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Teoría del pico de Hubbert

Una curva de producción del petróleo, como sugirió originalmente M. King Hubbert en 1956.

Pico global de producción según Hubbert. Según ASPO se habría producido un retraso de unos 10 años con respecto a
las previsiones iniciales de Hubbert.

La teoría del pico de Hubbert, también conocida como cenit del petróleo, petróleo pico o agotamiento del petróleo, es
una influyente teoría acerca de la tasa de agotamiento a largo plazo del petróleo, así como de otros combustibles fósiles.
Predice que la producción mundial de petróleo llegará a su cenit y después declinará tan rápido como creció, resaltando
el hecho de que el factor limitador de la extracción de petróleo es la energía requerida y no su coste económico.

Aun siendo controvertida, esta teoría es ampliamente aceptada entre la comunidad científica y la industria petrolera. El
debate no se centra en si existirá un pico del petróleo sino en cuándo ocurrirá, ya que es evidente que el petróleo es un
recurso finito y no renovable en escalas cortas de tiempo por lo que en un momento u otro se llegará al límite de
extracción. Esto depende de los posibles descubrimientos de nuevas reservas, el aumento de eficiencia de los
yacimientos actuales, extracción profunda o la explotación de nuevas formas de petróleo no convencionales.

El año exacto del pico todavía no ha sido establecido con precisión, si bien la Agencia Internacional de la Energía (AIE)
hizo público en noviembre de 2010, que la producción de petróleo crudo llegó a su pico máximo en 2006.1 2 Basándose
en los datos actuales de producción, la Asociación para el Estudio del Pico del Petróleo y el Gas (ASPO en inglés),
considera que el pico del petróleo habría ocurrido en 2010,3 mientras que el del gas natural ocurriría algunos años más
tarde. Por el contrario, las estimaciones de los más optimistas arrojan reservas para al menos 100 años más.

Este hecho implicaría importantes consecuencias para los países desarrollados, que dependen en gran medida de
petróleo barato y abundante, especialmente para el transporte, la agricultura, la industria química y la calefacción
doméstica. La teoría debe su nombre al geofísico M. King Hubbert, quien predijo correctamente el pico de la producción
estadounidense con quince años de antelación.

Gran parte de la industria petrolera y de los automóviles afirma que la teoría de Hubbert es falsa o, como mínimo, la
omiten y ocultan. Algunos críticos economistas afirman que la escasez motivará la búsqueda de nuevos descubrimientos
y que las reservas se incrementarán por encima de lo predicho por Hubbert. Pero incluso en la versión más optimista la
limitación de los recursos petroleros pone una fecha límite a la extracción barata de ese recurso. Nadie parece negar la
existencia de un techo de producción pero pocos son los gobiernos y empresas que hasta ahora lo han mencionado
abiertamente. De entre estos cabe citar a la multinacional estadounidense ChevronTexaco quienes han lanzado,
recientemente, la campaña publicitaria4 para concienciar al público estadounidense de la necesidad de actuar ante el
inminente agotamiento del petróleo. También recientemente la multinacional española Repsol-YPF ha hablado ya
públicamente en una conferencia de la cuestión haciendo uso de los mismos gráficos del ASPO.5

La llegada de ese pico de extracción hace pensar en un sombrío futuro en el que la humanidad tendrá que sobrevivir sin
la principal fuente de energía que la ha hecho crecer y prosperar durante todo el siglo XX.

Superpetrolero AbQaid.

Un creciente número de expertos creen que el pico de producción, de hecho, ya ha llegado. Después del huracán
Katrina, Arabia Saudita admitió que no puede incrementar su producción para atenuar la crisis por las pérdidas en la
producción y el refino sufridas en la zona del Golfo de México. Muchos piensan que estamos ante el inicio de la crisis
definitiva del petróleo. Definitiva porque será la última y la que obligará a efectuar los mayores ajustes y recortes en su
consumo como nunca antes se ha hecho.

Pero la crisis no se limita sólo al petróleo. El gas natural también está en las últimas en muchos lugares y su pico de
producción no sucederá mucho después que el del petróleo. A pesar de todo, cabe esperar que a falta de esos recursos
se inicie la explotación de los depósitos de metano en vetas de carbón.

Posibles consecuencias

Quienes apoyan la Teoría del Pico del Petróleo dudan que antes de su llegada se hayan podido explotar nuevas fuentes
de energía que compensen los efectos del agotamiento del crudo en nuestra vida diaria. Otros creen que la tendencia
dominante será la de seguir usando combustibles fósiles como el carbón o el metano y el problema no será tanto la
sustitución del petróleo por otros combustibles sino más bien, el del cambio climático. Este punto de vista se basa en
que no se puede pretender quemar todas las reservas de crudo existentes sin afectar con ello negativamente al clima de
la Tierra. Los efectos sobre el clima según algunos podrían hacerse notar antes que el agotamiento del crudo. Desde esa
visión las reservas son irrelevantes. Esto es lo mismo que ocurre con el uranio, otra fuente de energía (nuclear). El
problema en su caso, además de que también es un recurso limitado, se relaciona con cómo usarlo de forma segura sin
que aparezcan efectos colaterales indeseables que hagan inútiles sus beneficios energéticos.

La teoría de Hubbert

Evolución de la producción de petróleo de los países que ya alcanzaron su pico (no incluye miembros de la OPEC ni
Rusia). Realizado en el año 2003, la producción a partir de la línea vertical es una predicción.

Hubbert es el geofísico que creó el modelo matemático que predice el nivel de extracción del petróleo a lo largo del
tiempo. Según su teoría, la extracción de un pozo cualquiera sigue una curva con un máximo, cenit de producción, en su
centro. Llegados a ese punto cada barril de petróleo se hace, progresivamente, más caro de extraer hasta que la
producción deja de ser rentable al necesitarse gastar más cantidad de crudo, que el que se obtiene de extraerlo, es decir
cuando se necesita consumir el equivalente a un barril de petróleo, o más para obtener ese mismo barril de crudo del
subsuelo. Observó también que, si la curva de producción de un pozo seguía esa simple función gaussiana, la curva de
producción de países enteros y, por extensión, la curva mundial seguirían patrones similares. Estas son las que se
conocen como curva de Hubbert.

Tomando la producción pasada de crudo y, salvo que ocurran factores anómalos como un bajón en la demanda, el
modelo predice la fecha del punto de máxima producción para un campo petrolífero o, por extensión, para toda una
región entera. El máximo de extracción es citado como el pico. Tras el pico la extracción entra en la fase de agotamiento.
El gráfico del ritmo de producción de crudo para un yacimiento individual sigue, como se ha explicado, una configuración
de campana: primero, un lento y sostenido período de producción creciente, luego, un incremento acelerado que
finaliza en una meseta (el pico) para, finalmente, emprender una empinada cuesta abajo en la producción, llevándola a
un declive irreversible.

Cuando se descubre una reserva petrolífera su reducida producción inicial empieza con muchas limitaciones debido a
toda la infraestructura que se requiere instalar para que el yacimiento pueda ser explotado a pleno rendimiento.
Cuando se han horadado suficientes pozos y se han instalado todas las plantas de extracción y procesado necesarias la
producción aumenta. Pero en algún momento se alcanza un nivel de extracción que no puede ser rebasado por muy
avanzada tecnología que se use o por mucho que se hagan más pozos. Después del pico, la producción disminuye
irremediablemente y cada vez más rápido. Pero antes de llegar al agotamiento completo del yacimiento existe otro
punto significativo que no tarda en alcanzarse. Esto es cuando la extracción, transporte y procesado de cada barril
extraído cuesta más energía que la contenida en él. Llegados a ese punto, Hubbert teorizó que la extracción de crudo
con fines energéticos dejaría de ser rentable por lo que ese campo petrolífero sería abandonado. En 1956, Hubbert
predijo que la producción de crudo de los Estados Unidos debería alcanzar su pico entre 1965 y 1970. Y lo cierto es que
el pico se alcanzó el año 1971, año a partir del cual la produccón ha seguido un progresivo descenso hasta tal punto que,
actualmente, se extrae al mismo nivel que durante la década de los 40. De acuerdo con el modelo de Hubbert, las
reservas de EEUU se agotarán a finales del siglo XXI.

La teoría de Hubbert se ha aplicado para otros recursos fósiles como el gas natural, el carbón o petróleos no
convencionales.

La predicción del pico

Según la organización ASPO en su informe del año 2005 el cenit de producción sobrevendría en el año 2007
aproximadamente.
La Energy Information Administration predice que no ocurrirá el pico antes del 2025. Fuentes: International Energy
Outlook 2004. La International Energy Agency hace una proyección similar.

La creciente distancia entre descubrimientos y producción pone en riesgo la sostenibilidad de la sociedad actual.

Son pocos los que niegan que los recursos fósiles sean finitos y que haya que buscar energías alternativas para el
desarrollo futuro. La mayoría de los críticos argumentan que el pico no ocurrirá tan pronto y que la forma del pico
podría ser irregular y extenderse bastante en vez de decrecer rápidamente como vaticina la teoría de Hubbert. Como
cualquier modelo matemático la precisión en la predicción esta limitada por la precisión de las variables introducidas. Si
variables como el consumo se han estimado incorrectamente entonces la fórmula daría resultados erróneos.

