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POEMAS DE URONDO Si es el sábalo lúcido

Arijón (1956) O la ausencia del hombre de la isla


Era cuando crecía Uno no sabe si es el laberinto verde y
Como cualquiera rosa
es simplemente el camino que se Donde la avidez se transforma y se
recorre multiplica en el crepúsculo
y desanda sin temor En la Setúbal
fueron miradas Laguna grande como el claustro
que vieron cada vez más y llegaron materno
-costeando el Paraná por supuesto- Habían aprendido el amor
Hasta estallar al norte Dejaron de ser niños
Por San Javier. Resbalaron por los sauces
Heridos por la luz Crujieron con el viento del norte
Por el fragor de tanta infancia Los pasos incrustados en la arena
Nuestros ojos en cada atardecer Buscando la huella
En cada serenidad del aire La madurez, la visión
Solo el sonido de los mosquitos
Planeando sobre nuestra inquietud La verdad es la única realidad (1975)
Irritando cada noche
Del otro lado de la reja está la realidad,
Antes de que huya la oscuridad
de
Fue allí siempre
este lado de la reja también está
Junto al Río Coronda
la realidad; la única irreal
Donde las aguas fuertes agredían la
es la reja; la libertad es real aunque no
tierra
se sabe
O descubrían los cangrejales absortos
bien
O convertían la orilla en barro divino
si pertenece al mundo de los vivos, al
No se sabe si allí fue
mundo de los muertos, al mundo de las
Entre los pajonales
fantasías o al mundo de la vigilia, al de
Donde fueron revelados
la
O donde se ocultaron algunos secretos
explotación o de la producción.
No recuerdo si entonces fue
Los sueños, sueños son; los recuerdos,
Por el llamado seco de la cascabel
aquel la
cuerpo, ese vaso de vino, el amor y convalecencia
las flaquezas del amor, por supuesto, del miedo, ese aire que se resiste a
forman volver
parte de la realidad; un disparo en después del peligro
la noche, en la frente de estos como los designios de todo un pueblo
hermanos, de estos que
hijos, aquellos marcha hacia la victoria
gritos irreales de dolor real de los o hacia la muerte, que tropieza, que
torturados en aprende a
el angelus eterno y siniestro en una defenderse, a rescatar lo suyo, su
brigada de realidad.
policía Aunque parezca a veces una mentira, la
cualquiera única
son parte de la memoria, no suponen mentira no es siquiera la traición, es
necesariamente el presente, pero simplemente una reja que no
pertenecen a pertenece a la
la realidad. La única aparente realidad.
es la reja cuadriculando el cielo, el
Cárcel de Villa Devoto, abril de 1973
canto
perdido de un preso, ladrón o
combatiente, la voz
fusilada, resucitada al tercer día en un
vuelo
inmenso cubriendo la Patagonia
porque las
masacres, las redenciones, pertenecen
a la realidad,
como
la esperanza rescatada de la pólvora,
de la inocencia
estival: son la realidad, como el coraje y

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