Está en la página 1de 8

LAS FARC COMO NUEVO SUJETO POLÍTICO Y SU PERSPECTIVA

REVOLUCIONARIA EN EL POSCONFLICTO COLOMBIANO.

El objetivo de este texto es analizar, desde una perspectiva que privilegia el devenir
histórico, las rupturas y continuidades en la noción de revolución expuesta por las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el papel que dicha noción podría jugar en
su discurso como nuevo actor político “Fuerza Alternativa del Común (FARC)” en la
recomposición de escenario colombiano. Para alcanzar este objetivo el texto abordará: 1] El
devenir histórico de las FARC y su concepción de revolución en el marco de constitución
como guerrilla y ejercito popular; 2] Las implicaciones que ha tenido el ultimo proceso de
paz en la organización de un nuevo escenario político nacional; y finalmente, 3] Su discurso
y transformación como actor político, en torno a la revolución.
Antes de entrar en el asunto quiero advertir que esta presentación es un ejercicio
reflexivo que no intenta justificar o atacar la forma de actuación de la guerrilla colombiana.
Por el contrario, intento generar una distancia que me permita comunicar con algún grado de
objetividad una historia política difícil de interpretar. Por otro lado, en términos académicos,
debo decir que aquí solo abordaré una pequeña parte de todo el entramado político, social y
militar que compone la compleja historia del movimiento guerrillero nacional y
especialmente de las FARC.
Otra salvedad que se debe hacer es que en este texto haré referencia a la percepción
de revolución, y no a la revolución como proceso concreto. Es evidente que a lo largo del
siglo XX colombiano se gestaron diversos conflictos armados que tuvieron como impulso
discursos revolucionarios, pero ninguno de ellos prosperó como un cambio radical de las
estructuras políticas, sociales y económicas del país. O por lo menos no en la forma en que
se entienden comúnmente los procesos revolucionarios. No obstante, esto no descalifica a los
grupos guerrilleros como revolucionarios ya que, como sostiene Hobsbawm, se puede
considerar como revolucionarios a todos aquellos que “rechazan cualquier compromiso con
el status quo”1. En este sentido, aunque no hemos experimentado una revolución, las FARC
si pueden ser consideradas, en algún momento de su historia, como sujetos revolcuionarios.

1. Contexto histórico de formación y el devenir de la revolución.

Las FARC nacen como una guerrilla de autodefensa campesina en 1964. No obstante,
al abordar su historia de constitución no se puede desconocer que temporalmente su origen
podría ir hasta 1948, año en que es asesinado el líder popular Jorge Eliecer Gaitán2 y en el
que empieza un periodo de violencia bipartidista3, que modificó radicalmente las formas de
socialización campesina y que alimentó el uso de la violencia -como excusa política- para
acelerar los procesos de acumulación de tierra y expulsión de comunidades de labriegos
pobres de algunas zonas del país.
Durante este periodo, caracterizado por la persecución y la violencia, el Partido
Comunista Colombiano (PCC), haciendo uso de su memoria de lucha agraria y campesina,
organizó y formó políticamente a los campesinos del sur del país en movimientos de

