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RECIBIENDO EL ESPIRITU SANTO HOY. V.P. Wierwille - 1 PDF
RECIBIENDO EL ESPIRITU SANTO HOY. V.P. Wierwille - 1 PDF
el espíritu santo
hoy
1
Originalmente publicado en 1957
como Receiving the holy spirit today
Por The Way International, Inc.
Traducido en 1981 por The Way International
2
Dedicado a los
Que
Que
En toda su plenitud.
3
Recibiendo el espíritu santo hoy
Por Victor Paul Wierwille
A fines de los años ‘60 y comienzo de los ‘70 la curiosidad y el interés sobre el don
proveniente del Espíritu Santo han aumentado considerablemente a través del mundo. El
hablar en lenguas, una de las nueve manifestaciones del don de espíritu santo, ha causado
bastante furor en la iglesia organizada y ha sido objeto de creciente publicidad a través de
los medios de comunicación.
Mientras que ciertos grupos y ciertos individuos están evidenciando el hablar en lenguas y
tal vez ciertas otras manifestaciones, poco es el conocimiento concreto sobre el don de
espíritu santo que está disponible a aquellos que están buscando recibir, o a aquellos que se
están preguntando sobre la significación exacta de lo que están manifestando.
Recibiendo el espíritu santo hoy está dedicado a los que “han anhelado – pero han dudado;
han esperado – pero han temido; han tenido hambre – pero no han sido satisfechos”. Los
sinceros en su búsqueda han encontrado la respuesta a sus necesidades y sus oraciones en
este libro.
Recibiendo el espíritu santo hoy es un manual que explica cómo recibir. También es un
estudio bíblico profundizado del campo del Espíritu Santo.
Recibiendo espíritu santo hoy es comprensivo [exhaustivo], pero está escrito con
simplicidad; ha sido investigado cuidadosamente, pero se explica de una forma realista.
Este libro es una necesidad para todo cristiano que quiera hacer conexión con el Espíritu
Santo – y que sin embargo no lo quiera hacer en las tinieblas, el miedo y la frustración que
causa la falta de enseñanzas de la Palabra de Dios.
Todas las Escrituras en este libro se citan de la Versión de la Biblia Reina-Valera 1960.
Todas las inserciones explicativas del autor dentro de un versículo se ponen en corchetes.
Todas las palabras griegas están en cursivas y están en letras del abecedario español.
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Recibiendo el espíritu santo hoy
Prefacio……………………………………………………….6
Introducción………………………………………………….7
PRIMERA SECCIÓN
Capítulo
1. El Don proveniente del Espíritu Santo……………..12
2. Miedos comunes que impiden el recibir
el don proveniente del Espíritu Santo…………… ..16
3. ¿Quién está capacitado para recibir
el espíritu santo, pneuma hagion? ………………….20
4. ¿Qué es hablar en lenguas?.....................................23
5. Cómo recibir el espíritu santo,
pneuma hagion………………………………………29
SEGUNDA SECCIÓN
6. Un Estudio de Hechos 1 y 2………………………... 33
7. Un Estudio de Hechos 8……………………………..49
8. Un Estudio de Hechos 9……………………………..56
9. Un Estudio de Hechos 10……………………………59
10. Un Estudio de Hechos 19……………………………69
TERCERA SECCIÓN
11. Un Estudio de 1 Corintios 12………………………..74
12. Un Estudio de 1 Corintios 13………………………..92
13. Un Estudio de 1 Corintios 14………………………..95
14. Algunas preguntas contestadas……………………..114
APÉNDICES
Introducción a los apéndices……………………………118
Apéndice
I. La palabra recibir…………………………………….119
II. El Uso y las usanzas de las palabras
pneuma y pneuma hagion…………………………….126
III. Todo uso y usanzas de las palabras
pneuma y pneuma hagion en el
Nuevo Testamento…………………………………..131
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Prefacio
Cuando yo servía mi primera congregación, un misionero coreano me pregunto: “¿Por qué
no busca usted la mayor de todas las cosas en la vida que enseñaría a los creyentes
cristianos el cómo de una vida verdaderamente victoriosa?” Este reto fue el principio de
una búsqueda que me llevó a través de muchas horas de examinar diferentes traducciones,
varios textos griegos y “originales” arameos, buscando la fuente del poder que era
manifestado en los comienzos de la Iglesia.
Desde que recibí en manifestación el espíritu santo he tenido el deseo de poner por escrito
los anhelos y temores que sentía concerniente a recibirlo. El compartir mi búsqueda con los
creyentes que hoy buscan ser investidos de poder desde lo alto puede ayudar a guiarlos a la
respuesta a los deseos de su corazón.
Yo sabía por medio de la Biblia que lo que Dios mandó el día de Pentecostés todavía
estaba disponible. Tenía que ser, pues Dios no cambia. Sabía que el recibir el poder desde
lo alto en el día de Pentecostés había significado mayor habilidad para los apóstoles y
discípulos años atrás, y que yo necesitaba y deseaba la misma bendición. Yo sabía que si la
Iglesia algún día necesitaba el espíritu santo en manifestación lo necesitaba ahora.
La Palabra de Dios es Verdad. Oré que yo pudiera poner a un lado todo lo que había oído y
pensado por mí mismo, y empecé de nuevo con la Biblia como mi manual y libro de texto.
No quería omitir, negar o cambiar ningún pasaje, pues siendo la Palabra de Dios la
Voluntad de Dios, la Escritura tiene que encajar como anillo al dedo.
Para aquellos que estén examinando las Escrituras deseando saber las razones por qué,
cómo, qué, o dónde, les sugiero que hagan un estudio cuidadoso tanto de la Introducción
como de los apéndices de este volúmen. Para aquellos que simplemente desean recibir,
lean los capítulos 1 al 5 y disfruten Su gran presencia y poder.
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2 Timoteo 2:15:
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
A sus ayudantes y colegas todo escritor les tiene una deuda profunda. Esta sexta edición ha
sido leída y estudiada cuidadosamente por hombres y mujeres de habilidad bíblica y
espiritual. A todos ellos les estoy muy agradecido.
Introducción
Unas palabras de explicación se necesitan para aquellos que no han sido presentados a la
idea de que un mayor entendimiento del significado de las Sagradas Escrituras puede
obtenerse a través de la comparación de las versiones en español con los manuscritos
griegos de los cuales las versiones en español fueron traducidas.
Yo creo que la Palabra de Dios es Verdad, así que debemos buscar la Palabra como fue
dada originalmente por inspiración divina más allá de la Versión Reina-Valera o de
cualquier otra versión. Esto lo puede hacer cada creyente. Aun si el creyente no tiene
conocimiento del griego o del arameo, él es capaz de cotejar la exactitud de la Palabra
cuando se le dan las palabras griegas o arameas en letras de nuestro abecedario como yo he
hecho en este libro. Creo que ustedes estarán conmovidos con el entendimiento más
profundo de las Escrituras que puede ser suyo a través de este tipo de comparación.
En lo que se refiere al estudio del sustantivo griego pneuma, traducido “espíritu”, se nos
presenta una dificultad. En los manuscritos griegos la palabra pneuma nunca está en
mayúscula. Algunos sustantivos no afectan el sentido de un pasaje por estar en mayúsculas
o minúsculas, pero esto no es cierto con la palabra pneuma. “Espíritu” con E mayúscula y
“espíritu” con e minúscula son dos cosas diferentes. Por lo tanto, cuando la palabra
pneuma es traducida “Espíritu” con E mayúscula es una interpretación y no una traducción,
y como tal no tiene mayor autoridad que la persona o traductor que la hizo.
Los editores de ediciones impresas del Nuevo Testamento griego difieren entre sí en
cuanto al uso de las mayúsculas para la palabra pneuma. En otras palabras, ¿cuándo debe
traducirse pneuma “Espíritu” con E mayúscula y cuándo “espíritu” con e minúscula?
Recibimos poca o ninguna ayuda de la Versión Reina-Valera o de los manuscritos griegos;
y no podemos recibir ayuda alguna de los textos griegos impresos ni del texto arameo
Peshitta.
En nuestra Versión Reina-Valera la palabra pneuma se usa 386 veces. Se traduce con E
mayúscula, Espíritu-147 veces; e, espíritu-143 veces; espirituales-1 vez; aliento-1 vez;
viento-1 vez; demonios- 1 vez; y con la palabra hagion, santo, se traduce Espíritu Santo 92
veces.
Si, sin embargo, notamos las diferentes formas de la palabra pneuma utilizadas en el
Nuevo Testamento y las variaciones de uso de esta palabra en su contexto en las Escrituras,
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obtendremos un mejor entendimiento de las variaciones de significado de la palabra
pneuma. Es sólo entonces que obtenemos un entendimiento más exacto del significado de
pneuma.
Ya que Dios quiere decir lo que dice y dice lo que quiere decir y tiene un significado para
todo lo que dice, no podemos traducir cada uso de las palabras griegas pneuma hagion
como “el Espíritu Santo” insertando el articulo “el” a voluntad cuando no existe en los
manuscritos ni en los textos griegos. Los traductores de cada edición en español no sólo
han añadido el articulo “el” sino que también se han tomado la libertad de añadir una E o
una S mayúscula a su antojo.
El plan de este libro es dar a cada lector las palabras griegas en transliteración. En esta
forma el lector puede ver por sí mismo en letras españolas las palabras exactas que
aparecen en cada versículo de la Escritura en los textos y antiguos manuscritos griegos.
Para información más detallada acerca de la exactitud inherente e inequívoca de la Palabra
de Dios en cada uno de los 386 versículos donde la palabra pneuma está usada en el Nuevo
Testamento, refiérase al Apéndice III.
Cuando consideramos la palabras griegas pneuma hagion sin el artículo “el” como se ve en
cincuenta pasajes en los textos griegos del Nuevo Testamento, descubrimos que estas
palabras nunca son usadas en el sentido de “el Espíritu Santo”, que es Dios el Donador.
De tal forma pneuma hagion, cuando se refiere a aquello que vino el día de Pentecostés,
debe ser traducido siempre con e minúscula y s minúscula. Pneuma hagion según se usa en
el Nuevo Testamento refiriéndose a aquello que se recibió en manifestación el día de
Pentecostés siempre se refiere a lo que el Donador, el Espíritu Santo, Dios, dio. Un
versículo de Juan 3 ilustrará esto claramente.
Juan 3:6:
…lo que es nacido del Espíritu, [el pneuma, Espíritu, Dios], espíritu [pneuma] es.
El don es espíritu santo, pneuma hagion, que es una habilidad espiritual inherente,
dunamis, poder desde lo alto. Este don es “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” con
toda su plenitud.
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recepción interna de las nueve evidencias o manifestaciones, llamadas “dones”
erróneamente.
Juan 14:17:
…porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
En el tiempo de los acontecimientos de Juan 14 este pneuma hagion que estaba prometido
no había sido dado todavía. Justo antes de su ascensión, Jesús instruyó a los apóstoles a no
irse de Jerusalén, sino esperar allí hasta que el don de espíritu santo hubiera sido vertido.
Hechos 1:4,5:
…que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el
Espíritu Santo dentro de no muchos días.
De tal forma, sabemos que el recibir de pneuma hagion es lo mismo o es igual a “la
promesa del Padre”. Más instrucción es dada en Lucas.
Lucas 24:49:
…yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la
ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos [vestidos o ataviados] de poder
[dunamis, habilidad espiritual] desde lo alto.
Por lo tanto, pneuma hagion, “la promesa del Padre”, es “poder desde lo alto”, y el
recibirlo es ser bautizado con el espíritu santo, pneuma hagion.
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Ya estamos claros en cuanto a exactamente qué vino el día de Pentecostés y en cuanto al
significado absoluto de pneuma hagion como “poder desde lo alto”, que es poder espiritual
inherente, dunamis. Fue el don proveniente del Donador lo que vino en Pentecostés,
pneuma hagion, y debería ser entendido siempre como tal y traducido con e y s minúscula.
Hechos: 1:8:
…recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo [el hagion
pneuma, PODER DESDE LO ALTO, el don]…
Hay dos palabras griegas traducidas “recibir” que deben ser definidas y entendidas con
exactitud. Estas palabras griegas son dechomai y lambanō. Cotejando cada uso en el
Nuevo Testamento, los siguientes son los significados exactos: dechomai es un recibir
subjetivo indicando que por la decisión propia de una persona algo espiritual ha ocurrido;
lambanō es un recibir objetivo indicando que por la decisión de una persona ella manifiesta
exteriormente aquello que ha sido recibido interiormente. En otras palabras, recibir
espiritualmente es dechomai, y recibir en manifestación en el mundo de los sentidos
lambanō. De tal manera, uno puede recibir algo espiritualmente, dechomai, sin recibirlo en
manifestación, lambanō, en el mundo de los sentidos.
Hechos 8:14,15:
Cuando los apóstoles…oyeron que Samaria había recibido [dechomai–espiritualmente]
la palabra de Dios [en otras palabras, estaban espiritualmente salvos, pues creían de
acuerdo con los versículos 12 y 13], enviaron allá a Pedro y a Juan;
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los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen [lambano –
manifestaran en el mundo de los sentidos] el Espíritu Santo [pneuma hagion].
Así pues, podemos ver que el conocimiento de la palabra exacta es necesario para entender
el significado de la palabra “recibir”. Es posible recibir algo espiritualmente sin nunca
recibirlo en manifestación; sin embargo, uno debe recibir [dechomai] espiritualmente antes
de poder recibir en evidencia o manifestación [lambanō] en el mundo de los sentidos. La
palabra “recibir” en los versículos 17 y 19 de Hechos 8 es lambanō.*
Hechos 2:4:
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo [pneuma hagion, el don, poder desde lo alto], y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu [el pneuma, el Donador] les
daba que hablasen.
El Espíritu Santo, Dios, no fue con lo que fueron llenos, sino por quien fueron llenos, lo
que hizo posible que ellos hablaran en lenguas. Lo que ellos hablaron fue según el Espíritu,
el Donador, Dios, se los dio – no a sus mentes sino a su pneuma, espíritu, que fue Su don.
Una vez dado por Dios y recibido por el hombre, el don se convierte en la responsabilidad
del recipiente, de este modo es el espíritu del creyente.
La Palabra de Dios se refiere al espíritu santo, pneuma hagion, que fue recibido
espiritualmente y recibido en manifestación en el mundo de los sentidos el día de
Pentecostés, en varios diferentes términos: “la promesa del Padre”, “el poder desde lo
alto”, ser “bautizado con el Espíritu Santo”, “el don de Dios”. Este libro expone a sus
lectores el estudio y la explicación de este don.
*Ver Apéndice I, página 275, para todas las referencias de escrituras en el Nuevo Testamento donde lambanō
o dechomai son usadas.
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PRIMERA SECCION
Esta sección está principalmente diseñada para ayudar a recibir el don proveniente del
Espíritu Santo al que lo busca. Muchos han anhelado recibirlo, y he tratado de presentar
este tema de la recepción de este magnífico poder para que todos los que sinceramente
deseen recibir el espíritu santo lo pueden hacer.
Confío en que la sencillez de este estudio será su mejor recomendación. Conociendo los
enredos de doctrinas religiosas sobre el Espíritu Santo, he sido librado de aquellas
confusiones, saliendo de ellas con la convicción y la certeza de que la verdad, toda la
verdad, es básicamente fácil de entender. Las vestimentas oscuras de la teología encubren
la sencillez de la Palabra. Sin embargo, les aseguro que este estudio no ha sido
simplificado demasiado, porque aquello inclinaría hacia el error. Al cumplir con la
exhortación bíblica de hacernos como niños, podemos recibir en manifestación la plenitud
del poder proveniente del Espíritu Santo.
CAPÍTULO 1
El Don proveniente del Espíritu Santo
¿Ha recibido usted el espíritu santo, el poder desde lo alto? Muchos cristianos creen que
pneuma hagion, espíritu santo, se recibe automáticamente en el momento de salvación.
Ellos creen que cuando una persona confiesa a Jesucristo como su señor y salvador
personal, esa persona recibe vida eterna que es pneuma hagion, espíritu santo. Esta no es
toda la verdad. Aparentemente hay algo más después de la salvación para que el cristiano
reciba en manifestación, lambanō.
Cuando les hablaba a los apóstoles, Cristo hizo una distinción entre el espíritu estando con
ellos y estando en ellos. Juan 14:17, hablando antes de Pentecostés, dice del pneuma
“…porque mora con vosotros [tiempo presente activo] y estará en vosotros [tiempo
futuro]”. Como el pneuma, el espíritu del nuevo nacimiento, y como pneuma hagion, el
poder desde lo alto, el espíritu entró en los apóstoles en Pentecostés.
Sin la intervención del Espíritu Santo nadie puede ser salvo. Después de la conversión o
salvación, sin embargo, la Palabra de Dios claramente enseña que hay un acto de recibir en
manifestación el espíritu santo. El propósito primordial de recibir el espíritu santo en
manifestación es darnos poder para la vida abundante. Como dice Hechos 1:8: “Pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo [el hagion pneuma]”.
El acto de recibir en manifestación pneuma hagion después de ser salvos está expuesto
claramente en Hechos
Hechos 8:14-19:
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la
palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;
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los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo
[pneuma hagion];
porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían
sido bautizados en el nombre de Jesús.
Entonces les imponían las manos, y recibían [lambanō] el Espíritu Santo [pneuma
hagion].
Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el
Espíritu Santo [el pneuma el hagion], les ofreció dinero,
diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere
las manos reciba [lambano]el Espíritu Santo [pneuma hagion].
La gente de Samaria a quien Felipe le había predicado el evangelio estaba salva, y sin
embargo ni uno recibió en manifestación el poder desde lo alto, pneuma hagion. Pero
cuando Pedro y Juan les impusieron las manos los samaritanos recibieron en
manifestación.
En la situación en Samaria tenemos evidencia clara y concisa de que aquellos que estaban
salvos necesitaban recibir en evidencia en el mundo de los sentidos el espíritu santo,
pneuma hagion. Había disponible algo más de lo que ellos habían recibido en el momento
de su salvación. Esta bendición espiritual añadida era su derecho legal de acuerdo con el
mandato dado en el día de Pentecostés.*
Hechos 19:1-6:
Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer
las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos,
les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo [pneuma hagion] cuando creísteis? Y ellos le
dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo [pneuma hagion].
Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de
Juan.
*Hechos 2:38,39: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón [remisión] de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la
promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”.
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Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que
creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo [el pneuma
hagion]; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
Pablo contaba con que los creyentes recibieran el espíritu santo en manifestación. Primero
fueron instruidos por Apolos sobre Jesucristo, y cuando creyeron, fueron salvos. Más tarde
Pablo les impuso las manos y recibieron en manifestación pneuma hagion, espíritu santo,
el poder desde lo alto, y hablaron en lenguas y profetizaron.
Es una verdad comúnmente aceptada entre personas que creen en la Biblia que la era de la
Iglesia empezó en Pentecostés. Pedro predicó el primer sermón en los anales de la Iglesia
el día de Pentecostés y a la conclusión del mensaje la gente respondió diciendo: “¿qué
haremos?”
Hechos 2:38:
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis [lambano] el don del Espíritu
Santo [pneuma hagion].
Este procedimiento, dado por Pedro bajo la dirección del Espíritu Santo, es la orden para la
era de la Iglesia del Cuerpo. La explicación es evidente por sí misma si tomamos la Palabra
como está escrita sin sacarla de su contexto.
De acuerdo con Hechos 1:4 y 5, Jesús ordenó a sus apóstoles a recibir el espíritu santo,
pneuma hagion. En Mateo 28:19 y 20, Jesús instruyó a sus discípulos a ir y enseñar “todas
las cosas que os he mandado”. El les ordenó que esperasen hasta que hubieran sido
investidos con el espíritu santo, poder desde lo alto, que vendría en Pentecostés. Después
de esto, después de Pentecostés, debían ir y enseñar a otros. Los creyentes desde ese
momento (Pentecostés) en adelante no han de esperar a que el espíritu santo sea dado, sino
que han de recibir el espíritu santo que fue dado en Pentecostés. Esta promesa es para
todos y a todos los creyentes. Hechos 2.39 dice: “Porque para vosotros es la promesa, y
para vuestros hijos, y para todos lo que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios
llamare”. De nuevo tenemos una orden directa en Efesios 5:18 que amonesta: “No os
embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu
[pneuma]”.
Cuando la Palabra de Dios da una orden directa, nosotros que somos de Cristo debemos
creer y obedecer. Tenemos también la enseñanza clara de Pablo sobre este tema. Pablo dice
por revelación en 1 Corintios 14:5: “Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en
lenguas…” 1 Corintios 14:13 dice: “…el que habla en lengua extraña, pida en oración
[crea] poder interpretarla”. Pablo establece en 1 Corintios 14:37 que si algún hombre se
cree profeta, o espiritual, “reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor”.
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En la Escritura también se dan otras razones por las cuales debemos recibir el espíritu
santo: para tener poder para servicio cristiano, poder para vida cristiana y poder para
testificar eficazmente.
Hay poder potencial en el agua de las Cataratas del Niágara, pero es poder desenfrenado a
menos que el gran dínamo lo convierta en energía utilizable. Si usamos nuestras
habilidades espirituales dadas por Dios, entonces seremos testigos eficaces de Su poder
desde lo alto, al ser Su habilidad liberada por nosotros.
Juan 16:13-15:
Pero cuando venga el Espíritu [el pneuma] de verdad, él os guiará a toda la verdad;
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará
saber las cosas que habrán de venir.
Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará [lambanō] de lo mío, y os
lo hará saber.
El Espíritu Santo dará revelación a aquellos llenos con pneuma hagion, y de ese modo
guiará a toda la verdad, no a la verdad a medias, pues es la verdad total la que libera a los
hombres.
La declaración de Jesús a los apóstoles de que el Espíritu Santo “os hará saber las cosas
que han de venir” ciertamente incluye abrir la Palabra por revelación divina. La
declaración: “El me glorificará”, quiere decir que El nos hará capaces de ver más
claramente a Cristo glorificado; y si renovamos nuestras mentes seremos más como él,
seremos formados a semejanza del salvador como nos revela Gálatas 4:19. 1 Juan también
establece esta verdad.
1 Juan 3:2:
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;
pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos
tal como él es.
Nosotros algún día, en la venida gloriosa del señor, seremos como él. Hasta que ese día
llegue en la plenitud de los tiempos, tenemos el bendito privilegio de recibir pneuma
hagion en manifestación. Este poder desde lo alto está en nosotros con el propósito de que
podamos ser forjados a la semejanza de nuestro bienaventurado señor y salvador y redentor
cada vez más, día tras día.
Romanos 8:11:
Y si el Espíritu [el pneuma] de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en
vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros
cuerpos mortales por su Espíritu [pneuma] que mora en vosotros.
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Aquellos que han recibido el espíritu santo saben que esto es cierto ahora, y que será cierto
a mayor escala en el momento de su venida.
La única forma en que podemos obtener la victoria sobre los deseos carnales del cuerpo y
la carne está expresada en Romanos.
Romanos 8:13:
Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu [pneuma] hacéis
morir las obras de la carne, viviréis.
Después de recibir el espíritu santo tenemos el poder desde lo alto dentro de nosotros para
ayudarnos en nuestra debilidad y en nuestra flaqueza. El espíritu santo nos ayuda en
nuestras oraciones haciéndonos capaces de orar eficazmente y haciendo posible oraciones
respondidas.
Romanos 8:26,27:
Y de igual manera el Espíritu [el pneuma] nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu [el pneuma] mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu [el pneuma],
porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
Con toda esta evidencia obtenida de la Palabra de Dios y con las bendiciones que
acompañan el recibir el poder desde lo alto, ninguna persona salva debería rehusar el
manifestar el mismo espíritu santo que los apóstoles y discípulos recibieron. Conmueve mi
alma el tener esta maravillosa bendición adicional y alabo Su nombre ya que creyendo
extendí la mano y recibí.
CAPÍTULO 2
Miedos comunes que impiden el
recibir el don proveniente del
Espíritu Santo
Sé lo que el miedo puede hacer. Sé cómo Satanás puede esclavizar a un creyente y evitar
que reciba en manifestación el espíritu santo. Conozco los miedos comunes que evitaron
que yo recibiera. Y en mi trato con creyentes he descubierto que la mayoría de ellos tienen
miedos similares a los que yo tenía.
La mayoría de los miedos con respecto a recibir en manifestación el espíritu santo se deben
a enseñanza incorrecta o ignorancia de la Palabra de Dios. Nuestras mentes han sido
saturadas con ideas de lo que otros han dicho y hecho en vez de con lo que la Palabra
enseña. Para muchas personas ha habido una falta de enseñanza. Por lo tanto, ciertos
creyentes no saben que el don, espíritu santo, poder desde lo alto, es una realidad que vive
dentro de la vida de un creyente renacido.
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Solamente cuando hay una enseñanza clara y concisa de la Palabra de Dios se dispersan
rápidamente los miedos porque el conocimiento de la Palabra desarraiga el miedo. Yo
conozco la terrible angustia espiritual y mental que la gente experimenta cuando están
acosados por el miedo. También conozco el gran gozo y la paz refrescante que el creyente
tiene cuando los miedos son removidos por la Palabra directa de Dios. No podemos mirar a
Dios con creencia por alguna cosa mientras estemos acechados por el miedo, porque el
miedo aumenta la incredulidad y la incredulidad derrota las promesas de Dios.
Algunas personas temen que van a pedir algo que no les toca recibir; temen que el espíritu
santo era solamente para los creyentes del primer siglo. Pero Hebreos 13:8 dice:
“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”.
Esta escritura significa lo que dice – que podemos tener todo lo que en cualquier tiempo se
haya prometido o dado y que las manifestaciones y los dones de Dios no están limitados al
siglo primero. Efesios 5:18 amonesta: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay
disolución; antes bien sed llenos del Espíritu [pneuma]”.
Esto es para todos los creyentes porque el libro de Efesios fue escrito a los santos,
creyentes, los fieles en Cristo Jesús. Así pues, Efesios 5:18 es un mandato definitivo de la
Palabra de Dios que nosotros como creyentes debemos ser llenos.
Hechos 2:38 estipula: “…y recibiréis el don del Espíritu Santo [pneuma hagion]”. La
promesa, entonces, es hecha a usted como creyente y a sus hijos como creyentes y a todos
los creyentes hasta la aparición de Jesucristo, el cierre de la Era de la Iglesia.
La gente ha sido asustada de tal manera por las acciones de algunos que decían haber
recibido el espíritu santo, que cristianos sinceros han negado la realidad del recibimiento
del espíritu santo como una experiencia presente. Gente buena, sincera y honesta en ciertos
movimientos religiosos en muchos casos ha hecho extraña la experiencia de Pentecostés.
Yo sabía que hay tal cosa como posesión diabólica y que Satanás hace proezas
sobrenaturales. ¿Cómo podría yo estar seguro de que no estaría recibiendo una experiencia
falsificada al recibir el pneuma hagion? Este era tal vez mi mayor miedo.
Lucas 11:11-13:
¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en
lugar de pescado, le dará una serpiente?
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo [pneuma hagion] a los que se lo
pidan?
Este pasaje presenta claramente que un padre humano no daría algo malo a su hijo.
¿Entonces quién puede creer que nuestro Padre celestial, que ama a Sus hijos más que un
padre terrenal, permitiría que un niño hambriento fuese lleno de algo perjudicial, incorrecto
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o falso, cuando está creyendo con un deseo profundo ser lleno con poder desde lo alto
según la propia Palabra y voluntad de Dios?
Ustedes pueden venir a Dios con creencia y confianza absoluta, sabiendo que de Sus
manos recibirán solamente lo bueno. ¡Qué deshonroso es para Dios cuando como niños
confiamos más en nuestros padres terrenales que en nuestro Padre celestial, pensando que
El pudiera permitir que Sus niños hambrientos reciban una cosa falsa o dañina cuando le
pedimos, y creemos que vamos a recibir, el espíritu santo en manifestación!
Yo también temía que no era lo suficientemente bueno como para recibir poder desde lo
alto. Desde un punto de vista humano yo sabía que no lo era. Por muchos años había
tratado de ser lo suficientemente bueno, pero no lo logré ni fue posible. La creencia
errónea de que el espíritu santo es dado solamente a aquellos que son buenos está
impidiendo que muchas personas logren andar en gran liberación y poder en sus vidas.
Recuerden, Dios da el don porque lo necesitamos, no porque lo merecemos.
El recibir cualquiera de los dones de Dios no es de por sí una prueba de lo bueno que es el
que lo recibe. El pneuma hagion es el don de Dios. Todos los dones de Dios se reciben por
creencia, sin ningún mérito de parte del que recibe. Dios nunca da el espíritu santo como
una recompensa por vivir una vida buena y honesta. El da el pneuma hagion a un creyente
para hacer en el creyente aquello que ningún creyente puede hacer en sí mismo y para sí
mismo.
Romanos 10:10:
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación.
Recuerden que un don es un don. Ustedes pueden dar a su hija un bello traje nuevo, pero
ella puede tomar ese regalo y sentarse en un charco de lodo. Ella tiene libre voluntad para
hacer esto, ¿no es así? Pero le corresponde a su hija respetar el regalo que ustedes le han
dado y tratarlo apropiadamente. Lo mismo pasa con el don del espíritu santo. Le
corresponde al que recibe tener reverencia hacia el don. Somos responsables por la luz
espiritual que tenemos y los dones que poseemos. Un cristiano es conocido en este mundo
de los sentidos por el fruto del espíritu que muestra, no por los dones que ha o no ha
recibido.
18
El miedo de tal vez usar mal el espíritu santo era otra gran barrera en mi búsqueda. Yo
quería estar seguro de que no usaría mal el don cuando y si acaso el poder llegara a vivir en
mí. La salvación es un don para nosotros según nos dice Efesios 2:8. Como creyentes
salvos todos pecarán; aun así, cuando confesamos nuestro pecado a Dios, El nos restablece
en comunión. Nosotros nunca debiéramos querer pecar deliberadamente después de la
salvación, después de recibir el don del espíritu santo, pero si pecamos no estropeamos la
perfección del don. Solamente nos hacemos daño a nosotros mismos y tenemos el perdón
fiel de Dios si confesamos nuestros pecados.
1 Juan 1:9:
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad.
Todos los dones de Dios son medios para un fin y no fines en sí mismos. El fin es que
seamos como Cristo. El don del espíritu santo nos equipa con la habilidad para una vida
mas fructífera para Dios. El poder desde lo alto es nuestro para ayudarnos a crecer más
similares a Cristo.
El don del espíritu santo nunca es dado a base del mérito humano sino a base de gracia
según enseña tan claramente la Biblia. Inmediatamente después de recibir el espíritu santo,
poder desde lo alto, un hombre no tiene más carácter cristiano que el que tenía en el
momento antes de recibir, pero ahora tiene una fuente de ayuda y la habilidad para rendir
fruto espiritual, y esto es de un valor incalculable.
Gálatas 5:22,23:
Mas el fruto del Espíritu [pneuma] es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe,
Los hombres son conocidos por su fruto, y no por los dones que poseen. Los dones no son
prueba de buen carácter. Los dones son recibidos en un momento dado por creencia, pero
el producir fruto es crecimiento en el vivir cristiano disciplinado.
