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ANÁLISIS DE LAS REGENCIAS EN ASTROMÉDICA 49

XIII CONGRESO IBÉRICO DE


ASTROLOGÍA

LIBRO DE PONENCIAS
ASTROLOGÍA,
RAÍZ DE CULTURAS
19 a 23 de junio de 1996

Edición para distribución por Internet cortesía de

Edita Sol y Luna, órgano de publicaciones de la


Asociación Astrológica Madrileña

XIII Congreso Ibérico de Astrología. Astrología, raíz de culturas

Celebrado en Toledo los días 19 a 23 de junio de 1996, en el Palacio de Benacazón, bajo


los auspicios de la obra cultural de la Caja Castilla-La Mancha y del Ayuntamiento de
Toledo
JUAN TRIGO 50

ANÁLISIS DE LAS REGENCIAS EN ASTROMÉDICA

Juan Trigo

Resumen

En esta comunicación, me gustaría presentar una breve síntesis de mi trabajo de


campo en el punto al que me han llevado en la actualidad bastantes años de
investigación clínica sobre uno de los temas que, a mi juicio, nos dejan más
decepcionados y con una mayor sensación de vacío a la hora de intentar cualquier
diagnóstico astromédico, o sea predecir en qué partes, órganos o sistemas del
binomio anatomía/fisiología va a somatizar éste o aquel cuadro psíquico y de qué
forma lo va a hacer, en otras palabras, qué enfermedad va a producir y como va a
desarrollarse.
Partiendo y comprobando postulados tradicionales, como son:

- Los signos zodiacales rigen la anatomía.


- Los planetas rigen la fisiología.
- Las casas son el punto de expresión y causa de las acciones planetarias.
- Los aspectos las relaciones entre las mismas. Las configuraciones aspectarias
determinan qué tensiones van a provocar la somatización que andamos buscando
para desvelar la causa de la enfermedad.

Introduzco la correspondencia en el análisis clínico de dos supuestos simbólicos


principales para el análisis de las regencias anatómicas y fisiológicas:

1. - Cualquier parte, órgano o sistema del cuerpo humano es en si mismo un conjunto


de partes que puede abordarse bajo las mismas analogías simbólicas zodiacales con
que analizamos el todo.
2. - La regencia planetaria correspondiente a una parte, órgano o sistema es una
regencia compuesta, es decir susceptible de ser analizada según las corresponden-
cias simbólicas de todos los planetas. En otras palabras, aunque un órgano
determinado venga regido por un planeta concreto, sus partes lo serán a su vez por
tantos planetas como correspondencias simbólicas podamos discernir.

El primer supuesto se basa en la ley de analogías de los ciclos dentro de los ciclos,
y de la reproductibilidad de las partes respecto del todo. Principio universal que
puede aplicarse a cualquier cosa o ente existente.
El segundo supuesto se fundamenta en que las correspondencias simbólicas que
presiden las regencias planetarias se basan en la naturaleza específica y propia de
cada planeta, como personajes bien definidos de un guión.
El primer supuesto nos habla de la línea evolutiva de los 12 signos como un todo
integrado y global , que tiene un origen, Aries, y un final Piscis, para iniciar un nuevo
ciclo, y entre cuyos extremos se desarrolla el camino de los demás signos de forma
ordenada y consecuente. Y que además, por la ley de correspondencias, tal desarrollo
dodecanónico, puede aplicarse a cualquier manifestación de lo existente. Por lo tanto
podemos analizar cada uno de los sistemas u aparatos del cuerpo humano como un
todo, a pesar de que exprese en si mismo una función específica y por tanto
atribuible a una particular regencia planetaria. Por ejemplo, aunque el aparato
digestivo pueda estar regido principalmente por la Luna, en su función básica de
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facilitar la nutrición por dilución (o provocar la disociación iónica) de las sustancias