1
Hobsbawm, 2000, p. 348.
2 ..Explicar
3 El periodo de la Violencia en Colombia …..
autodefensa campesina, que lograron sobrevivir a los ataques del Estado y de ejércitos
privados, hasta alcanzar una relativa estabilidad en la zona de Marquetalia hacia 1962.
Aunque estas comunidades lideradas por el PCC no representaban un peligro real, ya
que solo hacían uso de la violencia como mecanismo de defensa, y su principal interés se
centraba en la tenencia comunitaria de la tierra para la sobrevivencia, el Estado colombiano,
arrastrado por un discurso anticomunista, y en medio de la guerra fría, decidió poner fin estas
comunidades campesinas, alegando la existencia de “republicas independientes”4. Así, en los
primeros días del mes de junio de 1964 el Ejercito bombardeó Marquetalia, dando origen a
la resistencia campesina que se convertiría en el hito fundacional de las FARC.
Se puede decir, acudiendo a la bibliografía básica5 que entre 1948 y 1964, los orígenes
de las FARC fueron las de un movimiento guerrillero de autodefensa que, más que tener una
concepción clara de lucha revolucionaria, se movieron bajo el sentido de la resistencia y la
educación de las bases sociales campesinas sobre las que se sustentaban. Durante este
periodo, y por influencia del PCC, la autodefensa popular “deja de ser un movimiento
espontaneo para convertirse en una orientación sistematizada y generalizada por los
destacamentos comunistas”6 al interior de sus zonas de influencia campesina.
Antes del ataque a la zona de Marquetalia por parte del Estado, el movimiento
campesino centró su interés en la construcción de escenarios de convivencia campesina en
los que primó la tenencia comunitaria de la tierra y la sobrevivencia a partir de su trabajo. La
revolución no fue un mecanismo de movilización consciente. Lo que motivo al movimiento
fue la defensa del territorio. De aquí se desprende que durante este periodo de gestación
guerrillera el movimiento se constituyó a partir del desplazamiento forzado debido a la
persecución del Estado y de bandas paramilitares. A este desplazamiento siguió la resistencia
y la posterior creación de la guerrilla móvil de autodefensa. Al iniciar la década del sesenta
el movimiento pasó por un breve periodo de tranquilidad en los que la estructura militar
desapareció, hasta que de nuevo fue hostigados por el Estado, lo que generó un nuevo periodo
de organización militar y resistencias.
Al interior de esa lógica desafortunada, en la cual jugó un papel importante la lucha
de clases y la violencia política, el ataque a Marquetalia se presentó como su punto de
inflexión. Después de la resistencia a un ataque feroz sobre la comunidad campesina, los
diferentes movimientos agrarios del sur del país se nuclearon en torno a lo que se llamó el
Bloque Sur, y en su I Conferencia, realizada en 1964, postuló un programa agrario desde el
cual se organizó la lucha armada y se promovió la guerra de guerrillas. En este año se levantó
la consigna de “la revolución armada para la lucha por el poder”7. Para las comunidades
campesinas empezó a ser evidente que cualquier transformación social, política y económica
debía ser por la vía de la fuerza. Percepción que además se alimento con las esperanzas que
traía consigo el triunfo de la revolución cubana y la fuerza del discurso comunista.
Este proceso de consolidación guerrillera germinó durante la II Conferencia que se
llevo a cabo en 1966. En dicha conferencia el movimiento de guerrillas campesinas se
convirtió en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En esta conferencia
se plasmó los “lineamientos que encauzarían al movimiento hacia una mayor organización
de masas, educación, propaganda y finanzas”8. En este periodo las FARC se constituyeron