Otro miedo que yo tenía concernía a la habilidad o poder que Cristo dijo que vendría sobre
aquellos que recibieran el espíritu santo. Muchos cristianos llamados “llenos de espíritu”
que yo conocía estaban, por su fruto, indicando vidas sin poder y sin efecto. Yo no podía
entender esto hasta que un día me di cuenta de la diferencia entre un don y su uso. Este
punto puede ser ilustrado efectivamente. Un carpintero de gran habilidad tiene un sitio de
construcción, una serie de planos y todos los materiales necesarios para construir una casa
de acuerdo con los planos, pero no tiene herramienta alguna. En esta situación se le hace
imposible construir la casa. Si se le da un baúl lleno de todas las herramientas que necesita,
él recibe el poder o habilidad para construir la casa. El podría, sin embargo, sentarse
encima del baúl de herramientas y cruzarse de brazos. Está en su propio poder el trabajar o
permanecer ocioso. La posesión de herramientas no constituye una garantía de que él las
usará. Es igual con aquel que ha recibido el don del espíritu santo. Este creyente tiene
19
poder dado divinamente por Dios; pero él, al igual que el carpintero, se puede sentar y
cruzarse de brazos.
Otro miedo que yo tenía era que yo pudiera hacer alguna tontería delante de la gente que
me haría parecer ridículo y la gente diría: “Está Loco”.
De nuevo vino Lucas 11:11-13 a mi atención. Dios nunca hace que alguien haga algo
ridículo o tonto. Todo don de Dios es un don bueno y perfecto. Por lo tanto, nada
imperfecto viene con el don de Dios. Si por sus acciones alguna gente ha demostrado
tonterías, no era de Dios sino de su propio hacer. Por sus propias voluntades ellos hicieron
aquello que era tonto, porque Dios dice claramente en 1 Corintios 14:40: “Pero hágase
todo decentemente y con orden”. 1 Corintios 14:32 dice: “Y los espíritus [pneumata] de
los profetas están sujetos a los profetas”, que también quiere decir que todas las
habilidades espirituales provenientes de Dios están sujetas al hombre que las recibe. El
próximo versículo en 1 Corintios también magnifica esta verdad.
1 Corintios 14:33:
Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los
santos.
El hombre tiene libertad de voluntad, y su uso del don es su responsabilidad. Los dones de
Dios no poseen a la gente, sino que la gente que tiene los dones de Dios son responsables
por la operación de los mismos.
CAPÍTULO 3
¿Quién está capacitado para recibir
el espíritu santo, pneuma hagion?
La mayoría de la gente cree erróneamente que una persona tiene que ser muy buena para
recibir el don del espíritu santo, y que sólo aquellos que han alcanzado un grado avanzado
de bondad espiritual están capacitados. Mucha gente cree que sólo aquellos que están
totalmente consagrados y disciplinados son capaces de recibir. Esto está tan lejos de la
verdad como la declaración: “Ustedes pueden recibir a Jesús como su salvador solamente
después de haber limpiado sus vidas”. El don de salvación es por gracia y por gracia
solamente. Efesios 2:8 dice explícitamente: “Porque por gracia sois salvos por medio de la
fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”.
Los dones de Dios nunca se reciben por las buenas obras del hombre, ni Dios se los
concede al hombre cuando el hombre alcanza una condición espiritual especial. Todos los
dones de Dios le pertenecen al hombre cuando él se los apropia por creencia, que quiere
decir que el creyente actúa conforme a la Palabra.
El poder desde lo alto fue dado de una vez y para siempre en Pentecostés. Este poder ha
estado aquí desde entonces y está inmediatamente disponible a cualquiera que crea para
recibir. Dios hizo todo lo que pudo el día de Pentecostés; ahora si el hombre hace todo lo
20
que puede, él puede recibir inmediatamente todo lo que Dios dio. Todos los dones de Dios
están inmediatamente disponibles a todo creyente. Hoy es meramente una cuestión de si un
hombre quiere o no recibir lo que Dios ya ha dado y hecho disponible.
Hay tres cosas que debemos saber para manifestar la vida más abundante: debemos saber
qué está disponible; debemos saber cómo recibir cosas espirituales; debemos saber qué
hacer con el don de Dios después de que lo hemos recibido.
Es falta de creencia de parte del hombre pedirle a Dios que mande algo que El ya ha dado.
Repitiendo: el don de Dios, el don de espíritu santo, está disponible inmediatamente a
cualquiera que se apropie del don por creencia. El poder desde lo alto puede ser recibido y
manifestado por cualquiera que sepa lo que la Palabra enseña.
El recibir el don de Dios conocido como el espíritu santo es a base de gracia y creencia.
Los grados de alcance espiritual, consagración y bondad personal no tienen nada que ver
con recibir el poder desde lo alto.
Dios hizo una promesa incondicional cuando Jesucristo dijo: “Os enviaré otro
Consolador”. El no prometió que el don del espíritu santo sería dado después de que los
apóstoles llegaran a cierta etapa de desarrollo espiritual. El señor sabía que ellos
necesitaban este poder espiritual adicional para ser victoriosos y para estar fuertes
espiritualmente.
Hechos 2:38:
…Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del [proveniente del] Espíritu Santo.
Nótese la palabra “don”. Un don nunca se gana, los salarios sí. La única justicia que nos
capacita para recibir dones de Dios es la justicia de Cristo, que está acreditada a nuestra
cuenta espiritual por nuestra creencia en el sacrificio que Cristo llevó a cabo en la cruz.
La mayoría de la gente que desea recibir el don del espíritu santo pero que no lo ha
recibido, está totalmente convencida de que es su propia culpa – que debe haber un pecado
secreto o una falta de espiritualidad que no les permite recibir. Es absolutamente imposible
recibir cualquier cosa de Dios mientras ustedes tengan la idea de que no son lo
suficientemente buenos como para recibir. Es como el hombre que cree que no puede ser
salvo si peca. Si el hombre se concentra en esa idea, no creerá ni será salvo; pero en el
momento en que se le demuestra lo que Dios piensa y lo que su Palabra enseña, él puede
apropiarse rápidamente del don de salvación por creencia.
De acuerdo con la Biblia, los apóstoles no estaban instruidos a agonizar en oración por diez
días para convertirse en lo suficientemente buenos como para que el espíritu santo les fuera
dado. Ellos estaban simplemente instruidos a esperar. ¿Esperar qué? La plenitud de los
tiempos para que el don fuera dado.
Diez días antes del nacimiento de Jesucristo, aquellos que oraban por su venida tuvieron
que esperar hasta que el tiempo se cumpliera. Los apóstoles en Pentecostés también
tuvieron que esperar el momento indicado. Pero desde el día de Pentecostés no hay espera
necesaria. La espera por el poder desde lo alto se acabó. Está aquí. No necesitamos esperar
por ningún don que Dios ha dado. El dio el don de espíritu santo en Pentecostés, y el poder
desde lo alto ha estado aquí desde entonces.
Por seis años yo oré, pedí, supliqué y rogué a Dios por el poder espiritual. Viajé
literalmente miles de millas solamente preguntando a gente sobre el espíritu santo y el
don. Siempre regresaba herido y sangrando espiritualmente porque aquellos cristianos que
habían recibido estaban en tan gran confusión que no tenían la habilidad para comunicarme
a mí la bendición de recibir. Ellos eran lo suficientemente sinceros, pero todo lo que
podían comunicar era experiencia, y las experiencias casi siempre son insuficientes para
guiar a otros a recibir. Eran incapaces de guiarme a un entendimiento de la Palabra de Dios
de manera que yo también pudiera recibir. Casi me di por vencido en mi desesperación.
Pero en el momento en que me di cuenta que el recibir el espíritu santo no dependía de las
buenas obras, ni de agonizar en oración, ni del mérito personal, sino de la creencia, en ese
momento recibí en manifestación la plenitud del poder desde lo alto.
El don del espíritu santo es dado para que a través del poder de Dios y de Su ayuda
espiritual podamos crecer para ser más como Cristo. La verdad es que el hombre no tiene
más carácter ni más bondad ética inmediatamente después que ha recibido el espíritu santo
de lo que tenía antes, pero ahora tiene una fuente de ayuda y poder. El ha hecho contacto y
ha recibido la gran fuerza espiritual que lo hace capaz de construir un carácter cristiano y
de formar una vida más semejante a la de Cristo.
Esta es la era de la Iglesia del Cuerpo bajo la dirección del Espíritu Santo, la Iglesia ha
perdido su primer amor, su poder, su testimonio, porque Satanás ha confundido la mente
del hombre al extremo que la experiencia de Pentecostés ha estado casi totalmente
desconocida en la Iglesia y en las vidas de los cristianos. Esto se debe primordialmente a
una falta de conocimiento de la Palabra de Dios. Los apóstoles y discípulos eran los
mismos seres humanos antes y después de Pentecostés, pero algo pasó que los cambió de
hombres derrotados, llenos de miedo, dudosos y vacilantes, a apóstoles y discípulos
valerosos, firmes e intrépidos. Ese algo fue el recibir el espíritu santo.
¿Quién cumple con los requisitos para recibir el espíritu santo? Un creyente, uno que ha
recibido a Jesús como señor y que cree en su corazón que Dios levantó a Jesús de los
muertos.
22
CAPÍTULO 4
¿Qué es hablar en lenguas?
Hablar en una lengua es la manifestación externa del creyente en el mundo de los sentidos
de la presencia y realidad interna del poder del espíritu santo. Hablar en lenguas es un
recuerdo constante aun en las horas de dolor, tentación y problema, de que Cristo por
medio del poder de Dios está en ustedes. Por lo tanto, ustedes tienen la victoria sobre el
enemigo en toda situación porque como 1 Juan 4:4 dice: “...mayor es el que está en
vosotros, que el que está en el mundo”.
Ha habido tan poca enseñanza bíblica clara acerca de la maravillosa bendición del espíritu
santo, que la mayoría de la gente no tiene idea del gran valor de su manifestación. Voy a
compartir enseñanzas bíblicas con ustedes que dispersarán todos sus temores y, por medio
de la ayuda de Dios, voy a indicarles qué ocurre en realidad cuando una persona habla en
lenguas.
¿Deberían todos los creyentes renacidos hablar en lenguas? En Marcos 16:17 Jesús dijo
que en su nombre los creyentes “…hablarán nuevas lenguas”. Noten también que en la
Biblia no dice: “hablarán en lenguas hasta la muerte de los apóstoles y discípulos
originales”.
En 1 Corintios 14:5 Pablo por revelación dijo: “Así que, quisiera que todos vosotros
hablaseis en lenguas”. Recuerden que la epístola a los corintios fue escrita a la Iglesia. 1
Corintios 1:2 estipula: “a la iglesia de Dios”. Así pues, fue escrita a ustedes y a mí, que
somos creyentes, que pertenecemos a la Iglesia del Cuerpo. En 1 Corintios 14:18 y 37
Pablo dice: “Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros”, y “Si
alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del
Señor”.
En todos los casos en el libro de Hechos donde el espíritu santo fue recibido y la
manifestación externa inicial es mencionada, ésta fue siempre hablar en lenguas.
Hechos 2:4:
…y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu [el pneuma] les daba que
hablasen.
Hechos 10:46:
Porque los oían que hablaban en lenguas…
Hechos 19:6
…y hablaban en lenguas…
¿De qué sirve hablar en lenguas? De edificación para ustedes. Los hará fuertes. ¿En qué
parte son edificados? No en su mente porque la mente no entiende.
23
1 Corintios 14:4:
El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica…
Al igual que comemos comida física para fortalecer el cuerpo físico, debemos tener comida
espiritual para fortalecer el espíritu. Sus facultades mentales no se fortalecen a través del
ejercicio de hablar en lenguas, pero sus facultades espirituales se refuerzan en gran manera.
Las cosas del mundo de los sentidos no pueden alimentar al espíritu. Esta es una ley de
Dios.
Juan 3:6:
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
Esta ley funciona con exactitud matemática y precisión científica. Cualquier cosa que se
obtiene a través de los cinco sentidos – vista, oído, olfato, gusto, tacto – está en el mundo
de los sentidos y se relaciona con la carne. La Biblia está en el mundo de los sentidos, y
como tal la ley de Dios requiere que la Biblia alimente la mente que está incluida en la
palabra bíblica “carne”. Así que si la Biblia está en la categoría del mundo de los sentidos
y por consiguiente alimenta sólo a la mente, ¿qué alimentará al espíritu? La única
manifestación que Dios ha dado para edificar el espíritu es hablar en lenguas.
1 Corintios 14:2:
Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios…
Noten que ustedes no le están hablando a los hombres cuando hablan en lenguas, sino que
le están hablando a Dios. Además, están hablando misterios.
1 Corintios 14:2:
…aunque por el Espíritu habla misterios.
Esta palabra “misterios” puede ser traducida “secretos divinos”. Imagínense a cualquier
creyente rehusando algo por medio de lo cual él, por el espíritu, puede hablar secretos
divinos con Dios. Aquellos que conocen la enseñanza bíblica y hablan mucho en lenguas
24
en sus vidas privadas son en gran manera edificados y fortalecidos en el espíritu con
denuedo poderoso. Ellos llegan a ser agudos y perceptivos espiritualmente.
Cuando ustedes oran en el espíritu, que es orar en lenguas, pueden estar seguros de que no
hay egoísmo en su oración, pues su entendimiento no entra en juego; este tipo de oración
es una comunicación espiritual directa con el Padre. Cuando oramos con nuestro
entendimiento el egoísmo puede entrar y entonces oramos erróneamente, pero nunca
oramos impropiamente cuando oramos por o a través del espíritu.
1 Corintios 14:14,15:
Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda
sin fruto.
¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré
con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
Me he despertado muchas veces durante la noche sintiendo una urgente obligación de orar;
pero como no sabía por mis sentidos por qué o acerca de qué orar, sólo oraba lo mejor que
podía. Del mismo modo hay personas o situaciones en el mundo por las cuales Dios
quisiera que los creyentes oraran; pero si no oramos en lenguas, la oración no se ofrece, la
urgencia que sentimos no cesa, y la obligación no se satisface. Desde que recibí en
manifestación el espíritu santo y oro en lenguas en mi vida privada he aprendido que
cuando estos deseos de orar vienen y le oro al Padre en lenguas según el Espíritu me da
que hable, la urgencia de orar pronto cesa porque Dios está oyendo y contestando mi
oración. Esto ha sido demostrado numerosas veces con gente muy enferma, con gente en
problemas o en grandes peligros. Yo creo firmemente que Dios quiere que oremos por
muchas cosas que la mente humana pasa por alto. Puesto que el Espíritu Santo dirige lo
que se ora en lenguas, podemos orar por el cumplimiento de necesidades específicas
desconocidas a nuestra mente.
Otra maravillosa ventaja de hablar en lenguas es que nos ayuda a sobreponernos a nuestras
debilidades. ¿Qué creyente de entre nosotros no tiene una debilidad que sobreponer o una
flaqueza en la cual necesita ayuda?
Romanos 8: 26,27:
Y de igual manera el Espíritu [el pneuma] nos ayuda en nuestra debilidad;* pues qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu [el pneuma] mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
¿Por qué hablar en lenguas si el que habla no puede entender lo que está hablando? ¿No es
eso tonto? Nada es tonto si es ordenado por Dios y es llevado a cabo de acuerdo al plan y
orden de Dios.
*La debilidad es que de acuerdo a los sentidos “qué hemos de pedir como conviene no lo sabemos”.
25
Ustedes no creen que es tonto respirar aun cuando no pueden ver el aire; ni creen que es
tonto conectar el interruptor eléctrico simplemente porque no ven la electricidad. Cuando
hablen en lenguas, una vez que hayan recibido el poder desde lo alto en manifestación, no
seguirán pensando que es jerigonza o tontería. Entonces, y no antes, se darán cuenta de la
luz y la vida que esto les trae.
Ahora quiero aclararles la segunda porción más mal interpretada de la Biblia relacionada
con todo el asunto de hablar en lenguas.
Nadie habla en lenguas hasta después de nacer de nuevo y que el espíritu santo esté dentro
de él permanentemente. Los demonios no pueden hablar en lenguas. Así que, cuando uno
habla en lenguas, uno nunca puede hablar cosas diabólicas o malas.* Los demonios pueden
poseer a la gente para que profeticen, pero los demonios nunca hablan en lenguas.**
Aquellos que enseñan que los demonios pueden inspirar a uno a hablar en lenguas han sido
descarriados. Todo versículo en la Biblia que trata sobre el hablar en lenguas dice que los
que hablaban glorificaban a Dios. He incluido este párrafo aquí porque creo firmemente
que debemos basar todas las enseñanzas en la Biblia y no en lo que digan los hombres.
Hablar en lenguas, como dije en el primer párrafo de este capítulo, es la manifestación
externa de la presencia y realidad interna del don del espíritu santo que proviene del
Donador que es el Espíritu Santo.
Los dones de Dios a través de la Biblia son recibidos por creencia, y todos son operados
por la acción directa de la voluntad humana. El Espíritu no es el que habla. Nosotros
hablamos, pero lo que hablamos es lo que el Espíritu Santo escoge.
Si nosotros somos los que hablamos podemos parar a voluntad y empezar a voluntad.
Tenemos control completo sobre el hablar en lenguas en todo momento al igual que
tenemos control sobre hablar con nuestro entendimiento. Cuando hablamos en lenguas, sin
embargo, no tenemos dominio alguno sobre el idioma que estamos hablando.
Hechos 2:4:
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo [pneuma hagion], y [ellos, no el espíritu]
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu [el pneuma] les daba que
hablasen.
Todos fueron llenos y comenzaron a hablar. ¿Quiénes empezaron a hablar? Ellos. ¿Fue el
Espíritu Santo el que hablo? ¡No! Los que fueron llenos lo hicieron. Si ellos hablaron,
entonces ellos controlaron el hablar; pero lo que hablaron fue “según el Espíritu les daba
26
que hablasen”. El Espíritu Santo nunca hace la acción de hablar. La Biblia claramente
enseña que el hombre habla por su propia voluntad, pero lo que se habla es dirigido
sobrenaturalmente.
El hablar en lenguas por parte de un creyente nacido de nuevo está absolutamente basado
en un acto de la voluntad humana. No hay nada sobrenatural acerca del hecho de que el
hombre pueda hablar en lenguas. La voluntad del hombre está siempre en control, pero lo
que hay de sobrenatural en toda operación es lo que él habla y no el hecho de que hable.
El Espíritu Santo nunca posee al hombre o lo obliga a hablar contra su voluntad. No hay ni
un versículo en la Biblia que enseñe que Dios toma posesión de la voluntad del hombre. El
hombre puede decir que Dios posee pero eso no lo hace cierto.
Si el hombre no tuviera control sobre el hablar en lenguas, entonces Dios habría violado
una de Sus propias leyes – el libre albedrío del hombre – lo cual Dios no puede hacer ni
hará. Además, sería tonto que la Biblia tuviera enseñanzas tan claras acerca de cuándo
hablar y cuando no hablar en lenguas si los creyentes fueran incapaces de llevar a cabo las
instrucciones expuestas.
1 Corintios 14:14,15:
Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu [pneuma] ora, pero mi
entendimiento queda sin fruto.
¿Qué, pues? Oraré con el espíritu [pneuma], pero oraré también con el entendimiento;
cantaré con el espíritu [el pneuma], pero cantaré también con el entendimiento.
No dejen nunca que nadie les vuelva a decir que el Espíritu Santo es el que habla u ora. La
Biblia enseña claramente que nosotros por nuestra voluntad hablamos en lenguas. Esto
echa por tierra las ideas y pensamientos negativos y la enseñanza errónea de que no
tenemos control sobre el hablar en lenguas. Siempre tenemos perfecto control de todo don
espiritual de Dios. Cada habilidad espiritual, don del verdadero Dios, es operada por
nuestra decisión. Si alguna vez pareciera que una manifestación espiritual está fuera de
control, en realidad no sería la manifestación lo que está fuera de control, sino el hombre
que opera la manifestación es quien está fuera de orden. Cuando esto ocurre no es una
gloria para Dios ni es edificante a los de la casa de la fe, sino que es un abuso de algo que
estaba destinado para el bien.
Todos los dones son recibidos por creencia. Ya que es imposible hablar dos idiomas al
mismo tiempo, la actitud de creer, en el recibir en manifestación el espíritu santo, es que el
creyente recibirá, lambanō, manifestará el poder desde lo alto y en ese mismo momento
27
contará con un movimiento sobrenatural de la habilidad espiritual dentro de él. Jesús habló
de esta experiencia del espíritu.
Juan 7: 38,39:
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Esto dijo del Espíritu [el pneuma] que habían de recibir los que creyesen en él; pues
aún no había venido el Espíritu Santo [pneuma hagion], porque Jesús no había sido
aún glorificado.
El próximo paso en creencia del hombre es levantar su voz y hablar con denuedo. El
espíritu no tiene órganos del habla. Por lo tanto, debemos mover nuestros labios y hacer los
sonidos y hablar las palabras, pero los sonidos y las palabras que hablamos son asunto de
Dios. Nosotros, por nuestra voluntad, hablamos. Esta es nuestra creencia, nuestra acción.
La acción de hablar es asunto nuestro, pero lo que hablamos es la parte de Dios en la
manifestación.
1. Habilidad lingüística. Es una expresión inspirada de un idioma que puede ser o no ser
entendido por gente en algún sitio del mundo. (1Corintios13:1)
Hablar en lenguas es la habilidad espiritual dada por Dios de hablar en otras lenguas a
voluntad según el Espíritu da que hablen. Podemos empezar en cualquier momento;
podemos parar en cualquier momento. Por nuestra voluntad tenemos siempre control
perfecto y absoluto del hablar en lenguas.
1. Nuestra vida de oración privada, primero y sobre todo. Cuando es usado en la Iglesia, el
hablar en lenguas tiene que ser acompañado por interpretación. (1 Corintios 14: 4,5)
5. Mantenernos alertas de que somos hijos de Dios y coherederos con Cristo. (Romanos
8:16,17)
8. Hacer intercesión con Dios por nosotros como creyentes individuales. (Romanos
8:26,27)
9. Hacer intercesión con Dios por los santos, los otros creyentes, la Iglesia. (Romanos
8:27)
CAPITULO 5
Cómo recibir el espíritu santo,
pneuma hagion
Antes de que podamos recibir cualquier cosa de Dios primero debemos estar seguros de
que es la voluntad de Dios que lo tengamos. Si no estamos seguros de que Dios quiere que
tengamos el espíritu santo, no podemos recibir, pues entonces no estamos seguros de que el
poder está disponible. Así pues, debemos conocer la Palabra de Dios antes de poder hacer
la voluntad de Dios.
Si ustedes tiene una profunda hambre espiritual para recibir en manifestación el poder
desde lo alto y para tener la habilidad sobre la cual ustedes leen en el Libro de Hechos y a
través de todo el Nuevo Testamento, ustedes pueden recibir el poder mientras leen este
capítulo. Es posible recibir el espíritu santo en cualquier momento después de saber lo que
Dios ha hecho disponible y saber cómo recibirlo. El don de espíritu santo ha sido dado de
una vez y para siempre, y no necesitan esperar para recibirlo. Sólo creer.
Notemos la orden general dada a la Era de la Iglesia para recibir este poder desde lo alto,
según está expuesto en la Palabra de Dios por Pedro en su gran sermón, poco después de
que el espíritu santo fue dado en Pentecostés.
Hechos 2:38:
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón [remisión] de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo [el pneuma hagion].
La frase particularmente importante para nosotros es: “recibiréis el don del Espíritu santo”.
Un don es algo que no se puede ganar ni por el cual se puede trabajar, porque en el
29
momento en que empezamos a trabajar para lograrlo deja de ser un don y se convierte en
salario o recompensa por la labor. Si obtenemos cualquier cosa porque hemos hecho algo
bueno o virtuoso, entonces es una recompensa al mérito. El dar poder desde lo alto fue otra
demostración de la gracia de Dios y no una recompensa por los logros. El da
gratuitamente, no porque lo merecemos, sino por Su bondad amorosa y nuestra gran
necesidad. No somos más merecedores de recibir el espíritu santo de lo que lo somos de
recibir cualquier otro de los dones de Dios. Todos son dones por gracia dados a personas
necesitadas por un Dios que ama.
Lucas 11:13:
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo [pneuma hagion] a los que se lo
pidan?
En la Palabra, el recibir el espíritu santo está en la categoría de dádivas. Aquí Lucas dice
que vuestro Padre dará. Esto fue hablado antes de Pentecostés. Después de Pentecostés la
idea de dar el espíritu santo nunca se menciona. Dios, el Espíritu Santo, dio el don,
pneuma hagion, espíritu santo, de una vez y para siempre en Pentecostés. De ahí en
adelante ha sido un asunto de que el hombre reciba por creencia.
¿Quieren ustedes recibir? Ya no es una cuestión de que Dios haga su parte; Él la ha hecho.
Ahora es cuestión de que ustedes hagan su parte para recibir.
La palabra “recibir” se aplica a la acción de parte del que desea obtener algo. Ya que
hablar en una lengua desconocida es la manifestación externa inicial de la realidad interna
y presencia del espíritu santo, debemos contar con hablar otra lengua inmediatamente
después de recibir el espíritu santo. Como no podemos hablar dos idiomas al mismo
tiempo, debemos poner a un lado todo pensamiento de hablar palabras en un idioma que
conocemos y operamos por nuestro entendimiento. Hablamos un idioma inspirado por
creencia.
1 Samuel 16:7:
Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura,
porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre
mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
Recuerden que el Espíritu Santo es Dios, y que El ha hecho posible que Su don, espíritu
santo, habite en nosotros. Dios mandó el espíritu santo como un don de amor y gracia para
Su gente no porque seamos dignos de él o lo merezcamos, sino porque tenemos hambre y
necesitamos habilidades espirituales desesperadamente para pelear una buena batalla y
correr la carrera de la vida con poder, es decir, con Su habilidad.
30
Gálatas 3:5:
Aquel, pues, que os suministra el Espíritu [el pneuma], y hace maravillas entre
vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?
Quiero que noten particularmente las palabras “os suministra”. Cuando yo enseño a una
concurrencia, yo les “suministro” la Palabra, yo les doy la Palabra.
Hechos 8:18:
Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el
Espíritu Santo [pneuma hagion], les ofreció dinero.
Algunas personas me han dicho: “Sí, yo sé que los apóstoles podían ministrar y
ministraron el espíritu santo, pero, ¿quién es usted?” Entonces les recuerdo que yo, como
creyente nacido de nuevo lleno del poder de Dios, soy un administrador de la multiforme
gracia de Dios, y ministro con la habilidad que Dios me ha dado* Ananías, quien ministró
el espíritu santo a Saulo de Tarso, era también sólo un creyente.
Sé que el espíritu santo puede ser recibido en manifestación sin la presencia de ninguna
otra persona o sin la imposición de manos, pero nunca sin creencia.
1. Pónganse tranquilos y quietos. “Estad quietos y conoced que yo soy Dios”. Los mayores
cargamentos de la vida vienen sobre aguas tranquilas.
2. No le supliquen a Dios por el espíritu santo. Está aquí. El poder ha estado aquí desde
Pentecostés. No hay espera necesaria.
Por creencia, ustedes pueden aspirar el espíritu. Abrir sus bocas y aspirar profundamente es
un acto de creencia que Dios honra.
*1Pedro 4:10,11: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si
alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por
Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”.
31
Salmos 81:10:
…Abre tu boca, y yo la llenaré.
Salmos 119:131:
Mi boca abrí y suspiré, Porque deseaba tus mandamientos.
El texto griego de Hechos 2:2, “como de un viento recio”, debería ser traducido “como de
un fuerte respirar”. Relajación y aspiración son claves vitales para recibir el espíritu santo
en manifestación. Jesús nos dice específicamente en Juan 7 que bebamos el espíritu santo.
Juan 7:37-39:
…Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Esto dijo del Espíritu [pneuma] que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún
no había venido el Espíritu Santo [pneuma], porque Jesús no había sido glorificado.
En Job 29:23 leemos: “Y abrían su boca como a la lluvia tardía”. Debemos abrir nuestras
bocas para beber. Este es un paso útil hacia el recibir en manifestación el poder espiritual
desde lo alto. Si usted hace esto, usted realizará la manifestación.
En el Evangelio de Juan, Jesús dio instrucciones de último momento a sus apóstoles antes
de su ascensión.
Juan 20:22:
Y habiendo dicho esto, sopló [en, adentro; sopló hacia adentro, aspiró], y les dijo:
Recibid [lambanō] el Espíritu Santo [pneuma hagion].
Ya que el espíritu santo, el poder desde lo alto, no fue dado hasta Pentecostés, ellos no
podían haberlo recibido en ese momento. Por lo tanto “recibid” significaba más tarde, en el
día de Pentecostés.
4. Finalmente, oren esta oración: “Padre, yo recibo ahora el espíritu santo, el poder desde
lo alto, que Tú hiciste disponible por medio de Jesucristo”.
Habiendo llevado a cabo estos cuatro sencillos pasos para recibir el poder del espíritu
santo, ustedes deben ahora por su propia voluntad, mover sus labios, su lengua, su
garganta; ustedes deben hacer sonidos, formar palabras. Pero las palabras que ustedes
hablen serán según “el Espíritu les da que hablen”. Lo que ustedes hablen es asunto de
Dios; pero que hablen es asunto de ustedes.
32
SEGUNDA SECCION
El Libro de Hechos tiene cinco relatos que cuentan la recepción del don proveniente del
Espíritu Santo ya sea por individuos o por grupos. Estos cinco relatos muestran etapas
progresivas en la recepción del espíritu santo y contienen toda la información necesaria
para que uno reciba el don proveniente del Espíritu Santo. Estudiaremos cada uno de estos
relatos detalladamente.
CAPÍTULO 6
Un estudio de Hechos 1 Y 2
Antes de estudiar el relato en Hechos 2, que es el derramamiento original del don del
Espíritu Santo, debemos procurar entender tres cosas, a saber: qué fue lo que vino en el día
de Pentecostés, dónde ocurrió y quién estaba presente para recibir.
Primero nos dedicaremos a la tarea de descubrir exactamente qué fue lo que vino en el día
de Pentecostés.
Hechos 1:4:
Y estando juntos, [Jesús] les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen
la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
Ustedes y yo, mirando hacia atrás, sabemos que Pentecostés fue diez días después de la
ascensión, pero los apóstoles mirando hacia delante, no sabían exactamente cuándo esta
promesa del Padre iba a ser cumplida. Por lo tanto, ellos fueron instruidos a esperar o
quedarse.
¿Qué debían esperar? La Palabra de Dios decía que “esperasen la promesa del Padre, la
cual…oísteis de mí”.
Hechos 1:5:
Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con [la
palabra griega es en, el equivalente de “en”] el Espíritu Santo [pneuma hagion] dentro de
no muchos días.
Así pues, lo que sea ser bautizados en pneuma hagion, espíritu santo, es igual a la promesa
del Padre. O, viceversa, “la promesa del Padre” en el versículo 4 es igual a ser “bautizado
en pneuma hagion”.
33
La razón por la cual Jesús ordenó a los apóstoles a esperar fue porque el don no había sido
dado. Si ustedes recibieran instrucciones de que el próximo martes van a recibir un regalo
de un amigo muy querido, entonces sería necesario para ustedes esperar hasta el próximo
martes porque el regalo no estaría disponible hasta entonces. Así fue con el recibimiento
del espíritu santo.
Sabemos por medio de la Palabra de Dios que una vez que el don fue dado en el día de
Pentecostés, que fue diez días después de la ascensión, no hay instrucciones para ninguna
persona de que espere para recibir el don. La enseñanza de que nosotros, en este día y en
esta era, debemos esperar para recibir cualquiera de los dones de Dios, es contraria a la
Palabra de Dios. Por ejemplo, la salvación es un don y está disponible inmediatamente. No
necesitamos esperar para ser salvos porque la salvación es una realidad obtenible en el
presente.
El Evangelio de Lucas, que fue escrito por la misma persona que escribió el Libro de
Hechos, dice en el capítulo 24, versículo 49: “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre
sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos
de poder desde lo alto”. En Hechos, los apóstoles fueron instruidos a no irse de Jerusalén
sino a “esperar la promesa del Padre, la cual…oísteis de mí”. En el versículo 5 de Hechos
1, Jesús dijo: “vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días”.