nutritivas, tenemos que cada una de sus partes vendrán regidas por otros tantos
signos zodiacales en correspondencia con la totalidad.
Por adelantar unos ejemplos, aunque el esqueleto sea regido por Saturno y la
musculatura estriada por Marte, las zonas sucesivas del cuerpo humano vendrían
descompuestas según la evolución zodiacal. Pero, aunque en estos dos sistemas
parece claro, debe ocurrir lo mismo con los demás, como con los sistemas
circulatorio, linfático, respiratorio, etc.
Yendo un poco más lejos en este análisis para tratar de discernir en el caso de un
órgano concreto las relativas regencias de sus partes, en el ojo, por poner otro
ejemplo, como todos sabemos no sirve de gran cosa haber leído que en alguna parte
de la Tradición dice que el ojo derecho viene regido por el Sol y el izquierdo por la
Luna, sino que podríamos tratar de comprobar lo siguiente:
La cornea cuya función principal es la de proteger el ojo y es además la parte más
dura, estaría regida por Saturno. Los músculos orbiculares cuya función es similar a la
de un músculo de fibra estriada estaría regida por Marte. El iris, cuya función es la de
regular el paso de la luz, estaría regida por Júpiter. La retina, lugar de impresión de la
imágenes podría estar regida por Venus, en su función de elaboración de sensacio-
nes. El humor acuoso por la Luna, etc.
Desde el diagnóstico sencillo de unas cataratas como aspectos de Saturno a la
Luna, por el efecto concentrador de este sobre aquella, hasta cuadros clínicos más
complejos como el glaucoma, etc., tendríamos que predecirlos a base de
descomponer el ojo en sus funciones y asociarlas a las regencias planetarias
correspondientes.
En este sentido tenemos dos caminos, o escribir un análisis detallado de estas
regencias, lo cual nos llevaría componer gruesos volúmenes de anatomía astrológica,
o aplicar las ideas expuestas aquí en cada Carta Natal que necesitemos diagnosticar.
Personalmente, me inclinaría por el segundo camino. Y para ello, el siguiente paso
consistiría en determinar en la Carta Natal los siguientes aspectos:

- Predisposición a la enfermedad.
- Evolución. Degeneración o curación
- Origen psicosomático de las enfermedades.
- Ataques de la enfermedad, agudos, graves.
- Vías de curación. Actitud y defensas.

Para abordar cualquiera de estos apartados hemos de recurrir al análisis de las


regencias, el primero para detectar las debilidades, es decir los elementos orgánicos
que van a soportar las somatizaciones. En el segundo nos fijaremos en el análisis de
aspectos tensionales, para predecir como evolucionará tal o cual dolencia y cuales
van a ser sus consecuencias. El tercer punto se refiere a la causa general, global y
también descompuesta en partes del origen de toda enfermedad. El cuarto apunta a
las descargas puntuales que aparecer cuando las tensiones han alcanzado su
máximo. Y por último tenemos la finalidad de la astromédica, determinar cómo
puede la persona defenderse y curarse.
En la ponencia expongo el análisis de una serie de casos clínicos extraídos de mi
consulta para ejemplificar el método de acercamiento al análisis propuesto. Su objeto
es discutir si esta forma de enfoque, u otra que surgiera de la discusión y posteriores
reuniones de trabajo, podría ser válida para crear una metodología de análisis
astromédico o por lo menos abrir alguna puerta a la investigación, o en todo caso,
como digo, crear grupos de trabajo que estudien cómo realizar un correcto análisis
predictivo en astromédica. Si esta aportación consigue despertar alguna idea o
inquietud en este sentido creo que habrá sido útil.
JUAN TRIGO 52

Ponencia

En esta comunicación, me gustaría abordar uno de los temas que, a mi juicio, nos
dejan más decepcionados y con una mayor sensación de vacío a la hora de intentar
cualquier diagnóstico astromédico, o sea predecir en qué partes, órganos o sistemas
del binomio anatomía/fisiología va a somatizar este o aquel cuadro psíquico y de qué
forma lo va a hacer, en otras palabras, qué enfermedad va a producir y como va a
desarrollarse.
Para ello voy a partir de dos postulados tradicionales como son:

- Los signos zodiacales rigen la anatomía.