4 Discurso de ….
5 CITAS…
6 Madina, 2009, p,77.
7 “Programa agrario de las guerrillas.” Citado en: Medina, 2009, p. 94.
8 Tomado de: http://www.farc-ep.co/octava-conferencia/que-es-la-conferencia-nacional-de-guerrilleros.html
en verdaderas autoridades políticas y sociales en algunos territorios del país alcanzando
legitimidad social, y generando procesos de convergencia entre las exigencias de los sectores
populares urbanos del país, con los intereses del campesinado que decían representar.
Así, después de la “Resistencia de Marquetalia” (1964), las FARC realizaron una
serie de conferencias guerrilleras en las cuales fueron consolidando su proyecto guerrillero
bajo la perspectiva Leninista de formarse como revolucionarios profesionales, es decir,
sujetos entregados a la agitación, la circulación, la producción y el estudio de las ideas de
izquierda, que allanaran el camino a la revolución. Tarea que no fue fácil, debido a las
particularidades sociales de las personas que componían sus filas. En este sentido, y
acudiendo a las palabras del Jacobo Arenas, importante dirigente político e ideológico de la
guerrilla desde 1964, las concepciones de revolución fueron variando a medida que se
modificó la composición social interna. Con el paso del tiempo, a las filas guerrilleras,
compuestas por campesinos, fueron llegando obreros, estudiantes inconformes,
profesionales, sacerdotes, etc9.
Estos cambios, junto con la constante formación ideológica ofrecida por el PCC y la
ascendencia entre la población civil en los lugares en que se movilizaban, llevo a que la
guerrilla alcanzara un poder importante en sus zonas de influencia. La concepción
revolucionaria fue mudando a medida que el movimiento guerrillero maduraba
políticamente, y se enfrentaba con los problemas internos que trajo consigo el conflicto
chino-soviético de la década del sesenta y la pregunta por las vías de la revolución planteadas
al interior de la izquierda internacional y nacional. Aunque durante este periodo las
discusiones ideológicas fragmentaron al PCC, la guerrilla tuvo claro su camino
revolucionario por medio de la lucha armada. Sin embargo, el paso de ser una guerrilla de
autodefensa, a la construcción de una guerrilla activa en la guerra de guerrillas implicó la
inversión de grandes esfuerzos que hicieron difícil el camino del movimiento entre 1966 y
1974. Se puede, afirmar que durante este periodo se agenció una reconstrucción militar y
política al interior de las FARC, en la que la revolución, entendida como la lucha por la poder
y la instalación de un gobierno socialista, le dio paso a la formación interna, tanto militar
como ideológicamente.
Durante este periodo también se consolido la teoría de la combinación de todas las
formas de lucha popular expuesta por el PCC. Ya para 1974, año en la que se realiza la V
Conferencia guerrillera, las FARC salían de la crisis militar gracias a la resistencia y a la
interiorización de la guerra de guerrillas por sus militantes. A este proceso de reconstrucción
subjetiva de las FARC, se sumaron condiciones objetivas como el incremento de la pobreza
y la marginalidad, lo que eleva la insatisfacción social a lo largo del territorio colombiano.
Este fenómeno derivó en el gran paro cívico nacional de 1977, y en una profunda crisis social
e institucional que llevaron al gobierno a dictar un Estatuto de Seguridad que aumento la
represión y el descontento social.
En medio de todo este contexto que, según las FARC, determinaron un periodo de
posible situación revolucionaria, el movimiento guerrillero realiza la VI Conferencia en la
que empieza dilucidar la configuración de la guerrilla en Ejercito Revolucionario que fiera
capaz de “[…] emprender la labor de transformar las relaciones de fuerza en todo el territorio
nacional y convertir el proyecto en el centro de las acción revolucionaria nacional”10.