En estos versículos de la Escritura está claro que “la promesa del Padre” y el poder con el
cual ellos iban a ser “investidos…desde lo alto”, se referían a la misma cosa: el bautismo
con pneuma hagion, espíritu santo.
El axioma matemático: “cosas iguales a una misma son iguales entre sí” se puede aplicar
aquí:
es igual a
es igual a
Tres versículos eliminan todas las conjeturas acerca de lo que vino en el día de
Pentecostés. No podía ser el Espíritu Santo porque el Espíritu Santo es Dios. El ha sido
desde el principio y El es el Donador; El da lo que El es. Dios es pneuma, Espíritu; Dios es
hagion; Santo. Por lo tanto, dando lo que El es, Su don el día de Pentecostés fue pneuma
hagion que está explicado en Lucas 24:49, ser “investidos con poder desde lo alto”. Esto es
34
vitalmente informativo e instructivo. Nos dice exactamente lo que es ser bautizados con
espíritu santo. Es ser vestidos, no externamente sino internamente, con dunamis, poder
inherente. Este poder es Su poder, que es espíritu. La Palabra nos dice de dónde vino: de
“lo alto”, eso es, de Dios. Así pues, estos tres versículos, dos de Hechos y uno de Lucas,
reúnen la gran exactitud de la Palabra de Dios acerca de exactamente qué fue recibido en
Pentecostés, lo cual está descrito en el segundo capítulo de Hechos. No hay lugar para
interpretación privada en cuanto a lo que fue dado. Estos versículos de la Escritura revelan
todo lo que puede ser sabido.
Continuando la lectura en Lucas 24, vemos que Jesús guió a los apóstoles a Betania.
Lucas 24:50-52:
…y alzando sus manos, los bendijo.
Hechos 1:8:
Pero recibiréis [lambanō, recibir en manifestación] poder [dunamis, poder inherente],
cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo [el hagion pneuma], y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Jesús instruyó a los apóstoles que esperasen hasta ser investidos con poder desde lo alto, y
entonces ellos mostrarían este poder (lambanō). Nadie puede mostrar poder espiritual en el
mundo de los sentidos hasta que lo haya recibido espiritualmente. En otras palabras, una
persona debe ser salva, renacida del Espíritu de Dios, llena con el poder proveniente del
Espíritu Santo, antes de que pueda manifestar la evidencia del espíritu santo en el mundo
de los sentidos. Jesús dijo que después de que, o cuando, ellos recibieran este poder desde
lo alto, entonces le serían testigos.
Esta es una gran verdad. Los apóstoles no habían de ser abogados defensores. Ellos habían
de ser testigos.*
Cuando ustedes tienen la verdad, no necesitan defenderla, todo lo que necesitan hacer es
atestiguarla. No hay nada por lo cual disculparse ni hay que adulterar la verdad. Cuando no
se tiene la verdad es cuando hay que discutir y esforzarse por defender lo que se tiene.
*Fueron sus testigos por su hablar en lenguas. Hechos 2:4: “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”.
35
Aquellos que han nacido de nuevo del Espíritu de Dios y están llenos del poder del espíritu
santo deben ser testigos. Esta es la instrucción que el señor les dio a sus apóstoles poco
antes de ser recibido en el cielo. Ellos le debían ser testigos en Jerusalén, en Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra y por supuesto que lo último de la tierra incluye los
lugares donde vivimos hoy ustedes y yo.
Hechos 1:9-13:
Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le
ocultó de sus ojos.
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se
pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,
los cuales también les dijeron: Varones galileos [Noten muy cuidadosamente “varones
galileos”. De los doce apóstoles sólo Judas era de Judea, todos los demás eran de
Galilea.*], ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de
vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
Entonces volvieron [los varones galileos, los once apóstoles] a Jerusalén desde el monte
que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.
Estos son versículos de gran importancia. Nos informan que el aposento alto era un lugar
donde los apóstoles moraban. En otras palabras, éste era un lugar donde se hospedaban,
donde dormían. En la tierra oriental de la historia bíblica, ninguna mujer era jamás
permitida en los dormitorios de los hombres; ni se permitía un hombre en los dormitorios
de una mujer. Aun la limpieza del aposento alto estaba a cargo de un sirviente varón. La
Biblia dice específicamente que el aposento alto era el lugar donde los apóstoles moraban.
Es donde dormían. Es donde se quedaban a pasar la noche.
Quiero que recuerden que no es el día de Pentecostés acerca del cual la Palabra de Dios
está hablando en Hechos 1:13. Está hablando acerca del día de la ascensión. En ese día los
apóstoles regresaron al aposento alto donde vivían, y ahí se hospedaron mientras esperaban
“la promesa del Padre”, que es igual a ser “bautizados con pneuma hagion”, que es
equivalente a ser “investidos con poder desde lo alto”. Esto iba a suceder “dentro de no
muchos días”. Durante aquellos días, los días de espera, los apóstoles usaron el aposento
alto como su vivienda.
*Victor Paul Wierwille. La Biblia me lo dice. Volumen I. estudios sobre la vida abundante (American
Christian Press. New Knoxville, Ohio, EE.UU., 1979). Capítulo 16 “Cuándo Judas se ahorcó”.
36
Hechos 1:14:
Todos éstos [todos los once] perseveraban unánimes [con unidad de propósito] en
oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
Pasando a Lucas 24:53, tenemos evidencia de la localidad del derramamiento del don.
Aquí dice con respecto a los apóstoles que ellos “estaban siempre en el templo, alabando y
bendiciendo a Dios”. ¿Cómo podrían estar siempre en el templo y aun así estar en el
aposento alto? Algunas personas han dicho que esto es una contradicción, pero no lo es.
Esto quiere decir que estaban en el Templo cuando se suponía que estuvieran allí. ¿Cuándo
se suponía que estuvieran allí? En las horas de oración. ¿Cuáles son las horas de oración?
Estas las conocemos de los pasajes en el Antiguo Testamento al igual que las costumbres
modernas de los judíos y también de los mahometanos. Hay cinco horas de oración a las
cuales se refiere la Biblia, que corresponden aproximadamente a nuestras 6 a.m., 9 a.m., 12
del mediodía, 3 p.m., y 6 p.m.
El relato completo del derramamiento del don proveniente del Espíritu Santo en el día de
Pentecostés está escrito en Hechos 2: 1-13. Los versículos 14-47 del mismo capítulo
asientan lo que Pedro dijo a la multitud reunida a modo de explicación de lo que había
pasado. El principio del discurso de Pedro, como aparece en el versículo 15, establece la
hora exacta marcando el punto culminante del derramamiento: “Porque éstos no están
ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día”. La hora tercera del
día era una hora de oración, correspondiente a nuestras 9 a.m.
¿Dónde fue vertido el don del Espíritu Santo? No en el aposento alto, porque el aposento
alto era la vivienda de los apóstoles, sino en el Templo, la casa de Dios, el lugar donde
ellos estaban “siempre” en las horas de oración. Esta documentación de “la hora tercera del
día” nos da la hora exacta, al igual que el lugar, donde el don proveniente del Espíritu
Santo fue recibido. Ninguna interpretación privada puede cambiar la verdad según está
asentada claramente en la Escritura.
La razón por la cual todos hemos creído que Pentecostés sucedió en el aposento alto es que
hemos sido enseñados erróneamente. Yo creo que fuimos enseñados esto a causa de las
palabras “la casa” usadas en Hechos 2:2. Lean este pasaje cuidadosamente y noten que no
dice que llenó todo el aposento alto donde estaban sentados. Específicamente dice que
“llenó toda la casa donde estaban sentados”. Jesucristo mismo habló del Templo como “la
casa”, “Su casa”; en Lucas 19:46, él dijo: “Mi casa es casa de oración…” Esta última
declaración es un eco de lo escrito por el profeta Isaías en donde el Señor llamó Su casa
una casa de oración.
37
Isaías 56:7:
Yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos
y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de
oración para todos los pueblos.
Dios había prometido a través de los años que El se encontraría con Su pueblo en el
Templo; y así en el día de Pentecostés El vino a Su casa y dio su don de pneuma hagion a
los apóstoles en espera. Estas noticias, de acuerdo con Hechos 2:6, hicieron “estruendo”, y
una multitud se juntó para ver y oír lo que estaba sucediendo. El aposento alto no hubiera
podido acomodar una multitud, pero una multitud se podía juntar en el Templo, la casa de
oración.
Para aquellos de nosotros que sinceramente creemos que la Palabra de Dios es la Voluntad
de Dios, y que quiere decir lo que dice y dice lo que quiere decir, no puede haber duda
acerca del momento y el lugar del suceso de Pentecostés.
Para documentar esta verdad debemos regresar a Hechos 1:15 donde leemos: “En aquellos
días…” ¿Qué días? Los días entre la ascensión y Pentecostés mientras los apóstoles
esperaban la promesa del Padre.
Hechos 1:15
Y en aquellos días, Pedro, levantándose en medio de los hermanos, dijo (y los
reunidos eran como ciento y veinte en número)…
“En aquellos días”, antes del día de Pentecostés, Pedro se levantó y “los reunidos eran
como ciento veinte”. Esto dice específicamente que Pedro se levantó aquí durante el
intervalo entre la ascensión y Pentecostés, y en ese momento había “…como ciento
veinte”. Es sorprendente la importancia de esto para cualquier estudiante de la Biblia que
sinceramente quiere dividir correctamente la Palabra de Dios y entenderla. En uno de esos
días, antes del derramamiento, cuando había como ciento veinte presentes, Pedro les habló
con respecto a la selección de uno de ellos para remplazar a Judas y ser uno de los doce
apóstoles. Este fue el cumplimiento de la Escritura. Después de haber orado, de acuerdo
con Hechos 1:26: “les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los
once apóstoles”. En el siguiente versículo, Hechos 2:1, la primera palabra en el texto
griego es kai que significa “y”. Esta es una conjunción que enlaza los acontecimientos
concernientes a la selección de Matías como apóstol con los acontecimientos de
Pentecostés, “[Y] cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos…” “Todos” ¿quiénes?
“Todos” se refiere al sustantivo asociado más cercano que es los once apóstoles y Matías
que fue contado con ellos.
No hay ningún pasaje en la Biblia que diga que había ciento veinte personas reunidas en el
aposento alto el día de Pentecostés esperando para recibir el don proveniente del Espíritu
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Santo. Esto es altamente significativo para un entendimiento de los sucesos ocurridos en el
derramamiento proveniente del Espíritu Santo.
Hechos 2:1-4:
[Y] Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos [los doce apóstoles] unánimes
juntos [en el Templo].
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual
llenó toda la casa [el Templo] donde estaban [los doce apóstoles] sentados;
Y fueron todos [los doce apóstoles] llenos del Espíritu Santo [pneuma hagion], y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu [el pneuma] les daba que
hablasen.
Hechos 2:6, 7:
Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les
oía hablar en su propia lengua.
Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que
hablan?
Esto es una prueba más de que sólo los doce apóstoles recibieron el don, porque no todos
los discípulos que constituían el grupo de cómo ciento veinte tenían que ser
necesariamente galileos; pero Matías y los otros once apóstoles eran galileos. El versículo
14 añade más luz y penetración.
Hechos 2:14:
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once…
Esto está de acuerdo con el relato de que Matías fue contado con los once apóstoles,
haciendo doce. Las palabras “estaban todos”, “estaban sentados”, “se les aparecieron”,
“cada uno de ellos”, “fueron todos llenos”, “comenzaron” y “les daba que hablasen”, que
aparecen en Hechos 2:1-4, se refiere a los doce.
No hay duda, no hay pregunta, no hay discusión acerca de qué fue dado el día de
Pentecostés –pneuma hagion, poder desde lo alto– ni acerca de dónde ocurrió el
derramamiento proveniente del Espíritu Santo –en el Templo; ni hay pregunta acerca de
quién recibió el derramamiento en Pentecostés, a saber, los doce apóstoles. Esto elimina
39
todas las adivinanzas y simplemente permite a la Palabra de Dios ser la Voluntad de Dios,
pues dice lo que quiere decir y quiere decir lo que dice.
Ahora estamos listos para leer con precisión el relato en los primeros cuatro versículos de
Hechos 2.
Hechos 2:1:
[Y] Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos [los doce apóstoles] unánimes
juntos [en el Templo].
El derramamiento del don proveniente del Espíritu Santo en Pentecostés había estado en
camino desde la caída del hombre relatada Génesis 3, pero nunca “llegó” hasta el día de
Pentecostés. A través del Antiguo Testamento vemos varias manifestaciones del Espíritu
en operación y vemos el orden del programa de Dios haciendo ocurrir la venida del poder
proveniente del Espíritu Santo; pero el don nunca llegó hasta Pentecostés, acerca de lo cual
leemos en Hechos 2. En este día los doce apóstoles estaban en el Templo porque era una
hora de oración, y estaban todos unánimes; estaban todos con unidad de propósito; estaban
orando.
Versículo 2:
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba…
La palabra “cielo” está usada en la Biblia queriendo decir cualquier lugar sobre la tierra. El
estruendo “como de un viento que soplaba” por lo tanto vino de sobre la tierra. Un
traductor lo ha traducido más precisamente como: “Vino del cielo un sonido de un fuerte
respirar”.*
Esto está de acuerdo con lo que Jesús dijo a los apóstoles, según aparece en el Evangelio
de Juan antes del día de la ascensión.
Juan 20:22:
Y habiendo dicho esto, sopló [aspiró], y les dijo: Recibid el Espíritu Santo [pneuma
hagion].
¿Hubieran podido recibir los discípulos el don proveniente del Espíritu Santo en aquel
momento? No, pues fue antes de Pentecostés cuando Jesús dijo esto. Y hay una ley
absoluta para el mundo espiritual al igual que en el mundo natural, y esa es que nadie
puede recibir nada antes de que esté disponible. El poder proveniente del Espíritu Santo o
el don proveniente del Espíritu Santo no estaba disponible hasta el día de Pentecostés, de
otro modo Jesús no les hubiera tenido que decir que esperasen. Entonces, ¿qué hacía Jesús
de acuerdo a Juan 20:22? Estaba instruyendo a sus discípulos: “…sopló [aspiró]…” El les
estaba diciendo qué hacer cuando el momento llegara; se suponía que aspiraran con fuerza
en el momento apropiado.
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Hechos 2:2:
...el cual llenó [¿Qué llenó? Este fuerte respirar de los apóstoles.] toda la casa [el Templo]
donde estaban sentados.
Versículo 3:
y se les aparecieron [a los doce apóstoles] lenguas repartidas, como de fuego,
asentándose sobre cada uno de ellos.
No dice que las lenguas repartidas eran fuego, pero parecían como de fuego. “Lenguas
repartidas como de fuego” es el fenómeno que ocurrió en el día de Pentecostés.
La diferencia entre fenómenos y lo que la Palabra de Dios garantiza a todos debe ser
comprendida. Lo que Dios ha prometido en su Palabra El no es sólo capaz de hacer, sino
que El lo hará cada vez que una persona crea. En otras palabras, cada promesa en la
Palabra de Dios está disponible y accesible a cada creyente en el momento en que él cree.
Esto está garantizado. Dios no puede romper Su Palabra cuando creemos. Nada que esté
garantizado en la Palabra de Dios y que esté hecho disponible a cualquiera y a todos los
que quieran creer es un fenómeno. Dios no hace acepción de personas, sino de condiciones
solamente. Cuando llenamos las condiciones, Su Palabra siendo Su voluntad se manifiesta.
Pero Dios, siendo Todopoderoso, puede ir más allá de Su Palabra al tratar con la gente.
Cuandoquiera y dondequiera que Dios vaya más allá de lo que está garantizado a un
creyente en su Palabra, tales manifestaciones son fenómenos. Pero esos sucesos que vayan
más allá de la garantía no pueden contradecir Su Palabra revelada. En esas ocasiones en la
Palabra de Dios, y sólo en esas ocasiones cuando Dios va más allá de los que está
garantizado a todos, es un fenómeno lo que sucede.
El fenómeno en el día de Pentecostés fue que “les aparecieron [a los doce apóstoles]
lenguas repartidas como de fuego”. “Las lenguas repartidas como de fuego” no les están
garantizadas a todo creyente; por lo tanto, es un fenómeno. Esta verdad que les he expuesto
encaja con toda presentación fenomenal de Dios a través de toda la Palabra de Dios.
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En la frase “lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos”, la
palabra “asentándose” es muy interesante. Según estudiamos la Palabra de Dios,
descubrimos que en un número de ocasiones cuando algo estaba terminado, totalmente
completado, se usa la palabra “asentándose”. Por ejemplo, después de seis días de
creación, Génesis 2:2 dice: “y [Dios] reposó [se asentó]”. La actividad creativa de Dios
estaba totalmente terminada. Después de que Jesucristo había dado su vida, había sido
resucitado y había ascendido al cielo, él quedó “sentado a la diestra de Dios”, como relata
Hebreos 10:12. Cuando la redención del hombre fue completada, Jesucristo quedó
“sentado”.
Versículo 4:
Y fueron [los doce apóstoles] todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar
en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Fueron todos llenos de pneuma hagion, el don proveniente del Donador. Ni uno fue
omitido. Ni uno recibió menos que otro, ni ninguno recibió más.
La palabra “del” en la frase “llenos del Espíritu Santo” es una contracción de las palabras
“de” y “el”. El articulo “el” precediendo pneuma hagion en Hechos 2:4, no se encuentra en
ninguno de los textos críticos griegos. Los traductores de la Versión Reina-Valera
añadieron el artículo. La Palabra dice específicamente que fueron todos llenos de pneuma
hagion. En Hechos 1:4 y 5 y en Lucas 24:49, aprendimos que los apóstoles fueron
instruidos a esperar el poder desde lo alto. Ellos obedecieron la Palabra de Dios y fueron
llenos del don proveniente del Donador, que es poder espiritual inherente, dunamis, el
nuevo nacimiento, “Cristo en vosotros”. Los apóstoles fueron todos llenos del don. Y una
vez que una persona tiene el don, lo puede operar y poner en manifestación. El versículo 4
dice esto.
Hechos 2:4:
…todos…comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que
hablasen.
42
Habiendo recibido el don, pneuma hagion, ellos tenían entonces la habilidad de manifestar
externamente el poder inherente que habían recibido, y hablaron en lenguas un idioma
desconocido a su entendimiento. La razón por la cual los apóstoles podían hablar en otras
lenguas era que habían recibido el don proveniente de Dios; ellos no habían recibido el don
de hablar en lenguas, sino el don de pneuma hagion, espíritu santo. Esta verdad es
importantísima. Fueron los apóstoles por sí mismos quienes hablaron pero lo que hablaron
fue “según el Espíritu [el pneuma] les daba que hablasen”. ¿Le dio el Espíritu a las mentes
de los apóstoles las palabras que ellos hablaron? No. Dios siendo espíritu solamente le
puede hablar al espíritu.
Pentecostés fue la primera vez en la historia que hombres habían sido renacidos y llenos
del poder proveniente del Espíritu Santo, haciendo posible que Dios le comunicara a los
espíritus de ellos lo que sus mentes no comprendían. Así ellos pusieron en evidencia el don
a través de la manifestación de hablar en lenguas. El gran milagro de Pentecostés no fue el
hecho de que los apóstoles hablaron en lenguas, sino lo que hablaron, que fue “según el
Espíritu les daba que hablasen”. ¡Qué versículo tremendo y preciso! Es sorprendente como
Satanás pudo haber cegado nuestros ojos a esta simple, pero grande y magnifica verdad tan
bellamente expresada en este versículo.
En cuatro versículos de la Palabra de Dios nos informa del maravilloso derramamiento del
don proveniente del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. Hechos 1:5 predice este evento
especifico que ocurrió de una vez y para siempre: “Vosotros seréis bautizados con el
Espíritu Santo [pneuma hagion]”. Y entonces Hechos 2:1-4 relata el momento histórico de
ese suceso. Noten cuidadosamente que después de Pentecostés no hay instrucciones de
esperar para recibir el don proveniente del Espíritu Santo. Ya que Dios dio pneuma hagion
como un don, este pneuma hagion está aquí para que cualquiera reciba en cualquier
momento.
Versículo 5.
Moraban entonces en Jerusalén judíos,* varones piadosos, de todas las naciones bajo
el cielo.
Es importante notar que de acuerdo a la Palabra de Dios, judíos por religión (de la religión
de Judea) eran los únicos presentes en el día de Pentecostés, y fueron los únicos que
recibieron el don proveniente del Espíritu Santo en aquel momento. Los doce apóstoles
eran galileos. Había muchos otros presentes en Jerusalén en aquel tiempo porque era la
fiesta judía de Pentecostés, de la cual se habla en el Antiguo Testamento como la Fiesta de
las semanas o la fiesta de las primicias (primeros frutos). Más tarde veremos como se da el
don proveniente del Espíritu Santo a los gentiles, pero no en el momento del histórico
derramamiento en Pentecostés.
Versículo 6:
Y hecho este estruendo…
*La palabra “judío” y sus derivados según se usan en la Versión Reina-Valera deben entenderse siempre con
significado “de Judea” o “de la religión de Judea”. La palabra “judío” tiene varios significados modernos que
no se aplican a los eventos bíblicos.
43
La importancia de este derramamiento fue tan sorprendente para aquellos judíos, “varones
piadosos”, que estaban presentes para esta Fiesta de Pentecostés, que noticias de lo que
había ocurrido en el Templo se divulgaron a través de la ciudad como un reguero de
pólvora.
Versículo 6:
…se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su
propia lengua.
Lo que confundió a estos hombres fue lo que estos doce apóstoles hablaban en lenguas,
como dice en el versículo 4. Las lenguas en las cuales estaban hablando les eran
desconocidas a los doce apóstoles, pero las lenguas no les eran desconocidas a los oyentes.
Cada uno de los “varones piadosos” oyó a los apóstoles “hablar en su propia lengua”. La
explicación de esto es muy sencilla. Los apóstoles fueron los que hablaron en lenguas, pero
lo que hablaron no vino de sus mentes ni de conocimiento humano. Este es el milagro de
Pentecostés: que los oyentes entendieron todo lo que los apóstoles estaban hablando en
lenguas. Lo que los apóstoles hablaron fue proveniente de Dios que es el Espíritu Santo.
Ellos hablaron “según el Espíritu les daba que hablasen”. La acción de hablar era
responsabilidad de los apóstoles. Lo que ellos hablaron era responsabilidad de Dios.
Versículo 7,8:
Y estaban [la multitud que se juntó] atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son
galileos todos estos que hablan?
¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos
nacido?
¿De qué estaban atónitos y maravillados? Estaban maravillados al oír sus propios idiomas
y dialectos hablados por estos apóstoles galileos, cuya lengua nativa era el arameo
norteño.* En aquel tiempo los otros judíos (de la religión de Judea) tenían muy poco
respeto por los galileos pero en esta ocasión su fluidez al hablar en lenguas fue algo
sorprendente que no podía ser negado. El hecho de que los apóstoles hablaran en lenguas
que les eran extrañas a sí mismos pero reconocibles a la multitud visitante fue en verdad
unos de los milagros de Pentecostés.
Los próximos 3 versículos enumeran la gente que estaba presente proveniente de las varias
naciones del mundo.
Versículos 9-11:
Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en
Capadocia, en el Ponto y en Asia,
*Estos galileos no conocían ningún idioma más que el suyo. El arameo norteño era diferente del arameo
sureño, y en el tiempo de la crucifixión fue la forma de hablar de Pedro lo que hizo que la criada lo
identificara como uno de los discípulos de Jesús. (Mateo26:73).
44
en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y
romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,
cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
¿Qué les oyeron hablar? Oyeron a los doce apóstoles que hablaban en lenguas “hablar las
maravillas de Dios”. Cuando hablamos en lenguas, que es la evidencia externa en el mundo
de los sentidos de la presencia interna del don proveniente del Espíritu Santo, nosotros
también hablamos “las maravillas de Dios”. Los judíos que dieron este testimonio con
respecto a los galileos que hablaban en lenguas, no habían ellos mismos renacido todavía
del Espíritu de Dios, ni tenían amor en sus corazones hacia los galileos; sin embargo su
testimonio de lo que estaba ocurriendo era innegable: estos hombres hablaban las
maravillas de Dios.
Versículo 12:
Y estaban todos atónitos [como fuimos informados en el versículo 7] y perplejos,
diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
Naturalmente que estaban perplejos porque no podían entender cómo galileos podían hacer
esto; y cuando una persona no entiende, no puede hacer otra cosa sino estar perplejo. Esos
judíos sinceros preguntaron sorprendidos: ¿Qué significa esto? ¿Cuál es su propósito? ¿De
qué se trata?
Versículos 13,14:
Mas otros, burlándose, decían [aquellos que simplemente eran insinceros, se burlaron y
dijeron]: Están llenos de mosto.
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once [de nuevo los doce apóstoles], alzó la
voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os
sea notorio, y oíd mis palabras.
En otras palabras, Pedro se levantó con los once y habló en nombre de todos los doce
apóstoles. El dirigió sus palabras a los varones judíos y a todos aquellos que estaban
habitando en Jerusalén en este tiempo de la Fiesta judía de Pentecostés. El propósito de los
burladores era mofarse de los apóstoles – hacer que se vieran ridículos. Pedro ignoró su
escarnio y respondió como si fuera una seria acusación; de este modo toda su burla y toda
su mofa perdió su impacto sobre los creyentes.
Versículo 15:
Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera
del día.
Las nueve de la mañana, que era una hora de oración, era demasiado temprano para que
estuvieran ebrios.*
*La acusación burlona del versículo 13-“Están llenos de mosto” – plantea la cuestión de si este “mosto” era
de contenido alcohólico, “vino”, o simplemente era el jugo de uvas exprimidas recientemente, “mosto”,
45
entendido en su sentido normal. De todos los varios textos y traducciones que he estudiado, no he podido
adquirir suficiente evidencia como para hablar conclusivamente en cuanto a esta situación.
En el versículo 13 en la frase “llenos de mosto”, ¿Por qué se usa la palabra “mosto”? ¿Es el “mosto” más
intoxicarte que el vino? Ciertamente que no. Pero el versículo 15 entonces presenta un problema, ya que
Pedro dice: “…éstos no están ebrios, como vosotros suponéis”.
¿Por qué la gente los supondría ebrios si era solamente jugo de uva lo que estaban tomando? “…Es la hora
tercera del día” complica la cosa porque ellos nunca celebran con las primicias de jugo nuevo de uvas
temprano en la mañana sino siempre después de la duodécima hora (6 p.m).
Jeremías 25:10 tiene una presentación descriptiva que puede ser entendida solamente cuando entendemos las
costumbres y prácticas orientales. “Y haré que desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegría,
la voz de desposado y la voz de desposada, ruido de molino y luz de lámpara”.
La gente oriental celebra dando gracias, cantando, dando palmadas y tocando tambores en las primicias del
maíz y del arroz. Se reúnen en la era al finalizar el día, cocinan algunas de las primicias del maíz o del arroz,
se las comen y se regocijan. Esta es la “voz de gozo”.
La “voz de alegría” es las primicias de la cosecha de uvas, cuando se reúnen después de la comida vespertina,
exprimen el jugo de algunas de las primicias de las uvas, llamado “mosto”, lo beben, y de su corazón se
regocijan, cantando y alabando a Dios en voz alta.
La “voz de desposado” es: Juan 14:1-4.
La “voz de desposada” es: Ruth 3:5.
El “ruido del molino” se refiere al moler de trigo o maíz al rodar la muela superior del molino.
La “luz de lámpara” se refiere a aquella lámpara que está encendida perpetuamente y que nunca se permite
que se apague. Representando la presencia de Dios que es Luz Eterna.
Versículo 16:
Mas esto es lo dicho por el profeta Joel.
La pregunta naturalmente surge acerca de que es “esto” y que es “lo”. Una traducción
literal y precisa de acuerdo con el uso en el contexto seria: “Mas esto es como aquello que
fue dicho por el profeta Joel”. La palabra “mas” pone a lo que sigue en contraste. La
palabra “esto” es enfática, indicando que la cita de Joel 2:28-32 se usa para probar que la
acusación de ebriedad en el caso del actual recibimiento del pneuma hagion no tiene
ningún fundamento así como tampoco una acusación de ebriedad tendría fundamento en el
caso de la profecía de Joel acerca del derramamiento futuro. La palabra “después” en Joel
2:28 traducida “en los postreros días” en Hechos 2:17, indica que la profecía de Joel no
está citada para probar que esta experiencia presente era su cumplimiento. Más bien, está
citada para mostrar que al igual que la escena futura profetizada no podía ser atribuida a
ebriedad, así esta escena presente no podía ser atribuida a ebriedad tampoco.
46
Recuerden que el mensaje de Pedro estaba dirigido específicamente a los judíos por
religión. En el versículo 36 Pedro se acerca a la conclusión de su mensaje.
Hechos 2:36:
Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros
crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Otra verdad que me sorprendió fue el cambio en la personalidad de Pedro. Unas cuantas
semanas antes de esto, en el tiempo de la crucifixión de nuestro señor y salvador
Jesucristo, Pedro, que le había dicho al señor cara a cara: “no te negaré”, lo había negado
y también había huido cuando los soldados vinieron a capturar al señor. Después de la
resurrección, Pedro, con el resto de los apóstoles, estaba tras puertas cerradas “por miedo
de los judíos”, como dice Juan 20:19. Ahora Pedro se para calmadamente ante estos
mismos judíos y los acusa con palabras enérgicas: “este Jesús a quien vosotros
crucificasteis”. El no dice: “a quien nosotros crucificamos” sino “a quien vosotros
crucificasteis”.
Eso que cambió a Pedro de un discípulo vacilante a un apóstol que era absolutamente
intrépido y atrevido fue el recibir el don proveniente del Espíritu Santo en el día de
Pentecostés. El pasaje en Hechos 2 es lo único que se encuentra entre la resurrección y el
denuedo de Pedro como lo encontramos relatado en este versículo trigésimo sexto. Lo
único que yo he visto que remueve el miedo, cambiando un alma temerosa a una que es
audaz y confiada, es el recibir el don proveniente del Espíritu Santo.
Versículo 37:
Al oír esto [aquellos de la casa de Israel, judíos por religión], se compungieron de
corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
Cuando los judíos oyeron el milagro de los galileos hablando en lenguas “las maravillas de
Dios”, estuvieron sorprendidos y preguntaron: “¿Qué quiere decir esto?” Ahora bajo el
poderoso sermón de Pedro estaban convencidos de su culpa de haber crucificado a Jesús y
dijeron: “¿qué haremos?”
Versículos 38:
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón [debe ser “remisión”] de los pecados…
* “Arrepentirse” no es confesar sus pecados, sino confesar al que salva del pecado, el Señor Jesucristo. La
confesión de pecados es obras; por lo tanto, arrepentimiento no puede ser sinónimo de confesión de pecados
pues Efesios 2:8 y 9 nos dicen que la salvación es por gracia, no por obras. “Arrepentirse” es confesar con su
boca el señor Jesús y creer en la parte más interna de su ser que Dios levantó a Jesucristo de entre los
muertos. Pues con la parte más interna de su ser, ustedes creen para justicia y con su boca se confiesa para
salvación (Romanos 10:9,10), Así pues, el arrepentimiento es para el pecador no salvo; la confesión de
pecados es para el pecador salvo (1 Juan 1:9).
47
Un hombre natural está muerto en delitos y pecados sin Dios y sin esperanza en el mundo, cuando confiesa
con su boca el señor Jesús, creyendo que Dios lo levantó de entre los muertos, él es bautizado en el nombre
de Jesucristo. Este bautismo es vida eterna. Cristo en ustedes, la esperanza de gloria, y sucede una sola vez.
Así pues, el nuevo nacimiento es ser bautizado en el nombre de Jesucristo que incluye todo lo que ese
nombre representa.