- Los planetas rigen la fisiología.
- Las casas son el punto de expresión y causa de las acciones planetarias.
- Los aspectos son las relaciones entre las energías. Las configuraciones aspectarias
determinan qué tensiones van a provocar la somatización que andamos buscando
para desvelar la causa de la enfermedad.

Y una vez fundamentado en estos postulados voy a introducir dos supuestos


principales o esenciales con los cuales compondré el análisis de las regencias:

1. - Cualquier parte, órgano o sistema del cuerpo humano es en si mismo un conjunto


de partes que puede abordarse bajo las mismas analogías simbólicas zodiacales con
que analizamos el todo, teniendo en cuenta precisamente las leyes que presiden las
correspondencias simbólicas.
2. - La regencia planetaria correspondiente a una parte, órgano o sistema es una
regencia compuesta, es decir susceptible de ser analizada según la simbología de
todos los planetas. En otras palabras, aunque un órgano determinado venga regido
por un planeta concreto, sus partes lo serán por tantos planetas como
correspondencias simbólicas podamos discernir.

El primer supuesto se basa en la ley de analogías de los ciclos dentro de los ciclos,
y de la reproductibilidad de las partes respecto del todo. Principio universal que
puede aplicarse a cualquier cosa o ente existente. El segundo supuesto se
fundamenta en que las correspondencias simbólicas que presiden las regencias
planetarias se basan en la naturaleza específica y propia de casa planeta, como
personajes bien definidos de un guión.
El primer supuesto nos habla de la línea evolutiva de los 12 signos como un todo
integrado y global que tiene un origen, Aries, y un final Piscis, y entre cuyos extremos
se desarrolla el camino de los demás signos de forma ordenada y consecuente. Y que
además, por la ley de correspondencias, tal desarrollo dodecanónico, puede aplicarse
a cualquier manifestación de lo existente, ya que la simbología, como el sistema
métrico decimal o cualquier idioma o lenguaje no es más que un conjunto de códigos
de que nos valemos para expresarnos; el código del 12, o ciclo zodiacal, se emplea
para traducir la ley de correspondencias al plano de la vida y modelos de
comportamiento humanos.
Por lo tanto podemos analizar cada uno de los sistemas u aparatos del cuerpo
humano como un todo, a pesar de que exprese en si mismo una función específica y
por tanto atribuible a una particular regencia planetaria.
Por ejemplo, aunque el aparato digestivo pueda estar regido principalmente por
la Luna, en su función básica de nutrición, tenemos que cada una de sus partes
vendrán regidas por otros tantos signos zodiacales. O mejor dicho, más que sus
partes, las distintas etapas en las que puede dividirse su función fundamental. Así, el
primer ataque de los alimentos por medio de la digestión bucal, con sus fermentos y
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acto de masticar correspondería a una función de inicio típicamente ariana, no solo