9 Ver: Arango, 2016, p. 17.


10 Madina, 2009, p,137
En un proceso de cremento constante, las FARC llegaron a la década del ochenta
totalmente consolidadas tanto a nivel orgánico-organizativo como militar. En 1982 realizan
la VII Conferencia, una de las más importantes de su historia ya que en ella plasman su plan
estratégico militar que “define la línea de crecimiento y acumulados de la organización en
una perspectiva de toma del poder”11. A partir de 1982 las FARC, ahora como Ejercito del
Pueblo, proyectan un rápido crecimiento militar, y en el ámbito político definen la constante
“búsqueda de una salida política al conflicto social y armado, creando las condiciones de una
una paz duradera con justicia social”12.
A partir de 1982 las FARC constituyen un gran plan estratégico que los impulsó por
las dos décadas siguientes. Este Plan concibió la unión orgánica con otras guerrillas del país,
además del ataque frontal al ejercito -ahora eran ellos los que asediaban a las tropas estatales-
y l apretura a una salida política al conflicto. Pero lo más importante de este periodo fue la
aparición militar y política de otros actores que tornaron mucho más complejo el escenario
nacional, y que establecieron las condiciones para la rápida degradación del conflicto armado
interno. La aparición del paramilitarismo –con su discurso de rencor y muerte-, el
narcotráfico –como motor financiero de la guerra- y la aplicación de planes militares
agenciados por Estados Unidos (Plan Colombia y Plan Patriota), cerraron la vías políticas e
hicieron de la violencia el mejor instrumento de persuasión. A lo cual las FARC no fueron
ajenas, pues también reprodujeron unas prácticas de violencia y violación de los derechos
humanos que las desacreditaron frente algunos sectores de la sociedad civil.
En esta presentación no abordaré con detalle este complejo periodo que va de la
década del ochenta hasta el 2012, año en que empiezan los diálogos de paz entre el gobierno
y las FARC. Pero, se puede sostener que en términos de concepción revolucionaria las FARC
intentaron desarrollar un plan estratégico que unió el fortaleciendo militar con la constitución
de un discurso político que concebía un país en paz “sin hambre, sin violencia, con trabajo
para todos, con libertades y sin militarismo [en] plena democracia y [en su] progreso
independiente”13. La idea revolucionaria propuso un periodo de ocho años para consolidar
un ejercito revolucionario, tomarse el poder e instalar una gobierno transitorio hacia el
socialismo. En esta vía, el movimiento insurgente no veía contradicción entre el
fortalecimiento militar y la apretura discursiva hacia una salida política del conflicto, ya que,
de acuerdo a su percepción, la vía armada fue un camino posible en un país que no en que
debido a sus elites era imposible una apertura democrática14.
Finalmente, entre 1982 y el 2013 las FARC se encontraron con un escenarios ambiguo
que estuvo determinado: 1] Su fortalecimiento militar; 2] Las esperanzas de paz y
participación política que posibilitó la creación de la Unión Patriótica, pero que sucumbió
ante la guerra sucia patrocinada por el paramilitarismo y el Estado; 3] La relación con el
Narcotráfico y el secuestro para financiar la guerra, lo que derivó en una perdida progresiva
de credibilidad nacional; 4] El alejamiento de la posibilidad de paz y el aumento del discurso
guerrerista del Estado (Plan Colombia y Plan Patriota), lo que obligo al movimiento
guerrillero a replegarse y sufrir bajas importantes en su interior; 4] Finalmente, una reapertura
de la posibilidad de paz, y la constitución de un nuevo escenario político, lo que obligo a su
recomposición política y a la dejación de la vía armada para la toma del poder.

11Madina, 2009, p,157


12Madina, 2009, p,138
13 Arenas, sf, p. 115.
14 Ver: Arenas, sf, p. 115.
En este entramado histórico se pueden identificar, bajo mi criterio, tres grande formas
en que las FARC concibieron la revolución en estos años:

 1948-1964: La revolución aún no es una idea madura. Lo que existe es una


necesidad de Resistencia y defensa del territorio por parte de las comunidades
campesinas.
 1964-1982: Aunque es evidente una idea de Revolución Armada tendiente a
la toma del poder, el movimiento guerrillero se concentró en la formación de
sus cuadros en revolucionarios profesionales y en la reestructuración
organizativa y militar del movimiento. Su revolución se concentró en agendar
un cambio en la mentalidad de sus combatientes.
 1982-2013: La concepción de Revolución se estructuró a partir de un aparato
militar fuerte y económicamente boyante. Sin embargo, la Revolución ya no
solo es la toma del poder por la vía armada. A esta idea se suma una
perspectiva política frente al dialogo. Es una concepción de revolución basada
en una política “más global para famular una estrategia militar en vía de la
toma del poder, combinando la acción militar con todas las demás formas de
lucha de masas”15.

En estas lógicas del devenir de la concepción revolucionaria -lógica que puede ser
vista como arbitraria-, se hicieron evidente algunas constantes que, se puede decir,
conformaron el núcleo de la revolución propuesta expresada por las FARC.