Versículo 38:
…y recibiréis [lambanō, recibir en manifestación] el don del [proveniente del] Espíritu
Santo [pneuma hagion].
¿Cuál fue la evidencia en el mundo externo de los sentidos de que el don proveniente del
Espíritu Santo había sido recibido en Pentecostés? La evidencia fue hablar en lenguas. En
esta ocasión cuando Pedro estaba predicando, el hablar en lenguas era todo lo que Pedro
conocía como evidencia de lo que prosigue cuando un hombre es renacido y recibe
remisión de sus pecados; entonces un creyente debería manifestar, lambanō, el don,
hablando en lenguas.
*Hechos 11:16 usa estas palabras, pero como una cita aludiendo al suceso relatado en Hechos 2.
48
Versículo 2:39:
Porque para vosotros [Israel] es la promesa, y para vuestros hijos [los hijos de Israel],
y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
¿No es maravilloso? Pedro aquí explica que la promesa según dada en el versículo 38 es
primero a Israel y a los hijos de Israel, entonces a todos los que crean. “Para todos los que
están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”. ¿Les ha llamado Dios? Si ustedes
se han arrepentido y han recibido remisión de pecados, si ustedes son cristianos, renacidos
de Su Espíritu, Dios les ha llamado. La promesa es que recibiréis, lambanō, el don
proveniente del Espíritu Santo si oyen Su voz y Le aceptan. Como resultado, por lo tanto,
les será dado poder para manifestar, lambanō, la realidad interna de la presencia del don
hablando en lenguas “las maravillas de Dios”.
CAPÍTULO 7
Un estudio de Hechos 8
Hechos 8 es el segundo pasaje en el libro de Hechos donde alguien recibe el don
proveniente del Espíritu Santo. Los acontecimientos relatados en el octavo capítulo de
Hechos ocurrieron varios años después del histórico derramamiento relatado en Hechos 2.
Recuerden que solamente judíos por religión recibieron el don en aquel momento, y la
prueba en el mundo de los sentidos de que habían recibido fue que hablaron en lenguas.
Ningún grupo religioso nuevo es atacado viciosamente en sus comienzos; pero según
aumenta su número de adherentes, según se disemina entre otros la información que ellos
representan, entonces la persecución acomete gradualmente. En Hechos 8 leemos sobre la
persecución que había comenzado en Jerusalén a causa del crecimiento de la comunidad
cristiana. De acuerdo con el capítulo 7, Esteban había sido apedreado.
Hechos 8:1,3 y 4:
Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la
iglesia que estaba en Jerusalén; y todos [los creyentes-los cristianos] fueron esparcidos
por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.
Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.
Noten muy cuidadosamente que aun en medio de la persecución dondequiera que estos
líderes cristianos iban no aguaban ni moderaban la gran exactitud de la Palabra de Dios.
Hicieron una cosa en particular; a saber anunciaron el evangelio.
Versículo 5:
Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.
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Felipe era uno de los siete escogidos por los discípulos en los comienzos de la Iglesia de
acuerdo con el pasaje en Hechos 6. Lo escogieron para servir mesas. Dios lo escogió para
servir el Pan de Vida.
Felipe predicó la Palabra de Dios a los samaritanos. Los judíos le tenían antipatía a los
samaritanos pero el ministerio se estaba moviendo desde el centro del judaísmo en
Jerusalén hacia Samaria.
Versículo 6:
Y la gente, unánime [con unidad de propósito], escuchaba atentamente las cosas que
decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.
La única razón por la cual estos samaritanos escuchaban a Felipe y a lo que decía con
respecto a la Palabra de Dios y el Señor Jesucristo era que oían y veían las señales que él,
Felipe, hacia. Felipe hacía las señales. Noten esta verdad cuidadosamente. El las hacía por
medio del poder de Dios dentro de él. No dice que Dios hacía las señales. Esta verdad debe
ser reconocida y entendida porque mucha gente está esperando a que Dios actúe cuando
Dios ya ha actuado. Dios está esperando a que el hombre reciba lo que El ha hecho
disponible y entonces que actúe para El por el poder de Dios.
Versículo 7:
Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y
muchos paralíticos y cojos eran sanados.
Felipe habló la Palabra de Dios a los samaritanos y cuando ellos oyeron esta Palabra de
Dios creyeron debido a que Felipe había echado fuera los espíritus inmundos. Cuando los
samaritanos vieron que esto sucedió por el poder de Dios que vivía en Felipe, reaccionaron
con emoción.
Versículo 8:
así que había gran gozo en aquella ciudad.
Los samaritanos se regocijaban porque la gente se estaba salvando y sanando por el poder
de Dios manifestado por Felipe que era un creyente lleno del poder o don proveniente del
Espíritu Santo.
Versículo 9:
Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y
había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande.
Simón, antes de la venida de Felipe, ejercía la magia (brujería, espiritismo, artes negras,
percepción extrasensorial, operación de espíritus diabólicos), y por la operación de
espíritus diabólicos había engañado y controlado a la gente de Samaria por muchos años.
Versículos 10,11:
50
A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo:
Este [Simón] es el gran poder de Dios.
Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo.
Esta gente había sido embaucada y estaba bajo el control de Simón el mago porque ellos
creían que su operación de espíritus diabólicos era evidencia de “el gran poder de Dios”.
Versículo 12:
Pero cuando [los samaritanos] creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino
de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
Cuando los samaritanos creyeron la palabra de Dios que Felipe anunciaba, se arrepintieron
y fueron salvos. Puede que la gente esté bajo el encanto de la prédica y la enseñanza de los
hombres que usan, o son usados por, espíritus diabólicos. Pero cuando la verdad de la
Palabra de Dios es dada a conocer por un hombre lleno del espíritu santo, manifestando
señales, milagros y maravillas y probando la Palabra, algunos van a creer y ser salvos. Esto
es lo que pasó en Samaria.
Versículo 13:
También creyó Simón mismo…
¿Qué le pasó a Simón? Fue convertido. Creyó la Palabra que Felipe predicó, que es Cristo,
y cuando Simón creyó en el Señor Jesucristo, recibió salvación. Simón, que había estado
operando espíritus diabólicos y engañando a la gente de Samaria por tantos años, fue salvo
bajo el ministerio de Felipe. Este es un ejemplo tremendo del poder de la Palabra de Dios
correctamente dividida y predicada por un hombre lleno del espíritu santo.
Versículo 13:
También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y
viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.
¿A causa de qué estaba atónito Simón? Estaba atónito preguntándose cómo Felipe podía
hacer estas señales y milagros. Simón sabía por su experiencia entre la gente de Samaria
que él mismo había hecho hazañas tremendas, y no estaba bajo ninguna ilusión en cuanto a
la fuente de su autoridad y poder que provenía de los espíritus diabólicos trabajando a
través de magia y artes negras. Pero mientras Simón continuaba observando los milagros y
señales de Felipe, permanecía perplejo en cuanto a la fuente de poder de Felipe.
El siguiente versículo en Hechos 8 nos dice que Pedro y Juan hicieron entonces una visita a
Samaria.
Versículo 14:
51
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la
palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan.
¿Qué provocó el viaje de Pedro y Juan a Samaria? La razón por la cual los apóstoles Pedro
y Juan, los cuales estaban a la cabeza de la Iglesia, vinieron de Jerusalén a Samaria era que
había ocurrido algo sin precedentes en la Iglesia en Samaria: aquellos que habían sido
renacidos no estaban hablando en lenguas. Esta era la primera vez en la historia de la
Iglesia cristiana en que la manifestación de hablar en lenguas no estaba en evidencia
inmediatamente después del nuevo nacimiento. Los dos grandes líderes entre los apóstoles
fueron a investigar este extraño suceso.
La gente de Samaria que había oído la Palabra de Dios y creído lo que Felipe predicaba,
había recibido espiritualmente, dechomai. Ellos habían recibido espiritualmente el nuevo
nacimiento, el poder, el don proveniente del Espíritu Santo; pero no habían manifestado
nada en el mundo de los sentidos. Por lo tanto, Pedro y Juan vinieron desde Jerusalén.
Versículo 15:
los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen [lambanō] el Espíritu
Santo [pneuma hagion].
Versículo 16:
porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos [el espíritu santo no había sido
manifestado], sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.
Versículo 17:
Entonces les imponían las manos, y recibían [lambanō] el Espíritu Santo. [pneuma
hagion].
Los apóstoles, Pedro y Juan, le impusieron las manos a los creyentes que habían antes
recibido al Señor Jesucristo, dechomai, pero que no habían recibido, lambanō,
manifestado, el don en el mundo de los sentidos.
52
La “imposición de manos” es usada en la Palabra de Dios para identificar a la persona que
está ministrando con la que está siendo ministrada. Aun más, cuando se imponen las
manos, es para que las manifestaciones de revelación (a saber, la palabra de ciencia, la
palabra de sabiduría y el discernimiento de espíritus – tres de las nueve manifestaciones del
espíritu) sean puestas en operación.
Con solamente una rápida lectura de Hechos 8 y sin el entendimiento de la operación de las
nueve manifestaciones del espíritu, sería difícil dividirlo correctamente. Leyendo los
versículos nueve al once, sabemos que espíritus diabólicos se habían infiltrado entre los
samaritanos de tal forma que, de las tres manifestaciones de revelación del espíritu santo,
el discernimiento de espíritu debe haber estado mucho en operación.
Estos samaritanos habían sido engañados por Simón por mucho tiempo. Aquí hay una
verdad que todos los cristianos deben reconocer. 1Juan 4:4 declara francamente: “…mayor
es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”. Ni siquiera el infierno completo
puede detener a un hombre de ser renacido y de recibir el poder o don proveniente del
Espíritu Santo cuando éste cree de acuerdo con Romanos 10:9. Todos los espíritus
diabólicos en el mundo no son lo suficientemente fuertes como para resistir el poder
proveniente del Espíritu Santo. Satanás no podía detener a los samaritanos de ser
renacidos, ni puede Satanás detener a nadie de ser salvo porque la salvación es un don y
cualquiera que desee recibir puede recibir ese don de salvación y ser lleno con el poder
proveniente del Espíritu Santo cuando cree.
No dice en Hechos 8 que cuando los samaritanos recibieron pneuma hagion ellos hablaron
en lenguas. Pero quisiera que ustedes noten cuidadosamente el versículo 18.
Hechos 8:18:
Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el
Espíritu Santo [el pneuma, el hagion], les ofreció dinero.
Permítanme preguntarles: “¿Qué vio Simón?” Uno no puede ver espíritu. Uno no puede
ver el nuevo nacimiento, ya que Cristo en ustedes, el nuevo nacimiento, es espíritu.
Entonces, ¿qué vio Simón cuando estos apóstoles, Pedro y Juan, impusieron las manos a
los creyentes que habían aceptado al Señor Jesucristo? Lo que Simón vio tuvo que haber
estado en el mundo de los sentidos, algo visible, algo que fue manifestado. Por lo tanto,
Simón vio una manifestación del espíritu que tiene que haber sido hablar en lenguas,
porque en todo otro caso donde la manifestación del espíritu santo es mencionada, siempre
es hablar en lenguas.
53
Versículo 19:
diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere
las manos reciba [lambanō] el Espíritu Santo [pneuma hagion].
Simón no pudo haber visto espíritu, pero vio que algo ocurrió cuando los apóstoles le
impusieron las manos a los creyentes samaritanos. Entonces les dijo a Pedro y Juan:
“Dadme también a mí este poder [denme este ministerio de apóstol]”. Y “les ofreció
dinero”. El estaba dispuesto a pagar dinero por el ministerio de un apóstol pensando que a
quien quiera que le impusiere sus manos, esa persona manifestaría, lambanō, pneuma
hagion. Pero un ministerio no puede ser comprado; un ministerio no puede ser ganado; un
ministerio en el cuerpo de la Iglesia es un don de Dios.*
Hechos 8:20:
Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de
Dios se obtiene con dinero.
Pedro le dijo: “Tu dinero perezca contigo”. La palabra griega para “perezca” quiere decir
“pudrirse”. Cuando una persona es renacida del Espíritu de Dios, habiendo recibido vida
eterna, y Simón había sido renacido según dice en el versículo 13, ya no puede perecer
espiritualmente. “Tu dinero perezca contigo” no quiere decir que Pedro le dijo a Simón que
él iba a perder su vida eterna. El le estaba explicando a Simón que tal como el cuerpo
perece, se desintegra, se pudre, así el dinero que Simón había ofrecido por este ministerio,
“el don de Dios”, perecería con él, con su cuerpo. Noten la palabra “pensado”. Después
que una persona es renacida del Espíritu de Dios, ella debe renovar su mente de acuerdo a
la Palabra, y este cambiar de la mente es por lo general un proceso lento. Esto explica por
qué Simón “estaba atónito” cuando vio las señales y grandes milagros ejecutados por
Felipe. Su mente no había sido renovada y pensó que podría ser posible comprar tal
ministerio. Simón, aunque renacido, no se había puesto la mente de Cristo porque pensó
“que el don de Dios [Aquí, el ministerio de un apóstol es llamado el don de Dios.]” se
podía comprar con dinero.
Hechos 8:21:
No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de
Dios.
*Efesios 4:8,11: “Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros”.
54
La palabra “asunto” debería ser la palabra “ministerio”. La palabra “corazón” indica la
sede de la vida personal. Simón había sido renacido del Espíritu de Dios, pero su vida
personal estaba equivocada. Sus pensamientos estaban equivocados; estaban fuera de
comunión con Dios.
Versículo 22:
Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad…
La palabra “arrepiéntete” debe ser traducida “abandona”. Cuando uno se arrepiente recibe
remisión de pecados.* Debe entonces abandonar su maldad. De acuerdo con Hechos 8:13,
Simón mismo creyó y se arrepintió cuando se convirtió. Una persona solamente se puede
arrepentir una vez. Después de la salvación, todavía es posible pecar si no nos hemos
puesto la mente de Cristo. Si nuestros pensamientos no son sus pensamientos, nuestras
mentes no son su mente. Simón, por lo tanto, es instruido por Pedro a abandonar esta
maldad de tratar de comprar el ministerio de un apóstol.
Versículo 22:
Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizas [la palabra “quizás” en
el texto crítico griego lee “que”] te sea perdonado el pensamiento de tu corazón.
Hechos 8:23-25:
porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. [Esto Pedro lo sabía
por revelación, palabra de ciencia.]
Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada
de esto que habéis dicho venga sobre mí.
Pedro y Juan habían cumplido con su misión en Samaria. Habían instruido a los
samaritanos con respecto al poder que habían recibido (dechomai) y los samaritanos
entonces manifestaron (lambanō) las evidencias del don proveniente del Espíritu Santo.
*Hechos 2:38: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón [debe ser “remisión”] de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
55
CAPÍTULO 8
Un Estudio de Hechos 9
La tercera referencia en el libro de Hechos acerca del recibimiento por alguna persona del
don proveniente del Espíritu Santo, se encuentra en el noveno capítulo de Hechos. Saulo,
después de perseguir a la Iglesia en la comunidad de Jerusalén, se encaminaba a Damasco.
En el camino a Damasco, el que había perseguido y lastimado a la Iglesia tan tenazmente
fue convertido y tuvo que ser llevado de la mano a la ciudad de Damasco. Según Hechos
9:9, “estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió”. El versículo 10 comienza la tercera
gran enseñanza que es un descubrimiento continuado de todo lo que la Biblia enseña con
respecto al recibir del don proveniente del Espíritu Santo.
En este pasaje no tenemos un grupo, sino un solo individuo. “Saulo” era su nombre hebreo;
su nombre griego era “Pablo”.
Del pasaje en Hechos 8 ciertos maestros han implicado constantemente que sólo los que
están a la cabeza de la Iglesia como Pedro y Juan podían ministrar el espíritu santo. Esta
idea errónea ha sido llevada a través de los siglos a través de varias sectas. Estos maestros
citan las palabras de Felipe en cuanto a que él era sólo un discípulo y no una de las cabezas
de la Iglesia; por lo tanto, él no podía ministrar el espíritu santo. Pero eso no puede ser
cierto por lo que vemos en hechos 9.
Hechos 9:10:
Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en
visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
Ananías no era un apóstol, un Pedro o un Juan. El era sólo un “discípulo”. En Hechos 9:10
y versículos siguientes vemos que este discípulo llamado Ananías le ministro a uno que
sería el mayor de todos los apóstoles, el Apóstol Pablo.
Versículo 11-20:
Y el Señor le dijo [a Ananías]: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca
en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,
y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos
encima para que recobre la vista.
y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que
invocan tu nombre.
El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre
en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;
56
porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.
Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo:
Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me
ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo [pneuma hagion].
Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con
los discípulos que estaban en Damasco.
En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios.
Ananías, sólo un discípulo, fue informado por el señor que él había de levantarse e ir a la
calle llamada Derecha. (Por cierto, esa es la única forma en la cual podía entrar esa calle;
porque la calle llamada Derecha va de este a oeste a través de toda la ciudad de Damasco,
y la casa de Ananías está localizada en una calle que termina en la calle llamada Derecha.
La exactitud maravillosa de la Palabra de Dios es sorprendente.) Y el señor le dijo a
Ananías que encontraría a Pablo en la casa de Judas, y Pablo estaría orando. ¡Qué cantidad
tremenda de información!
El señor le dijo a Ananías exactamente qué hacer y dónde encontraría a Pablo, y hasta le
dijo lo que Pablo estaría haciendo. Me aventuro a decir que cuando Ananías llegó a casa de
Judas, Pablo no estaba sentado por ahí conversando con la gente; no estaba cantando ni
gritando, sino que estaba haciendo lo que la Palabra de Dios decía: estaba orando.
Quiero que noten también que a Ananías no le gustaba el trabajo que el señor le estaba
encargando. En otras palabras, Ananías no quería hacer la Palabra de Dios. Es por esto que
Ananías le contestó al señor y eso es lo correcto. Si a ustedes y a mí no nos gusta la
Palabra de Dios como Dios la ha dado, debemos hablarle a Dios acerca de ello. No
debemos criticar a aquellos que creen. Vuelvan a la fuente. Esto es exactamente lo que
Ananías hizo; él le habló al señor. En efecto él dijo: “Señor, he oído de muchos acerca de
este hombre, cuántos males ha hecho, y aquí en Damasco tiene la autoridad de los
principales sacerdotes para prender a todos los que son cristianos, que invocan tu nombre.
Así que, ¿por qué me pides a mí, que simplemente soy Ananías, que haga algo que yo no
quiero hacer?” Pero el señor le dio más información a Ananías. Le dijo: “Ve, porque
instrumento escogido me es éste [Pablo]”.
Versículo 17:
Fue entonces Ananias…
En el oriente nadie se refiere a una persona como hermano a menos que realmente lo
considere así. La razón por la cual Ananías podía referirse a Pablo como hermano es que el
señor le había dicho a Ananías que Pablo se había convertido en el camino a Damasco, y
cuando un hombre se convierte, renace del Espíritu de Dios, teniendo el mismo espíritu
que todo otro hijo renacido de Dios tiene, se convierte en hermano a todos los otros
cristianos. No todos en el mundo son mis hermanos, pero todos aquellos que están
renacidos del Espíritu de Dios son mis hermanos.
Hechos 9:17:
Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo:
Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me
ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
Ananías le dijo a Pablo que el señor era el responsable de que él hubiera venido a
ministrarle la vista y a ministrarle pneuma hagion, el espíritu santo.
Versículo 18:
Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista...
¿Cómo recobra uno la vista cuando hombres de Dios que están llenos del espíritu santo le
ministran? La persona a quien se le ministra debe recibirlo, debe tomarlo, debe creer. En
este versículo no dice que Pablo recibió el don proveniente del Espíritu Santo, sino que el
señor le dijo a Ananías que ministrara vista y que Pablo podría “ser lleno de pneuma
hagion”, que es ser lleno del don en manifestación. No dice que Pablo habló en lenguas,
pero debe haberlo hecho porque la tarea que Ananías había emprendido no era sólo
ministrar curación, sino también ministrarle el don proveniente del Espíritu Santo en
manifestación. 1 Corintios 14:18 dice: “Doy [yo, Pablo] gracias a Dios que hablo en
lenguas más que todos vosotros”. Así que el Apóstol Pablo debe haber hablado en lenguas.
En este tercer pasaje noten cuidadosamente que la curación y el don proveniente del
Espíritu Santo fueron ministrados por un simple discípulo, no un apóstol, sino sólo un
creyente renacido del Espíritu de Dios. Ananías le ministró el espíritu santo y la curación
en manifestación a Pablo que inmediatamente salió y testificó que “Cristo…es el hijo de
Dios”.
En los tres pasajes que hemos estudiado hasta ahora, hemos visto que en Hechos 2, en el
día de Pentecostés cuando los doce recibieron el don, “hablaron en lenguas”. En Hechos 8,
en Samaria, Simón vio algo. ¿Qué pudo haber visto sino la manifestación en el mundo de
los sentidos? En Hechos 9 Pablo fue lleno con el espíritu santo. No dice específicamente
que habló en lenguas pero en Corintios 14:18, sí dice que él hablaba en lenguas
frecuentemente. Hablar en lenguas inmediatamente al uno salvarse es una norma de
comportamiento que se ve en la Palabra de Dios.
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CAPITULO 9
Un estudio de Hechos 10
Hechos 10 es el cuarto pasaje en la Palabra de Dios que tiene que ver con el recibimiento
del espíritu santo por alguna persona. En este pasaje vemos por primera vez en la historia
de la Iglesia cristiana que gentiles recibieran el don proveniente del Espíritu Santo sin ser
prosélitos del judaísmo. Como indiqué anteriormente, en el día de Pentecostés solamente
hombres del judaísmo recibieron; luego un individuo – el Apóstol Pablo recibió. Ahora
vamos a considerar el primer pasaje que relata que gentiles hayan recibido. Este es un
precedente tremendamente importante porque nunca antes en la historia de la Iglesia los
gentiles como grupo habían recibido sin antes hacerse prosélitos al judaísmo.
Los gentiles siempre habían sido considerados como “perros” por los judíos, sin tener parte
alguna en las cosas del Señor. A los ojos del judaísmo, los samaritanos eran muy malos,
pero los gentiles estaban en el fondo del barril. Y ningún judío decente, normal, temeroso
de Dios, tendría relación alguna con un gentil. Vamos a ver como una gran innovación
tiene lugar en la joven Iglesia, y queremos notar las verdades de este capítulo
cuidadosamente.
Hechos 10:1,2:
Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión [líder de cien hombres] de la
compañía llamada la Italiana,
piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo,
y oraba a Dios siempre.
Cornelio era un hombre religioso, piadoso, pero todavía no había sido renacido del Espíritu
de Dios, lo cual indica que uno puede ser un hombre piadoso sin ser nacido de nuevo.
Versículos 3-6:
Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día [las tres de la tarde en
nuestra medición], que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio.
El [Cornelio], mirándole [al ángel] fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y
le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.
Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por
sobrenombre Pedro.
Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá
lo que es necesario que hagas.
Simón Pedro estaba en la ciudad de Jope, pero en realidad no en la ciudad misma porque
estaba posando con un curtidos. A una persona en el negocio de la curtiduría, a causa de
los olores emanados, nunca se le permitía vivir dentro de los límites de la ciudad. Dios le
59
dijo a Cornelio por medio de una visión de un ángel que debería enviar hombres a Jope a
buscar a Simón Pedro, y que Simón Pedro le diría lo que debería hacer.
Versículo 7:
Ido el ángel que hablaba con Cornelio, éste llamó a dos de sus criados, y a un devoto
soldado de los que le asistían.
En otras palabras, Cornelio llamó a tres hombres, dos de sus criados y uno de los soldados
de alto rango que estaba bajo él.
Versículo 8:
a los cuales envió a Jope, después de haberles contado todo.
Dios le había dicho a Cornelio que deberían preguntar por Simón Pedro que estaba
posando con Simón el curtidor.
Versículo 9:
Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro
subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta.
Mientras estos tres hombres que fueron enviados por Cornelio llegaban a las afueras de la
ciudad de Jope, Pedro estaba en la azotea orando, y la hora era las doce según nuestro
sistema.
Versículos 10-16:
Y [Pedro] tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo [de
comer], le sobrevino un éxtasis [estado inactivo de conciencia mental];
y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de
las cuatro puntas era bajado a la tierra [No era un gran lienzo. Era semejante a un gran
lienzo];
en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo.
Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común [contaminada] o
inmunda he comido jamás.
Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo.
¡Qué maravillosamente exacta es la Palabra de Dios, y qué perfectamente pone Dios todas
las cosas en orden en el momento apropiado preparando a los hombres para llevar a cabo
Su voluntad! Pedro era judío por religión. Había sido renacido del Espíritu de Dios en el
día de Pentecostés y lleno del poder proveniente del Espíritu Santo, pero Pedro todavía era
60
“celoso por la ley”. Así que este fenómeno de algo semejante a un lienzo descendiendo del
cielo a la tierra, lleno de toda clase de animales y bestias que a nadie en el judaísmo se le
ocurriría comer, y una voz diciendo: “Levántate, Pedro, mata y come”, fue un choque y un
reto. Pedro dijo: “Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás”.
Pero la voz instruyó a Pedro diciéndole que lo que había sido limpiado por Dios, Pedro no
tenía derecho alguno de llamar contaminado o inmundo. Dios estaba empezando a preparar
a Pedro para ministrar a un gentil y su familia.
Versículos 17,18:
Y mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión [la
imagen] que había visto, he aquí los hombres que habían sido enviados por Cornelio,
los cuales [los dos criados y el soldado], preguntando por la casa de Simón, llegaron a
la puerta.
Y llamando, preguntaron si moraba allí un Simón que tenía por sobrenombre Pedro.
Versículo 19:
Y mientras Pedro pensaba en la visión [un fenómeno en esta ocasión], le dijo el
Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan.
El espíritu le reveló a Pedro aun más lo que estaba pensando. Dios le habla a los hombres
por medio de las tres manifestaciones de revelación: palabra de ciencia, palabra de
sabiduría y discernimiento de espíritus.
Versículo 20:
Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado.
Las instrucciones a Pedro fueron muy explícitas. Primero que nada Dios le había enseñado
en una visión lo que era limpio e inmundo. En segundo lugar, Dios le habló a Pedro
específicamente por medio del espíritu.
Versículo 21:
Entonces Pedro, descendiendo a donde estaban los hombres que fueron enviados por
Cornelio, les dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis
venido?
La revelación que Dios da es más allá de lo que podemos saber a través de nuestros cinco
sentidos. Dios no le dijo a Pedro, por medio del espíritu, el propósito o la razón para la
visita de los hombres de Cornelio. El simplemente le enseñó a Pedro una visión, y por el
Espíritu le dijo a Pedro que descendiera a ellos sin dudar porque Dios los había enviado.
Cuando Pedro descendió a encontrarse con los tres hombres, les preguntó: “¿Cuál es la
causa por la que habéis venido?”
61
Versículos 22,23:
Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen
testimonio en toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel,
de hacerte venir a su casa para oír tus palabras.
Entonces, [Pedro] haciéndoles [a los tres hombres] entrar, los hospedó. Y al día
siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos
de Jope.
Cuando los hombres le reportaron a Pedro exactamente lo que Dios le había dicho a
Cornelio por medio del ángel, Pedro se dio cuenta del significado de su propia visión. Dios
lo había estado preparando para ir a Cornelio, un gentil, y entrar en su casa. Esto es algo
que un seguidor del judaísmo nunca por su propia voluntad pensaría hacer. Sin embargo
Dios le había instruido hacerlo. Pedro fue obedientemente con los tres hombres que
Cornelio había enviado, y llevó consigo algunos otros hermanos que eran renacidos del
Espíritu de Dios. En esta decisión vemos en operación la manifestación del espíritu
llamada palabra de sabiduría, ya que Pedro sabía cuál sería la reacción de los apóstoles en
Jerusalén cuando oyeran que él había entrado en la casa de un gentil. El sabía que sus
hermanos tan religiosos cuestionarían sus acciones. Por lo tanto, para prepararse para esto,
Pedro llevó consigo testigos que pudieran comprobar todo lo que había pasado en caso de
que él fuese llamado a dar explicaciones de sus acciones no ortodoxas. Vemos más
adelante en Hechos 11:12 que en realidad Pedro fue llamado ante los hermanos en
Jerusalén y que él reportó su actividad en la casa de Cornelio de la siguiente manera: “Y el
Espíritu me dijo que fuese con ellos sin dudar. Fueron también conmigo estos seis
hermanos, y entramos en casa de un varón [Cornelio]”.
Versículo 24:
Al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo
convocado a sus parientes y amigos más íntimos.
Cornelio estaba esperando deseosamente la llegada de Pedro porque Dios le había dicho
que Pedro le diría lo que debería hacer. Cornelio, siendo un hombre temeroso de Dios,
quería saber la voluntad de Dios; quería llevar a cabo el propósito y el plan de Dios para su
vida. No solamente estaba Cornelio esperando la llegada de Pedro, sino que había
convocado a un grupo de personas, “sus parientes y amigos más íntimos”. Pedro no tuvo
que hacer una campaña publicitaria cuando llegó a Cesarea para obtener una audiencia para
la Palabra de Dios. Cornelio había preparado la reunión de tal manera que cuando Pedro
llegó todo estaba listo y en orden. Debemos considerar una cosa más. En el oriente, el jefe
de familia es responsable por toda la familia, y cuando él habla, todos llevan a cabo
exactamente lo que él decide. En otras palabras, lo que el jefe de familia cree, el resto de la
familia cree también.
Versículo 25:
Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró.
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Es una costumbre oriental que cuando un hombre de Dios entra, se le demuestra respeto
postrándose uno a sus pies, aun tratando de alcanzar a tocar sus pies, de tal modo indicando
humildad, reverencia y respeto.
Versículo 26:
Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre.
Pedro, un hombre renacido del Espíritu de Dios, en donde vivía el espíritu proveniente de
Dios, se dio cuenta de que él mismo, en cuanto concierne al elemento humano, era muy,
muy débil y también solamente un hombre al igual que Cornelio era un hombre.
Versículos 27,28:
Y hablando con él, [Pedro] entró, y halló a muchos que se habían reunido.
Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o
acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre
llame común o inmundo.
Dios había tratado específicamente con Pedro y lo había instruido en la visión de un gran
lienzo descendiendo del cielo a la tierra. Dios le había hablado a Pedro por medio del
espíritu – palabra de ciencia y palabra de sabiduría. Pedro nunca hubiera considerado ir
con los dos criados y el soldado que Cornelio había enviado a Jope si Dios no le hubiese
mostrado que no debía llamar a ningún hombre contaminado o inmundo.
Versículo 29:
por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Por qué causa me
habéis hecho venir?
Pedro todavía no sabía el propósito entero por el cual Cornelio había enviado su soldado y
sus dos criados a donde él. Lo que se puede conocer por medio de los cinco sentidos Dios
espera que nosotros sepamos. La revelación (palabra de ciencia, palabra de sabiduría y
discernimiento de espíritus) comienza donde cesa la información que los cinco sentidos
pueden suplir. Lo que podemos saber, Dios espera que sepamos. Lo que podemos
compartir con exactitud unos con otros de la Palabra de Dios, Dios espera que lo
compartamos. Las manifestaciones de revelación del espíritu comienzan donde termina el
conocimiento de los sentidos. Así pues Pedro le dijo a Cornelio: “Dime, ¿con qué
propósito me mandaste a buscar? Dios me ha mostrado que no debo llamar contaminado o
inmundo a ningún hombre. El Espíritu me dijo que debía ir con los tres hombres que
estaban en la puerta, sin dudar, que Dios los había enviado. Ahora dime, ¿por qué estoy
aquí?
Versículos 30-33:
Entonces Cornelio dijo: hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la
hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con
vestido resplandeciente,
63
y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus limosnas han sido recordadas delante
de Dios.