porque es la primera función que sufre el alimento sino por la presencia de los
fermentos, típicamente marcianos, y por la acción de cortar y triturar de los dientes,
aunque estos vengas regidos básicamente por Saturno. Seguiría con la formación del
bolo alimenticio, aglomeración integral de sustancias primarias, no procesadas aún, y
que puede contener elementos alimenticios o no, y por lo tanto podría corresponder a
una regencia de Tauro, en su aspecto de masa primaria integral que es la base
natural donde irán a profundizar los agentes transformadores (por oposición
escorpiniana), y además presenta connotaciones estéticas, ya que gracias al ataque
bucal podemos captar el gusto y aroma de los alimentos y por lo tanto cargarnos de
ese tipo de energía pránica. En fin, seguiríamos por la transmisión geminiana a
través del esófago, hasta llegar a la cavidad del estómago, típicamente de cáncer,
etc., hasta que por último cuando han terminado todos los procesos de refinación y
selección, y las sustancias han sido depuradas para que el cuerpo pueda asimilarlas
pasan a través de las paredes del intestino en un sutil proceso de difusión osmótica,
que nos recuerda muy bien resonancias piscianas.
De modo que a la vista de la carta natal de nuestro paciente si intentamos hacer
un primer diagnóstico de las causas reales de problemas digestivos que padece, y
nos damos cuenta de que hay conflictos regidos por el signo de Aries (ya sea en este
signo o por causa de su regente Marte, ya sea como signo del ASC o de VI o XII),
podría invitarnos a sospechar que la causa profunda de que la persona padezca
malas digestiones subyace en una deficiente digestión bucal. La naturaleza específica
de los aspectos nos indicaría de qué tipo es esa deficiencia, un Marte afligido nos
indicaría debilidad en la secreción de los fermentos, una cuadratura Marte/Mercurio
nos indicaría precipitación al masticar y no dar tiempo a una completa digestión
bucal, por ejemplo de los hidratos de carbono, etc.
Para seguir con ejemplos, si detectamos aflicciones en o regidas por el signo de
Leo, entonces tendríamos que focalizar nuestra atención en el Plexo Solar y en su
complejo transporte de emociones que genera al estar ubicado a medio camino entre
el tercer y cuarto chakra. Si el estómago como cavidad o cuna donde se reciben los
alimentos que han de procesarse viene regido por Cáncer, el Plexo, centro neurálgico
de las emociones provocadas por lo cotidiano, enfrentadas entre nuestra necesidad
de lucha por la vida y nuestra capacidad de amarla, viene regido por Leo como centro
de síntesis, y al mismo tiempo como puente en el proceso digestivo, que marca el
paso del estómago al intestino, de Cáncer a Virgo, o mejor dicho el difícil proceso de
la digestión estomacal para pasar al duodeno, sufre fuertemente la influencia de los
estados emotivos centrados en el plexo. De ahí la gran importancia que tienen las
emociones en la digestión. Y así en adelante.
Otro ejemplo de etapas cíclicas de una función fisiológica nos lo podría dar el
sistema circulatorio, para lo cual tendríamos que empezar por considerar cual es el
inicio del proceso circulatorio, que ciertamente no es el corazón, ya que este
simplemente es el centro de bombeo de la sangre. En efecto, este sistema anatómico
nos proporciona una imagen muy clara del carácter cíclico de los 12 signos
zodiacales, según el cual un ciclo sucede al otro, es decir Piscis de un ciclo da paso a
Aries del siguiente. Así, los haces capilares en sus extremos terminales donde el
intercambio entre la sangre arterial y la venosa se produce por difusión, vendrían
regidos claramente por Piscis, para dar paso en los haces pulmonares al inicio de la
sangre nueva, donde identificaríamos la regencia de Aries, etc. Así, en los haces
pulmonares la sangre se renueva, empieza pues un nuevo ciclo, etc.
De los ejemplos anteriores y del análisis que podríamos hacer del resto se infiere
que en la práctica las regencias anatómicas tradicionales corresponden con la
realidad, pero no es suficiente, podemos profundizar mucho más. Por ejemplo es muy
corriente que en las personas de fuerte personalidad capricorniana padezcan de las
rodillas, pero no sólo padecen de las rodillas. Podríamos decir que ahí tienen la
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expresión de su punto más débil, pero el resto de la carta nos da la clave para
diagnosticar el cuadro completo de dolencias. Y así con todos los signos.
Creo necesario aprovechar este momento para recordar, aunque solo sea por una
vez, que no podemos diagnosticar, ni siquiera esos puntos básicos de sensibilidad
anatómica, basándonos únicamente en el signo solar o el del ascendente, por
importantes que estos sean y aunque respondan en la práctica a una gran mayoría
de casos. Hay que contemplar la Carta Natal como un todo y realizar el inevitable
pero necesario ejercicio de respiración mental Análisis-Síntesis, para acertar. He dicho
antes “de fuerte personalidad capricorniana”, no “de ascendente Capricornio”,
aunque en una gran cantidad de casos pueda ser así.
Es necesario aquí, recordar al Profesor Jacinto Gibert, cuando en su libro SATURNO,
nos hace hincapié en la necesidad de considerar muchas veces en el análisis
astrológico la asociación de cada signo zodiacal con su planeta regente. Por ejemplo,
a la hora de abordar un diagnóstico respecto del tejido óseo tendremos que pensar
no solamente en la calcificación, propiamente saturninas, sino en la estructuración,
cualidad típicamente capricorniana.
En la figura 1 hemos tratado de ilustrar una descomposición de la anatomía
humana como un todo con algunos de sus sistemas y aparatos. La idea básica sería
que, aunque el esqueleto venga regido por Saturno y la musculatura estriada por
Marte, las zonas sucesivas del cuerpo humano vendrían descompuestas según la
evolución de zodiacal. Pero esto debe ocurrir no solamente con estos dos sistemas,
cosa que parece claro, sino con los demás también, como hemos indicado en los
ejemplos del aparato digestivo y el sistema circulatorio, e igualmente podríamos
hacer con el sistema linfático, respiratorio, etc.
Quiero ahora ir un poco más lejos en este análisis para tratar de discernir en el
caso de un órgano concreto las relativas regencias de sus partes, y lo voy a hacer
para el caso del ojo. Como todos sabemos no sirve de gran cosa saber que el ojo
derecho viene regido por el Sol y el izquierdo por la Luna, por poner un ejemplo burdo
de lo que hemos creído recuperar de la tradición. Digo que hemos creído, porque
probablemente los antiguos sabía mucho más de lo que a nosotros nos ha llegado. Y
para abordar este análisis voy a basarme en la función específica de cada una de sus
partes asociándola a los correspondientes significados planetarios.
En primer lugar repasemos estos significados.

