Está en la página 1de 10

Multiplicidad,

totalidad y política* nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 20-29

Maurizio Lazzarato**
Traducción del francés: Gisela Daza Navarrete***

Este texto muestra cómo el marxismo, aun en sus desarrollos más contemporáneos, no forma parte de la lógica de
la multitud sino de la lógica de la totalidad. A través de un análisis del pragmatismo de William James, el ensayo describe
la filosofía de la diferencia junto con algunas contribuciones de sus grandes exponentes europeos: Gabriel Tarde, Friedrich
Nietzsche, Henry Bergson, Michel Foucault y Gilles Deleuze, entre otros.
Palabras clave: pragmatismo, marxismo, filosofía de la diferencia, William James.

Este texto mostra como o marxismo, ainda em seus desenvolvimentos mais contemporâneos, não faz parte da lógica
da multidão, senão da lógica da totalidade. Através de uma análise do pragmatismo de William James, o artigo descreve
a filosofia da diferença juntamente com algumas contribuições de seus grandes expoentes europeus: Gabriel Tarde,
Friedrich Nietzsche, Henry Bergson, Michel Foucault e Gilles Deleuze, entre outros.
Palavras-chaves: pragmatismo, marxismo, filosofia da diferença, William James.

This text shows how the marxism, still in its more contemporary developments, does not comprise of the logic of the
multitude but of the logic of the totality. Through an analysis of the pragmatism of William James, the essay describes the
philosophy of the difference along with some contributions of its great European exponents: Friedrich Nietzsche, Gabriel
Tarde, Henry Bergson, Michel Foucault and Gilles Deleuze, among others.
Key words: pragmatism, marxism, philosophy of the difference, William James.

ORIGINAL RECIBIDO: 15-VI-2006 – ACEPTADO:15-VIII-2006

* Este trabajo es producto de una investigación de largo aliento que busca redefinir la
metodología de las ciencias sociales a partir de la filosofía de la diferencia y sobre todo
de la teoría del acontecimiento. Ha sido patrocinado, entre otros, por la Unidad Mixta
de Investigación de la Universidad de Paris 1-CNRS. Una versión de este escrito fue
publicada en el libro Políticas del Acontecimiento, recientemente editado en español
(2006).
** Filósofo francés, investigador vinculado a la Unidad Mixta de Investigación de la
Universidad de París I-CNRS, cofundador y miembro del Comité Editorial de la Revis-
ta Multitudes. E-mail: mlazzarato@free.fr
*** Investigadora del grupo de investigación Socialización y violencia del IESCO-UC.

20 NÓMADAS NO. 25. OCTUBRE 2006. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Siempre me he sentido empirista, es la totalidad y de la universalidad. marxismo, debe tener profundas
decir, pluralista.
El marxismo, incluso cuando pre- raíces en su teoría. El marxismo
Gilles Deleuze tendía una crítica radical, no supo contemporáneo contribuye am-

E l movimiento de Seattle abría


la posibilidad a una política de la
crear las condiciones teóricas y
prácticas para salir de esta lógica.
Por el contrario, con frecuencia,
pliamente a producir otro bloqueo
fundamental sobre el desarrollo de
los movimientos políticos: al limi-
multiplicidad. El éxito del libro de por no decir siempre, amplificó tarse a defender lo “adquirido”,
Toni Negri y Michel Hardt, Multitude, esta aspiración al todo y a lo uni- deja la gestión, la “innovación”, en
seguramente está ligado con la direc- versal. Hay en ello un problema manos del patronato y del Estado.
ción que, no sin ambigüedad, indi- teórico-político fundamental, por- Me parece que, a una política mar-
caba: salir del concepto de pueblo que estoy convencido de que una xista, le hace una falta enorme una
en tanto categoría que presupone y reanudación de la iniciativa polí- teoría de la “producción de lo nue-
apunta a lo “uno”, a la vez que reivin- tica y del desarrollo de movimien- vo”. Los dos problemas, como lo
dica una fundación marxista de este tos marxistas no podrá hacerse veremos, están estrictamente
pasaje. ¿Hay que com- imbricados y remiten
prender con ello que a la ontología de la re-
el marxismo es una lación en el mismo
filosofía de la multi- Marx. Es lo que inten-
tud? ¿Qué el concep- taré analizar partiendo
to de clase es una de la filosofía de la
categoría de la mul- multiplicidad, que es
tiplicidad? Para Paolo prácticamente su con-
Virno el concepto de temporánea.
clase es, sin duda al-
guna, sinónimo de mul-
titud. Para Toni Negri ¿Son las
el concepto de multi- relaciones
tud debe volver a ac- interiores o
tualizar el proyecto exteriores a
marxiano de lucha de
Plazuela del barrio Egipto, anónima, c. 1910. Archivo Ortega Ricaurte,
los términos?
clase, de manera que la © Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá.
“multitud es un con- Gilles Deleuze y
cepto de clase”. No obstante, la ac- sobre la base de una política de la Félix Guattari, en su último libro
ción de fuerzas políticas y sindicales multiplicidad y de la singularidad. conjunto Qu’est-ce que la philosophie?
que se reclaman marxistas nos recuer- El referéndum sobre la Constitu- (1991), nos recuerdan que en el
dan que las categorías de clase (como ción europea ha demostrado, una cambio del siglo pasado, el socialis-
también las de capital, trabajo, vez más, que para las fuerzas polí- mo y el pragmatismo, el proletario
etc.) son categorías ontológicas y ticas y sindicales de orientación y el emigrante, encarnan dos mane-
no simplemente socioeconómicas, marxista, sean estas reformistas o ras diferentes de aprehender y de
que funcionan y que sólo tienen sen- revolucionarias, parece irresistible practicar “la nueva sociedad de los
tido en relación con la “totalidad”. el llamado a una especie de sobe- hermanos y los camaradas”. Acep-
Esos conceptos implican modali- ranía donde poder construir el “to- taremos la pequeña provocación
dades de acciones que privilegian dos”, supuestamente, “absolutos” deleuziana de poner en un mismo
siempre el todo (en contra de la y “completos” (trátese del traba- plano pragmatismo y socialismo,
multiplicidad, la universalidad en jo, del Estado, de la nación, del su- porque nos permite enfrentarnos con
contra de la singularidad). jeto). Esta voluntad de conducir la herencia hegeliana del marxismo
una singularidad hacia la totalidad y con los estragos que ha provoca-
La tradición política occiden- y hacia lo universal, sistemática- do y continúa provocando en los
tal se constituyó como política de mente repetida en la historia del movimientos políticos.

