario entusiasta actual, la principal de las conclusiones es que


Barranquilla debe aprovechar sus fortalezas, geográficas, humanas, académicas e
institucionales, para convertirse en uno de los actores más importantes del país en el
desarrollo de los Tratados de Libre Comercio, para, de paso, retomar el auge de sus
“años de oro” —de 1900 a 1960, aproximadamente— cuando fue la ciudad pionera y
digna a imitar, afirma la presidenta del Comité Intergremial del Atlántico, Beatriz Vélez.

En procura de dicho liderazgo, las recomendaciones van en dos vías: construir una
capital que centre su desarrollo social y económico en “la valoración del ser humano que
la habita y el mejoramiento de la calidad de vida”, dice Ana María Badel, directora de
ProBarranquilla; como segunda visión para la modernidad anhelada, el decano de la
Escuela de Negocios de Uninorte, Octavio Ibarra, sostiene que hay que propender por
“disminuir los niveles de inequidad a través del emprendimiento”.
Tan importante como la anterior es fortalecer la educación en todos los niveles. De esta
manera, afirma el director regional de Analdex, Luis Eduardo Blanco, se formarán seres
humanos mejores capacitados para asumir el “liderazgo futuro”, lo que permitirá
“masificar otro tipo de cultura” en lo político, económico y social.

En este sentido, la directora de la Cámara de Comercio, María José Vengoechea, opina


que, además de “mejorar en talento humano, ciencia, tecnología e infraestructura”, hay
que fortalecer el tejido empresarial para que todo el departamento del Atlántico mejore su
participación que hoy es del 4,5% en el PIB nacional, cuando su población representa el
5% del país.

Entendiendo que son muchos los retos que existen, entre otros el de lograr un
ordenamiento urbano sostenible, los expertos le dan vital importancia, a toda costa, a
“evitar que haya un nuevo debilitamiento institucional”, como el de intereses particulares
que, en el siglo pasado e incluso a comienzos del presente, permearon los derroteros
técnicos y el modelo de desarrollo exitoso propuesto que le merecieron a la ciudad ser
llamada la Puerta de Oro de Colombia.

En materia de un desarrollo urbano sostenible, confundido por años con el ‘dejar hacer y
dejar pasar’, la directora de Acopi, Rosmery Quintero, considera fundamental que “se
debe evitar la ausencia de autoridad”. Dice que el emprender la recuperación planificada
del espacio público permitirá mostrar una Barranquilla de “respeto y orden”.

Tal rigor urbano tiene que ser acompañado con estrategias, públicas y privadas que
pueden ser aprendidas de experiencias exitosas en otros países, para “atraer la mayor
instalación posible de empresas manufactureras”, que lleve al posicionamiento
internacional de la ciudad. Como se trata de avanzar hacia el mejor de los futuros, con
bases sólidas, el director seccional de la Andi, Alberto Vives, reafirma que se necesita
viabilizar la navegabilidad por el Magdalena; adelantar la construcción de puertos de
aguas profundas; contar con un aeropuerto internacional único, conectado con las
grandes ciudades del mundo; lograr la construcción de un tren de integración con
Cartagena y Santa Marta, y definir una “marca de ciudad”.

Para consolidar el futuro, dice Ángela Sirtori, directora seccional de Camacol, debe existir
una unión permanente entre el sector público y privado. También hay que definir un
desarrollo institucional y planificar una “ciudad agradable de habitar, con espacios bien
pensados y organizados”.

En los años venideros, el gran reto es ver a “Barranquilla como una ciudad sostenible y
competitiva”, como reza la visión del Intergremial.

DESARROLLO URBANO SOSTENIBLE

La comunidad internacional ha reconocido que son las ciudades los lugares que más
recursos consumen y que por lo tanto son las causantes en alto porcentaje de los
problemas ambientales del planeta. En consecuencia, es importante lograr un patrón de
crecimiento urbano que mejore las condiciones de las actuales generaciones sin
comprometer el futuro de las siguientes.

El planeta se ha urbanizado en tal medida que actualmente las ciudades concentran a


más de la mitad de la población y con tendencia a seguir creciendo; por lo tanto, la
sostenibilidad urbana es fundamental para alcanzar una tendencia de desarrollo
conveniente para las generaciones presentes y futuras.

Inicialmente el concepto de sostenibilidad tenía relación con la preservación de la


naturaleza, esta idea se mantuvo hasta finales del siglo XX. Se entendía que el medio
ambiente estaba relacionado únicamente con la naturaleza rural y silvestre y que debía
ser protegido del avance urbano y de los cambios culturales. Con esta perspectiva, la
problemática ambiental era vista como ajena a las ciudades, por lo tanto las
intervenciones estaban encaminadas a integrar el componente verde con el diseño
urbano así como con el manejo de los problemas que ocasionaban la introducción de
sistemas masivos de acueducto y saneamiento básico, la creación de parques y zonas de
recreación o la zonificación tradicional del uso del suelo

Tendencia del desarrollo urbano en la ciudad de Barranquilla


La ciudad de Barranquilla ha experimentado en los últimos 60 años un crecimiento
continuo de su perímetro urbano sin mayor regulación por las políticas públicas de los
diferentes gobiernos (Panza, 2009). El actual Plan de Ordenamiento sigue promoviendo
esta tendencia, autorizando nuevas zonas de expansión.