Síntesis de las acciones planetarias

EL SOL LA LUNA

Energía vital básica Conjunto biológico receptivo


Energía de síntesis Reparto de nutrientes
Corazón Reparto de aguas, sistema
Centros vitales Linfático y primera digestión

Mercurio

Transmisión de impulsos.
Conductos respiratorios que facilitan el paso del aire
Las manos en su función de realizar o explicar
Sistema nervioso como transmisor de información
Discriminación alimenticia en los intestinos

Venus Marte
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Procesado visceral de estímulos Impulso vital, acción.


Eliminación de toxinas y residuos Aporte de oxígeno
Sangre Venosa Sangre arterial
Riñones Fermentos
Inmunología específica Musculatura estriada

Júpiter Saturno

Procesos de regulación Procesos de control


Expansión y engorde Desecación y cristalización
Hígado y Páncreas Esqueleto y piel.
Regulación intestinal Tejidos de sostén.

Urano Neptuno

Sistema nervioso, reflejos Difusión capilar y linfática


Intuición Sensibilidad.
Impulsos Procesos de ósmosis
Percepción consciente Percepción inconsciente
Procesos de cambio hormonal Difusión de la enfermedad

Plutón

Concentración de sustancias tóxicas.


Procesos de persistencia visceral
Genitales y la defecación
Procesos de putrefacción

Con todo lo cual podemos abordar, en el caso del ojo, y en el de cualquier otro
órgano, el problema de las regencias del siguiente modo:
La cornea cuya función principal es la de proteger el conjunto del ojo y es además
la parte más dura, estaría regida por Saturno. Los músculos orbiculares cuya función
es similar a la de un músculo de fibra estriada estaría regida por Marte. El iris, cuya
función es la de regular el paso de la luz, estaría regida por Júpiter. La retina, lugar de
impresión de la imágenes podría estar regida por Venus, en su función de elaboración
de sensación estética. El humor acuoso por la Luna, etc.
Desde el diagnóstico sencillo de unas cataratas como aspectos de Saturno a la
Luna, por el efecto concentrador de éste sobre aquella, hasta cuadros clínicos más
complejos como el glaucoma, etc., tendríamos que predecirlos a base de
descomponer el ojo en sus funciones y asociarlas a las regencias planetarias
correspondientes. Un cuadro resumen podría ser el siguiente:
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Las Regencias siempre son


compuestas
El ojo Relación Sol - Luna.