LAZZARATO, M.: MULTIPLICIDAD, TOTALIDAD Y POLÍTICA NÓMADAS 21


La cuestión que plantea el ga la posibilidad de las relaciones Marx de 1899, aún inigualado por
pragmatismo parece no tener sino exteriores. Como en la tradición su claridad y precisión, nos hace
implicaciones filosóficas: “se trata de nacionalista y tradicionalista, las notar que hasta aquí no hay sino lo
saber si todas las relaciones posibles relaciones son aprehendidas a par- de Hegel (Gentile, 1995). La úni-
de un ser con los otros están primi- tir de la diferencia entre esencia y ca diferencia con la filosofía hege-
tivamente encerradas en su natura- fenómeno. Para Marx, el indivi- liana es que las relaciones no son el
leza intrínseca y hacen parte de su duo, lo singular, lo particular, sólo hecho del pensamiento, sino de la
esencia” (James, 1910: 76). En rea- es un hecho empírico, un fenóme- actividad humana sensible. La uni-
lidad, la gran cuestión de saber si las no. Lo que es real no es el indivi- dad, la totalidad, la ligazón entre
relaciones “externas” son posibles, duo empírico, es decir, el término, las cosas no es el resultado de la
tiene un enorme alcance político. La sino el individuo social y, con ello, “praxis” de la idea, sino de la
teoría de la exterioridad de las rela- las relaciones en las que el indivi- “praxis” de lo “sensible”. Siendo esta
ciones implica que estas son am- duo está inmerso. Para asir lo real última un hacer alienado, el todo,
pliamente independientes de los hay que volver a la esencia consti- la totalidad, lo entero, no están
términos en que se efec- constituidos por el
túan y, simultáneamen- “conjunto de las rela-
te, que los términos ciones sociales” sino
pueden tener múltiples por las relaciones de
relaciones a la vez. Es producción (la rela-
decir, pueden estar al ción capital-trabajo).
mismo tiempo en un Mientras que en la fi-
sistema y en otro, y losofía de Hegel la po-
pueden cambiar algu- tencia de unificación
nas de sus relaciones sin de la idea es lo que
cambiarlas todas. La “subsume” al mundo,
posibilidad o la impo- en Marx la potencia
sibilidad de una políti- de la relación capital-
ca de la multiplicidad (o trabajo es lo que lo
de la multitud) se juega “En esta casaPlazuela, Cabildo y pila de Las Nieves (demolidos), anónima, c. 1890. unifica y lo subordina
vivió Gonzalo Jiménez de Quesada. La plaza fue mercado público hasta 1910”.
según la existencia de re- Archivo Ortega Ricaurte, © Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá. a su lógica.
laciones externas a los
términos, a la independencia de los tuida por el conjunto de las “rela- Etienne Balibar da una interpre-
términos y a las relaciones con la ciones sociales”. tación de la ontología de la rela-
totalidad. ción en Marx que no remite a la
El saber inmediato y empírico totalidad, sino a la indeterminación
Esta teoría de las relaciones ex- que se concentra en los “particula- de lo “transindividual”1 . Sin entrar
teriores, “flotantes”, “variadas”, “flui- res”, es un saber fenoménico que en una discusión filológica, pode-
das”, nos hace salir del universo de hace abstracción de sus enlaces, de mos afirmar que, de todas maneras
la totalidad y entrar en el mundo del sus relaciones. La teoría revolucio- y seguramente, no es esta ontolo-
pluralismo y de la singularidad, don- naria, sin descuidar los particulares, gía de la relación la que ha sido el
de las conjunciones y las disyun- debe por el contrario elevarlos hasta fundamento de la práctica teórica
ciones entre las cosas son, en cada el “todo” en el que tienen su rela- y política de la tradición comunista.
caso, contingentes, específicas, par- ción. El hecho empírico, el indivi-
ticulares y no remiten a ninguna duo, lo inmediato, son abstractos. Si se quiere encontrar el funda-
esencia, sustancia o estructura pro- Lo concreto es la “totalidad” de las mento teórico de un pensamiento
funda que las funde. relaciones en las que existe el indi- que ha influido profundamente la
viduo, el hecho, lo empírico. El fi- política en el siglo que acaba de
La filosofía de Marx, aun sien- lósofo italiano Giovanni Gentile, terminar, no hay que mirar hacia
do una teoría de las relaciones, nie- en un texto sobre la filosofía de Gilbert Simondon, sino más bien