En 1971, Hubbert usó las estimaciones de las reservas mundiales de crudo para predecir el pico global del petróleo. Echó
mano tanto de las previsiones más optimistas como de las más pesimistas del momento, lo que le situó el pico entre
1995 y el año 2000. Dado que la predicción resultó ser errónea, han debido ocurrir otros factores imprevisibles que
hayan retrasado la aparición del pico. Uno de estos factores sería la crisis energética de 1973 en la cual disminuyeron
drásticamente los suministros de crudo, lo que se tradujo en una escasez que condujo a reducir el consumo. La crisis
energética de 1979 y el pico en el precio del barril en 1990 debido a la Guerra del Golfo fueron similares pero tuvieron
efectos menos graves sobre los suministros. Por lo que respecta a la demanda, las recesiones de los años 1980 y 1990
redujeron también la demanda de consumo de crudo. Todos estos efectos teóricamente habrían sido los causantes del
retraso del pico del petróleo.

La Asociación para el Estudio del Pico del Petróleo y el Gas (ASPO) fue fundada por el geólogo Colin Campbell. Basándose
en la información actual sobre las reservas petrolíferas conocidas y sobre la tecnología disponible, la asociación predice
que el pico mundial de producción habría sucedido en torno al año 2010.6 Para el gas natural el pico se retrasaría unos
años más y se situaría entre el 2015 y el 2025.

En años recientes el consumo ha alcanzado la cifra de 25.000 millones de barriles anuales mientras que la cifra de
nuevos descubrimientos petrolíferos ha disminuido hasta, tan solo, 8.000 millones de barriles anuales. La tendencia es
totalmente insostenible ya que va hacia un aumento del consumo y una disminución cada vez más acusada en los
nuevos hallazgos. Todo hace pensar que los enormes campos petrolíferos y de fácil acceso ya son cosa del pasado. En
marzo de 2005 la International Energy Agency (IEA) pronosticó una demanda mundial anual de 84,3 millones de barriles
al día,7 lo que significa más de 30.000 millones de barriles anuales. Estas cifras de consumo se igualarían, por primera
vez, con los valores de producción global por lo que no quedaría margen para acumular excedentes. Incluso si hubiese
temporalmente suficientes reservas de crudo para satisfacer la creciente demanda existe un límite indeterminado a
partir del cual el incremento de la capacidad de producción se hace inviable. Además, ese mismo mes de marzo, el
ministro argelino para la energía y la minería declaró que la OPEP había alcanzado su techo de producción.8

El United States Geological Survey (USGS) estimó que hay suficiente petróleo para continuar con los niveles de
extracción actuales durante 50 o 100 años más.9 En el año 2000 el USGS realizó un estudio global sobre el estado de las
reservas de crudo en el que predijo la llegada del pico del petróleo en torno al año 2037. Este estudio es rebatido por la
importante industria petrolera saudí, desde donde se dice que la previsión de los suministros futuros del gobierno
estadounidense son una «peligrosa sobre-estimación».10 Campbel argumenta que las estimaciones del USGS son
metodológicamente erróneas. Un problema es que los países de la OPEP sobreestiman sus reservas para obtener cuotas
más altas y para evitar las críticas internas. Además el crecimiento económico y demográfico deberían conducir a un
incremento del consumo futuro de energía.

Retorno de energía invertida

Cuando empezaron las extracciones de petróleo a mediados del siglo XIX los inmensos campos petrolíferos aportaban 50
barriles por cada barril usado en la extracción, el transporte y el refino. Este ratio se denomina tasa de retorno
energético (en inglés Energy Return on Energy Invested, o simplemente Energy Return on Investment, lo que se conoce
por sus siglas EROEI o EROI). Este ratio ha ido perdiendo eficiencia a lo largo del tiempo a medida que se explotan
yacimientos cada vez más inaccesibles: actualmente se recuperan entre uno y cinco barriles de crudo por cada barril
usado en el proceso. La razón de estos rendimientos decrecientes es que, a medida que se seca un pozo, el petróleo de
este resulta más difícil de extraer cada vez. Esa disminución de la eficiencia en la extracción seguirá hasta que, llegado
un punto, por cada barril invertido en la extracción solo se obtenga otro barril. En ese momento el petróleo ya no podrá
ser usado como forma de energía primaria. La energía que se use para extraerlo podría provenir de fuentes de energía
alternativa.

No todas las fuentes de energía pueden ser cómodamente almacenadas. Debido a la alta densidad de energía y a la
relativa seguridad de la gasolina a temperatura y presión ambientes, este producto resulta inigualable para el transporte
de energía. En la práctica se usa como acumulador químico, capacidad de la que carecen las fuentes renovables como el
viento o el Sol. Por este motivo es posible que el petróleo continúe extrayéndose y refinándose más allá del punto a
partir del cual se requiera consumir más energía que la que se obtenga de él.

Países que ya han pasado el pico de producción

La teoría del pico de Hubbert ya se ha corroborado para la mayor parte de los países que producen o han producido
petróleo. Se verifica un punto de máxima producción, a partir del cual el descenso de la misma es inevitable. Dos casos
particulares lo constituyen Rusia y Estados Unidos, que no siguieron la típica campana de producción. Rusia, porque es el
único país que ha logrado remontar su producción más allá del pico, principalmente debido a la fuerte inversión
promovida por Vladímir Putin. Y Estados Unidos, si bien no logró superar su cenit natural de extracción, si logró llegar a
un 92% del mismo, después de caer por debajo del 85%, debido al descubrimiento y explotación de reservas en Alaska,11
muchas de ellas emplazadas en reservas naturales.

Los países que ya pasaron su cenit son:

Según el Departamento de Energía de los Estados Unidos

 Austria (1955)  Egipto (1993)


 Alemania (1967)  India (1995)
 Canadá (1974)  Siria (1995)
 Rumania (1976)  Gabón (1997)
 Indonesia (1977)  Malasia (1997)
 Argentina (1998)  Gabón (1996)
 Colombia (1999)  OECD (1997)
 Ecuador (1999)  Argentina (1998)
 Reino Unido (1999)  Colombia (1999)
 Australia (2000)  Reino Unido (1999)
 Omán (2001)  Uzbekistan (1999)
 Noruega (2001) 12
 Unión europea (1999)
 México (2003)  Australia (2000)
Según British Petroleum  Noruega (2001)
 Estados Unidos (1970)  Omán (2001)
 Venezuela (1970)  Yemen (2002)
 Libia (1970)  Países no pertenecientes a la OPEP (2002)
 Kuwait (1972)  Turkmenistan (2003)
 Irán (1974)  México (2004)
 Rumania (1976)  Dinamarca (2004)
 Indonesia (1977)  India (2004)
 Trinidad y Tobago (1978)  Malasia (2004)
 Irak (1979)  Vietnam (2004)
 Túnez (1980) Posibles fechas de próximos picos de producción:13
 Perú (1982)  Kuwait (2013) (Pico secundario luego del
 Camerún (1985) definitivo de 1972)
 América del Norte (1985)  Arabia Saudita (2014)
 Federación Rusa (1987)  Irak (2018) (Pico secundario luego del definitivo
 Egipto (1993) de 1979)
 Siria (1995)
Implicaciones del pico del petróleo
La llegada del pico del petróleo provocaría una escasez de dicho recurso. Pero esta escasez sería diferente a todas las
sucedidas en el pasado ya que sus causas serían muy distintas. Los anteriores períodos de escasez tuvieron más que ver
con razones políticas que con problemas reales en la extracción de los recursos. Esta vez, en cambio, el motivo
fundamental será la falta de crudo suficiente para abastecer a toda la demanda. Los efectos y la gravedad de dicha
escasez dependerán de lo rápido que decrezca la producción y de si se adoptaron medidas preventivas para adaptar la
sociedad al uso de energías alternativas. Pero puede que esas alternativas ni siquiera lleguen a tiempo. En ese caso
todos los productos y servicios que requieran el uso de petróleo escasearán disminuyendo el nivel de vida de todos los
países. Los escenarios futuros van desde el colapso de la sociedad industrializada hasta los que afirman que la economía
de mercado o las nuevas tecnologías resolverán el problema.

Catástrofe

El crecimiento económico y la prosperidad que vive el primer mundo desde la revolución industrial son debidas, en gran
parte, al uso de los combustibles fósiles. Estos recursos fósiles inevitablemente tienden a ir decayendo ya que se
consumen a una velocidad muy superior a la que son reemplazados (escalas geológicas). Algunos creen que el
decrecimiento de la producción de combustibles producirá un impacto drástico en la civilización tecnológica moderna ya
que esta es fuertemente dependiente del petróleo como combustible, como acumulador químico, y para la industria de
los fertilizantes. Los EE. UU. son especialmente dependientes de esta materia prima. Alrededor de un 90% del transporte
de la primera potencia mundial hace uso del petróleo.