La córnea Saturno

Humor acuoso La Luna
Iris Control del paso de luz. Saturno
Aspecto experno Venus

La retina Venus, Júpiter


Nervio óptico Transmisión Mercurio
Captación Urano
Juan Trigo 1

Figura 2: un esquema del ojo


con las regencias asociadas a sus partes

Como es evidente, podemos ir mucho más lejos en el análisis y descomponer


todavía más. Ejercicio que puede resultar relativamente evidente con solo tener en
cuenta la esencia simbólica que preside los significados planetarios. En este sentido
tenemos dos caminos, o escribir un análisis detallado de estas regencias, lo cual nos
llevaría componer gruesos volúmenes de anatomía astrológica, o aplicar las ideas
expuestas aquí en cada Carta Natal que necesitemos diagnosticar. Probablemente se
escriba ese grueso volumen algún día, pero de momento yo prefiero aplicar ya las
ideas expuestas en la práctica de la consulta diaria.
En cualquier caso lo que acabo de plantear no es más que una puerta de entrada a
una de las grandes necesidades de la astromédica actual, que es la Investigación.
Parece que la tendencia va en este sentido, es decir, que médicos y astrólogos
trabajen conjuntamente para irle dando forma a esta rama tan importante de la
astrología, y que parece ser era a lo mejor la más importante en la antigüedad,
cuando las astrología era una disciplina fundamental y cuando no se concebía que
nadie fuera médico sin ser antes astrólogo.
Para terminar esta breve aportación, me gustaría recordar, a título de apunte, cual
es el trabajo básico que realizamos en astrología médica, y que consiste en
determinar en la Carta Natal los siguientes aspectos:

- Propensión a la enfermedad.
- Trayectoria. Degeneración o curación Ataques agudos o crónicos.
- Causas u Origen psicosomático de las enfermedades.
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- Vías de curación. Actitud y defensas.

Sinópticamente:

Propensión, Evolución y Curación


 Propensión Los cuatro elementos.
 Trayectoria La triplicidad.
 Causas La Carta en su conjunto
 Curación Comprensión de la Carta


 Comprensión de uno mismo
 Aceptación de uno mismo
Juan Trigo
 Disfrute de uno mismo 5

Para abordar cualquiera de estos apartados hemos de recurrir al análisis de las


regencias, el primero para detectar las debilidades, es decir los elementos orgánicos
que van a soportar las somatizaciones. Sabemos que el principio de la enfermedad
consiste en que el cuerpo carga con la absorción de las contradicciones mentales, y
lo hace en forma de enfermedad, o lo que es lo mismo manifestando los
desequilibrios emocionales en forma de perturbaciones en el natural fluir de los
mecanismos biológicos. En el segundo nos fijaremos en el análisis de aspectos
tensionales, para predecir como evolucionará tal o cual dolencia y cuales van a ser
sus consecuencias. Aquí tenemos que analizar la configuración global de aspectos y
qué tensiones planetarias se producen en la carta y cómo están repartidas. El tercer
punto se refiere a la causa general, global y también descompuesta en partes del
origen de toda enfermedad. En este punto hemos de estudiar la manifestación de
esas tensiones por casa y por regencia de las casas, para encontrar las causas
profundas dentro del complejo mecanismo del Yo. El cuarto apunta a las descargas
puntuales que aparecer cuando las tensiones han alcanzado su máximo. Es decir, por
medio de las defensas temporales, o enfermedades crónicas, ejemplificadas
principalmente por los contenidos de la Casa VI, y por las defensas permanentes, o
enfermedades crónicas, mostradas por los contenidos de la XII. Y por último tenemos
la finalidad de la astromédica, determinar cómo puede la persona defenderse y
curarse. En este último punto estudiamos las potencialidades del individuo, es decir,
para lo que esta realmente hecho, cual es su armonía fundamental, frente a lo que la
vida le exige y frente a las desarmonías con que se encuentra a su alrededor. Este
estudio tiene por objeto tratar de liberar al individuo de una buena parte de sus
complejos de culpabilidad por la vía de analizar cual es la situación a la que su
entorno le ha llevado. Es decir si ha de desarrollar una actividad que no le es propia,
no por ello ha de sentirse inferior, simplemente que él no esta hecho para aquello. O
en otras palabras, si la vida le hubiera llevado a realizarse según sus propias y
específicas potencialidades, seguramente no se sentiría inferior, sería eficaz en su
trabajo o cometidos y disfrutaría con ellos. Aquí juega un papel primordial el Sol, por
posición y aspectos, como la representación del Adulto o del Yo superior, frente a la
Luna, como representación de las corazas o autoimágenes emotivas del niño, que
nos impulsan a jugar un rol de supervivencia que fue indispensable en etapas de la
niñez, pero inútil o perjudicial para el adulto. Y también juegan un papel
preponderante los planetas personales, Mercurio, Venus y Marte, como virtudes
propias, frente a los condicionantes sociales y exigencias del entorno, ejemplificadas
por el papel del par Júpiter/Saturno, y más profundamente frente a los condicionantes
JUAN TRIGO 58