22 NÓMADAS NO. 25. OCTUBRE 2006. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


hacia Georg Lukacs, Histoire et lo que es, sino lo que deviene. La El punto de vista
conscience de classe, quien exhibe la realidad es movimiento, tendencia, distributivo y el punto
pretensión de traducir las expe- evolución. de vista colectivo
riencias políticas adquiridas en la
revolución soviética, en apuestas teó- Pero la aprehensión de la reali- El pragmatismo es una larga y
ricas y jugarlas contra las “antinomias dad como proceso, sólo permite articulada creación de conceptos
del pensamiento burgués”. En ese li- descubrir la esencia del fenómeno en contra de la manera de pensar y
bro formidable por su coherencia y al realizarla. De esta manera, los de actuar a partir y con vistas a la
afinidad con el pensamiento filosó- devenires, las tendencias, los pro- totalidad, y de remitir las relacio-
fico de Marx, los conceptos de “to- cesos no se abren a la indetermina- nes a algo que las fundara. ¿La rea-
talidad”, de “todo”, de “entero”, ción de la actualización de las lidad existe distributivamente o
vuelven como ritornelos en cada relaciones, sino a su movimiento colectivamente, se pregunta James?
una de sus páginas. Según Lukacs, ininterrumpido hacia la totalidad “Puede ser que la realidad exista
el marxismo debe asir bajo un aspecto distri-
con “claridad y pre- butivo, no bajo el as-
cisión” la diferencia pecto de un todo sino
entre la existencia em- de una serie de formas
pírica de los hechos y que tiene cada una su
su “núcleo estructural individualidad” (James,
interno”, es decir, su 1914: 123).
esencia. Desde este
punto de vista, sigue En toda su obra,
muy de cerca el pen- James insiste sistemá-
samiento de Marx, ticamente sobre la
para quien, si la esen- diferencia entre el
cia de las cosas y su punto de vista distri-
existencia en tanto que butivo y el punto de
fenómeno coinciden, vista colectivo. El pri-
entonces toda ciencia Patio del Convento de Santa Clara, anónima, c. 1909. Archivo Ortega Ricaurte, mero se identifica con
es inútil. Para esta © Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá. el pluralismo y la mul-
metodología las rela- tiplicidad; el segundo,
ciones son internas a los términos. (las relaciones de producción), ha- con la lógica de la totalidad y de
No hay exterioridad, no hay inde- cia la realización de la esencia (la lo universal.
pendencia, no hay autonomía po- necesidad del desarrollo de la rela-
sible ni de los términos, ni de las ción de capital y, por ello, de la cla- Pienso que percibimos cada vez
relaciones: “los elementos y los se y de la revolución). El marxismo más claramente que la existen-
momentos particulares de la tota- integra así otra condición de la po- cia de las cosas, una a una, es
lidad contienen en sí la estructura lítica moderna. Para abarcar el independiente de la posibilidad
de lo entero, del todo” (Lukacs, conocimiento de lo real en su de reunirlas todas a la vez, y que
1960). Lo real es la relación, pero globalidad y para poder actuar a por lo menos un cierto número
las relaciones remiten a una sustan- nivel de la totalidad, es necesario de hechos existen únicamente
cia, a una esencia, a una estructu- un sujeto universal. Todos los mar- bajo la forma distributiva de un
ra. Así, las partes, los términos, los xistas (incluso los de los años se- conjunto de cada unos, de cada
elementos, encuentran su verdad y senta, althusserismo, operarismo, unos en plural, que aún si son en
su posibilidad de acción solamente situacionismo) son fieles a esta ló- número infinito, no necesitan,
en la relación con el todo, con lo gica que, aun cuando no está ex- en ningún sentido inteligible,
entero, en el caso del marxismo, plícitamente tematizada, está bien sea de experimentarse ellos
con relación al capital. Y aún más, implícita en los conceptos de tra- mismos, bien sea de ser experi-
como en Hegel, la realidad no es bajo, capital, clase, etc. mentados por otro ser en tanto