1. A lo largo de la propuesta del grupo guerrillero, la revolución es concebida como


la convergencia de los condicionamientos objetivos y subjetivos que potencia la
lucha de clases y desatan las rebeliones. Bajo esta perspectiva, las FARC se
conciben como motores de las condiciones subjetivas que guiaran a las masas
rebeldes.
2. Hay en las FARC una noción particular del tiempo de la revolución. Para el grupo
guerrillero la revolución “es un proceso histórico prolongado y difícil”16. Sobre
esto, en una entrevista realizada a un importante líder de esta guerrilla se sostenía
que en Colombia “hay […] unos muchachos que piensan que la revolución […]
se ha retardado veinte años y entonces piensan que hay que hacerla ya. Y si se
hace para ayer, es suma mente tarde; si se hace para hoy es inmensamente tarde,
y si se hace para mañana es trágicamente tarde”17.
3. Finalmente, la combinación de todas las formas de lucha popular, planteada en la
década del sesenta, siempre constituyo la idea revolucionaria como una plan de
transformación total de la sociedad. Es decir que a pesar del derrumbe del
comunismo internacional, y de la entrega de muchas otras guerrillas del país bajo
la óptica del anquilosamiento de la vía armada para la revolución, la FARC
insistieron en su consolidación militar, pero realizando también un importante
trabajo en lo político, para buscar una vía dialogada al conflicto. De este modo,

15 Medina, 2009, p,158


16 Citado en: Arango, 2016, p. 17.
17 Arango, 2016, p. 17.
su percepción revolucionaria siempre se baso en la combinación de lo político y
lo militar, obedeciendo a las posibilidades reales que ofrecía el Estado para la
participación política.

2. El proceso de paz y el nuevo escenario político.

Entre los años 2012 y 2016 se llevaron a acabo las conversaciones entre el Gobierno
colombiano y las FARC, con el objetivo de firmar un acuerdo que pusiera fin a al conflicto
armado interno entre esta guerrilla y el Estado. A pesar de las voces de rencor que avivaron
el conflicto, y de muchas dificultades para superar las diferencias, el acuerdo pudo ser
firmado con algún éxito, y hoy el país inicia un proceso de posconflicto que abre un nuevo
panorama para el ejercicio político de la izquierda nacional.
De este modo, asumiendo que todo periodo de posconflicto tiende a ser inestable
debido a las grandes expectativas que genera entre la población y el temor latente de una
posible frustración, en este apartado intentare describir las características y los actores que
componen la actual situación colombiana. Y que determinan el escenario de actuación de las
FARC como nuevo sujeto político.
En primer lugar se debe advertir la existencia de un ambiente de disputa o de
polarización entre el Estado que promueve mecanismos de reconciliación y superación del
conflicto, contra los sectores de derecha que incitan abiertamente al desconocimiento del
acuerdo a partir de la fuerza del rencor. En este escenario de disputa el gobierno nacional ha
constituido un discurso ambivalente entre el compromiso con la paz, pero la tímida aplicación
de los acuerdos pactados.
Como actores importantes en la actual coyuntura del país podemos contar, en primer
lugar, un importante movimiento de las bases sociales, especialmente de los jóvenes y
estudiantes, que están jalonando y exigiendo un verdadero proceso de apertura democrática
(Marcha Patriótica, JUCO, Movimiento Comunales, etc.). En seguida se encuentran los
sectores de izquierda tradicional (PCC, UP, POLO) que se encuentran en un proceso de
reestructuración bajo la base de dos caminos: a) Por un lado el reconocimiento como fuerzas
de izquierda políticas que hacen acercamientos con las FARC, con la que de hecho tienen
una historia en común (PCC, UP) b) Por otro lado esta la izquierda que aposto por la
reconstrucción de una “nuevo” discurso capaz de sustentar su existencia. Este discurso
constitutivo es la lucha contra la corrupción (POLO). Un tercer actor de todo este entramado
son los medios de comunicación, quienes coaccionan y son capaces de movilizar grandes
masas de votantes que no se enrolan en ningún grupo o tendencia en particular. En un rápido
sondeo es evidente que en la actualidad los medios de comunicación más populares
reproducen, en alguna medida, la disputa que protagonizan el Estado y los sectores de
derecha.
En la misma vía de análisis, podemos decir que en la actualidad hay un ambiente de
desconfianza social social frente al Estado, la política y la justicia, debido al “afloramiento”
de la corrupción que en los últimos años ha rayado con el cinismo y la estupidez de los
políticos nacionales.
Es este en grandes rasgos el escenario en el cual las FARC están haciendo su aparición
como actores políticos alejados de las armas, y en el cual se deben jugar el capital simbólico,
acumulado durante todos estos años de lucha armada, y es aquí en donde se encontraran de
frente con sus aciertos o desaciertos históricos.
3. Las tesis de Abril y el nuevo partido político