Envía, pues, a Jope, y haz venir a Simón el que tiene por sobrenombre Pedro, el cual
mora en casa de Simón, un curtidor, junto al mar; y cuando llegue, él te hablará.
Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros
estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado.
Noten cuidadosamente que Cornelio, al igual que Pedro, actuó literal e inmediatamente
según la Palabra de Dios revelada. Si ustedes y yo esperamos recibir los resultados de la
Palabra de Dios, debemos ante todo asegurarnos de que tenemos la Palabra y entonces
debemos actuar según ella inmediata y literalmente; sin aplazar; ¡debemos actuar según
ella ahora!
¡Qué declaración más tremenda hizo Cornelio cuando le dijo a Pedro que este grupo de
parientes y amigos íntimos que él había reunido estaban en la presencia de Dios! Se habían
reunido tal y como si Dios Todopoderoso estuviera allí. Y Cornelio le dijo a Pedro:
“Ahora…nosotros…para oír todo lo que Dios te ha mandado”. Cornelio no estaba
interesado en la teología, no estaba interesado en lo que la gente dijera, no estaba
interesado en adular a nadie ni en ninguna fanfarria. La única cosa que Cornelio quería oír
era aquello que Dios le había mandado a Pedro decir. En otras palabras, él quería oír la
Palabra de Dios- “todo lo que Dios te ha mandado”.
Versículo 34:
Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace
acepción de personas,
Por medio de una visión y por revelación del espíritu, Dios ya le había informado a Pedro
que nada de por sí es contaminado o es inmundo, y en obediencia a la Palabra de Dios,
Pedro había ido al hogar de Cornelio que era un gentil. Cuando Pedro comenzó a hablarle a
aquellos que se habían reunido, la primera cosa que Pedro dijo fue: “En verdad comprendo
que Dios no hace acepción de personas”. Esta es una lección de las Escrituras significativa
para aquellos que están llenos de prejuicio.
Hasta este momento los judíos siempre se habían enorgullecido de ser el pueblo de Dios,
que Dios les había dado los oráculos a ellos y no a los gentiles. Pero ahora Pedro dijo por
la Palabra del Señor que comprendía que Dios no hace acepción de personas. Dios no
favorece personas pero si hace acepción de condiciones y cuando esas condiciones se
cumplan, hombres y mujeres recibirán el poder proveniente del Espíritu Santo. A El no le
importa si una persona es un judío o un gentil. No está interesado en el color de la piel de
un hombre. Dios le ofrece Su don a todos los que cumplan Sus condiciones, ya que “Dios
no hace acepción de personas”.
Versículos 35,36:
sino que en toda nación se agrada del que le teme [tiene reverencia por Dios] y hace
justicia.
64
Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio
de Jesucristo; éste es Señor de todos.
“Dios envió mensaje a los hijos de Israel” se refiere a la venida de Jesús a los suyos. El
derramamiento en el día de Pentecostés fue para los judíos solamente. Sin embargo Pedro
sabía ahora que Dios no es solamente el Dios de los judíos, sino que El es Señor de todos.
Toda persona en toda nación que creyere en El será renacida y llena del poder proveniente
del Espíritu Santo.
Versículos 37,38:
Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después
del bautismo que predicó Juan:
cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste
anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios
estaba con él.
Aquí Pedro le está enseñando a Cornelio y su familia las grandes verdades concernientes al
Señor Jesucristo y al poder proveniente del Espíritu Santo. Pedro dice en el versículo 38
que “Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret”. Literalmente esto
se podría traducir “Dios ungió con pneuma hagion, espíritu santo, que es dunamis, poder
inherente, a Jesús de Nazaret.
En el versículo 37 Pedro alude al bautismo de Jesús por Juan el Bautista en el río Jordán, lo
cual marcó la apertura del ministerio de Jesús. Juan era el profeta antes de Jesús, y Juan
profetizó sobre Jesús en Mateo 3:11 como uno mucho más importante que él, el cual sería
el único que bautizaría “en Espíritu Santo y fuego”. Juan fue lleno “del Espíritu Santo
[pneuma hagion], aun desde el vientre de su madre”, según fue profetizado por el ángel en
Lucas 1:15. Pero Jesús, nacido de María, fue engendrado “del Espíritu Santo, según le dijo
a José el ángel del Señor, relatado en Mateo 1:20, aunque Jesús no fue lleno con pneuma
hagion desde el vientre de su madre. Durante su juventud Jesús trabajo y estudió la Palabra
de Dios, y Lucas 2:52 dice que él “crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con
Dios y los hombres.
Usando ese poder inherente, Jesús anduvo sanando “a todos los oprimidos por el diablo”
(versículo 38). La enfermedad vino al mundo por el pecado del hombre; por lo tanto,
debido al origen de la enfermedad y el pecado, el versículo 38 no diferencia entre la
enfermedad y las actividades de Satanás. Se puede decir que toda enfermedad es una forma
de opresión del Diablo, y toda curación es salvación de toda clase de enfermedades por el
poder de Dios.
Versículo 39:
Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en
Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero.
65
Como leímos en Hechos 1, justo antes de que Jesucristo ascendiera al cielo, habiendo
reunido los apóstoles a su alrededor, él les dijo que deberían esperar por la promesa del
Padre. Después de que recibieran la promesa, serían testigos de la gran verdad del poder
proveniente del Espíritu Santo. Pedro dice que somos testigos de todas estas cosas
concernientes al señor Jesús al cual los judíos en Jerusalén crucificaron en un madero.
Versículo 40:
A éste [éste al cual los judíos en Jerusalén colgaron en un madero] levantó Dios al tercer
día…*
Esto está exactamente de acuerdo con las propias palabras de Jesús concernientes a sí
mismo en Mateo 12:40: “…como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres
noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”
1 Corintios 15:4 declara: “…que resucitó al tercer día…” Jesucristo estuvo muerto tres días
y tres noches, y aun así Dios lo levanto al tercer día e hizo que se manifestase –
“manifestase” queriendo decir que la gente lo vio, no había nada escondido. Fue
manifestado en el mundo de los sentidos después de su resurrección.
Versículos 41-43:
no a todo el pueblo [El no fue manifestado a todo el pueblo.], sino a los testigos que Dios
había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que
resucitó de los muertos.
De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán
perdón [debe ser “remisión”] de pecados por su nombre.
Pedro está instruyendo a la casa de Cornelio que todavía no había sido renacida. “Remisión
de pecados” se aplica solamente a los no salvos. Para ser renacidos uno debe creer en el
señor Jesús y que Dios lo levantó de los muertos. Cuando y en el momento en que un
hombre cree, recibe remisión de todos los pecados que ha cometido en su vida hasta ese
momento. Todos son borrados en el momento de creencia y aceptación de Jesús como
señor.
Versículo 44:
Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo [el pneuma el hagion]
cayó sobre todos los que oían el discurso.
*Victor Paul Wierwille, The Word’s Way- Vol. III, Studies in Abundant Living (American Christian Press,
New Knoxville, Ohio, U.S.A., 1971), Capítulo 12, “The Day Jesus Christ Died” (“El día en que Jesucristo
murió”).
66
Mientras Pedro todavía estaba predicando, mientras estaba enseñando la Palabra de Dios a
Cornelio y aquéllos reunidos en su casa, ellos creyeron; y sin que nadie les impusiera las
manos, pneuma hagion, “la promesa del Padre”, que es ser “bautizados con el Espíritu
Santo”, cayó sobre todos ellos y fueron “investidos de poder desde lo alto”.
Aquí la palabra “oían” no es la palabra griega que quiere decir oír solamente con los oídos
físicos, sino oír al punto de tener creencia por medio de la actuación de acuerdo con ello.
Esta es una ocasión en que un hombre de Dios que estaba hablando la Palabra de Dios
nunca llegó a decir “Amén”. Pedro nunca llegó a terminar su sermón.
Versículo 45,46:
Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de
que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo [pneuma
hagion].
Porque los oían [Pedro y los seis hermanos que lo acompañaron los oían] que hablaban
en lenguas, y que magnificaban a Dios.
Se nos dice en Hechos 10:23 que algunos de los hermanos de Jope habían acompañado a
Pedro en este viaje. Estos creyentes que eran “de la circuncisión” quedaron atónitos de que
el don cayera sobre los gentiles porque los oían que hablaban en lenguas.
Algo pasó aquel día en la casa de Cornelio para convencer a Pedro y a aquellos que lo
acompañaban de que los gentiles también habían recibido el don. Este algo tenía que ser
indiscutible. Tenía que ser algo en el mundo de los sentidos que fuera tan absoluto que
nadie, ni siquiera uno “de la circuncisión”, pudiera negar su verdad. Esos gentiles podrían
haber sido sumergidos en agua una y otra vez, mas eso nunca hubiera convencido a los
creyentes judíos que los gentiles en realidad habían sido renacidos del Espíritu de Dios y
habían recibido el don proveniente del Espíritu Santo. ¿Qué pudo haber sido lo que
convenció a los presentes de que los gentiles también habían recibido el don de pneuma
hagion? ¿Cuál fue la evidencia externa de la realidad interna de la presencia del espíritu
santo?
La evidencia en el mundo de los sentidos que convenció a Pedro y los seis hermanos, sin
lugar a dudas, fue el hecho de que oyeron a los gentiles hablar en lenguas. Pedro y los que
67
estaban con él habían hablado en lenguas y aún hablaban en lenguas. Sabían que ésta era la
manifestación externa de la presencia del espíritu santo. Pero cuando vieron a los gentiles
manifestar, se quedaron pasmados. Aquí estaba la prueba de que estos gentiles habían sido
renacidos y habían recibido el don proveniente del Espíritu Santo porque los oyeron que
magnificaban a Dios en lenguas según el Espíritu les daba que hablasen.
Versículo 47:
Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean
bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo [pneuma hagion] también como
nosotros?
La emoción del momento abrumó a Pedro de tal manera que ordenó el bautismo de agua
según Juan, pero nunca lo llevó a cabo ya que Dios hizo que Pedro cambiara de idea.
Según se relata en Hechos 11:16, Pedro dijo: “Entonces me acordé de lo dicho por el
Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados con
el Espíritu Santo”. El bautizo de agua no se necesitaba y no se administró.
Versículo 48:
Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se
quedase por algunos días.
¿Por qué será que rara vez, si acaso, nos hemos dado cuenta del gran impacto de la Palabra
de Dios en este décimo capítulo de Hechos? ¿Será porque Satanás nos quiere mantener
ciegos a las grandes verdades de la Palabra de Dios concernientes al don proveniente del
Espíritu Santo? Pedro era un judío. A él no se le ocurriría bautizar a un gentil o introducirlo
a la Iglesia al igual que a nosotros no se nos ocurriría volar un cometa hasta la luna. Pero
había algo en este incidente que era indiscutible, algo que no se podía negar. Así que
inmediatamente después de que Pedro los oyó hablar en lenguas magnificando a Dios, no
los tuvo que poner en período de prueba para determinar si en realidad habían sido
renacidos. El sabía que habían sido renacidos del Espíritu de Dios, ya que la única prueba
visible y oíble de que un hombre ha sido renacido y lleno del don proveniente del Espíritu
Santo siempre es que él hable en lengua o lenguas.
Esto termina el cuarto pasaje en la Palabra de Dios concerniente al recibimiento del nuevo
nacimiento, el don proveniente del Espíritu Santo por cualquier grupo o individuo. Aquí,
por primera vez en la historia de la Iglesia cristiana, los gentiles recibieron el nuevo
nacimiento y el don proveniente del Espíritu Santo en manifestación por el ministerio de
Pedro.
68
CAPÍTULO 10
Un Estudio de Hechos 19
Un quinto y último pasaje en Hechos (la Palabra de Dios) con respecto al recibimiento del
espíritu santo por parte de cualquiera o de cualquier grupo se encuentra en Hechos 19.
Ya hemos visto el descubrimiento progresivo de las verdades con respecto a recibir el don
proveniente del Espíritu Santo en Hechos 2 donde los doce apóstoles recibieron; Hechos 8
donde “medio-judíos”, los samaritanos, recibieron; Hechos 9 contiene el pasaje en el cual
un individuo, Pablo, recibió, habiendo sido ministrado por un discípulo llamado Ananías; y
luego, en Hechos 10, los gentiles recibieron. Ahora llegamos al pasaje final en Hechos 19.
Hechos 18:24,25:
Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría,* varón
elocuente, poderoso en las Escrituras.
Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso
[fervoroso espiritualmente o entusiásticamente espiritual], hablaba y enseñaba
diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de
Juan.
Apolos era un hombre poderoso en las Escrituras; era elocuente; había sido instruido en el
camino del Señor, pero sólo hasta un grado limitado. El conocía el bautismo de Juan, que
era un bautismo de agua, pero no conocía acerca de la manifestación del espíritu santo.
Apolos viajó a Éfeso.
Versículo 26:
Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y
Aquila…
Aquila y Priscila eran un matrimonio que había salido de la ciudad de Roma a causa de la
persecución y había venido a Éfeso. Allí oyeron a Apolos hablando de la Palabra de Dios.
Versículo 26:
… le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios.
*En los principios de la era de la Iglesia había dos escuelas principales de aprendizaje. Antioquía en Siria y
Alejandría en Egipto. El centro griego de aprendizaje el Alejandría, donde Apolos vivía y fue educado, no
tenía el conocimiento completo con respecto al espíritu santo que era conocido en Antioquía y por lo tanto a
través de la región incluyendo a Éfeso.
69
¡Qué maravilloso es eso! Apolos era elocuente y poderoso en las Escrituras, sin embargo
era lo suficientemente humilde como para escuchar y aprender de estos simples discípulos
a medida que ellos “le expusieron más exactamente el camino de Dios”. Aquila y Priscila
entendían la Palabra de Dios aun mejor que Apolos, así que cuando oyeron a Apolos
predicar y enseñar el nuevo nacimiento pero no las manifestaciones del espíritu santo, se
hicieron cargo de explicarle las grandes verdades pertenecientes al Espíritu Santo y a Su
don.
porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las
Escrituras que Jesús era el Cristo.
Apolos había estado en Éfeso y les había hablado acerca del Señor Jesucristo, probando de
las Escrituras que Jesús era el Cristo. Alguna de la gente había creído. Aquila y Priscila le
habían expuesto la Palabra de Dios más perfectamente a Apolos y entonces él había ido a
Acaya, específicamente a Corinto. Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo pasó por
Éfeso.
Hechos 19:1,2:
Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer
las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos,
les dijo: ¿Recibisteis [lambanō] el Espíritu Santo [pneuma hagion] cuando creísteis?...
Pablo interrogó a estos discípulos que habían sido ganados para el señor y renacidos bajo
el ministerio de Apolos. Les preguntó si habían recibido el don, pneuma hagion, en
manifestación cuando o desde que habían creído. Aquí la palabra “recibisteis” es lambanō.
El sabía que habían recibido espiritualmente, dechomai. Así que Pablo les preguntó:
“Recibisteis, lambanō; manifestasteis pneuma hagion?”
Versículo 2:
… Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo [pneuma hagion].
Ellos habían oído acerca del Espíritu Santo que es Dios; pero no habían oído acerca de
recibir en manifestación el don proveniente del Espíritu Santo. Cuando Apolos estaba
ministrando en Éfeso, él sólo podía enseñar y sólo enseñó lo que él conocía y entendía,
pues ningún hombre puede enseñar más allá de lo que conoce. Ningún hombre puede guiar
a nadie más allá de donde él mismo ha sido guiado. Es por esto que hoy mucha gente
renacida del Espíritu de Dios no está manifestando el poder proveniente del Espíritu Santo.
No han sido enseñados correctamente. No entienden. A algunos no les interesa entender,
pero muchos de ellos se acercarían a esta mayor luz si estos mismos “Apolos” –los líderes,
los maestros, los ministros- supieran y fueran capaces de ayudar a otros a recibir el don
70
proveniente del Espíritu Santo. Hoy hay creyentes que tendrían que responder a la pregunta
de Pablo del mismo modo que lo hicieron estos discípulos de Éfeso: “Ni siquiera hemos
oído si hay Espíritu Santo”.
Versículo 3-5:
Entonces dijo [Pablo]: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el
bautismo de Juan.
En estos versículos Pablo interroga a la gente acerca del ministerio de Apolos. Pablo sabía
que ellos habían renacido antes que él llegara porque se dirigió a ellos como creyentes y
los instruyó con respecto al bautismo que habían experimentado. Pero percibió que todavía
no había evidencia exterior o manifestación de la realidad espiritual y presencia de
Jesucristo.
Versículo 6:
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo [el pneuma
el hagion, refiriéndose al don]; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
Apolos había guiado a esta gente en Efeso a la salvación, pero, no sabiendo acerca de las
manifestaciones del espíritu santo, no sabía cómo guiarlos a producir la evidencia del
espíritu santo. El mismo Apolos no había tenido esta experiencia así que su ministerio
estaba limitado a lo que él conocía.
Lo que le había pasado a los efesios aún sucede hoy en día. Mucha gente ha nacido de
nuevo, pero no manifiestan ninguna evidencia en el mundo de los sentidos de que son
renacidos del Espíritu de Dios. En otras palabras, no operan el hablar en lenguas,
interpretación de lenguas, profecía, palabra de ciencia o sabiduría, discernimiento de
espíritus, fe, milagros y dones de sanidad. Estas manifestaciones del espíritu son la
evidencia externa del nuevo nacimiento – el poder proveniente del Espíritu Santo.
De modo que Pablo les impuso las manos a estos nuevos creyentes. ¿Por qué les impuso
las manos? Por revelación, indicando recibir revelación de Dios acerca de qué hacer con
respecto a estos cristianos que no habían puesto en evidencia el don proveniente del
Espíritu Santo. Pablo les impuso sus manos y recibió revelación, y el pneuma hagion fue
manifestado. Estos discípulos que habían sido renacidos tan recientemente ahora recibieron
en manifestación el poder del espíritu santo pues hablaron en lenguas. ¿Quién habló? Ellos
hablaron. Ellos movieron sus labios, garganta y lenguas; ellos hicieron sonidos. El idioma
que hablaron fue lenguas. Ellos hablaron, pero lo que hablaron fue según el Espíritu les
daba que hablasen.
71
Aquí por primera vez en el libro de Hechos, tenemos en evidencia una manifestación más,
a saber, profecía.
Hechos 19:6,7:
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y
hablaban en lenguas, y profetizaban.
Hay sólo cinco pasajes en la Palabra de Dios con respecto a cualquier individuo o grupo de
gente recibiendo el espíritu santo, pneuma hagion, en manifestación. Los cinco, de los
cuales éste es el quinto y último, se encuentra en el Libro de Hechos capítulos 2, 8, 9,10 y
19. A medida que consideramos estos recuentos, encontramos verdades maravillosas para
compartir con la gente de Dios.
En cada uno de estos pasajes concernientes al recibimiento del don proveniente del
Espíritu Santo, está declarado específicamente, o se da a entender tan claramente que no
puede escaparse a la vista, que cuando la gente era renacida, era llena del espíritu santo,
hablar en lenguas era la manifestación externa de la realidad y presencia interna del don.
En los cinco pasajes esta manifestación exterior era la prueba de la realidad de su
experiencia.
Nadie puede manifestar el poder hasta que haya recibido el don. El don de Dios es el nuevo
nacimiento, el recibimiento del espíritu santo, pneuma hagion, que es la obra de Dios quien
es Espíritu Santo. Una vez que hemos recibido el don, espíritu santo, que es “Cristo en
vosotros”, tenemos la habilidad dada por Dios de llevar a cabo el acto de manifestar el don
hablando en lenguas según el Espíritu nos da que hablemos.
No hay ninguna escritura que enseñe que cuando la gente es renacida no habla en lenguas.
La Palabra enseña justamente lo contrario. El don del espíritu santo debe ser manifestado
exteriormente. No son las obras del hombre las que se deben manifestar. Un hombre puede
ser sumergido, ir a la iglesia, decir “Aleluya”, parecer religioso y ser devoto, pero eso no
es prueba de que ha nacido de nuevo y que ha sido lleno del espíritu santo.
Es importante repetir que no hay ningún pasaje en la Biblia que enseñe que los creyentes
que son renacidos del Espíritu de Dios no pueden o no hablan en lenguas. Ya que todos los
pasajes en el Libro de Hechos indican claramente que era la voluntad de Dios para aquellos
que nacían de nuevo hablar en lenguas y que ellos sí hablaron en lenguas, entonces esto
nos obliga a aquellos de nosotros que nos llamamos cristianos a creer la Palabra de Dios y
llevar a cabo Su voluntad en estos asuntos. Así pues, nosotros también andaremos en las
grandes manifestaciones del poder de Dios.
73
TERCERA SECCIÓN
Esta sección en este libro es de tal importancia vital que cada uno debería leerla y releerla.
No solamente aquellos que han hablado lenguas y manifestado otras evidencias del espíritu
deberían zambullirse en este estudio de 1 Corintios 12,13 y 14, sino también aquellos que
sinceramente deseen manifestar, así como también aquellos que tengan preguntas
concernientes a las manifestaciones del espíritu.
CAPÍTULO 11
Un Estudio de 1 Corintios 12
Los capítulos doce, trece y catorce de 1 Corintios le han causado a los creyentes mucha
dificultad y confusión. Esto ha sido en gran parte debido a que no hemos leído estos tres
capítulos como una unidad. La mayor parte de nosotros, me temo, hemos magnificado 1
Corintios 13, sacándolo frecuentemente fuera de su contexto, a expensas de los capítulos
doce y catorce. Hemos hecho esto en prejuicio de nosotros mismos.
1 Corintios 1:2:
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a
ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.
Además, el versículo citado nos informa que 1 Corintios fue escrita a los santos. ¿Quiénes
son los santos? De acuerdo con la Biblia, los santos del Nuevo Testamento son los
creyentes convertidos y nacidos de nuevo, quienes tienen vida eterna.
Este versículo afirma que 1 Corintios fue escrita a los santos en cualquier lugar, o sea,
aquellos que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Nosotros que invocamos el
nombre de Cristo Jesús como nuestro señor y salvador personal encontramos que
1Corintios está escrita a nosotros al igual que aquellos en Corinto.
74
Así pues, 1 Corintios 12 a 14 están escritos a los santos en la Iglesia de Dios, y tratan
principalmente el tema de pneumatikos, “cosas del espíritu”.
1 Corintios 12:1:
No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.
La palabra griega para “espirituales” es pneumatikos, que quiere decir “aquellos que
pertenecen a, es determinado por, influenciado por o procede del Espíritu.
La palabra “dones” no está en ningún texto griego. El leer esta palabra “dones” dentro de
este versículo ha causado gran confusión, argumentos teológicos y malentendidos
denominacionales
Una traducción literal del versículo 1 de acuerdo al uso sería: “No quiero, hermanos, que
ignoréis acerca de los asuntos pertenecientes, determinados, influenciados o procedentes
del Espíritu”, o tal vez más sencillamente: “No quiero, hermanos, que os falte información
acerca de los asuntos espirituales”.
Versículo 2:
Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los
ídolos mudos.
Un “ídolo mudo” está hecho de madera o piedra y no puede hablar. La razón por la cual los
gentiles habían adorado “ídolos mudos” es que ésta era la forma o camino que se les había
enseñado. Nadie va jamás, en su búsqueda espiritual, más allá de a donde se le lleva: no
puede recibir más allá de lo que cree y no puede creer más allá de lo que se le enseña.
Versículo 3:
Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios [pneuma theou]
llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo
[pneuma hagion].
Muchas veces “creyentes incrédulos” me han dicho que es posible maldecir a Dios cuando
se habla en lenguas ya que el que habla no entiende lo que habla. Esto, absolutamente, no
es verdad. El tercer versículo de este capítulo afirma claramente que nadie llama anatema a
Jesús cuando habla por el espíritu de (proveniente de) Dios. Ya que es imposible hablar en
lenguas a menos que uno haya recibido el don proveniente del Espíritu Santo, podemos
tener confianza completa de que esta manifestación absolutamente nunca puede ser
pervertida al punto impensable de maldecir a Dios. Cuando un hombre ha nacido de nuevo
del Espíritu y habla en lenguas, el idioma y la materia que él habla se originan en Dios y no
pueden hacer otra cosa que glorificar Su nombre. Además: “Y nadie puede llamar
[verdaderamente] a Jesús [su] Señor” sino por medio del pneuma hagion, que es el don en
manifestación.
Versículo 4:
Ahora bien, hay diversidad* de dones, pero el Espíritu [pneuma] es el mismo.
Los efectos producidos son de diversas clases. La palabra griega para “dones” es
charismata, que quiere decir “dones de gracia”, de parte de Dios al hombre. Aquí, la
Palabra está hablando sobre dones, no manifestaciones. Los dones de Dios son “asuntos
espirituales”, pneumatikos, al igual que las manifestaciones.
*La palabra “diversidad” es la palabra griega diairesis, una palabra compuesta de día que quiere decir “a
través” y haireō que quiere decir “selección” u “opción”. Por lo tanto, el entendimiento literal es charismata,
dones, “a través de la selección o la opción de Dios” o “a través de la selección o la opción de Dios hay
dones”.
76
Pero es el mismo Donador - Espíritu, Señor, Dios, en todo caso en que un don es dado.
Noten que en el caso genitivo, según se usa aquí en el versículo 4, “diversidad de dones”,
ambos los “dones” y la “diversidad” son los efectos de la operación de gracia de Dios.
Versículo 5:
Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.
Dios da diferentes ministerios en la Iglesia para beneficiar a ambos los que están dentro y
fuera de los confines inmediatos de la Iglesia, todos para la gloria del mismo Señor.
En esencia este versículo dice que la división de los dones es la prerrogativa de Dios a fin
de hacer los ministerios en la Iglesia del mayor servicio y beneficio para todos.
Versículo 6:
Y hay diversidad [diairesis] de operaciones [energēma], pero Dios, que hace [energeō]
todas las cosas en todos, es el mismo.
El verbo de la Palabra griega para “operaciones” está traducido “hace” en la última parte
de este versículo y en el versículo 11, mientras que en el versículo 10 es “hacer”. Quiere
decir “aquello que es hecho”. De esta palabra griega energēma, obtenemos nuestra palabra
en español “energía”. Los efectos producidos o hechos son diversidades, diairesis, o clases
distribuidas. Dios actúa deliberadamente haciendo división de los dones, tal como
apóstoles, profetas, evangelistas, maestros y pastores; mas es el mismo Dios que da energía
a todos los dones. Dios no da nueve dones del Espíritu sino que da un don de pneuma
hagion que da energía a nuestra habilidad espiritual de manifestar nueve operaciones,
además de dar energía a los cinco ministerios de servicio para el cuerpo de la Iglesia.
Las nueve operaciones basadas en una fuente de poder es como la batería de mi carro que
acumula energía eléctrica. Esta energía eléctrica produce varias operaciones. Yo utilizo la
energía al tocar la bocina o al mover la llave de la ignición o al usar la radio o al encender
los faroles o al encender el calentador. Todas estas operaciones son producidas por la
misma energía de la única batería.
*La palabra “diversidad” es la Palabra griega diéresis. Una palabra compuesta de día que quiere decir “a
través” y haireō que quiere decir “selección” u “opción”. Por lo tanto, el entendimiento literal es charismata,
dones, “a través de la selección o la opción de Dios” O “a través de la selección o la opción de Dios hay
dones”
77
El versículo 6 expone claramente que hay diversidad de operaciones producidas por Dios,
eso es a las que da energía el mismo Dios.
Tal vez surja la pregunta: “¿Por qué entonces no manifiesta cada persona llena de espíritu
las nueve evidencias del espíritu?” Yo les pregunto: “¿Por qué no empieza la bocina de mi
carro a tocar en cuanto me siento en él?” La razón es obvia. Primero debo apretar el botón
de la bocina para hacer el contacto; el poder o la energía ya está provista para yo usarla,
pero permanece latente hasta que me entero de su existencia y entonces la activo
En esencia este versículo dice: “Entre los dones de gracia que son dados por Dios, hay
diferentes clases de efectos producidos, pero es el mismo Dios quien es Espíritu y Señor
quien da energía a todos los dones”.
Versículo 7:
Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu [el pneuma] para provecho.
La palabra “pero” pone este versículo en contraste, no en correspondencia, con aquello que
precede. Aquí en el versículos 7 cambiamos de dones a manifestaciones. Ya no estamos
tratando sobre dones, estamos tratando sobre evidencias, cosas manifestadas. Todos los
dones de Dios son espirituales y no pueden ser vistos en el mundo de los sentidos hasta ser
manifestados. No podemos ver espíritu. La palabra “manifestado” quiere decir
“demostrado en el mundo de los sentidos o evidenciados”.
La manifestación del espíritu santo tiene nueve partes separadas y sin embargo unidas
componiendo el todo, y el todo es dado a cada hombre para beneficio a sí mismo y para el
bien común de la Iglesia.
Noten luego las últimas dos palabras – “para provecho”. La palabra “para” es pros
indicando el punto de vista hacia el final. También podría ser traducido “hacia”.
“Provecho” da el entendimiento añadido de beneficios superiores “enteramente”, en otras
78
palabras, inmediatamente y a lo último. Una traducción literal de acuerdo al uso del
versículo 7 sería: “Pero a cada uno le es dada la manifestación del espíritu hacia provecho
para él a lo último, al igual que de inmediato.
Toda la manifestación del espíritu es de provecho. Y se saca provecho del evidenciar cada
manifestación. Por eso es que yo busco inmediatamente el provecho cuando la gente
manifiesta cualquier cosa que ellos llaman espiritual o proveniente de Dios. Si lo que están
manifestando no es beneficioso, no puede ser proveniente de Dios quien es el Padre de
nuestro señor y salvador Jesucristo y el Donador del don de pneuma hagion.
Naturalmente, “para provecho” conduce a una pregunta, a saber, ¿cómo da o cómo dará
provecho? ¿Cuál es el provecho en cada una de las nueve manifestaciones? La
contestación es dada en los versículos 8 al 10.
Versículos 8-10:
Porque a éste es dada por el Espíritu [el pneuma en la Iglesia] palabra de sabiduría; a
otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu [el pneuma];
La primera palabra en el versículo 8 es “porque” que es una conjunción que pone este
versículo en correspondencia con el provecho del versículo 7, y nos informa que la Palabra
de Dios ahora nos va a dar la información específica en cuanto a cómo este provecho viene
a ser.
Las palabras “a éste” en el versículo 8 son una palabra en griego, hō, que es el caso dativo
del pronombre relativo hos; ya que está en el caso dativo esta palabra hō puede ser
traducida “a uno” o “para uno”, y por el contexto hō debe ser traducida “para uno”. “Uno”,
al igual que “éste”, es un pronombre relativo, y se puede intercambiar con la palabra
“aquél”. Un pronombre relativo se refiere al sustantivo más cercano que lo antecede. Por lo
tanto, usando el sustantivo en lugar del pronombre, el versículo leería: “porque para aquél
[queriendo decir el provecho]”.
Con este entendimiento de la usanza griega, los versículos del 8 al 10 serían exactos y más
enfáticos si se tradujeran como sigue:
y palabra ciencia es dada por el mismo Espíritu para otro [allos] provecho;
79
y dones de sanidades son dados por el mismo Espíritu para otro [allos] provecho
Y el hacer milagros es dado por el mismo Espíritu para otro [allos] provecho
y discernimiento de espíritus es dado por el mismo Espíritu para otro [allos] provecho;
y diversos géneros de lenguas son dados por el mismo Espíritu para otro [heteros]
provecho;
e interpretación de lenguas es dada por el mismo Espíritu para otro [allos] provecho.
He marcado en corchetes que la palabra griega para “otro” usada con la manifestación de
creencia y géneros de lenguas es heteros, la cual es distinta de allos que es asociada con las
otras siete manifestaciones. ¿Por qué se usa heteros dos veces y allos siete veces? Debe
haber una razón para el uso de dos palabras griegas diferentes las cuales en todos los casos
son traducidas “otro”.