LAZZARATO, M.: MULTIPLICIDAD, TOTALIDAD Y POLÍTICA NÓMADAS 23


que miembros de una totalidad Así el mundo del pluralismo se En el marxismo no hay la posi-
(Ibíd.: 221). parece más a una república fe- bilidad de creaciones absolutas, in-
deral que a un imperio o un rei- tempestivas, imprevisibles, porque
La posibilidad de pensar el no. Cualquier porción enorme ya están dadas o implícitas en la es-
universo bajo la forma “cada” que sea llevada a la unidad, que tructura, o se desprenden de la esen-
(“eaches, everys, anys”) y ya no sea llevada hacia cualquier cen- cia. El marxismo no puede tener
sobre la forma de la “unidad co- tro real de conciencia o de ac- una teoría de la “producción de lo
lectiva”, la posibilidad de una ción donde ésta se constate nuevo”, pues su ontología encierra
doctrina que admite la posibilidad presente, hay otra cosa que que- la posibilidad de la novedad (y de
y el pluralismo “significa simple- da autónoma, que se constata los sujetos) en una relación pre-
mente que las diversas partes de como ausente del centro en cues- constituida (en realidad, el capital
la realidad pueden mantener rela- tión, y que no se reduce a esta y el trabajo detentan el monopolio
ciones exteriores” (James, 1910: unidad (Ibíd.: 310). de la invención y de los procesos
30). Las relaciones son así libres de subjetivación).
de todo fundamento, de toda sus- La existencia de relaciones ex-
tancia, de toda atribución esen- ternas, variadas, flotantes, hace po-
cial, y los términos pueden ser sible la creación. En la forma “todo”, La unión y la desunión
independientes de las relaciones. las partes están esencialmente im- de las cosas
Las cosas se relacionan las unas plicadas y su continuidad y cohesión
con las otras de mil maneras, pero está asegurada por la totalidad. En La ontología pluralista supone
no hay una relación que las en- la forma “cada”, hay discontinui- una nueva manera de aprehender
cierre a todas, no hay un ser que dades y disyunciones reales y, en la política, por cuanto describe las
contenga a todos los otros. Cada consecuencia, “siempre hay algo que modalidades con las cuales se com-
relación sólo expresa uno de sus escapa”, dice James. Y es eso que se ponen y se descomponen las singu-
aspectos, de las características, de escapa lo que hace el movimiento, laridades, se unen y se separan, y
las funciones de una cosa. lo que crea, lo que innova. remite a lógicas que, en el lenguaje
de Deleuze y Guattari, podemos
A propósito de esto, Deleuze La existencia bajo una forma llamar mayoritarias y minoritarias.
hablará de “una esencia opera- individual hace posible para El pluralismo no niega el proceso
toria”, para distinguirla del concep- una cosa estar ligada, por cosas de unificación y de composición,
to clásico de esencia, como aquello intermediarias, a otra, con la cual pero al reconocer que las vías por
que se “desprende de una cosa al no tiene relaciones inmediatas las que se realiza la continuidad de
final de un cierto tipo de operación” o esenciales. Así, entre las cosas las cosas son innumerables y cada
y que hace surgir así una diferen- siempre son posibles numerosas vez contingentes, plantea las si-
cia. Sin perder su identidad, “una relaciones que no están necesa- guientes preguntas: “El mundo es
cosa puede adjuntarse a otra o de- riamente realizadas en un mo- uno: ¿pero de qué manera es uno?
jarla ir”, puede entrar en una com- mento dado (Ibíd.: 313). ¿Qué tipo de unidad posee? Y ¿qué
posición, en una unidad, sin estar valor práctico tiene para nosotros
por ello completamente determina- En la teoría de las relaciones su unidad?” (James, 1917: 128).
da por esa unidad, por esa compo- exteriores no hay esencia, no hay
sición. Antes de ser una forma de sustancia. Detrás de los fenómenos Para William James, el proble-
organización política, el federa- “no hay nada”, dirá James. De esta ma de la unidad y de la diversidad
lismo es una modalidad de organi- manera, las relaciones remiten a la no puede resolverse con una ar-
zación del universo. En el universo indeterminación de lo virtual, a la gumentación a priori. El mundo
pluralista, este expresa la imposi- “posibilidad de la novedad” y no a tendrá justo tantas unidades y
bilidad de totalizar las singularida- la realización de la esencia. El diversidades como podamos cons-
des en una unidad absoluta y pragmatismo cree en una “reserva tatar. El empirismo formula el
completa, puesto que siempre hay de posibilidades extrañas a nuestra mundo en proposiciones hipotéti-
algo que queda “por fuera”. experiencia actual”. cas; el racionalismo (y el marxis-