Algunos vaticinan que ocurrirá una catástrofe maltusiana a medida que se incremente la ineficiencia en la producción de
crudo. Desde la década de los 40 la agricultura ha incrementado enormemente su productividad, debido en gran medida
al uso de pesticidas y abonos químicos así como de la mecanización de los procesos de cultivo y recolección. A este
proceso se le llamó Revolución verde. La subida en la producción de alimentos ha revertido en una subida en un
crecimiento de la población sin precedentes en los últimos 50 años. Los pesticidas y fertilizantes tienen al petróleo como
ingrediente básico. La maquinaria agrícola también requiere petróleo. Sabiendo que, actualmente, por cada julio de
comida se consumen entre 5 y 15 julios de energía en la producción y la distribución se ha especulado que una
disminución en los suministros de crudo causarían el colapso de la agricultura moderna lo que revertiría en una drástica
reducción de la producción de alimentos, precedida de un aumento drástico en los precios de los mismos (ver Crisis
alimentaria mundial (2007-2008)). Su escasez podría producir hambrunas masivas.

La escasez de petróleo podría forzar a cambiar los métodos agrícolas hacia la llamada agricultura biológica menos dañina
medioambientalmente pero también menos intensiva. La nueva agricultura requerirá también una mayor mano de obra
lo que obligará a que mucha gente deje las ciudades para desplazarse al campo invirtiéndose la tendencia predominante
en las sociedades industriales de migración de gente del campo a las ciudades. Otro posible efecto derivado se haría
notar en las sociedades cuyo transporte y urbanismo son altamente dependientes del petróleo como es el caso de
Europa pero, sobre todo, los EEUU.

En Norteamérica los efectos de la escasez de crudo serían especialmente dramáticos. La mayoría de los estadounidenses
viven en los llamados suburbios,14 zonas de baja densidad y de construcción residencial extensiva concebidas para el uso
del automóvil. La estrecha relación entre el coche y el tipo de vivienda hacen del suburbio americano un sistema
insostenible. La falta de combustible para sus coches obligaría a muchos norteamericanos a desplazarse a zonas de
mayor densidad de población. Los suburbios podrían convertirse en los barrios bajos del futuro. Existe un movimiento
que pretende abordar este problema llamado "New Urbanism" que busca hacer evolucionar los suburbios hacia barrios
de mayor densidad construyendo nuevas edificaciones no tan extensivas.

El medio ambiente podría también verse afectado. Cuando la producción de crudo empiece a declinar la humanidad
podría aumentar el uso de energías aún más contaminantes como el carbón, del cual aún quedan reservas significativas
en la Tierra. Esto podría acelerar el calentamiento global y los problemas sanitarios como el cáncer y las intoxicaciones
por metales pesados.15

Recesión

Un escenario no tan apocalíptico supone un lento ritmo de agotamiento y una lenta transición hacia energías
alternativas lo que podría causar un gran parón en la economía, lo que se conoce por recesión o depresión debida a los
altos precios de la energía. Históricamente existe una estrecha correlación entre las subidas del precio de los
carburantes y los bajones económicos. La inflación también está enlazada con las subidas en el precio del petróleo. A
pesar de todo, los economistas están en desacuerdo sobre la intensidad y las causas de esta asociación. La economía
mundial podría volverse menos dependiente del petróleo que durante los primeros momentos de la crisis. En
comparación, las recesiones de principios de los años 1970 y de principios de los años 1980 se debieron a un
relativamente breve período en el que la disponibilidad de energía menguó sustancialmente; el posible futuro de una
subida de precios debida al agotamiento real de los recursos augura un período de recesión mucho más profundo y
prolongado que los vividos hasta ahora. Ver Crisis energética.

Los países en desarrollo

Un declive en los combustibles fósiles también afectaría a los países en vías de desarrollo en el tercer mundo ya que
haría inalcanzables las pretensiones de muchas de esas naciones por tener las comodidades y el elevado nivel de vida de
los Estados Unidos y Europa. Los pesimistas opinan que la limitación de los recursos agudizarán las diferencias y los
enfrentamientos entre el norte rico y el sur empobrecido mientras que otros, más optimistas, afirman que los
problemas solo serían temporales mientras se da el paso al uso de energías alternativas.

La esperanza en las nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías podrían hacer disponibles nuevas fuentes de energía o permitir que una mayor cantidad de
energía pudiera ser extraída de las viejas. Es sabido que la mayor parte del potencial energético se desaprovecha. Por
ejemplo, solo un 10-20% de la luz solar incidente sobre las células solares se convierte en electricidad y solo se logra
extraer un 35% del petróleo en un yacimiento típico. Las nuevas tecnologías podrían incrementar estos valores. Muchos
de los petróleos no-convencionales actualmente requieren más energía para extraerse que la que se obtiene de su
quema. Esto también podría cambiar con las nuevas tecnologías. El hecho es que a medida que se agotan las reservas se
incrementa la dificultad de la extracción y van quedando las más alejadas y las situadas en lugares más inhóspitos e
inaccesibles. Resulta imposible prever qué nuevas tecnologías favorecerán un mayor aprovechamiento energético pero
lo que sí es seguro es que no podrán contener el declive de la producción de crudo ya que se trata de un recurso finito. A
lo sumo podrán prolongar la llegada del pico más allá de las predicciones actuales.

Muchos tienen especial confianza puesta en la posibilidad de desarrollar con éxito la fusión nuclear. Para ello las
naciones ricas han puesto en marcha un proyecto común, el ITER, cuyo objetivo es lograr el desarrollo de un reactor de
fusión rentable y seguro. Si bien esta nueva fuente de energía primaria quizá pudiera resolver muchos de los problemas
de la crisis energética y ecológica, sobre todo en lo que respecta al abastecimiento de electricidad, debería encontrarse
un sustituto a los combustibles en el que pudiera almacenarse de forma segura y lo más limpia posible la energía
generada por dichos reactores. La solución a eso podrían ser las células de hidrógeno aún en fase de pruebas. Por
desgracia, la construcción del primer reactor comercial está aún lejos de ser realidad. Ni siquiera los más optimistas la
vaticinan antes del 2050 mientras que la gran crisis del petróleo se espera que llegue mucho antes. A corto y medio
plazo pues, la fusión nuclear no parece que pueda ser la solución.

La solución de mercado

Una solución de mercado se basa en la creencia que la escalada de los precios del petróleo debido a la escasez de este
estimulará las inversiones en las tecnologías que reemplacen el uso de carburantes, hagan más eficiente la extracción
del crudo e incrementen la productividad. El reto económico en un entorno de agotamiento de los viejos recursos es
que la investigación en energías alternativas necesita de combustibles fósiles para su realización. Los críticos
argumentan que la escasez de combustibles hará estas investigaciones más caras, incrementando el coste del desarrollo
de las nuevas tecnologías en la misma medida.

A medida que los costes energéticos aumentan estos pueden llegar a superar los costes laborales y, a largo plazo, los
tipos de interés bajarían en conjunción con la caída de la productividad de una economía carente de energía. Algunos
creen que otras fuentes de energía podrían hacerse más atractivas. A pesar de todo, los críticos afirman que la solución
de mercado se equivoca al formularlo todo en términos puramente monetarios, ya que, en sus valoraciones, consideran
únicamente el precio del petróleo, cuando en realidad el aspecto importante a tener en cuenta es la eficiencia
energética (el balance entre energía invertida para la extracción y el refino frente a energía extraída).

Los que apoyan la solución de mercado contrargumentan que con más dinero es posible encontrar soluciones
alternativas.

Los críticos abogan por un modo de actuación más previsor que dejar actuar al mercado en espera de que este y la
mano invisible resuelvan los problemas que se vayan planteando. Argumentan que el dinero y los combustibles fósiles
actuales deberían usarse para obtener soluciones a largo plazo realmente sustitutivas y alternativas ahora que aún hay
tiempo para maniobrar y corregir los errores. Esperar a las reacciones del mercado puede hacer que sea demasiado
tarde cuando se pretenda actuar para paliar los efectos de la escasez. En opinión de estos mismos críticos, dejar hacer a
ver qué pasa es jugar a la ruleta rusa en un experimento global que sólo se puede realizar una vez en el que el colapso
total es una de las posibilidades a contemplar, un riesgo que la humanidad no debería permitirse asumir.

Otros identifican al mercado como un agente económico que más que encontrar soluciones agravará aún más la
situación. Tradicionalmente el resultado de toda crisis es que los pocos beneficiados por ésta buscan el beneficio
cortoplacista, en este caso serían los suministradores de crudo. El mercado podría aprovecharse de la escasez del
recurso y fomentar incluso una artificial escasez de las fuentes de energía alternativas enriqueciendo a unos pocos en
vez de facilitar la transición a estas nuevas fuentes por lo que podría suponer pues un freno más.

Los anteriores periodos de escasez, en el crack del 29 o en la crisis del petróleo de 1973, por ejemplo, se debieron más a
coyunturas económicas y políticas que a escaseces reales. Cuando ésta llegue y sea real muchos piensan que el mercado
no actuaría sino como una sinergia negativa empeorando la crisis y haciendo que empresas o industrias que en principio
no se debieran ver tan afectadas por la crisis fueran arrastradas por las interrelaciones del mercado que hacen que toda
la economía esté estrechamente entrelazada pudiendo caer como un castillo de naipes cuando algo falla. Finalmente
toda la estructura incluso la de los que se beneficiasen en los primeros momentos podría verse afectada.