Allos es traducida “otro” y tiene un uso exacto en la forma “otro” cuando pueden haber
más de dos envueltos (Véase Mateo 4:21; 21:8, 36,41.)
Heteros se usa para “otro” cuando solamente dos están envueltos. (Véase Mateo 6:24 y
Lucas 5:7.)
Dos de las nueve manifestaciones son específicamente para que solamente el creyente
individual tenga provecho. La manifestación de lenguas y la manifestación de creencia son
un provecho solamente a la persona que está recibiendo de Dios. Hablar en lenguas da
provecho al creyente por medio de la edificación de su espíritu. La manifestación de
creencia, que se demuestra cuando un hijo de Dios cree para que lo imposible venga a ser
según su mandato de acuerdo con su revelación recibida (palabra de ciencia, palabra de
sabiduría y discernimiento de espíritus), da provecho solamente al creyente que la opera.
Otras personas pueden recibir provecho del resultado de la operación, pero no de la
manifestación misma. Ya que ninguna otra persona deriva provecho del uso de creencia y
lenguas, heteros se usa porque sólo Dios y el creyente están envueltos. Así pues es también
una usanza genérica. Todas las otras manifestaciones pueden ser de provecho para otros
además de la persona que esté operando las manifestaciones.
Los versículos del 8 al 10 no son una enumeración de las nueve manifestaciones del
espíritu, llamadas erróneamente “dones del Espíritu”, en su propia secuencia y orden de
manifestación unificada. Ustedes notarán que son evidencias específicas u operaciones
como beneficios, a las que da energía del mismo Espíritu. Las manifestaciones son
evidencias del don proveniente del Espíritu Santo. No son el don mismo sino las
operaciones de él. Si Dios hubiese querido decir “don” o “fruto”, El lo hubiera dicho. El
quería decir manifestación, por lo tanto, El lo dijo así.
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Las manifestaciones son evidencias del don de pneuma hagion, espíritu santo. Las
manifestaciones son nueve en número, ni más, ni menos; y todas las nueve están
“envueltas” en el don de pneuma hagion, espíritu santo, que es recibido por el creyente en
el momento del nuevo nacimiento.
Cuando contemplen las manifestaciones del espíritu santo disponibles a todos los creyentes
después de Pentecostés, notarán cómo, por su propia naturaleza, se dividen en tres grupos
con tres manifestaciones específicas en cada grupo. Estos grupos son:
2. Interpretación de lenguas.
3. Profecía
1. Palabra de ciencia
2. Palabra de sabiduría
3. Discernimiento de espíritus
1. Fe (creencia)
2. Dones de sanidades
3. Hacer milagros
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El Espíritu Santo, que es Dios, da energía a todas las nueve manifestaciones en cada
creyente, por medio de la presencia del don, pneuma hagion, el espíritu santo que mora
dentro del creyente. El creyente demuestra el poder desde lo alto en manifestaciones
actuando según la Palabra.
Diversos géneros de lenguas, interpretación de lenguas y profecía son las evidencias del
espíritu santo que la Palabra de Dios considera específicamente en el decimocuarto
capitulo de 1 Corintios. Pablo estaba alarmado a causa del mal uso y abuso de estas
manifestaciones en la Iglesia. Como una demostración o evidencia de la presencia del
espíritu santo, el poder desde lo alto, las manifestaciones tenían que usarse apropiadamente
por parte de todo individuo y en todo momento.
82
Versículo 11:
Pero todas estas cosas [todas las nueve manifestaciones] las hace [reciben energía de]
uno y el mismo Espíritu [pneuma], repartiendo a cada uno en particular como él
quiere.
Los versículos del 8 al 10 son una cláusula subordinada refiriéndose al provecho de las
manifestaciones. Estos tres versículos, hablando técnica y gramaticalmente, deberían ser
un paréntesis en correspondencia con el versículo 7 elaborando sobre el provecho. En el
versículo 11 la Palabra de Dios de nuevo coordina el versículo 7 con la conjunción pero,
que de nuevo contrasta los provechos antes mencionados en los versículos 8 al 10 y
relaciona al versículo 11 con el versículo 7.
Hay un doble reflexivo único en el versículo 11 en las palabras “uno y el mismo Espíritu”
con el énfasis hecho por uno y mismo. La palabra que sigue, “repartiendo”, diaireō, es
“distribuyendo”.
Las últimas cinco palabras del versículo 11, “en particular como él quiere”, han causado un
sinfín de confusión. Algunos enseñan que ningún creyente puede tener más de una
manifestación, la cual llaman un don, tal como un “don de hablar en lenguas” o como un
“don de interpretación de lenguas”. Aun más, algunos enseñan que estos “dones” sólo
pueden ser dados por Dios cuando el creyente está “santificado”, cuando es lo
suficientemente santo como para recibir, y que nunca se da más de un “don” a un creyente.
Sin embargo dicen que en muy raras ocasiones puede ser posible tener dos “dones” en
manifestación.
Aquellos que enseñan la teoría de “un don” no toman en cuenta la última parte del
versículo 11: “repartiendo a cada uno en particular como él quiere”. Ellos dicen: “Dios
reparte a cada uno en particular como El [Dios] quiere”. Mi contestación es: ¿cómo puede
cambiar la voluntad de Dios cuando Su voluntad está declarada tan claramente en el
versículo 7 que todas las manifestaciones son dadas a cada uno? Por lo tanto, “como él
quiere” quiere decir “como cada hombre quiere”.
En 2 Pedro 1:20 idios está traducida “privada”; y si es “privada” de seguro que es “suya”.
La palabra idios ocurre 114 veces, pero ni una vez se traduce “en particular” excepto por el
versículo 11. Esta traducción en este versículo es lo suficientemente anormal como para ser
sospechosa. Sería más consistente con la Palabra de Dios traducir idios como los
traductores han hecho en otros lugares, a saber, como “su propio”.
83
Así pues, si traducimos la última parte del versículo 11 “distribuyendo a cada hombre lo
suyo propio”, tendremos la verdad en vez del error. Los exponentes han dicho que la frase
“como él quiere” quiere decir “como Dios quiere” implicando muy compacta y
precisamente que no es la voluntad de Dios para un creyente que éste posea y opere todas
las nueve manifestaciones del espíritu. La voluntad de Dios se puede determinar solamente
por medio del la Palabra de Dios. En el versículo 7 Dios declaró Su voluntad
específicamente al decir que la manifestación del espíritu (el pneuma) le es dada a cada
uno para provecho. En otras palabras, todas las nueve manifestaciones están disponibles a
todo hombre; pero cada persona, a causa de su habilidad para creer, puede tener una
cualidad de experto muy especial, genos, en una de las manifestaciones en la Iglesia.
Así pues, hay armonía entre los conceptos aparentemente contradictorios de los versículos
7,8 y 11. Justamente otra prueba irrefutable de que la Biblia no se contradice. Todo
creyente lleno del espíritu tiene todas las nueve manifestaciones, pero todas las nueve no
siempre están en condición de ser operadas en la misma persona porque puede que la
persona no crea lo suficiente. Un creyente puede tener un fuerte deseo de manifestar una de
las evidencias más que las otras. Entonces este creyente sobresaldrá en ésta como su
contribución personal al cuerpo de creyentes llenos del espíritu en la Iglesia, aunque opere
eficazmente las otras manifestaciones en su vida privada. Esta es la prerrogativa de un
creyente, “como él quiere”. Dios le da energía a todas las manifestaciones en todo
creyente, pero el creyente puede manifestar, en la Iglesia, una de las manifestaciones más
eficazmente de acuerdo con su propia creencia para beneficios de todos.
Esta es una realidad sorprendente que concuerda con cada segmento de la Palabra. Dios da
el don que es espíritu; pero una vez dado, es el que recibe el don, a saber, el creyente lleno
del espíritu, el que es responsable por su operación. Como ilustración, usted puede tener la
fuerza y habilidad de pararse sobre sus pies, pero puede ser que usted no quiera pararse. En
otras palabras, tener habilidad no significa necesariamente que usted utilizará esa
habilidad. Ciertamente las leyes de Dios funcionan con tanta precisión como las leyes
físicas de la naturaleza.
Las evidencias del don, el espíritu santo, pneuma hagion, en el creyente lleno del espíritu
en el mundo de los sentidos son de acuerdo a la creencia de cada hombre. Dios está más
ansioso de dar que nosotros de recibir. En este momento, no es Dios, sino nuestra creencia,
que hace posible la realidad de nuestro recibir en manifestación. Dios quiere que estas
manifestaciones sean demostradas ahora en cada creyente de acuerdo con la creencia del
hombre. Si un creyente no actúa, no manifestará nunca el don de Dios.
Reiteremos hasta aquí en 1 Corintios 12. Palabras claves que se hallan en los versículos 4,5
y 6 son las siguientes:
“dones” – charismata – dones de gracia que son habilidades dadas por Dios, siempre en
relación vertical al hombre. Dios al hombre.
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“operaciones” – energēmata – efectos, operaciones. Siempre los efectos producidos por la
operación interna, energeō, dados energía por el Espíritu, y como tales, evidencias en el
mundo de los sentidos.
He aquí la verdad importante: todos los energēmata están en cada persona llena del
espíritu santo, pneuma hagion.
Versículos 6:
…pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo [ho de autos estin theos ho
energōn ta panta en pasin].
Versión Reina-Valera 1960 - “…pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el
mismo”.
Versión Moderna- “…mas el mismo Dios es el que obra todas las cosas en todos”.
Versión El Nuevo Testamento Viviente – “…pero siempre es un mismo Dios el que realiza
la obra en nosotros y a través de cada uno de los que somos suyos”.
Versión Casiodoro de Reina (1569) – “…mas el mismo Dios es, el cual obra todas las
cosas en todos”.
Versículo 11:
Pero todas estas cosas [las nueve manifestaciones de pneuma hagion en un creyente] las
hace [energeō] uno y el mismo Espíritu [pneuma]…
La palabra “hace” es una forma verbal de la misma raíz griega que la palabra energēmata,
el sustantivo usado en el versículo 10 cuando se refiere al hacer milagros. En otras
palabras, las nueve cosas llamadas “dones” no son dones, sino evidencias, resultados,
efectos, las manifestaciones del don, pneuma hagion, producidas por la operación,
energeō, del Espíritu, pneuma.
Una traducción literal del versículo 11 es: “Pero todas estas nueve manifestaciones de
espíritu santo en un creyente son producidas y dadas energía por el Espíritu,
distribuyéndole a cada hombre lo suyo propio, y en los efectos producidos, como el
hombre quiere”.
Hechos 3:6,7:
…No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate y anda.
Ustedes no pueden dar el “don de sanidad” a menos que tengan revelación. Pedro y Juan
deben haberle pasado por delante al inválido muchas veces mientras él estaba sentado
mendigando, pero éste era el momento para que él fuese sanado. Cuando el “don de
sanidad” fue puesto en manifestación, el inválido fue sanado. No solo estuvo en operación
aquí la manifestación de sanidad, sino que el “hacer milagros” también estuvo involucrado
pues la sanidad fue instantánea.
1 Corintios 12:12-27:
Porque** así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los
miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
Porque por un solo Espíritu [pneuma] fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean
judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo
Espíritu [pneuma].
*La palabra “dones” en el versículo 9 es singular en todos los textos arameos y se refiere a cada sanidad.
86
Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.
Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del
cuerpo?
Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría
el olfato?
Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él
quiso.
Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.
Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;
y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más
dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.
Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó
el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba,
para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se
preocupen los unos por los otros.
De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un
miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.
Esta sección entera, versículo 12 al 27, es una ilustración usando el cuerpo humano para
representar la misma verdad que se aplica al cuerpo espiritual, que ha sido relatada en los
primeros once versículos de este capítulo doce.
Versículos 28-30:
Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero
maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan [charismata, dones, de
87
sanidades], los que ayudan, los que administran, los que tienen don [genos, diversidad,
clases, géneros] de lenguas.
¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?
Los versículos 28 al 30 son una expresión de la verdad que cada parte, cada creyente, tiene
un ministerio específico que llevar a cabo, pero sin todo el cuerpo ninguna de las
manifestaciones podría funcionar.
Los creyentes incrédulos y críticos han tratado de exponer este versículo principalmente
para degradar el “hablar en lenguas”. Ellos han dicho: “hablar en lenguas es lo menos
importante, por lo tanto, Dios lo puso último”. Tal “lógica” es casi imperdonable. Si usted
fuera el último, el más joven en la familia, ¿lo haría eso el menos importante de todos?
Alguien o algo tiene que ser último. Sólo porque algo esta último en una lista no conlleva
la cualidad de ser el menos importante o no importante. En el lenguaje escrito así como en
el hablado, a menudo leemos y oímos: “Este es el punto último y final, pero permítanme
recordarles que no es el menos importante” o “Ultimo pero no menor”. La Palabra de Dios
no es menos la Palabra de Dios en importancia simplemente porque algo está último. Sigue
siendo la Palabra de Dios. Ustedes no pueden escribir dos cosas al mismo tiempo. Una
debe ir primero y por necesidad otra debe venir mas tarde. Seguramente, la Palabra de Dios
necesita una revisión más honesta que ésa que estos críticos le han dado. Examinemos
cuidadosamente lo que los versículos 28 al 30 enseñan. Están llenos de verdad e
instrucción para aquellos que quieren aprender.
Una traducción literal del versículo 28, de acuerdo al uso, sería: “Así, Dios ha colocado
algunos en la Iglesia que tienen el ministerio de apóstoles, profetas y maestros. Hay
algunos que ministran más efectivamente haciendo milagros, algunos que son muy
efectivos ministrando las bendiciones de sanidades, algunos que son muy diestros
ministrando como ayudantes y administradores, y algunos cuyo ministerio es diversidad de
lenguas”.
Las personas que tiene el ministerio de “diversidad de lenguas” no usan una lengua
exclusivamente, sino que son diestros en manifestar una variedad de lenguas diferentes.
Esto es usar lenguas en un sentido más comprensivo, o sea, el sentido que la palabra genos
describe.
Efesios 4:7-18:
88
Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don [dōrea]*
de Cristo.
Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones [doma] a
los hombres.
Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes
más bajas de la tierra?
El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para
llenarlo todo.
a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo,
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a
un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de
doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las
artimañas del error,
sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza,
esto es, Cristo,
de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que
se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor.
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que
andan en la vanidad de su mente,
*Walter J. Cummins, “Gifts of God” (American Christian Press. New Knoxville. Ohio, U.S.A.,
1969).(“Dones de Dios”).
89
Los charismata, habilidades espirituales, como dones doma son a o para la Iglesia:
apóstoles, profetas, evangelistas, pastores, maestros, para ministrar beneficios al Cuerpo de
Cristo, a saber, para el perfeccionamiento de los santos.
Romanos 12:4-8:
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los
miembros tienen la misma función,
así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de
los otros.
De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de
profecía, úsese conforme a la medida de la fe;
el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con
solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
Los versículos que acabo de citar son las mismas charismata, habilidades espirituales,
dadas por Dios al hombre, que se convierten en ministerios doma en la Iglesia según el
creyente los opera. El capítulo doce de Romanos a partir del versículo 4, le da al operador
y creyente instrucciones específicas, no sólo acerca de los ministerios, sino también acerca
de la conducta de su propia vida.
En Romanos 12:4 la palabra “función” significa función en un nivel horizontal. “No todos
los miembros en el cuerpo tiene la misma función”.
Romanos 12:8 debería pues comenzar: “Aquel que reparte en cualquier ministerio en la
Iglesia, que lo haga con liberalidad; el que tenga un ministerio de gobierno, que lo haga
con diligencia; y el que tenga un ministerio que lo haga muy diestro en misericordia, que
haga con alegría”. Todas las instrucciones a continuación de estos versículos son sobre
comportamiento, es decir, conducta.
La traducción literal es: “No todos son apóstoles, ¿no es así? No todos son profetas, ¿no es
así?” Y así sucesivamente. En otras palabras: “¿Tienen todos en operación el ministerio de
un apóstol en la Iglesia? ¿Tienen todos en operación el ministerio de un profeta en la
Iglesia? ¿Tiene todos en operación el ministerio de un maestro en la Iglesia? ¿Son todos
aquellos que ministran los que hacen milagros en la Iglesia? ¿Tienen todos en evidencia las
habilidades espirituales de ministrar dones de sanidades en la Iglesia? ¿Ministran todos
hablando en lenguas en la Iglesia? ¿Ministran todos interpretando lo que ha sido hablado
en una lengua en la Iglesia?”.
La respuesta es: No, no todos hacen estas cosas en la Iglesia. Pero, no hay ninguna
implicación ni sugerencia de que estas cosas no podrían estar sucediendo en las vidas de
todos los creyentes cristianos individuales.
Pero, en la Iglesia, ustedes verán en manifestación los ministerios en que la persona que
ministra es especialmente adepta en hacer ciertas cosas espirituales mejor que otras. Todos
los ministerios en la Iglesia, aun aquellos que son “dones”, charismata de Dios en forma
vertical, estarán en manifestación o evidencias en el plano horizontal entre los creyentes en
la Iglesia sólo conforme a la proporción de creencia del individuo lleno del espíritu que
está ministrando. Como ilustración: si un hombre tiene el ministerio de un apóstol, éste no
saldrá por sí sólo en doma o forma de beneficio a la Iglesia a menos que él crea que puede
ministrar como un apóstol. De igual modo, todos los charismata de Dios, que son dōrea al
individuo y doma a la Iglesia según el que recibe cree para operarlos.
Versículo 31:
Procurad, pues, los dones [charismata: en la Iglesia] mejores…
Esta instrucción nos exige a aquellos de nosotros que pertenecemos a la Iglesia a procurar
los mejores dones. La palabra “procurad” significa “desear y buscar con ahínco” los
mejores dones, con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza, para que podamos tener el
poder de Dios en nuestras vidas para ministrar eficazmente en la Iglesia y combatir los
ataques contra la Iglesia de Jesucristo. Los “mejores dones” a que se refiere son los
charismata. Si tenemos la habilidad, depende de nosotros el lanzarnos al ministerio. Si no
tenemos la habilidad espiritual en evidencia en la Iglesia necesitamos desear con ahínco.
¿Cuáles son los “mejores dones”, charismata? La palabra “mejor” nos ha confundido hasta
el punto de pensar que un don de Dios puede ser mejor que otro. Esto no puede ser, pues
cada don de Dios es “muy bueno”, sí, perfecto. Pero lo que pudiera ser el “mejor” don de
Dios para una iglesia local puede no ser lo “mejor” para otro grupo de creyentes en otra
iglesia local. Por ejemplo, si una iglesia estuviera localizada, en un área entre muchos que
no están salvos, entonces esa iglesia debería “procurar con ahínco el mejor don” de un
evangelista. Otra iglesia, en otra área, puede estar localizada entre creyentes cristianos
91
solamente. Esta iglesia no necesita un evangelista; esta iglesia debería “procurar con
ahínco el mejor don” de un pastor. Recuerden que este versículo trata sobre charismata,
dones de la gracia de Dios, ministerios de apóstoles, profetas, evangelistas, maestros y
pastores.
1 Corintios 12:31:
Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.
¿Un camino aun más excelente que cuál? Un camino aun más excelente que procurar o
desear con ahínco estos dones, charismata. Este mejor camino que procurar es el camino
que está expuesto en el capitulo trece. Veremos, según estudiamos este capítulo, que si
aplicamos y cuando aplicamos los principios del amor de Dios en la mente renovada en
manifestación en nuestras vidas, no necesitaremos más “procurar” o “desear con ahínco”
nada, pues Dios conoce cada una de nuestras necesidades y El nos suplirá liberalmente,
aun antes que se lo pidamos.
De acuerdo al uso, el versículo 31 debería decir: “Pero deseen con ahínco operar en la
Iglesia los mejores dones, charismata, y aun así, yo les mostraré un camino más excelente
que procurarlos”.
CAPÍTULO 12
Un Estudio de 1 Corintios 13
Antes de comenzar una discusión de 1 Corintios 13, permítame explicarles la palabra
“amor” que aparece en la Versión Reina-Valera como una traducción de la palabra griega
agapē. Hay dos palabras griegas en la Biblia para el verbo “amar”:
Cualquier pecador no salvo puede amar phileō con amor natural o humano, pero con
agapē. El amor agapē es posible solamente para los creyentes. El amor de Dios, agapē
entra en el hombre renacido en el momento en que nace de nuevo. Si la mente es renovada,
y “andando en luz como él es luz”, entonces esta nueva clase de amor será manifestada en
el mundo. El decimotercer capítulo de 1 Corintios se refiere solamente al amor agapē
llamado amor en la Versión Reina-Valera, el cual es el amor de Dios en la mente renovada
del creyente en manifestación. Es el amor “activo” de Dios. Desde el punto de vista de
Dios, agapē es un don al hombre, y como tal es espiritual. El “amor de Dios” en el hombre
interior es proveniente de Dios en el momento del nuevo nacimiento, y debe ser
distinguido claramente de (y no confundido con) el amor de Dios en la mente renovada en
manifestación. Esta confusión ha causado un sinfín de conflictos inútiles.
Todo lo que recibimos de parte de Dios es por gracia. Cualquier cosa que el hombre hace,
o puede hacer, es obra y no gracia. Cuando agapē es manifestado, debe ser por medio de la
92
mente renovada, lo cual toma un esfuerzo intencional. Por lo tanto, ya que la totalidad de
este capítulo trata sobre lo que el hombre hace, lo cual es obras, la palabra agapē debe ser
entendida como “el amor de Dios en la mente renovada en manifestación”. (Vean
Romanos 12:2; 13:14; Efesios 4:23; Filipenses 2:5; Colosenses 3:5-17.)
1 Corintios 13:1:
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor [el amor de Dios en la
mente renovada en manifestación], vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que
retiñe.
Todas las nueve manifestaciones del espíritu santo, al igual que todos los dones de
ministerios, operan eficaz y correctamente para el provecho del creyente individual
solamente según son operados con el amor de Dios en la mente renovada en manifestación.
Este versículo no dice que el hablar en lenguas mismo, operado fuera del amor, se hace
nada. Dice: “Vengo a ser [la persona viene a ser] como metal que resuena, o címbalo que
retiñe”. Sin renovar su mente con el amor de Dios, la manifestación no le da a él provecho
alguno porque es el amor lo que hace que la manifestación valga la pena para el que la
pone en práctica. Un hombre fuera del amor, aunque hable lenguas humanas y angélicas,
él, no la manifestación, viene a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe porque él
deja de manifestar el amor de Dios en su mente renovada. Siempre es la voluntad de Dios
que la persona que esté ministrando derive provecho así como aquellos a quienes se está
ministrando deben derivar provecho también.
Una persona hablando en una lengua siempre estará hablando una lengua humana o
angélica. Si habla una lengua humana, es un idioma conocido en algún lugar en la tierra; si
habla una lengua angélica, no puede ser un idioma conocido en ningún lugar en la tierra.
Versículo 2:
Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda
la fe [creencia], de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor [el amor de
Dios en la mente renovada en manifestación], nada soy.
Versículos 3-8
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi
cuerpo para ser quemado, y no tengo amor [el amor de Dios en la mente renovada en
manifestación], de nada me sirve.
El amor [el amor de Dios en la mente renovada en manifestación] nunca deja de ser;
pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
Este último versículo no dice que las profecías y las lenguas cesaron con los días de los
apóstoles al igual que no dice que la ciencia (conocimiento) cesó. Este octavo versículo
expresa claramente que el amor de Dios en la mente renovada en manifestación nunca deja
de ser.
Toda persona sensata sabe que hay ciencia en el mundo hoy día. No se ha acabado. Si la
ciencia no se ha acabado, entonces las manifestaciones de lenguas y profecía tampoco han
cesado. Si las lenguas han cesado, como algunos afirman, entonces la ciencia también se
ha acabado. Háganme el favor de decirme: ¿cómo podría saber una persona que las lenguas
han cesado si la ciencia (conocimiento) se ha acabado? ¡Qué ridículo!
Versículo 9:
Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos.
Es absolutamente imposible, aun con la operación de las manifestaciones del espíritu santo
y los dones de ministerios, que una persona o grupo de personas lo profeticen todo. Lo que
profetizamos siempre es específico, orientado a la necesidad de los creyentes en ese
momento particular de tiempo y lugar. La necesidad del mañana puede ser diferente y la
palabra proveniente de Dios o en nombre de Dios entonces también cambiará para encajar
con la necesidad variada.
Versículo 10:
mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
Algunos dicen que “mas cuando venga lo perfecto” quiere decir cuando la Biblia fue dada
como la Palabra de Dios. Pero en contexto habla sobre verle “cara a cara”, lo cual
solamente puede ser cuando el amante perfecto, quien es Cristo, haya vuelto. Hasta ese
momento las manifestaciones del espíritu santo y los dones de ministerios serán todos
operados por creyentes. Darán provecho al individuo que los usa con su mente renovada y
manifestando el amor de Dios, y traerán gran bondad y poder a los creyentes en la Iglesia.
Pero, cuando Jesucristo haya venido de nuevo, entonces lo que hemos estado haciendo en
parte - a saber, el manifestar del espíritu santo, pneuma hagion, en nosotros para el
94
perfeccionamiento y el avance de la Iglesia - entonces, y no antes, se acabará; y con razón
así, porque cuando Jesucristo venga de nuevo, no necesitaremos las manifestaciones. Le
tendremos y seremos como él.
Versículos 11,13:
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas
cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
Ahora vemos por espejo, oscuramente [Continuaremos viendo por espejo oscuramente
hasta que Cristo venga de nuevo]; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en
parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
Ahora somos como niños. Necesitamos “juguetes” y las manifestaciones del espíritu son
como juguetes espirituales para niños espirituales. Pero cuando él venga, “lo que era de
niño” ya no se necesitará, porque le veremos cara a cara y seremos como él. Pero hasta su
regreso, todas las nueve manifestaciones del espíritu y todos los cinco dones de ministerios
estarán en operación entre creyentes.
Este decimotercer capítulo enseña cómo las manifestaciones (1Corintios 12:7-10) y los
dones de ministerios (Efesios 4:11) bendicen a los que los operan según ellos los usan. La
mayor parte de los creyentes han alabado este decimotercer capítulo de 1 Corintios,
volviendo los ojos dudosamente, si no con descrédito, sobre los capítulos anterior y
siguiente. Esto nunca se debe hacer si creemos que la Palabra de Dios es la Voluntad de
Dios. Este capítulo está intercalado entre los capítulos doce y catorce y nunca puede ser
sacado fuera de su contexto, su orden y secuencia, si vamos a interpretarlo con propiedad y
“dividir correctamente” la Palabra de Verdad al punto de tener la verdadera Palabra.
CAPÍTULO 13
Un Estudio de 1 Corintios 14
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La Iglesia de Corinto había estado usando mal estás manifestaciones, y por tanto Dios, por
medio de Pablo, las pone de nuevo en orden y uso apropiados en este capítulo. Quiero que
noten y estén alertas a las palabras exactas que se usan a través del capítulo.
1 Corintios 14:1:
Seguid el amor [el amor de Dios en la mente renovada en manifestación en la Iglesia]; y
procurad los dones espirituales [manifestaciones sobrenaturales], pero sobre todo que
profeticéis [en la Iglesia].
Se nos instruye específicamente que en la Iglesia debemos seguir el amor, pues el amor de
Dios en la mente renovada debe estar en manifestación entre los creyentes para bendecir a
todos los miembros del Cuerpo de Cristo. Debemos procurar con anhelo (la palabra griega
para “procurar” es zēloō, entusiasmo celoso) manifestaciones espirituales o sobrenaturales.
Debemos ansiarlas y hacer un esfuerzo por poner en evidencia todas las manifestaciones
que pertenecen a, son determinadas por, influenciadas por o que proviene del Espíritu. La
palabra “dones” la discutimos antes en 1 Corintios 12:1 y sabemos que no está correcta
“Dones” debe ser suprimida en este versículo.
La Palabra dice: “Procurad los dones espirituales [pneumatikos, cosas espirituales], pero
sobre todo que profeticéis”. ¿Por qué se prefiere aquí la profecía sobre los otros “asuntos o
cosas espirituales”? La profecía* edifica declarando, exhortando y consolando. Si todos en
la Iglesia están “completamente instruidos” que es nuestra mayor meta y deseo, entonces
naturalmente que Dios preferiría “sobre todo que profeticéis”. Por lo tanto, la profecía se
prefiere en la Iglesia, lo cual indicaría un cuerpo de creyentes “completamente instruido”.
*Un hombre de Dios que opera el ministerio de un profeta puede declarar o predecir. El declarar es su
operación de la manifestación de profecía: Su predecir es la operación del ministerio de un profeta. Un
profeta siempre tiene la posibilidad de hacer ambos. La manifestación de profecía de un profeta tiene las
mismas características, de acuerdo con los sentidos, que la de cualquier otro creyente. Sin embargo, la
profecía del ministerio de un profeta no sería por inspiración, sino por revelación, y por lo tanto podría tener
predicción. Para el creyente, tanto la manifestación de profecía como el ministerio de profecía le sonarían
igual de acuerdo a los sentidos, pero la diferencia se puede conocer por el contenido del mensaje.
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Las palabras “sobre todo” son en griego la palabra mala y quiere decir “más y más”. *
Mala usada con de significa “más apropiadamente”. Esta palabra aumenta lo precedente.
No degrada ni niega. La palabra “que”, hina, introduce una cláusula de propósito –
profecía en la Iglesia.
Una traducción literal de 1 Corintios 14:1 de acuerdo con el uso sería: “Seguid el amor de
Dios en la mente renovada en evidencia en la Iglesia, y haciendo esto desearán con anhelo
manifestaciones sobrenaturales en la Iglesia, y más apropiadamente profecía será puesta en
manifestación en la Iglesia”.
Versículo 2:
Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le
entiende, aunque por el Espíritu [pneuma] habla misterios.
La Palabra de Dios define claramente el hablar en lenguas. Primero que todo, aclaremos
que lenguas es desconocido al que habla. La Palabra “habla” es la palabra griega laleō que
quiere decir “usar la voz sin referencia a las palabras dichas”. El hombre que habla en
lenguas no entiende lo que está hablando. Si entendiera, no sería lenguas sino un idioma
conocido para el que habla. Por ejemplo, si el español es el único idioma que usted conoce,
y bajo la inspiración del Espíritu Santo usted habla en un idioma desconocido por usted,
entonces usted está hablando en una lengua.
Hablar en lenguas es el hombre hablando lo que el Espíritu Santo tiene que decir, lo cual
sobrepasa el entendimiento del hombre que habla. No las facultades mentales, sino el
espíritu en el que habla se edifica. Cuando un hombre habla en lenguas no le está hablando
a los hombres sino a Dios. Esto no niega la verdad de que el mensaje total – lenguas con
interpretación en la Iglesia – va a ser un mensaje proveniente de Dios o en nombre de Dios
a la gente. Algunos puede que digan que es el hombre hablando a Dios solamente.
Permítanme preguntarles algo. Cuando ustedes dicen que le hablaron por teléfono a su
vecino, ¿qué quieren decir? Ustedes quieren decir que cuando le hablaron, él también les
habló. Ustedes no fueron los únicos que hablaron. Esta verdad aquí en la Palabra es la
misma. Hablar en lenguas es el don de Dios a ustedes, espíritu santo, en comunicación
directa con Dios.
La palabra “entiende” es la palabra griega akouō, que quiere decir “oír”, que en este caso
es una figura de construcción conocida como una expresión idiomática. En Hechos 9:7
ellos oyeron el sonido de la voz, donde akouō, “oir” está seguido por el caso genitivo,
mientras que en Hechos 22:9, ellos no entendieron, no oyeron el asunto de que hablaba,
sólo la voz.