24 NÓMADAS NO. 25. OCTUBRE 2006. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


mo con él), en proposiciones ca- de unión” descrito por James es zos y que implica tiempo– de la
tegóricas. Del mismo modo que hay muy diferente al de la “unión per- “unión absoluta” que se hace ins-
una multiplicidad de relaciones, hay fecta”, “absoluta”, que implica la tantáneamente por “convergencia
también una multiplicidad de mo- “forma todo”. universal”, por fusión o por subsun-
dalidades de unificación, diferentes ción, para hablar el lenguaje hege-
grados de unidad, maneras hete- En el universo de la multiplici- liano-marxista. El conocimiento,
rogéneas de ser “uno” y una multi- dad, las diferentes maneras de ser siendo para James una de las partes
plicidad de maneras de realizarlas. “uno”, llevan en sí una multiplici- más dinámicas de la realidad, no tie-
Podemos tener “una unidad que se dad de modalidades, a través de las ne su validez en su facultad de abar-
detiene delante de elementos ‘no- cuales se practican esas unificacio- car el todo, lo universal (ver la
conductores’; una unidad pretensión de los mar-
que simplemente se hace xismos de proclamarse
poco a poco en cambio de “ciencias”), sino en su ca-
hacerse de un solo golpe, pacidad de dirigirnos y
en bloque: una unidad mostrarnos una “inmen-
que, en muchos casos, se sa red de relaciones” con
reduce a una simple pro- miras a la producción de
ximidad exterior; una uni- algo nuevo y singular. El
dad, en fin, que no es más conocimiento tiene tam-
que un encadenamiento” bién un modo de constitu-
(Ibíd.: 144). ción pluralista, distributiva
y temporal.
Cotidianamente la
humanidad opera proce- “Este conocimiento ‘en-
sos de unificación, pero cadenado’ (concatenated),
cada vez son contingen- que va de poco en poco,
tes, empíricos, parciales. difiere por completo del
conocimiento ‘masivo’
Nosotros mismos cons- (consolidated) que supone-
tantemente creamos nue- mos sea el de un espíritu
vas conexiones entre las absoluto” (James, 1914:
cosas, al organizar grupos 159). El universo pluralis-
de trabajadores, al esta- ta se constituye por el “en-
blecer sistemas postales, cadenamiento continuo”
consulares, comerciales, de las cosas y por “cono-
redes de caminos férreos, cimiento encadenado” de
Plaza e iglesia de Las Aguas, anónima, c. 1930.
de telégrafos, de uniones © Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá.
los conceptos. Así, las re-
coloniales y de otras or- des establecen cohesiones,
ganizaciones que nos ligan y nos nes. ¿Cómo se mantienen unidas las “confluencias parciales”, por medio
unen a las cosas por una red cuya cosas, cómo hacen cohesión las re- de la conexión lineal entre pedazos,
amplitud se extiende en la me- des, cómo se construye el mundo? partes y cabos del universo. Las par-
dida en que sus mallas se estre- “Las cosas pueden tener consisten- tes componentes están ligadas entre
chan (James, 1914: 159). cia, ser coherentes, de muchas ma- sí por relaciones cada vez particula-
neras diferentes” (James, 1910: 71). res, específicas.
La unificación se hace a partir Entre las “innumerables especies de
de la forma red y los “sistemas” enlaces”, James distingue la “unión Por las diversas partes del uni-
constituyen un “número incalcu- por encadenamiento ininterrumpi- verso resultan innumerables
lable de redes”, que se superponen do” –que se despliega poco a poco, pequeños agrupamientos que
los unos sobre los otros. El “modo que se construye por piezas y peda- entran en agrupamientos más