Hasta ahora este supuesto freno del mercado hacia soluciones alternativas que palien nuestra dependencia del petróleo
parece confirmarse en la motivación de las grandes potencias como los EEUU de seguir extrayendo y quemando crudo
hasta la última gota sin atender ni a los problemas climáticos ni a los de una futura escasez. Así mismo en los propios
EE.UU. los automóviles de alto consumo están más exentos de impuestos que los vehículos pequeños para favorecer
justamente a la decadente industria automovilística de Detroit.

También se afirma desde ámbitos liberales que los agoreros ya se han equivocado otras veces previendo catástrofes
malthusianas y que esta vez no será diferente ya que se encontrarán alternativas que permitirán sortearla de nuevo. E
incluso aunque estas alternativas no existan seremos capaces de mejorar los rendimientos obteniendo más servicios con
menos energía. Los críticos replican que estos razonamientos han sido hasta ahora ciertos y puede que incluso
realmente exista algún pequeño cambio revolucionario que alargue la llegada de la escasez real de recursos pero
afirman que esta inevitablemente llegará porque ni se pueden aumentar los rendimientos hasta el infinito ni se pueden
explotar recursos infinitamente más allá de su agotamiento. Las leyes físicas, como las de la termodinámica, acotan
necesariamente el rendimiento máximo que se puede obtener y por ende la mejora posible en la eficiencia energética.
Una comparación sencilla sería la precisión matemática, sobre el papel, pero total imposibilidad física, en la práctica, de
la paradoja de Zenón en la que Aquiles no llega a terminar de recorrer jamás los metros que la separan de la meta. La
realidad es que tarde o temprano Aquiles llega a la meta. Los críticos afirman que si la población y el consumo per capita
siguen aumentando nos abocamos al suicidio y que la única solución factible pasa por reducir el consumo y, quizá
también, la población porque irremediablemente llegaremos a la meta, es decir al agotamiento técnico de los recursos
energéticos disponibles.

Para ver discusiones sobre este tema ver:

1. Noticia de la página crítica Crisis Energética que se hace eco de las teorías de la solución de mercado

2. Artículos de José Carlos Rodríguez defendiendo la solución de mercado: los agoreros fallan siempre, Porqué no
nos quedaremos sin petróleo y en una serie de artículos recogidos aquí.

3. Foros de discusión liberales sobre el tema: Debate sobre recursos y Put your money where your mouth is

4. Foro de discusión en Crisis Energética

5. Artículo crítico con la solución de mercado en el que se la compara con la aplicación previa de medidas
preventivas.

Incremento de la eficiencia en el uso de combustibles

Una subida moderada de los precios del petróleo normalmente estimula el incremento de la eficiencia del consumo de
combustible en el transporte. Algunos creen que esto pospondría y atenuaría el impacto de una escasez severa de
crudo. Por ejemplo, algunos gobiernos podrían ordenar un mínimo de eficiencia estándar para los automóviles. También
podrían incentivar el cambio a otras formas de transporte que no fueran directamente dependientes del petróleo. La
electricidad, en particular, puede generarse a partir de un número variado de fuentes diferentes. Esto podría favorecer
el uso de transportes como los ferrocarriles, tranvías, trolebuses y los vehículos híbridos en detrimento de los medios
totalmente dependientes de los carburantes tradicionales como los camiones, los automóviles y los aviones. Para viajes
cortos de entre 5 a 10 km las bicicletas podrían convertirse en el medio preferido y para desplazamientos largos la
combinación de bicicletas y trenes sería la solución más económica.

A pesar de todo, un incremento de la eficiencia en el uso de los combustibles podría, de hecho, agravar el problema.
Este fenómeno es conocido como la paradoja de Jevons según la cual los estados que a través de mejoras tecnológicas
aumentan la eficiencia en el consumo de un recurso acaban aumentando el consumo total de dicho recurso en vez de
reducirlo. En todo caso, esta paradoja ha sido válida en la medida en que no había escasez real. En un entorno de
carestía energética es de esperar una actuación mucho más firme y decidida de los gobiernos por reducir el consumo en
términos absolutos. Una mejora en la eficiencia permite realizar también más trabajo con menos combustible lo que
permite a la sociedad soportar precios del petróleo más altos que antes. Este hecho podría incentivar y acelerar la
extracción del crudo agravando más aún la situación de agotamiento. Por otro lado, si el precio por barril aumenta al
mismo nivel que lo hace la eficiencia no se generará más capacidad de consumo así que la demanda se mantendrá.
Finalmente, si el precio se incrementa por encima de la eficiencia se perderá capacidad de consumo y la inflación se
disparará a la vez que la demanda de crudo disminuye.

Una vez que el ritmo de extracción del petróleo no pueda aumentar paralelamente al incremento de la demanda, es
decir cuando el pico del petróleo se haya alcanzado, la paradoja de Jevons dejará de ser aplicable. El precio del petróleo
seguiría subiendo pero la cantidad de combustible disponible para la economía seguiría siendo la misma o menos. Esto
significa que, a partir de ese momento, cualquiera que pretenda mantener los estándares de vida tendrá que ser cada
vez más eficiente en el uso de la energía. En conclusión, altos precios fomentan la eficiencia lo que puede revertir en un
ahorro substancial del recurso energético y una bajada de los precios lo cual desincentiva la eficiencia y hace que la
paradoja de Jevons vuelva a tener efecto.

Implicaciones políticas

Porcentaje de crudo importado en EE. UU. respecto al total consumido.

Actualmente, los Estados Unidos son la economía que más uso hace del petróleo y que mantiene los más bajos precios
de este preciado recurso. Su posición global como hiperpotencia se apoya en su supremacía económica, la cual, a su vez,
depende enormemente de una buena disponibilidad de petróleo barato. Al mismo tiempo, las mayores reservas
mundiales de crudo se encuentran en Venezuela, Arabia Saudí, Irak, los Emiratos Árabes Unidos, Irán y Rusia. Cuando el
pico de Hubbert suceda y el petróleo se convierta progresivamente en un lujo más escaso es razonable pensar que
surjan y se agudicen las tensiones económicas y políticas entre los principales productores y los consumidores.

Algunos observadores ven en las acciones del gobierno de los Estados Unidos en Oriente Medio, incluyendo la invasión
de Iraq de 2003, como la continuación de una lucha geopolítica a largo plazo debida a la necesidad de la superpotencia
de proveerse de suministros de crudo a precios económicos incluso cuando las reservas mundiales empiecen a escasear,
obteniendo así una situación privilegiada y ventajosa con respecto al resto de naciones. Richard Heinberg ha propuesto
un protocolo de agotamiento del petróleo como una vía para mitigar las repercusiones de la llegada del pico.16 La
adopción del Protocolo significaría que "las naciones importadoras deberían pactar reducir sus importaciones de
acuerdo a un porcentaje anual (Tasa de Agotamiento Mundial), mientras que los países exportadores deberían acordar
reducir sus exportaciones de acuerdo a esa misma tasa". En una dirección similar se ha enfocado el Protocolo de
Upsala.17

Reducción de la demanda a través de cambios en el estilo de vida

Artículos principales: Vida sencilla y Decrecimiento.


Un porcentaje significativo del abuso de los recursos son causa de un derrochador estilo de vida basado en una gran
cantidad de comodidades y necesidades creadas por la publicidad y la sociedad de consumo que van mucho más allá de
las necesidades básicas para nuestra subsistencia. Los EEUU con el 5% de la población mundial consumen el 24,8% del
petróleo mundial gastando un total de 20,52 millones de barriles al día lo que les convierte en los primeros
consumidores per capita de todo el mundo según las cuentas del U.S. Department of Energy. Europa, sin incluir Rusia,
consume el 19,9% del petróleo mundial lo que significa un total de 16,45 millones de barriles diarios. Existe todo un
movimiento que aboga por simplificar nuestra sociedad ya que cuanto más compleja más energía requiere. (Ver el
apartado sobre la sociedad de la pereza en: la especie más tonta de todas). Sea como sea unos recursos energéticos
menguantes forzarían de todas maneras una disminución en la demanda de alimentos y servicios. Se deberían modificar
muchos hábitos de elevado consumo por otros mucho más eficientes y baratos. Por ejemplo el uso de bicicletas para el
transporte en ciudad así como comer alimentos cocinados en casa, traerlos de cultivos cercanos o también de cultivos
biológicos que no hagan uso de productos químicos. También se podría reducir el gasto en embalajes y
empaquetamiento de los alimentos primando la venta de productos frescos, a su vez más sanos. Así mismo también
sería preferible que cada persona trabajara en lugares cercanos a su casa minimizando así los gastos en desplazamiento.