** Romanos 8:34: “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el
que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros”.
Gálatas 4:9: “mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis
de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?”
Las palabras “más aun” y “más bien” en estos dos versículos es la misma palabra griega mala.
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La palabra “le” no está en los textos griegos y si la leemos en este versículo saca fuera de
orden toda la Palabra de Dios. Pues, en el día de Pentecostés los apóstoles hablaron en
lenguas y los oyentes entendieron cada palabra. Si omitimos la palabra “le” tenemos la
Palabra de Dios. “…Pues nadie entiende…” akouō; él oye el sonido pero el hombre que
habla en lenguas no entiende lo que él mismo está hablando. Si lo entendiera, no sería
lenguas sino un idioma conocido para el que habla.
A medida que un creyente habla en lenguas, habla misterios y la palabra “misterios” quiere
decir “secretos divinos”. Hablar en lenguas es el espíritu santo en un creyente en
comunicación directa con Dios por medio de la operación de la libre voluntad del creyente.
¿Hay algo más maravilloso que el que un creyente sea capaz de hablar secretos divinos?
Hablar en una lengua es hablarle a Dios.
Una traducción literal del versículo 2 de acuerdo con el uso es: “El que usa su voz sin
referencia a las palabras dichas está hablando en una lengua y no está hablando a seres
humanos en lo absoluto sino al Padre. Pues nadie que hable en una lengua oye su propio
hablar al punto de entender con su mente lo que habla; pues en el espíritu habla con su
boca secretos divinos”.
Versículo 3:
Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
Dentro de la Iglesia donde los creyentes renacidos se reúnen, la Palabra dice que la
profecía, que es en el idioma de la mayoría de la gente, edificará, exhortará y consolará.
Una traducción literal del versículo 3 de acuerdo con el uso es: “Pero el que profetiza,
usando su voz sin referencia a las palabras dichas, habla a seres humanos edificándolos por
medio de exhortación y consolación.
Versículo 4:
El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a
la iglesia.
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Hay una ley básica envuelta aquí, a saber: como el cuerpo físico debe ser alimentado con
comida física, así el espíritu en un creyente debe ser alimentado con comida espiritual.
Hablar en lenguas edifica, alimenta, al espíritu en el creyente. Sin embargo, dondequiera
que los creyentes se reúnen, la necesidad primordial es el fortalecimiento de todo el
cuerpo, no del individuo solo. Por lo tanto, el que profetiza, edifica a los creyentes, no en el
espíritu sino directamente en la mente renovada.
Una traducción literal del versículo 4 de acuerdo al uso es: “El que habla en lenguas usa su
voz sin referencia a las palabras habladas, de tal forma edificándose a sí mismo en su
propio espíritu, pero el que profetiza lleva a cabo el acto de edificar a la Iglesia”.
Versículo 5:
Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas...
Aquí hay un mandato directo de la Palabra de Dios a la Iglesia. El desea que todos los
creyentes hablen en lenguas. Si ésta no es la voluntad de Dios para los creyentes, entonces,
¿cómo puede algún otro versículo en la Biblia ser la voluntad de Dios? Hablar en lenguas
es hablarle a Dios. Hablar secretos divinos, ser edificado.
¿Por qué? Porque lenguas sin interpretación edifica sólo al creyente. Sin embargo, la
profecía, siendo en el idioma de la gente, edifica a la Iglesia entera por medio de la
exhortación y consolación que trae a todos los creyentes.
Porque hablar en lenguas sin interpretación edifica sólo el espíritu del individuo que está
hablando.
Cuando el mensaje en lenguas sea interpretado será en el idioma del cuerpo de gente
presente. Edificará a la Iglesia edificando a los creyentes.
Una traducción literal del versículo 5 de acuerdo al uso es: “Quisiera que todos usaran su
voz sin referencia a las palabras habladas, y hablaran en lenguas, pero más deseo que
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profeticen, pues mayor es la medida de calidad de la profecía, que la de hablar en lenguas,
a menos que las lenguas sean interpretadas, hechas claras, de manera que la Iglesia pueda
recibir edificación”.
Versículo 6:
Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas [en la Iglesia sin
interpretación], ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o
con profecía, o con doctrina?
Una traducción literal del versículo 6 de acuerdo al uso es: “Ahora pues, hermanos, si yo
voy a ustedes hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, a menos que les hable aquello
que me ha sido dado por medio de sabiduría de revelación proveniente del Espíritu, o
aquello que fuera dado por medio de un mensaje en profecía, o que les hable acerca de
cómo creer correctamente?”
Versículo 7:
Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si
no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la
cítara?
A menos que lo que se hable en lenguas sea interpretado en la Iglesia, todos los creyentes
en la Iglesia no serán edificados.
Versículos 8-11:
Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se
entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.
Hasta aquí la Palabra ha dicho: “Quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas”, pero
hablar en lenguas en la Iglesia debe ser interpretado. Si no es interpretado, la Palabra dice
que hablar en lenguas es como si un hombre se pusiera de pie en una congregación de
habla española y hablara en algún idioma extranjero. En lo que concierne a la gente en esa
Iglesia en particular, el que hablara sería un extranjero, y no podrían entender lo que dijera
a menos que hubiera alguien presente que conociera ese idioma y lo interpretara en
español. Dentro de la Iglesia todo debe hacerse para la edificación de los creyentes.
Noten cuidadosamente que básicamente este capítulo catorce de 1 Corintios trata sólo de
tres manifestaciones del espíritu: hablar en lenguas, interpretación de lenguas y profecía en
la Iglesia. Lo que se haga en la Iglesia debe ser hecho para beneficios de todos. Hablar en
lenguas en una reunión de creyentes siempre debe ser interpretado para que todos puedan
ser bendecidos.
Versículo 12:
Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en
ellos para edificación de la iglesia.
Una traducción literal de acuerdo al uso del versículo 12 es: “Así también ustedes, ya que
anhelan manifestar lo sobrenatural en la Iglesia, procuren abundar a fin de que se edifique
la Iglesia”.
Versículo 13:
Por lo cual, el que habla en lengua extraña [en la Iglesia], pida en oración poder
interpretarla [en la Iglesia].
Si un hombre va a hablar en una lengua en la Iglesia, él debe creer para interpretar lo que
ha hablado; no orar la interpretación, sino orar para hablar la interpretación para que la
congregación entera sea edificada. “Pedir en oración” es igual a “creer”.
101
Noten todos estos versículos muy cuidadosamente. Pablo les está hablando aquí
específicamente a aquellos en la Iglesia, diciéndoles que ya que ellos anhelan tanto todos
los asuntos espirituales, deben procurar edificar la Iglesia, así que cuando ellos hablen en
lenguas deben también creer que pueden interpretar.
Una traducción literal del versículo 13 de acuerdo al uso es: “Por esto mismo el que use su
voz sin referencia a las palabras habladas, hablando en lenguas, interprete de manera que
pueda edificar a la Iglesia”.
Versículo 14:
Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda
sin fruto.
“Entendimiento” es la palabra griega nous, que quiere decir “mente”. “Sin fruto” significa
“no provee nada”. La palabra “si” implica que yo puedo decidir hablar o no hablar. Yo, por
mi voluntad, determino si voy a orar en lenguas o no.
Una traducción literal del versículo 14 de acuerdo al uso es: “Porque si escojo o deseo orar
y alabar a Dios en una lengua, mi espíritu ora a Dios, pero mi mente no gana nada”.
Versículo 15:
¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré
con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
Pablo no puede estar hablando del uso de las lenguas en la Iglesia. Si así fuera hubiera
dicho: “Oraré con el espíritu e interpretaré pero oraré también con el entendimiento;
cantaré con el espíritu e interpretaré pero cantaré también con el entendimiento”.
“Oraré con el espíritu” quiere decir que él, por su libre voluntad, escogerá continuar orando
con el espíritu, que es orar en lenguas. La Palabra dice claramente cómo se hace este orar
con el espíritu. Pablo mismo lo hará. El, usando su voluntad, determina que él orará con el
espíritu, y por su propia voluntad orará en lenguas.
102
“Oraré también con el entendimiento” quiere decir que él, por su libre voluntad, escogerá
orar en su propia lengua, que es orar con su entendimiento. Pablo aclara que él puede
escoger el método de oración que el desea usar, pues ambos están bajo el control de su
voluntad y son llevados a cabo por su propia voluntad.
“Cantaré con el espíritu [pneuma] quiere decir que él decidirá y deseará cantar en lenguas,
y añade: “cantaré también con el entendimiento”. Así, Pablo indica que él cantará en una
lengua, pasando por alto el entendimiento; y él cantará en su propia lengua, o con su
entendimiento, también. Este versículo contesta la pregunta que surge algunas veces:
“¿Qué hay acerca de este hablar y cantar con el espíritu?” Pablo lo usaba ambos, pero él no
cantaba ni hablaba en lenguas en la Iglesia a menos que fuera seguido de la interpretación.
Una traducción literal del versículo 15 de acuerdo al uso es: “¿Qué hay de todo esto, pues?
Yo por mi libre voluntad decidiré orarle a Dios en el espíritu y le oraré a Dios con mi
mente también. Le haré melodía a Dios en el espíritu y le haré melodía a Dios con mi
mente también, en mi vida privada”:
Versículo 16:
Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo
dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.
La palabra “porque” es igual a “de otro modo”, que ata este versículo directamente al
anterior con respecto a orar y cantar con el espíritu y orar y cantar con el entendimiento. La
palabra “si” es la palabra ean en griego.
“Bendecir con el espíritu” es orar en el espíritu o en lenguas. ¿Cómo puede otra persona en
la habitación decir “amen” a mi “acción de gracias” mientras yo “bendigo con el espíritu”
si él no sabe lo que se ha dicho? Por lo tanto, refiriéndose a la gente de nuevo aquí, Pablo
dice que deberían orar con el entendimiento y no con el espíritu si hay alguien más
presente.
Los “simples oyentes” son aquellos que son renacidos, pero que aún no han aprendido a
andar por la Palabra de Dios porque les falta instrucción. Los “simples oyentes” no están
instruidos. La palabra “bendecir” es igual a “alabar a Dios”.
Una traducción literal del versículo 16 de acuerdo al uso es: “De otro modo, si ustedes por
su voluntad escogen alabar a Dios con el espíritu orando y cantando en lenguas, ¿cómo
podrá el que no está instruido personalmente en el entendimiento del significado de las
lenguas decir: Amén, Amén, a su agradecimiento ya que él no entiende que hablar en
lenguas es oración o alabanza a Dios?”
Versículo 17:
Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado.
Orar en el espíritu, bendecir en el espíritu, es “dar gracias bien”, pero si hay alguien más
presente no le es de valor a él: él no es edificado.
103
Versículo 18:
Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros.
Esto no puede ser en la Iglesia, pues en la Iglesia las lenguas siempre deben interpretarse.
Pablo dice aquí específicamente que él habla en lenguas a menudo. Si el gran Apóstol
Pablo era tan bendecido y edificado por el hablar en lenguas, quizás nosotros necesitemos
hacerlo también. ¿O es que hemos alcanzado alturas y revelaciones espirituales más allá de
las del más grande de los apóstoles? Si “Dios no hace acepción de personas”, y es la
voluntad del Señor que “todos hablaseis en lenguas”, entonces hablar en lenguas debe ser
importante para nosotros. En el segundo versículo de este capítulo se nos dice: “Porque el
que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios:…habla misterios [secretos
divinos]”. El versículo 4 dice que “El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica”.
Esta era la Palabra de Dios y la enseñanza de Pablo, y él practicaba lo que enseñaba. Pablo
le daba gracias a Dios de que él hablaba en lenguas más que cualquiera en la Iglesia en
aquel tiempo. Pablo quería que otros creyentes se beneficiaran también por medio de esta
manifestación del espíritu que él usaba y encontraba tan valiosa. Reconociendo los
problemas que habían surgido en la Iglesia en Corinto por causa del uso erróneo de hablar
en lenguas, Pablo da una enseñanza detallada sobre el asunto.
Versículo 19:
pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar
también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
Noten que Pablo le está hablando ahora directamente a la Iglesia. El no dice que no hablará
en una lengua desconocida. El nos acaba de decir en el versículo 18 que él desea hablar y
sí habla en lengua desconocida más que todo los otros. Pero cuando él, Pablo, está en una
Iglesia donde hay creyentes presentes, él prefiere hablar cinco palabras con su
entendimiento de modo que todos los que estén presentes puedan ser edificados por su
hablar, que diez mil palabras en una lengua que nadie podría entender sin interpretación y
por lo cual nadie excepto él sería edificado. En este versículo hay una expresión
idiomática, un uso peculiar o poco usual de “palabras”. Aquí “palabras” significa
específicamente “oraciones”.
Noten que en este versículo 19 Pablo no dice nada en contra de hablar en lenguas de la
manera y en el lugar correcto. Pero él explica que dentro de la Iglesia no es la voluntad de
Dios que la gente se quede sin entender el mensaje. Por lo tanto, vemos claramente que a
menos que un mensaje en lenguas sea interpretado para edificación, exhortación y
consolación de la gente presente, el mensaje debe ser en el idioma y entendimiento de
ambos, el cuerpo de creyentes y el que habla.
Versículo 20:
Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia [malas
intenciones], pero maduros en el modo de pensar.
104
más maduros que niños; pero en malicia debemos permanecer como niños que no tienen
malicia.
Es interesante e ilustrativo notar que varios versículos indican que un mensaje en lenguas
debe ser interpretado; pero no tenemos ningún versículo que diga que cuando oramos en
lenguas el mensaje debe ser interpretado. Todo orar en el espíritu es hablar en lenguas,
pero no todo hablar en lenguas es una oración en el espíritu. Orar en el espíritu está
diseñado exclusivamente para su propia vida de oración privada para edificar su espíritu.
Hablar en lenguas con interpretación está diseñado para una reunión de creyentes como un
mensaje proveniente de Dios o en nombre de Dios para la edificación del cuerpo entero, no
en espíritu sino en su mente renovada.
Versículo 21:
En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni
aun así me oirán, dice el Señor.
El apóstol está citando el Antiguo Testamento, específicamente Isaías 28: 11 y 12. La cita
difiere de ambos textos hebreo y arameo así como de la versión griega Septuaginta. Está
acomodada a las nuevas circunstancias por medio de la omisión de la sección del centro
que era en aquel momento irrelevante. Dios ha dicho que los hombres hablarán con otras
lenguas, y que este hablar en lenguas es el descanso que “dará reposo al cansado; y este es
el refrigerio” para los cansados. ¡Qué maravilloso! Y sin embargo ni aun esta poderosa
bendición en presencia y en medio de la gente les hará oír al Señor. Debiera hacerlo, pero
no es así. En este versículo tenemos la figura de construcción, synonymia – palabras
sinónimas que tiene el mismo significado pero con diferentes en sonidos, “lenguas” y
“labios”.
Versículos 22:
Así que, las lenguas son por señal [en la Iglesia], no a los creyentes, sino a los
incrédulos...
Este versículo está dirigido a la Iglesia, y la Iglesia está compuesta de creyentes renacidos.
Sin embargo, en la Iglesia hay algunos cristianos renacidos que son “simples oyentes”
(versículos 16) y son todavía “niños en el modo de pensar” (versículo 20). Ellos han
llegado a ser miembros de la Iglesia y han sido instruidos, pero no lo suficiente como para
creer completamente. Ellos son “bebes en Cristo”, aquí la Escritura se refiere a ellos como
“los incrédulos”.
*Apeithēs, otra palabra griega traducida “incrédulo” y que quiere decir “instruido de lleno, pero rehusando
creer o ser persuadido”. No se usa en esta escritura.
105
“Indocto” es la palabra griega idiotēs: creyentes no instruidos, un bebé.
“Por” es la preposición griega eis: gobierna sólo el caso acusativo e indica moción hacia un
objeto con el propósito de alcanzarlo o tocarlo.
“No” es la palabra griega ou, que significa “absolutamente no”, al igual que en el versículo
2.
Las lenguas son por señal en la Iglesia a los incrédulos, aquellos que han sido instruidos
pero no lo suficiente como para creer y andar en luz. Para ellos, las lenguas son por señal
del objeto, diseño y enseñanza de una obra significativa del Espíritu Santo dentro de la
Iglesia. La señal es para inspirar a estos cristianos no instruidos a hacer un esfuerzo mayor
para entender y experimentar esta manifestación espiritual; pues la habilidad de hablar en
lengua es dada divinamente para el propósito de comunicación directa e íntima con Dios en
todo momento. Por lo tanto, esta manifestación divina es una señal a aquellos en la Iglesia
que todavía no manifiestan completamente el grande y eficaz poder de Dios.
Versículos 22:
Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la
profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.
Una traducción literal del versículo 22 de acuerdo al uso es: “hablar en lenguas indica el
significado de la obra forjada, no a los fieles, aquellos instruidos y que están andando en la
luz, sino a los infieles; mientras que la profecía indica el significado de la obra forjada, no
a aquellos que son infieles, sino a aquellos que son fieles – aquellos instruidos y que están
andando según la Palabra de Dios”.
Versículo 23:
Si, pues, toda la iglesia [Noten que la palabra “toda” incluye a los fieles, los infieles y los
indoctos] se reúne en un solo lugar, y todos [Noten la palabra “todos”.] hablan en
lenguas…
El que todo el mundo hable en lenguas al mismo tiempo en la Iglesia, sin interpretación, ha
desacreditado de tal manera el hablar en lenguas ante algunos cristianos renacidos, que
ellos se han rehusado a creer que nada de mérito o bueno pudiese resultar de hablar en
lenguas o recibir el don proveniente del Espíritu Santo. Pero noten lo que a Palabra dice:
Los indoctos son aquellos que, aunque renacidos, todavía no han sido instruidos lo
suficiente como para ser transformados por medio de la renovación de sus mentes. Los
106
incrédulos son aquellos que han sido instruidos pero no lo suficiente como para creer al
punto de manifestar. Cuando ellos, los indoctos y los incrédulos, oyen a todo el mundo
hablando en lenguas al mismo tiempo, verdaderamente dirán “que estáis locos”. El que
toda la Iglesia se reúna y que todos hablen en lenguas al mismo tiempo, o uno tras otro sin
interpretación, constituiría un gran tumulto de ruidos sin ninguna edificación para el
cuerpo entero. Los no instruidos al igual que los infieles dirán todos: “Ustedes están fuera
de juicio”.
Versículo 24:
Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido,
por todos es juzgado;
Si los creyentes fieles profetizan, todos serán edificados, exhortados y consolados. Tal
bendición vendrá a la Iglesia que los verdaderos creyentes serán inspirados de tal manera
que su testimonio, su testificación y su compartir instruirá a los no instruidos. Indicarán a
los infieles sus faltas, y así por medio de la examinación y averiguación, todos los indoctos
y los infieles serán convencidos y llegarán a darse cuenta de la gloria y el poder
maravillosos del cuerpo de Cristo de “un espíritu y una mente”.
“Juzgado”, la palabra griega anakrino, quiere decir “examinar al punto de averiguar, sin
pronunciar sentencia”.
“Por”, la palabra griega hupo, gobierna dos casos en el Nuevo Testamento: genitivo y
acusativo. Aquí, con el genitivo, marca el agente instrumental debajo del cual (de su mano,
de su poder o de su obra) procede la acción del verbo.
Una traducción literal del versículo 24 de acuerdo al uso es: “Pero si todos (todos los fieles
son inspirados) profetizan y de tal manera son edificados siendo exhortados y consolados
por medio de una palabra proveniente de o en nombre de Dios, y hay en la reunión uno que
está instruido pero que es infiel, o uno que no está instruido, a ese se le dirán
amorosamente sus faltas y será examinado al punto de averiguar su dificultad y ser
ayudado por todos”.
Versículo 25:
lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará
a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.
Esto demuestra los resultados de la operación apropiada de las manifestaciones del espíritu
en la Iglesia – lo que hará y logrará.
107
Versículo 26:
¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene
doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para
edificación en la Iglesia.
Pablo está diciendo: “Ya que ustedes saben esto, ¿por qué es entonces, hermanos, que
cuando todos ustedes se reúnen en la Iglesia, cada uno de ustedes quiere tener un salmo, y
así sucesivamente? Esta conmoción causa tanta confusión como todos queriendo hablar en
lenguas al mismo tiempo. Durante el servicio en la Iglesia, debemos asegurarnos que todas
las cosas sean hechas para edificar el cuerpo de la Iglesia entero, en vez de tener a todo el
mundo haciendo lo que le plazca”.
Versículo 27:
Si habla alguno en lengua extraña [en la Iglesia], sea esto [el hablar] por dos, o a lo más
tres, y por turno [en orden]; y uno [el mismo o cada uno]* interprete.
Cuando se hablan lenguas en la Iglesia nunca deben haber más de tres mensajes dados, y la
interpretación debe ser dada después de cada mensaje para que todos los creyentes puedan
ser edificados. El que hable en lenguas siempre debe estar dispuesto, y debe creer, para dar
la interpretación. Porque noten lo que el próximo versículo dice:
Versículo 28:
Y si no hay intérprete, calle [quien esté hablando o haya hablado en una lengua] en la
iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.
La palabra “hay” está en la tercera persona singular, presente del modo subjuntivo, en
griego; y cuando “haber” se usa con “si”, ean, forma una cláusula condicional, que debería
ser traducida literalmente: “pero si le falta la voluntad para interpretar”. El modo
subjuntivo se usa cuando el sujeto de la oración tiene duda o le falta deseo. En este
versículo la usanza subjuntiva es: “si él no tuviera la voluntad o el deseo de ser un
intérprete”.
Versículo 29:
Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.
* El griego utiliza la palabra heis que quiere decir “el uno y el mismo”, no otra persona. Así, “cada uno que
hable en lenguas, ése, ése mismo, interprete”. 1 Corintios 14:5,13; Lucas 12:52; Romanos 3:10.
108
Si hay dones de ministerios de profetas en manifestación dentro de la Iglesia, a lo sumo ha
de haber dos o tres profetas que hablen y los otros ponderan sus mensajes el ministerio de
un tal profeta tendrá las mismas características en evidencia que la manifestación de
profecía en cualquier creyente lleno del espíritu, con esta excepción: la profecía de un
profeta es por revelación y no inspiración y tendrá declaración y podría predecir aquello
que no ha sido dicho al creyente o los creyentes anteriormente; pero la información
predicha estará de acuerdo con la Palabra de Dios revelada y nunca irá en su contra.
Por ejemplo, Hechos 21:10 y 11 dicen: “Y permaneciendo nosotros allí algunos días,
descendió de Judea un profeta llamada Agabo, quien viniendo a vernos, tomó el cinto de
Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los
judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los
gentiles”. El profeta Agabo predijo por medio de revelación lo que le pasaría a Pablo si
éste iba a Jerusalén.
Versículos 30,31:
Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero [el profeta que
esté hablando].
Porque podéis profetizar todos [los profetas] uno por uno, para que todos aprendan, y
todos sean exhortados.
En la Iglesia todo profeta puede traer un mensaje en profecía que él haya recibido por
revelación, el propósito del cual es, repito, que todos aprendan y sean exhortados en la
Iglesia. Porque la Iglesia debe ser edificada por medio de las manifestaciones o la Palabra
de Dios directa según es dada por el profeta.
De acuerdo al uso, los versículos 29-31 de 1 Corintios 14 podrían ser traducidos: “Hablen
dos o tres profetas pero los otros consideren, evalúen o digieran lo que ellos estén diciendo.
Si algo le es revelado a otro profeta que estuviere sentado, calle el profeta que esté
hablando y permita al otro profeta hablar, porque todos los profetas pueden profetizar por
turno para que todo creyente en la Iglesia aprenda y sea exhortado”. Este versículo
contiene instrucción concerniente a la profecía de un profeta y no se aplica a la
manifestación de profecía ni se aplica a la prédica. La Palabra quiere decir lo que dice y
dice lo que quiere decir.
Versículo 32:
Y los espíritus [pneumata] de los profetas están sujetos a los profetas.
Este versículo afirma nítidamente que el hombre está en control absoluto de sus acciones
en todo momento. El puede comenzar a hablar y dejar de hablar en cualquier momento,
porque “los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas”. Lo que dice aquí se
puede aplicar a todas las habilidades espirituales y las evidencias del espíritu santo. La
libertad de voluntad nunca es traspasada a medida que una persona opera las
manifestaciones del espíritu santo. El creyente nunca es usado, controlado, dominado o
poseído por el Espíritu de Dios. Dios nunca sobrepasa el libre albedrío del hombre. El
creyente no es un conducto o un instrumento impersonal. El es un hijo de Dios por medio
109
de una decisión de su voluntad para creer. Por lo tanto, cada creyente es responsable por
sus acciones en todo momento; y cuando está manifestando cualquiera de las habilidades
espirituales en la Iglesia, todo debe ser hecho decentemente y en orden para la edificación
del cuerpo de creyentes entero.
Versículo 33:
pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los
santos.
Nunca debe haber confusión alguna dentro de la Iglesia, porque la Iglesia es la comunión
de los redimidos. Es la comunión de los creyentes que están viviendo en amor y que se han
juntado en comunión para su mutua edificación, exhortación y consolación. Si hay
confusión entre los creyentes – y lo habrá si los creyentes no andan según la Palabra de
Dios revelada – esta confusión es proveniente de Satanás (Santiago 3:13-18).
Versículos 34 y 35:
vuestras mujeres [las esposas de los profetas] callen en las congregaciones; porque no
les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.
Y si quieren [las esposas de los profetas] aprender algo, pregunten en casa a sus
maridos; porque es indecoroso que una mujer [las esposas de los profetas] hable en la
congregación.
Versículo 36:
¿Acaso ha salido de vosotros [las esposas de los profetas] la palabra de Dios, o sólo a
vosotros ha llegado?
La Palabra de Dios no fue dada por la esposa, sino por el profeta, porque él es el santo
hombre de Dios que habló la Palabra de Dios siendo inspirado por el Espíritu Santo (2
Pedro 1:21).
Los versículos 34 y 35 han causado mucha consternación en las Iglesias que los interpretan
como si dijeran que todas las mujeres siempre deben callar en la Iglesia. Pero cualquiera
puede ver que en su contexto estos versículos indican claramente que “mujeres” solamente
se puede referir a las esposas de los profetas.
Versículo 37:
Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son
mandamientos del Señor.
110
¡Maravilloso! No puede haber ningún desorden o confusión si los mandamientos del Señor
son seguidos con respecto a la operación de las evidencias de adoración provenientes del
Espíritu Santo dentro de la Iglesia. Todo el decimocuarto capítulo de 1 Corintios es
específicamente los “mandamientos del Señor”. Se refiere a las manifestaciones definidas
minuciosamente y notando la diferencia específica entre hablar en lenguas u orar en el
espíritu en la adoración privada de uno, y hablar en lenguas en una reunión de creyentes o
cuando otras personas están presentes. Todas las tres manifestaciones – hablar en lenguas,
interpretación de lenguas y profecía – son proferimiento inspirado, operadas por un
creyente lleno del espíritu santos. Según son inspirados ustedes dan hacia fuera, y como
Juan 7:38 dice: “de su interior correrán ríos de agua viva [no hacia su interior, sino de su
interior]”.
Versículo 38:
Mas el que ignora, ignore.
Pablo dice, en efecto: “Yo ciertamente, y por mandamiento del Señor, he expuesto
claramente el carácter y el uso de las manifestaciones provenientes del Espíritu Santo
dentro de los confines de la Iglesia, de la comunión de los creyentes y en la vida personal
de uno mismo. Ahora, si algún hombre todavía quiere ser ignorante después de todo esto, a
pesar del hecho de que Dios ha dicho que no debemos ser ignorantes acerca de las cosas
espirituales, sea ignorante el hombre”. No se puede hacer nada si alguien no quiere recibir
y practicar las evidencias del espíritu santo o si no anhela seriamente cosas espirituales y
la operación apropiada de éstas en la Iglesia. Así que permitan que esa persona permanezca
ignorante y dejen de agitarse a causa de su falta de interés o conocimiento. Aunque es el
mandamiento del Señor, cada creyente debe querer recibir y operar, de otro modo las
manifestaciones no estarán en evidencia.
Versículo 39:
Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas [en la
Iglesia].
Pablo dice que cuando ustedes estén en la Iglesia, su gran anhelo y deseo y oración debe
ser traer un mensaje directamente proveniente de Dios o en nombre de Dios a los creyentes
en el idioma de la gente presente a causa de la razón expuesta en el versículo 24.
Por lo tanto, ¿quién se atreve a decir que no se debe hablar en lenguas en la Iglesia? La
Palabra de Dios dice específicamente: “no impidáis el hablar en lenguas”. Recuerden,
Pablo ha mencionado anteriormente que en la Iglesia la manifestación de lenguas debe ser
interpretada, de otra manera el que desee hablar en lenguas debe hablar silenciosamente
para sí mismo y para Dios.
Versículo 40:
pero hágase todo decentemente y con orden [en la Iglesia].
En el versículo 33, siendo la Palabra de Dios, se nos dice que Dios no es Dios de
confusión. Ahora esto es repetido para enfatizar Su mandamiento de orden y para grabar en
111
las mentes de aquellos que han transgredido el uso apropiado de las manifestaciones en la
Iglesia: todo debe hacerse decentemente y con orden.
Yo quisiera ahora atar unos cuantos cabos sueltos, reiterando y llamando a su atención,
primero que nada, que las manifestaciones mencionadas, incluyendo el hablar en muchas
lenguas, la interpretación de lenguas y profecía, son evidencias de inspiración o adoración.
Son manifestaciones del espíritu santo para adoración a causa de su uso en la adoración
pública de acuerdo con las instrucciones en los capítulos 12, 13 y 14 de 1 Corintios, y
vienen directamente de Dios por medio de inspiración. Estas manifestaciones son también
manifestaciones de proferimiento que el creyente habla según es inspirado, por lo tanto,
son proferimiento inspirado.
La evidencia de hablar en lenguas es la habilidad dada por Dios para que un creyente lleno
del espíritu hable, en una lengua desconocida para sí mismo, un mensaje para Dios o, en
una reunión de creyentes, un mensaje proveniente de Dios o en nombre de Dios.
El don proveniente del Espíritu Santo es el mismo en todas las nueve manifestaciones; el
don es la habilidad espiritual dada por Dios para ejecutar el acto. El acto varía de acuerdo
con la evidencia que esté en manifestación. Por ejemplo, en la manifestación de lenguas, el
don es la habilidad dada por Dios para hablar en lenguas; el hablar es el acto. En la
manifestación de profecía, el don es la habilidad dada por Dios para profetizar; el
profetizar es el acto; y lo mismo para las otras siete manifestaciones y la evidencia de ellas.
Estas tres evidencias del espíritu santo para adoración en un creyente son operadas todas
por inspiración. El creyente nunca sabe el mensaje de antemano. Los proferimientos de
profecía no son premeditados, ni son modelos de pensamientos de la mente. La profecía
siempre va de acuerdo con la Escritura y muchas veces consiste de porciones de Escrituras.
Pablo, bajo la dirección del Espíritu Santo, asentó tan bellamente estas cosas en orden y
secuencias apropiados. ¿No es extraño que tantos de nosotros a través de los años hayamos
dejado de ver que el decimotercer capítulo de 1 Corintios sigue perfectamente tras el
duodécimo, explicándolo con naturaleza y preparándonos para el decimocuarto capítulo en
el cual la operación de las evidencias de adoración dentro de la Iglesia son discutidas?
Es maravilloso ver qué tan clara es la Escritura y darse cuenta de que ningún hombre tiene
por qué tener duda alguna o caprichos de conciencia o estar mal informado o descaminado.
Si él quiere leer estas Escrituras claramente, de seguro que puede entender. Pero, como
dijo el Apóstol Pablo, si alguien quiere ser ignorante después de oír todo esto, que
permanezca ignorante. El oyente ahora tiene que escoger.