LAZZARATO, M.: MULTIPLICIDAD, TOTALIDAD Y POLÍTICA NÓMADAS 25


vastos, y son tantos pequeños define el universo pluralista: “arbi- de la relación en Marx está
mundos (…). Cada sistema repre- trario, caótico, discontinuo, hormi- aún profundamente ligada a la
senta tal tipo o tal grado de uni- gueante, embrollado, cenagoso, filosofía idealista del siglo XIX,
dad, sus partes componentes penoso, fragmentario, en pedazos” y asir, en consecuencia, los lí-
están ligadas entre sí según tal o (Wahl, 2004). Tenemos entonces mites ontológicos de la política
cual relación de especie parti- un universo inconcluso, inacabable marxista.
cular; y una misma parte puede e incompleto donde la realidad y
figurar en numerosos sistemas el conocimiento se hacen poco a El marxismo está en la impo-
diferentes (James, 1917: 132). poco, por adición, por colección de sibilidad de pensar las relaciones
partes y de pedazos. Un universo que son puras exterioridades. Re-
No es, por tanto, imposible en el que la composición debe se- laciones sin fundamento en la to-
imaginar mundos que se opondrían guir la cartografía de las singulari- talidad de la relación del capital.
entre ellos a partir de diferentes mo- dades, de los pequeños mundos, de Por el contrario, las modalidades
dalidades de conexión, de formas los diferentes grados de unidad que de acción y los conocimientos de
heterogéneas de mantener juntos lo animan. los movimientos que se desarro-
los elementos. “Así el mundo es llaron después de la Segunda Gue-
‘uno’ en la exacta medida en que Un mundo aditivo donde el to- rra Mundial, expresan relaciones
la experiencia nos muestra un en- tal no está nunca hecho y que “crece que no se deducen de los térmi-
cadenamiento de fenómenos ‘uno’ aquí y allá”, gracias a la contribu- nos ni de los términos que pue-
con relación a las ligazones defini- ción salpicada de singularidades den ser independientes de las
das que nos aparecen y solamente heterogéneas y no a la acción del relaciones. Al practicar y aspirar
con relación a ellas. Y entonces, en sujeto universal. En este mundo de a una política de la multiplicidad,
la medida en que se encuentran lo incompleto, de lo posible, donde estos movimientos encuentran en
disyunciones definidas, el mundo la novedad y el conocimiento se los marxismos unos aliados más
no es uno” (Ibíd.: 143). Estudiar las producen por manchas, por lugares, que ambiguos.
“diversas suertes de unidades par- por placas, los individuos y las sin-
ticulares que el universo envuelve” gularidades pueden realmente actuar Tomemos el ejemplo de los
significa también afirmar, que “más (y no sólo los sujetos colectivos o movimientos de mujeres (pero
de una nos ha parecido coexistir universales) y conocer2 . hubiésemos podido tomar cual-
con ciertas suertes de multiplicida- quier otra minoría, cualesquiera
des suponiendo una separación que Ahora podemos responder a la otras piezas o pedazos del univer-
no sería menos real” (James, 1917: pregunta pragmática: ¿“Qué conse- so-mosaico, para hablar como
155). En lugar de tener un “univer- cuencias prácticas conlleva la idea James). El marxismo está siempre
so-bloque”, con sus términos y sus de unidad”, según se la tome en su en gran dificultad frente a la ex-
relaciones implicados los unos con concepción absolutista o pluralista? presión de movimientos que no
relación a las otras, y todos con re- Las modalidades de unificación “ab- remiten directamente o exclusi-
lación a la totalidad, tenemos un solutas y completas” y las modali- vamente a la relación de clase.
“universo-mosáico”, un universo- dades de composición pluralistas No puede pensarlos en su autono-
patchwork, un universo-archipiélago, remiten a las lógicas mayoritaria y mía e independencia, no puede
es decir, un “universo incompleta- minoritaria, por las cuales Deleuze pensarlos como “novedad radical”
mente sistematizado”, un mundo y Guattari definen la política en las porque, según el método mar-
“parcialmente alógico o irracional”, sociedades modernas. xiano, su verdad no es inmanen-
en el que hay una multiplicidad po- te a los movimientos mismos, no
sible y contingente de conjunciones se mide con las posibilidades de
y de disyunciones, de unificaciones y El marxismo como vida que esas luchas abren, sino
de separaciones. política de la totalidad con la relación capital-trabajo.
Esos movimientos sólo represen-
Jean Wahl ha reunido algunos El pragmatismo nos permite tan fenómenos en los que la
de los términos con los que James comprender como la ontología esencia está en la “relación de las