Los críticos del consumismo afirman que la sociedad moderna es adicta al consumo favorecido por la posibilidad de
endeudamiento y, sobre todo, por el constante bombardeo publicitario al que se somete a las personas, el cual en sí
mismo también es un derroche de energía. De hecho hoy día las empresas gastan energía para que los potenciales
consumidores la gasten a su vez. La escasez energética llevará esta situación al absurdo ya que en un contexto de
carestía ¿cómo se puede entender gastar energía para potenciar el consumo? Cada vez más gente tendrá que reajustar
su modo de vida a un ritmo más tranquilo y sosegado en vez del acelerado ritmo actual. La disminución del estrés así
como del uso de productos químicos y de la polución repercutiría positivamente en una disminución del consumo de los
recursos sanitarios.

Pero una reducción de la complejidad también repercutirá negativamente en la economía provocando, quizá, un
aumento del desempleo así como la bancarrota de numerosos negocios que ya no serán viables en un entorno de
carestía energética. La crisis del modelo económico basado en un consumo creciente imposible de sostener por más
tiempo, traería consigo una transformación política de importancia capital para la supervivencia de la humanidad. La
sociedad no se vería libre de efectos negativos y estos serían tanto mayores cuanto menor sea la voluntad por reducir el
consumo estando aún a tiempo. Si se espera a que los recursos estén prácticamente agotados la reducción del consumo
no vendrá impuesta por un cambio de política sino por un forzamiento puramente técnico. La sociedad debería
emprender cambios desagradables. Se trabajaría más para poder reemplazar el trabajo hecho hasta el momento por las
máquinas. Los aviones y los coches serían reemplazados por los trenes y los barcos como medios de transporte. La gente
viajaría mucho menos quedándose mucho más en casa durante las vacaciones. Los alimentos elaborados o costosos de
producir como la carne, el chocolate, el café, el té y la leche serían substituidos por alimentos locales como los cereales y
los vegetales. El aire acondicionado pasaría a ser cosa del pasado. La gente debería vivir en casas más pequeñas de
menor coste, mejor aisladas y más fáciles de mantener, en general una reducción dramática del consumo traería efectos
en toda la cadena de producción y transporte de productos. En casos extremos se procedería al racionamiento de la
electricidad e incluso de los alimentos.

La crisis global requerirá soluciones globales lo que quizá forzaría un aumento de la complejidad social, que no
tecnológica (Ver: Sociedades complejas). También sería necesaria quizá una reducción de la población basado en una
reducción controlada de la natalidad. Todo en pro de evitar conflictos posteriores y una sobreexplotación aún mayor.
Los diferentes estados deberían ponerse de acuerdo para aplicar políticas comunes con el único objetivo de reducir el
consumo en términos absolutos al precio que sea.

Alternativas al petróleo convencional

Artículo principal: Alternativas al petróleo

Existen otras fuentes de energía alternativas que pueden usarse en vez de los combustibles fósiles en muchas de las
aplicaciones para las que éste se usa. Por ejemplo el etanol extraído de los cultivos de caña de azúcar que mueven
buena parte de los automóviles en Brasil, o los extractos oleaginosos de cultivos como la soja, girasol, olivo... Estas
energías requieren grandes extensiones de tierra y compiten con dedicadas a producir alimentos.
Existen sustitutos más naturales para los pesticidas y los plásticos. Por el lado negativo algunos de los sustitutos que se
barajan podrían ser hasta más contaminantes que los combustibles actuales. Este sería el caso de los aceites sintéticos
derivados del carbón o el gas natural a lo que, por ejemplo, ya se vio obligada a recurrir la Alemania Nazi para proveer a
su ejército. A medida que se agoten los recursos que se encuentran en los yacimientos cada vez se recurrirá más a
dichas alternativas para paliar, en parte, la escasez. A pesar de todo se pone en duda que puedan siquiera llegar a
acercarse al uso tan desmedido que se le ha dado al petróleo en la última mitad del siglo XX. Para los combustibles de
origen vegetal se deberían sacrificar los campos que se necesitan para cultivar alimentos y aún serían pocos para
sustituir el uso actual de combustibles. En el caso de los sintéticos quizá la abundancia de carbón hiciera inicialmente
factible una cierta sustitución pero no hay que olvidar que el carbón, como el petróleo también es un recurso que
aunque abundante, es finito. Una intensificación de la demanda acortaría el agotamiento de las minas. Es difícil pensar a
su vez en una extracción efectiva de dicho mineral sin el petróleo que hoy se usa para mover toda la maquinaria de la
minería, camiones, elevadores, excavadoras, etc. Por otra parte el uso del carbón y sus derivados sintéticos aumentaría
aún más la contaminación acelerando los problemas de contaminación atmosférica y el calentamiento global.

Sucesos actuales relacionados con las reservas de crudo

Gráfico de la evolución de los precios del petróleo a largo plazo (1861-2007). La línea naranja muestra el nivel de precios
constantes, ajustado según la inflación. La línea negra muestra los precios corrientes. Se aprecian tres picos: el primero
debido a la incipiente demanda de mediados del Siglo XIX, el segundo, debido al bloqueo de la OPEP en 1973, y el
tercero, en la actualidad, producto de su potencial agotamiento en el corto y mediano plazo. Nota: El actual precio del
barril de WTI, de 140 dólares, se sale de la gráfica.

Año 2005

En agosto de 2005, el precio del crudo subió ostensiblemente, la teoría de Hubbert y sus implicaciones futuras cobran
mayor atención. A pesar de todo los precios del petróleo y el gas se presentan bastante volátiles y los incrementos
podrían ser causados por numerosos otros factores.

En junio de 2005, la OPEP admitió que apenas podrán bombear más petróleo para contener las subidas de los precios en
el último semestre del año. Se produjeron nuevas subidas para el verano y el invierno del 2005. Algunos dicen que este
fue el primer ejemplo de que la demanda empieza a rebasar la producción. Otros acusan a las tensiones geopolíticas en
Oriente Medio como la principal causa de dichas subidas.

En septiembre de 2005, el Huracán Katrina azoto el delta Misisipi y el Golfo de México dañando plataformas petrolíferas
marinas, oleoductos submarinos y refinerías costeras. La producción y capacidad de refinado de los EEUU ha sido
gravemente dañada. Una nueva subida de precios se produjo por su causa. Las bolsas europeas de venta de crudo Brent
se ven inundadas por peticiones de compra desde los EEUU, lo que repercute en el alza de los precios de Europa. Así
mismo el crudo sulfuroso saudí apenas se vendió y se vieron obligados a bajar su precio ya que debido a la mala calidad
del mismo muy pocas refinerías eran capaces de procesarlo y la mayoría de estas se encontraban justamente en el Golfo
de México. Arabia Saudí, de hecho, declaró no poder subir la producción para atenuar los efectos del Katrina. Solo la
pronta actuación de EEUU y Europa que movilizan sus reservas logra moderar los precios y tranquilizar a los mercados.
Cuatro semanas después del huracán cuatro importantes refinerías continúan fuera de servicio lo que supone un 5% de
la capacidad total de refino de los EEUU.
En el mismo mes de septiembre, un nuevo huracán mucho más poderoso que el anterior, el huracán Rita, amenazó de
nuevo buena parte de las refinerías de Texas. Se dirigió hacia el corazón productivo de los EEUU. Los precios vuelven a
subir en respuesta. Cuando aún no se han dejado ver los verdaderos efectos que la crisis del Katrina puede llegar a
producir sobre los EEUU una nueva amenaza se cierne sobre la ya muy tocada economía estadounidense. No faltan
voces que ya empiezan a hablar del tan temido ocaso de la civilización industrial. Hay que tener en cuenta que el Golfo
de México contiene el 20% de la producción estadounidense y el 50% de su capacidad de refino. Se espera que se vean
afectadas 18 de las 26 refinerías con las que cuenta Texas lo que supone más de la mitad del total. Finalmente, se
debilita y desvía lo suficiente como para que sus efectos sean menores que los del Katrina pero aun así toda la
producción de Texas ha sido paralizada como medida preventiva.

Año 2008

Tras una subida récord en el precio del barril de petróleo (147.25 dólares el Brent, 146.90 dólares el WTI)18 y un virtual
estancamiento en la producción desde 2005, incluso periódicos conservadores se hacen eco del pico del petróleo.19
Todo esto ocurre en un contexto mundial en el que buena parte de las naciones exportadoras dan síntomas de no poder
producir más. Los yacimientos mexicanos caen a un 14% anual y se prevé que pase a ser país importador neto en 2012.
Rusia, a su vez, parece haber llegado a su segundo y último cénit de extracción al afirmar por primera vez que no va a
poder seguir incrementando más su producción. Arabia Saudita, donde las reservas son secreto de estado, no parece
responder a las súplicas que desde occidente se hacen para que aumente su producción. Muchos especialistas afirman
que detrás de las declaraciones de que "el mercado ya está suficientemente abastecido" se esconde la realidad de que
ni tan solo los yacimientos gigantes como Ghawar o Burgan pueden ya evitar por más tiempo el inevitable desplome de
la producción. Por lo que respecta a las reservas estadounidenses y las del Mar del Norte siguen en caída libre a pesar de
la entrada en el mercado del petróleo de Alaska.