El crecimiento de las ciudades es irreversible e inevitable. Este fenómeno se ha


presentado en casi todas las ciudades de Latinoamérica y del Caribe (Rojas, 2004). El
crecimiento de las ciudades va ligado a su crecimiento económico; sin embargo, la
manera como han ocupado su territorio es una de las causas de la problemática social y
ambiental que experimentan. El territorio urbanizado de Barranquilla contiene áreas con
diferentes niveles de densidad y consolidación, la mayoría de la ciudad presenta una baja
intensidad en el uso del suelo ya que está ocupada por edificaciones de 2 y 3 pisos, con
excepción de la zona norte en donde se usa el suelo intensivamente. Lo anterior ha
tenido como consecuencia una ocupación extensiva del territorio.
En Barranquilla, como en muchas ciudades de Latinoamérica, debido a procesos
acelerados de crecimiento, existen varias zonas que originalmente eran periféricas y que
con el tiempo se han convertido en zonas céntricas; esta condición las hace susceptibles
de mutar a usos más cualificados o a intensificar el uso del suelo, y con ello promover un
desarrollo urbano compacto. Sin embargo, debido a que los desarrollos inmobiliarios
están regidos por la economía de mercado y promovidos por los particulares, estos tienen
lugar en las periferias, con una muy baja regulación del gobierno urbano y con los altos
costos que implica extender las redes de la infraestructura de la ciudad.

POT Y SU REVISIÓN EN OPOSICIÓN AL DESARROLLO SOSTENIBLE

En el lanzamiento del programa “Ciudades emergentes y sostenibles”, por parte del BID,
en la ciudad de Barranquilla en abril del presente año, se presentó la propuesta de
revisión del POT, en la cual se expuso el planteamiento de implementar un sistema vial
conformado por varias autopistas que conectaran la ciudad con los municipios de la
región metropolitana (Figura 2) simultáneamente se va a concentrar el desarrollo de la
ciudad en estos ejes viales permitiendo gran edificabilidad mediante el tratamiento de
desarrollo y re desarrollo (Figura 3).

Hasta aquí todo está bien, lo contradictorio es que las autopistas propuestas tendrían un
perfil muy generoso y atravesarían toda la ciudad hasta conectar el centro y para
alcanzar este objetivo se tendría que hacer compras de predios, debido a que el espacio
existente no es suficiente para implementar los nuevos perfiles viales.
Lo anterior podría verse como una oportunidad para reconfigurar la ciudad; sin embargo,
reconstruir estos perfiles a lo largo de varios kilómetros de vía es un objetivo utópico en
nuestro contexto. Algo similar se
logró en la ciudad de Sao Paulo
mediante la operación Faria
Lima (Lungo, 2004), con tres
diferencias: Primero, esta
operación no alcanzaba el
kilómetro de longitud; segundo,
se hizo con la aplicación de un
sofisticado sistema de gestión que
involucraba a la Bolsa de Valores; y
tercero, el desarrollo en el
resto de la ciudad estaba restringido
por la normativa. Lo anterior permite pronosticar que el escenario más probable, si se
decide adelantar este proyecto, será el de una gran inversión en la compra de predios y
de nuevo con unos extensos ejes viales sin consolidar.

LA METODOLOGÍA PUESTA EN CONTEXTO: BARRANQUILLA

Barranquilla es la capital del departamento del Atlántico, y es quizá la ciudad más


importante de la región, tanto por el tamaño de su población, que alcanza 1’200.000
habitantes (es la cuarta más poblada del país), como por estar a orillas del río Magdalena
y funcionar uno de los principales puertos del país. Por su parte, Montería es la capital del
departamento de Córdoba, una ciudad con una economía básicamente agrícola y
ganadera, que actualmente tiene una población de 428.602 habitantes; se trata de una
urbe en crecimiento, que enfrenta altas tasas de pobreza y efectos del conflicto armado,
tales como la recepción de un número considerable de desplazados que se ven obligados
a ubicarse en zonas de alto riesgo como la margen izquierda del río Sinú. A pesar de las
diferencias, ambas ciudades comparten su carácter de “intermedias”; el tener una
población superior a 100.000; el estar ligadas a un río, el Magdalena y el Sinú
respectivamente; y, problemas como el crecimiento urbano desordenado y sus riesgos
asociados (inundaciones, remoción en masa), escasez de información técnica para la
toma de decisiones, una gestión del riesgo incipiente y restricciones presupuestales.