El pasado 31 de agosto, en el centro de Bogotá, en medio de un plaza abarrotada de


jóvenes, antiguos militantes y excombatientes, las FARC lanzaron su partido político
llamado Fuerza Alternativa del Revolucionaria del Común, promulgando como sus
principios rectores “el marxismo, el leninismo, el pensamiento emancipatorio bolivariano y,
en general, las fuentes del pensamiento critico y revolucionario de los pueblos […]”18. Con
este acto el país dio una demostración de apertura democrática hace algunos años era
imposible imaginar.
En primer lugar se debe advertir que para las FARC la firma del acuerdo de paz es
asumida como una victoria política en la que confluyen todas sus iniciativas históricas sobre
la posibilidad de una salida política del conflicto armado interno. Posteriormente, en el nuevo
contexto propuesto por el posconflicto, la estrategia revolucionaria cierra la vía armada y se
centra en el dialogo político “con todos las fuerzas políticas y sociales, sin distinción
alguna”19. En su nuevo plan estratégico el proceso revolucionario propuesto por las FARC,
como actor político reconocido, pasa por la instalación de un gobierno de transición,
entendido como un gobierno que haga posible “consolidar la perspectiva de construcción de
paz estable y duradera, con justicia social y democrática”20. Un proceso “que cambie la
correlación política y social de fuerzas a favor de las reformas”21 que necesita el país.
De lo anterior se desprende que, para el nuevo parido politico, el fin de la lucha
armada no es una derrota, sino la continuación de la lucha por la vía exclusivamente
política22. Es decir que la firma del acuerdo de paz y la aparición del la FARC como actores
políticos cierra el periodo histórico revolucionario basado en la combinación de todas las
formas de lucha, o por lo menso aquella que se entiende bajo la relación entre lo político y
lo militar. De este modo, la idea de un gobierno de transición, y del horizonte político de las
FARC es:

iniciar un proceso de construcción de la la paz estable y duradera [que permitan]


la realización de reformas históricas aplazadas que abren la posibilidad de
transformaciones estructurales estructurales más profundas de la formación
socioeconómica y política capitalista en dirección de un nuevo orden social.23

Como se puede leer, en las tesis del nuevo partido hay una leve modificación en el
discurso. Aunque el objetivo final de la organización continua siendo la construcción de una
sociedad socialista/comunista, y en su nombre permanece la palabra revolución, en sus líneas
hay una moderación del lenguaje, en el que caben las reformas y la transición. Esta
perspectiva, aparentemente más flexible, es justificada a partir de dos características
intrínsecas del movimiento. En primer lugar, expresan la necesidad leninista de reconocer y
adaptarse a los cambios históricos. Bajo esta perspectiva la estrategia revolucionaria debe
tener “capacidad adaptativa a los cambios que registre la formación socioeconómica y