Por primera vez se empieza a hablar ya de la posibilidad cierta de que estemos dejando atrás el cénit de producción.
Huelgas de transportistas, pescadores y otros sectores afectados por la subida del gasóleo de casi el 30% en los últimos 6
meses se suceden en varios países de Europa. Paralelamente el malestar crece entre el norteamericano medio
acostumbrado al petróleo barato que ve cómo ahora empieza a tener que pagar por primera vez precios "europeos". En
sintonía con esto, en el sector aéreo, el eslabón más débil de la cadena de consumo de combustibles (por estar atado al
uso intensivo de combustibles líquidos exclusivamente) se suceden despidos por miles20 y líneas aéreas que quiebran de
repente.21

En total, en los últimos 5 años el precio parece haberse desestabilizado y ha acumulado ya una subida de un 400%. Este
ascenso descontrolado no parece tener fin a la vista a pesar de las reducciones de consumo en occidente ya que China e
India incrementan año a año su demanda y los propios países exportadores al incrementar su desarrollo ponen cada vez
menos petróleo en el mercado.

Año 2009

La OPEP prevé un retroceso del consumo por la recesión económica, al tiempo que teme una caída de los precios que
conllevaría una disminución de las cuotas de producción.

Marzo: la OPEP preveía un retroceso de 1,01 mbd. para todo el año 2009, calculando la demanda mundial en 84,18 mbd.

Abril: Datos sobre la economía mundial indican un retraso de su recuperación hasta 2010, lo que conduce a una
reducción suplementaria de la previsión de la demanda de crudo en 0,4 millones de barriles diarios (mbd), en su informe
mensual del mes de (abril de 2009). La OPEP apuesta por una caída de 1,37 mbd de la demanda de petróleo (-1,6%) en
2009, respecto a 2008. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha vuelto hoy (abril de 2009) a revisar a la baja sus
estimaciones de demanda para 2009, al situarlas en 83,4 millones de barriles diarios, cerca de un millón menos de las
anunaciadas por la AIE el pasado mes.

Mayo: La producción mundial, bajó 0,22 (mbd) hasta 83,7 millones(3,2(mbd)menos que en 2008),aunque
la(OPEP)aumentó su contribución en 0,16 (mbd).
Junio: La AIE revisó al alza su previsión de consumo mundial de este año por una mayor demanda pero todavía no hay
evidencias de recuperación. La AIE, en su informe mensual sobre el petróleo, atribuyó la reciente subida del precio del
barril de crudo esencialmente a la percepción en los mercados de que hay signos de una recuperación de la economía
mundial pero también a movimientos especulativos. Supera la barrera de los 70 dólares. La Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), calcula que la demanda mundial de petróleo será este año de
83,3(mbd),lo que supondría una caída del 2,9% respecto a 2008, pero también 0,1(mbd)más de lo que estimaba hace un
mes. Esa corrección al alza se debe a nuevas perspectivas de consumo en los 30 países de la OCDE que absorberán,
según sus datos 45,2(mbd)en 2009, lo que aventura un descenso del 4,9% respecto a 2008. La AIE revisó al alza sus
estimaciones sobre la aportación de los países que no forman parte de la OPEP, en 0,17mbd hasta 50,5mbd este año
(0,1 (mbd) menos que en 2008), por un incremento de las expectativas del crudo que llegará de nuevos pozos en Rusia y
Colombia y por un declive menos pronunciado en las plataformas del Mar del Norte. El informe supone que la demanda
dirigida a la OPEP, luego de haber disminuido hasta 27,3 (mbd)en el segundo trimestre, va a subir a 27,9(mbd)en el
tercero, antes de moderarse en 27,4 en el cuarto.

Julio: La (AIE) ajustó su revisión semestral a la baja, calculando que el consumo mundial de petróleo tendrá tan solo un
incremento del 0,6% anual durante el periodo del 2008-2014. Y estimó que la demanda de petróleo llegará a 89mbd en
2014 basados en el escenario que propone el Fondo Monetario Internacional (FMI) con un crecimiento económico del
5% para 2012. Sin embargo, en 2009 la demanda de petróleo se espera que caiga por segundo año consecutivo, lo que
no sucedía desde la crisis de 1982-1983. La AIE comentó que el recorte de 3mbd en sus perspectivas a 5 años, se debe a
la crisis económica y a las señales de un cambio estructural hacia una economía de menor consumo energético. El
crecimiento en la demanda de petróleo estará impulsado principalmente por países en desarrollo de Asia y del Medio
Oriente. Si esta tendencia continúa la demanda de los países que no pertenecen a los 30 miembros de la OCDE será
mayor que la de la OCDE en 2014, según la IEA. El 27/07/2009 la AIE presentó un informe en el que se incluye un
escenario más pesimista con un PIB menor a la vez que se estima que la demanda de petróleo se reducirá en un 0,2%
anual para llegar a un consumo de 84,9 millones de barriles diarios. Este escenario más conservador "asume que la
recuperación económica será más lenta de lo que sugiere el FMI", comentó la AIE. Hace un año la AIE hizo un recorte en
sus estimaciones semestrales diciendo que el consumo de petróleo en 2013 sería de 94,14 millones de barriles diarios,
esto a causa de los altos precios del petróleo.

Agosto: El día 22 el crudo logró su pico máximo en lo que va de 2009 cerrando a 73,89 dólares. Desde mediados de
octubre de 2008 no se encontraba tan elevado. El 24 cotiza a 74,81 dólares, de esta manera el crudo lleva acumulada un
alza de más de un 65% en lo que va del 2009.

Año 2010

La OPEP corrigió al alza sus cálculos sobre la demanda mundial de petróleo para el año pasado(2010), que cifra ahora en
85,59 millones de barriles diarios (mbd o mb/d), un 1,34% más que en 2009, y mantuvo en un 1,22% el crecimiento del
consumo previsto para 2011. Según un estudio de BP y publicado por The Economist que durante 2010 la producción de
petróleo mundial alcanzó cerca de 85 mbd siendo superada por la demanda en 5 mbd.22

Última producción máxima

Hasta ahora, la producción máxima de petróleo convencional se dio en mayo de 2005, según Matthew R. Simmons, y fue
de 74.298.000 barriles de petróleo al día.23 Desde ese día (día de cenit de petróleo convencional mientras no se
produzcan más barriles por día) han transcurrido 4126 días.

Según la OPEP, la producción máxima de petróleo convencional se dio en 2006 y fue de 71.715.500 barriles de petróleo
al día.24 Desde ese día (día de cenit de petróleo convencional mientras no se produzcan más barriles por día) han
transcurrido 3546 días.

La producción máxima de petróleo convencional, más la producción de pizarra bituminosa, arenas de alquitrán y
líquidos de gas natural, fue de 81.659.000 barriles de petróleo por día, en 2006 según British Petroleum.25 Desde ese año
(año del cenit total mientras no se produzcan más barriles por día) han transcurrido 3546 días.
Según Energy Information Administration del United States Department of Energy la producción máxima de petróleo
convencional, más la producción de lease condensate, pizarra bituminosa, arenas de alquitrán y líquidos de gas natural,
fue de 84.630.000 barriles de petróleo por día, en 2005.26 Desde ese año (año del cenit total mientras no se produzcan
más barriles por día) han transcurrido 3911 días.

Crítica

Las implicaciones del modelo son motivo de controversia. Algunos economistas del petróleo, como Michael Lynch,
argumentan27 que la curva de Hubbert con un pico agudo no es aplicable a la curva de producción global debido a las
diferencias en las diferentes reservas de crudo, a las actuaciones políticas y militares, a la demanda y a las asociaciones
comerciales entre países y regiones.

Críticos como Leonardo Maugeri puntualizan que quienes apoyan el pico de Hubbert, como Campbell, previamente ya
advirtieron de un pico global de producción en 1989 y en 1995 basados en los datos de producción disponible que se
tenían en ese momento. Sin embargo, como en toda previsión, la precisión debería mejorar con el tiempo y el acopio de
mayores y mejores datos. Maugeri critica, a pesar de las evidencias, que las últimas estimaciones no tienen en cuenta el
crudo no-convencional. Aunque las reservas disponibles son enormes los costes de extracción podrían ser muy altos y,
seguramente, nunca podrán ser aprovechados como aceites ligeros sin que se pierda energía en el proceso, llegando
incluso al punto de que no haya ganancia energética. Además Maugeri hace notar que la recuperación de las fuentes
petrolíferas actuales ha aumentado desde un 22% en 1980 hasta un 35% en la actualidad gracias a las nuevas
tecnologías y predice que esas mejoras proseguirán. Según Maugeri, la proporción entre las reservas probadas y la
producción mejora constantemente, pasando desde los 20 años en 1948 a los 35 años en 1972 y alcanzando los 40 años
en 2003. Además estas mejoras han ocurrido en épocas de bajas inversiones en nuevas exploraciones y modernizaciones
de la tecnología en uso debido a los bajos precios del crudo durante los últimos 20 años. Unos precios altos deberían
motivar esas inversiones (Maugeri, 2004).