26 NÓMADAS NO. 25. OCTUBRE 2006. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


relaciones”. Como en el raciona- El pragmatismo y el dispositivos políticos y en los dis-
lismo, en el marxismo finalmente capitalismo positivos económicos.
hay “sólo una cosa”. El mundo es
“uno” a priori, o debe serlo. En No es necesario mostrar la fi- Y los sujetos de derecho no son
efecto, el marxismo pensará de liación pragmática del pensamien- los mismos que los sujetos econó-
diferentes maneras los movi- to de Gilles Deleuze, puesto que micos y, estos últimos, se distinguen,
mientos de mujeres, pero todas él mismo la ha reivindicado. Pero a su vez, de los sujetos “sociales”.
remiten a la esencia. Estos son es Michel Foucault, quien nunca Según Foucault, la centralidad de
aprehendidos como movimiento se ha reclamado de esta tradición, la relación capital-trabajo debe
por el “salario al trabajo domésti- quien mejor la ha actualizado en buscarse en el hecho de que ella ha
co”, como “división sexual de la el análisis del hecho político y en revelado ser la más pragmáticamen-
organización del trabajo” en la fá- la reconstrucción de la genealogía te eficaz para controlar y apropiarse
brica o en la sociedad, o como de los saberes. En ¿Qué es la filoso- de la exterioridad de las relaciones
“devenir mujer del trabajo”. El fía?, Gilles Deleuze y Felix Guattari y su potencia de producción de lo
marxismo no ve en el mundo dis- afirman que el mercado es el único nuevo. Al capitalismo, en tanto
tributivo, en la diseminación, en verdadero universal del capi- que estrategia de construcción de
la fragmentación de “piezas y pe- talismo. Foucault agrega una con- los universales, se le puede perfec-
dazos” por los que se hace la pro- sideración fundamental a esta tamente aplicar este señalamiento
ducción y el conocimiento del constatación al demostrar, en sus de James: “habla de lo que llama la
universo, sino una dispersión, sim- últimos cursos publicados, que unidad de las cosas, y entre tanto
ples disyunciones, una multiplici- este universal, como todo univer- no deja de pensar en la posibilidad
dad sin conexión. La imposibilidad sal, es una construcción pragmáti- de su unidad empírica” (James,
de relaciones exteriores, de una ca3 . La relación capital-trabajo no 1917: 252).
novedad absoluta, de una apre- tiene la espontaneidad dinámica
hensión del universo como mul- que el marxismo le presta. Por el La reconstrucción de los uni-
tiplicidad, conducirá a que el contrario, esta relación es el resul- versales, la crítica de la relación del
concepto de clase compita con la tado de una estrategia que, para capital como relación de relacio-
soberanía política burguesa en el hacerla existir, utiliza una multi- nes, está argumentada y practicada
mismo terreno de la unificación plicidad de dispositivos de poder. desde un punto de vista que coin-
“absoluta y completa”, al operar cide perfectamente con el método
una depuración, incluso física de El principio totalizante del pragmático: las diversas maneras de
todo lo que escapa. La clase, al marxismo, Foucault lo sustituye ser “uno” necesitan, para su “verifi-
igual que toda totalidad, no pue- con la proliferación de dispositi- cación precisa, otros tantos progra-
de nunca, en un universo-mosaico, vos que constituyen otras tantas mas distintos en el trabajo científico”
implicarlo todo. “Cualquiera sea la composiciones, otros tantos siste- (Ibíd.: 143). Es esta metodología la
enorme porción de elementos que mas de consistencia, de grados de que Deleuze reconoce en el trabajo
ella pueda llevar a la unidad”, unidad cada vez contingentes. Esos de Foucault, y es en este sentido que
siempre hay algo que queda por dispositivos son múltiples y dife- define su filosofía como “pragmáti-
fuera, independiente y autónomo, rentes, porque están caracterizados ca y pluralista”.
para lo cual el socialismo fue y si- por modalidades de relación más
gue siendo una pesadilla. Presupo- o menos “flojas”. La manera de ser El uno, el todo, el objeto y el su-
niendo que el mundo del capital “uno”, la manera de garantizar la jeto, no son universales, sino pro-
es “uno” (o lo que es lo mismo, cohesión de las partes, de asegurar cesos singulares de unificación,
dividido en dos), el marxismo ha la continuidad y discontinuidad de de totalización, de verificación,
contribuido potentemente a cons- los pedazos, de suponer la autono- de objetivación, de subjeti-
truir su unidad “absoluta y com- mía y la independencia de los ele- vación, inmanentes a tal disposi-
pleta”, y ha hecho pagar un alto mentos, no es la misma en los tivo. También, cada dispositivo
precio a todo aquello que se sus- dispositivos de seguridad y en los es una multiplicidad en la que
trae o que se desborda. dispositivos disciplinarios, en los operan tales procesos en devenir,

LAZZARATO, M.: MULTIPLICIDAD, TOTALIDAD Y POLÍTICA NÓMADAS 27


distintos de los que operan en Filosofía del siglo XVII las relaciones, sólo afecta a los tér-
otro (Deleuze, 2003: 320). y del siglo XIX minos, mientras que las relaciones
que caracterizan una singularidad,
La teoría pluralista del conoci- Para terminar, quisiera volver incluso si ya no están efectuadas, son
miento de James encuentra una sobre la importancia de la renova- eternas. No obstante, las relaciones
continuación sorprendente en la ción de la ontología que se produ- necesitan todavía un fundamento,
genealogía foucaultiana de los ce en Occidente, entre la Comuna una sustancia, una esencia. En
saberes locales, menores, situados, de París y la Primera Guerra Mun- Spinoza, estas deben “sobrepasarse
discontinuos. Mientras que la tra- dial, a través del pragmatismo en hacia alguna cosa que es”. Es necesa-
dición marxista desafía la ciencia en los Estados Unidos y del trabajo de rio que las relaciones sean interiores
su propio terreno, Foucault propo- Nietzsche, Tarde y Bergson, entre a alguna cosa. La filosofía del siglo
ne hacer jugar esos saberes contra otros, en Europa. XVII no puede pensar relaciones que
la “instancia unitaria”, los “efectos sean puras exterioridades, “puras re-
de poder centralizadores”, que pue- Deleuze, en sus cursos sobre laciones”. Estas últimas no pueden ser
den estar ligados a la institución, pero Spinoza, señala una diferencia fun- pensadas solas. Se requiere un ser más
también a un “aparato profundo que las rela-
político, como en el ciones, un fundamento
caso del marxismo” para todas las compo-
(Foucault, 1997). Y fi- siciones y relaciones,
nalmente, la cosa qui- nos dice Deleuze.
zás más importante.
Esta ontología pragma- La filosofía del siglo
tista al designar otras XIX, por el contrario,
relaciones posibles en- ya no necesita ese fun-
tre las cosas, distintas damento último, pues-
a las de las partes y el to que las relaciones
todo, puede ser de remiten al aconteci-
gran utilidad para des- miento. En la filosofía
cribir las modalidades del acontecimiento, la
del “estar junto” y del Iglesia de Las Cruces, anónima, c. 1910. Archivo Ortega Ricaurte,
esencia es el accidente,
“estar contra” que los © Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá. es lo que acontece,
movimientos post-so- continúa diciendo De-
cialistas están experimentando damental entre la filosofía del siglo leuze. Lo que ocurre es que, a finales
actualmente 4 . XVII y aquella de los autores que del siglo XIX, el problema cambió.
acabamos de mencionar. Para De- Lo importante, lo remarcable, ya no
Un movimiento, como todo leuze, la filosofía del siglo XVII es son las condiciones bajo las cuales po-
elemento, puede participar en va- también una filosofía de las relacio- demos alcanzar lo eterno o lo uni-
rios sistemas a la vez, tener varias nes, en la que ellas son ampliamen- versal, sino las condiciones bajo las
relaciones, experimentar funciones te independientes de los términos. cuales hay “producción de lo nuevo”
diferentes; estar al mismo tiempo, En la filosofía de Spinoza, por ejem- (Tarde, Bergson) o la “posibilidad de
por ejemplo, al interior y al exte- plo, los términos efectúan las rela- la novedad” (James). Hay aquí un
rior de la relación de capital, estar ciones, pero estas últimas no se giro fundamental que fue completa-
adentro y afuera. Esto conllevará reducen a los primeros. Las relacio- mente borrado por el acontecimien-
estrategias políticas que se mantie- nes siguen siendo actuales aun si no to de la lógica de guerra, como lo he
nen por completo opacas para las se efectúan. La teoría de la eterni- subrayado en otra parte, y que sólo
formas políticas y sindicales, preci- dad de Spinoza está precisamente ha sido redescubierto y reactualiza-
samente porque esta últimas consi- fundada en la independencia de las do por la filosofía de la diferencia y,
deran “la unidad de las cosas como relaciones con relación a los térmi- especialmente, por Deleuze en los
siendo superior a su multiplicidad”. nos. En efecto, la muerte no impide años sesenta.

