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El concepto de “calidad” se rige en gran medida por una lógica empresarial, debido a la

competitividad que este concepto produce, esto puede verse reflejado en que gran parte de la
población posee la noción de que una “buena calidad” en educación conlleva a tener resultados, ya
sea, buenos puntajes SIMCE o PSU en los colegios, y por parte de alumno que este posea un alto
promedio de notas. Pero ¿En qué momento se logra observar que el alumno realmente aprendió
los contenidos evaluados? O es que quizás sólo es necesario desarrollar un método para poder
contestar de manera correcta a las evaluaciones tipo test. ¿Dónde se encuentra la “calidad”?

¿Qué problemas conlleva tener esta noción como concepto de calidad? En el caso de que el
alumno no sea capaz de adaptarse a la modalidad imperante en nuestro modelo educativo, el cual
le da más importancia y valor a una cantidad reducida de materias como lo son: lenguaje,
matemáticas y ciencias, el alumno puede, según la teoría del desarrollo psicosocial de Erikson no
resolver satisfactoriamente una de las etapas que Erikson postula, en concreto: la etapa de
laboriosidad frente a la inferioridad. Un grupo de alumnos por condiciones genéticas o ambientales
tendrá un mejor desempeño en estas áreas asociadas a la educación de calidad, pero en el caso de
un alumno que provenga de un ambiente de vulnerabilidad social, que tenga mil y un problemas
familiares (económicos, violencia intrafamiliar, alcoholismo) que afecten a la hora de sus estudios y
además, no haya sido dotado con las aptitudes para sobresalir en uno de estos campos, es
tremendamente probable que viva años de frustración. Ser etiquetado como “porro, flojo, retrasado
mental” entre otras cosas por parte del ambiente en el cual se desarrolla, le hará un tremendo daño
a su salud mental. Formándose de este modo una identidad de inferioridad con respecto a sus pares,
que afectará a su autoestima y desempeño a lo largo de su vida.

¿Entonces es esta calidad la que se debe aspirar? O en cambio, una educación de calidad
podría ser mejor, que se fomente en desarrollar la mayor cantidad de fortalezas posibles, a lo que
mejor llamaríamos “educación integral”. Como lo propone Howard Gardner con su teoría de las las
inteligencias múltiples, el fomentar y por sobre todo destacar los dotes en lo musical, en el buen
manejo de relaciones interpersonales entre compañeros, dar tiempo a que los alumnos desarrollen
una inteligencia intrapersonal, estas y muchísimas cosas, más que sólo una educación que
promueva y destaque la inteligencia lógica-matemática podría beneficiar en gran medida la
autoestima y la autoimagen que desarrolla en aquellos alumnos que son excluidos por no destacar
en esas áreas asociadas a la calidad.

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