De acuerdo con el proferor James H. L. Lawler, una planta de extracción de crudo podría integrar diversas tecnologías
probadas en un nuevo sistema que permitiría recuperar todos los hidrocarburos dejados por las extracciones primarias y
secundarias. En la actualidad solo la mitad o menos del aceite de un pozo es recuperado.28 Si dichas tecnologías llegan a
ser realidad las reservas podrían virtualmente doblarse de golpe. Promete un proceso de recuperación de un 95%
consumiendo solo el 3% de las reservas iniciales. Por tanto, podrían quedar masivas cantidades de petróleo por
recuperar de los puntos de extracción conocidos.

El debate actual se centra en torno a la política energética, en incrementar la eficiencia en el uso de combustibles y en
buscar fuentes de energía alternativa como la solar y la nuclear. También hay analistas que enfatizan la necesidad de
reducir el consumo energético. Entre estos, algunos van más allá y critican todo el sistema de "crecimiento del PIB" que
domina la economía, proponiendo que el consumo se límite a lo suficiente para una vida digna. Los críticos con las
teorías de Campbell como Michael Lynch afirman que los datos que se tienen actualmente son muy pobres. Dicen que la
fecha inicial del pico fue prevista para el año 2000 pero que ahora la han alargado hasta el 2010. A pesar de todo,
Campbell y los que le apoyan insisten en que lo importante no es el cuando ocurrirá ya que el pico llegará
inexorablemente antes o después.

Hay teorías que tratan de refutar la hipótesis de Lomonosov del 1757 según la cual el petróleo y el carbón son de origen
fósil fruto de la acumulación de materia orgánica muerta. Esta sería la teoría del origen abiogénico del petróleo. Según
esta teoría el proceso no requeriría de fosilización de materia muerta sino que se formaría de continuo reponiendo las
reservas. Sin embargo, incluso admitiendo la dudosa hipótesis como cierta parece poco probable que la formación de
ese crudo abiogénico fuera capaz de producirse a una escala humana para llegar a contrarrestar significativamente la
explotación creciente a la que somete las reservas la especie humana.

El pico de Hubbert en la cultura popular

Existen varias posturas observadas en la sociedad. Normalmente, en los medios de comunicación se han catalogado
como personas que niegan o aceptan el cenit petrolero.
Los que aceptan el pico petrolero a su vez se subdividen en dos grupos. Los pesimistas o neomalthusianos piensan que el
pico petrolero es una realidad próxima y argumentan que ninguna energía alternativa es equiparable a la capacidad de
producir energía de los combustibles fósiles. Piensan que la teoría de Olduvai es muy probable. Los optimistas también
argumentan que el cenit está próximo, pero dicen que las energías alternas sí pueden cubrir los requerimientos
energéticos que la civilización necesita para seguir creciendo y depositan sus esperanzas en la energía de fusión y la
energía geotérmica (alternativa ecologista) o el carbón (alternativa no ecologista). Las discusiones sobre la ocurrencia o
no del pico, sobre todo en foros de Internet, han dado origen a términos como «pikonero» o «cenitero» para los que
defienden la pronta llegada del pico.

Entre los que niegan el pico petrolero se pueden encontrar algunas ideologías de izquierda que argumentan que la tesis
del pico petrolero es una argucia de los especuladores para enriquecerse a costa del rumor del agotamiento de los
recursos. Opinan que la energía geotérmica es la escapatoria a esta situación. Los cornucopianos o ultraneoliberales
simplemente lo niegan, pensando que es una exageración, diciendo que los que llegaron a la conclusión del pico
petrolero se basaron en pruebas dudosas y que el aumento demográfico y la escasez de recursos energéticos no es un
problema. En las discusiones en Internet se emplea en algunos casos el término «tierraplanista», para los que suelen
apoyar las ideas sobre las soluciones de mercado o la inexistencia del pico.
El Pico petrolero (o cénit petrolero) es el momento en el cual se alcanza la tasa máxima de extracción de
petróleo global y tras el cual la tasa de producción entra en un declive terminal. El concepto se basa en las tasas
de producción observadas en pozos petroleros individuales y en la tasa de producción combinada de un sistema
de pozos petroleros relacionados. Según este concepto, la tasa de producción agregada de un yacimiento
petrolífero crece exponencialmente a lo largo del tiempo hasta que llega al llamado ‘pico petrolero’, momento
tras el cual declina —algunas veces rápidamente— hasta llegar al agotamiento. Este concepto se deriva de la
curva de Hubbert y se ha demostrado que es aplicable tanto a la tasa de producción doméstica de una nación
determinada como a la tasa de producción petrolera global. A menudo se confunde el pico petrolero con el
agotamiento del petróleo. En realidad, el pico petrolero es el punto de máxima producción, mientras que el
agotamiento corresponde al período de caídas de las reservas y los suministros.

M. King Hubbert creó y uso por primera vez los modelos subyacentes al pico petrolero en 1956 para predecir de
manera precisa que la producción petrolera de los Estados Unidos tendría su pico entre 1965 y 1970.1 Su
modelo logístico, actualmente denominado Teoría del pico de Hubbert, y sus variantes han descrito con
razonable precisión el pico y el declive de la producción de los pozos petrolíferos, yacimientos petrolíferos en
diferentes regiones y países.2 Asimismo, ha probado ser útil para otros ámbitos de producción de recursos
limitados. Según el modelo Hubbert, la tasa de producción de un recurso limitado seguirá simétricamente una
curva en forma de campana basada en los límites de la explotabilidad y de las presiones del mercado. Varias
versiones modificadas de su modelo logístico original son utilizadas, usando funciones más complejas para
permitir factores del mundo real. Mientras que cada versión es aplicada a un campo específico, las
características centrales de la curva de Hubbert (que la producción deja de crecer, se aplana y luego declina)
permanece invariable, aunque con diferentes perfiles.

Si los cambios políticos y económicos solo ocurren como reacción a los altos precios y la escasez más que
como consecuencia de la amenaza de un pico, entonces el grado del daño económico para los países
importadores dependerá en gran medida de cuán rápidamente disminuyan las importaciones de petróleo
posteriormente al pico. Según el modelo Export-Land, las exportaciones petroleras caen mucho más
rápidamente que la producción debido a que el consumo doméstico se incrementa en los países exportadores
para abastecerse internamente, hasta anular las exportaciones en algunos casos. Los déficit de reservas causarían
una inflación extrema, a menos que la demanda sea mitigada con medidas planificadas de conservación y el uso
de energías alternativas.3

Las estimaciones optimistas de la producción pico pronostican que el declive global comenzará en 2020 o
después y suponen que antes que llegue la crisis habrá importantes inversiones en combustibles alternativos, sin
que sean necesario grandes cambios en el estilo de vida de las naciones más consumidoras de petróleo. Estos
modelos muestran en un inicio el precio del petróleo escalando, para luego irse retrayendo a la vez que otros
tipos de combustibles y fuentes de energía sean utilizados.4

Por otra parte la Agencia Internacional de la Energía (AIE) hizo público en noviembre de 2010 que la
producción de petróleo crudo llegó a su pico máximo en 2006.5 6 Las predicciones pesimistas del futuro
apoyadas por el informe citado arriba de la producción petrolera, mantienen la tesis de que el pico ya ha sido
alcanzado,7 8 9 o bien estamos en la cúspide del pico o que ocurrirá dentro de poco.10 En tales casos, como la
mitigación proactiva ya no será una opción, predicen una recesión global que, quizás, incluso inicie una
reacción en cadena de varios mecanismos de respuesta en el mercado global, lo que podría estimular un colapso
de la civilización global industrializada, llevando potencialmente a grandes caídas demográficas en un periodo
corto de tiempo. A lo largo de la primera mitad del año 2008, hubo señales de que una posible recesión en
Estados Unidos estaba siendo empeorada por una serie de récords en el precio del petróleo.11

Demanda petrolera
El mundo ha incrementado su consumo de petróleo diario de 63 millones de barriles en 1980 a 85 millones de
barriles en 2006.

El lado de la demanda del pico petrolero se refiere al consumo en el tiempo y al crecimiento de esta demanda.
La demanda mundial de petróleo crudo creció un promedio de 1,76% por año entre 1994 y 2006, con un
máximo de 3,4% en 2003-2004. Para el año 2030, se proyecta un aumento de la demanda mundial de petróleo
del 37% respecto a los niveles de 2006 (118 millones de barriles por día (18,8 × 106 m3 / d) de 86 millones de
barriles (13,7 × 106 m3), debido en gran parte al aumento de la demanda en el sector del transporte.12 13

La demanda energética se distribuye entre cuatro amplios sectores: transporte, residencial, comercial e
industrial.14 15 En términos de uso de petróleo, el transporte es el sector más importante y el que ha visto el
mayor crecimiento de la demanda en las últimas décadas. Este crecimiento ha provenido de la demanda de
vehículos de uso personal propulsados por motores de combustión interna.16 Este sector también tiene las
mayores tasas de consumo, lo que representa aproximadamente el 68,9% del petróleo usado en los Estados
Unidos en 200617 y el 55% del petróleo utilizado en todo el mundo, como se documenta en el Informe Hirsch.
El transporte es, por tanto, de interés particular para aquellos que tratan de mitigar los efectos del pico petrolero.