28 NÓMADAS NO. 25. OCTUBRE 2006. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


Histoire et conscience de classe es
escrito por Lukacs como si este Citas Bibliografía
renacimiento del concepto de mul-
1 La interpretación del concepto “trans- DELEUZE, Gilles, 2003, Deux régimes des
tiplicidad, con todas las notables fous, París, Les Éditions de Minuit.
individual”, tanto en Balibar como en
novedades que introduce en rela- Virno es más que sorprendente. A partir FOUCAULT, Michel, 1997, Il faut défendre
ción con el siglo XVII, simplemen- de textos de Simondon, parece imposi- la société, París, Gallimard-Seuil.
te no hubiese tenido lugar. El ble interpretar los conceptos de “pre-in-
dividual” y de “trans-individual” como GENTILE, Giovanni, 1995, La philosophie de
marxismo fue así sumergido en ple- lenguaje, relaciones de producción, rela- Marx, Mauvezin, T.E.R.
no siglo XIX, de donde no ha sali- ciones sociales. En los dos casos se trata
JAMES, William, 1917, Le pragmatisme, Pa-
do aún. Todavía estamos pagando de “potenciales”, de “reservas del ser”,
rís, Flammarion.
de “equilibrios meta-estables” que per-
caramente los costos, porque los miten la individuación tanto biológica , 1914, Introduction à la Philosophie,
marxistas actúan desde el interior como social. Confundir el potencial “no París, Marcel Rivière.
de los movimientos y de las insti- estructurado” (que no es ni social ni “vi-
tal”) con la estructuración del lenguaje, , 1910, Philosophie de l’expérience,
tuciones con miras a la construc- de las relaciones sociales, de las relacio- París, Flammarion.
ción de la “totalidad” y de los nes de producción, me parece una inter- LAZZARATO, Maurizio, 2005, en: Multitu-
universales, de los que la gestión del pretación bastante problemática. des, No. 21, “Subjectivation du Net:
referéndum sobre la Constitución 2 Esta descripción de la constitución postmédia, réseaux, mise en commun”,
ontológica coincide con la constitución http://multitudes.samizdat.net/
Europea es el último ejemplo.
de lo social en Gabriel Tarde. , 2004, Les révolutions du capita-
3 Me permito remitir a mi reseña de los lisme, París, Les Empêcheurs de penser
dos seminarios de Foucault, publicada en en rond.
el número 21 de la revista Multitudes LUKACS, Georg, 1960, Histoire et conscience
(2005). de classe, París, Les Éditions de Minuit.
4 Me permito remitir a mi libro, Les WAHL, Jean, 2004, Les philosophies pluralistes
révolutions du capitalisme (2004), donde d’Angleterre et d’Amérique, París, Les
esbozo una cartografía de esas nuevas di- empêcheurs de penser en rond.
námicas. Pero en este campo, todo está
por hacer.

LAZZARATO, M.: MULTIPLICIDAD, TOTALIDAD Y POLÍTICA NÓMADAS 29

También podría gustarte