18 Citado en: Arango, 2016, p. 36.


19 FARC-EP. “Tesis de abril: Tesis Preparatoria del congreso fundacional del partido de las FARC-EP”, 2017, p. 44.
20 FARC-EP. “Tesis de abril: Tesis Preparatoria del congreso fundacional del partido de las FARC-EP”, 2017, p. 43.
21 FARC-EP. “Tesis de abril: Tesis Preparatoria del congreso fundacional del partido de las FARC-EP”, 2017, p. 43.
22 FARC-EP. “Tesis de abril: Tesis Preparatoria del congreso fundacional del partido de las FARC-EP”, 2017, p. 35.
23 FARC-EP. “Tesis de abril: Tesis Preparatoria del congreso fundacional del partido de las FARC-EP”, 2017, p. 35.
política en su conjunto a fin de preservar sus posibilidades de respuesta […]”24. En segundo
lugar, y respetando una constante histórica de su perspectiva revolucionaria, el nuevo partido
político asume que la transformación social que defienden “será el resultado de un largo
proceso histórico, que compromete la generación presente y [las futuras]”25. La revolución
sigue teniendo un tiempo propio, en el que las condiciones objetivas y subjetivas hagan su
aparición conjunta.
Por otro lado, el nuevo partido es enfático en afirmar que no asumirán ningún modelo
de referencia con relación a la Revolución. Las FARC sostienen que harán sus propias
elaboraciones “sobre la premisa de superar el orden capitalista”26. Así, asumen la revolución
como:

Un proceso que conjuga la construcción del poder social “desde abajo” con el necesario
gobierno de los trabajadores, con el acceso al poder del Estado. El propósito el
socialismo/comunismo no será el resultado de un simple proceso evolutivo, sino el producto
de una acción política colectiva puesta en marcha desde el presente […]27

Finalmente, otro aspecto relevante es que como actores políticos, las FARC se
asumen como una parte integrante de todo un movimiento revolucionario que debe convocar
a múltiples actores y factores objetivos. El nuevo partido político no se asume como el partido
de la revolución colombiana, sino como “una de las organizaciones que lucha por ese
propósito” lo que de entrada los presenta como una partido dispuesto a convocar la unidad
de la izquierda nacional.

4. conclusión

Para concluir debo advertir que las modificaciones del discurso en torno a la
revolución no deben ser asumidas desde una falsa oposición entre bueno o malo. Las
concepciones revolucionarias de las FARC se han transformado por la fuerza del movimiento
histórico en el que se emplazan. En esta perspectiva solo queda aguardar la manera como las
próximas elecciones presidenciales reorganizaran las fuerzas políticas del país, y como las
FARC se emplazan en el nuevo escenario propuesto. Lo importante, pase lo que pase, es que
la solución negociada del conflicto armado interno, hoy, es una realidad, lo que significa que
en el mundo real miles de campesinos, indígenas y comunidades negras podrán volver a la
tierra de la fueron arrancados violentamente.
No obstante, todo no es felicidad. En muchas regiones dejadas por las FARC esta
reapareciendo el paramilitarismo de ultraderecha y se esta avivando la violencia contra los
lideres de las bases sociales. Y en algunos discursos de políticos extremistas se continua
señalando a la militancia de izquierda con el objetivo de eliminarlos. Por ahora solo puedo
decir, sin miedo de pasar por subjetivo, que las FARC están cumpliendo, esperemos que el
Estado haga su parte.

24 FARC-EP. “Tesis de abril: Tesis Preparatoria del congreso fundacional del partido de las FARC-EP”, 2017, p. 36.
25 FARC-EP. “Tesis de abril: Tesis preparatoria del congreso fundacional del partido de las FARC-EP”, 2017, p. 37.
26 FARC-EP. “Tesis de abril: Tesis Preparatoria del congreso fundacional del partido de las FARC-EP”, 2017, p. 37.
27 FARC-EP. “Tesis de abril: Tesis Preparatoria del congreso fundacional del partido de las FARC-EP”, 2017, p.

También podría gustarte