Aunque el crecimiento de la demanda es más alta en el mundo en desarrollo,18 los Estados Unidos son el mayor
consumidor mundial de petróleo. Entre 1995 y 2005, el consumo estadounidense creció de 17,7 millones de
barriles diarios a 20,7 millones de barriles diarios, lo que significa un incremento de 3 millones de barriles por
día. En comparación, China aumentó su consumo de 3,4 millones de barriles diarios a 7 millones de barriles por
día, un incremento de 3,6 millones de barriles diarios, en el mismo marco temporal.19

A las vez que los países se desarrollan, la industrialización, rápida urbanización y mayores niveles de vida,
crece el uso de energía, mayormente petrolera. Economías florecientes como China e India se están
convirtiendo rápidamente en grandes consumidoras de petróleo.20 China ha visto un aumento del consumo de
petróleo del 8% anual desde 2002, duplicándolo de 1996 a 2006.18 En 2008, se esperaba que las ventas de
automóviles en China creciera entre el 15 y el 20%, debido en parte a las tasas de crecimiento económico de
más del 10 por ciento durante 5 años seguidos.21 Si bien a menudo se pronostica un rápido crecimiento
continuado en China, otros predicen que la economía china dominada por la exportación no seguirá con esas
tendencias de crecimiento debido a la inflación de salarios y precios y a la reducción de la demanda de los
Estados Unidos.22 Se espera que las importaciones de petróleo de la India tripliquen los niveles del 2005 para el
año 2020, llegando a 5 millones de barriles por día (790 × 103 m3 / d).23

La Agencia Internacional de Energía estimó en enero de 2009 que la demanda de petróleo cayó un 0,3% en
2008 y que caería un 0,6% para el 2009. El consumo de petróleo no ha caído durante dos años seguidos desde el
periodo 1982-1983.24

Población
Crecimiento de la población mundial.

Otro factor significativo sobre la demanda del petróleo ha sido el crecimiento demográfico humano. La
producción per cápita alcanzó su punto más alto en la década de 1970.25 Se espera que en el año 2030 la
población mundial duplique la de 1980.26 El autor Matt Savinar pronostica que la producción de petróleo en
2030 habrá declinado hasta los niveles de 1980, a la vez que la demanda de petróleo superará significativamente
la producción.27 28 El físico Albert Bartlett sostiene que la tasa de producción de petróleo per cápita está
cayendo y que este declive no ha sido discutido debido a que podía implicar una forma políticamente incorrecta
de control de la natalidad para la mitigación.29 La producción de petróleo per cápita ha disminuido de 5,36
barriles por año (0.836 m³/a) en 1980 a 4,44 barriles por año (0.706 m³/a) en 1993,30 26 pero luego se ha
incrementado a 4,79 barriles por año (0.762 m³/a) en 2005.30 26 En 2006, la producción de petróleo mundial
tuvo una caída de 84.631 a 84.597 millones de barriles por día (13.4553×106 a 13.4498×106 m³ / d), aunque la
población ha seguido aumentado. Esto ha causado que la producción de petróleo per cápita haya caído
nuevamente a 4,73 barriles por año.30 26

Una factor que hasta ahora ha ayudado a mejorar el efecto del crecimiento demográfico sobre la demanda es el
descenso de la tasa de crecimiento demográfico desde la década de 1970, aunque esto se compensa hasta cierto
punto por el aumento de la longevidad media en las naciones desarrolladas. En 1970, la población creció en
2,1%. Para 2007, la tasa de crecimiento había disminuido a 1,167%.31 No obstante, la producción de petróleo
sigue superando el crecimiento de la población para satisfacer la demanda. La población mundial aumentó en
un 6,2%, de 6,07 mil millones en 2000 a 6,45 mil millones en 2005,26 que, de acuerdo con BP, la producción
mundial de petróleo durante ese mismo período aumentó de 74,9 a 81,1 millones de barriles (11,91 a 12,89 ×
106 × 106 m³), o en 8,2%.32 o, según la Dirección de Información Energética, de 77.762 a 84.631 millones de
barriles (12.3632×106 a 13.4553×106 m³), o en 8.8%.30

Límites agrícolas y demográficos

Debido a que el suministro de gas y petróleo es esencial para las técnicas de agricultura moderna, una caída en
las reservas globales de petróleo podría causar un alza en los precios de los alimentos y hambrunas sin
precedentes en las próximas décadas33 34 El geólogo Dale Allen Pfeiffer sostiene que los niveles actuales de
población no son sostenibles y que, para alcanzar una economía sostenible y evitar el desastre, la población de
los Estados Unidos tendría que ser reducida por lo menos en un tercio y la población mundial en dos tercios.35

El mayor consumidor de combustibles fósiles en la agricultura moderna es la producción de amoníaco (para


fertilizante) por medio del proceso de Haber, que es esencial para la alta productividad de la agricultura
intensiva. El combustible fósil específico para la producción de fertilizantes es principalmente el gas natural que
provee de hidrógeno por medio del reformado con vapor. Dadas las suficientes reservas de electricidad
renovable, el hidrógeno puede ser generado sin combustibles fósiles usando métodos tales como la electrólisis.
Por ejemplo, la central hidroeléctrica de Vemork en Noruega usó su excedente de producción de electricidad
para generar amoníaco renovable de 1911 a 1971.36 Actualmente, Islandia genera amoníaco usando la
producción eléctrica de sus centrales hidroeléctricas y geotermales debido a que tiene estos recursos en
abundancia mientras que no cuenta con recursos domésticos de hidrocarburos y la importación de gas natural
implica un alto costo.37 No obstante, en el corto plazo, casi todas las fuentes de energía renovable a gran escala
todavía requieren petróleo para abastecer el equipo de construcción y para transportar trabajadores y materiales.
Así, por ejemplo, Islandia cuenta con abundantes recursos de energía renovable, pero todavía depende
críticamente de combustibles líquidos del petróleo, los cuales debe importar. Si el abastecimiento de petróleo
disminuyera más rápido de lo que las personas puedan aprender cómo construir una infraestructura de energía
renovable usando solo recursos renovables, podría no ser posible mantener la agricultura intensiva necesaria
para sostener a la gran población global.

Informe Hirsch

En 2005, el Departamento de Energía de Estados Unidos publicó un informe titulado Alcanzando el pico de
producción mundial de petróleo: impacto, mitigación y gestión del riesgo.38 Conocido como el Informe Hirsch,
afirma que "El pico de la producción de petróleo coloca a EE.UU. y al mundo ante un problema de gestión del
riesgo sin precedentes. Conforme el pico se aproxima, los precios del combustible líquido y la volatilidad de
precios se incrementarán de forma dramática y, sin un esfuerzo de mitigación a tiempo, los costes sociales,
económicos y políticos no tendrán precedentes. Existen opciones viables de mitigación del problema tanto en el
lado del productor como en el del consumidor, pero para que haya un impacto sustancial, debe ser iniciado una
década antes que el pico del petróleo

Conclusiones del informe Hirsch y tres escenarios

El informe Hirsch llegó a un cierto número de conclusiones:

1. El pico del petróleo va a tener lugar. Algunos analistas predicen que en los siguientes diez años, y otros
los sitúan en fecha posterior
2. El pico del petróleo supondría costes dramáticos para las economías nacionales en general, y para la
norteamericana en particular
3. El pico del petróleo presenta un desafío único. Las transiciones previas fueron graduales y
evolucionarias. El pico del petróleo va a ser un cambio abrupto y revolucionario.
4. El problema real son los combustibles líquidos para el transporte: vehículos de motor, aviones, trenes y
barcos no disponen de alternativas viables.
5. Los esfuerzos en pro de su mitigación requerirán de una cantidad sustancial de tiempo: un esfuerzo
intenso que duraría décadas
6. Tanto la oferta como la demanda exigirán atención. El incremento de la eficiencia puede reducir la
demanda, pero de cualquier modo se tendrán que producir grandes cantidades de combustible
7. Ante todo, es un problema de gestión del riesgo: la mitigación temprana será menos dañina que la
mitigación retrasada.
8. Será imprescindible la intervención gubernamental. De otra forma, las implicaciones sociales y
económicas del pico del petróleo serían caóticas.
9. El caos económico no es inevitable. Pese a que sí lo sería sin mitigación, si se cuenta con el lapso de
tiempo adecuado, los problemas se pueden solucionar
10. Se necesita más información. Las acciones efectivas demandan una mejor comprensión de cierto número
de temas clave.

El informe listó tres posibles escenarios: esperar hasta que el pico del petróleo tenga lugar antes de tomar
medidas dejaría al mundo con un déficit de combustible líquido por más de dos décadas. Iniciar un programa de
choque para mitigar el pico del petróleo 10 años antes de que tenga lugar ayudaría considerablemente pero aun
así dejaría un déficit de 10 años después del pico. Finalmente, si el programa de choque se iniciara 20 años
antes del pico, se podría evitar el déficit mundial de combustibles.

Los modelos del cenit del petróleo muestran una creciente brecha entre la producción y la demanda de China. El
modelo general de Weng predice un cenit de la producción de China. en los 196 millones de toneladas ( 1.437
millones de barriles, n. del T.) para 2026 y el modelo de Hubbert señala un cenit de la demanda de petróleo para
2034 en 633 millones de toneladas. 39

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