profundos de la experiencia del niño, indicadas por Urano, Neptuno y Plutón. Para
aventurar una síntesis de la funcionalidad de las energías planetarias podemos
hacerlo por medio del siguiente cuadro de síntesis:

Las energías planetarias podrían sintetizarse según


s Centro y síntesis vital de todas las energías
a Biología no pensante que recibe los estímulos

f  Transmisión intelectual de estímulos.

g Elaboración visceral de estímulos.


h  Acción pura.
j  Expansión
S Contracción

F  Cambio

G Difusión
H Persistencia

Juan Trigo 1

Por último, para completar lo hasta ahora dicho me gustaría sintetizar también
un enfoque acerca de la propensión a la enfermedad y sus significados astrológicos
básicos, y podríamos hacerlo según el esquema siguiente:

Propensión a la enfermedad

Propensión a la enfermedad

 Relación entre los luminares.


 Aspectos al ASC y al regente del ASC.
 Balance de planetas según los cuatro elementos.
 Planetas y aspectos en casas VI, XII.
 Configuracion general de aspectos.
 Distribucion de planetas por signos y cuadrantes
 Balance de aspectos entre planetas.

Juan Trigo 1

Los cuadros anteriores se completan con la regencia básica de los tipos de


enfermedad según las cualidades zodiacales, que podríamos sintetizar en los dos
cuadro siguientes:
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Tipo básico de enfermedad


segun los cuatro elementos
 FUEGO: Pasión.
 Enfermedades fulminantes o de recuperación rápida.
 TIERRA:Fijación
 Enfermeda arraigadas. Gran somatización. Recuperación lenta.
 AIRE: Mentalización.
 Somatización desviada al plano de las ideas.
 AGUA: Emocionalización.
 Enfermedades complicadas por la emocionalidad.

Juan Trigo 5

Trayectoria segun la triplicidad


 Cardinales: Efetos más graves, pero
desenlace más claro y directo

 Fijos: Efectos mas leves pero progresivos.

 Comunes: Efectos y desenlace variables.

Juan Trigo 1

Llegados a este punto nos vemos conducidos retroactivamente a la esencia de


las enseñanzas astrológicas como libro básico de explicación de todo lo que
acontece, ejemplificado por la Ley de Correspondencia que, siguiendo la línea de
síntesis esquemática que nos hemos trazado, podríamos resumir como:

La ley de correspondencia
El momento de nacer Grabación en la memoria celular

 Atributos planetarios según la posicion


que tenían en en momento del nacimiento

A lo largo de la vida

Transitos/Progresiones Sintonía con las posiciones natales

Aprendizaje
Juan Trigo 3
JUAN TRIGO 60

No queremos extendernos innecesariamente hacia caminos que a lo mejor no


sean del interés específico de la audiencia que hoy nos escucha, y preferimos ya
dejar paso al coloquio para seguir los vericuetos que en el día de hoy sean los más
útiles. Muchas Gracias.

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