Confío que ustedes ahora lean los capítulos duodécimo, decimotercero y decimocuarto de
1 Corintios en secuencia. Su entendimiento tomará una nueva y mayor profundidad de
significado resultando en una nueva vida para usted. ¿Lo leerá usted bajo la dirección del
Espíritu Santo, a la luz de sus propias declaraciones? Léanlo una y otra vez hasta que
113
ustedes también se hayan asegurado de que Dios quiere decir lo que dice: que la Iglesia de
hoy no ha de ignorar acerca de las habilidades espirituales. Entonces, ustedes también
verán como en la mayoría de nuestras Iglesias hoy en día seguramente se nos están
escapando muchas de las bendiciones de Dios porque hemos, por decirlo así, proscrito la
presencia de las poderosas evidencias del don proveniente del Espíritu Santo dentro de la
comunión de la Iglesia. Para rendir fruto, debemos andar en Cristo Jesús y en la Palabra de
Dios.
CAPÍTULO 14
ALGUNAS PREGUNTAS CONTESTADAS
1. ¿Está el espíritu santo disponible a todo creyente hoy?
Si, en verdad, ¿Está el don de salvación disponible hoy? Esta no es una pregunta tonta. Si
el don proveniente del Espíritu Santo que es pneuma hagion, espíritu santo, poder desde lo
alto, no está disponible, entonces tampoco lo está el don de salvación. Cuando Dios da un
don, éste está aquí y aquí se quedará hasta que termine la Era de la Iglesia. Sus dones están
disponibles a todos y para todos los creyentes que deseen recibir y sepan cómo recibir.
Definitivamente no. Todos los dones de Dios – y el espíritu santo es un don -- están
inmediatamente disponibles por creencia a todos los que quieren recibir. La Biblia no
instruye a la gente a esperar por el espíritu santo con la única excepción de la instrucción
de Jesús a los doce discípulos en Hechos.
Hechos 1:4,5:
Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la
promesa del Padre, la cual, les dijo, oíste de mí.
Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el
Espíritu Santo [pneuma hagion] dentro de no muchos días.
Jesús estaba instruyendo a los apóstoles, antes de que el espíritu santo fuera dado, a
“esperar la promesa” que se cumpliría. Las Escrituras no dicen que esto sucedería cuando
los apóstoles estuviesen listos. Dice que sería “dentro de no muchos días”, lo cual, de
acuerdo a Hechos 2:1, fue “cuando llegó el día de Pentecostés”. Desde el derramamiento
en Pentecostés, no hay ninguna enseñanza en las Escrituras de esperar o guardar. Algunos
cristianos me dijeron que si yo me iba por mi cuenta aparte y oraba por diez días, Dios me
daría el espíritu santo. Descubrí que Dios no espera cierto número de días para darle el
espíritu santo a una persona. El dio el espíritu santo de una vez por todas “cuando llegó el
día de Pentecostés”, y el poder desde lo alto está inmediatamente disponible ahora a
cualquiera que desee recibir, y sepa cómo recibir.
114
3. Para recibir el espíritu santo, ¿no deberían todos los creyentes estar “unánimes juntos”
como estaban los apóstoles?
No. Ustedes pueden recibir el espíritu santo en privado. No es necesario que ninguna
persona esté presente para que ustedes lo reciban. “Estaban todos unánimes juntos” en el
día de Pentecostés pero esto fue un suceso único. Jesús había instruido a los apóstoles a ir a
un lugar específico y esperar ahí hasta ser “bautizados con el Espíritu Santo”. Obedeciendo
su mandato, ellos estaban reunidos en unidad de espíritu y propósito para esperar a que la
promesa se cumpliera. La instrucción fue a este grupo en particular en un momento en
particular. Desde Pentecostés, el factor común en todos los casos para recibir el don
proveniente de Espíritu Santo es creencia.
No. El espíritu santo no es nunca para denominaciones como tales. El espíritu santo es para
creyentes. Estos pueden venir de cualquier denominación. Gente de por lo menos treinta
denominaciones diferentes han recibido pneuma hagion bajo mi enseñanza, pero ni uno ha
recibido a causa de su afiliación denominacional. Todos recibieron porque creyeron.
6. ¿Es posible que uno reciba el don proveniente del Espíritu Santo en manifestación sin
hablar en una lengua?
No, no lo es, pues el movimiento poderoso proveniente del Espíritu será expresado en
todas las nueve manifestaciones una que otra vez y el hablar en lenguas es una de estas
manifestaciones. Y nadie que conozca la maravillosa Palabra de Dios desearía el don sin
hablar en una lengua, pues las bendiciones son innumerables, y nos atañe seguir los
mandamientos de la Palabra de Dios en todas las cosas. El creyente que nunca ha hablado
en una lengua ha dejado de hacer su parte en manifestar el don que ya ha sido dado. Por
medio de la operación de creencia él recibe a través de esta manifestación el beneficio de
su propia edificación espiritual.
Desde Pentecostés, no hay ningún relato en el cual Dios le dé el espíritu santo a nadie. Él
lo dio de una vez y para siempre. Sin embargo, hombres por una acción de creencia han
recibido en manifestación el espíritu que Dios hizo disponible en Pentecostés.
Necesariamente hay una acción para recibir de parte de cada creyente, y la manifestación
externa de haber recibido el don es la acción de hablar en otra lengua.
7. ¿Puede una persona que ha recibido el espíritu santo hablar en lenguas a voluntad?
115
Si. La acción de hablar en lenguas es una acción voluntaria de parte del creyente. El tiene
el don, que es la habilidad espiritual. Por lo tanto, si sabe lo que la palabra enseña, puede
empezar a hablar y dejar de hablar en cualquier momento en que él así lo escoja.
8. ¿Es posible que un cristiano reciba lenguas falsas o un espíritu falso cuando esté
creyendo para recibir espíritu santo?
Lucas 11:11-13:
¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en
lugar de pescado, le dará una serpiente?
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo [pneuma hagion] a los que se lo
pidan?
La verdadera esencia de Dios es amor. ¿Puede alguna persona cuerda concebir que un
Padre amoroso, que es omnisapiente y todopoderoso, le dé a su hijo hambriento y creyente
un sustituto falso o dañino? Hay cientos de Escrituras que indican que Dios busca sólo el
bienestar y la bendición de Sus hijos.
Echen a un lado para siempre la idea repulsiva de que Dios permitirá a Su hijo recibir
cualquier cosa falsa. No le presten ninguna atención a nadie que sugiera miedos y dudas
que no están en las Escrituras.
9. ¿Por qué debería uno hablar en lenguas si uno no puede entender lo que dice?
Pablo exhorto a todos los creyentes a hablar en lenguas para su edificación, y a reconocer
que las cosas que él escribió en sus epístolas eran los mandamientos del Señor (1 Corintios
14:4, 5,37).
No. Se nos dice específicamente en 1 Corintios 14: 27 y 28 que la persona que habla debe
dar la interpretación o de otro modo permanecer en silencio. Donde la práctica de que una
persona hable y otra interprete se ha llevado a cabo, no hay interpretación de aquello que
ha sido hablado en lenguas, sino profecía de parte del llamado “interprete”.
117
APÉNDICES
Introducción a los apéndices
Si creemos que a lo largo de las Escrituras tenemos las palabras de Dios y no del hombre,
muchas dificultades desaparecerán. Le debemos permitir al Autor Divino los derechos y
privilegios reclamados y operados por todo autor humano, a saber, que El puede citar,
readaptar o repetir en variadas formas, Sus propias palabras escritas o dichas previamente.
Dios pudo haber usado otras formas si El hubiera optado por eso, pero Le ha agregado
repetir Sus propias palabras o palabra, presentándolas en diferentes contextos, con nuevas
aplicaciones y connotaciones. Así pues esto nos obliga estudiar el contexto, el párrafo y la
sección donde aparece la misma palabra y donde fue usada previamente, para ver si su
usanza es un nuevo sentido o no.
La mayor satisfacción de cualquier estudioso bíblico es examinar a fondo lo que puede ser
descubierto de Su Palabra y aceptar apaciblemente aquello que no se puede trazar, explorar
o averiguar.
Esta apéndice ha sido añadido a este volumen para aquellos que desean investigar y
explorar la razón más profunda para la forma en que Dios ha asentado la verdad en orden
perfecto en Su Palabra.
118
APÉNDICE UNO
La Palabra recibir
La mayor parte del mal entendimiento y de la interpretación incorrecta concerniente al
Espíritu Santo en la Biblia ha sido debida a dos cosas:
1. El escribir con mayúscula las palabras pneuma hagion, más el añadir el artículo “el” a
voluntad de cada traductor.
Hay muchas palabras griegas distintas que son traducidas con la única palabra en español
“recibir”. El estudiante promedio nunca puede ver los matices de significados según son
dados en el griego, y así al tomar “recibir” en su significado aceptado comúnmente
desarrollamos interpretaciones incorrectas.
Yo creo que para la mayoría de la gente la palabra “recibir” quiere decir “tomar” y eso es
todo. Pero hay más connotaciones con esta palabra. Espiritualmente una persona puede
recibir algo dentro del hombre interior sin recibirlo en manifestación en el mundo de los
sentidos. Uno puede recibir espiritualmente un don proveniente de Dios sin que éste salga
en evidencia en el mundo de los sentidos; porque todos los dones de Dios son espíritu, y,
como tales, no se pueden ver, oler, oír, gustar o tocar. Para poner el don de Dios en
evidencia debemos recibirlo en manifestación; eso es, debemos operar el don.
Hay dos palabras griegas que con sus varias formas compuestas dan esta diferencia muy
claramente: dechomai y lambanō.
En el versículo 14 notamos que “cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que
Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y Juan”. Esta palabra
“recibido” es dechomai, que quiere decir que habían recibido espiritualmente, pero hasta
ahora no habían manifestado nada, eso es, no habían recibido en manifestación. Hechos
8:15: “los cuales [Pedro y Juan], habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el
119
Espíritu Santo”. Aquí la palabra “recibiesen” es lambanō, que quiere decir “recibir en
manifestación”.
Noten la diferencia en los dos usos de “recibir”. La interpretación correcta depende sobre
el entender el uso de la palabra según ésta aparece en estos versículos. En la joven Iglesia
del día de Pentecostés en adelante, con esta única excepción, cuandoquiera que alguien
había recibido salvación, él también había recibido el don proveniente del Espíritu Santo
en manifestación. En cada caso la señal en el mundo de los sentidos de que el don había
sido recibido en manifestación fue que hablaron en lenguas, excepto en la Iglesia de
Samaria, donde recibieron el don espiritualmente pero no hablaron en lenguas, Pedro y
Juan, los dos líderes en la nueva iglesia en Jerusalén, vinieron a ver qué estaba pasando allí
y por qué. Hechos 8:17: “Entonces les imponían las manos, y recibían [lambanō] el
Espíritu Santo [pneuma hagion]”. Ellos manifestaron en el exterior lo que habían
previamente recibido espiritualmente.
En Hechos 10:45-47 se nos dice que mientras Pedro estaba predicando la Palabra a
Cornelio y su casa, el pneuma hagion cayó sobre todos ellos y Pedro y sus seis compañeros
se quedaron atónitos de que “también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu
Santo [pneuma hagion]”. La razón por la cual ellos sabían que habían recibido (dechomai)
espiritualmente, fue que ahora estaban recibiendo (lambanō) en manifestación: “Porque les
oían que hablaban en lenguas”.
En Hechos 19:1-6 tenemos una ocurrencia similar. Pablo llegó a Efeso y encontró unos
pocos discípulos. Ellos eran creyentes, pues Apolos les había ministrado tanto de la
Palabra como él conocía y entendía. Ellos habían sido salvos bajo el ministerio de Apolos.
Pero cuando Pablo se encontró con estos nuevos discípulos: “les dijo: ¿Recibisteis
[lambanō, manifestasteis] el Espíritu Santo cuando creísteis?” Más tarde, según el
versículo 6, Pablo les ministró y ellos recibieron el Espíritu santo en manifestación; pues
dice allí que ellos hablaron en lenguas.
Así pues, para “dividir correctamente la Palabra de Verdad”, el uso de la palabra “recibir”
es sumamente importante en el entender apropiado de los versículos de la Escritura en los
cuales la palabra aparece. En las siguientes páginas he dado referencia en el Nuevo
Testamento donde se encuentra “recibir”, cuando es dechomai o una de sus formas
compuestas, y cuando lambanō o una de sus formas compuestas, para que ustedes puedan
estudiar los dos significados de la palabra a su propia satisfacción.
MATEO
10:14
10:40 usada 4 veces
10:41 1ra y 3ra
11:14
18:5 2 veces
120
MARCOS
4:20
6:11
9:37 4 veces
10:15
LUCAS
8:13,40
9:5, 11,48 4 veces, 53
10:8, 10,38
15:2
16:4,9
18:17
19:6
JUAN
4:45
HECHOS
2:41
3:21
7:38, 45,59
8:14
11:1
15:4
16:21
17:7,11
18:27
21:17
22:5,18
24:3
28:7, 21,30
ROMANOS
16:2
2 CORINTIOS
6: 1,17
7:15
8:17
11:16
GÁLATAS
4:14
FILIPENSES
2:29
4:18 2da
121
COLOSENSES
4:10 2da
1 TESALONICENSES
1:6
2:13 2da
2 TESALONICENSES
2:10
HEBREOS
11:17,31
12:6
SANTIAGO
1:21
2:25
3 JUAN
Versículo 9
Versículo 10 1ra
Recibir es la palabra griega lambanō o una de sus formas compuestas – recepción objetiva
en manifestación o evidencia, posible solamente después de dechomai.
MATEO
1:20,24
7:8
10:8,41 2da, 4ta
13:20 2da
19:29
20:7, 9,10 2 veces, 11
21:22,34
23:14
25:16,18,20,22,24
MARCOS
4:16
10:30
11:24
12:2,40
16:19
LUCAS
6:34 2 veces
9:51
11:10
122
15:27
16:25
18:30
19:12,15
20:47
23:41
JUAN
1:11,12
3:11, 27, 32,33
4:36
5:34, 41, 43 2 veces, 44
6:21
7:23,39
10:18
12:48
13:20 4 veces
14:17
16:24
17:8
19:27
20:22
HECHOS
1:2, 8, 9, 22
2:33,38
3:5
7:53
8:15, 17, 19
10: 43,47
16:24
17:15
19:2
20:24,35
24:27
26:10,18
28:2
ROMANOS
1:5,27
4:11
5:11,17
8:15 2 veces
14:1,3
15:7 2 veces
1 CORINTIOS
123
2:12
3:8,14
4:7 3 veces
9:25
11:23
14:5
15: 1,3
2 CORINTIOS
11: 4 2 veces, 8,24
GÁLATAS
1:9,12
3:2,14
4:5
FILIPENSES
4: 9,15
COLOSENSES
2:6
3:24
4:10 1ra, 17
1 TESALONICENSES
2:13 1ra
2 TESALONICENSES
3:6
1 TIMOTEO
3:16
FILEMÓN
Versículo 12
Versículo 17
HEBREOS
2:2
6:7
7:5, 8, 9
9:15
10:26
11:8, 11, 13, 35
12:28
124
SANTIAGO
1:7,12
3:1
4:3
5:7
1 PEDRO
4:10
2 PEDRO
1:17
1 JUAN
2:27
3:22
5:9
2 JUAN
Versículo 4
Versículo 8
Versículo 10
APOCALIPSIS
2:17,27
3:3
4:11
14:9,11
17:12 2 veces
18:4
19:20
20: 4 2da
125
APÉNDICE DOS
El Uso y las usanzas de las palabras pneuma y pneuma hagion
Evangelio de Mateo 19
Evangelio de Marcos 24
Evangelio de Lucas 37
Evangelio de Juan 24
Los Hechos de los Apóstoles 69
Romanos 35
1 Corintios 41
2 Corintios 17
Gálatas 18
Efesios 15
Filipenses 4
Colosenses 2
1 Tesalonicenses 5
2 Tesalonicenses 3
1 Timoteo 4
2 Timoteo 3
Tito 1
Filemón 1
Hebreos 12
Santiago 2
1 Pedro 9
2 Pedro 1
1 Juan 14
2 Juan 0
3 Juan 0
Judas 2
Apocalipsis 24
386
Según la mayoría de los textos críticos griegos, nueve pasajes que contiene la palabra
“espíritu” deben omitirla: Marcos 9:26; Lucas 9:55; Romanos 8:1; 1 Corintios 6:20;
Efesios 5:9; 1 Timoteo 4:12; 1 Pedro 1:22; 1 Juan 4:3 (2da palabra “espíritu”); 5:7.
Según estos mismos textos críticos griegos, hay dos pasajes que deben tener la palabra
pneuma, “espíritu”, añadida: Hechos 4:25; Filipenses 4:23.
126
Cómo son usadas las palabras
Pneuma y pneuma hagion
Las siguientes son las diferentes formas de la palabra pneuma, “espíritu”, empleadas en los
textos críticos griegos de Nuevo Testamento.
3. Usada con pronombres: mi pneuma, “mi espíritu”; de, el pneuma de mí, “el espíritu de
mí”, Mateo 12:18
4. Usada con preposiciones: “con”, “por”, “por medio de” o “mediante” el espíritu
10. Usada en un número de diferentes maneras en combinación con nombres divinos para
el nuevo nacimiento: pneuma theou, “Espíritu de Dios”, Romanos 8:14; porque es Dios
quien lo creó – Colosenses 3:10b; el nuevo nacimiento es hechura Suya, Efesios 2:10ª;
Romanos 8:19; 1 Corintios 3:16; 2 Pedro 1:4
llamado también
11. Usada con sustantivos en el caso genitivo: pneuma de filiación, “espíritu de filiación”
– Romanos 8:15 – porque con “Cristo en nosotros” somos “hijos de Dios”, 1 Juan 3:2
Hasta ahora hemos dado el uso de la palabra pneuma de once maneras principales. Mas
todavía debemos interesarnos en el articulo “el” asociado con ella. La razón para su
127
omisión o su uso puede ser determinada solamente por un estudio de todo el contexto. En
español el artículo “el” frecuentemente se requiere para tener buen sentido, pero sin
embargo puede que los textos críticos griegos no tengan el artículo. En el arameo
estranguelo original no hay ningún artículo “el” y algunos eruditos creen que el arameo
estranguelo fue el idioma original y el griego una traducción.
1. Para referirse a Dios. Dios es pneuma, Espíritu, Juan 4:24. Dios es hagion, Santo, 1
Samuel 6:20. Por lo tanto, el Espíritu Santo es Dios.
3. Para referirse a la vida de alma. La persona misma, eso que le hace al hombre un ser
viviente; la vida natural común a toda la humanidad. Es también la vida de aliento (Lucas
23:46; Hechos 7:59). Todos los hombres tienen “vida del alma” que es pneuma o espíritu,
llamado “el espíritu del hombre”, pero no todos los hombres tienen vida eterna, pneuma,
espíritu santo.
a. Los resultados que provienen de la operación de la mente del hombre, tales como
acciones de la voluntad, pensamientos, deseos, emociones.
5. Para referirse al don de pneuma hagion, espíritu santo, poder desde lo alto en
manifestación, así como es dado por el Donador, quien es Dios el Espíritu Santo. Nótese
cuidadosamente la diferencia entre el Núm. 1 y el Núm. 5:
Hay maneras específicas en que el Espíritu Santo, el Donador, da poder a Su don. Este don
incluye las manifestaciones de hablar en lenguas, interpretación de lenguas y profecía, las
cuales fueron claramente definidas en el capítulo 13. También están incluidas en el don las
manifestaciones de la palabra de ciencia, la palabra de sabiduría, discernimiento de
espíritus, fe, milagros y sanidades. (Véase 1 Corintios 12:8-10.) El don proveniente del
Espíritu Santo da guía, información y dirección mediante las manifestaciones de
revelación – palabra de ciencia, palabra de sabiduría y discernimiento de espíritus.
129
c. Discernimiento de espíritus es tu operación de la habilidad dada por Dios para
recibir de Dios, mediante revelación, conocimiento de la presencia o ausencia y la
identidad de espíritus, buenos o malignos.
d. Fe (creencia) es tu operación de la habilidad dada por Dios para creer que ocurra lo
imposible a tu mandato como un hijo de Dios, mediante el uso de la información
que has recibido de El por revelación.
e. Hacer milagros es tu operación de la habilidad dada por Dios para hacer milagros
mediante Su poder en ti, en el nombre de Jesucristo, de acuerdo a la revelación que
Dios ha dado.
Recuerda que el don es la habilidad dada por Dios. Sólo hay un don, pneuma hagion,
espíritu santo. Las manifestaciones son el resultado de la operación del don por el creyente,
según Dios el Donador activa Su don en el creyente.
8. Para referirse a seres espirituales diabólicos o malignos. (Véase Mateo 10:1; Lucas
4:33.)
a. Endíadis – dos sustantivos en combinación para significar una cosa. (Véase Mateo
3:11: “…os bautizará en Espíritu Santo [pneuma hagion] y fuego”
130
b. Sinécdoque – transfiriendo una idea por una idea asociada. (Véase Marcos 16:15:
“…predicad el evangelio a toda criatura” – a toda la gente.)
c. Metonimia – un uso de un sustantivo por otro asociado con o sugerido por él.
APÉNDICE TRES
Esta sección del apéndice ha sido añadida para dar al estudiante fácil acceso a todo uso y
usanza de la palabra pneuma en el Nuevo Testamento según los textos críticos griegos más
el arameo estranguelo del antiguo texto Peshitta, con una explicación de la usanza a la luz
de su contexto. Cuando hay diferencia entre el griego y el arameo estranguelo se hace nota
al respecto.
Cuando se usa el artículo “el”, éste se indica. Este procedimiento hace posible que el lector
coteje cualquiera que sea el versículo que esté leyendo con las palabras dadas en griego y
en arameo y llegue a su propia conclusión. Como se hiciera notar anteriormente en el libro,
las palabras “espíritu”, pneuma y “santo”, hagion, nunca aparecen en mayúsculas en
ningún texto, por lo tanto las mayúsculas en toda versión son estrictamente interpretación
privada. Pneumata es la forma plural de pneuma.
Segundo, el uso de la palabra pneuma o pneumata o las palabras pneuma hagion según
aparecen en los textos críticos griegos, con o sin el artículo “el”.
Tercero, la porción del texto de la Escritura bajo consideración dando las palabras
originales para “espíritu” o “santo” más el artículo “el” cuando éste se usa.
131
Usanza 2c
La preposición ek, “por”, rige solamente el caso genitivo y es del interior hacia fuera,
contestando la pregunta “¿por cuál agencia?” – por el pneuma proveniente de Dios, el
poder del espíritu santo.
Pneuma hagion es el poder dado para quemar la paja en nuestras vidas según explica en
Mateo 3:12. Nota: Cristo “avienta” para deshacerse de la paja, pero Satanás “zarandea”
para deshacerse del trigo (Lucas 22:31). El agua material de Juan el Bautista ha de ser
remplazada por el bautismo del Espíritu de la presencia de Cristo. El caso dativo de
“bautizará” implica el elemento con el cual habrían de ser bautizados.
Este versículo es predicción. Lo que se expresa ocurrió por primera vez en el día de
Pentecostés, pues nadie fue “bautizado en el espíritu”, el don, antes de que estuviera
disponible, y su disponibilidad se manifestó por primera vez en el día de Pentecostés.
132
Mateo 5:3, el pneuma.
Bienaventurados los pobres en [el] pneuma…
Usanza 4
Pobres – humildes en sus propios espíritus, o en sí mismo, sus propias mentes.
El texto arameo usa rok, orgullo, en vez de roka.
Traducción literal: “Bienaventurados los humildes en orgullo”, que quiere decir que no
tienen orgullo de sí mismos. Humildes de mente lo cual se manifiesta como “limpio
corazón” (vida) en el versículo 8.
*Según las discusiones del Dr. Wierwille con el Dr. George Lamsa, estos dioa son hombres salvajes que no
viven en la sociedad.
133
Mateo 12:31, el pneuma.
…mas la blasfemia contra el pneuma no les será perdonada.
Usanza 1
Espíritu Santo, Dios, Pecado imperdonable.
Los manuscrito de los cuales Eusebio citó (Eusebio murió en 340 d.C.) no pueden haber
usado las palabras pues él cita Mateo 28:19 dieciocho veces sin usarlas. Justino Mártir,
quien murió en 165 d.C., nunca citó estas palabras, ni tampoco Afraates de Nisibis
quien murió después de 340 d.C.
135
Los escribas “cavilaban en sus corazones” lo cual Jesús no pudo haber sabido con sus
ojos de los sentidos, por lo tanto tenía que hablarle sido revelado por palabra de ciencia.
Marcos 9:26.
Entonces, clamando y sacudiéndole…
Las palabras “el espíritu” han sido añadidas por los traductores, ya que no aparecen en
los textos críticos griegos.
Esta es la primera de nueve omisiones de la palabra pneuma, según la mayoría de los
textos críticos griegos. Lucas 9:55; Romanos 8:1; 1 Corintios 6:20; Efesios 5:9; 1
Timoteo 4:12; 1 Pedro 1:22; 1 Juan 4:3 (2do uso) y 5:7.
Todas estas serán notadas según llegamos a ellas.
Casi siempre el pronombre griego forma parte del verbo. Cuando el pronombre se usa
además del verbo se torna más enfático, pero si en vez de un pronombre otro sustantivo
se usa se torna aun más enfático. “Engrandecer” es alabar grandemente; “regocijar” es
deleitarse espiritualmente.
138
Lucas 4:14, el pneuma.
Y Jesús volvió en el poder de el pneuma…
Usanza 2c ó 9a
Jesús volvió a Galilea según la revelación que Dios le dio, la cual fue espiritualmente
poderosa, según se explica en el contexto del resto del versículo 15 que sigue.
139
Lucas 9:55.
Entonces volviéndose él, los reprendió… [el resto del versículo 55 y el versículo 56 se
omiten hasta] Y fueron a otra aldea.
Este es el segundo versículo donde la palabra pneuma se omite según la mayoría de los
textos griegos.*
*Según las discusiones del Dr. Wierwille con el Dr. George M. Lamsa, el arameo dice: “…sin saber de que
temperamento sois”.
**Según las discusiones del Dr. Wierwille con el Dr. George Lamsa, shadna, un derivado de shada, quiere
decir loco, pero no tan loco como para ser violento. El hombre shadna no hace sentido en su hablar.
140
Lucas 12:12, el hagion pneuma.
porque el hagion pneuma os enseñará…
Usanza 1
Dios el Donador – Núm. 1, dará a Su don – Núm. 2a, lo cual entonces se manifiesta –
Núm. 5. Esto es profecía de Pentecostés.
147
Hechos 13:2, el pneuma el hagion.
…dijo el pneuma el hagion: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he
llamado.
Usanza 1 vía 5
*Según las discusiones del Dr. Wierwille con el Dr. George M. Lamsa, shada casi siempre conlleva el
significado de “loco”.
149
Hechos 20:23, el pneuma el hagion.
…el rebaño en que el pneuma el hagion os ha puesto por obispos…
Usanza 1
150
Romanos 8:1.
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús [el resto del
versículo se omite].
Esta es la tercera omisión de la palabra pneuma.
También se omite en el texto arameo.
152
Romanos 15:13, pneuma hagion.
…para que abundéis en esperanza por el poder de pneuma hagion.
Usanza 2a ó 5
154
1 Corintios 12:3, pneuma theou: pneuma hagion.
...nadie que hable por pneuma theou llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a
Jesús Señor, sino por pneuma hagion.
Usanza 2a y 5
155
1 Corintios 14:15, el pneuma el pneuma.
…Oraré con el pneuma…cantaré con el pneuma…
Usanza 5
156
2 Corintios 3:18, pneuma.
…de gloria en gloria [una gloria reflejando otra gloria] en la misma imagen, como por
pneuma del Señor [proveniente del Señor que es pneuma].
Usanza 1
157
Gálatas 3:5, el pneuma.
…que os suministra el pneuma, y hace maravillas… ¿lo hace por las obras de la ley, o
por el oír por fe?
Usanza 2a
Gálatas 5:18,
Pero si sois guiados por pneuma, no estáis bajo la ley.
Usanza 5
158
Gálatas 6:1, pneuma.
…restauradle con pneuma de mansedumbre…
Usanza 6 y 9c
1 Timoteo 4:12.
…en palabra, conducta, amor, fe y pureza.
La sexta omisión de la palabra pneuma según todos los textos críticos griegos. También
se omite en arameo.
162
Filemón, versículo 25 el pneuma.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro pneuma [el].
Usanza 6
Sea con vosotros espiritualmente.
Santiago 2:26,
Porque como el cuerpo sin pneuma está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
Usanza 3
1 Pedro 1:22
…la obediencia a la verdad, para el amor fraternal no fingido…
Séptima omisión de la palabra pneuma en todos los textos críticos griegos, salvo
Esteban y Griesbach. Se omite en arameo también.
164
1 Pedro 3:19, los pneumata.
En el cual [cuerpo resucitado] también fue y predicó [proclamó] a los pneumata
encarcelados.
Usanza 8
165
1 Juan 5:6, el pneuma; el pneuma.
…Y el pneuma es el que da testimonio; porque el pneuma es la verdad.
Usanza 1
1 Juan 5:7.
Porque tres son los que dan testimonio [el resto del versículo 7 se omite].
Esta es la novena omisión de pneuma hagion en todos los textos críticos griegos,
excepto el de Esteban. El versículo entero se omite en arameo.
166
Apocalipsis 4:2, pneuma.
Y al instante yo estaba en pneuma…
Usanza 5
168
Acerca del Autor
Victor Paul Wierwille ha pasado muchos años buscando esclarecimiento de la Palabra de
Dios por medio de hombres de Dios diseminados a lo largo del continente. Su trayectoria
académica después del colegio secundario continuó en el Colegio y Seminario “Mission
House” (Lakeland), donde recibió sus diplomas universitarios en Artes y en Divinidad. El
Dr. Wierwille estudió en la Universidad de Chicago y en el Seminario Teológico de
Princeton, donde recibió el diploma de Maestro de Teología en Teología Práctica. Tiempo
después completó su trabajo para graduarse como Doctor en Teología.
Durante 16 años el Dr. Wierwille sirvió como pastor en el noreste de Ohio. Durante estos
años escudriñó la Palabra de Dios para obtener claves para un vivir abundante y victorioso.
El Dr. Wierwille visitó a E. Stanley Jones y estudió su programa “Ashram”. Hombres tales
como Glenn Clark, Rufus Mosley, Starr Daily, Albert Cliff, el Obispo K.C. Pillai y otros,
fueron huéspedes de la congregación local del Dr. Wierwille. Karl Barth de Suiza fue su
amigo y consultor, y también George M. Lamsa, el erudito arameo, así como otros eruditos
europeos y del lejano oriente. Con estos hombres el Dr. Wierwille buscó entendimiento
bíblico. En 1953 comenzó a enseñar clases sobre Poder Para la Vida Abundante. Estas
sesiones concentradas están específicamente orientadas hacia revelar la Palabra de Dios
como la voluntad de Dios, y contestar preguntas cruciales acerca del espíritu santo y su
actual disponibilidad y eficacia en las vidas de los creyentes. El conducir a hombres y
mujeres de todas partes del mundo a recibir la vida más abundante, rápidamente absorbió
todo el tiempo disponible del Dr. Wierwille, de manera que se hizo necesario que
renunciara de su posición de pastor local. Por veinte años el Dr. Wierwille ha dedicado toda
su energía a enseñar la exactitud de la Palabra de Dios al establecer el Centro de
Investigación Bíblica El Camino en New Knoxville, Ohio, y sus ramas a través de los
Estados Unidos, al igual que en la India, Australia, Canadá, Europa y América del Sur.
169