Pasando al tema de los procesos de implementación de Ciudades Competitivas y


Sostenibles, debe señalarse que este inició de forma distinta para estas dos ciudades.
Barranquilla fue la ciudad pionera y por tanto ya está en la fase final del proceso,
mientras que Montería hasta ahora está en el proceso de diagnóstico; sin embargo, en
los dos casos uno de los principales aportes de la iniciativa es la consecución de
información técnica para la toma de decisiones: el proceso de construcción de los
indicadores ayuda a centralizar información que muchas veces los gobiernos locales no
tienen a disposición, y tanto el diagnóstico como el plan de acción apuntan a construir
bases técnicas para saber hacia dónde orientar los esfuerzos. Para el caso de
Barranquilla, el programa entregó una herramienta tecnológica que permite modelar los
riesgos de la ciudad, diseñada por la firma estadounidense Geoadapting, que incluye un
análisis de huella urbana, un inventario de gases de efecto invernadero y un mapa de
vulnerabilidad y riesgo ante el cambio climático.

Ahora bien, aunque la herramienta de Geoadapting es útil, los municipios requieren de


otros estudios específicos para la gestión del riesgo (remoción en masa, hidrología, etc.),
cuyos costos suelen ser prohibitivos. En este sentido, uno de los aportes de Ciudades
Competitivas y Sostenibles es ayudar a los municipios a mejorar sus habilidades para
formular proyectos financiables. Como dice Ricardo Plata, aunque Findeter es un banco y
por ende su interés central es facilitar el dinero para las inversiones, “hay dos ejes
adicionales que son: asistencia técnica, con un equipo especializado que asesora en los
temas priorizados y ayuda a estructurar los proyectos que se desean llevar a cabo; y,
gestión con entidades del gobierno nacional”. En el plan de acción se estructuran todas
las actividades por componentes y se les asignan valores de pre-inversión (diseños,
planos, etc., o estudios de planeación de alto nivel) e inversión (las obras como tal).

El proyecto tiene dinero presupuestado para financiar el plan de acción de las ciudades
participantes, pero algunas acciones no pueden ser incluidas y se requiere buscar
recursos provenientes de otras fuentes; es en este punto donde se hacen importantes las
capacitaciones técnicas para elaborar proyectos y las gestiones de Findeter ante algunos
ministerios, al ser maneras de conseguir financiación adicional. Un ejemplo concreto es el

PROGRAMAS ESTRATÉGICOS PARA UNA BARRANQUILLA SOSTENIBLE Y


COMPETITIVA

En sesión de trabajo de sostuvieron la alcaldesa Elsa Noguera, el equipo asesor del


Banco Interamericano de Desarrollo-BID- y el equipo técnico de Findeter, quedaron
definidos los programas estratégicos prioritarios para el plan de acción que le asegurarán
a Barranquilla ser una ciudad sostenible y competitiva.

La definición conjunta de los programas estratégicos hace parte de la implementación de


la plataforma ‘Ciudades Sostenibles y Competitivas’, en un proceso que se inició en abril
del 2012, cuando Barranquilla se escogió como ciudad piloto, junto con Bucaramanga,
Pereira y Manizales.

“Barranquilla tiene hoy el privilegio de contar con el apoyo y la asesoría técnica de expertos
del BID y Findeter que vienen analizando experiencias a nivel mundial”, destacó la
alcaldesa Elsa Noguera, quien manifestó que este proceso de asesoría técnica ha
permitido que la elaboración del Plan de Desarrollo y de todos los programas, proyectos y
acciones se han trabajado con la visión de garantizar que sean sostenibles en el tiempo.

Los ejes de visión en los cuales están definidos los proyectos son: Ciudad Verde y
Sostenible, Ciudad que respete su Historia y Patrimonio, Ciudad Equitativa e Incluyente,
Ciudad Competitiva, Ciudad en Movimiento y Ciudad Segura.

Ulloa destacó que Barranquilla es piloto a nivel latinoamericano en el tema de seguridad


desde una perspectiva integral y afirmó que la estrategia que la ciudad viene utilizando
para combatir la inseguridad tiene varios componentes como el fortalecimiento del
estamento judicial, el trabajo coordinado con la Policía e incremento del pie de fuerza, el
mejoramiento de la infraestructura urbana y una mayor oferta social para mejorar las
condiciones de vida y de oportunidades para la población vulnerable.

La priorización de programas estratégicos comprende el listado de proyectos con sus


acciones a corto y a mediano plazo, lo mismo que aquellas de apoyo complementario de
Findeter en materia de capacitación, alianzas técnicas y convenio.
DESEMPEÑO DE LA CIUDAD DE BARRANQUILLA

También podría gustarte